\"Mejor... imposible\": Una camarera y un cascarrabias

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MESA Y NEGOCIOS • Abril 2011

La Buena Mesa en el Cine Por Alfonso Méndiz · Profesor de Cine y Publicidad · Universidad de Málaga

MEJOR… IMPOSIBLE

Una camarera y un cascarrabias UN ESCRITOR BRILLANTE Y DE ORATORIA ESPLÉNDIDA ES, SIN EMBARGO, UN COMPLETO INÚTIL PARA LAS RELACIONES HUMANAS. NEURÓTICO, PERFECCIONISTA Y EGOCÉNTRICO, RESULTA INAGUANTABLE PARA TODOS… MENOS PARA UNA JOVEN CAMARERA, QUE DÍA TRAS DÍA LE SIRVE LA COMIDA EN UN MODESTO RESTAURANTE DE MANHATTAN. Con este argumento tan simple, James L. Brooks hizo de esta comedia una joya con sabor a filme clásico. ¿El secreto? Un espléndido menú (el mejor guión que se ha escrito en muchos años) y un aderezo con tres ingredientes clave: Jack Nocholson, Helent Hunt y Greg Kinnear. Aquí, el restaurante es verdaderamente un símbolo: no sólo presta el decorado para ambientar una historia tan delicada, sino que distribuye los platos y las salsas para que en todas las escenas haya esa mezcla acertada de humor y de ternura. El personaje principal es sin duda Melvin (Jack Nocholson), un solitario escritor de novelas rosas, que tiene un carácter maniático y obsesivo. Siempre que abre la boca ofende a alguien. Víctimas principales de sus comentarios cáusticos son: su vecino Simon (Greg Kinnear), un artista homosexual, y los clientes del restaurante donde acude a comer todos los días. Melvin tiene un montón de manías fastidiosas. Pero este bicho raro inaguantable oculta varias debilidades: 1ª) Muy en el fondo, es un romántico que desahoga su sensibilidad en los libros que escribe. 2ª) Aunque ladra mucho, en realidad está desesperantemente falto de compañía y cariño. 3ª) Le gusta una camarera, Carol (Helen Hunt), que trabaja en el restaurante al que acude a diario, aunque no se atreve a admitirlo.

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La fachada antipática de Melvin comienza a venirse abajo cuando Simon es atacado e ingresado en el hospital para reponerse. El escritor se ve obligado a cuidar de su perro, cosa que le horroriza. Pero, para su sorpresa, descubre en sí mismo una afinidad hacia el animalito que le hace cambiar. La relación con el perro le lleva a tratar a Simon de otra manera: su coraza de amargura, mantenida durante años como escudo a su incapacidad de amar, empieza a derretirse por momentos. Por otro lado, su relación con la camarera ficha técnica Título original: As Good As It Gets. Director: James L. Brooks. Reparto: Jack Nicholson, Helen Hunt, Greg Kinnear, Cuba Gooding Jr. País y año: Estados Unidos, 1997. Distribuye: Sony.

pasa a primer plano: a la paciencia y amabilidad de aquella responde él con dardos verbales, para esconder la atracción que siente inconfesadamente en su interior. También esto le impulsa a salir de su cómodo egoísmo, y poco a poco se va involucrando en los problemas de esta mujer sencilla, fuerte y llena de encanto, cuya vida es tremendamente dura. Los tres crearán un extraño grupo de amistad y rechazo, que acabará transformando sus vidas y les ayudará a redescubrirse a sí mismos. Hay una escena particularmente hermosa que transcurre precisamente en un restaurante. Melvin, “obligado” a ser cortés con la camarera, “no tiene más remedio” que invitarla un día a cenar. Pero en ese contexto amable, que podría haber sellado su amistad, aflora nuevamente su mal carácter y en las dos primeras frases deja a Carol en el más completo ridículo. Ella está a punto de abandonar el restaurante, y le pide in extremis un cumplido: algo bonito que compense la grosería que acaba de decir. Melvin, viéndose acorralado, inicia un discurso aparentemente sin sentido. “Mi médico, un psiquiatra, suele decir que las pastillas pueden ayudar a disminuir mi enfermedad. Yo las odio. Aquí utilizo la palabra odio con todo su sentido. ¡Son muy malas! Crean dependencia, te pueden llevar a la tumba… Pues bien, aquel día en que viniste a mi casa y me dijiste aquellas cosas bonitas y yo te despedí de forma destemplada… aquel día empecé a tomarme las pastillas”. Carol se queda desconcertada: “No capto por qué eso es un cumplido para mí”. Melvin, cuya inteligencia y oratoria ceden por fin al amor, añade simplemente: “Tú haces que yo quiera ser mejor persona”. Y Carol se queda emocionada: “Quizás sea el cumplido más hermoso de toda mi vida”.