XXXVIII ENCUENTRO NACIONAL DE ESTUDIANTES DE HISTORIA, CIUDAD DE MÉXICO, 2015. El arte del gremio espadero en los siglos XVI y XVII: búsquedas en Nueva España

May 22, 2017 | Autor: A. Vargas Gracia | Categoría: Latin American Studies, New Spain, Swords, Gremios
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XXXVIII ENCUENTRO NACIONAL DE ESTUDIANTES DE HISTORIA, CIUDAD DE MÉXICO, 2015 Convocó la Escuela Nacional de Antropología e Historia

El arte del gremio espadero en los siglos XVI y XVII: búsquedas en Nueva España por: Alejandra Vargas Gracia Resumen: El presente trabajo se enfoca en un tema poco explorado dentro de nuestra nación: las armas blancas en la Nueva España. Si hoy pensamos en un arma blanca, seguramente lo primero que nos viene a la mente es un sentido de destrucción, nos remite a un artefacto que sirve para dañar a otros y nada más. No obstante, las armas blancas en la antigüedad no sólo representaban esto, sino que también connotaban la pertenencia a un estatus social, las posibilidades económicas en las que hallaba en portador, así como los valores que le regían, en otras cosas. Por ende, antiguamente la forja de espadas era un trabajo especial por el hecho de ser un oficio en el cual los maestros de la metalistería reflejaban la identidad del comprador mismo en su espada. Esto, sumado a la necesidad de la época de portar un arma para protección personal, daría como resultado el auge de espaderos, de maestros forjadores, así como

grandes obras de arte en las

espadas mismas. Sería un poco menos complejo hablar de este tema en el viejo mundo, puesto que su apego a la historia militar ha sido reforzada por un sentido de identidad desde hace muchos años; pero, en México ésta ha sido un tanto relegada ya que los

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estudios novohispanos, como bien sabemos, hace apenas poco más de una década que se vienen retomando. Dado lo expuesto en los primeros párrafos, consideramos vital indagar en estas antiguas producciones materiales no sólo su utilización como objeto de la historia militar, sino también como artefactos cotidianos inmersos en historias de vida, como reflejos de costumbres y tradiciones. Así, tras mostrar lo anterior, nos enfocaremos en mostrar el posible panorama del gremio espadero que se situó en la Nueva España, interpretando algunos documentos antiguos, haciendo una revisión general de los lineamientos que regían los gremios de la época y revisando la geografía de los asentamientos españoles en este sitio.

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La concepción y producción de armas artísticas en España como en diferentes partes del mundo: siglo XVI y XVII Configuración semántica: del objeto técnico a las piezas de arte Carlos de Habsburgo heredaría el trono de Castilla y Aragón, además de ya poseer los territorios de Borgoña, tras la muerte de su abuelo Fernando en 1516. Sería así Carlos I de España, por alianzas políticas de la época, así como Carlos V de Alemania. Por ende, los territorios y poblaciones a su cargo serían sumamente heterogéneos y existirían conflictos desde las economías locales hasta conflictos religiosos a nivel continental. (Cf. IES [F.P.U], 2013: web) Es de gran interés, para este estudio, visualizar el a Carlos V, pues éste ocupaba indiscutiblemente un lugar entre los monarcas aficionados a las armas de extraordinario mérito y elevado precio, pues hasta la fecha se conservan sus grandes colecciones de armamento. Este rey se encargó de proteger a los maestros más afamados, muchos de los cuales ostentaron posteriormente el título de Armeros del rey. Como se puede relacionar, sería con este rey, al menos en el caso de España, con el que las espadas de uso regularmente militar comenzarían a transformarse en un objeto de distinción social, desde el gremio mismo de los espaderos, hasta los gobernantes más poderosos del momento. Se piensa que una de las espadas de su propiedad fue realizada por el artista del renacimiento italiano, Benvenuto Cellini, mismo que contó con un gran renombre en la hechura de guarniciones de espadas.

Imagen 1. Espada de Carlos V

Imagen 2. Espada de Benvenuto Cellini.

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De esta manera es como la espada comienza a ampliar su connotaciones en diversos campos semánticos, pues si bien (además de ser un elemento técnico que contribuyó a la supervivencia) siempre connotó poder, a medida que avanzaban los siglos rumbo al proceso civilizatorio, sus portadores reconfiguraban no sólo las pautas de belicosidad existentes (basta echar un vistazo al desarrollo en las técnicas marciales a través de los siglos para comprobarlo), sino también los signos de la misma, como lo son las espadas. (Cf. Elias, 2009: 283) Ya para el siglo XVI, portar una espada determinada connota una distinción social, la distinción entre la pertenencia a una élite económica o el ser un espadachín a sueldo, como con ello la posesión de riquezas y el estatuto de poder, hasta el importante título heráldico que respaldaba el deber ser y las aspiraciones de la época (ser noble o hidalgo, por ejemplo). Por ende, la evolución de la técnica en la hechura de espadas, así como como sus diseños, se tornarían cada vez más complejas, por lo que, a su vez, el reconocimiento de sus forjadores también iría en crecimiento y se comenzarían a hacer distinciones sociales entre ellos. A continuación se muestra el rol que asumían los espaderos en dicho contexto. El reconocimiento social de los armeros en la España del siglo XVI Tendríamos que comenzar hablando sobre la famosísima fábrica de armas de Toledo, misma que, a pesar de ya haber alcanzado renombre para el siglo IX (con la fabricación de espadas de influencia árabe y Abd-er Rahman II), tras la expulsión de los moros en Granada, los peninsulares comenzaron al desarrollar un estilo particular, de “carácter sencillo y severo… en las armas, como en todas las secciones de las Bellas Artes es propio de la Península” (Leguina, 1897: 22), mismo con el que se hicieron los más famosos espaderos en siglo XVI. Las espadas realizadas por los Armeros del Rey causaban el mismo efecto, comparativamente, que causan hoy los diseñadores de moda más reconocidos (un Christian Dior, por ejemplo), es decir, imponían las tendencias en Europa, mismas que iban acompañadas de un imaginario colectivo de heroísmo y victoria.

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Pero no sólo Toledo era un punto importante para la forja de espadas, había muchos otros pueblos que eran reconocidos por tal hecho en España; desde el siglo IX, pueblos de la península como Almería, Murcia, Sevilla y Granada eran cocidos dentro de esta rama, mientras que en años posteriores, las hojas de Cataluña o las espadas de Valencia gozaban de gran prestigio, o incluso se sabe que uno de los negocios más prolíferos de este género era realizado, por judíos, en Barcelona durante del siglo XIII, sumando el auge de Madrid, Córdoba, Cuenca, Cuenca, San Clemente, Villalón, Valencia, Cuellar, Valencia, Segovia, Valladolid, Calatayud, Zaragoza, etc. (Leguina, 1897: 21-24), Aunado a estos hechos, o por ende, en lo que respecta a los armeros, la sociedad española del siglo XVI tenía reservado para ellos un lugar especial. Don Enrique de Leguina (1897: 17),

nos indica cúal era el status social de éstos

anteriormente: “La profesión más apreciada y digna de un hombre libre, era la de un armero o platero; si éstos se distinguían en su oficio, gozaban de gran estima y favor de sus compañeros: en el mundo de la fábula, uno de estos artistas, Wieland, el herrero, fue venerado como un semi-dios.”

No obstante, durante siglo XVII comienza a configurase la diferenciación entre artesanos y artistas, situación que en realidad sólo acentúa conceptualmente la distinción cotidiana entre los armeros comunes, que realizaban trabajos para personas de clases sociales y/o económicas bajas (artesanos) y los Armeros del Rey (artistas), que ya contaban con distinciones sociales diferentes y percibían honorarios muy diferentes que los anteriores.

Imagen 3. "Apolo en la fragua de Vulcano", oleo de Diego Velázquez (1630)

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¿El arte de las espadas o el arte en las espadas? Algunas muestras alrededor del mundo No podríamos analizar el caso de la Nueva España sin antes presentar un breve muestrario de las espadas que se estaban produciendo en diferentes partes del mundo durante los mencionados siglos, pues sólo así podremos notar la dimensión del tema y cómo, necesariamente, al ingresar el Nuevo Mundo en las relaciones

sociales

del

mundo

occidental

(saltándonos

las

conocidas

circunstancias hasta el apartado siguiente), tuvo que también formar parte de este movimiento. Más adelante nos enfocaremos al desarrollo gremial espadero de la Nueva España.

Imagen 4. Espada de

Imagen 5. Espada de

Imagen 6. Espada de

Imagen 7. Espada de

Hernán Cortés (1519)

Felipe II (hacia 1550)

origen italiano (1580)

origen austriaco (1575)

Imagen 8. Espada de

Imagen 9. Espada de posible

origen alemana (1610)

origen inglés (Siglo XVII)

Imagen 10. Grabado de empuñadura italiana de (siglo XVIII)

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Imagen 11. Espada del emperador Carlos VI (que también sería de mandatarios posteriores a través de herencias), de origen francés (1665). Atribuida a Benvenuto Cellini (aunque esto sólo sería posible si hubiese dejado un grabado, pues éste murió en 1571).

El gremio espadero en Nueva España Como hemos podido notar, el auge del arte de las espadas se hizo presente en todos los territorios potenciales de la época; sin embargo, no hay rastro de que uno de estos territorios, el de Nueva España, haya sido abordado desde esta perspectiva académica. Por ello, en esta ocasión nos enfocaremos en la búsqueda y reconstrucción de los procesos realizados en las cadenas productoras de armas en la Nueva España. Los próximos subtemas se desarrollan a modo de pistas, es decir, intentando rastrear qué tan importante fue el gremio espadero en los territorios de la Nueva España y si qué tanto es posible que se haya desarrollado un perfeccionamiento de la técnica, logrando el arte de las espadas, en este lugar. El marqués del Valle de Oaxaca Hernán Cortés, uno de los grandes conquistadores de las Indias, descendía de familia noble por doble partida; su padres fueron, Catalina Pizarro (hija de Diego Pizarro de Altamirano), y, Martín Cortés de Monroy (hijo de Hernán Rodríguez de Monroy), ambos de ilustre casa en aquella época (Cf. Preyra, 1941: 24). No obstante, la familia contaba con recursos económico limitados; es posible que,

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Hernán Cortés, tuviese uno o más hermanos mayores, pues, conforme a sus primeras decisiones en la vida (antes de ser un conquistador exitoso) buscaba acomodarse en aquella sociedad, situación no necesaria en caso de ser el heredero primogénito de la familia. Cortés, buscó servir de paje primero, pero al no encontrar con quién hacerlo, sirvió en la iglesia de Santa Cecilia ubicada en la villa de Medellín; posterior a ello, partiría con el propósito de llegar a Italia, pero para lograrlo tuvo antes que asentarse primero en Valladolid donde, estando ahí la corte, asistiría a un escribano (equivalente a un Secretario de la Corte) con el que aprendería a escribir, tomar notas y el estilo escribano (incluyendo redacción de contratos, testamentos, inventarios y demandas); allí también ahorraría reales para continuar con su idea de llegar hasta Italia, pero éstos nunca serían suficientes, por lo que, sabiendo el descubrimiento de Colón, regresaría a Sevilla con el propósito de visitar, precisamente, las Indias de Colón (Isla Española de Santo Domingo y Santiago de Cuba) (Cf. Preyra, 1941: 29). En algunas versiones con el apoyo económico de sus padres y en otras con ahorros propios, Cortés, negoció su viaje a las Islas de Colón cuando tenía aproximadamente 19 años a través de su unión a la Armada de Vela, dirigida por Nicolás de Ovando; llegaría así a las mencionadas islas, naturalmente, formando parte de una de las campañas y, tras una de las empresas logradas, le recompensaron otorgándole una encomienda de indios y el influyente cargo de la escribanía en el ayuntamiento de Azúa (que en la actualidad se puede ubicar en República Dominicana). Es posible que en estos momentos se le otorgase el nombramiento de la Orden de Santiago. Sin embargo, al desarrollarse sólo medianamente como empresario, se interesó por migrar, por lo que después se trasladó a Cuba y, fundándose Baracoa, se asentó ahí, donde hizo diferentes tipos de negocios, entre los cuales destaca (para nuestro tema de estudio) el levantamiento de la casa donde se fundían los metales, colaborando con Diego Velázquez (Cf. Pereyra, 1941: 29-35).

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Es precisamente con Velázquez (gobernador de la isla de Cuba), que organizarían una expedición en búsqueda de Grijalva, donde Cortés pondría las armas y Velázquez los navíos, yendo el primero en calidad de capitán y armador (lo que nos rebela un poco más su conocimiento en cuestiones de armas). También es interesante resaltar que, en estas mismas embarcaciones, viajan diversos especialistas en diferentes materias, por lo que es probable que algún o algunos de los maestros espaderos viajase a las tierras del Nuevo Mundo (Cf. Pereyra, 1941: 61-68). Después de traicionar a Velázquez, Cortés, partió hacia México en febrero de 1519; tenía ya 35 años tocó tierra en Yucatán durante el mes de abril del mismo año, hecho con el que dan comienzo las guerras por colonizar los territorios indígenas y, a su vez, para apropiarse de sus tesoros. Pero Cortés no se limitó al ataque de las armas, sino que formuló diversas estrategias; primero, fundó la Villa Rica de la Veracruz (misma que le permitió independizarse completamente de Valázquez), fundó el cabildo de la nueva ciudad con todos sus aliados, mientras que ya conocían el sistema de encomiendas que se había aplicado en las colonizaciones del Caribe, y mandó destruir las naves que venían de Cuba para que nadie pudiera regresar (Cf. Navarrete, 2000: 12-20). A las acciones anteriores se agregan las alianzas que hicieron, Cortés y los peninsulares, con otros pueblos indígenas que estaban bajo el sometimiento mexica y deseaban liberarse su dominio (como los totonacos), o bien, con pueblos vencidos por los mismos españoles prácticamente forzados a hacer su voluntad (como los tlaxcaltecas); además, los atuendos, las armas técnicas, los animales y el impacto psicológico que causaban éstos desconocidos para los indígenas. Poco a poco se irían abriendo camino hasta llegar a Tenochtitlan, siendo este conjunto de ventajas y estrategias trascendentales para su posterior conquista. Puntos geográficos donde se pudieron encontrar las armerías en la Nueva España En lo que respecta a la cadena de producción de armas en la Nueva España, no hemos encontrado (en esta investigación) ningún indicio concreto o registro de tal

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actividad, pero es prácticamente impensable que no se desarrollara esta línea de comercio en el Nuevo Mundo simplemente por el factor de necesidad que había por parte de los conquistadores. Tal vez de este desarrollo dependa ubicar zonas donde se pueda haber parte de nuestro patrimonio cultural que aún nos es desconocido. Buscando los inicios de este proceso, nos dimos a la tarea de revisamos un poco los mapas de las expediciones, los de las zonas mineras desarrolladas durante la época, así como tomamos en cuenta las zonas donde hoy sabemos que hubo cuchillerías durante la época novohispana y las comparamos entre sí, agregando también las zonas donde actualmente la tradición de la metalurgia o metalistería sigue vigente. El primer indicio que encontramos, para ubicarnos espacio-temporalmente en los inicios de esta cadena productiva, es el siguiente: Después de la toma de Méjico, el problema de la seguridad para los españoles, en medio de la población indígena, hizo apremiante la fabricación de cañones. Antes que oro. Cortés buscó entonces cobre y lo encontró… (Pereyra, 1941: 29).

Por tal motivo, es muy probable que el desarrollo minero diera inicio debido a la necesidad de metales para la fabricación de armas, hecho que, a su vez, concuerda con que la fundación de ciudades muchas veces se realizaba entorno a consideraciones militares.

Imagen 12. Algunos de los posibles asentamientos

Imagen 13. Camino Real

gremiales de espaderos en la Nueva España

Un ejemplo de lo anterior se presenta en el año de 1521, cuando Cortés tiene el plan de atacar por tierra y por agua a los mexicas, para lo que mando fabricar una

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docena de bergantines en la cuidad de Tlaxcala, pues en éstos podría ir rápidamente sobre el lago de Texcoco y podía llevar cañones y arcabuceros (Navarrete, 2000: 44). ¿Pero cómo renovaba Cortés su armamento? Hay varias posibilidades; una, que trajera consigo innumerables reservas para nunca carecer de ellas (que suena a sarcasmo porque lo es), otra, el saqueo a los cadáveres resultantes de otras expediciones que no triunfaron como él, o que diera la orden a los armeros que venían con él que fabricasen nuevas armas con los metales obtenidos de su búsqueda. Estas dos últimas son las más probables. La fabricación de armas en los territorios de la Nueva España resulta simplemente obligatoria si revisamos las disposiciones de Cortés tras su instalación en la capital mexicana, pues, una vez conquistados los territorios, establecería en ellos el sistema de las encomiendas; Cortés redactó ordenanzas para que se les proporcionaran arma a todos los encomenderos (según la calidad de los favores hacían él) para que le ayudasen en los levantamientos indígenas. Para el año de 1552, Carlos V nombraría a Hernán Cortés Gobernador y Capitán General de la Nueva España y Provincias de ella, con lo que se sólo se reitera dicha necesidad del abastecimiento de armas. La Ciudad de México: un ejemplo del desarrollo gremial espadero en la Nueva España Como parte de las fuentes para complementar esta investigación, nos dimos a la tarea de hacer trabajo archivístico en el Archivo General de la Nación (AGN). Se encontró un acta transcendental, redactada en la Ciudad de México en el año 1618, donde se describe el robo de unas dagas, espadas, guarniciones y aderezos (y parece que también broqueles) en la tienda y casa del espadero mercader Bartolomé González, misma que fue certificada por el juez provisto Don Diego de León Plaza. Menciona también que, diez días antes, también le hurtaron una piedra de dorar y pavonar (que servía para hacer acabados especiales en las espadas), con lo que sus pérdidas ascendían a trescientos pesos de la época1.

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AGN. Indiferente Virreinal/ Caja 5873/ 10952/ 7/ Expediente 007 (Bienes Nacionales. Caja-5873)

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Mencionamos que es trascendental para el estudio de los gremios espaderos en la Nueva España porque esta acta nos permite visualizar, al menos, cuatro aspectos básicos: a) Para inicios del siglo XVII, el gremio artesanal espadero ya tenía un lugar fijo en la Nueva España, al menos en su ciudad más importante b) Al ser uno de los talleres desarrollados en la metrópoli, se deduce también que era una rama de comercio importante, así fuera sólo para consumo local (Cf. Duhau, 1989: 95-97) c) Dadas las características del lugar descrito, podemos saber que éste (taller/casa) está dentro de la categorización de taller urbano en la época novohispana d) Analizar la cantidad en pesos de la época a la que asciende el robo, así como contemplando la piedra robada, que sirve para acabados finos, nos permite visualizar un poco el costo de una espada en aquellos momentos Aquello en lo que podemos indagar, es en la estructura que seguían los talleres urbanos de la época novohispana para así conocer un poco más sobre la posible organización, y funcionamiento, del gremio espadero en la Nueva España. Generalmente estos talleres se ubicaban en las ciudades o villas más importantes; estaban regidos por “las normas corporativas propias del artesanado europeo… [y se realizaban con la participación] de españoles, criollos y mestizos” (Duhau, 1989: 113). A continuación se muestra una descripción más amplia: El artesanado urbano se organizó de acuerdo con regulaciones de carácter corporativo: sistema de exámenes, reglamentación de las técnicas de producción, número de personas e instrumentos a utilizar, fijación de salarios, precios y jornadas de trabajo, volumen de producción, prohibición de fijar anuncios, etc. La producción estaba organizada de acuerdo a la jerarquía de maestro, oficial y aprendiz. El maestro sólo podía ser examinado por jueces del gremio; el oficial era elevado a esa jerarquía por el maestro y percibía un jornal; y el aprendiz si percibía alguna remuneración era en carácter de gratificación. El taller artesanal normalmente se correspondía con un

13 núcleo familiar; el ámbito de trabajo era la casa del maestro, con quien vivían los oficiales y también muchas veces los aprendices (Duhau, 1989: 113)

Imagen 14: Taller artesanal de espaderos

No obstante, el arte de las espadas no sólo permeó en la colectividad española, sino que, tras las conquistas militar y espiritual, algunos grupos indígenas también se apropiaron de esta herencia cultural (así como de muchas otras), mientras que los españoles también se apropiaron de simbolismos indígenas. En este caso específico, el militar, muchas de las técnicas de ambos grupos se fusionaron para crear sincretismos, mientras que muchas otras desaparecieron porque alguna de las dos ideologías imperó (a veces por fuerza u otras por asimilación pasiva). Afirmamos lo anterior porque, también durante el trabajo de archivo, se halló una licencia expedida en el año de 1591 para Gonzalo de Mendoza y Domingo García, Indios principales de Yanhuitlan (Oaxaca), para que portando hábito de español puedan traer espadas. Otras ciudades con posibles asentamientos gremiales de espaderos Si analizamos, desde otras lecturas a las comunes, la fundación de ciertas ciudades en la Nueva España como Oaxaca, Guanajuato, Zacatecas y Guadalajara (contemplando aquí Sayula), nos podremos percatar que, o bien estas ciudades nacen bajo la necesidad de producir armas, o simplemente en ninguna de ellas descartan que éste sea un negocio sumamente rentable, pues se encuentra presente.

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Oaxaca, por ejemplo, (anteriormente Antequera) comienza su desarrollo, como ciudad virreinal, en 1520 cuando Cortés se apropia de estos terrenos y comienza a sentar las bases de diversas industrias; actualmente, existen en esta zona de la república lugares donde se conserva la tradición de la cuchillería y la metalistería, misma que, afirman sus practicantes o forjadores, comienza a desarrollarse con las llegada de los españoles que les enseñan estas técnicas. Guanajuato es hasta hoy reconocida como una de las ciudades más representativas de la época novohispana, misma que, entre otras cosas, se distinguió por su diversidad en actividades manufactureras y artesanales; también aquí se conservan hasta la actualidad cuchillerías importantes, reconocidas incluso a nivel mundial, y es esta tradición es la que parece encontrase más viva hoy. Zacatecas, tras el descubrimiento de la mina con el mismo nombre en 1546, se convierte en una parte vital para la economía novohispana del siglo XVI. Un dato interesante de esta ciudad es que, en un cuadro donde se indica el maíz y trigo ingresado en la alhóndiga de Zacatecas, se muestra como una de la zonas de procedencia una llamada Cañones, la cual, es muy posible, recibiera su nombre debido a la producción de los mismos (Duhau, 1989: 34). Por último, tenemos a Sayula, ubicada en Nueva Galicia que surge como competencia directa de la Nueva España (a lo cual es posible que se le deba su no coincidencia con el Camino Real), localidad que aún hoy conserva comerciantes dedicados a la forja de cuchillos y espadas mundialmente reconocidos, como la Fábrica de Cuchillos Ojeda.

Imagen 15. Alonso de Ávalos, fundador

Imagen 16. Expansión de Nueva Galicia

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Bibliografía Referencias bibliográficas 1.- Duhau, E. (1989) Mercado interno y urbanización en el México Colonial. México: UAM; Gernika. 2.- Navarrete, F. (2000) La conquista de México. México: CONACULTA; Tercer Milenio. 3.- Norbert, E. (2009) El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogeéticas. México: FCE. 4.- Pereyra, C. (1941) Hernán Cortés. Argentina: Espasa-Calpe Argentina, S.A. Referencias mesográficas: 5.- “El imperio de Carlos V”. (s.f) Extraida el 27 de noviembre desde http://www.historiasiglo20.org/HE/6a.htm 6.- “Tema VI. La España del siglo XVI” (s.f) Extraida el 27 de noviembre desde http://sauce.pntic.mec.es/~prul0001/Temas/TEMA%20VI.pdf 7.- “La España del siglo XVI” (s.f) Extraida el 27 de noviembre desde http://www.iesfraypedro.com/files/sociales/espana-sigloxvi.pdf Ligas de extracción de imágenes (con fin académico)*: 8.- Bolk-Antiques. Clocks, arms and armour: http://www.bolk-antiques.nl/ 9.- Royal Collection Trus: http://www.royalcollection.org.uk/ 10.-

Staatliche

Kunstsammlungen

Dresden:

http://skd-online-

collection.skd.museum/ 11.- “Portal académico del Colegio de Ciencias y Humanidades”, UNAM. (s.f.) http://portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/unidad3/eco nomianovohispana/mineria

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http://portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/unidad3/economia novohispana/ejercicio6 12.-Espaderos. http://www.oficiostradicionales.net/_img%5Ccontenidos%5CLIBRO_04/Esp aderos_Pagina_04_Imagen_0001.jpg 13.- Guanajuato. Historia. http://www.ruelsa.com/gto/guanajuato/guanajuato4.html 14.-

Grabado

de

empuñadura

italiana

italiana

de

(siglo

XVIII).

http://antiguopasalavida.com/category/arte/grabados/ 15.- Carlos V. Política y religión. Política. Espadas de Carlos V. Arte Antiguo. Enrique

de

Leguina.

http://www.cervantesvirtual.com/bib/historia/CarlosV/7_2_espadas.shtml

* Extraídas entre el 13 de octubre y 28 de noviembre de 2014.

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