XII campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento del Palau (Burriana-Castellón)

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Descripción

QUADERNS DELS MUSEUS MUNICIPALS DE VALÈNCIA

actuacions sobre

el patrimoni arqueològic de la Comunitat Valenciana Actes de les I Jornades d’Arqueologia de la Comunitat Valenciana València, 2015

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IV Jornades d’Arqueologia de València i Castelló (16, 17 i 18 de desembre de 2011) – I Jornades d’Arqueologia de la Comunitat Valenciana (14, 15 i 16 de desembre de 2012). Museu d’Història de València. Ajuntament de València. Alapont Martín, Llorenç; Martí Oltra, Javier; Tendero Fernández, Fernando E.

Editors: Llorenç Alapont Martín, Javier Martí Oltra, Fernando E. Tendero Fernández Coordinador de la serie: Javier Martí Oltra Coordinadora de l’edició: Araceli Guardiola Martínez Maquetació: Pilar Mas Hurtuna Foto de portada: Fragment d’inscripció sobre la divinitat Bellona (Arxiu SIAM) © De l’edició: Ajuntament de València Regidoria de Cultura © Dels textos Els autors ISBN: 978-84-9089-019-6 Depòsit legal: V-921-2015 L’Ajuntament de València no es fa responsable de les opinions manifestades pels autors als seus articles.

Índex

Pròleg................................................

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Presentació........................................

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Estudio geoarqueológico de áreas de aprovisionamiento de sílex en el Prebético de Alicante: Los ejemplos de Penella (Alcoi) y La Fenasosa (Onil)...... 13 Francisco Javier Molina Hernández Andoni Tarriño Vinagre Bertila Galván Santos Cristo M. Hernández Gómez Sanxo Llop. Avanç sobre un assentament costaner de finals del Neolític en el País Valencià............................................. 29 Josep Pascual Beneyto Intervención arqueológica en la cuenca media del río Serpis (BeniarjóRafelcofer, Valencia)............................ 45 Miguel J. Sáez Landete Antonio Sáez Landete Silvia Pidal Pérez Paula Bernabeu Sanz José Luis Casabán Banaclocha El yacimiento arqueológico de la Edad del Bronce de Altet de Palau-Arbocer (la Font de la Figuera, Valencia).......... 61 María Jesús de Pedro Michó Pablo García Borja Últimas intervenciones arqueológicas en la Mola d’Agres (Agres, Alicante)..... 75 Elena Grau Almero José Luis Peña Sánchez Teresa Huélamo Doménech José Morejón Mariano El poblado fortificado ibérico de La Celadilla (Ademuz): proyecto de actuación arqueológica, puesta en valor y primeros resultados.................. 85 Daniel Giner Iranzo Laia Creus Gispert

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Les excavacions arqueològiques en la vil·la romana de Sant Gregori: una porta oberta al coneixement de la badia de Borriana (Castelló) entre els segles I a.C. al IV d.C..................................... 101 José Manuel Melchor Monserrat Juan José Ferrer Maestro Josep Benedito Nuez XII campaña arqueológica en el yacimiento del Palau (Burriana, Castellón)............. 113 José Manuel Melchor Monserrat Josep Benedito Nuez Nuevas propuestas sobre la topografía religiosa de la Valentia romana............ 125 Mirella Machancoses López Recreació de la decoració pictòrica de la vil·la romana del Mas de Baix de Silla.... 135 Llorenç Alapont Martí Pilar Mas Hurtuna Adrià Pitarch Tarramera 6

El vertedero tardorromano de la calle Luis Chorro de Petrer (Alicante). Nuevos datos de la villa Petraria....................... 149 Fernando E. Tendero Fernández El Castellar d’Elx: enigma, proyecto, documento......................................... 159 José Luis Menéndez Fueyo Sonia Gutiérrez Lloret Pierre Guichard La vivienda andalusí en la antigua madinat Unda (Onda, Castellón). Intervenciones arqueológicas 2010-2012. 179 Joaquín Alfonso Llorens Lorenzo Carballo Calabuig Dos nuevas viviendas andalusíes en la antigua madinat Unda (siglos X-XIII): la excavación arqueológica en la plaza de San Cristóbal, 21 (Onda, Castellón)..... 191 Ana Miguélez González Lorenzo Carballo Calabuig Joaquín Alfonso Llorens

Projecte Benaxuai – 2010. Excavacions arqueològiques a las Cuevas de Benaxuai. Chelva, València......................................... 211 Agustí Ribera i Gomes Alfred Sanchis Serra Juan V. Morales Pérez Manuel Pérez Ripoll Carmen Tormo Cuñat Joaquim Bolufer i Marqués El Castellet de Carrícola (El Palomar, València). Una fortificació andalusina tardana, segles XII-XIII ........................ 221 Anna Lorena Ruiz Soriano Miquel Rosselló Mesquida Josep Maria Burriel Alberich Evolución arqueológica y marcas de cantería de la torre de Santa Caterina del castillo de Santa Bárbara de Alicante..... 241 Silvia Yus Cecilia La pobla de Ifach (Calp, Alicante): una ciudad medieval bajo el poder de los Llúria a la luz de los descubrimientos arqueológicos (siglos XIII-XIV)............... 251 José Luis Menéndez Fueyo Joaquín Pina Mira José Manuel Torrecillas Segura Roberto Ferrer Carrión El poblado medieval de la Llometa del Castellet (Benaguasil, València). Una primera aproximación cronológica y cultural............................................... 267 Víctor M. Algarra Pardo Tomás Hurtado Mullor Miquel Rosselló Mesquida Intervención en la calle Castillo. Fase III. Castillo del Aljau (Aspe, Alicante)......... 283 José Ramón Ortega Pérez Inmaculada Reina Gómez Marco Aurelio Esquembre Bevia Estefania Escandell Jover

Intervención arqueológica en la iglesia parroquial de San Agustín de Valencia. Estudio de arqueología de la arquitectura en el sistema de bóvedas y cubierta...... 301 Víctor M. Algarra Pardo Nuevas aportaciones al conocimiento del cementerio bajomedieval de Petrer (Alicante)............................................ 317 José David Busquier Corbí Fernando E. Tendero Fernández Arqueología en la recuperación de la ermita de San Felipe Neri de Novelda (Alicante)............................................ 325 Concepción Navarro Poveda Daniel Andrés Díaz ¿A Enguera por Cerdà o l’Alcúdia? Dos proyectos de carretera a mediados del siglo XIX............................................. 341 Francisco José Hernández García Francesc Xavier Duarte Martínez Luis Lozano Pérez Defensa pasiva en la retaguardia republicana: el refugio antiaéreo de la plaça de la Creu (Quart de Poblet, Valencia)............................................ 353 Andrea Moreno Martín Pau Olmos Benlloch Actualización del registro arqueozoológico de La Solana del Castell, Xàtiva (Valencia). 363 M.ª Esther Pérez Roig Utilidad de los análisis isotópicos sobre restos esqueléticos en arqueología: dieta, destete y movilidad territorial...... 369 Domingo Carlos Salazar-García

Reconstrucción y representación de los gestos funerarios a partir del estudio antropológico..................................... 381 Llorenç Alapont Martí Pilar Mas Hurtuna Recuperando el castillo de Biar............ 395 Miguel del Rey Aynat Antonio Gallud Martínez Agres como producto cultural: Ruta histórica............................................. 405 Jorge Contreras Mercader Potencialitat didàctica del patrimoni arqueològic i arquitectònic. El cas del castell/palau-fortalesa de Forna, la Marina Alta. Alacant............................. 411 Emili Moscardó Sabater Nuevas tecnologías para la difusión didáctica del patrimonio........................ 427 José Martínez Usó Alicia Cabrera García La interactividad en los museos arqueológicos locales: el proyecto del Museo de la Villa de Sax (Alicante)....................................... 433 Alberto Ochoa García Petrer se viste de luna. Un paseo por los monumentos y la historia de la mano de los antiguos habitantes de Petrer (Alicante)........................................... 447 Fernando E. Tendero Fernández

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XII campaña arqueológica en el yacimiento del Palau (Burriana, Castellón)

José Manuel Melchor Monserrat, Josep Benedito Nuez

Resumen

Abstract

Este artículo resume los resultados de la campaña de sondeos arqueológicos del año 2011 en el yacimiento del Palau, cuyo objetivo era delimitar el asentamiento en su flanco noreste, pues esta zona se encuentra en la franja de ampliación del cementerio municipal de Burriana, y por lo tanto urgía delimitar este espacio arqueológico para establecer la pertinentes medidas de protección. Como resultado de los mismos aparecieron nuevas estructuras de época medieval y romana, así como indicios de la fase fundacional de la villa.

This article aims to summarize the results of archaeological soundigns campaign of 2011 in the Roman and medieval site of Palau, which was intended delimit the northeast side, because this area is located near the extension area of municipal cemetery of Burriana, and therefore define this space urged to establish relevant archaeological protection measures. As results we identified new medieval and Roman structures, as well as indications of the foundational phase of the villa.

Palabras clave: sondeos, romano, medieval, Palau, Burriana.

Introducción

S

ituado en las afueras del núcleo urbano de Burriana (Fig. 1), el Palau es uno de los yacimientos más importantes de la provincia de Castellón; tiene una extensión de más de 6.400 m2, de los cuales solo se han excavado unos 2.800 m2. Es, con una antigüedad de más de 5.000 años, uno de los asentamientos humanos más antiguos descubiertos en el término municipal. Varias generaciones de arqueólogos y eruditos trabajaron y siguen investigando en el lugar para la reconstrucción de la dinámica histórica del yacimiento. Se han encontrado viviendas, tumbas, almacenes, silos, baños, molinos y centenares de fragmentos cerámicos y de materiales de diferentes épocas (Melchor, 2011). Un yacimiento con tan larga vida ha

Key words: soundings, Roman, medieval, Palau, Burriana.

pasado por momentos de esplendor y decadencia, se ha podido documentar su importancia antes y después de la llegada de los romanos a este territorio, es decir, en época neolítica, Edad del Bronce, cultura ibérica, época andalusí, medieval y moderna. Las campañas arqueológicas que se han llevado a cabo recientemente, han demostrado que los asentamientos conocidos hasta entonces con el topónimo del Tirao, el Palau y les Moreres, en realidad corresponden a un solo yacimiento en el que se pueden diferenciar varias etapas culturales: un hábitat de época neolítica que llegaría hasta los momentos iniciales de la Edad del Bronce, de características poco claras (Mesado, 1969); una necrópolis ibérica de los siglos IV al II a.C. (Utrilla, 1963a); un hábitat romano de los siglos I al IV

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antiguo camí de Vila-real a Burriana. Junto al río se encuentran los restos de la antigua alquería musulmana y del señorío cristiano, compuesto por diversos almacenes y un molino, junto a silos y fosas de vertidos (Melchor, 2013). En el núcleo del Palau se han registrado los baños de la villa romana, la zona de producción islámica y la vivienda principal de época medieval y moderna.

Figura 1. Ubicación del yacimiento sobre plano a escala 1:50.000 (Hoja 641 del IGN) y detalle de la zona delimitada en la presente campaña sobre foto aérea del año 1977 (IGN).

d.C. (Melchor y Benedito, 2003 y 2007); la alquería musulmana de Beniham de los siglos IX o X (Benedito y Melchor, 2000), que es conocida como Palau a partir del siglo XV y donde se ha constatado una ocupación en época moderna (Algilaga, Aguilella y Melchor, 1994). Estas etapas culturales se desarrollaron en un área delimitada por el río Seco o Anna al sur y el barranc de l’Hospital o del Marjalet al oeste y al norte. En este espacio confluyen varias vías de comunicación, en algunos casos bordeando el yacimiento, como el Caminàs, a lo largo del cual se han localizado gran cantidad de yacimientos romanos y medievales al norte del río Millars; el camí dels Bandejats, que penetra hacia el interior por el territorio de l’Alcora, y que también se asocia a yacimientos iberos, romanos y medievales; y el camí Vell de Vila-real, que une la zona con los puentes antiguos que permitían cruzar el Millars por el camí de Tortosa.

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Antecedentes El Palau estaba ubicado en un lugar estratégico, junto a una importante ruta comercial, en el cruce de vías costeras y de penetración hacia el interior ya desde época ibérica. Es muy probable que se situara junto a una via vicinalis que uniría el Palau con otros destacados yacimientos romanos: Sant Gregori, en la costa, también con restos iberos (Melchor, Benedito y Ferrer, 2013), y el Marjalet, vertedero de los siglos I y II d.C. (Melchor, 2013); esta vía arrancaría del yacimiento costero y por los caminos paralelos al barranco del Marjalet pasaría por el asentamiento del mismo nombre, hasta juntarse a la altura del Palau con el camí dels Bandejats y de ahí alcanzar la vía Augusta. En la zona periférica del yacimiento la arqueología ha documentado dos necrópolis −una ibérica y otra musulmana− que se hallan orientadas hacia el

Respecto a la cultura material, aunque los fragmentos de cerámica neolítica, de la Edad del Bronce, ibérica y púnica son muy escasos, así como los de terra sigillata itálica, sudgálica y africana A, en cambio son muy abundantes los restos de doliae, ánfora, cerámica común romana, cerámica califal, musulmana tardía, medieval cristiana y moderna. En la zona que comprende el actual término de Burriana, los siglos I y II d.C. se caracterizan por ser un periodo de rápido desarrollo del poblamiento. Desde mediados del siglo I el proceso de romanización fue muy fuerte y esta área adquirió especial relevancia a causa de su proximidad al municipium de Saguntum, del que dependía desde el punto de vista jurídico y administrativo, y el paso de la vía Augusta, siendo estos los motivos por los cuales se han localizado numerosos yacimientos arqueológicos de esta época. En efecto, el territorio que integró Burriana se organizó en torno a Saguntum, que administraba los territorios circundantes (agri), en donde residía buena parte de la población. Burriana debió pertenecer al territorium saguntinum durante el Alto y Bajo Imperio romano. La delimitación de su territorio ha sido objeto de estudio por parte de F. Beltrán Lloris (1980), G. Alföldy en la nueva edición del Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL II2/14, 62), F. Arasa Gil (1987), R. Cebrián Fernández (2000) y más recientemente R. Járrega Domínguez (2010), entre otros autores, aunque realmente son aproximados debido a que no se han encontrado los termini o cipos terminales de cada municipio. Durante el reinado de Augusto la ampliación de nuevos territorios a consecuencia de la expansión del imperio, significaba que necesitaban mayores explotaciones agrícolas. Las oligarquías locales accederían al control de estas tierras circundantes a la ciudad de Saguntum, entre las cuales se encontraba con toda seguridad Burriana. En el ager saguntinus se proyectarían distintas formas de poblamiento basado en patrones itálicos, por un lado, de tipo aglomerado como pagi, vici, castra y castella, y por otro, establecimientos rurales de tipo disperso como villae de vocación básicamente productiva, algunos de los cuales funcionarían a la vez como lugares de habitación, de explotación agraria y también de otras actividades económicas.

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Con todo, hoy en día resulta muy difícil precisar la cronología y analizar las características de estos establecimientos, así como la vinculación que existiría entre las villas y las otras formas de poblamiento y explotación del territorio. La arqueología, por su parte, pese a que la documentación es muy fragmentaria nos permite estudiar el desarrollo de la ocupación del territorio de Burriana desde finales del siglo I a.C. y durante toda la centuria siguiente, como, por ejemplo, el mismo yacimiento del Palau, Sant Gregori, Vinarragell o el Calamó. Explotaciones que han dejado un importante material anfórico, sobre todo vinario del tipo Dressel 2/4 o Dressel IA, y en menor medida Dressel 7/11 de salazones. Pero es difícil clasificar estas comunidades en alguna de las categorías de vici o pagi y villae, pues hasta época muy reciente esta zona ha sido objeto de poca atención por parte de los investigadores, pese al gran interés que presenta su estudio por tratarse de un área periférica y abierta al mar dentro del ager saguntino. Además, la utilización de alguno de estos términos entraña muchas dificultades no solo desde el punto de vista arqueológico sino también literario, por el peligro que supone usar unos términos tan generales en un proceso de poblamiento tan amplio como es el del territorio saguntino. Para comprender el poblamiento romano en el término de Burriana, hay que tener en cuenta la proyección que adquirió la ciudad de Saguntum en el marco de este espacio territorial. Se debe valorar que la implantación del poblamiento romano en este ámbito vino propiciada por unos procesos políticos y económicos que hay que entender dependientes de Saguntum y que, sin duda, se proyectaron sobre esta zona concreta determinando la transformación de su ager. Entre estos se debe tomar en consideración la explotación de los recursos agrarios y naturales, que estimularon el asentamiento de poblaciones entre el mar y la vía Augusta. La zona de la desembocadura del Millars presenta una topografía poco accidentada, debido a la existencia de terrazas fluviales, unos suelos de gran calidad y un área lagunar junto a la desembocadura del río Sec o Anna y el barranco de l’Hospital o Marjalet. Las características geomorfológicas del litoral de Burriana, una franja litoral baja, rectilínea y estrecha formada por una sucesión de abanicos aluviales, condicionaron la navegación por el Mare Nostrum; la costa disponía de pequeñas ensenadas que pudieron ser utilizadas de playas como varaderos, fondeaderos o lugares de atraque. A estas ventajas geográficas habría que añadir, como ya se ha mencionado, las derivadas del auge de las explotaciones agrarias que motivó una alta

proliferación de asentamientos. Por lo tanto, como F. Arasa (1987) y R. Járrega (2010) ya han manifestado, pensamos que estos yacimientos se caracterizarían por su dedicación eminentemente agrícola y que podrían poseer una zona residencial. El reducido tamaño de los asentamientos, entre 2 y 5 ha, nos habla de un paisaje de pequeñas propiedades orientadas al policultivo mediterráneo, mezclando agricultura, ganadería y actividad de salazón junto a los esteros. Por último, la necesidad de articular territorialmente este sector implicó la creación de una red viaria complementaria a la vía Augusta, que permitió el control de estos mismos asentamientos. Desde mediados del siglo I, las políticas provinciales en líneas generales apuestan por la municipalización y el desarrollo de la ciudadanía romana −recuérdese el Edicto de Vespasiano del año 71−. Esta nueva situación determina un cambio en el patrón de asentamiento y de relación entre la civitas y el ager. El crecimiento urbano supone la enorme necesidad de abastecimientos locales surtidos por las oligarquías municipales que son cada vez más poderosas por la adquisición de las tierras localizadas en la periferia. En el área de la actual Burriana, en época tardo republicana ya se había implantado un nuevo modelo de territorio que arrastró consecuencias socio-jurídicas para los asentamientos ibéricos preexistentes, como Vinarragell o Torre d’Onda. También generó un paisaje agrario que se vio afectado por el nuevo modelo de explotación agraria, la villa. En este caso, la proyección de la centuriación a que pudo someterse el término a partir del siglo I a.C., a raíz del rango de colonia que tuvo la ciudad de Saguntum, tropieza con enormes dificultades derivadas de la intensidad de la explotación agraria, que probablemente ha borrado cualquier indicio de trama ortogonal antigua. Asimismo, las transformaciones pueden observarse en la modificación de la línea de costa y en la colmatación que se ha producido en la desembocadura del Millars por los aportes aluviales. Después de que A. Bazzana en 1978 hubiese sugerido la hipótesis de la existencia de una centuriación romana en la Plana, y de haberse desestimado esta hipótesis por otros investigadores, R. Járrega propone de nuevo la existencia todavía en la actualidad de trazas de una posible centuriación de este tipo en la zona de Burriana y de una extensión de la misma hacia el norte hasta el río Millars. Es precisamente entre Nules y Burriana donde Járrega opina que se conserva mejor, pudiendo identificarse parcialmente con el sector A de la trama estudiada por Bazzana. En esta área, el Caminàs y el camí de Llombai presentan un trazado paralelo y aproximadamente rectilíneo que se encuentran a una distancia que le permite deducir la presencia de dos decumani de la centuriación. Al sur de les Alqueries, tanto el camino

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paralelo a la actual vía del ferrocarril como la carretera N-340 siguen también esta orientación, aunque no coinciden exactamente con los límites de la trama propuesta. Sin embargo, un camino existente entre las partidas de l’Alqueria de Portes Negres y el Corrent, parece coincidir con el límite de la centuriación. El camí de Torre d’Onda, aunque teóricamente no coincide exactamente con uno de los cardines propuestos para la centuriación, sí que es exactamente paralelo a la misma y se encuentra a muy escasa distancia, por lo que una desviación del camino o un error en el cálculo del módulo resulta factible para este investigador (Járrega, 2010). En relación con la función de las villae del término municipal debemos tener en cuenta que se ha investigado poco sobre el tema; pese a ello y como ya se ha mencionado, la producción que se realizó en ellas se vinculó probablemente a las explotaciones agrarias. El hábitat romano existente en Burriana a pesar de que es abundante, permanecía prácticamente desconocido. El primer estudio general sobre el poblamiento de época romana en el área de Burriana fue realizado por F. Arasa (1987). Recientemente, R. Járrega (2010) ha elaborado un estudio de conjunto sobre el poblamiento rural en toda el área de la Plana de Castellón, que también se ocupa de la totalidad de los yacimientos de Burriana. Con todo, con la excepción del propio yacimiento del Palau, la villa de Sant Gregori y Torre d’Onda que han sido excavadas durante los últimos años, el resto de asentamientos se conocen por excavaciones antiguas. Otros son virtualmente inéditos, como el caso del Marjalet, pues hasta la fecha no se ha publicado.

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Por otro lado, hay que citar los estudios realizados sobre el trazado de la vía Augusta al sur de Castellón que hacen referencia a su paso por la zona de Burriana. Los trabajos de G. Morote y J. M. Melchor han tratado desde una óptica diferente la existencia de la vía Augusta junto al camí Vell de Vila-real (Morote, 2002; Morote y Melchor, 2008), frente a otras hipótesis que la localizan al oeste del término municipal (Arasa y Rosselló, 1995; Járrega, 2010). Respecto a la época medieval, el primer documento histórico conocido sobre el Palau está fechado el 17 de junio de 1233 y corresponde a la donación por Jaime I de la alquería de Beniham, o del Riu Sec, a la Orden del Temple, que posteriormente pasa a la del Hospital. El citado documento también menciona los lindes de la alquería: el río Seco, las acequias de la Villa, Mayor y de los Huertos, el brazal de la acequia, el camino del Molino, el ladrillar y caminos innominados (De María, 1935), por lo que coinciden en líneas generales con la localización del Palau. En época árabe este enclave se asocia a la familia Hamer (Beni-Hamer), pero no

aparece citado en escritos de la época. La siguiente cita histórica es del 25 de marzo de 1320, que hace referencia a las alquerías del término de Burriana que pasan de la Orden del Hospital a la de Montesa; en ella se menciona la de Beniham. El historiador Ramón de María (1935) describe este documento y explica la despoblación de Beniham que se habría producido a los 93 años de conquistada Burriana. Otra cita es del 3 de febrero de 1321, sobre una alquería que fue de la Orden del Hospital y que según el mismo autor estaba ubicada en la parte de arriba de Burriana, junto al río Seco, y que en 1326 sus habitantes son dispensados de la obligación de vivir en ella, por lo que termina por despoblarse. Los primeros testimonios escritos conocidos hasta el momento sobre el llamado señorío de Palau son unos documentos del año 1455 que se localizan en el Archivo Histórico Municipal de Vila-real. En ellos se cita la acequia y lugar del Palau. En otro, de 1459, se refiere a Johan Colsa, caballero y lugarteniente de gobernador de la Plana, y señor del Palau, en una de las primeras referencias conocidas a un señor del Palau, un personaje de un poder destacable en el contexto de la provincia (Doñate, 1991). Por su parte, el cronista Martí de Viciana en 1564 hace una curiosa descripción, pues diferencia entre la donación de Jaume I a Bernat Guillem d’Entença de la heredad del Palau y la “parada” d’Entença llamada Palamarinar (Viciana, 2002), de la que no aparece referencia en el Llibre del Repartiment (De María, 1935). Los restos medievales que existían hasta esos momentos, probablemente se destruyeron en 1689, cuando se levantó la actual alquería del Batle sobre las estructuras previas, nivelándose el terreno y desfondándose para plantar moreras, olivos y otros árboles, pues el señorío se hallaba en un avanzado estado de abandono (Mesado, 1991). El lugar del Palau permaneció a lo largo de la época moderna hasta que entra en franca decadencia, de forma que solo permaneció en pie la citada alquería del Batle y el molino, que fue finalmente derribado en 1975.

Las campañas arqueológicas realizadas en el Palau Los primeros trabajos fueron realizados por J. Peris y Fuentes y F. Roca y Alcaide durante las décadas de 1920 y 1930 (Roca, 1932), y consistieron en la descripción de los materiales que habían recogido procedentes de los diferentes enclaves con el objeto de engrosar algunas de las colecciones privadas y en menor medida los fondos del Museo Arqueológico de Burriana. Esta labor fue proseguida por F. Esteve en la década de 1940 y por T. Utrilla y N. Mesado entre 1960 y

XII campaña arqueológica en el yacimiento del Palau (Burriana, Castellón)

Figura 2. Estructuras murarias bajomedievales.

1980 (Utrilla, 1963b y 1964; Mesado, 1969 y 1987). En 1963, T. Utrilla inició los trabajos de arqueología en la zona de la necrópolis ibérica. Sin embargo, hasta el año 1992 estos no se reemprendieron, cuando se llevó a cabo una prospección arqueológica a cargo de A. Algilaga y J. M. Melchor. Anteriormente, en el año 1991, no se realizó en este sector el seguimiento arqueológico de las obras del gasoducto TarragonaValencia, permitiendo con ello la destrucción de gran parte de la necrópolis musulmana, sin haber realizado ninguna intervención. A partir de 1992 los trabajos ya se efectuaron de manera consecutiva. Así el año siguiente, J. M. Melchor realizó una campaña de excavación en la necrópolis musulmana. En 1999, J. M. Melchor y J. Benedito hicieron la prospección arqueológica del proyecto de la variante de Burriana y el año siguiente, J. L. Ferrer dirigió la prospección arqueológica de las obras de duplicación de la carretera CV-185 de Burriana a Vilareal. Durante otra campaña, realizada también en el año 2000, se efectuaron unos sondeos arqueológicos en la zona periférica de la alquería musulmana, dirigidos por J. M.ª García e I. Moraño. Ese mismo año se llevaron a cabo los sondeos arqueológicos en la variante de Burriana y, finalizados estos, la excavación manual del molino medieval, a cargo de J. Benedito y J. M. Melchor. La excavación de la alquería musulmana y de la instalación termal romana se efectuó en el año 2001. Trabajos que se prolongaron durante el

año siguiente, en 2002, con la excavación del área fabril de época andalusí. En 2004 J. M. Melchor dirigió la excavación de los sondeos arqueológicos en el límite meridional de la alquería andalusí, trabajos que retomó en el año 2007 ya como director del Museo de Burriana. En el año 2011 la intervención se ha efectuado en el límite oriental del yacimiento. En definitiva, las distintas campañas que se han realizado en el yacimiento han permitido delimitar una superficie de aproximadamente 30 ha donde se ha constatado una notable dispersión de restos en superficie. Con todo, la excavación de los diferentes sondeos nos ha permitido delimitar una zona de explotación del yacimiento de unas 10 ha, superficie que se localiza entre los cauces fluviales y viales. Respecto a los restos constructivos, el núcleo del asentamiento ocupa unos 3.800 m2, de los cuales aproximadamente 2.000 m2 corresponden al hábitat romano. F. Roca y Alcaide (1932) publica el hallazgo de unas ollas musulmanas que tuvo lugar durante los trabajos de extracción de tierras para una fábrica de ladrillos. Posteriormente, en la década de 1960, T. Utrilla contactó con el propietario de los terrenos, quien comentaba que era muy joven en la época en que se extrajeron las arcillas, pero recordó que los hallazgos aparecieron en una franja de terreno muy estrecha, que además de los vasos aparecieron enterramientos, flechas (sic) de hierro y soldadas por la oxidación, balas de plomo (sic) y un silo. Utrilla realizó también

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Figura 3. Cimentación de época musulmana en la periferia del yacimiento.

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118 el seguimiento de otro vaciado de fincas al lado del camí Vell de Villarreal, donde descubrió piezas a una profundidad de 3,5 m, desde un nivel superficial con fragmentos de cerámica “posterior a la etapa ibérica” (sic), que cubría un estrato de arcillas con abundante cerámica, metal y carbones y una supuesta fosa crematoria con fragmentos cerámicos, bajo el que se encuentra un nivel de arcillas mezcladas con arena con restos muy escasos, pero al parecer de tipo ibérico (Utrilla, 1963b). T. Utrilla (1963a y b y 1964) y N. Mesado (1969 y 1991) en sus investigaciones citaban la existencia de una serie de yacimientos independientes conocidos como el Tirao, el Palau y les Moreres.

que esta parcela podría corresponder al lugar donde F. Esteve tuvo noticias de la aparición de un mosaico romano que aparece en sus escritos. Los trabajos de prospección y excavación permitieron documentar por primera vez en Burriana la existencia de una necrópolis hispanomusulmana (Melchor, 2004); estos fueron realizados de forma sistemática y se documentaron en superficie restos neolíticos, iberos y romanos a lo largo de toda la franja, además de certificar que la alquería de Beniham se ubicaba en la zona más próxima a la ciudad, con la necrópolis en su espacio inmediato, y que los materiales eran similares en el Palau, el Tirao y les Moreres (Algilaga, Aguilella y Melchor, 1994).

El Tirao es un yacimiento con materiales neolíticos e ibéricos (Utrilla, 1963b) y de época romana republicana (Arasa, 1987). Se pudo documentar en 1961 con motivo del rebaje de una parcela para la extracción de arcillas. Entre el material que se conserva en el Museo de Burriana perteneciente a esta época aparecieron algunos restos de cerámica medieval. T. Utrilla (1964) comenta que el Palau es un yacimiento musulmán. Hasta esta fecha solo se tenían algunas noticias dispersas que citaban la existencia de materiales de esta época (Roca, 1932; Mesado, 1987) y la destrucción de restos en el año 1942 con motivo de la extracción de arcillas para la industria (Mesado, 1969). Por lo

Respecto a les Moreres, es un yacimiento con materiales de época andalusí y moderna (Mesado, 1969). Pero no hay publicada más información que esta. En este enclave se encontró un tesorillo de monedas de cobre, que hoy en día está expuesto en el Museo Arqueológico de Burriana.

La intervención arqueológica del año 2011 Se han excavado nueve sondeos arqueológicos que ocupan varias parcelas, en un área delimitada por las siguientes coordenadas: UTM: ETRS89 30N

XII campaña arqueológica en el yacimiento del Palau (Burriana, Castellón)

Figura 4. Relleno de piedras y material andalusí a modo de pavimento en el interior de la balsa romana.

119 X 749521,45 – Y 4420616,43; X 749543,23 – Y 4420576,92; X 749496,45 – Y 4420555,05; y X 749453,71 – Y 4420603,02. La cota 0 se halla a 11 m s. n. m. En todos ellos se retiró el nivel superficial de tierra arcillosa con una máquina mini retroexcavadora que disponía de un cazo liso de 80 cm. En prácticamente todas las catas se alcanzó el estrato estéril (UE 1028) y apareció un nivel de tierra marrón mezclada con abundante grava, restos constructivos, derrumbes de muros de tapial y cerámica bajomedieval (UE 1002). Sondeo 1. Cuadro de 3 m de lado, situado junto al límite NE de la alquería musulmana excavada en el año 2000. Resultó completamente estéril. Sondeo 2. Cuadro de 3 x 3 m que se realizó al NE de la alquería musulmana. En él apareció a 0,80 m de profundidad una cimentación de bolos trabados con tierra (UE 1003), excavada en el estrato estéril, y un nivel de tierra grisácea con abundante cerámica musulmana. Sondeo 3. Cuadro de 3 x 3 m ubicado junto al límite este de la alquería musulmana. Las cimentaciones de bolos trabados con mortero pertenecientes a la reforma de época moderna y un pozo asociada a la misma (UE 1005) aparecieron a una cota muy superficial.

A 0,50 m de profundidad se excavó una estructura de muro encofrado de mortero y la base de un posible pilar (UE 1006), que encontramos asociada a un nivel de tierra grisácea con escasa cerámica medieval (UE 1007), que a su vez se superponía a un estrato de tierra parda con cerámica andalusí. Sondeo 4. Cuadro de 3,50 x 3 m que se excava junto al límite SE de la alquería. A una profundidad de 1,37 m aparecieron varias estructuras pertenecientes a un muro encofrado de mortero, que configuraban dos habitaciones (UE 1009), a las que se asociaba un nivel de tierra parda con escaso material medieval, tratándose posiblemente de un nivel de relleno utilizado para asentar el pavimento de tierra apisonada (UE 1010), que encontramos amortizando un nivel grisáceo y abundante cerámica andalusí y romana, situado a 1,92 m de profundidad (UE 1012), junto a una fosa con cerámica andalusí (UE 1013). Ambos afectaban a un estrato de tierra parda con cerámica romana y materiales constructivos, posible nivel de arrasamiento (UE 1014). También se excavó una fosa que contenía restos materiales de la Guerra Civil, y que se hallaba adosada a la unidad 1009. Sondeo 5. Sondeo de 3,50 x 2,50 m excavado junto al límite SE de la alquería musulmana. Por debajo

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Figura 5. Balsa romana.

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de los niveles superficiales y del estrato de arrasamiento (UE 1002) se registró una gran fosa con abundante material constructivo, bolos, cerámica musulmana y romana (UE 1015). A los 3 m de profundidad, debido al peligro de derrumbe que suponía mantener los cortes de la excavación, se detuvo la intervención, por lo que no se alcanzó el nivel estéril.

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Sondeo 6. Cuadro de 3 m de lado realizado junto al límite oeste del cementerio municipal de Burriana. Resultó completamente estéril. Sondeo 7. Cuadro de 2,50 m de lado excavado junto al límite SE de la alquería musulmana. Solo se pudo registrar el nivel de arrasamiento (UE 1002). Sondeo 8. Sondeo de 4,50 x 3 m ubicado junto al límite sur de la alquería musulmana. El principal hallazgo corresponde a una balsa de mampostería con enlucido de opus signinum y cuarto de bocel en las juntas (UE 1017), que ha podido fecharse en época romana. La zanja de cimentación de esta estructura tiene 0,92 m de ancho y está compuesta de piedras trabadas con barro; su cota inicial era de -1,38 m y la cota final (pavimento) era de -2,54 m. Posiblemente asociada a ella tenemos una cimentación (UE 1025) de forma indeterminada elaborada con bolos trabados con tierra, y materiales romanos. Por debajo de estas estructuras apareció una fosa con material cons-

tructivo y anfórico romano (UE 1026), que se halló amortizada por una fina capa de tierra de color verdoso y textura limosa que tenía cerámica romana y restos de derrumbe (UE 1024). Los hallazgos medievales se relacionan con una fosa circular (UE 1018) y escasa cerámica musulmana situada a 1,97 m de profundidad, y con los niveles de derrumbe (UE 1019), de colmatación (UE 1020) y piedras (UE 1021) que rellenaban la balsa de época romana, además de los estratos (UUEE 1022 y 1023) que se excavaron al exterior de la citada balsa. Sondeo 9. Cuadro de 4 x 1,60 m realizado junto al límite sur de la alquería. Por debajo de los niveles de arrasamiento de época bajomedieval apareció un nivel de tierra grisácea con abundante cerámica andalusí y romana (UE 1012), que cubría un pavimento de opus caementicium (UE 1016) a una cota de -2,00 m.

Conclusiones La intervención arqueológica del año 2011 pretendía delimitar este sector del Palau. Así que mientras el sondeo 1 y el 4 fueron prácticamente estériles, el 2 y el 5 marcaron el inicio de los niveles en la periferia del yacimiento, en realidad los niveles de arrasamiento y derrumbe de las estructuras medievales, que también se han constatado en los cuadros 6, 7, 8 y 9. Este

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Figura 6. Estructuras y restos anfóricos por debajo de la balsa romana.

estrato corresponde a la unidad 1002, y presenta la característica de que en las catas más próximas al núcleo del yacimiento (2, 6 y 9), entre los escombros, aparecen fragmentos de muros de tapia calicostrada. Probablemente esta unidad tiene su origen en el siglo XVII, cuando se construye la actual alquería del Batle y las dependencias anexas, pues un nivel muy parecido a este apareció en el año 2000 en la excavación del molí del Palau. Las estructuras relacionadas con el señorío del Palau ocupan un espacio muy similar al que presentaba en las etapas previas, con un mayor desarrollo esteoeste, y habiendo sufrido una ampliación en dirección a la ciudad de Burriana. Los muros de este periodo son de mortero encofrado; la unidad 1009 parece corresponder a la estructura de una fachada (Fig. 2), posee un gran espesor y se encontró un pequeño desagüe; no se han hallado indicios del pavimento. Por su parte, la unidad 1006 se trata de una cimentación sobre la que se levanta un pilar, por lo que podría estar vinculada a un vano de acceso. Ambas estructuras pudieron construirse en el siglo XIV y perdurar hasta el siglo XVII. El último de los restos documentados de este periodo correspondería a un nivel en la habitación musulmana que se construyó en el interior de la balsa romana, que amortiza un potente nivel de época hispanomusulmana (UE 1020).

Para la fase andalusí no se ha podido documentar la parte principal de la vivienda, pues en las excavaciones de los años 2000 a 2008 únicamente se han excavado las dependencias fabriles y las áreas periféricas del yacimiento. Esta campaña, sin embargo, nos ha permitido confirmar la orientación norte-sur del asentamiento, que arrancaría desde la orilla norte del río Seco. Por tanto, el límite septentrional del enclave se hallaría próximo a la unidad 1003, que corresponde a la cimentación de un muro (Fig. 3), probablemente de adobe o tapial, que encontramos amortizado por el derrumbe de otros muros de encofrado más modernos (UE 1002). El resto de hallazgos de este periodo se asocia a niveles de relleno con abundantes materiales óseos y cerámicos (UUEE 1004, 1008, 1012 y 1013), y a una gran fosa en la que se fue acumulando el material constructivo romano y donde prácticamente el 80% de los materiales recogidos corresponden a piedras arrancadas de las cimentaciones; el resto son tegulae y ladrillos romanos y solo una pequeña parte corresponde a material cerámico y óseo (UE 1015). Respecto a las estructuras, se pudo excavar un pequeño círculo elaborado con bolos (UE 1018), de difícil interpretación, y los restos de una balsa romana. En el fondo de esta construcción se excavó un nivel de piedras de mediano tamaño y tierra (UE 1021) (Fig. 4), mientras que sobre las paredes recubiertas de

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signinum se realizaron muescas horizontales y verticales. El derrumbe de parte de esta pared (UE 1019) amortiza un potente estrato con abundante material cerámico y óseo (UE 1020). Desgraciadamente, no se han hallado materiales que puedan fechar estos niveles, por lo que solo podemos establecer una fecha ante quem al siglo XIII para las unidades de este periodo. Los restos del periodo romano sin duda fueron los más interesantes. El hallazgo de un pavimento de opus caementicium (UE 1016) que pertenece a una habitación de la villa, junto a una balsa revestida de opus signinum (UE 1017) (Fig. 5) con la junta cubierta con una moldura de cuarto de bocel, muy similar a las excavadas en el centro de los peristilos de los asentamientos de Sant Gregori (Burriana) y El Pla (La Llosa), fueron las únicas estructuras de este periodo detectadas en esta campaña, pero que se asocian fácilmente a los restos excavados en las campañas anteriores. Esos datos confirman no solo la orientación norte-sur del asentamiento, sino la extensión de la zona residencial y del peristilo de la villa hacia el sur de la zona intervenida hasta el momento. También se han excavado los restos de un probable nivel fundacional del yacimiento, concretamente una cimentación (UE 1025) y un depósito formado casi exclusivamente por fragmentos de ánforas (UE 1026) (Fig. 6). Ambos se encuentran amortizados por la cimentación de la balsa (UE 1017).

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José Manuel Melchor Monserrat Museo Arqueológico de Burriana [email protected]

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Josep Benedito Nuez Departament d’Història, Geografia i Art Universitat Jaume I de Castelló [email protected]

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