Voz Penitenciaría de San Martín

June 28, 2017 | Autor: Milena Luciano | Categoría: Historia Argentina, Arquitectura penitenciaria, Historia De Córdoba
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Descripción

LUCIANO, Milena. "Voz Penitenciaría de Barrio San Martín", online, Proyecto Culturas Interiores. Disponible en: http://culturasinteriores.ffyh.unc.edu.ar, 25/07/2015. La Penitenciaría de barrio San Martín fue planificada y construida en varias etapas entre los años 1887 y 1909. Prevista desde tiempo atrás, ciertas circunstancias precipitaron su diseño, a cargo del arquitecto Francisco Tamburini, el que intentó responder a las ideas jurídicas dominantes respecto del castigo humanizado, “civilizado”, como medio de

disciplinamiento

y

reforma

y

no

meramente

de

encierro

del

prisionero. En este sentido, y habiendo muy pocos antecedentes en Argentina (Mendoza y Buenos Aires), el propio edificio es testimonio de un momento del pensamiento jurídico y del sistema de justicia en la provincia y el país.

Antecedentes: La cárcel de Córdoba funcionó desde tiempos coloniales en el cabildo de la ciudad. A partir de 1868, y debido a la propagación de cólera, se produjo el traslado de los presos al local del Departamento Central de Policía, ubicado en la intersección de las calles San Juan y Vélez Sarsfield. A pesar del cambio, la función de la institución de encierro siguió siendo la misma: detener a infractores de la más variada índole, sin propiciar tratamientos rehabilitadores que permitiesen su reinserción social. Paralelamente, se comenzaron a discutir en la Cámara de Diputados de la Nación proyectos de cárceles modernas que incluían a Córdoba. El primero, presentado en 1870, proponía la creación de una Penitenciaría Nacional en Córdoba, mientras que el segundo (1878) planteaba la emergencia de cuatro penitenciarías regionales, una para los presos de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe, una para Tucumán, Salta, Catamarca y Jujuy, una para San Luis, Mendoza y San Juan y otra para Córdoba, La Rioja y Santiago del Estero. Ninguna de las propuestas prosperó.

En 1887, un nuevo brote de cólera obligó a las autoridades locales a incluir en la agenda pública la construcción de una penitenciaría, a fines de trasladar a los presos alojados en el antiguo local de la Policía.

El

edificio:

A

diferencia

de

los

edificios

anteriores,

el

diseño

arquitectónico propuesto para la Penitenciaría de Barrio San Martín respondería a los nuevos requerimientos del castigo humanizado (trabajo, escuela y religión). En este sentido, Francisco Tamburini, el arquitecto a cargo del proyecto, diseñó una cárcel semi-radial, con cinco pabellones de dos plantas que confluían en un centro sobre el que se erigía una capilla. El edificio podría albergar a quinientos internos distribuidos en celdas individuales. También se incluyeron en los planos dos grandes departamentos conectados en donde se instalaron, más tarde, los distintos talleres. En tanto, las oficinas de la administración comprendieron la fachada del edificio (ver Anexo). Con respecto a su localización, el Barrio San Martín reunía los requisitos solicitados por el gobierno, es decir, estaba fuera de la zona céntrica pero, a su vez, no tan alejado de ella. Otro aspecto favorable era la que se creía su pronta conexión de agua corriente, sólo concretada en la década del ‘10. Los terrenos para la construcción fueron donados por J. Ferreira, S. Funes y S. del Signo. El proyecto logró su aprobación definitiva en julio de 1889. La empresa que ganó la licitación para construir la obra fue Streniz y Cía, la cual se comprometió a concluir dos de sus cinco pabellones en el lapso de veinticuatro meses. No obstante, la crisis de 1890 interrumpió la materialización del penal, posponiendo su habilitación para 1895. Durante ese año, ciento cincuenta presos fueron reubicados en un establecimiento incompleto, con espacios abiertos que dejaban amplios márgenes para las evasiones. El tercero de los pabellones, un muro divisorio entre estos y la administración,

y

uno

de

los

patios,

fueron

concluidos

por

los

contratistas Tribiño y Barabino en 1900. Asimismo, el Estado provincial necesitó de la intervención del sector privado (el empresario industrial Carlos Moreaux) para completar el departamento destinado a talleres. La administración y pabellones restantes se edificaron en el período 1901 – 1909, a cargo de Federico Tessi. En dichas oficinas se ubicaron las secciones de tesorería, identificaciones, patronato de liberados, comedor de empleados y cocina. Obras que incluyeron también la creación del Museo Penitenciario y de la enfermería. Si bien para finales de 1909 la penitenciaría de San Martín se encontraba prácticamente terminada, aún no contaba con servicios básicos como agua corriente y luz eléctrica, situación que obstruía la habilitación de los nuevos pabellones y agravaba las condiciones sanitarias del local. Frente a esto, fueron los mismos reclusos los encargados de la instalación de agua corriente, de la construcción de nuevas cámaras sépticas y de la reparación de los caños de desagüe, mientras que la energía eléctrica se terminó de instalar en cada una de las celdas en 1913.

El modelo penitenciario: Siguiendo los pasos de la Penitenciaría Nacional, Córdoba implementó el modelo de Auburn (Estados Unidos, 1816), que comprendía el trabajo colectivo en talleres -a cambio de un salario- y el confinamiento de los reos en celdas individuales. De esta forma, las instituciones de encierro fueron pensadas como complejos fabriles (Cárcel Fábrica) en los que la finalidad moral que poseía la enseñanza de un oficio en parte se desdibujaba con la búsqueda de productividad. A partir del reglamento de 1896 y hasta 1916, la administración del trabajo en la penitenciaría de San Martín corrió por cuenta

de

modestas

empresarios ganancias

particulares.

arrojadas

por

Durante algunos

dicho talleres

período, (herrería

las y

carpintería, principalmente) se habrían destinado a solventar los gastos que demandaban los presos al penal. Luego de una serie de medidas

gubernamentales tendientes a mejorar la rentabilidad del taller de imprenta, el establecimiento se hizo cargo por completo de la actividad.

Referencias bibliográficas PAGE, C. A. (1994): La Arquitectura Oficial en Córdoba 1850 - 1930, Ministerio de Cultura y Educación, Bs. As. LUCIANO, M. (2015): La modernización penitenciaria en Córdoba. Una mirada al interior de la Cárcel de San Martín (1887 - 1916). Trabajo final de Licenciatura en Historia presentado en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, mimeo. ------------------. (2015): "La Penitenciaría de Córdoba: proceso de construcción, régimen interno y tensiones institucionales, 1887 - 1907" (pp. 131 - 155), Prohistoria (online), vol. 21, ISSN 1851-9504. Disponible en http://www.scielo.org.ar ------------------. (2013) "Las ideas penitenciarias en el campo jurídico cordobés. 1885-1911" (pp. 75 - 92), Anuario de la Escuela de Historia Virtual, Año 4, N°4, IISN 1853-7049. Disponible en http://publicaciones.ffyh.unc.edu.ar

Anexo

Plano de Francisco Tamburini (1886) con la distribución de las distintas aéreas.

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