Antiguos escribas, copistas modernos

July 19, 2017 | Autor: M. Escolano-Poveda | Categoría: Egyptology, Papyrology, History of Egyptology, Turin Erotic Papyrus, Egyptian Papyrology
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Descripción

PAPIRO ERÓTICO

© BIBLIOGEMMA, 2013 ISBN Obra completa: 978-84-934555-9-0 Facsímil: 978-84-939624-0-1 Estudio: 978-84-939624-1-8 D.L. Facsímil: B.7999-2013 Estudio: B.8000-2013 © Fondazione Museo delle Antichità Egizie di Torino Papiro erótico-satírico, pp. 22, 23 y 24 © Biblioteca Nacional de España Calco de pinturas egipcias

Passeig Comte de Vilardaga, 41 08980 Sant Feliu de Llobregat, Barcelona Tel. 902 430 080 - 936 663 885 www. bibliogemma.com

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Índice Al lector Jordi Virgili

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Prefacio Lise Manniche

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Del calco al papiro. Un camino a la inversa Jordi Virgili

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El papiro erótico-satírico de Turín (55001) José Miguel Parra Ortiz

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Sección satírica del papiro de Turín 55001 Pedro Bádenas de la Peña

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Antiguos escribas, copistas modernos Marina Escolano Poveda

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Naunajte Georgina Burgos

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Bibliografía

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Índice onomástico

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Antiguos escribas, copistas modernos 1. Quiero dar las gracias a la Prof. Betsy M. Bryan y al Prof. Richard L. Jasnow por sus acertados comentarios y sugerencias, así como a Diego M. Santos por sus apreciaciones lingüísticas y nuestras estimulantes conversaciones sobre lengua y escrituras egipcias. Además, agradezco a Jordi Virgili y al Dr. José Miguel Parra el haberme proporcionado acceso a sus fotografías del papiro pTurin 55001. 2. vid. PARRA ORTIZ en este mismo volumen.

Las inscripciones del Papiro 55001 y su representación en los calcos1 INTRODUCCIÓN Dentro del corpus papirológico que ha llegado hasta nosotros desde el Egipto antiguo, el papiro pTurin 55001 es excepcional en muchos sentidos. Por una parte, las escenas representadas en él, tanto las eróticas como las llamadas satíricas o de animales, pese a ser conocidas en su temática a partir de otras fuentes2, no aparecen en ningún otro lugar con semejante diversidad de representaciones y profusión de detalles. Por otra parte, la combinación de los dos tipos de escenas en un mismo documento es una característica única de este papiro. Esta excepcionalidad hace de este papiro una pieza enigmática cuya comprensión total escapa todavía hoy a los estudiosos que se han acercado hasta ella. Su complejidad no impidió, sin embargo, que ya desde su llegada a Turín, a comienzos del s. XIX, el papiro despertase un gran interés no sólo entre los estudiosos de la incipiente disciplina egiptológica, sino también entre las clases educadas europeas. Divididos entre la curiosidad y el embarazo, solicitaron la realización de copias que les permitiesen inspeccionar el papiro en detalle, sin necesidad de desplazarse

a la ciu

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a la ciudad piamontesa. Estas copias, realizadas mediante el calco a partir del papiro original, eran conocidas desde hacía tiempo, excepto una de ellas, que hasta ahora reposaba desapercibida en los archivos de la Biblioteca Nacional de España: el calco encargado por Luis de Usoz. El presente capítulo presenta un análisis de las inscripciones que aparecen en el papiro pTurin 55001 y su relación con las ilustraciones del mismo, incorporando la traducción más reciente de las mismas por Alexander Brawanski y Hans-Werner Fischer-Elfert3, y explora asimismo su recepción y transmisión moderna a partir de los calcos del papiro realizados durante los siglos XIX y XX, y en particular en el calco de Luis de Usoz, presentado por primera vez en el facsímil al que acompaña el presente libro de estudio. 130

3. Publicada en BRAWANSKI, A. Y FISCHER-ELFERT, H.-W. (2012): «Der “erotische” Abschnitt des Turiner Papyrus 55001», en Studien zur Altägyptischen Kultur 41, pp. 67-97.

4. Los términos «recto» y «verso» hacen referencia a las dos caras del papiro. Dado que la superficie de un papiro está formada por una serie de tiras cortadas a partir del tallo de la planta del papiro, dispuestas paralelamente, y cubiertas por otra capa de tiras perpendicuANTIGUOS ESCRIBAS: EL PAPIRO lars a éstas, en cada cara resultante las El papiro pTurin 55001 consta de dos partes, una erótica y fibras corrían en un otra satírica, que han sido divididas por los investigadores sentido. El término «recto» se utiliza modernos en distintas escenas siguiendo la relación que para la cara en la muestran unas figuras con otras. En la sección satírica se que las fibras corren en sentido horizonconservan únicamente restos de dos líneas de texto, situadas tal, y ésta era consisobre el primer registro de figuras de animales. La parte eróderada la cara principal, ya que las tica, sin embargo, presenta un mayor número de textos, que fibras eran utilizaacompañan cada una de las doce escenas en que ha sido das a modo de dividida, aunque en algunos casos resulte complicado idenpauta para la escritura, mientras que tificar qué textos corresponden a cada escena. Además, el el término «verso» verso4 del papiro contiene una inscripción en mayor tamaño, designa la cara en la que las fibras corren en sentido vertical. Esto se debe además al hecho de que, al enrollar el papiro, éste era más resistente si la cara con fibras verticales, es decir, el verso, quedaba al exterior. Generalmente el verso permanecía en blanco, realizándose toda al escritura en el recto, que, al permanecer en el interior cuando el papiro era enrollado, quedaba protegida.

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5. OMLIN, J. A. (1973), Der Papyrus 55001 und seine Satirischerotischen Zeichnungen und Inschriften, Turín: Edizioni d’Arte Fratelli Pozzo, p. 70. 6. En época romana, la costumbre de delimitar con líneas el espacio destinado al texto, existente anteriormente en el caso de los papiros funerarios, se extiende hasta el punto de que el espacio destinado a recibir el texto se llega incluso a pautar con tinta. Un ejemplo puede verse en pCarlsberg 180, fr. J 21 (HOFFMANN, F. (2012): «Hieratic and demotic literature», en The Oxford Handbook of Roman Egypt, Oxford: Oxford University Press, fig. 33.1). 7. En el presente capítulo seguimos la nueva ordenación de los textos propuesta por Brawanski y Fischer-Elfert, que los asocia a su escena correspondiente según estos autores (BRAWANSKI, A. Y FISCHER-ELFERT, H.-W., op. cit., pp. 67-97).

situada sobre la parte correspondiente en el recto a la escena duodécima de la sección erótica, además de restos muy fragmentarios de otras inscripciones sobre el verso de las escenas octava y novena5. La localización de las inscripciones en el recto del papiro no responde a una planificación ordenada, como es el caso de otros papiros en los que se combinan textos e imágenes, sino que éstas aparecen distribuidas ocupando los espacios libres existentes entre las figuras y sobre las líneas que enmarcan el campo pictórico, utilizándolas a modo de pauta. Esta distribución difiere de la que encontramos generalmente en otros papiros, en los que el espacio dedicado a los textos y las zonas reservadas para las ilustraciones han sido delimitados de antemano por el escriba, en algunos casos incluso mediante líneas divisorias6. El protagonismo claro en el papiro lo tienen las distintas escenas figurativas, mientras que los textos se acomodan a espacios que en ocasiones no parecen los más apropiados para la inclusión de los mismos, dando lugar a la deformación y amontonamiento de los signos, así como, en ocasiones, a la superposición de los mismos sobre los dibujos. Un ejemplo de ello lo encontramos en la línea segunda del texto 17 (fig. 1), en la que el último signo se superpone clara- Figura 1. Fragmento de la escena 1, con la segunda línea del texto primero, donde puede verse cómo los mente a la línea que signos se superponen a la línea que delimita el pecho de la figura femenina (dibujo de la autora). delimita el pecho de

la figu

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la figura femenina. En el caso de las dos líneas de texto situadas en la sección satírica, es interesante señalar que se encuentran situadas ocupando los dos espacios superiores creados por las cuatro líneas paralelas que delimitan el campo pictórico, y están cortadas por una línea vertical cuya finalidad es desconocida.

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Los textos fueron escritos utilizando un pincel elaborado con una caña cuya punta era tratada para separar sus fibras a modo de cerdas, de manera que éstas retuviesen la tinta. El resultado obtenido al escribir con este utensilio es una línea curva fluida, de grosor variable según las cerdas eran deslizadas sobre el papiro de una forma u otra, característica que era utilizada por el escriba para reflejar las distintas partes de los signos mediante una combinación de trazos de distinto tipo. Un escriba experimentado podía escribir largas series de signos sin necesidad de mojar de nuevo el pincel en el tintero, como es el caso del escriba que redactó los textos del papiro pTurin 55001. Las líneas 1 y 2 del texto tercero, divididas a mitad por una laguna en el papiro, permiten apreciar el punto en que el escriba mojó su pincel, y la cantidad de signos escritos tras ello. En la primera línea del texto 3 los signos a la izquierda de la laguna, escritos después de aquéllos situados a su derecha (para la dirección de la escritura, vid. infra), muestran un tono más oscuro en la tinta, por lo que en algún punto de la línea, en el espacio perdido hoy, el escriba interrumpió su escritura para mojar el pincel. En la línea inferior, sin embargo, sí que es posible ver el punto exacto en que esto ocurrió. A la izquierda de la laguna, podemos distinguir una línea horizontal y dos grupos de signos, correspondientes a los jeroglíficos . Los dos siguientes signos, , , que forman

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8. En otros textos, tinta roja era empleada asimismo para indicar partes importantes del texto, como el inicio de un capítulo o términos destacados.

parte todavía de la misma palabra, aparecen en un tono más oscuro, indicando el punto en que el escriba mojó de nuevo el pincel. La tinta utilizada en los textos de pTurin 55001 es de color negro en todos ellos8, a diferencia de lo que ocurre en el caso de los dibujos, en los que se ha utilizado tinta de otros colores. La tinta estaba elaborada con base de negro carbón, que con el paso del tiempo ha tomado un tono marrón. Este tono se asemeja, en las partes en las que el texto ha perdido color, al del propio papiro, que en origen sería más claro, pero que ha amarilleado y se ha oscurecido. Esto, unido al hecho de que el escriba, como hemos visto, extendía los intervalos de reposición de tinta, y a que en algunas secciones se ha perdido la superficie original del papiro, dificulta notablemente la lectura de los textos.

9. La escritura hierática es una versión estilizada de la jeroglífica, en la que los signos aparecen simplificados en sus líneas esenciales, para poder ser escritos con mayor rapidez. Los primeros ejemplos con los que contamos datan del tercer milenio a. C., Las inscripciones están realizadas en escritura hierática9, y su uso continuó hasta aproximadacuyo sentido de escritura es siempre de derecha a izquierda. mente el s. III d. C. A El sentido de la escritura es el que nos proporciona, pues, el lo largo de su historia sufrió una serie orden de lectura de las escenas del papiro, y nos indica que de modificaciones, el comienzo se encuentra a la derecha. El estudio paleográque permiten hoy en día datar los fico de las inscripciones permite datarlas en la XX dinastía documentos aten(1186-1069 a. C.)10, que junto con la dinastía XIX es llamada diendo a sus características paleográfi«periodo ramésida» debido al nombre de la mayor parte de cas (MÖLLER, G. sus reyes. Resulta interesante destacar que el tipo de escritu(1909-1936): Hieratische Paläographie. Die ra empleado en el papiro pTurin 55001 corresponde a la Buchschrift in ihrer escritura hierática no literaria de época ramésida, caracteriEntwicklung von der Fünften Dynastie bis zada por su trazo cursivo y rápido, que se opone a la escrituzur Römischen Kaiserra propia de los textos literarios y religiosos, en la que los zeit, vols. I-IV, Leipzig: J. C. Hinrichs’sche Buchhandlung; VERHOEVEN, U. (2001): Untersuchungen zur Späthieratischen Buchschrift, Lovaina: Uitgeverij Peeters). 10. Las fechas siguen la cronología de SHAW, I. (ed.) (2000): The Oxford History of Ancient Egypt, Oxford: Oxford University Press.

signos

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signos presentan mayor detalle y cercanía a los signos jeroglíficos de los que derivan originalmente. Dentro de la escritura no literaria, sin embargo, encontramos distintos grados de cursividad, y su uso dependía del carácter del documento11. Los ejemplos siguientes muestran tres formas de hierático de época ramésida. El primero de ellos es un ejemplo de hierático literario. Se trata de la primera línea del relato de las campañas de Ramsés III en Libia, procedente del Gran Papiro Harris I. Los dos siguientes proceden del papiro Abbott, que contiene un informe sobre los robos de tumbas durante el reinado de Ramsés IX (1126-1108 a. C.). El primero corresponde al texto principal del papiro, mientras que el segundo es de un texto añadido al papiro tres años después, narrando nuevos robos. El marcado carácter cursivo del tercer texto, comparado con el segundo, es notable, pese a ser ambos textos prácticamente contemporáneos.

Figura 2. Ejemplos de distintos tipos de escritura hierática de la XX dinastía (dibujo de la autora a partir de MÖLLER, G. (1927-1935): Hieratische Lesestücke für den akademischen Gebrauch, vols. II y III, Leipzig: J. C. Hinrichs’sche Buchhandlung).

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11. La escritura hierática más cursiva daría lugar durante el primer milenio a. C. al mal llamado «hierático anormal», que fue utilizado en la redacción de documentos administrativos en la zona del Alto Egipto (principalmente Tebas, la moderna Luxor) hasta su sustitución, en el s. VII a. C. por la escritura demótica, procedente del norte del país. Para una paleografía del hierático anormal comparado con las distintas fases de la escritura demótica, vid. EL-AGUIZY, O. (1998): A Palaeographical Study of Demotic Papyri, El Cairo: Institut Français d’Archéologie Orientale.

12. La lengua egipLos textos del recto del papiro pTurin 55001 están escritos cia es dividida hoy en un hierático no literario que se aproxima, en la forma de en día por los lingüistas en dos fases los signos, al segundo texto mostrado aquí, pero presenta principales, el egipun carácter algo más cursivo. Además, llama la atención la cio temprano, correspondiente al eforma especialmente descuidada en la que han sido disgipcio antiguo, egippuestas las inscripciones. Los signos no están colocados cio medio y egipcio medio de tradición; sobre líneas rectas y, como se ha apuntado arriba, en alguy el egipcio tardío, nos casos los signos se superponen a los dibujos. El hecho que engloba el neoegipcio, el demótico de que el papiro, además, pese a la excelente calidad técnica y el copto (vid. LOde sus dibujos, no esté escrito, como es el caso de otros PRIENO, A. (1995): Ancient Egyptian. A papiros del periodo que combinan texto e ilustraciones (i.e. Linguistic Introduclos papiros funerarios), en hierático literario, sino en hierátion, Cambridge: Cambridge Univertico no literario, parece indicar que los textos fueron realisity Press, pp. 5-8). zados por un escriba dedicado generalmente a la redacción El egipcio medio, considerado el estade documentos. dio clásico de la lengua, era la lengua El egipcio que se hablaba en la XX dinastía, momento en utilizada en los texque fue confeccionado el papiro pTurin 55001, recibe la tos monumentales, grabados en piedra, denominación, dentro de la evolución de la lengua egipcia, y en los textos relide neoegipcio12, que presenta cambios sustanciales con resgiosos y literarios escritos sobre papipecto a las fases anteriores de la lengua. Esta evolución ro en el Reino Nuepuede compararse, salvando las distancias, con la que se vo. Encontramos, no produjo desde el latín a las lenguas romances, entre ellas el obstante, textos escritos en neoegipcio español. En lenguas como el latín o el egipcio de la fase desde mediados de temprana, la tendencia de la lengua era a la expresión sintéla dinastía XVIII, siendo los primeros tica de significado, por ejemplo, en un mismo sustantivo a los discursos reales partir del uso de una serie de terminaciones que proporcioinseridos en las estelas de frontera de nan la función sintáctica de la palabra, los llamados casos. Amarna, del reinado En el español, esto fue sustituido por expresiones analíticas de Ajenaton (13521336 a. C.). Los textos en egipcio medio de tradición contienen en muchos casos elementos neoegipcios esporádicos (JUNGE, F. (2005): Late Egyptian Grammar. An Introduction, Oxford: Griffith Institute, p. 22).

que refle

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que reflejan la función sintáctica de la palabra a partir de preposiciones, o de su posición con respecto a los otros elementos de la oración. En el caso del egipcio, ocurrió una evolución similar. En neoegipcio aparecen toda una serie de palabras que complementan a otras a la hora de expresar un significado o función sintáctica que anteriormente era expresado mediante la adición de prefijos o sufijos. Así, algunos elementos característicos de esta fase de la lengua egipcia, presentes en el papiro, son el uso de artículos determinados, artículos posesivos, el uso de construcciones verbales perifrásticas, en las que la función semántica queda recogida en un verbo en infinitivo, mientras que la indicación de otros elementos gramaticales como la persona, el número o el tiempo verbal se hacen mediante un verbo auxiliar.

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Los elementos descritos hasta ahora nos permiten apuntar una serie de hipótesis sobre la confección del papiro. Las inscripciones, como ya se ha indicado, están escritas en hierático administrativo semicursivo por un escriba experimentado pero no demasiado cuidadoso, aprovechando los espacios libres entre las figuras, entre las que dispuso los signos de forma amontonada en ocasiones, sin respetar un margen entre textos y figuras. Esto parece apuntar a que las inscripciones no formaban parte de la idea inicial del papiro, y que fueron añadidas posteriormente, posiblemente por una segunda mano, distinta de la que efectuó los dibujos. Resulta difícil determinar si las dos líneas de texto en el caso de la sección satírica corresponden a la misma mano, pero el ductus de los signos conservados parece apuntar en este sentido. El intervalo transcurrido entre el dibujo de las ilustraciones y la adición de los textos es desconocido, y bien pudieron ser añadidos inmediatamente tras la finalización

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del dibujo, o transcurridos meses o incluso años, siendo los textos inspirados por la observación de las imágenes.

13. Hemos respetado el sentido de derecha a izquierda del original. La transcripción es la realizada por Omlin (OMLIN, J. A., op. cit, p. 70). Brawanski y Fischer-Elfert no incluyen esta inscripción en su nuevo estudio. No hemos podido comprobar la transcripción con respecto al hierático original, debido a la deficiente calidad de la fotografía de Omlin (lám. x), y a no disponer de otra fotografía del verso del papiro. 14. El término nsw parece haber sido colocado en anteposición honorífica en la frase Hr wnm.j nsw, puesto que el segundo nsw corresponde al título zXAnsw. 15. OMLIN, J. A., op. cit., p. 70.

Un detalle interesante a destacar es la presencia de la inscripción del verso del papiro situada tras la escena duodécima de la sección erótica, y escrita con signos de gran tamaño. La inscripción es la siguiente13:

TA.y-xw Hr wnm.j nsw14 zXA-nswt jm.j-r’ mSa «Porta-abanico a la derecha del rey, escriba real, supervisor del ejército»

La inscripción enumera una serie de títulos, pero carece de nombre personal alguno acompañando a estos nombres. Esto nos hace dudar de que se trate de una referencia al autor o al dueño del papiro, ya que podría tratarse simplemente de una reutilización del verso del papiro para realizar otras inscripciones. La inscripción no se encuentra aislada sobre el verso del papiro, lo cual reforzaría esta segunda hipótesis. La localización de la inscripción en el verso de la última escena del recto del papiro indica que, una vez enrollado el papiro, esta parte del mismo quedaría en el interior del rollo, ya que sería la parte derecha del mismo por la cual se comenzaría a leer y, por tanto, a desenrollar. Si el texto situado en el verso hubiera estado destinado a ser visto con el papiro enrollado, hubiera sido situado en el verso de la parte izquierda del papiro, pero el verso de la sección satírica, según Omlin, carece por completo de inscripciones15. La presencia, por otra parte, de inscripciones únicamente en el verso de la sección erótica, sin embargo, podría apuntar a que el papiro hubiese estado enrollado al revés, a pesar del orden normal de lectura de los papiros.

Duran

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Durante mucho tiempo, la única edición existente de los textos del papiro pTurin 55001 fue la publicada por Joseph A. Omlin en la editio princeps del papiro16, realizada, como él mismo indica, con la ayuda de Georges Posener17. En dicha publicación, Omlin presentaba la transcripción jeroglífica de los distintos textos, agrupados en 19 secciones, y su traducción, sin transliteración de los mismos y sin demasiadas notas explicativas, especialmente a partir de su texto 3, de las lecturas realizadas. Pese a todo, ésta fue la única traducción disponible de los textos a lo largo de las últimas décadas del siglo XX y la primera del XXI, y es la seguida por todas las publicaciones posteriores sobre el papiro pTurin 55001 que hacen referencia a los textos18. En 2012, no obstante, Alexander Brawanski y Hans-Werner Fischer-Elfert han publicado un nuevo estudio de las inscripciones aprovechando, por una parte, las nuevas posibilidades que la manipulación digital de imágenes ofrece a la hora de apoyar la lectura de papiros, y por otra, los avances en el conocimiento y publicación del corpus de textos hieráticos de época ramésida19. A continuación presentamos la transliteración y traducción de los textos del papiro pTurin 55001 elaborada por Brawanski y Fischer-Elfert20. La numeración de los textos sigue su asociación con cada una de las doce escenas del papiro: TEXTO PRIMERO (ESCENA 1) (1) […..kf] nA prjj jw dj=k (2) ptr n.k m sA=j «(1) [… quitar] las bandas, mientras que tú (las) has dado. / (2) […] mira tras de mí.»

TEXTO SEGUNDO (ESCENA 2) (1) zXA DHwtj […] (2) j tAy=s […] «(1) Escriba Thot […] / (2) Oh, su […]»

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16. Para la traducción de un fragmento de los textos por Pleyte en el s. XIX vid infra, nota 41. 17. OMLIN, J. A., op. cit., p. 66. 18. Para ejemplos de estas publicaciones, vid. BRAWANSKI, A. Y FISCHER-ELFERT H.W. op. cit., p. 67 nota 4. 19. Brawanski y Fischer-Elfert realizan asimismo, a partir de su nueva traducción de los textos, una interpretación de cada escena, así como del contenido general del papiro. 20. Para la traducción al español del texto, hemos considerado tanto el texto egipcio a partir de la transcripción jeroglífica y su transliteración publicadas por Brawanski y Fischer-Elfert, como la traducción alemana proporcionada por estos autores. Para un comentario detallado de las lecturas de los signos, y de la interpretación de los términos presentes en los textos, véase el artículo original.

TEXTO TERCERO (ESCENA 3) (1) [……mtry j[nk](?) […] j(?) wa=s jw tAy=s Drt jTAjj pAy=j Hnn […….] (2) […pA] hrw HHj n=k HAtj=k […] n ktkt jw.j (r) snDm bAkw (3) m-jr snd jw=j jrj jx r=k (4) pA hrw n HA (5) pA sDm-aS (6) pA sAw (7) nfr n.k (8) kAt.j (9) mj (10) m-sA=j (11) Xr tAy=k (12) mrwt (13/14) j Hnn=k

21. Hemos traducido de esta manera la expresión alemana «Oh, daß doch», con la que Brawanski y Fischer-Elfert traducen la partícula HA, que introduce deseos (ERMAN, A. y GRAPOW, H. (eds.) (1971): Wörterbuch der Aegyptischen Sprache, vol. III, Berlin: Akademie-Verlag, pp. 11.13-12.10). 22. El término alemán es «Verbrecher», a partir del egipcio btA «aquél que actúa mal» (ERMAN, A. y GRAPOW, H., op. cit., vol. I, p. 484.13).

«(1) [……testificar/correcto(?) … yo (?) ……], ya que te pertenece a ti sola(?), pues es tu mano la que ha tomado mi falo. / (2) … hoy(?). Pregunta a tu corazón, […] por temblor. ¡Yo dulcificaré el trabajo! / (3) ¡No temas! ¿Qué haré yo contra ti / (4) el día del “ojalá”21? / (5) ¡Tú servidor! / (6) ¡Tú guardián! / (7) Buena es para ti / (8) mi vulva. / (9) ¡Ven / (10) tras de mí / (11) con tu / (12) deseo! / (13-14) ¡Oh, tu falo!»

TEXTO CUARTO (ESCENA 4) (1) Xrj-a (2) mk (3) bw (4) jn=k (5) n=j (6) pAy=j (7) rn (8) nfr (9) pAy[=j] (10) btA

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«(1) ¡Aprendiz! / (2) Mira, / (3) no / (4) traes / (5) para mí / (6) mi / (7) nombre / (8) bueno. / (9) ¡Mi / (10) malhechor22!»

TEXTO QUINTO (ESCENA 5) (1) […] jwj […] xAw(?) […] (2) […] dd.t […] (3) […….] (4) [..nAy/tAy…] (5) […….] (6) […….] Brawanski y Fischer Elfert indican que el texto está demasiado destruido como para conseguir una traducción con sentido.

Texto

TEXTO SEXTO (ESCENA 6) (1) […] Drt=j […] Smayt.[…] (2) […m jr] xAa tAy=j st- Dr mtw[=j] (3) Hnn=j [….].aA […..] w (4) pA ntj mHr (5) m Xnw (6) [….] «(1) [..] mi mano […] cantante […] / (2) [No] abandones mi cama y […] / (3) Mi falo […] grande […] / (4) que está enfermo […] / (5) en el interior […] / (6) [……]»

TEXTO SÉPTIMO (ESCENA 7) (1) [……] (2) [..wd?] […] n=j […] «(1) [……] / (2) dar un [medicamento(?)] para mí […]»

TEXTO OCTAVO (ESCENA 8) (1) Dd.t n zXA [Jmn]-Htp sxA.w n […] (2) jnk Ax mtr tA(?) 140

(3) Atp [ .. rmn].t r (4) tAy=k [bAg(?)…] «(1) Aquéllo que el escriba Amenhotep ha dicho: Memorandum de […….] / (2) He sido afortunada23 y fiable, la / (3) carga(?) de mi (?) hombro (?) contra (?) / (4) tu [debilidad/impotencia(?)….]»

NO HAY TEXTO (ESCENA 9) TEXTO DÉCIMO (ESCENA 10)24 (1) […] jdnw hAy sA Jmn-nxt […] (2) n-jb=k [……] (3) […] Nwt «(1) […] delegado Hay, hijo de Amonnajt […] / (2) para tu corazón […] / (3) Nut […]»

TEXTO UNDÉCIMO (ESCENA 11) (1) Hs.y mdw.t [……] «(1) Alaba las palabras [……]»

NO HAY TEXTO (ESCENA 12)

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23. Este término y el siguiente traducen «erfolgreich» y «zuverlässig» en la traducción de Brawanski y Fischer-Elfert. Los términos egipcios originales se traducen normalmente como, Ax «glorioso, beneficioso, útil» (ERMAN, A. y GRAPOW, H., op. cit., vol. I, p. 14.7-18) y mtr «exacto, preciso» (ERMAN, A. y GRAPOW, H., op. cit., vol. II, p. 173.1-17). 24. La publicación de Brawanski y Fischer-Elfert carece de textos noveno y duodécimo, puesto que los autores no consideran que dichas escenas tengan textos asociados (BRAWANSKI, A. Y FISCHER-ELFERT, H.-W., op. cit., pp. 74-77).

25. BRAWANSKI, A. Y FISCHER-ELFERT, op. cit., pp. 75 y nota 61.

26. DAVIES, B. G. (1999): Who’s who at Deir el-Medina. A Prosopographical Study of the Royal Workman’s Community, Leiden: Nederlands Instituut voor het Nabije Oosten, pp. 283-284.

27. DAVIES, B. G., op. cit., tabla 8.

Esta nueva traducción nos permite conocer algo más sobre el papiro y su contexto. Según la lectura de Brawanski y Fischer-Elfert de las líneas primeras de los textos octavo y décimo, dos personajes del contexto de Deir elMedina son mencionados. Estos autores25 indican que el primer nombre, Amenhotep, identificado como escriba, puede vincularse a varios personajes de este contexto. Debido al estado de conservación del papiro, la primera parte del primer nombre no puede leerse de forma clara, por lo que Brawanski y Fischer-Elfert proponen dos nombres, nfr-Htp Neferhotep, o jmn-Htp Amenhotep. En el estudio prosopográfico de los trabajadores de Deir el-Medina, elaborado por Benedict G. Davies, cuatro son los escribas llamados Neferhotep. El primero de ellos está atestiguado durante el reinado de Ramsés II, los dos siguientes durante el reinado de Ramsés III, y el último durante el reinado de Ramsés IV. En el caso de Amenhotep, sólo un escriba de este nombre aparece atestiguado en otras fuentes, aunque de forma dudosa, y su vida se data en un intervalo que abarca desde después del año segundo de Ramsés V a antes del año séptimo de Ramsés IX26. Los trazos conservados en el papiro han hecho que Brawanski y FischerElfert se decanten por el segundo nombre, por lo que en caso de ser correcta la lectura, sería una nueva referencia a un escriba de este nombre en Deir el-Medina. El segundo nombre incluye, además de la profesión, la filiación del individuo, el delegado Hay, hijo de Amennajt. Como indican Brawanski y Fischer-Elfert, se trata de un personaje muy conocido, identificado como Hay (VII), hijo de Amennajt (X) en la publicación de Davies27. Fue enterrado en la

tumba

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tumba TT 267, a partir de cuyas inscripciones se ha podido reconstruir de forma bastante extensa su genealogía28. Se le conocía por dos sobrenombres, Totosheri y Pairynefer, su madre se llamaba Tarejanu (identificada como Tarejanu (I) por Davies) y su esposa era la cantante de Amón (Smayt n jmn) Henutmeter (Henutmeter (I)). Fue delegado del lado izquierdo de Deir el-Medina29, y está atestiguado como trabajador desde el año 14 de Ramsés III30.

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Otro aspecto interesante de los textos son los indicios que proporcionan para una posible identificación de la mujer o mujeres representadas. En la línea primera del texto sexto, aparece la palabra Smayt, cuya traducción más común es «cantante»31. Como indican Brawanski y Fischer-Elfert, dicha ocupación estaba asociada a labores rituales, y no tenía en principio connotaciones sexuales que permitan su asociación a la prostitución32. Antes hemos indicado que la esposa de Hay, hijo de Amennajt, trabajaba precisamente como cantante de Amón. ¿Podrían algunas de las figuras representadas en el papiro ser, precisamente, habitantes reales de Deir el-Medina como Hay, hijo de Amennajt y su esposa Henutmeter? Lamentablemente, las evidencias son muy débiles para poder realizar identificaciones seguras. Pese a que la nueva lectura de los textos proporciona más interrogantes que respuestas, nos ofrece al menos una datación más precisa para el papiro, o al menos de la redacción de los textos, a partir de la mención del delegado Hay, hijo de Amennajt, en el reinado de Ramsés III, así como su segura identificación geográfica con la aldea de Deir elMedina.

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28. DAVIES, B. G., op. cit., pp. 63-73. 29. La aldea de trabajadores de Deir el-Medina estaba dividida en dos partes, designadas como tripulación (js.t) izquierda y derecha, de lo que se ha deducido que cada una de las partes trabajaría en uno de los lados de las tumbas durante su construcción. Sobre ˆ Deir el-Medina, vid. CERNÝ, J. (1973): A community of workmen at Thebes in the Ramesside period, El Cairo: Institut Français d’Archéologie Orientale du Caire. 30. DAVIES, B. G., op. cit., p. 69. 31. ERMAN, A. y GRAPOW, H., op. cit., vol. IV, pp. 479.8480.4. 32. BRAWANSKI, A. Y F I S C H E R - E L F E R T, H.-W., op. cit., pp. 87.

COPISTAS MODERNOS: LOS CALCOS

33. Sobre la historia de la papirología, vid. KEENAN, J. (2009): «The history of the discipline», en BAGNALL, R. S. (ed.), The Oxford Handbook of Papyrology, Oxford: Oxford University Press, pp. 59-78. Para una vision actual sobre los papiros de Herculano, vid. SIDER, D. (2009): «The special case of Herculaneum», en BAGNALL, R. S. op. cit., pp. 303-319

Hoy en día, la forma óptima de acercarse al estudio de un papiro, además de a través de su inspección directa, es mediante fotografías de alta calidad del mismo, con las cuales se pueden estudiar todos sus detalles con un grado de fidelidad cercano al documento real. A comienzos del s. XIX, en la época de la llegada del papiro pTurin 55001 al museo piamontés, la ciencia de la fotografía estaba todavía en pañales. Así pues, la publicación de objetos arqueológicos y documentos papirológicos se hacía inicialmente mediante su dibujo y posterior grabado. Estatuas y otros monumentos eran dibujados por artistas que, en el caso de las piezas egipcias, incorporaban en sus bocetos las inscripciones jeroglíficas, con mayor o menor acierto en los inicios, y de forma más sistemática y rigurosa a medida que la Egiptología evolucionó a lo largo del s. XIX y se fueron incorporando a los equipos de artistas individuos con conocimientos de lengua egipcia. En el caso de los papiros, la ciencia papirológica no nació precisamente a orillas del Nilo, y su objeto de estudio no fue tampoco inicialmente la lengua egipcia. El nacimiento de la papirología se ha datado en 1752, año en que se descubrieron los primeros papiros de Herculano33, y cuarenta y seis años antes de la expedición de Napoleón a Egipto, que tuvo lugar en 1798. Hasta hace relativamente poco tiempo, la papirología griega fue una ciencia sin imágenes, ya que la publicación de los textos, la gran mayoría de ellos hallados en Egipto, se realiza, aún hoy, en transcripción, con lo que la disciplina se desarrolló asimismo de forma paralela, pero relativamente independiente, del campo de la

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filología clásica, cuyos investigadores, si optaban por acercarse a estos nuevos textos, lo hacían a partir de las ediciones34. Esta tendencia está cambiando en la actualidad, con las oportunidades que ofrecen la difusión electrónica de imágenes de alta calidad de los papiros, y su organización en bases de datos electrónicas35.

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En el caso de la disciplina papirológica en lengua egipcia, su evolución ha sido distinta e independiente, hasta hace pocos años, de la papirología griega. El estudio de los papiros escritos en lengua egipcia y escritura jeroglífica, hierática o demótica se ha encuadrado tradicionalmente dentro del ámbito de la Egiptología36. Estos papiros presentan la particularidad de que su publicación, debido a las características de las escrituras en las que están redactados, hace imprescindible la incorporación de imágenes de los mismos. Los sistemas de escritura mencionados, con los jeroglíficos como caso paradigmático, pero igualmente en lo que se refiere al hierático, e incluso al demótico, tienen un carácter visual muy importante, que no puede reflejarse en una mera transcripción en caracteres latinos o fonéticos. Además, los papiros egipcios suelen estar acompañados en muchos casos por ilustraciones que han de ser consideradas de forma paralela al texto. Así pues, desde los inicios de la Egiptología existió la costumbre de realizar copias fidedignas de los papiros, para su incorporación en las publicaciones de los mismos37. Estos

34. La mayor parte de los textos clásicos conocidos en la actualidad han llegado a nosotros a partir de copias medievales de los mismos. Los papiros, sin embargo, ofrecen la posibilidad de descubrir nuevos textos que no pasaron la «criba» de la Antigüedad Tardía, así como versiones más antiguas de los ya conocidos. 35. Por ejemplo, en sitios web como http://www.papyri. info o http://www. trismegistos.org.

36. El caso de los papiros coptos, escritos en la última fase de la lengua egipcia, pero en escritura copta, consistente en el alfabeto griego más una serie de caracteres tomados de la escritura demótica, es especial, ya que fluctúa entre la papirología clásica y la Egiptología. Su escritura, sin embargo, la acerca más a la primera, y permite trabajar con los papiros coptos de un modo similar al utilizado en el caso de los papiros griegos y latinos.

37. Ejemplos de algunas de las primeras copias de papiros egipcios pueden verse en la Description de l’Égypte, publicación de las investigaciones realizadas por los sabios que acompañaron a Napoleón en su expedición a Egipto. En el volumen segundo de láminas dedicado a las antigüedades puede verse un Libro de los Muertos en hierático en las láminas 60-68, y un fragmento de otro Libro de los Muertos en jeroglífico cursivo en la lámina 72, ambos hallados en el Valle de los Reyes.

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38. Para un sumario de las referencias al papiro, vid. OMLIN, J. A., op. cit., pp. 2126. 39. «Un égyptologue ne doit point juger ce curieux document d’après ce qu’en a pu dire un écrivain humoristique, mais par l’interprétation des légendes qui accompagnent la plupart des tableaux dont il es rempli.» (CHABAS, F. (1870): Mélanges égyptologiques III, vol. 1, París: Dejussieu, p. 21, a partir de OMLIN, J. A., op. cit., p. 22 nota 4). 40. «Je ne crois pas que le manuscrit recevra quelque lumière des légendes qui accompagnent les scènes lascives et je m’abstiens d’en donner une explication». (PLEYTE, W. y ROSSI, F. (18691876): Papyrus de Turin. Texte. Leiden: E. J. Brill, p. 206).

dibujos se hacían, bien a mano alzada, o bien calcando directamente del papiro superponiendo papel vegetal y trazando las líneas y signos de forma exacta. Los calcos realizados sobre el papiro pTurin 55001 se insertan dentro de esta tradición. Desde su llegada a Turín, los estudiosos se hicieron eco de su existencia, reconstruyeron sus fragmentos, vincularon la parte satírica con la erótica, y comenzaron a realizar copias que viajaron a distintos lugares de Europa, dando a conocer las imágenes presentes en este inusual documento por partes, aunque nunca, hasta 1973, a través de una edición completa del papiro. Las distintas referencias que encontramos, desde la primera por Champollion en 1824, al papiro, se ocupan principalmente de los dibujos, tanto de los eróticos como de los satíricos, aunque también existen menciones a los textos38. La primera de éstas fue realizada por F. Chabas en 1870, quien opinaba que el significado del papiro sólo podría ser obtenido a partir de la lectura de las inscripciones situadas entre los dibujos39. El egiptólogo holandés W. Pleyte proporciona, en su libro Papyrus de Turin, publicado conjuntamente con el entonces conservador del Museo de Turín, F. Rossi, el primer intento de traducción de parte de las inscripciones, pese a que, al contrario que Chabas, opinaba que los textos no aportarían nada al esclarecimiento del significado del papiro40. Pleyte describe las escenas del papiro de izquierda a derecha, e identifica algunas palabras en unos pocos textos,

Figura 3: Copia del término st-sDr por W. Pleyte (dibujo de la autora a partir de PLEYTE, W. y ROSSI, F. (1869-1876): op. cit., p. 205).

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41. Pleyte identifica la tercera escena como escena décima, y translitera lo siguiente: «Au dessus de la représentation on lit une légende fracturée. l. 1. smti ank . . . . . au ua-st au tai-st tt at’ai pai-a hn . . . . . moi je . . . . . et elle est seule et sa main prend mon phallus l. 2. pa-hru hh-nk . . . . . r-ktkt au-a s-nt’m baku le jour que je t’ai cherchée . . . . . à abattre je me repose du travail l. 3. etc. (au-k) ari situ au-a-ari s␹r-k pa-hru n-au-a (tu me) fais peur, je ferai ton intention ce jour que je suis pa stm·u pa␹aro nfr pui mai m-sa-u Le Sotem Pa␹aro bon ce, qui va derrière moi. Au dessus de la main de la femme on lit: ␹eri tai . . . . . mri au-hni-k. Ce qui signifie probablement. Ma main a pris ce que j’aime, ton phallus».

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proporcionando una copia de parte de la línea segunda del texto sexto (fig. 3), así como la transliteración y traducción de parte del texto tercero41. La lectura que hace Pleyte del papiro ofrece una primera visión del carácter de los textos como diálogo entre los individuos representados. La siguiente referencia que encontramos a los textos no se refiere en sí a su contenido, sino a su forma, y fue efectuada por Erman, quien opinaba que los dibujos y los textos habían sido realizados por la misma mano42. En 1933, sin embargo, M. Pieper apuntó que, en su opinión, el texto había sido añadido posteriormente a los dibujos43. Finalmente, aunque con la atención centrada en las ilustraciones, el egiptólogo francés J. Yoyotte calificó los textos como «commentaires libertins» sin añadir nada más44. Habría que esperar, como ya se ha apuntado en varias ocasiones, a 1973, para que J. A. Omlin realizase la editio princeps del papiro, a la que han seguido distintos artículos tocando aspectos diversos del mismo. El trabajo más completo sobre los textos ha sido publicado en 2012 por A. Brawanski y H.-W. Fischer-Elfert, que presentan una reedición de las inscripciones, incluyendo fotografías, dibujos, transcripción, transliteración y traducción de las mismas.

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42. OMLIN, J. A., op. cit., p. 22 nota 7. 43. OMLIN, J. A., op. cit., p. 23.

44. OMLIN, J. A., op. cit., p. 24.

45. Para una imagen del calco de Seyffarth, vid. OMLIN, J. A., op. cit., lám. XI. 46. OMLIN, J. A., op. cit., p. 65.

47. OMLIN, J. A., op. cit., lám. XVII.

48. OMLIN, J. A., op. cit., lám. XV. No resulta posible ver, en la lámina publicada por Omlin, las inscripciones de la parte superior de la sección satírica. 49. OMLIN, J. A., op. cit., lám. XVIIIb.

Pese a que las referencias directas a los textos en las primeras publicaciones, con la excepción de Pleyte, no son muchas, éstos sí que fueron transmitidos por medio de los calcos del papiro. El calco más antiguo es probablemente el realizado por el egiptólogo alemán G. Seyffarth en torno a 1825. Este calco, trazado en tinta negra sobre lo que parece ser papel vegetal45, presenta una notable atención a las inscripciones, que han sido trazadas con mano firme y con una gran fidelidad al original, siendo legibles y de gran ayuda, como ya notó Omlin46, como apoyo para la lectura del papiro. A partir de este calco fue realizado un nuevo dibujo, con una reconstrucción de las partes ausentes en el papiro original, en el que se incorporaron colores basados en los restos de pintura existentes todavía en el papiro. En el caso de este dibujo, sin embargo, las inscripciones fueron añadidas de forma bastante menos cuidadosa que en el calco, habiéndose deformado los signos hasta el punto de que en algunos casos resulta complicado identificarlos con los originales. A su vez, y por lo que parece a partir de esta reconstrucción a color hecha por Seyffarth, el también egiptólogo alemán G. Steindorff realizó una nueva reconstrucción a color47. En ella, las ilustraciones siguen fielmente la de Seyffarth, pero las inscripciones, sin embargo, han sido copiadas de otra fuente, posiblemente del calco inicial de Seyffarth, ya que su trazo es, al igual que en dicho calco, fiel a la forma de los signos del papiro. El egiptólogo italiano y compañero de Champollion en su expedición a Egipto, I. Rossellini, realizó a su vez una reconstrucción a color, pero únicamente de la sección satírica del papiro48. Asimismo, el egiptólogo prusiano K. R. Lepsius hizo un dibujo a línea únicamente de la sección satírica, incluyendo los fragmentos de inscripción con notable fidelidad al original49.

W. Pleyte

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W. Pleyte y F. Rossi, prestaron de nuevo atención a la sección erótica, y además de una descripción del papiro y la traducción de parte de las inscripciones, publicaron un dibujo, efectuado por Rossi, de la parte correspondiente a las escenas segunda a cuarta (9 a 11, según su numeración)50. Este dibujo es fiel al original, y representa los signos de forma cuidada, hasta el punto que permitió a Pleyte la lectura de parte de los textos. El egiptólogo alemán A. Erman encargó una copia de la sección erótica del papiro51. En ella, el trazo de las figuras parece indicar que fueron calcadas, bien a partir del original o del calco de Seyffarth, ya que los fragmentos ausentes del papiro han sido indicados, como ocurre también en dicho calco. Las inscripciones fueron añadidas posteriormente con una línea más gruesa, que dificulta la lectura de muchas de ellas. Pese a esto, los signos fueron trazados de acuerdo a la forma original en el papiro. Esto es comprensible, dado que el calco fue encargado por Erman, figura fundamental en el desarrollo de los estudios sobre la lengua egipcia, y primero en identificar la fase de la lengua egipcia en que está escrito el papiro, el neoegipcio52. La última reconstrucción del papiro completo realizada es la del egiptólogo italiano M. Tosi. Pese a tener como aspecto positivo la diferenciación clara entre las partes conservadas y las perdidas, esta copia ha sido realizada con un trazo muy suelto, por lo que no parece tratarse de un calco, sino de una copia a mano alzada. Esto puede verse claramente en las líneas que delimitan las escenas, que en el papiro han sido trazadas con regla, mientras que en esta reconstrucción son ondulantes y muestran los lugares donde el instrumento de dibujo ha sido alzado y el trazo se ha retomado nuevamente sin ajustarse totalmente a la línea existente. En el caso de los textos, los signos han sido copiados de un

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50. OMLIN, J. A., op. cit., lám. XVIIIa.

51. OMLIN, J. A., op. cit., lám. XIX.

52. Erman fue asimismo el primero en redactar una gramática de esta fase de la lengua egipcia, publicada inicialmente en 1880, y en una segunda edición ampliada en 1933 (ERMAN, A. (19332): Neuägyptische Grammatik, Leipzig: W. Engelmann)

modo muy libre y con trazo poco firme, por lo que su forma se halla alterada y dificulta su identificación con sus formas en el papiro. A esta serie de calcos se ha unido recientemente, y se presenta en esta publicación, uno nuevo, encargado por el español Luis de Usoz, y conservado actualmente en la Biblioteca Nacional de España. Este calco, que corresponde únicamente a la sección erótica, incluye, al igual que los anteriores, las inscripciones. A diferencia del calco de Seyffarth, el encargado por Erman, y de la reconstrucción realizada por Tosi, el calco de Usoz no distingue las partes conservadas en el papiro de las reconstruidas. Este elemento resulta interesante, ya que además, las reconstrucciones presentadas por los tres anteriores no incluyen, a la derecha de la escena primera de la sección erótica, las cinco jarras con dos tubos saliendo de la segunda y la cuarta, y el cuenco boca abajo, que sí que aparecen en el calco de Usoz, así como en las reconstrucciones a color de Seyffarth y Steindorff. Según hemos indicado arriba, las reconstrucciones a color parecen haberse inspirado en el calco inicial de Seyffarth, por lo que el calco de Usoz debió completarse con la imagen de las jarras y el cuenco invertido, inexistente en el papiro, a la vez que estos fueron incluidos en las reconstrucciones a color de Seyffarth y Steindorff. Otro elemento que acerca el calco de Usoz a la reconstrucción a color de Seyffarth, y lo aleja del calco inicial del egiptólogo alemán, son las inscripciones. La tinta con la que fueron trazadas, al deteriorarse, ha corroído el papel vegetal sobre el que está hecho el calco, en especial en aquellas partes donde las líneas son de mayor grosor, como es precisamente el caso de las inscripciones y parte de las líneas que enmarcan el espacio pictórico. Sin embargo, la forma de

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los signos es visible sin demasiados problemas en prácticamente todos los textos. Esto permite comprobar que las inscripciones no fueron trazadas siguiendo su forma original en el papiro, sino que, más bien, se asemejan a la forma de los signos de la reconstrucción a color de Seyffarth. La localización de los textos en ésta y en el calco de Usoz se corresponde, salvo por la ausencia de la segunda línea del texto primero, de la primera parte de las líneas 1 y 2 del texto tercero, y de la parte inicial de la tercera línea en el texto octavo en el calco de Usoz. Cabe destacar que la reconstrucción a color de Seyffarth carece de la segunda mitad de la segunda línea 8 del texto cuarto, presente en el calco de Usoz, así como en la reconstrucción a color de Steindorff, y poco visible salvo por unos trazos en el calco de Seyffarth. Otro dato a destacar es que únicamente la reconstrucción a color de Seyffarth, la reconstrucción a color de Steindorff, y el calco de Usoz presentan unos fragmentos de texto a la izquierda de las dos líneas del texto segundo. Todos estos elementos nos llevan a apuntar que el calco de Seyffarth, la reconstrucción a color de Seyffarth, la reconstrucción a color de Steindorff, y el calco de Usoz se hicieron aproximadamente al mismo tiempo, y que la persona que trazó los textos en la reconstrucción a color de Seyffarth trazó asimismo los textos del calco de Usoz. Tenemos constancia de que Seyffarth estuvo entre 1825 y 1827 en Turín53, por lo que debió ser en esas fechas cuando estos calcos y reconstrucciones fueron realizados. A continuación presentamos una reproducción facsímil de las líneas 7 a 14 del texto tercero del papiro, presentadas en paralelo a las líneas en el calco de Usoz, para que puedan comprobarse las similitudes y diferencias en el trazo de los signos.

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53. OMLIN, J. A., op. cit., p. 18.

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Figura 4. Comparación de las líneas 7 a 14 del texto tercero en el papiro, a la izquierda, y en el calco de Usoz, a la derecha (dibujo de la autora).

CONCLUSIÓN

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El papiro pTurin 55001 es conocido por el excepcional carácter de sus ilustraciones, algo que hace que las inscripciones que se insertan entre ellas hayan pasado desapercibidas en muchos casos. Este protagonismo de las escenas dibujadas en el papiro, junto con el estado de conservación de las inscripciones, ha provocado que, pese a que éstas fueron por primera vez traducidas en 1973, se les haya prestado poca atención, habiéndose dedicado numerosos estudios a otros aspectos del papiro sin que el contenido de los textos pudiese considerarse a la hora de elaborar interpretaciones sobre el documento. Afortunadamente, en 2012 las inscripciones han sido editadas nuevamente, ofreciendo nuevos datos que permiten datar la redacción de los textos en el reinado de Ramsés III, y localizarlo en el contexto de Deir el-Medina. Indirectamente, las inscripciones nos han permitido asimismo aproximar aquí una datación al calco del papiro realizado por Luis de Usoz, publicado por primera vez en la presente edición, al facilitar, junto con las ilustraciones, su comparación con el resto de calcos estableciendo una cronología relativa entre ellos. Muchos son los interrogantes que quedan abiertos, y que se plantearán en un futuro a medida que surjan nuevos elementos que permitan analizar el papiro desde otros puntos de vista, incorporando además la nueva información proporcionada por la traducción de los textos a estos estudios. Poco a poco, tirando de cada pequeño cabo que vaya apareciendo, podremos acercarnos a un mayor y mejor conocimiento de la vida cotidiana y el pensamiento de los egipcios antiguos, elementos de los que el papiro pTurin 55001 es, sin duda, un testimonio todavía enigmático, pero de valor incalculable. Marina Escolano Poveda Johns Hopkins University

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