Dinorah Beatriz López Velázquez: Sigo pensando que algún día este país será gobernado con justicia

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Descripción

Dinorah Beatriz López Velázquez: Sigo pensando que algún día este país será gobernado con justicia Hilda Irene Cota Guzmán

Resumen Dinorah tiene en promedio unos 40 años haciendo trabajo de organización comunitaria, educación nutricional, así como a la difusión y defensa de los derechos humanos, ha promovido el derecho a la alimentación desde las perspectivas urbana y rural. Ha trabajado en equipos nacionales e internacionales. Parte importante de su labor está inscrita en el quehacer de FIAN (Foodfirst Information and Action Network) ONG internacional Retoma el seguimiento del proceso legislativo acompañada por un abanico de sociedad civil y académicos solidarios hasta lograr que fuese promulgada la reforma constitucional en 2012. Colaborando con enfoque de género en la gestión de programas y políticas alimentarias. Así como en el acompañamiento de casos de violaciones al derecho humano a la alimentación. Asimismo colaboró en el primer informe paralelo sobre el derecho a la alimentación en México que fue entregado al comité DESC en la Cumbre de Derechos Humanos en Viena en 1993 y que impulsó la Escuela de Promotores el Derecho a la Alimentación con una metodología comunitaria basada en Comités Contra el Hambre, que desarrollaron diagnósticos alimentarios y nutricionales en niños menores de cinco años con el apoyo del Instituto Nacional de Nutrición en diferentes estados de la República. Desde luego ha estado presente en el Frente Parlamentario contra el Hambre. Capítulo México, con el propósito de fortalecer la articulación plural y multisectorial para incidir en un marco normativo del Derecho Humano a la

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Alimentación, participó en la comisión redactora de la Propuesta de Ley Reglamentaria. Palabras clave: semblanza, derecho a la alimentación, ONG, educación alimentaria y nutricional, equidad

Summary Dinorah has on average about 40 years doing community organizing work, nutrition education, and the dissemination and defense of human rights; she has promoted the right to food from urban and rural perspectives. She has worked in national and international teams. An important part of her work is registered in the files of FIAN (Foodfirst Information and Action Network), a international NGO. She retakes the monitoring of the legislative process, accompanied by a range of civil society and academics until the constitutional reform was enacted in 2012. Also, working with gender approach in program management and food policies. As well as in accompanying violations of the human right to food. She also collaborated on the first parallel report on the right to food in Mexico that was delivered to the DESC Committee at the Summit on Human Rights in Vienna in 1993. This enabled the School of Promoters on the Right to Food, with a community-based methodology in committees against hunger, which developed food and nutritional diagnoses in children under five years with the support of the National Institute of Nutrition, in different states of the Republic. Certainly she has been present in the Parliamentary Front Against Hunger. Chapter Mexico, with the aim of strengthening the plural and multi-sectoral coordination to influence regulatory framework of the Human Right to Food, and participated in the drafting committee of the Proposed Regulatory Law. Key words: biographical, Wright to feeding, NGA, education food and nutritional value

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Nació el 10 de septiembre de 1952, es militante por el derecho a la alimentación, socia fundadora del Frente por el Derecho a la Alimentación Capítulo México y de la sección México de FIAN Internacional. ¿Cómo comenzar a comentar sobre sus tareas y acciones?

No haré una

narración temporalmente lineal, no separaremos lo personal de lo profesional de lo político, resaltaremos que lleva muchos años diseñando carteles, elaborando boletines, coadyuvando en la organización de grupos que reivindican el derecho humano a la alimentación (DHA). En esta semblanza ella tendrá voz en primera persona, además de responder a todos los cuestionamientos propuso la palabra escrita, que a continuación nos regala: Soy la segunda de cuatro hermanos. Somos como decía mi papá: sujetos en su circunstancia y nuestros hechos son los que pueden hacer alguna diferencia. Mi padre era creativo, innovador, fraterno, solidario y amoroso. Fue el hijo mayor de seis hermanos de una familia de raíces porfirianas, su padre decidía hasta lo que se iba a comer cada día. Queriendo proteger a su familia los mantuvo a su sombra sin saber que una pulmonía se lo llevaría y que no solo no estarían preparados para salir a trabajar, ni siquiera conocían mayor cosa sobre sus obras, así que dependieron de las gestiones de sus tíos, quienes que en pocos años les quitaron hasta la casa. Mi padre aprovechado sus salidas a la escuela consiguió trabajo allí mismo, para cuando mi abuelito murió había pedido la mano de mi mamá y estaba por casarse. Tuvieron que posponer la boda y apoyar a sus hermanos para que consiguieran trabajo. Fue uno de los primeros publicistas y antecesor del diseño gráfico del país, cambió la imagen de los medicamentos pero también sistematizo su trabajo creando el Diccionario de Especialidades Farmacéuticas. También hizo los primeros directorios por calles. Amaba la gráfica prehispánica, en la campaña de publicidad de la Unidad Tlatelolco utilizó formato de códice en los folletos.

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Mi madre era hija del escribano de la parroquia de San Juan de los Lagos, su familia era muy apegada a la iglesia. Salieron a la ciudad de México después de que quemaron su parroquia en la guerra cristera. Como mi abuelito no encontró un trabajo que aprovechara sus habilidades, preparaba remedios que salía a vender, mi abuelita elaboraba dulces y compraba ollas para vender, los hijos mayores eran ebanistas y al paso del tiempo se fueron a Estados Unidos.. Su hermana mayor era modista. Para que la dejaran volver a la escuela mi madre convenció a sus hermanos de que la acompañaran vigilado que fuera directamente del trabajo a la escuela, así, con un guardián en la puerta, logró estudiar pintura en la Academia de

San

Carlos; más adelante entró a Pemex, siendo hasta los años setentas, la única dibujante que contaba con certificado de estudios, lo que le permitió acceder a una jefatura en el área de exploración. Fui una niña melancólica, flaca y enfermiza, que no salía a jugar, que le gustaba soñar que vivía en una familia ajena y que algún día encontraría la propia en la que no habría golpes. Mi papá me animaba y me aconsejó que reconociera todo el esfuerzo que hacía mi mamá para nuestro bienestar, que sería bueno que buscara como apoyarla. ¡Resultó! encontré que lo que más le cansaba era la cocina, empecé a ayudar y en pocos meses ya preparaba platillos sencillos, que me reportaron una ganancia inesperada, todos los festejaban. La cocina se volvió mi dominio. Nos cambiamos al décimo piso el edificio Chihuahua en Tlatelolco en 1966, entré a secundaria y empecé a hacer amigos con los vecinos. La plaza de Las Tres Culturas estaba formada por vestigios de la cultura tlatelolca, la imponente iglesia de Santiago Apóstol y el Colegio de la Santa Cruz las dos últimas construcciones del periodo virreinal y una moderna plaza con astabanderas. Rodeada por espejos de agua, los modernos edificios habitacionales y una escuela Vocacional. En 1968 se gestó una revuelta cultural que sacudiría el régimen autoritario. Desde las primeras etapas del conflicto surgido por una pelea de adolescentes que fue 4

reprimida con lujo de violencia y porque los intentos de exigir justicia fueron acallados. En esos años no sabíamos que había un servicio secreto que usaba carros sin placas y que había brigadas de ajusticiamiento al servicio del gobierno, cientos de vecinos cuyas ventanas daban a la plaza fuimos callados testigos de cómo los estudiantes se defendieron con palos y piedras para rechazar a los que irrumpían tratando de entrar y romper la huelga en las madrugadas. Al iniciar los mítines en la plaza, alguien propuso hacer una huelga de pagos a Banobras, el banco del gobierno que era dueño de los edificios. La propuesta fue recibida con entusiasmo, esperando que esa medida hiciera que el gobierno castigara a quienes se habían excedido en el uso de la fuerza como lo expresaba el pliego petitorio del movimiento. Los mítines eran seguidos por una andanada de gases lacrimógenos que poco a poco se fueron impregnando en los rincones de nuestras casas. Aprendimos a dormir con sueño ligero, para estar en alerta, pues hubo momentos en que al atacar el ejército a balazos, algún muchacho herido cayó y lo vimos cómo se arrastraba para esconderse entre las plantas, mientras los policías lo buscaban. Cuando los granaderos intentaron entrar por los edificios, los escuchamos y a la voz de alerta empezamos a tirar cosas desde las ventanas. Fue sorprendente que hasta mi mamá, que no se condolía fácilmente, al ver que ya no teníamos cascos de refrescos, nos dio unos de sus amados moldes de vidrio. Los edificios fueron una barrera infranqueable, tuvieron que entrar a balazos con armas largas por el eje Lázaro Vocacional .. La represión del 2 de octubre nos encontró confundidos entre la desesperanza, de que los mítines solo lograban su respectiva persecución de granaderos y gases lacrimógenos y la esperanza de los ideales olímpicos. En mi familia la tensión agotó la poca paciencia de mi mamá cuya agresividad aumentó y entonces tres hermanos nos quedamos con mi papá, uno decidió irse con mi mamá para apoyarla. 5

Cuando mi hermana mayor se casó ayudé a hacerle el vestido de novia y los bocadillos para la boda, más adelante cuando se volvió mamá la apoyé a cuidar a su bebé. Para ver a mis hermanos, como eran scouts, me volví lobatera, mi necesidad de mantener unida a mi familia era la prioridad en mi vida. En la última etapa que vivimos juntos, mi mamá nos acosó yendo a nuestras escuelas o con nuestros amigos a hablar mal de nosotras cuando estaba en prepa fue a mi salón y se puso frente y comenzó hablar mal de mí. Leopoldo, uno de mis amigos que conocía a mi familia, la interrumpió. Dijo estar tomando nota de lo que decía y les preguntó a nuestros compañeros que levantaran la mano quienes estaban dispuestos a acompañarlo a su trabajo a decir lo mismo de ella, todos levantaron la mano. Salió y nunca volvió a hacerlo. Leopoldo se volvió mi mejor amigo, me alegraba con su buen humor y porque jugaba por horas con mis hermanos, con el tiempo se casé con él. Era el menor de seis hermanos, que podían haber sido sus padres y exigían que pasáramos con ellos los fines de semana. Lo que me abrumaba porque había asumido el compromiso moral de reunir los trozos de mi familia aunque fuera de vez en cuando. Mi aprendizaje era que las mujeres se dedicaban al hogar y que como mi mamá, debía tener un espacio propio para estudiar o pintar, que si esto generaba recursos éstos eran complementarios al ingreso de su pareja. Pero Polo no tenía ingresos y se resistía a trabajar para otros, para que tuviésemos sustento tuve que animarlo intentando negocios. Debo reconocer que trabajó duro para diseñar y construir juntos el mobiliario para tener una casa funcional con pocos recursos, pero trabajé hasta caer rendida sin lograr alguna equidad, porque aunque las decisiones fueran consensadas, siempre encontraba la manera de eludir y las tareas quedaban a mi cargo. Confiando en que algún día iba a respaldarme y que podría regresar a la escuela abrimos un local de jugos y licuados, el negocio creció más de lo que hubiera creído, tuvimos una hermosa hija y la ilusión de darle lo necesario motivo que me 6

esforzara todavía más. Las jornadas extenuantes mermaron mi salud y dos años después tuve un niño de grandes ojos. Estuve hospitalizada por diez días, al salir me enteré que había rematado el negocio con todo, dejándonos una deuda con quienes nos habían prestado muebles. Tuvimos la suerte de conseguir empleo en el DIF como dibujantes, unos meses después nos liquidaron. El dinero recibido le hacía cosquillas en las, compró el auto de un vecino. Lo compró, tuvo que pedir prestado a sus hermanos.. Cuando íbamos a salir para ir por el dinero de nuestra liquidación, el vecino pidió que me quedara. Esperé y al volver frente a él me devolvió parte de mi liquidación. Diciendo que no podía abusar de una mujer que se esforzaba tanto por su familia. Discutíamos con frecuencia y la relación se fue desgastando, aun así me decía que no lo iba a dejar. Surgió la oportunidad de cubrir un interinato en una plaza de maestra de artes plásticas en una secundaria, lo aproveche para irme con mis hijos a casa de mi hermano ya que estaba casado, su amorosa esposa me respaldó mucho con los niños. Un primo suyo, de nombre José, me apoyó en acompañar a mis hijos a la hora del recreo y en recogerlos del kínder y darles de comer. Fue una época especial en que hasta pude hacer el examen e ingresar a estudiar pintura en La Esmeralda y a pesar de que tenía que recorrer largos trayectos, cuando volvía a la casa mis hijos estaban seguros y me esperaba una cena caliente. Al terminar el interinato, volví a vender productos y me establecí con mi nuevo aliado, haciendo de nuevo el cuarto de los niños en un departamento. José era el hijo favorito de su mamá y lo amaban muchos familiares así que cuando me di cuenta que estaba embarazada, festejaron y me respaldaron como nunca. Con ellos conocí la vida comunitaria de los pueblos tradicionales y como cada vecino se comprometía a sacar adelante los proyectos colectivos como las escuelas o la red del agua, aunque no le beneficiaran directamente a través de faenas o cooperaciones. Esa vivencia me hizo madurar que era lo más importante y como podía aportar más a mi familia, decidí dejar la escuela y buscar trabajo para asegurar que mis hijos tuvieran todas las comodidades que yo tuve. 7

Lo que más conocía era el uso de pinceles y técnicas para impresión, así que trabajé de rotulista en un almacén de Blanco Sucesores. Recuperé el placer de crear y diseñar una nueva identidad gráfica para sus cartulinas. Me dieron una bonificación para imprimir las cartulinas para toda la cadena, también mantenía los aparadores y cambiaba la ambientación según la temporada. Cerca había un Almacén Conasupo, me buscaron para ofrecerme trabajo. Como mis ingresos eran suficientes no acepté, me fui cuando cambiaron de supervisor que me quitó la bonificación.

Entonces comencé a apoyar capacitando a quién se iba

desempeñar en el puesto y en la ambientación de las temporadas de más ventas. Esto hizo que por varios años conservara mi salario y su respectivo aguinaldo, hasta que no tuve tiempo para continuar porque las demandas de Conasupo acapararon mi tiempo. En Conasupo trabajé como rotulista del almacén de Cuautitlán Izcalli, al poco tiempo me solicitaron que supervisara las 16 tiendas propias y que buscara la manera de mantuvieran la información uniforme y al día, organicé una red de rotulistas que atendimos todas las tiendas propias y las nuevas que iban a inaugurar. Trabajé por varios años en los que logré que todas las tiendas tuvieran la información necesaria en tiempo y forma sin importar que en esos años hubo un par de devaluaciones que propiciaron la especulación, el alza de los productos básicos y el cambio a nuevos pesos, porque le quitaron tres ceros, se impusieron nuevos impuestos de aplicación escalonada, que luego fue generalizada en el IVA. Conocí la propuesta de Distribuidora de Subsistencias Conasupo que utilizaba las ganancias de los almacenes para subsidiar la distribución de mercancías a las regiones más alejadas del país lo que permitía ofrecerlas al mismo precio y vivir desde las tiendas el Sistema Alimentario Mexicano, SAM te hacía sentirte que aportabas al desarrollo del país. El SAM ha sido el único programa alimentario que consideró acciones para la producción, almacenamiento y distribución de alimentos para el consumo popular y que contempló como sujetos a las personas fortaleciendo su capacidad de decidir mediante campañas de información nutricional, me gustó mucho la llamada “Eres lo que Comes”. Lástima que nos duró lo que la bonanza petrolera, bien poco. Pero dejó materiales didácticos para 8

mejorar la alimentación y la vida de las personas, que se vendían a través de módulos de la SEP y todavía pueden encontrarse en las bibliotecas públicas. En esa época se fortalecieron las Industrias Conasupo, las Bodegas Rurales Conasupo, se asumió que la pobreza también era urbana, el Programa de Atención a Zonas Marginadas Urbanas, PAZPU, que dio lugar a los Centros de Abasto Popular CEPAC’S. Recorrer las tiendas me permitió platicar con los sociólogos que acompañaron el proceso y con organizaciones sociales que luchaban para lograr centros de abasto en colonias populares. Tuve la oportunidad de ver como el retiro de los subsidios universales al consumo fueron sustituidos por subsidios focalizados, por exigencia del Banco Mundial. Estos cambios a los programas y el alza generalizada de precios fortalecieron a las organizaciones que demandaban apoyos alimentarios. Los primeros subsidios focalizados fueron los tortibonos, que más adelante serían una credencial para un kilo de tortilla al día. Este apoyo estaba condicionado a comprobar no solo que se vivía en zonas marginadas, también las condiciones socioeconómicas de los solicitantes. Tema que todavía el día de hoy puede ser manipulable beneficiando a quienes comprometen su voto. Las organizaciones decían que las llamadas “credenciales de pobre” eran discriminatorias. Pero, cientos de mujeres estaban dispuestas a movilizarse para conseguirlas para su familia. Este periodo me permitió canalizar mi codependencia y necesidad de pertenencia a algo útil a la sociedad, asunto que desde el 68 me hubiera gustado atender pero las propuestas que tuve cerca estaban muy alejadas de los problemas cotidianos de la gente. La forma de trabajar de estos grupos me gustó y decidí apoyar en lo que pudiera, empecé compartiendo las técnicas que usaba en mi trabajo para que pudieran hacer mantas y carteles con facilidad. Cuando fue la campaña presidencial de Carlos Salinas abrieron 200 CPAC’S que se entregaron a militantes del PRI. Distribuidora Conasupo atendía los CPAC’S, al duplicarse la cantidad, no fue posible cubrir la demanda, lo que generó muchas 9

protestas y movilización popular de los centros organizados. Pude distinguir que donde había liderazgos con matices democráticos, las tiendas que se inauguraban duraban y que hubo espacios en los que las tiendas se pusieron en la casa del jefe de manzana, casi siempre cercano al PRI y que esa tiendas quebraran o se convertían en negocios privados. Al mismo tiempo que me involucraba con las organizaciones, empezó el cierre paulatino de Conasupo, una de las condiciones del Tratado de Libre Comercio era eliminar lo que llamaban “competencia desleal” y los alimentos subsidiados caían en esa categoría. Empezaron vendiendo las Industrias Conasupo, los Almacenes Rurales que acopiaban granos básicos, toda la estructura de distribución, llenaron las tiendas de productos chatarra o fuera del alcance de la clientela popular, como fue el caso de chamarras de piel o de trastos chinos, que no se vendían, pero que abarcaban gran parte del fondo de operaciones y hacían que se reportaran bajo rendimientos. Los rotulistas y yo trabajamos en equipo con los gerentes de tiendas que buscaban quienes compraran los productos caros, para surtir los productos básicos. Hicimos campañas con carteles en sitios visibles como paradas de autobuses, cuando alguien encontraba un comprador, buscábamos que se llevara lo más posible y recuperar la capacidad de compra de las tiendas. Los clientes fueron leales hasta el último día, a pesar de que los granos fueron bajando de calidad. El proceso “de resistencia” pasó por momentos de gran fortaleza en los que lograron recuperar el mobiliario de las tiendas cerradas y les hicieron concesiones y promesas que no cumplieron. Me tocó ser testigo de cómo muchas mujeres se sumaron a las organizaciones para pelear tanto bonos como el abasto popular, hubo movilizaciones impresionantes que pasaron de 10,000 a 20,000 para llegar a 40,000 personas con bolsas de mandado vacías. Cantidades inéditas en esos tiempos. Cada día se sumaban más organizaciones de todo el país y más académicos al proceso, lo que permitió que se abriera el abanico de los aspectos de la problemática alimentaria que se discutían, había análisis y propuesta para los efectos de la desnutrición en los niños, de los productos chatarra, del abandono 10

de la dieta tradicional y opciones para acercar alimentos sanos a la población, entre ellas los alimentos alternativos, el abasto popular y las lecherías Liconsa. Otra lista tenía que ver con el campo, las modificaciones al Artículo 27 Constitucional y la soberanía alimentaria, se analizaba el desplazamiento de nuestros granos por granos extranjeros subsidiados para alimentación de animales que en nombre de “ventajas comparativas”, fue una competencia desleal, que devaluó los productos nacionales, propiciando que los campesinos no pudieran competir y tuvieran que migrar y para rematar que los apoyos que había para la producción eran para exportar. Entre las conclusiones estaba que los logros de años de lucha como los pequeños apoyos para proyectos comunitarios de producción o para redes de consumo popular podían ser retirados porque carecían de un marco legal que obligara al Estado a respaldar los proyectos de las organizaciones, acordando que había que modificar el marco legal, ampliar y fortalecer la organización popular y la autonomía de los proyectos. Fue un proceso que me marcó profundamente. Me impresionó conocer mujeres solidarias y fraternas de origen humilde que luchaban por su vivienda y por mejorar sus medios de vida, que se dieron tiempo para conformar grupos para mejorar la alimentación de los niños, compañeras que trabajaban voluntariamente para fortalecer la lucha organizada y dirigentes sencillos y propositivos, muchos de ellos conservan esas virtudes todavía. Las conclusiones a que llegaban en sus foros recuperaban el papel de la alimentación como necesidad básica en un marco de derechos, que reflejara la dignidad con que trabajaban cada día. El 16 de octubre de 1991 se conformó Frente por el Derecho a la Alimentación se propuso presentar una demanda ciudadana para integrar el Derecho a la Alimentación en la Constitución. Consciente de que era un proceso inédito me integré en la comisión de comunicación, elaborando un logotipo del frente y un cartel que ilustraba la problemática, cuya temática fue revisada por la comisión coordinadora, también se elaboramos unos folletitos que contaban la historia de la lucha, otros grupos elaboraron botones que decían “Yo no como chatarra” y formatos para recabar firmas de apoyo a la demanda ciudadana.

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El 12 de octubre de 1992, en el marco de la movilización nacional de los pueblos originarios al Zócalo de la “Campaña 500 años de Resistencia, negra India y popular” organizamos un tianguis con los productos que las comunidades trajeron, las organizaciones locales pusieron cocinas en las que repartieron alimentos para quienes venían de fuera. Para visibilizar el Frente por el derecho a la alimentación todos los puestos los adornamos con cartelitos para los precios y banderas con el logotipo del frente y pusimos unas mesas para recabar más firmas en las que entregamos el cartel de la problemática alimentaria, algunos boletines y un paquete de banderitas que sirvió para que las organizaciones copiaran el logo en sus proyectos alimentarios Del Zócalo salió una marcha que entregó el documento a la Cámara de Diputados por medio de un representante del movimiento urbano y otra de la lucha rural. Iba acompañado de 20,000 firmas de apoyo. La LVI legislatura que recibió la propuesta fue la que surgió después de la elección de 1988 por ello contaba con muchos legisladores del PRD, entre ellos Francisco Saucedo quién se apropió la propuesta y nos apoyó para iniciar el proceso legislativo mediante tres foros regionales de consulta en los que el gobierno envió a los funcionarios a exponer la problemática alimentaria que reafirmaba la necesidad de legislar y sus reservas argumentando el costo que involucraría alimentar a las personas. En 1993 las asociaciones civiles temáticas que insistíamos en destacar nuestro carácter no gubernamental (ONG’S) elaboramos informes para la Cumbre de Derechos Humanos que se llevó a cabo en Viena, Austria ese año. Un equipo del Frente apoyado por varios académicos solidarios elaboró el primer informe paralelo sobre el derecho a la alimentación, que destacaba el valor de la vigilancia nutricional como instrumento para la política alimentaria, mencionaba que había casi 40 años de encuestas alimentarias que ubicaban el hambre en los territorios indígenas sin que se hubieran tomado medidas que transformaran esa realidad, entre las conclusiones se expuso que había mucha inconformidad entre los grupos campesinos por las reformas al artículo 27 y la entrada al TLCAN. Enviamos a dos compañeros a llevar el informe, allá contactaron con FIAN Internacional que tradujeron el informe y aprovechando su status consultivo ante el Comité DESC de la ONU, lo entregaron como una investigación conjunta. Fue 12

la primera vez que el comité tenía una evidencia tan abrumadora de la inacción de un Estado sobre ese derecho, por eso no lograron un consenso, respondieron que al año siguiente solicitarían más información. El gobierno mexicano declaró que las ONG’S mentían, que la pobreza estaba en vías de superarse. Pero el 1° de enero de 1994 el levantamiento zapatista demostró que la información era verdadera, logrando que el comité hiciera recomendaciones al Estado Mexicano al respecto. Haber encontrado a FIAN nos fortaleció con una metodología de Derechos Humanos que permitió documentar violaciones al derecho humano a alimentarse, en un momento en que el frente se iba debilitando porque cada organización asumió diversas formas de lucha, varias de ellas relacionadas con el apoyo al movimiento zapatista y a la búsqueda de paz. Proceso en el que el frente se involucró porque teníamos experiencia en ponernos en el zócalo para pedir apoyo para las comunidades afectadas por fenómenos naturales, habíamos visto que quienes donaban algunos víveres se interesaban en conocer la problemática que afectaba a las comunidades y se sumaba a la demanda del derecho a la alimentación. Ese mismo año participé con una compañera a las primeras discusiones sobre el DHA en Florencia Italia, en las que pudimos conocer a los esfuerzos de organizaciones varios países contra el hambre, entre ellas el Banco Grameen, que prestaba para una gallina a mujeres, porque con dos dólares una familia podría mejorar su alimentación y las mujeres siempre pagaban. Estas discusiones dieron lugar a la Observación General Número 12 que define las obligaciones del Estado respecto a este derecho en 1999. Como habían cerrado Conasupo, me liquidaron y a pesar de que me volvieron a contratar en Impecsa, al poco tiempo cerró y los trabajitos que hacía para el frente me reportaban un pequeño ingreso que me daba la libertad de no tener horario de trabajo, que pude aprovechar porque mis hijos iban creciendo y los enseñé a ser muy autosuficientes. Así que pude asumir diversas comisiones del frente, entre ellas acompañar las caravanas. Cuando los zapatistas convocaron a formar los cinturones de paz fui una de las pocas personas que pudieron quedarse hasta que concluyeron los diálogos de San Cristóbal. 13

Esos trabajos nos impactaron mucho, por un lado, participar en comunidades en las que tenía que ser humilde y escuchar antes de hablar, porque ni siquiera podía pedir agua hervida pues no tenían más que tres trastos para cocinar que casi siempre estaban ocupados, el pocillo del café, la cubeta para el nixtamal y la olla de los frijoles. Por otro eran comunidades que se apoyaban, tomaban decisiones y cumplían. Superé todas mis frustraciones al reflexionar sobre la situación privilegiada en que habíamos vivido mis hijos y yo, les comentaba los comunicados del ejército zapatista y los relatos de los pueblos y nos sentíamos satisfechos porque lo que hacíamos era útil. La legislatura en la que más aliados habíamos tenido terminó sin lograr que se presentara ante el pleno la propuesta de integrar este derecho a la constitución debido a que además del conflicto chiapaneco y la discusión sobre derechos indígenas hubo una elección muy competida que acaparó la agenda nacional. Fue necesario que pasaran muchos años para que algunos pocos asumieran la obligación jurídica respecto a los derechos humanos, a pesar de que en unos años el gobierno retomó el discurso, fue solo forma sin ningún reconocimiento de las personas como sujetos, pues si se establecían comités eran de subordinados. Desde esas fechas asumimos nuestra militancia para transformar el marco jurídico, nos comprometimos a darle seguimiento y al inicio de cada legislatura nos reuníamos para recorrer las oficinas de todos los diputados buscado aliados que se comprometían a hacer algo, alguna actividad o foro, era difícil encontrar alguno y lo más triste es que al poco tiempo podíamos ver que no habían comprendido como los DDHH implicaban el reconocimiento como sujetos de las personas, pues se quedaban sin argumentos ante el principal obstáculo que ponía el gobierno para la reforma constitucional que era lo costoso que sería dar de comer a la población. La mayor parte de nuestro esfuerzo se dedicó a buscar aliados y generar procesos de formación en DDHH con organizaciones sociales urbanas y rurales. Aprovechando cada coyuntura para llevar nuestra propuesta, así en 1996 nos pusimos de acuerdo para que cada organización elaborara su propuesta para el Foro de Soberanía Alimentaria y que pusiéramos stands con las experiencias 14

locales en el foro que se llevó a Cabo en el Centro Médico como preparativo de la Cumbre de Alimentación de Roma de ese año, como siempre me hice cargo de apoyar la difusión de las propuestas y de que mantener el Stand en el que dimos a conocer nuestra perspectiva y recabamos formas de apoyo a la reforma constitucional de las diferentes organizaciones que participaban en el evento. Es importante mencionar que en este foro se delineó la definición de soberanía alimentaria que en la cumbre paralela retomó La Vía Campesina y que en la Cumbre participaron dos compañeros a nombre del frente y de FIAN México. En 1996 participé como representante del Frente por el Derecho a la Alimentación en la definición del Proyecto tripartita BaÁsolay. Es el antecedente del INDESOL impulsado por Angélica Luna Parra con el que se inicia la corresponsabilidad gobierno-sociedad para atender la inequidad social con aportes del PNUD con la participación activa en todo el proceso de redes temáticas nacionales. Se implementa a contra corriente del libre comercio y se institucionaliza ya sin el PNUD

y

limitando

paulatinamente

la

participación

social.

Para preparar la Cumbre de alimentación de ese año las organizaciones promueven un foro sobre soberanía alimentaria en el Centro Médico, se me responsabilizó de que los aliados del frente en las diferentes regiones sean considerados y puedan llegar, elaboré materiales para visibilizar al Frente por el derecho a la alimentación y a FIAN, incluso playeras, recorté en unicel el logotipo del frente y lo iluminé, imprimí banderita en serigrafía y elaboré boletines, que los stand fueran representativos de los diferentes esfuerzos y recolecté las ponencias mismas que reproduje para su distribución en las mesas de trabajo. Desde 1997, participamos activamente en el Plebiscito Ciudadano que permitió posicionar a la sociedad civil en la lucha por la Democracia. También aprovechamos la participación en BaÁsolay presentamos un proyecto para que sensibilizar sobre el derecho a la alimentación por medio de un diagnóstico del estado nutricional de niños menores de cinco años en colonias populares del DF con el apoyo del Instituto Nacional de Nutrición, la FESC Iztapalapa y de organizaciones de base. Este proyecto permitió establecer Comités contra el Hambre en dichas colonias que detectaron el incremento del sobrepeso y la 15

obesidad infantil sin que se superara la desnutrición. Dicho trabajo le fue presentado a Cuauhtémoc Cárdenas cuando gobernó la ciudad. Se realizaron ahorros del proyecto con los que se pagaría el acta constitutiva del frente y la de FIAN, que también hubo con apoyo del Fondo Noruego. Se iniciaron los trámites para la deducibilidad de impuestos del Frente, sin lograrla. Ya en 1998 hice los materiales didácticos para el primer taller sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales que organizaron FIAN México, el Frente por el Derecho a la Alimentación y la Red todos los Derechos para Todos, en el que se diseñó un formato de denuncia que permite recabar toda la información para dar seguimiento a un caso, que utilizamos a la fecha. Debido a mi trabajo en Chiapas cuando piden que alguna persona represente el continente en el evento internacional por los 50 años de la declaración de los DH, propongo al coordinador de las cañadas de la selva, porque su trabajo lo realiza en un ámbito de guerra acallada. Es un hombre tzeltal que ha sido representante de la palabra de comunidades eclesiales de la diócesis de San Cristóbal de las Casas en Ocosingo, con poco dominio del español, pero mucha claridad. Viene a mi casa y trabajamos su discurso, con mis hijos como audiencia y hago los trámites para asegurar que sea asistido en su viaje bajo responsabilidad de la aerolínea como si fuera infante hasta entregarlo a la persona que lo recogió en Viena y de vuelta hasta devolverlo con nosotros, para evitarle angustias por no conocer el idioma. Su exposición impacta al auditorio de la ONU, superando en atención al Dalai Lama. Ese mismo año (1998) participé en el Foro Social Mundial en Chile en el que la consigna Globalizar la Lucha y la Esperanza se oponía a la globalización mercantil, en el que pude recuperar la esperanza al ver tantas personas dispuestas a cambiar el mundo. Ese evento tenía especial significado para mí porque el 10 de septiembre de 1973 había ido de visita con mi mamá para celebrar mi cumpleaños y en un arranque me corrió de su casa en la madrugada, me refugié en casa de unos compañeros scouts y en la mañana nos enteramos del golpe al día siguiente. 16

Entre lo que considero más importante en los años 2000-2006 es que fui a ver a una amiga y encontré que no se contaba con la documentación necesaria para la nómina de la delegacional en la regional Norte de Participación Ciudadana durante la administración de Andrés Manuel López Obrador. Al ver la necesidad, me puse a elaborar un listado en el que integré los documentos que había, informándole cuales faltaban. Me pidió si podía continuar como apoyo administrativo y realizar los trámites necesarios. Acepté, al conocer a los promotores del voto (la mayoría mujeres mayores) vi que trabajaba en condiciones rústicas, jornadas abrumadoras recorriendo calles y que volvían a la oficina en la que no había mobiliario y se dejaban caer rendidas en las pilas de volantes. Como tardarían tres meses en cobrar.. Al concluir mis labores administrativas, los organicé por equipos para que elaboráramos alimentos sencillos y aseguráramos tener agua potable con los pocos aportes que lográbamos juntar. Como nadie tenía recibos de honorarios ni dinero para mandarlos hacer, elaboré machotes en los que pusimos los datos de todos lo que se comprometieron a pagar sus recibos en cuanto cobraran, los llevé con un amigo impresor de Santo Domingo y le pedí que nos imprimiera los recibos, comprometiéndome a pagarle en cuanto cobráramos, debido a la presión del tiempo, nos entregó unos pocos recibos para cobrar y fue haciendo los blocks y entregándolas contra el pago poco a poco. Fuimos la primera delegacional en entregar sus expedientes completos y recibos sus bien elaborados. Los días siguientes llegaron muchos promotores de los otros equipos delegacionales a ver si podíamos apoyarlos. Mi amigo imprimió casi trecientos juegos de recibos sin que hubiera quién no pagara. También tramité un documento para ingresar un pizarrón y un par de mesas de mi casa. Un par de meses después hubo un taller de redacción para los promotores, al conocer que el director de Participación Ciudadana estaría en la entrega de reconocimientos, decidí participar para poder expresarle las condiciones de trabajo de los promotores. Al escuchar mi relato me asignó ir a revisar los muebles que había en “Casa Libertad”, que estaban entre los bienes a su cargo y antes de una semana ya contábamos con mobiliario, de que había dudad de su procedencia. El director me pidió que elaborara un diseño de cartel para las 17

asambleas vecinales, hice el primer machote y me transfirió a sus oficinas para apoyarlo en esa función. Como tenía mucho tiempo libre, decidí investigar los documentos de adquisición de los bienes, encontrando que las facturas amparaban cantidades enormes que no coincidían con las pocas cosas que teníamos. Lo comenté con la responsable de la administración, que me proporcionó una copia de los bienes que amparaba el acta de entrega recepción del director. Estos documentos contenían un inventario con miles de sillas, mesas, computadoras y otros bienes. Al investigar en la Secretaría de Desarrollo Social, me dijeron que era responsabilidad del director hacer los movimientos de los bienes que estaban en otras dependencias. Que había un padrón elaborado en la administración anterior que estaba en una computadora de recursos materiales en Participación Ciudadana. Al informar los resultados de mi búsqueda al director pude contar con el respaldo para cotejar facturas con el padrón utilizando los números de serie de los equipos, elaborando otro que validé contra un inventario general de todas las oficinas. Si bien en un año ya tenía ubicados los bienes, llevó el resto de la administración la negociación para que se le quitara la responsabilidad al director de los bienes que no recibió y que no pude localizar en las diferentes dependencias como la Universidad de la Ciudad de México, el Instituto de Educación Superior, Casa Libertad o en las organizaciones que recibieron donaciones de la administración anterior. Otra tarea que desarrollé fue el desmantelar Casa Libertad para que el IEMS recuperara esos espacios, negociando el traspaso de bienes que no necesitábamos a áreas en las que fueran de utilidad. A pesar de estar tan ocupada esos años di seguimiento al correo de FIAN, a los casos internacionales. Entonces todavía se enviaban las cartas de apoyo a los casos por el correo, así que mis jefes y compañeros de trabajo firmaban cartas y cooperan para pagar los timbres postales. Cuando era posible apoyé también el seguimiento legislativo y talleres los fines de semana. En esa temporada la compañera que está al frente de FIAN, ha sido impulsora también del Espacio DESC que producen unos hermosos carteles para visibilizar los derechos económico, sociales y establece relación con la Comisión de DH-DF con la que edita el manual del derecho a la alimentación y cada año publica un artículo en su 18

revista y la otra compañera está en Guerrero FIAN se ausenta de espacios populares. He participado como tallerista y diseñadora de carteles, invitaciones y la edición de un manual del Proyecto Las Mujeres Contra la Pobreza y por el Derecho Humano a Alimentarse en los Estados de Morelos y tres regiones de Guerrero. (El proyecto incluyó comunidades eclesiales de Jalisco, atendidas por otras compañeras). Solicitamos cartas de apoyo a FIAN Internacional que entregamos al congreso. Cada cierto tiempo voy a la reunión del Movimiento Urbano Popular (MUP) y les informo de los avances del proceso legislativo. En 2007 edité la grabación del foro de la memoria la publicación del Proyecto Género y DHA en colonias del Distrito Federal que articulamos con el trabajo del año anterior en un foro sobre las mujeres y el DHA. Debo añadir que estos proyectos significan un pequeño ingreso que hacía mucha falta tanto a FIAN como a nosotras. Debido a que el compañero que tenía la comisión legislativa se ve imposibilitado de continuar en funciones asumo apoyarlo esperando que volviera. Encuentro un equipo de asesores legislativos interesados en el tema en la Cámara de Diputados con los que conformamos un equipo de presión estratégica para posicionar el DHA y lograr que se integre en la Constitución, que entre sus objetivos tiene visibilizar y ampliar las alianzas, por lo que nos damos a la tarea de promover eventos o propiciarlos y buscar que los aliados participen. En ese sentido me integro al seguimiento a la Campaña Sin Maíz no Hay País para asegurar que retomen el DA entre sus ejes de lucha, lo que logramos el año siguiente y visibilizar a FIAN.

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Dinorah en trabajo comunitario.

Continué en 2008 desarrollando talleres en la delegación GAM sobre DHA en el marco de la crisis económica, sensibilizando sobre el DHA compartiendo la receta y alternativas alimentarias como la siembra de hortalizas y elaboración de germinados. Estos talleres se dieron a población abierta, logrando cohesionar grupos, la mayoría de adultos mayores. Asesores legislativos aliados fueron invitados a hablar sobre el proceso legislativo en México y conocieron a legisladores de diferentes países que promueven la conformación del frente parlamentario contra el hambre de América Latina y el Caribe a partir del impacto de la alianza entre Brasil y Guatemala para atender el corredor seco. Al volver a México me invitan y promovimos un Foro para volver aponer la reforma constitucional en el tapete del congreso. El evento se llamó el DA, Políticas públicas para su implementación el Centro de Estudios de Desarrollo Rural Sustentable y Soberanía Alimentaria, participamos como fundadoras de la lucha por el DHA lucha en México con el ex legislador con el que comenzamos

el

proceso,

Francisco

Saucedo,

y

Rodrigo

Gutiérrez

de

Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Los campesinos organizaron la iniciativa El Campo No Aguanta Más. 20

En 2009 diseñé el cartel de los talleres Mujer Rural y Derecho a la Alimentación, con al SEDEREC en las delegaciones con población rural, en el proceso las mujeres fueron consensando propuestas y problemáticas que presentaron en el primer Foro conmemorativo del Día Internacional dela Mujer Rural en el DF. Logramos que el diputado Jaime Cárdenas lanzara una excitativa y reinicie el proceso legislativo de DA y ya instaladas como equipo legislativo conformado por asesores sensibles al tema y yo, que sirvo de enlace con el MUP, que nombra compañeros para apoyarnos, continuamos la sensibilización de legisladores, solicitamos una carta a FIAN Internacional entregamos a la Junta de Coordinación Política y copias a los coordinadores parlamentarios de cada partido y a los diputados de la Comisión de Puntos Constitucionales. 2010 Asumo como Secretaria del Consejo y representante legal de FIAN, que en los hechos se convirtió en administradora que hace rendir los pocos aportes voluntarios a FIAN y busca como solucionar las necesidades logísticas, pues años anteriores el Movimiento Ciudadano por la Democracia desaparece y La Fundación Semillas nos pide desocupemos la oficina. Poco después, logro firmar con Sedepac un convenio para el uso de sus instalaciones hao os cambios de línea telefónica y como ya no estamos tan jóvenes para hacer la mudanza, mis hijos nos apoyan y de paso nos actualizan la computadora. Desde entonces el teléfono de FIAN está cargado a mi tarjeta de crédito y dependo de la cooperación de mis compañeras para pagarla. Participo como tallerista, responsable de Morelos en una investigación popular sobre el programa Oportunidades, de la que apoyo para cargar la información, elaborar el diseño del cartel y en las discusiones para definir las encuestas para desde la perspectiva de género y derechos humanos. El proceso se implementa con los talleres del proyecto Las Mujeres y la Política Alimentaria en los estados de Guerreo y Morelos, da lugar a la Declaración Oral de Mujeres Rurales que fue presentada al Comité de la CEDAW con el apoyo de FIAN Internacional, que promovió preguntas de los gobiernos de diferentes países al gobierno mexicano 21

en su comparecencia ante dicho comité. El comité emitió recomendaciones sobre la tenencia de la tierra y la promoción de proyectos dirigidos a mujeres. 2011 es un año de logros, organizamos las jornadas sobre el Derecho a la Alimentación en la CDH del DF. El último día de abril se aprobó la reforma y el 7 de diciembre

logramos instalar el frente en México evento para el que

preparamos los documentos básicos, en los que se estableció el trabajo conjunto de legisladores y sociedad civil para incidir hacia resolver la problemática alimentaria del país y que el frente debía ser un espacio plural en el que debían estar representadas las diferentes fracciones legislativas.

Dinorah en la instalación del FPH.

Cuando en 2012 se instalaron los grupos de trabajo del frente parlamentario en esta legislatura, me integro al de articulación y comunicación en la idea de seguir fortaleciendo las alianzas. Se reinstaló el Frente con la senadora Angélica de la Peña del PRD presidenta de la Comisión de DH del senado y las diputadas Miriam Cárdenas del PRI 22

presidenta de la Comisión de DH y Eufrosina Cruz del PAN, presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas. Al instalar los grupos de trabajo acordamos empezar la redacción de la ley en un grupo amplio al cabo de seis sesiones sin avanzar, solicitamos formar un gripo reducido de redacción que elaborara una propuesta que se presentaría al pleno del frente. Me integro para que las opiniones de los diferentes grupos y sectores sociales con los que hemos trabajado sean tomadas en cuenta. 2013 a principios del año una diputada nos pide apoyo para que su comisión de alimentación sea reconocida comprometiéndose a respaldar al grupo de trabajo legislativo, nos damos a la tarea de promoverla con los demás legisladores. Al lograrlo contrata como secretario técnico a un aliado que apoya que se integra al grupo de trabajo legislativo, se suman el secretario técnico de la Comisión de DH de la cámara y un abogado joven del ITAM cuya tesis trata del DHA y que se puede consultar en el archivo virtual de la corte. 2014 fue un año lleno de frustraciones en el espacio legislativo, fue evidente la descalificación del proceso, hasta Armando Bartra dijo en las jornadas por el territorio que más valía una mala ley con amplia participación social que una buena ley elaborada en lo obscurito, asunto que la diputada Bautista que ya era presidenta de la comisión de alimentación y que buscaba reconocimiento aprovechó para negociar con la diputada presidenta de la Comisión de DH cambios a la propuesta de ley. La diputada Cárdenas después de que su personal participó en todo el proceso, elaboró una contra propuesta que reducía los derechos a declaraciones y daba mucho reconocimiento a la SAGARPA, desplazando a la SEDESOL. Es importante mencionar que para la elaboración de la ley se retomaron los componentes del derecho en dos vertientes, prerrogativas y a que estaba obligado el Estado, en el caso de las dependencia de la administración pública se revisaron las facultades constitucionales, muchas de las cuales no ejercen y se detalló su papel en el proceso de producción, distribución y consumo para la alimentación adecuada y que la población no pase hambre. Como es una ley de derechos humanos, su prioridad está en quienes tiene acceso limitado a los alimentos o a recursos para conseguirlos, fortaleciendo la 23

pequeña producción familiar o de autoconsumo como eje de la política y al considerarla hasta para atender la emergencia alimentaria. Nos llegaron reconocimientos hasta de la FAO en Roma, pero aquí se estanca. Hubo que trabajar de más elaborando compulsas que compararan los cambios propuestos en las diferentes propuestas, mientras se mueven buscando consensos de las dependencias y sus intereses. Despiden al secretario técnico de la comisión de alimentación, que sigue participando como sociedad civil. Por más que demandamos que nuestro trabajo se presente ante el pleno del capítulo México del FPCH, se convoca a reunión que luego se pospone o cancelan. Para terminar el año nos convocan a una reunión muy acotada en la intentaron no tocar la ley, reduciendo los temas a alimentación escolar y agricultura familiar.

Trabajo en comunidad.

2015, a pesar de nuestros esfuerzos no logramos que el frente sea reactivado en el senado y que éste dictamine la minuta enviada por la cámara. 24

Me invitan como ponente a un foro sobre soberanía alimentaria, los convenzo de que el tema es derecho a la alimentación. Entre más conversamos encontramos coincidencias. Los organizadores dirigen la carrara de nutrición en el ITESO en Guadalajara. Además participé en el programa de DH del DF, posicionando el DHA y en el diagnóstico y programa de acción hacia 2030 y en la capacitación y las encuestas del proyecto de cadena de vida en 20 comunidades de Atoyac de Álvarez Guerrero. 2016 Comenzamos el año revisando los avances del programa de DH del DF, más adelante se inició el proceso de nuevo constituyente en corresponsabilidad con el apoyo recibido en años anteriores, estuve asistiendo cada viernes al espacio de consulta y propuesta que instalaron junto al Caballito hasta que le tocó al DA, pedí apoyo a la Alianza por la salud que nos imprimió unas mantitas de su campañas contra las bebidas azucaradas, los compañeros también hicieron unas cartulinas con envolturas de chatarra en las que pusieron su valor nutricional. Intentaré que compartan alguna foto pronto. Cabildeamos para instalar el FPCH en la cámara de diputados, visité a varios legisladores que se comprometieron pero no hicieron nada, logrando el apoyo de Pina (Josefina Bravo) que convenció a el presidente de la Comisión de Reforma Agraria Jesús Serrano Lora para que retomara el frente y que hiciera un taller sobre Directrices Voluntarias de Gobernanza del territorio y el único foro en que se ha convocado a sociedad civil desde hace tres años. No hay que olvidar que desde el año pasado se agendó el 7o foro regional del FPCH en México los días 10 y 11 de noviembre. He peleado un lugar para exponer la historia de la lucha del DHA en México y solo logré que me acepten 10 fotos de 60 x 40cms. Así que armé una etapa con cuatro fotos en cada una y unos textos. Antes de que finalizara este 2016 di un taller sobre las mujeres y el DHA con dirigentes de la Central Campesina Independiente a fines de septiembre, he olvidado decir que

a principios de año presenté la minuta de ley en sus

instalaciones a la Red de Agricultura Familiar. 25

Cartel de capacitación.

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