La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación

June 13, 2017 | Autor: Alma Dzib Goodin | Categoría: Aprendizaje, Evaluación y Didáctica, Cerebro Y Aprendizaje, Sentido Del Aprendizaje Escolar
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La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación

S e p t

Dra. Alma Dzib [email protected] 1 0

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a evaluación educativa se ha desarrollado recientemente como una disciplina compleja, un tanto alejada del fin para el que fue creada originalmente que era valorar el aprendizaje de los alumnos a lo largo de la enseñanza de los contenidos. Y es que a nivel mundial, los responsables de la gestión de los sistemas educativos buscan mejores indicadores de los logros educativos, y la tendencia es la aplicación de pruebas masivas bajo la lógica de realizar comparaciones nacionales y posteriormente con el desempeño de otros países (Díaz Barriga, 2006). Sin embargo, aunque estos instrumentos técnicos de evaluación,posibilitan las comparaciones simultáneas entre distintos grupos de estudiantes,hacen a un lado el problema de fondo: el desarrollo del aprendizaje y el aprovechamiento cultural que permita mejores oportunidades de educación. Estas pruebas son una respuesta a distintas situaciones educativas que no pueden dejarse de lado, como el crecimiento de la matrícula de los sistemas educativos, la necesidad de la evaluación del aprendizaje con fines administrativos y como ya se mencionó, comparativos. Siendo el resultado del desarrollo de las teorías psicométricas y la aplicación de las nuevas tecnologías de la información, se han hecho cada vez más eficientes en el manejo de datos y los resultados estadísticos que arrojan (Stufflebeam y Shinkfield, 1987; Díaz Barriga, 2006). Sin embargo, aunque es imposible dejar de lado sus ventajas y su desarrollo, cabe mencionar que pese a todo, han dejado de lado al objeto de evaluación, por un lado al estudiante y por otro lado el proceso de aprendizaje, pues en general se han centrado en las habilidades escolares que se supone, son reflejo del aprendizaje. Es así que parece ser que las autoridades, han olvidado a ese primer y más importante actor educativo en las políticas desarrolladas. Olvidar al alumno como sujeto de la educación es negar la razón de la evaluación y en este sentido, dejar fuera lo más valioso de los países (Cruz Pérez & Galeana de la O, 2006; Benaros, Lipina, Segretín, Hermida & Colombo, 2010) y con ello, equivocar el rumbo de lo que se está evaluando y más aún, una vez hechas las evaluaciones, olvidar lo que no fue aprendido, ya que se evalúa lo que en teoría si se aprendió. La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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Sin embargo, cabe aclarar que se entiende por el aprendizaje para entonces fijar las necesidades de evaluación. Es por eso que cabe aclarar: ¿quién es el sujeto de la evaluación?, ¿qué es el aprendizaje y como puede ser medido?. El sujeto de evaluación y el proceso de aprendizaje ¿Qué se evalúa?, hasta ahora, parece que lo que se evalúa es el curriculum, pues las pruebas se dividen en áreas y en general son pruebas de opción múltiple, así que el primer gran punto de evaluación es la lectura que el alumno haga del reactivo (lectura de comprensión), pero si esta habilidad primaria falla, entonces la evaluación que se hace es de los errores de enseñanza,pues si el alumno no comprende lo que lee, se está muy lejos de evaluar el aprendizaje. Cuando se investiga un poco, se encuentra que el objetivo de la evaluación del aprendizaje, como actividad genérica, es valorar el aprendizaje en su proceso y resultados.Pero, ¿cómo es posible evaluar el proceso con pruebas de opción múltiple donde además de la comprensión juega un papel importante el azar, y donde lo importante es la respuesta correcta y no el proceso para llegar a dicha respuesta?. Y es entonces cuando se la pregunta es qué se evalúa, esta depende de los fines de la evaluación, de la concepción de enseñanza y de aprendizaje, de los objetivos y contenidos de enseñanza, de las condiciones en que se realiza el proceso, que incluye la factibilidad y la facilidad para la selección de los instrumentos y procedimientos de captación y valoración de la información sobre el aprendizaje de los estudiantes. Estas últimas razones han dado lugar a la reiterada crítica de que se evalúa aquello que es más fácil de evaluar y, quizás ellas expliquen el apego a formas de evaluación que solo demandan niveles reproductivos del conocimiento aun cuando los objetivos de enseñanza planteen mayores exigencias cognitivas, más allá de la memorización o de la comprensión lectora. Por supuesto, al igual que los fines, la definición del objeto, tiene connotaciones ideológicas y axiológicas, y es posible encontrar que las tendencias históricas en cuanto a la consideración del objeto de evaluación del aprendizaje, trazan direcciones tales: • Del rendimiento académico de los estudiantes, a la evaluación de la consecución de los objetivos programados. • De la evaluación de productos (resultados), a la evaluación de procesos y productos. • De la búsqueda de atributos o rasgos estandarizables, a lo singular o idiosincrásico(Apple, 1986; Ángulo, 1993; Álvarez Mendez, 1993).

Estas tendencias no se dan de modo paralelo, tienen múltiples puntos de conLa evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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tacto y funciones entre sí. Algunas van perdiendo fuerza dentro de las ideas pedagógicas, aun cuando dominan la práctica tristemente, mientras que otras se vislumbran como emergentes. La primera línea enunciada se mantiene, en lo fundamental, centrada en los productos o resultados. En los primeros decenios del presente siglo la atención al rendimiento académico de los estudiantes, fue el aspecto privilegiado en la evaluación del aprendizaje. Se asoció así aun sistema de referencia estadístico, basado en la curva normal, que permitía establecer la posición relativa de un alumno respecto a su grupo o cualquier población pertinente al efecto, reflejo de una concepción espontaneísta del aprendizaje y de la enseñanza, en última instancia (Focault, 1993). Por otra parte se da, lo que pudiese denominarse falacia de los procedimientos y medios de evaluación, y es que el sistema de referencia basado en la norma, privilegia la obtención de indicadores estandarizables del objeto de evaluación, comunes a todos los individuos evaluados, de modo que permita establecer la posición relativa de cada uno respecto a las medidas de tendencia central de la población que sirve de referente. Para ello, la aplicación de exámenes, iguales en cuanto a contenido y forma, unifica la situación de prueba, por lo que sus resultados sirven para establecer los estándares y comparar las realizaciones individuales con los mismos, esto desde la perspectiva psicométrica, refuerza el valor del examen en el ámbito de la evaluación, sin embargo, la sobrevaloración del instrumento involucra sus resultados, y este hecho refuerza la consideración de dichos resultados como indicadores pertinentes del aprendizaje. Es ahora comprensible pensar que la evaluación del proceso de aprendizaje trae consigo el viejo problema de la individualización de la enseñanza, en el sentido de reconocer y atender las diferencias individuales entre los alumnos, ya que es bien sabido que los estudiantes pueden llegar a similares resultados, siguiendo diversas vías, con modos diferentes de proceder, pertinentes e impertinentes en relación con los procedimientos científicos correspondientes y con las operaciones intelectuales implicadas y esto no es posible medirlo, observarlo o evaluarlo con una prueba estandarizada. Por otra parte, los estilos de aprendizaje, los ritmos, las diferentes visiones, intereses, propósitos, conocimientos previos, proyectos de vida; que suelen quedar implícitos en los resultados finales del aprendizaje, y estos necesariamente aparecen en un primer plano durante el proceso y por supuesto pueden condicionar los resultados que se obtengan.Es por eso que es factible pensar que la evaluación debería penetrar hasta las diferencias individuales de los sujetos de la actividad y proporcionar a los profesores y a los propios estudiantes la informaLa evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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ción que permita, respetando esas diferencias, orientar el proceso hacia el logro de los objetivos comunes, socialmente determinados, y evaluar lo que el alumno no sabe, para con ello, llevarlo hasta donde lo que debería saber. Y es que como proceso, el aprendizaje es específico, único, en el sentido del aquí y ahora, pues está en constante cambio y ejercitamiento. Cada aprendizaje se da en una situación determinada con estudiantes y profesores que guardan cierta relación peculiar entre sí y con el objeto de conocimiento, en un espacio y tiempo dados. Los modelos ecológicos de la investigación y la evaluación educativa ofrecen un rico caudal de información que subraya la singularidad del hecho educativo y la perspectiva del aprendizaje contextualizado (Dzib Goodin, 2010). Ambos aspectos, tanto la atención a las diferencias individuales y el proceso de aprendizaje coadyuvan a devaluar la estandarización de los atributos del aprendizaje y a promover la consideración de lo idiosincrásico, con una connotación más metodológica en cuanto a los instrumentos y procedimientos de evaluación. Es así que cabe hacer una defensa del uso de un sistema de referencia para la evaluación, no basada en la norma estadística, ni en los criterios de los objetivos, sino, en el propio individuo. Donde el punto de evaluación es el propio estudiante: cuánto avanza, en qué avanza, cómo avanza, en su desarrollo personal. Por supuesto la valoración de la respuesta a cada una de estas preguntas se soporta en concepciones sobre el aprendizaje y en ideales de formación que se expresan en las metas a lograr, de los que se derivan criterios que se aplican al individuo. Y es que la perspectiva neurocognitiva, indica que el aprendizaje es el producto de una compleja e intrincada interrelación entre los procesos cognitivos a nivel cerebral y que este es posible gracias a las conexiones neuronales que el cerebro va generando una vez que una habilidad se ha ejecutado tantas veces que es posible automatizarla, al grado tal que construye redes especificas (Anderson, 1997, Dzib Goodin, 2010). Esto es posible gracias a diferentes circunstancias, una de ellas es la estimulación del medio, la cual posibilita al cerebro de acceder a experiencias sensoriales, y esto va creando nuevas redes neuronales, que permiten la evolución de todos los procesos cognitivos, el aprendizaje es entonces producto de las experiencias, que comienzan mucho antes de que el niño ingrese a cualquier medio educativo formal (Aboitiz & García, 1997). Y es que el niño comienza a aprender de su entorno pues es un medio de pervivencia de la especie, misma función que cumplen todos los procesos cognitivos, lo que lo hace algo técnicamente natural en el desarrollo humano (Manning, 1990; Damasio, 1994). Se aprende para que sea posible evolucionar como especie y por supuesto esto crea mejores oportunidades de aprendizaje. La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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En este sentido el proceso se da en cadenas de eventos que se van relacionando, todos aparentemente son pequeños, pero juntos se convierten en una maraña de procesos. Como primer paso se debe recibir información por medio de los sentidos. Estos se desarrollan antes del nacimiento y se consolidan en los meses posteriores. Los sistemas visual y auditivos serán determinantes para el desarrollo del lenguaje. El lenguaje será la base para el resto de los aprendizajes escolares y de él depende la comprensión de las evaluaciones que se hagan durante los años escolares. Por supuesto no se pueden dejar de lado a la motivación y la emoción, que serán el motor de toda actividad intelectual y que se ligan irremediablemente con el aprendizaje y la memoria que darán paso al logro del ser humano como especie y el motivo del desarrollo de la neocorteza: el pensamiento y el lenguaje.Esto es con lo que el niño se defenderá durante sus años escolares y con lo que el ser humano ha logrado tantos avances (Rufo-Campos, 2006; Bloom, 2007; Dick y Roth, 2008). Es así que desde la perspectiva neurocognitiva, la evaluación del aprendizaje con una perspectiva curricular, lejos de contribuir al aprendizaje, como lo muestran los resultados de las evaluaciones de PISA (Proyecto Internacional para la Evaluación de los Estudiantes) (McGinnis y Roberts Harris, 2009) y la Prueba ENLACE, en el caso de México, evalúan una mínima parte del proceso, pues se centra en la comprensión lectora y con ello, deja de lado proceso cognitivos más complejos que son necesarios para el desarrollo del individuo, como la toma de decisiones o los procesos metacognitivos, necesarios para tomar la decisión entre elegir una respuesta u otra, pues como ya se ha analizado,si el objetivo es evaluar el currículum, determinar lo que el niño debería saber comparado con un grupo de niños ajeno a su entorno, deja de ladono solo al procesodel aprendizaje, que es lo que el niño sabe a partir de la interacción con su entorno, sino también el esfuerzo por desarrollar esos aprendizajes. Y es que el aprendizaje en el niño se manifiesta cuandoes capaz de usar y manejar la informacióndel entorno de manera apropiada, lo que los psicólogos llaman aprendizaje significativo. Para el cerebro, entre más se emplee cierta información, mayores posibilidades tiene de crearrutas neuronales que posibiliten la automatización de la tarea o la habilidad y esto tiene sentido evolutivo, pues todo lo que no se usa se desecha,y para el sistema cognitivo no es posible que se mantenga un aprendizaje que no va a tener sentido posterior. Eso ocurre en el cerebro, pues lo que no es capaz de utilizar, lo recicla durante el sueño y el proceso de memoria lo elimina (Padilla Magaña, 2003). ¿Cuántas veces el aprendizaje se basa en el proceso de memoria?. Le pido al lector que recuerde la tercera Ley de Newton. Es un concepto que aprendió, memorizó para algún examen a nivel La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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secundaria o bachillerato. No dudo que haya aprobado el examen, pero a menos que sea su área de acción diaria, lo más probable es que ya la olvidó. ¿Qué pasa si damos un ligero empujón a la memoria?, no requiere mucho, solo una pista:A toda acción… intente completar la frase… Corresponde siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas (Serway,Faughn y Moses, 2005). ¿Ya la pudo recordar?. Cabe entonces preguntarse si realmente alguna vez la aprendió o si solo se mantuvo en su memoria el tiempo suficiente para olvidarla una vez aprobado el examen. Pero de ser así, ¿cómo es que solo hizo falta un leve empujón para recordarlo?, esto es por que es una frase que se escucha en más de un contexto, pero solo quiere decir que es posible recordar la frase, de ahí a que se aplique en contextos específicos, es un paso más adelante para el proceso cognitivo (Defior Citoler, 2000). Siendo así, si la información no es útil para el sistema cognitivo no tiene sentido conservarla (Mongotmery, 2003; Ruiz Contreras,& Cansino, 2005; Sackur & Dehaene, 2009) y es que el sistema cognitivo es finito por tanto, no es posible guardar aquello que no será relevante, o aquello que no sea capaz de crear una red neuronal lo suficientemente fuerte que permita un cambio relativamente permanente en la conducta(Dzib Goodin, 2010), siendo este un punto más en contra de las evaluaciones masivas, pues evaluar la memoria implica la radiografía de los conceptos, pero no el uso de ellos, y por otro lado, evalúa solo un momento en el que estos conceptos se encuentran en el sistema, sin importar si el uso posterior es adecuado. A eso hay que agregar que intentar evaluar la memoria puede ser un asunto complicado, pues si existe un proceso inestable en el sistema cognitivo, es justamente la memoria, pues esta se ve afectada por la tensión, la falta de alimento o la falta de motivación al entorno (Padilla Magaña, 2003) Y es que se ha demostrado que la motivación es un punto importante para el aprendizaje, pues crea puentes bioquímicos particulares, se segregan neurotransmisores que mantienen la atención por más tiempo, punto importante en la educación formal, donde es casi imposible mantener la atención por más de una hora en un grupo donde además, hay más de 30 o 40 niños compitiendo por aprender. De tal modo que cuando el niño encuentra realmente la razón para su aprendizaje, ya sea de modo intrínsecoo extrínseco, le es posible no solo comprender mejor la información que se le proporciona sino que es capaz de aplicarla a su entorno, y en distintos contextos gracias por un lado a que esa información tiene sentido para el sistema cognitivo; se han creado redes neuronales más fuertes, capaces de usar la información en distintos contextos; y se crea una expectación hacia el aprendizaje, se busca saber más y aplicar lo aprendido, creando La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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un círculo que se mantendrá a lo largo de la vida académica(Defior Citoler, 2000; Cardona Orozco & Cardona Henao,2007). ¿Cómo es posible entonces evaluar el proceso en un examen que busca solo un instante del aprendizaje?. Lo que los modelos de evaluación han hecho de lado, no es posible decir que han olvidado, es que el aprendizaje como proceso es dinámico (Coltheart, 1978), y se recrea con las condiciones del entorno y la manera en que se manifiesta no necesariamente es a través de una palabra o de un reactivo de opción múltiple, es un proceso a modo de reacción en cadena que se dispara con un estímulo específico, busca relaciones con múltiples conceptos o situaciones a la vez, no solo visuales, sino auditivos, táctiles y de ser necesario incluso olfativos y gustativos (piense en un estudiante de alta cocina), una vez que hace relaciones con otros conceptos, crea un posible respuesta. Sin embargo,como ya se mencionó, los procesos cognitivos están permeados por el lenguaje, que es la manera en que se hace público el pensamiento y es aquí donde se presenta el reto mayor: ¿cómo hacer que otro entienda lo que quiero decir?. Y si se llega al terreno de los aprendizajes escolares, una de las consideraciones que deben hacerse es que si bien el lenguaje y la adquisición del concepto de número son procesos genéticamente modulados (Coltheart,1978; Starkey& Cooper, 1980; Salguero Alcañiz,Lorca Maríny Alameda Bailén, 2003; Benítez-Burraco, 2007; Villarroel Vilamor, 2009), la lectura y la escritura deben ser desarrolladas a partir del lenguaje, estos son modulados por la estimulación ambiental y eventualmente todos estos aprendizajes abrirán la puerta al resto del conocimiento, tan amplia y profundamente como la cultura permita y el actor de conocimiento esté dispuesto a adquirir (Feldman, 1995; Dehaene, Cohen,Sigman y Vinckier, 2005; Quintanar Rojas, 2008). Por eso es tan importante encontrar sentido a la tarea y no solo hacer repeticiones de ideas de otros, se debe permitir la creación. Creación que se mutila con una evaluación de opción múltiple. ¿Cómo aprendió usted a leer?, la lectura se desarrolló como un proceso continuo, que comenzó aún antes del nacimiento, cuando se llevaron a cabo las conexiones neuronales para el lenguaje, luego a pasos pequeños pero continuos, se irán desarrollando las palabras, luego frases que poco a poco se irán haciendo más sofisticadas, y posteriormente, el niño será capaz de dar orden a un pensamiento más complejo (Mongotmery, 2003). Ahí comienza el proceso de la lectura, pues sin la capacidad de almacenar, comprender y acceder a las palabras, no puede darse el proceso de la lectura que, es a su vez, el paso casi obligado a la escritura (Romero Medina, 1986; Feldman, 1995; Viana,Martins,& Coquet,2002). Desde esta perspectiva, ¿cómo se justifica la evaluación por reactivos de opción múltiple, en grupos de supuestas habilidades necesarias culturalmente?. La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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La evaluación del aprendizaje se pierde, pues centra al alumno en solamente una respuesta correcta, sin permitir acceso al proceso de pensamiento y manipulación de la información. Los estudios piagetianos encontraron que son tan valiosas las respuestas correctas como las incorrectas, pues cuando uno comprende la lógica del infante, es fácil darse cuenta que no existen errores (Piaget, 2000). En las pruebas de inteligencia por ejemplo, se califica la inteligencia a partir derespuestas correctas e incorrectas. Una de las preguntas es ¿qué se celebra el 15 de septiembre en México? La respuesta es el inicio de la independencia del país. Pero algunos niños, responden: el cumpleaños de mi mamá o el de mi hermano. Por supuesto la respuesta debe ser tomada como incorrecta según los parámetros de la prueba, pero tan simple, como que el niño realmente celebre un cumpleaños en esa fecha ¿qué se mide entonces?,¿comprensión de la pregunta?, ¿manejo de información?, ¿relación fecha – evento?, ¿es importante la respuesta del niño o simplemente que diga lo que otros esperan que diga?. En estas evaluaciones, ¿dónde hay lugar para el manejo del lenguaje?,más allá de la comprensión lectora, solo es necesario marcar una letra sobre cada reactivo. Y por supuesto, siempre hay margen para la probabilidad. Pero además, si se considera, como ya se mencionó que el aprendizaje depende de contextos culturales ¿cómo es posible hacer comparaciones entre grupos, en un país y más allá, entre naciones?.Si el aprendizaje es una experiencia individual, permeada hasta por la genética y las oportunidades de cada individuo y por supuesto, dependiente del modelamiento neuronal, ¿cómo pueden hacerse comparaciones entre naciones con modelos educativos distintos?. Si entre una evaluación usual, en el salón de clase ¿tendrá las mismas oportunidades un alumno que no ha faltado a clase, comparado con un alumno que falta o que no consigue mantener la atención?. En este sentido, ¿qué sentido educativo tienen?, la evaluación permite saber que se sabe y que no se sabe, pero ¿el maestro vuelve sobre sus pasos y analiza los retrasos en el aprendizaje de cada niño?. En realidad eso es algo que la masificación educativa no permite, al menos no con los modelos de enseñanza tradicionales. En la mayoría de los casos, el tiempo solo permite entregar la prueba calificada al niño con un número. Ese número estigmatizará al niño y le hará sentir orgulloso de su esfuerzo, dándole ánimos para continuar, o bien le hará sentir pena por su desempeño, creando un proceso de desamparo aprendido que le acompañará en su vida académica, hasta que logra, si alguna vez lo logra, encontrar un motivo para continuar en el sistema educativo. Y es que las evaluaciones de los aprendizajes, lejos de ser vistas como un aviso de lo que se sabe y lo que hace falta saber, que fue la idea original de los La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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exámenes escolares, cuando se intentaba medir el nivel de ejecución sobre ciertas tareas, son vistas como una agresión personal, más si los resultados no son lo que se esperan. Pero en general las evaluaciones son vistas como un marco normativo, de lo que todos deberían saber, y de cómo la mayoría debería responder, sin importar la percepción del educando, y aun cuando la idea original era que la evaluación ayude a medir los conocimientos adquiridos, yproporcione información de los avances de los mismos con la finalidad de conocer si se están cumpliendo o no los objetivos curriculares, estos datos solo sirven para el profesor, pues casi nunca se regresa con el alumno a afinar aquellos conocimientos que no logró adquirir y se le permite modelar aquellos que no son parte de su repertorio (Benaros,Lipina, Segretín, Hermida & Colombo, 2010). Con lo cual la evaluación pierde la carga educativa para convertirse en un asunto administrativo, que solo mira el aprendizaje en una secuencia numérica de 5 a 10. Conclusión Por supuesto no se sugiere que se desechen las evaluaciones, pero no pueden ser consideradas como la única fuente de aproximación al aprendizaje. La educación debería considerar el basto universo de investigaciones realizadas hasta ahora en el terreno de la neurocognición y la psicología educativa y transitar en el camino de una evaluación del aprendizaje más cercana al funcionamiento cognitivo del niño, creando mecanismos que permitan conocer las fortalezas y debilidades en la formación y comprensión de conceptos y no quedarse en la evaluación del curriculum bajo un precepto de tacha la respuesta correcta o no la tacha. Sin sentarse a preguntarle al niño ¿bajo que lógica elegiste esta respuesta y no ésta?, o bien ¿qué te llevó a elegir esta respuesta que resultó ser la correcta?. Por que aún en ese caso ¿cuál es la retroalimentación para el niño?. Lo único que recibe a cambio de su ejecución es un número que a la par de un premio o un castigo por parte de los padres, no significa nada, restándole valor a la motivación por el aprendizaje. ¿Cómo se puede comparar la motivación por aprender algo que no parece tener sentido en la cabeza de un niño, comparado con el gusto de lograr un nivel más alto en un juego de computadora o de video?.No hay comparación posible. La propuesta entonces, es considerar al sistema cognitivo capaz de aprender a distintos ritmos y con distintas herramientas (Delaney, Nghiem, Waldum, 2009). Evaluar a todos con el mismo instrumento bajo tiempos específicos, en momentos específicos es negar la diversidad cultural, educativa y cognitiva del alumnado. Es por ello que hacer preguntas, evaluar el uso y manejo de la información y emplear otros mecanismos más útiles y menos costoso que las pruebas masivas de lápiz y papel como debates, exposiciones, conferencias por parte La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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de los alumnos sobre los temas que les interesen, escritura de cuentos, poesías, planteamiento de problemas grupales, donde la propuesta es resolverlo en equipo y comparar la ejecución con otros equipos, permitiría hacer más significativo en aprendizaje, evitando la carga emocional de la evaluación que al final de cuentas, no cambia en nada lo que el alumno no logró adquirir durante la clase. (Butterworth, 1999; Dehaenem, Nakamura,Jobert,Kuroki,Ogawa, Cohen, 2009). Si no se aprendió a leer y a escribir en primaria, se llegará así hasta la universidad, o bien hasta encontrar un empleo. México tiene todo para ser mejor en materia de educación, pero apegarse al error de los modelos internacionales y de la enseñanza tradicional basada en competencias especpificas, dejando de lado las necesidades reales de una población desprotegida culturalmente, no es el camino más seguro para el cambio educativo que hace falta. Los niños saben cosas, no lo que las evaluaciones miden, pero si son capaces de aprender las complicadas combinaciones de los controles remotos de los juegos de computadora y video,son capaces de desarrollar toda clase de trampas para que aprobar un examen, entonces son capaces de determinar que quieren y que no quieren saber, no vale la pena menospreciar sus capacidades. Hay que maximizar sus fortalezas para minimizar sus debilidades y entonces hacerlos capaces de razonar sus propios procesos cognitivos y con ello modelar realmente su aprendizaje. Referencias Aboitiz F. & García, R. (1997) The evolutionary origin of the language areas in the human brain: a neuroanatomical perspective. Brain Research Reviews. 25: 381-396. Álvarez Méndez, JM.(1993) Valor social y académico de la evaluación. Universidad Complutense. Madrid. Angulo, F. (1993) La evaluación del sistema educativo: algunas respuestas críticas al porqué y al cómo. En: Cuadernos de Pedagogía, 219. España. Anderson, R. (1997) A neurocognitive perspective on current learning theory and science instructional strategies. Science education. 81:67-89. Apple, M. (1986) Ideología y Currículo. Akal. Madrid. Benaros, S., Lipina, J.,Segretín, S., Hermida, J., & Colombo, J. (2010) Nuerociencia y educación: hacia la construcción de puentes interactivos. Rev Neurol.50 (3): 179-186. Benítez-Burraco, A. (2007) La lateralización cerebral y el origen del lenguaje. ELUA, 21. Universidad de Oviedo. Bloom, F. (2007) The best of the brain from Scientific American: mind, matter, and tomorrow´s brain. Dana Press. New York Washington. D.C. La evaluación educativa y su olvido del sujeto de evaluación. Alma Dzib. ---------------------------------------------------------------------------------------------------www.fronteraseducativas.iteso.mx

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