Violencia e Inseguridad en América Latina en 2012 (pp. 433-446)

June 7, 2017 | Autor: J. Ríos Sierra | Categoría: Latin American Studies, Violence, Geopolitics
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Descripción

Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2012

Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades Universidad de Guadalajara

Directorio del Anuario

Coordinador General Dr. Jaime Antonio Preciado Coronado Consejo Editorial Dr. Luís Fernando Ayerbe Universidad Estadual de Sao Paolo, Brasil Dr. Heriberto Cairo Carou Carou Universidad Complutense de Madrid, España Dr. Jaime Eduardo Estay Reyno Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Mtro. Carlos Oliva Campos Universidad de La Habana, Cuba Dr. Ignacio Medina Núñez Universidad de Guadalajara-iteso Dr. Alberto Rocha Valencia Universidad de Guadalajara Dr. Germán Sánchez Daza Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2012

Jaime Antonio Preciado Coronado Coordinador

Una publicación de la Red de Investigación sobre la Integración de América Latina y el Caribe (Redialc) 2012.

Proyecto financiado por el CONACyT en Investigación en Ciencia Básica, Clave 128955: “Dimensiones, estrategias y alternativas de la integración autónoma de Latinoamérica y el Caribe. Desafíos para el caso mexicano (2010-2012)”

Participan: Cuerpo Académico Consolidado, cac-214: “integración, gobernabilidad y desarrollo en américa latina y el caribe” Cuerpo Académico en Formación, caf-236, “sociología política y desarrollo en américa latina”

Los puntos de vista aquí expresados son responsabilidad de los autores y no necesariamente coinciden con los planteamientos del Conacyt. Primera edición, 2015

D.R. © 2015, iteso Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente D.R. © 2015, Universidad Complutense D.R. © 2015, Universidad de La Habana D.R. © 2015, unesp Universidade Estadual Paulista D.R. © 2015, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla D.R. © 2015, Universidad de Guadalajara Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades Guadalajara, Jalisco, México D.R. © 2015, University Press of the South New Orleans, LA 70119 USA ISBN: 978-1-937030-61-2

Contenido

Acerca de los autores . .

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XI

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Jaime Antonio Preciado Coronado

Dimensión económica La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012.

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Los países de la Caricom y América Latina en el siglo xxi: acercamientos, ejes y desafíos. . . . . . . . . . .

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Jaime Eduardo Estay Reyno

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Laneydi Martínez Alfonso

El Mercado Común Centroamericano y su relación comercial con la Unión Europea . . . . . . . . . . . . . . . . . 83

Cruz Álvarez Padilla

Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación .

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101

Lourdes Ma. Regueiro Bello

La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

Carlos Otto Vázquez

El alba-tcp, 2012: entre esperanzas y desencuentros. . . . . . 145

Ximena Roncal Vattuone

Dimensión política La I Cumbre de la celac en Santiago-Chile: el camino hacia la autonomía. . . . . . . . . . . . . . . . . .

Alberto Rocha Valencia

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Mercosur 2012: desafíos geopolíticos e institucionales de la integración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

Lourdes Patricia Íñiguez Torres

La Unión de Naciones Suramericanas en 2012: momento de reestructuración y despliegue . . . . . . . . . .

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. 177

Daniel Efrén Morales Ruvalcaba

Integración para la remilitarización, la explotación y la desposesión . . 187

Ximena Isabel de la Barra MacDonald

¿Qué está pasando en la Asociación de Estados del Caribe?. .

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. 197

Esperanza Martínez Ortiz

Proyecto Mesoamérica y seguridad. Avances y contradicciones .

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211

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (alba-tcp). Alianza regional para la integración de América Latina y sus pueblos 2009-2013. .

221





Daniel Villafuerte Solís

Tania Yadira Durán González

La geopolítica de la Alianza del Pacífico y del Acuerdo Transpacífico . . 233

Elizabeth Vargas García

Estados Unidos y América Latina, 2012. . . . . . . . . . . 243

Gary Francis Prevost

Dimensión política exterior Apuntes para el debate sobre las políticas exteriores latinoamericanas y caribeñas desde la perspectiva de trabajo de Redialc. . . . . . 259

Carlos Oliva Campos

La política exterior de Argentina en 2012. .

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Javier Alberto Vadell

Balance de la política exterior de México hacia América Latina y el Caribe (2012). Entre el libre comercio y la integración latinoamericana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277

Ricardo Domínguez Guadarrama

Retos y perspectivas de la política exterior y de seguridad de Centroamérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293

Alejandro L. Perdomo Aguilera

A política externa brasileira em 2012 .

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Luiza Rodrigues Mateo

Una aproximación al proceso actual de concertación política en el marco de Caricom. . . . . . . . . . . . . . . . 323

Maylin Cabrera Agudo

Estados Unidos y América Latina al final del primer mandato de Obama. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Luis Fernando Ayerbe

Dimensión cultural La cultura en los proyectos de integración latinoamericana. .

Ignacio Medina Núñez

El espejo desenterrado de Carlos Fuentes . .

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Hugo Méndez Ramírez

Subjetividades y cultura: Carlos Fuentes y la búsqueda de identidad mexicana. . . . . . . . . . . . . . . . . 365

Ramón Gómez Zamudio

El largo camino de nuestros pueblos hacia los derechos culturales.

373

Nicolás Rey

La dimensión cultural de la integración en Centroamérica. . . . 387

Rafael Cuevas Molina

Dimensión geopolítica Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2012. Dimensión geopolítica. . . . . . . . . . . . . . . . . 399

Heriberto Cairo Carou

América Latina en el mundo en 2012 .

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Heriberto Cairo Carou y Jerónimo Ríos Sierra

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América Latina en la geopolítica de la indignación global: movimientos-red y corporalidad de la acción. . . . . . . . . 413

María Almudena Cabezas González y Breno Bringel

Violencia e inseguridad en América Latina en 2012 .

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433

Jerónimo Ríos Sierra y Heriberto Cairo Carou

Nuevas articulaciones de la integración energética latinoamericana y caribeña. Coyuntura 2012. . . . . . . . . . . . . . . 447

Pablo Alejandro Uc González

Dimensión ciencia y tecnología Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2012: Dimensión ciencia y tecnología . . . . . . . . . . . .

La ciencia, tecnología e innovación en el cambio estructural .

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465

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Germán Sánchez Daza

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Germán Sánchez Daza

La política científica, tecnológica y de innovación en Argentina, Brasil y Chile: tendencias recientes hacia la implementación de fondos de financiamiento desde una dimensión focalizada y sectorial. 481

Fernando Julio Piñero y Romina Loray

Emprendimiento e innovación en America Latina y el Caribe . .

. 493

Claudia Ibarra Baidón y Álvaro R. Pedroza Zapata

Dimensión turismo Crisis y turismo en el año 2012. . . . . . . . . . . . . . 519

Alfredo Argentino César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Dimensión de ecología política La iniciativa itt Yasuní en Ecuador: mantener el petróleo en el subsuelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 559 B. Rodríguez-Labajos y J. Martínez-Alier

Documentos en Internet sobre integración.

Compilados por Alicia González Rojano

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Acerca de los autores

Cruz Álvarez Padilla Académico adscrito a la Unidad de Investigación de Economía Política del Desarrollo, del Instituto de Investigaciones Económicas de la unam. Se agradecen las observaciones realizadas al trabajo por la maestra Berenice P. Ramírez López, investigadora titular de tc del Instituto de Investigaciones Económicas, unam. Stella Maris Arnaiz Burne Doctora en Antropología por la Université Laval, Québec, Canadá. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel 2. Profesorainvestigadora de tiempo completo titular C en el Cedestur del Centro Universitario de la Costa, de la Universidad de Guadalajara. Luis Fernando Ayerbe Coordinador del Instituto de Estudos Econômicos e Internacionais de la Universidade Estadual Paulista (ieei-unesp). Ximena Isabel de la Barra MacDonald Consultora independiente e integrante Sudamericano, Santiago de Chile.

del

grupo

Diálogo

Breno Bringel Doctor en Ciencia Política y profesor del Departamento de Ciencia Política III de la Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected] María Almudena Cabezas González Profesora asociada de Geografía Política, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected] Maylin Cabrera Agudo Investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional (cipi), Cuba. XI

Acerca de los autores

Heriberto Cairo Carou Profesor titular de Geografía Política, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected] Alfredo Argentino César Dachary Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Leiden, Holanda. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel 2. Profesorinvestigador de tiempo completo titular C y director del Cedestur del Centro Universitario de la Costa, de la Universidad de Guadalajara. Rafael Cuevas Molina Profesor-investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Costa Rica. Presidente de la Asociación por la Unidad de Nuestra América (auna-Costa Rica). Correo electrónico: [email protected] Ricardo Domínguez Guadarrama Investigador de tiempo completo de la Unidad Académica de Estudios Regionales de la Coordinación de Humanidades, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: guadarrama_r@ hotmail.com Tania Yadira Durán González Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales del Centro Universitario de Ciencias Sociales, de la Universidad de Guadalajara; becaria de la Redialc. Jaime Eduardo Estay Reyno Profesor-investigador del Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla y coordinador en dicha Facultad del Doctorado en Economía Política del Desarrollo; coordinador de la Red de Estudios de la Economía Mundial (redem) Correo electrónico: http://www.redem.buap.mx Ramón Gómez Zamudio Profesor-investigador en el Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos (deila) de la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: [email protected]

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Acerca de los autores

Claudia Ibarra Baidón Profesora del Departamento de Economía, Administración y Mercadología del iteso, Universidad Jesuita de Guadalajara. Coordinadora docente de Innovación y Emprendimiento. Correo electrónico: [email protected] Lourdes Patricia Íñiguez Torres Licenciada en Estudios Internacionales; maestra en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara; doctora por El Colegio de México. Romina Loray Investigadora del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales (ceipil) perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (uncpba), Argentina. Correo electrónico: [email protected] Laneydi Martínez Alfonso Profesora-investigadora del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (cehseu), de la Universidad de La Habana. Master en Ciencias Económicas por la Facultad de Economía y master en Estudios Caribeños por la Cátedra Caribe, ambos de la Universidad de La Habana, Cuba. Esperanza Martínez Ortiz Doctora en Estudios Científico Sociales. Profesora-investigadora en la Universidad de Guadalajara. Ignacio Medina Núñez Doctor en Ciencias Sociales. Profesor en el iteso (Universidad Jesuita de Guadalajara) y en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: [email protected] Hugo Méndez Ramírez Profesor de la Universidad del Estado de Georgia, en Atlanta, eua. Correo electrónico: [email protected] Daniel Efrén Morales Ruvalcaba Doctorando en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: [email protected] XIII

Acerca de los autores

Carlos Oliva Campos Profesor-investigador del Departamento de Historia, Universidad de La Habana, Cuba. Carlos Otto Vázquez Economista. Profesor de posgrado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México. Correo electrónico: [email protected] Álvaro Pedroza Zapata Profesor-investigador del Departamento de Economía, Administración y Mercadología, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (iteso). Correo electrónico: [email protected] Alejandro L. Perdomo Aguilera (1985) Licenciado en Historia por la Universidad de La Habana, en 2009; Maestría en Relaciones Internacionales en el Instituto de Relaciones Internacionales “Raúl Roa González” (isri) de la edición 2011. Investigador en el Centro de Investigaciones de Política Internacional de Cuba; en este momento se desempeña como fellow researcher del Center for Latin American and Latino Studies en la American University, en Washington, dc. Fernando Julio Piñero Investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales (ceipil), perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (uncpba), Argentina. Correo electrónico: [email protected] Jaime Antonio Preciado Coronado Dr. en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Paris iii, Profesor Investigador de la Universidad de Guadalajara, México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel iii. Gary Francis Prevost Profesor-investigador del Instituto Saint Benedict de la Universidad Saint John, Minnesota, Estados Unidos.

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Acerca de los autores

Lourdes María Regueiro Bello Profesora-investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional (cipi) del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba. Nicolás Rey Profesor-investigador de tiempo completo en el Departamento de Historia, de la Universidad de Guadalajara. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (sni-Conacyt) nivel 1. Correo electrónico: [email protected] Jerónimo Ríos Sierra Candidato a doctor por la Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected] Alberto Rocha Valencia Profesor-investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad de Guadalajara. Luiza Rodrigues Mateo Mestre em Relações Internacionais pelo ppg San Tiago Dantas (unesp, unicamp e puc-sp) é professora de Relações Internacionais na Universidade Estadual da Paraíba (uepb). Correo electrónico: [email protected] Ximena Roncal Vattuone Doctora en Economía Política del Desarrollo. Docente-investigadora en el Instituto Internacional de Integración-Convenio Andrés Bello. Germán Sánchez Daza Investigador del Equipo de Estudios Internacionales de la Facultad de Economía de la B. Universidad Autónoma de Puebla, México. Integrante de la Red de Estudios de la Economía Mundial (redem). Pablo Alejandro Uc González Licenciado en Estudios Internacionales por la Universidad de Guadalajara; maestro en Ciencias Sociales por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach). Javier Alberto Vadell Profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais, Brasil. Investigador XV

Acerca de los autores

del Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (cnpq). Correo electrónico: [email protected] Elizabeth Vargas García Profesora-investigadora del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad de Guadalajara. Daniel Villafuerte Solís Profesor-investigador del Centro de Estudios Mexicanos Centroamericanos, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.

XVI

Introducción

Jaime Antonio Preciado Coronado1 La red de investigación sobre la integración de América Latina y el Caribe (Redialc) presenta en esta edición del Anuario de Integración Latinoamericana y Caribeña, una serie de análisis multidisciplinarios que dan cuenta del desarrollo de los procesos de integración latinoamericanos durante el año 2012. Los procesos de integración en América Latina y el Caribe son altamente complejos, en tanto que se toca de manera transversal todas las esferas de la práctica social; la integración no es sólo político-económica, también es social y no sólo se lleva a cabo dentro de la autoridad del Estado, las grandes empresas como las cadenas turísticas y las empresas manufactureras, así como las organizaciones de la sociedad civil e incluso el crimen organizado son todos frentes que evolucionan y que alteran las relaciones políticas, económicas y sociales entre los Estados de la región, así como entre la región y el resto del mundo. Estos cambios profundos en las dinámicas de integración en América Latina se han visto potenciados por el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (tic), que han abierto nuevos espacios de participación política. Espacios que se convierten en canales a través de los cuales las sociedades latinoamericanas se interrelacionan, generando cambios los unos en los otros de manera intersubjetiva. El ciberespacio ha sido tomado por una oleada de movimientos sociales en todo el mundo, desde Occupy Wall Street en Estados Unidos que criticaba la repartición de la riqueza en dicho país, hasta la primavera árabe que

1.

Coordinador General de la Red de Investigación sobre la Integración Latinoamericana y Caribeña (Redialc), agradece al equipo que contribuyó para la redacción de este documento: Óscar Jorge Romero Jr., Arturo Castillo y Yéssica Rivera.

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Jaime Antonio Preciado Coronado

conmocionó el mundo y cambió el panorama político de Medio Oriente y del norte de África. En América Latina, Chile y México se convierten en casos paradigmáticos; el movimiento de los estudiantes en Chile marcado por la consigna de un acceso a la educación más justo se suma a la lista de estos nuevos movimientos sociales junto con #YoSoy132 en México. México se ha convertido en un escenario en el cual los movimientos sociales han sabido utilizar las tic para empoderarse. Desde la aparición de las estrategias de difusión a través de los medios electrónicos del ezln o la primera guerrilla informacional como los denominó Manuel Castells, el ciber-activismo se ha convertido en parte del arsenal de la sociedad civil mexicana para denunciar la violación a los derechos humanos y para ejercer el derecho a la libre expresión, en un contexto donde los medios tradicionales se encuentran atrapados por oligopolios que limitan las voces que pueden resonar a través de ellos. Durante las elecciones presidenciales de 2012, el entonces candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto visitó la Universidad Iberoamericana, de donde, después de presentar una conferencia, fue expulsado entre abucheos y protestas por parte de los estudiantes de dicha institución que cuestionaban sus acciones en contra de los pobladores de San Salvador Atenco durante su periodo como gobernador del Estado de México. Ante esto, miembros del pri (Partido Revolucionario Institucional) y del Partido Verde promovieron la idea de que no eran estudiantes de dicha universidad los que llevaron a cabo esa protesta. En respuesta a ese mensaje, el 14 de mayo de 2012 se publicó en las redes sociales un video en el cual 131 estudiantes de la Universidad Iberoamericana se reunieron mostrando sus credenciales y señalando su participación en dicha protesta. Esto desató un movimiento de solidaridad en el que, utilizando el hashtag #YoSoy132, estudiantes de todo el país, de universidades públicas y privadas, se sumaron a la crítica del candidato. Si bien el impacto de este movimiento tendrá que medirse con el tiempo, su aparición ciertamente ha marcado un hito importante para los movimientos sociales en México y América Latina. 2

Introducción

Estos movimientos, aunque formados con objetivos claramente diferentes, tienen elementos en común que nos hablan del desarrollo de las sociedades civiles en América Latina y también del aumento al acceso de este tipo de tecnología, con una estrategia que al mismo tiempo que globaliza la información, traduce los impactos de estas redes de solidaridad internacional al contexto local. Sin embargo, estos desarrollos son en primer lugar posibles gracias a las nuevas posturas de los Estados en torno a la inversión en ciencia y tecnología y a los esfuerzos por reducir la brecha digital. En este sentido, en la dimensión de “Ciencia y tecnología” nos encontraremos con análisis puntuales de las agendas de países como Brasil, Chile y Argentina en esta materia. Es importante señalar que estas mismas tecnologías también empoderan a los grupos del crimen organizado, permitiendo que lleguen a niveles de especialización, diversificación y división del trabajo que superan, en muchos casos, las capacidades de los Estados. Como se aborda en la dimensión de “Turismo” de este documento, éste es el caso de muchos de los Estados del Caribe que son atravesados por el narcotráfico, la trata de blancas y organizaciones criminales que, sumado a las consecuencias medioambientales de la industria del turismo de lujo, contrasta sobremanera con las ideas paradisíacas que se publicitan en las agencias de viajes. En este sentido los procesos de integración, los organismos de coordinación y foros de discusión cumplen un papel crucial para que los Estados puedan plantearse agendas comunes para enfrentar problemas de carácter transnacional, así como para unir voces y fortalecer el poder de negociación de la región en un sistema internacional cada vez más interconectado y competitivo. En este tenor, 2012 es un año coyuntural para la historia de la integración latinoamericana, ya que el proyecto de integración regional más ambicioso y significativo para la región, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, entró en funciones a poco menos de un mes de comenzar el año. Cuando el entonces jefe de Estado chileno Sebastián Piñera tomó la Presidencia Protémpore del incipiente organismo, en el marco de la I Cumbre de la celac celebrada en Caracas el 2 y 3 de diciembre de 2011 se declaró constituido de manera oficial y definitiva el tan esperado foro de integración regional. 3

Jaime Antonio Preciado Coronado

La celac, creada en febrero de 2010 por medio de La declaración de Cancún en Quintana Roo, México, es el logro más importante en favor de la integración económica, política, social y cultural que se haya alcanzado en la región. Reunió por primera vez a los 33 países que conforman el subcontinente latinoamericano y caribeño (sin la presencia de Estados Unidos y Canadá), que en conjunto albergan a alrededor de 600 millones de habitantes y abarcan aproximadamente 20 millones de kilómetros cuadrados. De esta manera, la celac se posiciona frente al mundo como un bloque de dimensiones extraordinarias y como un representante incuestionable de los países que componen la región latinoamericana y caribeña. La Comunidad tiene entre sus objetivos principales hacer un contrapeso político y diplomático a la Organización de Estados Americanos (oea), para romper con el panamericanismo en la esfera política y poder tomar decisiones autónomas efectivas que atiendan a los intereses y necesidades exclusivos de la región. Asimismo, se busca aumentar la cohesión regional para potenciar el poder de negociación sin la necesidad de la intervención de potencias extrarregionales como Estados Unidos o la Unión Europea. Sin embargo, la consolidación de dicho organismo se enfrenta a dos discursos contrapuestos: primero, la intención de crear contrapesos institucionales, que brinden a la región mejores herramientas de negociación con el Norte, y segundo, la tradicional incondicionalidad de la mayoría de los países “norpanamericanistas” a los intereses estadounidenses. Este dilema es provocado mayormente por la diversidad y asimetría que caracteriza a los miembros de la Comunidad. Por un lado, se encuentran los países norpanamericanistas (Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Panama, Honduras, Chile, Perú, México y Colombia) que en su mayoría cuentan con acuerdos en materia de seguridad con los eeuu, además de tener el interés de generar acuerdos bilaterales con el Norte y tendencias liberalizadoras. Por otro, tenemos a los países surlatinoamericanistas (Brasil, Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Uruguay, etc.) que se caracterizan por tener proyecciones extrarregionales, por buscar el fortalecimiento y diversificación de las relaciones internacio4

Introducción

nales y por la constante actividad relacionada con la generación y expansión de bloques de resistencia a la influencia hegemónica.2 Lo anterior se suma a muchos otros puntos clave de la composición y proyección de este organismo, abordados también a lo largo de esta edición del Anuario de Integración Latinoamericana y Caribeña, en el que además se hace un acercamiento multidimensional a los eventos y procesos más emblemáticos del año 2012 a través de ocho frentes que a continuación se desarrollan de manera sucinta.

Dimensión económica En la “Dimensión económica”, coordinada por el doctor Jaime Estay, se hace una revisión de los avances y retrocesos en materia de integración económica latinoamericana, bajo un contexto internacional que sigue arrastrando los problemas, tanto económicos como de otras índoles, de la crisis originada en el año 2008. El 2012 es, económicamente, un año de amenazas y oportunidades para los países de la región latinoamericana. Mientras problemas como el desempleo, el deterioro del crecimiento económico y la incertidumbre en los mercados financieros se mantienen a la orden del día, las oportunidades que se gestan para la integración, en este año de cambios y búsqueda de alternativas, pone a prueba la voluntad y creatividad de los Estados latinoamericanos. En la primera parte de su capítulo introductorio: “La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012”, Estay se apoya en el método cuantitativo para hacer un análisis del escenario económico mundial y exponer sus rasgos más característicos del año en cuestión. Mientras que en la segunda parte se enfoca en estudiar la situación de la región latinoamericana y sus procesos de integración. Asimismo, hace una recapitulación de las aportaciones más significativas de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y

2.

Para una explicación más detallada de estas categorías, favor de revisar la introducción del Anuario 2010: “La introducción regional como práctica espacial heterogénea”, del doctor Jaime Preciado.

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Jaime Antonio Preciado Coronado

de la incipiente Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) en materia de integración. En su artículo “Los países de la Caricom y América Latina en el siglo xxi: Acercamientos, ejes y desafíos”, Laneydi Martínez Alfonso explora las dificultades estructurales a las que se enfrentan los denominados pequeños y micro-Estados que constituyen el Caricom, la vulnerabilidad ante catástrofes climáticas, la dependencia de los mercados globales, la falta de recursos energéticos y en muchos casos la existencia de una deuda asfixiante son elementos que limitan su capacidad de toma de decisiones y la orientación de sus políticas exteriores. Esperanza Martínez estudia cómo han evolucionado dichas políticas exteriores ante el surgimiento de nuevos procesos de integración como el Unasur, el alba y la celac. Aunque para algunos autores esto significa tensiones y competencias entre regionalismos, para otros las distintas estrategias de los Estados responden a visiones pragmáticas que buscan las alianzas que puedan sumar para el desarrollo de sus pueblos. En este sentido destaca el caso de Guyana, la cual se ha convertido en un puente fundamental entre el Caribe y América del Sur. En este artículo se exploran además los encuentros y desencuentros que se han generado dentro de la Caricom tanto por el acercamiento a programas bilaterales de potencias regionales, como el caso de Venezuela con PetroCaribe, y se estudia la compleja geopolítica que enfrentan estos Estados al tratar de armonizar sus relaciones tradicionales con Estados Unidos, Canadá y Reino Unido con sus necesidades, y los beneficios que ofrecen los procesos de integración alternativos como el alba-tcp. Cambiando el foco en la región, en su artículo “El Mercado Común Centroamericano y su relación comercial con la ue”, Cruz Álvarez Padilla desarrolla la evolución de las negociaciones entre Centroamérica y la Unión Europea que culminarán con la firma del Acuerdo de Asociación con la ue. Siguiendo el recorrido hacia Sudamérica, Lourdes Regueiro se concentra en analizar la ampliación del Mercosur con la adhesión de Venezuela y Bolivia, así como la suspensión de Paraguay. Al mismo tiempo que estudia relaciones comerciales dentro el propio bloque. 6

Introducción

Hacia el lado del Pacífico, Carlos Otto Vázquez analiza la complejidad de la can (Comunidad Andina), que al mismo tiempo que se encuentra fuertemente institucionalizada, se enfrenta a fuertes crisis estructurales que se han ido exacerbando durante los últimos 10 años. A lo que además se suma el desarrollo de otros modelos como la Alianza del Pacífico. Por último, en “El alba-tcp, 2012, entre esperanzas y desencuentros”, Ximena Roncal hace una revisión de los principales campos de acción de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (albatcp), así como de las dificultades que limitan el cumplimiento integral de sus objetivos. Estudiando sus estrategias económicas, convenios de cooperación energética y proyectos de desarrollo humano y social, Ximena expone algunas de las fortalezas y debilidades que marcan al bloque para ser un ejemplo de integración y un agente de cambio a nivel regional e internacional.

Dimensión política de la integración La “Dimensión política de la integración” es una serie de trabajos coordinados por Alberto Rocha, quien aborda en “La I Cumbre de la celac en Santiago-Chile: el camino hacia la autonomía” el funcionamiento de ésta a partir de la Presidencia Pro-témpore de Sebastián Piñeira y el avance en cooperación birregional con la Unión Europea a través de distintos ámbitos. Por otro lado, se aborda en dos trabajos: “Mercosur 2012: desafíos geopolíticos e institucionales de la integración”, de Lourdes Patricia Íñiguez, y en “La Unión de Naciones Suramericanas en 2012: momento de reestructuración y despliegue”, de Daniel Efrén Morales Ruvalcaba, la consolidación, avances, reestructuraciones y retos en materia de modelos de integración regional con base en diversos elementos y fenómenos gestados dentro de estos órganos y fuera de ellos. Ximena de la Barra analiza diversas cuestiones que han afectado la gobernabilidad de países de Centroamérica en materia de seguridad en “Integración para la remilitarización, la explotación y la desposesión”, y donde aborda de igual manera el papel de Estados Unidos y mecanismos de integración así como el papel de la 7

Jaime Antonio Preciado Coronado

contrainsurgencia. Siguiendo con la región centroamericana, Daniel Villafuerte en “Proyecto Mesoamérica y seguridad, avances y contradicciones” hace un balance en materia política, económica, energética, social y de seguridad dentro del Proyecto Mesoamérica y las implicaciones que tiene en la región. Por otro lado, Tania Durán en “La Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (alba-tcp). Alianza Regional para la Integración de América Latina y sus Pueblos 2009-2013”, hace un análisis sobre el alba a través de hitos determinantes de cada país integrante, así como de sus relaciones al exterior y donde se denota que el alba comprende un esquema de cooperación, más que un proceso de integración regional, apuntando así a otro análisis sobre la región y su realidad a diversos niveles. Elizabeth Vargas aborda en “La geopolítica de la Alianza del Pacífico y del Acuerdo Transpacífico” la vinculación de objetivos entre ambas y sus respectivos Estados en cuestión de avances y desafíos, donde son de enfatizar los distintos mecanismos en materia política, económica, social y de cooperación que utilizan a manera de articulación para su desarrollo. Por último, de manera general, Gary Prevost en “Estados Unidos y América Latina-2012” presenta un análisis sobre la relación de Estados Unidos con la región latinoamericana, en la que destaca el papel preponderante que ha adquirido Asia en esta relación, y de manera particular China a través de ejes de intereses específicos y expone acontecimientos de importancia de la región, así como la relación de dependencia respecto de Estados Unidos.

Dimensión de política exterior En la “Dimensión de política exterior”, Javier Alberto Vadell con su artículo “La política externa de Argentina en 2012” hace una observación precisa de prioridades del Gobierno argentino mediante elección de políticas específicas a través de estrategias coordinadas que hicieron a lo largo de 2012 frente a retos que enfrenta la nación y donde destaca su participación en foros regionales, así como sus relaciones clave con países vecinos y de otros continentes. En esta línea, Luiza Rodrigues Mateo hace un 8

Introducción

recuento del trabajo que ha efectuado la administración de Dilma Rousseff, dándole continuación a políticas de gobiernos anteriores en materia de política exterior a través de la diversificación de las relaciones de Brasil, destacando los elementos económicos y los retos que enfrenta Brasil en materia diplomática, así como su liderazgo en el Mercosur en “A política externa brasileira em 2012”. Por otro lado, Ricardo Domínguez Guadarrama, en “Balance de la política exterior de México hacia América Latina y El Caribe (2012). Entre el libre comercio y la integración latinoamericana”, realiza un análisis sobre la situación interna de México y cómo esto ha repercutido en los objetivos planteados y los retos que enfrenta en sus relaciones bilaterales y multilaterales con la región, donde son de resaltar los vínculos en materia económica y la seguridad. Asimismo, Alejandro Perdomo Aguilera en “Retos y perspectivas de la política exterior y de seguridad de Centroamérica” analiza las conexiones económica, financiera, comercial y de seguridad en la región en búsqueda del desarrollo a través de diversos acuerdos, donde es de importancia la relación de Estados Unidos con los tratados de libre comercio con algunos países, así como los mismos procesos de integración de la región. Y en este marco de integración, Maylin Cabrera Agudo hace un análisis sobre este esquema en “Una aproximación al proceso actual de concertación política en el marco de Caricom”, en el que matiza las distintas posiciones y acciones que de manera común han construido un marco de concertación de frente a retos dentro del mismo marco y al exterior. Por último, Luis Fernando Ayerbe en “Estados Unidos y América Latina al final del primer mandato de Obama” aborda una mirada general de esta relación, partiendo de la Cumbre de las Américas realizada en Colombia y donde acentúa los intereses de Estados Unidos sobre la región a través del presupuesto destinado a Operaciones en el Exterior, mediante una comparación de dos periodos gubernamentales de países latinoamericanos y cómo también se han diferenciado y/o dado continuidad las políticas hacia la región en los periodos de Bush y de Obama.

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Dimensión cultural de la integración En la dimensión coordinada por Ignacio Medina se utilizan distintos métodos para deconstruir, estudiar y analizar la integración latinoamericana a través de los elementos culturales que comparten, o no, los países que integran la región. Desde la estadística hasta la ontología se busca delinear el rostro tan complejo y multifacético que ostenta la identidad latinoamericana. Hugo Méndez ofrenda su aportación: “El espejo desenterrado de Carlos Fuentes” al homenaje del icónico escritor mexicano y, particularmente, a la discusión ontológica de la identidad mexicana y latinoamericana que el homenajeado refiere en su última obra: El espejo enterrado. Méndez se introduce, por la vía literaria, a la interpretación conceptual de la metáfora que da nombre a la obra en cuestión. Además, resalta la importancia de la literatura para acceder a la cultura y a la búsqueda ontológica del ser, ahí donde el “espejo enterrado” se convierte en un patrimonio cultural que acerca al latinoamericano a sí mismo y, dibujando fronteras de cristal que lo enfrentan con su otredad, lo conduce a la autoafirmación de su propia identidad. En la misma línea, Ramón Gómez suma su aportación al eco que homenajea la vida y obra de Fuentes. Enmarcando sus ideas en yuxtaposición a las de Aníbal Quijano, Gómez Zamudio sitúa su análisis en el proceso de amalgamamiento cultural que surge entre la población autóctona del subcontinente y el imperio español al momento de la conquista y, específicamente, en el impacto que tuvo tanto en la evolución de la identidad latinoamericana y caribeña, como en el desarrollo de la humanidad en sí misma. Aunado a esto, hace un acercamiento al imaginario del mexicano y a los rasgos esquizoides del mestizo, quien reconoce y rechaza lo indio, lo español, lo europeo y, en años más recientes, lo estadounidense. He ahí una muestra de los vastos ejemplos que dotan de sentido a “Subjetividad y cultura: Carlos Fuentes y la búsqueda de la identidad mexicana”. En esta dimensión Rafael Cuevas Molina realiza una revisión conceptual de “integración” aplicado a la cultura centroamericana, específicamente en el caso de Costa Rica y Nicaragua. Así como una recapitulación histórico-cultural de la constitución de 10

Introducción

la identidad de los pueblos centroamericanos y sus repercusiones en la práctica integracionista poscolonial. Analizando los rasgos y uniendo los puntos coyunturales, dibuja los vínculos identitarios y culturales que favorecen u obstaculizan la integración de la federación centroamericana.

Dimensión geopolítica En esta dimensión, su coordinador Heriberto Cairo Carou y el investigador Jerónimo Ríos comienzan por efectuar un balance de las relaciones entre la región latinoamericana y caribeña con Europa, Rusia, China y la India. Por otro lado, en el artículo: “América Latina en la geopolítica de la indignación global: movimientos-red y corporalidad de la acción”, Almudena Cabezas y Breno Bringel estudian la relación entre los distintos movimientos sociales apoyados por las tecnologías de la información. Entre éstos resalta el caso de #Yosoy132 en México, el cual logrará resistir la maquinaria silenciadora de los medios masivos de comunicación en el contexto electoral mediante el aprovechamiento de Internet. Posteriormente se abordan movimientos sociales en Venezuela y en Argentina que se distancian del caso mexicano, dado que éstos no van en contra de las protestas encabezadas en ambos países por los medios de comunicación. Se estudia el caso de Bolivia y la complejidad de conciliar el paradigma con uno basado en lo sostenible en términos medioambientales, lo cual además hace eco con el caso de Yasuní en Ecuador. Después el análisis avanza hacía la lucha del movimiento lgbt en los distintos países de América Latina, poniendo un fuerte énfasis en la geopolítica del cuerpo, lo cual lleva a los autores a abordar el caso del aborto en distintos países de la región.

Dimensión ciencia y tecnología La dimensión de ciencia y tecnología se aborda por medio de tres artículos. En el primer artículo Germán Sánchez Daza nos invita a 11

Jaime Antonio Preciado Coronado

pensar cuál es el lugar de la ciencia, tecnología e innovación en el proceso de desarrollo de las estructuras productivas en América Latina desde la perspectiva de la cepal. Siempre con el acento en disminuir las brechas y mejorar la distribución del ingreso en la región. Nos invita a cuestionarnos si existe una verdadera interrelación de las industrias de it en la región o si se constituyen espacios que compiten entre sí para convertirse en plataformas de exportación para la industria manufacturera. En su artículo se ayuda de los indicadores sobre la balanza de pagos por uso de licencia y uso de patentes, además de la inversión como porcentaje del pib en desarrollo de ciencia y tecnología. En este sentido, el artículo de Fernando Piñero y Romina Loray viene a efectuar un acercamiento a la región, específicamente se estudia la implementación de fondos de financiamiento sectorial para el caso de Argentina, Brasil y Chile. Esto nos permite comparar las aproximaciones de los distintos Estados en la creación de esquemas concisos que intentan integrar las distintas industrias en ecosistemas productivos. Este análisis nos permite hacer comparaciones sobre la participación de las universidades en la creación de estos ecosistemas y las diferentes maneras en que cada Estado divide los sectores, organiza y focaliza sus inversiones. Finalmente, el artículo de Claudia Ibarra Baidón y Álvaro R. Pedroza Zapata se concentra en las condiciones para el emprendedurismo en la región y el rol de programas que proyecten a los start-ups y a empresas que puedan tener impacto en el desarrollo tecnológico. Para esto los programas de apoyo direccionados a los sectores, así como las macroiniciativas como Infodev del Banco Mundial serán de especial importancia.

Dimensión de turismo El análisis de los investigadores Alfredo Argentino César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne nos habla de la complejidad de la industria turística en México, Centroamérica y el Caribe. Al mismo tiempo que el G20 reconoce al turismo como una actividad que suma al desarrollo de los países, nos enfrentamos a casos para12

Introducción

digmáticos como el de Jamaica, en el que a pesar de que una buena cantidad de las ganancias generadas por la industria turística se queda en el país (71% de todas las ganancias hoteleras y restaurantes), los altos índices de violencia e inseguridad generados por el narcotráfico así como el deterioro de los ecosistemas a causa de la actividad humana, nos reitera la necesidad de pensar nuevos paradigmas para un desarrollo sostenible de otro tipo de turismo. México enfrenta problemas de fondo relacionados con la violencia y el narcotráfico, lo cual termina por afectar a la industria turística; esta condición es una constante en la mayoría de los países de Centroamérica y el Caribe; sin embargo, esto no ha impedido el crecimiento de países como El Salvador y Nicaragua, apostándole al desarrollo de una industria turística que pueda competir con la de Costa Rica y Panamá. Así pues, este artículo nos invita a conocer el desarrollo de México, Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Haití, Puerto Rico, Cuba, Jamaica, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Barbados, St. Kitts y Nevis, y las Islas Caimán, marcando al mismo tiempo macrotendencias en la región y particularidades en cada caso.

Dimensión ecología política En esta dimensión Rodríguez-Labajos y Martínez-Alier, utilizando el estudio de caso de las reservas petroleras de los campos del Yasuní itt, ejemplifican una nueva tendencia, en este caso protagonizada por el Gobierno ecuatoriano, fundada en una ética de respeto a los derechos medioambientales y de los pueblos indígenas y desafiando la lógica monetarista de los “créditos de carbono”. En el caso de los Yasuní itt, se encuentra una propuesta que busca posicionar a la economía como un medio, y no como un fin, en la planeación de las políticas públicas de Ecuador. Sobreponer, en términos de coste-beneficio, los logros ambientales y la preservación de los ecosistemas, a las ganancias monetarias que su explotación pueda generar. 13

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La alternativa propuesta por Ecuador se armoniza con la filosofía del “buen vivir” y “vivir bien”, buscando el equilibrio de las distintas esferas que componen al individuo y a la sociedad. Precisamente como una respuesta a la polarización y el desequilibrio provocadas por la depredación desmedida tan representativa de nuestros días. Así, sin más, presentamos el Anuario de Integración Latinoamericana y Caribeña 2012, esperando que este recorrido académico incentive los debates en la búsqueda de la integración autónoma latinoamericana.

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Dimensión económica

La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012

Jaime Eduardo Estay Reyno1 I. El escenario económico mundial En el año 2012, el desenvolvimiento de la economía mundial siguió marcado tanto por el deterioro global presente desde 2008, como por la concentración de dicho deterioro en los países de la zona euro. En efecto, si bien no se han repetido las caídas generalizadas de la actividad económica que se dieron en 2009, tampoco se ha superado la crisis iniciada hace ya más de un lustro, y las causas que empujaron a su estallido están plenamente vigentes, manteniéndose los graves problemas que vienen acompañando a distintas economías, entre ellas las de España, Grecia, Portugal y Chipre. En tal sentido, en la siguiente gráfica se pueden ver las tasas trimestrales de crecimiento de la producción, desde el inicio de 2010 y hasta el primer trimestre de 2013, de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde) y, dentro de ésta, de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón. En lo que respecta al conjunto de la ocde, en la gráfica se observa que durante 2012 el crecimiento de la producción fue cercano a cero en los tres primeros trimestres de 2012, y levemente negativo en el cuarto trimestre, en tanto que para la Unión Europea y Japón en ese mismo año fueron dos los trimestres con crecimiento negativo.

1.

Profesor-investigador en la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla. El presente texto lo elaboré durante mi estadía en flacso-Ecuador, en el marco del Programa Prometeo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno de dicho país.

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Gráfica I Comportamiento trimestral del pib

Fuente: ocde.

Así también, en el año 2012 se mantuvieron los altos niveles de desempleo que han estado presentes desde el inicio de la crisis, los cuales, según se ve en la gráfica II, para ese año se mantuvieron en alrededor de 8% en el conjunto de la ocde y para la Unión Europea rebasaron 10%, llegando en diciembre a un nivel de 10.7%. En esa misma gráfica se presentan las cifras de desempleo de Grecia y España, las cuales continuaron creciendo durante 2012, ubicándose para ambos países en niveles superiores a 26%. Esas elevadas tasas de desempleo en los países desarrollados se han acompañado de dos rasgos, que pueden ser observados en el cuadro I: • Por una parte, el desempleo juvenil es particularmente elevado, alcanzando para 2012 más de 16% según la ocde (esto es, el doble de la tasa general de desempleo) y niveles superiores a 20% en los siete países considerados en la parte izquierda del cuadro, con los casos extremos de Portugal —con un nivel de

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La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012

Gráfica II Tasas de desempleo

Fuente: ocde.

38%— y especialmente de España, donde la tasa de desempleo juvenil de 2012 alcanzó un nivel de 53%. • Por otra parte, un porcentaje creciente del total de desempleados corresponde a personas que permanecen en esa situación durante un año o más. Así, en la parte derecha del cuadro se observa que en el conjunto de la ocde ello ocurre en 2012 para más de un tercio de los desempleados, en los siete países que allí se enumeran los porcentajes son superiores a 45%, con los casos extremos de Irlanda y Eslovaquia, en donde el desempleo de largo plazo afecta a más de 60% del total de desempleados.

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Jaime Eduardo Estay Reyno

Cuadro I Desempleo juvenil y de largo plazo Desempleo juvenil (15 a 24 años)

ocde total Eslovenia Reino Unido Suecia Polonia Eslovaquia Portugal España

2009 16.7 13.6 19.0 24.9 20.7 27.3 20.0 37.9

2010 16.7 14.7 19.3 24.8 23.7 33.6 22.3 41.6

2011 16.2 15.7 20.0 22.8 25.8 33.2 30.1 46.4

2012 16.3 20.6 21.0 23.7 26.5 34.0 37.7 53.2

Desempleo de largo plazo: 12 meses o más (en porcentajes del total de desempleados) 2009 2010 2011 2012 ocde total 23.7 31.6 33.7 34.3 Hungría 42.6 50.6 49.1 46.3 Eslovaquia 30.1 43.3 44.2 47.9 Portugal 44.1 52.3 48.2 48.7 Italia 44.4 48.5 51.9 53.0 Grecia 40.8 45.0 49.6 59.3 Irlanda 29.2 49.1 59.3 61.7 Eslovaquia 50.9 59.3 63.9 63.7

Fuente: ocde.

En lo que respecta al desempleo general y de largo plazo en el conjunto de la economía mundial, los siguientes dos párrafos sintetizan el balance sobre el tema de la Organización Internacional del Trabajo (oit) en su Informe sobre el trabajo en el mundo, publicado en junio de 2013 (oit, 2013: 1): A nivel mundial, el número de personas en paro seguirá aumentando a menos que las políticas cambien de rumbo. Se espera que el desempleo mundial se acerque a 208 millones en 2015, en comparación con poco más de 200 millones en el momento de esta publicación. Las principales debilidades del mercado de trabajo que precedieron a la crisis, se han mantenido o empeorado, incluso en economías de alto crecimiento. Por ejemplo, en los últimos cinco años la incidencia del desempleo de larga duración (la proporción de desempleados sin trabajo durante 12 meses o más) se ha incrementado en 60% en las economías avanzadas y en desarrollo, para las que existen datos (oit, 2013: 1).

El deterioro de la economía mundial al que estamos haciendo referencia, en el año 2012 también se expresó en el comportamiento de las relaciones económicas internacionales, ámbito éste en el cual se registraron situaciones de estancamiento e incluso de disminuciones absolutas. 20

La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012

En lo referido al comercio internacional, en la gráfica III se presenta el comportamiento trimestral de las exportaciones mundiales, en volumen y en valores, para el periodo de inicios de 2010 al primer trimestre de 2013. Allí se observa que la recuperación del comercio que se venía dando, luego de la violenta caída del año 2009, se frenó en el año 2012, de tal manera que tanto en volumen como en valores, en dicho año el crecimiento de las exportaciones fue mínimo, e incluso dicho crecimiento es negativo para el primer trimestre de 2013. Gráfica III Comportamiento trimestral de las exportaciones mundiales

Fuente omc, base de datos de estadísticas de corto plazo sobre el comercio.

Esa situación es resumida por la omc en su Informe sobre el comercio mundial en los siguientes términos: El crecimiento del comercio mundial se redujo a 2.0% en 2012 —frente al 5.2% registrado en 2011—, y mantuvo un ritmo lento durante los primeros meses de 2013 a causa de la reducción de la demanda mundial de importaciones asociadas a la desaceleración económica europea. La abrupta des-

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aceleración del comercio en 2012 se ha atribuido principalmente al lento crecimiento de las economías desarrolladas y los repetidos episodios de incertidumbre acerca del futuro del euro. La escasa producción y el elevado desempleo en los países desarrollados redujo las importaciones y el ritmo de crecimiento de las exportaciones en las economías desarrolladas y en desarrollo (omc, 2013: 18).

Y más adelante se agrega: La estimación preliminar de un crecimiento del comercio mundial de 2% en 2012 es 0.5 puntos porcentuales inferior a la previsión del 2.5% hecha por la omc en septiembre de 2012. La desviación se explica sobre todo por los resultados, peores de lo previsto, registrados durante el segundo semestre en las economías desarrolladas, que sólo lograron incrementar sus exportaciones un 1% y reducir sus importaciones un 0.1% durante el año. El crecimiento de las exportaciones de las economías en desarrollo (entre las que se incluye, a los efectos del presente análisis, la Comunidad de Estados Independientes) coincidió con las previsiones, pero el de las importaciones fue inferior a lo previsto. Esas cifras se refieren al comercio de mercancías en términos de volumen, es decir que se han ajustado para tener en cuenta la inflación y la fluctuación de los tipos de cambio, pero las corrientes comerciales nominales (valores comerciales en dólares corrientes) tanto de mercancías como de servicios comerciales mostraron tendencias similares. En 2012, el valor en dólares de las exportaciones mundiales de mercancías prácticamente no cambió, ya que sólo aumentó en dos décimas de 1 punto porcentual (es decir, un 0.2%) y se situó en 18.3 billones de dólares ee.uu. El crecimiento más lento del valor en dólares del comercio mundial en comparación con el de su volumen se explica por el descenso de los precios de las mercancías objeto de ese comercio. Las mayores reducciones de precios se han registrado para productos básicos como el café (-22%), el algodón (-42%), el mineral de hierro (-23%) y el carbón (-21%), según las estadísticas de precios de productos básicos del fmi.

En cuanto a los flujos de inversión extranjera directa (ied), en la gráfica iv se presenta el comportamiento para los flujos de ingreso de 1990 a 2012, distinguiendo entre los países desarrollados y en desarrollo, y allí se observa la disminución absoluta ocurrida en el año 2012, la cual fue muy marcada para el primero de esos dos grupos, que en dicho año recibió montos de ied inferiores a los ingresados en los países en desarrollo.

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La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012

Gráfica IV Flujos mundiales de ingreso de ied

Fuente: unctad, base de datos de wir (2013).

En tal sentido, en el Reporte mundial de inversiones de la unctad se resume lo ocurrido en los siguientes términos: El camino a la recuperación de la inversión extranjera directa (ied) es desigual. La ied mundial se redujo en 18% a $1,350 mil millones en 2012. La recuperación tomará más tiempo de lo esperado, sobre todo debido a la fragilidad de la economía mundial y la incertidumbre política. La unctad prevé que la ied en 2013 se mantendrá cercana al nivel de 2012, con un rango superior de $1,450 mil millones. Una vez que los inversores recuperen la confianza en el mediano plazo, se espera que los flujos alcancen niveles de us $1.6 billones en 2014 y 1.8 billones de dólares en 2015. Sin embargo, se mantienen riesgos significativos para ese escenario de crecimiento (unctad, 2013: ix).

Y a continuación se agrega: Los países en desarrollo toman la iniciativa. En el año 2012 —por primera vez en la historia— las economías en desarrollo absorben más ied que

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los países desarrollados, representando 52% de los flujos mundiales de ied. Esto es en parte debido a que la mayor caída en los flujos de ied se produjo en los países desarrollados, que ahora representan sólo 42% de los flujos mundiales. Las economías en desarrollo también generan casi un tercio de las salidas mundiales de ied, continuando una tendencia constante al alza (unctad, 2013: ix).

En resumen, tanto los comportamientos recién mencionados como otros varios que pudieran reseñarse, dan cuenta de una clara continuidad del deterioro económico global para el año 2012, el cual constituye el contexto inmediato del desenvolvimiento de las economías de América Latina y El Caribe y de sus procesos de integración.

II. La situación regional y sus procesos de integración Durante el año 2012, en términos generales, la región latinoamericana y caribeña mantuvo un desempeño económico mejor que el de los países desarrollados, si bien el crecimiento económico de la región disminuyó de manera importante respecto de los años previos inmediatos, y lo mismo ocurrió con el comercio internacional de la región. Según se observa en el cuadro II, para el promedio regional el crecimiento de la producción global en 2012 fue de 3%, cifra que es casi la mitad del crecimiento obtenido dos años antes, si bien a dicha disminución en el promedio concurrieron muy diversas situaciones presentes en los distintos países, las cuales para 2012 abarcan un abanico que va desde 10.7% de crecimiento del pib en Panamá y de 6.2% de crecimiento en Perú, hasta disminuciones de 3% en Santa Lucía y de 1.5% en Dominica.

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La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012

Cuadro II América Latina y el Caribe: producto interno bruto (Tasas anuales de variación) 2010 5.9 6.0 9.2 4.1 7.5 6.1 4.0 4.7 2.4 3.3 1.4 2.9 -5.4 2.8 5.6 3.1 7.6 13.1 8.8 7.8 8.9 -1.5 -0.1 -7.9 0.2 0.2 2.7 0.9 0.0 4.4 -1.5 -2.4 -2.8 0.4 7.3 0.0

América Latina y el Caribe América Latina - Argentina - Bolivia - Brasil - Chile - Colombia - Costa Rica - Cuba - Ecuador - El Salvador - Guatemala - Haití - Honduras - México - Nicaragua - Panamá - Paraguay - Perú - República Dominicana - Uruguay - Venezuela El Caribe - Antigua y Barbuda - Bahamas - Barbados - Belice - Dominica - Granada - Guyana - Jamaica - Saint Kitts y Nevis - S. Vicente y las Granadinas - Santa Lucía - Surinam - Trinidad y Tobago (a) Cifras preliminares. Fuente: cepal, 2013: 21.

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2011 4.3 4.3 8.9 5.2 2.7 6.0 5.9 4.2 2.7 8.0 1.5 3.9 5.6 3.6 3.9 5.1 10.6 4.4 6.9 4.5 5.7 4.2 0.4 -5.0 1.6 0.4 2.3 -0.3 1.0 5.4 1.3 2.1 0.1 1.3 4.4 -1.4

2012 a 3.0 3.0 1.9 5.2 0.9 5.6 4.0 5.1 3.1 4.8 1.6 3.0 2.8 3.3 3.9 5.2 10.7 -1.2 6.2 3.9 3.9 5.6 0.9 2.3 2.5 0.0 5.3 -1.5 1.2 4.8 -0.3 -1.1 1.5 -3.0 4.5 0.4

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Durante 2012 el deterioro también se hizo presente en el comercio internacional de la región, según se desprende de la información del siguiente cuadro, en el cual se presentan los montos de exportaciones e importaciones de bienes y servicios de 32 países. Allí se ve que para el conjunto de América Latina y el Caribe las exportaciones de bienes y servicios de 2012 fueron superiores a las del año anterior en poco más de 1%, en tanto que el crecimiento de las importaciones fue de casi 4%, cifras ambas que son notablemente menores a las del crecimiento ocurrido entre 2010 y 2011. Así también, en el cuadro se observa que, de los 28 países para los que se entrega información referida a 2012, en ese año 11 de ellos tuvieron una disminución absoluta en sus exportaciones y siete en sus importaciones, disminuyendo ambas magnitudes en Argentina, Brasil, Paraguay, Saint Kitts y Nevis, y Surinam. Cuadro III América Latina y el Caribe: exportaciones e importaciones de bienes fob (En millones de dólares)

América Latina y el Caribe América Latina Argentina Bolivia Brasil Chile Colombia Costa Rica Ecuador El Salvador Guatemala Haití Honduras México Nicaragua

Exportaciones de bienes Importaciones de bienes 2010 2011 2012 a 2010 2011 2012 a 884067 1096476 1111548 853779 1044205 1085829 866450 1073774 1090416 832982 1018027 1061298 68134 83950 81205 56793 73937 68514 6966 9114 11589 5604 7673 8180 201915 256040 242580 181768 226246 223149 71109 81455 78277 55474 70911 74855 39713 56915 60208 40486 54233 58088 9448 10408 11453 13570 16220 17578 17490 22322 23848 20591 24286 25197 4499 5308 5339 8416 9965 10270 8466 10401 10126 13836 16613 16992 560 768 785 2810 2985 2641 6111 7800 7931 8907 10994 11179 298473 349375 370915 301482 350843 370752 3128 4016 4581 4173 5204 5851

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La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012

Panamá Paraguay Perú República Dominicana Uruguay Venezuela El Caribe Antigua y Barbuda Bahamas Barbados Belice Dominica Granada Guyana Jamaica Saint Kitts y Nevis S. Vicente y las Granadinas Santa Lucía Surinam Trinidad y Tobago

Exportaciones de bienes 2010 2011 2012 a 11116 14781 15714 4534 5517 5056 35565 46268 45639 6754 8612 9079

Importaciones de bienes 2010 2011 2012 a 17084 22781 24311 9400 11502 10690 28815 36967 41113 13025 14536 14966

6724 65745 17617 45 702 422 476 36 30 885 1370 79 45

7912 92811 22702 53 834 448 604 34 33 1129 1663 88 42

8743 97349 21132 b 45 889 — 637 — — 1232 1732 57 —

8622 42127 20797 454 2590 1562 650 198 284 1419 4629 236 298

10726 51408 26178 440 2965 1703 778 204 285 1771 5923 238 307

11614 65360 24531 447 3439 — 824 — — 1939 5600 228 —

239 2084 11204

240 2467 15067

209 2096 14235

575 1398 6504

581 1679 9304

638 1368 10048

(a) Cifras preliminares; (b) Estimación. Fuente: cepal, 2013: 17.

Es en ese contexto, en el cual el deterioro global se hizo sentir en las economías de la región, que los distintos esquemas de integración se desenvolvieron durante 2012. En los siguientes capítulos se revisan distintos aspectos de ese desenvolvimiento para el Mercado Común Centroamericano, la Comunidad del Caribe, el Mercado Común del Sur, la Comunidad Andina y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, por lo cual en lo que resta del presente texto nos centraremos por una parte en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y, por otra parte, en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac).

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En lo que respecta a la Unasur, luego de que en marzo de 2011 entró en vigor su Tratado Constitutivo, a lo largo del año 2012 se continuó afinando y consolidando la estructura institucional de la Unión, principalmente a través de la actividad de sus distintos Consejos. Dicha actividad incluyó lo siguiente: • Por parte del Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan) —el cual en diciembre de 2011 aprobó el Plan de Acción Estratégico 2012-2022 (pae), la Agenda de Proyectos Prioritarios de Integración (api) y el Plan de Trabajo 2012—, el 9 de marzo de 2012 se realizó en Asunción la reunión de los ministros de comunicaciones de los países de Unasur, en la cual aprobaron la “Hoja de Ruta para la Conectividad Suramericana para la Integración”, y acordaron los plazos para las actividades definidas en dicha Hoja, definiendo los respectivos responsables o coordinadores. Dicho Consejo, además, después de haber efectuado su Primera Reunión Ministerial el 18 de junio de 2010 en Quito, y su Segunda Reunión el 30 de noviembre de 2011 en Brasilia, la Tercera Reunión Ministerial tuvo lugar el 16 de noviembre de 2012 en Lima, y en ella los funcionarios evaluaron los avances de las actividades del Consejo durante el año, formularon el Plan de Trabajo 2013 y emitieron una Declaración, entre cuyos puntos los ministros: reafirmaron el compromiso de continuar impulsando los servicios de infraestructura física y mejora de los servicios logísticos en los niveles nacionales y subregionales, como prioridad en sus políticas públicas y estrategias de desarrollo, para la conectividad e integración de sus diferentes espacios; destacaron el Plan de Acción Estratégico (pae) 20122022, como instrumento que orienta y estructura las líneas de acción del Cosiplan para los próximos 10 años; y resaltaron la necesidad de seguir impulsando acciones para la integración regional suramericana a través de la construcción del Anillo Óptico Suramericano y el uso intensivo de tecnologías de información y de comunicaciones (tic) (Ministras y Ministros del Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento, 2012). 28

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• El Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores se reunió en Asunción el 17 de marzo de 2012 y aprobó el Presupuesto Anual de la Unasur y el Presupuesto Anual de Funcionamiento de la Secretaría General de la Unión, así como las Iniciativas Comunes de Unasur 2013 y el Mecanismo de Distribución de Cuotas, el cual “permitirá por primera vez contar con fondos comunes para la consolidación de la institucionalidad de Unasur y la implementación de iniciativas concretas que fortalezcan el proyecto de integración regional”. En dicha reunión, además, se instruyó al Consejo de Delegadas y Delegados a culminar el Reglamento General de Unasur antes de noviembre de 2012, se le encomendó “la elaboración de una propuesta a fin de reglamentar el relacionamiento con terceros; y de los demás Estados de América Latina y el Caribe que soliciten su participación como Estados Asociados” (Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores de Unasur, 2012). En dicha reunión se emitió una Declaración rechazando la presencia militar del Reino Unido en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, a la que se sumó en agosto de 2012 una Declaración de apoyo a Ecuador ante la amenaza de violar la Embajada de dicho país en Inglaterra por el caso de Julián Assange. • El Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas (cspmd) se reunió en Asunción el 22 y 23 de marzo de 2012, recibiendo en esa oportunidad los informes de los coordinadores de los grupos de trabajo de dicho Consejo, y avanzando en la discusión sobre la posible creación del “Observatorio Suramericano de Drogas”. La siguiente reunión de dicho Consejo se realizó el 5 de diciembre de 2012 en Lima, y en ella lo fundamental de la agenda consistió en conocer y aprobar un conjunto de recomendaciones surgidas de la I Reunión de la Instancia Ejecutiva del cspmd, que se había celebrado en los dos días previos, el 3 y 4 de diciembre de 2012, entre las cuales están: la extensión del mandato de los seis grupos de trabajo del Consejo; avanzar a nivel de Presidencias Pro-témpore de cada Consejo, en la coordinación entre el cspmd y el Consejo Suramericano en materia de Seguridad Ciudadana, Justicia y Coordinación de Acciones contra la Delincuencia Organizada 29

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Transnacional; estudiar la conveniencia y viabilidad de la creación de un sistema de intercambio de información suramericano en materia de drogas; y estudiar la conveniencia y viabilidad de la creación de un centro de estudios suramericano en materia de drogas (cspmd, 2012). • El Consejo Suramericano de Desarrollo Social (csds) se reunió el 10 de abril de 2012, y entre otros puntos aprobó el documento Bases y lineamientos del Plan de Acción 2012-2014 del Consejo. Dicho Consejo se reunió nuevamente el 19 y 20 de noviembre de 2013 y en esa oportunidad aprobó la Agenda de Acciones Sociales Prioritarias y el Plan de Acción 2012-2014 del csds. En lo que respecta a la Agenda de Acciones Sociales Prioritarias, los temas a ser priorizados se definen con base en las siguientes cinco acciones: Acción 1, “Erradicación de la desnutrición crónica infantil”; Acción 2, “Promover la consolidación de sistemas de protección y promoción social para el desarrollo infantil temprano integral, niños, niñas y adolescentes y poblaciones en situación de vulnerabilidad”; Acción 3, “Lograr mayor inclusión económica, social y productiva considerando, entre otros, el acceso a servicios públicos y la generación de oportunidades económicas y productivas”; Acción 4, “Promover iniciativas que faciliten el acceso suficiente y oportuno de alimentos sanos y de calidad, y el acceso a servicios que permitan garantizar el desarrollo integral para el goce de una vida plena”, y Acción 5, “Promover la participación de los ciudadanos en condiciones de igualdad y en pleno ejercicio de sus derechos” (csds, 2012). En cuanto al Plan de Acción 2012-2014, en él se presentan un conjunto de iniciativas, para cada una de las cuales se define la actividad correspondiente, el país responsable, el resultado y el plazo para su realización. Dichas iniciativas están agrupadas en los siguientes cinco ejes priorizados: Eje I, “Pobreza y desigualdad social”, con seis iniciativas; Eje II, “Seguridad alimentaria y lucha contra la malnutrición”, con seis iniciativas; Eje III, “Economía social, solidaria y/o comunal con inclusión productiva y generación de oportunidades”, con cuatro iniciativas; Eje iv, “Participación ciudadana en el 30

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ámbito del desarrollo social de Unasur”, con dos iniciativas, y Eje V, “Cooperación regional para la implementación y financiamiento de las políticas sociales”, con cuatro iniciativas (csds, 2012a). • El Consejo de Salud Suramericano (css) se reunió en Asunción el 20 de abril de 2012, y en dicha reunión, entre otras cosas, se realizó el Acto Protocolar de la firma del Acuerdo de Sede del Instituto Suramericano de Gobierno en Salud (isags), además de recibir informes y aprobar los Planes Operativos 2012 de Grupos Técnicos y Grupos de Trabajo. La siguiente reunión del css se realizó en Lima el 6 de septiembre de 2012, aprobándose en ella el “Plan de Gestión de Riesgos y Desastres”; el proponer que con el Presupuesto General de Funcionamiento de Unasur se financien un banco de precios de medicamentos y un estudio sobre la capacidad productiva suramericana de medicamentos e insumos; y los Lineamientos de Trabajo 2012-2013 (css, 2012). • El Consejo Energético de Suramérica, realizó su III Reunión en Caracas el 18 de mayo de 2012, la cual se dedicó principalmente a revisar los avances en la redacción del Tratado Energético de Unasur —cuya estructura fue aprobada por los jefes y jefas de Estado en mayo de 2010—; así también, en la reunión se instruyó al Grupo de Expertos en Energía “para que haga la evaluación de la viabilidad de creación de un Instituto de Investigaciones de la Unasur, el cual deberá promover la participación de los mejores talentos e intelectualidades en materia energética de la región, promover el intercambio de estudiantes, facilitar la preparación y el desarrollo tecnológico propio” (Consejo Energético de Suramérica, 2012). • El Consejo Sudamericano de Economía y Finanzas (csef) realizó su III Reunión en Lima el 24 de noviembre de 2012, y en la Declaración emitida al finalizar la reunión, entre otros puntos los firmantes destacaron la debilidad de la economía mundial, lo cual sumado a “falta de definiciones sobre futuras acciones de política aumentan la incertidumbre y generan un alto grado de volatilidad en los mercados y flujos de capitales internacionales”, agregando a continuación que 31

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En este contexto, los países de la Unasur seguiremos fortaleciendo nuestras economías, reforzando los pilares macroeconómicos que permitieron un crecimiento regional sostenido, con creación de empleo e inclusión social. La región se encuentra en capacidad de implementar, en caso de que sea necesario, políticas anticíclicas gracias a los sólidos fundamentos y fortalezas generadas en los últimos años. Los miembros del Consejo estamos determinados a afrontar de manera conjunta y coordinada el actual escenario internacional, desplegando los esfuerzos necesarios para mejorar el bienestar de nuestros pueblos, focalizando la atención en las poblaciones más desprotegidas. Para lograr tal objetivo, la Unasur debe continuar fortaleciendo los vínculos entre sus miembros y contemplar esquemas de contingencia frente a la posibilidad de que el escenario internacional se deteriore aún más (csef, 2012).



Con base en lo anterior, en la citada declaración los firmantes presentan un conjunto de decisiones, de las cuales interesa destacar las dos siguientes: a) “Evaluar la estructuración de una red voluntaria de swaps contingentes entre los Bancos Centrales, teniendo en cuenta las particularidades de cada país. Este instrumento sería accionado para enfrentar crisis de balanza de pagos causadas por desequilibrios temporales, reversiones de flujos de capital, volatilidad financiera y de términos de intercambio, entre otros”, y b) “Continuar la discusión sobre las alternativas de expansión del Fondo Latinoamericano de Reservas (flar) y de la puesta en marcha de un nuevo fondo de reservas. En ambos casos, estos instrumentos podrían propiciar sinergias y articulaciones con el resto de componentes que configurarían una red de seguridad financiera” (csef, 2012). • El Consejo de Defensa Suramericano realizó su iv Reunión el 26 de noviembre de 2012, y en ella se aprobó el Plan de Acción 2013 del Consejo, el cual define un conjunto de actividades entre las que cabe destacar las siguientes: “Completar el estudio metodológico para transparentar el inventario militar de los países suramericanos”; “Mantener el grupo de trabajo para establecer una política y mecanismos regionales para hacer frente a las amenazas cibernéticas e informáticas en el ámbito de la defensa”; “Creación de un grupo de trabajo responsable de formular un diagnóstico para proponer mecanismos de coo32

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peración en materia de protección y defensa de los Recursos Naturales y la Biodiversidad con base en las legislaciones de los países miembros de la Unasur”; “Realizar el I Foro para tratar Políticas y Estrategias de Defensa de la región”; “Crear un Grupo de Trabajo, constituido de expertos con el propósito de presentar el diseño, el desarrollo y la producción regional de un sistema de aeronaves no tripuladas”; y “Elaborar una propuesta de creación de la Escuela Suramericana de Defensa” (cds, 2013). A lo anterior cabe agregar la reunión que sostuvieron en junio de 2012 los Ministros de Defensa y los Altos Representantes de Relaciones Exteriores de la Unasur, respecto de los contingentes de los países miembros de la Unasur en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), y como resultado de la cual “Las delegaciones de los Estados miembros contribuyentes a la Minustah acuerdan conformar un Grupo de Trabajo, coordinado por la Presidencia Pro-témpore del Consejo de Defensa Suramericano, a efectos de elaborar un esquema respecto de la estrategia, forma, condiciones, etapas y cronograma de un Plan de Reducción de Contingentes del componente militar de la Misión” (Ministros de Defensa y Altos Representantes de Relaciones Exteriores de la Unasur, 2012). A esa actividad de los distintos Consejos, se agrega la Reunión Ordinaria de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unasur, realizada en Lima el 30 de noviembre de 2012, en la cual se emitieron un conjunto de declaraciones y se tomó un número importante de decisiones, cuya sola enumeración permite tener una imagen global no sólo de lo discutido y acordado en el transcurso de la Reunión, sino también del desenvolvimiento de la Unasur desde la Cumbre anterior —el 29 de octubre de 2011— y hasta noviembre de 2012. En lo que respecta a las declaraciones, sin incluir la Declaración final de la Cumbre, la relación es la siguiente: Declaración sobre Suramérica como Zona de Paz; Comunicado especial de apoyo a la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones; Declaración conjunta sobre el QhapaqÑan —sistema vial andi33

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no—; Declaración especial sobre la cuestión de las Islas Malvinas; Declaración especial sobre “2013 año internacional de la Quinua”; Declaración especial sobre el uso tradicional del masticado de la hoja de coca; Declaración sobre el proceso de paz en Colombia; y la Declaración del Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores sobre Palestina, que fue incorporada como documento de la Cumbre. En cuanto a las decisiones, éstas fueron: la aprobación del Estatuto del Instituto Suramericano de Gobierno en Salud; la creación de la Red de Escuelas de Salud; la aprobación del Plan de Acción Estratégico 2012-2022 y de la Agenda de Proyectos Prioritarios del Cosiplan; los lineamientos políticos de Unasur para las Relaciones con Terceros; la creación del Foro de Participación Ciudadana; el inicio del proceso de construcción de la Ciudadanía Suramericana; la Agenda de Acciones Sociales Prioritarias de Unasur; la aprobación del Estatuto del Centro de Estudios Estratégicos de Defensa Pública; la asignación del 19 de mayo como el Día Suramericano de Donación Voluntaria, Gratuita y Altruista de Leche Humana; la derogación del coseccti y creación de los Consejos Suramericanos de Educación, Cultura y Ciencia, Tecnología e Innovación; el Plan de Acción 2012-2014 del Consejo Suramericano de Desarrollo Social; la creación del Consejo Suramericano en Materia de Seguridad Ciudadana, Justicia y Coordinación de Acciones contra la Delincuencia Organizada Trasnacional; la incorporación del Consejo Electoral a la estructura de Unasur, incluida la aprobación de Estatutos y Criterios y Normativas para las Misiones Electorales; el reemplazo del Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación (coseccti) por tres nuevos Consejos, de Educación, de Cultura y de Ciencia, Tecnología e Innovación; y la aprobación del Grupo de Alto Nivel de Unasur para el Seguimiento y Evaluación de la Situación en la República del Paraguay. Como resultado de la vi Reunión, se emitió también una Declaración final, que consta de 50 párrafos, muchos de los cuales hacen referencia a las decisiones y declaraciones recién señaladas. De los restantes párrafos, interesa destacar los siguientes (Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unasur, 2012a): 34

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• En el párrafo 3, declaran: “Que es necesario encauzar esos esfuerzos [de desarrollo institucional de la Unión, je] hacia un proceso de planificación de la integración regional con base en una visión estratégica compartida que considere el enorme potencial que tiene la región suramericana, que es depositaria de ingentes recursos naturales de la más diversa índole, diversidad biológica y una invaluable riqueza cultural y humana”. • En el párrafo 5, declaran: “Sin perjuicio de la evaluación de las actividades en los Estados miembros y en las instancias pertinentes de Unasur, instruyen al secretario General: »» Iniciar, con la debida prioridad, y en coordinación con los consejos sectoriales pertinentes, un estudio sobre la disponibilidad y potencialidades de los recursos naturales en la región suramericana, con miras al diseño de una estrategia de Unasur para su aprovechamiento. El mencionado estudio contemplará, entre otros aspectos, el relevamiento y sistematización de información relativa a las reservas de recursos naturales, así como un mapeo e inventario de los mismos. »» Organizar para finales del primer trimestre de 2013 un evento que congregue a expertos y autoridades de los Estados miembros de Unasur, a fin de recabar insumos que contribuyan a la elaboración de la mencionada estrategia.” • En el párrafo 23, declaran: “[…] la necesidad de que la integración suramericana tenga en consideración los logros alcanzados en la Comunidad Andina y el Mercosur, y oriente la articulación y complementación gradual con otros procesos más allá de la convergencia de los mismos […]” • En el párrafo 25, declaran: “La necesidad de limitar el accionar de los Fondos de Situaciones Especiales (Fondos Buitres), a fin de que el comportamiento de estos agentes especulativos no afecte la obtención de acuerdos entre deudores y acreedores ni ponga en riesgo la estabilidad financiera global […]” A ello cabe agregar que el 29 de junio de 2012 las jefas y jefes de Estado de la Unasur realizaron en Mendoza una Reunión Extraordinaria para considerar la situación política de Paraguay, en la cual se acordó “Adoptar la decisión política basada en el tratado 35

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constitutivo de Unasur, de suspender a la República del Paraguay de participar en los órganos e instancias de la Unión, hasta tanto este Consejo revoque la suspensión”, así como “Promover la suspensión de la República del Paraguay en los foros y mecanismos de diálogo y concertación política e integración de la región, de acuerdo con sus propios estatutos y reglamentos”, y “Conformar un grupo de alto nivel de Unasur para el seguimiento y evaluación de la situación en la República del Paraguay, en particular dirigidas a la pronta normalización de su orden democrático institucional” [Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de Unasur, 2012). En lo que respecta a la celac, desde luego que el antecedente inmediato de lo ocurrido en 2012 está dado por la puesta en marcha de la Comunidad ocurrida el 2 y 3 de diciembre de 2011, al realizarse en Caracas la III reunión de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (calc) y la xxii Cumbre del Grupo de Río, de lo cual se derivaron —además de 19 “Comunicados Especiales” y una Declaración Especial referida a la Defensa de la Democracia y el Orden Constitucional— tres documentos básicos sobre el funcionamiento de la Comunidad: la “Declaración de Caracas”, los “Procedimientos para el funcionamiento orgánico de la celac” y el “Plan de Acción de Caracas 2012”.2 Con posterioridad a la Cumbre de Caracas, en la cual asumió Chile la presidencia de la celac, quedando integrada la Troika por ese país, Venezuela y Cuba, la Comunidad ha emitido declaraciones referidas a distintos temas3 y se ha ido avanzando en la puesta en marcha de la Comunidad a través de actividades de la Troika, de los coordinadores nacionales y de reuniones ministeriales.

2.

En el texto entregado para el Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2011, se identificaron los principales contenidos de esos tres documentos. 3. El 21 de diciembre de 2011 la Declaración especial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños por la “Conmemoración de los 25 años del Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política, Grupo de Río”; el 9 de febrero la “Declaración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) que condena los atentados perpetrados en la República de Colombia”; el 22 de febrero de 2012 la “Declaración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) con motivo de la tragedia que ha afectado el Centro de Detención Penal de Comayagua, en la República de Honduras”; y el 24 de febrero de 2012 la “Declaración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) que lamenta el trágico accidente ferroviario ocurrido en Buenos Aires, República Argentina”.

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En lo que respecta a la Troika, ésta tuvo su primera reunión en Santiago el 9 de enero de 2012, y en ella se adoptaron las normas de su funcionamiento como órgano de facilitación, coordinación y apoyo al trabajo de la Presidencia Pro-témpore, pudiendo reunirse a nivel de ministros, viceministros y coordinadores nacionales, y se definió un propuesta de programa de trabajo para 2012, identificándose como áreas prioritarias en dicho Programa las de finanzas, infraestructura, ciencia y tecnología, energía y desarrollo social. Así también, en esa primera reunión la Troika acordó realizar sus siguientes reuniones en julio de 2012 y enero de 2013 en Chile, y en Nueva York en septiembre de 2012, así como proponer a Chile como sede para la realización, en enero de 2013, de la cumbre presidencial entre América Latina y la Unión Europea, y de la próxima Cumbre de la celac. Según se desprende de la información disponible sobre esa primera reunión de la Troika, y sobre la siguiente realizada en julio, una parte importante de las actividades de este órgano de la celac se ha centrado en atender los mandatos recibidos de la Cumbre de Caracas respecto a los siguientes tres temas, que quedaron pendientes desde dicha Cumbre para una discusión y resolución posterior, y en relación con los cuales la Troika ha ido avanzando en la preparación de una postura común para ser sometida a los Estados miembros de la celac: la incorporación de un representante de Caricom a la Troika, la posible creación de una Secretaría Permanente de la celac y lo referido al Sistema de Votación de la Comunidad. A esas reuniones de la Troika se agregó otra a nivel de coordinadores nacionales de dicha Troika, realizada el 6 de diciembre de 2012, en la cual se tomaron acuerdos referidos a los siguientes temas: • Respecto de la posible creación de una Secretaría Permanente de la celac, en la reunión del 6 de diciembre de 2012: “la Troika de Coordinadores Nacionales acordó que por encontrarse el Foro en un proceso fundacional y de consolidación, no es el momento aún para acordar la estructura de una Secretaría Permanente de la celac”, agregando que “Se planteó que puede resultar contraproducente desviar la atención en la conformación de este tipo de estructuras en el momento 37

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actual de la celac. No se descarta estudiar esta iniciativa en un futuro”. • En relación con el sistema de adopción de decisiones en la celac, en dicha reunión “la Troika de Coordinadores Nacionales coincidió en mantener la toma de decisiones de los acuerdos del Foro por consenso y dar prioridad al proceso fundacional de la celac”. Finalmente, recomendó “discutir este tema cuando la celac se encuentre consolidada”. • Respecto del posible uso de “reservas” en la adopción de decisiones, en la misma reunión del 6 de diciembre “Se coincidió que de acuerdo con las normas actuales de la celac no existe procedimiento de reservas y que consiguientemente cuando la ppt (Presidencia Pro-témpore, je) reciba un documento con ‘reservas’, ello no compromete a celac” (Troika de Coordinadores Nacionales de la celac, 2012). A lo anterior cabe agregar que en la segunda semana de agosto de 2012 los ministros de relaciones exteriores de la Troika de la celac realizaron una primera gira internacional, en la cual visitaron China e India. Como resultado de la visita a China, se acordó la constitución de un mecanismo de diálogo a nivel de cancilleres que se reunirá una vez al año, programándose la primera reunión de ese mecanismo para septiembre de 2012, y se acordó también estudiar la creación de un Foro de Cooperación para el impulso de las relaciones entre la celac y ese país (celac, 2012b). En el caso de la visita a India, al finalizar la misma se emitió una declaración conjunta de los cancilleres de India y de la Troika celac, en la cual se identifican un conjunto de temas y problemas de interés común, se acuerda crear un Consejo de Negocios Indiacelac, un Foro de Directores Ejecutivos (ceo), un Foro Energético y un Grupo de Expertos Agrícolas, y se indica que los cancilleres “acordaron profundizar el intercambio de visitas a todos los niveles —incluidas aquéllas a nivel de Cumbre— tendentes a la creación de una ‘Alianza Estratégica’ entre India y la celac” (Cancilleres India-Troika celac, 2012). En lo que se refiere a los coordinadores nacionales, éstos tuvieron su primera reunión en Santiago de Chile el 19 y 20 de marzo de 2012 y en ella se acordó el programa anual de actividades 38

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de la Comunidad. En dicha reunión los coordinadores nacionales establecieron grupos de trabajo en materia de comercio, medio ambiente y asuntos sociales, y se definió una agenda preliminar de reuniones en materia de medio ambiente, ciencia, tecnología e innovación y cultura, definiéndose además a Ecuador como sede de una próxima reunión a nivel técnico sobre la crisis financiera, a Venezuela como sede de la I Reunión Ministerial sobre Desarrollo Social, y a Honduras como sede de una reunión sobre migrantes. Así también, se confirmó el compromiso de avanzar progresivamente en la focalización de la agenda de integración regional, evitando la duplicidad con otros organismos, e incentivando en su lugar el mejor aprovechamiento de las experiencias adquiridas de las instancias existentes y, cuando sea posible, la unificación de reuniones. En esa I Reunión de Coordinadores Nacionales fue presentado un Informe por parte del Grupo de Trabajo encargado de elaborar una propuesta para desarrollar una Preferencia Arancelaria Latinoamericana y del Caribe (palc), en el cual se esbozan los elementos que debería tener dicha propuesta en términos de su marco normativo, fundamentos, características, insumos y términos de referencia. En relación con este último punto, en el informe se señalan un conjunto de aspectos a ser abordados para avanzar hacia una propuesta de palc: Relevamiento de los acuerdos y preferencias arancelarias vigentes en América Latina y el Caribe; Categorías de países y tratamiento diferencial resultante; Criterios para aplicación de tratamientos diferenciales; Régimen de origen aplicable; Estructura. Listas positivas, negativas. Universo de excepciones; Nomenclatura; Identificación de productos que se importan de extrazona y que podrían ser suministrados por los propios países de la celac; Identificación de sectores sensibles por país (celac, 2012).

La II Reunión de Coordinadores Nacionales de la celac se realizó el 7 de julio de 2012 en Santa Cruz, vi Región, Chile, y en ella, entre otros puntos, además de recibir informes de la Presidencia Pro-témpore sobre distintos temas (reuniones de la Troika, actividades realizadas por la Presidencia y avance de la recopilación de antecedentes del Acervo Histórico del Grupo de Río, entre otros), se pasó revista al Programa de Trabajo Anual de Actividades de la 39

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celac, informándose de las reuniones en preparación por parte de las delegaciones de los correspondientes países anfitriones, y se revisó el cumplimiento de los mandatos emanados de la Primera Reunión de Coordinadores Nacionales (celac, 2012a). En cuanto a las reuniones ministeriales, atendiendo al mandato derivado del Plan de Acción de Caracas 2012, el 2 de febrero de 2012 se celebró en Ecuador la I Reunión de Ministros y Ministras de Medio Ambiente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en el marco de la xviii reunión del Foro de Ministros y Ministras de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe desarrollada del 31 de enero al 3 febrero de ese mismo año. Como resultado de esa primera reunión se emitió la Declaración de Quito, la cual consta de 31 parágrafos, dedicados principalmente a identificar tanto las condiciones requeridas para avanzar en la transición hacia el desarrollo sostenible y las tareas y compromisos por cumplir que de ello se desprenden, como las posiciones comunes ante la Conferencia de Río + 20. En particular, en dicha Declaración se incluye “que la reunión de Ministros de Ambiente de celac como mecanismo de consultas políticas deberá ser fortalecido para que la región pueda construir una visión de integración para el desarrollo sostenible”4 (Ministros y Ministras de Medio Ambiente de la celac, 2012). Así también el 21 de agosto de 2012 se realizó en Comayagua, Honduras, la I Reunión sobre Migraciones, misma que estaba contemplada en el Plan de Acción de Caracas. A dicha reunión asistieron 28 representantes de los países miembros de la Comunidad, y con base en las discusiones desarrolladas se acordó elevar a la con-

4. La xviii Reunión del Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, además de adoptar la Declaración de Quito, tomó un conjunto de decisiones, referidas a los siguientes 10 temas: 1. Gobernanza del Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe; 2. Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible; 3. Estrategia Financiera Regional (efir); 4. Contaminación Atmosférica en el marco de la Red Regional Intergubernamental; 5. Indicadores Ambientales; 6. Consumo y Producción Sostenibles (cps); 7. Sustancias Químicas, Desechos Peligrosos y Otros Desechos; 8. Países en Enclaustración Marítima; 9. Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (peid); 10. Países Centroamericanos y Caribeños, y 11. Agradecimiento al Pueblo y al Gobierno de la República de Ecuador (Ministros de Medio Ambiente de América Latina y El Caribe, 2012).

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sideración de las jefas y jefes de Estado y de Gobierno la propuesta de elaboración de un Plan Estratégico celac sobre Migraciones, que contemple los siguientes temas: a) Atención Consular; b) Libre Movilidad; c) Legislación y Gestión Migratoria; d) Seguridad Migratoria, y e) Migración Regional. Además de esas reuniones realizadas por diferentes órganos de la celac, con posterioridad a la Cumbre de Caracas se han desarrollado también distintas actividades vinculadas a la Comunidad, por parte de mecanismos regionales y subregionales de integración. En tal sentido, atendiendo a la decisión 527 tomada por el Consejo Latinoamericano del sela en su xxxvii Reunión Ordinaria de octubre de 2011, el 2 de abril de 2012 se realizó la Reunión entre Representantes de los Estados Miembros del sela y la Secretaría Permanente sobre el cumplimiento de la Decisión núm. 527 del Consejo Latinoamericano referida a la vinculación del sela con la celac. En dicha reunión, a través de la exposición realizada por el representante de la Presidencia Pro-témpore de la celac se conoció de las actividades desarrolladas y planeadas hasta ese momento por las autoridades de la Comunidad en cumplimiento del Plan de Acción de Caracas 2012, y por parte del secretario permanente del sela se describieron las acciones con las que se ha venido atendiendo a la decisión 527 del Consejo Latinoamericano. A lo anterior, cabe agregar las reuniones entre mecanismos de integración de la región, contempladas tanto en el Plan de Acción de Caracas como en el Programa de Trabajo Anual presentado por la Presidencia Pro-témpore, y de las cuales la primera que estaba programada se realizó el 16 y 17 de agosto en la sede de la aladi. Según el reporte de prensa emitido al final de dicha reunión: Evitar la dispersión, la fragmentación y la duplicación de tareas fue el acuerdo que sostuvieron las autoridades de la aladi, alba, can, caf, cepal, Mercosur, olade, aec, sela, Unasur, y otros mecanismos. Trabajar juntos la construcción de la ciudadanía latinoamericana, la ampliación del comercio regional, la superación de las asimetrías, la integración energética, la modernización de las infraestructuras y las experiencias exitosas de inclusión social en la región.

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Según dicho reporte, a ello se agrega, en particular, que “la can [Comunidad Andina] demostró su voluntad de converger con el Mercosur ya que la etapa que se atraviesa requiere aunar esfuerzos y evitar la idea en la ciudadanía de una dispersión y ausencia de estrategias compartidas” (aladi, 2012). Así también, en la reunión se acordó elaborar una página común para agrupar el conjunto de información de las agendas de los diferentes organismos; reunirse de manera permanente dos veces al año para articular las tareas comunes en materia de cooperación; incluir como actores importantes del proceso integrador a los países caribeños a través de sus organismos de integración; y trabajar de manera conjunta para contribuir a la ampliación del comercio regional, la superación de asimetrías y la inclusión social en la región.

Referencias bibliográficas Aladi. (2012). Acuerdos entre los organismos de integración de América Latina en el marco de la celac. Comunicado de prensa, 20 de agosto. Cancilleres India-Troika celac. (2012). Declaración conjunta. Primera Reunión de Cancilleres India-Troika celac, Nueva Delhi, 7 de agosto. Celac. (2012a). Informe del grupo de trabajo que elaborará una propuesta para desarrollar una preferencia arancelaria latinoamericana y del Caribe, 20 de marzo. ——. (2012b). Minuta sobre los acuerdos adoptados en la Segunda Reunión de Coordinadores Nacionales de la celac. Santa Cruz, Chile, 7 de julio de 2012, 30 de julio. ——. (2012c). Primera Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores República Popular China y Troika celac. Comunicado de prensa, 9 de agosto. Cepal. (2013). Balance económico actualizado de América Latina y el Caribe 2012, abril. Consejo de Defensa Suramericano (cds). (2012). Plan de Acción 2013. Lima, 28 de noviembre. Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores de Unasur. (2012). Declaración del Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones

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La integración latinoamericana y caribeña en el año 2012

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Los países de la Caricom y América Latina en el siglo xxi: acercamientos, ejes y desafíos

Laneydi Martínez Alfonso1 Introducción La matriz de relacionamiento externo de la Comunidad del Caribe (Caricom) ha estado marcada por una visión, fundamentalmente anglocéntrica, de sus interacciones externas en materia de política exterior, a partir de una tendencia a privilegiar y concentrar sus esfuerzos diplomáticos en aquellos que considera sus socios tradicionales: Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá. Asimismo, las determinaciones asociadas a las nociones de su pequeñez y vulnerabilidad han condicionado —y continúan haciéndolo— sus modelos de relacionamiento externo y sus respuestas de política a elementos provenientes del contexto internacional. La primera década del siglo xxi ha estado marcada por la emergencia de cambios en el contexto latinoamericano en la forma de nuevos actores (emergencia de espacios de cooperación y concertación política) y liderazgos (principalmente Brasil y Venezuela). El involucramiento creciente de los países miembros de la Caricom en estos espacios regionales confirma la urgente necesidad de Caricom de reubicarse geopolíticamente en el contexto hemisférico, fuera de los circuitos tradicionales de sus prioridades externas. Ejemplo de ello son la reciente participación de países

1.

Profesora-investigadora del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (cehseu), de la Universidad de La Habana. Master en Ciencias Económicas por la Facultad de Economía y Master en Estudios Caribeños por la Cátedra Caribe, ambos de la Universidad de La Habana, Cuba.

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de Caricom en la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (alba-tcp), en el caso de Antigua y Barbuda, Dominica, San Kitts y Nevis y Santa Lucía; en PetroCaribe de todos los miembros, excepto Trinidad y Tobago, y Barbados; en la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) en el caso de Guyana y Surinam; y de todos los miembros de la Caricom en la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac). Estos ejemplos se inscriben en un momento de cuestionamiento político al interior del propio proyecto integracionista caribeño, que intenta redefinirse a partir de una revisión de su alcance, instrumentos y desarrollo institucional, como parte de ese escenario de revisión estratégica. En el presente artículo se pretende analizar los condicionamientos y la participación de las naciones caribeñas en estos nuevos espacios e identificar sus principales desafíos en el contexto del siglo xxi.

Pequeños y micro-Estados: los condicionamientos de la política exterior y la diplomacia En el marco de las relaciones internacionales, la política exterior y el ejercicio de la diplomacia han estado tradicionalmente condicionados por el tamaño de los Estados-naciones y en particular, la noción de pequeñez. Desde la perspectiva de Rosenau (1966), los “Estados pequeños” son aquellos que no afectan el sistema internacional y que su supervivencia depende de la voluntad de las grandes potencias. Por su parte, Rothstein (1968: 29)2 argumenta que lo que denomina como un small power es “un Estado que reconoce que no puede obtener seguridad primariamente con el uso de sus propias capacidades, y que debe apoyarse fundamentalmente en la ayuda de otros”. Mientras, Keohane (1969: 296) ofrece otra perspectiva, también desde la autopercepción, afirmando que un small power es “un Estado cuyos líderes consideran que nunca pueden, actuando solos o en pequeños grupos, impactar significativamente el sistema”. De manera general, sobresale entonces la necesidad de estos Estados de apoyarse en terceros, ya sean otros Estados,

2.

Citado en Hey, 2003: 3.

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Los países de la Caricom y América Latina en el siglo xxi: acercamientos, ejes y desafíos

instituciones u actores, para garantizar su supervivencia en un contexto internacional de naturaleza asimétrica y donde predominan relaciones de poder interestatales. En general, Hey (2003: 2) agrupa las definiciones de pequeños Estados en tres grandes categorías: los “micro-Estados”, los “pequeños Estados en el mundo desarrollado” y los “pequeños Estados del Tercer Mundo” en África, Asia y América Latina —muchos de los cuales son mayores que los de las categorías anteriores—. Esta clasificación no sólo resalta la existencia de una gran heterogeneidad dentro del amplio grupo de los pequeños Estados sino que, de alguna manera, también argumenta la necesidad de una mirada al tamaño de los Estados en su relación con el nivel de desarrollo o subdesarrollo, lo que en definitiva determina su inserción e influencia en el sistema internacional. En correspondencia con ello, es que en la literatura la pequeñez del Estado no se asume de manera per se, sino desde la perspectiva de su “debilidad” relativa, a partir de una mirada jerárquica del escenario internacional, así como a las limitadas capacidades de ejercicio del poder (Vital, 1971; Keohane, 1969). Convencionalmente se acepta que los intereses de los pequeños Estados y micro-Estados se desarrollan en el contexto de “restricciones reales y vulnerabilidades únicas” —asociadas a su reducido tamaño y escasez relativa de recursos—, con intereses generalmente contrapuestos a los de las naciones más grandes, que ostentan una influencia en ocasiones desmedida sobre estos Estados. En este contexto, la política exterior3 constituye una herramienta esencial para los pequeños Estados, a través de la cual viabilizar sus agendas, mientras que los niveles de desarrollo infunden los temas prioritarios de las mismas, influyendo en las metas y los comportamientos a través de los cuales hacer avanzar sus intereses y metas (Braveboy-Wagner, 2007; Hey, 2003). Al carecer de poder económico suficiente, el ejercicio de la diplomacia4 permanece

3. 4.

Se asume política exterior como “los propósitos —oficiales e intencionales—, acciones y comportamientos de los Estados dirigidos hacia un Estado externo así como también a actores no gubernamentales” (Braveboy-Wagner, 2007). Se asume diplomacia como “los medios para conducir o influir formal e indirectamente el diálogo político orientado entre dos Estados, a nivel bilateral o multilateral” (Horsmann y Marshall, 1994: 45).

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casi exclusivamente como el más importante medio a través del cual poder interactuar en el escenario internacional (Horsmann y Marshall, 1994: 45). En este contexto, el posicionamiento en el sistema internacional se desarrolla en tres niveles: los intercambios diplomáticos, los acuerdos bilaterales y la membresía en organizaciones regionales y multilaterales (Muhido, 2011). Así, la condicionalidad inherente al tamaño del Estado-nación los obliga no sólo al empleo de los canales tradicionales de la diplomacia, sino también a apoyarse, de manera creciente, en “canales alternativos” como las representaciones unilaterales, múltiples y conjuntas a nivel internacional —todas reconocidas en la Convención de Viena— (Mohamed, 2011), en función de aunar esfuerzos para enfrentar el problema de la subrepresentación en determinados países, regiones o instancias internacionales. La incidencia del proceso de globalización, la creciente emergencia de actores no estatales, la expansión de las negociaciones, acuerdos y organizaciones regionales e internacionales, la intensificación del rol de las empresas transnacionales, y la multiplicidad de amenazas de seguridad no tradicionales —narcotráfico, tráfico de armas, lavado de dinero, terrorismo, migración ilegal, entre otros—, el desdibujamiento de la territorialidad tradicional definida por los Estados-naciones y la “securitización del concepto de pequeños Estados” (Hey, 2003; Martínez y Cabrera, 2011; Griffith, 2000, entre otros), son algunos de los cambios principales que han influido en el contexto internacional de los pequeños Estados en el sentido de un reforzamiento de la vulnerabilidad de los mismos y que han atentado contra la concepción tradicional de soberanía nacional e incluso en el marco de soberanías nacionales limitadas. En el contexto actual, las agendas diplomáticas y políticas de los pequeños Estados se han vuelto más cargadas y complejas, agregando de manera creciente temas no-tradicionales y enfrentando actores que se mueven en espacios transnacionales y que superan las determinaciones territoriales de los Estados. Así, la importancia de la territorialidad de un Estado-nación, como el criterio principal para determinar el espectro de problemáticas sociales, políticas, económicas, privadas, públicas y otros (Rosenau, 2006), dentro de las fronteras nacionales tradicionales, ha perdido fuerza 48

Los países de la Caricom y América Latina en el siglo xxi: acercamientos, ejes y desafíos

desde una visión tradicional de los límites geográficos y la forma en que los actores interactúan desde diversos espacios.

Pequeños Estados de la Caricom Como punto de partida, respecto a una caracterización de las naciones de la Comunidad del Caribe (Caricom) y en particular sus posiciones de política exterior, no puede desconocerse su condicionalidad de pequeños y micro-Estados, lo que atraviesa de manera transversal las formas históricas en las que se han incorporado en la economía de mundial. Numerosos autores identifican un conjunto de rasgos socioeconómicos y geográficos comunes que caracterizan a los pequeños Estados. Los vínculos escasos de transportación y comunicación, la propensión frente a desastres naturales, las dificultades en el uso frecuente del agua y la tierra, la susceptibilidad extrema frente a las influencias externas del mercado, la existencia de recursos limitados y alta dependencia externa, la fuga de cerebros y la inadecuada y costosa infraestructura y administración, son algunos de los más frecuentemente referidos (Mullerleile, 1995). Sutton y Payne (1993) ponen el énfasis en tres factores económicos e institucionales: la apertura económica y limitada capacidad productiva, las reducidas capacidades técnicas e institucionales y la alta dependencia externa de financiamiento, como aspectos que condicionan su acercamiento a determinados países y permean sus temas prioritarios de política exterior. Por su parte, el Banco Mundial y la Secretaría del Commonwealth (2000) identifican seis elementos fundamentales compartidos por los países pequeños: el aislamiento y remoteness —teniendo en cuenta que muchos Estados pequeños no sólo son simples islas sino que administran un sistema de multi-islas que la componen—, la gran apertura económica —que los expone a eventos globales, la susceptibilidad a desastres naturales y a cambios en el medio ambiente—, la limitada diversificación económica, los niveles relativamente elevados de pobreza y las limitadas capacidades financieras e institucionales (Commonwealth Secretariat, 2000). Como reflejo de la persistencia de estas problemáticas, más 49

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recientemente la Secretaría de la Caricom en el caso de este grupo de países identificaba el “aislamiento físico”, la “población y territorios pequeños”, la “dispersión geográfica”, los “problemas de transporte”, la “pequeñez y fragmentación de los mercados domésticos”, la “escasa diversificación económica”, la “dependencia externa”, la “inadecuada infraestructura”, la “baja competividad” y la “rigidez en sus estructuras económicas” como aspectos que limitan su expansión y desarrollo económico (Caricom, 2013) y por consiguiente, sus proyecciones internacionales. En general, todas estas caracterizaciones tienen como base diversas dimensiones de la pequeñez y la vulnerabilidad asociada a ella en los ámbitos económicos, político-institucionales, sociales, geográficoambientales y de seguridad, entre otros. En términos territoriales, todos los Estados caribeños analizados cuentan con un espacio físico reducido, aunque éste puede ser variable por país. Este espectro va desde Saint Kitts y Nevis, con un área de 261 km2, siendo el más pequeño, hasta Guyana con un espacio territorial de 214,970 km2. Teniendo en cuenta que se consideran micro-Estados aquellas naciones con un territorio no marítimo menor de 1,000 km2 (Mohamed, 2011), ocho naciones de la Caricom, o sea, alrededor de 57% de la Comunidad caribeña, clasifican dentro de esta categoría. La mayoría de estos países autocalifica sus sistemas políticos como “democracias parlamentarias” o “democracias parlamentarias bajo monarquía constitucional”; coexisten al mismo tiempo naciones que se autodenominan “repúblicas constitucionales parlamentarias” o “repúblicas semipresidenciales”, estas últimas generalmente en el caso de los países de mayor tamaño relativo dentro de Caricom (Girvan, 2012). Desde el punto de vista de la población, teniendo en cuenta la medida establecida por el Commonwealth de 1.5 millones de habitantes para clasificar los pequeños Estados, 12 naciones, correspondiente a 86% de la Caricom, entrarían dentro de esta categoría. Si se tiene en cuenta la clasificación como micro-Estados, o sea por debajo de 500,000 personas, según Mohamed (2011), entran dentro de esta categoría nueve Estados, 64% de la Comunidad. Si se analiza no la pequeñez de manera estricta, sino su traducción en términos de vulnerabilidad, puede observarse que alrededor de 72% de los países de la Comunidad (10 países) son consi50

Los países de la Caricom y América Latina en el siglo xxi: acercamientos, ejes y desafíos

derados como países de vulnerabilidad alta, mientras que 21.4% (tres países) quedan registrados con vulnerabilidad media alta y Trinidad Tobago con media baja. Vale la pena destacar en este caso que, aunque Haití aparece dentro de los parámetros del reporte de la Secretaría del Commonwealth y el Banco Mundial como un país de vulnerabilidad media-baja, es necesario rescatar otro grupo de consideraciones asociadas no sólo a su condición de “país menos adelantado” (pma), o a su pertenencia dentro de los hipcs (heavily indebted poor countries, por sus siglas en inglés)5 o en general, su elevada vulnerabilidad socioeconómica y política, entre otros; sino también la incidencia asociada a los devastadores efectos de múltiples desastres naturales, entre ellos el terremoto en el año 2010 y diversos fenómenos meteorológicos y su impacto sobre los niveles de susceptibilidad del país ante fenómenos externos.6 Si bien el análisis anterior muestra, por una parte, la necesidad de caracterizar las naciones caribeñas según su tamaño, en función de identificar los diferentes niveles de pequeñez y vulnerabilidad, lo cierto es que esta última aunque en general elevada, en la región tiene muy diversos matices, todavía con grandes complejidades y formas de medición. De esta manera, tanto desde el punto de vista del área territorial como de su población, vulnerabilidad externa y en particular medioambiental, las naciones de la Caricom pueden ser consideradas como naciones pequeñas o micro-naciones, altamente vulnerables, lo que es también reflejo de los elevados grados de dependencia con el exterior, vinculado a la existencia de capacidades limitadas y también de condicionamientos geográficos y ambientales. Para las naciones de la Caricom las condicionalidades de la pequeñez en vínculo indisoluble con la noción de vulnerabilidad, resulta indispensable en la comprensión de sus

5. Hipcs está conformado por 39 países con elevados niveles de pobreza e insostenibles niveles de deuda, que son elegibles como receptores de asistencia especial del Fondo Monetario Internacional (fmi) y el Banco Mundial (bm), y potencialmente destinatarios de iniciativas de alivio de la deuda externa. De la Caricom pertenecen Haití y Guyana. 6. Resulta constatable que por el periodo analizado para calcular este índice no se hayan tenido en cuenta hechos recientes.

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particularidades y necesidades y, por consiguiente, en la construcción de una proyección internacional integral, coherente y eficaz. Con independencia de la medida que se tome, las naciones caribeñas clasifican como pequeños Estados y varios de ellos incluso como micro-Estados, con diversos pero en promedio elevados índices de vulnerabilidad. No obstante las enormes dificultades y cuestionamientos al llamado índice de desarrollo humano (idh) en su estimación e inclusión de indicadores, contrasta esta pequeñez de las naciones de la Caricom, con los niveles elevados de este índice en su posición relativa, con excepción de Haití. Las naciones caribeñas que resaltan bajo dentro diferentes clasificaciones de pequeñez y vulnerabilidad son las siguientes: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados (aunque su nivel de vulnerabilidad relativa no se encuentra entre las más altas del grupo), Belice, Dominica, Granada, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam (básicamente en términos de vulnerabilidad en general, no así en relación con su territorio), Guyana (excluyendo su territorialidad) y Haití. En términos de política exterior en el marco de Caricom, desde el surgimiento del esquema en 1973 fueron creados dos órganos clave en la coordinación de políticas y negociaciones exteriores: el Council for Trade and Economic Development (Coted) y el Council for Foreign and Community Relations (Cofcor). Además, entre los múltiples objetivos de trabajo de la Secretaría General de Caricom se encontraban facilitar una “coordinación de las políticas exteriores y económicas externas” y la “expansión de relaciones comerciales y económicas con terceros Estados”.7 De esta manera, la coordinación —que en la práctica se materializaba como mecanismo o espacio de diálogo y en cierta medida concertación en función de articular las posiciones, consensos y esfuerzos posibles— de políticas exteriores estuvo, desde los inicios de la Caricom, como parte de los propósitos fundamentales de la integración de las naciones miembros. Numerosos autores argumentan la emergencia de una nueva etapa en la proyección externa de las naciones de Caricom, mar-

7.

Para más información véase el sitio oficial de Caricom: www.caricom.org

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cada tanto por factores nacionales y regionales como internacionales. Múltiples cambios en el contexto del siglo xxi argumentan la posibilidad de una nueva etapa desde 2001 y hasta la actualidad, basado en aspectos como las reconfiguraciones asociadas a la seguridad post-11 de septiembre, la emergencia de nuevos actores regionales en áreas como la concertación política y la cooperación (PetroCaribe, alba, Unasur e incluso la celac), la importancia creciente de varios países asiáticos en el panorama económico y político mundial, la emergencia de los brics, la crisis económica internacional y su impacto en Estados Unidos y Europa, la emergencia de nuevos temas de seguridad regional como el narcotráfico, la migración, el crimen organizado, entre otros, todos factores especialmente acentuados en este periodo y profundamente transformadores del contexto regional y global. A nivel regional en América Latina, la emergencia de gobiernos de izquierda en América Latina y de diversas iniciativas de acercamiento económico y político hacia el Caribe, se han erigido en determinantes esenciales de un nuevo escenario político regional con implicaciones para las naciones de la Caricom. Aunque la periodización propuesta se refiere al contexto y orientación general de los miembros de la Caricom, en relación con América Latina esta etapa tiene su punto de inflexión en el año 2004, especialmente a partir no sólo de la mencionada emergencia de gobiernos de izquierda en América Latina, sino especialmente en la materialización de sus orientaciones políticas en nuevas iniciativas de cooperación y coordinación política.

Caricom-América Latina: ¿vecinos desconocidos? Los países de la Caricom han privilegiado, históricamente, sus relaciones con los que denominan como sus “socios tradicionales” (Estados Unidos, Unión Europea —en particular Gran Bretaña— y Canadá) desde una visión tradicionalmente anglo-céntrica de sus prioridades externas, y desde modalidades, también tradicionales, de vínculos con los mismos, fundamentalmente comercio, inversión y asistencia externa. Las décadas de los años sesenta y setenta estuvieron marcadas por una relativa desconexión económica y 53

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política del Caribe anglófono con su entorno hemisférico más cercano, América Latina. No obstante, Venezuela se comenzó a interesar en el Caribe desde finales de la década de los sesenta. Varias administraciones venezolanas de la época vieron la importancia del Caribe no sólo como tránsito fundamental hacia su mercado objetivo —Estados Unidos—, sino también como un espacio potencial para la exportación de productos venezolanos más allá del petróleo y de su influencia política.8 Desde mediados de la década de los setenta, con la nacionalización del petróleo venezolano y la creación de la empresa pdvsa, se abrieron nuevos caminos a las relaciones económicas con el Caribe en el contexto de la crisis petrolera. Esto dio paso al inicio a “una serie de préstamos y concesiones bilaterales tendentes a compensar el creciente costo del petróleo con la región” (Cobas y Espronceda, 2012: 323).9 En el caso de Trinidad y Tobago, este país tradicionalmente enfocó sus relaciones con Venezuela con sospecha y reticencia, en relación no sólo con la frontera marítima (Lewis, 2010), sino al mismo tiempo con su potencialidad para rivalizar con este país en el marco de la Caricom. El Acuerdo de San José, en 1980, de los gobiernos de México y Venezuela, estableció un conjunto de iniciativas y convenios que permitieron el abastecimiento de petróleo a 11 países caribeños y centroamericanos. Este marco de cooperación para el desarrollo entre países subdesarrollados fue un instrumento especialmente

8.

9.

Según Cobas y Espronceda (2012), entre 1969 y 1974 bajo el gobierno venezolano de Rafael Caldera, visitaron de manera oficial este país prácticamente todos los jefes de gobierno de los países caribeños de habla inglesa independientes, con excepción de Barbados. En este sentido, estos autores afirman que “un papel clave en el acercamiento de la política exterior venezolana hacia el Caribe, en el gobierno de Caldera, lo desempeñó el ministro de Relaciones Exteriores Arístides Calvani, quien provenía de Trinidad y Tobago. Este canciller visitó varios países caribeños promoviendo el acercamiento de Venezuela con los nuevos países caribeños y al interior de su país, enfatizando la importancia de estos países como parte de la ruta del petróleo hacia el principal mercado, el este de Estados Unidos; y como mercado potencial para la exportación de textiles, alimentos, productos petroquímicos, etcétera” (Cobas y Espronceda, 2012: 323). A nivel político destaca la negativa de Venezuela de apoyar a Guatemala en el marco del conflicto Guatemala-Belice (Bond, 1981: 171). Asimismo, posteriormente el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez se pronunció, durante los setenta, fuertemente a favor de Jamaica y Guyana (Lewis, 2010).

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relevante y único en su tiempo para la promoción del desarrollo y ayuda a países de menor desarrollo relativo e importadores de petróleo. Bajo este programa, que ha sido renovado año tras año, en 2004 ambos, México y Venezuela, proveían alrededor de 160 mil barriles de petróleo crudo o refinado al área centroamericana y caribeña y preveía la conversión de alrededor de 20% de la factura petrolera en créditos a largo plazo y de bajo interés para proyectos de desarrollo. Entre los beneficiarios del Caribe se encontraban Barbados, Belice, Haití y Jamaica. Este último constituía el receptor de 14% de los mismos. Asimismo, en 1980 Venezuela comienza a suministrar petróleo a Guyana en condiciones similares a las aplicadas en el acuerdo de San José. La década de los noventa, con la liberalización del comercio asociada a la aplicación de medidas neoliberales, representó un momento de crecimiento de las relaciones de las naciones de Caricom con América Latina y un incremento de los espacios de diálogo político y económico entre ambas regiones. La membresía de naciones de la Caricom en la Organización de Estados Americanos (oea) también constituyó un espacio de cohabitación de líderes latinoamericanos y caribeños con Estados Unidos y Canadá, en un contexto caribeño de temores frente a la potencialidad de marginación en las relaciones hemisféricas. En 1992, en el reporte de la West Indian Comision, Time for Action, de especial relevancia para la Caricom, se definía la naturaleza de las relaciones Caribe-América Latina en términos de una serie de círculos concéntricos en los cuales Caricom era identificado como el innercore o núcleo. Asimismo, también sugería otro “círculo externo”, en el que incluían las relaciones con los países que comparten el Mar Caribe (Lewis, 2010).10 Buena parte de las iniciativas de Caricom con América Latina, durante la década de los noventa, hacia su entorno inmediato florecieron a nivel bilateral con países específicos, a partir de la negociación y firma de múltiples acuerdos, entre ellos varios de libre comercio y otros

10. En este reporte se sugería, explícitamente, la creación institucional de una Asociación de Estados del Caribe (wic, 1992).

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con países como Venezuela, Colombia, México, Cuba, República Dominicana, entre otros. En este sentido, tanto la expansión de la membresía de Caricom como el establecimiento de Cariforum con República Dominicana y la propia Asociación de Estados del Caribe (aec), se constituyeron en expresiones de esta tendencia, que esencialmente se constituía en un “regionalismo” respuesta a los cambios en el contexto regional, hemisférico y global (Girvan, 2012: 44). Precisamente la aec surge a partir de la propuesta del Reporte de la West Indies de 1992, Time for Action, de la necesidad de ampliar la “cooperación funcional” desarrollada en los marcos de Caricom a otros países de su entorno inmediato y de diversificar sus relaciones comerciales y económicas externas (wic, 1992: 44). En este sentido, la coordinación de políticas exteriores y en particular en el marco de posiciones en las negociaciones externas fue un aspecto esencial de las recomendaciones de este reporte. La aec se articuló en torno al llamado Gran Caribe,11 tiene 25 miembros12 y su objetivo general estuvo en torno a la necesidad del promover la “consulta, la cooperación y la acción concertada” entre sus países miembros. Más específicamente, esta organización buscaba fundamentalmente incrementar el comercio entre las naciones, fortalecer el transporte, desarrollar un turismo sustentable en el área y facilitar mayores y más efectivas respuestas ante desastres naturales.13 La agenda de la aec tenía la virtud de articular intereses comunes a la mayoría de las naciones miembros; sin embargo, al mismo tiempo se correspondía con las tendencias al estímulo a la liberalización comercial promovida en el contexto hemisférico

11. Para más detalle sobre las diferentes definiciones de “Caribe”, véase Girvan (2012) en el capítulo “Reinterpretar el Caribe”, páginas 21-49, también publicado en la Revista Mexicana del Caribe, núm. 7, del año 2000. 12. Un aspecto particular de esta organización tiene que ver con la membresía de Cuba, lo cual fue un hecho de gran importancia para este país, teniendo en cuenta el sistemático aislamiento económico y político al que había estado sometida por Estados Unidos y ser ésta una oportunidad de expandir y diversificar sus vínculos regionales. Esto permitió al mismo tiempo consolidar las relaciones políticas, diplomáticas y de cooperación ya existentes con varias naciones de la Caricom. 13. Véase: www.acs-aec.org

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y regional. Girvan (2002) valora el surgimiento de la aec como un momento de emergencia de “nuevas formas de regionalismo”, momento que puede identificarse como los cimientos de los desarrollos actuales de las relaciones exteriores de Caricom, señalando con ello no sólo su extraordinaria significación simbólica y potencial, sino también su pertenencia a un marco más amplio de tendencias que generaron acercamientos entre estas naciones y América Latina en general. En este contexto, Andrés Serbin destaca cómo la coyuntura en la que surge la aec se caracterizó por una intensa proliferación de procesos de integración y concertación subregional, regional y hemisférica, donde la racionalidad sugería la búsqueda de un espacio económico expandido para el Caribe insular y de plataforma común para las negociaciones, en un marco más amplio, frente a las negociaciones del tlcan y la propuesta del alca. Para la Caricom este espacio proveyó el avance en dos niveles: por un lado la ampliación de la cooperación comercial y otras esferas en el marco del Gran Caribe y un acceso potencial a actores regionales clave, y por otro, a nivel subregional, concentrar sus esfuerzos en la integración, en particular en el Mercado y la Economía Únicas del Caribe (csme, por sus siglas en inglés). Sin embargo, como destaca Girvan, aunque Caricom comprendía 50% de la aec en cuanto a número de Estados, ésta representaba apenas un 3.7% del pib regional. Esta desproporción entre su predominio en la asociación y la realidad del poder demográfico, político y económico. Esta heterogeneidad se ha reflejado en la existencia de “agendas superpuestas, competitivas y en ocasiones hasta conflictivas” y ha derivado en una “pérdida de entusiasmo” y de confianza en la dinámica de la aec, marcado por divisiones internas y demandas domésticas y externas. Esto confirma lo que Girvan califica como “una percepción de la relevancia limitada de aec en cuanto a sus preocupaciones inmediatas”, lo que lo llevó incluso a cuestionarse hasta qué punto la aec ha representado una “oportunidad perdida” de cooperación y concertación política regional, en especial para Caricom (Girvan, 2002). En general, el surgimiento en 1994 de la Asociación de Estados del Caribe (aec) significó un espacio fundamental en la construcción de áreas de confianza para el diálogo, la cooperación y la coordinación entre los países de la Caricom y América Latina. 57

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Sin embargo, como alerta Lewis (2010), presiones estructurales derivadas de la locación geográfica en un contexto de creciente marginación como pequeños Estados a nivel global y hemisférico, movieron a Caricom a repensar sus relaciones con América Latina y, en particular, los países del Gran Caribe, especialmente a través de la aec. Sin embargo, el hecho de que los principales socios comerciales, de inversión y cooperación se encontraran en espacios extra-aec, así como la no presencia de socios como Brasil —importantes para Guyana y Surinam—, la falta de financiamiento, entre otros, fueron elementos que contribuyeron al fracaso de la aec como institución y desestimularon de alguna manera, o al menos cuestionaron la imperatividad del acercamiento.

Nuevas dinámicas e interacciones Caricom-América Latina Los cambios regionales en el espacio latinoamericano y global han tenido su impacto en las relaciones exteriores de los países de la Caricom. Como parte de su estrategia externa como comunidad, resultado de la revisión de la proyección externa hacia América Latina realizada por el Council for Foreign and Community Relations (Cofcor), pero también de iniciativas individuales, los países de la Caricom han buscado de manera creciente mayores y nuevos vínculos con países de América Latina. Probablemente los ejemplos más elocuentes se encuentran en la membresía y/o participación de países como Antigua y Barbuda, Dominica, San Kitts y Nevis y la solicitud reciente de membresía de Santa Lucía en el alba; de 12 naciones de Caricom en PetroCaribe; de Guyana y Surinam en Unasur; así como la participación de todas las naciones de Caricom en la gestación y avances de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) y numerosos acuerdos, proyectos y consultas políticas dan cuenta de este proceso a nivel regional. La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (alba), luego devenida Alianza para los Pueblos de Nuestra América (alba), surge en 2004 como un “modelo de integración alternativo” (Girvan, 2012: 138) al propuesto en los marcos del neoliberalismo y fundada básicamente por dos países: Cuba y Ve58

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nezuela. Con la incorporación de Bolivia en 2006 y la introducción del componente comercial, el Tratado de Comercio de los Pueblos (tcp), este esquema amplió por primera vez su membresía dos años después de creado. Posteriormente se incorporaron otros países como Nicaragua en 2007, Dominica en 2008, Ecuador, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas en 2009, y Santa Lucía en 2013. De esta manera, los cambios generados en el regionalismo latinoamericano en relación con la integración y la cooperación desde el alba, con un eje fundamental en Cuba y Venezuela, han estado influyendo en nuevas formas de inserción e interacción de países del Caribe en este espacio. En particular, las tradicionalmente fuertes relaciones del Caribe con Cuba han contribuido a ello en el marco del alba. Hasta qué punto esta influencia puede volverse permanente en el contexto subregional, es todavía un punto de gran cuestionamiento, basado en la enorme vulnerabilidad y situación política y económica de Venezuela y también de los países miembros, en el mantenimiento y fortalecimiento de esta iniciativa, así como de la revisión por parte de este país de algunos temas subregionales pendientes en relación con la disputa fronteriza con Guyana, entre otros aspectos. Para varias de las naciones miembros de Caricom y desde el año 2008, el alba ha representado un espacio reconocido, a partir del cual tener acceso a un conjunto de beneficios que se adaptan mejor a las cambiantes y crecientes necesidades socioeconómicas de estas naciones, como puede ser apreciado en la mayoría de los discursos de accesión al esquema por parte de los gobiernos caribeños. Sin embargo, la participación en sus diferentes comités y reuniones tienen connotaciones e impactos diversos para estos países. En particular el Comité Político del alba, conformado por los ministros de asuntos exteriores de cada país, tiene entre sus objetivos aconsejar al Consejo Presidencial en temas políticos y estratégicos, presentar y proponer tópicos sobre política internacional que son sometidos a discusión, así como desempeñar un rol en la coordinación y la guía política y estratégica de la Alianza, entre otros. Una de sus funciones fundamentales se refiere a la definición de temas de interés para el alba en el ámbito de la 59

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política exterior y establecer agendas de consulta.14 Este comité en especial se ha constituido en la práctica en un espacio de consulta, coordinación y adopción de posiciones conjuntas, de manera bastante regular, en un amplio rango de temas internacionales de interés variable para cada uno de los miembros del esquema. Declaraciones conjuntas sobre múltiples temas han salido a la luz como parte de sus deliberaciones que de alguna manera involucran y/o comprometen a sus miembros en posiciones en materia de relaciones internacionales. Temas como el de Las Malvinas, entre otros, permanecen bajo una doble presión desde aliados extrarregionales pero tradicionales como Gran Bretaña, por un lado, y el alba y en general América Latina, por otro. Para las naciones de Caricom involucradas han estado claras las principales motivaciones y fuerzas motrices de su membresía en el alba. El primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, en su discurso de accesión al alba reconocía que su gobierno estaba consciente de que este organismo era “la opción que mejor se adaptaba a los intereses” de sus pueblos, reconociendo el desinterés y la solidaridad de la amplia cooperación ofrecida por Venezuela y Cuba.15 Asimismo, el primer ministro de Antigua y Barbuda, Winston Baldwin Spencer, en su discurso de entrada al esquema destacaba: “[...] nuestra adhesión no es en ninguna forma un signo de que dejamos atrás nuestros compromisos con la Organización de Estados del Caribe Oriental (oecs, por sus siglas en inglés) y la Caricom”. Igualmente analiza cómo las iniciativas del alba han significado ahorros millonarios para las naciones, en franco contraste con la ayuda desde Estados Unidos que había sido, en el mismo lapso, mucho menor.16 Con ello de alguna manera establece algunos de los límites de su participación en este foro. Más recientemente el primer ministro de Santa Lucía, Kenny Anthony, en declaraciones al ser cuestionado sobre la entrada al esquema, resaltaba explícitamente cómo “la falta de asistencia económica, por parte de los aliados tradicionales, ha forzado a la

14. Véase: http://www.alba-tcp.org/en/contenido/political-council-alba-tcp-0 15. www.alba-tcp.org/en/contenido/accesion-dominica 16. www.alba-tcp.org/en/contenido/accesion-antigua-and-barbuda-alba

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nación a impulsar su incorporación al alba”, mostrando claramente a nivel oficial la dirección de los intereses y necesidades de este país de su membresía en el alba. Asimismo, destaca el complejo entorno al que se enfrentan, donde estos países poseen “[...] pocas opciones para afrontar la difícil situación económica que atravesamos”; no obstante, insistió en que los “amigos tradicionales de Santa Lucía como Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, siempre serán especiales para nosotros”.17 Posterior al surgimiento del alba en diciembre de 2004, todas las naciones de Caricom, excepto Trinidad y Tobago, y Barbados, se habían inscrito como parte de la iniciativa de PetroCaribe en 2005, a través de la cual Venezuela proveería petróleo al Caribe bajo condiciones crediticias más favorables. De esta manera, aunque cuando surgió PetroCaribe en 2005 contaba con 14 integrantes,18 en la actualidad está integrado por 18 países: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Kitts y Nevis, Santa Lucia, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela. Como puede observarse, 12 de los 18 países de esta iniciativa son miembros de la Caricom. El hecho de que dos países importantes al interior de la Caricom, Trinidad y Tobago, y Barbados, no sólo se hayan negado a firmar PetroCaribe sino que cuestionaron el entusiasmo caribeño de participar en la iniciativa, puede constituirse en una fuente potencial de incidentes en el futuro. Tomando como referencia el precio del petróleo a nivel internacional, los acuerdos de PetroCaribe proponen un financiamiento de entre 5 y 50% de la factura petrolera, con un periodo de gracia de hasta dos años para su financiamiento y previendo un periodo de pago desde 17 a 25 años. La tasa de interés se estableció en 1% si el precio del petróleo superaba los 40 dólares el barril y parte del pago diferido puede ser realizado con bienes y

17. http://laprensalatina.com/el-primer-ministro-de-santa-lucia-justifica-su-adhesion-ala-alba-por-la-crisis/ 18. Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, República Dominicana, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela.

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servicios.19 De esta manera ofrece facilidades en términos de las tasas de interés de los pagos en dependencia de la evolución de los precios de los hidrocarburos en el contexto internacional.20 De realizarse en toda su extensión, estas concesiones contienen potencial suficiente para sobrepasar su importancia en relación con otras iniciativas económicas con varios de los llamados “socios tradicionales” en términos financieros. Pdv Caribe,21 una filial de pdvsa, constituye la empresa que desde Venezuela rige el cumplimiento de los compromisos de suministro de energía y ejecución de los proyectos, lo que se conjuga con la plataforma institucional de PetroCaribe como el Consejo Ministerial, la Secretaría Ejecutiva y la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, los Comités de Trabajo, entre otros. En general, PetroCaribe ha sido un espacio no sólo de cooperación energética sino que ha incluido una agenda más multidimensional, abarcando temas de cooperación social y de infraestructura, así como generando espacios de interacción política y diálogo entre las naciones miembros en sus diferentes Cumbres Presidenciales y Ministeriales. PetroCaribe constituye una iniciativa de cooperación energética “para resolver las asimetrías en el acceso a los recursos energéticos a través de un esquema de intercambio favorable y equitativo “desde una propuesta integral” (PetroCa-

19. Los principios de PetroCaribe son bastante similares a los proclamados en el contexto del alba e incluyen: la unión, la solidaridad, la cooperación, la complementariedad, la seguridad energética, el desarrollo económico, el empleo soberano de los recursos energéticos, una mirada hacia el sur, entre otros. http://www.petrocaribe.org/ 20. http://www.petrocaribe.org/ 21. Pdv Caribe posee una amplia agenda de trabajo que va desde hacer operativo el Acuerdo de PetroCaribe para apoyar no sólo la planificación, organización y desarrollo de las capacidades de transporte, recepción, almacenamiento, distribución y comercialización de hidrocarburos, garantizando el suministro, sino también la promoción de proyectos de infraestructura y la coordinación y ejecución de proyectos sociales, de cooperación técnica, entre otros. http://www.pdvsa.com/index. php?tpl=interface.sp/design/readmenu.tpl.html&newsid_obj_id=449&newsid_ temas=48. Asimismo, se ha promovido la realización de estudios técnicos sobre diversos temas entre los países miembros de PetroCaribe, entre ellos destaca el Estudio de energías renovables y su potencial en Nicaragua y Dominica, el Estudio sobre la situación energética del Caribe a partir de identificar las potencialidades energéticas de los miembros, entre otros. http://www.petrocaribe.org/interface.sp/database/fichero/ publicacion/572/33.pdf

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ribe, 2008: 3 y 4).22 Si bien la misma ha devenido “una expresión significativa de la política exterior venezolana (Cobas y Espronceda, 2012: 1), al mismo tiempo es parte de una noción más global de lo que Bryan (2009) denomina petro-politics como forma de “diplomacia de recursos”. Es innegable el hecho de que Venezuela posee recursos extraordinarios de petróleo y gas, representando la reserva de petróleo probada más grande de América Latina y la segunda mundial después de Arabia Saudita.23 Como expresa este mismo autor, Venezuela está aprovechando su situación para promover la integración regional y reducir la dependencia de Estados Unidos, a partir de “[...] una alianza [entre Cuba y Venezuela] donde activos estratégicos son intercambiados” (Bryan, 2009: 144 y 145). Aunque PetroCaribe generó fricciones intrarregionales a propósito del suministro petrolero en el marco de los vínculos con Venezuela, en relación con las exportaciones petroleras desde Trinidad y Tobago y con la persistencia de desafíos e irregularidades en su implementación, esta iniciativa ha constituido un referente y alivio importante para los países del Caribe. Éste se erige sobre dos situaciones complejas fundamentales de la realidad económica de sus miembros: el déficit de energía y los elevados niveles de endeudamiento preexistentes. En particular, el tema de la disputa territorial entre Guyana y Venezuela continuará siendo un punto de fricción fundamental en las relaciones. Importantes autores consideran que la pertenencia de cuatro y 12 naciones de Caricom al alba y PetroCaribe, respectivamente, “[...] es sólo una vía para obtener ayuda económica que no está disponible al interior del grupo de integración regional de Caricom”. Asimismo, debido a las diferencias en la membresía en uno u otro proyectos, ambos temas son considerados como “temas de política exterior divisores” (Bryan, 2009: 153), o sea que generan polarización al interior de Caricom. A pesar de los enormes desafíos que plantea su implementación, es innegable la extraordinaria y oportuna contribución de PetroCaribe, con toda su amplia gama

22. http://www.petrocaribe.org/interface.sp/database/fichero/publicacion/465/24.pdf 23. Energy Information Agency, http://www.eia.gov/countries/index.cfm?view=reserves

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de programas, a la supervivencia económica, social y política de las naciones miembros, en particular las de Caricom. Asimismo, es invaluable su contribución en términos teóricos y prácticos a nuevas nociones de desarrollo económico y social en sus vínculos con las estrategias de política exterior e integración de estas naciones, en el marco de iniciativas Sur-Sur. Ningún otro país hasta el momento ha mostrado la voluntad política de proveer al Caribe con un nivel de apoyo superior al que ofrece Venezuela en los marcos de PetroCaribe; de ahí provienen los llamados de los gobiernos caribeños de no sólo “adaptar” su política exterior sino también a identificar y modificar sus prioridades regionales en relación con propuestas que “se adaptan mejor” a las actuales necesidades caribeñas. Por otra parte, de manera reciente la participación de Guyana y Surinam en Unasur y particularmente a partir de la ratificación de ambos de su tratado constitutivo, coloca a estos dos países de Caricom en situación de membresía en otro organismo regional, en este caso de alcance sudamericano. Guyana y Surinam son los únicos miembros de Unasur con menos de un millón de habitantes cada uno y en particular Guyana posee alrededor de 80% de su territorio en reclamación por Venezuela. Dentro de la amplia gama de proyectos de iirsa orientados a la búsqueda de una mayor interconectividad que vinculan Guyana y Surinam, se enmarcan en el denominado “escudo guyanés”. Éste, a su vez, está integrado por cuatro subgrupos de proyectos: grupo 1 de interconexión Venezuela-Brasil, grupo 2 de interconexión Guyana-Brasil, grupo 3 de interconexión Venezuela, Guyana y Surinam, y grupo 4 de interconexión Guyana-Surinam-Guyana Francesa-Brasil.24 Los proyectos en torno al escudo guyanés articulan varios puertos y ocupan parte del área de la Faja Petrolífera del Orinoco y parte de la Amazonía. Este escudo constituye un área estratégica para la región; sin embargo, como mencionan Cuoto y Padula, éste “[...] no ha recibido la debida atención en número y valor de los proyectos [de iirsa], pues como afirman en los últimos 10 años de iirsa éstos fueron los proyectos menos importan-

24. http://www.iirsa.org/proyectos/principal.aspx

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tes presentados o ejecutados, lo que representa menos de 7.5% del monto total (Cuoto y Padula, 2012: 466). Guyana, a pesar de su menor tamaño relativo, posee una enorme importancia geopolítica para el continente sudamericano.25 Este país se percibe a sí mismo como un “enlace histórico” entre el continente y el Caribe, en especial Caricom. Igualmente, para Brasil, Guyana representa la “puerta de salida” y “acceso marítimo más próximo a Estados Unidos”, lo que potencia la asociación estratégica de Brasil con Caricom. En el año 2009 se inauguró la primera interconexión física entre Brasil y Guyana, lo que abrió una nueva etapa en las relaciones bilaterales y un “corredor geoeconómico” hacia el Caribe (Reis y Linhares, 2012: 207).26 En 2011, luego de creado el Consejo Electoral de Unasur, éste envió su primera misión de observación a las elecciones en Guyana en noviembre de ese año (Sanahuja, 2012: 54). Asimismo, la ministra de Relaciones Exteriores de Guyana, Carolyn RodriguesBirkett, en discurso oficial en los marcos de Unasur, a propósito de la Presidencia Pro-témpore de Guyana, no sólo reconoció, oficialmente, los esfuerzos realizados por este organismo por fortalecer las relaciones tradicionales con los países del Caribe. Igualmente

25. Unasur en general posee 26% de las reservas mundiales de bauxita (Brasil, Guyana, Surinam, Venezuela y Jamaica, este último no pertenece a Unasur), aunque Guyana y Surinam representan apenas 1% de los destinos de exploración minera en el ámbito sudamericano (las mayores se encuentran en Perú (20%), Chile (19%), Brasil (13%), entre otros). Sin embargo, la producción minera en relación con el pib de Guyana disminuyó, siendo de 16.22% del pib en el período 1990-2003 y pasando a 11.28% entre 2004-2009. Para Surinam este indicador creció en el periodo, siendo 6.17 y 12.92% del pib, respectivamente, en cada uno de los periodos. En cuanto a la renta minera en relación con el pib, ésta disminuyó en ambos países, pasando en Guyana de 5.62% en 1990-2003 a 5.34% en 2004-2009, mientras en Surinam pasó de 7.26 a 5.07 en los mismos periodos respectivos mencionados (cepal; 2013: 28 y 34). En particular Guyana posee potencialidades en la generación de energía hidroeléctrica a gran escala (Reis y Linhares, 2012: 228). 26. Guyana se encuentra cerca de Manaos, que es la metrópoli de la región norte de Brasil y es una gran fuente de transacciones económicas. Sin embargo, con anterioridad Brasil no había identificado a Guyana como un “nicho de oportunidad” para Brasil, por esta razón no existía antes propiamente una “estrategia diplomática” de este país hacia Guyana, sino que básicamente sus relaciones se habían enfocado en temas de seguridad fronteriza. A partir de la creación de Unasur, la agenda se ha ampliado de un énfasis en seguridad fronteriza a temas de cooperación (Reis y Linhares, 2012: 220 y 228).

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expresó la posición oficial de su gobierno en relación con el rol de Guyana en el contexto sudamericano y la visión de su mandato en este marco: [...] Guyana, como uno de los miembros fundadores de la Caricom y por extensión, un miembro activo de ese proceso de integración, se ve a sí mismo como un puente entre América del Sur y el Caribe. Es nuestro deseo durante la presidencia de Unasur, buscar vías en las cuales nuestros dos procesos de integración puedan colaborar más cercanamente por el beneficio mutuo de nuestros países y pueblos.27 Nosotros estamos conscientes de los desafíos de ser el puente entre ambas regiones debido a las diferencias de idioma y cultura, entre otras.28

Asimismo, resulta especialmente interesante el discurso de apertura de la iv Cumbre pronunciado por el primer ministro de Guyana, Bharrat Jagdeo,29 donde expresa, en primer lugar, la percepción del lugar que Guyana ha ocupado en el continente para otros actores del mismo, remarcando, al mismo tiempo, la importancia del momento: [...] Guyana es uno de los países más pequeños del continente [sudamericano]. Somos la única nación angloparlante y hemos sido históricamente percibidos como parte de la periferia de Sudamérica. Sin embargo, el hecho de que tengamos la Presidencia Pro-témpore de Unasur demuestra algo profundo en la unión de nuestras naciones. Esto demuestra que es una unión que no está construida sobre alianzas históricas sino en un conjunto de valores progresistas compartidos.30

27. Es importante señalar que este “puente” se materializa en la práctica teniendo en cuenta que la Secretaría General de Caricom tiene su sede en Guyana. 28. http://www.unasursg.org/uploads/bf/64/bf64dac239266187bbe5f49ef368a863/ Carolyn-Rodrigues-Birkett-Minister-Of-Guyana.pdf 29. http://www.unasursg.org/uploads/6d/79/6d79e660340cbc8cbbf0cf7d849b8835/ president-bharrat-jagdeo-saddress-4th-regular-summit-of-unasur.pdf 30. Asimismo, se identifica como “sudamericano” cuando dice “[...] como presidente de Guyana, estoy agradecido por esta confianza, pero más importante como sudamericano, estoy orgulloso y esperanzado de que esto nos permitirá tener un impacto aún mayor en la construcción de un mundo mejor”. http://www.unasursg. org/uploads/6d/79/6d79e660340cbc8cbbf0cf7d849b8835/president-bharratjagdeo-saddress-4th-regular-summit-of-unasur.pdf

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Asimismo reconoce que Unasur está conformado por dos de las economías más grandes del mundo, y que a través del G-20 éstos podrían “dar voz a nuestros intereses en debates con otras regiones poderosas del mundo”.31 De esta manera, establece también la importancia de Unasur como un espacio de diálogo a través del cual proyectar sus intereses a nivel global, a partir de la acción cooperada con estos actores y con otros organismos e instancias internacionales y temas (omc, Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, entre otros). En cuanto a la integración con Brasil, se refiere a la inauguración del puente de conexión entre las dos naciones y señala la mayor visibilidad de los beneficios económicos y sociales provenientes de la construcción de infraestructura, aunque realiza un llamado a ampliar las posibilidades en el tema económico.32 Finalmente, se refiere a la articulación de la dualidad caribeña y sudamericana de Guyana: [...] Hablando por mi propio país, yo veo a Unasur como crucial para nuestro trabajo de realizar completamente nuestro destino sudamericano. Por años, miramos al Norte a nuestras hermanas naciones del Caribe. Por demasiado tiempo también miramos al interior mientras luchábamos para lidiar primero con los impactos del colonialismo [...] mientras nos concentramos en reconstruir nuestra economía y sociedad [...] Esto significa que ahora estamos en condiciones de orientar nuestras velas hacia mayores horizontes de oportunidad —donde nos convertimos en participantes completos de la vida de nuestro continente— al mismo tiempo que continuaremos abrazando a nuestras hermanas naciones del Caribe. Además, espero que podamos actuar para traer a las naciones del Caribe más cercanas a América del Sur. Nuestro tratado constitutivo [se refiere al de Unasur] demuestra una impresionante apertura que permite a otros que comparten nuestros valores asociarse y unirse a Unasur con el tiempo.33

31. http://www.unasursg.org/uploads/6d/79/6d79e660340cbc8cbbf0cf7d849b8835/ president-bharrat-jagdeo-saddress-4th-regular-summit-of-unasur.pdf 32. Aborda temas como la crisis económica global, el cambio climático, el desarrollo sostenible, todos temas de gran interés para Guyana. 33. http://www.unasursg.org/uploads/6d/79/6d79e660340cbc8cbbf0cf7d849b8835/ president-bharrat-jagdeo-saddress-4th-regular-summit-of-unasur.pdf

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Más allá de Unasur, es interesante analizar el dinamismo que han adquirido en los últimos cinco años las relaciones Brasil-Caricom, que si bien para Brasil incluye su relacionamiento en el marco de Unasur, sus estrategias se desarrollan en paralelo, a través de contactos sistemáticos bilaterales. En el año 2010 se desarrolló la I Cumbre Brasil-Caricom, la cual sentó las bases para un acercamiento más estructurado entre ambos, con énfasis en el diálogo político, la cooperación técnica, el comercio y las inversiones. A nivel diplomático, Brasil ha expandido en los últimos cinco años su presencia en el Caribe, estableciendo misiones diplomáticas en todos los miembros de Caricom,34 incluyendo los países del Caribe oriental. No obstante la pequeñez de Caricom en términos poblacionales, territoriales, niveles de producción y gran vulnerabilidad, Brasil ha tenido una percepción marginal de estos países en la búsqueda de espacios internacionales; este país, al mismo tiempo, percibe que las naciones de la Caricom representan alrededor de la mitad de los votos en la Organización de Estados Americanos (oea) y 7% de los puestos en Naciones Unidas. La II Cumbre CaricomBrasil deberá realizarse durante el segundo semestre de 2013 en Paramaribo, Surinam. En general, el establecimiento desde 2006 de un embajador brasileño en la Caricom, la participación del presidente Lula en reuniones de alto nivel en Caricom, la realización de las Cumbres bilaterales Caricom-Brasil y encuentros ministeriales bilaterales, así como la —controvertida— presencia de Brasil en la Minustah en Haití, son un reflejo del creciente interés y hasta cierto punto compromiso de este país en la región, económico y político, potencial base de trueques políticos en el contexto de Naciones

34. Éstas existían sólo en algunos casos como Jamaica, Guyana, entre otros. En el Caribe oriental Brasil estableció embajadas en Bahamas (2007), Antigua y Barbuda (2010), Barbados (2009), Dominica (2009), Granada (2008), Santa Lucía (2007), San Kitts Y Nevis (2009), etc. La Declaración Final de la I Cumbre Brasil-Caricom en el acápite político, aplaudió la iniciativa y esfuerzos caribeños de establecer sedes diplomáticas en los países de la Caricom, el establecimiento de embajadas en Brasil, Barbados y Jamaica y el establecimiento de mecanismos de consulta en temas de interés bilateral. http://www.caricom.org/jsp/communications/meetings_statements/brasilia_ declaration.jsp

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Unidas y otros organismos internacionales. Aunque los avances en las relaciones muestran una coherencia con los objetivos de desarrollo de las naciones del Caribe, lo cierto es que éstas continúan siendo asimétricas. No obstante, Brasil tiene conciencia de las enormes diferencias y a nivel oficial ha expresado su voluntad de atenderlas. Según declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de Brasil en el marco de la Reunión 50 del Cofcor en Caricom en Surinam en 2012: “[...] nosotros reconocemos la naturaleza desbalanceada de las actuales relaciones. Brasil se ha comprometido a encontrar vías para mitigar estas circunstancias”. En otro orden, la Caricom, igualmente, ha desplegado su diplomacia en el marco más amplio de América Latina, a través de su participación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (celac). Al menos a nivel oficial, los principios de la celac sugieren un entorno favorable para una participación bastante flexible, gradual y abierta35 y sus objetivos buscan la construcción de un espacio común de integración política, económica, social y cultural de la región, el establecimiento de compromisos para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe, de la mano de estrategias de intensificación del diálogo político, la acción concertada y las estrategias de cooperación Sur-Sur.36 El sistema de gobierno de esta institución se rige por la “troika ampliada”, que incluye al país que ostenta la Presidencia Pro-témpore, el país que la ocupó el año anterior, el del año siguiente, y participa de manera reciente en 2013, la participación de Caricom a través del presidente ostente la dirección de este organismo en el periodo. Este enorme paso, que concede una participación directa y de alto nivel a las naciones de Caricom en el marco del liderazgo de la celac constituye, de alguna manera, un reconocimiento a su importancia política en el hemisferio. En la I Cumbre de celac celebrada en Santiago de Chile, Caricom enfatizó en la importan-

35. Los principios de celac son la solidaridad, la flexibilidad, la gradualidad, la pluralidad, diversidad, la complementariedad de acciones y la participación voluntaria en las iniciativas consideradas. http://www.celac.gob.ve/index.php?option=com_content& view=article&id=14&Itemid=9&lang=es 36. http://www.celac.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=15&Ite mid=10&lang=es

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cia de darle mayor atención a las vulnerabilidades de las pequeñas islas-Estado. En este sentido, la Declaración Especial sobre los Pequeños Estados Insulares expresa: “[...] reconociendo las vulnerabilidades particulares de los países de la Caricom como Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, lo cual dificulta sus esfuerzos hacia el desarrollo sostenible”, y también reafirman el compromiso con el desarrollo de Haití.37 El ejercicio de la Presidencia Pro-témpore de Cuba durante el año 2013 tiene igualmente importantes implicaciones políticas. El grado de institucionalización, profundidad y confianza de las relaciones de este país con Caricom ha servido como puente para facilitar la diplomacia entre el Caribe y América Latina y abre enormes potencialidades a nivel político, de intensificación de las relaciones y de avance de los intereses y necesidades caribeñas, a partir de su comprensión y particularidad política.

Reflexiones finales La participación múltiple, no exenta de desafíos, de los países de Caricom tanto en las cumbres de jefes de estado y de gobierno de la celac, como en las reuniones ministeriales, consultas y reuniones de preparación de las cumbres, en el Grupo de Río, en las cumbres bilaterales con México, Brasil y en las del alba y PetroCaribe, son reflejo de una voluntad política de lograr una mayor inserción e interlocución política con América Latina, a pesar de las diferencias. Tanto Brasil como Venezuela, desde muy diversos prismas y matices han contribuido también a este acercamiento. Es difícil determinar cuánto ello refleja o no un deseo de expresar su soberanía y/o la necesidad de mayores alianzas y políticas regionales, pero sin dudas constituye pasos hacia una reorientación de su política exterior. El regionalismo latinoamericano, desde sus nuevas formas, ha estado influyendo en la orientación

37. Esto había estado precedido por una declaración en 2011 sobre desarrollo sostenible de los Estados miembros de la Caricom en Venezuela. http://www.iadb.org/intal/ Cartamensual/Cartas/Articulo.aspx?Id=63ed55ef-64cd-4568-b87d-3c19b8117a79

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y modalidades del relacionamiento externo de Caricom —no sólo desde celac, sino también desde el alba y Unasur— con América Latina, lo cual podría generar antecedentes interesantes para escenarios futuros de concertación política. No obstante, es previsible el mantenimiento de tensiones, por parte de Caricom, resultante de las presiones políticas de los principales socios extrarregionales de Caricom, y de la dependencia económica e influencia política de las mismas en temas de interés común. En síntesis, la primera década del siglo xxi ha estado marcada por la emergencia de cambios en el regionalismo latinoamericano en la forma de nuevos actores (emergencia de espacios de cooperación y concertación política) y liderazgos (principalmente Brasil y Venezuela). El involucramiento creciente de los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) en estos espacios regionales confirma no sólo la emergencia de cambios en el panorama latinoamericano, sino también la urgente necesidad de Caricom de reubicarse geopolíticamente en el contexto hemisférico, fuera de los circuitos tradicionales vinculados a una visión “anglocéntrica” en sus prioridades externas. La “nueva participación” de Caricom se inscribe en un momento de cuestionamiento político al interior del propio proyecto integracionista caribeño que intenta redefinirse a partir de una revisión de su alcance, instrumentos y desarrollo institucional, como parte de ese escenario de revisión estratégica. En un contexto de vulnerabilidades crecientes en todos los órdenes (económico, político, social, medioambiental y de seguridad) para estos pequeños Estados, la Caricom ha comenzado un proceso de volver a considerar su matriz exterior para intentar darle una visión renovada y actualizada a sus nuevas necesidades de relacionamiento externo, con mayor capacidad de respuesta a las demandas de sus actores y más adaptable a las nuevas condiciones del proceso regional de integración (Caricom, 2010). En la actualidad, su estrategia externa intenta consolidar una red de alianzas múltiples que le permita continuar fortaleciendo sus relaciones con socios tradicionales, sin perder de vista la necesidad de reorientar sus estrategias de relacionamiento con socios “no tradicionales”. En este último espacio se enmarcan sus renovadas prácticas alrededor de al menos tres líneas: la inclusión de un nuevo 71

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enfoque de las prioridades en la agenda regional, la participación en nuevos espacios de concertación política regionales (ampliando su visión predominantemente anglocéntrica de las relaciones externas) y, finalmente, una interacción renovada con dos liderazgos regionales, Venezuela y Brasil. De esta manera, la creación de capacidades de adaptación a nuevas condiciones ha moderado en algunos pequeños Estados, en determinados contextos, la vulnerabilidad extrema. En un contexto de escasa influencia económica, estos Estados son capaces de emplear su soberanía y estatus político para alcanzar sus intereses. Varias organizaciones internacionales operan bajo el sistema de “un Estado, un voto”, que no sólo favorece a los “pequeños” Estados sino que al mismo tiempo les ofrece un amplio incentivo para darle un peso simbólico a los atributos asociados a la soberanía (Cooper y Saw, 2009: 6). Los pequeños Estados se encuentran sumamente restringidos por factores sistémicos o condicionamientos del funcionamiento del sistema internacional, así como por factores históricos, geográficos, entre otros, de ahí que sus agendas de política exterior estén marcadas por las dinámicas regionales e internacionales, influyendo y restringiendo sus agendas y comportamientos en la arena internacional. Por otra parte, el nivel de desarrollo determina la influencia doméstica de los factores internacionales y selección de los espacios e instituciones en las que negocian el acceso a concesiones, financiamientos, créditos, ayudas, accesos preferenciales, trato especial y diferenciado, entre otras consideraciones. Nuevos factores e iniciativas regionales están desafiando las consideraciones tradicionales sobre los pequeños Estados, así como el contexto internacional en el que se exponen a retos crecientes. En la reunión de Cofcor en 2012 uno de los temas principales tratados estuvo dirigido a lograr una “adaptación de la política exterior al entorno internacional cambiante”, a partir de un llamado a una coordinación más efectiva de política exterior en función de determinar los temas de la agenda internacional de Caricom. En este sentido, en la xv Reunión de Cofcor en Paramaribo, Surinam, el ministro surinamés Winston Lackin expresó la necesidad de esta coordinación y de reconfigurar la dinámica de la coordinación de políticas exteriores: “[...] la coordinación de políticas exte72

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riores requiere que nosotros, como ministros y Estados miembros, participemos más proactivamente en organizaciones multilaterales y donde sea necesario expresar una reorientación de nuestros enfoques [...]”. Otros temas como las implicaciones del establecimiento de la celac sobre la coordinación y posicionamiento de política exterior de la Comunidad fueron tratados. Más reciente en 2013, el entonces Chairman de Cofcor, Sam Condor, llamó a un “cambio de paradigma” si la Caricom deseaba permanecer como un órgano relevante para sus miembros y recomendó perseguir una estrategia de promover los intereses de política exterior a través de una alianza estratégica con nuevos Estados y/o economías emergentes. Según Girvan, el caso de Caricom y su política exterior es casi permanentemente una reacción a shocks, eventos y oportunidades externas, y no corresponde a una estrategia de largo plazo o a un enfoque proactivo. Asimismo, caracteriza la participación de los miembros de Caricom en las distintas iniciativas de concertación política y cooperación latinoamericanas como “reactivas y oportunistas” en la búsqueda de asistencia financiera y cooperación. La interrogante en este contexto, es hasta qué punto Caricom continuará respondiendo sistemáticamente a los cambios externos de manera consensuada y no individualmente o en el momento, y a partir de cuándo esto puede convertirse en una fractura potencial y profunda al proyecto integrador de la Caricom. Si bien muchas de las iniciativas latinoamericanas presentan profundos beneficios para las naciones involucradas, al ser por grupos o de manera individual su participación, generando sinergias de relacionamiento con otros países, esto contribuye a la fragmentación de los consensos e intereses internos en el mediano y largo plazos. En síntesis, si bien hay un llamado en la Caricom del siglo xxi a reforzar sus relaciones con América Latina, éste viene acompañado de una alerta de la necesidad de coordinar políticas exteriores y temas prioritarios en el marco de este organismo regional, de manera que las negociaciones en los nuevos foros y espacios latinoamericanos y caribeños provean de beneficios a los caribeños sin que ello signifique una fragmentación esencial del esquema. Los evidentes cambios en los acercamientos a América Latina responden a factores nuevos del entorno internacional que presionan 73

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la supervivencia de estas naciones, pero no son reflejo ni de una nueva diplomacia que incluya nueva formas de hacer, gestionar y manejar la política exterior, ni de un nuevo sistema de prioridades, aunque quizás pudiera hablarse de algunos cambios en los niveles de acercamiento a países de América Latina.

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El Mercado Común Centroamericano y su relación comercial con la Unión Europea

Cruz Álvarez Padilla1 Resumen En el presente trabajo se analiza la situación de la integración comercial del Mercado Común Centroamericano (mcca) integrado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua con la Unión Europea con la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (aacue). La negociación del Acuerdo inicia a partir del interés de ambas regiones expresadas en la II Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea celebrada el 28 de mayo de 2002 en Madrid, España, y concluyen formalmente en mayo de 2010 en el marco de la vi Cumbre. En marzo de 2011 se presenta el texto final revisado por las partes con el propósito de ser traducido y puesto a consideración de sus respectivos congresos para entrar en vigencia, cuestión que se logra hasta agosto de 2013. En años recientes, la integración comercial del mcca, a pesar de las adversidades y diversidades experimentadas, se ha visto fortalecida por las negociaciones de la firma del aacue realizadas a lo largo de la última década, así como por la firma del Plan de Acción de fortalecimiento de la integración económica regional centroamericana firmada en julio de 2010. Palabras clave: Mercado Común Centroamericano, integración centroamericana, Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea.

1.

Académico adscrito a la Unidad de Investigación de Economía Política del Desarrollo, del Instituto de Investigaciones Económicas de la unam.

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I. Introducción El presente trabajo tiene por objetivo analizar el proceso de negociación entre la región de América Central con la Unión Europea para alcanzar un acuerdo de asociación (aa) entre ambas regiones, con la inclusión de un tratado de libre comercio. Las negociaciones han seguido un largo proceso iniciado en mayo de 2002 y que aún no concluyen. Ello se debe a las dificultades legislativas presentadas en algunos de los países integrantes para ratificar el Acuerdo. El proceso de negociación entre ambas regiones inició en un contexto de crecimiento económico y en un clima de paz y de consolidación democrática en los países centroamericanos. En los primeros años se realizaron reuniones a fin de consolidar el marco adecuado para establecer los mecanismos de negociación del aa. Sin embargo, fue hasta 2007 cuando iniciaron formalmente las negociaciones, que concluyeron oficialmente en 2010. En este periodo se experimenta a nivel mundial una crisis económica que no afecta al proceso de negociación, pero sí el conflicto político experimentado en Honduras en 2009, que lo retrasa en al menos un año. Concluida la negociación, el documento del Acuerdo se traduce en los diferentes idiomas de los países integrantes con el propósito de ser ratificados por sus respectivos órganos legislativos. En los últimos años el intercambio comercial entre ambas regiones ha ido creciendo. Actualmente, para la región centroamericana la Unión Europea (ue) se ha convertido en su tercer socio comercial, sólo por debajo de región de América del Norte y del Mercado Común Centroamericano. Entre las principales mercancías de exportación se encuentran: café, circuitos electrónicos integrados, piña, aguacate, mango y plátanos; mientras en las importaciones están: medicamentos, aceites de petróleo excepto los aceites crudos, automóviles de turismo, entre otros. La balanza comercial pasó de ser deficitaria en los primeros años del siglo xxi para la región centroamericana en relación con la ue, a superavitaria a partir de 2009, situación que prevalece hasta la fecha. El presente trabajo se divide en cuatro apartados. El primero le corresponde a la introducción. En el segundo se analiza el proceso de negociación realizado para alcanzar el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (aaceu). En el tercero se 84

El Mercado Común Centroamericano y su relación comercial con la Unión Europea

analiza la balanza comercial entre ambas regiones. En el cuarto, y último, se presentan las conclusiones.

II. El proceso de negociación para alcanzar el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea El vínculo comercial entre ambas regiones se formalizó a principios de la década de los años noventa del siglo xx, cuando se firmó el Acuerdo Marco de Cooperación el 22 de febrero de 1993 en San Salvador, El Salvador, entre la Comunidad Europea2 (ce) y Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá), que entró en vigor el 1 de marzo de 1999. En el Acuerdo se reconoce que el desarrollo económico de la región centroamericana es fundamental para la consolidación de la paz y la democracia y es una condición básica para la promoción de los derechos económicos y sociales de su población. En el Acuerdo Marco la ce reconoce: a) la importancia del desarrollo comercial de la región a partir de la cooperación económica otorgada a los países en vías de desarrollo; b) las medidas instrumentadas por los gobiernos centroamericanos en cuanto al proceso de modernización, las reformas económicas y la liberali-

2.

Tras la Segunda Guerra Mundial, políticos de varios países europeos se convencieron de que el único modo de prevenir otra guerra en el continente era la unión económica y política de los Estados. En 1950 el ministro francés de Relaciones Exteriores, Robert Schuman, propone la integración de las industrias del carbón y el acero de Europa Occidental. Y En 1951 seis países: Alemania Occidental, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos forman la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (ceca) que expira en 2002. En 1957 se firma el Tratado de Roma, en donde se crean la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) y la Comunidad Económica Europea (cee). El objetivo de los Estados miembros es eliminar las barreras comerciales y arancelarias entre ellos y constituir un mercado común. En 1967 los tres organismos se fusionan, dando lugar a la Comisión Europea, el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo. En 1973 se integran Dinamarca, Irlanda y Reino Unido. En 1979 se crea el Sistema Monetario Europeo (sme), cuya característica fundamental es la introducción de tipos de cambio fijos, aunque ajustables, entre las monedas de los países participantes, mediante el “mecanismo de tipos de cambio” (mtc). En los ochenta se integran Grecia, España y Portugal. En 1988 los países miembros se proponen concretar la Unión Económica y Monetaria, que se logra constituir en 1992 con la firma del Tratado de Maastricht, cuando se crea la Unión Europea. En los noventa se integran Austria, Finlandia y Suecia.

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zación comercial, así como la promoción de los derechos sociales de los grupos menos favorecidos, y c) que la cooperación entre los países centroamericanos es primordial en la eliminación de los problemas de pobreza extrema que experimenta. El Acuerdo Marco mantiene los lineamientos del Acuerdo de Cooperación firmado el 12 de noviembre de 1985 en Luxemburgo entre los países miembros del Tratado General de Integración Económica Centroamericana y la Comunidad Económica Europea, entre los que destacan: la ayuda técnica y financiera de parte de la comunidad a los integrantes del tratado, así como la cooperación económica entre ambas regiones. El acuerdo de Luxemburgo fue la continuación del diálogo efectuado a nivel ministerial en San José de Costa Rica el 28 de septiembre de 1984, ahí se propuso implementar programas de cooperación en diversos ámbitos, tales como la reducción de la deuda externa y el acceso preferente a los mercados de la ce por los países centroamericanos. A esta reunión se le conoce como el “Diálogo de San José”, que ha sido el punto de partida para fortalecer los vínculos políticos y económicos entre ambas regiones. La firma del Acuerdo de Cooperación de 1985, se da en el marco de la estrategia de la Comunidad Europea denominada Asistencia Exterior, que tenía por objetivo cooperar en el desarrollo y otorgar ayuda humanitaria a las regiones en desarrollo, los cuales tenían que cumplir con tres lineamientos: a) ser parte de la región denominada ala, que incluía a países de América Latina y el Caribe y Asia; b) el temático, que buscaba consolidar la democracia y la defensa de los derechos humanos y ambientales, la cohesión social y el desarrollo humano sostenible, y c) el comercial: la apertura comercial de los países bajo los principios multilaterales de comercio y del aumento en los montos de inversión.3 Es importante señalar que desde el Acuerdo Marco se establecía que Las partes contratantes se comprometen a fortalecer y diversificar sus relaciones de cooperación en todos los ámbitos de interés común, especialmente en las áreas económica, financiera, comercial, social, científico-técnica y

3. Véase el portal electrónico Observatorio para Centroamérica en http://www. observatorioca--ue.com/?page=unioneuropea

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de medio ambiente, y a promover el fortalecimiento y la consolidación del Sistema de Integración Centroamericana. La Comunidad, teniendo en cuenta la situación de los países centroamericanos como países en desarrollo, pondrán en práctica esta cooperación de la manera más favorable posible para tales países.4

En cuanto a la cuestión de cooperación comercial, expresada en los artículos 5 y 6, se estableció el compromiso de fomentar el intercambio comercial atendiendo las situaciones económicas de las respectivas regiones y concediéndose mutuamente las mayores facilidades posibles. Para ello se analizarían los métodos y medios para reducir y eliminar los obstáculos que se oponen al desarrollo del comercio, en especial los no arancelarios y para-arancelarios en el marco de lo propuesto por las organizaciones internacionales. A fin de dinamizar la cooperación comercial se comprometían a efectuar, entre otras, las siguientes acciones: reuniones entre empresarios para determinar los productos susceptibles de ser comercializados; la simplificación de los servicios aduaneros, el fomento de actividades de promoción comercial; y considerar sus respectivos intereses en cuanto al acceso a sus mercados de productos básicos, semimanufacturados y manufacturados. En materia de cooperación al desarrollo, en el artículo 20 se estableció que se intentaría elaborar una programación plurianual donde se concedería prioridad a los proyectos de desarrollo orientados a satisfacer las necesidades básicas de la población más desfavorecida, el papel de la mujer en el proceso y considerando los problemas del medio ambiente. En particular se buscaría que las acciones incluidas combatan la pobreza extrema, la atenuación del impacto de los programas de ajuste estructural y promover la creación de empleo, favorecer acciones que repercutan en la estructura económica teniendo en cuenta los problemas macroeconómicos y sectoriales, y los ligados al desarrollo institucional. Ello con estrecha coordinación de los Estados miembros.

4.

En este Acuerdo Marco se incorporan dos novedades que no se encuentran hasta 1993 en ninguno de los otros acuerdos concluidos con terceros países por parte de ce: la ayuda a refugiados y los programas de promoción de apoyo a la democracia y promoción de derechos humanos.

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En cuanto a la cooperación en materia de integración regional, se estableció que se realizarían acciones destinadas al desarrollo de la integración regional centroamericana, a través principalmente de: promover el comercio subregional e intrarregional, la cooperación para proteger el medio ambiente y el desarrollo de las comunicaciones. Tres años más tarde, en 2001, se firmó el Memorándum de Entendimiento entre ambas regiones, relativo a los planes plurianuales que pondrían en marcha la cooperación entre las partes firmantes del Acuerdo Marco; en éste se contemplan las áreas de concentración de la cooperación regional y una asignación presupuestaria de 87.5 millones de euros. Es en el marco de la II Cumbre entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe, celebrada en mayo de 2002 en Madrid, España, en donde la ue y los países centroamericanos acuerdan negociar un Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que sustituya al Acuerdo Marco que se firma el 15 de diciembre de 2003 en Roma, Italia. Además, en el Anexo de la II Cumbre de la Declaración de Madrid5 se plantea la iniciativa de la ue de negociar acuerdos políticos y de cooperación con los países de América Central y los países andinos y de reforzar la cooperación en materia de comercio, inversión y relaciones económicas. En el caso de los países centroamericanos, se plantea como prioritaria la integración regional sobre la base de la consolidación de los sistemas democráticos, una apertura económica sostenible y el desarrollo humano de su población; y se les reconocen los logros siguientes: la creación de organismos de integración institucionalizados, el fortalecimiento

5.

“En dicha Declaración se informa de la aplicación del Acuerdo de Asociación entre México —en octubre de 2000— y la ue y de la conclusión de las negociaciones de un Acuerdo de Asociación con Chile. Se recomienda la pronta conclusión de las negociaciones con el Mercosur […] las negociaciones se enmarcan en el logro de los objetivos de dichos acuerdos y el refuerzo de la cooperación debería establecer las condiciones con arreglo a las cuales, construyendo sobre los resultados del Programa de Trabajo de Doha que nos hemos comprometido a concluir a más tardar a final de 2004, pudieran negociarse Acuerdos de Asociación viables y mutuamente beneficiosos, entre la ue y América Central y entre la ue y la Comunidad Andina, respectivamente, que incluyan áreas de libre comercio” (párrafo 17, párrafo 43 del anexo I y párrafo 5 y 7 del anexo II de la Declaración de Madrid de 2002).

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de la seguridad regional, la consolidación de la integración económica, la evolución hacia un área de libre comercio regional y la creación de la Unión Aduanera, así como la coordinación de las políticas macroeconómicas y la creación de un mecanismo destinado a solucionar los conflictos comerciales. En el Acuerdo de Diálogo de 2003, se ratifican, refuerzan y amplían los objetivos de cooperación planteados en el Acuerdo Marco de 1993; a saber (artículo 6): a) Fomentar la estabilidad política y social a través de la democracia, el respeto de los derechos humanos y la buena gobernanza. b) Profundizar el proceso de integración regional, lo que contribuirá a un mayor crecimiento económico y a la mejora gradual de la calidad de vida de sus pueblos. c) Reducir la pobreza y fomento de un acceso más equitativo a los servicios sociales y de los derivados del crecimiento económico a fin de garantizar un equilibrio adecuado entre los componentes económicos, sociales y medioambientales en un contexto de desarrollo sostenible. La cooperación por parte de la ue tendría en cuenta aspectos transversales relacionados con el desarrollo socioeconómico, en donde se incluyen las cuestiones de género, el respeto de los pueblos indígenas y otros grupos étnicos centroamericanos, la prevención y la gestión de las catástrofes naturales, la conservación y protección del medio ambiente, la biodiversidad, la diversidad cultural y la investigación y el desarrollo tecnológico. En cuanto a la integración regional entre los países centroamericanos, también se le considera un tema transversal. Por lo tanto, cooperación e integración son la base para avanzar y consolidar en el proceso de integración regional de esta región. Se reconocen los avances del proceso de integración económica centroamericana; por ejemplo, los esfuerzos por consolidar la Unión Aduanera Centroamericana, la implementación del Mecanismo de Solución de Controversias Comerciales en mayo de 2003, la firma del Tratado Centroamericano sobre Inversión y Comercio de Servicios en 2002. Además, a los países de la región centroamericana se les otorga la tarea de fortalecer: el desarrollo del mercado común, a las insti89

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tuciones regionales y al marco jurídico; concretar la Unión Aduanera Centroamericana y la reducción de los obstáculos al desarrollo del comercio intrarregional, entre otras (art. 11). Mientras que mediante la cooperación comercial se promoverá la integración de los países ca en la economía mundial y la diversificación del comercio intrarregional y con la ue. Los objetivos antes planteados se alcanzarán con la elaboración del programa plurianual, en donde se tomen en consideración las necesidades y el nivel de desarrollo de los países centroamericanos. Cabe señalar que en el marco institucional se acuerda conservar la Comisión Mixta establecida en el Acuerdo de Cooperación de la Comunidad Europea con Centroamérica de 1985 y el Acuerdo Marco de Cooperación de 1993.6 Se acuerda reforzar el programa de cooperación entre los países centroamericanos y los de la ue a fin de abrir el camino para establecer un Acuerdo de Asociación que norme las relaciones de libre comercio entre ambas regiones: Las Partes se comprometen a trabajar para crear las condiciones que les permitan negociar entre sí, sobre la base de los resultados del programa de trabajo de Doha, que se han comprometido a completar antes de finales de 2004, un acuerdo de asociación viable y mutuamente beneficioso, incluido un acuerdo de libre comercio.7

El Acuerdo de Asociación (aa) se plantea como un mecanismo para fortalecer las relaciones políticas, económicas y de cooperación birregional. A fin de generar beneficios recíprocos entre ambas regiones, en el diseño se deben reconocer las particulari6.

7.

“Durante la II cumbre ue-Centroamérica celebrada en Viena, Austria, el 13 de mayo de 2006 se reitera su compromiso de reforzar las relaciones entre regiones, basándose en el diálogo de San José, inaugurado en costa Rica en 1984; y se reconoce que el dialogo birregional ha desempeñado un papel central en la consolidación de la paz y de la democracia en Centroamérica, en el desarrollo económico y social y en el proceso de integración de la región” (párrafo 1 del comunicado conjunto de la II Cumbre ue. Centroamérica). “Las Partes acuerdan intensificar su diálogo político periódico sobre la base de los principios enunciados en las Declaraciones conjuntas del proceso del Diálogo de San José, principalmente en las Declaraciones de San José (28 y 29 de septiembre de 1984), Florencia (21 de marzo de 1996) y Madrid (18 de mayo de 2002)” (art. 3, 2003).

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dades, necesidades y niveles de desarrollo concretos existentes. Además, se concibe como un acuerdo integral que implica compromisos mutuos en las áreas políticas, económico-comerciales y de cooperación; estas áreas, consideradas como complementarias, son las bases de las negociaciones para su implementación. En cuanto al nivel económico-comercial, se firmará un tratado de libre comercio con la ue que formará parte del aa, el cual debe ser considerado por ca como un instrumento que fortalecerá la política de desarrollo a través de comercio recíproco, equitativo y asimétrico, reconociendo las diferencias entre ambas regiones. En el documento Estructura de negociación (2006: 2) se dice que el aa logrará generar un mayor crecimiento económico y desarrollo social, fortalecerá la integración económica centroamericana, aumentará su capacidad productiva y la diversificación del mercado de destino de las exportaciones centroamericanas. En el marco de la III Cumbre América Latina y el CaribeUnión Europea celebrada en Guadalajara, México, en mayo de 2004, la Unión Europea y los países centroamericanos ratifican lo plasmado en la Declaración de Madrid de mayo de 2002 respecto a la negociación de un acuerdo de asociación que incluya acuerdos de libre comercio. Para ello propusieron la realización de una valoración conjunta del proceso de integración de la región, la cual serviría como base de las negociaciones de dicho acuerdo de asociación (Cumbre Guadalajara, párrafo 52). El 19 de enero de 2005, en el marco de reunión de la xiii Comisión Mixta entre la Unión Europea y Centroamérica realizada en Bruselas, Bélgica, las partes se comprometen a efectuar el proceso de valoración a lo largo del año a fin de presentar los resultados en la iv Cumbre América Latina y el Caribe y la ue a celebrarse en Viena, Austria, en mayo de 2006 y de esa forma anunciar formalmente el inicio de las negociaciones para lograr el aa. Para ello se aprueba una “hoja de la ruta” de la fase de valoración, en donde destaca lo siguiente: El inicio de la fase de valoración conjunta, la cual tiene como objetivo realizar una valoración conjunta sobre la integración económica y dar un nuevo impulso para fortalecer el proceso de integración económica regional. Las áreas generales en torno a las cuales versará la valoración serán el marco

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institucional de la integración económica, la Unión Aduanera, el marco reglamentario comercial y la reducción de obstáculos no arancelarios al comercio intrarregional […] la creación de un Grupo de Trabajo Conjunto ad hoc que estará encargado de llevar a cabo los trabajos técnicos de esta fase de valoración conjunta que se reunirá tres veces en este año.

En esta misma reunión la parte de la ue anuncia los preparativos para la elaboración del plan plurianual, con retraso de cinco años, para el periodo 2007-2013. Ésta se centrará en la cooperación que buscará alcanzar los principales objetivos de la región, como son la cohesión social y la integración regional, entre otros. Además de promover nuevas estrategias encaminadas al desarrollo económico y social de la región. Por su parte, los centroamericanos manifiestan su interés de continuar fortaleciendo los objetivos principales planteados y priorizar otras áreas, tales como: el desarrollo rural productivo con énfasis en las zonas fronterizas, seguridad, turismo, educación, entendidas éstas como base fundamental para impulsar el desarrollo humano sostenible durante ese periodo de cooperación. A lo largo de 2005 se efectúan las tres reuniones del Grupo de Trabajo ad hoc para elaborar el documento base de las negociaciones del aa: la primera fue en San José de Costa Rica del 31 de marzo al 1 de abril; la segunda en Bruselas, Bélgica, del 19 al 20 de julio, en donde aparece Panamá como país invitado por la Comisión Europea en calidad de observador; y la tercera en San Salvador, El Salvador, del 7 al 8 de noviembre; en esta reunión Panamá expresa su voluntad de integrarse con Centroamérica a través de los tratados de libre comercio; la ue ve positivamente la participación de este país en el proceso de integración centroamericana. Los resultados fueron presentados en la reunión de la xiv Comisión Mixta Centroamérica-ue efectuada el 6 de marzo de 2006 en Managua, Nicaragua. En dicha reunión se anuncia que Panamá ha iniciado su proceso de adhesión al proceso de integración centroamericana a través de la suscripción de los reglamentos normativos del Sistema de Integración Económica Centroamericana (sieca), entre otros. Así como la propuesta de Estrategia Regional 2007-2013 centrada en tres ejes prioritarios: fortalecimiento del

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sistema institucional de integración regional, consolidación de la Unión Aduanera y el fortalecimiento de la seguridad regional. Es en la Reunión Ministerial del Diálogo de San José entre ueca efectuada en Santo Domingo, República Dominicana, el 19 de abril de 2006, que se anuncian las directrices de la negociación del aa.8 Sin embargo, el anuncio oficial para el inicio de las negociaciones fue el 12 de mayo de 2006 en Viena, Austria, durante la iv Cumbre de Jefes de Estado de la ue-alc y se reafirmó en la II Cumbre ue-ca el 13 de mayo de 2006 en el mismo lugar. [...] celebramos la decisión tomada por la ue y ca de entablar negociaciones relativas a un acuerdo de asociación, incluida la creación de una zona de libre comercio […] los países centroamericanos confirman su compromiso de garantizar la aplicación de la legislación económica regional en toda la región […] mostramos satisfacción por la participación de Panamá” (II cumbre ueca, Viena, Austria, 13 de mayo de 2006, comunicado conjunto, párrafo 2).

Las negociaciones entre la ue y ca para alcanzar el aa iniciaron formalmente el 28 de junio de 2007 en Bruselas, Bélgica. El aa entre ca-ue se concibe como un acuerdo que va más allá de un tratado comercial, que contiene tres componentes que buscan enmarcar las relaciones entre ambas regiones siguiendo un enfoque integral. Estos componentes son: el diálogo político, la cooperación y el comercio (Informe II Ronda de negociaciones: párrafo 2).

Inicialmente en las negociaciones se excluye a Panamá, mientras éste no se sume al sieca.

8.

“En la estructura de la negociación se otorga a los países centroamericanos en su conjunto la identificación de la estructura más adecuada para conformar una estrategia y posición en el proceso de negociación. Para ellos debe recurrir a una estructura interna de organización que le permita negociar, sobre la base de tres principios: presentar una posición conjunta en la mesa de negociación, que se comunique de la ue de manera ordenada y eficiente y que responda a la realidad económica y política de la región. Para lograrlo la ue le propone que el proceso de negociación se desarrolle a través de tres niveles: nacional, regional e intrarregional. Que las negociaciones se desarrollen en tres áreas con sus respectivos grupos de negociaciones: diálogo político, cooperación y libre comercio. Que durante el proceso de negociación sea lo más participativo a nivel de cada país como a nivel regional” (Estructura de negociación, 2006: 2-6).

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El proceso de negociación duró tres años, del 26 de octubre de 2007 al 18 de mayo de 2010. En ese periodo se efectuaron ocho rondas de negociaciones entre ambas partes. A continuación se menciona a cada una de ellas: I. Ronda efectuada del 22 al 26 de octubre de 2007 en San José de Costa Rica. En ella se anuncia que el documento base de negociación es el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación firmado en 2003, que se adaptaría al contexto internacional vigente y teniendo en cuenta las realidades nacionales y los objetivos e intereses comunes de las partes. La parte europea recuerda que el aa es un elemento esencial para la negociación de región a región en el ámbito de una integración más profunda y que es un pacto de confianza para lograr los intereses bilaterales. Se reitera que los negociadores parten de que las regiones son asimétricas. En el componente comercial se integran las siguientes mesas de trabajo: acceso a mercados, reglas de origen, procedimientos aduaneros, obstáculos técnicos al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, defensa comercial, propiedad intelectual, compras del sector público, servicios y establecimientos, comercio y desarrollo sostenible y solución de controversias. II. Ronda efectuada del 25 al 29 de febrero de 2008 en Bruselas, Bélgica. Se anuncia que en las negociaciones, además de basarse en el Acuerdo Político de 2003, en la parte comercial se propone considerar el aa de la ue con Chile, adaptado a las realidades de ambas regiones. Según el comunicado de esta II Ronda, ésta permite el “posicionamiento” en temas de interés para ambas regiones. Se establecen las mesas de trabajo para los tres componentes del aa; en el componente comercial se integran las siguientes: acceso a mercados, origen, procedimientos aduaneros, obstáculos técnicos al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, defensa comercial, propiedad intelectual, compras del sector público, servicios y establecimientos, comercio y desarrollo sostenible y solución de controversias. III. Ronda efectuada inicia el 16 de abril de 2008 en El Salvador. Se avoca a la depuración de los textos propuestos en el marco de la negociación, principalmente en el componente comercial. 94

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IV. Ronda efectuada del 14 al 18 de julio de 2008 en Bruselas, Bélgica. Se comunica la voluntad de las partes para avanzar en las mesas de negociación, en especial en el componente comercial. V. Ronda efectuada del 6 al 10 de octubre de 2008 en Guatemala. Se comunica que hay avances positivos en los componentes del aa. En ésta se consolida el Sistema General de Preferencias Arancelarias (sgp plus) que otorga la ue a ciertos productos centroamericanos, como el camarón y el etanol. Se plantea como fecha de término de las negociaciones el segundo semestre de 2009. VI. Ronda efectuada del 26 al 30 de enero de 2009 en Bruselas, Bélgica. Se anuncia el posible cierre de las negociaciones comerciales durante el primer semestre del año. Y resaltan los acuerdos alcanzados en materia de cooperación internacional. En abril de 2009 se suspenden las negociaciones, las cuales son reanudadas el 24 de abril de ese mismo año. VII. Ronda efectuada del 22 al 26 de febrero de 2010 en Bruselas, Bélgica. A pesar de que ésta fue citada para julio de 2009, ello debido a la crisis política producida en Honduras. En esta Ronda se concluyen las negociaciones en los componentes políticos y de cooperación. Donde muestran retraso es en la parte comercial, las partes anuncian su compromiso de concluirlas en el mes de abril y presentar el aa entre ellas en la vi cumbre ue-alc a efectuarse en mayo en Madrid, España. VIII. Ronda efectuada del 19 al 28 de abril de 2010 en Bruselas, Bélgica. Se concluye la totalidad de la parte normativa del Acuerdo, en especial la relativa al componente comercial. Uno de los temas de mayor controversia fue el acceso a mercados, donde se acordó un plazo de desgravación a 13 y 15 años del sector industrial. Se logró salvaguardar la regla de origen del café. Entre los logros están el mejoramiento del sgp plus, así como la efectiva defensa de los intereses regionales en los sectores industrial, agroalimentario y gran parte de los agrícolas; son parte de los ejemplos a resaltar. También se están abriendo oportunidades de exportación en sectores de mucha importancia, como el azucarero, carne y arroz. Se ha logrado acordar con un balance favorable para ambas partes, la totalidad de la 95

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parte normativa del Acuerdo. Lo que comprende, entre otros, los textos sobre servicios, compras, competencia, acceso a mercados, origen, obstáculos técnicos al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, solución de controversias y propiedad intelectual. IX. Anuncio del aa ca-ue el 18 de mayo de 2010. El 8 de febrero de 2011, en Bruselas, durante la xvi reunión de la Comisión Mixta entre Centroamérica y la Unión Europea, se discutió cómo avanzar en la conclusión del acuerdo. El 22 de marzo de 2011, en Bruselas, habiéndose concluido la revisión legal de los textos, el acuerdo de asociación fue inicializado por ambas partes. El 25 de octubre de 2011, la Comisión Europea revisó y aprobó el acuerdo, cumpliendo la primera etapa del proceso de firma. En la siguiente etapa el Consejo de la Unión Europea revisará a su vez el acuerdo y autorizará su firma.

III. La balanza comercial entre ambas regiones La Unión Europea, conocida hoy como la ue-27,9 es el mercado más grande del mundo, exportando e importando todo tipo de mercancías y servicios en volúmenes y valores que sobrepasan en mucho los intercambios comerciales de cualquier otro país o región. Este mercado no ha sido aprovechado por los países que conforman la región centroamericana debido a diversos factores que van desde la escasa oferta exportable hasta la falta de competitividad de su producción, pasando por la ausencia de instrumen-

9. “La ue está constituida por 27 Estados miembros del continente europeo, los cuales son naciones soberanas pero comparten su soberanía para los logros de sus propósitos. Está integrada por la ce-15: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Suecia. Los llamados ce-10: Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa y República Eslovaca, los cuales forman parte de la ue desde el 1 de mayo de 2004. Rumania y Bulgaria a partir del 1 de enero de 2007. El territorio de la ue ocupa más de 4.3 millones de kilómetros cuadrados y tiene una población de 502 millones de habitantes” (Sieca, 2012b: 1 y 2).

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tos comerciales que les permitan mayor acceso de las mercancías de la región a dicho mercado. En junio de 2011, la ue rindió el décimo examen de política comercial ante la Organización Mundial del Comercio, el cual fue el primero como ue, sustituyendo a las Comunidades Europeas y el primero después del Tratado de Lisboa, de donde se derivan las principales características de la política comercial de la región: se conserva el marco institucional: el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea; se implementa una nueva política comercial denominada “Comercio, crecimiento y asuntos mundiales” que forma parte de la estrategia económica a 10 años denominada “Europa 2020”,10 adoptada en junio de 2010. En materia de política comercial externa, la ue mantiene su compromiso con el sistema multilateral y el programa complementario de liberalización comercial a nivel regional y bilateral. Así como la aplicación del régimen del “sistema generalizado de preferencias” (sgp) a los países en desarrollo. Sin embargo cree que la mejora en el acceso a los mercados no es suficiente si no va acompañada del desarrollo de sus capacidades relacionadas con la oferta y la infraestructura, la identificación de nuevos mercados, así como la promoción de la reforma institucional y una buena administración; requisitos indispensables para crear un entorno estable que favorezca el comercio y la inversión. Por su parte, el esquema de Integración Centroamericana está conformado por cinco países, los cuales son naciones soberanas que comparten principios para el logro de sus propósitos integracionistas. Su territorio es de casi 424 mil kilómetros cuadrados, que representan una décima parte de la ue, y una población de 35.9 millones de habitantes que constituye una doceava parte de los habitantes de la ue. El proceso de integración está normado por

10. “La nueva estrategia “Europa 2020”, incluye un plan decenal para estimular el crecimiento y la creación de empleo en la ue. El objetivo es alcanzar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Esta estrategia potenciará en particular el mercado único, y la preparará para el éxito en un mundo en rápida evolución. La estrategia identifica esferas de acción para convertir la ambición en logros concretos, unas finanzas públicas sanas, una supervisión financiera más estricta y unos mercados mundiales abiertos” (Sieca, 2012b: 4).

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una serie de instrumentos jurídicos, donde los principales son: el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la odeca suscrito en 1991; el Tratado General de Integración Centroamericana (Tratado General) suscrito en 1960; y el Protocolo de Guatemala de 1993. Los cinco países tienen diferentes monedas con distintos tipos de cambio. Conforme al Tratado de Guatemala o Tratado General de Integración Económica Centroamericana, todos los productos originarios de los territorios de los países de la región gozan de libre comercio, con excepción de los productos incluidos en el Anexo A del Tratado, de los cuales el azúcar de caña y el café sin tostar no gozan de libre comercio en los cinco países; asimismo cuatro productos: el café tostado, el alcohol etílico, los derivados del petróleo y las bebidas alcohólicas destiladas tienen restricciones bilaterales. En cuanto a la balanza comercial, para el periodo 2005-2011 se observa que las variables del intercambio comercial muestran un comportamiento muy diferentes; por el lado de las exportaciones de mercancías centroamericanas con destino a la ue, éstas muestran un comportamiento muy dinámico al crecer a una tasa promedio anual de 13%, mientras que las importaciones centroamericanas de productos provenientes de ue, su dinámica viene perdiendo fuerza al crecer a una tasa promedio anual de 2.8%. Del intercambio comercial entre estas dos regiones, Costa Rica es el país que mantiene la mayor participación en el comercio con la ue. Por el contrario, Nicaragua es el que menos compra y vende. Las exportaciones de Honduras y Guatemala son las que muestran mayor dinamismo durante el periodo referido, al crecer a una tasa promedio de 21.4 y 20.7%, respectivamente; mientras que las exportaciones de Costa Rica y de El Salvador crecen a tasas inferiores al promedio centroamericano. Por el lado de las importaciones, Nicaragua y Guatemala muestran un comportamiento dinámico con tasas de crecimiento de 7.3 y 6.4%, respectivamente. Para el caso de Costa Rica, país que más importa en términos absolutos, sus importaciones muestran una contracción, al crecer a una tasa promedio anual negativa de 0.9%. Por su parte, en cuanto a los países de la ue que más compraron y vendieron mercancías a Centroamérica para 2011, ocho de ellos compraron 91.4% de todas las exportaciones centroamerica98

El Mercado Común Centroamericano y su relación comercial con la Unión Europea

nas y vendieron 86.8% de todas las importaciones. Alemania es el principal socio comercial de la región, al participar con 23.7%; le siguen los Países Bajos con 15.6%. Del resto de países, vale destacar, por el lado de las compras de productos centroamericanos, los países como Bélgica y el Reino Unido, que compran 17.4 y 10.6% de todas las exportaciones, respectivamente. Mientras que como proveedores de mercancías destacan España e Italia, que venden 16.2 y 11.4% de todas las importaciones centroamericanas. De acuerdo con los 15 principales productos objeto de intercambio comercial en 2011, los cuales representan para la región centroamericana 89.3% de las exportaciones totales a la ue y 37% de sus importaciones totales procedentes de este mercado. La oferta exportable de ca al mercado de la ue se concentra en gran medida en el sector agrícola, ya que del total de las exportaciones orientadas a ese mercado, 75.9% son mercancías clasificadas en ese sector, de donde sobresale el café con 41.7% de las exportaciones totales. Del resto de productos, tienen una participación importante: piña, aguacates y mangos con 9.4%, bananas frescas con 9.1% y crustáceos con 3%. Por el lado de las importaciones, las mercancías provenientes de la ue están conformadas por bienes de capital, materias primas e insumos; sin embargo, ningún producto acapara una participación importante, lo que significa que la ue mantiene una gran diversificación en sus exportaciones. Los productos con mayor participación dentro de las importaciones fueron: los medicamentos con 8.1%, aceites de petróleo con 6.3%, automóviles de turismo con 4.1%, abonos con 3.9% y teléfonos con 2%. Al relacionar el intercambio comercial de mercancías de las dos regiones con el mundo y el intercambio comercial bilateral entre ca y la ue, se observa la importancia relativa de los mercados para cada región. Para la ue, el intercambio comercial con ca tiene relativamente poca importancia en relación con los montos de su intercambio total, pues ca sólo compró 0.06% de todas las exportaciones que realizó la ue al mundo en 2011, y vendió 0.07% de todas las importaciones que esa región efectuó al mundo, haciendo que la región centroamericana no desempeñe un papel importante para la ue ni como consumidor ni como productor de mercancías. 99

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Lo contrario sucede con la importancia que el mercado de la ue tiene para los países centroamericanos, pues de las exportaciones que realiza ca al mundo, 14.5% se dirige a ese mercado, mientras que del total de las importaciones centroamericanas 6.3% proceden de esa región, lo que hace que la ue sea el tercer socio comercial de ca y mantenga un papel clave como comprador y vendedor de mercancías.

IV. Conclusiones El proceso de negociación para alcanzar el aacue no se ajustó al calendario inicial debido a los desacuerdos surgidos al interior de las negociaciones, a los conflictos presentados en la región centroamericana y a la lentitud de la aprobación legislativa en los países integrantes de cada una de las regiones. Finalmente, después de 11 años entró en vigor el 1 de agosto de 2013 en Honduras, Nicaragua y Panamá, quedando pendiente en los países restantes. En el intercambio comercial se observa la enorme asimetría entre regiones y la importancia del aacue para cada una de ellas. Siendo la centroamericana la más beneficiada a pesar de los problemas que presenta para incrementar el intercambio comercial. Dicho aa además le permite ser parte de la estrategia de cooperación de la ue con los países en vías de desarrollo.

Referencias bibliográficas Portal electrónico Observatorio para Centroamérica, en: http://www. observatorioca--ue.com/?page=unioneuropea Portal electrónico: http://www.sice.oas.org/tpd/cacm_eu/cacm_eu_s.asp Sieca. (2012a). La crisis europea: Antecedentes, manifestaciones y desafíos para Centroamérica, julio. ——. (2012b). Relaciones comerciales entre Centroamérica y la Unión Europea, junio. ——. (2013). Estado de la integración económica centroamericana, marzo. Unión Europea. (2006). Estructura de negociación y coordinación del Acuerdo de Asociación Centroamérica-Unión Europea. 100

Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

Lourdes Ma. Regueiro Bello1 Introducción Durante el año 2012 puede señalarse como el acontecimiento más sobresaliente en el Mercosur, la primera ampliación del organismo desde su creación en 1991 con la entrada de Venezuela el 12 de agosto, la adhesión de Bolivia (en diciembre) y la solicitud ecuatoriana para integrarse al bloque. En otro orden de ideas, la suspensión de Paraguay marcó el escenario del bloque en el año analizado. Los análisis más recientes confieren una connotación especial a la ampliación del Mercosur como parte del proceso de consolidación del bloque y de la integración suramericana. En la Declaración Conjunta de los presidentes de los países miembros del bloque sobre la creación de un grupo de diálogo de alto nivel para la incorporación de nuevos Estados emitida en diciembre de 2011, se plantea explícitamente: “[…] que la adhesión de nuevos Estados constituirá un paso fundamental para la consolidación del bloque y el fortalecimiento del proceso de integración de América del Sur en el contexto de la integración latinoamericana” (Declaración Conjunta de los presidentes de los Estados partes del Mercosur, 2011). La renuncia en junio del primer alto representante general del Mercosur (argm), Samuel Pinheiro Guimaraes, a menos de año y medio de su nombramiento (febrero de 2011) por un periodo de tres, estuvo acompañada de un informe al cmc en el cual expuso

1.

Profesora-investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional (cipi) del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba.

101

Lourdes Ma. Regueiro Bello

los principales problemas que a su juicio —como político e intelectual, comprometido e informado del proceso de integración— lastran al grupo, así como los desafíos que el bloque enfrenta para convertirse en un esquema de desarrollo. El informe presentado por Pinheiro Guimaraes fue reconocido por los presidentes como un aporte relevante para el debate de la integración. La percepción de la pérdida de dinamismo en el Mercosur, a la que se ha hecho referencia en otras ediciones de este anuario, no ha sido revertida. Con el propósito de rescatar la credibilidad entre sus miembros se han realizado acciones bilaterales para solventar problemas sectoriales que faciliten el acceso a los mercados de sus socios, mientras en el ámbito plurilateral se registran avances en la elaboración de marcos regulatorios para el funcionamiento del bloque, y se extiende el debate sobre la integración productiva. No obstante, los medios cáusticamente insisten en la obsolescencia del bloque y en la profundidad de su crisis. Más allá de los serios problemas que aquejan al grupo, puede hablarse de una guerra mediática que presenta una crisis casi irreversible.

Desempeño económico El desempeño económico de la subregión estuvo marcado por el efecto de la recesión europea, la desaceleración asiática y el tímido crecimiento de Estados Unidos (cepal, 2012). Las tasas de crecimiento del pib en Argentina y Brasil estuvieron por debajo de las previsiones iníciales realizadas por cepal, mientras Venezuela lo hizo discretamente por arriba de lo previsto, los dos primeros fueron los que más incidieron en la desaceleración de la economía regional. La actividad del sector agropecuario registró una caída asociada a la sequía, lo que afectó tanto a Argentina como a Brasil, Paraguay y Uruguay.

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Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

Cuadro 1 Mercosur: indicadores económicos seleccionados, 2010-2012 Argentina Brasil Variación del pib % 2010 9.2 7.5 2011 8.9 2.7 2012 1.9 0.9 Índice de precios al consumidor 2010 10.9 5.9 2011 9.5 6.5 2012 10.8 5.8 Exportaciones de bienes y servicios* 2010 81,689 233,515 2011 99,431 294,250 2012 97,591 284,373 Importaciones de bienes y servicios* 2010 68,571 244,202 2011 88,464 302,395 2012 85,319 305,071 ied neta* 2010 6,090 36,917 2011 7,183 67,690 2012 6,401 65,612 Reservas internacionales */** 2010 52,145 288,575 2011 46,376 352,012 2012 45,274 377,753 Tasa de desempleo urbano 2010 7.7 6.7 2011 7.2 6.0 2012 7.2 5.5

Paraguay

Uruguay

Venezuela

13.1 4.4 -1.2

8.9 5.7 3.9

-1.5 4.2 5.6

7.2 4.9 4.0

6.9 8.6 7.5

27.4 29.0 19.5

9,993 12,305 11,127

10,737 12,808 13,666

67,602 94,666 98,422

10,671 12,969 11,971

10,093 12,705 13,667

49,661 62,365 73,207

340 483 239

2,349 2,629 2,768

-1,462 4,875 -759

4,169 4,984 4,838(a)

7,743 10,302 13,120

27,911 29,892 25,864

7.2 7.1 8.1

7.1 6.3 6.4

8.7 8.3 8.1

*Millones; **Bruta(a); Información al mes de septiembre. Fuente: cepal (2012). Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe.

Argentina mostró una desaceleración en el periodo imputable a la contracción de la economía mundial; en ese sentido, la mayor 103

Lourdes Ma. Regueiro Bello

influencia la tuvo la caída de la tasa de crecimiento del pib brasileño, que afectó la exportación de manufacturas industriales a ese país (cepal, 2013) y al efecto de la sequía en el crecimiento agrícola. El crecimiento de la economía estuvo impulsado por el consumo público y privado. Durante el año 2012 el Gobierno argentino tomó medidas que tienen impacto económico en el corto y mediano plazos, entre ellas merecen ser mencionadas la reestatización de 51% de la petrolera Repsol ypf, las acciones orientadas a reducir el atesoramiento de moneda extranjera por personas físicas y limitar la utilización de divisas en operaciones comerciales domésticas, la implementación de políticas de regulación y direccionamiento del crédito a partir de la ampliación del campo de acción de la autoridad monetaria (cepal, 2013). Los préstamos en moneda nacional al sector privado se incrementaron durante el año 2012, lo que se explica por una medida del bcra que obliga a las entidades financieras a destinar como mínimo 5% del promedio mensual de los saldos diarios de los depósitos en pesos del sector privado no financiero a créditos del sector productivo de mediano y largo plazo a una tasa de interés inferior a 15% anual y 50% de esos depósitos debe destinarse a micro, pequeñas y medianas empresas (cepal, 2013). Sin embargo, los préstamos en divisas al sector privado, orientados fundamentalmente al sector exportador decrecieron (cepal, 2013). Como puede apreciarse, durante 2012 se mantuvo la política gubernamental orientada a fortalecer el sector productivo con foco en las pyme, lo que es del todo coherente con el interés del Mercosur de fortalecer la integración productiva con especial atención de las pyme, lo cual significa protección del empleo si se tiene en cuenta que ese tipo de emprendimiento es el que absorbe mayor cantidad de fuerza de trabajo. Según las estadísticas del primer semestre de 2012, los sectores productores de servicios crecieron 5%, mientras los productores de bienes acusaron una caída de 2%, lo que se debió fundamentalmente al retroceso de la agricultura y en el caso del sector industrial a la reducción de 11% del rubro de vehículos automotores, asociada a la contracción de las exportaciones y del mercado interno (cepal, 2013). También se redujo la salida de capitales al exterior como resultado de medidas para prohibir la compra de 104

Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

dólares para atesoramiento, el recargo de 15% sobre el valor de las compras realizadas en el exterior con tarjetas de crédito y débito, o a través de Internet, la prohibición de compras de dólares a partir de hipotecas nominadas en pesos (cepal, 2013). Su balanza comercial (bienes y servicios) es superavitaria. Brasil durante 2012 creció moderadamente, dando continuidad al proceso de desaceleración del crecimiento mostrado en 2011 en relación con 2010. Este comportamiento estuvo influenciado por la crisis internacional, lo que se reflejó especialmente en el sector industrial. No obstante, se mantuvo la expansión del empleo y de las remuneraciones reales, mientras la inflación se mantuvo en los límites fijados por las metas del Gobierno (cepal, 2013). En la ralentización del crecimiento influyó el pobre crecimiento del sector minero extractivo, del sector de la construcción civil y de agricultura (cepal, 2013). Destaca en este escenario de poco crecimiento el sector extractivo mineral, que después de haber experimentado en periodos anteriores una gran expansión por la sólida demanda de productos básicos, registró hasta septiembre de 2012 una variación positiva de tan sólo 0.7%. También se desaceleró el sector de construcción civil, que registró un crecimiento de 2.2%. A su vez, en la agricultura se registró en 2012 una variación en torno a 1.5% en la cosecha de granos, que ascendió a 163 millones de toneladas. La política económica en 2012 se caracterizó por su reactividad a la crisis y por su apoyo al crecimiento. La política fiscal estuvo dirigida a estimular la demanda de corto plazo y estimular el crecimiento mediante cambios en la tributación. El consumo fue el factor decisivo del crecimiento. Si bien se produjo la reducción de la tasa de interés, el crédito se redujo a causa de una mayor selectividad de los bancos en su otorgamiento; así, la expansión del crédito a personas físicas se redujo de 16.3 a 8% y la del crédito empresarial de 16.9 a 9.1% (cepal, 2013). Junto con la tendencia a la reducción de las tasas de interés se produjo una depreciación cambiaria nominal de 30%, lo que debe producir un efecto favorable a la competitividad de las exportaciones en 2013 (cepal, 2013). Brasil se mantuvo como el principal receptor de inversión extranjera directa del Mercosur y de la región en general. Su balanza 105

Lourdes Ma. Regueiro Bello

de bienes es superavitaria, pero el balance del comercio de servicios determina su saldo negativo. Paraguay: la caída en la tasa de crecimiento del pib se explica por la sensible afectación de la sequía a la actividad agrícola, la cual se contrajo en 28% (cepal, 2013); en el caso particular de la soja, la producción cayó 48% (cepal, 2013). Con el peso de la agricultura en el pib paraguayo estas caídas habrían influido más en la tasa de crecimiento, pero el sector no agrícola tuvo un discreto repunte que amortizó en algo la contracción del sector agrícola. La balanza comercial paraguaya, tanto la de bienes como la comercial general, es deficitaria. Uruguay: al igual que en el resto de los socios fundadores, en Uruguay se produjo una desaceleración de la tasa de crecimiento, aunque de ese grupo fue el que mayor crecimiento registró (3.9%) (cepal, 2013). Los sectores que mayor contribución brindaron al crecimiento fueron el de la construcción y el de transporte y almacenamiento (cepal, 2013). En la segunda mitad del año se hizo visible la desaceleración manifiesta en la reducción de la demanda de trabajo, de la producción manufacturera y las exportaciones industriales. La cepal atribuye la contracción de estos indicadores a la desaceleración de las economías de Argentina y Brasil. Esto quiere decir que la desaceleración estuvo asociada a la reducción de la demanda de los dos socios mayores del Mercosur con los cuales el comercio de manufacturas es más intenso. Mientras, el comercio extrarregional, compuesto en lo fundamental por productos primarios y agroindustriales, mostró mayor ritmo de crecimiento. Cepal sintetiza este cuadro señalando que la economía uruguaya se movió a dos velocidades: las actividades vinculadas a mercados extrarregionales y al mercado interno continuaron creciendo a tasas aceleradas, en tanto las relacionadas con el mercado regional se desaceleraron en el curso del año 2012. En el caso del turismo, se vio afectado por las restricciones en el acceso a las divisas por parte de los turistas argentinos (cepal, 2013). La balanza comercial general de Uruguay en 2012 sufrió un ligero déficit, pero la de bienes fue abiertamente deficitaria.

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Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

Venezuela: la economía venezolana creció a 5.6%,2 este crecimiento estuvo impulsado por la construcción y los servicios, los que a su vez fueron dinamizados por la expansión del gasto público financiado por los altos precios del petróleo y el endeudamiento público.3 Los sectores que mayor contribución brindaron al crecimiento fueron la construcción, el comercio y el sector financiero (cepal, 2012). Por su parte, tanto el sector petrolero como el manufacturero mostraron un crecimiento bajo (cepal, 2012); en el primer caso, resultado de una baja inversión en la actividad de extracción. Las exportaciones crecieron en relación con el año 2011, atribuible a las exportaciones petroleras, pues las no petroleras cayeron. Las importaciones se expandieron, incluidas las petroleras, por el incremento del consumo interno de derivados y por los problemas acaecidos en la refinería de Amuay (cepal, 2012). No obstante, su balanza comercial continuó siendo superavitaria.

Relaciones intra-Mercosur Comercio intra-Mercosur Tal como lo muestran los datos sobre los dos principales indicadores de comercio en el cuadro 1, las exportaciones totales de la mayor parte de los miembros (excepto las de Uruguay y Venezuela) se redujeron en el periodo que cubre el presente anuario y ello se reflejó negativamente en el comercio intrarregional.4 Según datos del bid/intal las exportaciones intrabloque sufrieron una reducción de 7.2% (bid-intal, 2012) durante 2012, con la particularidad de que la reducción de las exportaciones hacia el grupo fue mayor que la registrada en el comercio con el resto del mundo, que se contrajeron en 1.9% en relación con 2011 (bidintal, 2012). Sobre la base de las estadísticas de comercio del bid,

2. Cepal: Balance económico actualizado de América Latina y el Caribe 2012, abril de 2013; en Internet: http://www.cepal.org. Fecha de consulta: mayo de 2013. 3. Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2012, op. cit. 4. Considerando como comercio intrarregional las exportaciones de los países del Mercosur destinadas a otros países del bloque.

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la participación del comercio intra-Mercosur en relación con el comercio total de 14.8% en 2011 a 13.4% en 2012,5 sólo Paraguay y Uruguay incrementaron sus exportaciones al Mercosur en relación con 2011, mientras únicamente las importaciones provenientes del grupo de Uruguay y Venezuela sobrepasaron las realizadas por esos países en 2011. Resumiendo, Uruguay fue el único país del Mercosur que incrementó sus relaciones comerciales en términos de destino de sus exportaciones y origen de sus importaciones con el grupo. Durante 2012 no han faltado divergencias por las medidas dirigidas a restringir las importaciones tomadas especialmente por Argentina y las orientadas a favorecer sus exportaciones por parte de Brasil. Ante la afectación que comportan las medidas de Argentina a los socios menores del bloque, ese país se comprometió a implementar medidas de discriminación positiva en favor de Paraguay y Uruguay en recompensa; este último país declinó elevar un reclamo frente a la omc.6 Sml: la utilización de monedas locales constituye un instrumento de impulso de las relaciones intrarregionales. Así, la aplicación de este instrumento en el comercio argentino-brasileño se expandió en relación con el año 2011 en términos del número de operaciones y del monto de las exportaciones de Brasil a Argentina, al igual que las importaciones. En 2012 se mantuvo la marcada diferencia entre el número de operaciones de exportaciones e importaciones brasileñas, tendencia observada desde el comienzo de la aplicación de este instrumento de financiamiento del comercio en el año 2008. No obstante, estos incrementos según cálculos de analistas sugieren que a través de este mecanismo opera 3.5% del intercambio argentino-brasileño (Caldentey, Titelman et al., 2013). Entre octubre de 2008 y diciembre de 2012 se contabilizaron 603 empresas argentinas y 848 brasileñas operando a través del sml (Fazio, 2012).7

5. Cálculos de la autora sobre la base de los datos del Informe Mercosur núm. 18, op. cit. 6. Intal: Carta mensual intal, núm. 188, abril 2012. 7. Creemos pertinente hacer la aclaración de que existen diferencias en los datos aportados por los autores citados sobre el total de empresas involucradas en el sml, pues en fuentes primarias no se ha encontrado la información.

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Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

Cuadro 2 Brasil: exportaciones e importaciones a través del sml con Argentina

Mes/2012 Enero Febrero

Exportaciones Importaciones Núm. Valor en R$ Núm. Monto en R $ operaciones operaciones 440 148.506.826,29 14 1.714.195,93 390 122.702.651,31 8 3.048.076,45

Marzo

478

154.784.771,07

3

273.429,61

Abril

376

100.720.709,92

10

1.927.062,49

Mayo

548

192.078.795,20

7

2.470.529,53

Junio

551

199.347.464,52

11

1.004.961,12

Julio

603

199.955.902,85

9

3.815.191,65

Agosto

747

257.702.069,63

7

898.988,70

Septiembre

711

178.153.583,07

5

413.414,08

Octubre Noviembre

992 834

247.571.419,74 271.349.931,04

4 3

578.973,61 692.081,60

Diciembre

774

209.112.229,09

2

408.394,96

Total 2012

7444

2.082.638.889,21

83

17.245.299,73

Total 2011 Total 2010

4973 3410

1.640.949.993,59 1.263.095.927,87

50 41

8.736.895,69 9.082.715,05

Fuente: Banco Central de Brasil. http://www.bcb.gov.br/?smlestat

Agenda interna Si bien la agenda comercial del Mercosur en los últimos años se ha retrasado en relación con los cronogramas inicialmente pautados y con los reajustados, no puede dejarse de reconocer que en el ámbito de la institucionalidad se han dado pasos importantes en la conformación del tejido institucional-operativo del grupo, las decisiones del cmc dan cuenta de ello, aun cuando el sensible tema de la supranacionalidad continúa siendo esquivado; otro tanto puede decirse de las acciones dirigidas a fortalecer la integración productiva, si bien los montos provenientes de los fondos destinados a ese fin parecen insuficientes. En un momento crí109

Lourdes Ma. Regueiro Bello

tico de su existencia el Mercosur ha reforzado su atención en estas áreas. En esa dirección merecen ser destacadas las medidas dirigidas a desarrollar la institucionalidad en términos de estructuras de funcionamiento del Mercosur, la concatenación de las decisiones del cmc combinado con la reducción de los tiempos en que otras instancias deben presentar las propuestas para su implementación, y las discretas señales de una intención orientada a la construcción de perspectivas regionales. En el ámbito del funcionamiento durante 2012 el cmc constató la necesidad de definir y normar la condición de funcionario del Mercosur, así como su régimen de carrera, evaluación y promoción.8 De igual manera se definió la estructura del Grupo Mercado Común (gmc) y sus órganos subordinados, quedando integrado por grupos y subgrupos de trabajo, grupos ad hoc y reuniones especializadas (cmc, 2002) (véase en Anexo la nueva estructura del gmc). Con vistas a homogeneizar el tratamiento migratorio y tributarios a la perspectiva de un mercado común, se tomaron las Decisiones 07 y 08 referidas al control integrado de la normativa del Mercosur aplicable a todas las personas que traspasen las fronteras que vinculan a los Estados partes y el Acuerdo para la Creación de la Red de Especialistas en Seguridad Documental Migratoria del Mercosur y Estados Asociados, respectivamente.9 Otra decisión relevante para el funcionamiento del grupo fue la aprobación de las “Normas de Procedimiento para la actuación del Mercosur en controversias derivadas de Acuerdos Comerciales con terceros países o grupos de países”.10 Sobre la cooperación internacional del Mercosur, se tomaron dos importantes decisiones: mediante la primera de ellas, la Decisión núm. 10/2012, se crea el Grupo de Cooperación Internacional —órgano auxiliar del gmc— como único órgano competente para tratar toda la cooperación en el Mercosur (cmc, 2002); esta Decisión pretende centralizar las acciones en materia de cooperación in-

8. Cf. Decisión 03 y 04 de 2012 del cmc. 9. Cf. Decisión 07 y 08 de 2012 del cmc. 10. Cf. Decisión 02 de 2012 del cmc.

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Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

ternacional, dando a la misma un enfoque de grupo y que esta misma se realice conforme a la política comunitaria; además da cuenta de la voluntad del Mercosur de identificarse como un actor de la cooperación en el ámbito internacional. En el cuerpo de la Decisión se detallan las atribuciones y prerrogativas del mencionado Grupo, entre cuyas funciones11 está hacer cumplir la política de cooperación internacional del Mercosur, que constituye el contenido de la segunda Decisión, la núm. 11/2012, mediante la cual se aprobaron las directrices de la cooperación internacional del Mercosur. Según el documento de las citadas directrices, se identifican como objetivos de la cooperación: el apoyo al desarrollo del proceso de integración del Mercosur; el fortalecimiento de las capacidades técnicas e institucionales de los órganos de la estructura institucional del Mercosur, con énfasis en la reducción de las asimetrías entre los miembros del grupo; la promoción del desarrollo de terceros países u otros procesos de integración; y la profundización del relacionamiento externo del Mercosur por medio de la cooperación horizontal y triangular (cmc, 2002). Se identifican como modalidades de cooperación: la recibida, la horizontal, la triangular y la intra-Mercosur. Los principios generales (cmc, 2002) de la cooperación aprobados por el cmc son: • Tratamiento técnico-político de la cooperación: transformar la cooperación en un instrumento de profundización de las relaciones exteriores del Mercosur; y perfeccionar los mecanismos técnicos para la elaboración y ejecución de proyectos de cooperación, con vistas a atender los resultados esperados. • Transparencia y rendición de cuentas de los recursos de cooperación. • Gestión centrada en resultados objetivos.

11. Entre las funciones que tendrá el gci, estarán: evaluar posibles fuentes de financiamiento para los proyectos del bloque; identificar, seleccionar, negociar, dar aprobación técnica, seguimiento y evaluación a los proyectos de cooperación técnica horizontal y triangular; elaborar una oferta de cooperación técnica de la región a ser presentada por el Mercosur a otros países y grupos de países; desarrollar las negociaciones de cooperación técnica tanto de los proyectos concebidos en el Mercosur, como de los propuestas presentadas por otros países y entidades internacionales; negociar y aprobar los términos de referencia, etcétera.

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Lourdes Ma. Regueiro Bello

Además se definieron los principios rectores para la cooperación recibida y ofertada: Cooperación recibida por el Mercosur (cmc, 2002): • Definición por el Mercosur de sus prioridades. • Naturaleza complementaria de la cooperación al proceso de integración. • Negociación de programas de cooperación en términos mutuamente aceptables. • Énfasis regional en la asignación de recursos locales para la implementación de proyectos de cooperación. • Optimización de la asignación de recursos para mayor sustentabilidad. Cooperación ofrecida por el Mercosur (cmc, 2002): • Solidaridad: la solidaridad deberá caracterizar los programas de cooperación del Mercosur, especialmente en el relacionamiento con países en desarrollo. • Horizontalidad: la cooperación horizontal deberá establecerse de manera voluntaria, sin que ninguna de las partes condicione su participación a pautas previamente establecidas, es decir, libre de condicionalidades. • Consenso: la cooperación horizontal en el Mercosur deberá ser negociada, planificada y ejecutada de común acuerdo entre el Mercosur y sus socios. • Equidad: la cooperación horizontal deberá distribuir sus beneficios de forma equitativa entre todos los participantes. Este criterio también deberá ser aplicado en la distribución de costos, que deberán ser asumidos de forma proporcional a las posibilidades reales de cada socio. En el empeño de desarrollar la integración productiva se aprobó la Estructura del Fondo Mercosur de Garantías para Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (cmc, 2002), de acuerdo con el cual los recursos del Fondo serán asignados de manera igualitaria entre los países miembros del bloque. En cumplimiento de esta Decisión el Grupo Ad Hoc Fondo de Apoyo a Pequeñas y Medianas Empresas constató la necesidad de actualizar la normativa vigente desde 2008, en busca de estimular la complementariedad productiva que 112

Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

contribuya al incremento de la competitividad de los distintos sectores. Así, el Fondo de Garantía representa una respuesta al objetivo compartido de facilitar el crédito a las empresas de pequeño porte y estimular su integración a las cadenas productivas regionales; con ese propósito se aprueba la Decisión núm. 46/2012 contentiva del Reglamento del Fondo Mercosur de Garantías para Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (cmc, 2012). El reglamento aprobado establece los aportes al Fondo mediante la contribución de los países miembros. Cuadro 3 Aportes al Fondo de Garantías por los miembros del Mercosur Argentina Brasil Uruguay Venezuela

us $27’000,000.00 (veintisiete millones de dólares estadounidenses) us $70’000,000.00 (setenta millones de dólares estadounidenses) us $2’000,000.00 (dos millones de dólares estadounidenses) us $27’000,000.00 (veintisiete millones de dólares estadounidenses)

Fuente: cmc Decisión núm. 46/12.

Se plantea que este Fondo debe ser autosustentable financieramente y gestionado conforme a criterios profesionales y de eficiencia financiera en correspondencia con los parámetros internacionales. Los créditos a partir de este Fondo están destinados exclusivamente a la integración productiva y son beneficiarias del mismo sólo las micro, pequeñas y medianas empresas. Por proyectos de integración productiva se entiende: inversión en capital fijo, y eventual capital de trabajo asociado, para la creación, ampliación o modernización de la capacidad productiva; proyectos de inversión en activos intangibles, como proyectos de i&d (investigación y desarrollo experimental), proyectos de marketing (creación de marcas), capacitación e innovación; proyectos de joint-venture con el objetivo de establecer empresas binacionales o regionales; capital de trabajo; y operaciones de comercio exterior intra-Mercosur (cmc, 2012).

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Lourdes Ma. Regueiro Bello

En el año 2012 el Mercosur dio otro paso dirigido a fomentar el tejido productivo regional con la creación del Fondo de Promoción de las Cooperativas del Mercosur (fcoop Mercosur), cuyo propósito es financiar programas y proyectos de estímulo al cooperativismo y a la cooperación a nivel regional. El Fondo se conformará con las contribuciones anuales de los Estados partes y con la renta financiera generada por el propio Fondo. Las aportaciones al Fondo están constituidas por una cuota uniforme destinada a mantener el funcionamiento de la Reunión Especializada de Cooperativas del Mercosur (recm) por un monto de us $15,000 dólares estadounidenses); y una cuota diferenciada distribuida de la siguiente manera: Argentina: us $80,000; Brasil: us $210,000; Uruguay: us $10,000; Venezuela: us $80,000 (cmc, 2012b). Teniendo en cuenta que tanto los miembros del Mercosur como los Estados asociados contrajeron un compromiso en el año 2005 plasmado en un Plan de Acción para fortalecer la concertación política en América del Sur y que dicho plan supone el fortalecimiento de la convergencia política entre el Mercosur, la can y Chile; la cooperación y coordinación del Mercosur en foros multilaterales; el establecimiento de mecanismos de diálogo político con otros países o grupos de países, y la coordinación entre Mercosur y otros foros políticos regionales, el cmc tomó la Decisión 24 dirigida a […] impulsar la articulación y complementación de las políticas, acuerdos y compromisos asumidos en el Foro de Consulta y Concertación Política (fccp) y en las Reuniones de Ministros y/o Reuniones Especializadas del Mercosur cuyo seguimiento efectúa el fccp, con las iniciativas de similar contenido desarrolladas en la Unasur, a fin de optimizar los recursos, evitar la superposición de tareas y potenciar los esfuerzos desplegados en los esquemas de integración en América del Sur (cmc, 2002b).

Asimismo esa instancia decidió invitar a Guyana y Surinam a participar de los encuentros del fccp y de las Reuniones de Ministros y/o Reuniones Especializadas del Mercosur, cuyo seguimiento efectúa dicho Foro cuando se traten temas de interés común (cmc, 2002b). De igual manera instruyó al gmc presentar una propuesta para regular la participación de Surinam y Guyana en encuentros del 114

Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

Mercosur y para celebrar acuerdos con esos dos países caribeños (cmc, 2002b). Hacia finales de 2012 se viabiliza la participación de estos dos países en calidad de invitados en las reuniones de los órganos de la estructura institucional del Mercosur para tratar temas de interés común en las sesiones habilitadas para los Estados asociados (cmc, 2012c). Un tema recurrente a lo largo de los años en la agenda interna del Mercosur y que mayor polarización concita es el del aec, instrumento fundamental para la materialización de la Unión Aduanera. De manera sistemática en el Mercosur se registran postergaciones y violaciones en ese ámbito. En otras ediciones de este anuario hemos planteado la necesidad de “sincerar” el aec, ya que éste pareciera estar definido por los intereses de protección de Brasil. Los sectores de bienes de capital, informática y telecomunicaciones han sido objeto de un tratamiento especial manifiesto en la flexibilidad y en la sistemática postergación del momento de adoptar el aec para esos bienes. En 2012 se dan señales de que el tema se está acercando a un momento definitorio de debate abierto, aunque hasta el momento no se han roto los esquemas precedentes de abordaje de un tema tan sensible. En los términos planteados en el párrafo anterior, la Decisión 65 del cmc renovó la instrucción al Grupo Ad Hoc creado por la Decisión 58 de 2008 de revisar el Régimen Común de Importación de Bienes de Capital No Producidos en el Mercosur con el propósito de que el 1 de enero de 2014 entre en vigencia un régimen común para Argentina y Brasil, y a partir del 1 de enero de 2018, para los restantes miembros. En virtud de esta Decisión, hasta el 31 de diciembre de 2013 con carácter excepcional y transitorio los países podrán aplicar sus regímenes nacionales a las importaciones de bienes de capital y sistemas integrados. Venezuela, con carácter excepcional y transitorio, aplicará alícuotas diferentes del aec para bienes gravados en la ncm como bienes de capital. El nuevo miembro podrá aplicar hasta el 31 de diciembre de 2018 una alícuota distinta del aec, inclusive de 0% para bienes de informática y telecomunicaciones de extrazona; de igual manera, hasta el 31 de diciembre de 2019 podrá aplicar una alícuota de 2% para bienes de capital originarios de extrazona. 115

Lourdes Ma. Regueiro Bello

Con el objetivo de contribuir al fortalecimiento y la diversificación de la estructura productiva del bloque, elevando su competitividad por medio de la implementación de grandes proyectos e iniciativas estructurales, en sectores a ser identificados, con capacidad de generar impactos económicos sustanciales para el tejido productivo regional, el cmc decidió la creación del Mecanismo de Fortalecimiento Productivo del Mercosur (mfp), debiendo presentarse en el primer semestre de 2013 una propuesta de reglamento para su funcionamiento. Este mecanismo, entre sus objetivos más concretos asume: establecer metodologías para identificar, evaluar, aprobar e implementar proyectos e iniciativas dirigidos a fortalecer y diversificar el tejido productivo regional, con base en estrategias de complementación y especialización; promover evaluaciones integrales de los sectores productivos para identificar las capacidades existentes y potenciales; concebir e implementar proyectos destinados a reforzar la competitividad sistémica de las cadenas productivas; promover asociaciones entre empresas de naturaleza pública y privada y su red de proveedores regionales; identificar las necesidades de coordinación en materia de instrumentos financieros, marcos regulatorios, sistemas comerciales y logísticos que viabilicen proyectos e iniciativas de fortalecimiento productivo; dinamizar el comercio intrazona de forma equilibrada, por medio del aprovechamiento de las capacidades instaladas y del desarrollo de nuevos potenciales productivos; contribuir al fortalecimiento de industrias nacientes o para la reestructuración de determinados sectores económicos; y dotar al Mercosur de instrumentos que faciliten la transferencia de tecnología, por medio del desarrollo de proyectos conjuntos orientados a la investigación, a la generación de innovación y a la capacitación de recursos humanos en sectores estratégicos. En las ediciones precedentes de este anuario se ha planteado que existe una tendencia velada a la extensión de la normativa del Mercosur a los Estados asociados; durante el año 2012 se ha mantenido esa dinámica; así, Colombia adhirió el Acuerdo sobre la creación e implementación de un sistema de carreras universitarias para el reconocimiento regional de la calidad académica de

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Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

las respectivas titulaciones en el Mercosur y Estados asociados.12 Por su parte, Perú adhirió el protocolo de integración educativa y reconocimiento de certificados, títulos y estudios de nivel primario y medio no técnico entre los Estados partes del Mercosur, la República de Bolivia y la República de Chile.13 Colombia también se hizo parte del Acuerdo sobre residencia para nacionales de los Estados partes del Mercosur, Bolivia y Chile.14 Colombia, Ecuador y Venezuela adhirieron el Acuerdo modificatorio del anexo del acuerdo sobre documentos de viaje de los Estados partes del Mercosur y Estados asociados.15 Con la formalización de la entrada de Venezuela al Mercosur el 12 de agosto de 2012, este país inicia un complejo proceso para la adopción de la normativa del Mercosur. Las fuentes jurídicas del Mercosur son: el Tratado de Asunción, sus protocolos y los instrumentos adicionales o complementarios; los acuerdos celebrados en el marco del Tratado de Asunción y sus protocolos; las Decisiones del cmc; las Resoluciones del gmc; y las Directivas de la Comisión de Comercio. El proceso de internalización que a partir del segundo semestre involucra a Venezuela, comprende las normas que ya han sido asumidas por Venezuela, las que deberán ser adoptadas antes del 31 de marzo de 2013 y las que se adoptarán conforme a un cronograma en cuatro etapas acordado por el Grupo de Trabajo para la Adhesión venezolana.

12. 13. 14. 15.

Cf. Decisión núm. 18/2012. Cf. Decisión núm. 22/2012. Cf. Decisión núm. 20/2012. Cf. Decisión núm. 21/2012.

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Cuadro 4 Incorporación de la normativa del Mercosur por parte de la República Bolivariana de Venezuela

Ya adoptadas Antes del 31/03/2013 Conforme al cronograma del gt: Dentro del primer año a partir de la entrada en vigor del protocolo. A partir del segundo año. A partir del tercer año. A partir del cuarto año.

Decisiones Resoluciones 135 67 82 244 11 136 6 18 3 2

Directivas 9 75 1 1

18 50 50

-

Fuente: elaboración propia sobre la base de los datos en Anexos I, II y III de la Decisión 66 del cmc del 6 de diciembre de 2012, en Brasilia.

Como puede apreciarse, el grueso del acervo normativo del bloque deberá ser incorporado antes de abril de 2013. En el marco de la adopción de la normativa por Venezuela reviste particular relevancia la incorporación del “arancel externo común” (aec), lo cual implicará un significativo esfuerzo para el país andino. La convergencia del arancel nacional venezolano al aec está planificada en cuatro etapas. Cuadro 5 Etapas para la adopción del aec del Mercosur por parte de Venezuela I etapa II etapa III etapa IV etapa

A partir del 5 de abril de 2013 A partir del 5 de abril de 2014 A partir del 5 de abril del 2015 A partir del 5 de abril de 2016

2,829 códigos* 1,839 códigos* 1,580 códigos* 3,781 códigos*

(*) Resaltan adopción del arancel común del Mercosur, en avn. Fuente: elaboración propia basada en la información de la Decisión 31 del cmc sobre la adopción por la rbv del aec del Mercosur, 6 de diciembre de 2012 y en declaraciones de la ministra Edmeé Betancourt.

La Decisión 31 que regula la adopción del aec por parte de Venezuela plantea que a partir del 6 de abril de 2016, momento 118

Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

en que se considera alcanzada en lo fundamental la convergencia entre el arancel nacional venezolano y el aec, ese país podrá aplicar alícuotas diferentes al aec a 260 códigos de la Nomenclatura Común del Mercosur (ncm) hasta el 31 de diciembre de 2016, y a otros 160 hasta el 31 de diciembre de 2017 (cmc, 2012d). Los 2,829 códigos que operan bajo el aec a partir de marzo de 2013 son aparatos eléctricos, textiles, plásticos y productos minerales (Uniradio, 2013). En términos de desgravación comercial con Argentina se acordaron 610 productos (407 industriales y 203 agrícolas), para los cuales el arancel cero se alcanzaría en el año 2018 (Uniradio, 2013). Con Brasil se negoció un plazo especial para la desgravación de 484 productos industriales y 693 agrícolas considerados sensibles (Uniradio, 2013). Los productos de Uruguay se benefician de un arancel cero en el mercado venezolano. La adopción de la ncm implicó la elevación del número de códigos arancelarios de 6,250 a 10,029, así como un mayor nivel de especificación de la nomenclatura arancelaria, ya que Venezuela funcionaba con una nomenclatura de seis dígitos, mientras el Mercosur opera con una de ocho (Uniradio, 2013). Algunas cámaras empresariales venezolanas han mostrado su preocupación por el impacto que tendría la apertura del mercado venezolano a las dos mayores economías del Mercosur.16 Los reclamos más fuertes parecen originarse en la industria alimenticia (productos del trigo) y en la industria de autopartes. Más allá del trasfondo político que sustenta las posiciones de una parte del empresariado venezolano que se opone al acuerdo, lo cierto es que la inserción venezolana en el Mercosur constituye una oportunidad indiscutible, dada la complementariedad potencial de las economías involucradas, pero también es un desafío, atendiendo a las asimetrías estructurales y regulatorias.

16. Es preciso aclarar que el proceso de desgravación arancelaria de Venezuela frente a los países del Mercosur venía operándose con anterioridad a su entrada al bloque, en virtud del ace 59 (firmado además por Colombia y Ecuador), en el caso de la industria de autopartes se solicita al gobierno incluso detener la aplicación del ace 59. Cf. Posición de Conindustria sobre el ingreso de Venezuela al Mercosur.

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La estrategia de ampliación del Mercosur en el año 2012 culminó con la aprobación del Protocolo de Adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur. Una vez el Protocolo entre en vigencia, Bolivia contará con cuatro años para incorporar el acervo normativo del grupo. A los efectos de conducir las tareas previstas en el Protocolo se crea un Grupo de Trabajo que 180 días después de su primera reunión debe concluir el cronograma para la adopción gradual del acervo normativo vigente del Mercosur; establecer el cronograma para la adopción del Arancel Externo Común (aec), contemplando las excepciones y el Régimen de Origen del Mercosur; y definir las condiciones que serán negociadas con terceros países o grupos de países para la adhesión de Bolivia a los instrumentos internacionales y acuerdos celebrados por los demás Estados partes en el marco del Tratado de Asunción. En el artículo 7 del Protocolo se precisa que en cuatro años quedará sin efecto el ace núm. 36 y el Acuerdo de Comercio y Complementariedad Económica entre Venezuela y Bolivia, y que una vez suscrito el documento, Bolivia integrará la delegación del Mercosur en las negociaciones con terceros (cmc, 2012d).

Agenda externa Al igual que en 2011, el año 2012 no registró el activismo internacional que caracterizó al bloque en otros lustros; el deterioro del contexto internacional podría explicar en parte este comportamiento. La negociación extrarregional más importante que ha enfrentado el Mercosur en el periodo es la que desarrolla con la Unión Europea. Durante el año se celebraron dos reuniones, la última de ellas en octubre. La tónica de los comunicados ofrecidos por ambas partes sobre la marcha del proceso negociador después de las reuniones de los diferentes grupos de trabajo es positiva y de reafirmación del compromiso de concluir el Acuerdo. Reconocen como avances el esclarecimiento de posiciones y la presentación de nuevas propuestas. Según el informe se registraron progresos en servicios, inversiones, aduanas, facilitación de comercio y compras gubernamentales. Durante el año han sido revisados bo120

Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

rradores de textos de los grupos de trabajo. Existen coincidencias en valorar como positivos los avances en el marco normativo, pero los europeos plantean que ha llegado el momento de moverse hacia las ofertas concretas en bienes, servicios, inversiones y contratación pública; sobre este particular el Mercosur considera que ha llegado el momento de buscar orientación ministerial, para lo cual la Reunión Ministerial Mercosur-ue a celebrarse paralelamente a la Cumbre de la celac, en enero de 2013 en Santiago de Chile, podría ser una buena oportunidad.17 El otro paso dado por Mercosur en materia de relaciones externas fue amparado por la Decisión 64 del cmc, mediante la cual se aprobó “Solicitar la participación del Mercosur, en calidad de observador, en la Alianza del Pacífico y designar al Alto Representante General del Mercosur para representar al Mercosur en ese ámbito” (cmc, 2012e). Esta decisión del Mercosur ocurre poco después de que le fuera otorgado el estatus de observador en la Alianza de Uruguay, quien a pesar de ser un país pequeño puede ser una pieza clave para fomentar el fraccionamiento interno del Mercosur. La participación uruguaya en la Alianza ha sido interpretada en muchos medios como un golpe al Mercosur. Uruguay sistemáticamente ha hecho pública su insatisfacción con los resultados y beneficios obtenidos por ese país en el bloque suramericano y es muy posible que la Decisión 64 esté relacionada con poner el freno a Uruguay.

Conclusiones Si evaluamos el desempeño del bloque por los indicadores tradicionales, como el intercambio comercial, o por el recalentamiento del escenario de reclamos comerciales, resultaría evidente una situación de estancamiento. Frente a ese estancamiento en los temas de la agenda de comercio (sobre la cual las opiniones están

17. Xxv Mercosur-European Union Bi-regional Negotiations Committee, October 22 to 26 2012, Brasilia. En Internet: http://eeas.europa.eu/mercosur/docs/2012_mercosureu_final_conclusions_en.pdf

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polarizadas en torno a: la preferencialidad selectiva que supone un esquema de integración, a la pertinencia de avanzar en la unión aduanera y a la protección tolerable) se ha exacerbado el escepticismo. Sin embargo, se han producido avances en la conformación de otros instrumentos que echan los cimientos de estructuras regionales, asociados a las formas económico-organizativas que sustentan la mayor parte del empleo en las sociedades del Mercosur: las micro, pequeñas y medianas empresas, y que podrían ser el asiento de un tejido productivo regional. La tendencia a la creación de megaacuerdos transregionales que no reflejan la actual filosofía del Mercosur en esa materia, podrían a la larga constituir un elemento de compulsión por el interés que ellos puedan concitar en determinados actores domésticos, frente a lo cual se erige un área de incertidumbres. Las perspectivas sobre un posible Acuerdo Trasatlántico entre Estados Unidos y la Unión Europea puede ser un acicate al avance de las negociaciones del bloque con esta última, a lo que se suma la pérdida del sgp. En el mismo sentido, el avance en las negociaciones con la ue podría poner en debate la pertinencia de un acuerdo similar con Estados Unidos. Si a lo anterior unimos la decisión del cmc de presentar su solicitud como “observador” en la Alianza del Pacífico, así como la participación uruguaya en esa condición podrían ser señales de la posibilidad de “giros de timón” en la forma de concebir la inserción internacional, que no deben ser subestimadas. No es ocioso subrayar el riesgo que pueden constituir las negociaciones sobre la base de marcos normativos elaborados fuera de la región y de asimetrías de poder. La estrategia del Mercosur de ampliar su membresía, teóricamente, eleva su poder de negociación, pero no es un camino expedito; el proceso de ratificación de los nuevos miembros puede dilatarse, como ocurrió en el proceso de adhesión de Venezuela.

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Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

Cuadro 6 Estructura del grupo Mercado Común Grupos Grupo de Análisis Institucional del Mercosur (gaim). Grupo de Asuntos Presupuestarios (gap). Grupo de Cooperación Internacional (gci). Grupo de Incorporación de la Normativa Mercosur (gin). Grupo de Relacionamiento Externo (Grelex). Subgrupos de Trabajo (sgt) Sgt 1: “Comunicaciones”. Sgt 2: “Aspectos Institucionales”. Sgt 3: “Reglamentos Técnicos y Evaluación de la Conformidad”. Sgt 4: “Asuntos Financieros”. Sgt 5: “Transportes”. Sgt 6: “Medio Ambiente”. Sgt 7: “Industria”. Sgt 8: “Agricultura”. Sgt 9: “Energía”. Sgt 10: “Asuntos Laborales, Empleo y Seguridad Social”. Sgt 11: “Salud”. Sgt 12: “Inversiones”. Sgt 13: “Comercio Electrónico”. Sgt 14: “Integración Productiva”. Sgt 15: “Minería y Geología”. Sgt 16: “Contrataciones Públicas”. Sgt 17: “Servicios”.

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Reuniones Especializadas (re) Reunión Especializada de Agricultura Familiar (reaf). Reunión Especializada de Autoridades Cinematográficas y Audiovisuales (recam). Reunión Especializada de Ciencia y Tecnología (recyt). Reunión Especializada de Comunicación Social (recs). Reunión Especializada de Cooperativas (recm). Reunión Especializada de Defensores Públicos Oficiales del Mercosur (redpo). Reunión Especializada de Autoridades de Aplicación en Materia de Drogas, Prevención de su uso indebido y recuperación de Drogadependientes (red). Reunión Especializada de Estadísticas del Mercosur (rees). Reunión Especializada de la Juventud (rej). Reunión Especializada de Ministerios Públicos del Mercosur (rempm). Reunión Especializada de Organismos Gubernamentales de Control Interno (reogci). Reunión Especializada de Promoción Comercial Conjunta del Mercosur (repccm). Reunión Especializada de Reducción de Riesgos de Desastres Socionaturales, la Defensa Civil, la Protección Civil y la Asistencia Humanitaria (rehu). Reunión Especializada de Turismo (ret). Grupos Ad Hoc (gah) Grupo Ad Hoc Sector Azucarero (gahaz). Grupo Ad Hoc para examinar la Consistencia y Dispersión del Arancel Externo Común (gahaec). Grupo Ad Hoc para la Superación de las Asimetrías (gahsa). Grupo Ad Hoc para los Sectores de Bienes de Capital y de Bienes de Informática y Telecomunicaciones (gahbk/bit). Grupo Ad Hoc Biocombustibles (gahb). Grupo Ad Hoc Dominio Mercosur (gahdm). Grupo Ad Hoc para la Eliminación del Doble Cobro del Arancel Externo Común y Distribución de la Renta Aduanera (gahdoc). Grupo Ad Hoc Fondo Mercosur de Apoyo a Pequeñas y Medianas Empresas (gahfopyme). Grupo Ad Hoc de Consulta y Coordinación para las Negociaciones en el Ámbito de la Organización Mundial del Comercio (omc) y el Sistema Global de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo (gah-omc-sgpc). Grupo Ad Hoc para la Elaboración e Implementación de la Patente Mercosur (gahpam). Grupo Ad Hoc de Reglamentación del Código Aduanero del Mercosur (gahrecam). Fuente: elaboración propia.

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Mercosur 2012: primera ampliación desde su creación

Referencias bibliográficas Bid-intal. (2013). Informe Mercosur, núm. 18, segundo semestre 2012-primer semestre 2013, Sector de Integración y Comercio (int) del intal, diciembre. http://www.iadb.org/intal. Fecha de consulta: marzo de 2014. Cepal. (2012). Balance económico preliminar de América Latina y el Caribe 2012 (30 de noviembre de 2012) y Balance económico actualizado de América Latina y el Caribe 2012 (abril de 2013). http://www.cepal.org ——. (2013, enero). Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2012. Santiago de Chile. http;//www.cepal.org Cmc. (2002a, 29 de junio). Complementación y articulación MercosurUnasur. Mercosur/cmc/dec, núm. 24/12. Mendoza. http://www. mercosur.int, Fecha de consulta: mayo de 2013. ——. (2002b, 29 de junio). Estructura del Grupo Mercado Común y tipología de sus órganos dependientes. Mercosur/cmc/dec, núm. 12/12. Mendoza. http://www.mercosur.int. Fecha de consulta: mayo de 2013. ——. (2012a, 6 de diciembre). Adopción por la República Bolivariana de Venezuela del Arancel Externo Común. Mercosur/cmc/dec, núm. 31/12. Brasilia. http://www.mercosur.int. Fecha de consulta: mayo de 2013. ——. (2012b, 6 de diciembre). Fondo de Promoción de las Cooperativas del Mercosur. Mercosur/cmc/dec, núm. 51/12. http://www.mercosur.int. Fecha de consulta: mayo de 2014. ——. (2012c, 6 de diciembre). Participación de la República Cooperativa de Guyana y de la República de Surinam en el Mercosur. Mercosur/ cmc/dec, núm. 57/12. http://www.mercosur.int. Fecha de consulta: mayo de 2014. ——. (2012d, 6 de diciembre). Participación del Mercosur en la Alianza del Pacífico como Observador. Mercosur/cmc/dec, núm. 64/12. Brasilia. http://www.mercosur.int. Fecha de consulta: mayo de 2013. ——. (2012e, 6 de diciembre). Proceso de adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur. Mercosur/cmc/dec, núm. 68/12. Brasilia. http://www.mercosur.int. Fecha de consulta: mayo de 2013. ——. (2012f, 6 de diciembre). Reglamento del Fondo Mercosur de Garantías para micro, pequeñas y medianas empresas. Mercosur/ cmc/dec, núm 46/12. Brasilia. http://www.mercosur.int, Fecha de consulta: mayo de 2013.

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Fazio, Anabel. (2012, enero). Sistema de Pagos en Moneda Local. Argentina Brasil. Presentación en Seminario Sistemas de Pago: Una perspectiva regional. Mercosur. (2011, 11 de diciembre). Declaración Conjunta de los presidentes de los Estados partes del Mercosur sobre la creación de un grupo de diálogo de alto nivel para la incorporación de nuevos Estados al Mercosur. Montevideo. Pérez Caldentey, Esteban, Titelman, Daniel, y Cipoletta Tomassian, Georgina. (2013, diciembre). Sistema de pagos transnacionales vigentes en América Latina. Aladi, sml y sucre. Cepal, Serie Financiamiento para el Desarrollo. http://www.cepal.org/publicaciones/xml/7/52137/Sistemasdepagostransnacionales.pdf. Fecha de consulta: mayo de 2014. Uniradio. (2013, 5 de abril). Resaltan adopción del arancel común del Mercosur, avn. http://www.unionradio.net/ActualidadUR/nota/ visornota.aspx?id=139516&tpCont=1&idSec=3. Fecha de consulta: abril de 2013.

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La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

Carlos Otto Vázquez1 Teniendo como fondo la existencia de visiones claramente opuestas entre sus países miembros en relación con la manera de entender la concepción general del desarrollo, las formas de funcionamiento y el tipo de inserción en la economía mundial, así como las diferencias y desacuerdos respecto a los componentes centrales en que debe sustentarse el proceso regional de integración, y particularmente respecto a la orientación geopolítica que debe guiar el proceso integracionista, la Comunidad Andina continúa inmersa en un paulatino proceso de deterioro y sin un rumbo definido a pesar de la existencia de una profusa normativa, a consecuencia de la crisis estructural presente en dicho esquema de integración desde hace casi una década, crisis que no ha podido ser superada y que sigue profundizándose a pesar de los esfuerzos institucionales que se vienen efectuando para impulsar tanto los Principios Orientadores como la Agenda Estratégica y su Plan de Implementación, y a pesar también de haberse emprendido un detallado proceso de revisión de la estructura institucional y del funcionamiento del Sistema Andino de Integración. Con importantes antecedentes del incremento en los niveles de confrontación entre sus países miembros, y con la salida de Venezuela hace más de seis años como el epicentro del fracaso en la búsqueda de salidas institucionales concertadas, los hechos ocu-

1.

Economista y maestro en Sociología; profesor de posgrado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México.

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Carlos Otto Vázquez

rridos de manera reciente en materia de inserción internacional, y específicamente en lo que corresponde a la política comercial de cada uno de sus miembros, vuelven a poner de manifiesto la existencia de posturas indisolubles que tienden a acrecentar las tensiones internas y los conflictos de diverso tipo entre los países que conforman la Comunidad. La incorporación y activa participación de Colombia y Perú en la Alianza del Pacífico, por una parte, y la inclusión de Bolivia y Ecuador en el alba-tcp, por otra, a lo que se agrega la reciente adhesión de Bolivia al Mercosur, muestran las grandes diferencias conceptuales existentes al interior de la can. Por un lado, dos países andinos buscando una integración de carácter básicamente neoliberal, que sirve a los intereses estratégicos de Estados Unidos en su lucha con China y, por otro, los otros dos países andinos en un esfuerzo de integración alternativa, de nuevo tipo, en estrecha alianza con Cuba y Venezuela dentro del alba-tcp. Dos tipos de integración: una monroísta y la otra bolivariana, como expresión de la existencia de proyectos geopolíticos encontrados, con países que transitan hacia escenarios posneoliberales, e incluso con componentes no capitalistas, mientras otros países fortalecen e incrementan sus vínculos de dependencia económica, política y militar con Washington. Es con estos elementos constitutivos de fondo que la Comunidad Andina, como mecanismo institucional de integración y cooperación subregional, continúa funcionando casi en automático, intentando avanzar en aquellos aspectos en que todavía es posible encontrar elementos de convergencia entre los países andinos, al tiempo que se acrecientan las graves diferencias en ámbitos sustantivos y se posterga la resolución de aspectos fundamentales como el referido al establecimiento del Arancel Externo Común y la consecuente creación de la Unión Aduanera en el espacio andino. Teniendo presente los aspectos señalados, el presente balance de lo ocurrido con la Comunidad Andina en el año 2012, lo hemos dividido en dos apartados. En el primero se hace un recuento de la evolución de los principales indicadores que dan cuenta del comportamiento económico y comercial de los países de la can, con énfasis en el desempeño del producto interno bruto, las exportaciones totales, las exportaciones intracomunitarias, la inversión 128

La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

extranjera directa y las remesas a los países andinos, entre otros; en el segundo apartado se presentan los aspectos más relevantes del funcionamiento de la can como mecanismo de integración y cooperación regional, tanto en el ámbito de su desarrollo institucional, como en lo referido a las relaciones externas de sus países miembros.

I. La evolución económica y comercial de los países de la can en 2012 A pesar de la caída en el nivel del crecimiento de la economía mundial, consecuencia de un conjunto de factores entre los destacan la recesión sufrida en varios países de la zona euro, la desaceleración de la economía china y el bajo incremento del producto en Estados Unidos, durante 2012 el producto interno bruto de la región andina creció en 5.3%, lo que representó un aceptable desempeño económico si se tiene presente que este incremento se dio en el contexto de disminución de las tasas de crecimiento del comercio mundial y de caída de los flujos de inversión a nivel global hacia los países en desarrollo. En lo que respecta a la evolución del pib por países, en el cuadro 1 se puede ver que éste creció 5.2% en Bolivia, 4.0% en Colombia, 5.0% en Ecuador y 6.3% en Perú, lo que implicó una disminución general respecto al comportamiento del año anterior, a pesar de lo cual el crecimiento del pib andino continuó siendo superior al pib del conjunto de países de América Latina y el Caribe, que fue de 3.0%, a lo que hay que agregar que el pib de la Comunidad Andina ha logrado mantener ritmos de crecimiento superiores al 5% en cuatro de los últimos cinco años.

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Carlos Otto Vázquez

Cuadro 1 Comunidad Andina: comportamiento del producto interno bruto (Tasa de crecimiento anual)

Comunidad Andina Bolivia Colombia Ecuador Perú América Latina

2008 5.9 6.1 3.5 6.4 9.8 4.0

2009 1.6 3.4 1.7 0.6 0.9 -1.9

2010 5.5 4.1 4.0 2.8 8.8 5.9

2011 6.4 5.2 6.6 7.4 6.9 4.3

2012 5.3 5.2 4.0 5.0 6.3 3.0

Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina (2013). Cuentas nacionales, Resolución 1052 para América Latina; cepal (2013), Balance económico actualizado de América Latina y El Caribe 2012, abril.

Si se compara el comportamiento del producto andino en 2012 con el de otros países y regiones del mundo, en el cuadro 2 se puede ver que el alza de 5.3% se situó por encima del crecimiento del producto mundial, del pib de las economías avanzadas, del pib de la economía estadounidense y del pib de los países de la zona euro, el cual tuvo un comportamiento negativo y dentro del cual destaca la fuerte caída de la actividad económica en España e Italia, así como el nulo crecimiento de la economía francesa. Cuadro 2 Comunidad Andina: comportamiento del producto interno bruto frente a otros países y regiones (Tasa de crecimiento anual)

Comunidad Andina Producto mundial Economías avanzadas Estados Unidos Zona euro - Alemania - España - Francia - Italia

2008 5.9 2.8 0.1 -0.3 0.4 0.8 0.9 -0.1 -1.2

2009 1.5 -0.6 -3.5 -3.1 -4.4 -5.1 -3.7 -3.1 -5.5

2010 5.5 5.1 3.0 2.4 2.0 4.0 -0.3 1.7 1.8

Fuente: fmi (2013, abril), Perspectivas de la economía mundial.

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2011 6.4 4.0 1.6 1.8 1.4 3.1 0.4 1.7 0.4

2012 5.3 3.2 1.2 2.2 -0.6 0.9 -1.4 0.0 -2.4

La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

El crecimiento del producto en los países andinos durante 2012 se produjo a la par de una disminución en el índice de precios al consumidor, el cual se situó en 3.0 por para la región andina. Como se puede ver en el cuadro 3, el descenso de la inflación en la región andina fue generalizado, pasando de 6.9 a 4.5% en Bolivia, de 3.7 a 2.4% en Colombia, de 5.4 a 4.2% en Ecuador, y de 4.7 a 2.7% en Perú. El control de precios fue posible gracias a la aplicación simultánea de un conjunto de acciones tomadas en materia de política monetaria así como de política cambiaria, a lo que se añadió un menor incremento en los precios de los alimentos en los mercados internacionales, particularmente durante la primera mitad del año. Cuadro 3 Índice de precios al consumidor (Tasa de variación respecto al año anterior)

can Bolivia Colombia Ecuador Perú

2008 8.1 11.9 7.7 8.8 7.3

2009 1.6 0.3 2.0 4.3 0.1

2010 3.3 7.2 3.2 3.3 2.1

2011 4.6 6.9 3.7 5.4 4.7

2012 3.0 4.5 2.4 4.2 2.7

Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina (sgcan), (s/f), Índice de precios al consumidor armonizado, Decisión 646.

Por lo que se refiere a las relaciones económicas externas, las exportaciones de los países andinos crecieron ligeramente en 2012, para alcanzar un nuevo máximo histórico al situarse cerca de los 138 mil millones de dólares. Como se puede apreciar en el cuadro 4, el incremento se sustentó principalmente en la elevación que tuvieron las exportaciones de Bolivia, que crecieron casi un tercio respecto al nivel del año anterior, así como en el alza de las exportaciones de Colombia y Ecuador, al tiempo que las exportaciones de Perú cayeron en un porcentaje cercano a 5% como resultado de la contracción de las exportaciones dirigidas al mercado europeo así como a Canadá y Estados Unidos, lo que explica el descenso de más de dos mil millones de dólares entre 2011 y 2012 en el total de las exportaciones peruanas. 131

Carlos Otto Vázquez

Cuadro 4 Exportaciones de los países miembros de la Comunidad Andina (Millones de dólares) País can Bolivia Colombia Ecuador Perú

2008 93,654 6,688 37,626 18,432 30,907

2009 77,680 5,249 32,784 13,539 26,109

2010 98,003 6,714 39,552 17,251 34,486

2011 133,370 8,779 56,174 22,292 46,125

2012 137,991 11,606 58,687 23,724 43.975

Variación 3.5% 32.2% 4.4% 6.4% -4.7%

Fuente: Secretaría General de la can (s/f), Comercio exterior de bienes (sicext) Decisión 511.

El incremento en las exportaciones totales de los países de la Comunidad Andina en 2012 se acompañó de una elevación de las exportaciones intracomunitarias, las cuales crecieron en 11.7%, para alcanzar un monto histórico superior a los 10 mil millones de dólares. Bolivia fue el país que proporcionalmente y en números absolutos tuvo un mayor incremento de sus exportaciones intracomunitarias, seguido de Ecuador y Perú, cuyas exportaciones intra-can crecieron en torno a 10%, en tanto que las exportaciones intracomunitarias peruanas se mantuvieron en el mismo nivel que el año previo, oscilando en torno a los 2,350 millones de dólares. Cuadro 5 Comunidad Andina: exportaciones intracomunitarias (En millones de dólares) Países can Bolivia Colombia Ecuador Perú

2008 7,004 479 2,456 2,491 1,579

2009 5,774 535 2,116 1,586 1,538

2010 7,810 636 3,063 2,127 1,984

2011 9,261 714 3,428 2,770 2,350

2012 10,349 1,194 3,741 3.066 2,348

Variación 11.7% 67.2% 9.1% 10.7% -0.1%

Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina (s/f), Comercio exterior de bienes, Decisión 511.

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La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

El mayor crecimiento relativo de las exportaciones intracomunitarias, en relación con el porcentaje de aumento de las exportaciones totales, se tradujo en una elevación del comercio intraandino como porcentaje del comercio total, el cual pasó de representar 7.0% de las exportaciones en el año 2011, a 7.5% en 2012 (véase cuadro 6); este nivel se considera todavía bajo si se tiene en cuenta tanto la importancia potencial que puede llegar a desempeñar el comercio intrazonal como mecanismo que empuje a un mayor incremento en los niveles de actividad económica dentro del área andina, como también si se tiene presente la experiencia acumulada a lo largo de más de cuatro décadas de haber sido creado el esquema de integración andino, con lo que ello implica en términos del diseño y puesta en marcha de diversos instrumentos, planes y programas que a lo largo de cerca de medio siglo no han permitido superar el hecho de que el comercio intracomunitario presente uno de los más bajos niveles si se le compara con otros mecanismos y esquemas de cooperación e integración regionales, dentro y fuera de América Latina, los cuales presentan niveles de intercambio relativo intrazonal mucho más elevados que los que se realizan dentro de la Comunidad Andina. Cuadro 6 Comunidad Andina: exportaciones intracomunitarias como porcentaje de las exportaciones totales (En millones de dólares y en porcentajes)

Exportaciones totales Intracomunitarias Porcentaje del total

2008 93,654 7,004 7.5%

2009 77,680 5,774 7.4%

2010 98,003 7,810 8.0%

2011 133,370 9,261 7.0%

2012 137,991 10,349 7.5%

Fuente: Secretaría General de la can (s/f), Comercio exterior de bienes, Decisión 511.

Por lo que se refiere al destino y origen del comercio exterior de los países de la Comunidad Andina, en el cuadro 7 se puede observar que Estados Unidos sigue siendo el país con el que can concentra el mayor porcentaje de su actividad comercial, ya que representa 28 y 21%, respectivamente, de las exportaciones e im133

Carlos Otto Vázquez

portaciones totales de los países de la Comunidad. En el caso de las exportaciones, la Unión Europea constituye el segundo mercado más importante para los productos andinos, seguida de China que continua desempeñando un papel cada vez más relevante como destino de las exportaciones de los países de la subregión. Comunidad Andina: principales mercados de destino/origen, 2012 País/región Estados Unidos Unión Europea China Comunidad Andina Mercosur Chile Suiza Venezuela Japón Canadá Panamá Corea mcca asean Resto Total exportado

Exportaciones Importancia Importaciones Importancia fob relativa cif relativa 39,083 28% 28,859 21% 19,334 14% 17,793 13% 11,783 9% 22,227 16% 10,349 7% 10,480 8% 9,248 7% 14,481 11% 6,227 5% 3,221 2% 5,986 4% 857 1% 5,135 4% 1,522 1% 4,027 3% 4,465 3% 3.944 3% 2,208 2% 3,901 3% 1,278 1% 2,233 2% 3,837 3% 1,919 1% 419 0% 1,568 1% 3,197 2% 13,256 10% 21,724 16% 137,991 100.0% 136,567 100.0%

Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina (2013), Comercio exterior en la Comunidad Andina 2012. Sistema Integrado de Comercio Exterior (sicext). Decisión 511. sg/de 582/Rev.1, 6 de marzo.

Por cuanto hace a las importaciones, China ha seguido consolidando su papel como segundo país proveedor, al ingresar más de 22 mil millones de dólares en importaciones a los países del esquema andino de integración, dejando muy atrás a la Unión Europea, que se sitúa en el tercer lugar con menos de 18 mil millones de dólares. En el mismo cuadro 7 se puede apreciar también que las importaciones provenientes del Mercosur superan ampliamente el volumen del comercio intracomunitario, ubicándose de esta 134

La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

forma como el cuarto mayor proveedor de bienes y servicios para los países andinos con más de 14 mil millones de dólares. También como parte de sus relaciones económicas externas, en el año 2012 se produjo un aumento significativo en el monto de inversión extranjera directa que ingresó a la región andina, de forma que ésta alcanzó un cifra superior a los 30 mil millones de dólares, lo que representó un incremento de cerca de 30% respecto a lo ingresado el año anterior. Por países, en el cuadro 8 se puede apreciar que Colombia y Perú concentraron más de 28 mil millones de dólares de los flujos de ied que ingresaron a la región y que equivalen a más de 93% del total. Cuadro 8 Comunidad Andina: flujo de inversión extranjera directa (En millones de dólares) 2008 can Bolivia Colombia Ecuador Perú

2009

2010

2011

2012

19,880 14,561 16,311 23,343 30,155 1,302 687 936 1,033 1,505 10,597 7,137 6,757 13,438 15,824 1,057 306 163 639 587 6,924 6,431 8,455 8,233 12,240

Variación Porcentaje 2012/2011 del total 29.2% 100.0% 45.7% 5.0% 17.8% 52.5% -8.1% 1.9% 48.7% 40.6%

Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina, sobre la base de información oficial de los bancos centrales de los países miembros.

En lo que hace a Bolivia, también se presentó un incremento importante de los flujos ingresados que hizo posible que la inversión creciera en más de 45% entre 2011 y 2012, en tanto que para el caso de Ecuador, la inversión extranjera directa se situó en 587 millones de dólares, lo que representó una disminución de alrededor de 8% en relación con el comportamiento que tuvo este indicador el año previo. Por lo que corresponde a la evolución de las remesas recibidas en el año 2012 por los países miembros de la Comunidad Andina, éstas sufrieron una disminución de alrededor de 1.5%, para situarse en 10,393 millones de dólares. En el cuadro 9 se puede observar que las remesas tuvieron un comportamiento diferenciado: incre135

Carlos Otto Vázquez

mentándose en los casos de Bolivia y Perú, en 7.2 y 3.4% respectivamente, y disminuyendo en los casos de Colombia y Ecuador en 2.3 y 8.5% respectivamente. Los resultados obtenidos tienden a acentuar la tendencia a la caída que se ha venido presentando en la llegada de remesas a los países andinos en los últimos años, ya que tan sólo en el periodo que abarca del año 2008 al 2012, se ha reducido la llegada de remesas en más de mil millones de dólares. En este panorama ha sido Colombia, con un descenso cercano a los 800 millones de dólares entre uno y otro año, la que se ha visto más afectada en el comportamiento de este indicador. De la misma forma, la caída en Ecuador, en más de 600 millones entre lo que ingresaba en 2008 y lo que ingresó en 2012, ha venido a impactar en aquellos sectores para los cuales la recepción de divisas constituye un elemento sustantivo de sus ingresos totales. Lo anterior, además, se presenta en un contexto en el que no es posible observar, cuando menos en el corto plazo, un cambio sustantivo en el comportamiento de la tendencia prevaleciente y en que la incertidumbre y la inestabilidad parecen ser las constantes en los mercados laborales en los países desarrollados, con lo que ello tiende a impactar en el envío de divisas bajo la forma de remesas a los países latinoamericanos. Cuadro 9 Remesas recibidas por los países de la Comunidad Andina (Millones de dólares) País can Bolivia Colombia Ecuador Perú

2008 11,466 1,097 4,842 3,083 2,444

2009 10,312 1,023 4,145 2,736 2,409

2010 10,019 939 4,023 2,523 2,534

2011 10,549 1,012 4,168 2,672 2,697

2102 10,393 1,085 4,074 2,446 2,788

Variación -1.5% 7.2% -2.3% -8.5% 3.4%

Fuente: Comunidad Andina, Secretaría General, con base en información oficial de los bancos centrales de los países miembros.

136

La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

II. Otros aspectos relevantes del funcionamiento de la Comunidad Andina en 2012 Además de dar cuenta de lo ocurrido en el ámbito económico y comercial de los países de la Comunidad Andina durante 2012, en este segundo apartado interesa destacar un conjunto de sucesos que se desplegaron a lo largo del año, tanto en el marco de la dinámica interna de funcionamiento de la estructura institucional de la can, como también en lo referido a las relaciones externas de los países de la Comunidad con otros países, grupos de países y regiones. Por lo que hace a la dinámica interna de funcionamiento de la Comunidad, en el ámbito administrativo y como parte de la normativa andina, en el año 2012 se aprobaron un total de seis Decisiones, destacando entre ellas la Decisión 773 del 30 de julio de 2012, mediante la cual el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, reunido en forma ampliada con la Comisión de la Comunidad Andina, decidió encargar la consultoría para el proceso de reingeniería del Sistema Andino de Integración (sai) a la cepal y a la Fundación Getulio Vargas, creando un Comité Coordinador del Proceso de Reingeniería del sai conformado por un representante de cada uno de los países miembros, el cual será coordinado por el país que ejerza la Presidencia Pro-témpore de la can. Este Comité tendrá como función apoyar, supervisar y monitorear los trabajos que se vayan realizando como parte de la consultoría, mientras que la Secretaría General de la Comunidad Andina participará también en el proceso de reingeniería, para que ésta pueda llevarse a cabo de manera eficaz y en los plazos establecidos. De las demás Decisiones aprobadas en 2012, interesa señalar la Decisión 774, del 30 de julio de 2012, mediante la cual el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores de manera conjunta con la Comisión de la Comunidad Andina, aprobó la Política Andina de Lucha contra la Minería Ilegal, la cual tiene entre sus objetivos enfrentar de manera coordinada a la minería ilegal por atentar contra la seguridad, economía, recursos naturales y la salud humana, para lo cual se pretende vigilar la importación, exportación, transporte, procesamiento y comercialización a nivel andino de minerales y productos provenientes de la minería ilegal, 137

Carlos Otto Vázquez

desarrollando acciones que contribuyan al uso racional de los recursos naturales y la sostenibilidad ambiental, tomando en cuenta la inclusión social de los habitantes andinos asentados en las zonas de desarrollo minero. Como parte de la Normativa Andina, la Comisión de la Comunidad Andina, a través de la Decisión 776, del 6 de noviembre de 2012, aprobó la Agenda Temática Andina de Ciencia y Tecnología, que tiene como objetivo impulsar programas y proyectos que mejoren la gestión institucional de los países miembros en materia de ciencia, tecnología, conocimientos tradicionales y saberes ancestrales, fortaleciendo las capacidades técnicas y operativas de las comunidades científicas y tecnológicas andinas, con respeto a los derechos colectivos de los pueblos y comunidades y de las culturas locales. Entre los productos derivados de la aplicación de esta decisión, se realizará un Estudio Andino de Aprovechamiento de Recursos Estratégicos en función de las potencialidades de cada país miembro, así como la articulación de redes nacionales de científicos y de entidades vinculadas al tema, para fortalecer el mercado ampliado de la Comunidad. También como parte de la dinámica interna de funcionamiento de la institucionalidad comunitaria, durante la vi Reunión Ordinaria del Consejo Andino de Ministros de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, celebrada el 10 de abril de 2012 por videoconferencia, los países de la can aprobaron la Agenda Ambiental Andina para el periodo 2012-2016, así como el Plan de Acción de la Estrategia Andina para la Gestión Integrada de Recursos Hídricos. Teniendo en cuenta que el territorio andino concentra alrededor de 20% de la biodiversidad del planeta, 10% del agua dulce del mundo y 33% del área boscosa de la Tierra, la Agenda Ambiental pretende guiar las acciones conjuntas de los países andinos en materia de cambio climático, biodiversidad y recursos hídricos. El objetivo general de la Agenda Ambiental es definido en función de “orientar acciones conjuntas para la coordinación de políticas y estrategias comunitarias, que contribuyan a mejorar la gestión ambiental y el desarrollo sostenible/sustentable en armonía con la naturaleza, profundizando el proceso de integración y fortaleciendo las capacidades nacionales y subregionales en ma138

La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

teria ambiental”, para lo cual la Agenda consta de los siguientes elementos orientadores: 1. El enfoque ecosistémico: mediante el cual se pretende manejar una visión integral del medio ambiente, destacando la interdependencia e interrelación existente entre los organismos vivos, el medio físico y las sociedades humanas. 2. La dimensión subregional: que se construye con base en la experiencia de los países miembros en la construcción de sus agendas ambientales nacionales, así como en la Agenda Ambiental Andina 2006-2010, incluyendo a nivel subregional las prioridades en biodiversidad, cambio climático y recursos hídricos en las que confluyen los países miembros. 3. La contribución para fortalecer las agendas ambientales nacionales: reflejando los intereses y prioridades de los cuatro países miembros de la can, pero agregando metas a nivel regional, por lo que la Agenda Ambiental debe cumplir las veces de vínculo entre las respectivas agendas nacionales y los objetivos propuestos a nivel subregional en materia ambiental. 4. La generación de sinergias evitando la duplicidad de esfuerzos: para potenciar los resultados de los distintos Consejos, Comités y Programas de la Comunidad Andina relacionados con el tema ambiental; así como entre los diversos esquemas subregionales de integración; y también respecto a los compromisos adquiridos por los países andinos en diversos foros de Naciones Unidas y a nivel de América Latina, como la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, las Metas de Desarrollo del Milenio y el Convenio sobre Diversidad Biológica, entre otros. 5. La promoción de alianzas estratégicas: buscando la participación de diferentes sectores sociales que aporten su experiencia técnica, así como el financiamiento para la ejecución de las múltiples acciones contenidas en la Agenda. 6. La optimización de los recursos de la cooperación técnica: buscando que las iniciativas, programas y proyectos conjuntos, formulados por las autoridades de los países miembros sean apoyados por organismos internacionales, agencias de países amigos o por organismos no gubernamentales. 139

Carlos Otto Vázquez

Con instrumentos jurídicos producto de la institucionalidad comunitaria, con la Agenda Ambiental se busca hacer frente a uno de los problemas más graves de la grave crisis multidimensional en marcha, en este caso abordando lo referido a la crisis ambiental ante la necesidad de los países de la región de definir un conjunto de compromisos mínimos que guarden relación con la defensa de la naturaleza y la vida. Por último, en otro de los aspectos que se desprenden de la dinámica interna de funcionamiento de la can, a finales de julio de 2012 Ecuador asumió la Presidencia Pro-témpore de la Comunidad Andina por un año y su canciller se comprometió a apoyar el proceso de reingeniería de la institución que había sido iniciado por Colombia. En lo que hace a las relaciones externas de los países de la Comunidad Andina, a lo largo de 2012 se desplegaron un conjunto de iniciativas como expresión de la activa participación que en materia exterior vienen desarrollando los países de la can. En tal sentido, algunos de los hechos centrales que es necesario destacar en este ámbito, que es por cierto donde se plasman con mayor claridad las profundas diferencias existentes entre los países miembros respecto a la orientación geopolítica así como a los contenidos y rumbos de la vinculación con el exterior, son los siguientes: La firma, el 6 de junio de 2012, por parte de dos países pertenecientes a la Comunidad Andina, Colombia y Perú, junto con México y Chile, del Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico. La Alianza del Pacífico se autodefine como una iniciativa de integración regional que tiene entre sus objetivos construir un área de integración profunda para avanzar hacia la libre circulación de bienes y servicios, capitales y personas, que busca “convertirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial y de proyección al mundo, con especial énfasis en Asia-Pacífico”. Teniendo sus antecedentes en la primera Cumbre Presidencial de Lima, efectuada el 28 de abril de 2011, a las que siguieron la II Cumbre, realizada en Mérida el 4 de diciembre de 2011; la Cumbre Virtual, del 5 de marzo de 2012; la iv Cumbre, que tuvo lugar en Antofagasta el 6 de junio de 2012; la V Cumbre, realizada en Cádiz, España, el 17 de noviembre de 2012 en el marco de la Cumbre 140

La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

Iberoamericana; y la vi Cumbre, que tuvo lugar en Santiago el 27 de enero de 2013, la Alianza del Pacífico constituye una iniciativa política diseñada para agrupar a los países de la región en función de los intereses estratégicos de Estados Unidos, con el fin de hacer frente a China en la lucha por la hegemonía que los estadounidenses sostienen con el país asiático, a lo que se agrega el interés estadounidense por convertir a la Alianza del Pacífico en un Caballo de Troya que entorpezca el avance de la integración suramericana, en el marco de la confrontación geopolítica que mantiene con los países del cono sur, los cuales vienen impulsando un nuevo regionalismo estratégico que tome distancia de las propuestas de Washington. También en materia de política exterior, el 15 de mayo de 2012 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos. El tratado, que había sido suscrito el 22 de noviembre de 2006, por fin pudo concretarse después de que durante casi seis años el Congreso de Estados Unidos fue añadiendo nuevas exigencias a Colombia, las cuales quedaron contenidas en instrumentos jurídicos como el Protocolo Modificatorio al Acuerdo de Promoción Comercial Colombia-Estados Unidos, de junio de 2007, y en el Plan de acción relacionado con los derechos laborales, que fue estipulado como nueva condición en abril de 2011. Por lo que hace a las relaciones con otros grupos de países, el 26 de junio de 2012 fue suscrito en Bruselas el Acuerdo Comercial entre Colombia y Perú con la Unión Europea. El acuerdo al que finalmente se llegó, y cuyas negociaciones habían concluido el 19 de mayo de 2010 en Madrid, en el marco de la vi Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea con América Latina y El Caribe, constituye una expresión del fracaso en las negociaciones entre los países andinos como bloque y con la Unión Europea, si se tiene en cuenta que en principio, con base en lo establecido en la xvii Reunión Ordinaria del Consejo Presidencial Andino celebrado en Tarija, Bolivia, en junio de 2007, lo que se pretendía era alcanzar un amplio Acuerdo de Asociación entre la can y la ue como bloques, que se sustentaría en tres grandes pilares: el político, lo comercial y la cooperación. El Acuerdo Comercial suscrito por Colombia y Perú con la Unión Europea se inscribe en la lógica de los tratados que, desde 141

Carlos Otto Vázquez

la perspectiva de una integración de corte neoliberal, centra su objetivo y el grueso de sus acciones en el incremento de los flujos comerciales, dejando de lado aspectos sustantivos como los referidos al reconocimiento de las asimetrías entre regiones y países, y a la consecuente adopción de medidas para asegurar el trato especial y diferenciado hacia los países de menor desarrollo relativo. Estos aspectos, por cierto, ya habían sido tomados en cuenta en su momento en la Decisión 667 de la normativa jurídica de la Comunidad, de fecha 8 de junio de 2007, mediante la cual se reconocía la existencia de diferentes niveles de desarrollo y enfoques económicos, los cuales deberían ser tomados en cuenta en la negociación conjunta con la Unión Europea, y se enfatizaba que las asimetrías debían reflejarse en los compromisos adquiridos entre las partes, para asegurar un trato especial y diferenciado a Bolivia y Ecuador, países que, debido a las profundas diferencias conceptuales que tienen con Colombia y Perú respecto al tipo de acuerdo a suscribir y a los contenidos que deberían formar parte del mismo, terminaron por alejarse de las conversaciones, las que dieron como resultado un Acuerdo similar a los que, de forma previa, Colombia y Perú habían suscrito también con Washington. Por lo que respecta a Perú, además de la firma del Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico y de la suscripción del Acuerdo Comercial con la Unión Europea, a los que ya se hizo referencia, el 1 de febrero de 2012 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Perú y México, el cual había sido firmado el 6 de abril de 2011 y cuyos antecedentes inmediatos fueron la aprobación del mismo por parte del Senado mexicano, el 15 de diciembre de 2011, así como la correspondiente publicación del decreto por parte del Gobierno mexicano, lo cual ocurrió el 9 de enero de 2012. También como parte de sus relaciones externas, el 1 de mayo de 2012 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Perú y Panamá, para el cual dieron inicio las negociaciones en el año 2010 y que fue suscrito por los representantes de ambas naciones el 25 de mayo de 2011. En lo que corresponde a Bolivia, sin duda uno de los aspectos más relevantes de sus relaciones externas lo constituyó la suscripción de Bolivia el 7 de diciembre de 2012 del Tratado de Adhesión al Mercosur, lo que implica que Bolivia está en proceso de convertirse en miembro pleno de este esquema de integración. La incor142

La Comunidad Andina en 2012: concepciones encontradas, caminos divergentes

poración de Bolivia al Mercosur ha generado diversas reacciones tanto dentro como fuera de la estructura institucional de la can, en función de los compromisos y de los desafíos que conllevaría la doble pertenencia —a la can y al Mercosur—, así como también de las posibles incompatibilidades que pudieran derivarse de esa doble pertenencia. Al mismo tiempo, dicha incorporación es también analizada desde otra perspectiva como un paso intermedio para avanzar en el proceso de convergencia y compatibilización entre ambos mecanismos subregionales, con el propósito de conducir a la integración suramericana a estadios superiores en el contexto del nuevo regionalismo estratégico por el que atraviesa América Latina.

Conclusiones Como se puede apreciar, el balance de lo ocurrido con la Comunidad Andina en el año 2012 en materia económica muestra que los países de este mecanismo subregional de integración tuvieron un buen desempeño si se tiene presente el comportamiento de los principales indicadores que dan cuenta del comportamiento económico y comercial de los países de la can, y particularmente la evolución del producto interno bruto, la inflación, las exportaciones totales, las exportaciones intra-can y la inversión extranjera directa. Dicho comportamiento, por lo demás, se dio en un contexto negativo del escenario internacional, el cual se caracterizó por el lento crecimiento del producto mundial, la disminución en la tasa de crecimiento del comercio, así como la caída de la inversión hacia los países en desarrollo. El buen desempeño económico, sin embargo, no implicó la desaparición de una serie de conflictos, roces y tensiones que prevalecen en diferentes ámbitos del mecanismo andino de integración. Tales conflictos, que se desprenden en buena medida de la existencia de concepciones generales encontradas respecto a aspectos sustantivos de la dinámica integracionista, lejos de disminuir se han ido acumulando y acrecentando conforme se van haciendo cada vez más evidentes las diferencias en aspectos fundamentales como el referido a la orientación geopolítica que debe 143

Carlos Otto Vázquez

tener el proyecto de integración, así como el tipo de vínculos que deben establecerse con Estados Unidos. Han sido precisamente estas diferencias las que han conducido no sólo a una elevación de los niveles de confrontación y agravamiento de las posturas encontradas, sino a una particular especie de atrofia de la institucionalidad integracionista dentro de la can, que se muestra incapacitada para resolver los aspectos de fondo que constituyen el centro de las disputas entre sus países miembros. Con proyectos de inserción internacional claramente divergentes, que tienen tras de sí concepciones profundamente encontradas, como es el caso de la Alianza del Pacífico, por un lado, y del alba-tcp por otro, la Comunidad Andina parece naufragar esperanzada en que estadios superiores de integración, como Unasur o la celac, puedan terminar de imponerse como expresión de la convergencia de los mecanismos de integración existentes, para permitir de esta manera dejar atrás de la forma más digna posible lo que durante cerca de medio siglo constituyó un referente importante para otros mecanismos de integración en la región.

144

El alba-tcp, 2012: entre esperanzas y desencuentros

Ximena Roncal Vattuone1 Desempeño económico El 2012, año en que el panorama mundial se caracterizó no sólo por una reducción del crecimiento de las economías centrales y desaceleración de los países emergentes, sino también por el incremento de la incertidumbre en los mercados financieros internacionales, derivado de los fuertes desequilibrios de las principales economías con pocas respuestas de políticas de recuperación, la tambaleante sostenibilidad de la zona euro y la vulnerabilidad de la política fiscal estadounidense. En lo que respecta a América Latina y el Caribe, los efectos en el ritmo de la actividad económica aunque también mostraron una desaceleración respecto a 2011, resultado de la interacción entre el deterioro de la economía mundial, el patrón de especialización de la región y las políticas que se aplicaron se evidenció cierta resiliencia para enfrentar choques de origen externo. Se registró un crecimiento del pib de la región 3.1% mayor que el crecimiento mundial, que fue de 2.2% (cepal, 2012). En este contexto, y de manera particular el desempeño económico de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado Comercial de los Pueblos (alba-tcp) registró tasas de crecimiento positivo e incluso superior al crecimiento de la región; tal es el caso del Estado Plurinacional de Bolivia 5%, Ecuador 5.01%, Nicaragua 5.2%, República

1.

Doctora en Economía Política del Desarrollo. Docente-Investigadora en el Instituto Internacional de Integración-Convenio Andrés Bello.

145

Ximena Roncal Vattuone

Bolivariana de Venezuela 5.3% y Cuba que registró una tasa menor de 3.1%, mientras que Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas registraron un crecimiento menor a 2%. El comportamiento de la inflación boliviana en 2012 se mantuvo estable, cerrando en 4.5%. En Ecuador la tasa de inflación al consumidor se ubicó en 4.16%, en Nicaragua la inflación acumulada al mes de diciembre se situó en 6.62%, frente a 7.95% en 2011. Por su parte, en Venezuela el índice nacional de precios al consumidor se ubicó en 19.9%, respecto a 27.6% en 2011. La inflación se situó, en términos generales, dentro de los rangos fijados o previstos por las autoridades, aunque el aumento de los precios de los alimentos tuvo el mayor impacto en el leve repunte de la inflación. Por su parte, la región registró un déficit de cuenta corriente cercano a 2.5% del pib, en un contexto de mantenimiento de los precios de las principales materias primas de exportación. Aun así, el ingreso neto de capitales a la región continuó siendo robusto (Sucre, 2012).

A la luz del desempeño económico brevemente analizado, a continuación se realiza un recuento de los avances logrados en el desenvolvimiento de la Alianza en 2012, año en el se cumplieron ocho años de su fundación. Los avances logrados son indiscutibles pero también es innegable que se enfrenta a diversos desafíos tanto políticos, económicos e incluso sociales, y 2012 no ha sido la excepción. En tal sentido, nos detenemos a analizar su desenvolvimiento en las dimensiones que consideramos fundamentales para el bloque; la estrategia económica y comercial, los convenios de cooperación energética y la dimensión social, para finalmente reflexionar sobre los desencuentros del alba-tcp y los principales retos que enfrenta para su fortalecimiento como un proceso constructor de políticas y acciones diferentes a la visión dominante de la integración.

La estrategia económica En lo referente al Sistema Único de Compensación de Pagos, […] el año 2012 se caracterizó por la consolidación del Sucre como el sistema de pagos de mayor crecimiento de la región; lo cual, en sus tres años de

146

El alba-tcp, 2012: entre esperanzas y desencuentros

existencia, representa un hito en el contexto histórico de la evolución de los sistemas de pagos en América Latina y el Caribe, en el marco de los procesos regionales de integración y cooperación (Sucre, 2012).

El Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) fue creado como un mecanismo de cooperación, integración y complementación económica y financiera que sirve para la canalización de pagos internacionales resultantes de las operaciones de comercio recíproco entre los países miembros del alba-tcp, con el propósito de alcanzar mayor soberanía monetaria y financiera, así como mayor independencia del dólar estadounidense y de esa manera contribuir al desarrollo de la región latinoamericana y caribeña. En 2012 las asignaciones de “sucres” por parte del Consejo Monetario Regional se incrementaron en 273%, sumando xsu2 450 millones en relación con los 164.8 millones asignados en 2010. La totalidad de estas asignaciones fueron para la República Bolivariana de Venezuela y se mantuvieron sin variaciones las asignaciones de Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua. De acuerdo con el Informe de gestión del Sucre 2012, en el total de las transacciones de importación realizadas la República Bolivariana de Venezuela se consolidó como el primer importador de las operaciones transadas con el Sucre con 92.78%, seguido de Ecuador con 7.10% y el Estado Plurinacional de Bolivia 0.12% del total tramitado, si bien es cierto que Cuba no gestionó operaciones de importación, realizó 10 operaciones de exportación por valor de xsu 2’733,731.94. La participación de las empresas que utilizaron el Sucre como mecanismo de pago se incrementó en 310%, alcanzando un total de 336 respecto a las 82 contabilizadas en el año 2011. De las transacciones realizadas, 92% correspondió al sector privado, las empresas públicas 6.83% y las empresas mixtas 1.09%. El sector privado tiene dentro del Sucre, y por ende dentro del alba-tcp, una presencia importante. Este sector, contrario a lo que se dice, ha tenido

2.

La Unidad de Cuenta Común “Sucre” está inscrita ante la Organización Internacional de Estandarización (iso, por sus siglas en inglés) bajo el código xsu 994.

147

Ximena Roncal Vattuone

un espacio cercano a 91% en transacciones económicas y operaciones comerciales dentro del Sucre (Sanz, 2012).

En cuanto a la participación de los sectores económicos, el sector de bienes de consumo se destacó como el rubro de mayores transacciones dentro de la Zona Sucre, llegando a 46% del total tramitado, mientras las industrias mecánica y química alcanzaron 16 y 19%, respectivamente, mostrando un considerable crecimiento en comparación con el año 2011, cuando los mismos alcanzaron 6% y 15% del total, respectivamente (Sucre, 2012). Otro avance importante fue la aprobación, por parte de la Asamblea Nacional de Nicaragua, del Tratado Constitutivo del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) el 28 de noviembre de 2012, y la ratificación, por parte de Presidencia de la República, el 12 de diciembre, mismo que entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2013. Actualmente los países que forman parte del Sucre son Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. En el marco de la xi Cumbre Ministerial (la única en este año) realizada en Caracas, Venezuela los días 4 y 5 de febrero de 2012, se decide la creación del Espacio Económico del alba-tcp (ecoalba-tcp), como una zona de desarrollo compartido que se formaliza con la firma del acuerdo para su constitución. Uno de los principales objetivos de este espacio es el mancomunar esfuerzos solidarios en la superación total de la pobreza, la exclusión social y la dependencia externa; con miras a reivindicar los principios del comercio solidario, impulsar y dinamizar la capacidad productiva de la región, transformar el aparato productivo en función de las necesidades, capacidades y potencialidades, promover y facilitar el intercambio comercial, reconociendo las asimetrías existentes entre los países (alba: 2012) con la finalidad de satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los pueblos y ampliar el nuevo modelo alternativo de relaciones económicas. El Acuerdo se compone de 23 artículos; en su primer artículo se definen las cinco implicaciones del espacio económico. 1. Ordenamiento y dinamización del acuerdo entre las partes, potenciando el encadenamiento productivo y comercial complementario que se regirá por el proceso de desarrollo compartido 148

El alba-tcp, 2012: entre esperanzas y desencuentros

encaminado al posicionamiento del bloque a nivel internacional; 2. Circulación de bienes y articulación de los medios de producción entre las partes, para atender la demanda intrarregional y propiciar el escalamiento productivo a través de mecanismos como la desgravación arancelaria, énfasis en el intercambio de materias primas, bienes de capital, bienes intermedios y de consumo final en función de los planes de desarrollo de cada uno de los países miembros; 3. Articulación de políticas económicas entre las partes, que aseguren la complementariedad mediante la identificación y evaluación de los espacios de interés mutuos, así como la elaboración de estrategias intrarregionales para hacer frente a terceros Estados, bloques de Estados, áreas de comercio u organismos internacionales; 4. Especialización productiva en función de las fortalezas de cada miembro, para superar las asimetrías existentes tanto al interior de cada país como entre las partes; 5. Utilización de los mecanismos e instrumentos de la Nueva Arquitectura Financiera Regional3 para la consolidación del Banco del alba, como el instrumento para el financiamiento de los proyectos y empresas Grannacional así como del Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre), generando una tendencia de su utilización de 20% en el intercambio comercial entre las partes con la finalidad de ir incrementando este monto. En el artículo 2 se establecen los 26 principios4 que regirán el espacio y en el artículo 14 se hace referencia a la creación de una instancia de investigación económica en asuntos del alba-tcp,

3.

Debido a que Antigua y Barbuda, la Mancomunidad de Dominica y San Vicente y las Granadinas pertenecen a la Unión Monetaria del Caribe Oriental (umco), de la Unión Económica de la oeco y de la Caricom, en el artículo 15 se plantea la necesidad de que el alba-tcp realice conversiones con la umco, la oeco y la Caricom sobre el Sucre y los acuerdos arancelarios asociados al comercio. 4. Destacamos los siguientes: 1. Comercio de cooperación y complementariedad soberano entre los pueblos, las naciones y sus empresas, apoyo incondicional para las economías más débiles; 2. Fortalecimiento de los Estados reconociendo su papel en tanto el desarrollo socioeconómico como el regulador de la economía; 3. Respeto a los derechos de la madre Tierra impulsando la sostenibilidad en armonía con la Naturaleza; 4. Desarrollo de la soberanía y seguridad alimentaria de los países miembros que garantice el acceso de la población con calidad y cantidad social e integral; 5. Protección de los derechos de los trabajadores, de los derechos humanos y de los derechos de los pueblos indígenas.

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Ximena Roncal Vattuone

encaminada a desarrollar las bases científicas para la creación endógena de desarrollo científico y tecnológico. Uno de los principales objetivos de la zona de desarrollo compartido es el de poner en práctica el Tratado de Comercio de los Pueblos, en la cual los países deberán eliminar cualquier tipo de barreras que obstruyan la complementariedad así como tomar las decisiones que consideren necesarias en las desgravaciones arancelarias asimétricas y no recíprocas como medida de protección a las industrias nacientes. Un comercio con orientación al impulso del desarrollo de los nuevos modos de vida en un contexto de soberanía y beneficio compartido. En lo que se refiere al Banco del alba,5 éste se consolida como el apoyo fundamental en las actividades del Sistema Unitario de Compensación Regional; desarrollando el Sistema Informático sis, mecanismo con el que procesa y se hace el registro de las transacciones entre los bancos centrales que forman parte del Sucre; el Banco del alba participa en la gestión y administración de la Cámara Central de Compensación de Pagos del Sistema, operando como banco agente, además de administrar el Fondo de Reservas y Convergencia Comercial del Sistema en su calidad de ente fiduciario. […] en el marco de la xi Cumbre del alba, y del acuerdo allí tomado para crear ecoalba, se destacó la necesidad de potenciar el Banco del alba, definiendo para él una adecuada arquitectura institucional y asegurando el desarrollo de las áreas de reserva y capitalización plena del banco, así como el cumplimiento de la integración financiera y la promoción de inversiones estratégicas. En dicha Cumbre además se recibió la propuesta del presidente de Venezuela de colocar en el Banco del alba el 1% de las reservas internacionales de cada país miembro de la Alianza, así como la decisión de Venezuela de hacerlo así, implicando esto último la incorporación de casi 300 millones de dólares a las reservas de dicho Banco (sela, 2012).

5.

Con un capital suscrito de mil millones de dólares, el Banco del alba inició sus funciones a partir del 1 de septiembre de 2009. Desde su fundación apoya proyectos sociales en los países miembros, alba Cultura, alba Educación, alba Salud y alba Alimentación; ha desarrollado una cartera de proyectos en el ámbito de la energía, el ambiente y las telecomunicaciones; además de administrar el Fondo alba-Petrocaribe.

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El alba-tcp, 2012: entre esperanzas y desencuentros

Convenios de cooperación energética Pdvsa América S. A. a través de sus empresas filiales y mixtas adelanta en muchos países de la región, negocios y proyectos en exploración y producción de crudo y gas, refinación, almacenamiento, logística y comercialización, el posicionamiento de la marca pdv® y pdv Sur en los mercados al detalle, así como desarrollo naval, bajo un enfoque de cooperación e integración con énfasis en el compromiso social (pdvsa, 2012).

Teniendo como base la cooperación internacional, señalamos los avances más destacados durante el año 2012 en la Región Andina, Región Sur y la Región de Centroamérica y el Caribe. Petrocaribe es el mecanismo a través del cual los países miembros tienen provisión de petróleo y combustibles por parte de Venezuela, mediante condiciones financieras que permiten el pago diferido del 5 al 70% de la factura petrolera, con base en el precio del barril del petróleo, con una tasa de interés de 2% y un plazo de 15 años más dos de gracia mientras el precio del petróleo esté por debajo de los 40 dólares, y condiciones más preferenciales de 1% de interés y pago en 23 años más dos de gracia, si el precio está por encima de los 40 dólares. En este año, en el marco de la constitución de Empresas Mixtas, cuya creación tiene entre sus principales objetivos darle viabilidad a la transferencia tecnológica y al desarrollo socioproductivo de los países signatarios, el Acuerdo Petrocaribe cuenta con una filial en la República de Cuba, pdvsa Cuba, S. A., y 13 empresas mixtas en nueve países miembros: Cuba, Belice, Dominica, Jamaica, Nicaragua, República Dominica, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Haití y una en El Salvador, país que se encuentra en proceso de integración. De acuerdo con datos del Informe de pdvsa 2012, se registró un incremento de 76% en relación con el monto de los productos recibidos en el año 2011 (868 miles de millones de dólares estadounidenses de 2012 /493 miles de millones de dólares estadounidenses de 2011), por concepto de la compensación comercial realizada como parte del pago de su factura energética de los países adscritos a los acuerdos alba y Petrocaribe, principalmente países como Guyana y República Dominicana, destacando Nicaragua con 151

Ximena Roncal Vattuone

92% de incremento del intercambio en relación con 2011 (713 miles de millones de dólares estadounidenses de 2012 /372 miles de millones de dólares estadounidenses de 2011). Este mecanismo de cooperación e integración lo constituyen hasta la fecha 18 países. Entre los logros más importantes de Petrosur6 en 2012 se encuentra el suministro a las empresas argentinas Enarsa y Cammesa, un volumen de 25.6 mbd de gasoil y Fuel Oil en el marco del Convenio Integral de Cooperación. Las actividades de comercio y distribución que se desarrollan en Brasil, se llevan a cabo a través de pdvsa Combustiveis e Lubrificantes Ltda., con el apoyo de pdvsa América, S. A. Durante el año 2012, pdvsa América, S. A. adelantó las gestiones conducentes para la integración de pdvsa Combustiveis e Lubrificantes Ltda. a su estructura […] El suministro de crudo a Uruguay, bajo el esquema del Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas, se ubicó en 19.6 mbd, duplicando el suministro del año anterior (pdvsa, 2012).

Petroandina tiene sus orígenes en el pacto del xvi Consejo Presidencial Andino realizado el 18 de julio de 2005 en Lima, como una instancia multinacional de alianza estratégica de organismos estatales petroleros y energéticos de cinco países: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, “para impulsar la interconexión eléctrica y gasífera, la provisión mutua de recursos energéticos y la inversión conjunta en proyectos”. En la gestión 2012 esta iniciativa avanzó en el plan de exploración y explotación de siete bloques en el Subandino Sur y cinco en el Subandino Norte, a través de la empresa mixta ypfb Petroandina sam (pdvsa Bolivia S. A. 40% y ypfb 60%). La empresa mixta Endeandina sam obtuvo la asignación para la construcción de la Planta Termoeléctrica Warnes, cuya capacidad es de 160 mw y se ubicará en el Departamento de Santa Cruz. Por su parte, pdvsa Ecuador S. A. y ep Petroecuador, a través de

6. Es la iniciativa de creación de una empresa energética petrolera multinacional formada por Argentina, Brasil y Venezuela, alianza estratégica dirigida a financiar proyectos de exploración y explotación de gas y de petróleo. Las empresas estatales participantes son Petróleos Brasil (Petrobras), Energía Argentina S. A. (Enarsa) y Petróleos de Venezuela S. A. (pdvsa) con el propósito de desarrollar de manera conjunta actividades en la cadena de los hidrocarburos.

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El alba-tcp, 2012: entre esperanzas y desencuentros

la empresa mixta Refinería del Pacífico cem (pdvsa Ecuador, S. A. 49% y ep Petroecuador 51%), continuaron con el desarrollo del proyecto Complejo Refinador y Petroquímico del Pacífico Eloy Alfaro Delgado, cuya capacidad es de 300 mbd y que posicionaría a pdvsa como refinador líder en la región suramericana.

Desarrollo humano y social Con el propósito de fomentar el intercambio de conocimientos y experiencias en diferentes sectores, los países del alba-tcp y la República Argentina firmaron un Acta de Compromiso donde La República Argentina llevará a cabo actividades de asistencia técnica, formación, capacitación y transferencias de tecnología, a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, por medio de su organismo tecnológico dependiente el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (inta) y el Ministerio de Industria, por medio de su organismo técnico dependiente, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (inti), conforme un Programa que se compromete a elaborar de modo conjunto con los países que integran el alba-tcp (alba, 2012).

Con la firma de esta Acta de Compromiso se pretende promover un intercambio de cooperación y desarrollo, mediante un sistema de mutua colaboración en las áreas de investigación y transferencia de tecnología agrícola e industrial entre Argentina y los países del alba-tcp. Se decide establecer un cronograma de actividades, así como otras especificaciones requeridas para llevar a cabo las acciones pertinentes, de conformidad con las respectivas disponibilidades presupuestarias y necesidades de cada país, para lo cual acuerdan la creación de un Grupo de Trabajo encargado de la elaboración de los proyectos y acciones que se consideren necesarias (alba, 2012). En el marco del Proyecto Grannacional alba-Educación, en el mes de julio se conformó la Red de Investigadores en Educación en ocasión de la realización del primer Seminario de Educación Comparada de los países del alba. Uno de los logros relevantes es la concreción de la Maestría en Educación Comparada, como espacio de investigación comparada del comportamiento de los 153

Ximena Roncal Vattuone

sistemas educativos, dados los procesos de transformación e integración que vive la región latinoamericana y caribeña. El primer curso introductorio se llevó a cabo entre julio y agosto, en el Centro Internacional Miranda en Venezuela. La Maestría inició el primero de noviembre de 2012, con la participación de cinco estudiantes procedentes de cada uno de los países miembros del alba. Bajo el auspicio de Albamed, en el mes de junio se realizó la vi Reunión del Proyecto Grannacional alba-Salud “Centro Regulador de Medicamentos del alba”, evento en el que se definieron las políticas para la creación de una empresa grannacional para la distribución y comercialización de productos farmacéuticos con fines solidarios. En la reunión se evaluaron los avances del proyecto Grannacional Albamed y las acciones para la implementación del Tratado Constitutivo del Centro Regulador y el Registro Grannacional de Medicamentos del alba-tcp, además de desarrollar la propuesta de plan de acción para la creación de la Empresa Grannacional Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos del alba-tcp (Albafarma). En relación con el Consejo de Movimientos Sociales del albatcp, éste llevó a cabo un Encuentro en Caracas, el 3 de febrero de 2012, cuyo resultado fue el Compromiso Sucre, en el cual los movimientos sociales se comprometieron a trabajar de manera unida y articulada con los gobiernos del alba-tcp, para que los pueblos ocupen su lugar protagónico en la construcción de un nuevo modelo de unidad regional, fortaleciendo la integración productiva, cultural y social. Reconociendo el liderazgo revolucionario de los países de la Alianza, el Consejo de Movimientos Sociales del alba-tcp queda integrado por dos delegados titulares y dos suplentes de cada país miembro de la Alianza y se reunirá en el marco de las Cumbres del alba, por convocatoria del Consejo Político de la Alianza y por convocatoria propia, tomando las resoluciones por consenso y en coordinación con el Consejo Político de la Alianza, mediante los mecanismos que se definan de común acuerdo (alba, 2012c).

Con la finalidad de “la elaboración de una doctrina y de políticas comunes de defensa constituye una necesidad para asegurar 154

El alba-tcp, 2012: entre esperanzas y desencuentros

las condiciones necesarias para el desarrollo”, en la xi Cumbre se decide la creación de un Consejo de Defensa del alba. En este año el alba-tcp emitió cuatro Comunicados Especiales; el primero sobre la situación colonial en las Islas Malvinas; el segundo ratificando el apoyo de los países miembros de la iniciativa a Siria; el tercero, de apoyo a los cinco héroes cubanos presos en Estados Unidos; y en el cuarto, donde los jefes de Estado y de Gobierno del alba manifiestan su respaldo a la autodeterminación e independencia de Puerto Rico.

Los desencuentros La partida física del comandante Hugo Chávez Frías, principal conceptualizador, impulsor y conductor de la Alianza, es sin duda una de las pérdidas más trascendentales del pensamiento antihegemónico que la sustenta y uno de los mayores retos a los que el alba-tcp debe hacer frente. En lo referente al plano económico: por un lado, pese al sustancial incremento de las operaciones realizadas a través del Sucre, que muestran una clara aceptación del sistema y pese a que en 2012 se sumó Nicaragua en la realización de operaciones a través de este mecanismo, las empresas ubicadas en Venezuela y Ecuador son las que tienen mayor dinamismo en las operaciones realizadas, ya que la participación de los demás países es marginal, incluidos Bolivia y Cuba, cuya participación política es fundamental en el avance y fortalecimiento de este organismo. Por otro lado, en relación con la distribución de las operaciones por sectores, la empresa privada es la que concentra casi 90% del valor total, 3.47% las empresas mixtas y las operaciones de las empresas Grannacionales, desarrolladas dentro de las iniciativas del alba-tcp, representan apenas un porcentaje de 0.01%. Lo anterior podría ser el reflejo de: a) una falta de sincronización de los intereses nacionales con los integracionistas; b) la expresión de un intercambio comercial al margen del comercio de Venezuela y Ecuador, casi nulo y con énfasis en el comercio bilateral, o c) la realidad se enfrenta a la limitada capacidad de mercado de los países integrantes 155

Ximena Roncal Vattuone

del alba-tcp, que resulta insuficiente con la oferta exportable de los países miembros. En lo que se refiere al Banco del alba (balba), desde la firma del Acta Fundacional, y a pesar de la designación de Ecuador al frente de la Secretaría Económica del alba, este país no forma parte de esta entidad financiera, siendo el principal promotor e impulsor de la Nueva Arquitectura Financiera Regional, además de que los avances en la capitalización del Banco han sido relativamente lentos o con muy poco avance; respecto al 1% definido en la Cumbre de febrero, ninguno de los países ha vuelto a hablar del tema. Poco se ha avanzado para la constitución del Espacio Económico del alba-tcp como la Zona de Desarrollo Compartido, aunque se llevó a cabo la firma del Acuerdo en febrero de 2012 y todas las expectativas se apuestan para 2013, y la puesta en práctica del Tratado de Comercio de los Pueblos propuesto por el presidente boliviano Evo Morales en su adhesión a la Alianza en abril de 2006 todavía está en suspenso. Otro de los desafíos presentes en el marco del alba-tcp son los relacionados con la integración energética: la seguridad y soberanía energética son los dos principales componentes de esta mirada que se concretaron con la iniciativa de Petroamérica y que tiene su mejor expresión en Petrocaribe, sin dejar de mencionar tanto a Petrosur como a Petroandina, mismas que desde su existencia se han reducido a la realización de acuerdos bilaterales entre Venezuela y los países miembros de la iniciativa, dejando de lado la visión multinacional que plantea las políticas productivas compartidas al interior del alba-tcp. Se suman a lo anterior las duras críticas en torno a la política energética de los países miembros, particularmente a Bolivia, Ecuador y Venezuela; el cuestionamiento se fundamenta en el carácter rentista y destructivo de la Naturaleza, sin planteamientos alternativos que sean compatibles con la preservación de vida en el planeta, contraponiéndose con los principios del “buen vivir” y del “vivir bien”, de los derechos de la madre Tierra y de los pueblos y comunidades indígenas, como lógica de los “nuevos modos de vida” que se encuentran en construcción. 156

El alba-tcp, 2012: entre esperanzas y desencuentros

Poco se ha avanzado en actividades de ciencia y tecnología y en investigación y desarrollo, con también pocas alternativas de producción, lo que se ve reflejado en una escasa integración productiva y tecnológica. Finalmente, aunque no menos importante, es el poco dinamismo que han tenido los Consejos del alba-tcp en este último año, exceptuando el Consejo Político, que en 2012 se reunió cuatro veces y emitió diversos comunicados, el Consejo Económico sostuvo su última reunión el 10 de abril, así como el Consejo de los Movimientos Sociales que realizó un Encuentro en Caracas en el marco de la xi Cumbre el 3 de febrero de 2012, en el que se firmó el Compromiso Sucre. Una mayor inquietud causa el cuasi estancamiento del Consejo Social encargado de definir las estrategias y planificar la política social de la Alianza, que su última reunión la realizó en marzo de 2011. Consideramos que en los últimos años el cambio significativo en la atmósfera política de la región es de trascendental importancia ya que, si bien ha posibilitado crear y recrear las condiciones para consolidar la integración mediante el imaginario de Unión de Pueblos y abrir otros cauces, hoy se enfrenta a retos, compromisos y desafíos con mucha mayor complejidad para ampliar sus espacios y sentar las bases de un pensamiento de identidad con dimensión geopolítica regional. La existencia y fortalecimiento de otras formas de reagrupamiento económico constituidas sobre las concepciones del sistema mundo capitalista, cuya finalidad es la de conformar un bloque de poder económico, militar, político, tecnológico e industrial que reporte altos beneficios capitalistas a sus miembros, ponen en riesgo proyectos como los formulados por el alba-tcp. Los países miembros deberán generar compromisos y estrategias necesarias y suficientes que aseguren la viabilidad, continuidad y sostenibilidad de la unión e integración desde el alba-tcp. Además de buscar estrategias conjuntas a nivel regional y subregional que permitan responder a los desafíos del entorno mundial. Sólo así el alba-tcp puede consolidarse como el horizonte para la superación de los grandes problemas que afectan hoy a los pueblos del mundo, garantizando la reducción de las desigualda157

Ximena Roncal Vattuone

des; la superación de las vulnerabilidades; la eliminación de las asimetrías económicas, científicas y tecnológicas; y el cuidado de la madre Tierra que permita alcanzar modos de vida en los cuales todos podamos convivir y vivir bien con plena felicidad social.

Referencias bibliográficas Alba. (2012a). Acuerdo para la Constitución del Espacio Económico del alba-tcp (ecoalba). xi Cumbre, Caracas, Venezuela. ——. (2012b) Acta de Compromiso entre la República Argentina y los países del alba-tcp. xi Cumbre, Caracas, Venezuela. ——. (2012c). Compromiso Sucre. Movimientos sociales del alba-tcp. xi Cumbre, Caracas, Venezuela. Cepal. (2012). Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe. Chile: onu. Pdvsa. (2012). Informe de gestión anual 2012. Caracas, Venezuela: Petróleos de Venezuela. Sanz, Rodolfo. (2012). “No me imagino a una América Latina con un alca y sin un alba.” Entrevista del secretario ejecutivo del alba a Telesur. Sela. (2012). Informe sobre el proceso de integración regional 2011-2012. Venezuela: Secretaría Permanente del sela. Sucre. (2012). Informe de gestión anual 2012. Venezuela: Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Regional del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos.

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Dimensión política

La I Cumbre de la celac en Santiago-Chile: el camino hacia la autonomía

Alberto Rocha Valencia1 El presidente Sebastián Piñeira, de Chile, asumió la primera Presidencia Pro-témpore de la celac para el año 2012 y la Troika quedó conformada por Chile, Venezuela y Cuba. De este modo la celac se puso en marcha con el Plan de Acción de Caracas 2012. Al presidente S. Piñeira le tocó la conducción del primer tramo de la existencia de la celac. Y, como veremos a continuación, la celac ha emprendido su camino serenamente. La realización de su I Cumbre durante los días 27 y 28 de enero de 2013 es una prueba de su buen funcionamiento.

La I Cumbre celac-ue Días antes de esta I Cumbre, los días 26 y 27 de enero, se realizó la reunión entre los jefes de Estado y de Gobierno de la celac y de la Unión Europea (ue), además de los presidentes del Consejo Europeo y de la Unión Europea. Esta reunión celac-ue es una instancia de diálogo birregional del más alto nivel político iniciado en años anteriores con la finalidad de establecer una asociación estratégica regional. La historia de estas relaciones birregionales se remonta a 1999, cuando en Río de Janeiro se realizó la I Cumbre alc-ue. Luego siguieron la II Cumbre (Madrid-España, 2002), la III Cumbre (Guadalajara-México, 2004), la iv Cumbre (Viena-Austria, 2006),

1.

Profesor-investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad de Guadalajara.

161

Alberto Rocha Valencia

la V Cumbre (Lima-Perú, 2008) y la vi Cumbre (Madrid-España, 2010). En esta vi Cumbre se acordó el Plan de Acción de Madrid 2010-2012 (18 de mayo de 2010) para fortalecer y desarrollar la cooperación birregional en seis ámbitos: 1. Ciencia, investigación, innovación y tecnología. 2. Desarrollo sostenible, medio ambiente, cambio climático, biodiversidad y energía. 3. Integración regional e interconectividad para la promoción de la inclusión y cohesión social. 4. Migraciones. 5. Educación y empleo para la promoción de la inclusión y cohesión social. 6. El problema mundial de las drogas. Dicho sea de paso, en la vi Cumbre ue-alc se abordó el primer punto del Plan de Acción. La vii Cumbre alc-ue (o la I Cumbre celac-ue) se realizó en Santiago de Chile como resultado de una intensa actividad política y diplomática, que implicó la reunión de coordinación regional de altos funcionarios de la ue y de la celac, primero separadamente y luego en conjunto; Reuniones de los Ministros de Relaciones Exteriores de la celac y luego de los Ministros de Relaciones Exteriores de la celac y de la ue. Así, la I Cumbre celac-ue pudo emitir la Declaración de Santiago (Santiago de Chile, 26 y 27 de enero de 2013) organizada en cuatro apartados, de los cuales el tercero y cuarto resaltan por su importancia. En el tercer apartado se hace un recuento de los avances en el dominio de las relaciones entre los países individuales y subregiones de la celac y la ue: firma y ratificación de los Acuerdos de Libre Comercio de largo alcance entre la ue y Colombia y Perú; firma y ratificación del Acuerdo de Asociación Integral de la ue y América Central; negociación de un Acuerdo de Cooperación Cultural entre la ue-Colombia y Perú; negociaciones de un Acuerdo de Asociación entre la ue y Mercosur; exploración para la modernización del Acuerdo de Asociación entre la ue y Chile; exploración para la actualización integral del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre la ue y México; realización de la vi Cumbre ue-Brasil para profundizar la Alianza Estratégica establecida en 2007; conclusión de negociaciones y aprobación de la Estrategia de Asociación Conjunta Caribe-ue; conclusión del proceso de ratificación del Acuerdo can-ue sobre Diálogo, Política y Cooperación, entre otras. También se menciona el rol desempeñado por 162

La I Cumbre de la celac en Santiago-Chile: el camino hacia la autonomía

los Parlamentos Europeo y Latinoamericano y la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat). En el cuarto apartado se aborda el tema central de la Cumbre celac-ue, la “alianza para el desarrollo sostenible”, donde en el numeral 39 se anota: Creemos que el tema de esta Cumbre es una guía para lograr un crecimiento económico sostenido, protegiendo al mismo tiempo el medio ambiente y promoviendo la inclusión y la equidad social […] El desarrollo sustentable representa las necesidades y complementariedades de ambas regiones y es un sello distintivo de la Alianza Estratégica celac-ue. Por lo tanto, apoyamos las inversiones productivas que cumplen plenamente e integran las dimensiones económicas, sociales y ambientales de desarrollo sustentable.

Es importante resaltar varias cuestiones. Una muy importante está relacionada con la primera participación de toda alc como celac en las Cumbres alc-ue. Esto indudablemente debido a la importancia geopolítica que habría ganado la región al cohesionarse, unificarse y fortalecer su autonomía. Una segunda está conectada con el acrecentamiento de la dinámica político-diplomática regional que vienen realizando las élites políticas gubernamentales nacionales de todos los países de la región. Nunca antes esta dinámica había sido tan intensa y densa en función de los intereses regionales. Una tercera está vinculada con el nivel de relacionamiento geoeconómico, geopolítico y geocultural que alc está estableciendo con la ue. Una cuarta está articulada con la importancia de los temas que están trabajando en cada Cumbre de acuerdo con el Plan de Acción de Madrid.

I Cumbre de la celac Ésta es la I Cumbre que realiza la celac después de un año de actividades político-diplomáticas intensas bajo la primera Presidencia Pro-témpore del presidente S. Piñeira de Chile. La Cumbre emitió tres documentos importantes: la Declaración de Santiago de la I Cumbre de la celac; el Plan de Acción de Santiago; además de una Decisión y varias Resoluciones. 163

Alberto Rocha Valencia

En la Declaración de Santiago de la I Cumbre de la celac (27 y 28 de enero de 2013) se anota un párrafo que subraya la importancia político-diplomática de la celac: Destacamos que la puesta en funcionamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) constituye un hito en la historia de América Latina y el Caribe al agrupar en forma permanente a los 33 países de la región en un mecanismo de diálogo y concertación, que se va conformando como un foro y actor político, para avanzar en el proceso de integración política, económica, social y cultural, logrando el necesario equilibrio entre la unidad y la diversidad.

En este texto se destacan tres cuestiones de importancia: 1. La naturaleza actual de la celac, un mecanismo de diálogo y concertación regional. 2. Su evolución posible hacia su conformación en foro político-diplomático regional y en actor político internacional. 3. Su objetivo principal, impulsar el proceso de integración regional. En este mismo documento se dan a conocer diversas otras cuestiones, como veremos. Se modifica un órgano de la institucionalidad de la celac, la Troika pasa a ser una Troika ampliada con la incorporación de la Caricom. También aparece como algo notable el despliegue político-diplomático interno y externo. A nivel externo tenemos la visita de la Troika Ministerial a la India y la República Popular China; las reuniones de la Troika Ministerial ampliada con los Ministros de Relaciones Exteriores de la República de Corea, la República Popular China, la Federación Rusa y el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo; también las reuniones de la Troika a nivel de Coordinadores Nacionales con Altos Representantes de Nueva Zelanda, Australia y Noruega. En este contexto, es muy remarcable la realización de la Cumbre celac-ue y la creación del Grupo de Trabajo de Cooperación Internacional de la celac. A nivel interno se concretaron la I Reunión Ministerial de Infraestructura para la Integración Física del Transporte, las Telecomunicaciones y la Integración Fronteriza; I Reunión de Ministros de la Cultura, I Reunión de Migraciones, I Reunión de Ministras y Ministros de Economía y Finanzas, la II Reunión de Coordinadores Nacionales de la celac, la I y II Reunión de Mecanismos Regionales y Subregionales de Integra164

La I Cumbre de la celac en Santiago-Chile: el camino hacia la autonomía

ción (dimensión económico-comercial), la I Reunión de Ministros de Energía, entre otras. Entre los diversos temas abordados en la I Cumbre de la celac, hay uno que destaca, porque es uno de los déficits importantes en la región: Enfatizamos la necesidad de intensificar y diversificar la conectividad entre los países de la celac, en términos de transporte aéreo y marítimo, y reiteramos que sinergias deben ser identificadas con el fin de fortalecer la cooperación. Para ese fin, alentamos la consideración de iniciativas para mejorar la conectividad entre el Caribe, Mesoamérica y la América del Sur. Cabe a la celac actuar en complementación a los proyectos en curso.

En consecuencia, las ministras y los ministros de infraestructura, transportes, telecomunicaciones e integración fronteriza y jefes de delegación decidieron aprobar y someter a consideración de las jefas y jefes de Estado y de Gobierno en la I Cumbre de la celac el Plan de Acción de Santiago, donde se subrayan los esfuerzos que deberán realizarse para disminuir la actual “brecha de infraestructura” en América latina y el Caribe. En este documento se apuntalan los lineamientos que se tendrán en cuenta y las acciones que se realizarán en cuatro ejes: 1. Infraestructura para la integración física. 2. Transportes. 3. Telecomunicaciones y tecnologías de la información. 4. Integración fronteriza. Y esta I Cumbre de la celac finalizó con el paso de la estafeta de la Presidencia Pro-témpore del presidente Sebastián Piñeira de Chile al presidente Raúl Castro de Cuba, para el año 2013. Para finalizar, es remarcable anotar que durante estos días también se concretó la Cumbre de los Pueblos, que emitió la Declaración Cumbre de los Pueblos (27 de enero 2013) en la que se proponen los objetivos siguientes: 1. La recuperación de los derechos y bienes naturales arrebatados a los pueblos indígenas. 2. Promover el paradigma del “buen vivir”. 3. Democracia directa, participativa y popular. 4. Respeto a la libre determinación a los pueblos originarios del mundo, entre otras.

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Alberto Rocha Valencia

Referencias bibliográficas Alc-ue. (2010, 18 de mayo). vi Cumbre alc-ue. Plan de Acción de Madrid 2010-2012. Consulta en: http://www.gob.cl/cumbres/celac-ue/documentos-celac-ue/ Celac. (2013, 26 y 27 de enero). I Cumbre de la celac. Declaración de Santiago. Consulta en: http://www.minrel.gob.cl/documentos-icumbre-celac/minrel/2013-02-08/155151.html ——. (2013, 26 y 27 de enero). I Cumbre de la celac. Plan de Acción de Santiago. Consulta en: http://www.minrel.gob.cl/documentos-icumbre-celac-ue/minrel/2013-02-20/173254.html Cumbre de los Pueblos. (2013, 27 de enero). Declaración Cumbre de los Pueblos. Consulta en: http://cumbrechile2013.org/declaracioncumbre-de-los-pueblos-santiago-de-chile/

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Mercosur 2012: desafíos geopolíticos e institucionales de la integración

Lourdes Patricia Íñiguez Torres1 Introducción Hay un evento que marcó definitivamente la evolución política del Mercosur en el año 2012; éste se refiere a la integración de Venezuela como pleno miembro del sistema regional. Es uno de los sucesos determinantes en dos sentidos: 1. Por un lado, marca la consolidación de un proceso de integración con sentido geopolítico, puesto que al integrar a Venezuela abarcará también la mayor parte de la región de Sudamérica y sus recursos. Además, representa una iniciativa que se ha expuesto como una integración alternativa, o diferente, al modelo de integración abierta preponderante. 2. Por otro, representa un reto para la consolidación del proceso de integración como tal; no sólo porque la adición de un nuevo miembro representa retos para los procedimientos de cooperación, negociación y consenso del sistema. Además, es un desafío porque la entrada de Venezuela se dio en el contexto en que otro de los miembros estaba suspendido, lo que podrá acarrear confusiones legales, resentimientos y problemas diplomáticos entre los miembros para un futuro. Es por ello que se puede considerar al año 2012 como un punto que puede marcar un parteaguas para el Mercosur: Puede convertirse en el inicio de su consolidación como el sistema de integración

1. Licenciada en Estudios Internacionales y maestra en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Doctora por El Colegio de México.

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Lourdes Patricia Íñiguez Torres

privilegiado en el sur de América, así como en un actor propositivo para los modelos y teorías de integración en general. Pero, por otro lado, también podría convertirse en el punto inicial de problemas institucionales (procedimientos y consolidación general del sistema) y políticos (de negociación y consenso) de fondo.

Del significado geopolítico de Mercosur en 2012: un reto desde el sur para el sistema internacional Es claro que el énfasis que conviene presentar a los miembros de este sistema de integración, es en las ventajas que representa la integración de un nuevo miembro. Los representantes de estos países han reconocido tanto las ventajas para el desarrollo interno de los pueblos y Estados del Mercosur, así como el significado geopolítico que se intenta construir con esta nueva integración. En el reconocimiento de este significado o pretensión geopolítica, por cierto, puede leerse el desafío que el Mercosur podría representar en el futuro para la integración regional en general. El mismo ex presidente Chávez declaraba en su momento: La esfera se ha completado, y además Venezuela es el punto norte del eje de esa esfera. Aquí está naciendo en Suramérica una gran potencia, y el Mercosur es el motor más grande que tiene Suramérica para darle vida, con todos los países: Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Guyana, Surinam, y al frente el Caribe (unes, 2011).

Aunque las ventajas representan sólo una parte de la historia, no por ello son menos ciertas. La adición de Venezuela es la culminación de un fenómeno que ha llamado la atención de los especialistas en integración latinoamericana los últimos años: las críticas a los modelos de integración preponderantes desde los años noventa —principalmente relacionados con el regionalismo abierto. Estos modelo(s) ha(n) sido criticado(s) porque, a pesar de que en la década de los noventa reconocían el fracaso de los modelos de integración proteccionistas (y economicistas), así como la necesidad de integrar a actores no-estatales en los procesos de integración, su énfasis sigue estando en el aspecto económico. 168

Mercosur 2012: desafíos geopolíticos e institucionales de la integración

Y, sobre todo, sigue(n) centrándose en el liberalismo comercial como estrategia de desarrollo.2 Esta estrategia —o modelo— de desarrollo ha fracasado; en esto están de acuerdo innumerables especialistas, no sólo los líderes políticos y activistas sociales que abogan por otro sistema de desarrollo, donde sea posible la construcción de otro sistema de relaciones sociales y económicas (Stuhldreher, 2012: 194-210). Con la integración de Venezuela al Mercosur, la corriente o las tendencias que buscan una integración alternativa con la participación de los pueblos pueden considerarse parte plena de las propuestas del Mercosur. Esta corriente era liderada simbólicamente por Chávez, pero cuenta también con su sucesor en el Gobierno venezolano (Maduro), así como con otros líderes regionales, como el presidente boliviano, con su famosa propuesta para una integración de los pueblos de América (Santos, 2013b). La importancia económica del Mercosur ha crecido con la inclusión de Venezuela, tanto por el mercado representado por sus habitantes —que ahora hace que Mercosur abarque a 75% de habitantes de Sudamérica, con 275 millones de personas en 12.8 millones de kilómetros cuadrados de territorio—, como por los 296 mil 500 millones de barriles de petróleo y los 5.5 billones de metros cúbicos de reservas gas con los que cuenta el país (avn, 2012). Pero el principal significado otorgado por la inclusión venezolana es el geopolítico. Mercosur abarca ahora países desde el sur americano hasta el Caribe. Por tanto, cuenta con costas en los océanos Pacífico, Atlántico y el mar del Caribe. La cercanía con Centroamérica —y países con alianzas políticas diferentes, como Colombia y sus relaciones de seguridad con Estados Unidos— provoca que llame innegablemente la atención de cualquier estrategia geopolítica continental.

2. Véase Gomes Saraiva, Miriam (2012), Procesos de integración de América del Sur y el papel de Brasil: Los casos del Mercosur y la Unasur. Revista cidob d’Afers Internacionals, núms. 97-98.

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Los retos para la consolidación institucional en el Mercosur La entrada de Venezuela fue a la mitad del año. La firma del Protocolo de Adhesión de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur se registró el 4 de julio de 2006 (Mercosur, 2006); pero fue efectivamente ratificado por los miembros activos el 31 de julio de 2012, por lo que absorbió la atención de los medios y especialistas sobre integración de América Latina el resto del 2012. Se dio justo cuando Paraguay se encontraba suspendido por el cambio de poder impuesto por el Congreso, considerado inconstitucional por otros miembros del Mercosur, en su Decisión sobre la suspensión del Paraguay del Mercosur, del 29 de junio de 2012 (Mercosur, 2012). Se puede decir también que la entrada de Venezuela se registró precisamente aprovechando la ausencia temporal de Paraguay. Según el protocolo de adhesión de Venezuela, ésta no sería efectiva hasta que fuera ratificada por el quinto (último) Estado. Es ya conocido el rechazo de importantes sectores paraguayos para la entrada de Venezuela, que habían impedido la ratificación de la inclusión de Venezuela por el Congreso; entre estos opositores se encontraba Franco, que sucedió al presidente Lugo, tras su destitución mediante un juicio sumario del Congreso3 el 29 de junio (Gehre, 2012: 47-53).

3.

El acuerdo que se dio entre varios partidos del Congreso paraguayo para jugar la permanencia en el puesto del presidente Lugo, se registró después de una masacre ocurrida en medio de un enfrentamiento entre campesinos, paracaidistas y policías, cuando éstos intentaban recuperar una hacienda en Curuguaty, a 400 kilómetros de Asunción, la capital. El enfrentamiento resultó en la muerte de 11 campesinos ocupantes y seis policías. Tras el retiro del primer ministro y el nombramiento de un ex procurador no aceptado por el partido liberal plra, el Partido Colorado promovió un juicio político contra el presidente Lugo, a quien responsabilizaban por la masacre (véase bid, Informe Mercosur, núm. 17, segundo semestre 2011 y primer semestre 2012. Banco Interamericano de Desarrollo, Sector de Integración y Comercio (int) del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (intal). Buenos Aires, Argentina). Aunque el juicio político está en el marco de la Constitución Paraguaya, el juicio se dio sin darle tiempo realmente al presidente para armar su defensa, por lo que tanto el Mercosur como el Unasur han considerado el cambio de gobierno inconstitucional. Esta inconstitucionalidad ha sido el argumento para la suspensión de Paraguay de estos sistemas de integración regional y, en el caso del Mercosur, se apoyó en el

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Y es en este sentido que los mecanismos de negociación, conciliación y consenso a alto nivel sufrirán un desequilibrio a partir de la adición de Venezuela. Ya de por sí el sistema ha tenido que enfatizar las capacidades de absorción y flexibilidad: El mecanismo de Mercosur es un mecanismo flexible, acepta las asimetrías. Brasil no es un imperio, es un hermano, como lo es Argentina, Uruguay y también Paraguay, que yo estoy seguro que más temprano que tarde Paraguay retornará al Mercosur, cuando recupere la democracia (Chávez, citado en unes, 2011: 1).

¿Consolidación institucional o quiebre? La cuestión sobre las consecuencias institucionales del Mercosur se presenta en tres sentidos. Dos ya se mencionaron: A. Por un lado, la existencia de un nuevo miembro va a provocar un reajuste en los procesos diplomáticos y los procedimientos institucionales para la búsqueda de acuerdos en los diferentes organismos del Mercosur. B. La adhesión de Venezuela en el contexto abierto por la suspensión de Paraguay provocará que, cuando este Estado vuelva a la normalidad constitucional y sea reintegrado al Mercosur, se tenga que discutir de nuevo la legalidad de la inclusión de Venezuela o, incluso, que Paraguay se niegue a reintegrarse. El Mercosur tendría entonces que reajustar sus perspectivas, tanto en su proyecto geopolítico (su papel en Sudamérica y el mundo; su modelo de desarrollo y su propuesta de integra-

Protocolo de Ushuaia (de 1998 y Ushuaia II, llamado Protocolo de Montevideo sobre Compromiso con la Democracia en el Mercosur, de 2011), que contiene cláusulas de exigencia democrática. Véase Mercosur (s/f), Protocolo de Montevideo sobre compromiso con la democracia en el Mercosur, Ushuaia II. Firmado por los representantes de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Venezuela. En vigor a partir de la cuarta ratificación. Disponible en la página de Mercosur: www.mercosur.int/. Consultado el 16 de diciembre de 2012.

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ción) como sus relaciones con Paraguay —y las nuevas alianzas político-económicas que éste podría desarrollar en adelante. La tercera consecuencia tiene mucha relación con la anterior, al grado que podría considerarse parte de la misma: C. En el periodo de suspensión de Paraguay se dio paso también a la adhesión de otro nuevo miembro, Bolivia. Esto puede facilitar, o entorpecer aún más (lo más probable) el futuro institucional del Mercosur una vez que se reintegre Paraguay. Es a este último punto que se dedicará el resto del análisis. La adhesión de Bolivia se pacta mediante el Protocolo de Adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur firmado el 7 de diciembre de 2012 (Mercosur, 2012b). Este protocolo no niega el vínculo directo entre la suspensión de Paraguay y esta adición al Mercosur. Basa literalmente la firma en el Acuerdo de Montevideo (de 1980), el Protocolo de Ushaia sobre compromiso democrático (ya mencionado, de 1998, y su ratificación en Ushuaia II de 2011), así como en la Decisión de suspensión de Paraguay del Mercosur de 2012. Al hacer esta relación directa entre el protocolo de adhesión de Bolivia y la suspensión de Paraguay, también se liga el destino de éste con las discusiones que se darán una vez que se reintegre al miembro suspendido. Una explicación aparente es que se está tratando de prevenir que Paraguay se oponga única y directamente a la integración de Venezuela, lo que daría a las negociaciones un mayor tono de confrontación. Al presentar al periodo de suspensión como un periodo abierto donde se produjeron varias decisiones (no sólo la inclusión de Venezuela), el Mercosur podrá lidiar mejor con las discusiones que inevitablemente se darán con Paraguay. De hecho, desde que se registró la suspensión y, luego, la adhesión de Venezuela, el nuevo Gobierno de Paraguay ha estado rechazando las decisiones del Mercosur, y, sobre todo, ha refutado la legalidad de este proceso de inclusión. Así que el protocolo de adhesión de Bolivia y otros acuerdos (Mercosur, 2012c) le presentarían a Paraguay varios hechos ya dados y que intentarían com172

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plejizar cualquier refutación legal o diplomático-política que éste iniciara contra las decisiones efectuadas en su ausencia. Además, el Mercosur ha buscado ajustar sus procedimientos legales e institucionales. Por un lado, mientras que el protocolo de adhesión de Venezuela entraría en vigor una vez depositado el quinto instrumento de ratificación, ahora el protocolo para Bolivia dice que entrará en vigor una vez entregado el último documento de ratificación; con ello implica que será la última ratificación de miembro activo, sin importar quién esté suspendido. Sólo que con ello abre pie al argumento paraguayo sobre la ilegalidad de la inclusión de Venezuela (que sí requería literalmente cinco), a menos que se vaya a apresurar la inclusión final y ratificación de Bolivia y, así, ésta pueda contar como la quinta ratificación. Pero por otro lado, el Mercosur está enfatizando en el compromiso democrático como causa de la suspensión de Paraguay; y una herramienta más de esta justificación está en la inclusión de otros países de la región a este compromiso. Por ejemplo, el mismo 29 de junio de 2012 se firmó el Acta de Adhesión de la República de Colombia al Protocolo Ushuaia I (de 1998) sobre compromiso democrático en el Mercosur, Bolivia y Chile (Mercosur, 2012d). Este acuerdo le permitirá a Mercosur legitimar su argumento para la suspensión y eventual reintegración de Paraguay, así como para invalidar cualquier argumento sobre la ilegalidad de las decisiones y acuerdos (entre ellas la adhesión de Venezuela) durante este periodo. De igual forma, el acuerdo con Colombia podría permitirle a Mercosur prevenir cualquier frente anti-Mercosur, en caso de que Paraguay se negara a reintegrarse, una vez recuperado el orden constitucional por medio de nuevas elecciones.

Palabras finales De cualquier forma, el Mercosur tendrá que ser observado una vez que Paraguay sea integrado de nuevo. Las desavenencias anteriores de Paraguay (económicas principalmente, pero también políticas y geopolíticas) se podrían agudizar ante el golpe de fuerza que significó la entrada de Venezuela, en la que Paraguay no pudo votar. 173

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Será uno de los principales retos para la evolución política del sistema de integración el próximo año. Y, podría decirse, también constituye el principal reto para la posible conversión del Mercosur en un actor determinante de la política internacional en los próximos años.

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La Unión de Naciones Suramericanas en 2012: momento de reestructuración y despliegue

Daniel Efrén Morales Ruvalcaba1 Desde 2008, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se encuentra en un momento de maduración, estructuración y despliegue. Como parte de ese momento, los líderes suramericanos han tenido que afrontar tanto dificultades externas —como la crisis económico-financiera global que interrumpió el “lustro de oro” de la economía latinoamericana (2003-2007)— así como internas: la masacre de Pando (Bolivia) en 2008, la autorización a Estados Unidos por parte del Gobierno colombiano para el uso de algunas de sus instalaciones militares en 2009, la intentona de golpe de Estado en Ecuador y el fallecimiento del secretario general del Unasur en 2010 y la relativa parálisis política de Venezuela a raíz de la enfermedad del presidente Hugo Chávez, durante 2011. Cada uno de dichos eventos han sido pruebas para el proceso integrador suramericano, mismas que han arrojado lecciones y aprendizajes. Bien entendido, si la Unasur se mantiene aún en una etapa de estructuración y fortalecimiento, ¿cuáles fueron los principales logros alcanzados en 2012? El objetivo de este documento es elaborar un breve estado de la integración regional en América del Sur y presentar las reformas más relevantes en institucionalidad de la Unasur.

1. Doctorando en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: [email protected]

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I Según los plazos previstos, el 29 de octubre de 2011 —al concluir la V Cumbre ordinaria de Unasur— Surinam dejó la Presidencia Pro-témpore de la Unasur y ésta pasó a ser asumida por Paraguay en la figura de su mandatario, Fernando Lugo. En términos políticos, la última parte de 2011 y los primeros meses de 2012 transcurrieron con relativa normalidad. No obstante, para el mes de junio el mismo Estado sede de la Presidencia de la Unasur se convertiría en un foco rojo para la región. La situación política se deterioró rápidamente a raíz de un frustrado desalojo de campesinos en la finca Campos Morumbí (Curuguaty) ordenado por el Gobierno, que derivó en violencia y costó la vida de 17 personas (11 campesinos y seis policías). A pesar de los intentos de la Presidencia de Paraguay por aclarar lo ocurrido en Curuguaty, el opositor Luis Gneiting presentó el miércoles 20 de junio a la Cámara de Diputados la iniciativa de someter a juicio político a Fernando Lugo; el jueves 21, la propuesta de juicio fue rápidamente aprobada por las bancadas del Partido Colorado, el Partido Patria Querida y el cogobernante Partido Liberal Radical Auténtico; y, el viernes 22, la Cámara de Senadores destituyó a Fernando Lugo de su cargo bajo por el alegato de “mal desempeño de funciones”. Con ello, no sólo la Presidencia paraguaya quedaba vacante, sino también la Presidencia Pro-témpore de la Unasur. Los eventos ocurridos en la nación guaraní se trataron, a todas luces, de un complot contra el Gobierno y un “golpe de Estado encubierto” que provocó la inmediata reacción de los líderes de América del Sur. Así, una semana después, en el marco de la xliii Cumbre del Mercosur, tuvo lugar en Mendoza (Argentina) una reunión extraordinaria de la Unasur para evaluar la crisis paraguaya. Muy posiblemente la ruta de acción de la Unasur hubiera sido similar a la que se siguió con la masacre de Pando (Morales Ruvalcaba y Reyes Barón, 2011: 178 y 179), cuando se instaló una comisión multinacional de expertos para realizar las correspondientes averiguaciones. Sin embargo, la celeridad con que se desarrollaron los acontecimientos en Paraguay impidió hacer las debidas gestiones diplomáticas, de tal forma que el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno sólo pudo reaccionar condenando enérgicamente 178

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la ruptura del orden democrático en Paraguay, suspendiendo temporalmente a dicho Estado de la Unasur, concluyendo adelantadamente el ejercicio de su Presidencia Pro-témpore y traspasando ésta a Perú, siguiente en la lista por orden alfabético (Decisión núm. 26 2012).

II El arribo de Perú a la Presidencia de la Unasur coincidió, prácticamente, con el ya previsto relevo del venezolano José Alí Rodríguez Araque en la Secretaría General (para el periodo 20122013), quien se convirtió en el tercero en ocupar dicho puesto, después del argentino Néstor Kirchner (2010) y la colombiana María Emma Mejía (2011-2012). Juntos, Ollanta Humana en la Presidencia Pro-témpore y Alí Rodríguez en la Secretaría General, tuvieron que coordinar a los gobiernos sudamericanos ante varios asuntos políticos de suma delicadeza. El primero fue la disputa diplomática entre Ecuador y los gobiernos de Reino Unido y Suecia por la solicitud de extradición de Julian Assange. Frente a esta crisis, los países sudamericanos —en voz del Consejo de Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores de la Unasur— cerraron filas en torno a la postura de Ecuador, reafirmando el principio de inviolabilidad de las misiones diplomáticas y reiterando “la vigencia de las instituciones del asilo y del refugio para proteger los derechos humanos de las personas que consideren que su vida o integridad física se encuentra amenazada” (Declaración de Guayaquil en respaldo a la República de Ecuador, 2012). El segundo asunto se refirió a la cuestión de las Islas Malvinas. En 2012 se cumplieron 30 años de la Guerra de las Malvinas, conflicto que aun habiéndose resuelto desfavorablemente para el pueblo argentino, representó para Gran Bretaña el mayor número de bajas después de la II Guerra Mundial. A pesar del tiempo transcurrido desde la guerra, la controversia sigue latente, pero en 2012 el contexto internacional y la naturaleza de los actores involucrados son distintos (Castro, 2012). Gran Bretaña ya no es la potencia de antaño, mientras que Argentina —aunque reemplazada 179

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por el ascenso estructural de Brasil y México (Miranda, 2011)— ha recuperado notoriamente su posición como potencia regional (Morales Ruvalcaba, 2010). Con el anuncio de la celebración de un referéndum popular a los habitantes de las Malvinas sobre el estatus de las islas en 2012, el tema se volvió a calentar. Pero a diferencia de hace tres décadas, ahora todas las naciones suramericanas respaldaron los legítimos derechos de Argentina en la disputa con el Reino Unido y manifestaron que el referéndum “en nada altera la esencia de la cuestión de las Islas Malvinas, y que su eventual resultado no pone fin a la disputa de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes” (Declaración especial sobre la cuestión de las Islas Malvinas, 2012). El tercer asunto que atrajo la atención de los mandatarios de la Unasur en 2012, fue el renovado proceso de paz entre el Gobierno colombiano —encabezado por Juan Manuel Santos— y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (farc). Y es que los mandatarios han sido muy conscientes del alcance y la magnitud de la paz en Colombia, ya que no sólo supondría un plus a la seguridad en la región sino también representaría el cese al movimiento guerrillero más numeroso y longevo de América Latina. Ello lo expresaron de la siguiente manera: […] el éxito del proceso de paz iniciado, basado en la fuerza de las instituciones democráticas que compartimos, tendrá un significado de amplio alcance para Colombia y el conjunto de la región, permitiendo que concentremos cada vez más nuestros esfuerzos y recursos en el desarrollo económico (Declaración sobre el proceso de paz en Colombia, 2012).

III La eficiente coordinación entre los gobiernos suramericanos frente a los asuntos antes mencionados se suma a los éxitos políticos alcanzados en años anteriores. Con todo ello, los líderes de la Unasur han logrado proyectar al mundo una consistente voluntad para comprometerse y asumir posturas regionales comunes.

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Con estos modestos pero significativos logros, el 30 de noviembre de 2012 es celebrada en la ciudad de Lima (Perú) la vi Cumbre de la Unasur. Algunos de los temas centrales fueron: la valoración de las misiones electorales “como mecanismos de cooperación, participación y fortalecimiento del orden democrático en la región” (Declaración vi Reunión Ordinaria del Consejo de Jefeas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unasur, 2012, punto 9); el compromiso manifiesto para avanzar hacia la consolidación de una identidad regional y la instauración de una ciudadanía suramericana (Decisión núm. 8, 2012); la aprobación del Plan de Acción Estratégico 2012-2022 (Decisión núm. 4, 2012); el acuerdo sobre los lineamientos políticos de la Unasur para las relaciones con terceros (Decisión núm. 6, 2012); su interés en espacios de diálogo y cooperación de alcance regional —como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac)— o birregional, como la Cumbre América del Sur-Países Árabes (aspa), la Cumbre América del Sur-África (asa) o la Cumbre celac-Unión Europea; y la voluntad por continuar en la negociación de un Protocolo de Paz, Seguridad y Cooperación (Declaración sobre Suramérica como zona de paz, 2012).

IV Otra de las cuestiones de enorme trascendencia para la Unasur durante el año 2012 fueron las notorias reestructuraciones hechas al seno de su institucionalidad. Durante la vi Cumbre Ordinaria, el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno decidió cesar el Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación (coseccti), mismo que había sido creado hacía apenas tres años, para sustituirlo por tres consejos nuevos con mayor autonomía institucional y especificidad técnica (Decisión núm. 12, 2012): el Consejo Suramericano de Educación (cse), el Consejo Suramericano de Cultura (csc) y el Consejo Suramericano de Ciencia, Tecnología e Innovación (cscti). Junto con esta medida, fueron creados también el Foro de Participación Ciudadana de la Unasur —la concreción del rumorado 181

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Observatorio Social Suramericano (Morales Ruvalcaba, 2010: 211 y 212)— que responderá al Consejo de Delegados y Delegadas y trabajará para “crear un espacio específico y propio para los actores sociales suramericanos y definir criterios generales para esa participación” (Decisión núm. 7, 2012); y el Consejo Suramericano en Materia de Seguridad Ciudadana, Justicia y Coordinación de Acciones contra la Delincuencia Organizada Trasnacional, que fortalecerá la cooperación regional en dichos rubros (Decisión núm. 14, 2012). Así, con el renombramiento del Consejo Suramericano de Lucha contra el Narcotráfico (cslcn) como Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas (cspmd) en 2010 y la plena incorporación del Consejo Electoral (Decisión núm. 15, 2012), la estructura institucional de Unasur queda actualizada según se muestra en el siguiente organigrama.

A modo de conclusión A pesar de su poco tiempo de vida, la Unasur se ha comenzado a distinguir en los últimos años por al menos dos aspectos. El primero, es el modesto pero notorio dinamismo del proceso integrador, especialmente en sus dimensiones política y social. Es muy significativo que —aun cuando la economía mundial todavía no logra salir de la llamada Gran Recesión— los ajustes y avances más importantes en la Unasur han estado relacionados con la participación popular, la integración social y la seguridad ciudadana. Ciertamente no es posible descuidar la integración económica, pero es fundamental no olvidar que ésta no puede ser autónoma sino que debe operar ex profeso para el bienestar de los pueblos. Segundo, se está consolidando un “modelo de integración suramericano” distinto de modelos europeo, asiático o norteamericano. Aunque se trata de un proyecto todavía inacabado —y, por tanto, perfectible— los contundentes pasos que la Unasur ha dado en materia de coordinación política, relación frente a terceros, desarrollo institucional y cooperación económica y social, la están convirtiendo en un modelo auténtico y alternativo. 182

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Figura 1 Organigrama

Fuente: elaboración propia.

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El horizonte es esperanzador, pero será vital que líderes y ciudadanos suramericanos continúen velando el espíritu de la integración suramericana plasmado en la Declaración de Cochabamba de 2006: I) solidaridad y cooperación; II) autodeterminación de los pueblos; III) paz; iv) democracia y pluralismo; V) respeto a los derechos humanos, y vi) armonía con la naturaleza.

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La Unión de Naciones Suramericanas en 2012: momento de reestructuración y despliegue

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Daniel Efrén Morales Ruvalcaba

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Integración para la remilitarización, la explotación y la desposesión

Ximena Isabel de la Barra MacDonald1 El año 2012 fue marcado por crisis de gobernabilidad en varios de los países centroamericanos (ca), de los cuales enunciaremos sólo algunos: • El Salvador, remecido por la pugna entre los diferentes poderes del Estado: el Ejecutivo y la Asamblea Nacional desoyen a la Corte Suprema de Justicia y recurren a la Corte Interamericana de Justicia, aunque el conflicto no corresponde a su jurisdicción (uca, 2012). • Panamá, permeada por la corrupción y la guerra declarada entre los distintos sectores de la clase dominante por el control de los aparatos del Estado (Gandásegui, 2012) y la pérdida de los mecanismos de pesos y contrapesos entre los poderes del Estado al concentrar el presidente la mayor parte de ellos. • Honduras, aún afectada severamente por las consecuencias del golpe de Estado. • El crimen organizado y los cárteles de la droga penetran y debilitan a la institucionalidad pública, lo cual le permite actuar con total impunidad. La debilidad estructural de los Estados se evidencia cuando muchos territorios ya no son controlados por éste, sino que por grupos paraestatales y privados. La pobreza y la exclusión social se tornan en el caldo de cultivo donde el crimen organizado recluta nuevos contingentes. La incapacidad de los gobiernos de resolver los principales pro-

1.

Consultora independiente e integrante del grupo Diálogo Suramericano, Santiago de Chile.

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blemas de los ciudadanos, y de garantizar derechos conduce, en consecuencia, a una crisis de su legitimidad (Fespad, 2012).

Remilitarización El único rubro donde los Estados de ca muestran fortaleza es en materia de defensa, donde se refuerzan sistemáticamente los presupuestos. Además, se militarizan funciones del Estado que no competen a la defensa, como las políticas de seguridad ciudadana y la atención humanitaria ante catástrofes. La cultura política autoritaria frente a la población pero complaciente con los poderes fácticos, que tienen un alto nivel de decisión y control en los gobiernos, trae como consecuencia más inmediata la presencia de altos niveles de violencia e inseguridad humana y la criminalización de las organizaciones civiles que denuncian la vulneración de sus derechos, especialmente en los casos relacionados con la protección de territorios frente al embate de las inversiones extranjeras (Fespad, 2012.). La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (cloc) ha denunciado que las empresas extranjeras han desalojado a miles de pequeños productores para acaparar tierras y sembrar piñas, palma aceitera o caña para la exportación. A las secuelas sociales y a la persecución y asesinato de líderes comunitarios, se suman la contaminación, deforestación, la desaparición de los humedales, la pérdida de biodiversidad y el acaparamiento de la tierra en pocas manos. En definitiva, la remilitarización en ca es un proyecto de dominación económica de Estados Unidos y de algunos países europeos con el objetivo de controlar y reprimir a los movimientos sociales y a las comunidades, y facilitar a las multinacionales un proceso que el geógrafo británico, David Harvey, ha denominado de acumulación por desposesión. La contrainsurgencia es funcional al extractivismo minero, al monocultivo de exportación a gran escala, y a megaproyectos hidroeléctricos o turísticos por parte de las transnacionales, ya que frena la insurrección y logra desplazar a la población, despejando el territorio. Por lo demás, es un negocio redondo para Estados Unidos en venta de armas, contratos de empresas de seguridad privadas y sistemas de espionaje. 188

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El Plan Mérida, el Plan Mesoamérica, la Iniciativa Regional de Seguridad Centroamericana (carsi) y los ejercicios militares conjuntos, han fracasado en disminuir la violencia ya que sólo la enfrenta con más violencia. Tampoco han logrado disminuir la demanda de drogas en Estados Unidos. Por lo mismo fracasarán el Plan Martillo en el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) y la nueva fuerza militar Tigres en Honduras, entre otros, que forman parte del control militar del Gobierno de Estados Unidos. Se reposiciona a las fuerzas armadas como garantes de la seguridad interior y de lucha contra el narcotráfico, justificando el resurgimiento del modelo contrainsurgente que dejó tantas muertes y violaciones a los derechos humanos en el pasado. Peor aún, después de varias décadas de “guerra contra las drogas”, los narcotraficantes son ahora más fuertes que nunca. Incluso el Sistema de Integración Centroamericana (sica) cuenta con 22 proyectos relacionados con la violencia, y 70% de ellos están destinados a los ejércitos para el control de armas, crimen organizado y narcotráfico. Panamá y Costa Rica, que retóricamente no tienen ejércitos, también se arman hasta los dientes y militarizan a sus policías, y en el caso de Costa Rica, formalmente se ha solicitado la presencia militar estadounidense. Las masacres en Bajo Aguan en Honduras o en las comunidades Ngobe en Panamá, son sólo dos de los casos que atestiguan la criminalización de las comunidades campesinas.

Sistema de Integración Centroamericano (sica) La institucionalidad del sica sigue siendo al menos tan débil como la de sus países miembros. Se debilita aún más con la incorporación de Estados Unidos y del Vaticano como observadores, posición clave para ejercer su influencia de dominación, en el primer caso, y para imponer sus dogmas de fe, en el segundo, lo que resulta especialmente grave respecto de los derechos de la mujer. Desde luego no se ha permitido la incorporación al sica de las organizaciones sociales ni como participantes, ni como observadoras. La debilidad institucional se manifiesta con mayor intensidad en las organizaciones que componen el Tratado de Integración So189

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cial Centroamericano (tisca) debido a la poca importancia que le dan los gobiernos a su participación activa, y a la insuficiencia de los aportes financieros que le asignan. Adicionalmente la influencia del Consenso de Washington ha significado la relegación generalizada de la temática social (cepal, 2013). Persiste la visión errada de que la integración se trata primordialmente de intereses económicos, comerciales y financieros. A pesar de ello, aunque se han logrado avances significativos, aún no se concreta la unión aduanera. Por otra parte, los tratados de libre comercio en vigencia no han logrado resolver el déficit comercial de ca, que aumentó en 4.8% en 2012, según informó el Subsistema de la Integración Económica Centroamericana (sieca). El mercado más importante para las exportaciones sigue siendo Estados Unidos con 33.3% del total, seguido de las exportaciones intrarregionales con 25.2%. Las importaciones siguen un patrón similar, con 12.8% desde la propia región y 40.9% desde Estados Unidos. La mayoría de los países presentan índices positivos de crecimiento, con un promedio regional de 4.5%, mejor que los índices sudamericanos (cepal, 2012), pero ese crecimiento no ha resultado en inclusión social, en mejor distribución de la renta ni superación de los problemas históricos y estructurales de la pobreza. Por otra parte, se mantienen una serie de conflictos de interés entre los países miembros, que impiden una real integración. Entre ellos: • Conflicto limítrofe en el Golfo de Fonseca (Nicaragua, El Salvador, Honduras). • Diferendo limítrofe en el Río San Juan (Nicaragua/Costa Rica). • Ley que aprueba la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua que compite con el de Panamá y que al menos, manteniéndose Ortega, se escapa del dominio de Estados Unidos. • Diferencias entre las formas de enfrentar el narcotráfico. El Gobierno de El Salvador asegura que se debe enfrentar con la política social, pero en la práctica lo hace militarizando el problema, respondiendo a la política estadounidense. El Gobierno de Guatemala, en cambio, afirma que como no ha funcionado el “prohibicionismo”, corresponde intentar la legalización de las drogas. Nicaragua, aunque no exenta de violencia, es la gran excepción al modelo militarizado. Su ejemplar modelo 190

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preventivo, proactivo, comunitario de combate a la droga ha demostrado ser muy efectivo (Trucchi, 2012). De no haber un acuerdo regional, el crimen sólo se irá trasladando de un país a otro, como es el caso del traslado del narcotráfico desde República Dominicana a Honduras, donde encontró mejores condiciones. Lamentablemente el sica es demasiado débil para asumir ese rol y simplemente se pliega ante los intereses estadounidenses. Centroamérica no cuenta con una agenda propia al respecto. El Salvador es el único país “beneficiario” del Plan Asocio para el Crecimiento con Estados Unidos que ha cumplido un año desde su inicio y que exacerba las asimetrías entre este país y el resto de los miembros del sica. Este Plan, de acuerdo con la información de la Embajada de Estados Unidos en El Salvador, pone énfasis en materia de seguridad, la promoción de la inversión privada, la competitividad y el potencial para la exportación, ninguno de los cuales beneficia a la población. Nicaragua es el único país de la región que es miembro del alba. Esta Alianza Bolivariana opera sobre la base de la solidaridad y la complementariedad, principios totalmente contrarios a los que esgrimen los tratados y acuerdos adoptados por el conjunto de los países ca. Conflicto en Costa Rica con la migración nicaragüense a su territorio, lo que le impide aceptar compromisos como la libre movilidad de las personas que propone la unión aduanera, y el reconocimiento y homologación de los derechos y beneficios sociales para los nacionales de los países de ca en toda la región (cepal, 2013). Costa Rica continúa sin incorporarse al Parlacen en momentos en que Panamá está a punto con los procedimientos de reincorporación.

Entre los avances durante 2012, cabe mencionar que el 29 de junio de 2012 se suscribió el Protocolo de Incorporación de Panamá al sieca. Por otra parte, se busca modificar el Tratado de Tegucigalpa para que República Dominicana, Estado asociado al sica, pase a ser miembro pleno (sela, 2012). 191

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Acuerdo de Asociación (AdA) con la Unión Europea (ue) A pesar del rechazo de las organizaciones sociales tanto ca como europeas, durante la reunión del sica, el 29 de junio de 2012, los presidentes de ca, incluido Panamá, subscribieron un AdA con la ue. Las redes sociales se dirigieron a los presidentes de la región advirtiendo que “Considerando la grave situación de violación de derechos humanos, se concluye que no hay condiciones adecuadas para firmar un AdA entre la ue y América Central”. Fueron desoídos. El Parlacen emitió una opinión ilustrativa previa favorable y ya ha sido ratificado por la Asamblea Nacional de Nicaragua y por el Congreso de Honduras. No cabe duda de que en un corto plazo se producirán las ratificaciones pendientes. Una demostración más de la distancia entre gobernantes y gobernados. Los acuerdos negociados privilegian ante todo los intereses comerciales de la ue, exacerbando las asimetrías existentes entre las dos partes y pone los recursos naturales, la biodiversidad, los conocimientos ancestrales, los servicios públicos, las fuentes de agua, los recursos minerales y energéticos al servicio de los afanes de lucro de las empresas europeas. En anuarios anteriores hemos detallado las objeciones de la sociedad civil a este acuerdo. El Manifiesto de Organizaciones, Redes y Movimientos Sociales advierte que dado su carácter “librecambista”, este acuerdo “va a limitar fuertemente la autonomía de los Estados parte para promover y definir políticas regionales y nacionales en beneficio de las mayorías”. Las negociaciones del AdA ignoraron los aportes de la sociedad civil y tampoco contemplaron una participación vinculante en su implementación. Los Movimientos Sociales denuncian que el AdA desconoce los estudios de impacto ambiental y que no privilegian la defensa de los derechos humanos sobre el libre comercio. El 6o Encuentro Sindical, previo a la 1a Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) y de la ue ha denunciado que […] la mayor parte de los compromisos y objetivos sociales aprobados en la Cumbre de Madrid 2010 no se han cumplido, han agravado la situación de los trabajadores y trabajadoras en numerosos países y podemos afirmar

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inclusive que varios gobiernos han hecho exactamente lo contrario [a lo acordado].

Este acuerdo consta de tres pilares: diálogo político, cooperación y comercio. Sólo se potencian los componentes comerciales y de inversión, especialmente este último, al que se le amplían las posibilidades de extracción de los recursos ambientales y de aumentar la rentabilidad de los grandes capitales al blindar la acción depredadora de diversas multinacionales europeas que ya operan en la región, y al disminuir sus costos laborales y ambientales gracias a la debilidad de los gobiernos de ca, sus regulaciones y su capacidad para hacerlas cumplir. Por otra parte, el componente comercial obliga a los países de ca a una competencia desigual con productos europeos subsidiados. Se desdibujan o desfinancian los componentes de diálogo político y cooperación para el desarrollo. Europa vive una crisis financiera que le impide cumplir con sus compromisos de cooperación al desarrollo si ésa hubiera sido la intención. Por lo demás, la cooperación siempre ha sido fuertemente atada a los intereses del donante e incluso se ha disfrazado a la cooperación en materia de defensa como si fuera para la seguridad y la asistencia humanitaria frente a los desastres. Si tomamos como ejemplo a España, este país, sumido en una profunda crisis sistémica del modelo neoliberal que está siendo abordada con políticas de austeridad, lo que equivale a avivar el fuego, no sólo no está en condiciones de impartir consejos sobre política pública, sino que ha ideado un perverso sistema de Ayuda Oficial al Desarrollo (aod). Ha recortado en 73% su presupuesto para aod, y el resto lo concentra mayoritariamente en créditos reembolsables a intereses de usura, lo que sólo traslada su problema de deuda al tercer mundo. En definitiva, parece que el AdA se trata de un acuerdo diseñado para repotenciar la acumulación capitalista en las economías europeas. Toda Europa vive una crisis institucional y política que le impide ser considerada un interlocutor válido para el diálogo político, que más que diálogo resulta siendo imposición, y que inevitablemente será sesgado en favor de los intereses del socio más poderoso. Por el contrario, son aquellos países latinoamericanos cuyos gobiernos progresistas adoptaron políticas públicas fuera del re193

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cetario neoliberal, los que afrontaron la crisis en mucho mejores condiciones y son ellos lo que pudieran aportar a los países de la ue en materia de política pública, asunto inaceptable para la ue.

Alba Nicaragua, siendo el único país ca integrado al alba y sigue viendo los frutos de esta iniciativa con programas sociales contra el hambre, la falta de vivienda, el analfabetismo, las carencias en salud, etc. Comienza a ver ya el progreso de las obras del complejo de refinación petrolera El supremo sueño de Bolívar en construcción en el departamento de León, cuyo objetivo es abaratar los costos energéticos en los países pobres. El presidente Funes de El Salvador ha decidido estudiar la posibilidad de unirse a Petrocaribe, iniciativa alba, para beneficiarse de compras de petróleo venezolano con formas de pago preferencial, de largos plazos de pago y bajos intereses. Realismo oportunista de su parte, que descarta unirse al alba para no perder su relación obediente con Estados Unidos y seguir beneficiándose de su situación de socio privilegiado que incluye el Asocio para el Crecimiento, cuyos beneficios recaen fundamentalmente en el sector privado y difícilmente servirán para reducir la pobreza. Por otra parte, al no estar integrado al alba, cuyos países miembros han repudiado al ciadi, se debilita su posición frente a este organismo respecto al pleito con Pacific Rim por una explotación que saquea el territorio y asesina a campesinos y a ambientalistas. Varios municipios gobernados por el fmln ya se benefician de Petrocaribe, con acuerdos que negociaron sin esperar las indecisiones de su gobierno.

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¿Qué está pasando en la Asociación de Estados del Caribe?

Esperanza Martínez Ortiz1 En este documento se revisará la dinámica que presenta en el periodo del 2012 la Asociación de Estados del Caribe (aec) y que impacta el panorama y las perspectivas de integración en la región latinoamericana. Para ello se presentará una breve descripción de la conformación de esta Asociación que nos permite ubicar en mejor contexto los eventos producidos en este año, en especial los que afectan sus actividades y dimensión política. Finalmente se exponen algunas reflexiones sobre las actividades, efectos y perspectivas del acuerdo de la Asociación de Estados del Caribe.

Antecedentes El convenio mediante el cual se formalizó la constitución de la Asociación de Estados del Caribe (aec) fue firmado en Colombia, en la ciudad de Cartagena, el 24 de junio de 1994. Entre sus objetivos fundamentales se encuentra el de lograr que entre los 25 Estados miembros y los tres asociados se promueva la consulta, la cooperación y la acción concertada. Estos objetivos se visualizan a través del fortalecimiento de la cooperación regional y del proceso de integración, con el propósito de crear un espacio económico ampliado en la región, así como la preservación de la integridad medioambiental del Mar Caribe, considerado como patrimonio común de los pueblos de la región.

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Doctora en Estudios Científico Sociales. Profesora-investigadora en la Universidad de Guadalajara.

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Igualmente se plantea la promoción del desarrollo sostenible del Gran Caribe. Como antecedentes de su formalización se reconoce el interés en el Mar Caribe, por ser un activo común de los pueblos caribeños, así como su rol en la historia y su potencial para operar como elemento unificador de desarrollo. El texto recuerda el interés de preservar el medio ambiente en la región, especialmente la integridad ecológica del Mar Caribe, para mejorar la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras de los pueblos de la zona. Igualmente, reconoce que es desarrollo de anteriores decisiones de mandatarios de la región, expresadas entre otras ocasiones, en la Conferencia de Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe en su Reunión Extraordinaria de Puerto España, Trinidad y Tobago, en octubre de 1992, para establecer la Asociación de Estados del Caribe como marco global para la adopción de posiciones comunes entre los Estados, países y territorios del Caribe; la Segunda Conferencia Ministerial de la Caricom (Caribbeam Comunity) y Centroamérica, celebrada en Kingston, Jamaica, en mayo de 1993, en la cual los ministros de ambas subregiones aceptaron la propuesta de la Comunidad del Caribe para establecer la Asociación de Estados del Caribe con el propósito de promover la integración económica y la cooperación en la región. Conforma también uno de sus antecedentes, la Cumbre de los Presidentes del Grupo de los Tres con los Jefes de Estado y Gobierno de la Caricom y el Vicepresidente de Surinam celebrada en Puerto España, Trinidad y Tobago, en octubre de 1993, en la cual se reiteró el compromiso de establecer la Asociación de Estados del Caribe. En su organización tiene previstos como órganos permanentes el Consejo de Ministros, principal órgano de formulación de políticas y de orientación de la Asociación, y la Secretaría General. Existen también cinco Comités Especiales de: Desarrollo del Comercio y las Relaciones Económicas Externas; Turismo Sustentable; Transporte; Reducción del Riesgo de Desastres; y Presupuesto y Administración. Adicionalmente está previsto un Consejo de Representantes Nacionales del Fondo Especial, responsable de supervisar los esfuerzos de movilización de recursos y el desarrollo de proyectos. La Asociación está conformada por diferentes clases y calidades de Estados y organismos: 198

¿Qué está pasando en la Asociación de Estados del Caribe?

Los Estados miembros tienen plenos derechos de discusión, participación y votación en el Consejo de Ministros y Comités Especiales, y son 25: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, y Venezuela. Por su parte, los miembros asociados pueden participar en discusiones y votar en decisiones del Consejo de Ministros y de los Comités Especiales en los asuntos que los afecten directamente y que estén dentro de su competencia constitucional. Son miembros asociados los siguientes: Aruba, Francia (en nombre de Guyana Francesa, Guadalupe y Martinica, San Bartolomé, Saint Maarten) y Curazao. Son observadores fundadores algunos organismos que han participado en distintos logros de la cooperación y la integración en la región que coinciden con los propósitos de la Asociación, para lo cual se celebraron acuerdos especiales con el Sistema Económico Latinoamericano (sela), la Secretaría General de la Caricom, el Sistema de Integración Económica Centroamericana (sica) y la Secretaría Permanente del Tratado General de Integración Económica Centroamericana (sieca) para facilitar su participación en los trabajos del Consejo de Ministros y de los Comités Especiales y fueron reconocidos como observadores fundadores en 1996. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (cepal) y la Organización de Turismo del Caribe (otc) fueron admitidas como observadores fundadores en los años 2000 y 2001, respectivamente. Cualquier país que solicite ser admitido en calidad de observador, podrá serlo de acuerdo con los términos y las condiciones que defina el Consejo de Ministros. Actualmente los países observadores de la aec son: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Corea, Ecuador, Egipto, Eslovenia, España, Finlandia, India, Italia, Marruecos, Perú, el Reino de los Países Bajos, el Reino Unido, Rusia, Serbia, Turquía y Ucrania. El acuerdo reconoce igualmente a otra instancia, la de los “actores sociales”, cuya participación se esperaba que contribuyera de manera efectiva al logro de las metas establecidas en el Plan de Acción adoptado durante la Cumbre de Jefes de Estado y de Go199

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bierno en Puerto España, así como en el Programa de Trabajo de la Asociación, las decisiones pertinentes del Consejo de Ministros y las actividades previstas en los Programas de Trabajo de los Comités Especiales. Los actores sociales de la aec son: la Asociación de Bibliotecas Universitarias de Investigación e Institucionales del Caribe (acuril), la Asociación de la Industria y Comercio del Caribe (caic), la Asociación Médica del Caribe (Ameca), la Asociación de Navieros del Caribe (csa), la Asociación de Universidades e Institutos de Investigación del Caribe (unica), la Caribbean Conservation Association (cca), el Centro Regional Antillas-Guayana Francesa del Instituto Nacional de Investigación Agronómica (crag/inra), la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (cries), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (flacso) y la Universidad de los West Indies (uwi). Como se desprende de un repaso a algunos de sus antecedentes, la aec nace en un momento histórico de desarrollo del denominado regionalismo abierto promovido por la cepal desde finales de los ochenta, que propicia un auge de los convenios de integración en la región. Surgen también los esquemas de integración regional y subregional, tales como el Mercado Común Centroamericano (mcca), el Sistema de Integración Centroamericana (sica), el Mercosur, el Grupo de los Tres (G-3), que se suman a los ya existentes, como la Comunidad del Caribe, Caricom. Su ámbito de influencia abarca una región, cultural y políticamente heterogénea. El acuerdo de la aec aspira a que algunas coincidencias sean útiles en la búsqueda de cooperación económica, en función de un capital común como es el Mar Caribe, que debe ser protegido y puesto en función de las naciones que tienen en él influencia. En este acuerdo se concreta también la visualización de intereses comunes de distintos países en relación con el Mar Caribe. No de otra forma puede explicarse el impulso dado al mismo desde los países del Grupo de los Tres y la Caricom, expresado en la reunión celebrada en Puerto España, Trinidad y Tobago, en octubre de 1993. En este espacio de la aec convergieron grupos de países heterogéneos con visiones y capacidades distintas, que podrían clasificarse, siguiendo a Serbin (2006), en dos grupos: los Estados de 200

¿Qué está pasando en la Asociación de Estados del Caribe?

América continental de habla española independizados en el siglo xix, y los Estados que fueron colonias hasta épocas más recientes y los que aún tiene relaciones asociadas a metrópolis europeas. Se tendría que incluir también a los países que conformaron el llamado Grupo de los Tres: Colombia, México y Venezuela, que para la época ya se encontraban negociando un acuerdo de libre comercio. Habían vivido un proceso de acercamiento que comenzó desde el Grupo de Contadora cuando estos países, junto con Panamá, intervinieron en búsqueda de la paz ante el conflicto armado que afectaba a buena parte de la región centroamericana. Esa experiencia dibujó con claridad los intereses convergentes que esos tres países tenían en la región, desde el punto de vista estratégico, de seguridad, así como las posibilidades de profundización de relaciones económicas, comerciales, de cooperación que todos, con distintas intensidades, ya tenían con la región. Nace entonces este acuerdo, en un contexto definido por la caída del Muro de Berlín y del modelo socialista dirigido por la Unión Soviética, y por el auge de las políticas neoliberales en el área latinoamericana. La revisión de las experiencias de integración propicia el surgimiento de nuevos esquemas que ponen énfasis en aspectos comerciales que tienen un amplio desarrollo en la experiencia de la región, no únicamente caribeña y centroamericana, sino en todo el continente.

Fortalezas y dificultades en su desarrollo institucional Desde su creación ha tenido instituciones conformadas por las Cumbres de Jefes de Estado, el Consejo de Ministros y los Comités Especiales, así como la Secretaría, que tiene funciones especialmente administrativas. Estos organismos dotan a la Asociación de una estructura que puede darle funcionalidad. Se basan además en la fortaleza de los respectivos Estados nacionales miembros y en sus instituciones, y tiene prevista la participación de actores sociales desde 1995, que aunque con menor capacidad decisoria, tienen posibilidades de intervenir en las sesiones abiertas del Consejo de Ministros y Comités Especiales. 201

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Este foro, que actúa desde 1997, tiene amplios objetivos relacionados con el aprovechamiento de la diversidad cultural, la posibilidad de incidir en políticas públicas, de hacer hincapié en la perspectiva de género y sostenibilidad ambiental, sistematizar prioridades, procurar mecanismos de participación de la sociedad civil, estimular una cultura de integración solidaria del Gran Caribe que fortalezca su identidad en un mundo globalizado, y en general tiene como aspiración amplia la de ser un actor principal en estos procesos. La potencialidad de su actividad es abierta y podría finalmente responder a quienes tuvieron la expectativa de que se constituyera como “el nacimiento de una sociedad civil regional y su inicial participación en la construcción de procesos de integración con rasgos amplios, democráticos y socialmente incluyentes” (Rocha, 2007: 30). Es pertinente comentar que la utilización de una expresión como lo es la del Mar Caribe, en la redacción del texto del convenio así como en diferentes textos utilizados para abarcar los países que en la Asociación tienen acogida, presenta algunas connotaciones que pueden ser problemáticas. Básicamente obedecen a criterios geográficos, pero también a otros culturales e históricos. Surgen también algunas diferenciaciones como Gran Caribe, Antillas y otras denominaciones que pueden causar confusión. Así, es posible encontrar que se abarca únicamente a las islas ubicadas en este mar, pero en otras conceptualizaciones se incluyen a los países continentales que tienen costa sobre el Atlántico.2 El acuerdo incluye una región heterogénea en términos socioculturales, que incluye múltiples y diferentes herencias históricas, religiosas y lingüísticas. Compartieron el flagelo de la esclavitud y una tardía descolonización frente a los procesos de independencia vividos por otros países latinoamericanos, así como tienen en común una situación geográfica y similares sistemas económicos. En este sentido el criterio de la Asociación obedece al más amplio, que incluye regiones insulares y continentales. Sin embargo, por distintas

2.

Incluso hay autores como Charles Wagley, citado por J. I. Fernández E. (2012), que utilizan como criterio las economías de plantaciones basadas en la esclavitud, por lo cual incluyen regiones del noreste de Brasil y algunas de Estados Unidos.

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¿Qué está pasando en la Asociación de Estados del Caribe?

razones no todas están incluidas, como por ejemplo no forman parte de la aec Puerto Rico ni Estados Unidos, a pesar de que comparten el criterio geográfico. Transcurridos 18 años desde su creación, se puede afirmar que los logros obtenidos frente a los objetivos propuestos han sido precarios. Este resultado es producto en parte de la débil voluntad política de sus Estados miembros. A eso se le suman las diferencias culturales, los diferendos limítrofes entre países de la región, la caracterización de algunos líderes políticos de la región en orientaciones ideológicas no sólo distintas sino en ocasiones contradictoras. La endeble voluntad política de los miembros para ampliar sus resultados, se puede medir en indicadores tales como la ausencia de diálogos a alto nivel. Esto es evidente cuando se observa que desde 2005 hasta 2012 no se habían realizado las cumbres previstas inicialmente. El cumplimiento del desarrollo de esas actividades institucionales básicas imprime necesariamente lentitud a sus posibles avances.

Actividades durante 2012 Las actividades durante el año 2012 se desarrollaron en forma principal a través de numerosas reuniones y trabajos realizados en sus diferentes organismos. Entre éstos tuvieron una mayor dinámica los de comercio, el transporte, el turismo sustentable y la atención a los desastres naturales. Otra faceta de su dinamismo se origina en otros acuerdos o ámbitos nacionales de los países miembros o asociados. Con esta perspectiva se mencionarán a continuación las más relevantes. Ámbito interno. Aquí se incluyen principalmente las reuniones de distintos órganos institucionales de la aec, así como sus resultados. En febrero del año 2012 se realizó en Trinidad y Tobago la xvii Reunión del Consejo Ministerial. En ella Panamá asumió la presidencia del Consejo de Ministros de la Asociación de Estados del Caribe. Igualmente se eligió por consenso al colombiano Alfonso Múnera Cavadía como nuevo secretario general para el pe203

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riodo 2012-2016, funcionario quien asumió sus funciones en abril de 2012. Durante la reunión se reconoció la seria y crónica crisis institucional que derivó en una reducción significativa del apoyo y compromiso de los Estados miembros. Se manifestó la esperanza de que con estos cambios se contribuya a que los Estados renueven su interés en la aec. Se comienza a programar finalmente, después de ocho años, la realización de una Cumbre de Jefes de Estado3 con la cual se aspira a dar nuevos bríos a la Asociación. Durante el año hubo varias reuniones del Comité Especial para la Prevención de Desastres, presidido por Colombia desde la reunión en agosto en Bogotá. Entre otras, la de Panamá en octubre y en Trinidad y Tobago en noviembre, que sirvieron como marco de acción para avances legislativos en la región sobre reducción de riesgos y manejo de desastres, tales como la expedición en Colombia de la ley 1523 de 2012 “Política Nacional de Gestión del Riesgo-Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres”: Conocimiento del Riesgo, Reducción del Riesgo y Manejo de Desastres. Por su parte, el Comité de Transporte Aéreo llevó a cabo actividades orientadas a proponer alianzas aéreas en el transporte de la región en utilización de códigos compartidos, uso de instalaciones aeroportuarias, intercambio y temas afines con el ramo del transporte. Tuvieron lugar varios encuentros y reuniones de diferentes comités técnicos, y órganos orientados en general a preparar la V Cumbre de Presidentes del Acuerdo, la cual llevaba sin realizarse varios años. En esos eventos se desarrollaron tareas relacionadas con los temas en los cuales la Asociación decidió que se orientarían y focalizarían los esfuerzos de revitalizar el organismo: cooperación, transporte y turismo, comercio y desastres naturales. Algunos países afirman su especial interés en este mecanismo, tal y como lo hace Colombia, país que declara su motivación en el fortalecimiento de su presencia en el área del Caribe y en la Asociación de Estados del Caribe (aec), pues considera que “es el único escenario regional del Gran Caribe que le permite mantener

3.

Esta Cumbre tendría lugar finalmente en abril de 2013.

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un diálogo con los Estados del Caribe, así como un instrumento de diálogo y concertación para trabajar en los temas priorizados por la Asociación”.4 Por su parte, en junio de 2012, durante la reunión en Panamá, el ministro encargado de Relaciones Exteriores de Panamá, Francisco Álvarez de Soto, reiteró que para su país este organismo constituye un instrumento que permite el acercamiento al Gran Caribe tanto en lo político, económico, así como en materia de cooperación. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac), cuya creación fue decidida en Cancún en 2010, y conformada oficialmente en diciembre de 2011 en Caracas, es un mecanismo más reciente cuyo objetivo coincide en algunos puntos con los de la aec. Fue resultado de una aspiración de integración política, esfuerzo liderado por México y Brasil. Su creación fue asumida por algunos sectores como una gran alternativa para la integración regional,5 visualizada como un foro político sin la presencia de Estados Unidos ni Canadá. Otros encuentran su razón de ser en que se espera que se constituya en un contrapeso frente a la cuestionada efectividad de la oea,6 aunque esa motivación fue desmentida por algunos presidentes. Luego de su creación a finales de 2011, tuvo su primera reunión ministerial en Quito, dos meses después, en febrero de 2012, a la cual asistieron representantes de sus 33 miembros. En este evento se comenzó a negociar una agenda regional para participar en la Conferencia de Río+20 que tendría lugar en junio. Por otra parte, la Presidencia Pro-témpore de la celac, a cargo de Chile, invitó a los representantes de todos los organismos de integración de América Latina a un encuentro en Montevideo, en la sede de la Asociación Latinoamericana de Integración (aladi). Allí asistió el secretario general de aec con el fin de analizar cómo supe-

4. 5. 6.

Véase página de Cancillería colombiana: http://www.cancilleria.gov.co/international/ consensus/acs#sthash.5M0s0IjP.dpuf Así la calificó por ejemplo la secretaria ejecutiva de la cepal, la economista mexicana Alicia Bárcena. En este sentido se pronunció Hugo Chávez, quien dijo: “la celac va a dejar atrás la desgastada y vieja oea”.

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rar la fragmentación, la dispersión de esfuerzos y la duplicación de tareas en actividades que pueden canalizarse de otra manera. En la declaración de Haití, producida a raíz de la Cumbre de celac, de 2012, este organismo declara que los países miembros reconocen los logros alcanzados por la aec, así como el emprendimiento para cumplirlos. Por lo tanto, es importante seguir fortaleciendo la Asociación en su capacidad de reunir a todos sus países y territorios, con miras a su consolidación en la región y, para tal fin, es necesario promover el uso de nuevas tecnologías de la información. Por su parte, otro órgano de otro espacio de la integración de la región Consejo de Relaciones Exteriores y Comunitarias del Caricom (Cofcor) en el marco de su Reunión número 15 en mayo 2012, expresa su reconocimiento de la aec y se compromete a fortalecer las relaciones con la Asociación, así como a continuar con una colaboración cercana y una participación activa. Estas declaraciones y actividades de organismos afines y de países de la región contribuyen a fortalecer el ámbito de acción política de la aec y contribuyen a generar el clima de revitalización en el que sus administradores se han empeñado. Permanece, por otra parte, la ausencia casi total de actores sociales en las discusiones, aunque en las actividades desarrolladas durante 2012 se hicieron pronunciamientos para invitar a algunos sectores de la iniciativa privada para que participen en aspectos concretos que pueden ser de su interés. Éste es el caso del anuncio de la creación de un grupo en el cual Panamá y Colombia expresaron su interés “para que el sector privado aéreo de la región se siente a conversar y a construir proyectos concretos para facilitar la conectividad”.7

Comentarios La Asociación de Estados del Caribe había mantenido precarios resultados y una especie de latencia en sus actividades y aspiracio-

7.

Declaraciones emitidas por el secretario general A. Múnera.

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nes, ante la falta de interés de los Estados miembros en brindarle mayor impulso. Durante 2012 comienzan a darse algunas actividades orientadas a su revitalización. Así lo expresan algunos de sus dirigentes y líderes de los países miembros, pero igualmente se puede deducir del incremento de algunas de sus reuniones y actividades, impulsadas probablemente por los cambios en la administración hechos en la Reunión de Trinidad y Tobago en febrero. Uno de los objetivos de su dinamismo lo constituyó en forma clara la necesidad de desarrollar una Cumbre de mandatarios, que no se reunía desde hacía siete años, desde 2005. Durante 2012 fueron numerosos los encuentros y reuniones de distintos comités y órganos de la aec alineados para preparar distintos temas y declaraciones de la Cumbre, la cual se realizaría finalmente en Haití en abril de 2013. El desenvolvimiento de todos estos trabajos previos hizo evidente el ágil funcionamiento de sus distintas instituciones, su capacidad de diálogo y concertación que tuvo relativo éxito al concretarse la realización de la Cumbre. De esta manera se puede observar que este esquema de integración subregional dejó atrás la inercia y pudo concretar acuerdos en temas que los afectan, como el turismo y los desastres naturales, que exigen su consideración inmediata. La atención eficiente a estos aspectos, además de justificarse per se plenamente, muestran que es posible profundizar diálogos y negociaciones en distintos niveles. Es un ámbito de acercamiento entre los distintos países y es posible asumir la Asociación como un real espacio de diálogo y concertación más amplio, que puede permitir trabajos alineados con los objetivos propuestos inicialmente. Es además un esquema que tiene ya una considerable experiencia, cuyas instituciones pueden ponerse en movimiento en la medida en que la decisión política de sus países miembros así lo determine. Como expresión del regionalismo, cumple un papel como herramienta de desarrollo, de profundización de las relaciones entre las naciones, así como para ampliar su competitividad y peso político de la subregión en la arena internacional. Como ha ocurrido en similares procesos de revitalización o decisiones de relanzar acuerdos celebrados y estancados, se logra dar cierto impulso a través de cumbres y declaraciones. Sin 207

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embargo, será necesario hacer un seguimiento a las declaraciones emitidas en su desarrollo general, pero también alrededor de temas concretos que ya han logrado un interesante desarrollo de cooperación, como son los temas de desastres naturales, tráfico aéreo, turismo y los planteados tales como las agendas de conectividad de la región, con la propuesta vinculación del sector privado a sus actividades. Desde su constitución el esquema institucional previsto ha tenido la orientación de ser fundamentalmente operacional y, sesgado hacia actividades comerciales, es un acuerdo regional que tiene una institucionalización simple y que depende de las decisiones de los gobiernos que la conforman. Aunque está prevista la participación de algunos actores sociales, su actividad no se ha fortalecido en sus posibilidades de opinión, consulta o manifestación de sus intereses en forma efectiva. El papel de los funcionarios y de los representantes gubernamentales es fundamental para su efectividad y cumplimiento de sus fines, en el nivel de aspiración propio de este tipo de acuerdos. Si éstos no tienen posibilidad de expresarse, se le adiciona una limitación a sus actividades, además de la potencialidad misma del acuerdo inicial. Es de esperar que de alcanzar los compromisos y de hacerse efectiva la voluntad de sus miembros, así como la identificación clara de proyectos concretos, esta Asociación pueda fortalecer su acción y poner en ejecución su institucionalidad que alcance eficacia para lograr los fines propuestos en su nacimiento. Sería una manera positiva de trabajar hacia objetivos más amplios de convergencias políticas de interés general para la subregión.

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¿Qué está pasando en la Asociación de Estados del Caribe?

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Notas periodísticas http://www.critica.com.pa/notas/1427011-representantes-la-aec-sereunen-panama http://www.laestrella.com.pa/online/noticias/2012/02/10/panamaasume-presidencia-de-la-asociacion-de-estados-del-caribe.asp http://www.laestrella.com.pa/online/noticias/2012/04/10/cancillerhenriquez-se-reune-con-secretario-de-la-aec.asp

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Proyecto Mesoamérica y seguridad. Avances y contradicciones

Daniel Villafuerte Solís1 Introducción En esta comunicación destacaremos y analizaremos los acontecimientos más relevantes ocurridos durante el año 2012 en la región centroamericana, en el marco del Proyecto Mesoamérica y de los asuntos de la seguridad, dos temas que están en las prioridades de los gobiernos de la región y en conexión con las agendas de México y Estados Unidos.

Lo destacable del Proyecto Mesoamérica La esperada y programada xiv Cumbre del Mecanismo de Diálogo de Tuxtla para realizarse en Managua, Nicaragua, a finales de 2012, en el marco del cual se toman decisiones sobre el Proyecto Mesoamérica, no se llevó a cabo. Quizá porque en México, el principal impulsor de la iniciativa, se estaba en la fase de conclusión del sexenio gubernamental. No obstante, durante 2012 se realizaron diversas actividades derivadas de los acuerdos de las cumbres anteriores. En este año destaca el notable avance de uno de los proyectos eje del Proyecto: el Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central (siepac). En agosto, El Salvador completó la interconexión interna y se unió a los sistemas de Guatemala y Honduras.

1. Profesor-investigador del Centro de Estudios Mexicanos Centroamericanos, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.

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En octubre, el presidente de Guatemala, Otto Pérez, inaugura la planta Aguacapa, con lo cual se concluye la infraestructura de este país con una línea de 281 kilómetros que integra a las plantas de Panaluya en Zacapa y Aguacapa en Escuintla. Se estima que para entonces el proyecto siepac registre un avance de 94%, y el 6% restante, que corresponde a Costa Rica, quedaría concluido en la primera mitad de 2013. Se trata, como hemos referido, de una de las obras más ambiciosas impulsadas por el Proyecto Mesoamérica, que consta de una vía de transmisión de 1,790 kilómetros, de 230 kilovatios, y 4,588 torres de transmisión; el costo total del proyecto asciende a 494 millones de dólares. Cuadro 1 Fuente de financiamiento Accionistas Banco Interamericano de Desarrollo Banco Centroamericano de Integración Económica Cooperación Andina de Fomento Banco de Comercio Exterior Préstamos accionistas Total

Monto (Millones de dólares) 58.5 253.5 109.0 15.0 44.5 13.5 494.0

Fuente: Empresa Propietaria de la Red.

Como se puede ver en el cuadro, casi 52% del financiamiento de este proyecto proviene del Banco Interamericano de Desarrollo (bid), lo que de nueva cuenta resalta el protagonismo de esta institución en el Proyecto; le siguen el Banco Centroamericano de Integración Económica (bcie) con 22% y el Banco de Comercio Exterior (Bancomext) con una aportación de 9%; las tres instituciones suman casi 83% del financiamiento, lo que deja ver cómo el Estado, en su nuevo papel, se pone al servicio del capital privado para generar “competitividad”.2

2.

Mutatis mutandis, lo que Hirsch (2001) denomina Estado nacional de competencia.

212

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De acuerdo con la información del Proyecto Mesoamérica, “la línea de transmisión ha sido construida y es administrada por la Empresa Propietaria de la Red (epr), un esquema de vanguardia a nivel mundial, que constituye una sociedad público-privada integrada por las empresas nacionales de electricidad: inde de Guatemala, cel de El Salvador, enn de Honduras, Enatrel de Nicaragua, ice de Costa Rica, etesa de Panamá, y tres socios extrarregionales: endesa de España, isa de Colombia y la Comisión Federal de Electricidad (cfe) de México” (véase Proyecto Mesoamérica, noticias, 16 de agosto). El principal problema en un escenario de mediano plazo será la generación de energía para alimentar a la línea de transmisión, y es que desde hace algún tiempo diversas organizaciones de la sociedad civil han venido impulsando una sistemática resistencia en contra de la construcción de represas en la región, particularmente en Guatemala, donde destaca el Frente Petenero contra las Represas: en julio de 2005 se formó el Frente Nacional Guatemalteco contra las Represas (véase Castro, 2005), integrado por 37 organizaciones de diverso tipo y tendencia ideológica pero unidas en contra de los proyectos derivados del Proyecto Mesoamérica, entre los que se incluyen las represas, la minería y las plantaciones para la fabricación de biocombustibles. En el ámbito energético también destacan los avances del proyecto de biocombustibles y en este marco, durante los días 22 y 23 de agosto se realizó en la ciudad de Cuernavaca, México, la Tercera Reunión de la Red Mesoamericana de Investigación y Desarrollo en Biocombustibles (rmiab). El acuerdo más destacado de esta reunión fue “solicitar a los jefes de Estado y de gobierno en la xiv Cumbre de Tuxtla, crear instrumentos fiscales para la creación de una red de plantas procesadoras de biocombustibles […]” (Proyecto Mesoamérica, noticias, 23 de agosto). Sobre el mismo tema, en su sexto informe de gobierno el presidente Felipe Calderón señala: […] el 8 de diciembre de 2011 se aprobó un programa de Cooperación Técnica No Reembolsable del Banco Interamericano de Desarrollo (bid) por 350 mil dólares para apoyar la ejecución del Programa de Trabajo 2011-2013 de la Red Mesoamericana de Investigación y Desarrollo en Biocombustibles” (Calderón, 2012: 741).

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Es evidente que hay muchos intereses en la producción de biocombustibles, un tema que ha generado un amplio debate relacionado con la seguridad alimentaria, y que está llevando a tensiones y contradicciones en el medio rural por la ampliación de la frontera agrícola para la producción de cultivos, como la palma africana, destacan los casos de Guatemala3 y de Honduras; en este último se han registrado varios enfrentamientos en la zona del Bajo Aguán con saldos sangrientos.4 Finalmente, en materia de interconexión física destaca el taller regional organizado por la cepal, efectuado en San José, Costa Rica, donde se suscribieron instrumentos importantes.5 Lo más significativo es que carreteras de Colombia pasan a formar parte de la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (ricam), en particular la Autopista la Prosperidad, de 838 kilómetros y la Autopista Transversal de las Américas, de 713 kilómetros. Ambas cumplirán un papel clave en la integración, entre los corredores de comercio exterior y Mesoamérica, pues la idea es que formen parte de posibles conexiones hacia el sur de Colombia con Ecuador y hacia el oriente con Venezuela, pasando por centros productivos y de consumo, en particular Medellín (véase Proyecto Mesoamérica, noticias, 14 de noviembre).

3.

4. 5.

A este respecto, un reportaje de Rosenthal señala: “[…] la tierra fértil de Guatemala, propiedad de unas pocas familias, ha resultado ser ideal para la producción de materias primas para biocombustibles. La provincia de Suchitepéquez, que hace cinco años era una importante región productora de maíz, está ahora cubierta de caña de azúcar y palma africana” (Rosenthal, 2013). En una nota de la prensa hondureña de finales de 2012 se estimaba en más de 80 muertos debido al conflicto esta región del país (véase La Prensa, 10 de diciembre, 2012). El 10 de junio, en reunión de consejo de ministros del gobierno de Honduras con el equipo de trabajo del Proyecto Mesoamérica, se anunció el apoyo del Gobierno de México para el desarrollo de infraestructura y seguridad vial, derivado del Acuerdo de Yucatán, por un monto de 73 millones de dólares (Proyecto Mesoamérica, noticias, 10 de junio).

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La seguridad en el centro de atención El 8 de agosto se llevó a cabo en Nicaragua la reunión extraordinaria del sica, en donde se discuten dos temas fundamentales: la seguridad y la seguridad alimentaria. Sobre el primer punto se acuerda instruir a la Secretaría General para que instale el mecanismo de Coordinación, Evaluación y Seguimiento de la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, en particular sobre la implementación de los ocho proyectos priorizados.6 Sobre el segundo, se resuelve desarrollar mecanismos para la investigación e innovación, intercambio de buenas prácticas en seguridad alimentaria y nutricional, así como fortalecer los mecanismos de monitoreo y evaluación de indicadores de desarrollo humano y de seguridad alimentaria-nutricional, al igual que en el ámbito de la variabilidad y cambio climático. Este punto se inscribe en el reconocimiento de la crisis alimentaria provocada por el uso de maíz para la producción de etanol y, en general, el alza de los precios de los alimentos. En la reunión del sica convocada por Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, participaron funcionarios de la oea a fin de revisar el impacto del cambio climático en la seguridad alimentaria, así como la estrategia común de lucha contra el narcotráfico. Y es que Centroamérica es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, donde los fenómenos naturales dejan cada año un número considerable de muertos. Además, las cifras sobre desnutrición, según el Programa Mundial de Alimentos (pma), son impresionantes: en 2011 Guatemala presentaba un índice de desnutrición infantil de 49%, Honduras de 29%, Nicaragua de 21%, y El Salvador de 19.2% (véase La Prensa, 8 de agosto de 2012). Por otra parte, entrevistado en el marco de la reunión extraordinaria del sica, Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz 1987, criticó la falta de voluntad necesaria de Estados Unidos y de los países europeos, que son los grandes consumidores de droga, para ayudar a la región en la lucha con6.

El 10 de noviembre de 2011 la Comisión de Seguridad de Centroamérica aprobó 22 proyectos, identificando al mismo tiempo ocho de ellos con un monto de 333 millones de dólares para relanzar la Estrategia de Seguridad, mismos que fueron presentados el 16 de febrero de 2012 en Washington, dc.

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tra el narcotráfico. Y es que los más de 2,000 millones de dólares que la comunidad mundial prometió en apoyo a la estrategia de seguridad aprobada en Guatemala en junio de 2011, a un año de distancia no había nada en firme. Con esto se evidencia una de las contradicciones entre los países ricos consumidores de droga y los países por donde transitan los estupefacientes; en el fondo los países consumidores no tienen confianza en las instituciones y esto hace que los recursos no fluyan. En este sentido el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, recordó que Estados Unidos, Canadá y Australia, entre otros, habían ofrecido 2,500 millones de dólares para financiar 22 programas sobre cuatro temas; sin embargo, desde la reunión en Antigua, Guatemala, “al sica sólo han entrado menos de 90 millones de dólares” (Terra, 2012). Cabe señalar que en 2012 el Congreso de Estados Unidos aprobó para la región 85 millones de dólares, de éstos, dos tercios se distribuyen entre Guatemala, El Salvador y Honduras (Prensa Libre, 28 de marzo de 2013). Como se puede ver, a pesar de todo el Gobierno de Estados Unidos se mantuvo muy activo durante 2012 en materia de seguridad. En este sentido, el subsecretario adjunto de Defensa para América Latina, Frank Mora, hizo declaraciones importantes en el marco de un foro realizado en Washington, organizado por el Fondo Carnegie para la Paz Internacional, en el sentido de que Estados Unidos busca fortalecer a la policía centroamericana en la lucha contra el crimen organizado. De manera puntual, el funcionario refirió: “estamos tratando de entrenar a la policía como lo ha hecho el Departamento de Estado, de manera que los militares puedan retornar a su misión tradicional y apartarse de la aplicación de la ley” (La Jornada, 28 de septiembre de 2012). Por su parte, el responsable del Departamento de Estado para la Iniciativa de Seguridad Regional Centroamericana (carsi, por sus siglas en inglés), Christopher Ashe, manifestó que los fondos que destina su gobierno no están asignados a las fuerzas militares, sino a las fuerzas policiales, aunque admitió que “todas las instituciones necesitan ser reforzadas, las policiales, las militares, la policía, los programas de prevención. Todos tienen diferentes necesidades y requieren diferente periodo de tiempo” (La Jornada, 28 de septiembre de 2012). 216

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En materia de seguridad, el año 2012 cierra con la celebración de la II Reunión de Parlamentarios Centroamericanos y República Dominicana, evento que se llevó a cabo el 3 de diciembre en Santo Domingo y fue convocado por el sica y por la Conferencia de Ministros de Justicia de los países Iberoamericanos (comjib), con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y cuyo propósito fue armonizar la legislación penal en la lucha contra el crimen organizado en Centroamérica y República Dominicana. El hecho más destacado de este encuentro fue la incorporación del Marco Normativo Armonizado de la Legislación Penal contra el crimen organizado en Centroamérica y República Dominicana, que incorpora la propuesta de “Orden Centroamericana de Detención”, aprobada en el 11 de octubre en La Antigua, Guatemala.

El sica en medio de tensiones Durante 2012 el sica se vio sometido a tensiones que reflejan la falta de cohesión y solidez de la instancia más importante de representación diplomática en la región. Un hecho significativo fue la actitud de la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, que declaró el 9 de julio que no asistiría durante los seis meses siguientes a las reuniones del sica en protesta por un fallo de la Corte Centroamericana de Justicia, que condenó a su país por supuestos daños ambientales en la cuenca binacional del río San Juan generados por la construcción de una carretera en las cercanías de la línea fronteriza con Nicaragua. Costa Rica argumentó que se trató de una sentencia “espuria” y “politizada” a favor de Nicaragua, que el 1 de junio asumió la Presidencia del sica. La presidenta declaró: “En el caso de Centroamérica, hemos venido trabajando en profundizar la integración, pero este semestre la Presidencia Pro-témpore le toca a Nicaragua” (Prensa Gráfica, 9 de julio de 2012). Otro evento que reflejó con nitidez la tensión que existe en el seno del sica fue la visita de Peña Nieto a la región; la idea del presidente electo era reunirse con todos los presidentes; sin embargo, los mandatarios centroamericanos se negaron a la convocatoria con el argumento de que la invitación debió haberse realizado vía 217

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sica, por conducto de su presidente Pro-témpore, que en ese momento era el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. En este sentido, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes expresó: Probablemente, no estoy seguro, el protocolo del presidente electo mexicano no tenga conocimiento de que exista una Presidencia Pro-témpore [del Sistema de Integración Centroamericana], que es a través de la cual se cursan este tipo de solicitudes” (Vargas, 2012).

Este hecho puede interpretarse como parte de las tensiones y contradicciones entre los jefes de Estado de la región, cuyas posturas frente a temas centrales como el combate al consumo de drogas y la seguridad difieren en algunos aspectos, particularmente con la posición del presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, que meses atrás planteó una eventual legalización de las drogas, y sobre la cual no hay consenso; el propio Gobierno de Estados Unidos desestima esta línea.

Reflexión final Da la impresión de que las tensiones en la región están llevando a que cada país busque integrarse, en primer lugar, con el exterior, antes que entre los mismos países centroamericanos. Nicaragua busca seguir la ruta de la integración trazada por Venezuela, a través del alba; otros, aunque convidados por Petrocaribe, como es el caso de Guatemala, buscan un alineamiento más claro con Estados Unidos. En este contexto podemos ubicar un proyecto que fue anunciado en septiembre de 2012, que es el llamado Corredor Interoceánico de Guatemala (cig), una iniciativa muy ambiciosa que no está del todo claro si forma parte del Proyecto Mesoamérica, pero es evidente que se trata de un planteamiento que camina por la vía de la inserción de Guatemala al mercado internacional, en particular con Estados Unidos, para aprovechar las ventajas del cafta. El cig es un proyecto que construirá dos puertos privados —uno en Izabal y el otro en Jutiapa— y los unirá construyendo una carretera, cuatro líneas de oleoducto-gasoducto, terminales para el almacenamiento de combustibles en ambos puertos, una línea férrea de vía ancha y un corredor para transmisión

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de electricidad y fibra óptica. Todo esto en una franja de 372 kilómetros de largo y 140 metros de ancho que pasará por una propiedad privada en la cual se unirán dos mil 919 fragmentos de fincas cuyos propietarios están vendiendo esos bloques y que a la vez se convertirán en accionistas del proyecto. El cig correrá cerca de la línea fronteriza con Honduras y El Salvador, y se visualiza como un canal seco para unir dos océanos (Prensa Libre, 7 de octubre de 2012).

Honduras también mira hacia el norte; sus condiciones sociales caracterizadas por una población empobrecida y excluida, con fuerte emigración a Estados Unidos, se acoge a la buena voluntad de Estados Unidos para ser favorecido por la inversión extranjera en la industria maquiladora y con ayuda para el “desarrollo”. La visión hacia el año 2038 dice: Honduras será el país líder centroamericano en materia de servicios de logística y transporte, maquila, turismo y aprovechamiento sostenible de recursos naturales, generando energía, alimentos, minerales y derivados del sector forestal, como ningún otro país de la región (Gobierno de Honduras, 2010: 25).

El Salvador va por el mismo camino, esperando que la ayuda venga del exterior, mientras su economía depende en buena medida de las remesas enviadas por sus connacionales que radican en Estados Unidos. Las grandes obras apoyadas por el Proyecto Mesoamérica beneficiarán los negocios privados que miran hacia el norte, y los gobiernos de México, Estados Unidos y Europa están viendo cómo sacar provecho de la región con Centroamérica.

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La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (alba-tcp). Alianza regional para la integración de América Latina y sus pueblos 2009-2013

Tania Yadira Durán González1 Contexto actual El panorama internacional actual, ensombrecido por la crisis económica del año 2008, misma que ha venido acompañada de fracturas políticas y sociales, ha dejado bajo su estela un contexto internacional vertiginoso; consecuencia de este contexto y también como derivación de su propio proceso, la situación de América Latina luce inestable y la cara de progreso de la región presentada bajo las cartas del crecimiento económico se ve nublada. En los países pilares del alba, las problemáticas tampoco se encuentran distantes. En Cuba el modelo socialista está siendo sometido a una reestructuración política, económica y social profunda, mientras que en Venezuela la inestabilidad devenida tras la muerte del presidente Hugo Chávez Frías, ha dejado en vaivén el futuro del país y en duda la solidez de la alianza. Los procesos de integración en América Latina continúan bajo la dinámica de constituirse bajo las dos grandes influencias regionales, la que viene por parte de México, influenciada por las tendencias del norte y que toma como referente a la Alianza del Pací-

1.

Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales, en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara.

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fico y el Proyecto Mesoamérica; y la que corta por parte de Brasil y los gobiernos progresistas del sur, que tienen como bastiones el Mercosur, la Unasur y el alba, y recientemente, en concordancia con las dos potencias regionales, la formación de la celac. A pesar de los avances institucionales y logros concretos manifiestos en transformaciones estructurales que el alba propició en sus Estados miembros en los primeros años, los retos parecen ahora venir desde dentro de los países pilares de la alianza y ponen como desafío la continuidad dentro de la complejidad internacional y regional actual. En este trabajo se revisará el devenir y la configuración institucional de la Alianza, así como los avances, logros y desafíos a los que se enfrenta el alba en la actualidad.

Formación y fortalecimiento Institucional El alba se institucionalizó en el año 2004, de la mano de la iniciativa del presidente de Venezuela, Hugo Chávez y el presidente de Cuba, Fidel Castro; en esa ocasión se presentó una guía de 12 principios que serían la base de la alianza, que fomentaba la integración vía la cooperación solidaria de los pueblos. En 2006 la alianza se fortaleció con la adhesión de Bolivia y con el acuerdo para la aplicación del Tratado de Comercio de los Pueblos (tcp). Posteriormente, en 2007 Nicaragua se incorporó a la alianza. En 2008, Dominica y la República de Honduras se unieron; esta última nación sufrió un golpe de Estado que tuvo como consecuencia un viraje político que la alejó de la alianza en 2009. En ese mismo año, tres nuevos miembros se sumaron a la alianza: Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda. Y en el año 2013 se la ha dado la bienvenida como integrante a Santa Lucía. El alba se conformó como un bloque antiimperialista en clara respuesta a los procesos de vinculación económica y política que países de América Latina y el Caribe habían emprendido con Estados Unidos en forma de tratados de libre comercio y bajo el marco del alca, mismos que seguían en la línea mercadocéntrica de la integración y que mantenían las relaciones de explotación del centro a la periferia. El alba es un esquema de cooperación, más que un proceso de integración regional. O un pionero de los nuevos 222

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regionalismos, que versan más sobre la realidad política, económica, social y cultural de cada país miembro.2 Es el modelo de integración que menos heterogéneo y desigual aparece en América Latina y el Caribe, ya que sus niveles y objetivos de integración están vinculados con toda la estructura del modelo, y dentro de los objetivos principales de la integración está el paliar la desigualdad de los pueblos. Todos los miembros se ubican en la periferia, destacando Venezuela con un estatus de “periferia alta”, por lo que responden a la forma de un sistema de integración regional micro (Morales Ruvalcaba y Rocha Valencia, 2008)3 en el que su principal objetivo es el desarrollo que oriente la transformación de las sociedades latinoamericanas. El alba ha celebrado 12 cumbres a lo largo de su existencia, la última tuvo lugar los últimos días de julio de 2013 en Guayaquil, Ecuador. El alba tuvo una intensa actividad en los años 20082009, periodo en el cual amplió notablemente su agenda y reformó su estructura institucional. Las claves de discusión e hitos de estas cumbres pueden verse a continuación en el siguiente esquema:

2.

Podría identificarse como pionero al alba, por dos circunstancias. Una, los Estados se vinculan en un esquema de cooperación sin tener que compartir fronteras. Dos, es una propuesta que busca promover un nuevo modelo de desarrollo. 3. Morales y Rocha (2008) clasifican a los sistemas de integración por el tamaño, potencial y posicionamiento de los Estados miembros. Esta clasificación identifica macrosistemas (grandes, potencias y centrales), mesosistemas (medios y semiperiféricos) y microsistemas (pequeños, dependientes y periféricos). Aunque el alba tiene como objetivo superar estas relaciones de dependencia. Los autores plantean que los objetivos de la integración regional de estos sistemas buscan una mejor inserción mundial global y regional para alcanzar el desarrollo.

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El recuento de las Cumbres 2009-2013 Entre abril de 2008 y junio de 2009 el alba realizó siete Cumbres extraordinarias, en las que formalizó, amplió y reformuló los mecanismos de cooperación entre las naciones parte. Estos mecanismos ampliaron el abanico de cooperación a áreas de educación, tecnología, salud, deporte, formación profesional, energía, finanzas, comercio, minería, turismo, informática, transportes y comunicaciones. También durante este periodo el alba se involucró y giró declaraciones en torno a las problemáticas internacionales, liderando la opinión crítica sobre los mecanismos para la solución de la crisis económica. Acompañó y celebró la Cumbre de América Latina y el Caribe (calc) en Salvador de Bahía, Brasil, antecedente previo de la celac. Destaca dentro de la primera Cumbre extraordinaria, la creación de la Red de Comercialización Alimentaria del alba y la crea225

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ción de un Fondo de Seguridad Alimentaria. En la tercera Cumbre extraordinaria se propone por vez primera la construcción de una zona monetaria y una cámara de compensación de pagos; estos mecanismos serían los antecedentes previos del Sucre. En la cuarta Cumbre extraordinaria se acuerda que el financiamiento del albaAlimentos provendría del Fondo Petrolero y se acordó constituir la Empresa Grannacional alba-Alimentos. En la quinta Cumbre extraordinaria se firmó el Acuerdo Marco para el lanzamiento del Sucre, diseñado para facilitar el comercio exterior, mejorar la liquidez y el flujo de divisas entre los países miembros y se pusieron en marcha los proyectos del Fondo Cultural del alba. En la sexta Cumbre extraordinaria se dieron mayores pasos para la institucionalización de la alianza, se creó el Consejo Ministerial para los Programas Sociales, el Consejo Ministerial de Complementación Económica y el Consejo Ministerial de Mujeres; también se creó la Universidad de los Pueblos del alba y hubo un reconocimiento a los derechos de la madre Tierra. En la vii Cumbre del alba, celebrada en octubre de 2009 en Cochabamba, Bolivia, se modificó la denominación del Sistema Único de Compensación Regional de Pagos, por Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) institucionalizando el mecanismo de pagos y transferencias virtual. Actualmente el sistema es utilizado por Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba y Venezuela; en próxima incorporación están Dominica y San Vicente y las Granadinas. Las operaciones financieras realizadas vía el Sucre4 aumentaron en volumen en 2012 en relación con 2011 en 294%.5 También en esta Cumbre se acordó la eliminación de barreras que obstaculicen la complementación de las economías de los países miembros, fortaleciendo así la dimensión económica y financiera de la alianza. En la declaración final se pone de

4.

Según el Informe anual del alba 2011, el total de las operaciones realizadas con el Sucre ha aumentado en los últimos años. Mientras en 2010 se realizaban 10 operaciones vía este mecanismo, en 2011 fueron realizadas 431 operaciones (Secretaria Ejecutiva alba-tcp, 2011). 5. Información consultada en junio 25 de 2013 en: http://www.telesurtv.net/ articulos/2013/02/28/nicaragua-realizara-su-primera-transaccion-comercial-consucre-en-venezuela-1205.html

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manifiesto la necesidad de promover las rutas geopolíticas de intercambio que permitan el interrelacionamiento comercial de los pueblos con núcleos de enlace regionales y mundiales. Finalmente se estipula un plan de acción para una zona económica de desarrollo compartido del alba-tcp; esta zona económica compartida permitiría la libre movilidad de los factores de la producción. Los avances de esta Cumbre estuvieron apuntalados a poner una base económica-financiera que sostuviera a los programas sociales. También se fortaleció el apoyo a la ciencia y tecnología con el desarrollo del Polo Científico del alba-tcp. Finalmente hubo una Declaración universal de los derechos de la madre Tierra. En la viii Cumbre, celebrada en La Habana, Cuba, en diciembre de 2009, se formalizó el cambio de la estructura institucional, que venía articulándose desde la sexta Cumbre extraordinaria y se dio paso a los mecanismos que conforman al tcp. Se rehízo el organigrama, y el Consejo Ministerial Económico y Social desarticuló lo social para institucionalizarlo en el Consejo Social y en el Consejo de Movimientos Sociales. La ix Cumbre se celebró en abril de 2010 en Caracas, Venezuela, y dirigió sus declaraciones al festejo del ciclo de bicentenarios de independencias del continente. También fue lanzada la convocatoria para la primera Cumbre alba-tcp con autoridades indígenas y afrodescendientes. Ya con autoridades indígenas y grupos afrodescendientes se celebró en junio de 2010 la X Cumbre, que incluyó en su declaración el compromiso para el rescate y la protección de patrimonios, culturas y conocimientos tradicionales. También los miembros del alba se comprometieron a la realización de encuentros y diálogos entre los pueblos y las comunidades indígenas. Después de casi dos años de la celebración de la décima Cumbre, los mandatarios se reunieron en Caracas, Venezuela, en febrero de 2012 para la celebración de la xi Cumbre. En esta Cumbre la declaración final vino dividida por ámbitos en los que se miraba el estado de la integración regional latinoamericana; en este punto se decidió apoyar a las iniciativas de la celac y la Unasur. También se planteó el desarrollo de un sistema de mutua colaboración en áreas de investigación y transferencia tecnológica. Asimismo se creó la Escuela de Movimientos Sociales y crecieron exponencialmente 227

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los proyectos y programas dentro de la dimensión social. Además se creó la rama eco-alba que se adjunta al Consejo de Complementación Económica. Finalmente, se propuso en esta Cumbre la conformación de un Consejo de Defensa del alba que preserve la paz mundial. La declaración final también manifestó su apoyo al pueblo libio en su camino de recuperación de su soberanía, así como el apoyo a la reivindicación del derecho de Palestina a un Estado y territorio. Además reiteró el respaldo a Argentina en su demanda por la soberanía sobre las Islas Malvinas, y finalmente condenó el intervencionismo de la otan sobre Siria e Irán. En la xii Cumbre acaecida en Guayaquil, Ecuador, los movimientos sociales aparecieron en sincronía con la Cumbre, realizando como antesala a la Cumbre presidencial la Cumbre de los Movimientos Sociales; de esta Cumbre se desprendió una declaración final en la que los movimientos sociales (Movimientos Sociales del alba-tcp, 2013) invitan a los gobiernos del alba a la incorporación orgánica y plena del poder popular en el proceso de toma de decisiones del alba. Igualmente, hicieron un llamado a los países del alba para auditar los Tratados Bilaterales de Inversión. La declaración final de la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del alba-tcp dio la bienvenida al ingreso de Santa Lucía a la alianza, y manteniendo la esencia alternativa del proceso se promulgó por la creación de zonas libres de hambre, analfabetismo, miseria y marginación, al contrario de las zonas de libre comercio. También se acordó conformar una comisión que se encargue de elaborar una propuesta de zona económica complementaria entre alba-Mercosur y Petrocaribe. Se habló de la necesidad de diversificar las relaciones a nivel internacional, por lo que se buscará relacionarse con los brics. Finalmente se acordó la formación de un equipo jurídico que estudie la preparación de una demanda contra el Gobierno de Estados Unidos por espionaje. En concordancia con el peso de la información que corre en las redes sociales y la influencia que éstas tienen, se acordó iniciar campañas de comunicación que hagan visibles los logros del alba. Pensando en la continuidad, el alba se plantea en los últimos párrafos de la declaración evaluar sus proyectos sociales, para así redefinir metas que le permitan avanzar en la concreción de sus objetivos. 228

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Después de nueve años de unión, 19 Cumbres, entre oficiales y extraordinarias que no paran, el alba se consolida como un proceso de integración alternativo que todo el tiempo busca articular lo político, económico, social y cultural en sus programas, mantiene una política exterior activa, con mecanismos solidarios de cooperación Sur-Sur, y el peso político suficiente para pronunciarse ante cualquier hecho. Cabe destacar que las instancias básicas del alba mantienen encuentros frecuentes todo el año, acompañando el fortalecimiento de la alianza y recogiendo los temas y problemáticas que después habrán de resolverse y considerarse en las Cumbres de Jefes de Estado y Gobierno. El organigrama básico, que se desprende después de los reacomodos que ha tenido la alianza desde su fundación, es el siguiente:

Fuente: Secretaría Ejecutiva del alba-tcp, 2011.

La estructura institucional que se forma es una estructura más formal que considera a los pueblos como el principal motor de la unidad. Las decisiones son tomadas por el Consejo Presidencial, mientras que la coordinación corre por cuenta de la Comisión Política. El nivel técnico de la alianza se encuentra en las mesas de trabajos permanentes que fueron creadas desde 2009 con el fin de dar seguimiento a los programas y proyectos por áreas. La articu229

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lación institucional del alba permite la deliberación, la decisión y ejecución de las medidas, proyectos y acciones acordadas.

Avances y logros El alba ha aunado al fortalecimiento de la autonomía e independencia de América Latina, además de que ha avanzado en la búsqueda de justicia social sosteniendo un modelo solidario de pago por especie con sus socios, entendiendo a la cooperación como un compromiso y no como una transacción. Lo que se encuentra en el alba es la convergencia de élites políticas y sociales que se podrían interpretar como un encuentro horizontal de diálogo bajo la capacidad de acción autónoma. El modelo se sustenta en la “diplomacia petrolera” (distribución de la renta) y en la ideología del “socialismo del siglo xxi”; Harnecker (2010: 27) afirma que para Chávez los tres elementos fundamentales de esta ideología son: la “transformación económica”, la “democracia participativa y protagónica en lo político” y “la ética socialista: el amor, la solidaridad, la igualdad entre los hombres, las mujeres, entre todos [...]” La riqueza del modelo puede verse en dos puntos, la integración de los movimientos sociales con un campo de acción, desarrollo y vinculación; y en el impulso que da a los otros procesos de integración regional que existen en América Latina, como la celac, la Unasur y en tiempos más recientes y en concordancia con la reciente unión de Venezuela al esquema, del Mercosur.

Logros de las Misiones Sociales Para llevar a cabo sus programas y cumplir con sus fines, el alba se organiza en programas de acción, como las Misiones Sociales, los Tratados de Cooperación de los Pueblos, los Proyectos Grannacionales y las Empresas Grannacionales. Las misiones dan mayor impacto social, concreto y directo, y mejoran las condiciones de desarrollo de los pueblos y países; por ejemplo, el pib de los países del alba ha visto un incremento sos230

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tenido a una tasa de 6.5% para el año 2011;6 el índice de desarrollo humano para los países miembros del alba es considerado entre alto (Cuba, Antigua y Barbuda, Venezuela, Dominica, San Vicente y las Granadinas y Ecuador) y medio (Bolivia y Nicaragua).7 En el año 2000, 84% de la población del alba era alfabeta, para 2009 el porcentaje aumentó hasta 96%. Con este avance, la unesco declaró a Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela como territorios libres de analfabetismo. Según los indicadores comerciales, los destinos de las exportaciones han variado de 2009 a 2011 propiciando una mayor diversificación de relaciones comerciales. Por ejemplo, mientras que el volumen de exportaciones que tenía el alba con China y Japón en 2009 era de 12%, en el último informe éste habla de 14%. Los principales rubros de exportación también variaron en volumen, los productos manufacturados pasaron de 2009 con un volumen de 66% a un 68% para 2011. Los productos manufacturados también aumentaron su volumen aunque sólo en un punto porcentual, quedando en 6%.

Dificultades El alba se enfrenta en la actualidad a retos internos y externos, la dinámica internacional ya no permite respuestas que sólo se establezcan a los contextos internos de los países. La situación que dejó la crisis económica, las fracturas políticas y sociales han tensado las relaciones entre Estado-sociedad y mercado en el orden internacional vigente, por lo que las respuestas que se den deberán pensarse desde un reequilibrio de estas relaciones. Al alba se le exige mostrar su avance y aprovechamiento real en beneficio de los pueblos, aunque el panorama y la inestabilidad política de la región (incluso de la misma Venezuela) podrían lle-

6. 7.

Dato brindado en el Informe 2011 del alba-tcp (Secretaría Ejecutiva alba-tcp, 2011). Los datos brindados a continuación y en caso de que no se especifique lo contrario, fueron tomados de este informe. Países ordenados según su clasificación en el índice. Por lo tanto el país con mejor desarrollo humano de los tres, es Cuba (Human Development Report, 2013).

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gar a abollar a un proceso que se juega su permanencia y profundización en la toma adecuada de decisiones, y la solidificación de cooperaciones estratégicas. Al nuevo líder, Nicolás Maduro, se le pide y se espera de él la suficiente talla política y una visión de estratega como la que a Chávez le llevó a escribir en 1996 la Agenda alternativa Bolivariana, texto en el que habló por primera vez de la “reintegración de la Nación Latinoamericana” (Chávez Frías, 1996: 27) y que tiempo después, en 2004, meses antes de la creación del alba, consolidara la idea en el escrito El nuevo mapa estratégico (Chávez Frías, 2004: 85), para que siga guiando, en compañía de los demás presidentes a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.

Referencias bibliográficas Autor no especificado. (2013). Human Development Report. Chávez Frías, H. (1996). Agenda alternativa Bolivariana. Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información. ——. (2004). El nuevo mapa estratégico. Caracas: Ministerio de Comunicación e Información. Harnecker, M. (2010). Inventando para no errar: América Latina y el socialismo del siglo xxi. Rebelión. Morales Ruvalcaba, D. E., y Rocha Valencia, A. (2008). Apuntes teóricos y metodológicos para el estudio de la dimensión político-institucional de los procesos de integración regional: Aplicaciones para América Latina y el Caribe. En Cairo, H., y De Sierra, G., América Latina, una y diversa: Teorías y métodos para su análisis (pp. 199-224). San José: Librería Alma Mater. Movimientos Sociales del alba-tcp. (2013). Declaración de Guayaquil. Consejo de Movimientos Sociales del alba-tcp. Secretaría Ejecutiva del alba-tcp. (2004-2013). Declaración final de cada Cumbre oficial. Caracas: alba-tcp. ——. (2008-2009). Declaraciones extraordinarias de cada Cumbre Extraordinaria. Caracas: alba-tcp. ——. (2011). Informe anual 2011. Caracas: alba.

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La geopolítica de la Alianza del Pacífico y del Acuerdo Transpacífico

Elizabeth Vargas García1 Este trabajo tiene por objetivo el poner en perspectiva la vinculación que se pretende crear entre la Alianza del Pacífico Latinoamericano (apl) y el Acuerdo de Asociación Transpacífico (att o tpp por sus siglas en inglés de Trans-Pacific Partnership). Las interrogantes que se desprenden en primera instancia son: ¿cuáles son los objetivos de la apl, en qué estado se encuentra su proceso de negociación y de avance? Del mismo modo, la pregunta en torno al tpp es: ¿cómo se conforma y cuáles son sus objetivos? Así, lo que se busca es primeramente poner en perspectiva a cada uno de estos esquemas para posteriormente analizar el puente que se tiende entre ambos. Ahora bien, del surgimiento y posible vinculación entre ambos esquemas se desprende una situación geopolítica de suyo interesante, ya que no nada más involucra a estos actores como grupo sino también a los países de forma individual, al tiempo que es inevitable analizar —aunque brevemente— la posición tanto de Estados Unidos como de China y el Mercosur.2

1. Profesora-investigadora del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad de Guadalajara. 2. Declaración de Lima sobre la Alianza del Pacífico Latinoamericano. En: http://www.lanacion.cl/declaracion-de-lima-sobre-la-alianza-del-pacifico/ noticias/2011-04-29/074940.html

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El surgimiento de la Alianza del Pacifico Latinoamericano (apl) De acuerdo con los intereses y objetivos tanto políticos como económicos coincidentes de Colombia, Chile, Perú y México, llevaron a que bajo el marco del Arco del Pacífico Latinoamericano se estableciera entre ellos cuatro la Alianza del Pacífico Latinoamericano (apl) cuyo objetivo es la conformación de un área de integración profunda que aliente a su vez la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de esas economías. Asimismo se busca avanzar de manera progresiva hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Con la Declaración de Lima quedó establecida la apl el 28 de abril de 2011. Para el 6 de junio de 2012 se suscribió el Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico Latinoamericano en Antofagasta, Chile. Con la firma del Acuerdo Marco se le otorgó personalidad jurídica al mecanismo.3 La apl nace entonces como un mecanismo de articulación política, económica y de cooperación e integración.4 En la primera etapa se le ha dado prioridad a las áreas de movimiento de personas de negocios y la facilitación para el tránsito migratorio; se incluyen la cooperación policial, comercio e integración, facilitación del comercio y cooperación aduanera, servicios y capitales, la posibilidad de integrar las bolsas de valores, cooperación y mecanismos técnicos de solución de diferencias y la creación de grupos técnicos para cada una de estas áreas.5 Del mismo modo, la apl busca en conjunto vincularse para expandir el comercio con la región del Asia-Pacífico. Entre los cuatro integrantes de la apl suman una población de 207-210 millones de habitantes, un pib de 2.1 billones de dólares, un pib per cápita aproximado a los 13,000 dólares. Las exporta-

3.

Unidad de Coordinación de Negociaciones Internacionales. (2006-2012). La Alianza del Pacífico. Memorias documentales. México: Secretaría de Economía/Administración Pública Federal, p. 4. 4. Sela-Secretaría Permanente. (2013, mayo). La Alianza del Pacífico en la integración latinoamericana y caribeña. Caracas, Venezuela: sp/di núms. 1-13. 5. Declaración presidencial sobre la Alianza del Pacífico. Lima, 28 de abril de 2011. En: http://www.cancilleria.gov.co/sites/default/files/Declaraci%C3%B3n%20 Presidencial%20sobre%20la%20alianza%20del%20pac%c3%adfico%2028%20abr%20 2011.pdf

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La geopolítica de la Alianza del Pacífico y del Acuerdo Transpacífico

ciones conjuntas representan 55% del total de América Latina y el Caribe.6 Con estas cifras se representa casi 35% del pib latinoamericano. Para el año 2012 el pib a través del conjunto de la Alianza registró una tasa promedio de crecimiento de 5%.7 En la alp los Grupos Técnicos de Trabajo se distribuyen en los siguientes cinco grandes temas: comercio e integración, servicios y capitales, cooperación, movimiento de personas de negocios y facilitación para el tránsito migratorio y asuntos institucionales.8 Sus trabajos a la fecha han alcanzado las siguientes metas: • Supresión de visado para visitantes sin permiso para realizar actividades remuneradas hasta 180 días, esto para los nacionales de Colombia y Perú que viajen a México. • Lanzamiento de la “Plataforma de movilidad estudiantil y académica”. En 2013 se otorgaron hasta 100 becas por país para estudiantes de pregrado, doctorado y profesores. La primera convocatoria ya se llevó a cabo y los beneficiarios se encuentran en actividades académicas de las universidades de los países miembros de la Alianza del Pacífico, vinculadas con la plataforma. • Suscripción del “Acuerdo de cooperación en materia de turismo”, cuyo objetivo es fortalecer y desarrollar las relaciones de cooperación con base en el diseño de iniciativas que busquen incrementar los flujos de turistas entre los participantes. • Conformación del “Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico”; su tarea es promocionar la Alianza del Pacífico, realizar recomendaciones y sugerencias para una mejor integración, así como impulsar acciones conjuntas hacia terceros mercados, particularmente con Asia Pacífico. • Coordinación entre las cuatro agencias comerciales de promoción de la Alianza del Pacífico: Proméxico, Properú, ProChile y Proexport, creadas para el desarrollo conjunto de actividades. Entre los avances logrados sobre esta materia se destaca el acuerdo para compartir oficinas bajo la modalidad de “comu6.

La Alianza del Pacífico, el nacimiento de un coloso. En: http://www.infolatam. com/2012/06/05/la-alianza-del-pacifico-el-nacimiento-de-un-coloso/ 7. http://wwww.elcomercio.com/mundo/acuerdos comerciales-alianza del pacífico. 8. http://alianzapacifico.net/documents/abc_esp.pdf

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nidad de techo”, la primera de las cuales ya está en funcionamiento en Estambul, Turquía.9 Las particularidades de la Alianza se resaltan en los artículos 2, 5 y 9 del Acuerdo Marco y básicamente versan sobre lo siguiente: 1. Su conformación en cuanto a que la alp no busca reemplazar ni modificar los acuerdos previos y vigentes que se hayan contraído entre las partes, más bien se constituye como un espacio de convergencia que crea las condiciones para profundizarlos o complementarlos. Con ello se busca el impulso de la integración y la proyección e inserción de la región en la economía internacional. Así entonces, uno de los requisitos para ser miembro de pleno derecho es que los Estados miembros tengan vigente un acuerdo de libre comercio con cada una de la partes, están en la obligación de asumir las reglas de los regímenes multilaterales y regionales que han signado con éstas, como por ejemplo, con la Organización Mundial de Comercio (omc), y la Asociación Latinoamericana de Integración (aladi), entre otros. Cumplen este requisito los cuatro Estados que conforman: México, Chile, Perú y Colombia. Una de las características de la Alianza es que obedece a un esquema de regionalismo abierto, esto es de destacarse ya que por su propia situación, insta a un mayor número de países para proponerse como candidatos para pertenecer a este grupo. Panamá, Costa Rica, Canadá y Guatemala ejemplifican lo anterior. Además de ellos, en cada una de las Cumbres se han sumado otros Estados en calidad de observadores y candidatos potenciales para integrar la alp, entre ellos: Australia, Ecuador, El Salvador, España, Francia, Honduras, Japón, Nueva Zelanda, Paraguay, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Estados Unidos. 2. Se resalta que al proyectarse como un área de integración profunda, primeramente entre los miembros y para vincularse con otros esquemas regionales, se prevea de un marco jurídico para cumplir las metas del comercio de bienes, servicios e inversión. Bajo este mismo tenor se busca el diálogo con ma-

9. Ídem.

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La geopolítica de la Alianza del Pacífico y del Acuerdo Transpacífico

yor variedad de Estados y organizaciones internacionales, lo cual implica un marco de relaciones exteriores comunes como Alianza. Se subraya la finalidad de convertirse tanto en un foro de concertación y convergencia entre los miembros, como un mecanismo de vinculación, en el que se incluya el diálogo político y se busca de manera enfática la proyección hacia el Asia Pacífico. 3. Se incluye una cláusula Democrática y Estado de derecho, y es de reconocer la rapidez con la que los trabajos de la Alianza a través de las reuniones Cumbre se han llevado a cabo. En el transcurso de dos años se han llevado a cabo siete cumbres al más alto nivel.10

El Acuerdo de Asociación Transpacífico (aat o tpp) El proceso de negociación del Acuerdo de Asociación Transpacífico (aat o tpp, por sus siglas en inglés) en principio fue una iniciativa llevada a cabo por los países del P4, pertenecientes al Acuerdo estratégico Transpacífico de Asociación Económica, suscrito por Brunei, Darusalam, Chile, Nueva Zelanda y Singapur. A este grupo de países se unieron Estados Unidos, Australia, Perú, Vietnam, Malasia, Japón, México y Canadá. En conjunto se pretende crear una zona de libre comercio y busca convertirse en plataforma para tal efecto en la región Asia Pacífico. Es de hecho el instrumento que une a países de tres continentes para fines comunes: América, Asia y Oceanía. El aat o tpp si bien su objetivo fundamental es el de comerciar libremente, entre sus metas pretende también establecer una asociación que trascienda la esfera del comercio e incursionar en los campos económico, financiero, científico, tecnológico y de cooperación.11 Una de sus características es que es un acuerdo abierto al que pueden adherirse más miembros o terceros países con la finalidad

10. La Alianza del Pacífico en la integración latinoamericana y caribeña, op. cit. 11. http://www.wlmundo.com/portal/noticias/economia/colombia. Consulta: el 13-082013.

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de impulsar la creación de una alianza estratégica más fuerte y más grande para la liberalización del comercio en la región. En este sentido, en febrero de 2008 uno de los primeros países en anunciar su ingreso fue Estados Unidos, lo hizo para negociar de manera sectorial en los temas de inversión y servicios financieros. Para septiembre de ese mismo año, los países del P4 más Estados Unidos anunciaron la etapa de negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica. Poco más tarde, para noviembre de 2008, Australia, Perú y Vietnam expresaron de manera formal su interés por adherirse a las negociaciones del acuerdo comprehensivo, es decir, del Acuerdo de Asociación Transpacífico. Para 2009 Estados Unidos anunció que colaboraría con este grupo de países para formar un acuerdo regional de “membresía amplia y los más altos estándares que representa un acuerdo del siglo xxi”. Para 2011 Malasia ya era parte del Acuerdo, y México, Canadá y Japón expresaron su interés para participar en el tpp. En la última reunión ministerial llevada a cabo en diciembre de 2013 participaron Australia, Brunei, Darussalam, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam; ahí se acordó trabajar sobre los temas y metas específicas que se dispusieron en el encuentro de Honolulu en 2011: la creación de empleos y promoción del desarrollo.12

La Alianza del Pacífico y el Acuerdo Transpacífico En este espacio se tratará de destacar el vínculo que se pretende crear entre la Alianza del Pacífico Latinoamericano (apl) y el Acuerdo de Asociación Transpacífico (aat o tpp). Una vez que en los párrafos precedentes se ha puesto en perspectiva lo que son ambos esquemas, ahora de manera breve se tratarán los puntos de coincidencia entre la apl y el tpp, para pos12. Substantial Progress In Singapore toward Trans-Pacific Partnership Agreement. Statement Of The Ministers and Heads of Delegation for the Trans-Pacific Partnership Countries, diciembre 10, 2013. Singapur. En: http://www.sice.oas.org/tpd/tpp/ negotiations/statement_10.12.2013_e.pdf. Consulta: 12 de diciembre de 2013.

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teriormente escudriñar brevemente la visión geopolítica de lo que se pretende con dicha vinculación. La región de Asia Pacífico concentra casi 50% de la población mundial, 30% del pib mundial y es ahí donde se compran 30% de los bienes que se producen en el planeta.13 La región es atractiva para los países latinoamericanos, ya que como se puede apreciar todos y cada uno de los países de la alp buscan tomar ventaja de la dinámica asiática, pues se presenta como una oportunidad para integrarse a esa región a través de las exportaciones de bienes de mayor valor agregado, participación en sus cadenas de valor, atraer una mayor inversión bilateral hacia América Latina, una mayor penetración hacia los mercados asiáticos, y la diversificación de las exportaciones.14 Entre la alp y el ptt existen similitudes, ya que persiguen objetivos similares o comunes respecto uno de otro; el fundamental que los vincula sería el de alcanzar la integración económica como grupo y su posterior vinculación entre ambos esquemas de integración. Ambas regiones han resistido la crisis económica internacional. América Latina y el Caribe (alc) han tenido una tasa promedio de 4.3% de crecimiento económico en 2011 y han registrado niveles récord de entrada de capital por us $354 mil millones de dólares. La región de Asia-Pacífico es un motor clave del crecimiento económico mundial, representando aproximadamente la mitad de todos los flujos de comercio internacional, lo que la hace estratégicamente importante para los países de América Latina y el Caribe. Ahora bien, el puente entre ambos esquemas se tiende, si bien en primera instancia por la proyección de la apl hacia la región Asia pacífico, de manera puntual por los países que forman parte de ambos esquemas de integración como son: Chile, Perú, la inten-

13. Ídem (El comercio). 14. “Tpp, oportunidad para diversificar exportaciones: se”. El Economista, 25 de noviembre de 2013. En: http://eleconomista.com.mx/industrias/2013/11/25/tpp-oportunidaddiversificar-exportaciones-se. También en: La Alianza del Pacífico en la integración latinoamericana y caribeña, op. cit.

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ción de México y Colombia, que ya son parte de la apl y pretenden serlo del tpp. Si países como México, Canadá y Japón se convierten en miembros del tpp, los flujos de comercio podrían aumentar considerablemente y las empresas latinoamericanas se beneficiarían de la posibilidad de integrarse más en las cadenas mundiales de producción de valor. Canadá y Estados Unidos son socios potenciales en ambos acuerdos. Sin embargo, para el caso de la participación de Estados Unidos en la apl, sabemos que es uno de los principales impulsores de la misma, vía México y su vinculación con el tlcan. Para el caso de su presencia en el tpp, se encuentra ubicado desde 2008, también impulsándolo.

La cuestión geopolítica en América a través de la ap y del tpp A raíz del surgimiento de la Alianza del Pacífico se han hecho conjeturas y comentarios respecto de la balanza o del equilibrio no nada más de la región latinoamericana, sino también de la de Asia-Pacífico, respecto de otros esquemas de integración, como es el Mercosur, así como de otros actores como Estados Unidos y China. La pregunta que surge es: ¿la apl es una herramienta para competir de frente con el Mercosur y/o se contempla como una articulación política para dar continuidad al plan que se trazó Estados Unidos en el año 2000 con la propuesta del alca? La segunda es: ¿cuál es el interés del vínculo apl y tpp? China, el gigante asiático, ¿dónde queda? El supuesto es que la apl está sostenida por Estados Unidos y que no constituye una única herramienta en la geopolítica del Departamento de Estado de ese país, sino que precisamente se vertebra con las otras iniciativas como el alca para consolidar el modelo neoliberal de la integración, o la integración abierta y para hacer contrapeso al Mercosur y por supuesto al liderazgo de Brasil en América Latina y a China en Asia. Tres de los integrantes de la Alianza del Pacífico mantienen relaciones o forman parte del Acuerdo Transpacífico, vinculando así ambas agrupaciones. Canadá, Estados Unidos y México preten240

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den ser también parte del tpp al tiempo que forman el tlcan. Esto tampoco es una casualidad, ya que como se ha visto Estados Unidos es parte activa del tpp y fue uno de los impulsores para que México y Canadá formen parte de este acuerdo. Se puede resumir que la geopolítica de Estados Unidos y la derecha estadounidense está desplegada en el escenario internacional, ya que a través del tpp se configura el otro instrumento para competir y contener al gigante asiático y para crear otra dinámica del comercio internacional. En la práctica el tpp pretende imponer reglas comerciales más transparentes que buscan poner en desventaja a China. Es decir, China se verá mermada necesariamente al aplicarse estas reglas en sus trampas financieras —como la subvaluación artificial de su moneda para impulsar sus exportaciones—, el uso reiterado del dumping, la ausencia de respeto a la propiedad intelectual —un tema sustantivo de Estados Unidos y Japón, pero también de México— y otras costumbres del comercio chino.

Conclusiones • El surgimiento de la Alianza del Pacífico Latinoamericano evidencia de manera clara que los que la integran siguen apostando por el regionalismo abierto y por el libre comercio, dando continuidad con su emergencia al “control” que Estados Unidos busca por sobre todo el continente a través del impulso a la creación de este tipo de esquemas. La novedad está en que como grupo, pretende vincularse de cara al Asia-Pacífico a otra agrupación con características similares como es el tpp. • La alp en la región latinoamericana pretende hacer contrapeso al Mercosur, aunque el Itamary brasileño diga lo contrario, las comparaciones entre ambos esquemas de integración ya se están realizando y existe, según la prensa, un reclamo por parte de ciertos grupos de interés brasileños para que ese Mercosur que se conoce hasta ahora se abra aún más. • Por su parte, la creación del Acuerdo de Asociación Transpacífico (tpp) abre nuevas expectativas para los miembros de la Alianza del Pacífico, ya que al vincularse estos países latinoamericanos con ese Acuerdo, se amplían sus expec241

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tativas al comercio, la inversión y la tecnología, entre otras áreas. Del mismo modo, así como la Alianza del Pacífico pretende dar contrapeso a los países de Mercosur, así el Acuerdo Transpacífico pretende poner en desventaja al dragón chino, excluyéndolo del Acuerdo.

Referencias bibliográficas Acuerdo de Asociación Transpacífico (tpp). (2013, 10 de diciembre). Substantial Progress in Singapore toward Trans-Pacific Partnership Agreement. Statement of the Ministers and Heads of Delegation for the Trans-Pacific Partnership Countries. Singapur. En: http://www. wlmundo.com/portal/noticias/economia/colombia (13-08-2013). Cancillería de Perú. (2011). Declaración presidencial sobre la Alianza del Pacífico. Lima, 28 de abril. En: http://www.cancilleria.gov.co/sites/default/files/declaraci%c3%b3n%20presidencial%20sobre%20 la%20alianza%20del%20pac%c3%adfico%2028%20abr%202011.pdf El Economista. (2013). Tpp, oportunidad para diversificar exportaciones: se. El Economista, 25 de noviembre. En: http://eleconomista.com. mx/industrias/2013/11/25/tpp-oportunidad-diversificar-exportaciones-se h t t p : // w w w . s i c e . o a s . o r g / t p d / t p p / n e g o t i a t i o n s / statement_10.12.2013_e.pdf (12 de diciembre de 2013). http://wwww.elcomercio.com/mundo/acuerdos comerciales-alianza del pacífico. Infolatam. (2012). La Alianza del Pacífico, el nacimiento de un coloso. En: http://www.infolatam.com/2012/06/05/la-alianza-del-pacifico-el-nacimiento-de-un-coloso/ La Nación. (2011). Declaración de Lima sobre la Alianza del Pacífico Latinoamericano. En: http://www.lanacion.cl/declaracion-de-limasobre-la-alianza-del-pacifico/noticias/2011-04-29/074940.html Secretaría de Economía, y Administración Pública Federal. (20062012). La Alianza del Pacífico. Memorias documentales. México: Secretaría de Economía-Unidad de Coordinación de Negociaciones Internacionales/Administración Pública Federal, p. 4. Sela. Secretaría Permanente. (2013, mayo). La Alianza del Pacífico en la integración latinoamericana y caribeña. Caracas, Venezuela: sp/di núms. 1-13. http://alianzapacifico.net/documents/abc_esp.pdf

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Estados Unidos y América Latina, 2012

Gary Francis Prevost1 Una mirada general a las relaciones entre Estados Unidos y América Latina en 2012 demuestra que hay una firme continuidad con lo hecho en la última década desde los ataques del 11/09/2001 en Estados Unidos. La región continúa siendo importante para Estados Unidos por razones económicas y estratégicas, pero la atención hacia el hemisferio por los más altos niveles del Gobierno estadounidense, especialmente la Casa Blanca, es mínima. No resulta sorprendente que una presidencia que habla de un “eje asiático” y la primacía de esa región para Estados Unidos en el siglo xxi no vea a la América Latina como una prioridad. No obstante, el solo hecho de que la región no sea vista como una prioridad para la Casa Blanca no significa que no haya habido acontecimientos importantes en la región en la política estadounidense, impulsados por la atención diaria dada a la América Latina por funcionarios del Departamento de Defensa y el Departamento de Estado en particular. La tendencia general de su trabajo continuó el patrón post11/9 de poner énfasis en los problemas de seguridad, especialmente en México, Centroamérica y el Caribe. Sin embargo, al concluir la administración Obama su cuarto año en ejercicio y después de su reelección para un segundo periodo, comenzaron a hacerse más evidentes ciertos patrones de interés especial para esta administración en áreas como la energía, los derechos humanos y el alivio de la pobreza. Estas últimas prioridades, aunque no sustituyen el enfoque sobre la seguridad heredado de la administración

1. Profesor-investigador del Instituto Saint Benedict de la Universidad Saint John, Minnesota, Estados Unidos.

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Bush, representaron el intento de la administración Obama dentro y fuera del país por proyectar una imagen política progresista, a pesar de la realidad de sus políticas militaristas tanto en América Latina como en el resto del mundo. En el frente doméstico esa imagen progresista resultó crucial para su exitosa campaña reelectoral, la cual ganó al crear una coalición de mujeres, homosexuales y lesbianas, jóvenes y personas de color, fundamentalmente afroamericanos y latinos. Obama ganó la reelección en 2012 a pesar de perder el voto de forma concluyente entre los hombres blancos y los residentes en zonas rurales. En la política exterior esta imagen progresista, a pesar de las políticas enfocadas hacia la guerra, significó un énfasis en los derechos de los homosexuales y las mujeres, programas de energías alternativas y políticas progresistas dirigidas a la reducción de la pobreza y el analfabetismo. Por segunda vez en su presidencia, América Latina sobresalió durante un breve periodo, ya que Obama asistió a la Cumbre de las Américas en Cartagena, Colombia, en abril, tres años después de su participación en la Cumbre de Puerto España, Trinidad, en las primeras semanas de su presidencia en 2009. Para América Latina el contexto hacia la Cumbre de 2012 era muy diferente al de hacía tres años. En 2009 había grandes esperanzas, incluso entre los líderes más progresistas de América Latina, de que el primer presidente afroamericano de Estados Unidos iniciaría políticas esencialmente más inteligentes que las de sus predecesores, en particular la de George W. Bush. Esas esperanzas se vieron ampliamente truncadas en la Cumbre de 2009 y en los meses subsiguientes. En la Cumbre, a pesar de una posición unida de América Latina, el presidente rehusó cambiar la largamente establecida posición de aislar a Cuba y, más importante aún, no dio indicio alguno de que el enfoque dominante sobre la seguridad iniciado en los años de Bush iba a ser revertido. Dos meses después la posición del presidente Obama como potencial agente de cambio para las políticas de Estados Unidos en América Latina tomó un rumbo irreversible, al rehusar el apoyo al depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya cuando fue sacado del poder por un golpe militar. El presidente tomó esa posición haciendo frente al apoyo a Zelaya y a la oposición al golpe por parte 244

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de todos los presidentes latinoamericanos. En los meses siguientes al golpe, los presidentes latinoamericanos de muy diferentes creencias políticas presionaron a Estados Unidos a utilizar su influencia para restituir a Zelaya en el poder, pero eso nunca ocurrió y, en cambio, por encima de las objeciones unánimes de América Latina, Estados Unidos apoyó las elecciones de cuestionable validez de diciembre de 2009 que retornaron al poder a los políticos proestadounidenses. En el tiempo que pasó entre los sucesos de Honduras y la Cumbre de 2012, los criterios de América Latina de que Obama se diferenciaba poco de los anteriores presidentes de Estados Unidos cobraron un impulso significativo. Como resultado, por la parte latinoamericana se esperaba muy poco de la reunión. En las semanas previas a la reunión hubo cierta especulación de que la Cumbre podría incluso cancelarse por la no participación de Cuba. Varios países, liderados por Venezuela y Ecuador, argumentaron que la reunión no debería realizarse a menos que Estados Unidos revocara su largamente establecida posición de que Cuba fuera excluida por ser un “país no democrático”. Estados Unidos, como es lógico, rehusó cambiar su posición. Finalmente, la reunión se realizó con un boicot por parte del presidente ecuatoriano Rafael Correa y muchos otros presidentes que plantearon que sería la última Cumbre sin la presencia de Cuba. En cualquier caso, la Cumbre estuvo marcada por profundas diferencias entre Estados Unidos y sus vecinos latinoamericanos que revelaron tanto sobre el estado de los asuntos latinoamericanos como del estado de las políticas de Estados Unidos. Al final, las diferencias fueron tan profundas, que en contraste con las anteriores cumbres no hubo un comunicado conjunto emitido por los presidentes al terminar la reunión. Ésta tuvo un contraste particularmente agudo con la primera Cumbre de las Américas en Miami, en 1994, en la que los presidentes latinoamericanos apoyaron de manera unánime la propuesta del presidente de Estados Unidos, William Clinton, para la creación de un Área de Libre Comercio para las Américas (alca) a nivel continental para 2005. Por supuesto, el alca nunca llegó a materializarse como resultado de las objeciones latinoamericanas en particular, y de manera más general por la creciente confianza de los principales países de la región en retar tanto al poder de Estados Unidos como a sus rece245

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tas políticas. Esa nueva perspectiva latinoamericana estuvo presente con creces en la reunión de abril de 2012 en Cartagena. Por consiguiente, no está claro que estas reuniones continúen en los próximos años. Un asunto importante en la reunión de Cartagena fue la cuestión de las drogas ilegales. Sin embargo, a diferencia de las reuniones anteriores en América Latina, las deliberaciones no marcharon de forma favorable para Estados Unidos. Durante casi 25 años, remontándose a las administraciones de Ronald Reagan y George W. Bush, Estados Unidos ha promovido la idea de una “guerra contra las drogas” que apuntaba especialmente hacia los países de la región andina como fuente de drogas ilegales como la cocaína y la mariguana, que lograban llegar a Estados Unidos y provocar importantes problemas sociales. Los países donde se cultivaban las plantas eran vistos como el problema y se convirtieron en la base para la ayuda orientada fundamentalmente a lo militar y para las políticas que mantuvieron en el poder a los gobiernos conservadores proestadounidenses en Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Se gastaron miles de millones de dólares en la región, fundamentalmente en el Plan Colombia, con poco impacto en última instancia en el tema de las drogas dentro de Estados Unidos. En la última década, a medida que los gobiernos progresistas tomaban el poder en la mayor parte de la región andina, las presiones para cambiar el enfoque militarizado de la lucha contra las drogas se profundizaban aun cuando la estrategia se reproducía en las políticas de Estados Unidos en México, Centroamérica y el Caribe. En Cartagena, los presidentes latinoamericanos rechazaron colectivamente la política estadounidense de 25 años de existencia, de atacar en primera instancia el tema de la droga en tierra latinoamericana y en el proceso colocaron a Estados Unidos completamente a la defensiva en un tema que se había utilizado anteriormente en contra de América Latina. En una movida audaz, los presidentes latinoamericanos exigieron a Estados Unidos legalizar ciertas drogas, especialmente la mariguana, como una estrategia para debilitar las actividades criminales relacionadas con su venta. En relación con las drogas más peligrosas como la cocaína, los presidentes latinoamericanos exigieron a Estados Unidos seguir el ejemplo de otros países desarrollados e invertir mucho más en los 246

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programas de tratamiento de la drogadicción en Estados Unidos, una posición largamente apoyada por los progresistas estadounidenses. El presidente Obama obviamente no esperaba semejante posición unida de América Latina y poco pudo ofrecer a cambio que no fuese plantear su posición de renuencia a apoyar tal legalización. De cierta manera, los presidentes latinoamericanos se vieron reivindicados cuando en noviembre de 2012 dos estados norteamericanos votaron por legalizar la mariguana, lanzándole el mismo reto a la administración Obama en el frente doméstico. A raíz de la Cumbre, la subsecretaria estadounidense para Asuntos Latinoamericanos en el Departamento de Estado trató de mantener la compostura sobre los acontecimientos, planteando que los presidentes latinoamericanos habían pedido una “revisión” de las políticas sobre las drogas, ignorando sus bien claras posiciones políticas.2 Ella continuó diciendo que Estados Unidos acogía con beneplácito esa revisión, pero en realidad un tema que durante mucho tiempo se había utilizado para responder a los intereses nacionales de Estados Unidos se estaba utilizando ahora en contra de ellos por los líderes latinoamericanos, confiados en sus propias posiciones alternativas. Otro tema polémico discutido en la Cumbre fue el deseo de Argentina de que su reclamo por las Islas Malvinas/Falklands fuese reconocido por la reunión. Aunque no todos los países latinoamericanos, especialmente la nación anfitriona, Colombia, estaban dispuestos a insistir sobre el tema, el principal obstáculo para tal cambio de posición a nivel hemisférico fue Estados Unidos. Tal oposición no resultó una sorpresa. Cuando Gran Bretaña y Argentina entraron en guerra en 1982 por las Islas, Estados Unidos rechazó cumplir con sus obligaciones con Argentina por el Tratado de Río y, por el contrario, apoyó abiertamente a su antiguo aliado europeo. En la reunión de Cartagena, el fracaso de lograr el apoyo unido de la reunión resultó en la anticipada retirada de la Cumbre de la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner. Aunque no fue bien vista por el anfitrión colombiano, presidente

2. Roberta S. Jacobson, subsecretaria para Asuntos Latinoamericanos. Reunión informativa del Departamento de Estado, 1 de noviembre de 2012.

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Juan Manuel Santos, la retirada estuvo dirigida fundamentalmente contra Estados Unidos. El creciente alejamiento entre Estados Unidos y Argentina bajo los Kirchner ha sido una realidad desde la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, 2005, auspiciada por Néstor Kirchner, el difunto esposo de Cristina. En esa reunión fue formalmente enterrado el proyecto del alca. Como resultado, fue el anterior presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien se retiró de la reunión antes de su culminación, un desaire al presidente Kirchner. La búsqueda de una imagen progresista para la política estadounidense en la región fue resumida por el lanzamiento en la Cumbre de la iniciativa Mujeres Empresarias en las Américas, we Americas, realizado por Hillary Clinton, secretaria de Estado de Estados Unidos. El proyecto está diseñado para permitir que las mujeres empresarias se interrelacionen en una red e incrementar las posibilidades de que puedan abrir sus propios negocios. Las mujeres en el sector privado son consideradas clave para el éxito económico de la región. We Americas es una asociación pública/ privada organizada por el Gobierno de Estados Unidos con el patrocinio de la Fundación Cheril Blair para las mujeres, la Fundación Exxon Mobil, la Goldman Sachs 10,000 Women y la Fundación Walmart. El proyecto también incluye una subvención del Banco Interamericano de Desarrollo por cinco millones de dólares en asistencia técnica para promover los préstamos a las pequeñas y medianas empresas administradas por mujeres (sme), así como 50 millones de dólares en garantías de préstamos y créditos para mujeres empresarias. El proyecto se presenta en el marco del apoyo de Estados Unidos a los derechos de las mujeres, pero en realidad se ajusta perfectamente dentro de su agenda neoliberal a largo plazo pro-negocios en la región. También resulta reveladora la relativa pequeña cantidad de dinero comprometido con el proyecto en comparación con diferentes iniciativas de seguridad. Dado el tamaño de las economías de América Latina, estas iniciativas parecen ser más colaboracionistas que otra cosa, diseñadas fundamentalmente para dar la imagen de que Estados Unidos es una fuerza progresista en la región. Los líderes de Estados Unidos reconocen que la participación de las mujeres en las economías latinoamericanas ha alcanza248

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do más de 50%, un incremento superior a 15%, pero en el reconocimiento de este importante avance no se admite que tales logros son resultado, fundamentalmente, de las políticas progresistas de gobiernos latinoamericanos como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil. Irónicamente, estos gobiernos son particularmente criticados por Estados Unidos por “socavar la democracia” en la región.3 En la misma entrevista de noviembre de 2012, se aprecia un cínico intento de aliar a Estados Unidos con ciertas fuerzas progresistas en la región, cuando Jacobson se refiere a que: Hemos lanzado una serie de programas sobre la inclusión social. Pero el objetivo principal es ver cómo el desarrollo y el crecimiento económico, que han sido bastante fuertes en este hemisferio durante la última década, cómo podemos asegurarnos de que beneficia realmente a todos, porque hasta ahora no ha sido así. Aún no han llegado a los grupos que tradicionalmente han sido marginados, ya sean descendientes afrolatinos, ya sean pueblos indígenas, mujeres, discapacitados, activistas de la lgbt. Todos estos grupos necesitan realmente de mayores esfuerzos por parte de los gobiernos y el sector privado para llevarlos a esa prosperidad y permitirles compartirla. Por lo tanto, ésos son una buena parte de los temas comunes y las cosas que hemos introducido en la Cumbre de las Américas.4

En ciertos aspectos, el énfasis en estos grupos es digno de mención, viniendo como lo hace de la principal vocera de la política de Estados Unidos en la región. En realidad, dicha política nunca se ha referido a las necesidades de la mayoría pobre. Como resultado, este énfasis sólo puede comprenderse en el contexto de las alianzas domésticas de Obama y de las presiones que los gobiernos progresistas de izquierda en la región han ejercido sobre Estados Unidos. En realidad, las políticas de Washington en la región poco o nada hacen para mejorar la vida de los pueblos anteriormente marginados mencionados antes, pero ahora que hay gobiernos como los de la Alternativa Bolivariana, que están realmente trabajando para mejorar la vida de estas personas, Estados Unidos se ha

3. Entrevista a Roberta S. Jacobson, subsecretaria, Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, Departamento de Estado de Estados Unidos, 1 de noviembre de 2012. 4. Entrevista a Jacobson, 1 de noviembre de 2012.

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visto forzado a cambiar su retórica, mientras hacen muy poco en sus iniciativas políticas reales por estos grupos. Otra área en la que la administración Obama adopta una retórica aparentemente progresista es el área de la energía. En consonancia con el énfasis planteado dentro de Estados Unidos, la administración Obama habla de dientes para afuera sobre la importancia de las fuentes de energía renovable, mientras en realidad continúa apoyando la utilización indiscriminada de los combustibles fósiles, una posición heredada de la administración Bush. Originalmente, George W. Bush había menospreciado la importancia del cambio climático, pero en sus últimos años en el poder, frente a la abrumadora evidencia científica, reconoció el reto del cambio climático, pero de hecho poco hizo para abordarlo, más allá de un compromiso retórico para realizar investigaciones sobre energías renovables subvencionadas por el Gobierno. La administración Obama ha continuado básicamente ese enfoque bajo las presiones del electorado del Partido Demócrata de Estados Unidos, que espera más que palabras. En su entrevista de noviembre, la secretaria Jacobson reflejó esa contradictoria posición sobre los temas energéticos en América Latina cuando dijo: Este hemisferio tiene un enorme potencial energético, ya sea en combustibles fósiles o en los renovables. Observamos las arenas petrolíferas en Canadá. Observamos la presalinación en Brasil. Observamos el gas de esquisto. Y observamos los esfuerzos por las energías renovables y vemos que este hemisferio puede perfectamente […] es completamente posible que este hemisferio pueda autoabastecerse de energía en las próximas décadas. Esto es muy reconfortante para Estados Unidos y los países del hemisferio.5

Este planteamiento resulta significativo, ya que mientras se menciona la palabra “renovable”, el principal enfoque es al autoabastecimiento, el cual ignora completamente la cuestión del cambio climático. Para ser justos, el cambio climático es también un tema difícil para los gobiernos progresistas de la región porque el financiamiento de sus programas de asistencia social proviene casi exclusivamente de la extracción y venta de combustibles fósiles.

5.

Entrevista a Jacobson, 1 de noviembre de 2012.

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Cualquier análisis de la reunión de Cartagena debe incluir la estrategia económica que perseguía Estados Unidos en la Cumbre como parte de su compromiso en curso con la región. Ese compromiso comenzó a verse con claridad cuando la subsecretaria para América Latina, Roberta Jacobson, habló en la conferencia del Centro para Políticas Hemisféricas en Miami, poco después de la reunión. En relación con la importancia de la economía de América Latina para Estados Unidos, ella dijo: En los últimos 15 años, 56 millones de familias latinoamericanas y caribeñas han engrosado las filas de la clase media, la cual alcanza ahora los 275 millones de personas, casi la mitad de la población. Aproximadamente 42% de las exportaciones de Estados Unidos van a esta región, más que a cualquier otra región en el globo. Durante los últimos tres años nuestras exportaciones a las Américas han crecido de más de $200 mil millones a casi $650 mil millones. Este comercio representa casi cuatro millones de puestos de trabajo en Estados Unidos.6

La secretaria Jacobson continuó diciendo que en el último año los acuerdos de libre comercio con Colombia y Panamá entraron en vigor, llegando a 12 el número de países en la región con este tipo de acuerdo con la Unión Americana. Estados Unidos desearía incrementar el número de estos acuerdos, los cuales facilitarían una mayor inversión extranjera directa de ellos en la región en términos favorables para las compañías estadounidenses, pero no hay discusiones en curso sobre otros acuerdos bilaterales adicionales debido a las posiciones políticas de los gobiernos latinoamericanos que no tienen este tipo de acuerdo. Es criterio de esos gobiernos que existe un comercio fuerte con Estados Unidos y otros países del mundo sin tales acuerdos neoliberales. En su opinión, tales acuerdos sólo sirven para minar la soberanía de una nación y atar a América Latina de manera más exclusiva a Estados Unidos en momentos en que el auge de países como China, Rusia y la India está creando un mundo más multipolar tanto política como económicamente. Como nación líder de

6.

Comentarios de Roberta S. Jacobson, subsecretaria, Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, Departamento de Estado, Miami, Florida, 11 de mayo de 2012.

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América Latina, Brasil, con más de una década bajo el liderazgo del Partido de los Trabajadores, mantiene relaciones cordiales y pragmáticas con Estados Unidos. Estas relaciones se pusieron de manifiesto en el Foro de Directores Generales de la Cumbre, al que asistieron los jefes de grandes corporaciones brasileñas y la presidenta Dilma Rousseff. La reunión incluyó una conversación tripartita entre Rousseff, el presidente Obama y el presidente Juan Manuel Santos, de Colombia. No obstante, Brasil está también centrado en sus relaciones exteriores del siglo xxi de fomentar la unidad dentro de América Latina a través de la Unión de Naciones de América del Sur (Unasur) y la organización brics que reúne a Brasil con Rusia, China, India y Sudáfrica en una serie de proyectos que incluye planes para lanzar un banco de desarrollo de brics en 2013, que retaría aún más la anterior hegemonía del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo. Los funcionarios de Estados Unidos tienden a ignorar estas iniciativas de mentalidad independiente como algo sin importancia o como ideas utópicas destinadas al fracaso. Por lo demás, las iniciativas económicas de la Cumbre de Cartagena fueron modestas por naturaleza, pero reflejaron la perspectiva ideológica de la política de Estados Unidos. Por ejemplo, el presidente Obama anunció la Red de Pequeños Negocios de las Américas que brindaría apoyo a las pequeñas y medianas empresas. Este proyecto está vinculado a la anteriormente mencionada iniciativa we Americas, dirigida a las mujeres empresarias. La única otra nueva iniciativa económica lanzada en Cartagena fue el proyecto “Conectando las Américas 2022”, que compromete a los líderes del hemisferio occidental a lograr el acceso universal a la electricidad durante la próxima década. Esta iniciativa parece provenir más de los presidentes progresistas de América Latina y no hubo mención alguna durante la Cumbre a los compromisos financieros de Estados Unidos con el proyecto. Aunque no estuvo en la agenda formal de la Cumbre de Cartagena, hubo una importante iniciativa económica de Estados Unidos que concierne a América Latina, que fue discutida en reuniones celebradas colateralmente a la Cumbre en relación con la Asociación Trans-Pacífico (tpp) o Alianza del Pacífico. 252

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Esta reciente iniciativa está dirigida a unir a los aliados de Estados Unidos en América Latina y Asia dentro de un esquema de libre comercio que pudiera poner en marcha los esfuerzos actualmente estancados de Estados Unidos para promover su agenda neoliberal de comercio e inversiones, marcada por el rechazo latinoamericano al alca y la largamente estancada Ronda de Doha de negociaciones de la omc. Los miembros formales latinoamericanos del tpp son los cercanos aliados de Estados Unidos: Chile, Perú, Colombia y México. Los aliados políticos centroamericanos, Panamá y Costa Rica, estuvieron como observadores en las sesiones presididas por la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton. Es muy pronto para juzgar el potencial éxito e importancia de este proyecto, pero parece tener una elevada prioridad para la administración Obama como parte de su “giro hacia Asia” y desafiar el creciente poder e influencia de China, incluyendo su comercio con América Latina. No obstante, su capacidad de promover la agenda neoliberal de los años noventa es propensa al fracaso frente a las actuales realidades geopolíticas en las que el dominio de Estados Unidos se está desvaneciendo. No hay dudas de que América Latina es un continente de importante crecimiento económico y progreso social, en parte como resultado de las políticas económicas y sociales progresistas seguidas por la mayoría de los países más grandes de la región en la última década. Brasil es actualmente la sexta mayor economía mundial. Debido a los lazos económicos de décadas con Estados Unidos, la región continuará una importante relación comercial con ese país, pero la reunión de Cartagena demostró una vez más que Estados Unidos ya no está en posición de dictar los términos de esa relación económica, tal y como hizo durante tanto tiempo. El año 2012 fue testigo de la continuación de un fuerte enfoque en la seguridad en las políticas de Estados Unidos hacia América Latina. Aquí dedicaremos menos espacio a los proyectos de seguridad de Estados Unidos, no porque sean menos importantes para su política en 2012, sino porque nuestra colaboración del año pasado a la edición anual aportó considerables detalles sobre las iniciativas clave —Iniciativa Mérida, Iniciativa para la Seguridad Regional de América Central (carsi) y la Iniciativa para la Seguridad de la Cuenca del Caribe (cbsi). 253

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Ya que todos estos proyectos fueron lanzados en 2008 o antes, 2012 fue fundamentalmente un año de implementación de varios proyectos estipulados en los acuerdos originales. Entre estos acuerdos había una gama de iniciativas que vinculan al Departamento de Estado, al Departamento de Justicia y a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos con sus contrapartes regionales. Por supuesto, es más importante la cooperación con los países más grandes, Colombia y México, que reciben la mayor tajada de la asistencia financiera de Estados Unidos, pero la cooperación con todos los gobiernos en los acuerdos es un importante objetivo político de Estados Unidos. Este enfoque incluye ejercer presión sobre los dos gobiernos más progresistas de la región centroamericana, Nicaragua y El Salvador, para que participen. Los líderes de ambos países son bastante escépticos respecto al espíritu de seguridad que subyace en los acuerdos y se han echado atrás de forma sutil, dada su vulnerabilidad frente al poderío estadounidense y el entrelazamiento de sus economías con la de Estados Unidos. Por ejemplo, el Gobierno salvadoreño de Mauricio Funes ha rechazado ampliamente las políticas militaristas de lucha contra las drogas y las bandas de la dea de Estados Unidos. En su lugar, el Gobierno salvadoreño ha optado por una estrategia más consciente socialmente de lograr acuerdos con las bandas traficantes y centrarse en los esfuerzos en la rehabilitación de los drogadictos. Nicaragua sólo coopera con el esquema de carsi de forma limitada. Para la mayoría de los países involucrados, la implementación de estos acuerdos significó el entrenamiento de las fuerzas policiales y judiciales, y operaciones militares conjuntas, ostensiblemente dirigidas a reducir el flujo de drogas ilegales en la región. Sin embargo, cualquier valoración objetiva sobre la eficacia de tales esfuerzos tiene que ser cuestionada, tomando como centro el caso mexicano. A pesar de los cinco años de la estrategia militarizada de lucha contra las drogas llevada a cabo por el presidente mexicano Felipe Calderón y las administraciones estadounidenses de Bush y Obama, las muertes vinculadas con las drogas en México en 2012 no mostraron señales de disminución y no hubo evidencia de que el flujo de drogas hacia Estados Unidos hubiese decrecido sustancialmente. 254

Estados Unidos y América Latina, 2012

El acontecimiento potencialmente más importante en México fueron sus elecciones presidenciales de agosto. El candidato del anteriormente desacreditado Partido Revolucionario Institucional (pri), Enrique Peña Nieto, ganó las elecciones sobre sus oponentes principalmente yendo en contra de las políticas antidrogas del anterior presidente. Peña Nieto se ha comprometido a buscar una estrategia alternativa de lucha contra las drogas, pero las primeras reuniones con funcionarios estadounidenses en Washington en diciembre de 2012 revelaron que no había una nueva estrategia. De hecho, puede ser una realidad que la Iniciativa Mérida haya establecido estructuras y compromisos burocráticos entre las agencias de seguridad a ambos lados de la frontera que será casi imposible revertir. Pueden surgir diferencias políticas sutiles por parte de la administración Peña Nieto para reducir el número de muertes relacionadas con las drogas, pero parece probable que las autoridades estadounidenses utilicen los 12 años en el poder del pronorteamericano Partido de Acción Nacional (pan) para cambiar de manera esencial la dinámica de las relaciones Estados Unidos-México, teniendo la anterior independencia de México en cuestiones de seguridad como algo del pasado. Como lo demuestra este resumen de las relaciones Estados Unidos-América Latina en 2012, el patrón de relaciones desarrollado durante la última década permanece intacto en su mayor parte, con sólo algunos cambios sutiles. Para Estados Unidos, la región continúa siendo importante por razones económicas y de seguridad, pero no es una prioridad en el contexto del “giro hacia Asia” de la administración Obama como resultado del agotamiento de las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán. Para América Latina, especialmente las regiones centroamericana y caribeña, las relaciones con Estados Unidos continúan siendo importantes debido a los lazos económicos, especialmente los miles de millones de dólares estadounidenses que reingresan en América Latina los ciudadanos que trabajan en Estados Unidos. No obstante, los gobiernos latinoamericanos liderados por Brasil y los países de la Alternativa Bolivariana continúan buscando políticas a largo plazo diseñadas para reforzar la interdependencia latinoamericana y reducir su dependencia del vecino del norte. 255

Dimensión política exterior

Apuntes para el debate sobre las políticas exteriores latinoamericanas y caribeñas desde la perspectiva de trabajo de Redialc

Carlos Oliva Campos1 La “Dimensión de políticas exteriores” del Anuario de la integración de América Latina y El Caribe, surgió como una necesidad del desarrollo de Redialc durante su segundo lustro de existencia. Encontró su fundamentación en el enfoque multidimensional con que los miembros de Redialc asumimos los procesos de integración en nuestra región, enriquecido igualmente con los enfoques multidisciplinarios que aplicamos. Por otra parte, los miembros de nuestra “Dimensión” asumimos como un precedente fundamental el proyecto de Anuarios de Políticas Exteriores Latinoamericanas, auspiciado por el Programa de Seguimiento de las Políticas Exteriores Latinoamericanas (Prospel) de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y el Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (cerc), ambos de Santiago de Chile. Ese ambicioso proyecto, que funcionó entre mediados de los años ochenta y los noventa, agrupó a un importante grupo de estudiosos de las relaciones internacionales de la región, como Alberto van Klaveren, Heraldo Muñoz, Manfred Wilhelmy, Luciano Tomassini, Mónica Hirts, Juan Carlos Puig y Roberto Russell, entre otros. De hecho, el sustancial legado de tan reconocidos académicos pasó a ser uno de los grandes desafíos a enfrentar, aunque nunca se pensó siquiera en una reedición de ese proyecto sino en la necesi-

1. Profesor-investigador del Departamento de Historia, Universidad de La Habana, Cuba.

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Carlos Oliva Campos

dad, para fortalecer los enfoques multidisciplinarios del Anuario, de investigar la enorme responsabilidad de las cancillerías latinoamericanas y caribeñas con los procesos de integración regional. Un balance preliminar de estos años de trabajo nos daría la satisfacción básica de haber investigado con empeño y dignidad, buscando los resultados científicos que perseguíamos. Pero, nos daría igualmente suficientes elementos de juicio para precisar sobre lo realmente alcanzado y la distancia que nos separa de los niveles de especialización a que aspiramos. En tal sentido, una aproximación inicial nos daría las siguientes señales: 1. No todos los miembros originales llegamos con avances de investigación previos dentro del nuevo campo de estudios que iniciábamos: las relaciones internacionales de América Latina y El Caribe. 2. Realmente, si bien han sido estables los resultados científicos en lo referido a sus contenidos temáticos, nunca se ha logrado una plena estabilidad del Grupo de Trabajo. Los únicos miembros de la Dimensión que han participado establemente, junto al coordinador, son la doctora Sandra Colombo, que contribuye con el tema de la política exterior argentina, y el doctor Luis Fernando Ayerbe, que nos aporta los análisis referidos a Estados Unidos. A ellos se suman otros investigadores que contribuyeron, al menos, en una o dos ediciones del Anuario y llevan siempre nuestro reconocimiento, y los actuales colegas participantes, que desde hace dos años nos aportan sus resultados científicos. 3. Consideramos haber enfrentado una primera etapa de trabajo, caracterizada por un resultado panorámico del problema objeto de investigación; privilegiando los estudios de caso de países que asumimos como centrales en la región y Estados Unidos. Para ello, hemos sido pragmáticos y algo voluntaristas, siendo conscientes de que bajo el actual formato, por razones de espacio —y obvio mencionar todas las responsabilidades profesionales que cargamos en nuestras instituciones de origen—, fueron excluidos otros casos individuales también importantes; además de quedar ausente el tratamiento de subregiones como América Central y El Caribe, este último abordado sólo en una ocasión. 260

Apuntes para el debate sobre las políticas exteriores latinoamericanas y caribeñas desde la perspectiva de trabajo de Redialc

Dicho así, parecería que estamos pretendiendo colocarnos sobre un eje que conduzca a la impracticable tarea de abordar todas y cada una de las políticas exteriores de los países de América Latina y El Caribe. Pero preferimos interpretar el momento como apropiado para que los miembros del Grupo de Trabajo iniciemos un proceso de reflexión y análisis, que nos permita encauzar el trabajo en función de nuevos objetivos de investigación. Las anteriores conclusiones y otras que deben aportar los miembros del Grupo de Trabajo, pueden servirnos como argumentos para iniciar esa tarea al interior de la Dimensión —y con un apartado postal abierto para los comentarios y sugerencias del resto de los colegas—. ¿Cuáles pueden ser los nuevos rumbos? Es algo prematuro, porque necesitamos organizar al menos un taller —entre virtual y presencial— que nos lleve a decidir la metodología a seguir para la elaboración del próximo resultado de investigación, que aspiramos pueda comenzar a mostrar credenciales a partir del Anuario 2012.

1. Un camino de interpretación de la actual realidad regional Resulta realmente improbable encontrar un abordaje objetivo y científico en la actualidad, que no marque notables diferencias con anteriores etapas históricas de las políticas exteriores latinoamericanas y caribeñas. Sin desconocer que en las agendas de las cancillerías de la región —más allá de las formulaciones nacionales— se mantienen al menos cuatro temas de muy larga data: Estados Unidos, autonomía, subdesarrollo y la diversificación de la dependencia. No obstante, para legitimar nuestros esfuerzos apreciamos cómo el tratamiento de los procesos de integración regional pasó a ocupar un lugar central en las políticas exteriores de la región. Estados Unidos ha sido desde hace más de un siglo el principal actor externo para todos sus vecinos del hemisferio. ¿Cómo y cuánto ha podido cambiar esa sujeción en la pos-Guerra Fría? ¿Qué países han logrado reducir esa sujeción? Son algunas de las interrogantes/objetivos a los que debemos aportar las mejores respuestas. La autonomía, que en tiempos de la Guerra Fría se abor261

Carlos Oliva Campos

daba, fundamentalmente, desde el plano político, en la pos-Guerra Fría ha incorporado nuevos contenidos en correspondencia con una agenda global que ha debido abrir espacios a temas que antes estaban soslayados —o silenciados—. Sobran razones para entender por qué la batalla por reducir los márgenes del subdesarrollo ha sido y continúa siendo un tema central para cualquier cancillería latinoamericana y caribeña, más allá de los avances económicos alcanzados por algunos de nuestros países. Porque las razones no apuntan solamente al plano externo, sino a la cara doméstica del fenómeno, con las tremendas implicaciones sociales que origina. Por último, resta por mencionar la también permanente batalla por diversificar, desde una perspectiva, y reducir, desde otra, los márgenes de dependencia externa de los países de la región respecto a las potencias centrales del sistema internacional; así como el desarrollo de alternativas que incrementen los niveles de inserción a escala global. Y, ¿quién puede dudar que la integración regional es el escenario para el cual apuestan y se están preparando nuestros países? Hace algunos años, Heraldo Muñoz afirmaba: La guerra entre Argentina y Gran Bretaña por las Islas Malvinas, el conflicto centroamericano y la crisis de la deuda, entre otras situaciones, han puesto de relieve tanto la importancia de los esfuerzos por discernir los factores que afectan la conducta exterior de los Estados de la región, así como la necesidad de acometer análisis permanentes, serios y bien fundados acerca de las políticas exteriores de América Latina y El Caribe (1992: 407).

¿Cuántas lecciones no quedan resumidas en esas pocas líneas? La guerra de las Malvinas evidenció la “traición” estadounidense al sistema interamericano que había construido después de la Segunda Guerra Mundial, al espíritu y la letra de la Doctrina Monroe, a la dictadura militar argentina —lo menos interesante—, y sobre todo abrió un proceso de rupturas con la comunidad de naciones latinoamericanas y caribeñas, que se tradujo en la apertura gradual de nuevos caminos para nuestros países. El conflicto centroamericano nos legó el germen del Grupo de Río y la Unasur, a través de los Grupos de Contadora y los Ocho. También las sombras de los Acuerdos de Esquipulas. La crisis de la deuda externa 262

Apuntes para el debate sobre las políticas exteriores latinoamericanas y caribeñas desde la perspectiva de trabajo de Redialc

fue una señal de alarma colectiva, que no dejó nichos ideológicos sin remover. Del enfrentamiento a tan complejas realidades nuestras cancillerías aprendieron a mirarse más entre sí; entendieron la importancia de las concertaciones políticas y los esfuerzos colectivos; la utilidad de la diplomacia de Cumbres; y la necesidad de pensar más como región frente a los grandes poderes globales. Otros dos destacados investigadores de la región, Roberto Russell y Juan Gabriel Tokatlián, identificaron con el inicio de la posGuerra Fría, la existencia de cinco modelos de política exterior a nivel regional, denominándolos: el acoplamiento, el acomodamiento, la oposición limitada, el desafío y el aislamiento (Russell y Tokatlián, 2009: 229). Al margen del carácter unidireccional de estos modelos —sólo orientado en la perspectiva de las relaciones con Estados Unidos—, presentan rasgos que nos ayudan a adelantar algunas ideas a debatir por nuestra Dimensión. La primera es la diversidad de escenarios de política exterior frente a Estados Unidos. La segunda la multiplicidad de proyecciones internacionales que emergen desde nuestra región. La tercera, la variedad de interacciones que se generan entre nuestros países. La cuarta, la voluntad política para cooperar, colaborar, concertarnos políticamente e integrarnos en los niveles que han podido alcanzarse, más allá de las complejidades que generan los escenarios antes descritos. No es mi intención acuñar como definitivos esos modelos identificados por Russell y Tokatlián, pero sí reconozco su utilidad para proyectar nuestra nueva metodología de investigación. Por eso volvemos sobre ellos, en una síntesis de lo que definieron sus autores: • El acoplamiento. Se refieren a aquellos países fuertemente alineados con Estados Unidos en todas las esferas de las relaciones, con una proyección distante hacia los procesos de integración económica, sin que obstaculice su participación en algunos de los acuerdos estadounidenses de libre comercio. • El acomodamiento. Lo definen como “el acompañamiento selectivo y puntual a Estados Unidos”. Respecto a la integración regional, no los consideran proclives a participar en mecanismos colectivos. 263

Carlos Oliva Campos

• La oposición limitada. La definen como el manejo de posiciones alternas con Estados Unidos, a saber: “desacuerdo y colaboración, concertación y obstrucción, deferencia y resistencia”. Estos países ven la integración regional como algo esencial, debido a que les ayuda a incrementar sus capacidades de negociación frente a Estados Unidos. • El desafío. En este caso los autores emplean los términos distanciamiento y rechazo para caracterizar sus relaciones con Estados Unidos. Plantean que abogan por una integración regional “holista”, entendida en una multiplicidad de dimensiones —económica, política, diplomática, cultural y militar—, en contraposición con la “integración desde arriba” impulsada por Estados Unidos. • El aislamiento. Lo describen como un apoyo a Estados Unidos, evitando señalarse tanto ante los nacionales como a externos. Actúan de manera oportunista frente a la integración regional, sin pretender alterar el statu quo ni confrontar con Estados Unidos. Con toda intención se ha enfatizado en las posiciones de las políticas exteriores respecto a los procesos de integración regional, escenario en el cual debemos concentrarnos a futuro. Estoy convencido de que podemos abrir un análisis sobre estos cinco modelos, con ojo crítico y desde la perspectiva con que Redialc ha venido desarrollando sus ideas sobre la integración regional. Enfocar nuestras contribuciones más específicamente sobre el eje políticas exteriores-integración regional, nos permitirá alcanzar un producto científico que responda, en mayor medida, a los objetivos de investigación de nuestro Anuario. A partir de que logremos definir nuestra propia metodología, debemos revisar cómo especializar las contribuciones individuales a los objetivos que nos estamos proponiendo. Hay presupuestos básicos que, pienso, nos ayudarán muchísimo: el sustancial avance de las relaciones intra-latinoamericanas; la voluntad política para alcanzar articulaciones multinacionales; y el desarrollo de nuevas capacidades de asociación internacional, por parte de algunos de nuestros países. Igualmente, saltarán las lógicas defi264

Apuntes para el debate sobre las políticas exteriores latinoamericanas y caribeñas desde la perspectiva de trabajo de Redialc

ciencias y ausencias, por lo que debe ser un proceso beneficioso desde todo punto de vista. Tras 10 años de trabajo, esquivando y manejando las dificultades a que siempre quedan expuestos los proyectos académicos independientes y beneficiándonos hoy del éxito logrado por nuestra Coordinación General, para regularizar los encuentros de trabajo y la actualización de nuestras publicaciones, nos debemos estos procesos de reflexión como el que propone la “Dimensión de políticas exteriores” del Anuario de la integración de América Latina y el Caribe.

Referencias bibliográficas Muñoz, Heraldo. (s/f). El estudio de las políticas exteriores latinoamericanas: Temas y enfoques dominantes. Recuperado el 17 de febrero de 2014, de: http://www.revistapolitica.uchile.cl/index.php/rei/article/viewfile/15696/16167 Russell, Roberto, y Tokatlián, Juan Gabriel. (2009, mayo). Modelos de política exterior y opciones estratégicas. El caso de América Latina frente a Estados Unidos. Revista cidob D’Afers Internacionals, núm. 85-86.

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La política exterior de Argentina en 2012

Javier Alberto Vadell1 El objetivo de nuestro ensayo es realizar un análisis de los principales episodios de la política exterior argentina en el transcurso del año 2012 que, en buena medida, nos permite observar cuáles fueron las prioridades externas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, los desafíos de Argentina y sus respuestas políticas frente a los acontecimientos externos y frente a las turbulencias del capitalismo global. En otras palabras, pretendemos mostrar cuál fue la agenda y los acontecimientos destacados en materia de política externa, entendida ésta como una política pública, en la cual están involucrados los siguientes actores: Presidencia de la Nación y la acción coordinada de algunos ministerios con participación de actores privados. Como destaca Tokatlián, la política externa de los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina F. de Kirchner se apoyaron en tres columnas: […] el regionalismo; es decir, el despliegue de una política más intensa en América Latina, preferentemente en América del Sur. Un segundo elemento fue el multilateralismo, que implicó un alto nivel de participación en los foros multilaterales con algunas reivindicaciones y defensas tradicionales, como es la cuestión de los derechos humanos. El tercer componente fue el apego al derecho internacional, en tanto fuente para legitimar un perfil externo y un modo de restringir a los más poderosos (Tokatlián, 2013).

1. Profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais, Brasil. Investigador del Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (cnpq). Correo electrónico: javier.vadell@ gmail.com

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Javier Alberto Vadell

Sin embargo, condiciones estructurales y objetivas externas —un panorama económico de estancamiento y de desaceleración de la economía global— y condicionantes domésticos, que están relacionados con la constituency —base de apoyo política que se cristaliza en una coalición gubernamental específica— del segundo gobierno de Cristina F. de Kirchner, favorecieron algunos cambios tácticos graduales en la estrategia de la política externa argentina. Los asuntos más importantes que podemos destacar son: el tema Malvinas, la relación bilateral con Brasil en el contexto de las prioridades regionales del gobierno de Cristina Kirchner, el papel de Argentina en el Mercosur, específicamente después de la destitución del presidente Fernando Lugo en Paraguay y la posterior incorporación definitiva de Venezuela. En lo que se refiere a la política externa económica, cabe destacar las importantes misiones comerciales a Brasil, en la Federación de Industrias de São Paulo (fiesp), y a Angola, con el objetivo de activar la cooperación comercial Sur-Sur como estrategia de lidiar con las dificultades económicas. Finalmente, mencionaremos la aproximación entre Argentina e Irán, que culminaría, a principios de 2013, en el memorándum de entendimiento respecto a los temas vinculados al ataque terrorista a la sede de la amia en Buenos Aires el 18 de julio de 1994. 1. De esta manera, como destacado, el asunto predominante que atravesó la política externa argentina en el año 2012 fue “Malvinas”, colocado como reivindicación histórica del país en todos los foros e instituciones internacionales. En febrero de 2012 el Gobierno argentino, por intermedio del canciller Timerman, realizó varias denuncias, acusando a Gran Bretaña de militarizar el Atlántico Sur. Esta actitud del Gobierno argentino había sido precedida, el 10 de enero, por el reconocimiento del canciller del Reino Unido, William Hague, frente al Parlamento británico, de que ningún barco enarbolando la bandera de Malvinas podrá ingresar a los puertos del Mercosur y países asociados. Este hecho de solidaridad latinoamericana y la posición de Estados Unidos que, por intermedio de su secretario de Estado, sostuvo que la disputa en torno a Malvinas “es un tema bilateral que necesita ser discutido por ambos gobiernos” y que “no to268

La política exterior de Argentina en 2012

maremos posición respecto a la soberanía”, estimuló aún más la “malvinización” de la política externa del gobierno de Cristina F. de Kirchner. El Gobierno argentino reiteradas veces calificó la actitud británica en relación con Malvinas como un “anacronismo manteniendo enclaves coloniales”, no perdiendo la oportunidad de exigir que el Reino Unido respete las resoluciones de la onu y se siente a negociar con Argentina. El canciller Timerman expresó vehementemente que “apelar a la autodeterminación es una excusa para no negociar”. Si bien este principio es reconocido por la onu, éste no sería válido para el caso Malvinas, ya que la misma onu reconoce que “se trata de población implantada, conforme lo indicado en una decena de resoluciones de la Asamblea General desde 1965”, que toma en cuenta la población originaria argentina en el archipiélago. Además, descartó que —tal como Londres lo señala— Argentina sea un país amenazante y consideró que este calificativo es un intento de “justificar así una exhibición ostentosa de poder militar británico en Atlántico Sur”.2 De esta manera, el Gobierno británico, según el Gobierno argentino, recurre siempre al principio de autodeterminación como una manera de legitimar la ocupación de las Islas Malvinas y desoír las resoluciones de la onu instando a encontrar una solución negociada a la cuestión. En consonancia con la reivindicación argentina, la Unasur, el Mercosur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) han manifestado en diversas oportunidades su preocupación por las actividades ilegales de exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma continental argentina. 2. La destitución del entonces presidente paraguayo Fernando Lugo, en junio de 2012, caracterizada como un golpe de Estado, fragilizó las relaciones bilaterales entre en Argentina y Paraguay, y de este país con las instituciones de integración regional: la Unasur y el Mercosur. De esta manera y respondiendo a la crisis, el secretario general de la Unasur y los cancilleres y representantes de los países miembros viajaron a la República de Paraguay y

2.

“Timerman: “apelar a la autodeterminación es una excusa para no negociar”, p. 12, 04/02/2012.

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Javier Alberto Vadell

mantuvieron reuniones con las autoridades paraguayas. La misión se manifestó por un claro apoyo al presidente Lugo en el marco de las cláusulas democráticas del Mercosur, la Unasur y la celac. El 29 de junio de 2012 Argentina fue sede de la Cumbre del Mercosur realizada en la ciudad de Mendoza. Allí se decidió suspender por unanimidad a Paraguay del derecho a participar en los órganos del Mercosur, aplicando el protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático. En conformidad con el “caso Lugo” y también en el ámbito de la participación argentina en la reunión Mercosur del 29 de junio de 2002, la acción más destacada fue no sólo la suspensión de Paraguay, sino también el ingreso de Venezuela al Mercosur, con fuerte apoyo argentino, uruguayo y brasileño. 3. En un contexto de estancamiento económico y precisando buscar más mercados, el Gobierno argentino apostó a un mayor estrechamiento de los vínculos Sur-Sur. En esta dirección, en marzo de 2012, funcionarios del Gobierno y empresarios encabezados por la presidenta Cristina F. de Kirchner realizaron la primera misión comercial en Angola, país africano de grande crecimiento económico impulsado por su industria petrolera. El canciller argentino Héctor Timerman, al salir de la reunión con la ministra de Comercio angoleña, Maria Idaliba de Olivera Valente, expresó que: […] a partir de esta misión comercial a Angola —la más importante al continente africano— comienza un proceso muy importante para ampliar la exportación de productos con alto valor agregado y, además, el proceso de globalización de las pequeñas y medianas empresas argentinas. El canciller resaltó el alto valor de la cooperación y del comercio Sur-Sur, entre otras cosas porque además de que Argentina y Angola tienen objetivos comunes, podemos comerciar entre pares y a su vez evitar la triangulación de nuestros productos que encarecen el precio al consumidor. La ministra de Comercio destacó que su país es “una puerta de entrada al mercado africano”.3

3. Presidencia de la Nación. Disponible en: http://www.prensa.argentina. ar/2012/03/06/28679-comenzo-en-angola-la-primera-mision-comercialmultilateral-argentina-participan-mas-de-300-empresarios.php. Acceso: 21/06/2013.

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La política exterior de Argentina en 2012

La iniciativa emprendida por el Gobierno argentino fue divulgada como un éxito desde los medios oficiales y criticada por otros. En el fondo de la cuestión estaría el inmediatismo del Gobierno argentino a partir de la frase del entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno, que habría lanzado la directiva: “a vender”. Esto habría decepcionado a los angoleños, que esperaban programas de cooperación técnica más próximos a los modelos de cooperación Sur-Sur de largo plazo realizados por otros países y no un simple acuerdo comercial para favorecer una balanza comercial positiva para Argentina.4 Si bien la iniciativa de aproximación argentina, estrechando los lazos con África en la región del Atlántico Sur, podría ser un buen puntapié inicial para consolidar la cooperación Sur-Sur, la inexperiencia y falta de estrategia de largo plazo dejan la imagen de una política exterior comercial impulsada por necesidades del país en una coyuntura económica turbulenta. 4. Precisamente las fragilidades económicas argentinas tienen, por un lado, un fundamento estructural, derivado de la desaceleración de la economía global y de su grado de dependencia de la exportación de commodities. Por otro, un problema que se arrastra desde la crisis de 2001 y la consecuente reestructuración de su deuda externa. Este asunto retorna al primer plano frecuentemente y tiene como protagonista un segmento de la clase financiera internacional que administra los denominados “fondos buitres”.5 El acontecimiento a destacar fue el embargo de la fragata Libertad en el puerto de Tema, por orden del Gobierno de Ghana, hecho que provocó tensiones entre ese país africano y Argentina.6 La orden fue emitida por la Corte Superior de Ghana y los demandantes fueron: “nml Capital Limited de Elliot Management y Huntlaw Corporate Service, un grupo que representa legalmente a todo

4.

“Decepción en Angola con la misión comercial argentina”, Clarín, ieco, Disponible en: http://www.ieco.clarin.com/empresas/Decepcion-Angola-mision-comercialargentina_0_661733866.html. Acceso: 10/07/2013. 5. Inversores de capital de riesgo que invirtieron en la deuda pública del país que no entró en la reestructuración de la deuda externa argentina. 6. “Embargo a Fragata Libertad alimenta tensão entre Argentina e Gana”, O Globo, 12/11/12.

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tipo de fondos de inversión, pidieron la detención de la fragata en un intento por cobrar los fallos que obtuvieron en su favor en las Cortes de Nueva York” (Baron, 2012). La situación de Argentina con los fondos buitres se juega en varios niveles, no sólo en el plano internacional. La puja política se desarrolla también en el ámbito doméstico de Estados Unidos. La American Task Force Argentina (afta) es el grupo que está haciendo un fuerte lobby en el Congreso estadounidense en nombre de los fondos buitres, colocando un gran desafío a la normalización de las relaciones de Argentina con la comunidad financiera internacional. 5. Relaciones con Brasil: durante el año 2012 también hubo una reaproximación con Brasil que tuvo un claro foco empresarial con el objetivo de superar los problemas comerciales que ambos países tienen en el ámbito del Mercosur. El encuentro ocurrió en mayo, después que Brasil suspendiera las licencias automáticas de un conjunto de productos. Esto afectó directamente a Argentina, ya que se incluían: manzanas, vinos, aceites, papas, pasas de uva, aceitunas, chocolates y harina de trigo (Armendáriz, 2012). En el transcurso de esa misión, más de 500 empresarios argentinos, liderados por el secretario de Comercio Guillermo Moreno, se reunieron en la Federación de Industrias del Estados de São Paulo (fiesp). La delegación argentina aprovechó para criticar la burocracia del Gobierno brasileño, que perjudicaría al comercio bilateral. Por su parte, los empresarios paulistas pidieron que Argentina elimine las barreras comerciales para facilitar el comercio. De este escenario de mutuas acusaciones de proteccionismo resultaron más expresiones de deseo que resultados concretos. Los mayores países del Mercosur y sus respectivos grupos empresariales parecen tener serias dificultades para cooperar en un escenario económico turbulento. 6. En el transcurso del año 2012, las relaciones de la República Argentina con Irán adquirieron una relevancia destacada. Este tema involucra una delicada trama de asuntos de política doméstica y de política externa. El esclarecimiento del atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (amia), en 272

La política exterior de Argentina en 2012

1994, tendría autoría intelectual iraní, según la justicia argentina. La negociación entre ambos países despertó expectativas en torno a que Irán habría aceptado lo que explícitamente rechazó en 2010: “un juicio en país neutral a los acusados de la amia, para el que sólo faltaría acordar detalles” (Klich, 2012: 1). Desde la perspectiva argentina, el acuerdo con Irán significaría dos logros: por un lado, hallar una solución a la supuesta participación intelectual iraní en el atentado y, por otro, reencaminar la relación diplomática bilateral para consolidar un vínculo comercial que crece expresivamente desde 2007. Según Klich (2012: 1) “Las ventas a Irán —ninguna de material bélico— sumaron 1,700 millones de dólares en 2011, el 2% de lo exportado por Argentina ese año, y fuentes iraníes anticipan que excederán los 2,000 millones de dólares en 2012”. Si bien la explicación del acuerdo argentinoiraní no debe ser fundamentalmente económica, esta variable no es para desdeñar. La balanza comercial es muy favorable a Argentina y desde que asumió Cristina F. de Kirchner la Presidencia las ventas a Irán crecieron un 234% (Turzi, 2013). El caso Irán no faltó en el discurso de la presidenta Cristina Kirchner ante la Asamblea General de Naciones Unidas, donde aceptó el diálogo con ese país para avanzar en la causa judicial por el atentado a la amia. Esta aproximación encendió las llamas de preocupación en Israel y en Estados Unidos, que no observaron este movimiento con simpatía. Por esa razón, el encargado de negocios de la Embajada de Irán en Argentina, Ali Pakdaman, expresó que el Gobierno de Estados Unidos busca evitar el diálogo entre Teherán y Buenos Aires. Como era de esperar, el mejoramiento de la relación Argentina-Irán generó algunas fricciones con Washington y Tel-Aviv, hecho que llevó a la Argentina a intentar un delicado equilibrio diplomático.

Consideraciones finales Si realizamos un balance de la política exterior argentina a partir de la defensa del regionalismo, observaremos un papel activo en la defensa de la democracia paraguaya y una acción asertiva en la cúpula del Mercosur que decidió la suspensión de Paraguay del 273

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bloque. La política exterior argentina mantuvo una coherencia con la defensa de las instituciones democráticas, consensuadas en los bloques regionales latinoamericanos a partir de las respectivas “cláusulas democráticas”. El Mercosur mostró, en este sentido, una respuesta política dinámica que parece no estar en sintonía con el estancamiento de las cuestiones comerciales que aquejan las relaciones bilaterales entre Argentina y Brasil y el descontentamiento de los socios menores, Paraguay y Uruguay. El tema Malvinas llegó a ser un elemento clave de la política externa argentina. Fortalecida por la solidaridad regional en torno a la causa, por la “neutralidad de Estados Unidos” y por un histórico de resoluciones favorables en Naciones Unidas, Argentina emprendió una verdadera cruzada internacional para obtener apoyo a los reclamos por soberanía en el Atlántico Sur. El caso de las relaciones bilaterales con Irán adquiere una complejidad creciente frente al compromiso del Gobierno argentino de esclarecer los responsables de los atentados a la mutual amia. En reiteradas oportunidades el canciller Timerman colocó este tema como parte de los lineamientos de la política exterior argentina. Es decir, la apertura del diálogo con Irán será fundamental para la búsqueda de justicia para la víctima de los atentados de la amia. Creus (2012) coloca este asunto como un verdadero enigma, ya que exige mucha prudencia por parte de los formuladores de política externa debido a la complicada situación internacional de Irán y a las sensibilidades que el tema amia provoca en la política doméstica de Argentina.

Referencias bibliográficas Armendáriz, Alberto. (2012). “Promete el Gobierno destrabar el ingreso de bienes brasileños”. La Nación, 16 de mayo. Disponible en: http:// ictsd.org/i/news/pontesquinzenal/133644/#sthash.zsdfcoim.dpuf. Acceso: 16/06/2013. Barón, Ana. (2012). “Por un juicio de bonistas, retienen a la fragata Libertad en Ghana”. ieco. Disponible en: http://www.ieco. clarin.com/economia/bonistas-retienen-Fragata-Libertad-Ghana_0_785321524.html. Acceso: 13/07/2013. 274

La política exterior de Argentina en 2012

Creus, Nicolás. (2012). “El enigma de Irán y la política exterior argentina”. Boletín Mundorama. Disponible en: http://mundorama. net/2012/10/16/el-enigma-de-iran-y-la-politica-exterior-argentina-por-nicolas-creus/. Acceso: 11/03/2013. Klich, Ignacio. (2012). “Negociaciones entre Argentina e Irán. Un campo minado”. Le Monde Diplomatique, edición 162, diciembre, pp. 10 y 11. La Nación. (2013, 1 de marzo). “Texto completo del acuerdo de Argentina con Irán por amia”, 01/03/2013. http://www.lanacion. com.ar/1559068-texto-completo-del-acuerdo-de-argentina-coniran-por-amia Profiti, Gabriel. (s/f). “Política exterior en riesgo: Internas luego del acuerdo con Irán”. Tribuna. http://periodicotribuna.com.ar/13838politica-exterior-en-riesgo-internas-luego-del-acuerdo-con-iran. html#.UcrxPkIeYts Tokatlián, Juan Gabriel. (2013). “Estamos en un proceso de gradual reorientación de la política exterior”. Revista Debate, 27/03/2013. http://www.revistadebate.com.ar/?p=1991 Turzi, Mariano. (2013). “Pérdida de autonomía en política exterior”. La Nación, 04/02/2013.

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Balance de la política exterior de México hacia América Latina y el Caribe (2012). Entre el libre comercio y la integración latinoamericana

Ricardo Domínguez Guadarrama1 Introducción En el presente trabajo se propone realizar un breve recuento de la política exterior de México hacia América Latina y el Caribe durante el último año de gobierno del Partido Acción Nacional, de tendencia conservadora. La premisa es que, a partir del deterioro de los vínculos de México con los países de la región durante los primeros seis años de gobierno panista (2000-2006), el presidente Felipe Calderón Hinojosa se fijó como objetivo recuperar la presencia política y económica mexicana en América Latina y el Caribe a partir del pluralismo ideológico, del respeto y observación del derecho internacional, y de los principios tradicionales de la política exterior mexicana. México relanzó las relaciones con Latinoamérica y el Caribe en los ámbitos bilateral y multilateral, aunque con resultados inciertos; alentando un discurso de unidad pero al mismo tiempo reforzando los esquemas de libre comercio.

1.

Investigador de tiempo completo de la Unidad Académica de Estudios Regionales de la Coordinación de Humanidades, Universidad Nacional Autónoma de México. Dirección electrónica: [email protected]

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Ricardo Domínguez Guadarrama

Circunstancias, objetivos y retos El segundo gobierno del conservador Partido Acción Nacional, encabezado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, inició el 1 de diciembre de 2006 con una profunda crisis política interna y graves conflictos externos, principalmente con América Latina y el Caribe. Observadores nacionales e internacionales aseguraron que la política exterior mexicana había perdido lo mejor de sus tiempos. “Su prestigio internacional consistía en el simple reconocimiento de que México tenía una política exterior propia y de que la ejercía con independencia diplomática” (Iruegas, 2006: 73). Una de las primeras acciones del Gobierno fue lograr el reconocimiento de la comunidad internacional ante su dudoso triunfo electoral y recuperar la imagen latinoamericana y caribeña de México. Para ello, requirió de un nuevo discurso que lo distanciara de su desmesurada asociación con Estados Unidos y que equilibrara su compromiso con el libre mercado a partir de la promoción de la unidad e integración latinoamericana. El pluralismo ideológico como filosofía del quehacer internacional, sustentó las aspiraciones mexicanas para recomponer y estrechar sus vínculos bilaterales y multilaterales con América Latina y el Caribe más allá de las diferencias ideológicas, políticas y económicas entre sus integrantes. Al mismo tiempo, recolocó de manera privilegiada sus compromisos con los principios del derecho internacional y con los de la política exterior mexicana, que volverían a incluirse en los documentos suscritos por el Gobierno, cosa que se había perdido durante el sexenio pasado. El Gobierno de México asumió así el compromiso de entablar una relación positiva tendente a estrechar los vínculos políticos con todos los países de América Latina y el Caribe, tanto bilateralmente como en los foros multilaterales del hemisferio, con base en una política exterior responsable, asentada en los principios consagrados en nuestra Constitución, teniendo siempre presente la afinidad y el respeto entre las naciones, sin importar sus tendencias ideológicas (sre, 2012: 14).

Además de las circunstancias económicas y políticas nacionales (desempleo, pobreza, marginación, inseguridad, narcotráfico, falta de legitimidad y consenso), diversos factores internacionales 278

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y regionales llevaron al Gobierno a reivindicar su política exterior hacia América Latina y el Caribe. Para el año 2006, más de 60% de los latinoamericanos y caribeños estaban gobernados por movimientos progresistas o de izquierda. México estaba fuera de los esquemas de integración que particularmente se habían gestado en América del Sur en el primer quinquenio del siglo xxi: Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (alba). Especialmente lesionaba la capacidad de participación mexicana en la región el hecho de que Nicaragua, Panamá, El Salvador, Honduras y Guatemala en Centroamérica, así como San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Guyana, Haití y República Dominicana en el Caribe, experimentaran cambios internos orientados al progresismo. La fuerte presencia en ambas subregiones de Cuba, Venezuela y Brasil, alejaba a México de su zona de influencia tradicional. La relación de México con Centroamérica y el Caribe tiene un valor estratégico y prioritario para la política exterior mexicana, tanto por la vecindad geográfica como por las raíces históricas y la identidad cultural que nos unen, particularmente con los países del Istmo. Y con el propósito de hacer frente a los desafíos comunes en los ámbitos económico, social y de seguridad, el gobierno del presidente Felipe Calderón estableció un diálogo abierto y propositivo con sus homólogos centroamericanos y caribeños (sre, 2012: 14).

Aunado a ello, el desprestigio político internacional de Estados Unidos por la guerra contra el terrorismo basada en informes de inteligencia tergiversados y la agudización de su crisis financiera y económica, colocaron a México en una situación de debilidad política y comercial al haberse asociado indiscriminadamente a ese país. La falta de petróleo restó también capacidad de influencia internacional al Gobierno mexicano, en clara desventaja frente a Venezuela. Su debilidad política frente a Brasil fue un elemento que de la misma manera afectó su presencia regional, sobre todo a partir de que Brasilia alentó la idea de que México pertenecía a América del Norte. Su confrontación con Cuba limitaba también su capacidad de acción y convencimiento en el Caribe. Además de las mencionadas, varias fueron las señas del cambio de época en América Latina y el Caribe que distanciaban cada vez más a México. Una de ellas fue el reencuentro de Estados Unidos con 279

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la región. Barack Obama, en su participación en la V Cumbre de las Américas efectuada en Trinidad y Tobago en abril de 2009, destacó la intención de recuperar sus relaciones de amistad y colaboración con la región. Allí mismo conversó con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y saludó al de Cuba, Raúl Castro Ruz. Con este último país reactivó conversaciones en distintos rubros bilaterales. Destaca también la resolución emitida por la Organización de los Estados Americanos (oea) en junio de 2009, por la que se desconoció la de 1962 que expulsó a Cuba de su seno al condenar su sistema. En su conjunto, las circunstancias señaladas definieron la agenda latinoamericana y caribeña mexicana: intensificar el diálogo y la concertación política; fortalecer los vínculos económicos y la cooperación; respetar la institucionalidad democrática; promover la seguridad regional y avanzar en los temas de la migración; luchar contra la pobreza, la marginación y la desigualdad. Hay en esta agenda preocupaciones nacionales y regionales entrelazadas. Hacía falta promover el diálogo y la concertación política en la región y en el país, sobre todo con las fuerzas de oposición que, en lo interno, designaron un “gobierno legítimo” encabezado por el candidato de la izquierda en rechazo al “gobierno espurio”. De igual manera resultaba urgente reconocer la institucionalidad democrática, sobre todo en un ambiente político mexicano enrarecido, y dados los intentos que en América Latina se habían registrado contra los gobiernos legítimamente electos (los casos de Venezuela y Bolivia). Un tema de particular importancia fue la protección de la seguridad (nacional y hemisférica) ante la amenaza del narcotráfico.

Operación de la agenda latinoamericana Existen diversos elementos que pueden cuantificar la actividad internacional de México. El número de visitas que el presidente realizó a los diversos países de la región, las que recibió durante su periodo, los encuentros en diversos esquemas multilaterales y los acuerdos que se suscribieron. Al mismo tiempo están las visitas 280

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del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y las que sus homólogos realizaron a México, así como las reuniones bilaterales. El recuento es importante, aunque no demuestra del todo el nivel que alcanzaron las relaciones de México con la región. Para ello habrá que identificar los mandatarios que no visitaron el país o bien los países que no fueron incluidos en la agenda presidencial durante los seis años de gobierno. La misma lógica puede aplicarse a los encuentros y visitas entre cancilleres, con la salvedad de que representan un nivel más bajo o preparatorio de las acciones de los ejecutivos. Finalmente están los acuerdos suscritos durante el sexenio. Resulta importante conocer cuántos fueron, aunque lo básico es conocer las materias que abarcan, porque ahí está el contenido concreto de los objetivos nacionales. Por otro lado, destaca la actividad mexicana en los distintos foros regionales, especialmente en la Organización de los Estados Americanos (oea) y en el Mecanismo de Diálogo y Concertación Política, Grupo de Río, de donde se derivarían diversas acciones que recolocarían a México en la región y sus aspiraciones de integración, como las Cumbres para el Desarrollo, la Integración y la Unidad, y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Sin embargo, no hizo a un lado su continuado empuje al libre comercio en la región. Con Centroamérica a través del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, del que se derivó tanto un Tratado Único de Libre Comercio con esas naciones como el Proyecto Mesoamericano. Incluida la Iniciativa Mérida. Con América del Sur, destacó al final del sexenio la suscripción de la Alianza del Pacífico, con Perú, Chile y Colombia. Al final de cuentas, se apreció una doble estrategia de la política exterior mexicana hacia la región: integración y unidad, así como libre comercio. Si bien el Gobierno pretendió hacerlas complementarias, lo cierto es que no pueden serlo, una está en detrimento de la otra si se insiste en las ventajas competitivas en lugar de las cooperativas.

El carácter bilateral de la política exterior Durante sus seis años de gobierno, el presidente Felipe Calderón realizó nueve visitas de Estado, cuatro oficiales y 12 de trabajo a 281

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las naciones de la región, 25 en total. Por su parte, el Gobierno mexicano recibió a 27 jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe: 13 visitas de Estado; siete oficiales y siete de trabajo. Además, el presidente mexicano se entrevistó en 97 ocasiones con jefes de Estado y de Gobierno de la región en foros multilaterales realizados en México o en el extranjero. Específicamente, 40 de esos encuentros se efectuaron en territorio mexicano con mandatarios de 21 países: 17 de Centroamérica (incluido Belice); seis caribeños, y 17 de Sudamérica. Sobre estas actividades llaman la atención un par de cosas. Los mandatarios de Guatemala y El Salvador estuvieron en territorio mexicano cuatro veces cada uno, y en tres ocasiones los de Panamá. En conjunto representan más de 60% de las entrevistas que el presidente de México sostuvo en territorio nacional con sus homólogos de Centroamérica. El primer país es la frontera natural de México. Hay razones geográficas y de interés nacional que explican la atención a ese país. El Salvador ha sido el motor económico centroamericano, quizá el que más rápido se ha industrializado en esa subregión y, por tanto, hasta hace unos poco años, totalmente avocado al libre comercio. Panamá y su particular situación geográfica, junto con el Canal, lo mantienen sujeto a los intereses geopolíticos de Estados Unidos, un país de suma importancia para los intereses conservadores mexicanos. Con la subregión sudamericana destaca el número de entrevistas con los mandatarios de Colombia (seis), Perú (tres) y Chile (dos), con los que el Gobierno de México suscribió en 2011 la Alianza del Pacífico. Los tres países tienen como característica la aplicación de políticas económicas orientadas al libre comercio y su asociación con Estados Unidos. Al igual que en el caso centroamericano, los tres países de América del Sur conforman más de 60% de las entrevistas que el mandatario mexicano sostuvo con sus homólogos de esa zona en México. Finalmente, la atención a la subregión del Caribe demuestra una vieja tradición de la política exterior mexicana. Considerado como la tercera frontera de México, el Caribe ha sido señalado en el discurso como una zona de primera importancia, pero en realidad no ha existido una política coherente y decidida hacia esa subregión. Aun cuando se trata de 15 naciones independientes, 282

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México cuenta sólo con cinco embajadas en el área. Durante el sexenio de Felipe Calderón se registraron seis entrevistas con los presidentes del mismo número de naciones. Cuba, el país más importante para México en el Caribe, representa la concreción del discurso del pluralismo ideológico mexicano. Haití es la prueba contundente del principio de la cooperación para el desarrollo, mientras que Trinidad y Tobago, además de ser el más identificado con el libre comercio en el Caribe, fue visitado en el contexto de la V Cumbre de las Américas. República Dominicana, el segundo país de mayor importancia para México en esa subregión, ha sido muy coincidente con los intereses mexicanos. Por su parte, los presidentes de 28 países de la región realizaron 65 visitas a México de distinto carácter, desde visitas de Estado, oficiales y de trabajo (27) y el resto (38) en el marco de foros de carácter multilateral realizados en nuestro país: 22 fueron las visitas de mandatarios de los 10 países de América del Sur; 25 de los siete países de Centroamérica, y 18 de 11 naciones caribeñas. Colombia, con cinco visitas, fue la que más presencia tuvo en México; le siguieron Chile (cuatro) y Argentina (tres). De Centroamérica, destacó el caso de Costa Rica (seis), El Salvador y Guatemala con cuatro cada uno, Panamá, Honduras y Belice con tres, y Nicaragua con dos. Por su parte, Trinidad y Tobago, junto con San Cristóbal y Nevis destacaron entre las naciones del Caribe con tres visitas cada uno; les siguieron República Dominicana, Granada y San Vicente y las Granadinas con dos visitas cada uno. Sin duda, es una amplia presencia de la región en México y un espaldarazo al Gobierno mexicano, tanto en su situación nacional como en sus objetivos regionales. Un dato interesante es la cantidad de visitas entre los cancilleres de México y la región. Durante el sexenio, la secretaria Patricia Espinosa Castellano visitó 19 países: los 10 de América del Sur; cinco de Centroamérica y cuatro del Caribe. Realizó 48 visitas en total: 33 a Sudamérica; siete a Centroamérica y ocho al Caribe.2

2.

De México a la región: Chile (4), Argentina (4), Paraguay (4) y Colombia (4); Brasil (3), Perú (3), Uruguay (3), Bolivia (3) y Venezuela (3); Ecuador (2). Centroamérica: Nicaragua (2) y El Salvador (2); Panamá, Honduras y Guatemala, una visita cada uno.

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Por su parte, México recibió 44 visitas de distinto carácter por parte de los cancilleres de 20 países de la región. De América del Sur recibió 23 visitas de los 10 países de la subregión; 17 de los siete países de Centroamérica y cuatro de tres naciones caribeñas: República Dominicana (dos), Haití y Cuba (una).3 La canciller Espinosa sostuvo en total 168 encuentros con presidentes, cancilleres y ministros de América Latina y el Caribe en foros regionales y multilaterales en México y en el extranjero. De la misma manera, México y 19 países de la región llevaron a cabo 13 reuniones de los distintos mecanismos bilaterales (comisiones mixtas, binacionales, intergubernamentales y grupos de trabajo). Finalmente, destacan los 29 acuerdos que en materia política (ocho), comercial (15) y de cooperación (seis) suscribieron México y los gobiernos de América Latina. De ellos, 51.75% correspondió al rubro del comercio, las finanzas y la economía. El Tratado de Libre Comercio Único entre México y Centroamérica (noviembre de 2011)4 y el Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico (junio de 2012), fueron los instrumentos de mayor importancia comercial para México y sus contrapartes latinoamericanas durante el sexenio de Felipe Calderón. De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 (pnd) y el Programa Sectorial de Economía 2007-2012 (pse), la política comercial mexicana mantuvo como estrategias principales: a) optimizar la red existente de acuerdos comerciales; b) negociar nuevos acuerdos; c) promover la convergencia de tratados; d) fortalecer el sistema multilateral de comercio, y e) emprender la defensa legal de los intereses comerciales de México.

Caribe: República Dominicana y Haití dos ocasiones cada uno; Jamaica tres y Cuba una. 3. De América Latina y el Caribe a México. América del Sur: Colombia (5); Perú (4); Brasil (3); Chile (3); Bolivia (2); Uruguay (2); Argentina, Ecuador, Venezuela y Paraguay uno cada país. Centroamérica: Nicaragua (4) y Costa Rica (4); Guatemala (3); Belice y Panamá dos cada uno; El Salvado y Honduras uno. 4. El tlc con Centroamérica suscrito en noviembre 2011 reemplazará los acuerdos que México mantenía individualmente con Costa Rica, Nicaragua y con los países del “triángulo del norte” (Guatemala, Honduras y El Salvador), los unifica en un solo tratado (Diario Oficial de la Federación, 9 de enero de 2012).

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Así, para finales de 2012 México era uno de los países de América Latina y el Caribe con el mayor número de acuerdos comerciales. Hasta septiembre de 2012 tenía vigentes 12 tratados de libre comercio y ocho acuerdos de cobertura limitada dentro del marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (aladi). En total, esos acuerdos comerciales abarcaron 51 países en todo el mundo, 44 de los cuales están cubiertos por tratados de libre comercio. De ahí que la mayor parte del comercio de México (81.3% en 2011) se llevara a cabo con países con los que mantenía un acuerdo comercial, en particular con Estados Unidos y Canadá, socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan). “En 2011, el 67% del comercio total se realizó con estos dos países, el 14.3% con países socios de otros tlc y el 2.2% con países socios de un acuerdo de cobertura limitada” (omc, 2013: 10-38). Para finales del sexenio de Felipe Calderón, Estados Unidos capturó 64% del comercio total mexicano (importaciones más exportaciones), le siguieron la Unión Europea (8.1%), Canadá (2.9%) y Japón (2.7%). Los países de América Latina con los que México mantiene un tlc (Centroamérica, Chile, Colombia, Perú y Uruguay), representaron 3% del comercio mexicano. Otros proveedores importantes son China (13.1% de las importaciones) y Japón (5.1% de las importaciones). Durante los últimos años el comercio con China aumentó significativamente (omc, 2013: 14). A fin de promover e incrementar la inversión extranjera directa (ied), México siguió firmando Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (aprri). Para junio de 2012, México contaba con 28 acuerdos de inversión vigentes. En cuanto al origen de los flujos de la ied, Estados Unidos continuó como el principal inversor en México. De 2007 a 2011 fue el origen del 45.1% de toda la ied, seguido de España (13.5%) y Países Bajos (17.5%).

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Cuadro 1 México: inversión extranjera directa por país de origen, 2006-2012 Millones de dólares

América Latina y el Caribe no figuran como socios comerciales de importancia considerable para la economía mexicana, pese a que durante el sexenio México adicionó o renovó acuerdos comerciales con Nicaragua, El Salvador, Honduras, Panamá y Costa Rica, en Centroamérica; con Perú, Colombia, Chile y Bolivia en América del Sur, y con Cuba en el Caribe. A nivel regional destacaron las actualizaciones de los convenios comerciales con Mercosur, con el que México tiene suscrito un Acuerdo de Alcance Parcial-Complementación Económica; específicamente fueron ampliados o revisados sus alcances con Paraguay, Brasil y Argentina entre 2011 y 2012. Adicionalmente, buscó consolidar el Plan Puebla-Panamá como un esquema de cooperación denominado Proyecto de Integración y Desarrollo Económico de Mesoamérica (Proyecto Mesoamérica), acordado en 2008. Además, durante la xiii Cumbre del Mecanismo de Tuxtla (2011) se estableció la Estrategia de Cooperación Financiera para Países de Mesoamérica y el Caribe (Acuerdo de Yucatán), con el objetivo de contribuir al desarrollo económico, social e institucional de ambas regiones, mediante el financiamiento de programas y proyectos de infraestructura, asistencia técnica e intercambio comercial de bienes y servicios relacionados con la infraestructura (sre, 2012: 14). Finalmente, el gobierno del presidente Felipe Calderón junto con las 13 naciones del Caribe, institucionalizaron las Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno entre México y la Caricom, con el propósito de promover el diálogo político y el desarrollo económico entre ambas partes. 286

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México: integración y unidad Uno de los temas de mayor empuje para el acercamiento de México con la región, fue su participación en el Mecanismo de Diálogo y Concertación Política Grupo de Río, como presidente pro-témpore a partir de 2008. México inyectó un renovado esfuerzo para recuperar el papel preponderante que el mecanismo tuvo en el pasado. En el mismo año 2008 Cuba fue invitada a pertenecer al grupo en calidad de miembro de pleno derecho, lo que marcó el inicio de cierta capacidad de autonomía en las decisiones latinoamericanas y caribeñas. A partir del Grupo de Río, Brasil y México acordaron impulsar un nuevo proceso que diera una nueva orientación a la región a través de la integración política y económica de la región. Se acordó entonces establecer las Cumbres de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo, realizadas a partir de diciembre de 2008, y la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe en 2010, que derivaron en la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) el 2 y 3 de diciembre de 2011 en Venezuela. “El presidente Felipe Calderón destacó que la integración y la unidad política, económica, social y cultural de nuestra región es una aspiración viva y fundamental de nuestros pueblos” (sre, 2012: 31). En los momentos de mayor tensión económica y financiera en los centros de poder, el Grupo de Río tomó la decisión de incluir a Cuba como miembro de pleno derecho en diciembre de 2008 y participó en ese marco en la Primera Cumbre de Integración y Desarrollo de América Latina y el Caribe, realizada en Brasil. En junio de 2009 la oea adoptó la Resolución 2438, en la que resolvió “Que la Resolución vi adoptada el 31 de enero de 1962 en la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, mediante la cual se excluyó al Gobierno de Cuba de su participación en el sistema interamericano, queda sin efecto en la Organización de los Estados Americanos (oea)”. La crisis financiera tuvo un ligero descenso entre 2010 y 2011, para mostrar una aguda recaída en 2012, particularmente entre los países de la Unión Europea, a la que no escapó Estados Unidos. Se trata de los mismos años en los que América Latina y el Caribe promovieron su actual proceso de 287

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integración y unidad a partir de la Cumbre de América Latina y el Caribe (calc) en 2010 y que finalmente derivó en la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) en diciembre de 2011(Guadarrama, 2013). Pese a estas acciones, el Informe de labores de la Secretaría de Relaciones Exteriores de 2012, así como el último Informe de Gobierno, han sido insistentes en privilegiar a la celac como un mecanismo de diálogo y concertación política, prácticamente olvidándose de que sus objetivos incluyen tanto la unidad como la integración, lo que implica establecer una sola voz en lo político y en lo económico. Esta comunidad de Estados definió como sus objetivos: promover la concertación política, impulsar la agenda latinoamericana y caribeña, posicionar a la región en temas globales, fomentar los procesos de diálogo con otros actores, impulsar la integración regional para el desarrollo, promover la coordinación entre organismos subregionales, y desarrollar nuevos esquemas de cooperación regional y con otros Estados (sre, 2012: 31).

Conclusiones El último año de gobierno del conservador Partido Acción Nacional encabezado por Felipe Calderón, recuperó espacios de participación política en la región, sobre todo pudo iniciar el proceso de normalización de sus relaciones con distintas naciones con las que en el pasado reciente México tuvo fuertes conflictos que afectaron en su conjunto las relaciones internacionales del país con América Latina y el Caribe. Cuba y Venezuela mostraron los más evidentes avances en ese sentido, sin que por ello se haya recuperado por completo el nivel de la relación que se tenía antes de las crisis. Pese a ello, la aplicación del pluralismo ideológico dio buenos frutos a la política exterior mexicana en la región. Privilegiar también los principios tradicionales e históricos de México en su práctica internacional le facilitó el camino para recuperar su reivindicación latinoamericana y caribeña. Sin embargo, parece que hubo una constante en la política exterior del Gobierno mexicano que se puede observar tanto a nivel 288

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bilateral como regional. Como se observó en el recuento, el presidente Felipe Calderón otorgó mayor atención a los gobiernos de mayor compromiso con el libre comercio, sobre todo en el caso de América del Sur como Chile, Colombia y Perú. En la misma subregión destacó también otro tipo de relación con Brasil y Argentina. Con ambos se revisaron los esquemas de aduanas en el marco del Mercado Común del Sur, una acción en beneficio de la economía de ambos países calificada incluso como medidas proteccionistas por parte del Gobierno mexicano. Ello demostró al mismo tiempo la distancia que existe en sus objetivos regionales; unos propugnando por acciones de beneficio nacional y regional, incluso propulsores de la integración y unidad regional a través de la Unión de Naciones Sudamericanas y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños; el otro, mucho más comprometido con intereses transnacionales y con los esquemas de libre comercio, específicamente con el Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico, asociado con la incorporación de México a las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, considerado como el esquema de integración comercial del siglo xxi. Con Centroamérica y el Caribe también se notó la misma dinámica de la política exterior. El proceso de consolidación del Plan Puebla Panamá como un esquema de cooperación denominado Proyecto de Integración y Desarrollo Económico de Mesoamérica (Proyecto Mesoamérica), fortaleció los objetivos de libre comercio mexicanos, así como la Estrategia de Cooperación Financiera para Países de Mesoamérica y el Caribe, mejor conocida como Acuerdo de Yucatán, sumado al Tratado de Libre Comercio Único con cinco de las siete naciones de América Central. La institucionalización de las Cumbres México-Comunidad del Caribe también tuvo el mismo sentido. Ambas subregiones pertenecen a la zona de influencia histórica de México, además su dependencia con Estados Unidos les imprime objetivos comunes. Pero el Gobierno mexicano se encargó de promover también en el discurso su interés por una mayor integración y unidad latinoamericana. Ésa es la dicotomía que se observa, incluso cuando se reconoce el esfuerzo mexicano a favor de la integración, el desarrollo y la unidad latinoamericana a partir del Grupo de Río, que se transfor289

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mó en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac), o bien cuando el Gobierno mexicano actúa a favor de la resolución de conflictos entre algunos países de la región, cuando propugna por el respeto a la institucionalidad democrática, la defensa de los derechos humanos, la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada. Sobre todo su discurso al referirse a la celac, resulta contrastante pues generalmente le otorgó a la nueva organización un papel estrictamente político sin dar el peso necesario a sus objetivos económicos, comerciales y financieros mucho más cercanos a posiciones progresistas. El Gobierno mexicano incluso no hizo mención alguna a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (alba) encabezada por Venezuela e integrada además por Cuba, Bolivia, Ecuador, Trinidad y Tobago y Santa Lucía. A final de cuentas la política exterior del gobierno panista no se comprometió de manera consecuente ni congruente con la unidad e integración latinoamericana y caribeña, debido a sus fuertes compromisos políticos y económicos con Estados Unidos. Pero al mismo tiempo sus esfuerzos por seguir fortaleciendo el libre comercio en la región, tampoco encontraron el sustento necesario, debido a su alta concentración comercial, financiera y económica con el tlcan, específicamente con Estados Unidos, por un lado, y a las débiles estructuras productivas y económicas de sus socios comerciales latinoamericanos y caribeños, que difícilmente se podrán convertir en mercados de importancia para las necesidades importadoras y exportadoras de México. En ese sentido es que la política exterior mexicana resultó incierta durante el gobierno del presidente Felipe Calderón al final de su gobierno en diciembre de 2012. El Gobierno de México deberá considerar la conveniencia de consolidar su condición de país latinoamericano y caribeño, así como de promover la unidad e integración regional de manera decidida, a fin de fortalecer su capacidad política y económica de negociación frente a su mayor socio comercial, sin que necesariamente renuncie al libre comercio pero con la clara convicción de modificar algunos de sus términos que le lleve incluso a modificar una relación a todas luces desventajosa frente a Estados Unidos en favor de mayores oportunidades de desarrollo. 290

Balance de la política exterior de México hacia América Latina y el Caribe (2012). Entre el libre comercio y la integración latinoamericana

Referencias bibliográficas Guadarrama Domínguez, Ricardo. (2013). La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac): Construcción y perspectivas. Escenarios xxi, año III, núm. 16, abril-mayo. México. Iruegas, Gustavo. (2006). Hurtar el rumbo a la política exterior mexicana. En: Navarrete, Jorge Eduardo, La reconstrucción de la política exterior de México: Principios, ámbitos y acciones. México: Universidad Nacional Autónoma de México, p. 73. Organización Mundial del Comercio (omc). (2013, 27 de febrero). Examen de las políticas comerciales. México, pp. 10-38. http://www. sice.oas.org/ctyindex/mex/wto/espanol/wto_sec_13_s.pdf. (En su mayoría los datos pertenecen a dicho estudio.) Secretaría de Relaciones Exteriores (sre). (2012, septiembre). Sexto Informe de labores. México: Secretaría de Relaciones Exteriores de México, p. 14.

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Retos y perspectivas de la política exterior y de seguridad de Centroamérica

Alejandro L. Perdomo Aguilera1 La política exterior de Centroamérica está íntimamente relacionada con su diversidad cultural, su historia y sus carencias, que han estado marcadas por una dependencia estructural a economías más poderosas, donde la influencia de Estados Unidos ha delineado una parte importante de las limitantes, los retos y, también, de las oportunidades de la subregión. La heterogeneidad de los Estados nacionales que componen a Centroamérica impide una mirada unilineal a la historia y la proyección exterior de esta subregión, de manera que una precisión obligada de estas letras radica en precisar las amenazas y ventajas que se aprecian en el horizonte, sin desconocer que en la práctica pueden existir variaciones ajustadas a las peculiaridades de cada país. Han sido precisamente la heterogeneidad y las precariedades económicas las que obligan a realizar esfuerzos conjuntos para buscar estrategias de desarrollo que provean a la subregión de una mejor situación económica, comercial, financiera y de seguridad social. Para ello, debe buscarse la concertación de una serie de acuerdos en materia económica, político-diplomática y de seguridad, que propicien un futuro más sustentable a esos pueblos. Considerando esas condicionantes, la política exterior y de seguridad de Centroamérica ha tenido como ejes centrales las rela-

1.

Se graduó de licenciado en Historia en la Universidad de La Habana, en 2009. Realizó su Maestría de Relaciones Internacionales del Instituto de Relaciones Internacionales “Raúl Roa González” (isri) de la edición de 2011. Es investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional de Cuba y en este momento se desempeña como fellow researcher del Center for Latin American and Latino Studies en American University, en Washington, dc.

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Alejandro L. Perdomo Aguilera

ciones con Estados Unidos, la Unión Europea (ue), China-Taiwán y con el resto de Latinoamérica y el Caribe. Todo ello ha debido configurarse de manera conjunta, en aras de lograr mayor coherencia y peso económico para incentivar el comercio y las inversiones de actores internacionales de importancia. En ese interés han resultado fundamentales los esfuerzos encauzados desde el Sistema de la Integración Centroamericana (sica).2 El sica tiene como objetivos fundamentales lograr la unión económica, fortalecer el sistema financiero centroamericano y consolidar la autodeterminación en sus relaciones exteriores. Pero estos retos se han visto perjudicados por los efectos de la crisis económica y los grandes problemas de violencia e inseguridad, en los que tiene una enorme responsabilidad Estados Unidos, debido a las consecuencias de los flujos ilícitos de drogas e inmigrantes que acogen a la subregión como ruta para llegar a ese país. Con el fin de la Guerra Fría, Washington reconfiguró los instrumentos del poderío nacional3 hacia nuestra América, con una serie de recetas económicas que fueron esbozadas mediante el Consenso de Washington. Éste “proponía” políticas económicas que perpetuaban la dependencia estructural a la economía estadounidense e incrementaban la explotación hacia la región. En ese sentido, fueron promovidos acuerdos económico-comerciales como el fracasado Área de Libre Comercio de las Américas (alca), y otros más efectivos como el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (cafta-dr).

2. El sica se constituyó el 13 de diciembre de 1991 con la firma del Protocolo de Tegucigalpa, que reformó la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (odeca), de 1962. El bloque de integración está conformado por los Estados de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. También se adhirió la República Dominicana como país asociado, y México, Chile y Brasil en calidad de observadores regionales; mientras que España, Alemania, la República de China (Taiwán) y Japón lo hacen como observadores extrarregionales, a lo cual se ha sumado, producto de la crítica situación de inseguridad, la solicitud de Estados Unidos como observador. 3. Véase sobre este término el trabajo: Perdomo, A. (2012, 18 de octubre). El poderío nacional de eeuu y la diplomacia contra las drogas en Latinoamérica, en: http://www. rebelion.org/noticia.php?id=157811

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Retos y perspectivas de la política exterior y de seguridad de Centroamérica

El cafta-dr creó una zona de libre y desproporcionado comercio entre los países firmantes; acentuando las asimetrías existentes, que deformaron más la estructura económico-comercial de los miembros más débiles, lo que dejó en una posición desventajosa a Centroamérica. El atractivo mercado estadounidense dificultó la búsqueda de alternativas que diversificaran el comercio y fortalecieran la economía de la subregión, de manera que le permitiera encaminarse hacia estrategias de desarrollo verdaderamente sustentables. Con ello se perjudicaban también los esfuerzos que pudieran realizarse desde el Mercado Común Centroamericano (mcca), los cuales se veían soslayados por los montos comerciales provenientes del primer mercado mundial, a lo que se suman las lógicas asimétricas del comercio con la Unión Europea (ue). Entre las perspectivas económico-comerciales a futuro se destaca la posibilidad de construir un canal interoceánico por Nicaragua, lo cual fue aprobado en 2012, por una ley que admite su construcción, con un valor estimado de entre los 35,000 y los 40,000 millones de dólares. El proyecto incluye también la construcción de pistas aéreas, un oleoducto y puertos. Un canal alternativo al de Panamá dinamizaría el comercio en la subregión, que de concertarse correctamente los acuerdos de comercio e inversión, pudieran resultar favorables para el crecimiento económico-comercial de Centroamérica. Tomando en consideración que 90% del comercio mundial se realiza mediante el transporte marítimo y que la región de AsiaPacífico cobra mayor importancia económico-comercial, las expectativas resultan alentadoras. No obstante, deben considerarse los recientes peligros de consolidación de acuerdos de libre comercio que pudieran acentuar las asimetrías que hoy padece la subregión. Al cafta-dr se le suma ahora la amenaza de la Alianza del Pacífico (ap), la cual fue anunciada en Lima el 28 de abril de 2011, por el ex presidente peruano Alán García. Ello refuerza los tlc, extendiéndolos sobre todo el continente con costas al Pacífico y un creciente número de gobiernos regionales y extrarregionales que se irán incorporando a la Alianza, por las perspectivas que ofrece el comercio por este océano. A ello se suma el fortaleci295

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miento del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (tpp). Todo ello genera un clima de inseguridad para los proyectos integracionistas regionales de mayores perspectivas geopolíticas, ante el atractivo de la Alianza del Pacífico (ap), la cual pudiera lograr —con métodos más mesurados— la resurrección del alca. La adhesión de los gobiernos de México, Colombia, Perú, Chile, y la posible incorporación de Panamá y Costa Rica, deja a la subregión centroamericana en un complicado panorama, que pudiera conllevar a la recaída en un tlc ampliado a ritmos acelerados, el cual arrojaría efectos perjudiciales para la configuración geopolítica y geoeconómica de nuestra América. Las implicaciones a futuro de esta alianza irán definiendo competencias contra el Mercosur y la Unasur, de importantes implicaciones geoestratégicas, que van mucho más allá del plano económico-comercial y financiero. Entretanto, la permanencia de la crisis del sistema-mundo, según la teorización de Immanuel Wallerstein, y la necesidad de lazos comerciales que den mayor capacidad de inversión, redistribución social y mejoramiento de las políticas públicas de la subregión, pudiera llevar a medidas apresuradas que acentuarían, de una forma sin precedentes, la dependencia estructural de las economías centroamericanas a Estados Unidos y otras potencias centrales. Ante esta situación, crecen los intereses de Estados Unidos y sus aliados estratégicos por consolidar sus tlc en la zona del Pacífico, intentando cortar Latinoamérica entre el eje Atlántico y el Pacífico. El desarrollo que va tomando la Alianza del Pacífico (ap) y su normativa interna, diseña un escenario de contrapunteos donde el sica puede verse atraído por una Alianza que parece revitalizar los intereses del fenecido alca mediante fórmulas más sutiles. Esto resulta una amenaza a los esfuerzos integracionistas de Centroamérica y la creciente pérdida de intereses nacionales de las élites del poder de estos países, cooptados por el poderío de las empresas trasnacionales. Respecto al comercio de Centroamérica con la Unión Europea (ue), en 2010 concluyeron las negociaciones para un acuerdo de asociación, entrando en vigor al año siguiente el Acuerdo de Asociación Unión Europea-América Central (Costa Rica, El Salvador, 296

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Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá). Ello ha diversificado el comercio de la subregión, que tradicionalmente se había concentrado con Estados Unidos. No obstante, la crisis económica en varios países de la ue no posibilita grandes beneficios. El impacto que pueden tener la Alianza del Pacífico y la proyección de seguridad de Washington a la usanza de la “huella ligera”4 en la política exterior y de seguridad hacia Latinoamérica y el Caribe, pudieran perjudicar los esfuerzos por la seguridad y la soberanía que hacen los países desde la Unasur, el alba y la celac. Con esta proyección la subregión más afectada es la centroamericana, por la difícil situación que presenta hoy su seguridad. Los proyectos militaristas de Estados Unidos han resultado un fracaso para la subregión. En los últimos años, la Conferencia de Caminos de la Prosperidad ha sido un foro relevante para la actualización de las relaciones, con una creciente importancia en cuanto a los aspectos de seguridad, por la crítica situación de violencia, criminalidad e inseguridad ciudadana que vive la subregión como resultado del tráfico ilícito de drogas y otros delitos conexos. En el plano de la seguridad, existen antecedentes en la integración de Centroamérica, que si bien han tenido aspiraciones loables, sus resultados no han sido los esperados. En diciembre de 1995 se suscribió el Tratado Marco de Seguridad Democrática en San Pedro Sula, Honduras, el cual instituyó el Modelo Centroamericano de Seguridad Democrática, para el fortalecimiento democrático e institucional, que debe velar por el respeto de los derechos humanos y el Estado de derecho en estos países. Sin embargo, esta aspiración ha enfrentado grandes limitantes con el auge del tráfico ilícito de drogas y otros delitos conexos (tráfico de personas y armas de fuego). En el año 2008 fue aprobada la Iniciativa Mérida por el Congreso estadounidense, para la seguridad de México y Centroamérica, con lo cual se ha acentuado la militarización de la guerra antidroga. Al año siguiente (2009) fue creada la Unidad de Seguridad Democrática con el fin de apoyar a la Comisión de Seguridad del sica en la ejecución de los pro-

4.

Utilización de Fuerzas de Operaciones Especiales y medios no tripulados (drones) y contratistas en el despliegue militar hacia nuestra América.

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yectos de seguridad regionales, y en junio de 2010 se aprobaba la Iniciativa se Seguridad para la Cuenca del Caribe, que consolidaba la estrategia de seguridad de Washington hacia el Gran Caribe. La proyección estadounidense hacia Centroamérica se consolida con la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (carsi) que coordina países con instituciones financieras internacionales, el sector privado, la sociedad civil y el Sistema de Integración Centroamericana (sica). La misma cobra gran importancia, al punto que en un momento de reducción del presupuesto de seguridad de Estados Unidos para la región, crecen los fondos canalizados para la carsi así como para las Fuerzas de Operaciones Especiales. El enfrentamiento al flagelo de las drogas liderado por Washington, mediante la militarización de la guerra antidroga, ha conllevado a que Centroamérica sea la subregión más afectada. Ante tales circunstancias, la política exterior centroamericana debe pugnar por una cooperación internacional que supere los renglones militaristas y atienda las limitantes del desarrollo, promoviendo la esfera de la prevención y atención a adictos. La carencia de una voluntad política por parte de Estados Unidos para reconocer la responsabilidad compartida y diferenciada en los problemas de seguridad que afectan a la subregión, ha limitado las opciones. Las mismas han estado guiadas por la visión unidireccional de Washington, que concentra los recursos en la militarización de la guerra contra los cárteles y las operaciones de interdicción de estupefacientes; obviando los problemas estructurales de las sociedades centroamericanas. Las políticas excluyentes y la criminalización de las protestas sociales han acentuado las vulnerabilidades ya existentes en la subregión. La Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica de junio de 2011 dio paso a un ámbito regional de lucha contra el crimen organizado al que se sumaron actores regionales y extrarregionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (bid), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud), Alemania y España. En todo momento Estados Unidos ha intentado potenciar el liderazgo mexicano para la cooperación regional con Centroamérica, en aras de mitigar la pujanza de Brasil. 298

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Esta situación ha alentado por parte de gobiernos y movimientos sociales centroamericanos, el reclamo de nuevas políticas, proclives a la inclusión social, otorgándole protagonismo a la sociedad civil de los pueblos de Centroamérica. Las posibilidades de avizorar soluciones estructurales y cortoplacistas a los problemas vigentes están un tanto alejadas de la objetividad. La falta de voluntad política del Gobierno estadounidense, la corrupción, inestabilidad política y debilidad institucional centroamericana, necesita cambios profundos que deben partir de políticas más autónomas; pero las fuerzas que apoyarían tal tendencia carecen de los recursos para llevarla a cabo. La violencia y criminalidad que padece el triángulo norte de América Central (Guatemala, Honduras y el Salvador) se ha arreciado; extendiéndose también al triángulo sur (Nicaragua, Costa Rica y Panamá) con efectos perjudiciales para los derechos humanos, el Estado de derecho y la convivencia democrática de estos países. Su cercanía a la frontera mexicana incrementa las vulnerabilidades para la seguridad, siendo las principales rutas del trasiego ilegal de drogas y otros delitos conexos (tráfico y trata de personas, trasiego ilegal de armas de fuego, precursores químicos y lavado de activos). El triángulo norte de América Central (El Salvador, Guatemala y Honduras) probablemente es la región más afectada en términos de violencia, debilitamiento de las instituciones públicas e infiltración del crimen organizado en la economía, la sociedad y el sistema político (Kruijt, 2011).

Ante esta situación, varios gobiernos y movimientos sociales de la región han promovido un cambio de política, con tendencia a la paulatina despenalización y legalización de algunas drogas, fundamentalmente el cannabis (marihuana). Los debates han ganado fuerza en los foros regionales; destacándose la posición del presidente Uruguay, José Mujica y la del mandatario de Guatemala, Otto Pérez Molina, junto a los gobiernos de México, Colombia, lo cual pudo apreciarse en la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, 2012. Además se solicitó al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon una Conferencia Internacional Antidroga.

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Estas posiciones han contado con la férrea oposición de Washington, que ve en estas tendencias un freno a las políticas militaristas que impulsa en su cruzada contra las drogas. Paradójicamente, al interior de Estados Unidos también se está avivando el tema, liderado por los estados de Colorado, California y Washington.5 Varios gobiernos centroamericanos tienen una visión distinta sobre la lucha contra el tráfico ilegal de drogas y otros delitos conexos, donde resaltan el tráfico de personas y el de armas de fuego desde Estados Unidos. La seguridad de Centroamérica amerita un cambio de política ante el manifiesto fracaso de la guerra antidroga. Las experiencias de Países Bajos y Portugal en la despenalización y legalización arrojan resultados positivos en cuanto a la disminución de la violencia e inseguridad. Para afianzar la disminución de los flujos de ilícitos y sus lamentables consecuencias para la seguridad y la convivencia democrática, se reclama que la Reforma Migratoria estadounidense tome en cuenta la situación actual que viven los países de Centroamérica y sus inmigrantes en Estados Unidos. El incentivo de medidas que puedan alentar la legalización de los flujos migratorios, regularizar la situación de los inmigrantes y utilizar las remesas en los sectores productivos de estos países, pudiera corregir de forma paulatina la crítica situación que viven los pueblos de Centroamérica en la actualidad. La Operación Rápido y Furioso y las acciones del Pentágono, con el creciente uso de aviones no tripulados (drones) y de Fuerzas de Operaciones Especiales para el control de este delito, son algunas de las tendencias más negativas que se aprecian para la paz y la seguridad de Centroamérica.

5.

En noviembre de 2012 fue aprobada a través del voto general, la iniciativa 502 (I-502), la cual fue elaborada por la Legislatura del estado de Washington, por medio de la cual por primera vez se eliminan las sanciones criminales para cualquier mayor de 21 años que porte 28.5 gramos o menos de la droga para uso recreativo personal; dicha norma también legaliza la posesión de hasta 0.45 kilogramos de cannabis sólido para consumo y hasta 2.4 kilogramos en forma líquida, aunque siguen existiendo restricciones a conducir bajo la influencia de cannabis, el consumo en lugares públicos y el consumo de esta droga en lugares donde la ingesta de alcohol también está prohibida.

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Por otra parte, la corrupción y la debilidad institucional gana espacio con la militarización del enfrentamiento antidroga. En Centroamérica […] los políticos de mano dura dan prioridad en cuanto a seguridad a la persecución de criminales de poca monta. Esto también distrae la atención de fiscales, jueces y magistrados. Además, crea silencio y espacio libre para los miembros del mucho más despiadado crimen organizado (Kruijt, 2011).

Los vínculos del negocio ilegal de drogas, con el tráfico de precursores químicos, el trasiego ilegal de personas y el lavado de dinero constituyen aspectos básicos para conocer las dimensiones político-diplomáticas, socioeconómicas y de seguridad del flagelo de las drogas. Habida cuenta de que Estados Unidos es el principal mercado de estupefacientes a nivel mundial y tomando en consideración la ampliación de las rutas de tráfico de Centroamérica, México y el Caribe hacia ese país, se valora este problema como un tema fundamental en la agenda de seguridad estadounidense hacia la subregión, por las peculiaridades que ha adquirido durante la administración de Barack Hussein Obama. En la actualidad Estados Unidos es el líder indiscutible de los fallidos programas que delinean y definen las acciones antidrogas en Centroamérica y el Caribe. La Iniciativa Mérida y la carsi han denotado la incapacidad de ese Gobierno para impedir las consecuencias del tráfico ilícito de drogas en la subregión. Tal ineficacia refleja la carencia de una estrategia que enfrente ese flagelo, con una visión integral sobre las esencias que lo promueven. El incremento del poderío militar de Estados Unidos en Centroamérica, bajo el pretexto de lucha contra el tráfico ilícito de drogas, le confiere una mayor relevancia al tema, no sólo por las consecuencias directas que acarrean, sino también por los intereses y amenazas que implican en las políticas impulsadas por ese Gobierno. El enorme impacto económico-social y de seguridad que causa este flagelo afecta en la actualidad a toda la subregión. Por tal motivo deben considerarse, además de los daños a las inversiones extranjeras y el turismo, los efectos negativos sobre la violencia, 301

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la seguridad ciudadana, la pobreza, la marginalidad y la exclusión social. Estas consecuencias suelen propiciar una mayor cobertura para que Estados Unidos y sus aliados en Centroamérica puedan demonizar y criminalizar las protestas sociales que ocurren en su contra. Ante este panorama se incrementa el uso de servicios privados de seguridad y protección por los sectores de poblacionales económicamente fuertes. Este fenómeno, unido al creciente empleo de contratistas y subcontratistas por el Gobierno estadounidense para la lucha antidroga, aumenta la privatización de la seguridad en América Central. La crítica situación que vive la subregión se ve acentuada por la corrupción, estimulada por las cuantiosas sumas de capitales de los cárteles de la droga, que lesionan la eficiencia y credibilidad de instituciones cívico-militares.

Conclusiones En el actual escenario internacional se aprecia una recomposición del sistema de dominación de Estados Unidos con la expansión del espíritu del Plan Colombia hacia México y Centroamérica, consolidando su control sobre el área del Gran Caribe en el plano de seguridad y complementando los acuerdos de dominación económico-comercial y financiera con el cafta-dr y la Alianza del Pacífico (ap). El panorama de la integración regional presenta enormes retos para Centroamérica y, a la vez, grandes potencialidades por su posición geoestratégica. De cualquier manera, los proyectos a los cuales deba adecuarse tienen que priorizar su consolidación como bloque subregional, analizando las amenazas y posibles oportunidades de un nuevo canal interoceánico por Nicaragua, y el incremento de la colaboración en materia de seguridad, donde se exija la responsabilidad compartida y diferenciada de Estados Unidos y la ue, pero que deje márgenes claros para el respeto de la autodeterminación y la integridad territorial de los pueblos de América Central. En este sentido, resulta un pilar básico el rechazo de los proyectos de integración con el influjo del neoliberalismo de nuevo tí302

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tulo —la Alianza del Pacífico— que intenta rediseñar el alca, proyecto que recibió su estocada final en noviembre de 2005, en Mar del Plata, por el Mercado Común del Sur (Mercosur) y Venezuela. Pareciera que el futuro más favorable para los países centroamericanos pudiera estar marcado por el desarrollo de los vínculos económico-comerciales y financieros con el Mercosur, del que ya forma parte Venezuela. La ampliación de este esquema de integración resultaría más favorable y seguro a mediano y largo plazos. En el plano político-diplomático pudieran acentuarse las posiciones centroamericanas desde la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac). La aceptación de la Alianza del Pacífico (ap) se traduciría en la profundización de las asimetrías existentes, donde las economías más débiles sufrirían la re-deformación de sus mercados, acentuando la dependencia estructural de las potencias económicas centrales, donde Estados Unidos mantiene su liderazgo. Por otra parte, para pensar la integración de Centroamérica en términos de prosperidad debe analizarse, en todo caso, cuáles son los proyectos y alianzas que otorgan fortaleza a las instituciones; dan oportunidades para el mejoramiento de las políticas públicas; reducen las brechas entre ricos y pobres; mejoren los índices de seguridad ciudadana, y mitiguen los niveles de corrupción político-administrativa, todo lo cual propicie la convivencia democrática de los pueblos centroamericanos. La desregulación estatal y el afianzamiento de tratados de libre comercio no ofrecen una alternativa viable para el futuro centroamericano. Los procesos de emancipación, las grandes luchas realizadas por estos pueblos contra el alca, pudieran verse frustradas por los alientos comerciales de la Alianza del Pacífico (ap). La gobernabilidad, la promoción de la seguridad ciudadana y un comercio sustentable, desde acuerdos que reconozcan las asimetrías existentes, resultan premisas básicas para el fortalecimiento de la integración centroamericana. Como limitantes fundamentales para estos objetivos se destacan: la ausencia de voluntad política por parte de los Estados centroamericanos para fortalecer el sica como entidad supranacional; la carencia de recursos financieros y humanos para el funcionamiento adecuado de la institucionalidad y el respeto de los 303

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acuerdos establecidos; la pérdida de los intereses nacionales con la transnacionalización de las inversiones de sectores importantes de las élites del poder en Centroamérica, que se oponen a un mayor desarrollo de la integración; la falta de participación ciudadana en la toma de decisiones; la transparencia en las gestiones gubernamentales y la eficiencia de las políticas públicas y de los programas de inclusión social. Así las cosas, en el panorama de la política exterior y de seguridad de Centroamérica, que sin menos retos y amenazas presenta también nuevas oportunidades que esperemos lleven a un camino de respeto a la diversidad, y capacidad de concertación políticodiplomática de estos Estados-nacionales, en favor del desarrollo sustentable para el mejor porvenir de la madre América.

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A política externa brasileira em 2012

Luiza Rodrigues Mateo1 A política externa de Dilma Rousseff e Antonio Patriota em 2012 deu continuidade aos trabalhos do ano anterior, com ênfase na projeção regional e global do Brasil, na ampliação dos mercados para exportações brasileiras e crítica à guerra cambial promovida pelos países desenvolvidos, defesa da sustentabilidade ambiental e social e dos direitos humanos. Neste ano, Dilma realizou dez visitas ao exterior2 e recebeu representantes de 22 países. Compareceu a sete eventos internacionais de grande envergadura, como o G20 da omc, iv Cúpula do brics, vi Cúpula das Américas, Cúpula do Mercosul em Mendoza, 67ª Assembleia Geral da Organização das Nações Unidas (onu), III Cúpula América do Sul-Países Árabes, e a xxii Cúpula Ibero-Americana. Também em 2012, o Brasil sediou a Conferência das Nações Unidas sobre Desenvolvimento Sustentável, a chamada Rio+20. Após uma década de liderança petista em Brasília, com Luis Inácio Lula da Silva e Dilma Rousseff, a política externa brasileira (peb) preencheu importantes espaços de representação ao norte e ao sul do Equador. Em fóruns como G20, brics e ibsa, o Brasil consolidou um papel de potência emergente e global player. Regionalmente, a peb aprofundou o intercâmbio comercial no Mercosul e protagonizou a criação da Unasul e da celac. De 2003 a 2010, a diplomacia presidencial carismática de Lula impulsionou uma agenda externa de autonomia pela diversificação, mirando o sul glo-

1. 2.

Mestre em Relações Internacionais pelo ppg San Tiago Dantas (unesp, unicamp e puc-sp) é professora de Relações Internacionais na Universidade Estadual da Paraíba (uepb). E-mail: [email protected] Os países visitados em 2012 foram Cuba, Haiti, Alemanha, Índia, Estados Unidos, Reino Unido Espanha, Argentina, França e Rússia.

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bal no adensamento de relações diplomáticas e comerciais com a América Latina, África, Ásia e países árabes. A partir de 2011, a atuação externa de Rousseff e Patriota revelou a permanência da agenda autonomista e universalista, com alguns diferenciais relativos à personalidade da liderança e demandas conjunturais (Ojeda, 2013a). Assim, a gestão Dilma consolidou em 2012 um perfil mais tímido e de menor enfrentamento com os países do norte, revelado pelos inúmeros encontros diplomáticos, em Brasília e no exterior, com chefes de Estado e lideranças de alto escalão dos Estados Unidos (eua), França, Alemanha e Reino Unido. Por outro lado, a presidente condenou inúmeras vezes o “tsunami monetário” provocado por países desenvolvidos (principalmente eua e membros da União Europeia). No discurso de abertura da Assembleia Geral da onu, Dilma classificou como “espúria e fraudulenta” a competitividade alcançada pela política monetária expansionista destes países, que desequilibra as taxas de câmbio e encolhe o mercado dos países emergentes (de produtos de exportação). A presidente defendeu, ainda, uma reconfiguração da “relação entre política fiscal e monetária, para impedir um aprofundamento da recessão, controlar a guerra cambial e reestimular a demanda global” (Rousseff, 2012). No mesmo sentido, o Brasil denunciou, em reunião da omc, a política comercial dos eua com desvalorização do dólar (incentivando as exportações) e imposição de medidas restritivas às importações. Citando o informe da própria omc, Roberto Azevedo (embaixador brasileiro na omc) ressaltou que o dólar se desvalorizou 25% entre 2002 e 2008, e 16% entre 2009 e 2011. O resultado, segundo o Itamaraty, foi a transformação do superávit de seis bilhões de dólares do Brasil com os eua em um déficit de 4 bilhões de dólares em cinco anos (Ojeda, 2013c). Apesar das críticas, os eua continuam sendo um parceiro fundamental do comércio internacional brasileiro, tendo voltado a ser, em 2012, o principal destino das exportações do Brasil, lugar ocupado nos últimos anos pela China. Ainda em 2012, durante visita à França, Dilma defendeu a proposta de François Hollande para criação de um Conselho de Segurança da Estabilidade Econômica e Social junto à onu. A associação entre os dois governos de centro-esquerda teria originado, 310

A política externa brasileira em 2012

segundo o jornal Le Monde, um “eixo antiausteridade” em defesa do desenvolvimento e geração de emprego e renda face aos impactos da crise econômica de 2008. Segundo Hollande, “Da mesma maneira que existe um Conselho de Segurança para tratar de questões da paz, deve haver um Conselho para tratar de questões da crise e do desenvolvimento econômico” (Netto, 2012). Outra marca da peb de Rousseff e Patriota em 2012 foi a defesa dos direitos humanos, sobretudo dos princípios da não seletividade e da não utilização política do tema. A postura da diplomacia brasileira tem sido, no âmbito da onu, de abstenção nas votações de resoluções para a condenação das violações aos direitos humanos cometidas pelo Irã, e obstrução das resoluções para assentir o uso da força em intervenções na Síria. Segundo a embaixadora brasileira na onu, Maria Nazareth Farani Azevêdo, “Não há solução militar para a atual crise na Síria” (G1, 2012c). A diplomacia brasileira insiste nos artifícios diplomáticos e multilaterais para o fim do violento conflito civil na Síria. O chanceler brasileiro, Antonio Patriota, criticou a inação da onu e, sobretudo, a falha do Conselho de Segurança em alcançar um consenso para atuar na crise síria: “quando se tratou de homologar [um plano de ação] no Conselho de Segurança, mais uma vez as divisões tornaram impossível a adoção de uma resolução” (Patriota, 2012a). Em função da paralisia nas negociações entre as grandes potências, os debates sobre a Síria foram conduzidos à Assembleia Geral, que criou o Grupo de Ação de Genebra liderado por Kofi Annan. Já no plano regional, a postura brasileira tem sido crítica à Comissão de Direitos Humanos (cdh) da Organização dos Estados Americanos (oea). Em 2011, se instalou uma crise a partir da solicitação oficial da Comissão para que o governo brasileiro suspendesse as obras na usina hidrelétrica de Belo Monte, no Pará. O Brasil ameaçou retirar a representação diplomática da oea em Washington e, desde então, vem tentando enfraquecer o sistema interamericano de direitos humanos, engrossando o coro de países como a Colômbia, Peru, Venezuela e Equador. Durante a Assembleia Geral da oea em Cochabamba (Bolívia) em junho de 2012, foi discutida a reforma da cdh. As principais 311

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críticas vêm dos membros da alba,3 que tentam reduzir os poderes da Comissão com atuação autônoma à oea. Para o presidente equatoriano Rafael Correa, a cdh representa “um dos últimos vestígios do neoliberalismo na região”. O mandatário venezuelano afirmou que o órgão de direitos humanos é “um instrumento do império composto por cúmplices e covardes” (G1a, 2012). Brasil, México e Argentina não fizeram ataques diretos à Comissão, mas defenderam a modernização do mecanismo da oea. Em setembro de 2012, por fim, a Venezuela denunciou a Convenção Americana de Direitos Humanos. Também cabe destacar os avanços nas negociações entre Brasil, Índia, Rússia, China e África do Sul, os chamados brics. Em reunião na Índia, em março 2012, os países afinaram o discurso sobre a necessidade de democratização das instituições financeiras multilaterais. No Fundo Monetário Internacional, por exemplo, os cinco países do brics possuem conjuntamente 11% das ações com direito a voto, enquanto os Estados Unidos possuem quase 17%. Além de discutir a possibilidade de substituir o dólar por moedas locais nas negociações comerciais do grupo, os brics avançaram na proposta de criação de um novo banco de desenvolvimento e um fundo de resgate (para ajudar países mais pobres), que contariam com o aporte de aproximadamente 240 bilhões de dólares em reservas cambiais. O porta-voz do Itamaraty, Tovar da Silva Nunes, afirmou que “Nos anos anteriores, o brics carecia de identidade própria. Passou a ser encarado como instância importante somente após as cúpulas de 2011 e 2012, quando encontrou uma organicidade” (Ojeda, 2013d). Ainda no plano multilateral global, destaca-se o papel da diplomacia brasileira na cúpula Rio+20. Além de sediar o evento, Brasil teve papel importante na elaboração do documento final O Futuro que Queremos. Segundo a diplomacia brasileira, o maior avanço deste em relação aos documentos anteriores, foi incluir o combate à pobreza na agenda de desenvolvimento sustentável. André Corrêa do Lago, chefe da delegação do Brasil na cúpula, afirmou que

3.

Dentre os membros da Aliança Bolivariana para os Povos da Nossa América (alba), destacam-se a Venezuela, Bolívia e Equador.

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A política externa brasileira em 2012

“O principal saldo foi fazer com que o desenvolvimento sustentável se transforme em paradigma em todos seus aspectos: social, ambiental e econômico” (Agência Brasil, 2012). O documento, considerado por Dilma um sucesso, foi amplamente criticado por movimentos sociais e ongs ambientais, por ser pouco ambicioso e impreciso nas definições sobre prazos, responsabilidades e aportes financeiros para o avanço do desenvolvimento sustentável e da atuação do Programa das Nações Unidas para o Meio Ambiente (pnuma). No discurso de encerramento, a presidente comprometeu ajuda brasileira de 6 milhões de dólares para o Fundo do pnuma, voltado aos países em desenvolvimento, além de 10 milhões de dólares para lidar com mudanças climáticas em países vulneráveis na África e Ásia. Ainda nesta trilha, destaca-se o investimento brasileiro em programas de ajuda externa. O volume doado pelo Brasil aumentou mais de 50 vezes em menos de uma década, sem contar os empréstimos do Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (bndes), muitas vezes sem retorno garantido. Em 2012, o nível de ajuda externa atingiu um recorde de 54,4 milhões de dólares. A maior parte dos recursos é doada em forma de alimentos, a serem distribuídos pela onu. Dos 22 países atendidos por doações brasileiras neste ano, 15 são africanos. Dentre os maiores receptores estão a Somália (que sozinha recebeu um pacote de ajuda de 26 milhões de dólares em alimentos), Gâmbia, Sudão, Angola e Mali (Chade, 2013).

O Brasil e os desafios diplomáticos na América Latina Seguindo a tradição da peb na última década, grande atenção foi conferida às relações latino-americanas e aos mecanismos de integração regional, especialmente ao Mercado Comum do Sul (Mercosul). Dois problemas transnacionais de segurança ganharam atenção de Brasília: os fluxos de migração ilegal e o narcotráfico. Nos espaços institucionais de cooperação regional, destaca-se a crise política paraguaia, com o impeachment de Fernando Lugo em junho de 2012, e seu diferente tratamento na oea e na Unasul. 313

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Com a suspensão do Paraguai, a Venezuela foi admitida no Mercosul, alterando as bases econômicas do mercado regional. Durante os dois primeiros anos de seu mandato, Dilma realizou onze viagens aos países vizinhos. Dentre estes, destaca-se a Argentina, que vem travando com o Brasil uma queda de braços nas restrições administrativas ao comércio bilateral. Ao longo de 2012, o governo de Cristina Kirchner adotou procedimentos burocráticos para restringir as importações e manter o superávit comercial argentino. Medidas como o fim das renovações automáticas e o aumento do prazo de desembaraço alfandegário seriam estratégias para reverter o déficit na balança comercial com o Brasil. A Argentina é o terceiro maior parceiro comercial do Brasil e o principal importador de bens industrializados brasileiros, em volume que supera os 20 bilhões de dólares, o equivalente a 28% deste segmento produtivo (Cintra, 2012). Em visita a Buenos Aires, em novembro de 2012, Dilma defendeu a cooperação entre as indústrias brasileira e argentina, em face da importância recíproca de seus mercados domésticos. Para a presidente, seria “fundamental a cooperação em áreas de capital intensivo, como as da indústria e dos setores naval, nuclear, defesa, aeronáutico, televisão digital e tecnologia da informação.” Dilma ainda ressaltou a importância da cooperação na área do crédito, lembrando que o bndes aprovou uma carta de crédito de 7,5 bilhões de dólares para o país vizinho (Antunes, 2012). Em face da intensificação do fluxo migratório do Haiti para o Brasil nos últimos dois anos, em 2012 o governo fixou cotas para a migração legal haitiana. A Embaixada brasileira em Porto Príncipe passará a conceder cem vistos mensais (com validade de cinco anos), e Brasília traçou planos de cooperação nas fronteiras com Peru, Equador e Bolívia para conter o trânsito de migrantes não documentados. Desde 2010, 4.000 haitianos já entraram pela fronteira norte do Brasil, mas somente 1.600 vistos humanitários foram concedidos (G1, 2012b). Outro tema de interesse regional é o ativismo do governo brasileiro na cooperação regional para o combate ao narcotráfico, com início em 2008. Um conjunto de acordos foi firmado com países vizinhos para refrear cultivo e comércio de drogas, mediante atuação regional da Polícia Federal brasileira. A cooperação com 314

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Paraguai, Peru e Bolívia visa a desenvolver operações conjuntas de inteligência, monitoramento de fronteiras, formação policial e combate à lavagem de dinheiro (Nascimento, 2012). Grande parte do problema se deve à dificuldade de controlar as regiões de fronteira, que somam 16 mil quilômetros sob a responsabilidade de apenas de 1.400 policiais brasileiros. O problema do crime organizado é transnacional, já que 38% da cocaína que entra no Brasil vêm do Peru e 54% vêm da Bolívia. A iniciativa brasileira, intitulada pelos próprios agentes da Polícia Federal de “Nosso Plano Colômbia” foca na destruição de plantações de maconha e folhas de coca, além de laboratórios para o processamento de entorpecentes (Neves e Mello, 2012).

A crise política paraguaia Em 22 de junho, Fernando Lugo foi destituído da presidência do Paraguai. Uma crise política doméstica precipitou o processo de impeachment no congresso paraguaio, que foi fortemente condenado pelos vizinhos sul-americanos e culminou no isolamento do governo provisório em Assunção. Grande parte dos países da região qualificou a destituição de Lugo como um golpe de Estado. A Argentina retirou sua representação diplomática no Paraguai, Venezuela e Bolívia chegaram a impor sanções comerciais, como embargo de fornecimento de petróleo e gás. Ao lado do Chile, o governo brasileiro optou por adotar medidas políticas, como o não reconhecimento do novo governo (chefiado pelo vice-presidente Frederico Franco). As relações entre Brasília e Assunção ficaram abaladas com a condenação expressa da peb ao impeachment de Lugo, considerada como um “rito sumário” que descumpriu os princípios democráticos por não permitir amplo direito de defesa ao ex-presidente.4 O Brasil apoiou sanções como a suspensão do Paraguai

4. O processo de impeachment foi aprovado em processo relâmpago no Congresso paraguaio, e o então presidente Fernando Lugo teve apenas duas horas para preparar sua defesa.

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no Mercosul e na Unasul (até o acontecimento de novas eleições), mas foi contrário a sanções políticas mais rígidas, como a expulsão do país dos mecanismos de integração sul-americanos (Esposito Neto, 2012). Antonio Patriota condenou, também, quaisquer medidas que pudessem prejudicar a população paraguaia, como sanções econômicas ou o congelamento de ajuda externa. Segundo o chanceler: “Ficou claro que prosseguirão os programas de cooperação com o Paraguai, por exemplo, sobre o Fundo de Convergência Estrutural do Mercosul (os recursos somam anualmente US$ 100 milhões e o Paraguai tem direito a 48% deles)” (Patriota, 2012b). É importante ressaltar a proximidade das relações brasileiras com o Paraguai, membro fundador no Mercosul e sócio da Itaipu Binacional (que gera aproximadamente 25% da energia consumida no Brasil). O papel das relações bilaterais é adensado pela grande comunidade de brasileiros vivendo no Paraguai, os chamados brasiguaios. O Paraguai é o maior destino de migrações do Brasil: as estimativas apontam que 700 mil brasileiros vivam em terras paraguaias. O governo de Assunção também é um importante aliado brasileiro no combate ao crime organizado regional, sobretudo na fronteira Foz do Iguaçu e Ciudad Del Leste (Esposito Neto, 2012). O Paraguai foi suspenso das reuniões do Mercosul em função do descumprimento do Protocolo de Ushuaia, que preconiza a plena vigência democrática. Na reunião ordinária do bloco, em Mendoza (Argentina), Kirchner afirmou que o Mercosul “suspendeu temporariamente o Paraguai até que se leva a cabo o processo democrático que novamente instale a soberania popular” (afp, 2012). Na Unasul, o impeachment foi condenado por não ter obervado o devido processo legal, de acordo com o Protocolo Adicional do Tratado Constitutivo da Unasul sobre o Compromisso com a Democracia, e o Paraguai foi temporariamente suspenso do bloco até a realização de novas eleições presidenciais. Diferentemente do apontamento de quebra de ordem democrática, nestes dois mecanismos de integração sul-americanos, o relatório da oea (elaborado pela missão de acompanhamento da crise paraguaia) revelou que a sucessão presidencial no Paraguai aconteceu dentro da legalidade e do pleno funcionamento das instituições políticas. O Secretário Geral da oea, José Miguel Insulza, 316

A política externa brasileira em 2012

afirmou que apesar da rapidez do processo de impeachment, não houve desrespeito à constituição paraguaia nem emprego da violência física e, portanto, o governo de Franco estava munido de legitimidade internacional. Representantes do governo provisório paraguaio expressaram descontentamento com o posicionamento dos países da Unasul, principalmente Brasil e Venezuela. A opinião pública e as elites paraguaias questionaram a validade da permanência no Mercosul, mirando o avanço de negociações comerciais com China e eua. O afrouxamento das relações no bloco alimentou a disposição norte-americana de celebrar acordos de livre comércio com o Paraguai (Esposito Neto, 2012).

A entrada da Venezuela no Mercosul A crise sul-americana se agravou com a decisão dos membros do Mercosul de aproveitar a ausência do Paraguai para formalizar a entrada da Venezuela no bloco, em 31 de julho de 2012. O ingresso da Venezuela está em negociação desde 2006, e já estava aprovado pelos congressos dos Estados-membros, à exceção do Paraguai. O Brasil foi o grande defensor da entrada do país bolivariano no bloco, principalmente com base em interesses comerciais. Segundo o chanceler brasileiro, “Com o recente ingresso da Venezuela, o bloco amplia seu potencial, integrando 28 milhões de consumidores ao mercado do Mercosul” (Patriota, 2012c). Contando com a Venezuela, o Mercosul passou a representar 70% da população (270 milhões de habitantes), 72% da área e 83% do pib sul-americano (3 trilhões de dólares). O Itamaraty comemorou: “a incorporação da Venezuela altera o posicionamento estratégico do bloco, que passa a estender-se do Caribe ao extremo sul do continente. O Mercosul se afirma, também, como potência energética global” (Ojeda, 2013b). Se considerado conjuntamente, o bloco do sul passou a ser a quinta maior economia do mundo (atrás apenas de eua, China, Alemanha, e Japão). Além de grande produtor de alimentos, o Mercosul passou a ser um grande produtor de energia, já que a Venezuela detém as maiores reservas de petróleo cru do mundo 317

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(com 296,5 bilhões de barris), superando inclusive a Arábia Saudita, que detém 264,5 bilhões de barris (Bonis, 2012). Segundo Dilma: O comércio da Venezuela com o Mercosul aumentou sete vezes ao longo da última década, passando de us$ 1 bilhão em 2001, para us$ 7,5 bilhões em 2010. Agora há um espaço ainda maior para o crescimento do comércio, o crescimento dos investimentos e a integração das cadeias produtivas entre nossos países (Roussef, 2012b).

No Paraguai, a entrada oficial da Venezuela no Mercosul foi vista como uma manobra irregular que fere o Tratado de Assunção (documento constitutivo do bloco). Segundo o ministro paraguaio Manuel Ferreira Brusquetti, os membros do bloco “tiraram o Paraguai para colocar a Venezuela” (Folha, 2012) No Uruguai, o cenário político ficou dividido. Enquanto o presidente José Mujica defendeu a adesão venezuelana, o vice-presidente e o ministro das relações exteriores, Luis Almagro, criticaram a forma como a adesão foi aprovada (Carmo, 2012). Ainda em dezembro de 2012, o presidente Evo Morales assinou o protocolo de adesão da Bolívia ao Mercosul. A expansão do Mercosul pode ser interpretada como estratégia de fortalecer as capacidades geopolítica e geoeconômica regionais, diante da influência da China e da conformação de uma nova proposta de integração na América Latina, a Aliança para o Pacífico. Este é um bloco conformado em julho de 2012 por Chile, Peru, Colômbia e México, prevendo uma cooperação essencialmente comercial. O principal interesse é dinamizar a economia regional e refrear a concorrência asiática. A Aliança tem como foco a livre circulação de bens, serviços, capitais e pessoas, à semelhança do Mercosul. Todavia, pretende-se diminuir a burocracia e os impedimentos ideológicos, a fim de tornar as negociações mais ágeis. A Aliança para o Pacífico reúne 40% do pib da América Latina, 55% de todas suas exportações e um mercado de 206 milhões de consumidores (Bonis, 2012b). Com discurso liberalizante, os membros do novo bloco pretendem atrair investimentos, avançar na integração energética e de infraestrutura e impulsionar o comércio intrarregional (mirando 318

A política externa brasileira em 2012

para o Pacífico). Todos os membros da Aliança assinaram acordos de livre comércio com os eua e Europa. Chile, México e Peru fazem parte do Foro de Cooperação Econômica Ásia-Pacífico (apec, na sigla em inglês). A Colômbia é signatária, ainda, de acordos de livre comércio com Canadá e China. A consolidação da Aliança para o Pacífico pressiona o Mercosul, apesar das grandes diferenças nas propostas de coordenação econômica. A primeira tenta se inserir nos mercados centrais (Ásia, América do Norte e Europa) e, segundo Tullo Vigevani, a forte vinculação com os eua pode minar a integração regional e produtiva. Por outro lado, a segunda objetiva aprofundar a integração econômica na América do Sul, paralelamente com coordenação macroeconômica, complementação produtiva e energética, e desenvolvimento de infraestrutura física (Bonis, 2012b).

Considerações Finais Em suma, os contextos global e regional colocaram desafios para a política externa brasileira em 2012. Os impactos secundários da crise econômica de 2008 se fizeram sentir através das políticas monetárias dos países desenvolvidos, amplamente criticadas por Dilma e pelo Itamaraty. Ao mesmo tempo, a economia brasileira continuou avançando nestes mercados, paralelamente aos esforços da diplomacia comercial de Brasília no eixo sul-sul. A peb deu importantes sinais em defesa da plataforma autonomista, com o apoio à proposta francesa de um Conselho de Segurança da Estabilidade Econômica e Social e às alternativas para o comércio e investimentos na coalizão dos brics. De forma geral, a peb se manteve coerente à tradição de defesa do multilateralismo, da não intervenção (sobretudo no caso sírio) e dos direitos humanos. Dando continuidade ao trabalho de Lula e Celso Amorim (2003-2010), a diplomacia brasileira em 2012 deu ênfase no combate à pobreza como parte da agenda de desenvolvimento sustentável. O tema foi discutido durante a Cúpula Rio+20 e incluída em seu documento final O Futuro que queremos. No plano latino-americano, o principal evento de 2012 foi a crise política no Paraguai, após o acelerado impeachment de Fer319

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nando Lugo, considerado por alguns países da região como golpe de Estado. Se por um lado a oea defendeu o governo provisório, atestando a manutenção da ordem democrática, a Unasul e o Mercosul afastaram o governo de Assunção, até a realização de novas eleições. A ausência paraguaia nas reuniões do Mercosul criou uma janela de oportunidade para a entrada da Venezuela no bloco. Liderada pelo Brasil, a jogada diplomática gerou descontentamento em setores da opinião pública nacional e latino-americana, sobretudo no Paraguai e no Uruguai. De qualquer forma, Dilma Rousseff e Antonio Patriota anunciaram a expansão do Mercosul como um avanço. Com a incorporação da potência energética e ampliação do mercado consumidor, o bloco vislumbra um novo horizonte para a complementaridade econômico-produtiva.

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Una aproximación al proceso actual de concertación política en el marco de Caricom

Maylin Cabrera Agudo1 Introducción La concertación política ha constituido una dimensión clave del esquema integracionista de Caricom desde sus inicios, en la década de los setenta del pasado siglo. La centralidad de la concertación de posiciones y acciones por parte de los Estados y gobiernos miembros, se derivaba no únicamente de la necesaria construcción de consensos políticos en torno al objetivo expreso de integración económica, sino que se erigía ella misma en un propósito explícito del grupo al incorporar la concertación de políticas exteriores y la cooperación funcional como objetivos fundacionales del esquema. Aunque no exento de contradicciones, el proceso de concertación política caribeña ha tenido importantes expresiones en la articulación de posiciones y acciones comunes en la arena multilateral y frente a terceros; así como en la construcción de consensos en torno a otros ámbitos de intereses compartidos, como los referidos a la cooperación funcional, a la seguridad subregional, y al apoyo diplomático a naciones miembros en temas de particular sensibilidad para las mismas. El contexto actual y el futuro previsible imprimen nuevas dificultades y matices a este proceso. Un reporte de la Universidad de las Indias Occidentales (uwi) llamaba la atención, recientemente, sobre las percepciones existentes por parte de importantes actores nacionales, regionales e

1.

Investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional (cipi), Cuba.

323

Maylin Cabrera Agudo

internacionales, en relación con un estancamiento e incluso peligros de retrocesos definitivos en el proceso de integración subregional (uwi, 2011). En esta misma dirección, un informe de una consultoría británica contratada por la Secretaría de la Caricom vaticinaba una probable desaparición de este organismo en un plazo corto (Caricom, 2012). Estas consideraciones han sido expresión de un amplio debate suscitado en el área, respecto a lo que los medios de comunicación y reconocidos académicos y políticos del área han catalogado como una “crisis” de la institución caribeña. En este escenario, el presente artículo tiene como objetivo principal aproximarse al proceso actual de concertación política de esta última, a partir de abordar algunos de los elementos más significativos del contexto que tienen una incidencia relevante en la misma, así como valorar los márgenes existentes para la construcción de consensos a lo interno del grupo, identificando algunos de los principales focos de ruptura, por una parte y, por otra, aquellos ejes alrededor de los que se articula de manera más relevante la concertación caribeña subregional.

Concertación política de posiciones y acciones en la arena multilateral y frente a terceros El proceso de concertación política en los marcos de Caricom ha estado teniendo lugar en un contexto cada vez más complejo. Este último ha tenido entre sus principales dimensiones, las profundas, múltiples y crecientes vulnerabilidades que caracterizan a estas naciones y que tienen importantes expresiones en los ámbitos medioambiental, económico, y de seguridad. Asimismo es relevante la desarticulación en curso del principio del trato especial y diferenciado en las relaciones de este grupo de países con actores geoeconómicos y geopolíticos tradicionales en la subregión. Junto a las nuevas configuraciones de concertación, cooperación y/o integración en América Latina y el Caribe, los elementos antes referidos se imbrican para conformar un escenario de importantes desafíos para el proceso de concertación política subregional. El desmontaje progresivo del principio del trato especial y diferenciado ha tenido dos expresiones clave en el Caribe: a) la 324

Una aproximación al proceso actual de concertación política en el marco de Caricom

firma y negociaciones en curso de acuerdos que desarticulan el carácter preferencial sobre el que se había asentado una parte importante de las relaciones económicas de estas naciones, y b) la clasificación internacional de una gran parte de estas últimas bajo categorías que no reflejan sus peculiares vulnerabilidades, sino antes bien las profundizan por las implicaciones derivadas de dicha categorización. En ambos casos, las profundas asimetrías entre las partes involucradas han incidido significativamente en los estrechos márgenes de la concertación política para constituirse realmente en un instrumento efectivo a favor de los intereses caribeños. Las fracturas manifiestas en el proceso de firma de los epa con la Unión Europea hace apenas unos años, no sólo evidenciaron intereses y perspectivas diferenciadas en lo interno de Caricom, sino que fueron en sí mismas una expresión de la capacidad del bloque europeo para imponer sus visiones. Las actuales negociaciones con Canadá para la firma de un acuerdo bilateral de libre comercio e inversiones no parecen estar siguiendo un camino diferente. Éstas han estado igualmente sometidas a fuertes presiones canadienses, las que se han reforzado aún más recientemente, con la decisión de este país respecto a no solicitar una nueva excepción a la omc para la extensión temporal de Caribcan (cepal, 2012) en un contexto en el que se ha avanzado poco en las negociaciones, y en las que el grupo caribeño ha puesto particular énfasis en la incorporación de una dimensión de desarrollo que tenga en cuenta sus intereses (Caricom, s/f). En este sentido, las funciones de concertación ante terceros desempeñadas por la Oficina para las Negociaciones Comerciales de Caricom (otn por sus siglas en inglés) han servido en la práctica menos a los intereses caribeños que a los de sus contrapartes, para quienes esta plataforma caribeña de negociación y gestión compartida de recursos técnicos y humanos ha estado siendo en su esencia funcional, como se ha evidenciado en el papel de la otn en el apoyo al proceso de implementación de los epa. Otro importante reto que han venido enfrentando la mayor parte de estas naciones es la conceptualización del ingreso per cápita como un criterio central para el acceso a financiamiento concesionario y a iniciativas para la reducción de la deuda, teniendo en cuenta que un número importante de ellas han sido clasifi325

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cadas como países de ingreso medio.2 No son meras implicaciones semánticas: está implícito el desconocimiento a las peculiares vulnerabilidades que sí han venido reconociendo otras categorías como la de pequeños Estados insulares en desarrollo (sids). Con el propósito de contrarrestar esta tendencia, estos países han buscado capitalizar, aunque infructuosamente, la concertación de posiciones político-diplomáticas en múltiples ámbitos multilaterales y bilaterales. En este sentido se inscriben la presentación del embajador jamaicano ante el Comité Económico y Financiero de la Asamblea General de las Naciones Unidas (un, 2011), las declaraciones de denuncia del presidente Pro-Témpore de Caricom durante la recientemente celebrada Segunda Cumbre CaricomMéxico (Caricom, 2012b), así como también las posiciones caribeñas críticas adoptadas en este organismo en noviembre del año 2012 (Caricom 2012c). Hacia esta misma dirección han estado dirigidas las recurrentes declaraciones de Caricom refiriéndose a esta temática. El proceso de concertación política caribeña ha estado teniendo lugar también en un contexto regional más amplio marcado por las dinámicas asociadas a los nuevos espacios de concertación, cooperación y/o integración conformados en América Latina y el Caribe durante la última década, como es el caso del alba,3 de Unasur4 y de celac. Propuestas asociativas de naturaleza y alcance diferentes como las antes referidas, comparten sin embargo el hecho de constituir espacios de concertación política de los que participan naciones miembros de Caricom. La complejidad asociada a este nuevo escenario en términos de su incidencia en el proceso de concertación política de Caricom ha tenido entre sus principales expresiones: a) la asunción de

2.

3.

4.

Ocho miembros de Caricom han sido clasificados como países de ingreso medio: Guyana, Dominica, Granada, Jamaica, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam (Banco Mundial (s/f), How we Classify Countries. http:// data.worldbank.org/about/country-classifications. Son miembros de Caricom y del alba: Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas. Durante la xi Cumbre del alba (febrero, 2012) los países miembros aprobaron una resolución para la incorporación de Santa Lucía y Surinam como “invitados especiales” (alba). Son miembros de Caricom y de Unasur: Guyana y Surinam.

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proyecciones de política exterior que no han sido consensuadas dentro de Caricom; b) incoherencias entre determinados consensos a lo interno del esquema caribeño, por un lado, y por otro los posicionamientos asumidos respecto a los mismos en los marcos de los nuevos espacios asociativos, y c) las tensiones derivadas de intereses caribeños en ampliar sus relaciones con América Latina (principalmente con la subregión más dinámica, América del Sur) sin que ello vaya en detrimento de las que históricamente han mantenido con actores geopolíticos y geoeconómicos, frente a los cuales declaraciones consensuadas principalmente en el alba y Unasur, han tenido un carácter de confrontación en términos políticos. A modo de ejemplo, podrían señalarse las declaraciones del alba y de Unasur (Unasur, 2012) denunciando el golpe parlamentario en Paraguay, considerándolo una ruptura del orden democrático y de violación de los procedimientos legales establecidos. Mientras por su parte, la declaración final de Caricom durante la xxxiii Reunión ordinaria de este organismo caribeño se refería al tema en términos de impeachment, aun cuando hacía alusión también a los esfuerzos del ex presidente Lugo por apelar a la decisión tomada contra él (Caricom, 2012d). Otro ejemplo es el relativo a las proyecciones de Caricom ante el conflicto entre Argentina y el Reino Unido en torno a las Malvinas. Mientras declaraciones del alba (alba, 2012) y de Unasur (Unasur, 2012b) han respaldado la legitimidad del reclamo argentino (siendo signatarios de las mismas, naciones miembros del esquema caribeño), Caricom apoyó la postura británica en los marcos del vii Foro Reino UnidoCaricom (Caricom, 2012d). No obstante los importantes desafíos que tiene ante sí el proceso de concertación política de Caricom, el esquema ha preservado significativamente su importancia en términos de apoyo diplomático a sus naciones miembros en ámbitos de particular sensibilidad para las mismas. Así ha ocurrido con el sistemático respaldo a Guyana en su conflicto territorial con Venezuela, y a Belice en su conflicto fronterizo con Guatemala. Más recientemente cabría destacar también el apoyo a Antigua y Barbuda en su disputa contra Estados Unidos ante la omc (Girvan, 2013), así como el apoyo a las naciones miembros productoras de ron, que se han visto afec327

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tadas por los subsidios del Gobierno estadounidense a este sector en otros países del área (Caricom, 2012e). Asimismo, Caricom ha buscado capitalizar como “carta de negociación” frente a terceros, los votos que sus Estados partes representan en organismos multilaterales. En este sentido vale señalar, por citar sólo algunos ejemplos: el respaldo reiterado a Brasil en sus pretensiones de ocupar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad, el apoyo a la candidatura de Estados Unidos para el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para el periodo 2013-2015, y a Australia para ocupar un asiento no permanente en este mismo Consejo entre 2013 y 2014 (Caricom, 2012f).

La concertación política en otros ámbitos de intereses comunes El proceso de concertación política en el marco de Caricom ha tenido como importantes focos, aunque con resultados disímiles, la construcción e instrumentación de proyectos de alcance subregional como los contenidos en el Mercado y Economía Únicos (csme por sus siglas en inglés) y en la Plataforma de Acción contra el Crimen y para la Seguridad.5 El primero está referido a un ámbito incorporado explícitamente como objetivo central del esquema caribeño desde el momento mismo de su creación: la integración económica. El segundo, por su parte, se corresponde con un tema que sólo hasta hace relativamente poco tiempo se incorporó como una dimensión relevante dentro del esquema. La actual percepción de “crisis” respecto a Caricom ha tenido al Mercado y Economía Únicos (csme por sus siglas en inglés) (Gir-

5.

La Plataforma de Acción contra el Crimen y para la Seguridad establecida en los marcos de Caricom, fue ratificada durante la xxvi Reunión de esta institución (julio, 2005). Tiene como mandatos la creación de capacidades y mayores niveles de coordinación en el área de inteligencia, la instrumentación de un sistema integrado de control fronterizo, el desarrollo del capital humano a nivel subregional en materia de cumplimiento de la ley, y la movilización de recursos. La misma constituye un sistema (aún en construcción, teniendo en cuenta aquellos elementos incompletos en su instrumentación y los previstos pero no implementados) de instituciones, organismos y mecanismos subregionales.

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van et al., 2007)6 entre sus principales focos. Aunque no exentos de desencuentros y divergencias, los avances formales alcanzados en etapas precedentes denotaron importantes compromisos por parte del liderazgo político subregional con este proyecto integracionista. Tales fueron los casos de los protocolos negociados entre los años 1992 y 1998, dando lugar al nuevo tratado constitutivo de Caricom bajo el que se amparaba el proyecto de integración económica del grupo. El nuevo Tratado (Tratado Modificado de Chaguaramas) resultado de este proceso, y que fuera firmado en el año 2002 y entrara en vigor en 2006,7 denotó la voluntad política existente entre los países miembros en torno a dicho proyecto. Asimismo, se llevaron a cabo acciones como el establecimiento de una Unión Aduanera. Para el año 2008 había sido introducido un arancel externo común (aec) en 11 de los 13 países partes del csme, mientras los dos restantes habían alcanzado la tercera fase de las cuatro previstas (Girvan, s/f). Los impactos de la crisis económica internacional en el área han conformado un escenario propicio para la agudización de las contradicciones a lo interno del grupo caribeño, constatándose importantes retrocesos como las sucesivas suspensiones del aec, así como también las fricciones generadas en materia migratoria dentro del área, las que tuvieron connotaciones regresivas desde el punto de vista del consenso político alrededor de la dimensión de la libre movilidad de personas como un componente importante del csme. De este modo, la crisis económica internacional ha tenido efectos esencialmente desintegradores sobre el proyecto caribeño de integración económica, que aunque se han hecho más visibles en términos de rupturas de la concertación política subregional, dan cuenta de procesos mucho más complejos en los que la voluntad política no es suficiente para alcanzar los objetivos propuestos. En este sentido se han señalado las limitaciones

6.

7.

Mientras el Mercado Común implica el libre movimiento de capital y fuerza laboral en los marcos de una Unión Aduanera, la Unión Económica supone, por otra parte, una forma aún más compleja y profunda de integración económica, a partir de la coordinación de las políticas macroeconómicas, fiscales, monetarias y sectoriales de los Estados miembros. Bahamas y Montserrat no forman parte del csme.

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estructurales de las economías caribeñas para llevar a cabo una integración económica entre ellas (Girvan, s/f). Este último es un factor importante para explicar las principales dificultades para avanzar en la conformación del csme. Otros componentes centrales para el proceso integracionista enmarcado en este último, y además bases relevantes para la legitimidad del esquema, han dado también claras señales de agotamiento desde la perspectiva de la concertación política subregional. Tales son los casos de la irresuelta reforma del sistema de gobernanza subregional8 y la renuencia de la inmensa mayoría de los países miembros de Caricom con relación a reconocer a la Corte Caribeña de Justicia (ccj por sus siglas en inglés) como última instancia de apelación. Otrora suscitadores de fuertes polémicas y disensos a lo interno del grupo, ambos temas no ocupan un lugar importante en la actual agenda del organismo caribeño, denotando el amplio consenso existente respecto a no considerarlos dimensiones relevantes del proyecto integracionista enmarcado en la Caricom. El proceso más reciente de concertación política de este organismo ha estado estrechamente ligado a la institucionalización de la seguridad subregional en torno al crimen trasnacional organizado, constatado en: la creación, sistematización y formalización de espacios subregionales de concertación; el establecimiento de nuevos organismos e instituciones; y el proceso de conformación de un marco normativo subregional. Así, junto a la creación del portafolio de seguridad (drogas y armas ilícitas) dentro del “gabinete” creado en el año 2000, y a la decisión en 2007 de formalizar la seguridad como cuarto pilar de la integración, estos sucesos han sido expresión de la voluntad política de esta institución para posi-

8. No pocos autores han llamado la atención sobre la necesidad de un mínimo de supranacionalidad que permita avanzar en la construcción del csme. Según se ha señalado, la mayoría de las acciones establecidas por la Secretaría de Caricom para avanzar en esta dirección, se corresponden con políticas discrecionales de cada uno de los Estados miembros, lo que dificulta el proceso de toma de decisiones que facilite mayores avances hacia la integración económica. Se han destacado también, sin embargo, las dificultades aparejadas a ceder cuotas de soberanía de parte de los Estados partes, teniendo en cuenta que la instrumentación de mecanismos supranacionales requerirían de enmiendas al Tratado Modificado de Chaguaramas, así como posiblemente exigiría cambios en las Constituciones de los respectivos países.

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cionar de manera sistemática la seguridad en torno al crimen organizado como un área de concertación. Entre sus resultados están el Consejo de Ministros responsables de la Seguridad Nacional y el Cumplimiento de la Ley (consle), la Agencia de Implementación para Temas de Crimen y Seguridad (impacs), el Comité Consejero para Políticas de Seguridad (sepac), el Centro de Comunicación Regional Conjunta (jrcc) y el Centro de Cooperación en Inteligencia Regional (rifc). La construcción de estas políticas ha tenido como escenario no sólo la cada vez mayor incidencia en el área de estos fenómenos de carácter trasnacional y sus múltiples repercusiones, requiriéndose de enfoques subregionales, hemisféricos e internacionales en sus soluciones. Los intereses estadounidenses de “seguridad nacional”, a partir de su alcance en cada una de las dimensiones antes referidas, han constituido también un elemento clave en este proceso.9 En este sentido este proceso se ha correspondido, en su esencia, con los intereses estadounidenses de “seguridad nacional” en el área. La “guerra global contra el terrorismo”, entendida principalmente en términos de las iniciativas unilaterales emprendidas por parte de Estados Unidos en materia de seguridad fronteriza, marítima y aérea, y la legitimación multilateral de las mismas en la emergencia de nuevos requerimientos internacionales en estos ámbitos,10 ha constituido un elemento central en este sentido.

9.

En este sentido deben tenerse en cuenta además las relaciones (tácitas y no) de colaboración existentes con otros actores que desempeñan un papel importante en la subregión, siendo éstos los casos de Reino Unido, Canadá y la Unión Europea. En este contexto se inscriben el Plan de Cooperación en Seguridad Reino Unido/Caricom, la ayuda del Gobierno canadiense en los marcos del Programa de Construcción de Capacidad Anti-crimen (accbp), y los Fondos Europeos de Desarrollo (edf). Los mismos han dirigido una parte importante de su atención al reforzamiento de los mecanismos fronterizos y de intercambio de inteligencia, y también a la nueva arquitectura de seguridad de Caricom, complementando en la práctica los intereses estadounidenses en esta esfera. 10. Así se constata en el proceso llevado a cabo por instituciones como la Organización Marítima Internacional (omi), la Organización de la Aviación Civil Internacional (oaci) y la Organización Mundial de Aduanas (oma). El mismo ha estado dirigido explícitamente a una profundización del control y protección sobre la cadena de suministro internacional y de infraestructuras y recursos estratégicos, alegándose prevenir eventuales ataques terroristas y sus potenciales conexiones con las redes ilegales operadas por el crimen trasnacional organizado. Otras connotaciones de este

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Las presiones derivadas de estos imperativos se han materializado en la profundización aun mayor de las prácticas prevalecientes en periodos precedentes en relación con el abordaje jurídico-represivo de los tráficos ilícitos, y al énfasis puesto en el lado de la oferta, en detrimento de un enfoque más integral concebido como parte de una perspectiva multidimensional de la seguridad. Estas políticas han demostrado su carácter parcial frente a los complejos retos que enfrentan las naciones caribeñas.

Apuntes finales La concertación política en torno a temas clave desde la perspectiva de las naciones miembros de Caricom, se ha mantenido como un importante objetivo del esquema integracionista caribeño. A ello ha contribuido, sin lugar a dudas, la percepción de la misma como un medio que contribuye a ampliar la capacidad del grupo (o de naciones dentro de éste) para colocar temas y enfoques propios en agendas bilaterales y/o multilaterales, así como también para construir consensos en otros ámbitos de intereses comunes, percibidos como relevantes. En este contexto, el hecho de compartir significativas y crecientes vulnerabilidades, cuyas magnitudes actuales y previsibles han llevado a reconocidos políticos y académicos del área a denominarlas “amenazas existenciales”, ha continuado incidiendo de manera contradictoria sobre este proceso: al mismo tiempo que conforman importantes espacios para la voluntad política subregional respecto a preservar esta dimensión como una clave para Caricom; algunas de estas vulnerabilidades (como se ha evidenciado por ejemplo a partir de los efectos desintegradores de la crisis económica internacional en el área) han contribuido sin embargo a agudizar las contradicciones a lo interno del grupo, repercutiendo negativamente en los márgenes de concertación.

proceso han estado relacionadas con su intención de contribuir a un mayor control de los espacios aéreos, terrestres y marítimos a escala global por parte principalmente de Estados Unidos, con alcances funcionales a su sistema de dominación.

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En términos generales, estos últimos se han estrechado en el contexto actual a partir de la existencia de importantes fracturas a lo interno del grupo caribeño en relación con dimensiones identificadas como centrales en el marco de Caricom, teniendo por tanto repercusiones en términos de (des)legitimidad del esquema y de replanteos por parte de naciones miembros respecto a la naturaleza de sus intereses dentro del mismo. Por otro lado, aunque expresadas en términos de concertación política, algunas de estas fracturas expresan el “agotamiento” de procesos en los que esta concertación es una dimensión importante pero no suficiente, como ha ocurrido con el proyecto integracionista del csme. De este modo, el proceso de construcción e implementación de la agenda de concertación política de Caricom tiene lugar, y previsiblemente lo continuará teniendo, en un escenario cada vez más complejo y contradictorio. Entre los principales desafíos de la agenda continuarán figurando (en un escenario cada vez más marcado por intereses diferenciados a lo interno del grupo), la capacidad del consenso subregional de incorporar a la misma intereses centrales para las naciones miembros. Igualmente, habrán de tenerse en cuenta los márgenes para concretar estos últimos de manera que tributen significativamente a un proceso de “concertación política efectiva”, entendida como la capacidad de dicha concertación para incidir objetivamente en los ámbitos en los que se la propone. Esto último es particularmente relevante en términos de colocar efectivamente temas y enfoques propios en agendas bilaterales y/o multilaterales. A modo de valoraciones finales, cabría referir el escenario que catalogaba Norman Girvan como pesimista en un trabajo suyo: el abandono finalmente de la Economía Única como parte del csme y una fragmentación del propio Caricom. Las razones que el autor alude para que ello ocurra son el que no se establezcan mecanismos supranacionales; la pérdida de credibilidad del proyecto entre los gobiernos y la sociedad civil debido a la reiterada posposición de su cumplimentación; mayores niveles de diferenciación econó-

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mica entre las naciones miembros; y niveles declinantes de apoyo político al proceso de integración.11 Los elementos señalados entonces por Girvan se han venido reforzando, así como complejizando y dificultando cada vez más importantes metas propuestas como parte del proyecto de integración de Caricom. Ello es de esperar devenga una reconfiguración de su naturaleza y replanteo de sus objetivos fundacionales. En este sentido, cabría pensar que la integración económica como objetivo explícito y central del esquema continúe bajando su perfil, al tiempo que otros se preserven, aunque sobre márgenes más estrechos, como es el caso de la concertación de políticas exteriores. Al mismo tiempo cabe esperar que dimensiones como la seguridad subregional cobren aún mayor relevancia en el proceso de concertación política subregional, teniendo en cuenta el involucramiento de intereses estratégicos de otros actores de peso en el área, con los que estos países mantienen profundas relaciones de dependencia.

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Maylin Cabrera Agudo

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Estados Unidos y América Latina al final del primer mandato de Obama

Luis Fernando Ayerbe1 A pesar de que a lo largo de su primer mandato no se repitieron crisis como la de Honduras en 2009, durante el año 2012 se destacan dos situaciones que ilustran una continuidad de desencuentros entre las posturas del Gobierno estadounidense y los de la región. En abril, durante la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, la mayoría de los presidentes latinoamericanos, incluyendo el anfitrión Juan Manuel Santos, explicitó al mandatario estadounidense que ésa sería la última reunión sin la presencia de Cuba. En julio, frente al golpe parlamentario que destituyó al presidente paraguayo Fernando Lugo, hubo una rápida respuesta por parte de los gobiernos vecinos exigiendo el retorno a la normalidad, que al no ser llevada en cuenta, suspendieron al país de la Unasur y del Mercosur. En forma contraria, Estados Unidos reconoce el nombramiento de Federico Franco, vice de Lugo y uno de los líderes del golpe. Conforme analizamos en las próximas secciones, los dos ejemplos destacados evidencian un distanciamiento en las relaciones Estados Unidos-América Latina que viene demarcándose más claramente desde la administración de George W. Bush. A partir del estudio de los presupuestos del Departamento de Estado, se verifica una concentración mayor de los escasos recursos destinados al Hemisferio Occidental en programas puntuales y localizados de combate al crimen organizado.

1.

Coordinador del Instituto de Estudos Econômicos e Internacionais de la Universidade Estadual Paulista (ieei-unesp).

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Luis Fernando Ayerbe

Intereses y amenazas en el Hemisferio Occidental El Presupuesto del Departamento de Estado para Operaciones en el Exterior nos parece una fuente importante para dimensionar las continuidades y cambios en la política estadounidense. La solicitud de gastos es sometida a aprobación del Congreso, exigiendo una argumentación detallada sobre la justificativa de los programas y los recursos propuestos. Dada la cantidad y diversidad de países que componen la región, nos detendremos en cuatro casos: Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela. El objetivo es comparar el tratamiento dado a gobiernos asociados a la emergencia de una nueva izquierda en América del Sur, ejemplificada en las presidencias de Néstor/Cristina Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva/Dilma Rousseff y Hugo Chávez, en relación con Álvaro Uribe/Juan Manuel Santos, situados en el campo conservador. En el cuadro 1 detallamos los recursos solicitados por país y por programa entre 2005, inicio de la segunda administración Bush, y 2012: En Argentina, los datos del cuadro 1 revelan una caracterización del país como de bajo riesgo. Bajo los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Argentina tiende a ser considerada una aliada en las prioridades de la seguridad estadounidense. En la secuencia ilustrada por el cuadro, vemos una continuidad de los tres programas fundamentales destinados al país, imet, incle y nadr, dirigidos al combate al terrorismo, control de exportaciones y seguridad fronteriza, cuya principal justificativa es la necesidad de entrenar funcionarios de la aduana y de la guarda costera en esos temas y combatir el tráfico de drogas transportada para la costa este de Estados Unidos a través de mensajeros y correo aéreo desde Argentina y Uruguay (usds, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012). Colombia es el principal receptor de asistencia de Estados Unidos, situación que se consolida a partir de la elección de Álvaro Uribe, considerado un aliado en la “guerra global contra el terrorismo”. Como muestra el cuadro 1, hasta 2007 la Iniciativa Andina Antidrogas (aci) concentra los principales recursos, destinados fundamentalmente a la erradicación de cultivos de coca, interdicción de drogas, promoción de formas de desarrollo alternativo, equipamiento y entrenamiento de las fuerzas de seguridad, gober338

Colombia

Brasil

Argentina

Programas fmf (1) imet (2) incle (3) nadr (4) aci (5) csh/ghp (6) da (7) imet incle nadr aci esf (8) fmf imet incle nadr pl 480 Title II (9)

2006

1,119 1,082 175 550 8,928 5,940 8,710 3,605 3,479 2,899 200 1,115 462,767 464,781 99,200 89,100 1,673 5,118 5,476 3,419 -

2005

2007 2008 2009 2010 2011 2012* 2013** 40 1,205 904 915 900 297 750 544 198 305 300 300 300 400 871 450 300 300 300 270 4,000 3,200 4,200 4,800 6,300 6,290 1,300 1,300 8,000 9,983 15,000 16,789 15,000 12,000 2,000 28 174 252 610 631 640 625 992 1,000 1,000 1,000 3,000 2,000 742 400 400 400 300 270 465,000 - 194,412 196,500 201,790 184,426 179,000 155,000 85,500 52,570 53,000 55,000 47,904 37,000 30,000 1,646 1,421 1,400 1,694 1,695 1,665 1,575 - 289,005 275,128 243,900 204,000 160,600 142,000 4,086 3,288 3,150 4,750 4,750 4,750 3,250 4,858 10,630 11,046 - 10,443 -

Cuadro 1 Presupuesto para Operaciones en el Exterior para Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela (2005-2012) (Millones de dólares) Estados Unidos y América Latina al final del primer mandato de Obama

339

-

2005 2,976 2,432 -

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012* 2013** 2,229 1,000 6,519 1,625 2,976 5,000 6,000 5,000 5,000 3,000 47 500 3,681 -

* Estimado ** Solicitado. (1) Foreign Military Financing. (2) International Military Education and Training. (3) International Narcotics Control and Law Enforcement. (4) Nonproliferation, Anti-terrorism, Demining and Related Programs. (5) Andean Counterdrug Initiative. (6) Child Survival and Health. A partir de 2008 pasa a denominarse Global Health and Child Survive y a partir de 2011 Global Health Programs. (7) Development Assistance. (8) Economic Support Funds. (9) Agricultural Trade Development and Assistance Act of 1954. (10) Transition Initiatives. Fuente: usds, 2006/2013.

Venezuela

Programas aci da esf imet incle ti (10)

Cuadro 1 (continuación)

Luis Fernando Ayerbe

340

Estados Unidos y América Latina al final del primer mandato de Obama

nanza local y asistencia a los grupos económicamente más vulnerables. Los recursos en el área militar (fmf) tienen el objetivo de fortalecer la capacidad de acción contra la guerrilla, como parte del combate al terrorismo, y ampliar la presencia del Estado en el territorio nacional. Por otro lado, son destinados fondos para programas nadr en el área de iniciativas antisecuestro y contrabando fronterizo de armas pequeñas. A partir de 2008 es implementado el programa de Control de Narcóticos y Fortalecimiento de la Ley (incle), y aumentan los recursos para el Fondo de Soporte Económico (esf), ambos concentrando su foco en el combate al tráfico de drogas y apoyo al desarrollo en áreas de conflicto (usds, 2006, 2007, 2008, 2009). En el presupuesto para 2011 es presentada la Iniciativa Estratégica para el Desarrollo de Colombia (csdi), sociedad entre los dos gobiernos destinada a expandir la presencia del Estado colombiano en zonas de inestabilidad y conflicto (usds, 2010). En la presentación de las justificativas de recursos para el presupuesto de 2013, se menciona lo que se considera un éxito del csdi en […] restablecer el control y la legitimidad del Estado en áreas estratégicamente importantes que anteriormente eran dominadas por grupos armados ilegales, a través de un abordaje gradual, que combina seguridad, combate al narcotráfico, e iniciativas de desarrollo económico y social (usds, 2012: 757).

En la dirección contraria de Colombia, la relación conflictiva con el gobierno de Hugo Chávez se traduce en destinación de recursos mucho menor para Venezuela, distribuidos en un número decreciente de iniciativas. Esa tendencia se consolida con George W. Bush, con el paulatino abandono de programas que envuelven cooperación con las autoridades, priorizando el financiamiento de sectores de la sociedad civil con el objetivo de fortalecer su capacidad operativa en oposición al gobierno chavista. Se verifica una reducción de la cooperación militar y en el combate al tráfico de drogas (imet, aci). Por otro lado, se promueve la actuación de la usaid con eje en la sociedad civil (da, esf, ti), invirtiendo recursos en liderazgos emergentes bajo el argumento de fortalecer su capacidad de demandar del Gobierno democracia y transparencia,

341

Luis Fernando Ayerbe

promoción del imperio de la ley y respeto a los derechos humanos (usds, 2006, 2007, 2009). En el presupuesto para 2010, se ameniza el discurso confrontativo, aunque se mantenga el mismo eje: “Estados Unidos va a apoyar los esfuerzos diplomáticos para promover los derechos humanos y proteger el espacio democrático, incentivando un liderazgo más pluralista y democrático” (usds, 2010: 659). Deja de cuestionarse la naturaleza del régimen político y se indican como objetivos preservar y fortalecer las instituciones democráticas, afirmando que los programas estadounidenses “estarán abiertos a todos, independientemente de las perspectivas políticas” (usds, 2010: 761). La postura estadounidense para Brasil tiene componentes diferenciados en relación con Venezuela. Se valora su actuación cooperativa en la seguridad regional, factor destacado también por su posición geográfica, especialmente en los límites fronterizos con Paraguay y Argentina, y los países andinos. Su peso económico y su relativa estabilidad en los últimos años colocan al país como aliado en la promoción de la economía de mercado. Al mismo tiempo, es objeto de atención en áreas de riesgo vinculadas a la pobreza, salud, criminalidad y medio ambiente. Los programas del Departamento de Estado contemplan esa diversidad, actuando en cuatro áreas: a) militar, en los temas de control civil de las Fuerzas Armadas, participación en operaciones de paz, combate al terrorismo y al narcotráfico (imet); b) asistencia al desarrollo (da), principalmente para la protección ambiental en la floresta amazónica y el combate a la pobreza de las poblaciones rurales, estimulando la creación de microemprendimientos; c) combate a enfermedades infecciosas, destacándose el sida (csh); d) crimen organizado, con aportes de la aci, incle y nadr para mejorar el desempeño investigativo de la policía federal, la eficacia de las estructuras legales locales y el control de las fronteras, especialmente con Colombia (usds, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011). En el presupuesto para 2013 hay un direccionamiento específico en el programa incle asociado a la cooperación en seguridad, dado que el país será sede del Mundial de Futbol de 2014 y de las Olimpíadas de 2016 (usds, 2012). 342

Estados Unidos y América Latina al final del primer mandato de Obama

Administración Obama: objetivos estratégicos y prioridades regionales A partir de 2006, el Departamento de Estado pasa a asociar los programas para las diferentes regiones del mundo a Objetivos Estratégicos, concepción mantenida por Barack Obama hasta el final de su primer mandato. En el Hemisferio Occidental son definidos cinco objetivos: paz y seguridad, gobernando justa y democráticamente, invirtiendo en las personas, crecimiento económico, y asistencia humanitaria. Como muestra el cuadro 2, con la excepción de Venezuela, la mayor parte de los recursos va para “paz y seguridad”. En el objetivo “gobernando justa y democráticamente”, la parte destinada a la sociedad civil, colocada entre paréntesis, apunta las diferencias de enfoque en relación con Colombia y Venezuela. En el primer caso, además de insignificante, la dotación comienza en la actual administración; en Venezuela, la parcela destinada a la sociedad civil es la más significativa en el conjunto del presupuesto, en la dirección de lo que apuntamos en la sección anterior. Argentina y Brasil no son incluidos en ese objetivo, indicando la ausencia de percepciones de riesgo político interno. Cuadro 2 Objetivos estratégicos y recursos presupuestarios para Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela (2006-2012) (En millones de dólares) Paz y seguridad

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

833,632 770,181 964,840 1,069,817 1,370,072 645,902 575,729 512,718

Invirtiendo Crecimiento Asistencia Gobernando en las económico humanitaria justa y democráticamente personas (sociedad civil) Hemisferio Occidental 25,242 207,341 166,398 (27,166) 362,996 13,742 229,392 142,507 (23,805) 384,041 119,571 239,551 304,600 (49,970) 434,981 43,087 266,466 290,408 (45,869) 491,464 361,332 706,429 600,636 (13,173) 593,320 38,612 381,476 310,121 (8,354) 480,088 10,032 342,381 427,260 (5,864) 456,062 1,880 346,195 406,721 (8,311) 384,256

343

Luis Fernando Ayerbe

Cuadro 2 (continuación) Paz y seguridad

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

1,632 1,605 1,973 1,670 1,500 897 1,350 814

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

7,055 4,770 1,166 1,652 2,010 2,031 3,940 2,895

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

492,590 479,966 439,625 436,128 402,992 356,535 293,639 262,063

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

2,229 871

Invirtiendo Crecimiento Asistencia Gobernando en las económico humanitaria justa y democráticamente personas (sociedad civil) Argentina

Brasil

500

3,605 3,095 4,200 4,800 7,633 6,290 1,300 1,300 Colombia 30,690 24,250 31,050 30,507 36,000 60,871 41,500 47,550 (500) 45,000 50,300 (500) 32,000 43,250 (1,070) 36,376 35,100 (4,200) 23,833 33,929 (973) Venezuela 3,681 (3,681) 1,754 (1,625) 9,495 (4,495) 5,000 (3,650) 6,000 (4,550) 5,000 (3,650) 5,000 (3,650) 3,000 (2,500)

Fuente: usds 2008 y 2012.

344

2,899 7,898 9,983 15,000 15,456 15,000 12,000 2,000 8,500 4,200 4,200 4,000 8,842 11,000 17,900 12,000

7,973 4,858 10,630 11,046 9,058 10,443 -

Estados Unidos y América Latina al final del primer mandato de Obama

En las percepciones de riesgo regional y prioridad presupuestaria, también se visualizan continuidades entre las dos administraciones en términos de recursos destinados y foco en la seguridad vinculada a la proliferación del crimen organizado. Como muestra el cuadro 3, el total invertido entre 2006 y 2013 es inferior a lo que recibe individualmente Israel. El aumento presupuestario en 2009 y 2010 corresponde fundamentalmente a la Iniciativa Mérida (im), programa conjunto con el Gobierno mexicano, extensivo a América Central, en los moldes del Plan Colombia iniciado en la administración Clinton, proveyendo entrenamiento, inteligencia y equipamiento a las fuerzas armadas y policíacas en el combate al tráfico de drogas, lavado de dinero, crímenes transnacionales y control fronterizo. Para 2011 se separa la parte de la im correspondiente a América Central, para destinarla a la Iniciativa de Seguridad Regional Centroamericana (carsi), y se crea un nuevo programa de cooperación, la Iniciativa de Seguridad para la Cuenca del Caribe (cbsi), anunciado por Obama durante la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago. Como podemos ver en el cuadro, entre 2009 y 2012 Colombia, México y las iniciativas carsi y cbsi reciben en media casi 50% del presupuesto para el Hemisferio.

Consideraciones finales La convergencia de prioridades entre las administraciones de Bush y Obama responden a un escenario regional en que, conforme mostramos, no se visualizan amenazas equiparables a las de la Guerra Fría en términos de actores cuyo antagonismo ideológico, capacidad militar e influencia política configuren un riesgo sistémico. Los desafíos percibidos reflejan los impactos de la debilidad de algunos Estados para imponer la ley en sus territorios. El dimensionamiento de los recursos del Departamento de Estado comparativamente con otras regiones, ilustrado en el cuadro 3 con el caso de Israel, así como las prioridades establecidas, corresponden menos a una pérdida de relevancia que a la percepción de que las convergencias se tornaron predominantes, en una región que no presenta desafíos que justifiquen mayores inversiones en términos de programas de asistencia. 345

* Recursos destinados ** Recursos previstos *** Recursos solicitados. Fuente: usds, 2007 a 2013.

Hemisferio Occidental Colombia México carsi cbsi Israel

2006* 2007* 2008* 2009* 2010* 2011* 2012** 2013*** 1,595,609 1,552,973 2,087,543 2,161,242 2,525,929 1,856,199 1,811,464 1,651,770 331,825 383,015 453,218 512,135 564,003 561,090 551,326 540,224 269,499 330,125 178,145 582,597 66,965 65,382 405,854 432,779 107,500 105,000 101,508 82,912 59,000 64,000 77,367 39,107 105,870 2,495,326 2,460,240 2,380,560 2,550,000 2,775,000 2,994,00 3,075,000 3,100,000

Cuadro 3 Presupuesto del Departamento de Estado, 2006-2013 (En millones de dólares)

Luis Fernando Ayerbe

346

Estados Unidos y América Latina al final del primer mandato de Obama

En el caso de Venezuela, a partir de la crítica a prácticas y concepciones autoritarias atribuidas al gobierno chavista, se justifica el apoyo para aquellos sectores, grupos y organizaciones que el Departamento de Estado identifica como actores clave en el avance de la democracia. Con el ascenso de Barack Obama, aunque se manifieste una preocupación en marcar diferencias con su antecesor en términos de favorecer la diplomacia y la construcción de consensos, en países considerados no-alineados con sus valores e intereses, Estados Unidos continúa asumiendo como atribución interferir en sus sistemas políticos, actuando de forma paralela e independiente de gobiernos legitimados constitucionalmente. Paralelamente a las continuidades apuntadas en los objetivos estratégicos, la postura en el golpe Paraguayo muestra el distanciamiento del consenso regional a favor de soluciones que respeten la democracia en la continuidad de la presidencia de Fernando Lugo.

Referencias bibliográficas Usds. (U. S. Department of State). (2007). fy 2008 Congressional Budget Justification for Foreign Operations, 10 de abril de 2013. http://www. state.gov/documents/organization/84462.pdf ——. (2008). fy 2009 Congressional Budget Justification for Foreign Operations, 10 de abril de 2013. http://www.state.gov/documents/ organization/80701.pdf ——. (2009). fy 2010 Congressional Budget Justification for Foreign Operations, 10 de abril de 2013. http://www.state.gov/documents/ organization/124072.pdf ——. (2010). fy 2011 Congressional Budget Justification - Foreign Operations Annex: Regional Perspectives, 10 de abril de 2013. http:// www.state.gov/documents/organization/137937.pdf ——. (2011). fy 2012 Congressional Budget Justification - Foreign Operations Annex: Regional Perspectives, 10 de abril de 2013. http:// www.state.gov/documents/organization/158268.pdf ——. (2012). fy 2013 Congressional Budget Justification - Foreign Operations Annex: Regional Perspectives, 10 de abril de 2013. http:// www.state.gov/documents/organization/185015.pdf

347

Dimensión cultural

La cultura en los proyectos de integración latinoamericana

Ignacio Medina Núñez1 El 15 de mayo de 2012 murió el escritor Carlos Fuentes dejando un inmenso legado de literatura que es representativo de nuestra región latinoamericana. De esta manera, el equipo sobre cultura e integración del presente anuario decidimos dedicar la principal temática al análisis de algunos aspectos de su gran obra literaria. La figura de Fuentes nos recuerda que México es parte fundamental de América Latina, en una región que geográficamente va del Río Bravo hasta la Patagonia y que, como lo señala en el último capítulo de su libro El espejo enterrado,2 tiene una identidad que va mucho más allá de las fronteras, especialmente dentro del territorio de Norteamérica con una población que se ha convertido ya en la primera de las minorías estadounidenses.3 Esta obra suya que acabamos de mencionar, publicada en 1992 en conmemoración de los 500 años del descubrimiento del nuevo mundo, representa la gran obra sobre la cultura latinoamericana, situándola también como el posible motor de los procesos de integración contemporáneos, aunque le falta todavía expresar su grandeza en el ámbito económico real caracterizado todavía por el subdesarrollo y sobre todo en un modelo político más correspon-

1. Doctor en Ciencias Sociales. Coordinador del equipo de Cultura e Integración; profesor-investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad de Guadalajara, México. Correo electrónico: [email protected] 2. Fuentes, Carlos. (1992). El espejo enterrado. México: Fondo de Cultura Económica. 3. El estimado de la población latina en Estados Unidos el 1 de julio de 2003 era de 39.9 millones, lo que convirtió a la gente de origen hispano en la más grande minoría étnica dentro de ese país. Los hispanos constituyen el 13.7%. http://www.census.gov/ PressRelease/www/releases/archives/race/001839.html

351

Ignacio Medina Núñez

diente a la democracia y justicia social que anhelamos. Él estaba convencido de que “no existe un solo latinoamericano, desde el Río Bravo hasta el Cabo de Hornos, que no sea heredero legítimo de todos y cada uno de los aspectos de nuestra tradición cultural” (Fuentes, 1992: 11). Fuentes cuestionaba el origen extranjero —proveniente de Francia— del nombre de América Latina dado a nuestra región en el siglo xix; le parecía, además, poco preciso y con la alusión errónea a una latinidad que solamente existió en el idioma impuesto por los romanos a los habitantes de su imperio antiguo. Existió ese intento de los franceses en el siglo xix de incluirse a ellos mismos en el conjunto continental frente al proyecto anglosajón, pero su aventura imperialista fracasó con la derrota de Maximiliano frente al gobierno de Juárez en México; sin embargo, el nombre heredado de los franceses tuvo un éxito cultural cuando en ese mismo periodo diversos autores como Eugenio María de Hostós (Puerto Rico), Francisco Bilbao (Chile), José María Torres Caicedo (Colombia),… de los países independientes empezaron a utilizar el término “América Latina” como una identidad común referente a lo que Bolívar había llamado anteriormente Hispanoamérica. Carlos Fuentes afirmaba la existencia de una identidad cultural en la región con posibilidades de avanzar a mejores niveles de integración económica y política, pero utilizando nombres que pudieran definir mejor la mezcla de lo que somos; provenimos, decía, de tres grandes corrientes históricas y culturales traídas por los españoles, por los indios y por los negros. En este sentido, él pensaba que un nombre que nos caracterizaría mejor es el de indoafroiberoamérica. Es el nombre que podría definir mejor nuestra identidad. Decía Fuentes en una entrevista:4 “Me siento indo, afro, iberoamericano; me siento parte de esa tradición que incluye el Mediterráneo, Europa, la Edad Media y las raíces indígenas” (Fuentes, en Marras, 1992: 37), y por ello se mostraba deseoso de celebrar el 5º Centenario en 1992 enfatizando “la cultura que hemos hecho juntos todos, en los últimos 500 años, descendientes

4.

Marras, Sergio. (1992). América Latina, marca registrada. Guadalajara: Universidad de Guadalajara.

352

La cultura en los proyectos de integración latinoamericana

de indios, africanos y europeos en este continente. Eso es digno de celebración” (ibídem, p. 56). Pero el uso de los nombres no es decisión de un solo individuo porque depende mucho del uso y aceptación colectiva que va teniendo en el imaginario de un gran número de personas. De esta manera, es totalmente correcto el enfoque sobre las diferentes corrientes que componen nuestra identidad cambiante en la historia desde la Colonia hasta nuestros días, pero el contenido se sigue expresando en el hecho de que seguimos llamándonos latinoamericanos de una manera formal e informal. La identidad cultural de América Latina la encontramos así en las siguientes manifestaciones múltiples, que son aspectos en los cuales confluimos los habitantes de países tan diversos de esta región. La caracterización de nuestra identidad se puede encontrar en los siguientes elementos, como lo hemos reiterado en otras publicaciones:5 En la mezcla única que se formó en esta parte del planeta durante el periodo colonial con los tres principales ingredientes en los grupos humanos que la habitan: los rasgos de la herencia de los españoles, los indígenas y los negros, con uno de los denominadores comunes de la mezcla histórica que fue la lengua española y, en el caso particular del Brasil, el portugués. En el origen de la independencia de España durante el siglo xix a través de un sueño bolivariano sobre una patria común, a pesar de la pulverización de las repúblicas. Las luchas de Francisco Miranda, Simón Bolívar y José Martí en su proyección hacia gran parte del continente, lo mismo que las de Francisco Morazán en Centroamérica o las ideas de Andrés Bello, Simón Rodríguez y Alberdi repercuten de manera permanente desde el siglo xix hasta lo que va del xxi como algo nuestro. En la tradición literaria latinoamericana, que ha sido reconocida en el mundo entero con ciertos rasgos comunes, fundamentales, que manifiestan esa mezcla de tradición, civilización, barbarie, revolución, militarismo, etc. Aunque ciertamente existen literatos

5.

Medina Núñez, Ignacio. (1999). La identidad latinoamericana en el debate cultural. Revista Koeyu Latinoamericano, año 20, núm. 81, julio. Caracas, Venezuela, pp. 29-34.

353

Ignacio Medina Núñez

que rechazan de manera abrupta el nombre de América Latina, y afirman más bien la existencia de un ámbito solamente nacional, una gran mayoría sigue encontrando una identidad común en el hecho de llamarse latinoamericanos. En la oposición y/o subordinación a los designios imperiales de América del Norte, en cuya contradicción nos definimos más por lo que no somos ante el mundo anglosajón. El ser del latinoamericano ha llegado a tener conciencia de sí mismo en gran parte a través de esa confrontación ante el imperialismo estadounidense, aunque seguimos teniendo ese amor/odio hacia el Norte. En la supervivencia de varios millones de indígenas procedentes sobre todo de las tres grandes civilizaciones (aztecas, mayas e incas), que siguen luchando actualmente por su vida material, conservando gran parte de sus tradiciones culturales, haciéndose presentes con expresiones culturales que provienen solamente de esta tierra. En la convergencia de ciertos intereses económico-comerciales entre diferentes naciones como necesidad también de supervivencia dentro de los procesos mundiales de globalización sobre todo a finales del siglo xx, los actuales procesos de integración entre diferentes países latinoamericanos han acentuado esa identidad cultural y han promovido la conciencia de un proyecto a futuro en donde las naciones podrán sobrevivir mejor a través de una coordinación supranacional. Es la tendencia a fortalecer los lazos de cooperación política con reglas supranacionales aceptadas de común acuerdo ante el declive del concepto del Estado-nación. Los tratados regionales están apuntando más en esa dirección, concretándose incluso en acuerdos políticos mucho más amplios como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac). En la utopía de una comunidad de sociedades que aspira a un mejor nivel de justicia social y un mejor respeto a los derechos fundamentales del hombre en regímenes que aspiren a transitar desde el autoritarismo y militarismo tradicionales hacia la democracia. Nos une ciertamente lo negativo de la actual desigualdad social, de las cotidianas violaciones a los derechos humanos, del peso excesivo del militarismo sobre los gobiernos civiles, del ingente peso de la deuda externa, etc., pero en todo ello mantene354

La cultura en los proyectos de integración latinoamericana

mos vigente un imaginario social latinoamericano sobre un mejor modelo democrático con más justicia social. Reconocemos, así, una conciencia de la identidad latinoamericana a pesar de tanta diversidad entre los países; sin embargo, no es una identidad hecha de una vez y para siempre sino que está en un continuo hacerse en donde los procesos actuales de integración tendrán mucho por definir hacia el futuro pero a partir de la cultura histórica que nos ha traído hasta el presente. La muerte de Carlos Fuentes en 2012 nos deja un gran legado histórico sobre la cultura latinoamericana y sobre el anhelo de procesos de integración ligados a un proyecto económico y político democrático y con mayor justicia social. Sobre dicho legado de Fuentes se enfocan dos artículos sobre cultura de este anuario escritos por Hugo Méndez (“El espejo desenterrado de Carlos Fuentes”) y por Ramón Gómez (“Subjetividades y cultura: Carlos Fuentes y la búsqueda de identidad mexicana”); completamos nuestra participación con los temas expuestos por Nicolás Rey (“El largo camino de nuestros pueblos hacia los derechos culturales”) y por Rafael Cuevas Molina (“La dimensión cultural de la integración en Centroamérica”).

355

El espejo desenterrado de Carlos Fuentes

Hugo Méndez Ramírez1 La muerte es un espejo que refleja las vanas gesticulaciones de la vida... Nuestra muerte ilumina nuestra vida... Dime cómo mueres y te diré quién eres. Octavio Paz, Todos Santos Día de Muertos

Murió Carlos Fuentes. El escritor mexicano más conocido en el mundo y tal vez el más prolífico de la historia de las letras mexicanas falleció el 15 de mayo de 2012. Inmediatamente surgieron por todos los rincones del mundo, sobre todo en las grandes metrópolis de Europa y América Latina, los obituarios, las esquelas, las elegías y homenajes por la muerte del gran escritor. Resulta interesante ver lo extenso, amplio y variado de las voces que se unieron para expresar esta profunda pérdida que va más allá del espacio local y que se imbrica en el contexto global de los grandes escritores de todos los tiempos. A pesar de que Estocolmo le negó el Nobel de literatura, Carlos Fuentes fue merecedor del Premio Rómulo Gallegos en 1977, del Cervantes en 1987 y del Príncipe de Asturias en 1994 y de múltiples distinciones honoríficas.2 Pero posiblemente en ninguna parte se haya sentido tanto esta ausencia como en nuestro continente latinoamericano. El ex presidente de Chile Ricardo Lagos, quien participó en la sesión de homenaje al escritor que organizó la Feria Internacional del Libro en Guadala-

1. 2.

Profesor de la Universidad del Estado de Georgia, en Atlanta, Estados Unidos. Correo electrónico: [email protected] Cada año alguien le hacía al escritor la incómoda pregunta sobre el Premio Nobel, y es bien conocida su respuesta tan diplomática como cautelosa: “Si no se lo dieron a Tolstoi, Chejov, Kafka y Borges, ¿por qué me lo iban a dar a mí?

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jara, dijo que “Carlos Fuentes es la conciencia latinoamericana” y una figura fundamental para entender una identidad común construida a partir de la cultura y la lengua. El fallecimiento de Carlos Fuentes significa en México el final de un ciclo cultural y literario que se inicia a finales de los años cincuenta y que alcanza su mejor momento creativo en los años sesenta y setenta. Junto con Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, José Donoso, y otros, Fuentes se convirtió en referente indispensable del movimiento conocido como el “Boom latinoamericano”. Pero ¿cuál es el verdadero legado de Fuentes a la literatura y cultura latinoamericanas? ¿Qué es lo que distingue a Fuentes más allá de este movimiento literario y de sus grandes figuras? Si el Boom sirvió para reafirmar la madurez literaria y cultural de Latinoamérica, la obra de Carlos Fuentes posibilitó la reinserción o conexión de esa cultura a sus raíces hispánicas europeas y viceversa. El verdadero legado continental de Fuentes radica no tanto en su universalismo —esto es algo demasiado abstracto— sino en lo que podríamos llamar su panhispanismo; esto es, la creación de una obra literaria y ensayística ecléctica e incluyente dirigida a encontrar la reconciliación de nuestra herencia americana con nuestra herencia europea. El ímpetu universalista del escritor está supeditado a esa imperiosa necesidad de reconciliación entre las dos herencias. Carlos Fuentes luchó siempre contra el concepto monolítico, nacionalista y reduccionista de lo que significaba ser mexicano o ser latinoamericano. Para Fuentes la búsqueda de la identidad es primero ontológica, existencial, y luego antropológica, étnica, nacional o continental. Ya en 1882, José Martí, con motivo de un comentario solicitado sobre la obra de Oscar Wilde, deploraba el provincialismo cultural y lingüístico de nuestra cultura latinoamericana. Vivimos, los que hablamos lengua castellana, llenos todos de Horacio y de Virgilio, y parece que las fronteras de nuestro espíritu son las de nuestro lenguaje. ¿Por qué nos han de ser fruta casi vedada las literaturas extranjeras, tan sobradas de ese ambiente natural, fuerza sincera y espíritu actual que falta en la moderna literatura española?

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Y culminaba entonces con la siguiente sentencia: “Conocer diversas literaturas es el medio mejor de libertarse de la tiranía de algunas de ellas” (Obras completas, vol. 15: 361). Si para Borges el concepto de intertextualidad consistía en una constante relación dialógica entre los diversos textos de la literatura mundial, para Carlos Fuentes, como para Martí, la literatura no es otra cosa que un juego de espejos donde el ser se encuentra y se pierde al mismo tiempo. Y si la historia es un espejo que facilita el acceso al pasado, la literatura es el instrumento que facilita el acceso a la cultura y a esa búsqueda ontológica del ser. ¿Qué significa entonces ser mexicano o latinoamericano? Podríamos decir que casi toda la obra de Carlos Fuentes constituye un esfuerzo dirigido a responder ésta y otras preguntas asociadas con la identidad latinoamericana. A esto se debe que el símbolo más recurrente de la obra literaria del escritor mexicano sea el espejo, con sus múltiples variaciones y significados. Un espejo que frecuentemente nos refleja una imagen fragmentada, múltiple o distorsionada del ser y de la realidad —las vanas gesticulaciones de la vida—. En La muerte de Artemio Cruz, el poderoso viejo magnate de un imperio mediático, momentos antes de su muerte ve su rostro reflejado, multiplicado en las incrustaciones de vidrio de un bolso de mujer, y un tanto asombrado, un tanto confundido llega a la siguiente revelación: “Soy esto. Soy esto. Soy este viejo con las facciones partidas por los cuadros desiguales del vidrio” (p. 115). La escisión o desdoblamiento de la voz o perspectiva del protagonista en tres formas distintas, yo, tú y él, junto con la yuxtaposición de tres tiempos distintos, confirman y refuerzan el carácter espectral y el juego especular de la novela. En Gringo viejo, el general Tomás Arroyo y su gente se ven reflejados por primera vez en las paredes de espejos del salón de baile de la recién capturada Hacienda de los Miranda: Los hombres y mujeres de la tropa de Arroyo se miraban a sí mismos. Paralizados por sus propias imágenes, por el reflejo corpóreo de su ser, por la integridad de sus cuerpos. Giraron lentamente, como para cerciorarse de que ésta no era una ilusión más. Fueron capturados por el laberinto de espejos... Uno de los soldados de Arroyo adelantó un brazo hacia el espejo. —Mira, eres tú.

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Y el compañero señaló hacia el reflejo del otro. —Soy yo. —Somos nosotros, Las palabras hicieron la ronda, somos nosotros, somos nosotros [...] (pp. 44 y 45).

De la misma forma, La frontera de cristal no es otra cosa que una serie de enfrentamientos con la alteridad del reflejo especular, con la multiplicidad del carácter y la condición del mexicano. El concepto de frontera aquí no se limita a un referente geográfico en particular, sino que se refiere a todo espacio —real o imaginado— donde se da el encuentro, el intercambio, la negociación cultural de diferentes individuos y grupos. A esto se debe que los relatos de la novela se desarrollen no sólo en la zona fronteriza de Estados Unidos y México, sino también en Chicago, Manhattan o Asturias en España. Los personajes de las nueve historias que componen esta novela se enfrentan no sólo a las divisiones geográficas, sino a las fronteras del tiempo, la sexualidad, la nacionalidad, el origen étnico, la clase social, incluso las fronteras de la memoria y el amor. La metáfora del cristal facilita el juego de espejos donde los personajes se enfrentan con su otredad. El tema del otro se presenta como el componente fundamental en la creación de espacios de conocimiento donde se posibilita la formación de una sociedad cuya toma de conciencia se da, precisamente, a través de una serie de encuentros e intercambios dialógicos con la otredad que intentan llevar al individuo a la autoafirmación, a la revelación de sí mismo, ese proceso al que Mijaíl Bajtín llamaba exotopia, o “el ‘hallarse fuera’ de aquel que comprende —hallarse fuera del tiempo, en el espacio, en la cultura [...]” (“Yo también soy”, p. 158). Según Bajtín: “el hombre no puede ver ni comprender en su totalidad, ni siquiera su propia apariencia, y no pueden ayudarle en ello la fotografía ni los espejos. La verdadera apariencia de uno puede ser vista tan sólo por otras personas, gracias a su exotopia espacial y gracias a que son otros” (pp. 158 y 159). Esto es precisamente a lo que alude el mismo Fuentes en una carta a Salman Rushdie, uno de los escritores cuya obra, según Fuentes, refleja muy bien el desafío multicultural del futuro: “El encuentro con el extranjero, con el hombre o la 360

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mujer de otro credo, otra raza, otra cultura, que no son como tú y yo, pero que nos complementan y nos revelan quiénes somos tú y yo”. Como en La campaña, el viaje por el continente —por Lima y Santiago, por Maracaibo y Veracruz— que hace el protagonista Baltasar Bustos se convierte también en un viaje de iniciación y autodescubrimiento. “Creo que me conocí a mí mismo”, dice Bustos al regresar a Argentina. Pero el libro que mejor resume ese esfuerzo panhispano, ese afán unificador, quizá sea El espejo enterrado, obra ambiciosa y monumental comisionada por el Ministerio de Cultura de España para la celebración del quinto centenario de aquel primer viaje de Cristóbal Colón a nuestro continente en 1492. Fuentes intenta aquí explorar, investigar, especular sobre la condición del ser latinoamericano, partiendo de la convicción de que […] no existe un solo latinoamericano, desde el Río Bravo hasta el Cabo de Hornos, que no sea heredero legítimo de todos y cada uno de los aspectos de nuestra tradición cultural [...] Esa tradición que se extiende de las piedras de Chichén Itzá y Machu Picchu a las modernas influencias indígenas en la pintura y la arquitectura. Del barroco de la era colonial a la literatura contemporánea de Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez. Y de la múltiple presencia europea en el hemisferio —ibérica, y a través de la Iberia, mediterránea, romana, griega y también árabe y judía— a la singular y sufriente presencia negra africana. De las cuevas de Altamira a los grafitos de los Ángeles (p. 11).

Y más adelante indica: Buscando una luz que me guiase a través de la noche dividida del alma cultural, política y económica del mundo de habla española, la encontré en el sitio de las antiguas ruinas totonacas de El Tajín, en Veracruz, México. Veracruz es el estado natal de mi familia. Ha sido el puerto de ingreso para el cambio, y al mismo tiempo el hogar perdurable de la identidad mexicana. Los conquistadores españoles, franceses y norteamericanos han entrado a México a través de Veracruz [...] En las tumbas de sus sitios religiosos se han encontrado espejos enterrados cuyo propósito, ostensiblemente, era guiar a los muertos en su viaje al inframundo. Cóncavos, opacos, pulidos, contienen la centella de luz nacida en medio de la oscuridad. Pero el espejo enterrado no es sólo parte de la imaginación indígena americana. El poeta mexicano-catalán Ramón Xirau ha titulado uno de sus libros L’Espil Soterrat —El espejo enterrado—, recuperando una antigua tradición mediterránea

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no demasiado lejana de la de los más antiguos pobladores indígenas de las Américas. Un espejo: un espejo que mira de las Américas al Mediterráneo, y del Mediterráneo a las Américas. Éste es el sentido y el ritmo mismo de este libro (pp. 11 y 12).

Pero el volumen, más que un juego de espejos es también un choque o enfrentamiento de espejos que convergen a través de los siglos de nuestra historia común. Se inicia en la España medieval, que trajera al continente los primeros colonizadores/conquistadores españoles, y termina con un capítulo sobre la hispanidad norteamericana. De los 18 capítulos que conforman el volumen, se mantiene un balance perfecto: nueve capítulos están dedicados a la historia y cultura de España y otros nueve al continente americano, y están organizados en forma cronológica en un vaivén que alterna entre un continente y el otro, conectando, uniendo, reflejando. Este enfrentamiento especular se inicia con la leyenda de Quetzalcóatl, transmitida al padre Bernardino de Sahagún por sus informantes indígenas según la cual Tezcatlipoca, uno de los dioses menores del panteón indígena y cuyo nombre significa “espejo humeante”, le regaló al dios azteca un espejo donde Quetzalcóatl se vio reflejado y gritó. Creía que, siendo un dios, carecía de rostro. Ahora, reflejado en el espejo enterrado, vio su propio rostro. Era, después de todo, la cara de un hombre, la cara de la criatura del dios. Así Quetzalcóatl se dio cuenta de que al tener un rostro humano, debía, también, tener un destino humano (p. 116).

Con esta metáfora que da nombre e inicio a este enciclopédico libro, Carlos Fuentes se propone, como ha sido el caso en toda su obra literaria, facilitar el proceso de integración y reconciliación cultural a través de una serie de encuentros (y desencuentros) con el otro y que es, a la vez, un encuentro con nosotros mismos, con nuestra identidad multicultural, indígena y mediterránea, africana, árabe, judía, etc.; según Fuentes, se trata de un especie de “aleph” donde el lector, como el narrado del relato borgesiano, logre encontrar un momento perfecto en el tiempo y en el espacio en el que todos los lugares del mundo que conforman nuestra herencia convergen en un mismo instante, una perfecta existencia

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simultánea. “¿Qué veríamos hoy en el aleph hispanoamericano?” se pregunta el autor. El sentido indígena de la sacralidad, la comunidad y la voluntad de supervivencia; el legado mediterráneo para las Américas: el derecho, la filosofía, los perfiles cristianos, judíos y árabes de una España multicultural: veríamos el desafío del Nuevo Mundo a Europa, la continuación barroca y sincrética en este hemisferio de un mundo multicultural y multirracial, indio, europeo y negro (p. 380).

De esta forma, Carlos Fuentes, como un Tezcatlipoca contemporáneo nos ofrece su obra como un espejo desenterrado donde los latinoamericanos vemos reflejado nuestro mundo multicultural y multirracial. Ése fue el verdadero legado de Carlos Fuentes. La forma en que su muerte fue honrada en el Palacio de Bellas Artes; los múltiples homenajes in memoriam por todo el mundo; el hecho de que su cuerpo fue cremado y que sus cenizas fueran trasladadas a París, a Montparnasse para ser depositadas junto con sus dos hijos que murieron jóvenes, son testimonio congruente y apto final para un hombre extraordinario que fue un verdadero ciudadano mexicano del mundo quien dedicó toda su vida y toda su obra a la unificación de nuestra cultura —Dime cómo mueres y te diré quién eres.

Referencias bibliográficas Bajtín, Mijail M. (2000). Yo también soy (fragmentos sobre el otro). Selección, traducción, comentarios y prólogo de Tatiana Bubnova. México: Taurus. Fuentes, Carlos. (1985). Gringo viejo. México: Fondo de Cultura Económica. ——. (1990). La campaña. México: Fondo de Cultura Económica. ——. (1992). El espejo enterrado. México: Fondo de Cultura Económica. ——. (1993). Geografía de la novela. México: Fondo de Cultura Económica. ——. (1995 [1962]). La muerte de Artemio Cruz. Ed. José Carlos González Boixo. Madrid: Cátedra. ——. (1995). La frontera de cristal. Madrid/México: Alfaguara.

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Martí, José. (1975). Obras completas. Tomo 15. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. Paz, Octavio. (1993). El laberinto de la soledad. Ed. Enrico Mario Santí. Madrid: Cátedra.

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Ramón Gómez Zamudio1 Cosmopolita, con un dominio del inglés, del francés y, muy obviamente, del español, Fuentes sentía la presencia del mundo en sus pensamientos. Europa y América, representadas en las lenguas en que se expresaba, encontraron en su pensamiento y en sus reflexiones canales abiertos con los cuales diagnosticar al mundo; canales para, también, imaginar pronósticos y utopías; sueños de encuentro y de reconocimiento, unos y otros mediados por el poder, por la intransigencia, por la prepotencia. Junto a Octavio Paz, vivió en paralelo, compartiendo muchas de sus preocupaciones. La pluma de Paz, ensayista agudo y apasionado de la poesía, tuvo como contrapunto la prosa, el ensayo histórico y la novela de Fuentes. Implacable crítico del México de lo que la Revolución Mexicana había instituido (Azuela, mordaz, no perdonó al régimen posrevolucionario: de andrajosos, de trepadores, de oportunistas y de pendencieros llenó un colorido marco de burócratas, de funcionarios y de “líderes revolucionarios”; cuadro que se sustentó en el hambre, en la mendicidad, y en el oportunismo de representantes sindicales y de sindicalizados —acarreados— por igual), marcó prudente, pero clara distancia, entre el poder estatal y el ejercido por sus satélites y cómplices: la prensa, el llamado “crimen organizado”, la Iglesia católica. Hombre de lealtades y de costumbres, escribió prolijamente en su único instrumento de comunicación: su voz, sus letras, plasmadas en el papel que su máquina de escribir no agotó sino hasta

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Profesor-investigador en el Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos, Universidad de Guadalajara, México. Correo electrónico: rzamudio [email protected]

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su muerte. Muerte figurativa, pues su pensamiento continuará alimentando las mentes jóvenes, las mentes reflexivas, las mentes sin edad: aquellas que hacen de la imaginación, ejercicio constante de crítica, de proposición y de cambio. En lo que sigue, propongo una serie de reflexiones que procuran problematizar la noción de “identidad”, aplicada al caso latinoamericano y mexicano. Enmarco mis ideas en las propuestas por Aníbal Quijano y por Carlos Fuentes, ocasión que este último proporciona, merced al primer aniversario de su fallecimiento. Acaso sea de una simplicidad ofensiva pretender dar respuesta a la pregunta, perenne, ¿quiénes somos?, en el trasfondo de un escenario histórico bipolar: en un extremo, el constituido por una rica y compleja historia que, en América, comprende civilizaciones milenarias cuyas hazañas y horrores, logros y frustraciones, quedaron truncos cuando, por accidente, los reinos de Castilla y Aragón pisan suelo americano, con las botas, con los miedos, con las ambiciones y con las esperanzas de los hombres comandados por Cristóbal Colón; en el otro, el constituido por feudos enfrascados en luchas internas, y éstas contra los árabes, amparadas por una religión que se perfilaba en hegemónica, no obstante la corrupción y el estancamiento/distanciamiento que la caracterizaba contra una ciencia incipiente. Hacia finales del siglo xv, las entidades feudales en conflicto, de lo que devendría lo que hoy conocemos como “España”, habrían de nutrir, por una parte, el carácter, las ideas, las aspiraciones y los ideales de lo que, en sus colonias americanas, tres siglos más tarde se constituirían en naciones independientes; por otra, esa misma historia, heredada de hombres y mujeres recios, heredera de buena parte de la civilización romana y, eventualmente, de un cristianismo ortodoxo que propició una de las rupturas ideológicas de mayor trascendencia en la historia del mundo, esa misma nación, la futura España, facilitaría procesos de constitución de identidades, más allá de ella misma. En efecto, el amalgamiento de dos mundos, merced a un desentendimiento/desconocimiento y a una masacre que no tiene paralelo en la historia humana, tuvo dos consecuencias relevantes para la humanidad: por un lado, el incipiente capitalismo europeo adquiere un elemento potenciador que le viene dado de las rique366

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zas (oro, plata y otros minerales) provenientes de las colonias españolas; elemento potenciador que impulsará las dinámicas constitutivas del nuevo orden mundial: la acumulación de plusvalor, la creación e incremento de capitales y la expectativa del incremento de las ganancias como motor de las relaciones entre hombres y entre naciones. Por otro, las culturas americanas —azteca, maya, inca, principalmente, con todos sus esplendores, sus diferencias y sus conflictos— serán objeto de procesos de “pacificación”, de “evangelización” y de “civilización” que, más allá de eufemismos, analgésicos de conciencias, implicarán una destrucción de sus conocimientos, de sus arquitecturas, de sus ciencias, de sus creencias religiosas, de sus historias de origen, de sus logros lingüísticos y matemáticos. Todo quedará reducido al mínimo; un exiguo que sobrevivirá camuflageado y que, merced a la implementación de rígidas políticas de estratificación social, ubicarán al negro y al indio en la base de una pirámide de explotación cuyo ángulo superior estará ocupado por el peninsular, por el criollo, por el militar y por el clérigo. En medio de esta pirámide, los mestizos, ¿futuros mexicanos?, protagonizarán luchas armadas e ideológicas que, en dos guerras, la de Independencia y la de la Revolución, irán configurando una identidad compleja, conflictiva, movediza, pendular. La configuración recíproca de dos continentes, de dos mundos —Europa Occidental y América— dará lugar a una polarización ideológica, cultural, política y económica que pretenderá organizar al mundo a partir de un centro: Europa como sede de la que emana el conocimiento y la civilización: las artes, las humanidades, las ciencias. Todo ello proyectado en la idea del progreso, sustentado teleológicamente para legitimar a la Europa anglosajona y a las nuevas naciones a ella articuladas, como portadoras de la razón. El anverso del progreso y de la razón, lo “bárbaro”, lo considerado como obstáculo para el progreso, quedó reducido a la derrota y al silenciamiento. Los Otros, los vencidos, los convertidos por la fuerza a políticas de asimilación, quedarán sometidos a políticas de servidumbre, de subordinación y de dependencia, todas ellas enmarcadas en un ejercicio del poder que podrá, por ello, controlar cuerpos y espíritus, trabajo y ocio, reproducción y subjetividad. Es este proceso de control de las conciencias, de las identidades, lo que nos interesa abordar en este ensayo. Para ello, 367

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iniciamos con una breve revisión de las ideas de Quijano, en particular la referida a la “colonialidad del poder”; proseguimos con el análisis de las ideas de Carlos Fuentes para proponer algunas respuestas referentes a la identidad mexicana. La colonialidad del poder, entendida por Quijano como la cara oculta de la modernidad, como la faceta sucia y vergonzosa, pero necesaria, sobre la que se ha sustentado la superioridad y el avance científico-tecnológico del mundo civilizado, descubre nuevas rutas de investigación; rutas que en las humanidades y en las ciencias sociales vienen apuntando a responder una pregunta fundamental: ¿quiénes somos? ¿Qué trayectorias nos permiten entendernos como individuos y como sociedades? ¿Qué composiciones históricas dan cuenta de nuestro presente? Para ensayar respuestas a las preguntas precedentes, hemos de mirar, y de mirarnos, en los pasados diversos que confluyen en nuestro presente; en las circunstancias de pretendida aspiración a la modernidad y al progreso; y en los poco explorados escenarios de derrota y de resistencia, de lucha y de rendición, de triunfos y de fracasos contra los que, también, se ha formado el imaginario de identidad mexicana. Quijano ha propuesto que, en Latinoamérica, no dejamos de lidiar con nosotros mismos; no cesamos de ensayar encuentros con nuestro pasado y con nuestras proyecciones del presente y del futuro. Estos intentos, marcados de origen por la Conquista, habrán de tener graves repercusiones en la vida de desarrollo nacional, de búsqueda de democracia, de integración y de identidad. Brazos de molino de viento confundidos con dragones, arremetemos contra ellos sin percatarnos de que ni son dragones y de que el instrumento de lucha no es ni la armadura ni la lanza. Quijotesca metáfora que ilustra los intentos latinoamericanos por perfilar nuestros problemas, nuestros inconclusos intentos para resolverlos. Vagamente identificados como fantasmas, contra los que estructural e históricamente poco hemos podido hacer, Quijano llama la atención a nuestra incapacidad y a nuestra falta de voluntad, primero, para identificar claramente cuáles son los problemas que habremos de afrontar y de solucionar; segundo, para poderlos solucionar. Y es que buena parte de nuestra historia independiente está marcada por las aspiraciones, por los éxitos efímeros, por las frustraciones y por los desengaños. 368

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Nuestras independencias perdieron oportunidades: de incorporación del indio, del negro, del mestizo, del criollo, de los en lo sucesivo, “mexicanos”, para encauzar procesos políticos de inclusión orientados a afianzar instituciones y modos de vida democráticos. Cercenamos los vínculos con España, para recrearlos con Francia; abolimos formas de trabajo servil, para recrear esclavitudes latifundistas; adoptamos constituciones liberales, sólo para marcar distancias económico-sociales de ciudadanías excluidas y de privilegio. El positivismo marcó la vida cultural, política y económica mexicana que, en la práctica, justificó un evolucionismo en donde los más fuertes lo eran en virtud de sus talentos, de sus capacidades, de sus herencias; en consecuencia, los débiles tenían un lugar en sociedad, propio de ellos merced a su incapacidad sociogenética para aspirar a nada más que trabajar para servir. La religión que impuso la cristiandad como condición para trascender el estado salvaje de los conquistados, se recreó en cómplice indolente para exigir sacrificio, sometimiento, resignación y pasividad frente al mundo, frente a los hombres, frente al trabajo creativo. Herederos, pues, de la tradición occidental, en donde la razón y la ciencia se justifican por su potencial para transformar el mundo en función de ideales de progreso y de libertad, en la práctica Occidente se insertó incompleto, fragmentado, forzado. Las nuevas naciones americanas —“latinas”, bautizadas así por Napoleón III—, configuraban su presente y su porvenir a la sombra de un pobre remedo, de una imitación patética de lo que Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, entre otras naciones de Europa (y Estados Unidos, en América), sí consolidaban en la arena política, científica y social. Es decir, el Occidente implantado en América Latina, en México, no podía reproducir el esquema de “éxitos” con que éste se desarrollaba en las incipientes naciones europeas, simplemente porque la composición étnica (segmentada según patrones de exclusión y de privilegio) estaba organizada con base en modelos en donde la tradición aún subsistía de manera muy arraigada, en donde el catolicismo se había troqueado en instrumento de sometimiento espiritual, y en donde el trabajo era considerado como maldición y obligación. La clase “ilustrada”, apenas insinuación de una clase media que no terminaría por consolidarse como 369

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tal, vivía, entonces, de la ilusión del progreso atrapada en burbujas de salón aristocrático, en palacios rodeados de la miseria, de la mendicidad, de la ignorancia y de la marginación. Herederos, también, del saber acumulado durante milenios por las civilizaciones americanas originarias, los indios, los súbditos de las colonias españolas en América, se ven replegados a una vida de servicio y de “protección” que legitimaba su explotación corporal y espiritual merced a las encomiendas. La Independencia no logra cambiar este estado de cosas. La hacienda proporciona trabajo al nuevo indio “libre”; libre, en efecto, en los cerradísimos límites que marcaba el hacendado, el cacique, el dueño de vidas y de muertes, heredables, unas y otras, a voluntad y a capricho del patrón. En los subterfugios de la vida colonial y de la Independencia, las culturas azteca y la maya —cúspides ambas de las que les preceden en Mesoamérica— sobreviven al margen, camuflageadas, sincretizándose con las creencias religiosas cristianas y con una ética de vida en la que la obediencia, el enojo, la frustración y la resistencia oblicua marcarán sus vidas, sus subjetividades. De estas subjetividades se irán forjando dinámicas identitarias complejas y contradictorias: el mexicano se enorgullece de un pasado indígena prehispánico, pero, al mismo tiempo, busca en sus ancestros inmediatos el parentesco español, francés, principalmente, que le marquen distancia de quienes no lo tienen, o no lo identifican fácilmente; considera a lo indígena como digno de respeto y se apropia de una historia en la que las víctimas “fuimos nosotros”, con todo y que ese “nosotros” pronto desaparece cuando la categoría de “indio” se utiliza para insultar, para sobajar y para hacerla equivalente de estupidez y de ignorancia. La piel blanca y los ojos de color claro son expresamente preferidos y considerados como deseables, frente a los rasgos de piel morena, de pelo negro y erizo y de facciones “curiositas”, eufemismo de “feas”, indeseables. Si durante nuestra historia nos hemos movido entre el reconocimiento y el rechazo a lo español, a lo indio, a lo europeo, respecto a los estadounidenses las cosas no son muy diferentes. Ya es cliché señalar que nuestra relación de amor-odio marca nuestra percepción y práctica frente a los “gringos”. Buena parte de nuestra existencia, hoy, transcurre mediada, en lo material, por el suministro, la aceptación y el consumo del American way of life. En el 370

Subjetividades y cultura: Carlos Fuentes y la búsqueda de identidad mexicana

terreno de las ideas, cuya apropiación se “naturaliza vía propaganda y publicidad efectiva, asumimos como propios los patrones, los estilos de vida, el lenguaje y las imágenes generadas en la frontera estadounidense que nos amalgama con el norte en el terreno de las aspiraciones y de los deseos”. En el centro-sur de México, y la región centroamericana, en un extremo de la parte de “indianidad” que nos forma, y cuya sustancia es venerada y rechazada a la vez, se ha formado el mexicano conquistado, humillado, denigrado, excluido y situado en la parte más baja de la escala económica, política y social. Los procesos de complejo mestizaje, en otro extremo de nuestra formación, nos proyectan una imagen blanca, occidental, “civilizada”, alejada de lo indio, de lo bárbaro, de lo incivilizado. La lente que porta el mestizo hace que el espejo en el que se mira le devuelva una imagen tan alejada de la indianidad como resulte posible; por eso, la educación, las arquitecturas, las indumentarias, el habla y los sueños han de pasar por Europa, por Estados Unidos, por el “Primer Mundo”. ¿Hay, entonces, una identidad nacional, que nos haga únicos, reconocibles hacia adentro y distintos de las demás, hacia afuera? Para Carlos Fuentes, la respuesta a quiénes somos, parece no representarle muchas dificultades: “somos mexicanos”, responde. Y somos mexicanos, en tanto reconozcamos de manera clara, expresa, frontal, que nuestro devenir histórico, ése que nos ha hecho ser lo que somos, está, de origen, firmemente enraizado en dos tradiciones, en dos historias, en dos proyectos, que, a la larga, resultaron en más desencuentros que en acuerdos; en más suspicacias que en reconocimientos; en más promesas y en menos realidades; en más palabras y en menos hechos. Aún así, insiste Fuentes, no podemos continuar negando de Cortés ni de la Malinche. Hijos de ambos, sus historias son nuestras historias. Y sus cualidades y defectos, transmutados por el tiempo, son, hoy, los nuestros. Mirarnos cómodamente frente a un espejo que nos refleje como indígenas, como víctimas heroicas que nos han nutrido de sus más altos logros, no hace sino desconocer un hecho: que quienes tienen, verdadera y legítimamente, el derecho a reclamar la parte de historia que les fue arrancada: los pueblos purépechas, mayas, zapotecos, mixtecos, tzotziles, huastecos, huicholes, etc., son, precisamente, los mismos pueblos a quienes nosotros, mestizos “ladi371

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nos”, continuamos perpetrando y perpetuando las consecuencias de la llamada “Conquista”; es decir, relegarlos a la ignorancia, al trabajo servil, a la exclusión de la ciudadanía y de verdaderas condiciones de igualdad. ¿Condenados a la soledad? ¿A luchar contra astas de molinos de viento? ¿A vivir rodeados de fantasmas cuyas estelas nublan las preguntas y las respuestas? Carlos Fuentes es optimista. A pesar de nuestros desatinos y del egoísmo con que manejamos nuestros asuntos privados y públicos, habremos de encontrarnos a nosotros mismos, en la medida en que reconozcamos la igualdad de los otros/nosotros: las mujeres, los indios, los homosexuales, los diferentes. Nuestra esperanza de libertad se concreta con la suya; por ello, la lucha, toda, es nuestra; la esperanza, también.

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El largo camino de nuestros pueblos hacia los derechos culturales

Nicolás Rey1 Los derechos culturales en la Unasur En noviembre de 2012 tuvo lugar en Ibarra, Ecuador, el II Foro sobre Derechos Culturales, organizado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). La instancia encargada en particular de la cultura en la Unasur, es el Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación (coseccti), que estuvo bajo la autoridad de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) de Ecuador, para preparar entre otras cosas desde 2011, este II Foro. Aunque está estipulado que cada país miembro de la Unasur asume la presidencia de esa organización y/o de sus diferentes consejos por un periodo pro-témpore, ocurrió que Ecuador siguió a la cabeza del coseccti por más tiempo que lo inicialmente previsto.2 La primera pregunta que viene es si esa decisión “contradice” el reglamento de la Unasur, al no respetar la condición de “protémpore”, o si al contrario, esa “flexibilidad” permite seguir avanzando en la construcción de la Unasur, cuando a veces las condiciones estructurales de uno u otro país miembro no son siempre las más favorables para llevar a cabo reuniones, encuentros o foros internacionales internos de la Unión de Naciones Suramericanas. Esa noción de flexibilidad, para la construcción de la región, llegó 1. 2.

Profesor-investigador de la Universidad de Guadalajara, México. Correo electrónico: [email protected] Esa prórroga fue adoptada en noviembre de 2010, en Guyana, en el marco de la iv Cumbre Ordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unasur, convocada para el traspaso de su presidencia a la República de Guyana.

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a imponerse dentro del propio funcionamiento de la Unasur sobre otra regla, la de “pro-témpore” en ciertos casos, por ejemplo de no consenso político, lo que permitió a esa organización no quedarse estancada por condiciones impuestas desde un principio, y seguir avanzando: En lo que respecta a la integración suramericana, el 23 de mayo de 2008 fue suscrito en Brasilia el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas como parte de un proceso “flexible y gradual” para la construcción de la región. Este tratado fundacional no sólo brindó personalidad jurídica internacional a la Unasur sino que además estableció como sus órganos principales a [véase el organigrama: Unión de naciones SuramericanasUnasur]: - El Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno: de naturaleza intergubernamental, es el máximo órgano de la Unasur y establece los lineamientos de la integración de América del Sur, se pronuncia a través de decisiones y cuenta con una Presidencia Pro-témpore que es ejercida sucesivamente por cada uno de los Estados miembros, en orden alfabético, por periodos anuales [...] - La Secretaría General: tiene su sede en Quito [Ecuador], se encuentra bajo la conducción del secretario general y se encarga de ejecutar los mandatos que le confieren los otros órganos de la Unasur. Esta instancia política es la única con rasgos de supranacionalidad ya que sus funcionarios “no solicitarán ni recibirán instrucciones de ningún gobierno”. Cabe mencionar que la dirección de la Secretaría General sigue acéfala después de que Rodrigo Borja renunciara y Uruguay vetara la candidatura de Néstor Kirchner para ocupar dicho cargo (Morales Ruvalcaba, y Reyes Barón, 2011: 176 y 177).

Personalmente experimenté la flexibilidad del organismo cuando tuve la oportunidad de ser recibido en la Unasur y posteriormente ser orientado hacia varios encargados del tema de la cultura. Así, entrevisté el 16 de agosto de 2011 al señor Diego Vega, coordinador de Relaciones Internacionales del Senplades (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo del Ecuador):3 3.

A pesar de no contar con una cita, después de haber enviado el cv y algunos de mis artículos, y apoyándome en un documento que presentaba el proyecto de investigación sobre integración del cual formo parte, logré ser recibido después de una semana de espera, por un responsable de/en la Unasur. Quien antes de concederme la entrevista indagó en mi información personal, así como en mis motivaciones e intenciones para acercarme al organismo; con mucho gusto me presté a este ejercicio, primero por

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El largo camino de nuestros pueblos hacia los derechos culturales

El 10 de agosto de 2009, Ecuador asumió la pro-témpore de la Unasur. Se decidió entre los presidentes que era de suma importancia crear un Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia-tecnología-innovación, porque si hablamos de una verdadera integración, se alcanza a través de estos tres temas. Se pasó a Senplades la responsabilidad de crear y gestionar este consejo. Como era muy amplio gestionar estos tres temas, se le encargó a esa institución porque estaba entre dos niveles, justo abajo de la presidencia y la vicepresidencia, y arriba de lo demás. De ahí creamos el coseccti, con los otros países de Unasur. El coseccti se dividió en tres con grupos de trabajo para cada uno de los tres temas. Al principio, Argentina presidía el grupo de cultura; con ellos consolidamos la hoja de ruta. Hicimos un foro de contenido para la televisión pública en Uruguay en 2009, y en 2010, siguió Guyana. Pero ellos no tienen ni los recursos económicos ni humanos suficientes para coordinar estos temas, entonces Guyana solicitó a los consejos de Unasur —son seis como asuntos económicos, de desarrollo social, infraestructura, defensa, coseccti, etc.— que sólo el tema de desarrollo social lo podían asumir, y los demás, no. Unasur dijo ok porque existen naciones más pequeñas que otras en el sentido de estructura pública; Uruguay en cambio es aún más pequeño pero sí tiene toda la experiencia-infraestructura. Eso tiene su explicación histórica, por la colonización antigua de Surinam y Guyana, apenas salidas de la colonización [...] Unasur los lleva para arriba. Unasur repartió los seis consejos, y Ecuador se mantuvo con el coseccti, gestionando desde arriba los tres temas: le toca a Surinam la cultura, a Chile la educación, ya Colombia ciencia y tecnología. Regresando a Surinam y Guyana, ellos hablan otro idioma; se les dificulta mucho asistir a las reuniones de Unasur, aunque tiene que existir la traducción simultánea en los cuatro idiomas. Pero ellos no tienen los recursos para viajar a los otros países de Unasur porque le toca a cada país integrante de Unasur autofinanciarse para estas actividades. La creación del Banco del Sur permitirá financiar múltiples proyectos en diferentes áreas y cubrir estos gastos.

mi contundente intención de contribuir a una verdadera integración regional sin influencia extrarregional, y segundo porque me pareció normal someterme a esas preguntas, para proteger precisamente la independencia de tal institución. Y además, los datos que me difundieron durante estas entrevistas fueron para mí, ciudadano francés pero también descendiente de africanos-esclavos de la isla Guadalupe que sigue bajo un régimen de tipo colonial (cf. Rey y Gircour, 2010), de suma importancia, porque revela la gran solidaridad interna que Unasur elabora entre sus más “grandes” y más “pequeños” países miembros, hacia un verdadero desarrollo incluyente como respuesta para salir de los estigmas de la colonización y la sumisión a las potencias imperialistas.

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Ahora, Guyana no ha participado en las reuniones de Cultura, sólo han podido venir a las de alto nivel como cancilleres y presidencias, y Surinam, a pesar de que tiene la presidencia de Cultura, sólo dos veces han podido venir a Ecuador. Al final, nos toca a Ecuador asumir lo de Cultura, y eso nos fortalece a Ecuador, y a coseccti.

Entonces, el simple hecho de que recaiga en Ecuador por varios años consecutivos la responsabilidad de darle seguimiento al tema de cultura, nos lleva también a relacionar las propuestas emitidas por la Unasur-coseccti, con las luchas llevadas por los indígenas en Ecuador desde décadas atrás, eventualmente en alianza con varios sectores de izquierda, que desembocaron en una nueva Constitución en 2008, con derechos colectivos más avanzados para los pueblos. Y esa movilización indígena en Ecuador, que tuvo mucha influencia en América Latina, en particular en los noventa, se inscribe en un proceso de descolonización posterior a las independencias impulsado por los pueblos indígenas y afros, dentro de los Estados-naciones que conforman la Unasur. En este complejo y largo camino, el Acta del II Foro de Derechos Culturales y mecanismos transversales compartidos en la región4 organizado por la Unasur en 2012, menciona de manera explícita que esta instancia debe ayudar a romper con siglos de colonización que se manifiestan con el racismo, la xenofobia, la discriminación, así como proponer un desarrollo social y económico de los pueblos, apoyándose sobre su identidad y diversidad cultural, como lo especifica Medina (2010: 273-275):

4. Este encuentro estuvo organizado bajo la autoridad del secretario general y representante de la Presidencia del coseccti; autoridades de Senplades, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio Coordinador del Patrimonio y Ministerio de Cultura de Ecuador, autoridades de los Ministerios de Culturas y de Descolonización de Bolivia. Representantes de los 12 países miembros de Unasur. Representantes de organismos internacionales: Convenio Andrés Bello-ipanc y Comunidad Europea. Contó también con insumos provenientes de la Comunidad Andina, Mercosur, Convenio Andrés Bello y otros (cf. http://www.ministeriodecultura.gob.ec/derechos-culturales-ymecanismos-transversales-compartidos/).

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Se insiste en destacar “el valor estratégico que tiene la cultura en la economía y su contribución al desarrollo económico, social y sustentable de la región”.5 [...] podemos concluir teóricamente sobre la gran importancia que tiene la cultura para el desarrollo latinoamericano pero que ésta puede tener diversas facetas: modos de vida y de pensar de la población que obstaculizan el crecimiento y la distribución de la riqueza y que favorecen las tendencias hacia el individualismo, y modos de vida y de pensar que favorecen el desarrollo y la integración de los países. Ambas tradiciones culturales existen en América Latina y una de las estrategias centrales actualmente tiene que enfocarse para ver cómo, en el ámbito cultural, se pueden favorecer —sobre todo en el ámbito educativo— las prácticas colectivas que faciliten un crecimiento económico con justicia social mediante la colaboración continua de comunidades y naciones.

Y en este último aspecto (colaboración entre comunidades y naciones), veremos a continuación que la lucha de los pueblos no ha encontrado siempre las luchas políticas que buscaba desarrollar el Estado-nación; pero es cuando estas dos dinámicas se han juntado que se dieron a ver cambios más significativos, tanto para la comunidades como para las naciones.

La cuestión indígena, entre “integración” al Estado y globalización Los primeros “encuentros” sustanciales se dieron a partir de los años setenta, cuando la problemática indígena fue tomada en cuenta por el Estado, articulando la cultura con el territorio y las lenguas. Y es en Perú donde empezó a concretarse, con la llegada del militar Velazco al poder a través de un golpe de Estado en 1968:6

5. Cf. Carta cultural iberoamericana, 2006. 6. Velazco fue uno de los mentores de Hugo Chávez, otro personaje que supo en los años 2000 en cierta medida juntar las expectativas de los pueblos, con un Estado más redistribuidor e incluyente. Es el mismo Chávez que intentó abrir y juntar los países de América latina y el Caribe para que se organicen mejor entre ellos a través del desarrollo de una integración regional fuera de los imperios occidentales, con el Mercosur, el alba, la Unasur y la reciente Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, basándose en su propia experiencia en Venezuela pero también en la de sus vecinos aliados como Ecuador y Bolivia, entre Estado, y comunidades.

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En 1968 se llevó a cabo el golpe militar liderado por el general Juan Velazco Alvarado. El gobierno militar decretó en 1969 la reforma agraria más radical de América latina. El problema agrario y la propiedad de la tierra constituyeron el eje de su programa político. Esta medida benefició, en un primer momento, al campesinado de las grandes plantaciones agroindustriales de la costa y a los campesinos de las haciendas de la región andina. Por primera vez en la historia del Perú, la problemática indígena era planteada por el poder político del Estado y fueron considerados el problema de los territorios, de las culturas y de las lenguas indígenas. En este periodo también se consideró la oficialización del quechua como lengua oficial y su inclusión en los programas de enseñanza. Las otras lenguas fueron igualmente reconocidas. Se creó la Ley de Comunidades Nativas, para proteger los intereses de los indígenas de la Amazonía. Estas medidas políticas no pudieron concretarse por las múltiples deficiencias, como la ausencia de una participación democrática de los beneficiarios. Esta ausencia, políticamente, le fue quitando al Gobierno la fuerza social y política que necesitaba, para llevar estas medidas a la práctica y así sacar adelante su proyecto político. La falta de una base social debilitó al gobierno de Velazco. Estas deficiencias facilitaron el avance de sus detractores, quienes organizaron un golpe militar conservador en 1975 (Marín, 2006: 289).

Pero la dinámica ya estaba por ampliarse, en toda América Latina: En América Latina, desde fines de los años setenta, asistimos al surgimiento de movimientos como el Katarismo7 en Bolivia, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) en el Ecuador, el Movimiento Maya en Guatemala, el Movimiento Zapatista y otros movimientos menos conocidos en México. En la región andina y en la Amazonía y en otras partes de América del Sur, otras experiencias de recuperación territorial y de revalorización de lenguas y culturas indígenas a partir de la educación bilingüe e intercultural, son experiencias de una gran riqueza. Este indigenismo, que es protagonizado por los indígenas como sujetos históricos, cuestiona el mito asimilacionista de “la integración nacional” y el paradigma de la homogeneización cultural que les imponen los Estados nacionales desde el siglo xix. Este fenómeno coincide con la crisis del populismo y el auge del neoliberalismo, como ideología de la globalización (Marín, 2006: 279).

7.

Movimiento indígena boliviano inspirado en la histórica revolución de Túpac Katari en 1780.

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Es precisamente con la expansión del neoliberalismo y la globalización, así como con la influencia de algunas ong de Estados Unidos y Canadá, que se van a difundir otros paradigmas: esas ong norteamericanas enfocadas en la cuestión indígena de sus respectivos países, se desplazaron hacia el Sur, donde reemplazaron al Estado ausente (o peor, opresor, expropiador, exterminador) durante las décadas perdidas.8 Los derechos de los grupos indios, en contextos de naciones del Norte (Canadá, Estados Unidos) donde domina el derecho individualista heredado en cierta medida de la Declaración Universal del Hombre, y la integración-asimilación, evolucionó hacia consideraciones más de carácter colectivo, acompañándose de la cuestión de la autodeterminación ya no de poblaciones sino de pueblos autóctonos, y de la diversidad cultural: [...] hacia los años 1970, el pensamiento dominante en la onu era sin duda el modelo asimilador-integrador. Con el fin de consolidar al Estado-nación, los diferentes gobiernos promovieron políticas culturales de asimilación. Casi no quedaba espacio para el pluralismo cultural, la valorización de la etnicidad o la expresión de la diversidad. [...] la naturaleza de los derechos del hombre avanzada por los Estados miembros de la onu era primero individualista. Eso iba junto con el pensamiento asimilador-integrador y no es exagerar decir que esta connotación no amenazaba en nada a los Estados. [...] El carácter individualista de los derechos del hombre entonces ha relegado a un segundo lugar, al último plano deberíamos decir, la cuestión de los derechos colectivos, de los derechos de los grupos y de las minorías en general. Para John Humphrey, ex director de la División de los Derechos del Hombre en la onu, los instrumentos internacionales reflejaban la creencia profunda de los Estados miembros según la cual “si los derechos de cada quien eran protegidos, sin distinción de raza, de sexo, de lengua o de religión, entonces nada más se necesitaba hacer”9 (Lepage, 1994: 35 y 36, traducido del francés por el autor).

8. Años setenta y ochenta dominadas por gobiernos militares de extrema derecha y dictaduras con privaciones de las libertades, torturas, desapariciones, guerra fría desplazada hacia nuestro continente, guerrillas en guerra con los militares y paramilitares, comunidades desplazadas, martirizadas hacia genocidios como en Guatemala, etcétera. 9. Cf. Galey, 1975: 24.

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Lepage sigue desarrollando su argumentación (1994: 45-47), relatando cómo la National Indian Brotherhood de Canadá fundada en 1969, la cual logró obtener un estatuto consultivo en la onu en 1975, organizó ese mismo año un encuentro internacional de los pueblos autóctonos, lo que desembocó en la creación del Consejo Mundial de los Pueblos Indígenas. En paralelo, en Estados Unidos el American Indian Movement se expandió a nivel internacional en 1974 bajo el nombre de International Indian Treaty Council y organizó en Ginebra en 1977 la primera gran conferencia internacional de ong sobre la discriminación de las poblaciones autóctonas en las Américas.

1992, un año clave Hay que esperar los años 1990, saliendo de las décadas perdidas, para que el impulso no se diera tanto desde “arriba” hacia “abajo” (del Estado hacia las comunidades), sino desde abajo hacia arriba. Y esta vez son los mismos grupos en lucha quienes cambiaron a los Estados, y no como había sido más el caso contrario antes, Estados intentando integrar-asimilar los grupos étnicos. Esa nueva dinámica se pudo comprobar en varios países de América Latina, a través de la cuestión del territorio: En el último tercio de este siglo, los indígenas de muchos países como Guatemala, Ecuador, Bolivia y últimamente México, han surgido como nuevos actores políticos. Son ya célebres los levantamientos en Ecuador (1990 y 1993) así como las marchas en Bolivia, aunque ha merecido muchísima más atención la aparición del Frente de Liberación Emiliano Zapata. Ni la derecha ni la izquierda se interesaron por los indígenas como tales. La condición de campesino o de simplemente explotado no son suficientes para entender la condición indígena. Las reivindicaciones territorio, lengua, cultura, respeto y dignidad son esencialmente nuevas. Vale la pena detenernos un momento en la reivindicación territorio, que no debe confundirse con la simple necesidad de la tierra. Reclamar la tierra significa situarse al interior de la concepción occidental de tierra-parcela; es decir, de una extensión variable de país a país y de región a región —que permite asegurar la reproducción mínima de las condiciones de vida y de una familia campesina—. Reclamar un territorio quiere decir reivindicar un bosque grande como el espacio in-

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dispensable para la reproducción de la cultura de un grupo étnico o de un conjunto de grupos étnicos (Montoya, 1997: 336 y 337).

La nueva Constitución de 1991 en Colombia, por ejemplo, intentó ser más incluyente, y más desde la visión de los mismos grupos, con la participación de los indígenas y afros a la reforma constitucional, quienes pusieron al centro de las negociaciones la cuestión del territorio y de la autonomía: La cultura se manifiesta en nuestra música, nuestros cultos y nuestros mitos, en nuestras lenguas y nuestra educación, en nuestras prácticas medicinales y curativas, en nuestra alimentación, en nuestra manera de ejercer la autoridad y el control social, en nuestras maneras de gozar de los recursos ofrecidos por la tierra. Entonces es la cultura que nos distingue y no obstante nos une en esta lucha. Pero, para preservar y reproducirla, necesitamos al territorio y la autonomía. Ambos son inseparables, porque si no, no llegaríamos a nada (Organización Nacional de los Indígenas de Colombia, 1994: 129).

Esa nueva “entrada” de lucha “con el territorio” dio una segunda vida al movimiento indígena, esta vez no solamente porque el Estado los escuchó, sino que en una época de crisis identitaria en el mundo occidental, varios artistas internacionales y militantes ecologistas encontraron en la cuestión indígena valores que la humanidad desde su punto de vista occidental o desde el Occidente, estaba perdiendo (relación con la naturaleza, con los ancestros, espiritualidad, etcétera). Cuando el cantante Sting (antes líder del grupo The Police) se juntó en Sao Paulo en 1988 con su amigo el cacique Raoni, y en 1989 hicieron una gira mundial con Amnistía Internacional sobre la necesidad de apoyar a los indígenas de la Amazonía brasileña opuestos a megaproyectos de barrajes devastadores, este encuentro entre ellos dos, el “moderno” y el “tradicional”, nos abrió los ojos sobre lo siguiente: la lucha de los indígenas, pueblos en cohesión con su medio ambiente (fauna y flora), es una lucha para la humanidad, porque si ellos la pierden, más allá de una catástrofe ecológica para el bosque más importante del planeta, desaparecerá para siempre una de las ultimas relaciones entre el Hombre y la Naturaleza.

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El segundo paso determinante fue la movilización en 1992 que se dio en toda América Latina, y en particular en Brasil, en contra del festejo de los 500 años desde la llegada de Cristóbal Colón (“Descubrí-miento”), en el momento que se reunía la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro: [...] queremos significar que la defensa de las culturas indígenas no es vital sólo para los indígenas y negros, sino para todos los pueblos del mundo; que estas culturas son patrimonio de la humanidad; que ellas representan un aporte imprescindible para enfrentar la crisis de civilización que atravesamos. [...] El año 1992 representa un viraje en la historia de nuestra América. Es el momento en el cual estalló con mucha claridad la contradicción entre el punto de vista de los conquistadores de ayer y de hoy y el punto de vista de las víctimas. Las potencias del Norte pretendían celebrar el llamado “descubrimiento de América” y con él los 500 años de “civilización occidental”. La movilización indígena negra y popular se rebeló a este proyecto, clamando con indignación: ¡No tenemos nada que celebrar! ¿Cómo podríamos celebrar […] nuestro genocidio? Emergía con claridad en esta reacción el punto de vista de los indígenas concientizados y rebeldes, que cuestionaban el proyecto de celebración, pero cuestionaban al mismo tiempo radicalmente los 500 años de dominación que habían marcado la civilización occidental; cuestionaban sobre todo el proyecto de las grandes potencias occidentales de prolongar por 500 años más esta civilización. Estalló entonces por todo el continente el clamor que los sigue sacudiendo: ¡Ya basta! ¡Ya basta!” (Girardi).10

En esa misma dinámica, los zapatistas del ezln y su figura carismática el subcomandante Marcos, cubriéndose la cara, lograron que la lucha indígena sea vista como la de cualquier hombre: de varias partes del mundo, muchos jóvenes acudieron a la selva lacandona para apoyar su proyecto de autonomía, no solamente territorial sino una autonomía frente al neoliberalismo. Así, la cuestión del territorio le dio una segunda vida al movimiento indígena, haciéndolo pasar de localizado, a universal. En esa retórica, de su éxito depende desde entonces el futuro de la humanidad. Este encuentro entre el movimiento indígena y el discurso medioambientalista está evocado por Bengoa (2007 [2000]: 83 y 84), pero lo que

10. Cf. http://www.sicsal.it/testi%20giulio/resistencia.htm

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más llama la atención es como él siente el cambio entre consideraciones agrarias y ecologistas:11 Los indígenas entrado el siglo veintiuno se han transformado en actores principales en la defensa del medio ambiente. La defensa de la tierra ha dejado de ser una lucha de corte agrario para pasar a ser una lucha de sentido ecologista12 [...] En la filosofía indígena aparece el discurso del orden, del equilibrio, quebrado por la intromisión de agentes externos. Primero los conquistadores, luego la colonización y finalmente el capitalismo depredador.

El reconocimiento a nivel de las organizaciones mundiales de las luchas indígenas llegó también con la nominación de Rigoberta Menchú, mujer maya guatemalteca, al Premio Nobel de la Paz en 1992, y la necesidad de ponerle fin a la masacre y genocidio que vivía su pueblo víctima del poder militar, en su país (las negociaciones para los acuerdos de paz llegaron pocos años después, en el periodo 1995-1997). El tercer y último paso se concretizó en los años 2000, con el chavismo y sus múltiples expresiones en América Latina, pero fue en países con mayor presencia indígena que encontró más la cuestión de los pueblos en lucha, como en Ecuador, y Bolivia donde la presidencia llegó y sigue encabezada por el aymara Evo Morales. En fin, los derechos culturales han llegado a ser centrales en la integración regional a través de instituciones como la Unasur, el Mercosur, etc., porque están en el corazón de una construcción propia a nuestra América, independientemente de todo tipo de imperios. Y gracias al encuentro entre activistas antiguos y jóvenes ecologistas, progresistas, de todo el mundo, con la lucha de los indígenas se ha movido 180 grados, lo que antes se pretendía: los Estados naciones que antes buscaban “integrar-asimilar” a su población indígena y afro, están ahora redefinidos por los mismos

11. Así, por ejemplo la reforma agraria de Velasco en el Perú de los setenta, permitió juntar las luchas de los campesinos e indígenas con un Estado más soberano y social, pero con limitaciones porque pasando por el criterio agrario, no se puede considerar en su totalidad la relación de los nativos, con la naturaleza. 12. Un papel muy importante ejerció sin duda la discusión y luego aprobación del Convenio 169 de la oit que establece con claridad los conceptos de territorio, distinguiéndolo del más tradicional de “tierra”.

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pueblos, los cuales gracias a su movilización llevada a un nivel mundial, llegaron no solamente a transformar a sus Estados, sino alcanzaron una dimensión universal, la del Hombre en una relación más armoniosa con la Naturaleza. Y esa postura, definitivamente, busca derribar al sistema neoliberal que asfixia al planeta con su crisis mundial, sus desastres ecológicos, su alienación y sumisión a la consumación y la rentabilidad.

Referencias bibliográficas Bengoa, José. (2007). La emergencia indígena en América Latina. Chile: Fondo de Cultura Económica. Galey, Margaret E. (1975). Indigenous Peoples, International Consciousness Raising and the Development of International Law on Human Rights. Revue des droits de l’homme, viii(1). Girardi, Giulio. (s/f). Nuestra resistencia al capitalismo neoliberal, prolongación de los 500 años de resistencia indígena negra y popular. http:// www.sicsal.it/testi%20giulio/resistencia.htm Gircour, Frédéric, y Rey, Nicolas. (2010). Lkp Guadeloupe: Le mouvement des 44 jours. Editorial Syllepse. Lepage, Pierre. (1994). Les peuplesautochtones et l’évolution des normes internationales: un brefhistorique. En : Léger, Marie. (Coord.), Des peuplesenfinreconnus. Ecosociété. Marín, José. (2006). Estado-nación, integración e indigenismo. En: Amayo Zevallos, Enrique, Estay Reyno, Jaime, Preciado Coronado, Jaime, Rocha Valencia, Alberto, y Sánchez Daza, Germán. (Coord.), El Mercosur en la integración latinoamericana y caribeña. Contextos, dimensiones y procesos. México: Universidad de Guadalajara/ Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Medina, Ignacio. (2010). Cultura y nuevos imaginarios sociales en Latinoamérica. En: Preciado, Jaime Coronado. (Coord.), Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2009. México: Universidad de Guadalajara/Redialc. Ministerio de Cultura y Patrimonio. (2012). MC participa en foro internacional “Derechos culturales y mecanismos transversales compartidos”. http://www.ministeriodecultura.gob.ec/derechos-culturales-y-mecanismos-transversales-compartidos/

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Montoya, Rodrigo. (1997). Estado-nación, regionalización y grupos étnicos: Ceguera, sordera y olvido. América Latina: Realidad, virtualidad y utopía de la integración. Guadalajara: Universidad de Guadalajara. Morales Ruvalcaba, Daniel Efrén, y Reyes Barón, Verónica. (2011). Institucionalidad de la Unasur, 2008-2009: ¿Crónica de un fracaso anunciado? En: Preciado, Jaime Coronado. (Coord.), Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2008. México: iteso/Redialc. Organización de Estados Iberoamericanos. (2006). ix Conferencia Iberoamericana de Cultura. Carta cultural iberoamericana. Montevideo, 13 y 14 de julio. Uruguay: Organización de Estados Iberoamericanos. Organización Nacional de los Indígenas de Colombia. (1994). La Colombie. Une société multiethnique et pluriculturelle. En: Léger, Marie. (Coord.), Des peuples enfinreconnus. Ediciones Ecosociété.

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La dimensión cultural de la integración en Centroamérica

Rafael Cuevas Molina1 Aspectos conceptuales e históricos Cultura e integración: dos conceptos vinculados desde hace muchos años Ubicados en los años iniciales del siglo xxi, es posible hacer una valoración del itinerario que ha tenido la vinculación de estos dos conceptos en América Latina y, por ende, también en Centroamérica. “Integrar” culturalmente ha sido entendido, históricamente, como “incorporar a”, es decir, como pasar a formar parte de algo que ya existe y que es legitimado como lo cierto y lo verdadero. Esto, es decir, lo cierto y lo verdadero y, más específi­camente, la “verdadera” cultura estuvieron siempre asociados a la que era expresión de los sectores dominantes o hegemónicos, la cual fue siempre considerada simplemente como “la” cultura, como la portadora de valores civilizadores, que se enfrentaba a otras expresiones, valoradas como “bárbaras” y, por lo tanto, opuestas a los designios del progreso y la civiliza­ción. En el caso centroamericano, integrar culturalmente ha sido entendido, en primer lugar, como referido al Estado-nación, y sólo hasta fechas más recientes como un proceso que puede entenderse en una dimensión regional, es decir, centroamericana.

1.

Profesor-investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Costa Rica. Presidente de la Asociación por la Unidad de Nuestra América (auna-Costa Rica). Correo electrónico: [email protected]

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Rafael Cuevas Molina

La integración cultural en el proceso de conformación de los Estados-nación En el caso centroamericano, y en América Latina en gene­ral, los Estados-nación no se construyeron alrededor de alguna etnia o pueblo culturalmente homogéneo (como sucedió en Europa en los casos griego o romano, por ejemplo). Muy por el contrario, en Centroamérica, región multiétnica y multicultural por excelencia, en la que coexisten alrededor de 54 grupos indígenas, afrocaribeños y mestizos, no podían esgrimirse argumentos de unificación étnica para construir la nación cultural. Ésta se construyó2 a partir de los intereses y necesidades de la élite criolla que heredó de la Colonia la idea y las políticas de asimilar, segregar, discriminar o eliminar a las expresiones culturales indígenas, africanas y populares, en general, al proyecto cultural impulsado por los grupos políticos liberales, que perseguían estructurar una cultura homogénea, común para toda la nación. Esa cultura hegemónica tuvo rasgos y características esquizoides: • Por un lado, buscando edificar consenso con sectores sociales que rebasaran los límites de la oligarquía terrateniente —bajo cuya égida se impulsaba el proyecto liberal de cultura—, identificó elementos de lo popular que, leídos desde lo dominante, permitieran cimentar una imagen asociada a una especificidad nacional única, distinta de las de “otros” que existían fuera de las fronteras que se trazaban. Es éste el periodo, ubicado en el último tercio del siglo xix, cuando se estructura todo el aparato institucional nacionalista que lleva a la fundación de los archivos (nacionales), bibliotecas (nacionales), monumentos (nacionales), héroes (nacio­nales), etc.,3 y se “inventa” el imaginario nacional. Fue así como se “integraron”4 a lo nacional

2. 3. 4.

Usamos el concepto “construcción de la nación” (y más adelante el de “invención”) en el sentido que le atribuye Benedict Anderson (Anderson, 1993). Un análisis más exhaustivo de este proceso para el caso costarricense puede encontrarse en Rafael Cuevas Molina (Cuevas Molina, 2000). También en Arturo Taracena y Jean Piel (Taracena y Piel, 1995). Decir “integrar” a lo nacional es una forma de referirse al proceso que Raymond Williams llama de “invención de la tradición”. Dice al respecto: “A partir de un área total posible del pasado y el presente, dentro de una cultura particular, ciertos signifi-

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La dimensión cultural de la integración en Centroamérica

héroes como el indígena Tecún Umán, en Guatemala, o Juan Santama­ría en Costa Rica (Cuevas Molina; www.bibliografia. una.ac.cr). Ambas figuras son expo­nentes de sectores sociales marginados y discriminados por la cultura oficial (los indios, en el caso guatemal­teco, los mulatos y los negros, en el caso costarri­cense), pero que son integrados en un intento por ofrecer íconos con los que el común pueda identifi­carse. • Por otro lado, esta cultura se levanta apuntalada en una visión tributaria de una mentalidad colonial, que ve en la metrópoli el modelo cultural a seguir. España, primero, Francia e Inglaterra después y, a partir del siglo xx, Estados Unidos, se constituirán en el norte hacia los cuales se orientará la brújula de la mimesis acrítica de la cultura oficial. Esta cultura es esquizoide, por lo tanto, porque está compuesta por actitudes que se oponen entre sí: construir lo propio a través de una mirada admiradora de lo que no se es. De ahí que las culturas que no respondan a los cánones de la civilización que emana de la metrópoli son bárbaras,5 ajenas a la modernidad y el progreso, por lo que deben, de alguna forma (asimilándose, marginándose, eliminándose), desapare­cer. Esta visión, que podríamos catalogar como de origen colo­nial, no empieza ni se extingue en el periodo histórico que hemos venido analizando. Como nos muestra Héctor Díaz-Polanco en su análisis de las políticas indigenistas que han prevalecido en América Latina en el siglo xx, éstas han buscado “convertir al indio en ciudadano de la nación emer­gente, concebida ésta como una nación occidental” (Díaz-Polanco, 1984: 19). Refiriéndose a las razones que se encuen­tran tras estas políticas, el autor citado añade:

5.

cados y prácticas son seleccionados y acentuados, y otros significados y prácticas son rechazados y excluidos. Sin embargo, dentro de una hegemonía particular, y como uno de sus procesos decisivos, esta selección es presentada con éxito como ‘la tradición’, como ‘el pasado significativo’” (Williams, 1980: 138). La oposición bipolar civilización-barbarie que caracteriza a una cierta visión de la cultura en América Latina, encuentra su más acabada y difundida expresión en la obra del argentino Domingo Faustino Sarmiento. Una análisis histórico de la sensibilidad asociada a este discurso puede encontrarse en José Pedro Barrán (Barrán, 1993).

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[...] toda acción integradora supone una concep­ción que imputa superioridad a la sociedad occi­dental, a la sociedad capitalista, como estadio último, a la sociedad que integra. Pero esto, no obstante, no es más que una reformulación de la vieja tesis unilineal y mecá­nica del progreso y del viejo modelo de escalas de desarrollo evolutivo de las sociedades (Díaz-Polanco, 1984: 22).

Quisiéramos resaltar aquí que se trata de un enfoque y una práctica diseñados sin tomar en cuenta, en realidad, los particulares intereses de los sectores no dominantes. El resul­tado son políticas que no son formuladas por los grupos o sectores sociales llamados a integrarse, y que expresan la manera como el grupo hegemónico contempla el tratamiento que debe dar a los grupos ajenos a su visión de mundo. El resultado de estas políticas ha sido variado en Centro­ américa. Los casos paradigmáticos son los de Guatemala y Costa Rica, y responden a las características históricas de cada país, así como a su conformación clasista y étnica.6 Si Costa Rica puede considerarse, en la región, el Estado que ha logrado cimentar mayores niveles de legitimidad (incluso cultural), lo que nos permite hablar de un bastante bien estructurado Estado-nación, la nación guatemalteca es un proyecto que no ha logrado concretarse totalmente. Es, por lo tanto, un proyecto inacabado, incompleto, omiso en muchos aspectos, estructuralmente limitado. Ha sido liderado por fuerzas sociales excluyentes, que no han logrado incorporar a importantes sectores de la población a su proyecto y que, por lo tanto, carecen de la legitimidad necesaria en amplios espa­cios de lo que, en principio, debería ser el sustrato social básico de la nación cultural y de una identidad cultural nacio­nal.7 Este orden de cosas tiene antecedentes en el mismo orden colonial frente al cual los sectores subalternos utilizaron todo tipo de estrategias para no integrarse. Robert M. Hill llama a estas estrategias “armas de los débiles” y dice que:

6. 7.

Un análisis respecto a estas diferencias puede encontrarse en Rafael Cuevas Molina (Cuevas Molina, 1992). Una interesante aproximación a los diferentes “otros” sobre los cuales se ha construido la homogenización nacionalista puede encontrarse en Martín Hopenhyn (Hopenhyn, 2002).

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La dimensión cultural de la integración en Centroamérica

Fueron empleadas con bastante frecuencia por un número suficientemente grande de personas, [por lo que] podían ser un medio efectivo para frustrar no sólo a los españoles individuales sino incluso también a todo el régimen colonial. Incluidas en este arsenal habían cosas como la desobediencia pasiva, la obediencia falsa o la obediencia exagerada, la ignorancia fingida, la lentitud para hacer las cosas y el disimulo (Hill II, 2001: 151).8

Es, por lo tanto, un Estado con altos grados de desintegra­ción desde el punto de vista de una cultura nacional, cuyos componentes viven en un mismo territorio pero con diferencias sustanciales en relación con sus respectivas visiones de mundo, tradiciones, costumbres, idioma, etcétera (véase Cuevas Molina, 2002). Como podemos ver, en Centroamérica “integrar”, desde el punto de vista cultural y desde una perspectiva histórica, debe entenderse como asociado a procesos de consolidación de los Estados de cada uno de los países de la región. Esfuerzos vanos: construir la nación centroamericana La construcción e invención (cultural) de las naciones centroamericanas tuvo como antecedente, en los años inme­diatamente posteriores a la independencia, el esfuerzo por construir una nación con referente centroamericano. Es nece­ sario enunciar algunas características del contexto en el que se lleva adelante tal empresa. Primera, que el proceso independentista centroamericano no fue un proceso con movi­lización popular; segunda, fue políticamente cauto y socialmente conservador. El conservadurismo de este proceso se expresó en el peso que la historia colonial siguió teniendo luego de la independencia. Como señala Ralph Lee Woodward, esa heren­cia “[...] estaba impregnada de un espíritu separatista contra el dominio de la ciudad de Guatemala” (Lee Woodward, en Tara­cena y Piel, 1995: 119). Alexander Jiménez y Víctor H. Acuña consideran que, dada esta situación, “las políticas colo­niales produjeron recelos insalvables en las relaciones entre las provincias” (Jimé-

8.

También la no utilización del español fue una táctica de resistencia a la integración a la cultura dominante colonial: “Probablemente el fracaso más fundamental en el intento de hispanizar a los kaqchikeles ocurrió en el ámbito del idioma” (Hill II, 2001: 187).

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Rafael Cuevas Molina

nez y Acuña, 2003: 4). A pesar de ello, a partir de 1823, cuando las Provincias Unidas de Centroamérica conforman la Federación Centroamericana, se buscaron refe­rentes identificatorios para una nación centroamericana. Mien­tras algunos aludían a las condiciones geográficas y físi­cas, entre mares y masas continentales, lo que le otorgaba una señera posición de tránsito, y remarcaban en el carácter pací­fico del acceso a la independencia como rasgos caracterís­ticos compartidos por toda la región, otros tenían dudas sobre si se contaba con suficiente población, territorio, soberanía, capaci­dad de progreso y seguridad como para fundar una nación. Un rasgo característico de la construcción de las naciones en el continente americano, que se expresó en el esfuerzo por construir una nación con carácter centroamericano, fue que el referente aglutinador no se buscó en una identidad preexis­tente, sino en la voluntad política de construir hacia adelante. En ese sentido, como bien apunta Renato Ortiz: “[...] la nación es una utopía, una búsqueda situada en el futuro” (Ortiz, 1998: 120). Esta dimensión utópica requiere la inven­ción de una nación cultural que, en el caso centroamericano, “se intentó sobre la herencia de lo que fue el Reyno de Guate­mala” (Jimé­nez y Acuña, 2003: 11), base que, como indicamos, contenía fuertes tendencias separatistas orientadas a que la identidad se construyera más a nivel de cada Estado y no de la Federación. Como indican Jiménez y Acuña en el trabajo citado, “No había un pueblo de Centroamérica. Había pueblos y sus estados particulares” (Jiménez y Acuña, 2003: 12). En esta dirección es interesante lo que apuntan los autores cuando indican que ciertos atributos de identidad arrogados a la pretendida nación centroamericana, como su acceso pacífico a la vida independiente y su condición ístmica, fueron retomados más tarde por dos de las naciones surgidas de la desintegra­ción: el pacifismo por Costa Rica y el canal interoceánico por Nicaragua. Fueron las fuertes tendencias desintegradoras, heredadas de la específica condición colonial del Reyno, las que prevale­cieron sobre las integradoras. Es nuestra opinión que esta característica del proceso de construcción de las naciones en Centroamérica ha puesto una fuerte marca en lo referente a las posibilidades de impulsar, en el siglo xx, procesos de inte­gración cultural. A esto 392

La dimensión cultural de la integración en Centroamérica

deberíamos añadir la fuerte impronta economicista y política que han tenido la mayoría de los esfuerzos en esta dirección.

Las ideas unionistas No se debe olvidar, sin embargo, que ante esta tendencia negativa en relación con la posibilidad de la integración centroamericana en una sola nación, existe otra, conocida como unionista, cuyo máximo exponente es seguramente el hondureño Francisco Morazán, pero que encuentra expresión en el pensamiento de otras figuras centroamericanas señeras, como es Augusto César Sandino (Cuevas Molina, 2008),9 para mencionar solamente a dos de las más relevantes que han vehiculado ideas con este carácter. Ya mencionamos con anterioridad que la idea de nación tiene un fuerte componente utópico en América Latina, y esto se evidencia con mayor fuerza en estas posiciones. Al igual que como sucede con el caso del latinoamericanismo, con el tiempo, principalmente a partir de finales del siglo xix, la creciente presencia estadounidense en la región le otorga a estas ideas un importante contenido antiimperialista (Cuevas Molina, 2001). La presencia de los intereses económicos y políticos de la gran potencia del Norte durante todo el siglo xx, pero antes de Francia e Inglaterra, habrían ayudado a perfilar ciertos rasgos comunes propios de Estados depen­dientes con niveles de desarrollo distintos e “inferiores” a los de los países metropolitanos. Esto determinaría no sólo intereses sino, también, rasgos comunes que irían más allá de lo pura­ mente económico, alcanzando la dimensión identitaria. Otro factor a tener en cuenta que estas ideas unionis­tas ponen en el tapete de la discusión, es el de los patrones civili­zatorios originarios de la región centroamericana, y que le dieron un perfil reconocible, distintivo y característico.

9.

La dimensión antiimperialista del latinoamericanismo y del centroamericanismo tuvo en los años veinte y treinta del siglo xx su época de mayor desarrollo, y en ciertos grupos de intelectuales su sujeto sustentador e impulsor.

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Rafael Cuevas Molina

Se trata, por un lado, del área de influencia del proceso civilizatorio mesoamericano (Guzmán Böckler, 2000) y sus distintas expresiones culturales, que extendía su influencia desde el Valle Central de México, hasta los confines nórdicos de la actual República de Costa Rica. Bases idiomáticas comu­nes, cosmovisiones, tradiciones religiosas, formas de vincula­ción con la naturaleza, etc., eran en muy buena medida compartidas, aunque tuvieran expresiones culturales específi­cas, múltiples y variadas. Una visión de mundo que giraba alrededor del cultivo del maíz, sobre el cual se erigió una organización social que necesitó un aparato religioso de complicado ritual que implicó, mediante la observación a través de los siglos, establecer medidas astronómicas y matemáticas remarcables. Por otra parte, el factor hispano, que ingresa a partir del siglo xvi, provocando un inmenso cataclismo en todos los órdenes de la vida de estos pueblos mesoamerica­nos, los cuales ya se encontraban sumidos en una profunda crisis desde, por lo menos, el siglo ix (Lipshutz, 1975). En el marco de estos dos grandes procesos, el de su propia crisis interna, por un lado, y el de la llegada de los europeos, por otra, la cultura de élite de los sectores dominantes se vio fuertemente periclitada, por lo que fueron sobre todo los valores de los sectores populares, campesinos, los que tuvie­ron continuidad. Sobre estos valores se impuso la cultura occidental en su expresión castellana, convirtiéndose en la nueva cultura domi­nante, imponiendo su idioma, costumbres y tradiciones en mayor o menor grado en función del grupo étnico, género, posición de clase, etc. La cultura occidental en su expresión hispana —más concretamente castellana— ejerció un papel homo­genizador importante. Lo que nos interesa resaltar ahora, sin embargo, es que la herencia colonial, desde el punto de vista cultural, implicó no solamente aspectos disgre­gadores que orientaban hacia la no integración, sino también otros que dejaron un sustrato cultural común para toda la región. Esta herencia se orientó en un vector que tuvo diferentes expresio­nes a lo largo de la historia republicana de la región. Las anteriores disquisiciones de carácter histórico y conceptual, pretenden apuntar algunos elementos del mapa contradictorio sobre el cual se mueve la herencia cultural de los centroame394

La dimensión cultural de la integración en Centroamérica

ricanos, y que influyen, a veces de manera determinante, sobre la forma como se conciben las identidades en la región a finales del siglo xx e influyen sobre la percep­ción que se puede tener de lo que en este escrito denominados la dimensión cultural de la integración.

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Rafael Cuevas Molina

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Dimensión geopolítica

Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2012. Dimensión geopolítica

Heriberto Cairo Carou En la Dimensión geopolítica de América Latina se abordan en este Anuario 2012 varios temas de geopolítica externa e interna de la región. Cairo y Ríos abordan la inserción de la región en el sistema mundial, mostrando la creciente relevancia de la misma y el tipo de relaciones más horizontales que va alcanzando con otras regiones. Cabezas y Bringel exploran la geopolítica de los movimientos de indignación en América Latina en relación con el resto del mundo, así como las geopolíticas de los cuerpos y los derechos civiles en la región. Ríos y Cairo indagan además de las más evidentes geopolíticas internas y externas de la violencia política, en la violencia llamada social, que constituye uno de los principales problemas actuales de la región. Finalmente, Uc se ocupa de la geopolítica de la integración energética, con una perfilada crítica del modelo extractivista y neodesarrollista.

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América Latina en el mundo en 2012

Heriberto Cairo Carou1 Jerónimo Ríos Sierra2 América Latina, desde hace años, se viene presentando en el contexto actual de crisis financiera internacional como un escenario distanciado de los impactos que ésta ha generado, con especial relevancia en Europa y Estados Unidos. Basta observar cómo en los últimos tres años su crecimiento económico ha sido el triple que el de los países del “Norte”, manteniendo una tasa estable por encima de 3%. En paralelo a esta situación debe destacarse, en gran parte del continente, la transformación experimentada por el Estado sobre la base de una fuerte dimensión social que redefine su relación con el binomio mercado/sociedad civil, y que estriba en buena medida por el “giro a la izquierda” que, desde hace una década, impera en el sistema político latinoamericano. A ello ha coadyuvado el nuevo escenario de integración regional “posliberal”, que trasciende de la dimensión económica y comercial del “nuevo regionalismo”, para incorporar una agenda política, social, ambiental y humana que enriquece y fortalece la integración del continente (Sanahuja, 2008).

1. Las relaciones con la Unión Europea

1. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid, España. 2. Facultad de Gobierno y Relaciones Internacionales, Universidad Santo Tomás, Colombia, y Facultad de Relaciones Internacionales, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Colombia.

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La relación estratégica birregional que experimentó un importante viraje en lo que avances y compromisos se refiere tras la vi Cumbre alc-ue de Madrid de mayo de 2010, a lo largo de 2012 se ha ido consolidando, afianzando su continuidad en la prevista I Cumbre celac-ue para enero de 2013 en Santiago de Chile.3 Así, la Fundación alc-ue, que fue una iniciativa acordada en Madrid y que se constituyó en noviembre de 2011, a lo largo de 2012 se ha erigido, de acuerdo con la voluntad que la constituyó, como el escenario óptimo desde el que promover un mayor y mejor conocimiento mutuo y canalizar la intensificación del diálogo euro-latinoamericano. Tampoco puede obviarse la importancia del Instrumento para la Facilidad de Inversión en América Latina (laif), que, como herramienta desde la que promover y fomentar las inversiones a gobiernos e instituciones públicas latinoamericanas, ha destinado entre 2009 y 2012 más de 100 millones de euros. Otro aspecto desde el que abordar las relaciones birregionales entre la Unión Europea y América Latina tendría que ver con el Plan de Acción 2010-2012, que se ha constituido como la hoja de ruta desde la cual atender y entender las prioridades, objetivos y aspiraciones sobre las que se comprende la agenda compartida birregional a ambos lados del Océano Atlántico. En lo que afecta las relaciones de la Unión Europea con los diferentes esquemas de integración subregional, igualmente se ha avanzado sobre la base de los acuerdos adquiridos en la referida Cumbre de Madrid. De este modo, en lo que respecta al Acuerdo Multipartes con Colombia y Perú, que supone la reducción en aranceles por valor de más de 1,000 millones de euros a las exportaciones de una y otra parte, y que trasciende de las normas de liberación multilaterales y de la mera desgravación arancelaria para incorporar, por primera vez en la región, elementos propios de los Acuerdos de Asociación Estratégica, éste fue ratificado el 11 de diciembre por el Parlamento Europeo, quedando a la espera,

3.

Con la puesta en marcha, el 3 de enero de 2011, de la celac, ésta ha pasado a ser la entidad que representa a América Latina y el Caribe en su interlocución con la Unión Europea en lo que tiene que ver con las Cumbres alc-ue. Es por ello que lo que debiera ser la vii Cumbre alc-ue fue rebautizada como I Cumbre celac-ue, prevista para los días 26 y 27 de enero de 2013 en Santiago de Chile.

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muy previsiblemente en el primer semestre de 2013, la ratificación de Colombia y Perú. En todo caso, se estima que este acuerdo, respecto al cual Ecuador ha manifestado su interés por negociar también, supondrá un aumento del producto interior bruto (pib) de 0.7-1% en los países sudamericanos y un beneficio mutuo estimado en 500,000 millones de euros. En lo que respecta a Centroamérica, el Acuerdo de Asociación Estratégica aprobado en mayo de 2010, y que prevé la liberalización de 91% de las exportaciones centroamericanas frente a 64% de las europeas, quedó suscrito el pasado mes de junio de 2012, con motivo de la xxxix Cumbre de Gobernantes del sica, contemplándose la aplicación provisional de la parte comercial, que entró en vigor inmediatamente después de la aprobación del Parlamento Europeo el 11 de diciembre de 2012. Finalmente, en lo que afecta a Mercosur los resultados son menos positivos, al persistir las dificultades para avanzar sobre un esquema de liberalización comercial que responda a las lógicas propias de los Acuerdos de Asociación Estratégica. Sea como fuere, se ha recuperado una asiduidad en los encuentros y las mesas de trabajo que quedó interrumpida entre 2004 y 2010. En todo caso, la Comisión Europea (2012) recogía en su Informe Anual sobre Comercio Internacional, la persistencia de dificultades derivadas de las políticas proteccionistas y las restricciones al transporte marítimo y la exportación de materias primas llevadas a cabo por Argentina y Brasil. También cabría añadir otras diferencias, como las derivadas del emplazamiento que, para sus manufacturas y las condiciones de servicios para las empresas europeas, solicita la Comisión. Del lado latinoamericano, se critica el proteccionismo comunitario sobre el sector agrícola y otros sectores como el lácteo, además de las subvenciones que contravienen el marco de liberalización de la omc y los Acuerdos de Asociación. Pese a todo, lo cierto es que los tres años que transcurren entre 2010 y 2012 traen consigo el hecho de que la relación birregional se encuentra en el mejor momento desde que se plantease la necesidad de una estrategia estrictamente birregional en la I Cumbre alc-ue de 1999, de Río de Janeiro. Igualmente, a lo largo de este año 2012 se han producido otros hitos no menos relevantes como la ratificación, el pasado 23 de 403

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enero, por parte de los países de la can del Acuerdo con la Unión Europea sobre el Diálogo Político y de Cooperación,4 suscrito en Roma en 2003 y por el cual se establecen importantes compromisos en lo que respecta a la paz y la seguridad, la gobernabilidad democrática, la participación de la sociedad civil, la agenda social, el medio ambiente, las migraciones, el tratamiento de las asimetrías o el fortalecimiento de la cooperación birregional. De igual modo, también con la can cabe señalar la importante Declaración Conjunta aprobada en la xi Reunión del Diálogo Especializado de Alto Nivel sobre Drogas, en octubre de 2012, en la que se redunda en la necesidad de fortalecer los instrumentos de cooperación estrictamente birregional. Todos estos encuentros y lo anteriormente expuesto muestra cómo las relaciones birregionales entre la Unión Europea y América Latina atraviesan un buen momento. Esta estrategia, sin embargo, no se agota en los diálogos de carácter regional de modo que paralelamente se ha venido trabajando directamente con algunos Estados, lo cual ha terminado por repercutir positivamente en el vínculo euro-latinoamericano. Deben mencionarse los encuentros con Brasil,5 que han dinamizado positivamente las relaciones con Mercosur, o las negociaciones para actualizar el Acuerdo de Asociación Estratégica, Concertación Política y Cooperación con México y también con Chile, con quienes ha habido reuniones del más alto nivel y que son actores clave en los escenarios por los que hoy en día transita el regionalismo latinoamericano. Así es como cabe entender que las relaciones euro-latinoamericanas se encuentran mejor que nunca en un punto de encuentro más simétrico, horizontal y mejor definido en sus fines y objetivos. Sólo bajo estos parámetros es posible seguir construyendo una asociación fundamental para todo lo que determina una agenda que, cada vez más, trasciende los aspectos económicos y comerciales y en la que, dentro del contexto actual de crisis, el en-

4. Véase url: , consultado el 8 de julio de 2013. 5. Por ejemplo, dos días antes de la relación celac-ue hay prevista una reunión Brasil-ue.

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tendimiento mutuo y la acción compartida puede conducir a una redefinición de la arquitectura actual del sistema internacional.

2. Los reencuentros de la xxii Cumbre Iberoamericana de Cádiz Conforme a lo referido en el epígrafe anterior es cómo debe entenderse el resultado de la xxii Cumbre Iberoamericana, celebrada los pasados 16 y 17 de noviembre de 2012 en la ciudad de Cádiz; si bien, por el precedente de la anterior Cumbre de Asunción, con un más que dudoso éxito, había serias dudas respecto de cómo se desarrollaría. En 2011, en Asunción la Cumbre había traído consigo algunas incertidumbres que incluso terminaron por cuestionar el sentido y alcance de este sistema de encuentros iberoamericanos. Además de producirse importantes ausencias, como la de los miembros de Mercosur, se observó una relativa dificultad para conseguir consensos, poniéndose de manifiesto una posición más refractaria entre los países del alba, y a lo cual se añadieron importantes recelos respecto a la posición española y otras evidencias de pérdida relativa de interés y cierto agotamiento del formato de este tipo de cumbres (Malamud, 2011). Sin embargo, la Cumbre de Cádiz se sobrepuso a esta difícil tesitura, sobre todo porque fueron los países latinoamericanos quienes asumieron el protagonismo del encuentro, al enfatizar en la necesidad europea de salir de las políticas de austeridad y de ajuste, con plazos imposibles de cumplir, políticas que en América Latina dieron lugar a lo que se conoció como la “década perdida”. Países como Brasil, Argentina o México plantearon su firme propósito por ganar protagonismo en los escenarios multilaterales del actual sistema internacional, para lo cual concitar posiciones y lineamientos con Europa puede servir como mecanismo desde el cual fortalecer los intereses compartidos por ambas regiones. Asimismo, se identificaron cuestiones que conviene señalar, sobre todo porque se orientan en la misma lógica de lo expuesto con anterioridad, al identificarse como prioridades para el espacio iberoamericano algunos de los elementos sobre los que se construye el Plan de Acción 2010-2012, y que están previstos que con405

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formen la agenda de la I Cumbre celac-ue: desarrollo de infraestructuras, promoción de la pequeña y mediana empresa, fortalecimiento de las políticas de crecimiento y empleo, o el desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Finalmente, la simetría y la mayor horizontalidad quedaron patentes en la necesidad compartida de orientar el próximo encuentro de 2013, en Panamá, a la renovación de la relación de la Comunidad Iberoamericana sobre un enfoque más pragmático que aproveche la complementariedad de sus economías y desarrolle el gran potencial de las pequeñas y medianas empresas. De igual manera se urgió, también de cara a 2013, a que España deje de asumir más de 60% de la financiación de la Secretaría General Iberoamericana, que organiza las cumbres, para facilitar un diseño en la estructura que resulte más equitativo en cuanto a sus cargas y responsabilidades.

3. En el centro de la agenda global: la Cumbre Río +20 Durante los días 20, 21 y 22 de junio, la ciudad brasileña de Río de Janeiro se convirtió en un foco mundial de atención, al tener lugar la Cumbre de Río +20, un encuentro del más alto nivel que sirvió para evaluar, valorar y reflexionar sobre los avances y déficits que en el compromiso con el cambio climático y el desarrollo sostenible se habían obtenido transcurridas dos décadas desde la cumbre Eco 92. El encuentro se articuló en torno a siete grandes temas (agua, alimentos, ciudades, desastres, empleo, energía y océanos), y a él asistieron los representantes de un centenar de jefes de Estado y de gobierno que, pese a ausencias destacadas como las de Barack Obama, Angela Merkel o David Cameron, fue todo un éxito en su convocatoria. De hecho, consiguió reunir a más de 50,000 delegados de todo el mundo, siendo de especial importancia los encuentros paralelos que tuvieron como protagonista a la sociedad civil (ong, empresas, universidades, asociaciones ciudadanas, etc.), articulados en torno a Tedx +20 (charlas sobre ciencia e innovación) y, sobre todo, en relación con la Cúpula dos Povos, en la que la sociedad civil tomó netamente la palabra. 406

América Latina en el mundo en 2012

Sin embargo, y aunque la Cumbre de Río +20 fue un escenario idóneo desde el cual plantear el compromiso, particularmente de América Latina, con el desarrollo sostenible y el respeto medioambiental, lo cierto es que la formalidad de intenciones, como sucediera más recientemente en Kioto o Copenhague, sigue quedando distante de la realidad. Baste señalar que de los 90 compromisos establecidos sobre acuerdos globales únicamente se han cumplido de manera relevante con cuatro (reducción de algunas sustancias químicas, reducción del plomo en los combustibles, incremento de los incentivos para la investigación así como el aumento de la cobertura de acceso al agua potable), a la vez que, en el particular caso de América Latina, el extractivismo desarrollista sigue siendo una práctica dominante en la región, con excepción —en todo caso relativa— de países como Bolivia, Venezuela y Ecuador (Massuh, 2012).

4. Las relaciones con los bric Las transformaciones en las relaciones y la posición de América Latina en el mundo responderían a la tendencia multipolar del actual orden geopolítico de la pos-Guerra Fría, en el cual son especialmente relevantes las relaciones con China y también, pero en un segundo plano —si bien creciente— con Rusia e India. China en la última década ha ido ganando un peso específico cada vez más influyente dentro de la economía y el comercio con América Latina. El año 2012 ha sido especialmente revelador al respecto pues, con motivo de la mencionada Cumbre de Río +20, el primer ministro chino, Wen Jiabao, mantuvo visitas oficiales tanto en Brasil como en Chile, Argentina y Uruguay a lo largo de los últimos días del mes de junio. El aspirante a hegemón asiático es el destino de 10% de las exportaciones latinoamericanas, así como el origen de 15% de sus importaciones, con un intercambio comercial que supera los 240,000 millones de dólares y que hay que entender dentro de una relación estratégica que, como reconoce la secretaria general de cepal, Alicia Bárcenas, “se enmarca en una propuesta integral que, muy significativamente, es encabezada por una invitación a 407

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consolidar un diálogo político que marca un salto sustantivo en la forma y el fondo en que China piensa en un proyecto de prosperidad compartida”.6 De la visita de Jiabao a América Latina se derivaron algunos compromisos de gran importancia, como fueron: a) la creación de un Foro de Cooperación celac-China; b) el compromiso de importar mayor cantidad de manufacturas y productos de alto valor agregado por parte de China; c) la creación de un Fondo de Cooperación de China con América Latina, sostenido por valor de 5,000 millones de dólares, destinado a financiar proyectos de cooperación para inversión y finanzas de la industria manufacturera, las nuevas tecnologías y el desarrollo sostenible, y d) la creación de una línea de crédito por parte del Banco de Desarrollo de China que, por valor de 10,000 millones, promueva la inversión en infraestructuras. Asimismo, se acordó la creación de un fondo de seguridad alimentaria de un volumen total de 500,000 tm para cubrir posibles necesidades humanitarias, y un Foro de Ministros de Agricultura que, con una partida de 50 millones de dólares, incentive el trabajo de investigación y la transferencia tecnológica en las industrias agraria y manufacturera. Todo este tipo de iniciativas guardarían concordancia con el propósito de duplicar el intercambio comercial con Mercosur para alcanzar los 400,000 millones de dólares en los próximos cuatro años; y hacer lo propio con Chile, con previsiones para 2015 de duplicar los 60,000 millones de dólares que suponen el intercambio comercial actual. Para el caso de Rusia, las relaciones económicas y comerciales quedan muy alejadas de las cifras que presenta la relación con China. Dentro de una tendencia claramente creciente, en 2012 se superaron los 16,000 millones de dólares de intercambio comercial, sobre todo con Brasil, México, Argentina y Venezuela, si bien el objetivo es superar, en los próximos años, los 100,000 millones

6. Véase url:, consultado el 13 de junio de 2013.

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de dólares en torno al intercambio de energía, tecnología, material militar y agricultura. A lo largo de 2012 hubo importantes avances en las relaciones con Argentina, Venezuela, Chile y Ecuador. Así, con Argentina, en el marco de la Cumbre del G-20 acontecida los días 18 y 19 de junio de 2012, Vladimir Putin y Cristina Fernández acordaron la necesidad de definir mecanismos de cooperación integral en el procesamiento de hidrocarburos, el desarrollo de los sistemas de transporte y la integración de proyectos en materia de agroindustria. De igual manera, tras 11 años, en octubre de 2012 se ratificó el convenio para evitar la doble imposición entre ambos países a fin de ampliar las relaciones comerciales y de inversión. Con Venezuela, y a pesar del delicado estado de salud del presidente Chávez, se ha dado continuidad al Plan Estratégico de Modernización y Reforma de las Fuerzas Armadas, iniciado en 2005 y que en los tres últimos años ha supuesto cerca de 6,000 millones de dólares, haciendo de este país el principal aliado de Rusia en la región. En el caso de Chile, los días 4 y 5 de abril de 2012 tuvo lugar la vi Comisión Intergubernamental entre Chile y Rusia, en la que se obtuvieron importantes avances en diversas áreas de cooperación bilateral, así como en el propósito de aumentar significativamente el volumen del comercio mutuo, que en la actualidad apenas alcanza los 300 millones de dólares. También, en julio se firmó con Ecuador el memorando de entendimiento con Gazprom para la exploración de gas en el golfo de Guayaquil, y que durante 18 meses supondrá una inversión de unos 120 millones de dólares. Con India el volumen de las relaciones económicas y comerciales es similar al de Rusia, si bien este año 2012 se experimentó una reducción en dicho intercambio en relación con 2011. Tal reducción, la segunda en esta década, debe ubicarse del lado de las importaciones latinoamericanas, pues si las exportaciones a India se mantuvieron estables (11,169 millones de dólares en 2012 frente a 11,267 millones en 2012), las referidas importaciones latinoamericanas cayeron en 15% (al pasar de 25,274 millones en 2012 a 21,302 millones de dólares en 2011). Los principales socios comerciales de la India son, por este orden, Brasil, México, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Ecuador y Venezuela. De todos modos, 409

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y pese a esta vicisitud, todo indica que la intención los próximos años es la de “consolidar y fortalecer los lazos, así como identificar y aprovechar las complementariedades y promover alianzas de negocios a fin de estimular su internacionalización y aumentar la competitividad” (cepal, 2012: 8).

Conclusiones Sobre la base de lo expuesto, el año 2012 —como en buena medida fueron los anteriores— ha sido un año de continuidad y fortalecimiento tanto en las políticas internas de desarrollo y mayor prosperidad, como en las relaciones exteriores, donde se ha seguido afianzando la emergente posición de actor global de la región, y en particular de alguno de sus países integrantes, como Brasil. Se ha conseguido apuntar hacia la necesaria reorientación del espacio de interlocución iberoamericano, y se ha conferido sostenibilidad a los compromisos que definen la relación birregional con Europa. Igualmente, las relaciones con actores emergentes, especialmente con China, pero también con Rusia han experimentado notables avances. En todo caso, se identifican varios elementos que explican una proyección en el orden global de mayor protagonismo y que, igualmente, se pueden observar en la mayor simetría con la que el continente se relaciona en un sistema internacional donde son constantes los compromisos e iniciativas en favor de promover el desarrollo sostenible, la internacionalización de la pequeña y mediana empresa o la mayor y mejor inserción en los mercados. El próximo año 2013 hitos como la I Cumbre celac-ue o la xxiii Cumbre Iberoamericana de Panamá servirán para dotar de continuidad a la senda que se viene construyendo en los últimos años, de modo que es de esperar que el próximo año, como este 2012, sea un año de consolidación y confirmación del nuevo escenario global en el que, cada vez más, América Latina tiene mucho qué decir y aportar.

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América Latina en el mundo en 2012

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María Almudena Cabezas González1 Breno Bringel2 El año pasado nos planteábamos considerar las formas de interpretar los movimientos sociales latinoamericanos a partir de una perspectiva socioespacial en la que sobresale la interconexión entre resistencias de lugares y territorios, a partir del análisis de redes e iniciativas multiescalares que perfilan nuevas representaciones de la propia región. El nuevo ciclo de protesta inaugurado por la llamada “primavera árabe” en el norte de África y el mundo árabe, y la territorialización de las protestas en el sur de Europa y en Estados Unidos abren nuevas cuestiones sobre el transnacionalismo, las redes y las formas de difusión espacial de los repertorios de protesta (Bringel y Cabezas, 2014). Se torna oportuno tratar de dar cuenta de cómo a partir de la irrupción de las redes sociales como un lugar de enunciación discursiva, institucional y geográfica donde se dialoga sobre las cuestiones que afectan a las comunidades, se está llevando a cabo una reconfiguración de la escena pública, así como de las formas en que el desarrollo de las tecnologías está activado por unos usos sociales y valores culturales que son, al mismo tiempo, retroalimentados por estas nuevas técnicas (Sádaba y de Rivera, 2012).

1. 2.

Profesora asociada de Geografía Política, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected] Doctor en Ciencia Política y profesor del Departamento de Ciencia Política iii de la Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected]

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Los nuevos movimientos red como geografías de la resistencia resignifican los espacios públicos a partir de las ocupaciones del espacio que van más allá de los usos tradicionales vinculados a los espacios laborales y de estudio, que también permanecen, para mediante las asambleas populares e intermitentes y los campamentos de larga duración (Benski et al., 2013: 553), generar nuevas esferas públicas en las que el contacto permite nuevos marcos de negociación, la planificación táctica y, sobre todo, la generación de emociones que sigan alimentando la participación en los movimientos. Abordamos pues a continuación las formas en que se presenta el nuevo ciclo de movilizaciones y la inflexión por la generación de nuevos patrones de acción colectiva en la estela de la indignación, presentes en la región latinoamericana a partir del movimiento estudiantil chileno y la irrupción del movimiento #yosoy132 en México. De hecho, al hilo de estas acciones es oportuno preguntarse sobre las formas en que se produce la traducción de experiencias entre estos movimientos-red, así como las virtudes, problemas y potencias de los mismos por separado y en conjunto. Ahora bien, indagar en las particularidades de la apertura de un nuevo ciclo no implica dejar de lado la dinámica de acciones que entroncan con las formas propias de ciclos previos, como puede ser el trabajo de las redes de movimientos de incidencia o de coaliciones transnacionales, en cuyo devenir se aprecia un movimiento hacia la superación de su carácter sectorial (Cabezas, 2012b). Por todo ello, junto a las novedades en cuanto a actores y demandas que caracterizan el nuevo ciclo, es preciso hacernos eco de los éxitos y fracasos de los movimientos que mantienen estrategias legales y jurídicas que han sido capaces de marcar e imponer la agenda legislativa, como en el caso de la campaña regional por el reconocimiento y derechos civiles de los colectivos lgbt, teniendo en cuenta las diferencias en los procesos nacionales y las limitaciones de este enfoque legal para alcanzar la justicia social. Abordar esta incidencia en clave regional nos introduce en las presencias de los cuerpos y la escala corporal presente en los discursos y prácticas sociales de éste y otros colectivos. Dar cuenta de la trascendencia de los cuerpos como escalas espaciales de estructuración de lo político, en tanto espacios de resistencia y/o de 414

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opresión, implica visibilizarlos como espacios tradicionales para realizar presión política —en las clásicas huelgas de hambre de desobediencia civil—, o para ejercer el dominio y sometimiento; por ejemplo, mediante las violaciones sexuales colectivas en tiempos de guerra o individuales o colectivizadas en tiempos de paz, pero sobre todo atender a su centralidad como generadores de subjetividades vinculadas a la acción social (García Selgas, 1991). A partir de esta reflexión sobre los espacios-cuerpos, nos proponemos repensar la tradicional dicotomía entre las expresiones territorial y reticular de la contienda política a fin de comprender las formas en que son mutuamente permeables y recogen y/o traducen demandas y discursos en el espacio público (Bringel y Cabezas, 2014). En nuestra intención prevalece y permanece viva la inquietud sobre las formas en las que se producen desplazamientos entre ciclos y forma de acción social, se internalizan y externalizan los repertorios entre unos espacios y otros, así como las vinculaciones que se establecen entre las nuevas irrupciones sociales y los movimientos de corte más territorial. En todo caso, se trata de trazar los contornos de un análisis multiescalar que conecta múltiples lugares e identidades, retando algunas asunciones establecidas en torno a ellos a partir de un registro ampliado en el cual mostrar cómo dichas especialidades se articulan entre ellas (Nicholls, 2009). En este sentido, cabe indagar las sinergias o interacciones que vienen estableciendo los movimientos campesinos, indígenas, lgtb y/o de mujeres, entre ellos y cómo sus demandas son parte de los valores que caracterizan el nuevo ciclo de protesta donde el respeto a las diferencias, la horizontalidad y el cuidado de la vida son, entre otros, vectores fundamentales de los movimientos red (Scherer-Warren, 2008).

1. Los movimientos-red y la apertura de un nuevo ciclo de acción social durante 2012 La situación de crisis económica global y el deterioro de la legitimidad de la democracia tradicional y de los intermediarios políticos como los partidos y los grandes medios de comunicación masivos han favorecido el auge del ciberactivismo o de lo que ha venido en 415

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denominarse tecnopolítica. En este contexto se visibiliza el surgimiento de los movimientos-red como un nuevo patrón de acción colectiva que se extiende globalmente a partir de 2011, que funcionan a partir de un patrón de tipo enjambre de corte autoorganizativo, en el que se suprime la preeminencia de los espacios de intermediación propia de las organizaciones y los movimientos sociales tradicionales. De sobra conocida es la secuencia abierta por el conjunto de acontecimientos de 2011, a partir de los levantamientos de 2011 en Túnez y Egipto y la experiencia del 15M en España (#spanishrevolution o “movimiento de los indignados”), del movimiento Occupy en Estados Unidos, a partir del acontecimiento originario ows (Occupy Wall Street), que impulsan la interconexión de las revueltas y la identificación de un nuevo ciclo de protesta que alcanza en 2011 al movimiento estudiantil chileno y se extiende a México en 2012 con la irrupción de #Yosoy132. Como característica de este nuevo ciclo encontramos que las movilizaciones y acciones apuntan hacia las bases del sistema: las corporaciones y bancos, los partidos políticos y gobiernos, en general, y los medios de comunicación tradicionales, en particular. El movimiento #Yosoy132 comienza el 11 de mayo con el abucheo y salida protegida del entonces candidato, y ahora presidente de México, Francisco Peña Nieto, en la Universidad Iberoamericana, tras la acusación de los estudiantes que le hacen responsable de la matanza de Atenco cuando era gobernador del Estado de México.3 El silenciamiento de este hecho en plena contienda electoral, al igual que en el 15M español, por parte de los medios de comunicación masivos y el intento de criminalización de los estudiantes produce un incidente que genera un acontecimiento —al estilo de Benjamin—, que modifica el curso de los hechos. La denuncia de manipulación mediática por medio del vídeo “131 Alumnos de la Ibero responden” hace estallar la protesta estudiantil con la convocatoria de manifestación de universidades privadas

3.

Ocurrida en 2006 en el municipio de Atenco, la represión se salda con dos personas muertas, 47 mujeres violadas y cientos de heridos, así como detenciones sumarias y acusaciones de tortura.

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para el día 18 de mayo,4 que se replicó el día 19 en las principales plazas del país con una ya masiva protesta social. La llegada de la oleada de indignación durante el mayo mexicano muestra la influencia de las redes sociales y su impacto diferenciado en las nuevas formas de protesta y movilización identificadas a partir de la primavera de 2011, pues la protesta se difunde de manera muy similar a la observada en el movimiento estudiantil chileno del año anterior y en el más coetáneo movimiento canadiense, logrando, como en el primero, trascender lo meramente estudiantil para convertirse en una masiva protesta social, donde la combinación de las tecnologías de las redes sociales hace parte del aprendizaje colaborativo desplegado ya desde 2011. Además, puede comprobarse una alusión permanente y el establecimiento de claras referencias entre cada una de las revueltas interconectadas, es decir la creación de un marco de identidad común, como puede verse en el video de apoyo al #Yosoy132 mexicano.5 En el caso mexicano el movimiento estudiantil se reorganiza a partir de una pauta de religación con otras redes culturales y colectivos de jóvenes y ciudadanos de diversa tendencia,6 pero que coinciden en la demanda de una verdadera democracia para dar lugar a una movilización pacífica y constante que renueva los repertorios de protesta en el país. Un movimiento que pasa a organizarse en asambleas y mantiene la demanda de democratizar los medios y por un voto libre e informado, como movimiento apartidista pero nunca apolítico, en la estela del Movimiento 15M español7 (Rovira, 2013), y que ha sido capaz de mantener su dimensión transversal más allá de lo meramente educativo. Al igual

4. Véase url: , visitado el 30 de septiembre de 2013. 5. Véase el video de apoyo global al movimiento #Yosoy132 en url: , visitado el 30 de mayo de 2013. 6. Véase la página oficial del movimiento Yosoy132, en url: , visitado el 30 de mayo de 2013. 7. Pueden consultarse en Internet los siguientes documentos que recogen el posicionamiento del movimiento: , , y .

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que en los demás movimientos-red, la cuestión política a destacar tiene que ver con la producción de un espacio de mayor horizontalidad a partir de la emergencia de redes ciudadanas que carecen de organización formal previa. Movimientos anteriores, como el Movimiento por la Paz con justicia y Dignidad,8 que aglutina a las víctimas de la violencia, familiares de asesinados y desaparecidos en la guerra contra el narcotráfico, a pesar de haber alcanzado cierto impacto no logran generar el acontecimiento y trascender sus propios límites, a pesar de haber combinado también el uso de las redes sociales y formas de acción con otras más tradicionales como la convocatoria de marchas. Sin embargo, la evolución rizomática en la que se gestan este tipo de movimientos-red como #Yosoy132, convierten en activista a cualquiera que tenga acceso a Internet y a las redes sociales (Tascón y Quintana, 2012), lo que produce una suerte de horizontalidad entre las interacciones y comunicaciones de personas cuya acción en conjunto erosiona la legitimidad de los poderes constituidos. Ahora bien, aunque ciertamente el proceso es autónomo frente a las clásicas organizaciones jerárquicas (partidos políticos y liderazgos clásicos), lo cierto es que el movimiento va a producir sinergias con algunas organizaciones fundamentales como son, para el caso mexicano, los sindicatos universitarios. Por otro lado, quizás la alta viralidad y la religación permanente con carácter glocal en los movimientos-red pueda haber servido para sortear algunas de las limitaciones del activismo transnacional tradicional, en especial las jerarquías entre las activistas verdaderamente cosmopolitas y las consideradas como de base (Álvarez, 1999). Ahora bien, la participación autónoma y horizontal que genera empoderamiento individual y colectivo no supone perder de vista las limitaciones del activismo virtual o activismo de salón, cuando éste no se complementa con otro tipo de prácticas más o menos novedosas (escraches y ocupaciones) o tradicionales

8.

Aquí puede consultarse el material producido por el movimiento, en su página en Internet, URL: , visitada el 30 de septiembre de 2013.

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(manifestaciones, huelgas, etcétera).9 Como hemos señalado, esto va a suceder en México con la emergencia de la indignación #Yosoy132, donde colectivos articulados que toman el espacio urbano como guerrillas infomediáticas van a erosionar y cuestionar el relato informativo de los medios tradicionales de comunicación de masas y su manipulación. En este sentido, #Yosoy123 es parte de un escenario contra-hegemónico en formación, a pesar de que las críticas a su capacidad de transformación no se hacen esperar, al tratarse de un espacio de regeneración del tejido social cuya maduración o posterior desarrollo deba considerarse a la luz de las interacciones con el universo de otros movimientos y organizaciones sociales, que mantienen otras demandas y formas de acción, en lugares concretos. Queda pues pendiente una aproximación a dichas especificidades de lugar, que sobrepasan las posibilidades de este trabajo, pero en las que a partir un abordaje etnográfico podamos dilucidar las formaciones concretas de tejido social que operan a distintas escalas, especialmente en cada escenario local concreto (Cabezas, 2011).

2. De los movimientos-red a las luchas territorializadas La conflictividad social ha tenido un alto perfil en otros países de la región, ahora bien con expresiones territorializadas que se vinculan a algunos aspectos de funcionamiento reticular, como en Venezuela y Argentina. En el primero, con demandas sociales concentradas en aspectos laborales y de vivienda como ejes de constantes movilizaciones populares, en las que destaca la ferocidad de la contienda electoral municipal en su expresión callejera (Chaguaceda y Ponce, 2013). También en Argentina se incrementan

9.

Véase el Primer Foro del Movimiento #Yosoy132: Diálogo por una agenda común para la democratización de los medios de comunicación, celebrado el 25 de noviembre en México, en url: y , visitados el 30 de septiembre de 2013.

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las movilizaciones y protestas callejeras (Cotarelo, 2013), donde junto a las elucubraciones sobre el fin de ciclo de hegemonía del partido gobernante, como en el caso venezolano, han tenido un carácter marcadamente sindical. Ahora bien, conectado con otras latitudes se aprecia un fuerte incremento de las movilizaciones ciudadanas en clave de “indignación” y bajo el ya clásico formato de cacerolazos, con tres fuertes convocatorias, dos de ellas de alcance nacional. Ahora bien, aunque las movilizaciones trataron de inscribirse en la onda expansiva de la espontaneidad apartidista de la indignación, las demandas de seguridad y libertad, dos de los ejes que las vertebraron, son ejes esenciales del discurso de los medios de comunicación convencionales, lo que las aleja del carácter que ha tenido el movimiento de indignados en México. Encontramos que se repite el repertorio pero no la demanda de democratización. Asimismo, un patrón de concordancia con los mismos podría encontrarse en que el descontento no haya podido ser capitalizado por ningún partido político, a pesar de las explícitas vinculaciones con la derecha en ambos países. Por otro lado, en Bolivia encontramos conflictos, en cambio, entre el Estado de izquierda y los limites de la representación y del modelo económico, que tienen una expresión territorializada que se expresa en los casos del tipnis, Mallku Khota y Colquiri, con implicaciones violentas y complejas negociaciones sobre las nacionalizaciones y la aplicación efectiva del estado plurinacional. En ellos se evidencian las dificultades de conciliar dos modelos de funcionamiento socioeconómico, jurídico y vital: el extractivismo y el medio ambiente, así como entre las diversas formas de empleo (asalariada o cooperativa, más allá de la propiedad nacional o transnacional de los recursos minerales). Asimismo evidencian las dificultades para establecer las delimitaciones distritales en torno al usufructo de materias primas y su fiscalidad. Estas limitaciones del neodesarrollismo se hacen evidentes en el caso ecuatoriano, donde la disputa por el Yasuní toma fuerza durante la contienda electoral. Dificultades de la misma índole surgen por todo el continente, especialmente ante el embate del nuevo ciclo minero exportador en Colombia, Guatemala y Perú, siendo que en Brasil se mantiene la calma social, dando la imagen de un oasis de tranquilidad cuan420

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do fuertes conflictos sociales trastornan el cotidiano de buen parte de los países del mundo. En este caso, parece que los sindicatos y las organizaciones partidistas de izquierda han logrado contener la protesta social urbana, que sólo se manifiesta ligeramente durante 2012 para hacer frente a los recortes en educación y salud pública, con la huelga general de las universidades federales en contra de una carrera docente construida sobre una falsa meritocracia y la remuneración por desempeño (Leher, 2013). Centroamérica también existe, y desde Costa Rica y Panamá hasta Guatemala la realidad económica del cafta-dr se traduce en la lucha contra la expansión del libre comercio a los nuevos espacios de acumulación por parte de organizaciones indígenas y campesinas, que se resisten con procesos organizativos en defensa de la biodiversidad, la cultura y la autonomía de los pueblos. En todas ellas, las conexiones entre los procesos globales y locales no abstractas sino corporeizadas y situadas en algún lugar concreto; a continuación nos ocupamos de estas otras escalas que, como los cuerpos, están fuertemente presentes en las nuevas geometrías del poder.

3. Lógicas de relación entre lo corporal y lo territorial El reconocimiento del cuerpo como una escala de análisis espacial ha sido objeto de las geopolíticas feministas (Cabezas, 2012b), aunque en ocasiones todavía es necesario explicar su consistencia como una legítima escala de análisis de las relaciones entre espacio y poder. Una cantidad sustancial de trabajos han visibilizado las formas en que los estados y los cuerpos se relacionan, por ejemplo, a partir de la interrogación sobre los significados de la presencia de cuerpos sexuados y racializados en las instituciones políticas y las maneras en que los cuerpos desviados son disciplinados y se generizan como masculinos. Atender a los cuerpos amplía entonces la dicotomía entre lo reticular y lo territorial para prestar atención a las formas en que las subjetividades son producidas no sólo en los procesos del capitalismo global, sino también en los huecos y márgenes de los mismos. En este sentido, la corporalidad está en el centro de nuestra 421

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socialidad e identidad social y personal, pues en su producción, reproducción y multiplicación recaen tensiones centrales de la configuración de los agentes sociales (García Selgas, 1994). El interés por el cuerpo pueda darse en torno a las prácticas y en lo institucional, sobre las formas en las que el uso del cuerpo está relacionado con adscripciones sociales y sobre el moldeamiento, disciplina y control dirigido a los cuerpos en el marco de determinadas instituciones. Sea como fuere, el cuerpo y sus correlatos de sexualidad y género son parte de luchas por el cambio social y fuente de la “cruzada” global conservadora que adopta formas particulares en la región latinoamericana, donde a su vez se han producido modificaciones legislativas en pro de los derechos civiles y el reconocimiento de la pluralidad sexo-afectiva. Durante 2012 Uruguay se convertía en el segundo país de la región en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo,10 al tiempo que en Argentina se promulgaba la Ley de Identidad de Género (9 mayo 2012), aunque en Chile, Perú y Nicaragua se registraban asesinatos por discriminación sexual, y sólo Chile respondió con la promulgación de una Ley antidiscriminación tras el asesinato del joven Daniel Zamudio (9 mayo 2012). En la difusión y aceptación del matrimonio igualitario nos encontramos con unas prácticas de alianzas y estrategias de traducción cultural que devienen distintas formas de lucha y resistencia comunicadas y glo-des-localizadas a partir del trabajo de las redes de activistas lgtb y la difusión de las prácticas que se han adoptado en otros países (España, Dinamarca y Holanda), sin perder de vista la labor no sólo difusora de la cooperación internacional multilateral y bilateral, que ha servido de apoyo a los colectivos nacionales y locales, así como la vitalidad de un tema que ha sido ampliamente tratado en los Congresos de lasa y alas.11

10. Véase en url: , visitado el 31 de mayo de 2013. 11. En el Congreso de Latin American Studies Association (lasa), fue el tema central de la Pre-conferencia de la Sección de Género y Feminista celebrada en Washington el 29 de mayo de 2013 [En línea, url: , visitada el 15 de mayo de 2013]; mientras en alas, viene siendo abordado desde hace años, pudiéndose ver

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Así, aunque en la última década varios países latinoamericanos han adoptado leyes que protegen de, y/o penalizan, las agresiones y discriminaciones sufridas a las personas lgtbiq, como el reciente caso de Chile en 2011,12 los avances son producto de un proceso de multiplicación de los espacios de formación, encuentro y denuncia13 y de la estrategia jurídica seguida por el movimiento regional, a partir del cabildeo e incidencia que ha logrado además instalar el debate social e incluso la discusión legislativa en algunos otros países. A pesar de ello, el reconocimiento de los derechos civiles está siendo lento y, por ejemplo, el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo y de las uniones civiles en Argentina (2010), en el estado de Alagoas en Brasil, en Uruguay (12 de diciembre de 2012); y en los estados de Ciudad de México y Quintana Roo en México. Se puede identificar claramente un uso eficiente de las políticas de escala en estos casos donde la transnacionalización organizada a partir de diversas redes regionales como la Redlactrans, la

la emergencia del interés y la preocupación por los cuerpos en América Latina y su difusión mediante las revistas especializadas. 12. La Ley antidiscriminación homosexual chilena fue aprobada el 9 de mayo de 2012; véase en url: y , visitados el 30 de mayo de 2013. 13. Ejemplos de dicha dinámica en clave nacional son los siguientes: Primer Encuentro Nacional de Jóvenes tlgb de Perú, celebrado en Lima, el 28 y 29 de junio 2012, en url: y ; el vi Foro Gay, Lésbico, Transexual y Homosexual sobre derechos humanos, celebrado el 8 de mayo de 2012 en República Dominicana, en url: y ; el Encuentro Nacional Coalibol, celebrado en Oruro el 21 y 22 de julio 2012, en url: ; el 9º Seminário lgbt do Congresso Nacional, celebrado em Brasilia el 7 de mayo de 2012, en url: ; el III encuentro LGBT Cconstruyendo comunidad en Guatemala, celebrado en Cobán, Guatemala entre del 23 al 25 de noviembre 2012, en url: , visitados el 30 de mayo de 2013.

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asical y el propio Consejo Latinoamericano y Caribeño de Organizaciones de Servicio sobre el Sida (laccaso), permite que los mecanismos de espiral y boomerang de las redes transnacionales de incidencia operen adecuadamente (Cabezas, 2012a), aunque no exitosamente en todos los casos. Así, espacios como el Primer Encuentro Regional de la Red de Jóvenes Positivos14 (Panamá del 11 a 14 de diciembre de 2012), o la celebración del Encuentro LesBitransInterGFeminista en Asunción15 (Paraguay, del 2 y el 4 de noviembre de 2012), son muestra de dicha dinámica, en la que los movimientos en red reconfiguran el escenario regional de las luchas por los derechos de género e identidad sexo-afectiva. Sin embargo, la celebración de este Encuentro en Paraguay, uno de los varios países de América Latina donde la edad mínima para relaciones sexuales es más alta, en el caso de personas del mismo sexo, y no reconoce ninguna fórmula de unión, muestra la trascendencia del contexto nacional más allá de una adecuada estructura de oportunidades políticas regional. En la estela del golpe de Estado paraguayo ha sido imposible plantear una modificación del patrón tradicional conservador en línea con los cambios en Argentina y Uruguay. En éste, como en otros aspectos ligados al cuerpo y la sexualidad el predominio del cristianismo, especialmente católico pero también el auge de los movimientos evangélicos y de otros credos sirven para reforzar el patriarcado y la heteronormatividad obligatoria, alimentando las formas conservadoras de entender la familia y la identidad sexo-genérica,16 y explican, por ejemplo la compleja situación de los derechos lgbt en Brasil, donde la homosexualidad sólo es protegida en algunos estados, es posible la “ley de cohabitación” entre parejas del mismo sexo y la adopción en

14. Véase url: , visitado el 25 de mayo de 2013. 15. Véanse url: y , visitados el 30 de noviembre de 2012. 16. Un ejemplo es la campaña en Chile en contra de la ley que persigue la discriminación de los homosexuales, desplegada en Concepción por las iglesias evangélicas. Véase el cartel de la campaña en url: , visitado el 30 de septiembre de 2013.

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otros, y la propuesta formal de instituir la unión civil federal lleva mas de 15 años paralizada, pues al igual que en Bolivia y Venezuela, la Constitución recoge que el matrimonio se da entre hombres y mujeres. En estos casos sólo es posible el reconocimiento de la unión civil, que ya funciona en Ecuador y Colombia —con una protección legal al colectivo lgbt de las más desarrolladas del mundo—, pero donde el intenso debate legislativo que tuvo lugar el año pasado no dio pie a la aprobación del matrimonio. El análisis de las geopolíticas de los cuerpos nos permite comprender nuevas formas de resistencia que emergen como laboratorios en los que se produce una fertilización entre lo feminista y lo queer para considerar la relocalización de los debates sobre sexualidades, identidades, género y feminismos y observar, desde sus “márgenes”, las normas y hegemonías. Si tenemos en cuenta lo corporal y lo individual, lo metropolitano y lo global, lo colonial, la pobreza y el desarrollo, la opresión y las resistencias es posible vislumbrar las formas en que se producen desplazamientos y traducciones culturales en las que ya no es tan fácil realizar una identificación automática entre sentidos y acciones. Así, emergen apelaciones como las de los activistas lgtb a las potenciales alianzas con los movimientos de mujeres o de derechos humanos a fin de poder avanzar en sus demandas en la región. Por otro lado, aunque se ha producido una expansión de los derechos de género y sexuales sin precedentes, por ejemplo contra el feminicidio y el reconocimiento de las violencias contra las mujeres, lo cierto es que esto no se ha traducido en el cambio estructural y cultural que se precisa para que las vidas de las mujeres estén libres de violencias. Violencias que no se limitan al feminicidio íntimo, sino que incluyen la mercantilización de los cuerpos, las violencias en contextos de conflicto, las violencias estatales y las violencias sexuales, la trata, entre otras. Las organizaciones feministas y lgbt visualizan una clara articulación entre el modelo neoliberal y las morales conservadoras de carácter represivo, una moral que sitúa como principal campo de batalla el cuerpo de las mujeres, pues los derechos sexuales de las mujeres siguen siendo estatalmente negociados y las mujeres siguen estando sujetas a la tutela estatal, como eternas subalternas. 425

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En los últimos años se ha recrudecido la cruzada de los grupos autodenominados como pro-vida, en contra del reconocimiento del derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos, manteniendo al aborto como eje central de la contienda regional sobre los derechos de las mujeres. El endurecimiento de la legislación en República Dominica (2009) y Nicaragua (2006) ha supuesto alianzas extrañas entre las iglesias y partidos tradicionalmente alejados de su órbita, como el gobierno del fsln en Nicaragua, con la ley más restrictiva del mundo, que penaliza el tratamiento a mujeres enfermas de cáncer, malaria o sida para salvaguardar el feto.17 Desde hace dos décadas, el 28 de septiembre los grupos de mujeres se movilizan en todo el mundo en la Acción Global por el Acceso Legal y Seguro al Aborto, como “Día por la despenalización del aborto en América Latina y el Caribe”.18 En la región se trabaja para alcanzar una Convención Americana de los Derechos Sexuales y Reproductivos, que aún está lejos.19 Un paso adelante fue el reconocimiento formal del derecho al aborto alcanzado en Uruguay en 2012, tras un largo y tortuoso proceso luego de su primera aprobación en el Senado (2008) y el posterior veto del ex presidente Tabaré Vazquez.20 Uruguay se ha convertido en el cuarto país de la región en permitir el acceso a

17. Del mismo modo, en El Salvador y Chile las prohibiciones fueron introducidas en 1989 y 1998, respectivamente. En El Salvador se penaliza a las mujeres que acaben con un embarazo en cualquier circunstancia y a quienes sean sospechosas de facilitarlo y de ayudar en el proceso, con sentencias que van desde los ocho a los 30 años de cárcel; mientras en Chile no se han producido avances de la supresión del aborto terapéutico, a pesar de haberse discutido la despenalización en 15 ocasiones desde 1990. 18. Una demanda originada en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe de San Bernando (Argentina, 1990). 19. Asimismo, aunque la mayor parte de los países tienen leyes que permiten el aborto legal en determinadas circunstancias, como el riesgo vital de la mujer, el incesto o la violación, aunque a pesar de ello son diversas las formas en que en las prácticas se dificulta su efectividad. Así, aunque en Argentina el aborto es un crimen, se permite para prevenir el daño a la vida o salud de la mujer o cuando es resultado de una violación, al igual que sucede en Colombia. Sin embargo es frecuente que la aplicación de la ley encuentre con numerosas prácticas que limitan el ejercicio de este derecho, tal y como reclaman las organizaciones feministas de la región. 20. Durante 2013 se impulsó un referéndum para derogar el derecho al aborto, que no obtuvo el respaldo precisado, alcanzando un bajo apoyo social de 9%, cuando era necesario un mínimo de 25% del padrón electoral; véase url: , visitado el 30 de septiembre de 2013.

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la interrupción voluntaria del embarazo hasta la 12ª semana (tras Cuba, Puerto Rico y la capital de México), todo un logro teniendo en cuenta el contexto regional, pero un avance insuficiente pues las mujeres siguen siendo tratadas como menores de edad que no pueden tomar decisiones propias sin el concurso de los poderessaberes médicos y la asistencia social estatal.21 Estos y otros aspectos han sido abordados por las mujeres en diversos encuentros donde los temas se tratan y fluyen a partir de la densa red de conexiones que vertebran sus espacios regionalmente, y de la amplificación de sus demandas a través de la inserción de las mismas en los encuentros de otros movimientos, como por ejemplo los encuentros de mujeres indígenas del Abya Yala (Cabezas, 2012a). Esta dinámica nos alerta de la tendencia a la incipiente interpenetración de campos que podrían estar yendo más allá de lo meramente discursivo, en forma de una suma de demandas interminable sin articulación, hacia una interpenetración práctica de las mismas. Además, se han abierto vías por las que el creciente feminismo latinoamericano transnacional se relaciona de diversas maneras y no sólo en clave subalterna con otras corrientes del movimiento por la justicia global. Por otro lado, la dinámica de religación a través de las redes sociales, por ejemplo, rompe no sólo las jerarquías de poder entre una élite globalizada y la gran mayoría de las mujeres, sino también una ruptura del monopolio de las adultas, o bien, de las jóvenes, o de las blancas y mestizas, frente a las demás indígenas, afrodescendientes o negras, siendo momento de afirmar el reconocimiento de la polifonía real de los feminismos latinoamericanos.

21. El artículo 3 de la ley establece que “la mujer deberá acudir a consulta médica ante la institución del Sistema Nacional Integrado de Salud a efectos de poner en conocimiento del médico las circunstancias derivadas de las condiciones en que ha sobrevenido la concepción, situación de penuria económica, sociales o familiares o etarias que a su criterio le impiden continuar con el embarazo en curso”; véase url: , visitado el 30 de mayo de 2013.

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4. Las dinámicas de mutua fertilización entre movimientos red, la lógica territorial y la corporalidad de la acción Las reclamaciones para situar el derecho a decidir voluntariamente se relacionan con las acciones feministas y de las organizaciones de mujeres por su soberanía corporal, que no pueden comprenderse sin las reclamaciones de reorganización de las sociedades y por la justicia social. En éstas está presente con impacto creciente el reconocimiento de la economía del cuidado y la ubicación de la reproducción de las personas en el centro de la vida, como una vida buena y/o buen vivir, lo que se ha traducido en el contexto español como “una vida que merezca la pena ser vivida”.22 Una vida que reconoce la trascendencia del cuerpo como territorio político, tal y como afirma la feminista guatemalteca Dorotea Gómez Grijalva: Lo comprendo como histórico y no biológico. Y en consecuencia asumo que ha sido nombrado y construido a partir de ideologías, discursos e ideas que han justificado su opresión, su explotación, su sometimiento, su enajenación y su devaluación. De esa cuenta, reconozco a mi cuerpo como un territorio con historia, memoria y conocimientos, tanto ancestrales como propios de mi historia personal (Gómez Grijalva, 2012: 6).

Esta dimensión de la vida, vinculada al ecofeminismo, al trabajo y las voces de las mujeres indígenas, afrodescendientes y campesinas que se reconocen como actoras principales de la lucha por la soberanía alimentaria, conecta la dinámica corporal con las tradicionales dinámicas territoriales de lucha por la tierra. Nos encontramos cómo las propuestas del buen vivir y de la sostenibilidad de la vida conectan las dinámicas reticulares y territoriales que generan nuevos reconocimientos. Es posible explorar entonces la dinámica mutuamente constituyente entre la territorialidad, las redes y lo corporal que se entrecruzan de formas no siempre previstas (Cabezas, 2012b). Por ejemplo, durante la Conferencia Internacional de Naciones Unidas de Río +20, cele-

22. Véase Comisión de Feminismos Sol, 15M, en Internet, Madrid Toma los Barrios.

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brada del 20 al 22 de junio en Río de Janeiro, Brasil23 y la paralela Cumbre de los Pueblos, fue una vez más un espacio de articulación de las diferentes agendas sectoriales a partir de la relación entre justicia económica, ecológica, social y de género, y el debate crítico sobre el “desarrollo sostenible”, en la lógica instituida por los diálogos del Foro Social Mundial.24 De este modo, en la “Cumbre de los Pueblos por la Justicia Social y Ambiental. En Defensa de los bienes comunes. Contra la mercantilización de la vida”, diversos actores sociales critican el impulso oficial al desarrollo sostenible y a la economía verde, contraponiendo las propuestas del “buen vivir” y la “sosteniblidad de la vida”. Esta propuesta de justicia social se encuentra en los movimientos indígenas, pos-desarrollistas y feministas, como parte de las luchas por la soberanía alimentaria y la ubicación de los seres humanos y la naturaleza en el centro de una organización social que prioriza la reproducción y sostenibilidad de la vida por encima de la reproducción del capital. Estos encuentros y otros sectoriales, conferencias y/o asambleas de los movimientos sociales campesinos, de mujeres, indígenas y medioambientales, ya sean encuentros periódicos, o bien, como nuevos encuentros permiten la articulación de las demandas y la generación de dinámicas de movimiento-red. De esta forma, la agenda de la soberanía alimentaria y otras que son propias de los movimientos campesinos han permeado las prácticas de resistencia de otros colectivos. Igualmente las agendas tradicionales de los movimientos campesinos de reforma agraria, contra empresas agroindustriales transnacionales y por la demarcación de las tierras, se entremezclan con los reclamos indígenas y aquéllos generados por el extractivismo mineral, la necesidad de preservar semillas autóctonas y la valorización de los conocimientos sobre la producción propios de las distintas culturas de la región, soberanía alimentaria, tratados por ejemplo por la I Asamblea Continental

23. Véase el sitio oficial en Internet, url: , visitado el 13 de mayo de 2013. 24. Esta parte ha sido elaborada gracias al trabajo de investigación realizada por Nicole Abigain para obtener el grado de Master Internacional en Estudios Contemporáneos de América Latina en la ucm.

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de la cloc (Managua, del 17 al 25 de octubre de 2012).25 Una vez más, estos temas impulsados desde la Vía Campesina y sus coordinadoras regionales, nos remiten a un mayor entrecruzamiento de las demandas: los aspectos vinculados a cuestiones agrarias y campesinas son tratadas en otros encuentros sectoriales, como los organizados por las mujeres y feministas o los indígenas latinoamericanos.26 Igualmente sigue vigente la dinámica contrageopolítica que se vincula al proceso de integración del alba, con la celebración del Foro Social Temático en Porto Alegre, del 24 al 29 de enero, a pesar de haber decaído totalmente el ciclo movilizador en torno a los Foros, así como la dinámica de Cumbres y Contracumbres más propias del ciclo de finales de los noventa del siglo pasado. A pesar de ello, durante la celebración de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, aprovechando el simbolismo del lugar y de la fecha que conmemoraba los 200 años de la proclamación de independencia de los territorios latinoamericanos, se celebró con escasa repercusión la Cumbre Alternativa La hora de los pueblos (16 y 17 de

25. Sobre el mismo, véanse url: y , visitados el 30 de noviembre de 2012. 26. Por ejemplo, el Encuentro de Dirigentes Campesinos y Agrarios del Caribe, Sabanalarga (Colombia), 24 y 25 de noviembre; véase url: , visitado el 12 de junio de 2013. También el Primer Encuentro Internacional de Guardianes de Semillas, Monte Carmelo, Sanare, del 26 al 29 de octubre de 2012; véase url: y , visitados el 13 de junio de 2013. Luego, la II Escuela de Comunicación Popular de la cloc/lvc, celebrada del 15 al 29 de septiembre, rgds, Brasil; véase url: , visitado el 13 de junio de 2013. Y finalmente la III Conferencia especial para la soberanía alimentaria de los movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil, Buenos Aires del 22 a 25 marzo, véase url: , visitado el 13 de junio de 2013. Agradezco la colaboración en esta cronología de Gabriela Broschner, doctoranda de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la ucm, que indaga en las articulaciones transnacionales de demandas feministas campesinas en la región latinoamericana.

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noviembre), en la que participaron organizaciones de la sociedad civil y ong de ambos lados del Atlántico.27

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27. Véase el llamado a la Convocatoria y el programa de la Cumbre, en Internet, url: y respectivamente; visitados el 30 de noviembre de 2012.

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García Selgas, Fernando J. (1994). El “cuerpo” como base del sentido de la acción. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, núm. 68, pp. 41-83. Gómez Grijalva, Dorotea. (2012). Mi cuerpo es un territorio político. (Voces descolonizadoras, Cuaderno 1). Brecha Lésbica.
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