\"Ye ne se pa...\", en Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, 2º Época, núm. 51, octubre de 2003.

June 27, 2017 | Autor: M. García Hernández | Categoría: Avant-Garde Cinema, Surrealism, 20th century Avant-Garde, Surrealismo, L. Buñuel
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Descripción

II.{STITUCION LIBRE de /

EI.{SENAI.{ZA

de

EI.{SEÑAI.{ZA

DIRECTOR Juan Marichal

coNSEJo DE REDACcTóx Gonzalo Anes ¡ Elías Díaz o José García-Velasco Salvador Giner o Antonio Gómez Mendoza o Diego Gracia Laporta o Emilio Lledó o José-Carlos Mainer Antonio Martínez Soler o Gonzalo Menéndez-Pidal José Roberto Mesa r Francisco Michavila o Javier Muguerza Elvira Ontañón o Teresa Rodríguez de Lecea r Francisco Ros Nicolás Sánchez Albornoz o José Manuel Sánchez Ron Vicente Alberto Serrano r Virgilio Zapatero

Francisco Javier

SECRETAzuO DE REDACCIÓN Carlos Wert

El B.oktyt'.d¿ Ia Instilución Libre d¿.Enscñanzaes

e.l órgano difusor de la Fundación Francisco Giner de los Rros y no asume, necesariamenle. los crireriós expüesros .n ro, arrrüo, hirudo, por ru, respecüvos autores; o. *?,l:Tl_:isue det. Biktín que r" qr. Ja¡a111 desde su tundación siemp"re defbndió la lnsttuiiün ú-bi;;; (art. 15 de los Estatutos).

¡;;;;;;;il'.rp,r,,.,

ñ¿#r,

Información: Fr;rrueclóN Fn¡¡¡crsco GlH,nn tn los RÍos INsrm;c¡óN Lmnr tn Exs¿ñmze Paseo del General Martínez Campos, 14 28010 Madrid Teléfono: 91 446 0l 97. Fax: 91 446 g0 68

Edita:

FumacróN Ftrnrcrsco G¡rmnon Los RÍos [INsrrrucróN LrBRx DE ENsEñANza]

Diseño

l maquetacion:

Vicente A. Serrano

C o udin a ci ó n e dit ori al :

Federico Romero María García Alonso Viñeta

d¿

bmtada:

Motivo ornamenlal en una boca del metro de parís. Interpretación sobre una foto de Brassai

Esta revista es miemb¡o de ARCE Asociación de Revistas Culturaies de España.

Artes Gráficas Luis pérez, S. A. - Algorta, 33 _ 29019 MADRID Depósito legal: M. 14.977-1987 ISSN:02141302 Todos los de¡echos reservados. Esta publicación no puede ser reproduciila,

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Tfl1Tr9::,^:.TllT1,ldu

R-¡.ael Santos Torroella (191+2002) Prxtica

in nuce

9

E¡t la muerte de Natalia Cossío

11

-\lberTo Jiménez, escritor

13

y las aanguardias porJosé Bello, Rafael Santos Torroella yJoaquín Molas

1.,: P,¿sidencia de Estudiantes

L,

2T

',,io clínico de Santos Tbtvoella

it

por Eutimio Martín \c'ifú's Torroellct,

espacio fronterizo entre la poesía

y el arte

porJaume Vidal

45

i- ttnndo

Dalí compró la ca,sa d,e Port-Lligat porJuanJosé Lahuerta IV ne se pa..." por Miguel Angel García Hernández alfantasma por Luis de Zulueta

Bu¡7¿tel: de la Rzsi,dencia

69

de Lo,libertad

99

tu tierya más allít,

d¿l agua": José Moreno Villa en Ia Residencia Estudiantes ) en el exilio mexicano por Arturo Sáenz de la Calzada

Iace

5t

de

111

SLITBI-ANZAS Luis de Zulueta

porJulián de Zulueta .7ñuro Sáenz de la Calzada por José García-Velasco

119

721

CRÓNICA Proyecto EPístol@: primeras ediciones de José Macpherson a la Academia de Ciencias de París sobre los terrernotos de 1BB4 en Andalucía

r29

Comunicaciones

130

Actividades en colaboración con ADANAE Presentación del nnanúm. 4g-b0 en la Feria

Exposición: Vat del Omar y Cursos de verano

l.

las

130 der

Libro de Madrid

Misiones pedagógicas

La Ilustración 1 la Institución Libre

d,e Enseñanza 2. Los intel.ectuales republicanos en las Misiones ped,agógicas (1931_1936)

3. La Institución Libre d,e Enseñanza y el sistema ' de la fulauración ( tBT j_l92 j)

Presentación del libro Marcha Gin,n y excursión conmemorativa

XXXII Colonia

de Vacaciones en

Curso Búsqued,a: Del archiao a la

Villablino (León)

red,

131

732

133

134 735 136 737 138

RESEÑAS

Luis Bello: Viajes por las escuelas de Cataluña por Conrad Vilanou Consuelo Nara,njo, M." Dolores Luque v Miguel Ángel puie (eds.): Los lazos de [a ruiluro. Eltentro d;ir;r;;E, !3mper Históricos dc Madrirt y.La rte puerto Ri;;-;é1;l%9 -Lrniuersidad, por Elena Hernández Sandoica

i Fabre: poema,s d,el alquimista porAntonio Gamoneda

I39

ru7

Josep Palau

ru4

oYe ng se pa...)* Miguel Angel García Hernández pintor, sin embargo, moaerá a risa, puo no al llanto, pues el llanto es más aiolento

El.

accidente que la risa.

Leonardo da Vinci Si se riwa uno de todo lo que mune a risa, empaando ltor ar1uello que sobreliae de lo que

.

unl

amaba, en andad nuestra boca

sería c0m0

una llaga siempre abiuta

1

sangrante.

Xavier Forneret

It

ff

onté la película sin moviola, sobre una mesa de cocina, con una lupa, y

(lvl;:ff.txffi :ilili:lilx,'#:,i:;:*;:Tfi'T,lff n:'m-;: miento podía en cierto modo reconstruir la imagen. Así, por no tener moviola, desperdicié buenas tomas,.l El comentario, dicho a las bravas en una entrevista, era calcad.o del aparecido en Mi último suspiro: nDespués del rodaje, sin dinero, tuve que hacer el mon-

taje yo mismo, en Madrid, encima de una mesa de cocina. como no tenía moviola, miraba las imágenes con lupa y las pegaba como podía. Seguramente, descarté imágenes interesantes por no verlas bien,.2

Sentado en su mesita, con la lupa en la mano mientras noía mentalm enter la Cuarta sinfonía de Brahms,3 los niños con bocio y los cerdos comiendo basura de Las Hurd¿s no debieron resultarle a Buñuel muy diferentes de las imágenes que se ven en los

-

Una primera versión de este artículo apareció en Pedro G. Romero: El fantasma y

de Fuent¿hsridas a

Hondatribia, por

el esqueleto: LIn uiaje,

la identidatl,. BNV Producciones. San Sebastián, 2000. I Tomás Pérez Turrent yJosé de la Colina: Buñuel por Buñu¿./ PLOT Ediciones. Madrid, 1gg3, pág. 36. Las entrevistas que forman este libro se realizaron entre 197b y 1976. 2

las

flguras

d¿

Luis Buñuel: Mi último suspiro. Plaza &Janés, Barcelona, 19g7, pág. 161. Tomás Pérez Turrent yJosé de la Colina, o. cit., pág. 36: "La oía mentalmente mientras montaba la película, y sentí que le iba bien,. 3

70

*TE NE SE

PA,¿

sellos. Eso, sin más, eslo fl,u: algo vago, impreciso, cogido con pinzas. un día tienes una gitana deJulio R91ero de Torres y otro un p.r.uJo o .rn puto de Ruán. nColec_ cionaba sellos,, podría haber dicho sin que variiramucho el iecuerdo: la cocina, la mesa, la lupa y unas imágenes que vienen y van. La Rond,a nocturn4 de Rembrandt o La matanza de scio, de De]acroix,, que son, para tormento de historiadores, uEspaña, tres céntimos, o nRusia, diez rubloso. Entre la sangre que se clerrama y las franáchelas nocturnas de unos amigotes no hay mucha dife"ren.iu puru el coleccionista, empeñado siempre en mover esos montones escurridizos de .lo que falta, y ulo que yu ti.ne,, que es tanto como distinguir entre lo que oaún vals, y lo qr. sobia,. pero io impor"yu tante para mover montones es siempre la lupa y la mesa, y mucho mejor si en et rogón un buen guiso que deja su vaho en los crisiales de la ventan a,rr"pu... fay ¿yqué más flnuque lo üsto con lupa? sobre todo esos benditos bordes dentados qu. pu...., .o.._ duras pequeñitas' cachitos de película estáticos y perennes que el Ritoncito pérez ha venido a trocear. Pasando uno por uno los fotogramas .on iu lupa, no debió pasarle desapercibido a Buñuel que esas muescas son engranajes perdiáos sin una moviola; que lo que en ellas era promesa del tiempo la imagen-, se convertía -reconstruir ahora en búsqueda del punto de enfoque principal, que en todas"las lupas suele ser tan pequeño y sus bordes tan difusos que el coleicionista debe mover su mano insistentemente para mirar dos miserables centímetros cuadrados. pero si de lo que se trata es de ver moverse las. imágenes,_ su mano y su lupa, como un sólo cuerpo informe, son inmejorables: se agitan como locos en la cocini. Y a eso debía ref'erirse Buñuel cuando dijo que la película estaba hecha usin moüola ni hostias. Está montada con los pies''a Buñuel hubiera coincidido conmigo en este diagnóstico, no sin esa cierta coquetería naíf yo no dudaría en comparar con la deicartero cheval- por ser capaz -que de montar una película sin moviola.

. Pasaron los años yfueron cayendo los surrealistas como moscas, pero Buñuel, manos a la obra con sus montones, nunca dejó de recordar, viva y nítidamente, aquella cocina, ayudado, según algunos comentarios maliciosos, por lanavaja que cortaba los foto_ gramas antes de ser enfocados y montados... Tanto lo reiordó y con tunto filo, con palabras tan calcadas y expresiones tan idénticas, que empiezan a sonar a legend.arias.

El recuerdo de aqLLella simple pobreza, con la lupa en li mano y la nava3i sobre la mesa, atenazaron a Buñuel como el Lapin AgtltaPicasso. Tán ingenua leyend"a nos atenaza también a nosotros. ¿Que se cocería en la cocina de Buñuel? se cuece, ante todo, que hemos dejado de reconocer que en el ojo cortad o d,e LIn puro andaluztambién estaba mon-

a

Max Aub: Conuersacilnes con Buñuel, seguidas de 45 entrnistas con familiares, amigos 1 colabma¿mes d¿l cineasMadrid, 1984, pág. 76: .Monté la película sobie una -esu dé cácina con una lupa, por lo que a veces se me desenfocaban las imágenes. Ni moviola ni hostias. De verdad, está ta aragonés Aguilar,

piesu.

BILE, n.'51. Octubre 2003

montada con los

MIGUEL

NGEL

GARCL{ HERNNDEZ

7l

tando su película: un corte preciso y... ¡al siguiente sellol, como él mismo reconoció en nDécoupa

o segmentación cinegráfi ca,5. Nada extraño para quien declaró su gusto por olas pequeñas herramientas. alicares. tijeras, lupas, destornilladores. Las colo g¿

co cuidadosamente ordenadas en

ur c{ón

y me sir"r,o de s1125,.6 ¡La estaba montando buena en París con su c{a de herramientas y ese

sencillo corte entre dos fotogramas: las nubecitas y el ciclista que hace de ursulinal Aquel ojo y su corte se vendieron religiosamente en revistasde bricolrur. Bifu,r, La Rnolution Stnróaliüe, Variétho Cahius d'Art,'- Pero Buñuel dejó la chapuza a medias, el ojo no ter-

minó de hacer ckc.Y quizás porque su ojo al claro de luna no pretendiera tanto hacer visibles las delicias de la ceguera como dejarlo abierto en canal, en ese estado de ocalma anestesiada, que Dalí le adscribió a Buñuel en 1928 sin muchos rodeos. Sólo por una

Detolle del collage de Mox Ernsi . o, como se decía en Auant-[arde, con Las Hurdtsde Buñuel se daba paso a una España .verdaderau: nTodos sus films llevan- la-marca de España, no de_ese país ridícuro de tablados, castañueras y toreros, sino de la verdadera España. El lBuñuell une sin esfuerzo el realismo mái groseramente refinado al misticismo y al gusto de un sublime amargo; vive en famiiiaridad con la alucinación...".30 Mientras comenzaba la frenética,ungriu de Europa, Auanfgardelo tenía claro: lo verdadero vendría a ser un producto de Iialucinación, tanto como la alucinación sería la realidad misma. Esto es: hay que estar en estado de alucinación en EI SoI oEstas recientes üsitas a Las Hurdes, sin excluir la del monarca, tal vez sir-r,an para mejor comprender la soberbia de muchos españoles de todas las clases, sobre todo las altas, y si deipués de comparar a los hurdanos con el promedio de los españoles, nos comparamos como nación actual con el mundo contemporáneo, es probable que nos convenzamos de que no son libros de Ia Patrialos que hacen fa1ta, sino palabras críticas e incitadoras y obras quejustifiquen nuestros títulos de país modeino y ciülizado. Hay que acabar con el hurdanismo de Las Hurdes... y con el de toda España,. Cii. en Luis Carandell: nCrónica de las crónicas,, en Vtaje a Las Hurd,¿s. El manuscrita inédito tte C,regorio Marañon y las fotografías de. ta uisita de Alfonso XIII. El PaísAguilar y Fundación Gregorio Marañón, Madrid, 1998, p;g.. 4'6. 2e *Un lrlm sur l'Espagne', Populnire, París, B de enero de 1937. Reproducido en el"catílogo de la exposición Tierra sin pan' Luis Buñuel i el nous camins d,e lns auantguard,e (cuya comisaria fue Mercé lbarz) . IVAM,

Centre Julio González, Valencia, 1 9g g, pág. 1 40. Pierre Lefebr're: .Signé. Louis Buñuel,, Aaant-garde,Bruselas, 11 dejunio de 1g37. Reproducido en ibíd., pág. 139. 30

BILE, n." 51. Octubre 2003

B4

, nos plantea el problema' nada despreciable, de saber si el Prelamwhanalque cons[uían sus amigos soüéticos fue un asunto de Estado o una barraca de feria. tam¡i¿n Rodchenko vio allí bichos raros con su Leika... Y que conlinuara diciendo: ollegan y luelven a marcharse. pero los habitantes de Las Hurdes no van a ninguna parte . cJmo ántes, .l lrgur.á, habitable de Las Hurdes es el cementerio, nos llevá a résoherlo diciendo qu. ,i.onr.rtara (asunto de Estadon, no dejaría de ser un muerto que busca su particular infierno; y si contesrara .,barraca de feria), quizás fuera un turista snoó que busca la soledad... En cualquier caso, llegó yvolüó a marcharse, como un disciplinadó turista snoó que sabía cómo utilizar magníficas carreteras de ida y luelta puru q.,é ot,os se qrreduran L' h ida y no

t¡ro,

pudieran ir a

BILE, n.'51. Octubre 2003

UIqqEL,qNctr c¡ncÍq urRrvÁNnu

B5

runguna parte' ;Es que no sabía que por esa carretera por ra que él llegó ros o'os podían salir? ¿Y no sabía que la habíi mandado construir Álfonso'Xlll para solucionar el problema de incomunicación de las_alquerías pobres, y qr. .r fJnopurlrobrema de éstas era además, como diio Gregorio Maráñón y er propio Buñuer reconoció al cabo de ros años, una carencia de yodo? Aquei exceso que eranlas Hurdes se había convertido rápi_ damente en una especie de cuártel de ra mileria. ¿pero en que o,.u.oru pueden pensar

los bien cebados cuando comienzan a arucinar? han dicho en los fastos de Buñuel, pasan por

Lir ru*o, ,irinos

de rn

vanguardia, como

Las Hurdes. pero pasan por allí, como diio Josep.n4. d9 s3garra, porque se han coni'ertido en , tenía en Sus manos la misma antorcha que pasó a Aragon parajustificar la aparición de Le Surréalisme au

ao

Max Aub, o. cit, pá9. 71. Henri (iyii¡6¡ *La ligne généralen, Documents. Archéokt$e, Beaux-Arts, Ethnographie, Variétís,París,

al Georges

año, núm. 4, 1930, pá9. 217. Roberr Desnos: sin título, Documents. Archéologte, Beaux-Arts, Ethnogra,phie, Vari,étés,Paús,2'o año, núm. 4,

2.0 a2

1930, pá9. 220.

BILE, n." 51. 0ctubre 2003

92

,,13I3SIP,4..., Suaice de la Rnrtlution: *Uno imagi-

na que aquí nada ha sido sacrificado a una mediocre satisfacción literaria 1...1,." No, la llama no arde por las palabras. Estos aprendices de brujo de la política acaban de echar los papeles al fuego para eliminarlo fuu,la usatisfacción literariao, y dejar ver lo flagrante, lo evidente, lo concreto:

la pobreza manipulada. Así que no es extraño que Desnos, inflamado de concreción, sacara su lupa y busca-

ra con ella en el montón de Eisenstein para extraer El cura mirand,o una

nub(. vn fotograma concreto que colocó piadosamente al final de su artículo. Ycon razón: es el nuevo rostro ultramoderno del surrealismo al sen'icio de la revolución, no muy diferente, por cierto, al de las histéricas

Histérico según Chorcot. Fotogrofío publicodo en Lo Révolution Surreoliste, Porís, núm. I 'l . l5 de morzo de 1928.

de Charcot... En un breve destello o chispa que saltó del fogón, Docztnentsfue el patrón donde los surrealistas cortaron su traje nuevo. Para volver a nacer al servicio de la revolución, el surrealismo necesitaba cle esa mirada sobre la pobreza enten-

dida como cántico perpetuo. una especie de pobreza originai que revertía incansablemente sobre quienes la suflan mediante la acción de piadosos ú4jeros. Los hurdanos fueron guardianes de la pobreza y guardianes de la ambigüedad surrealista. porque viendo EI cura mirando una nubeyaningún surrealista, ni los del amor admirable nilos de la vida sórdida, podría saber si tenía hambre o simpiemente estaba histérico. nEl documental minucioso demuestra, una vez más, la ósmosis constante establecida entre la-realidad y la surrealid¿do,aa decía Dalí en su catálogo de ntsndsr.ias antiartísticaso. ¿No sería eso mismo lo que buscaba Buñuel en éste odocumental pintorescoo,

a3 Ibíd., pág. 220. aaSalvadorDalí: .Rer,'istaderendenciasantiartísticaso

1929, pá9. ),0), en ¿Por qué

BILE, n." 51. Octubre 2003

se

(l.'AmicdelesArts,sitges,núm.31,31

ataca a La üoconda?, o. cit, pág. 67.

demarzode

MIGUEL ÁNGEL GARCí{ HERNÁNDEZ

93

Fologromo de Lo vieio y lo nuevo, de Eisenstein. Documents, Porís, oño

2,

núm.

4, 1930

como él mismo lo llamó? Y pintoresco según la acepción daliniana, que tan bien le cuadra al paisaje que construyó Buñuel de las Hurdes en su cocina con su pequeña lupa: paisaje pintado a mano... uComo para Dalí la pintura es "la fotografía a mano y en colores de Ia irracionalidad concreta y del mundo imaginativo en general", y como Ia escultura es su "molde", es obüo que el cine sólo puede ser la proyección en movi-

miento de la irracionalidad concreta y del mundo imaginativo en general,, decía Breton en México en una presentación de Un perro andaluz.ab Habían pasado sólo dos años desde Las Hurdes, pero no pudo habiar más claro, delante quizás de Trotsky y negando la condición política del cine moderno: nDespués de La Edad de Oro,Buiuel se ha aplicado a buscarse -no sé si después se ha encontrado- en otra dirección implica que su sumisión a las órdenes de un partido, sumisión que nos ha privado, desgraciadamente, de toda nueva ocasión de apreciar los extraños dones que le hemos



André BreLon:

Oeuwes complites, t.

II, pág. 1267

BILE, n.' 51. Octubre 2003

94

*)E

\E

SE

PA,..,

conocido,,46 La interpretación política de Las Hunl,es que maquina cuidadosamente Breton no es que sea falsa, sino insuficiente, pues .t lu *utr.ru de salvarse de la sumisión que é1 mismo y el surrealismo habían puesto en ese mismo partido. ¿No se acordaba ya del amenazador telegrama que había hecho poner en la primera pagnu del número I de Le Surréaksme au Suuice d,e la Rnolution?: .c¡¡u,ulq¡ns sr rupÉnrqrisun lÉct-cRr GUERRE AUX so\''IETS NorRE posITIoN sER{ coNFom,lÉwNr AUX IItRECTñtss rRoISmUn INERN,qUONATE POSITION DES MEMBRES PARTI COMMLTNISTE FR{NQAIS,. E

insuficien-

te por el'adir la categoría de imágenes más arbitraria del surrealismo, que él mismo había enunciado en el primer manifiesto y que eliminé anteriorment. puru intentar-

lo ahora por mi cuenta ron más fuerza: nla que presta Breton-, muy natu-decía ralmente, a lo abstracto la máscara de lo concreto, e inversamenter. ¿No es acaso una definición perfecta para enfrentarse a Las Hurdw? La perfección de ta arbitrariedad desencadenada... Los hurdanos no dejaron de ser tiposabstractos, por muy concretos que se presentaran en los fotogramas de Buñuel; tan abstractos, que podían seruir para denunciar la pobreza en cualquier parte del munclo. Guardianes deia pobreza y guurdianes de lo abstracto. Yguardianes, ante todo, del terrible trab{o dél artista'qire le

contara Buñuel a Dalí en una entrevista sin ningún pudor: uEl artista es el encaigado de ensuciar los más puros objetos de nuestra época, quien los comprende menJs,.r? No conozco mejor definición del surrealismo que ésta, ni ninguna otra que haga mayor justicia a aquella caricarura de Nbiñana en Las Hurdes: basá con quitar a etiiRana y poner a un surrealista, mitad defensor de la vida sórdida, mitad del amor admirable, para que nada cambie: los hurdanos seguirán detrás, en la suciedad, formando el abstracto plano general que legrimita la veracidad del primer plano. Guardianes.,. Pero volvamos a nuestro circo y hagámonos aquella pregunta que espero que no hayáis olvidado. ¿Qué ve la lupa? ¿Qué imágen eshacen flouá travéi de la lupaiNo es difícil imaginarlas con precisión: paisajes, planos amplios, vistas generales dÉl pueblo, escenas con muchas figuras, fiestas, reuniones. La multitud, en definitiva, la üda tranquila y reposada del pueblo. vistas en la mesa de la cocina, fotograma a fotograma, y

a6

Ibíd., pág 1266. YBreton llegó airn más lejos al año siguiente, en 1937, cuando publica en el número 70 de Minotaur¿ (invierno de 1937, pág.2) un artículo diciendo que Urz chien and,atoiy Liged'Orhan sido superadas por 1f I a binl,, deHarold Muller Tras la repetición de la cadena genealógica clel *Mais

cine, dice: c'est á 1¡'s a Bird, en 1937, que nous devons d'étre projetés pour la premiére fois, les yeux dessillés sur la distinction platement sensorielle du réel et du fabuleux, au coeur méme de l'étoile noire., En Oeuares compbtut Gallimard (La Bibliothéque de la Pléiade), vol. rr, parís, 1992, págs. 1206_120j. a7

salvador Dalí: uluis Buñuel, (L'Amfu del¿s Arts, sitges, núm. 31,

qué se ataca a

3l de marro de lgZ9, pág. 16), en ;por La Gioconda?. Ed. de MaríaJ. \'era. siruela, Madrid, 1g94, pág. 7g. yBuñuel Ie diría algo

semejante a A X{ax Aub a propósito de Las Hurd¿s: uEn cuanto a que filmé lo peoE era verdad. Si no, ¡a qué iba? Pensé que ya no podía hacer nada en el cine, igual que lo había pensado al acabar LIn perro and¿luzy LaEdad d¿ Oro" (Ma-rAub, o. cit, pág.77).

BILE, n.' 51. Octubre 2003

MIGUEL

NGEL

GARCIA HERNANDEZ

95

por muy potente que fuera la lupa de Buñuel, aquellas imágenes debieron resultarle vagas y borrosas, masa confusa de puntos y sombras, verdaderamente informes, pero por abstractas. Con la lupa de Buñuel sólo el close-up se mantiene denso sin hacer flou:

bocas purulentas, pies destrozados, cerdos comiendo basura, niños con bocio, el ojo de un burro comido por las abejas... La maldita lupa se metió entre las esperanzas de

comensalidad que Buñuel había sentido en las Hurdes y lo que veía ahora sobre su mesa de la cocina. Tengo un amigo que de niño miraba con lupa una película porno

de sus padres: no la podía proyectar en la pared para que no se enteraran. Pero según cuenta, aquello, b{o la almohada, entre los pliegues de la manta y el ovillo de la película, era mucho mejor: se quitaba las vistas generales para quedarse con los primeros

planos. El lo llamaba nla chichao... ¡A¡ qué diferentes hubieran sido las cosas si Buñuel o mi amiso hubieran tenido su moüola en vez de una simple lupal ¡Siempre esa malditapobrezaen medio del ojo, siempre a escondidasl También hubiera sido todo más aburrido. Quizás las imáeenes que filmó Lotar y la lupa eliminó hubieran sido más parecidas a las de las Misiones Pedagógicas: bailes, coros, danzas, fiestas simples y tontas, un poco de vino y buen pan: algo así como un circo filmado por él mismo, como Parade con tortilla de patatas. Sin creerme del todo lo que decía Marañón a fin de cuentas, una lupa sabe hacer -porque, su trabajo-, quizás Buñuel hubiera encontrado lo que éste le reprochaba: oHa ido usted a La Alberca y todo 1o que se le ocurre hacer es recoger una fiesta horrible y cruel en la que arrancan cabezas a gallos vivos. La Alberca tiene los bailes más hermosos del mundo y sus charros se visten con trajes magníficos del siglo XMru.as La lupa debió de pensar: sin chicha ni limoná... Dos cosas sí sé: tenemos que agradecer a la lupa no ver trajes magníficos del siglo xul, sino sus cuerpos, aunque no por concretos menos improbables o legendarios: fantasmas abstractos de la realidad. Como tenemos que agradecer a Buñuel el que su lupa sólo enfocara Io uiejoy no teruinara nunca de rodar lo nueLtl en esta peculiar versión suya de Lo aiejo y lo nuno de Eisenstein. ¿Pero no era ya suficiente en una época en la que Io nunoaparecía por todos lados de forma tan tétrica que uno casi encuentra confortable aquella üeja casa que dos hermanos sierran por la mitad en los primeros fotogramas de La línen gentraP El Cine-Ajo, Bulín, sinfonía d,e una ciu.dad, El triunfo fu kr voluntad... nHay que construir lo nueuo,la revolución cumplida, pero yo no sé que forma tiene,,

a8

Pérez Turrent yJ, de la Colina, o. cit, pág. 35: "Fui a ver al doctor Marañón, que era presidente del patronato de Las Hurdes, y le pedí que viera la película para que se permitiera su exhibición. La vimos juntos en una sesión privada, en un cine de la Gran Vía. Al terrninaq Marañón me dejó helado. Me dijo: "Ha ido usted a La Alberca y todo lo que se le ocurre hacer es recoger una fiesta horrible y cruel en la que arrancan cabezas a gallos vivos. La Alberca tiene los bailes más hermosos del mundo y sus charros se üsten con trajes magníficos del siglo xru. Yle adüerto una cosa, Buñuel: en Las Hurdes yo he visto pasar carros ubérrimos cargados de trigo"o.

BILE, n." 51, 0ctubre 2003

96

"jry NE SE PA,,,,,

M

w

w K w re

Fotogromos de Lo vieio

y lo nuevo, de Eisensiein. Documenfs, Porís, oño 2,

núm.4,

,l930.

parece querer decir Buñuel entre líneas en Lús Hurda No deja de ser genial. verda_ dera modernidad, informe, y quizás, por ello mismo, ro u"raua uqu.t comentario suyo: (es talvezTapelirula menos "gratuita,,q.,. h" hecho,.4eyo, desde luego' me quedo con la duda cre si esa .ur.*iu de gratuidad se clebió misos políticos o a que todavía Ie tiraba ¿.n,uriu¿Jru orden j#üo, disparatadas, el cachondeo, r. r. .uy"ru1 nuea, ono terminara de construirlo {.qu: por puro despisre, sin premeditación, por ét shpte y lrano .r,u¿oá"liru que le embar_ gaba desde que un día se puso areer'f/rtra* .r tránuiu. Erhd;_;;"Lnto pueril, lo reconozco- que se ilustra a la perfección en aqueilos versos de eilr*ri terminados por Lorca: oMientras que leo el Éauhaus

.ini.o!i.iu..

t. *i;¿:'i:,

/ venidode S.u.ning.n,,

ae

Pérez Türrent yJ. de la Colina, o. cir, pág. 3?

BILE, n." 5 1. Octubre 2003

al¡o affr"rri a boca-

I,IIGL'EL ÁNGEL GARCÍA HERNÁNDEZ

97

-¡rro. Y Lorca, con tranquilidad monástica, remató: (me cago enJacinto Grau / y en .¿ Santísima

virgen,.50 ¡Por una vez aquel . ¡Ah, la moviolal Si los hurdanos hubieran tenido una...

3mín sin piedad, puso

-ni

Miguel rhgel García Hernández

5o

Max Aub, o. cit, pág. 288.

5r

Federico García Lorca: .Degollación de los inocentes,, La Gaceta Litnan4 Madrid, núm. 50, ro de 1929, pág. 1.

lb

cle ene-

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Luis Buñuel: Mi último suspiro, o. cir, pág. i30. Pérez Turrent vJ. de la Colina, o. cit, pág. 39: uEl surrealismo no era para mí una esrética, un movimiento de vanguardia más, sino algo que comprometía mi vida en una dirección espiritual y moral. No pueden ustedes imaginarse la lealtad que exigía el surrealismo en todos los aspectos. En realidad, desá3

pués de I'as Hurdesyo ya no quería hacer mas cine, para no caer en la trampa de la producción industrial o.

BILE, n." 51. Octubre 2003

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