Modelo F. Re-valorando la educación a través de la ética

June 12, 2017 | Autor: David Ruiz | Categoría: Values Education, Pedagogia, Educacion Integral
Share Embed


Descripción



2

Modelo F. Re-valorando la educación a través de la ética.
UNAM, 22de mayo 2015
David Ruiz Guzmán
david_ [email protected]

Modelo F. Revalorando la educación a través de la ética.
La educación basada en intereses de la vorágine capitalista dejando de lado la naturaleza pura de la formación, construcción social y vocación docente no puede llamarse así. Esa manera de instrucción formal es una antítesis a la pedagogía orientada en las etapas, los procesos y la reflexión que Piaget, Freire y otros psicólogos y pedagogos nos han legado para construir modelos educativos que respondan a las exigencias sociales que la realidad nos ocupa, como es la que se expone en este ensayo, la realidad que enfrentan los profesores al enfrentarse con estudiantes desmotivados, rebeldes e inmersos en una espiral de responsabilidades que nadie desea asumir, ni los padres, ni la institución, ni el estado. Así identificando esta triada, se propone un modelo con tintes utópicos pero con argumentos sólidos en la que cada parte de estos tres juega un papel vital y que no puede ser sustituido ni minimizado si se desea tener éxito. El nombre del modelo F es por el sonido del acrónimo de los tres elementos: Estado, Familia, Educación (EFE), y refleja la simplicidad y pureza de la propuesta, que es como deberían ser idealmente.
Palabras clave: Modelo F, revalorar la educación, maestros, instrucción.

F Model. Revaluing education through ethics.
Education base on capitalist interests, leaving aside the pure nature of education, social construction and teacher calling, it cannot be true Education at all. That type of formal instruction is the antithesis of the pedagogy oriented by stages of development, processes and reflection, which Piaget, Freire among other psychologists and pedagogues have passed on to build educative models which enable specialist on the field to find answer and solutions to the education crisis of the present. One real problem of this crisis is the one which teachers face every day in the classroom, struggling with students who are not motivated, rebel and sunk in a twister of different responsibilities that neither the parents, the educative institutions nor the State want to encounter. Those three elements, parents, institution and State, play an irreplaceable role in the utopic-but-solid-ground model been proposed in this text. Those roles cannot be superseded in order to be successful in this model. The name of the proposal, Model F, is taken from the sound in Spanish of the acronym of the three elements Estado, Familia, Educación (EFE). This was made to imply the simplicity and pureness of it, which is how everything should be, ideally.
Key words: F Model, Revaluing education, teachers, instruction.

Modelo F. Re-valorando la educación a través de la ética.
"La educación sin valores, solo convierte al ser humano en un demonio más peligroso"
C.S Lewis
Como educadores, generalmente experimentamos situaciones que nos hacen replantear la metodología, la manera de aproximación pedagógica y hasta nuestra propia realidad frente a las situaciones que nuestros alumnos nos presentan en el aula, relacionadas con la formación de valores, ética y civismo. Sin embargo, los cuestionamientos deberían incluir otras esferas que en esta realidad asediada por actos que niegan esos tres elementos, dificultan la trasmisión de los mismos en la escuela y confunden a los alumnos, en vez de apoyarlos. Estas esferas son, además de la escuela, el Estado o Gobierno quien en primera instancia sería el encargado de diseñar las campañas conducentes e incluir las materias necesarias en los programas escolares para promover una formación integral de los ciudadanos que se desea formar. La otra esfera es la familia, pues es la célula social inmediata y constante que nutre al estudiante con los códigos de conductas y valores que forman al ser humano que será.
En esta era se debe visualizar al proceso educativo como una herramienta de transformación, misma que debe ser aprovechada y ejercida por las esferas ya mencionadas. Así, citando a Libâneo (2013, en Rodríguez, 2015) "la enseñanza, más que fomentar la acumulación de conocimientos, crea modos y condiciones de ayudar a los alumnos para que se sitúen frente a la realidad con el fin de pensarla y actuar en ella." Por ello construir un modelo para enseñar a los alumnos a pensar, actuar y reconstruir, es el reto de nuestro tiempo. Respecto a este tema, Rodríguez (2015) plantea que la educación del futuro, es aquella que voltea hacia la filosofía, la ética y por ende a los valores. Él también propone (2012) que mínimo deben incluirse 10 valores que dotarían a los alumnos de herramientas morales que, entre otras cosas, podrían ayudar a bajar la deserción escolar. Estos valores son: flexibilidad, curiosidad, autonomía, emprendimiento, creatividad, tolerancia, cooperación, responsabilidad, transparencia y entusiasmo.
Los valores son la parte bifurcada y específica de la moral que se desprende de la ética, ésta es la ciencia que estudia las cosas por sus causas, de lo universal y necesario. Esto es, su objeto de estudio son los actos humanos, en especial aquellos que se realizan por la voluntad y libertad absoluta, de la persona. Todo acto humano que no se realice por medio de la voluntad de la persona y que esté ausente de libertad, no ingresan en el estudio o campo de la ética (Contreras, 2000, Bunge, 1996).
Para comprender un acto humano, primero hay que saber, que es el hombre, es así como citando a Gil Martínez (1998, en Trespaderne, 2010), el concepto de persona debe ser el primer valor importante. Jaspers (en Díaz, 2011) plantea que la dimensión del hombre es infinita que sería imposible entenderlo en su totalidad, por lo que únicamente podemos limitarnos a "experimentarlo en nuestro origen de pensar y actuar. Díaz (2011) propone existe una manera posible de entender al hombre de manera objetiva y no objetiva y cada una con sus propias dimensiones que son las que brindan pluralidad, excepcionalidad y sentido a su existencia. Por ello si un ser humano se asume como una persona única, digna e irrepetible, tendrá los fundamentos éticos y morales necesarios para ejercer con madurez y amplia consciencia los valores y ser un sujeto de bien.
Poy (2009) reporta que de acuerdo con la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), la exclusión de la materia de filosofía, ética y estética no solo se estaría dando un paso atrás en la educación, sino se estaría atentando contra la formación integral de los ciudadanos del mañana. Esta reforma, propuesta en el sexenio de Felipe Calderón, no contemplaba las consecuencias que provocaría tal decisión: sujetos sin directrices éticas ni morales que les permita discernir entre lo que es correcto y lo que no. Y a casi más dos sexenios después, se sigue esperando una modificación, pues aún con el acuerdo 656 y diversos esfuerzos realizados por la Academia de Filosofía de la UNAM y la UAM materias como ética filosofía, estética, arte e incluso literatura son tratadas como accesorio y no como asignaturas curriculares, obligatorias y de formación integral, no complementaria (Poy, 2013).
Ahora bien, con respecto a la moral, Palacios (2009) plantea que esta es normativa, porque establece las reglas que determinan lo que está bien y lo que está mal por medio de la ética. Las conductas humanas, que son acciones con sentido moral, son motivadas por factores intelectuales, emocionales y volitivos. En otras palabras, la moral establece lo que se debe y lo que no se debe hacer. Lo que se permite y lo que se prohíbe. La moral formula principios generales. Según estos principios clasifica y juzga todos los hechos particulares que son propios de su campo. El fundamento de la moral es la razón. Los valores son entonces concretamente los hilos conductores del actuar ético bajo los estándares razonables de la moral.
La relevancia de estos en la vida cotidiana ha perdido importancia, pues de siete años atrás a la fecha, se ha observado que la juventud no está siendo beneficiada con la instrucción y transmisión de los valores, siendo señalados generalmente como responsables los padres y el entorno familiar del sujeto. No obstante hacer estas sugerencias es por más pernicioso y malvado, pues en este escenario la célula primaria de toda sociedad, la familia, estaría engendrando la condena de su propia generación. Sin embargo la realidad apunta a resaltar estas manifestaciones de facto alarmantes y que posiblemente sean reacción a una problemática más profunda multifactorial que va desde la cultura profunda(Galtung, 1991), mexicana y que toca la laxación de la calidad educativa-formativa en el hogar; entendida como la transmisión de valores y construcción de un tejido familiar sólido, y remata con una realidad socioeconómica volátil, violenta e inestable con un índice nacional de marginación del 50% en algunos sectores (cuadro 1) de acuerdo con los resultados del Consejo Nacional de Población (INEE, 2005, y 2015).
De acuerdo con Barber (2006), la escuela no es el único recinto o espacio en el que los valores y la cultura pueden y deben ser trasmitidos. Rodríguez (2015) apoya esta idea argumentando que la educación no es dependiente de una célula social, sino de varias: familia, escuela, gobierno, amigos, comunidad internacional, etc. Esta empresa no se puede visualizar fácil ni simple, pues implica educación, cultura, información y formación si lo que se desea es traspasar la barrera del enciclopedismo escolar y lograr que el alumno apropie los conocimientos y los reinterprete en la realidad social que vive (Barber, op.cit. 1-2). Este proceso debe incluir además de la doctrina disciplinar, la transmisión de valores, códigos de conducta y convenciones que la sociedad espera cultivar para asegurar una sana convivencia y evolución. Como se puede ver, la sociedad actual necesita recobrar y darle sentido, desde un enfoque filosófico, a la sociedad que desea crear para las generaciones en progreso y futuras. Esto se logra únicamente con la educación, no por competencias, sino competencial (Rodríguez, 2012)
Poniendo un ejemplo de esta situación, es penosa y alarmante a la vez, la pérdida de la conceptualización de autoridad en los jóvenes. La figura paterna y materna para empezar se ha diluido en imágenes bufonescas que como principal característica es la de proveer materialmente al sujeto. La falta de temor en un ser superior y poner la plusvalía de la persona en lo material y terrenal es lo que ha llevado; desde un humilde punto de vista, al desgarre de ese tejido social primario y la desvalorización de la sociedad actual. Pero en esta observación ¿Dónde entraría la participación formativa? ¿Dónde entraría la educación, el profesor?
Partamos de un ejemplo vivencial. Un niño de una comunidad que estudia la educación primaria y tiene relación estrecha con la naturaleza, el poder adquisitivo familiar es limitado y el contacto y comunicación en su núcleo primario es cercano (ausencia de distractores masivos) manifiesta una concepción de lo moralmente aceptado que aquel niño de primaria de zona urbana cuya comunicación familiar esta determinada por el ipad o la televisión. Williamson (2003) aporta que los límites net re lo rural y lo urbano se definen entre muchos factores por la plasticidad de la realidad (nivel adquisitivo), poblaciones más condensadas y alejadas del bullicio urbano, tradiciones más arraigadas y valores "familiares" más sólidos.
Educar para la vida con bases éticas y morales debe ser el motor de arranque de la labor docente, incluyendo dentro de la formación disciplinaria, la formación humana (Martínez, 1998). Con esta realidad dónde los índices no ayudan y la polarización de problemáticas sociales permea en la tríada escuela – familia – estado, podría parecer que no se pueda encontrar una coyuntura. Didriksson (2012) entristece más el panorama con crudos hechos contra los que no se puede refutar el "oscurantismo" no solo de la labor científica, sino de toda la docencia en sí. La "educación chatarra", como él la nombra, es lo que los Gobiernos actuales están legando al país, y la sociedad lo está aceptando como si fueran migajas de pan a las palomas hambrientas de gula. La creación de nuevas y rimbombantes carreras, supeditadas a las necesidades del mercado capitalista, tampoco es la respuesta a la identificada crisis educativa. Eventualmente, cuando los mercados o necesidades sociales y de consume cambien, los egresado de estas licenciaturas serán los desempleados del futuro. Lo más alarmante de esta situación es que con este tipo de mediocres esfuerzos y condicionados Programas, las generaciones están siendo condenadas a ser pobres por ignorancia y en consecuencia, pobres por efecto. Esto es, al no contar con una educación de nivel, la cual no se brinda, los puestos laborales disponibles son los que tienen salarios miserables, condiciones de trabajo extenuantes y prestaciones mínimas. Todo pareciera una reminiscencia de las condiciones y pensamientos neoliberalistas del México pre revolucionario, y por triste que se reflexione, la revolución no hizo justicia. La idea del exterminio por medio del progreso condicionado persiste:
Ustedes tienen a México tan atrasado por que no mataron a sus indios. Los acabaron de idiotizar y los hicieron dependiente de la religión, de la enseñanza de un alfabeto que no aplican, porque no fueron hechos para las letras, sino para el trabajo físico, como las bestias. […] Compare usted un país con indios y otro sin ellos, y vera usted la diferencia…Ustedes prefirieron las enseñanzas del catecismo al progreso. Ahora mientras ustedes recogen los frutos del catecismo, nosotros [Estados Unidos] recogemos los del progreso (Martín, 2007).
Contrariamente, si se plantea una estrategia revalorando la profesionalidad del docente y su rol como un orientador y al alumno como un ente responsable de su aprendizaje (González, 2005), se tiene un trayecto avanzado en la búsqueda de respuesta a nuestra interrogante. Sin embargo, la figura de la familia esta faltando. Nuevamente, se insiste en promover un diálogo continuo y permanente entre los actores de la triada educativa.
Las propuestas educativas derivadas de intereses ajenos a la construcción de una nación y arraigados en la construcción de capital abundan en la esfera educativa. Estas opciones cuyos modelos pedagógicos están basados en currículos comerciales y cuyo perfil de egreso es un ente productivo y no pensante o que lo más importante es la colegiatura y no la sabiduría, no pueden ser admitidas como medios loables ni éticos de formación.
Todo esfuerzo se percibe vacío si la familia y la escuela acuerdan estrategias de dirección enfocadas en la contención de las conductas dejando la formación profunda (valores). Es imperante que se promuevan modelos pedagógicos creativos que trasciendan (Galtung, 2009) y no sólo contengan. Se propone el siguiente modelo (modelo "F") que busca brindar elementos de reprogramación integral.
Actor
Rol
Contribución
Escuela
Guía, orientador, formador
Revaloración magisterial
Familia
Educador, constructor, monitor
Renovar el tejido social
Estado
Procurador, centinela, protector
Nueva política educativa
En este modelo- EFE- la familia juega un papel determinante y es la que detona el rumbo de las otras dos partes, ya que es en ésta donde la educación, no la instrucción, se gesta. El hogar debería ser el detonante de la educación social. La transmisión de valores, tradiciones e identidad nacional se teje (construir) en la familia y ésta junto con la escuela y el Estado, velan (monitorear) para que el crecimiento de la semilla del ciudadano ideal pueda concretarse. La escuela, cuyo agente principal es el docente, es la encargada de proveer la instrucción; conocimientos, que fortalecerán la prevalencia cultural de la civilización. El docente, guiado desde la ética y viéndose como un orientador de los valores que permean la triada, garantizará que el sujeto aprendiente además de adquirir los aprendizajes plasmados en los Programas educativos, construya una identidad nacional que se traduzca en un ciudadano responsable, propositivo y comprometido con el Estado, el cual le ha administrado una educación integral y de calidad. El Estado por su cuenta, deberá de procurar Programas que representen y siembren la construcción de una identidad nacional orientada hacia el proyecto de Nación que desea construir. En consecuencia, este deberá desarrollar infraestructura y cobertura nacional, tratar de crear las condiciones para garantizar una estabilidad laboral (profesores) y actuar como un vigía en las acciones y cualidades del magisterio.
Probablemente sea un modelo utópico o muy idealista, sin embargo, lejos de interrogar decisiones y quebrar paradigmas, se invita que proponer nuevos, que sean dinámicos, perfectibles y flexibles, pero que siempre estén a la luz de la moral, la ética y los valores, como la tolerancia, la justicia, la solidaridad, la responsabilidad y la autonomía, entre otros.
De manera horizontal descendente, el Estado deberá ser el ejemplo y modelar con hechos el cumplimiento y significado real de estos valores bajo el pacto social rousseaunista, que se replicará en las escalas subsecuentes de la sociedad.
Es imperante la necesidad de diseñar actividades que incluyan y demuestren la importancia de educar para la vida. Partiendo del concepto de persona y continuando con la inclusión y los beneficios de ser un sujeto ético y moral redituará en la formación de nuevos y mejores ciudadanos que podrían renovar a la sociedad y empezar a decir no a la corrupción, a la estafa, a la mentira, a la pereza, entre otras contracaras de los valores morales.
Resumiendo, la inclusión de un currículo inductivo sobre los valores es la clave de la creación de una nueva generación que renueve votos con su esencia humana y forme sujetos sensibles con la realidad del prójimo, que sean empáticos al dolor ajeno, portar con orgullo algún distintivo, fruto del esfuerzo y la responsabilidad, y no de la estafa o la "salida fácil". La sociedad debería exigir una educación de calidad, empezando por los mismos profesores, exigiéndoles comprobar sus conocimientos con pruebas objetivas, verificar el nivel de preparación y formación y decir no a la educación mercenaria (Velázquez, 2012), que como se mencionó anteriormente, no promueven trasmisión ni generación de conocimientos, sino expedición de documentos vacíos pagados con la moneda del capitalismo de la revolución industrial. Sobre todo es importante llevar al alumnos a la unificación de su ser con la comunidad, sin perder nunca su integridad individual. Regresar a la escuela del hogar y la extensión del mismo en la escuela.


Referencias Bibliográficas
Barber Kuri, Carlos M. (2006) Educación sin Valores. México: Universidad Anáhuac. Recuperado en: http://ols.uas.mx/PubliWeb/Articulos/Vera-23. (12/07/2015)
Contreras N., I. (2000), Que es la Ética. Escritos Originales. Maryland, Estados Unido: Loyola College. Recuperado en: http://www.members.tripod.com/ivancontreras/etica.html (12/06/2015)
Díaz P., Luis E., Morales G. José A., nava Ch., Graciela, y Esquivel S., Javier (2011) "Capítulo 28. Ser humano… ser persona." Principios de ética, bioética y conocimientos del hombre. México: UAEH. Recuperado en:
Didriksson, Axel. (2012). Educación chatarra: pobre desarrollo. México: Proceso. Recuperado en: http://www.proceso.com.mx/?p=261203. (12/07/2015)
INEE. (2006), Sistemas de Indicadores Educativos de los Estados Unidos Mexicanos para el ciclo escolar 2004 – 2005. México: INEE
-------. (2015) Cifras Básicas. Educación básica y media superior. Inicio del ciclo escolar 2013-2014. México: INEE. Recuperado en: http://publicaciones.inee.edu.mx/detallePub.action?clave=P2B104 (11/07/2015)
Martín M., Francisco. (2007) México Negro. México: Alfaguara.
Mora, J. F. (1980), Diccionario de Filosofía Abreviado. (11va Ed.). Editorial Suramericana.
Bunge, M. (1996), Ética, ciencia y técnica. Buenos Aires. Suramericana.
Galtung, J. (2009), La meta es el camino: Gandhi hoy. México: M&S Editorer.
-----------. (1991). ¿Existe una terapia para las cosmologías patológicas? España: Piscología Política (3), 45-64. Recuperado en www.uv.es/garzon/psicologia%20politica/N3-3. (29/abril/2015)
González, M. V. (2005) La formación de competencias profesionales en la Universidad. Reflexiones y experiencias desde una perspectiva educativa. Universidad de Huelva. Revista de la Educación 8. 175-187. Recuperado en: www.uhu.es/publicaciones/ojs/index.php/xxi/article/download/.../1079. (11/072015)
Olivares, Alonso E. (2013). Rechazado 92% de aspirantes a las licenciaturas en la UNAM. Política. México: La Jornada. Recuperado en: http://www.jornada.unam.mx/2013/04/11/politica/007n1pol (15/07/2015)
Palacios de Torres, C. (2009) La moral: un concepto, muchas interpretaciones. Málaga, España: Eumed. Recuperado en: http://www.eumed.net/rev/cccss/03/cpt.htm. (8/07/2015)
Poy S. Laura (2009) Atentado, el desaparecer la filosofía del bachillerato, dicen. México: La Jornada. Recuperado en : http://www.jornada.unam.mx/2009/04/23/index.php?section=sociedad&article=045n1soc (9/07/2015)
----------------. (2013) Exigen cumplir acuerdo e impartir materias filosóficas en bachillerato. México: La jornada, p. 36.
Rodríguez O., Salvador. (2015).Una educación sin valores no tiene valor. España: INED21. Recuperado en: http://ined21.com/una-educacion-sin-valores-no-tiene-valor/ (9/07/2015)
-------------- (2012). 10 valores fundamentales para educar en el siglo XXI. El blog de Salvaroj. Reflexiones sobre la educación en tiempos de crisis. Recuperado en: http://salvarojeducacion.blogspot.com.es/2012/11/10-valores-fundamentales-para-educar-en.html
Trespaderne A. Gonzálo (2010). Educción Ético-cívica y TIC en secundaria. (Tesis doctoral). Universidad de Anadalucía. Departamento de Ciencias Sociales y Humanas. Recuperado en: http://ialnet.unirioja.es/descarga/tesis/22016. (7/07/2015)
Velázquez, Luis. (2012). La SEV encallada y entrampada en un desarrollo mediocre de la educación. Veracruz, México: El Piñero de la cuenca. Recuperado en: http://elpinerodelacuenca.com.mx/epc/index.php/noticias-veracruz/51187-expediente-2012-la-sev-encallada. (12/07/2015)
Williamson, Guillermo. (2003). Estudios sobre la educación para población rural en Chile. España: RedLer. Recuperado en: www.red-ler.org/estudio_educacion_poblacion_rural_chile. (11/07/2015)
Zorrilla, M. (2002). Diez años después del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica en México: retos, tensiones y perspectivas. Revista Electrónica de Investigación Educativa 4 (2). México: REDIE , 114-132.

Cuadro 1. Niveles de Marginación 2014

Fuente: INEE, 2014.


Rodríguez (2012) menciona que la mayoría de los alumnos se sienten desmotivados al saber que de la escuela no obtiene nada, las notas se tornan vacías y desmoralizados optan por abandonar los estudios.
Las dimensiones que conforman a una persona de acurdo al autor son: física la cual se refiere a la parte empírica, comprobable, manipulable compuesta de células, sistemas y órganos; mental la cual alude a la capacidad cognitiva para realizar pensamientos lógicos, matemáticos y abstracciones; emocional la cual es la capacidad de producir y experimentar sentimientos; espiritual cuya palabra clave es trascender, ya sea filosóficamente en el absoluto, o con la imagen de un ser superior, esta dimensión crea un balance entre lo objetivo y no objetivo; social, característica insustituible como mamíferos comunales, la interpersonalidad es lo que da sentido a la persona, misma que se crea y transforma a partir del contacto con el otro (271).
Véase cuadro1 en anexos
Se retoma el concepto de Zorrila (2002) que describe al actor como un ente proactivo, reflexivo y creativo, que es el tipo de sujeto que se necesitaría para poder lograr los supuestos que se presentan
Propuesta como prototipo y sujeta a futuras reflexiones y mejoras, ya que es un planteamiento filosófico que necesitaría reproducirse en situaciones empíricas para validar su eficacia y posible reproducción.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.