\"La dama y el vagabundo\": Comida italiana para una historia de amor

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MESA Y NEGOCIOS • Mayo 2011

La Buena Mesa en el Cine Por Alfonso Méndiz · Profesor de Cine y Publicidad · Universidad de Málaga

LA DAMA Y EL VAGABUNDO

Comida italiana para una historia de amor UNA VISIÓN DEL MUNDO DESDE LOS OJOS DE UNA PAREJA PERRUNA. Y UNA SECUENCIA QUE SE HA CONVERTIDO EN CLÁSICA: REINA Y GOLFO COMIENDO UN MISMO ESPAGUETI EN UN RESTAURANTE ITALIANO DEL EXTRARRADIO. La película es una parábola de nuestra sociedad. Reina representa a las capas de "alto standing": fina, elegante, educada. Y Golfo es el paradigma de los "marginados": los hombres toscos, vulgares, que viven en la calle... pero que tienen gran corazón y un carácter positivo y agradable. Las placas que llevan al cuello los perros ricos (Reina, Yock, Trusty) representan la ostentación, el afán desmedido de las clases altas por llevar bien visible algún objeto de cierto valor: así muestran su pretendida grandeza, su rutilante fortuna y su... ridícula pedantería. Golfo no lleva collares, ni placas, ni va peinado a la última. No le interesa: quizás su porte sea descuidado (por fuera), pero su corazón es siempre luminoso (por dentro). Una vez más, el mensaje eterno de la factoría Disney: la belleza está en el interior. Basado en un cuento del propio Walt Disney (que inventó la historia de Reina), unido a otro de Ward Greene (“Happy Dan, the Whistling Dog”, que contaba la historia de Golfo), desarrolla un relato tierno, emotivo, con unos personajes bien construidos y una historia de amor socialmente imposible que -a diferencia de Romeo y Julieta- es capaz de vencer las diferencias de clase. Tiene una apertura antológica, una serie de grandes escenas (la del zoo, la de la perrera, la cena en el restaurante) y una animación absolutamente perfecta

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y realista. La banda sonora es de lujo: tiene canciones preciosas, como "Bella Notte" y "He's A Tramp", ambas interpretadas por Peggy Lee. Rodada en CinemaScope, con un ancho de plano nunca visto, permitió que los personajes se pudieran mover con más libertad, y, al mismo tiempo, narraba la historia a "vista de perro" (las cabezas de los amos apenas aparecen, lo que hace que esta película se viva desde dentro como ninguna otra de Disney). Con todo, lo grandioso es el conjunto. Lo ficha técnica Título original: Lady and the Tramp Director: Clyde Geronimi , Wilfred Jackson, Hamilton Luske Música: Oliver Wallace Guión: Ward Greene, Erdman Penner, Joe Rinaldi País y año: Estados Unidos, 1955 Distribuye en video: Walt Disney.

que nos hace suspirar al verla es la coordinación de todos los elementos: eso lo que aporta sabor, color y atractivo a una historia bastante lineal. Por eso, aun tratándose de ingredientes sencillos, el plato que presenta el filme es verdaderamente sabroso. Hablando de comida, es imposible no mencionar la famosa cena en el restaurante italiano. Sin duda, se trata de la secuencia más memorable de este filme y la que ha llegado a ser todo un icono de la filmografía Disney. Tras una escapada por la ciudad, Reina y Golfo se hacen definitivamente amigos cenando en un cuchitril de comida italiana, que ha sido sabiamente decorado por su dueño. A la luz de las velas, Golfo y Reina descubren su amor frente a un plato de espaguetis. En ese contexto, resulta particularmente emotiva la balada “Bella Notte”, de resonancias latinas, que, con acompañamiento de violín y acordeón, suena de fondo mientras la pareja se deleita con la comida. El instante mágico surge cuando ambos intentan comer el mismo espagueti, cada uno por una punta, y sus hocicos se encuentran en el centro, dándose un tierno e inesperado beso. En 2005, coincidiendo con el 50 aniversario del lanzamiento del filme, la revista People seleccionó ese momento como “uno de los besos más famosos de la gran pantalla”.