El Cortometraje de Animación Independiente como Herramienta Terapéutica

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Descripción

AVANCA | CINEMA 2015

El Cortometraje de Animación Independiente como Herramienta Terapéutica Adriana Navarro Álvarez (aka Adriana Baradri) Universitat Politècnica de València, España

Abstract Nowadays, it is increasingly common to find examples of animated films that reflect social realities that have to do with the world of health. Animation has proved to be a universal language that shows complex medical and social problems, to the point that, not only projects as Animation in Therapy, awarded for innovation in health which is sponsored by The National Endowment for Science Technology and the Arts (NESTA); but also specialized workshops have been carried out; for example, Healing Education Research Therapy (HEART) as well as events like Animation on Prescription, held in the Encounters Short Film and Animation Festival. This paper analyzes Squid Ink and C Plan, two animation short films which are used as a therapeutic tool of artistic mediation to promote positive social values. The idea of animation is to provide abstraction and symbolization of motion pictures. In this sense, the visual metaphor will have great rhetoric relevance and will be emphasized on both cases of study. The use of animation as a form of art and as mediation has a dual purpose. Firstly, it helps to have a better understanding of those who are affected by Crohn’s disease and hepatitis C, and, secondly, it familiarizes chronic patients and health personnel with language and artistic values of animated images. Also, the idea of animation will be highlighted as an expressive medium applied in the medical field, empathizing with patients and medical staff as active participants of the proposed animated short films. Keywords: Hepatitis C.

Cortometraje,

Enfermedad,

Crohn,

Introduction Existen algunos cortometrajes de animación dignos de mención, ya que tienen que ver con el mundo de las enfermedades y han servido, al mismo tiempo, como referencia a la artista; algunos de ellos son A is for Autism (Tim Webb, 1992), Bajo la Almohada (Isabel Herguera, 2012), L’Homme qui avait perdu la Tête (Fred Joyeux, 2014), Benigni (Elli Vuorinen, 2009) y Krake (Regina Barbara Welker, 2012) Yendo más allá de las técnicas utilizadas en cada una de ellas, el mensaje que se desprende es el vehículo de transformación, tanto para los realizadores que crean las películas, como para el público que las contemplan, no dejando estos títulos mencionados anteriormente al espectador. En estas piezas animadas, el testimonio y las reflexiones de sus protagonistas (niños autistas, niños seropositivos, un hombre con una crisis de demencia, un hombre con un tumor benigno y una niña con un tumor cerebral, respectivamente) nos muestran su particular visión 28

del mundo que les rodea, construyendo así un rico mosaico de la sociedad de la que forman parte. A ello contribuye sin duda el empleo de las distintas técnicas de animación de las que se hacen uso, que establecen además distintos niveles narrativos que permiten la profundización, no sólo en el aspecto puramente descriptivo de las vidas de los protagonistas, sino también en los factores más subjetivos o psicológicos de los mismos.  La importancia de los seres queridos, la familia y los amigos, los espacios terapéuticos, la medicación, el estigma que generan los medios de comunicación, la soledad y los miedos, son la estampa que nos acerca al mundo de las personas que padecen algún tipo de enfermedad. Las enfermedades representadas por medio de personajes animados, nos brindan un reflejo y una mirada atenta sobre el día a día de los personas que sufren algún tipo de enfermedad, cualquiera que ésta sea. El presente artículo se centra en el estudio de dos cortometrajes  de animación 2D digital, Tinta de Calamar y Pla C, realizados por Adriana Baradri, que constan de 18 y 13 escenas, respectivamente. Ambas películas son relativamente sencillas en el desarrollo visual, así como el audio y la banda sonora. Tinta de Calamar fue desarrollada en la exposición “Perspectives.Art, Inflammation & Me”, que fue parte de la cátedra “Arte y Enfermedades”, perteneciente a la Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València. En este ambiente académico, un grupo de artistas/estudiantes y enfermos de Crohn tuvieron su primera toma de contacto; el propósito era estrechar lazos  y compartir vivencias personales que permitiesen una experiencia colaborativa  para la creación y ejecución de una obra de arte. El uso de la animación como forma de expresión y como mediación tenía un doble propósito. Por un lado, ayudar a la gente a entender y empatizar con aquellos pacientes afectados por la enfermedad de Crohn. Por otro lado, familiariza  a los pacientes crónicos con el lenguaje  y los valores artísticos de la imagen animada, proporcionándoles un (otro) camino de ver su realidad. El punto de partida de estos proyectos de animación surgieron del interés de crear una producción de dibujos animados cuyo núcleo fuera, en el caso de Tinta de Calamar, trabajar las emociones de un enfermo de Crohn en relación a su dolencia, y así pasar de sujeto pasivo a activo, mejorando su actitud ante la enfermedad, lo que le podría beneficiar en el tratamiento de la misma. En este cortometraje, se puede ver la relación entre un hombre de mediana edad y su peculiar mascota, un calamar. La metáfora que subyace  es el sutil tratamiento de  de las diferentes fases de la enfermedad de Crohn, representada por los síntomas y la constatación de los mismos, haciéndose incluso explícitos en la mancha del calamar y en el paralelismo reflejado en los problemas

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del protagonista con la pluma estilográfica y la pérdida de aceite del coche. Finalmente, la aceptación de los contratiempos del día a día ayudan tanto al hombre como al calamara mitigar o solucionar los percances, cambiando su actitud hacia los mismos. El segundo proyecto de animación, Plan C, fue concebido para el I Festival Internacional de Cortometrajes Arte y Enfermedades (FICAE) en la categoría de cortometraje de animación. El principal objetivo de este festival era promover a través de una visión positiva y la sensibilización social colectiva de la enfermedad de hepatitis C. En este caso en particular, un explorador se adentra en la jungla para observar a través de los prismáticos a lo que parece un inofensivo camaleón. En realidad, bajo esta excusa narrativa, lo que se muestra es es la relación entre el médico especialista y la enfermedad, una infección que gradualmente va destruyendo las células del hígado. La metáfora utilizada en este cortometraje  queda patente a través de la similitud física y/o de comportamiento: en primer lugar, el explorador representa al médico especialista, y el camaleón a la enfermedad de hepatitis C. En segundo lugar, a través del estudio de un instrumento óptico de los prismáticos se establece el paralelismo con la herramienta de laboratorio más estandarizada, el microscopio. La ausencia de síntomas evidentes  queda ejemplificada por el camaleón, caracterizado por ser un animal silencioso y de actitud sosegada, que puede esconderse o camuflarse de manera tan efectiva como la enfermedad de hepatitis C. Cabe mencionar en este punto que los pacientes de dicha enfermedad tardan en apreciar los síntomas físicos y la destrucción de los tejidos del hígado tardíamente. La degeneración de este órgano está representado mediante la metamorfosis (3)  que sufre el camaleón, convirtiéndose en un camaleón de Jackson, una especie de aspecto más agresivo, debido en gran medida a sus cuernos. Ésta es la razón por la cual el explorador intenta atrapar al animal con una red de moléculas; tal red se basa en la imagen del boceprevir, una sustancia que combinada con otras (pegylated interferon alfa 2-B y ribavirina) ralentiza la progresión y el avance de la enfermedad. Finalmente, el explorador alcanza a su presa y la coloca en su camisa, a la misma altura donde se localiza el hígado. Además, hay que señalar que el diseño y la postura que adopta el camaleón resulta similar a este órgano. Por último, el camaleón parpadea, mostrando una pupila rasgada, como si de una especie de ojo de serpiente se tratara. Este leve guiño, nunca mejor dicho, indica un posible retorno al peligro anterior, dando lugar a un posible brote de la enfermedad, cuando todo parecía bajo control. Como acabamos de ver,  ambos cortometrajes están estrechamente vinculados con las enfermedades. Mientras que Tinta de Calamar se centra en la relación de un paciente de Crohn y sus enfermedad, Plan C adopta el punto de vista del médico especialista en el aparato digestivo, que realiza análisis e investiga  sobre la enfermedad hepática del virus C, con el fin de erradicarlo y   hacer sentir mejor a los

usuarios de servicios de salud (si bien en esta pieza animada se centra en su faceta investigadora, más allá de producir diagnósticos y prescribir tratamientos). Para situar adecuadamente el germen de estos dos cortometrajes, convendrá en la primera parte de este artículo, situar el contexto en el cual se han desarrollado, así como los objetivos planteados y una breve sinopsis de cada pieza. A continuación, en la segunda sección veremos los métodos y procesos que han hecho posible la materialización fílmica de la problemática de la enfermedad de Crohn y hepatitis C,  para finalmente abordar los aspectos que han rodeado y conformado el espíritu esperanzador de estos cortometrajes, que visibilizan las aspiraciones personales y profesionales de pacientes y personal  sanitario relacionados con estas dolencias.

2. Teoría y práctica de utilizar la animación como terapia Es un hecho que, tradicionalmente, la animación se ha utilizado en la industria del entretenimiento. Sin embargo, nuevas formas de aplicación se han llevado a cabo. Según la animadora Sara Watt, la mezcla entre creatividad y rutina es una forma de terapia, donde la animación tiene una función relevante. Permite diferentes niveles de concentración, dependiendo de la tarea donde el animador esté involucrado a lo largo de la fase de producción. Hay dos formas de usar la animación como terapia: en primer lugar, realizar animación, participando activamente mediante el uso de un enfoque práctico, facultando a la persona a explorar visual, táctil y de manera auditiva. Al trabajar de esta manera, la persona es capaz de extender su historia más allá de las palabras, con el fin de liberar un hecho relevante; por ejemplo, un trauma. En segundo lugar, ver contenido de animación permite y estimula el diálogo, la generación de nuevas formas de ver la realidad. Al ser expuesto a películas de animación, el paciente puede generar una respuesta con significado psicológico, asociado con niveles emocionales intensos. La terapeuta Helen Mason describe la práctica de utilizar la animación en la terapia, como un proceso ideal de la externalización de la persona que tiene dificultades para verbalizar pensamientos y sentimientos. Es también notable que la animación tiene la propiedad de representar a personas reales anónimas usando el simbolismo y recursos expresivos.

3. Emoción en Movimiento. La visión de la enfermedad desde la animación El vínculo entre artista-paciente-médico-medio ambiente fue un descubrimiento colaborativo para todos los implicados en los proyectos: el paciente, el médico y el artista. El uso de la animación para mostrar algunos problemas acerca de las enfermedades desde un enfoque poético y metafórico produjo un beneficio colectivo. La animación puede darnos a conocer la vida cotidiana de algunos pacientes, sus sentimientos e historias, dotados de vida a través de la animación. 29

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Analizando el conocimiento interno del paciente a través de las emociones estéticas y sus expresiones, el artista crea un despliegue de las propias experiencias de los pacientes. En dicha pantalla, el ser humano es el agente de toda manifestación estética en un universo social, donde todas las experiencias se integran en un medio expresivo. Con el fin de dar a conocer al público acerca de las dos   enfermedades inflamatorias autoinmunes y virales a través de los dos cortos de animación, Tinta de Calamar y Plan C, se utilizaron personajes animados con el fin de retratar las experiencias del paciente y el médico. Mediante el uso de la animación como forma artística, se ha obtenido una respuesta emocional positiva del paciente, ya que él ha visto que sus inquietudes, ideas y sentimientos se han mostrado en este entorno, y, al hacer esto, se reconocieron sus sentimientos. La empatía entre el paciente y el artista facilitado la búsqueda de fórmulas que eran un reflejo de la enfermedad de Crohn física (tinta, aceite), psicológica (miedo, la vergüenza), y social (confinamiento, la soledad) reflejadas  en Tinta de Calamar. La animación como una herramienta terapéutica ha proporcionado un resultado satisfactorio para el paciente y para el artista, ya que se ha utilizado como un recurso que ha aumentado el bienestar emocional. Las imágenes en movimiento nos dan la capacidad de ordenar y presentar las experiencias y sentimientos de una manera diferente, que puede tener efectos reconstituyentes. En el presente apartado, vamos a ver qué beneficios terapéuticos pueden traer la animación en sí. En primer lugar, puede revelar estados de ánimo individuales patológicos a través de personajes. Es un medio eficaz para que el usuario exprese sus sentimientos, temores y ansiedades sin temor a represalias, la transmisión de información y conocimientos a través de las emociones. En segundo lugar, la animación desarrolla el pensamiento creativo mediante la introducción de un modo de trabajo mental abierta al exterior, muy perceptivo y receptivo. En tercer lugar, la animación promueve la capacidad de sublimación y organización metafórica. En cuarto lugar, la creación de un vínculo o una conexión entre el paciente y el médico-artistaartista se hace debido a la participación en una actividad especial, como la transmisión de algo íntimo y verlo materializado en imágenes animadas. En quinto lugar, el artista otorga habilitación para el paciente. Se puede controlar la forma en que cuenta su propia historia, su punto de vista acerca de lo que le está sucediendo, para expresar sus emociones, sentimientos y pensamientos en relación con la enfermedad, ser capaz de sentir autónoma. En consecuencia, surge la autoestima, alejándose de los prejuicios que el paciente tiene que tratar. Además, la animación puede ayudar a los espectadores a identificar las dificultades cotidianas experimentadas por el paciente y el médico. Por último, la animación en general se lleva a cabo en un grupo, lo que mejora los aspectos interactivos y responsabilidad por el descubrimiento de la propia sensibilidad, imaginación y creatividad.

30

4. Metodología. Seguimiento

De

los

Síntomas

al

La metodología utilizada en el proceso de realización de ambas películas cortas se basó prácticamente en la misma estructura, pero con algunos elementos distintivos. En primer lugar, en Tinta de Calamar, el primer encuentro entre paciente-artista se realizó en un encuentro programado por la Facultad de Bellas Artes, donde el primero colaboró estrechamente con el último, por medio de la transmisión de su historia clínica. En este sentido, el animador podría realizar la pieza mediante la comprensión de la enfermedad de Crohn y la participación en la vida del paciente en el día a día. Inmediatamente después de la primera toma de contacto, se pidió al paciente a escribir sobre sus experiencias personales y recuerdos como enfermo de Crohn. Al describir estos sentimientos, expresado simbólicamente, el paciente se transformó en un agente activo, convirtiéndose en un elemento clave para revelar una sensibilidad colectiva. Este documento relataba la experiencia de una persona que vive con esta enfermedad, y fue la base para la creación de un primer borrador del guión, quedando reducida en diferentes etapas a un cuarto de su longitud original. Como acabamos de señalar, el material escrito de gran contenido simbólico, proporcionado por el paciente Crohn, fue el germen de la estructura narrativa de Tinta de Calamar junto con la propia voz del paciente como narrador en off, en su lengua materna, en valenciano / catalán. Hay algunas palabras claves que se repiten en todo el texto como “interior”, “control”, “miedo”, “diarrea”, “medicamentos.” Tales palabras fueron las claves que ayudaron al artista a imaginar ciertas imágenes que utilizaría más adelante en el desarrollo de la película. La relación entre un personaje humano y un cefalópodo marino ofrecía excusas narrativas para evidenciar los síntomas de la patología a tratar. Teniendo en cuenta lo que sostiene Paul Wells en su libro “Understanding Animation ‘(1998), el uso de la metáfora invita a la interpretación de las imágenes que podrían ser ambivalentes e invita a los espectadores a ser activos mediante la ampliación de sus mentes, el ver más allá de lo obvio. Por ejemplo, se utilizó la tinta de dos maneras: en primer lugar, como una herramienta para dibujar y / o escribir; en segundo lugar, como la secreción defensiva natural. En el caso del calamar, la tinta sería, por una parte, una mancha escatológica que enturbiará el medio y la existencia de los personajes, y, por otro lado, el vehículo que representa la vía de solución. El retrato resultante de las ideas conceptuales del paciente se dividió en cuatro fases: síntomas de la enfermedad, la búsqueda de los mismos, la aceptación por parte del paciente, y finalmente la recuperación y/o mejoría. En segundo lugar, en Plan C, el encuentro entre las personas involucradas en la película era diferente de la de Tinta de Calamar, porque en esta película el punto de vista provenía del médico especialista, no del paciente. Por otra parte, ya había habido una

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relación personal previa y vinculante entre el médico y el artista, por lo que las reuniones eran más familiares e informales. La recolección de datos se llevó a cabo durante una intensa entrevista grabada mediante una tablet. En dicha entrevista, el médico explicaba su proceso de investigación sobre la enfermedad de la hepatitis C. Después de analizar el contenido audiovisual resultante, la artista procedió a transcribir las ideas más importantes de la entrevista, resaltando las palabras clave que darían paso a la primera versión del guión, con la síntesis final de una vida dedicada al estudio de la hepatitis C. Al igual que en Tinta de Calamar, el punto de partida del argumento y una parte esencial del proceso de escribir el guión fue el análisis de la experiencia de una persona que conocía la enfermedad profundamente, pero esta vez “del otro lado”. La relación entre el pequeño saurópodo y el explorador que está acechando dramatiza connotaciones patológicas, una vez más. Este cortometraje se caracteriza por una animación sintética donde las pausas y los silencios de los personajes son tan importantes que las acciones llevadas a cabo, por ejemplo: el explorador mira a través de binoculares en el camaleón y el único movimiento es el reflejo de la luz en las lentes y el guiño del animal. Este ciclo se ha utilizado como uno de los principales recursos dentro de esta metodología de animación minimal. La estructura narrativa de Plan C se divide en cuatro partes: la exploración (el explorador en la selva mirando a través de binoculares en el camaleón), manifestación (el camaleón evoluciona y muestra una actitud agresiva), intervención (el camaleón es capturado por una red de moléculas) y, por último, el seguimiento (el explorador hará un seguimiento del camaleón, para evitar un posible resurgimiento). En cada una de las partes anteriores, las metáforas se utilizan vinculando conceptos de la medicina en el campo simbólico de animación. A diferencia de Tinta de Calamar, en el que el paciente utiliza su propia voz como voz en off, en el caso de Plan C, la voz del médico se sustituye por el de una tercera persona. El punto de partida de este proyecto de animación surgió del interés de crear una producción de dibujos animados, por lo que la participación activa del médico del centro de la misma. En el caso de Tinta de Calamar, que trabaja las emociones de un hombre con Crohn con respecto a su condición. En este sentido, el paciente se mueve de un sujeto pasivo a uno activo, mejorando su actitud hacia la enfermedad, beneficiando al tratamiento de la misma. En  Plan C, sin embargo, se adoptó el punto de vista del especialista del aparato digestivo; basándose en la realización de análisis e investigación sobre la hepatitis C, en lugar de la producción de diagnósticos y la prescripción de tratamientos. En cuanto a los resultados, ambos cortometrajes eran completamente diferentes. En el caso de Plan C, el médico visionó la película con la artista en una tablet. Cuando él estaba viendo la película, él pudo ver que todo lo que había comentado en la entrevista materializándose en pantalla. El médico encontró

realmente divertido como ella había imaginado el virus como un camaleón y a sí mismo como un explorador, vigilando constantemente  el camaleón como lo hacía con el virus en la vida real. En el caso de Tinta de Calamar, la experiencia fue más conmovedora; la Facultad de Bellas Artes, que había organizado la primera reunión fue la misma que invitó al paciente a ver la película junto con la artista en la universidad. La artista consideraba importante grabar la reunión ya que era la primera vez que el paciente podría finalmente ver el producto de su trabajo y el de la artista. Mientras que él estaba viendo la película, estaba completamente centrado en la pantalla, se sintió realmente encantado de verlo y su propia vida reflejada en un personaje animado. Una vez que la película había terminado, el paciente abrazó y felicitó a la artista, ya que como dijo en correos electrónicos posteriores: “La experiencia contigo (la artista) la primera reunión, la carta que me enviaste y la grabación (de la propia voz del paciente); todo ha sido maravilloso y yo no sabía que esto existía, me hiciste descubrir un mundo que era lejano para mí, donde se muestra claramente la unión artista-paciente-sociedad, creo que la manera de transmitir esa sensibilidad, esa manera de captar de lo que muchas veces no se dice con palabras realmente me ha emocionado “.

5. Conclusiones Antes de entrar propiamente en la exposición de las conclusiones, se hace conveniente poner en conocimiento que un momento significativo en la vida del paciente fue cuando le detectaron la enfermedad de Crohn en 2008. Un hecho  tan  relevante que le condujo a no resignarse como enfermo crónico que era, a “sentirse incapaz”   sino a concentrarse en su “capacidad de ser capaz”, dentro de las restricciones  que le ocasionaba  tal enfermedad. Otro hecho   significativo ocurrió en el año 2012,   cuando participó en un programa psicológico en grupo para aprender técnicas y habilidades de autocuidado, que posteriormente transmitió a otros enfermos. Al año siguiente, consiguió otra opinión médica con cambio de tratamiento que le supuso una notable mejoría física. Empezó a no pensar como enfermo, considerando al Crohn como a un invitado, no como a un intruso. En las propias palabras del paciente  “lo alimento, le doy medicinas, lo cuido  y lo mimo para que no se revele y me suelte  “la tinta.”            La unión  entre artista-enfermo-médicoentorno,  supuso un descubrimiento colaborativo tanto para el paciente y el médico como para la artista, al expresar por medio de dibujos animados la problemática de estas enfermedades desde un enfoque poético y metafórico. La  animación puede darnos a conocer el día a día de algunos enfermos, sus sentimientos e historias, dotadas de vida a través de la animación. Indagando en el conocimiento interno del paciente a través de emociones estéticas  y su expresión, mediante la capacidad de simbolización  de imágenes retóricas, creamos un despliegue  de las propias experiencias donde el ser humano es el agente 31

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de toda manifestación estética en un universo social, en el que toda la experiencia estética se integra en un medio expresivo.   Con el fin de acercar al público al conocimiento tanto de patologías inflamatorias autoinmunes como víricas, mediante dos cortometrajes de animación, los personajes  sirvieron de catalizador de las experiencias del paciente y el médico. Al utilizar la animación como forma de expresión artística se ha obtenido una respuesta emocional positiva del paciente, al ver registradas sus preocupaciones, ideas y sentimientos en este medio y con ello ser reconocido en su sentir. La empatía entre el paciente y la artista facilitó hallar fórmulas que fuesen el reflejo de esta enfermedad en  aspectos físicos, (tinta, aceite) psicológicos (miedo, vergüenza) y sociales (encierro, soledad) reflejados en el corto Tinta de Calamar. Lo mismo ocurre en el caso de Pla C, al plasmar la búsqueda del remedio que pueda paliar la hepatitis C. La presencia en el entorno junglaorganismo vivo y el uso de instrumentos (prismáticos y red-medicamento) hacen posible la captura del camaleón-virus. La animación como herramienta terapéutica ha aportado un resultado provechoso tanto para el paciente como para la artista, al utilizarse ésta como recurso que ha aumentado el bienestar emocional. Las imágenes en movimiento nos otorgan la capacidad de ordenar o presentar las experiencias y las sensaciones de un modo diferente, pudiendo tener efectos reconstituyentes.   Veamos qué beneficios terapéuticos puede aportar la animación. En primer lugar, ésta puede revelar estados anímicos patológicos del individuo a través de personajes.   Resulta un método eficaz   para que el usuario exprese sus sentimientos, miedos y angustias sin temor a represalias, transmitiendo información y conocimiento a través de la emoción. En segundo lugar, la animación desarrolla el pensamiento creador al abrir un modo de trabajo mental abierto al exterior, extremadamente perceptivo y a la vez receptivo, enfrentándonos con nuestra capacidad de exteriorizarnos y ligarnos con el mundo a través de la actividad gráfica, nuestros dibujos animados. En tercer lugar, la animación fomenta la capacidad de sublimación y organización metafórica. Además, la animación por lo general, se lleva a cabo en grupo, lo que potencia aspectos como la interacción y la responsabilidad, descubriendo asimismo la propia sensibilidad, imaginación y capacidad creativa.

 

              

6. Como final

 

Compartir experiencias y expresión artística con personas ajenas al ámbito de la animación en la vida adulta ha resultado altamente satisfactorio, al poder utilizar este medio para que las vivencias reales del paciente de Crohn y el médico especialista en hepatitis C queden simbolizadas. La representación por medio de personajes animados supone una forma activa de controlar la realidad, una nueva manera de relacionarse  con las situaciones  sin el riesgo que implicaría hacerlo realmente, pudiendo abrir una puerta de integración y de esperanza. A través de 32

los cortos vistos anteriormente, las enfermedades de Crohn y hepatitis C alcanzan visibilidad para el público general y ayudan a concienciar sobre la importancia de un diagnóstico temprano. Gracias a la pluralidad de técnicas de animación se puede ofrecer un campo amplio para el desarrollo de habilidades y conocimientos que permitan explorar narrativas, materiales, procedimientos e incluso  cualidades intrínsecas a cada una de ellas y en relación con cada enfermo o enfermedad.

Final notes 1 Tinta de Calamar participó en la exposición internacional Perspectivas, Art, Inflammation and Me en el Hall C del Bella Center los días 20-21-22 de febrero de 2014 en Copenhague (Dinamarca), con motivo del 9th Congress of the European Crohn’s and Colitis Organisation. 2 Plan C obtuvo una Mención Especial como Mejor Cortometraje de Animación en este mismo festival (FICAE). 3 Al igual que el camaleón, que cambia de color dependiendo del estado de ánimo, salud y temperatura, el hígado enfermo con cirrosis presenta un aspecto diferente a lo que sería su estado normal: arañas vasculares, incremento de su tamaño, nódulos…

Bibliography 3. GARCÍA RAMS, Susana. 2011. Entrever a Vuk Jevremovic. Un artista que de niño siempre pensaba en dibujar. Con A de Animación. Valencia. pp. 29-37. 4. LEVY, David B. 2009. Animation Development. From Pitch to Production. Nueva York. 5. LÓPEZ FERNÁNDEZ CAO, Marián. 2006. Arteterapia. Conocimiento interior a través de la expresión artística. Ediciones Tutor,S.A. Madrid. 6. SELVY, Andrew.2009. Nuevos proyectos y procesos creativos. Barcelona. Parramón Ediciones. 7. VVAA.  2009. Estéticas de la animación. Fundación Luis Seoane. A Coruña. 8. VVAA. 2014. Nuevas miradas sobre la resiliencia. Ampliando ámbitos y prácticas. Editorial Gedisa. Barcelona. 9. VVAA. 2013. Resiliencia y humor. Editorial Gedisa. Barcelona 10. WELLS, Paul. 1998. Understanding Animation. Londres. Routledge. 11. WHITLEY, David.2009. The Idea of nature in Disney Animation. Surrey (Reino Unido)

Filmography  1. BARADRI, Adriana. Tinta de Calamar. 1’ (2014) https://vimeo.com/114917415 2. BARADRI, Adriana. Pla C. 1’ (2015) https://vimeo. com/114908891

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