De la Acacia Arabica al Zizyphus Spina-Christi : Victor Loret (1859-1946) entre plantas, ungüentos y perfumes, in E. D\'Amicone (ed.), Moda y Belleza en el Antiguo Egipto. Esposición presentada en el Museu Egipci de Barcelona, Barcelona 2011 - ISBN 978849376262. pp. 111-113

June 9, 2017 | Autor: Patrizia Piacentini | Categoría: Egyptology, Archives, History of Egyptology, Flora
Share Embed


Descripción

ALLA MODA PER 3000 ANNI 109

De la acacia arábica al Zizyphus Spina-Christi: Victor Loret (1859-1946) entre plantas, ungüentos y perfumes Patrizia Piacentini Università degli Studi di Milano

PIAC 01 Fig. xx Dos páginas de la primera edición de la obra de Loret La flore pharaonique. Con anotaciones del autor cara a la preparación de la segunda edición. Biblioteca e Archivi di Egittologia, Università degli Studi di Milano.

La primera edición de La flore pharaonique d'après les documents hiéroglyphiques et les spécimens découverts dans les tombes fue publicada por Victor Loret en 1887, poco después de su regreso de Egipto, donde había pasado cinco años de intensos estudios e investigaciones. La obra cosechó un gran éxito y se agotó rápidamente. En 1892, Loret publicó la segunda edición, considerablemente ampliada con la presentación de numerosas especies nuevas y acompañada con seis índices de los nombres de las plantas y de sus respectivas familias en francés, latín, hebreo, árabe, copto y egipcio antiguo, en jeroglíficos y transliteración. (PIAC-1) El índice de los 264 nombres científicos en latín empieza con Acacia arábica y termina con Zizyphus Spina-Christi. Más de un siglo después de los estudios vanguardistas de Loret, se han identificado muchas especies nuevas, desde la Abelmoschus esculentos a la Zostera Marina, por un total de casi 600 especies atestiguadas en el Egipto antiguo si se incluyen las identificaciones dudosas77. Aún así, el método utilizado por el estudioso francés entre finales del siglo XIX e inicios del XX sigue siendo válido hoy en día. Se articula en una investi-

110 FASHION EN EL NILO

PIAC 02 Fig. xx Dibujo de Loret, sobre papel cebolla a pluma y a lápiz, de plantas y animales que forman parte de la decoración de la mastaba de Kagemni. Biblioteca e Archivi di Egittologia, Università degli Studi di Milano

gación filológica y lexicográfica que tiene el objetivo de identificar los términos que indican las varias plantas en los textos egipcios, y en una investigación iconográfica para determinar qué plantas, flores y frutos se representaban en los relieves y las pinturas, en ocasiones acompañados por el nombre correspondiente (PIAC-2). A estas investigaciones se añade la interpretación de los textos de autores clásicos como Heródoto, Teofrasto, Nicandro, Estrabón, Dioscórides, Plinio: este último, como recuerda Loret en sus apuntes, escribía que «entre todos los Países, Egipto es el más adecuado para la producción de ungüentos»78. También es muy importante, como se deduce de los trabajos editados e inéditos del estudioso francés, consultar las obras de botánica sobre Egipto desde el siglo XVII en adelante, desde Prospero Alpino79 a Forsskal80, de Kunth81 a Cailliaud82 y a Ascherson y Schweinfurth83, por citar sólo las más importantes. Indispensable, por otro lado, el análisis de los restos materiales, realizado con métodos cada vez más avanzados: las plantas encontradas en las tumbas, a menudo en forma de guirnaldas en el cuello de las momias o sobre los sarcófagos; los frutos depositados en los sepulcros como ofrendas al difunto y que se desecaron ahí mismo; las semillas u otros restos vegetales encontrados en el interior de las vasijas; los restos de gramíneas presentes en el mortero o en los ladrillos de la época; las fibras vegetales utilizadas en los tejidos; las maderas con que los egipcios fabricaban los muebles o los sarcófagos; los juncos que utilizaban para hacer cestos o las hojas o fibras con que se tejían las alfombras84. Estudiar y conocer las plantas egipcias significaba para Loret y aún significa entender qué perfumes y ungüentos utilizaban los habitantes del Valle del Nilo para embellecerse en el día a día, especialmente en ocasión de fiestas y banquetes, salidas oficiales o rituales religiosos, y enriquecer después sus tumbas de materias aromáticas que les acompañasen en el viaje de ultratumba85. Las categorías de ingredientes utilizadas por los egipcios para preparar perfumes, como subraya Loret en sus obras, son tres: especias y plantas aromáticas, como la canela, el azafrán, la menta, o el cardamomo; gomas y resinas, como el incienso y la mirra; y por último, materias grasas, desde el aceite de almendras hasta las grasas animales86. La combinación de estos elementos llevaba a la creación de esencias que se conservaban en recipientes de factura refinada y que eran más preciosas y deseadas cuanto más elaboradas y raras. Loret empezó su trabajo de campo a su llegada a Egipto en 1881, como miembro de la Misión permanente de la École Française du Caire, el futuro Institut Français d’Archéologie Orientale87. Durante sus visitas a los restos arqueológicos, sus excavaciones y sus viajes por Egipto y en otros lugares, realizaba la colección de muestras

PIAC 03 Fig. xx Dibujo de Loret sobre papel a pluma y lápiz de color de la planta Andropogon (Vetiver). Biblioteca e Archivi di Egittologia, Università degli Studi di Milano.

ALLA MODA PER 3000 ANNI 111

botánicas que luego secaba y dibujaba con sumo cuidado (PIAC-3). En sus archivos, conservados casi en su totalidad en la Università degli Studi di Milano desde 2002, y en menor parte en Lyon y en el Institut de France de París, se encuentran una rica documentación gráfica y muchísimos apuntes sobre la flora faraónica, entre ellos los bocetos para la tercera edición de La flore pharaonique, que quedó inédita88. Alexandre Varille (1909-1951) y los demás discípulos de Loret recordaban a menudo en sus artículos cómo el Maestro “hablaba de botánica, describiendo como técnico y poeta la vida de una planta africana”89. Cuando les convocaba en Lyon, en su apartamento de la Quai Claude Bernard, a la vuelta de sus trabajos en Egipto o después de las clases, la casa se transformaba en una especie de laboratorio, donde se intentaba recrear los perfumes y los ungüentos de los antiguos egipcios. En las cartas –hoy en Milán– que Loret enviaba o recibía de sus compañeros también se suele aludir a cuestiones que se refieren a plantas egipcias y a su utilización con fines cosméticos, estéticos o ceremoniales, además de a su conservación. En una de ellas, por ejemplo, escrita a Varille el 9 de junio de 1933, se lee: “[…] Las tumbas intactas de la XVIII dinastía me han interesado por encima de las demás, y muy especialmente la presencia de tantas flores, frutos y otros productos vegetales. Espero que podáis traernos algunos ejemplares […] De hecho, hemos pensado […] crear, en una de las salas del edificio dedicado al Herbario de la Facultad de Ciencias, una sección especial dedicada a la Flora del antiguo Egipto, que dependerá de la sección del Museo de Historia Natural de Gaillard dedicado a la fauna faraónica. Tengo que escribir sin falta a M. Jouguet sobre este tema, para pedirle que nos reserve algunos ejemplares de los hallazgos botánicos del Instituto. Es algo que todavía no existe y que será de gran interés. Por si tenéis ramos frágiles, os recuerdo el proceso que me enseñó Schweinfurth: mojar una hoja de papel de soja, puesta en plano, con la ayuda de un vaporizador. Mojar con agua, naturalmente. Poner la planta en esa hoja con el mayor cuidado posible, vaporizarla también con suavidad. Doblar la hoja de papel, sin cerrar, alrededor de la planta. Mojar de nuevo con el vaporizador el exterior del paquete así obtenido, y ponerlo dentro de una caja donde no quede apretado, pero tampoco tenga demasiado juego. La humedad no tardará en comunicar a las hojas y flores una cierta elasticidad que les impedirá romperse en pedazos. Poner en cada caja una etiqueta indicando la fecha y la procedencia del hallazgo. […]” Georg Schweinfurth (1836-1925), mencionado en la carta, era uno de los botánicos más importantes de la época y mantenía contactos epistolares y personales con Loret de forma regular, pues se habían convertido en grandes amigos. El estudioso francés también mantenía correspondencia con el célebre perfumero Eugène Rimmel (18201887) durante los años de su primera estancia en Egipto, entre 1881 y 1886, y después, a su regreso a Lyon, poco antes de la publicación de La flore pharaonique y del importante artículo sobre la fabricación del Kyphi, usado por los egipcios como incienso para las fumigaciones y como remedio de algunas enfermedades y de las picaduras de escorpión90. Este último minucioso estudio de Loret abrió el camino a muchas otras investigaciones posteriores, que siempre han hecho referencia a sus trabajos pioneros, aun aportando algunas modificaciones a sus conclusiones gracias a investigaciones de laboratorio avanzadas. Por ello Loret puede considerarse sin duda el padre de los estudios sobre los perfumes, los ungüentos y los cosméticos egipcios.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.