Zozobra ¿e? identidad: Hermenéutica de supuesta coimplicación.

June 14, 2017 | Autor: E. Aguirre-Hall | Categoría: Communication, Hermeneutics
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Descripción

Zozobra ¿e? identidad Hermenéutica de supuesta coimplicación Simposio Filosofía. Área temática Zozobra e identidad. María de Lourdes Elizabeth Ortega Terrón y Enrique Aguirre Hall Resumen En un contexto mundial donde es significativo el énfasis en la razón instrumental y por consiguiente la formación académica es orientada principalmente hacia el desarrollo de competencias (aplicación del conocimiento), así el desempeño en las Instituciones de Educación Superior (IES) tiende a ser reconocido institucional y socialmente conforme a criterios e indicadores relacionados con el conocimiento; más que en términos de ámbitos que propician la conformación de la identidad. No obstante las restricciones estructurales en México las instituciones de educación superior continúan siendo espacios donde es factible cuestionar la formación de la identidad conforme con el principio de rentabilidad. Así la hermenéutica de la coimplicación zozobra-identidad es objeto de investigación por integrantes del Cuerpo Académico Hermenéutica de la Cotidianidad de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) al subyacer en los estudios superiores donde la formación de la identidad es asunto principal, la dialéctica racionalidad comunicativa-racionalidad cognitiva e instrumental. El objetivo general de esta colaboración es avanzar en la problemática de la hermenéutica alusiva al proceso de asunción de quien se supone o se pretende ser con énfasis cognitivo instrumental, que supone omisión de la dialéctica racionalidad comunicativa-racionalidad cognitiva e instrumental. Por consiguiente la ratio-reflexión es asumida marco categorial para la hermenéutica de la supuesta coimplicación zozobra e identidad porque alude a la intersubjetividad en un contexto de restricciones estructurales. La suposición fundamental en esta colaboración es que el proceso inexhausto de auto definición individual supone zozobra a la vez que ésta identidad, tal que al dialogar acerca de relaciones causales los participantes a la vez conforman sus identidades, es decir, esclarecen la realidad material y social al tiempo que se comprenden a sí y entre sí en sociedad. Con base en las interpretaciones acerca del sentido de la universidad, ámbito donde los individuos se definen a sí mismos a través de la interacción, se resuelve que prevalece la racionalidad instrumental-cognitiva, circunstancia que supone la conformación de identidad principalmente en términos de la aplicación del saber para conocer, condición que implica omisión del saber para lingüísticamente: articular realidades (experiencias socio-culturales), configurar el pensamiento y, correlacionar discursos y nominaciones (Velázquez, 2014). Se concluye que la autodeterminación en un contexto sociohistórico caracterizado por la prevalencia del desarrollo científico y técnico, precisa el reconocimiento de la dialéctica racionalidad comunicativa-racionalidad cognitiva e instrumental. 1

Palabras clave: Hermenéutica, identidad, ratio-reflexión y zozobra. 1. Objetivo El 55 Congreso Internacional de Americanistas realza el desafío que supone la conformación de identidades y el diálogo acerca del influjo de las innovaciones tecnológicas, en un contexto sociohistórico donde es significativo el influjo de una racionalización que instrumentaliza. El evento es una oportunidad para avanzar en el desarrollo del esquema Estructura fundamento de Significación Discurso-Ensayo, sugerido por el Prof. Dr. Manuel Velázquez Mejía, coordinador del simposio Zozobra e identidad. El propósito es contribuir a la discusión referente a la coimplicación conocer y experiencia como elemento esencial de la formación de la identidad como zozobra: hermenéutica y por consiguiente autocrítica (Velázquez. Agosto, 2014). Figura 1. El lenguaje y la ratio cautiva

Nota. La imagen de la cinta de Moëbius ha sido retomada para propósitos representativos. En Revista Digital de Matemáticas SACIT ÁMETAM. Madrid, martes 1° de junio de 2010, en http://revistasacitametam.blogspot.mx/2010/05/banda-de-moebius.html, búsqueda realizada el lunes 16 de junio de 2014.

Al respecto la consideración de la Ratio-reflexión como articuladora de uno de los espacios de conformación de la identidad, la universidad, es expuesta para discusión en el 55 Congreso Internacional de Americanistas. 2. Problemática La formación de la identidad principalmente en términos cognitivos conlleva soslayo de la interacción; además supone problemática el contexto temático del 55 2

Congreso Internacional de Americanistas: el discurso acerca del énfasis en el investigar relacionado con “[…] buscar el modo para reportar al hombre en el contacto inmediato con las cosas y el mundo” (Velázquez, 2014); permanece intención deseable de solo circunscribirse al reconocimiento sobre su importancia para la conformación de su identidad, es necesario trascender la consideración de la evidencia como referente único del ser-se al igual que permanecer en la reflexión filosófica, aun cuando alude al reconocimiento de la estructura interpretativa del conocimiento y de la existencia humana (Velázquez, 2014). En relación con la conformación de la identidad escapa al individuo que “[…] el problema no es: ser o no ser; sino ser aquello que todo hombre es: angostamiento, estrechez, sofocamiento… y no ser el que se es: siempre él mismo; pero nunca y siempre lo mismo;” (Velázquez. s/f). Así permanece pendiente la reconsideración de la relación zozobra e identidad para conocer la realidad material y a la vez asumirse sujeto en sociedad con fundamento en la “[…] experiencia histórica.” (Horkheimer, 2000). Introducción La identidad es algo por estarse continuando y por eso deviene zozobra, en palabras de Velázquez (s/f) “[…] yo no sé lo que soy, yo no soy lo que sé”. Entonces los individuos, su actividad y las condiciones materiales en las que se ocupan e interactúan, tanto históricas como aquellas resultantes de las acciones perfiladas hacia la obtención de ingresos o hacia los valores de cambio (Habermas, 1975), son los elementos empíricos a considerar para la comprensión crítica de la realidad y su transformación, vía la ratio-reflexión. Al ocuparse en la hermenéutica de las relaciones sociales y de las condiciones materiales subyacentes en la práctica cotidiana, conforme a la racionalidad comunicativa y la racionalidad cognitiva e instrumental el individuo se asume sujeto de la modificación estructural del sistema, proceso de reforma que implica el desarrollo de su identidad. En la actualidad, la fragmentación de la ratio-reflexión es manifiesta en la sociedad que enfatiza la optimización para propósitos de economía, premisa que implica el

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desplazamiento de las maneras tradicionales de vida1. Ante esta fase de la organización social (la modernización), pero en los términos de la modernidad, la conformación del individuo precisa la vinculación, con conciencia, de, a) su práctica cotidiana, b) la crítica histórica, c) la reflexión crítica y, d) la acción social; vía la recurrencia a la ratio-reflexión hasta que devenga cotidiana en la interlocución, considerándola en la problematización: del conocimiento, de la maneras de interrelación, de los estándares de valor y de los sistemas de reglas según los que son realizadas obras o producciones. Lo previo alude a la coimplicación zozobra y a la identidad; sin embargo es interés argumentar la suposición de que la alusión corresponde a la coimplicación zozobra-identidad. Así la teoría de la acción comunicativa (Habermas) facilita elementos teóricos y metodológicos porque hace referencia a la ratio-reflexión en un contexto sociohistórico. Por igual la hermenéutica que “[…] trasciende la reflexión filosófica, que pone de evidencia la estructura interpretativa del conocimiento y de la existencia humana” (Velázquez, 2014), es fundamento de la disquisición en comento. Preliminares a la disquisición hermenéutica de la coimplicación zozobra-identidad Para la comprensión de las múltiples y complejas orientaciones simbólicas de la acción social es pertinente el enfoque sociológico; específicamente es considerada la e de la acción comunicativa para la interpretación de las significaciones en el proceso de conformación de la identidad en zozobra y específicamente las alusivas a la intersubjetividad, porque en su teorización crítica acerca del contexto sociohistórico toma en cuenta a la dialéctica racionalidad comunicativa-racionalidad cognitiva e instrumental (Philip, 1998), donde es consideración principal la racionalización formal en la sociedad y en la ciencia. Para los propósitos del adelanto en la profundización y replanteamiento acerca del supuesto coimplicación zozobra-identidad, con intenciones 1

Ramírez, Rosa María, Una aproximación a la idea de Modernidad en Habermas, (Disponible a través de la Dra. en S. Rosa María Ramírez Martínez, Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de Ciencias de la Conducta, + {722} 272.0076 y 272.1518). 4

metodológicas es asumida la noción clásica de la racionalidad que acepta como

exclusivamente

válida

la

racionalidad

cognitivo-instrumental

presente en el saber proposicional de tipo técnico-estratégico. […] incorpora, además, una noción de racionalidad que parte del uso comunicativo del conocimiento proposicional en las acciones locutivas. […] son acciones “[…] que se basan en última instancia en la experiencia central de la fuerza libremente unificadora del discurso argumentativo para crear consenso” (Habermas, 2001). Lenguaje y hermenéutica Los múltiples y variados enfoques con respecto a la realidad material, expresados a través del lenguaje en el ámbito de la zozobra, es decir, donde acontece el proceso inexhausto de descubrimiento y de comprensión (mundo de la vida), supone complejidad al interpretar plexos de sentido; que sea el lenguaje la manifestación de la conciencia (condiciones materiales y formas de producción), posibilita la traducción y la comprensión entre idiomas (nacionales y disciplinarios), así como el entendimiento: La racionalidad es el fundamento común en los lenguajes considerados por los individuos con capacidad de acción y de habla, es rasgo esencial que posibilita la descentración cultural y lingüística — ponerse en el lugar del otro, que es necesaria para compartir significados a partir de la estructura lingüística del entendido, y conformar una identidad. Aun así, la gramática de cada lengua implica límites, circunstancia por lo que es relativa la comprensión de las diversas maneras de comprender a la realidad (Habermas. 1996). Ubicarse en la situación de quienes participan con uno en la definición de identidad y, por consiguiente, cuyos lenguaje se pretenden dilucidar, sea en el pasado o en el presente, posibilita trascender la noción formal (teorización o crónica) de los conceptos alusivos al mundo del estado de las cosas, a las maneras de relacionarse y a las vivencias, conforme a las actitudes de constatación, normativas o de realización, características de los diversos sistemas culturales de acción –ciencia, derecho y arte− y de los sistemas sociales de acción (economía y el Estado); al respecto, trascender a través del 5

diálogo la actitud que problematiza (zozobra) a otra (identidad), supone transformación del hermeneuta: zozobra una vez más. En el proceso comprensivo supone la dilucidación de las secuencias de sentido, considerando a la vez tanto el complejo en cuestión en un contexto material. La racionalidad hermenéutica se fundamenta en una epistemología donde la verdad y la fiabilidad son asumidas en términos socio-históricos, que supone: a) El cuestionamiento de los presupuestos del sentido común. b) La consideración de las dimensiones normativas y políticas en las relaciones con los que interactúa durante la hermenéutica. c) La imbricación de la epistemología con la intencionalidad, con fundamento en las condiciones materiales y las formas de producción, sean éstas pretéritas y, o sea el caso, las vigentes. Así, se facilita la comprensión de, a) los patrones de interacción comunicativa simbólica; b) cómo las formas y categorías, y los supuestos, subyacentes en la vida cotidiana, contribuyen a la comprensión del sentido de la acción social. En contraste con el análisis lingüístico (teorético), la interpretación se orienta hacia la comprensión del juego de lenguaje, a partir de la gramática según la cual interactuamos cotidianamente; que deviene saber referencial en el momento mismo que es tematizado y compartido a través de los actos de habla, sea para propósitos cognitivo-instrumentales, de coordinación de la acción y, o sea el caso, socialización. Por las vías que representan los procesos de interpretación, éste [mundo de la vida y, por consiguiente, patrones culturales, formas de interacción y estructuras de personalidad] se consolida en forma de patrones de interpretación que pueden transmitirse; se adensa en la red de interacción […] se transforma en actitudes, competencias, formas de percepción e identidades (Habermas, 1990).

La posibilidad de la conformación de la identidad precisa la interacción, reside en compartir complejos de sentido no obstante carencias de naturaleza sintáctica o semántica. De hecho, la ratio-reflexión es inmanente al diálogo al implicar el aprendizaje a partir de la identificación y aceptación de errores, sea por omisión, desconocimiento o interés. En diálogo los individuos se asumen hermeneutas, críticos y autocríticos; más que punto de llegada, conclusión

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definitiva y exhaustiva, es conforme a Velázquez (2014) “[…] auténtico punto de partida, una auténtica fuente de nuevas cuestiones que piden la profundización y [el] replanteamiento siempre progresivo del término: interpretación.”. Entonces el diálogo es esencial para la hermenéutica donde los participantes se reconocen a sí mismos y entre sí como sujetos reflexivos acerca de sus necesidades de interpretación sobre el mundo de las cosas y de la sociedad para conformar sus respectivas identidades en un contexto sociohistórico: La decisión de asumirse consciente posibilita la comprensión de sí mismo como sujeto en sociedad y acontece en el mundo de la vida, donde le es posible reconocerse en los demás, conforme lo aludido por Paz (citado por Velázquez. s/f): “[…] En el centro de un ojo me descubro, no me mira, me miro en su mirada”. En un contexto y lenguaje específico al interpretar significaciones de terceros o resultantes de las interacciones del proceso de intelección, el especialista y los implicados en el trato interactivo que investiga (escritos, obras de arte, valores culturales, objetos de la cultura material, teorías, técnicas), comparten connaturales saberes de fondo que confieren sentidos y, por consiguiente, pautas para interpretar las diversas acepciones del mundo (objetivas, subjetivas o sociales); incluso, en alusión a culturas extrañas, sean pretéritas o contemporáneas (Habermas. 1996). […] la práctica comunicativa cotidiana se extiende sobre el campo semántico de los contenidos simbólicos, así como sobre las dimensiones del espacio social y del tiempo histórico, y constituye el medio a través del cual se forman y reproducen la cultura, la sociedad y las estructuras de personalidad. Habermas. 1996)

Al dialogar son puestos en duda pretensiones de validez según es pretendido convencer, incluso convencerse acerca de algo en el mundo de las cosas o social. Se recurre a la interacción para resolver enjuiciamientos cognitivoinstrumentales, práctico-morales, culturales, psicoterapéuticos y dramatúrgicos. El entendimiento acontece conforme coinciden horizontes, que son referentes para resolver sentido ontológico más que óntico (Velázquez, 2014).

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Entonces la ratio-reflexión es manifiesta al dialogar según referentes que identifican y se identifican entre sí diferencias y son reconocidas coincidencias, en un contexto sociohistórico; en tanto que: a) las pretensiones de veracidad o de validez cuestionadas, b) sean susceptibles de crítica fundamentaciones de lo expresado y, c) sean resueltas diferencias a través del razonamiento, incluso reconocidas diferencias (Habermas, 2001). El proceso de hermeneutización implícito en el diálogo pone de manifiesto la estructura interpretativa del conocimiento en un contexto sociohistórico: conocer

y

experiencia

son

un

hecho

coimplicado,

manifiestan

coincidentemente el hecho de interpretar (Velázquez, 2014). Hermenéutica de la coimplicación zozobra-identidad Para los propósitos de la presente disertación acerca de la interrogante zozobra ¿es? identidad, y del supuesto que se argumenta: la coimplicación zozobra-identidad; es reconsiderada la acepción cotidiana de la vivencia zozobra: la tragedia que supone asumir conciencia del — ¿Soy solo, me sé solo?, en términos saberse agente de elección, decisión y coherencia. Problemática supone la interpretación del complejo coimplicación zozobra e identidad en un contexto sociohistórico, al participar como hermeneuta y a la vez participante en los procesos de socialización y aprendizaje acerca del mundo: exposiciones cognitivo-instrumentales acerca del estado de las cosas, expresiones de vivencias y coordinación de acciones. Sin embargo la realidad material es comprensible a través del lenguaje, la tematización es materializada lingüísticamente. La hermenéutica facilita la comprensión del concepto, pero es encarnado por medio de la lengua (Velázquez, 2014). El individuo estructura simbólicamente el mundo de la vida compartido intersubjetivamente

(Habermas.

1990),

conforme

a

la

conciencia,

expresándolo a través de metáforas y de la metonimia, articuladas gramaticalmente para conferir sentido, un lenguaje que “[…] no es totalmente arbitrario ni totalmente libre” (Arenas-Dolz. 2003), sea al conocer-hacer, al

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coordinar acciones o cuando interesan significaciones coincidentes a través del consenso, acerca de la realidad. En lo material o lo social la definición del problema, metodológicamente, supone vivencia de la zozobra, al ser dilucidación paulatina e inexhausta de aquello puesto en duda (Sánchez, 1993). En el proceder irreflexivo, pragmático, es desapercibida la ratio-reflexión: la práctica tiene sentido porque es utilitaria, con fundamento en conocimiento que es reconocido verdadero al resultar útil para el logro de los intereses materiales (Vázquez. 1973). Sin embargo, el individuo afronta la necesidad de satisfacer sus necesidades al relacionarse con la naturaleza y en sociedad, vía la aplicación del conocimiento que ha desarrollado acerca de éstas y de sí mismo; también para transformar condiciones materiales y maneras de interrelaciones productivas: [El individuo] “Al operar por medio de […el trabajo] sobre la naturaleza exterior a él y transformarla, transforma a la vez su propia naturaleza. Desarrolla las potencias […] en ella y sujeta [sus…] fuerzas de la misma.” (Marx, 1971). Incluso que en el producto se manifiesten los procesos considerados para transformar a la materia, como los instrumentos que para tal fin diseña y posteriormente utiliza, implica el nivel de desarrollo en la relación entre el individuo con los recursos productivos (materia, instrumentos) y con las relaciones de producción: la revelación del grado de desenvolvimiento de la fuerza de trabajo y de las condiciones sociales donde acontece, “Los medios de trabajo no sólo […] señalan el desarrollo alcanzado por la fuerza de trabajo humana, sino también indicadores de las relaciones sociales bajo las cuales se efectúa ese trabajo.” (Marx, 1971). Contribuye a la recreación de la realidad y al desarrollo del individuo, así como de la sociedad, la actividad práctica realizada para ampliar y corroborar teorías, comprobando hipótesis y fortaleciendo interpretaciones, en los diversos ámbitos donde el individuo se transforma a la realidad, a la sociedad y a sí mismo: ciencia, tecnología, economía, educación y arte. Tan significativa es la aplicación de acciones e instrumentos para transformar a la realidad, produciendo objetos, como lo es aquella destinada a la recreación de 9

la realidad, desde enfoques artísticos: La actividad práctica que enfatiza la expresión de las vivencias, más allá de consideraciones práctico-utilitarias, potencia la humanización que implica el trabajo dispuesto a partir de un enfoque histórico-social para el desarrollo de las fuerzas connaturales y a la vez de la sociedad (Marx, 1971). Todo acto humano en cuanto tal es interpretación, cuya estructura siempre y en cada caso coimplica una “X” teoría de conocimiento, un “X” modelo de producción de conocimiento, es decir, un “X” modelo de epistemología y también al mismo tiempo “X” sentido u Horizonte de significación. ActuaciónHistoria sustentada en un “X” sistema de relaciones entre significantes; pero y al mismo tiempo patentiza un “X” Horizonte de sentido o significación de todo acto interpretativo. Toda actuación de la ratio, siempre y en cada caso, implica una simultaneidad estructural […] (Velázquez, 2014).

Así la problemática del ¿Quién soy el que yo soy o quién hace de mí lo que soy?” (Velázquez, s/f), alusión de coimplicación zozobra-identidad, introduce al complejo actos históricos-hermenéutica-sociedad; donde el diálogo es a la vez crisol de horizontes de sentido y enigma transparente, es decir con otras palabras, ámbito de ratio-reflexión, coimplicación pues zozobra-identidad. Discusión El devenir histórico-social materializa la dialéctica racionalidad comunicativaracionalidad cognitiva-instrumental, alude a la redefinición de la práctica a partir del conocimiento, incluso el desarrollo de objetivaciones y de materializaciones inéditas; con otras palabras, la teoría deviene fundamento que facilita condiciones para la asunción de la conciencia y el desenvolvimiento de la actividad práctica transformadora, individual y social. La conformación de la identidad en, por y para la zozobra precisa actividad práctica con fundamento teórico y a la vez, no obstante la redundancia, a la teoría sustentada en la reflexión acerca de la acción que se realiza con arreglo a la transformación del estado de las cosas en el mundo físico y en la sociedad. La comprensión del sentido de zozobra, que es la transformación de la realidad social, requiere el cuestionamiento de las significaciones referentes a la actividad práctica, tal que facilite condiciones para materializar el conocimiento de las cosas y de las acciones en la modificación de las condiciones materiales y de las formas de producción: La vida social es esencialmente práctica. [La enajenación 10

de la teoría encuentra] […] su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica. (Marx, 1971) Así la coimplicación zozobra identidad supone pretensiones de verdad según criterios e indicadores a la vez que de validación conforme con fiabilidad. El devenir histórico-social lo evidencia en la fundamentación teórica de movimientos sociales. Distingue a la teorización con respecto a la actividad práctica, que posibilita prefiguraciones de desenvolvimientos histórico-sociales y, o en su caso, las conceptuaciones requeridas; la diferenciación implica la autonomía relativa de estos ámbitos entre sí, aun cuando integran una dualidad cuya transformación supone el influjo mutuo y continuo de los conformantes, sean agentes o ámbitos influenciados. La

ratio-reflexión

subyace

en

el

devenir

histórico-social

y

entraña

consideraciones: a) el conocimiento de las condiciones materiales y de las relaciones de producción a transformar; b) la destreza en la aplicación de los recursos conceptuales y materiales requeridos; c) la disposición de conocimientos, con pertinencia tomando en cuenta el contexto histórico-práctico “[…]es decir, insertando su praxis actual en la historia teórico-práctica correspondiente” (Sánchez, 1980) y d) la precisión conceptual de los correspondientes satisfactores teóricos y, o en su caso, materiales a procurar. Incluso la dialéctica en comento supone anticipaciones (prefiguraciones, objetivaciones y materializaciones) y durante su despliegue implica exigencias de ajustes en las conceptuaciones conforme se manifiestan las teorizaciones y los objetos; circunstancia que hace alusión a la inmanencia de la conciencia en

la

dialéctica

racionalidad

comunicativa-racionalidad

cognitiva

e

instrumental: La ratio-reflexión es coimplicación zozobra-identidad en transformación constante. Conclusión Trascender la consideración del supuesto zozobra e identidad implícito en la formación de la identidad conforme con el conocimiento, precisa que los individuos devengan sujetos de la modernidad, donde por su naturaleza dialógica 11

persisten las condiciones favorecedoras de, a) el discurso público sin coacción alguna para la integración de la coimplicación zozobra-identidad y, por consiguiente, b) poner en evidencia la omisión por soslayo de la ratio-reflexión. […] el proyecto de la Modernidad [supone] el despliegue de la razón, en un proceso de autoconformación en el cual el hombre es capaz de una acción racional y una conciencia de su propia historicidad (Ramírez, 2010)2

En el contexto histórico de la universidad centrada en el conocimiento y que soslaya la formación para la convivencia social (Rodríguez, 1999), el supuesto en esta disquisición es que aun así es factible la ratio-reflexión que inmanente en el diálogo. La ratio-reflexión supone actitudes de realización, facilita condiciones para la integración de la identidad en zozobra y para zozobrar; así es posible discurrir con racionalidad las implicaciones de la contradicción que supone en términos de “[…] ser en íntima y coimplicada comunión llamada mundo, naturaleza, historia o sociedad” (Velázquez, 2014), en un contexto sociohistórico con fundamento en el significado, que precisa por igual la significación, es decir, la coimplicación Hombre-mundo. La hermenéutica facilita conocimientos y comprensión a la vez sobre la estructura interpretativa del conocer como aquello por reconocer y recomprender, tanto de la relación del individuo con la realidad material como del ser y ser-se. La concepción y la praxis de hermenéutica en términos de pensamiento y acción moderna son una configuración juiciosa de razón y de sensibilidad con humanidad. Con otras palabras y en el contexto de la universidad es acción ratio-reflexión con fundamento histórico-social, para la formación de identidad en zozobra, por y para zozobrar, con arreglo a la autodefinición auténtica y original, incluso con resabios de dogma. Alude al conocimiento y comprensión individual y social de ser libre (presente) con responsabilidad respecto a sí mismo y en relación con la sociedad, además, con sentido de afinidad — pensamiento y acción— en relación con el futuro deseable para efectos de desarrollo individual y social. 2

Ramírez M, Rosa Ma. Una aproximación a la idea de Modernidad en Habermas. Toluca, 2010, p. 4. (Disponible a través de la Dra. en S. Rosa María Ramírez Martínez. UAEMéx. Facultad de Ciencias de la Conducta, + {722} 272.0076 y 272.1518). 12

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Iberoamericana

de

comunicación

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