El viaje de Entwistle a Canarias. Las colecciones egipcias de Tenerife y Gran Canaria.

AÑO 11'

REVISTA CULTURAL Ilustre Ayuntamiento de San Miguel de Abona

EL VIAJE DE ENTWISTLE A CANARIAS. LAS COLECCIONES EGIPCIAS DE TENERIFE Y GRAN CANARIA Eduardo Almenara Rosales Candelaria Martín del Río Álvarez

A principios de enero de 1908 el conservador del Museo de Liverpool, Peter Entwestle, iniciaba sus vacaciones acompañado de su esposa Lydia y su hija Florence. Ese año tocaba embarcarse rumbo al sur, para visitar diver­ sos puertos del África Occidental, dejando atrás el frío invierno de Inglaterra. Tenía conocimientos de lo atractivo del viaje por las referencias que le habían llegado a través de Arnold Ridyard, jefe de máquinas de la compañía de vapores Elder Dempster y principal activo del museo para la adquisición de objetos etnográficos en la zona. Los barcos recorrían la costa africana y desembarcaban en diversos puertos, donde descargaban, recogían mercancía o se reaprovisionaban. Así llegaban a destinos distantes como Opobo (Nigeria), para retornar haciendo la ineludi­ ble parada en las Islas Canarias, antes de regresar de nuevo a Liverpool.

E

ntwistle, por deformación profesional, aprovechaba sus vacaciones para visitar colecciones, gabinetes de curiosidades y museos de las localidades que visitaba, con la finalidad de adquirir nuevas ideas

para su museo y, si veía una buena oportunidad para engran­ decer sus fondos, realizaba una proposición para adquirir antigüedades. El método era sencillo; en nombre del direc­ tor de su Museo, Henry Forbes, ofrecía remitirle objetos que consideraban excedentes, por ser similares a los que tenían ya expuestos. A cambio, ya dejaba concertado en origen los materiales que estimaba de interés para su institución. Al llegar a Gran Canaria, un punto obligado de su visita fue el afamado Museo Canario. Allí visitó la colección mono­ gráfica de los aborígenes de la isla, la cual despertó su interés. Sin dilación solicitó hablar con los representantes,

Sedes del Museo Municipal en Santa Cruz de Tenerife (izquierda) y de El Museo Canario en Las Palmas de Gran Canaria (derecha), en el momento de la visita de Peter Entwistle.

a quienes, como carta de presentación, entregó la tarjeta de su director. Les expuso sus pretensiones: "el cambio de

en qué estado encontró la exposición, que debía reunir las

objetos, especialmente de cráneos y de cerámica, por otros

obras de bellas artes y la destacada sección de antigüeda­

egipcios". El día 13 de enero de 1908 el director de la institu­

des guanches procedentes del Gabinete Científico, fundado

ción grancanaria, Luis Millares, se reunía con su junta direc­

por Juan Bethencourt Alfonso. Esta se encontraba en fase

tiva para comunicarles la visita del conservador inglés y su

de reordenación, pues la previsión de los encargados de la

sugerente propuesta. No obstante surgió la voz discordante

institución era abrir al público las ocho salas del inmueble,

del secretario, pues a su entender, el "Museo Canario tiene

antes de finalizar el año.

por principal objeto atesorar y conservar todo cuanto se

Por tanto, no sabemos lo que pudo ver Entwistle o lo que

refiera a la antropología Canaria, lo cual parece ser desde

le mostró Robayna, pero lo cierto es que el conservador de

luego un obstáculo para el cambio de ejemplares de esa

Liverpool puso su mirada sobre las baldosas vidriadas que

clase, que son los que ambicionan los museos extranjeros"1•

iban siendo apiladas en el suelo, a medida que se desmon­

Ante lo expuesto, el director propone esperar a que llegue

taban. Estas procedían de la cúpula del exconvento, que

el listado y las fotos de los objetos ofertados para tomar una

durante varias centurias había estado cubierta por azulejos

decisión.

holandeses y de Talavera de la Reina del siglo XVII. Aquella

Después de unos días ponían rumbo hacia la isla de

era una excelente oportunidad para conseguir algunas mues­

Tenerife, cuya silueta podían apreciar al poco tiempo de

tras que completaran el repertorio de cerámica, ya existente

zarpar. Unas horas de travesía y entraron en el pequeño

en su museo. Por ello, le planteó intercambiar treinta y seis

puerto de la bahía santacrucera. Existen indicios de haber

losas por una colección de vasijas egipcias. La propuesta

elegido para su alojamiento el Hotel Olsen. Este tenía una

debió haber causado la misma sorpresa al director tinerfeño,

céntrica ubicación, además de encontrarse junto a la línea

que actualmente al lector de estas líneas.

del tranvía y frente a las nuevas oficinas de la compañía de

Se acercaba el final de las vacaciones para la familia

vapores Elder Dempster. La familia disfrutó de los beneficios

Entwistle, que dejaba atrás el templado clima canario para

del clima, las bellezas de la isla e incluso de algún baile de

retornar a las temperaturas invernales del condado de Mer­

disfraces de carnaval. Como no podía ser de otra manera,

seyside. El conservador, toda vez en su museo, recibió el

se dirigió al Museo Municipal situado en ese entonces en

visto bueno del director para los tratos convenidos. Separó

el antiguo convento franciscano, en la Plaza de San Fran­

cuidadosamente los lotes previstos para los intercambios

cisco. Pobre imagen pudo llevarse a su llegada, pues el viejo

concertados con Canarias, los fotografió y elaboró un listado

edificio que había albergado la sede del ayuntamiento, la

descriptivo. El día 18 de febrero remitía sendas cartas a los

diputación provincial y un centro de primera enseñanza, se

encargados de los museos isleños. La institución tinerfeña

encontraba en obras de remodelación. Unos meses atrás

sería la primera en responder y mostrar su conformidad con

habían comenzado los preparativos para desmontar la

lo pactado. Los materiales fueron embalados y embarcados

cubierta que revestía la cúpula de la torre (única estructura

en el vapor R.M.S. Addah, que llegó a Tenerife el 14 de abril,

del edificio que actualmente se conserva), por lo que debió

siendo el jefe de máquinas, Arnold Ridyard, el encargado

acceder entre escombros y andamios. Cerrado al público,

de entregar la colección egipcia y recoger la caja con los

solicitó entrevistarse con el director, Teodomiro Robayna,

azulejos. El propio Robayna reconocía en una misiva diri­

quien no dudó en recibir al curioso visitante. Ignoramos

gida a Manuel de Ossuna, el golpe de suerte y enriqueci-

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En primer plano las oficinas de la compañía de

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vapores Elder Dempster y al fondo el Hotel Olsen.

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dada en los fondos del Museo Muni­

NoREÑA, M. (1980) "La autonomía de Cana­

cipal, estuvo expuesta durante unos

rias: La creación de los Cabildos Insulares

meses en el año 2000, con motivo del centenario de la institución. Desde 20 1 1, Peter Entwistle trabajó para el Museo de Liver­

se muestra al público en el

Museo de la Naturaleza y el Hombre.

en Canarias", Madrid.

PUBLICACIONES PERIÓDICAS Y REGLAMENTOS Actas de la Junta Directiva de El Museo

pool durante cincuenta y tres años (1876-1929).

Se trata de un destacado conjunto de

Canario, Las Palmas de Gran Canaria,

Ocupó diversos cargos,

trece objetos, cuya diversidad, tanto

1908.

desde

conservador

adjunto a director.

en las técnicas de elaboración, como en las materias primas utilizadas y su

miento que había tenido la institución

extenso rango temporal (3900 - 1500

al conseguir "una interesante colección

a.C.), ofrecen una visión didáctica del

de vasijas de Egipto"2, que además lle­

ajuar y tradiciones funerarias del Anti­

gaba a tiempo para ser expuesta en la

guo Egipto. De ella, se debe destacar

inauguración del museo, el día 25 de

el pequeño vaso de piedra procedente

diciembre de 1908.

de la tumba del rey Ka, quien gobernó

En cuanto a la carta remitida a El

durante la etapa de unificación del

Museo Canario, debió esperar hasta

futuro imperio egipcio, y que fue ente­

abril para ser tratada por la junta direc­ tiva. La oferta se concretaba en "ejem­

rrado en el célebre cementerio real de Ábidos hacia el 3150 a.c.

plares de vasos egipcios antiguos, y

Respecto a la de Gran Canaria, no

una variedad de utensilios de piedra y

se encuentra depositada en El Museo

pedernal", a cambio de "cráneos guan­

Canario. No obstante, en el Museo de

Fondo documental del Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife. Diario de Tenerife, SIC. de Tenerife, 9 de marzo, 2, 8 y 23 de mayo, 23 de junio, 24 de julio y 7 de septiembre de 1900. 25 de noviembre de 1907. 1 de mayo y 5 de junio de 1908. La Opinión, SIC. de Tenerife, 11 y 14 de abril, 26 y 28 de diciembre de 1908. El Progreso, SIC. de Tenerife, 11 y 14 de abril y 26 de diciembre de 1908 Reglamento

del

Gabinete

Científico

de

Santa Cruz de Tenerife, 1878. El Tiempo, SIC. de Tenerife, 11 y 15 de abril y 29 de diciembre de 1908.

ches, vasos de barro, molinos, manos

Livepool se conserva un documento de

NOTAS

de mortero, pintaderas o vaciados y

promoción de Entwistle del año 1926,

1 Los entrecomillados de este párrafo hacen

cualesquiera otros objetos guanches"3.

en donde cita como logro los mate­

referencia a las actas de El Museo Cana­

Al director y a su conservador, Andrés

riales guanches traídos de El Museo

rio del año 1908.

Navarro, les pareció correcto, con la

Canario4. Esto sugiere que el intercam­

salvedad de que no incluir vasijas y, en

bio debió efectuarse. Sin embargo, las

3 Actas de El Museo Canario del año 1908

cuanto a las pintaderas, únicamente

dudas sobre la idoneidad de dichas

4 Tanto los materiales guanches como los

remitir los vaciados.

la

piezas para sus vitrinas, así como las

junta directiva dio un voto de confianza

objeciones sobre la selección a remitir,

al director para que actuara como

apuntan que el cambio pudo formali­

mejor estimara al respecto. Desafor­

zarse a nivel privado, pudiendo actuar

tunadamente, en las actas posterio­

la institución como mera canalizadora

res no existen más menciones a este

de la transacción. Lo poco que sabe­

acontecimiento, por lo que descono­

mos de la colección se esboza breve­

cemos como pudo haber concluido el

mente en el libro de actas de la junta directiva, aunque no resulta difícil ima­

Finalmente,

acuerdo. La colección egipcia de Tenerife, tras permanecer cuarenta años guar-

2 Fondo documental del Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife

azulejos no han podido ser localizados en el Museo de Liverpool, pues el edifi­ cio y gran parte de sus fondos y archivos fueron destruidos en 1941, durante los bombardeos de la 11 Guerra Mundial.

ginar su magnitud, conforme a los obje­ tos que debían remitirse a cambio.

LA TAJEA. N'41!2014

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