Werner Herzog, Diez poemas. Presentación, edición bilingüe y traducción

Share Embed


Descripción

Werner Herzog Diez poemas Presentación y traducción: Ricardo Ibarlucía “A veces”, dice Werner Herzog en sus conversaciones con Paul Cronin, “siento que debería haber hecho más por escrito, que podría ser mejor escritor que director de cine. El escritor dentro de mí todavía no ha sido propiamente descubierto” [1]. En efecto, la obra del cineasta alemán, sin entregarse jamás a lo literario, ni siquiera cuando apela a textos de Archiv von Arnim, Georg Büchner o Robert Walser, participa de una honda y persistente meditación sobre la poesía. Casi desconocida, sin embargo, es su propia producción poética. Los diez poemas que presentamos aquí, en español y alemán, se publicaron por única vez en 1978 en la revista Akzente, dirigida por Hans Bender y Michael Krüger [2]. Algunos, como “Rain-in-the Face” y “A través de llovidas enramadas”, parecen evocar sus viajes por Estados Unidos y México a mediados de la década de 1960, o remontarse quizá a la época de Fata morgana (1969), película en la que Herzog adaptó el relato de la creación del Popol-Vuh, como lo sugiere el verso “Cuando se hunde la noche, el rostro se apaga”, que traduce un antigua enseñanza maya. “El molinero Frenzel” recrea un momento en la vida de un campesino de la Selva Negra y su único amigo, el ruidoso Swepp, que lo engañaba con su esposa, cuya historia Herzog narra en Vom Gehen im Eis, diario de su peregrinación de

Munich a París en el invierno de 1974 [3]. En “De la chancha acribillada”, por su parte, el cadáver del que las crías se siguen amamantando y la imagen de los niños que juegan al gallito ciego remiten a Auch Zwerge haben klein angefangen (También los enanos empezaron pequeños, 1970). Todos estos textos, sin excepción, dan testimonio de su idea de la poesía como una revelación capaz de “presentar una cantidad de dimensiones mucho más profundas que el plano de lo que llamamos verdad” [4]. La “verdad extática”, que se abre en la experiencia de lo sublime, desocultándose en el sentido de Martin Heidegger, cuya interpretación de la palabra griega alétheia Herzog hace suya en sus reflexiones sobre estética cinematográfica [5], se entremezcla aquí con lo grotesco, como en no pocas de sus películas; giros coloquiales, juegos de palabras, refranes distorsionados o invertidos y metáforas literalizadas realzan este contraste, volviendo estos breves poemas sumamente inquietantes e impredecibles [6] . Refiriéndose a lo que suele pedirle a los actores de sus películas, Herzog ha brindado quizás una de las mejores caracterizaciones de cómo pueden ser considerados sus poemas: “Eres el primero que ha puesto un pie en una isla deshabitada durante siglos. Está cubierta de selva, llena de pájaros extraños. Te topas con un acantilado gigante y, al examinarlo de cerca, este acantilado es totalmente de esmeralda pura y, hace cientos de años, un monje pasó allí su vida entera con un cincel y un martillo grabando un poema en la pared. Le tomó toda la vida grabar sólo tres versos de un poema. Abres los ojos y eres el primero en verlo. Léeme lo que ves” [7].

Todas las noches claras el hombre y la mujer yacían Todas las noches claras el hombre y la mujer yacían Retorciéndose, y sobre los techos en abanico De la luna practicaban los gatos salvajes una extraña Cópula. Los árboles se inclinaban sobre los Poetas, sobre los árboles las montañas y Sobre las montañas las estrellas se ocultaban Detrás de la noche. Entonces dijo el rey: hijos míos, Tengan paciencia. Habrá que esperar unos cuantos cientos de miles de años Para que las piedras vaguen por el campo Y alguien quizás llore de una vez.

Jede der hellen Nächte lagen Mann und Weib/ Im Ringen, und auf den Dächern im Fächeln/ Des Monds übten die Katzen wilde fremde/Begattung. Die Bäume reichten über die/ Dichter, über die Bäume die Berge und/ Über den Bergen zogen die Sterne hinter/ Der Nacht her.// Da sprach der König: meine Kinder, /Habt Geduld. Warten wir ein paar Jahrhunderttausend,/ Bis dahin wandern die Steine im Feld/ Und vielleicht weint sogar einer einmal.

El molinero Frenzel Allá, al otro lado de la laguna, el molinero Frenzel vive Escudriñando sentado Como una rana delante de una mosca. Algunas veces está con Frenzel Su único amigo, el ruidoso Sepp. Ha pasado toda su vida Sólo haciendo flacos favores Por miedo a hablar, Frenzel se pone la mano en la boca. Así que desde hace años Todo marcha de la manera correcta. Y todas las tardes durante los meses Sin la letra R Se crea de inmediato junto a la laguna Cierto ambiente.

Der Mühlenfrenzel: Drüben, jenseits des Teichs/ Lebt der Mühlenfrenzel /mit Forschung im auge sitz/ da ein Frosch vor der Fliege.// Manchmal ist dem Frenzel sein/Einziger Freund der Sturm-Sepp./ Der hat sein Lebtag lang/ Nur Bärendienste geleistet.// Aus Angst vor dem Reden schlägt/ Der Frenzel die Hand auf den Mund./ So geht alles seit Jahren/ den Richtigen Weg.// Und jeden Abend in den Monaten/ Ohne den Buchstaben R/ Stellt sich unverzüglich am Teich/ Eine Stimmung ein.

Las sillas están vacías Las sillas están vacías Y la pintura se descascara de las paredes. Otra vez se derrite la nieve. La silla aún parece la silla, El cuarto un cuarto. No hay nada rojo como el zorro, Nada hay nada negro como el cuervo, No hay nada igual Al combate entre dos serpientes. Y las garzas, porque Apuntan siempre primero a los ojos del enemigo. Ya me temía Lo luminoso que es cuando Las puertas y ventanas se abren Y un centenar de huéspedes se agolpan Sin haber sido invitados.

Die Stühle stehen leer/ Und Farbe blättert von den Wänden/ Schon wieder schmilzt der Schnee/ Noch gleicht der Stuhl dem Stuhl/ Das Zimmer einem Zimmer.// Nichts ist rot als der Fuchs,/ Nichts ist schwarz als die Raben./ Dem Kampf zweier Schlangen/ Gibt es nicht Gleiches./ Und die Reiher, heiβt es/Zielen immer zuerst aufs Auge des Gegners.// Ich fürchte mich davor,/ Daβ es sehr hell wird, daβ/ Türen und Fenster sich öffnen/ Und hundert Gäste sich drängen/ Ganz ungeladen.

Una absoluta desconocida me escribió Una absoluta desconocida me escribió Que veía todo el tiempo cocodrilos Con una briqueta atravesada en la boca. Escribió: a cielo Abierto en el camposanto Había sombras de árboles Y sombras de seres humanos. No sin razón graznó un cuervo. La tierra engendraba los cadáveres Y estos yacían sin fiebre. Estaba masticando junto a la ventana Y decía que conocía la región.

Ein wildfremdes Mädchen schrieb mir,/ Sie sähe ständig Krokodile/ Mit einem Brikett quer im Maul./Sie schrieb: drauβen auf dem/ Himmelhoch heiligen Feld/Gäbe es Schatten vom Bäumen/Und Schatten von Menschen./ Nicht ohne Grund habe ein Rabe gekrächzt./ Die Erde erzeuge die Leichen/ Und diese lägen fieberfrei./ Sie sitze kauend am Fenster/ Und meine, sie kenne das Land.

No se puede desear No se puede desear Que nadie vea nada: ¿No es una oveja perdida Un mal objeto de trueque? Y puesto que en los campos Sólo hay piedras, como piedra. Tampoco los mendigos tienen dinero. Si uno al final muere de hambre, Suele ser signo de pobreza.

Man kann nicht verlangen, dass keiner nichts sieht:/ Ist denn nicht ein entlaufenes Schaf/Ein schlechtes Tauschobjekt?/ Und da auf den Feldern/ Liegen nur Steine wie Stein./ Auch die Bettler haben kein Geld./ Wenn nämlich einer vor Hunger stirbt,/ Ist das oft ein Zeichen von Armut.

De una chancha acribillada De una chancha acribillada Mamaban seis cochinillos la leche. De común acuerdo dejaron Los niños de jugar. El gallito ciego y la carrera de embolsados Existieron desde entonces sólo en libros. Alguien subió a una torre Y miró largo tiempo hacia el Sur. Todo esto fue hace mucho, Desde ese momento nada cambió. En casa del ahorcado Sólo se habla de soga.

An einer erschossenen Sau/ Sogen sechs Ferkel nach Milch./ Auf gemeinsamen Beschluβ hin/Stellten die Kinder jegliches Spiel ein./ Blindekuh und Sackhüpfen gab es/ Von da an nur noch in Büchern./ Jemand stieg auf einen Turm/Und blickte lange nach Süden./ Das alles ist lange schon her./ Seitdem hat sich nichts mehr geändert./ Im Haus des Gehenkten/ Spricht man nur noch von Strick.

A través de llovidas enramadas A través de llovidas enramadas, Llueve la lluvia, llueve La ladera de la montaña en apuros. En la niebla los hombres escalan la montaña Y llaman a voces. Un humo frío flota alrededor de las casas. Del árbol cuelgan manzanas congeladas. Cuando se hunde la noche, el rostro se apaga. La lluvia nunca cae arriba.

Durch nassgeregnete Hecken/ Regnet der Regen, regnet/ Die Bergwand in Not.// Im Nebel steigen die Männer zum Berg/ Und rufen sich laut./ Kalter Rauch weht um die Häuser herum./ Am Baum sind die Äpfel gefroren.// Wenn die Nacht sinkt, stirbt das Gesicht./Regen fällt niemals oben.

Tal es el beneficio de una ventana Tal es el beneficio de una ventana: Oh, sí, por ahí crece un Arbolito en el techo, y aquí, desde El piso veinte, ¡parece una arboleda! Ante un bosque uno ha agotado Todas las conversaciones. Ha investigado todos los rostros, Removido cada piedra, desconfiado Hasta del amarillo. ¡Mejor no mirar alrededor! Sólo hay caras dando vueltas. Ahí, frente a una línea de tiza, Se detienen animales exóticos. También de los pollos en la cacerola Sabemos poco.

So zeigt sich der Nutzen der Fenster: /Ach, und hier, hier wächst ja ein/ Bäumchen am Dach, und hier, im/ Zwanzigsten Stock zeigt sich Gebüsch!// Vor einem Wald hat man alle Reden/Noch einmal gehalten./ In allen Gesichtern hat man geforscht/ Jeden Stein ungedreht, dem Gelb/Selbst misstraut.// Lieber sich gar nicht mehr umsehen!/ Da sind nur Gesichter im Kreis./ Hier, vor einem Kreidestrich/Geraten seltene Tiere ins Stocken./Auch von den Hühnern in unserem Topf/ Wissen wir wenig.

Rain-in-the-Face Con setenta y dos, después de un yogurt, Mi abuelo entregó la cuchara Y perdió la razón. En el jardín le cantaba al escarabajo Y decía llamarse Rudolf el Oso. Aprendió dulces cantos osunos. Antes llevaba traje y bastón Y solía defender la ley y el orden. Pues sus colegas se llamaban Nagel, Illeman, Muhr. Mi indio preferido ya no Vivía en ese tiempo. Se llamaba Rain-in-the Face Y murió en Little Big Horn. Su padre se llamaba Oso Paseandero Y su madre Vaca-Blanca-Que-Ve.

Rain-in-the Face Mit zweiunsiebzig, nach einem Joghurt/ Legte mein Groβvater den Löffel beiseite/ Und verlor den Verstand./Im Garten sang er Lieder für Käfer/Und nannte sich Rudolf der Bär./ Er lernte sanfte Bärenlieder.// Früher trug er Anzug und Stock/ Und trat oft für Recht und Ordnung ein./Seine Kollegen hieβen nähmlich/Nagel, Illeman, Muhr.//Zu der Zeit lebte schon mein/Liebster Indianer nicht mehr./Er hieβ Rain-in-the Face/ Und starb am Little Big Horn./Sein Vater hieβ Tretender Bär/ Und seine Mutter Weisse-Kuh-Sieht.

Anoche estuvo Anoche estuvo De pronto todo en calma. Bajo el más negro Cielo inmóvil, los árboles Se quedaron inmóviles. Apenas nuestro perro gruñó A los flecos de la alfombra. A la mañana siguiente Por todas partes había escarcha.

Gestern Nacht wurde es/ Ganz plötzlich still.//Unter dem allerschwärzesten/Reglosen Himmel standen/Reglos die Bäume./Nur unser Hund benagte leise/ Die Fransen des Teppischs.//Am nächsten Morgen/ Lag überall Reif.

NOTAS [1] Werner Herzog. Herzog on Herzog, edición de Paul Cronin, Nueva York, Faber and Faber, 2002, p. 137. [2] W. Herzog, “Zehn Gedichte”, Akzente. Zeitschrift für Literatur, año 25, Nº. 3, Colonia, junio 1978, pp. 193-197. [3] Cf. W. Herzog, Vom Gehen im Eis: München-Paris; 23.11. bis 14.12.1974, Munich, Hanser, 1978, pp. 51-52. [4] W. Herzog, Herzog on Herzog, p. 239. [5] Cf. W. Herzog, “Sobre lo absoluto, lo sublime y verdad extática”, trad. y notas de Ricardo Ibarlucía, El Ángel Exterminador. Revista digital de cine, Nº 19, julio-agostoseptiembre 2012. [6] Agrecedemos a Hildegard Keller sus señalamientos sobre algunas de las expresiones empleadas por Herzog, imprescindibles para nuestra traducción. [7] W. Herzog, Herzog on Herzog, p. 129.

(El Ángel Exterminador, nº 23, enero-febrero-marzo 2014)

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.