Y despues, ¿Que sigue?

June 6, 2017 | Autor: P. Xuluc Balam | Categoría: Conservation, Arqueologia, Divulgación, ARQUEOLOGÍA, IDENTIDAD Y TURISMO
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Descripción

"Y después, ¿Qué sigue? Un análisis al proceso de la divulgación en la arqueología".


Pedro Rogelio Xuluc Balam
UADY FCA.

Es una realidad que el conocimiento y la comprensión de un origen y del desarrollo de las sociedades contiene una importancia esencial para toda
La humanidad, ya que sirven para identificar sus raíces culturales y sociales. El trabajo arqueológico consta de una membrana importante en la colectividad de una sociedad viva para tratar de dilucidar el pasado. El arqueólogo en su tarea de responder a preguntas de un pretérito ya sea prehispánico, histórico o contemporáneo va adhiriendo este conocimiento a la sociedad tratando de relacionar siempre lo hallado y su valor arqueológico patrimonial con la sociedad y el ambiente en el cual se envuelve.

A una sociedad colectiva siempre le ha llamado la atención el preguntarse y percibir cosas del pasado; cosa que los arqueólogos hacen y muchas ocasiones goza del privilegio. De acuerdo a Renfrew y Bahn (2008) la arqueología despierta el interés popular, como disciplina atrayendo a las personas interesadas en cuestiones del pasado. El resultado a esta necesidad; publico/arqueólogo genera el vínculo y creación de una arqueología publica capaz de responder a preguntas que vinculen el pasado arqueológico de toda sociedad con una población generando así el interés y una vinculación arqueológico patrimonial que más tarde concebirá una identidad colectiva o parcialmente colectiva (Shanks 2008).
Todo este interés por hacer de la arqueología una arqueología de todos o publica surge a finales del siglo XVII cuando los primeros coleccionistas sentían el interés por obtener piezas de un pasado, más tarde a mediados del siglo XVIII y principios del XIX tras la fundación de los primeros museos en Europa el interés de la sociedad acrecienta por su pasado (Shanks 2008). Socialmente ese fin solo se mantiene con el público apegado a un interés particular, pero, ¿Cómo hacer de este interés particular un interés colectivo? Esa es la pregunta que gesta todo la problemática de la sociedad y su patrimonio arqueológico, que tanta importancia se le brinda al público para que a su vez ellos puedan darle ese interés e importancia a su patrimonio arqueológico.
Desde la carta del ICOMOS se establece que "…el patrimonio arqueológico constituye el testimonio esencial de las actividades humanas del pasado" (ICOMOS 1990), por tanto su protección y su adecuada gestión son importantes para permitir a los arqueólogos y a otros científicos brindar el estudio e interpretación en nombre de generaciones presentes y futuras, y para beneficio de la misma sociedad. Por tanto el artículo primero de dicha carta plasma lo siguiente "patrimonio arqueológico" representa la parte de nuestro patrimonio material para la cual los métodos de la arqueología nos proporcionan la información básica. Englobando todas las huellas de existencia del hombre y refiriéndose a los lugares donde se ha practicado cualquier tipo de actividad humana, a las estructuras y los vestigios abandonados de cualquier índole, tanto en la superficie, como enterrados, o bajo las aguas, así como al material relacionado con los mismos".

Ahora bien este patrimonio después de su intervención arqueológica también debe someterse a especificaciones que la hagan correlacionarse con la sociedad, dicha carta del ICOMOS en su artículo segundo menciona que "La participación activa de la población debe incluirse en las políticas de conservación del patrimonio arqueológico. La participación se debe basar en la accesibilidad a los conocimientos. Por tanto la información al público es importante para la conservación del patrimonio arqueológico".

He ahí la laguna restante del proceso arqueológico del cual muchas veces nos olvidamos que es el involucrar al público con su patrimonio, patrimonio que una vez se excavo, se estudió y fue esencia de algún complejo social del pasado. Toda sociedad que se precie de tener conciencia de sí misma comparte un pasado común, del que es heredera. Los bienes (materiales o no) de los que es depositaria imprimen de forma indeleble sus principales señas de identidad. Así, todos los miembros de la comunidad tienen el derecho de disfrutar de su patrimonio, pero, al mismo tiempo, deben asumir la responsabilidad que les corresponde en su preservación y enriquecimiento de cara al futuro.
La divulgación arqueológica no es una membrana opcional para los arqueólogos, sino que como investigadores estamos obligados a realizar la divulgación social del resultado de nuestros trabajos y ocuparnos, además, de la divulgación que hacen los no arqueólogos (individuos, empresas, instituciones, etc…), con una importancia e influencia cada vez mayor. La divulgación es una cuestión central en la disciplina (White, 2004). Por ello, la investigación de los públicos, las formas de divulgación deben de promover la diversidad cultural, la crítica y sobre todo, enlazar la práctica arqueológica con posiciones comprometidas con la sociedad (Fernández Martínez, 2006).

De acuerdo a lo planteado por Martínez (2006) y otros autores como Zapatero (2007), White (2004) McManamon (1991) la arqueología necesita de la membrana divulgativa, pero para ello son necesarias buenas estrategias, buenos conocimientos y mucha determinación (Ruiz Zapatero 2007a), ya que, sin duda alguna los elementos titulares de una divulgación en la arqueología son:
El rigor de los contenidos
Una buena atracción
El interés del público (un lenguaje adecuado).
La buena divulgación como toda divulgación científica, es una tarea compleja y
Delicada, que exige el dominio de múltiples destrezas y competencias (González-Alcaide et al., 2009:866) que reforzaran la noción de patrimonio arqueológico de una sociedad.

Estrategias de divulgación
Para llevar a cabo esta misma es necesario trazar estrategias que permitan la mejor correlación del arqueólogo con el receptor, establecer herramientas que sean accesibles, comprensibles y que motiven al entendimiento del cual valioso es el patrimonio arqueológico de cierto colectivo social.
Herramientas como:
Museología, tripticos, carteles, exposiciones, visitas guiadas, talleres, dibujos, manualidades y una gran gama de actividades que ayuden a la fácil comprensión del pasado (Mansilla 2007). Cada público es diferente, a ello hay que saber en qué forma saberle llegar he ahí la importancia de las estrategias de una buena divulgación

Uno de los problemas que atraviesa no solo la arqueología en sí, si no todo el complejo social contemporáneo es la desvaloración o falta de interés del patrimonio, cuando antes era frecuente el hablar de estas cosas los domingos en casa y ciertamente ahora es preferible estar en casa con el internet a estar en un sitio arqueológico, pero, qué pasa si aprovechamos este tipo de herramientas como lo son las redes y el internet para promover el patrimonio para informar a los usuarios de las mismas y comenzar a gestar el interés sociocultural de cierto grupo. Entonces comenzamos con una pre cultura colectiva que ayudara darle importancia al patrimonio y no verlo solo como un montón de cosas sin sentido y al aire, sino más bien hallar en esto la verdadera identidad (no igual) pero si ese aprecio por la parte esencial del pasado social.

Reflexión final.
Desde el momento de intervenir en excavación el arqueólogo abre un nicho de información cultural, información que reflejara el pasado de cierta sociedad, sus modos de vida, costumbres y tradiciones.
Cada sitio, Pieza y artefacto que conforma parte de la memoria histórica y cultural de cierto pueblo en alguna esfera del pasado. a todo esto siempre he incitado a tres partes vitales a gran aspecto del quehacer arqueológico las cuales aquí planteo
Excava 2) Investiga y difunde. 3) Divulga.
La conservación de bienes en si va destinada por el arqueólogo o restaurador pero si esta misma no sale del medio científico; la sociedad no estará interesada en su pasado. Es importante el papel difusivo y no menos importante el divulgativo, aun como futuros arqueólogos hay mucho que hacer en este medio tan maravilloso llamado arqueología. Por ultimo podemos asumir que la protección fomento y divulgación de la arqueología esta idealizada en cimentar una sociedad que reconozca su patrimonio arqueológico.





Referencias citadas

GONZÁLEZ ALICALDE, G., VAL DERRAMA-ZU RIÁN, J.C. y ALEI XAN DRE-BENA VENT , R. (2009): "La investigación sobre la divulgación de la ciencia en España: situación actual y retos para el futuro", Arbor Ciencia, Pensamiento y Cultura,
738, pp. 861-869.

ICOMOS 1990 Carta Internacional Para la Gestión del Patrimonio Arqueológico.
MANSILLA, ANA MARÍA. 2007 Los Folletos y la Divulgación del Patrimonio Arqueológico. En Estudios y Perspectivas en Turismo Volumen 16 (2007) pp. 45 – 71.
McMANAMON , F. (1991): "The Many Publics for Archaeology", American Antiquity, 56, pp.121-30.

RENFREW, COLLIN & BAHN, PAUL. 2008 Arqueología conceptos clave traducción de David Gonzales. AKAL, Madrid. pp. 11- 15.
RUIZ ZAPATE RO, G. (2007a): "La proyección social de la cultura celtibérica: de la investigación a la divulgación". En F. Burillo Mozota (Coord.) Gestión y desarrollo: V Simposio sobre Celtíberos, Teruel, pp. 81-102.

RUIZ ZAPATERO, GONZALO 2009 LA DIVULGACIÓN ARQUEOLÓGICA: LAS IDEOLOGÍAS OCULTAS. Archaeological popularization: hidden ideological agendas.

SHANKS, MICHAEL. 2008 en Arqueología conceptos clave traducción de David Gonzales. Eds. Renfrew, Collin & Bahn, Paul AKAL, Madrid. pp. 123-129. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ , V. (2006): Una Arqueología Crítica, Crítica, Barcelona.

WHITE , N. M. (2004): "Academic Archaeology is Public Archaeology", The SAA Archaeological Record, 4 (2), pp. 26-29.


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