Vladimir Putin y el Resurgimiento de Rusia

August 22, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Rusia, Vladimir Putin
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Descripción

Vladimir Putin y el Resurgimiento de Rusia
"Lo que necesita Rusia es más Rusia, no más Occidente"
Fiódor Dostoievski

Fernando Álvarez Simán*

Rusia es el país más grande del mundo, su territorio es atravesado por 9 diferentes husos horarios lo que lo hace que esa nación tenga una amplia variedad de sistemas ecológicos y por tanto también enormes riquezas naturales que los expertos dicen que en su inmensa mayoría no están explotadas; lo que de entrada la convierte en una superpotencia en temas energéticos. Otro dato es que el total de su superficie lo hace más grande que el planeta Plutón.

En el periodo conocido como el Imperio Ruso, este país llegó a ser por territorio dominado, el tercer imperio más extenso de todos los tiempos, solo superado por el imperio Mongol erigido por Gengis Kan y el Británico de entre los siglos XVI y XX. Fue también después de la etapa de la Revolución Rusa o de Octubre que sobre las ruinas del Imperio Ruso y la caída del Zar Nicolás II, Vladimir Illich Ulianov "Lenin" construye el primer estado socialista del mundo, denominado Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS). La tierra donde nacieron Lenin, Stalin, Mijaíl Gorbachov, Fiódor Dostoyevski, León Tolstói, Antón Chéjov y Yuri Gagarin entre otros notables científicos, escritores, políticos y pensadores fue en su época socialista, protagonista principal de algunos de los hitos científicos y tecnológicos más importantes del mundo; sus técnicos y científicos pusieron el primer satélite artificial en órbita, al primer ser vivo en el espacio, al primer ser humano orbitando sobre la tierra y fue el primer país sobre la tierra en erradicar la viruela.

En contraste, algunos de los hechos más trágicos de la humanidad también se vivieron o tuvieron como protagonista a la antigua URSS, por ejemplo el Holodomor o hambruna ucraniana que provocó la muerte de entre 3 y 10 millones de personas y la consecuente diáspora ucraniana; la tal vez batalla más sangrienta en la historia humana se libra en Stalingrado con un saldo de dos millones de víctimas y el consecuente inicio de la total derrota nazi en el frente europeo de la II Guerra Mundial o Gran Guerra Patria como se conoce al conflicto mundial en Rusia. También en ese conflicto se contabilizan a 27 millones de víctimas mortales y en materia medioambiental el "accidente de Chernóbil" es el mayor accidente del mundo en su tipo ya que más de 115 mil personas fueron evacuadas y la radioactividad se extendió a trece países vecinos.

Pero tal vez lo más traumático para la generación actual de rusos que nacieron en un país clasificado como potencia mundial en un mundo bipolar, sea el haber sido testigos del derrumbe de la URSS ocurrido en solamente dos años, desde noviembre del 89 con la caída del Muro de Berlín a diciembre del 91 con el golpe de estado al Gobierno de Gorbachov que fue la desintegración total. Finalmente el 25 de diciembre de 1991, la Unión Soviética se disolvió en 15 nuevos estados. Con Boris Yeltsin al frente de Rusia, luego del fracaso de Gorbachov y sus políticas de Perestroika (reestructuración del sistema económico socialista) y Glásnost (apertura, transparencia y libertad en lo político), el nuevo país que emerge de las ruinas de la antigua URSS restaura el capitalismo pero en esta transición lo que más caracteriza al país es la escasez de productos en los supermercados, los enormes déficit presupuestarios y el crecimiento excesivo de la inflación. Estos efectos económicos y sociales fueron resultado del proceso de privatización de las empresas públicas, la liberación del comercio y de las finanzas. El saldo fue que en solo cinco años (1990 a 1995) el Producto Interno ruso disminuyó un 50 por ciento.

Pero además los saldos de la transición hacia el capitalismo también se sintieron en los niveles de pobreza, ya que si esta llegó a afectar al 1.5 por ciento de la población en la época socialista, en 1993 se disparó hasta el 49 por ciento y bajo la presidencia de Yeltsin la anarquía y los enormes casos de corrupción de la clase política y el naciente sector empresarial fueron documentados. Eso sin contar los conflictos armados de la década de los 90´s sobre todo con separatistas islámicos de la región del Cáucaso del Norte, el problema más agudo lo representaron los separatistas de Chechenia. La corrupción, la violencia social y las insurrecciones armadas hicieron imposible sostener el régimen del presidente Yeltsin quien dimite y entrega el poder en el año 2000 a Vladimir Putin que en ese momento era el primer ministro. Con Putin ha regresado el orden, la estabilidad y el progreso lo que le ha granjeado gran popularidad en Rusia pero a un costo elevado para muchos expertos, puesto que la mano del régimen de Putin no solo ha sido firme, en muchos casos se ha pasado de dura según muchas organizaciones internacionales de derechos humanos las cuales lo acusan de ser un presidente antidemocrático.

Vladimir Putin, abogado de profesión, pero antiguo agente por 16 años de la para ese entonces desaparecida KGB donde alcanza el grado de teniente coronel, nace en Leningrado en 1952 siendo hijo de una obrera y un marino; inicia su carrera política en 1990 en su ciudad natal como asesor del entonces primer alcalde elegido democráticamente Anatoly Sobchak que es considerado el autor de la Constitución Política de la Federación Rusa y padrino político de Putin y de Dimitri Medvedev, actual primer ministro y ex presidente de Rusia. En este sentido, el 2 de marzo de 2008, Dimitri Medvedev fue elegido presidente de Rusia, mientras que Putin se convirtió en primer ministro. Putin regresó a la presidencia después de las elecciones presidenciales de 2012, y Medvedev fue nombrado primer ministro.

Putin pasa seis años bajo la sombra de su protector Anatoly Sobchak hasta que es llamado por el Presidente Yeltsin a la sub jefatura del Estado Mayor Presidencial y entonces su carrera política se vuelve meteórica, ya que después se convierte en el "primer jefe adjunto" de ese organismo, donde salta al frente del Servicio de Seguridad Federal de la Federación de Rusia (FSB) la sucesora de la KGB. Hasta que en agosto de 1999 es nombrado primer ministro por Yeltsin quien desliza por primera vez que le gustaría ver a Putin como su sucesor. El 31 de diciembre de ese año, Yeltsin renuncia pero le hereda a un Putin elegido presidente interino y todavía desconocido por las mayorías y por el gabinete. Ya en el cargo, Putin desestima todas las acusaciones de corrupción contra un Yeltsin enfermo y comienza una era Rusa de mano dura, de restablecimiento del orden y de orgullo patrio controlando la insurgencia chechena. A Putin estos eventos hicieron que pasara de ser un desconocido a ser el político más popular de Rusia; aprovechando esa inercia, adelanta las elecciones generales programadas en junio del 2000 a marzo del mismo año y con ello sorprende a la oposición y se proclama presidente electo por primera vez. Pero a los éxitos de seguridad nacional y de orden público se le sumaron diez años consecutivos de crecimiento económico de la mano del aumento en los precios internacionales del petróleo y a que de manera informal, pero evidente, estructuró a su alrededor cuatro grupos políticos que lo reconocen como su líder y que comparten con Putin el poder en Rusia. El primer grupo es de expertos economistas que como el, fueron cobijados en la alcaldía de Leningrado o San Petersburgo (como se conoce ahora) por Anatoly Sobchak. De hecho el grupo recibe el nombre de "Economistas de San Petersburgo" pero más formalmente se hacen llamar "reformistas liberales, German Gref, ex ministro de comercio y actual presidente de Sberbank, el banco ruso más grande y tercero de Europa es el líder del grupo junto con Alexander Kudrin ex ministro de finanzas.

El siguiente grupo también emana de los inicios de Putín, son los "abogados de San Petersburgo", liderados por Dimitri Medvedev el actual primer ministro y Dimitri Kozak, actual viceministro y probablemente el sucesor de Putin según los expertos. El tercer grupo lo conforman los "Silovik" que son políticos que emanan de las fuerzas armadas y de los órganos de seguridad y que tienen gran influencia sobre las decisiones de Putin. El cuarto grupo es formado por políticos formados en la era Yeltsin o por familiares del ex presidente, pero paulatinamente han ido siendo sustituidos de las estructuras gubernamentales; aunque estrictamente muchos de los poderosos empresarios rusos pertenecen a este grupo.

Ahora bien, hasta el momento ¿cuál es el balance de la administración de Vladimir Putin y los grupos de poder que lo acompañan? Casi desde el momento de la desaparición de la URSS, Rusia perdió la mitad del PIB, perdió también su capacidad industrial. Además de la soberanía alimentaria (la producción de carnes y lácteos se redujo 73 por ciento), los indicadores de calidad de vida cayeron dramáticamente y la deuda pública rondaba el 50 por ciento del PIB. Prácticamente una catástrofe económica para una nación que había sido potencia mundial.

Pero para el 2002 ya con Putin en el poder, Rusia recupera el equilibrio económico de la mano de las reformas estructurales diseñadas por los economistas y abogados de San Petersburgo, con el control social y el orden (con el apoyo de la elite militar y la seguridad rusa) y los remanentes de la oligarquía de Yeltsin en las actividades económicas. Ayudados también claro está por las inmensas reservas naturales sobre todo de petróleo que comienza a experimentar un alza en los precios internacionales. De esta manera el petróleo y el gas natural representan la mitad de los ingresos del presupuesto federal, el 55% de las exportaciones del país y es el principal generador de divisas. Rusia es el mayor productor de petróleo del mundo, el segundo exportador mundial de petróleo y el primero de gas natural. Desde el 2002 y hasta el año pasado crecía un promedio de siete por ciento anual, pero las previsiones para el 2014 y el 2015 son de entre 1.5 y tres por ciento. En ese sentido, muchas de sus relaciones comerciales internacionales dependen del petróleo y de la estabilidad de sus precios. Los analistas rusos creen que para evitar esa dependencia el país debe avanzar en cuatro aspectos fundamentales; mantener el rumbo del modelo socioeconomico, invertir en infraestructura, apostar por las inversiones tecnológicas y profundizar las reformas liberales.

Hoy Rusia es la onceaba potencia mundial, pero un país que tiene grandes retos no solo en los aspectos económicos, también en los sociales puesto que cuenta con 39 millones de pensionados y 18 millones de veteranos de las guerras de Afganistán y Chechenia, por lo que la demanda de servicios públicos de calidad es alta y el desarrollo regional es desequilibrado. El país está dividido en 83 regiones y solo nueve aportan la mitad del PIB, el resto vive de transferencias y subsidios lo que provoca grandes desigualdades sociales, de hecho el 35 % de la riqueza rusa está en manos de solamente 110 personas. En lo social su población harta de la falta de libertad individual con el comunismo abrazó pese a las adversidades el sueño de la democracia. La dura realidad económica hace añorar en algunos sectores el liderazgo mundial, el centralismo y el control del estado que se sentía en la antigua URSS. Sin llegar a esos extremos Putin lo sabe y por ello ejerce con fuerza y mano dura su presidencia. Quienes lo conocen de manera personal dicen que es un político nacionalista que lo que le interesa es rescatar el orgullo nacional y el liderazgo mundial ruso de otros tiempos. Con su intervención en el conflicto de Siria, mostrando carácter, fuerza e independencia, para evitar la invasión americana se anotó una gran victoria diplomática, lo que le valió ser nombrado el hombre más poderoso del mundo por la revista Forbes, aun por encima de Obama. En sentido el éxito o fracaso de su accionar diplomático equilibrará los poderes en una zona del mundo convulsa, pero rica en recursos naturales.

Hoy Putin es el hombre más fuerte de un país con una historia trágica que se caracterizó por ser cuna de conquistadores que expandieron el país y que se ha reinventado muchas veces con violencia, pero que con la caída de la URSS y el comunismo canceló ese signo trágico, por una caótica transición hacia el capitalismo pero que no implicó convertir a Rusia en un polvorín sin fin, falta que se consolide la apertura y la democracia efectiva si quiere que su país sea protagonista mundial en todos los sentidos. Rusia ha resurgido de las cenizas y ha recobrado el poder que el oso soviético llego a representar en la política internacional.

* Profesor investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas.






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