Vientos del siglo. Poetas mexicanos 1950-1982

September 16, 2017 | Autor: Mijail Lamas | Categoría: Poetry, Poesía, Poesía mexicana contemporánea, Poesía mexicana
Share Embed


Descripción

vientos 3.indb 1

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 2

15/12/11 13:40

Vientos del siglo Poetas mexicanos 1950-1982

vientos 3.indb 3

15/12/11 13:40

Poemas y Ensayos

Colección dirigida por Marco Antonio Campos

Coordinación de Humanidades Programa Editorial

vientos 3.indb 4

15/12/11 13:40

Vientos del siglo Poetas mexicanos 1950-1982

Prólogo Margarito Cuéllar

Selección Margarito Cuéllar, Mario Meléndez, Luis Jorge Boone y Mijail Lamas

Universidad Nacional Autónoma de México México, 2011

vientos 3.indb 5

15/12/11 13:40

Primera edición: 2011 DR © 2011, Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, 04510 México, D.F. Coordinación de Humanidades Programa Editorial Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. ISBN: 978Impreso y hecho en México

vientos 3.indb 6

15/12/11 13:40

Hacia una lectura de la poesía mexicana de hoy Uno Durante un trecho considerable de 2010 nos reunimos periódicamente Luis Jorge Boone, Mario Meléndez,1 Mijail Lamas y quien esto escribe con la idea de repasar lo que estaba sucediendo en el panorama de la poesía mexicana actual. El resultado fue la puesta en marcha de Vientos del siglo, una muestra representativa y plural de la poesía contemporánea en nuestro país. Tarea compleja la que emprendíamos, no habiendo hilos de amistad que nos condujeran a un pasado y a un presente común; más aún, tampoco había entre los responsables de la muestra coincidencias generacionales, ni siquiera geográficas, pues si bien tres de los que firmamos estas notas nacimos o radicamos en suelo norteño, el único punto es haber coincidido en la ciudad de México. Pensamos que de cuatro a cinco páginas por autor eran suficientes para dar una idea de lo que está haciendo cada poeta en el campo de la poesía nacional. Nos propusimos, más que una muestra generacional, una reunión que permitiera hacer una lectura de textos 1 La

participación de una voz de otro país, como es el caso del poeta chileno Mario Meléndez, en una muestra de poesía mexicana, amplió los puntos de vista y enriqueció la discusión en torno a un tema que no pretende agotarse ni tener la última palabra en esta obra.

7

vientos 3.indb 7

15/12/11 13:40

escritos por autores que se mantuvieran vigentes, con obra publicada, el aval más fidedigno del poeta para dar fe de su trabajo, más allá de los premios y los reconocimientos. Para la realización de este trabajo se tomaron en cuenta las diferentes propuestas estéticas que prevalecen en la poesía mexicana, aunque es indudable que a medida que surgen nuevas voces se delinean otras formas de abordar el fenómeno poético. Esta acotación es más visible entre los poetas nacidos en la segunda mitad de los años setenta y principios de los ochenta. El riesgo siempre está presente. Para mostrar hay que seleccionar. Y el que selecciona en cierta forma impone un criterio, o varios, según sea el caso. Se colecta, selecciona o elige lo mejor, a juicio de quienes deciden qué fruta cortar del árbol para exponer a un mercado de posibles lectores, o qué pieza elegir para estrenar la pista de baile. Esta muestra se propuso desde el principio exponer al aire cálido o frío del panorama literario nacional, un mosaico de voces que se dan al vuelo a finales de los años setenta y que hoy se reafirman, guardan una sana distancia con sus antecesores, se engarzan a lo que viene o simplemente hacen su trabajo al margen de las preocupaciones o las diatribas de quienes acudimos al muestrario antológico en un afán de sintetizar el todo, que a veces abruma, o que no tiene pies ni cabeza, o que depende del cristal que le da origen para fundar su propio territorio. Del mar, del desierto, de las capitales, la poesía actual ya no se sujeta solamente a un lenguaje delimitado por territorios o coordenadas geográficas. Los más jóvenes y los siguientes construyen su propio suelo, muerden 8

vientos 3.indb 8

15/12/11 13:40

su polvo, construyen o inventan su propio paracaídas. Entre las décadas que van de 1950 a 1982,2 hay aquí cincuenta y cinco formas de andar a pie, en bicicleta, en metro, en avión, sobre una nube y hasta por el subsuelo; al trote, con pasos firmes, en el aire, a rajatabla o a paso lento, en busca de la entrada, o la salida, que las puertas de la poesía procuran. Es menos complicado partir un siglo en dos que en más fragmentos. Aunque no es la comodidad la que guía los propósitos de quienes fraguamos, durante meses de fuego cruzado, este muestrario de vientos del siglo. Todo recuento se hace sobre una base patrimonial, en el entendido de que el patrimonio del poeta es lo que entrega a sus lectores en forma de libros que a veces se traducen en reconocimientos y estímulos, y otras en piedra cuyo destino es rodar y rodar. Los poetas nacidos en los años cincuenta, incluidos en este volumen, pudieran ser los padres o los maestros de los que nacieron cuando ellos, hoy respetables señores que saltan la tablita de los 50-60 años, publicaron sus primeros libros. Ahora van juntos, ya sean padres, hijos, maestros, hermanos mayores y menores, gemelos del mismo amor o de la misma rabia, al fin comensales de entre siglos. Tarde o temprano, antes o después, los poetas mexicanos terminan con una marca en la piel, un código de barras, la tinta indeleble del logo de la felicidad, y que a la letra dice: este libro se escribió gracias al 2 Los

poetas que conforman esta muestra, nacidos entre 1950 y 1982, publicaron sus primeros textos en los años setenta, los más jóvenes se lanzaron al ruedo en el nuevo siglo del nuevo milenio, de tal manera que en estas páginas se reflejan poco más de tres décadas de trabajo poético.

9

vientos 3.indb 9

15/12/11 13:40

apoyo de algún fondo, estatal o nacional, o una fundación para las letras. No en todos los casos, ciertamente. De las antiguas becas del inba-Fonapas, pasando por el legendario Centro Mexicano de Escritores, a la Fundación para las Letras Mexicanas y el Fonca, los estímulos a la creación han engordado de tal forma que a veces importa más hacer un proyecto interesante para un libro viable que un buen libro. Lo primero garantiza estabilidad económica durante un tiempo, lo segundo es sólo un compromiso institucional, un informe, una tutoría. Lo anterior no forja un criterio para incluir o no a los autores que nos acompañan en el viaje, se señala porque es parte del entorno. Caben aquí textos al amparo de la luz cegadora de una beca de creación, lo mismo que otros favorecidos sólo por estímulo de su obra poética. Convocar a una asamblea de poemas, lectores, poetas, antólogos, resultaba imposible. Lo había experimentado en parte Gabriel Zaid hace cuarenta años con su Asamblea de poetas jóvenes de México, no tenía caso repetir la operación. Además, es un hecho que a las convocatorias no acuden todos, ya por timidez o porque no les interesa la democracia poética. Las muestras antológicas realizadas mediante las famosas “listas de poetas” pavimentan el camino, aunque no por ello hacen menos densa la tarea. Eso sí, estoy convencido de que en esta muestra no hay poetas plurinominales. Cada quien, y el puñado de poemas –solitario patrimonio de signos– que lo representa, es el arquitecto de su propio destino literario. 10

vientos 3.indb 10

15/12/11 13:40

Dos El problema respecto a qué año tomar como punto de partida se resolvió fragmentando el siglo xx en dos partes, comenzando de la mitad hacia acá. Hasta José Emilio Pacheco (1939) y Homero Aridjis (1940), pasando por la Espiga Amotinada, el campo de la poesía nacional estaba suficientemente explorado. Muestras, compendios, antologías y selecciones de poetas nacidos en los años cincuenta, sesenta, setenta y hasta de los ochenta, hay varias. Referentes de finales del siglo xx son, entre otros: Poetas de una generación (1950-1959), de Evodio Escalante (Premiá / unam, 1988). Ávidas mareas. Breve muestra de la novísima poesía mexicana, selección y prólogo de Alejandro Sandoval (uaz / inba y Consejo para la Atención de la Juventud, 1988). La rosa de los vientos. Antología de la poesía mexicana actual, de Francisco Serrano (Conaculta, 1992). La sirena en el espejo, de Manuel Ulacia, José María Espinasa y Víctor Manuel Mendiola. Palabra nueva: dos décadas de poesía en México, de Sandro Cohen. Generación 2000. La literatura mexicana hacia el tercer milenio, de Agustín Cadena y Gustavo Jiménez Aguirre (Feta, 2000). El manantial latente. Muestra de poesía mexicana desde el ahora: 1986-2002, selección, prólogo, notas y apéndices de Ernesto Lumbreras y Hernán Bravo Varela (Conaculta, 2002). Árbol de variada luz. Antología de la poesía mexicana actual, 19922002, estudio preliminar, selección y notas de Rogelio Guedea (Universidad de Colima, 2003). Eco de voces, Generación poética de los sesenta, de Raúl H. Vera (Ediciones Arlequín, 2004). Mar de vértigos. Joven 11

vientos 3.indb 11

15/12/11 13:40

literatura mexicana, presentación de Alberto Trejo, prólogo de Iván Cruz Osorio (Asociación de Escritores de México, A.C., 2008). Esas distancias de algo, selección y presentación de Daniel Téllez (ipn, 2009). El oro ensortijado. Poesía viva de México, de Mario Bojórquez, Alí Calderón, Jorge Mendoza Romero y Álvaro Solís (Universidad de Texas, El Paso, Círculo de Poesía / Secretaría de Cultura de Puebla / Ediciones Eón, 2009). La presente lista se enriquece con los anuarios que anteriormente publicaba el inba y con los que edita a partir de hace algunos años el Fondo de Cultura Económica, así como las recopilaciones de los encuentros de poetas. Las voces más recientes de la poesía mexicana han sido recogidas en distintas muestras: La luz que va dando nombre, preparada por Alí Calderón, Álvaro Solís, Jorge Mendoza y Antonio Escobar (sep, 2007); la antología hecha para la revista Blanco Móvil, número 101, Muestra de poesía mexicana 1964-1985, por Mario Bojórquez y Jair Cortés; Muestra de poesía de los ochenta, de Alí Calderón e Iván Cruz (Alforja, 2006), Divino tesoro, muestra de nueva poesía mexicana, de Luis Felipe Fabre (Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, A.C., 2008) y Un orbe más ancho, de Carmina Estrada (Punto de Partida, unam, 2007). Tres Una antología de poemas o de poetas o de generaciones literarias o de países o de regiones, suele ser un mapa, un muestrario de voces, un campo en el que sólo crecen las plantas que resisten al medio ambiente. 12

vientos 3.indb 12

15/12/11 13:40

De Jorge Cuesta a Octavio Paz, Alí Chumacero y Gabriel Zaid, antologar es traducir y mostrar es exponer. Y exponerse. Entre una orilla y otra: el poema, el poeta, el lector, el señor de los anillos o el degustador manos de tijera. Para mostrar hay que construir puentes, y quizá derribar otros, o mejor dicho, en la medida en que los puentes se erigen en tales, otros se derrumban, aunque una muestra antológica no apuesta, al menos no la que el lector tiene ahora en sus manos, a la destrucción sino a la elección de variadas rutas, tanto para edificar el puente como para cruzarlo. Una muestra es también una revisión, un pasado en limpio, la versión de hoy sobre el ayer y el hoy mismo. El antólogo, más que catador o buscador de talentos, es una víctima de su propia curiosidad, la cual lo lleva a adentrarse en las vidas poéticas ajenas. Cuatro Alberto Julián Pérez, en “Notas sobre las tendencias de la poesía posvanguardista en Hispanoamérica”,3 comprime en cinco las tendencias de la poesía hispanoamericana posterior a las vanguardias. 1. Poetas cultos, conscientes de las innovaciones poéticas. Mantienen un vínculo simbiótico con lo popular y la atmósfera cultural de que se nutre, combinando ambas rutas en una sola dirección. 3 Revista

Hispania, núm. 75, marzo de 1992. El autor del artículo era en ese entonces catedrático de Darmouth College.

13

vientos 3.indb 13

15/12/11 13:40

2. Poetas que asumen las innovaciones desde una perspectiva de la renovación, no precisamente de la continuidad, aunque buscan ir más allá. 3. Las voces que rompen con el hermetismo de la tradición vanguardista y apuestan por una materia poética basada en el hecho histórico y en la realidad inmediata. 4. Poesía lúdica, va más allá de las innovaciones posvanguardistas y del realismo. 5. Poesía neovanguardista. Asume las innovaciones y se suma a ellas sin cambios sustanciales. Categorías o puntos de convergencia y divergencia, me temo que la poesía de hoy es lo suficientemente compleja como para constreñirla a los anteriores señalamientos. Incluso me atrevería a afirmar que la poesía mexicana de hoy es más rica en matices y que la puntualidad de los cinco enunciados anteriores es más bien un referente académico válido para otro momento de la historia de la poesía de habla hispana. De la década de los noventa a esta parte, han reflexionado sobre las poéticas en nuestro país, ya sea sobre las tendencias poéticas predominantes, sobre la naturaleza y fin de la escritura poética o sobre aspectos metodológicos, entre otros: Samuel Gordon, Jorge Fernández Granados, Josué Ramírez, Eduardo Milán, Mario Bojórquez, Ernesto Lumbreras, Julián Herbert, Hernán Bravo Varela, Alí Calderón, Josu Landa, Óscar de Pablo, Iván Cruz y Jorge Mendoza, quienes desde diversas perspectivas y nociones generacionales abordan el tema. También podemos mencionar el trabajo de Jair Cortés y Rogelio Guedea, compiladores del volumen A contraluz: reflexiones sobre poesía y poética (Conaculta, 2005), donde reúnen quince ensayos de 14

vientos 3.indb 14

15/12/11 13:40

otros tantos autores que dan cuenta del dinamismo que permea en la percepción y creación del género. Cinco Agistí Bartra iluminó de alguna manera el entorno de la poesía: ...matar a los inviernos. Salir de un bosque de hierro y espejos con un ramo de flores de sol en la mano: escribir letras de nieve sobre el ala de la golondrina. Poesía: creer en la sonrisa del gato de Alicia, que, esperando desde el principio de mis palabras, ha permanecido aquí dentro, en el aire, invisible, planeando sobre nosotros, para aparecer de nuevo ahora flotando como una voluta-arcoiris bajando, descendiendo como una pequeña corola de humo, como el signo de interrogación de la esfinge, como el círculo de semillas del eterno retorno.

Si como decía Saramago, quien escribe traiciona a alguien, quien despeja el camino de la escritura incurre en una doble traición. Una traición que busca cómplices. Julio Ortega en su Antología de la poesía hispanoamericana actual decía que hay antologías de autores y de textos, y que lo que él se proponía en ese trabajo era una antología de lectura. De esta manera la obra en su conjunto sería “una partitura del leer”, y el antólogo, un “lector invitado”.4 4  Al crítico peruano Julio Ortega, catedrático de Brown University en Estados Unidos, debemos las reflexiones más serias sobre la literatura en América Latina. Producto de ello han sido los libros Una poética del cambio (1992), Arte de innovar (1994), El principio radical de lo nuevo (1997), La poesía

15

vientos 3.indb 15

15/12/11 13:40

Inmerso en la teoría generacional, que tantas antologías le debe a Ortega y Gasset, Cobo Borda adelanta en su Antología de la poesía hispanoamericana, que data de los ya lejanos años ochenta, que “la poesía comienza a parecerse al relato, al ensayo”. Destaco esta afirmación como una particularidad de algunas voces surgidas en los años setenta y ochenta en México. Hay un poema de Lezama Lima, sobre todo en la parte final del texto “Ah, qué tú escapes”, el cual prefiero leer como si el motivo a quien se dirige el poeta fuera la poesía actual: “Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses / hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar, / pues el viento, el viento generoso, / se extiende como un gato para dejarse definir”. Creo que la obra de los poetas mexicanos incluidos en esta muestra merece ser leída con atención. Sus autores son dueños de una voz en la que además de otras voces refleja un tono propio. Aunque estoy convencido de que, si bien no es ésta la única poesía mexicana digna de leerse, sí hay en los textos y autores de Vientos del siglo claros referentes para el lector de hoy, quien al retornar del viaje sin duda leerá la poesía mexicana con otros ojos.5 Margarito Cuéllar Enero de 2011

latinoamericana del siglo xxi (1997) y Antología de la poesía hispanoamericana actual (1987), entre otras obras. 5 Si sigue siendo válida la reflexión de Gabriel Zaid en Leer poesía (Joaquín Mortiz, México, 1976): “…leer es otra forma de embarcarse: lo que pasa y corre es nuestra vida, sobre un texto inmóvil. El pasajero que desembarca es otro: ya no vuelve a leer con los mismos ojos”. A Zaid le debemos,

16

vientos 3.indb 16

15/12/11 13:40

La realización de este trabajo es al final de cuentas una suma de voluntades. Los antólogos agradecemos a Marco Antonio Campos, gestor de la idea que dio como resultado este libro, su invitación a formar parte de él, y a los autores incluidos en Vientos del siglo, su generosa colaboración.

desde los años sesenta, entre otras aportaciones sobre la cultura nacional, su reflexión constante sobre la lectura, en un país donde parece que leer estorba.

17

vientos 3.indb 17

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 18

15/12/11 13:40

EFRAÍN BARTOLOMÉ (1950)

vientos 3.indb 19

15/12/11 13:40

Efraín Bartolomé (Ocosingo, Chiapas, 1950). Referente obligado de la poesía en lengua castellana. Su verso se extiende o retrae tomando con maestría el espacio de la página. Hay en su obra una cadencia elegante y rotunda, sustentada generalmente en la utilización libre del heptasílabo y el endecasílabo. En su lírica se unen el amor erótico como celebración de vida, la naturaleza en su aspecto dual (benéfica-terrible), así como una profesión de fe en la palabra, asumida en su quehacer lírico como un sacerdocio. Ha publicado entre otros títulos: Ojo de jaguar (1982), Ciudad bajo el relámpago (1983), Música solar (1984), Cuadernos contra el ángel (1987), Música lunar (1991), Corazón del monte (1995), Partes un verso a la mitad y sangra (1997), Fogata con tres piedras (2006), entre otros. Su obra se reúne en Oficio: Arder (1999) y El ser que somos (2006). Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1984, Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 1993 y Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 1996. En 1994 ingresó al Sistema Nacional de Creadores. Su obra ha sido traducida a casi una docena de lenguas. (ml)

vientos 3.indb 20

15/12/11 13:40

JAGUAR

Un sol del tacto Por la intrincada selva de mis nervios lo miro caminar Perfecto hijo del día y de la joven sombra Suave centella: silencioso paseante de mis venas.

CORTE DE CAFÉ I

Miro la masa verde desde el aire Hierve Es un gran cuerpo informe que se agita en un sueño difícil inquietante Tiembla la furia verde El sueño manotea viscosidades tiernas Tiernos odios Su ciega cerrazón de verde espuma herida. 21

vientos 3.indb 21

15/12/11 13:40

II

Desde los troncos verdes de los árboles Desde las piedras verdes donde descansa el musgo sube el hambre al cafeto que crece siempre verde bajo la sombra espesa de otros árboles De los troncos que exudan olorosas resinas Desde la arcilla roja que se convierte en cántaro bajan hombres o sombras a encontrar el café Deambularán por las largas avenidas del día Dormirán bajo el frío sucio de los portales (Qué reguero de muertos bajo la bota pesada del sueño) Partirán con los vientos del invierno Hoy he visto una sombra lenta sombra amarilla ofrecer su trabajo para cortar café a las puertas de mi casa Y se ven tantas sombras iguales en la calle que sabrá amarillento el café de la tarde. III

Hoy vi a un hombre sonriendo torpemente 22

vientos 3.indb 22

15/12/11 13:40

Se destrozó los dedos recogiendo café del piso de estos días amargos Con estas mismas manos acaricia su hambre a la hora del posol A la hora justa en que alguien bebe café con restos de esta sangre Con sangre de estos dedos Con dedos de estos años De otros que son los mismos En esta exacta hora encendida de rojo en que un hombre sonríe torpemente a sus manos con sangre. IV

El cafetal La sombra La serpiente Este vapor que ahoga : húmedo trapo entrando en los pulmones La tierra en que te vas hundiendo desde hace cuánto por quién para qué por qué 23

vientos 3.indb 23

15/12/11 13:40

Responda la nauyaca del incierto color de su veneno Contesta nigua desde la carne tierna bajo la uña Talaje Piojo Escarabajo Chinche Casampulga De cada moretón De cada cicatriz en la piel de la vida Respondan! V

Qué silencio en el fondo del cafetal Qué oscuridad moviendo las hojas más delgadas de los árboles Qué altura truena bajo los pies sobre las hojas secas Al tallo del cafeto se enrosca el miedo Arriba tras la techumbre en sombra de los árboles el durísimo sol babea su rabia.

24

vientos 3.indb 24

15/12/11 13:40

VI

Y quién dice que no vienen del sol todos los males Y por qué no Si cada red de luz lanzada sobre el mundo fermenta el malestar Convierte en larvas los huevecillos de la enfermedad Hinca la brasa cruel de su cigarro sobre la piel más tierna Pero también desangra las lagunas Adelgaza los ríos Luye los cortinajes de la lluvia y hace surgir las gotas de sudor humana transparencia como un collar de sal que a veces da sabor o cae sobre una llaga. VII

Aquél siembra café con sus manos rugosas Ése poda el café con sus ásperas manos Otro corta el café con manos primitivas 25

vientos 3.indb 25

15/12/11 13:40

Manos iguales despulpan el café Alguien lava el café y se hiere las manos Otro cuida el café mientras se seca y se secan sus manos Alguien dora el café y se quema las manos Otro más va a molerlo y a molerse las manos Después lo beberemos : exquisito y amargo.

INVOCACIÓN

Lengua de mis abuelos habla por mí No me dejes mentir No me permitas nunca ofrecer gato por liebre sobre los movimientos de mi sangre sobre las variaciones de mi corazón En ti confío En tu sabiduría pulida por el tiempo como el oro en pepita bajo el agua paciente del claro río 26

vientos 3.indb 26

15/12/11 13:40

Permíteme dudar para creer: permíteme encender unas palabras para caminar de noche No me dejes hablar de lo que no he mirado de lo que no he tocado con los ojos del alma de lo que no he vivido de lo que no he palpado de lo que no he mordido No permitas que salga por mi boca o mis dedos una música falsa una música que no haya venido por el aire hasta tocar mi oreja una música que antes no haya tañido el arpa ciega de mi corazón No me dejes zumbar en el vacío como los abejorros ante el vidrio nocturno No me dejes callar cuando sienta el peligro o cuando encuentre oro Nunca un verso permíteme insistir que no haya despepitado la almeja oscura de mi corazón Habla por mí lengua de mis abuelos Madre y mujer

27

vientos 3.indb 27

15/12/11 13:40

No me dejes faltarte No me dejes mentir No me dejes caer No me dejes No.

BIENANDANZA DE LA LLUVIA

Se derrumba el silencio contra los tulipanes Llueve septiembre Salta la noche sobre el lomo del cerro Chacashib y desgarra los residuos del día Te doy la bienvenida Noche de sapos y de grillos Bienvenidos los pájaros que se refugian bajo el alero de la casa Las mariposas negras alma de nuestros muertos La lluvia que percute en tejados palmeras y charcos La noche derrama su esencia de café y la memoria se revuelve como el tigrillo en su trampa En el polen más denso de la noche el silencio se enrosca como una serpiente. 28

vientos 3.indb 28

15/12/11 13:40

JOSÉ LUIS RIVAS (1950)

vientos 3.indb 29

15/12/11 13:40

José Luis Rivas (Tuxpan, Veracruz, 1950). Poeta, traductor y editor. Estudió Letras en la unam. Premios Literarios: Xavier Villaurrutia 1990, Carlos Pellicer 1982, Nacional de Poesía Aguascalientes 1986, Ramón López Velarde 1995 y Nacional de Ciencias y Artes 2009. Fue director de la Editorial de la Universidad Veracruzana. Traductor al español de Brodsky, Eliot, Walcott y Reverdy. Entre sus libros destacan: Tierra nativa (1982), Relámpago la muerte (1985), Raz de marea (1992), Pájaros (2005) y Ante un cálido norte (2006). Su verso, aunque tiene como telón de fondo el mar, se sumerge en otras mareas: la palabra misma, la música, los seres queridos, el eco que queda de la vertiente de otras lenguas. (mc)

vientos 3.indb 30

15/12/11 13:40

MI ABUELA MACEDONIA

De cuando entraban al río tiburones y toninas, es esta historia acerca de los últimos años de mi abuela, postrada en cama casi todo el tiempo, y platicando a ratos (si dejaban de asirla las tenazas del cáncer), o muda, reclinada sobre grandes almohadones blancos con las fundas bordadas antaño de su mano. La veo ahora acomodándose (al tanteo de sus huecas mandíbulas y de su lengua obsesa) una postiza dentadura, meneando sus músculos faciales y masticando en falso los nervios y tendones de su pena medidos en segundos. Luego, un crujido brusco y una mueca de alivio: “la placa” había vuelto por fin a su lugar; y el decoro a su semblante. Por la tarde sus ojos permanecían fijos, arrobados por las aguas del río Pantepec, que transportaba entonces hachazos de crepúsculo –ya cuajarones de color violeta–, retazos de matanza del rastro ribereño y las primeras manchas de petróleo flotando como sucias aguamalas enfrente de la Sharmex, una refinería. Aunque fuera de noche mi abuela no dejaba que alzaran las persianas de su pieza. Nada más quiero por pantalla la vidriera que mira al río que es mi vida. Retiren de mi vista ese ocioso aparato. Otras veces decía: Ahora, con el ocaso, comienza lo que atiendo con todos sus detalles: el cielo se encapota si lo cruzan parvadas de pericos ¡qué argüende de compadres, 31

vientos 3.indb 31

15/12/11 13:40

todos endomingados! Como si el mundo fuera para siempre… Luego cae la noche con el último bando, el de tupida sombra, y queda titilando en la Capitanía, allá en la lontananza, una luz vigilante. Ésa me basta: tampoco yo quiero que la Muerte me tome por asalto. Cuando llegue mi hora quiero verla a los ojos (y al cielo de luceros más profundos) con la última brasa crepitante de los míos…

PLANTO DE DÁRSENAS (I) …Plaintes de femme sur l’arène, rales de femme dans la nuit ne sont que reucoulements d’orage en fuite sur les eaux. Ramier d’orage et de falaises, et coeur que brise sur les sables, qu’il est de mer encore dans le bonheur en larmes de l’Amante!… Saint-John Perse

Con alborozo de puerto tu frente explaya un lienzo de cal viva donde manos menudas mudan, a contraluz de un quinqué, movedizas criaturas de la sombra. A lo largo de tu visión, gruta de sal que exhibe sus entrañas, vastos y silentes ventisqueros van rodando poco a poco su molicie, dócil rebaño que acude al primer reclamo del sol. La aurora cala, contra dársenas y tajamares, su piel de níspola madura. 32

vientos 3.indb 32

15/12/11 13:40

Una gaviota agita sus alas sobre los esquifes adocenados al pie del muelle; lanza un chirrido y dobla hacia el río precipitando sobre las aguas su silueta. De la otra orilla arranca, con enorme estrépito de rampas y cadenas, la panga que transporta camiones de redilas. ¡Y los parabrisas relumbran al roce del estilete solar! En los alambres de la luz, sobre malecones paralelos, hileras de cuervos copian el azulcachalote del mar varado en la bahía. Los lanchones arriman al muelle su alboroto y una opulenta carga de oro verde, arrebatada un día antes a las plantaciones de río arriba. Si los racimos lucen tímidas palideces, o manchas de un franco amarillor, la muchedumbre vendrá puntual, a recoger fruiciosa dádiva, pues no hará ya el viaje por mar para el que las chalanas la abocaran. …Es la hora en que los chacones y las salamanquesas nocturnas se escurren entre las grietas de los muros.

33

vientos 3.indb 33

15/12/11 13:40

PLANTO DE DÁRSENAS (II)

Esteros y canales mezclan su cenagosa sanguaza a la linfa que fluye de los rastros mientras la chema y los lagartos de la bocana se espabilan lentamente… Y el viejo Capitán, como un osario zarandeado a dos manos, busca el ademán preciso con que hará frente a la loada convención que se dice vida… Tieso en su rictus, al despertar hace esfuerzos de megaterio preso en un iceberg de las grandes glaciaciones… ¡hasta que consigue cuartear aquel hialino capullo! El río sin mácula corre entonces… Su fondo de lama y musgo es un tapiz al sol que enseña largos dedos de pianista y se da maña para tan bien hacer el amor. El mar sañudo parte en dos el bloque de la escollera y se oye al punto un mugido en desbandada. El agua bambolea los pilotes que antes emborrachara, y las juncias se quiebran por el talle como doncellas a mitad del espasmo…

34

vientos 3.indb 34

15/12/11 13:40

BRAZOS DE MAR

Todo enmudece. Tal vez sólo aprestándose a rayar… La mar sin una arruga semeja un cuévano del que colgaran mondas lucientes de piel de niño… Delante de los bohíos hay una hilera de atarrayas que escurren todavía cuando un anciano sin dientes, ayudado de una hueca brizna de papayo, se pone a beber en su hamaca el agua de un coco. Sólo destellos en viaje por la arena… Mueve el viento la mar rizando menudas olas mientras el vuelo abismado de un águila marina apunta el latir imperceptible del alba. Todo enmudece. Tal vez sólo aprestándose a nombrar… La mar es lisa otra vez, como guijas centelleando al pie de una escarpa en las treguas del rompiente. Preeminencia del milagro para sí mismo, porque a nosotros sólo nos es dable vivirlo como emanación de algo que a cielo abierto nos rehúye. Tal vez la dicha de vivir llega siempre con eso que sabemos a hurto de nuestro anhelo. ¿Cómo prestar al sueño alas que no sean las tuyas, mar de mis brazos abiertos en el aire? 35

vientos 3.indb 35

15/12/11 13:40

Las muchachas sandalias en la mano de puntillas por entre resbalosos peñascos de escollera los pies tantean en principio antes del salto irreprimible de roca en roca los vestidos al vuelo con ráfagas que esparcen un aroma de espliegos las prendas interiores pegadas a los cuerpos transpirando salobres los muslos por delante asomando la espuma de la rizada blonda los pechos estallantes Despareja marea de grupas y caderas el roción de las olas arrojando su irisada atarraya por donde todos descendíamos en escala Risas de fulgurantes dentaduras el sol picando el dilatado bochorno y el aullante pinar de la avenida costera ante la isla de Lobos La cabaña de otates entre los médanos y la muchacha que aporta en la ribera su proa de encaje y la gaviota tijereteando las espiras de su propio descenso hasta rasar la arena Las palmeras rizándose de brisa como los zumbadores 36

vientos 3.indb 36

15/12/11 13:40

de un papalote que cosquillea nubes cierta tarde sumida al fondo del ancón. Los horizontes que tiran de su pecho bajo el escote El deseo sus íntimas marismas La pardela que parte en remolino un navío un amor Y la ráfaga que ondula las pestañas –correo de papel de china que asciende poco a poco por el hilo de vibrante pandorga– multicolor fondo escotado de las islas seda licra jersey en hiladillo sobre piel que aspira a bocanadas inmensidad y regreso

37

vientos 3.indb 37

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 38

15/12/11 13:40

CORAL BRACHO (1951)

vientos 3.indb 39

15/12/11 13:40

Coral Bracho (ciudad de México, 1951). Entre sus libros de poemas se cuentan: Peces de piel fugaz (1977), El ser que va a morir (1982), Tierra de entraña ardiente (1992), Huellas de luz (1994 y 2006), La voluntad del ámbar (1998), Ese espacio, ese jardín (2003) y Cuarto de hotel (2007). En 1981 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes y en 2003 el Premio Xavier Villaurrutia. En 2008, New Directions, Nueva York, publicó la antología Firefly under the Tongue con traducciones del poeta Forrest Gander. Poeta de la imagen, maneja tanto el versículo como el verso corto. Su imaginario se sustenta en la lucha de contrastes, a veces enigmático, otras veces ritual. Heredera de una tradición barroca que sabe plasmar y reactualizar con maestría y elegancia. (mm)

vientos 3.indb 40

15/12/11 13:40

ESTO QUE VES AQUÍ NO ES

Esto que ves aquí no es. Alguien te oculta una pieza. Es el fragmento que da el sentido. Es la palabra que altera el orden del furtivo universo. El eje oculto sobre el que gira. Este recuerdo que articulas no es. Falta el espacio que ajusta el caos. Alguien jala los hilos. Alguien te incita a actuar. Cambia los escenarios, los reacomoda. Sustrae objetos. Cruzas de nuevo el laberinto a oscuras. El hilo que en él te dan no te ayuda a salir.

DAME, TIERRA, TU NOCHE

En tus aguas profundas, en su quietud de jade, acógeme, tierra espectral. 41

vientos 3.indb 41

15/12/11 13:40

Tierra de silencios y brillos, de sueños breves como constelaciones, como vetas de sol en un ojo de tigre. Dame tu oscuro rostro, tu tiempo terso para cubrirme, tu suave voz. Con trazos finos hablaría. Con arenas de cuarzo trazaría este rumor, este venero entre cristales. Dame tu noche; el ígneo gesto de tu noche para entrever. Dame tu abismo y tu negro espejo. Hondos parajes se abren como fruto estelar, como universos de amatista bajo la luz. Dame su ardor, dame su cielo efímero, su verde oculto: algún sendero se abrirá para mí, algún matiz entre sus costas de agua. Entre tus bosques de tiniebla, tierra, dame el silencio y la ebriedad; dame la oblea del tiempo; la brasa tenue y azorada del tiempo; su exultante raíz; su fuego, el eco bajo el ahondado laberinto. Dame tu soledad. Y en ella, bajo tu celo de obsidiana, desde tus muros, y antes del nuevo día, dame en una grieta el umbral y su esplendor furtivo. 42

vientos 3.indb 42

15/12/11 13:40

ESE ESPACIO, ESE JARDÍN [fragmento] IX

Ese meollo asible de hacinada ternura, ese delgado envés. Los muertos vuelven también allí. De allí nos miran; nos reflejan. Nos orillan a ver. Unen la luz del tiempo, las estancias abiertas, incesantes, del tiempo, su entramado acaecer, sus desbordadas resonancias en el cenit de una alcanzada desnudez: este gozo que vuelve, nítido. Esta radiante hilaridad. Esta risa que funda y su fisura. –Como un venero, un amuleto. La fuente oculta de un jardín. 43

vientos 3.indb 43

15/12/11 13:40

Este huerto, este rapto que heredamos como una abierta melodía entre la noche, como un destello, una pregunta, este cuerpo * y su sed. –De allí nos hablan, de allí nos llaman, como entre sueños.

De un sueño a otro

nos llevan. De un sueño a otro nos trazan,

nos transparentan.

Como rasgos muy tenues en un paisaje. Como respiros. De un sueño a otro buscamos la solidez: este fuego que enlaza, que perdura. Esta pasión que arraiga, que arrebata, y su acentrado contrapunto, este sentir que engendra.

44

vientos 3.indb 44

15/12/11 13:40

Unen la luz del tiempo, las estancias abiertas, incesantes, del tiempo, sus remontables laberintos, su abarcable acaecer: Este aliento, esta savia que funde, que transluce, que nos envuelve como un oleaje, como un acorde: Estos contornos íntimos. –Un giro breve del cristal.

–Una arista de luz.

Una textura. Una palabra. –Porque la muerte tiene en el colmado corazón de la vida enraizados sus vértices, y en ellos arde, en ellos cede, esta espesura.

en ellos une

45

vientos 3.indb 45

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 46

15/12/11 13:40

EDUARDO LANGAGNE (1952)

vientos 3.indb 47

15/12/11 13:40

Eduardo Langagne (ciudad de México, 1952). Poeta y traductor. Maestro en Letras Latinoamericanas por la unam. Pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte. En 1980 obtuvo el premio Casa de las Américas de Cuba por Donde habita el cangrejo (1980), y en 1994 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes por Cantos para una exposición (1995). Ha publicado además los poemarios Navegar es preciso (1987), Decíamos ayer… (Poesía 1980-2000) (2004), entre otros. Asimila, como pocos poetas en México, el discurso de la poesía latinoamericana (Gelman, Dalton) y brasileña (Bandeira, Drummond de Andrade), trascendiéndolos en el suyo propio. La memoria, “esa redonda obsesión”, es en mayor medida el eje temático de su poesía. La depurada música de su poesía va del juego de la libre combinación de versos de métrica impar a la cadencia familiar del alejandrino, echando mano incluso de la décima como recuperación fértil de la oralidad. (ml)

vientos 3.indb 48

15/12/11 13:40

MAITINES

He pasado la noche atrayendo todos los rostros de otros años, claros amigos de la infancia, nebulosos parques, lagartijas ocultas en un rincón de niebla esperando la aventura como un tenaz dinosaurio parapetado en el tiempo; noches sombrías de gatos sigilosos, noches oscuras como el fondo del cántaro donde el gato tropieza, precipicios sólo salvables a lomo de potro luminoso y alado. Canto ahora que llegó la luz del sol –matutino reflejo en esta mesa donde también hay rastros de mis hábitos mezclados–: “Observa amor el hueco que me hice en el pecho para que tú entres y yo sienta calor”. (Oh, memoria, mi redonda obsesión, rueda oxidada de dudosa fortuna, carretela que gime, rueda chirriante: viajan contigo algunos de estos animales que me persiguen como un niño terco cuando escribo y me custodian del miedo 49

vientos 3.indb 49

15/12/11 13:40

y de él me protegen cuando estoy desnudo. Con la piel a la intemperie los defectos se hacen transparentes –las gaviotas se alejan asustadas cuando el mar golpea sobre las rocas–, queda desnudo el rostro de la infancia: Los niños se besaron tras las puertas, olvidaron sus juguetes al hundirse en otra piel, comenzaron a crecer, se fueron tras el olor de una muchacha, se bebieron mi ron, se fumaron mi tabaco, se hicieron a la mar mas no olvidaron; porque a un niño pueden cambiarle el nombre, pero no la memoria. Pueden cambiarle su paisaje, pero nunca los ojos. Pueden cambiarle las canciones, su corazón jamás. Pueden cambiarle casa y alegría, pero no su sonrisa...) Canto ahora que llegó la luz del sol: “Navegué por distintos océanos anduve tierras diferentes mojé mis labios en la fuente lejana donde arrojé mis últimas monedas jugué a los dados mi alimento y lo perdí luego trepé la construcción de hierro el aire no era más fresco arriba más respirable no era el paisaje sí valía la pena 50

vientos 3.indb 50

15/12/11 13:40

inventé un amuleto para subir sin miedo al sueño” que conduce la escalera El Primero: Era yo un vigía esperanzado: miré el salmón nadando contra la corriente y la ballena que desaparece un año entero y vuelve a la misma costa y se abre para que nazca un ballenato vigoroso. Miré el coral que permanece quieto aun con mar enfurecido. El Segundo: Arrojé una semilla, la tierra fue su hogar de nueva cuenta; por razón natural, no por milagro, del cielo vino el agua y la mínima semilla fue creciendo como la oscuridad crece en la tierra. Nadie volvió la vista atrás. Las semillas se vuelven tronco, de las piedras mana el agua, del fuego el sol o viceversa. Del viento no nace nada. 51

vientos 3.indb 51

15/12/11 13:40

Tuvo el tronco raíces afirmándolo, el agua era testigo, era cómplice, el viento castigaba. Bajo la sombra de ese árbol generoso, la pitonisa de tímido turbante quizá ofrecía algún etílico brebaje y el buen consejo, la certera opinión: cómo encontrar en un collar de barro o detrás de una cortina de bambú o en el aroma del incienso, una mentira práctica para salir de la guarida del sultán sin frotar una lámpara de aceite. El Tercero: Yo tenía poca costumbre de ocupar la piel enteramente. Salto al agua y después me seco al sol sobre los matorrales o la arena, entre piedras o cualquier cosa aún más dura, siempre inhóspita, inconfortable. A la suma de los meses me sorprendo como el pájaro que vuelve del sur en el verano y encuentra los árboles talados o aquellas mariposas que en junio crecen amarillas y brillantes pero antes son elementales gusanos temblorosos 52

vientos 3.indb 52

15/12/11 13:40

(La memoria habla sin mesura, hace doler la garganta que la emite, se hace ronca, piensa poco o poco reflexiona, por eso canta sin método. Es un instante de cerrar los ojos, un aroma en la sábana donde el sueño no llega, una carcajada que desintegra al mundo. Su oscuro desorden es un hueco en la historia, es silencio. Y en el silencio es que los hijos esperan a nacer y luego cantan aun entre lo oscuro y asoman a la luz y gritan fuerte como quien ha descubierto una manzana. Se incorporan después y se mantienen firmes aunque el amor les oponga sus ciclones.) Hay aquí una historia: Las parejas se aman a la luz de la luna y amanecen a un sol que las separa. Hay aquí una canción: Cuando la amaba tenía total certeza de que ella era ni más ni menos fuego, 53

vientos 3.indb 53

15/12/11 13:40

algo único, total, superlativo. Cuando ya no la amaba, se dio cuenta que siempre se mintió. Canto ahora que llegó la luz del sol; “Cada mañana mueren los buitres que confiaban de noche en mi silencio”. La memoria no conduce sino al vuelo y aunque el sol derrite las alas de los hombres que quieren volar, los que recuerdan no mueren.

PANDILLA

benditas aquellas que nos besaban y nos despreciaban o nos despreciaron y nunca nos besaron pero más benditas aquellas que nos besaron y no nos despreciaron nunca y que serían capaces de besarnos ahora porque nosotros jamás las despreciamos y benditas las que se daban al calor y a la caricia sin pensar en nada pero más benditas las que sí pensaban porque hicieron crecer a las caricias 54

vientos 3.indb 54

15/12/11 13:40

y compartían generosas su cuerpo con nosotros y nosotros compartíamos nuestro cuerpo con ellas oh maravilla nadie jamás prometió nada

LA MUJER DE MI PADRE

La mujer de mi padre, tantos años soñada, deseada ansiosamente. Anhelada mujer, aspiración de un hombre de ojos agudos, claros, horizonte de azules y sinceros parajes. La mujer de mi padre, en la hora serena le devuelve la vida a su esposo en los sueños, habla con él un poco y se divierten juntos cuando cierran los ojos en una nueva alcoba y mi padre de nuevo la desea. La desea como siempre lo hizo en su anhelo logrado, cuando por vez primera la miró caminar joven y hermosa, plena, hacia él, absorto. Porque mi padre sueña con su mujer de nuevo y mi madre, que es ella la mujer de mi padre, sueña con él también, cuando bailaban juntos y un reloj a su espalda ya marcaba las cuatro de alguna madrugada que bailaba golosa llena de vida, amándolos. La mujer de mi padre sonríe mientras duerme porque está con su esposo. Nadie los interrumpa. Vamos despacio, hermanos, salgamos silenciosos de su alcoba ensoñada. Ningún reloj apura su danza interminable. 55

vientos 3.indb 55

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 56

15/12/11 13:40

VÍCTOR MANUEL CÁRDENAS (1952)

vientos 3.indb 57

15/12/11 13:40

Víctor Manuel Cárdenas (Colima, 1952). Poeta, promotor cultural e investigador. Obra poética: Primer libro de las crónicas (1983), Peces y otras cicatrices (1984), Zona de tolerancia (1989), Ahora llegan aviones (1994), Memorial de luz (2002) y Grandeza de los destellos (2004), entre otros. Fiel a la tierra (2005) reúne parte de su obra. En 1981 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven y en 2007 el Premio de Poesía López Velarde por su poemario Micaela. Dirigió la revista Tierra Adentro (2000-2007). Sus textos registran diversas preocupaciones; en principio parecen un llamado de alerta frente a lo que sucede en el entorno cotidiano. Hay un desencanto generacional muy marcado y la insistencia de la palabra como la conciencia y la voz del desastre, aunque sin caer en el nihilismo. El caos del mundo se refleja en su voz, que al transitar por los orígenes, se convierte en cronista de grandes glorias y tristes derrotas. (mc)

vientos 3.indb 58

15/12/11 13:40

IN / UTILIDAD DE LA POESÍA

La poesía no cambia nada es un espejo donde se mira el que cambia

LEÍ EN EL MAR

Leí en el mar toda la noche: Calma. Relájate. No desperdicies Pólvora en infiernitos. La vida es Apenas, una posibilidad. Observa A los cangrejos; medita en la devastación De las aguas. Si la claridad se impone, Los vientos te llevarán; si una mujer, La luna. Todo comienza aquí. Tumulto Y oscuridad son páginas diarias En los noticieros. El presente nada rige. Voltea. Estar aquí es inventarlo todo. Tú eres el mar.

59

vientos 3.indb 59

15/12/11 13:40

CONJURO

Se los juro, hijos Se los juro, hijos de mis hijos Se los juro, hijos de los hijos de mis hijos: Este lago aceitoso era el mar Se los juro Se los juro Se los juro

ZONA DE TOLERANCIA

Lo veo. Camina a zancadas, zigzaguea, deja el rastro De su orín. Es un hombre mordido por el mar. Sobresaltado, increpa a su cercano alrededor. Aturdido, bebe la decisión agitada de los humos. Afirman que en su juventud fue marinero De todas las tierras y de todas las revoluciones. Se inició en la cordillera. Habla de veintisiete cárceles. Vestía overol el año del señor de 1959. Hoy, ciego, canta en este burdel. Los policías lo despiertan Y al amanecer lo duermen, a golpes.

Soy el sedentario El muerto de sed El de la sed de humos y mareos El sediento de tu cuerpo 60

vientos 3.indb 60

15/12/11 13:40

El desgarrado una y otra vez El desierto El sedicioso Soy el trofeo del vencido La bruma El atrapado a la hora del crimen El asesino asesinado El salvaje El torpe consagrado a la pesadilla El enjaulado por una máscara Transparente El perdido El recobrado

INSTRUCCIONES PARA LEER A MIRÓ

Se necesita, de preferencia, el sol de la mañana O la noche más estrellada De las noches de invierno. Si acaso fuese verano Un clavel en el ojal no basta, Se requieren pantalón corto y sandalias de piel Color oscuro con grecas etruscas. Un pez en los ojos puede ayudar a la buena ingestión. Si llevas –siempre es recomendable– Una pequeña piedra de un lugar amado y distante Puedes amarrarla al hilo Del primer globo que encuentres –de preferencia Si es rojo o amarillo-. En el otoño ten cuidado, pues pertenece A Van Gogh. 61

vientos 3.indb 61

15/12/11 13:40

De la primavera, ni hablemos: toda se la tragó Este catalán cangrejo Que dibujó en incendio la mirada de los hijos. Cuando regreses a Miró, Ojalá vayas en tren de latón, con chimenea azul Y rieles de viento. Ccp. Ernesto Terríquez Sámano

YO AMO LA REALIDAD

Yo amo la realidad Hoy Por ejemplo Me encuentro sentado En una silla Verde Dormí seis horas En el primer piso De José y Maricarmen Hablé de mis hijos Con preocupación Es decir Con amor Yo amo la realidad 62

vientos 3.indb 62

15/12/11 13:40

De los siete caídos Quien menos me importa Es el arzobispo Para eso están Procuradurías Feligreses Narcotráfico De ahora en adelante Pecado es igual A Gran Marquis El asombro Para muchos Es la claridad De la evidencia ¿Qué haces Mientras la señora gorda De enfrente Traga un bolillo descomunal? Yo amo la realidad El beso y el desajuste La perdura bilidad Yo camino cuando camino Y me siento cuando estoy sentado A cántaros llueve

63

vientos 3.indb 63

15/12/11 13:40

Desde hace siete días A cántaros Noé Trepo en un taxi Con todos mis animales Adentro Sin parpadear La lluvia bautiza Lágrimas Miedos Deseos Yo amo la realidad De mis animales solitarios Me apoyo en sus altos puertos Y cruzo la noche Partiendo en dos La ciudad Bajo del taxi Como quien sube A una ruina sagrada Entro a la Central de Autobuses Y sin pensarlo Elijo el destino Que tengo Veré comer a una señora 64

vientos 3.indb 64

15/12/11 13:40

Desde una silla verde Noé Partiré la mitad del país Y como río llegaré al mar donde tu realidad y la mía nos inventan donde tu animal y mi animal abrevarán en uno Yo amo la realidad Viajar me pica en la piel En el corazón En los ojos La nostalgia Es un abismo concreto Los viajes ilustran con sus fiebres

65

vientos 3.indb 65

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 66

15/12/11 13:40

HÉCTOR CARRETO (1953)

vientos 3.indb 67

15/12/11 13:40

Héctor Carreto (ciudad de México, 1953). Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la unam. Autor de ¿Volver a Ítaca? (1979), Naturaleza muerta (1980), La espada de san Jorge (1982), Habitante de los parques públicos (1992), Incubus (1993), Antología desordenada (1996), Coliseo (2002), El poeta regañado por la musa. Antología personal (2006) y Poesía portátil 1979-2006 (2009). Ha obtenido los premios nacionales Efraín Huerta, Raúl Garduño, Carlos Pellicer y el Nacional de Poesía Aguascalientes 2002, así como el Premio de Poesía Luis Cernuda 1990 en Sevilla, España. Sus poemas contienen fuertes dosis de ironía y escarnio, lo que lo convierte en una voz crítica desde la trinchera del humor, elemento poco frecuentado por nuestros poetas. Distanciado con la solemnidad desde sus inicios como poeta, Carreto le ha dado al epigrama un renovado impulso. Su poesía se antoja una isla en la que cohabitan el amor, la política, la diatriba, los grandes sentimientos y emociones humanas. (mc)

vientos 3.indb 68

15/12/11 13:40

HOMBREs DE BOLSILLO

Los hombres de bolsillo son pequeños, visten de oscuro y corren peligro de ser confundidos con ratones. No obstante son inofensivos y es débil su chillido. Se limitan a cumplir, no más, no más. Como buenos relojitos caminan por la calle. ¡Qué lindos muñequitos de cuerda, qué monos! No sienten la cadena que va desde su cuello hasta el chaleco de los dioses ni la mano que tranquila los guarda en el bolsillo.

TENTACIONES DE SAN HÉCTOR

Señor: He pecado. La culpa la tiene santa Dionisia, la secretaria de mi devoción, quien día a día   me exhibía sus piernas –la más fina cristalería– tras la vitrina de seda. 69

vientos 3.indb 69

15/12/11 13:40

Pero cierta vez Santa Dionisia llegó sin medias, dejando el vivo cristal al alcance de la mano. Entonces las niñas de mis ojos –desobedeciendo la ley divina– tomaron una copa, quedando ebrias en el acto. ¡Qué ardor sentí al beber con la mirada el vino de esas piernas! Por eso, Señor, no merezco tu paraíso. Castígame; ordena que me ahogue en el fondo de una copa.

RESPUESTA DE DIOS A LA CONFESIÓN DE SAN HÉCTOR

San Héctor, hijo:

tu pecado es grande pero no tan grave como el mío. ¿Qué voy a hacer ahora, san Héctor? Escucha: tú deseaste los labios de una hembra, pero mi pequeño cardenal deseó a mi madre, la Virgen; y la culpa la tiene ese Freud, mal amigo, ahora en el infierno: 70

vientos 3.indb 70

15/12/11 13:40

me obligó a espiar por el ojo de la puerta: en su altar mi madre se ajustaba una media con lujo de detalles. ¡Qué espectáculo, san Héctor, qué delicia! Pero, ¿qué voy a hacer ahora si se enteran los discípulos? ¿Qué diría Juana Inés? Cuando lo sepa el diablo, ese Marx, se morirá de la risa. Ayúdame, san Héctor, te lo suplico, reza por mí, y no te preocupes, hijo mío, estás absuelto.

ARREGLO FLORAL

Después de enfadar a los intocables y de recibir la negativa del maestro, me pregunto: ¿seré yo el equivocado? Quizá deba cambiar de poética. Mi poesía, entonces, dejaría de ser esta corona de espinas que con quemantes versos ofende al Déspota. Mejor compongo un arreglo de azucenas. 71

vientos 3.indb 71

15/12/11 13:40

Así, acaso sea perdonado y algún día me incrusten en la Antología Oficial como a quien acomodan en un cajón de la cripta de familia.

UNA NUEVA ANTOLOGÍA MEXICANA

El crítico ese insiste: “No debe fluir sangre en la Poesía, enfermedades ni quejas políticas, tampoco risas ni charlas de sobremesa: no a la tragedia, no a la comedia. La aventura del inodoro lenguaje es el súmmum”. ¡Parientes y lacayos del crítico: llamen a psiquiatras y que vengan las camisas de fuerza! La antología de este necrófilo está formada sólo de poemas muertos.

EVELIO, SONETISTA

Evelio: Son tan rígidos tus versos que ni los difuntos aceptan ocupar tus ataúdes de once sílabas.

72

vientos 3.indb 72

15/12/11 13:40

LA OVEJA DESCARRIADA

Señor: Déjame besar los labios de esa joven romana. No soy tu cordero más blanco, no soy tu daga más pulcra pero no falto a misa, no olvido el ayuno ni repartir el pan entre los mendigos. Déjame besar los labios de esa joven romana. Déjame ser Uno con ella, dame la forma del áspid para enroscarme en su cuello senos vientre muslos tobillos bajo el manzano. Señor: El vino de consagrar es exquisito pero el que brota de sus intimidades me abre las puertas del cielo. Ella no habla la lengua de tu iglesia; cultivada por Venus y Minerva, otorga placer sin culpa ni castigo. Déjame besar los labios de esa joven romana. 73

vientos 3.indb 73

15/12/11 13:40

Señor: Déjame palpar su húmeda belleza, lamer los pies de esa criatura que triunfal ensaliva mi cuerpo. Señor: No soy tu cordero más blanco, no soy tu daga más pulcra: pero deja que ponga mi pez en esa boca. Cierra los ojos, Señor, y por piedad déjame besar los labios de esa joven romana.

EL POETA REGAÑADO POR LA MUSA

“Ante sus cabellos, el viento fue incapaz de enredarse. Intactos, sus labios permanecen. Sólo la luz –camafeo– fijó el recuerdo”, fueron los versos que escribí pensando en Ella. Después de leerlos, la Musa marcó mi número: “¿Por qué me describes con palabras de epitafio? Según mi espejo de mano, no estoy muerta ni soy estatua. Tampoco quieras que me asemeje a tu madre. ¿Estás enfermo, o qué sinrazones te obligaron a cambiar de poética? 74

vientos 3.indb 74

15/12/11 13:40

¿Acaso aseguras un túmulo en la Rotonda de los Ilustres, en el Colegio Nacional, o paladeas dieta vitalicia? Escúchame: no escribas más como geómetra abstraído, en un lenguaje de cristales que entrechocan, capaz de pintar una batalla como ramo de madreselvas. Confía en el instinto: que tus labios refieran con orgullo mi talento en el baile, mi afición por el vino. Presume al lector de mis piernas en loca bicicleta de los encuentros sudorosos, cuyos frutos son tus epigramas. Tampoco ocultes que tenemos diferencias. Entre la musa que riñe contigo y la que duerme en un lienzo, no dudes: confía en el instinto.”

75

vientos 3.indb 75

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 76

15/12/11 13:40

MARIO SANTIAGO PAPASQUIARO (1953 - 1998)

vientos 3.indb 77

15/12/11 13:40

Mario Santiago Papasquiaro (ciudad de México, 1953-1998). Seudónimo de José Alfredo Zendejas Pineda. Fue uno de los fundadores del movimiento Infrarrealista en 1976. Entre sus obras figuran: Aullido de cisne (1996), Respiración del laberinto (2008) y Jeta de Santo (2008), antología editada por el Fondo de Cultura Económica en España. Sus poemas han aparecido en diversas antologías y revistas literarias. Su poesía es de corte anecdótico, irreverente. Destaca la presencia de la tradición beat en un discurso contestatario y mordaz, casi coloquial. Estética que emplea la crítica y la denuncia, desacraliza y pone en evidencia a una sociedad fragmentada, tal vez como una toma de conciencia sobre nuestro inevitable devenir. (mm)

vientos 3.indb 78

15/12/11 13:40

EN EL ZAGUÁN DE LAS NUBES Porque todos somos, todos somos, todos somos los hijos de, todos somos los hijos de 1 brillante & colorida flor, 1 flor llameante & no hay nadie no hay nadie que lamente lo que somos Canción huichola para Patricia Rodríguez Acosta

Mi patria es este cacto jugoso que arranco de la boca misma del desierto :: Lophophora Williamsii :: / Universo de botones floreando las palmas de mis manos / Salta & danza mi destino Como 1 perro celebrando la bendición puntual de su alimento La lengua de Dios me besa con firmeza & torna & sigue & gira Devorando el panal de mis pupilas Está lloviendo & la huella del diluvio No es otra que la tierra que hoy piso A la distancia 79

vientos 3.indb 79

15/12/11 13:40

Sólo veo el pálpito fruto vivo de mi alma Mis abuelos –peregrinos– me indican el camino / pellizcándome El sudor de mis moléculas prende el sueño necesario para que la intrínseca ceguera de mis pies no decaiga ni en brújula ni en ánimo La realidad de la belleza ((luciérnaga fugaz)) se posa 1 segundo en mis cabellos ¿Qué viento negro podría romperme el paso o intentar siquiera cancelar mi canto? El vientre de mis dientes no deja de masticar su propia pulpa Vuelo : trino : zureo : aúllo : salpico : preño : me exprimo : me desato Llevo en mí el eco de 1 impulso insospechable Cimiento lunar / manantial de migraciones Arcilla lodazal de óvulos / visiones & peñascos Raíz que surge & se evapora En el zaguán de las nubes A la luz del relámpago A 1 salto de besar el alba-pezuña de venado que acaricia el dulce corazón de Wirikuta.

TATUAJE

Mi poesía es mi semilla obsesiva la sandía parpadeante con que me baño & me muerdo mi orquesta-adnauseam de niños perdidos 80

vientos 3.indb 80

15/12/11 13:40

la radio-naranja de mis transmisiones más ácidas Vista yo como pollo sin patas o jarro de barro con frijoles acedos Mueva yo mis pulmones cual alfiles o torres o a puras burbujas de camaralenta desde la golden catatonia / desde el clorofórmico estatus a la manera del jazz de Coltrane me desentierre & salpique Mi poesía es mi sonrisa mi lujuria / mi gula mi galáctico estilo de vagabundear sin 1 quinto mi engrapado pasito mi catapulta proteica de extraño sabor & mejor condimento el puente de instantes & besos que elijo & elijo / como veneno & escudo el lote baldío donde a silbidos de humo prendidísimo a mi plumaje / a mis garras atentísimo sólo a mi propio almuerzo desnudo a la ½ de 1 pesadilla en el cuarto oscuro de 1 pildorita con alas en menos de lo que chilla 1 relámpago con sólo hacerme ven ven con tu dedo caminando muy en ti vas a encontrarme vas a encontrarme

81

vientos 3.indb 81

15/12/11 13:40

GREGORY CORSO SE CONFIESA & HASTA EL VIENTO HABLA (Versión de MS a un poema de William Wantling)

Parece como si me hubiera pasado la vida en 1 campo enemigo Hace dos meses que salí libre de las cavernas de San Quintín –después de cinco años & medio– & me vine a estas aldeas / con mi morral de inexistencias para andar por donde quiera & escribir Ya tengo dos meses por aquí & no he oído nada de Gerry Mulligan o Jimmy Guffre –ni siquiera por la radio– La raza se ha vuelto insensible o éste es el fin de los jazzistas caníbales No sé, no sé la gente me mira raro, chistoso, cuando doy vuelta parloteando obscenidades en voz alta. Los burdeles están cerrados desde 1953; & cuando me acerco a alguna niña con ganas de plantarle 1 mordisco ella me mira de arriba a abajo & me pregunta si no he consultado a 1 siquiatra para poner en orden mis problemas sexuales. La muchachada definitivamente no entiende mi juego. Ni 1 flirt fugaz con la diosa mariguana 82

vientos 3.indb 82

15/12/11 13:40

en 1 semana que parece medida con el tiempo de la luna. Nadie por aquí sabe el coeficiente mental que se logra en el país del peyote / confundirlo con 1 tinte para el cabello? confundir el jugo de naranja con el orín del diablo? Los policías son educados & los negros humildes No resisto la idea de moverme lo más lejos posible El próximo campo enemigo / tal vez

83

vientos 3.indb 83

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 84

15/12/11 13:40

RICARDO CASTILLO (1954)

vientos 3.indb 85

15/12/11 13:40

Con El pobrecito señor X (1976), Ricardo Castillo (Guadalajara, Jalisco, 1954) modifica la manera de hablar de nuestra poesía. La espontaneidad de su expresión, su coloquialismo desafiante y la soltura de su verso sacudió estructuras líricas conservadoras y trastocó por medio del humor, ejes temáticos como la familia, el quehacer poético y el erotismo. Trabaja en el Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara. Su trabajo poético está publicado en diez libros, entre ellos, La oruga (1980), Concierto en vivo (1981), Como agua al regresar (1982) y Nicolás el Camaleón (1989), y dos discos de audio y un video. Obtuvo el Premio Carlos Pellicer en 1980, Premio Nacional de Poesía Paula Allende 1989 y, en 2008, el Premio Universidad Complutense de Madrid-Microsoft “Literaturas en español del texto al Hipermedia” por La máquina del instante de formulación poética (libro-cd). (ml)

vientos 3.indb 86

15/12/11 13:40

AUTOGOL

Nací en Guadalajara. Mis primeros padres fueron Mamá Lupe y Papá Guille. Crecí como trébol de jardín, como moneda de cinco centavos, como tortilla. Crecí con la realidad desmentida en los riñones, con cursilerías en el camarote del amor. Mi mamá lloraba en los resquicios con el encabronamiento a oscuras, con la violencia a tientas. Mi papá se moría mirándome a los ojos, muriéndose en la cámara lenta de los años, exigiéndole a la vida. Y luego la ceguez de mi abuelo, los hermanos, el desamparo sexual de mis primas, el barrio en sombras y luego yo, tan mirón, tan melodramático. Jamás he servido para nada. No he hecho sino cronometrar el aniquilamiento. Como alguien me lo dijo una vez: Valgo Madre.

87

vientos 3.indb 87

15/12/11 13:40

TESTICULARIO

Hoy podría decir que me duele el corazón de tristeza. Pero sería falso y prefiero no involucrar al corazón en falsedades. La verdad es que sí estoy triste. Marchito como un nomeolvides guardado entre las páginas de un libro de edición del 54. La verdad es que tengo un dolor de aguja en cada pupila, que la tristeza no me duele en el corazón sino en los testículos. No me apena confesar que es allí donde radica mi alma.

PIN UNO, PIN DOS…

Son las diez de la noche. De nada sirven los 600 gramos de felicidad que ha ahorrado mi padre. Prevalece una agitación de ladrones en el seno familiar y cada quien declina con su particular manera de desventurar la sangre. Parece como si el movimiento fuera la bancarrota, como si el amor fuera tan sólo cosas de adolescentes. Mi padre nos quiere, mi madre nos ama porque hemos logrado ser una familia unida, amante de la tranquilidad. 88

vientos 3.indb 88

15/12/11 13:40

Pero ahora que son las diez de la noche, ahora que como de costumbre nadie tiene nada que hacer propongo cerrar puertas y ventanas y abrir la llave del gas.

LAS NALGAS

El hombre también tiene el trasero dividido en dos pero es indudable que las nalgas de una mujer son incomparablemente mejores que las de un hombre, tienen más vida, más alegría, son pura imaginación; son más importantes que el sol y Dios juntos, son un artículo de primera necesidad que no afecta la inflación, un pastel de cumpleaños en tu cumpleaños, una bendición de la naturaleza, el origen de la poesía y del escándalo.

A MARIO SANTIAGO

Para iluminar de un tajo su revés, La China Hilaria, la prieta, pone a aullar a un cisne hecho llaga a causa de su propio resplandor. 89

vientos 3.indb 89

15/12/11 13:40

Cisne que resiste, pero no se aguanta y revienta como esfínter que cantara cántaros de leche agria. Piraña solitaria ante la infinita nalga de la prieta deidad: Señora de los ornitorrincos, acepte mi beso amazónico, chupe hasta lo precioso el cáliz de ser el mejor sin parecerlo, pula el diente de tiburón resurgido de su propia caries. Porque yo soy el mamífero rapaz que pone huevos que revientan con la tempestad. Rey de los treponemas señalando con las patas la nube por donde habrán de venirse de hocico las ninfas. “Ángel en su óvulo” empecinado en probar sus alas en los fondos lodosos. Llega y llaga sin avisar y planta el poema como una ampolla en el culo del deleite. Llega y llaga y el cisne aúlla y el perro canta y esa soledad es legión. 90

vientos 3.indb 90

15/12/11 13:40

BORRAR LOS NOMBRES El jueves a las seis, desde lo alto del cañón, observo el verdadero nacimiento de la Judea: centenares de jóvenes medio desnudos aparecen como una reunión de duendes, sorprendidos por el amanecer. Se están borrando, lo cual significa que están tratando de borrar su apariencia humana para tomar la figura diabólica. Han elegido una lengua de piedra rojiza donde el agua se remansa y el doble rito de la purificación y la demonización se realiza con lentitud. Habiéndose establecido el tiempo sagrado, los demonios deben llevarlo hasta sus últimas consecuencias, no sólo haciendo todos los horrores prohibidos durante el tiempo cotidiano, sino extremando su irracionalidad. A partir del miércoles, los judíos hablan al revés, y este lenguaje del absurdo se ha de mantener hasta el sábado. Fernando Benítez, Los indios de México Ando vendiendo valor Bufón cora

1

El jueves y el viernes hay que correr como vértebra de una de las dos serpientes, pero el viernes, además, hay que estar quieto como piedra que ya no llora. El sábado es el baño final, la desborrada en el río prometido. Pero tú no puedes decirlo ni adivinarlo pues tú tan sólo conoces un montón de imágenes rotas donde el sol bate. 2

Sueño indócil recuerdo ceniciento 91

vientos 3.indb 91

15/12/11 13:40

de la extravagancia de haber nacido ser borrado y ver las alas de la urraca sacudir el viento por el que te has ido. El viento y el labio del silencio puesto en la pulpa del hechizo de ser salvaje, pleno de vacío, eterno, negro. Ser la sombra, lo que no eres, negro como lo que nunca ha sido, ser por dos días lo que nunca será, sombra que proyecta sombra y el tambor y la carrera y la danza cora embriaga la sangre del que no soy ni es ¿De quién son mis antiguos pies? ¿a quién sabe este sudor que mis labios beben? aceptemos que el tiempo es una máscara de múltiples cabellos y que estamos en otra parte donde los muertos olvidan sus amores y sus miedos donde los muertos se acostumbran a la penumbra donde el corazón es el espacio entero y el mundo gira al revés. 3

Cuando los bufones me señalan y se ríen cuando los veo patear perros y cerdos cuando hacen llorar a los niños 92

vientos 3.indb 92

15/12/11 13:40

cuando le agarran la verga al turista cuando el guerrero le enseña el culo a niños y ancianos cuando los demonios hacen reír a las mujeres cuando monto el burro al revés cuando todos tienen sed y el río fluye indiferente cuando pienso en mí y ya no hay quién responda 4 En la sorna del diablo en sus gritillos en el machete que remueve lo baldío de la tierra en el sudor de los ojos que hace grumos de ceniza en el polvo que encala el paladar en el sabor del tabaco después de la carrera en la sombra de los borrados en la pared en los filos de las piedras que no han de pisar los corredores en los guamúchiles que mueve el viento y nadie corta en el río que fluye y se ordena sin ser tocado en la inmovilidad de la guardia que padece el horror del sol mientras es más alto y bello en la sangre de los borrados que se quitan la sed danzando en los ojos de sombra en las piedras de los ancianos coras en el secreto que a todo es reacio excepto a las mentiras en el acto de magia en el costumbre que nadie entiende 93

vientos 3.indb 93

15/12/11 13:40

en los hilos de música cuando todos se han ido y ya no toca la flauta ni el tambor en los hilos de música que persisten cuando la calle está sola y conversas con el ausente en un mundo que miras existir sin ti 5

Al doblar la esquina en la carrera me siento más en los bufones que en mi propio cuerpo compañero corro detrás de sus gritos y sus burlas y una fuerza involuntaria te socorre el corazón con su acento primitivo imán de pluma que regala ritmo en las pisadas luna llena que te honró como su hijo eres parte de la mentira que hace recordar el tatuaje sobreviviente eres un animal que en los nervios lleva al diablo de jinete muy tranquilo eres la raíz oscura que ignorará toda la vida cómo es la luz pero no lo que le pertenece el tizne de lo que siempre quisiste y ni siquiera sabías o la luz de esto que no podrías haber sido si los sucesos sombríos si los sucesos lumínicos otra red hubieran tejido eres la mata que creció sin jardinero y te han salido espinas eres el que no soy de una tribu que ríe en lo peor del tiempo 94

vientos 3.indb 94

15/12/11 13:40

como si supieran la cifra final de tanto juego de tanta sed de sol de tanta necesidad de encarar el horror para conjurarlo de tanto honor de darse a la causa de la víbora del cielo Hay que resistir entonces el vértigo de no entender pero sentir que la carrera no es sobre las piedras y que la tarde suena como piedras de oro que jamás serán monedas 6

Del baño final saldrá un extraño que mira su propio cuerpo flotar en el río Retorna a la serpiente que nunca supo lo que hizo y escucha por última vez al bufón que ofertó valor a los guerreros

95

vientos 3.indb 95

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 96

15/12/11 13:40

VICENTE QUIRARTE (1954)

vientos 3.indb 97

15/12/11 13:40

Vicente Quirarte (ciudad de México, 1954). Dirigió el Periódico de Poesía y la colección de poesía El Ala del Tigre (unam). Autor, entre otros volúmenes de poesía, de El cuaderno de Aníbal Egea (1990), Cicatrices de varias geografías (1992), El peatón es asunto de la lluvia (1999), Zarabanda con perros amarillos (2002) y Nombre sin aire (2005). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 1979 con el libro Vencer a la blancura (1982); Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 1991, Premio Xavier Villaurrutia 1991, con El ángel es vampiro, y en 2011 el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde. Parte de su obra poética se encuentra reunida en Razones del samurai (2000) y Como a veces la vida (2000). El discurso literario de Quirarte, sea el de la poesía, el ensayo o la crónica, está impregnado del pasado mítico de “la muy noble y leal” ciudad de México. Dueño de una voz fresca en sus inicios, decantada ahora, abreva en la musicalidad y la solidez del verso clásico. Poeta de la luz y la pureza verbal. Su pasión por los vampiros, el amor y las calles de su ciudad le dan a su obra un tono celebratorio. (mc)

vientos 3.indb 98

15/12/11 13:40

TEORÍA DEL OSO [fragmento] III

Caza a deshoras. Entra por la ventana volando papeles y geranios; rompe el orden de la vajilla más simétrica, interrumpe la lección equilibrista de la araña. No respeta la hora de la siesta, ni el sol de las cinco, ni la taza de té bebida bajo tu pelo claro. Nunca lo conocerás de frente. Ni cuando descubra que en tus ojos naufragan mis veleros y afuera la lluvia nos susurre que todos los cuartos del mundo nos esperan. Tampoco cuando mi lengua afine el violín dulcísimo en tu espalda y al quemar las naves tu gemido esté más cerca del tallo que del fruto. A veces sentirás su presencia detrás de mis ojos, detrás de cada beso, monarca seguro en su silencio. Caza largas temporadas en otros territorios. Pero regresa. Me descubre al caminar de noche por la calle con el orgullo de tus pechos en mis manos. Viaja echado a mis pies en el autobús, entra conmigo en la casa, me llena el oído con su respiración y pasea sus mandíbulas por mi cuello. Busco la silla, el látigo, la pluma, el papel, la máquina y siento su garra hundirse sin esfuerzo. Entonces comienzo, sin saber a dónde voy con esta página, seguro de que sólo invadiéndola así podré vencerlo.

99

vientos 3.indb 99

15/12/11 13:40

LA MUCHACHA DE AL LADO

De la muchacha de al lado lo sé todo. La historia que me cuenta no es materia de bando ni rumor de pasillo (Escucha cómo suena el roce de la falda contra sus largos muslos). Ocupa, sin embargo, la plana primera de mi vida. Es el reloj del solo, el diario del soltero. Se llama con un nombre para todos, pero es para mí la luz que, al despertarme, carece aún de nombre y encandila mis ojos una vez que se aleja. Entonces adivino la talla de su blusa, el perfume en su pulso, los cincuenta y seis pasos y medio que da para llegar desde su casa al coche. Le declaro mi amor a sus zapatos y al moño que corona su azabache. A la ropa que tiende y al sostén arrullado por alisios. Mi muchacha de al lado vuelve a casa. Por mis oídos entra la relación del día: el modo como apaga el coche me dice que la han besado como se debe o si la ciudad se ha conjurado en contra suya. Cuando cierra su puerta, saboreo las palabras que teje, siento el peso de la ropa que castiga al arrojarla al cesto, aún con el perfume de su cuerpo, ya sin el tacto de su cuerpo. De la muchacha de al lado lo sé todo. Tanto, que cuando tenga novio, le diré que se baña a las siete y tres minutos; que canta una sola canción, siempre incompleta; que en la ausencia es más clara que su nombre. Y le daré la almohada en que la escucho, cuando la sé en la suya, cerca como la puerta de al lado, lejos como si entre ambas puertas se tendiera el océano.

100

vientos 3.indb 100

15/12/11 13:40

ENCUENTRO CON LA NIEVE

Nevó toda la noche y amanece la tierra inmaculada. Quién pudiera decir que bajo el manto prepara su verdor la primavera. Si la pureza existe, qué semejante es a la nieve: hoja blanca cedida por el mundo para probar que nada permanece.

PRELUDIO PARA DESNUDAR A UNA MUJER

Que esté, de preferencia, muy vestida. Por eso es importante que las medias sigan cada contorno de sus muslos: que disfruten la pericia, el estilo del tornero que supo darles curva de manzana, maduración de fruto al punto de caída. Goza de la tela perfumada encima de los jabones y los ríos. Acaríciala encima: su vestido es la piel que ha elegido para darte. Primero las caderas: es la estación donde mejor preparas el viaje y sus sorpresas. Cierra los ojos. Ya has pasado el estrecho peligroso que los manuales llaman la cintura y tus manos se cierran en los pechos: cómo saben mirar, las ciegas sabias, 101

vientos 3.indb 101

15/12/11 13:40

el encaje barroco de la cárcel que apenas aprisiona dos venados encendidos al ritmo de la sangre. Si los broches y el tiempo lo permiten, anula esa defensa: mientras miras sus ojos deslízale el sostén. Y si protesta es tiempo de estrecharla. Acércala a tu boca y en su oído dile de las palabras que son mutuas. En un ritmo creciente, pero lento, trabaja con los cierres, las hebillas, los bastiones postreros de la plaza. Aléjate y admírala: es un fruto que pronto será parte de tu cuerpo y tu sed de morderla es tan urgente como la del fruto que anhela ser comido. Has esperado mucho Y tienes derecho a la violencia. Deja que la batalla continúe y que el amor condene a quien claudique.

BELLEZA DEL ASTRÓNOMO

El Sol que nos alumbra no es un sol presente: ocho minutos tarda en llegar a la Tierra. Cuando dejas la casa la hermosura prospera: tu perfume en la cama 102

vientos 3.indb 102

15/12/11 13:40

lentamente madura como un sol generoso que en presente redime la pequeña hecatombe de la alcoba desierta, la memoria viviente de dos planetas solos que entre veinte millones se encontraron.

EN LA ANARQUÍA DEL SILENCIO TODO POEMA ES MILITANTE

El reloj que después de las cuatro me enloquece dice que te acercas con la alegría de una marcha en primavera: sólo tu boca es tan roja como las banderas que luchan contra el viento. Sólo tu piel tiene la luz para los ángeles ciegos de mis manos. Oh, camarada mía, cuando haga saltar uno a uno los botones de tu blusa comenzaré por hacerte confidencias: yo milito en la Liga de tus Medias y más que discursos mi praxis será incendio que arranque la raíz de la costumbre.

103

vientos 3.indb 103

15/12/11 13:40

No hay capitulación: sólo ocupar tu dermis al milímetro, chocar las molotov de nuestras bocas, brindar en honor del viejo Hegel y al tocarte los pechos confirmar la irrevocable ley de los contrarios.

Zarabanda con perros amarillos [fragmentos] a las alas de mi hermano Ignacio

(1951-1998)

I

El mar que nos vendieron en la infancia era un monstruo sin sueño. Hondo y alegre. Traidor y colorido. Salimos a su encuentro, aún con las estrellas profundamente ancladas en la altura. Al romper la mañana, el mar, pronunciamiento, se anunciaba en tres perros amarillos. El primero sostuvo la mirada y en su papel pautado me inscribió: “Me quedo en tus pupilas, sin convite a tu fiesta de fantasmas”. El segundo cojeaba, y con su pata buena me decía: “No es nada. Es dolor”. 104

vientos 3.indb 104

15/12/11 13:40

El tercero tensó todos los músculos y escribió su poema con las olas. El paisaje era líneas, colores y ladridos. Marina con tres perros, la familia de un Robinson Crusoe de media hora. Amarillos, moneda de oro falso, ardían, refulgentes, más que el sol, actores del I Ching donde leía el mapa de mi sangre. Mi cuarto hermano era el perro mayor, relámpago o ladrido: el mar que nos vendieron en la infancia. El cielo era mi padre. Y mi madre la tierra.

VIII

Entrar o salir de una ciudad es entrar o salir de una mujer. Dejar una ciudad es dejar una mujer. Sin embargo son ellas quienes dejan y nos permiten irnos, convencidos de que nadie amará como nosotros. Ya se va la ciudad. Nosotros nos quedamos. Ella tendrá perfumes y collares que ofrecerán amantes renacidos. 105

vientos 3.indb 105

15/12/11 13:40

Y porque tú te vas, porque la dejas con el desvencijado perro que partieron, te hará sentir que amó como nadie lo hizo.

106

vientos 3.indb 106

15/12/11 13:40

VÍCTOR MANUEL MENDIOLA (1954)

vientos 3.indb 107

15/12/11 13:40

Víctor Manuel Mendiola (ciudad de México, 1954). Poeta, editor, ensayista. Ha publicado entre otros libros de poesía: Vuelo 294 (1997), Las 12:00 en Malinalco (1998), Papel revolución (2000), y La novia del cuerpo (2002), Flight 294 / Vuelo 294 (Estados Unidos, 2002), Papier Révolution (Canadá, 2002), Tan oro y ogro, 1987-2002 (antología, 2003) y Tu mano, mi boca (2005). Desde hace treinta años es editor de Ediciones El Tucán de Virginia. Obtuvo el Premio Latino de Literatura 2005 por el libro Tan oro y ogro, que otorga el Instituto de Escritores Norteamericanos de Nueva York. En el 2010 obtuvo el premio de novela en el Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz, convocado por el Estado de México. Mendiola maneja las formas clásicas, así como el verso libre indistintamente. Su oficio da cuenta de realidades desde diversos planos. Su lenguaje se va llenando de un ritmo, de una templada y certera cadencia que plasma con rigor. (mm)

vientos 3.indb 108

15/12/11 13:40

ECLIPSE

Te crece la cara, cuando te aproximas a su cuerpo te crece la cara. Arrodillado entre las blandas esferas de sus pechos; bebido y zafio en el puño de su pubis, te crece la cara. Se te ensancha en una extensión sobre su espalda abierta y sus pequeños hombros, sube entre sus rodillas o sigue el miedo de sus pies. Primero, medio día, después, toda su carne, hasta que tu rostro es un sol aproximado y lleno, una piedra de sangre en la atmósfera iluminada de sus piernas. Te crece la cara cuando te doblas en la raya incendiada de su cuerpo.

109

vientos 3.indb 109

15/12/11 13:40

BLANCURA

Al hacer el amor pienso que la blancura de tu cuerpo pierde sentido sobre la blancura del mío como si fuera inútil que un color se disuelva sobre el mismo color. Pero un minuto más tarde comprendo que las calladas olas pálidas de nuestros cuerpos sí tienen un sentido, porque cuando se encuentran son el paisaje de un ruido tan callado, móviles ondas quietas, y que nos apretamos de la misma forma que se aprieta un cristal bajo la presión del viento rompiéndose en un abrazo de astillas y hendiduras, fragmentándose en un silencio de agua y aire dentro de nuestra carne en la noche del cuarto. Y que tiene sentido romper tu espejo contra el mío para mirar 110

vientos 3.indb 110

15/12/11 13:40

en las quebradas piezas reunidas mis pies o hallar tu boca en la blanquísima repetición de nuestros cuerpos.

LA ENREDADERA

Recostado en la hierba del jardín, me llamó la atención la enredadera. Levanté con las manos la cabeza para mirar su impulso de raíz. Y supe que en su fuga se concentran los ritmos de las sombras y un fluir de insectos en las hojas. Comprendí por ella la salud de la sorpresa. Incorporé la espalda ante el prodigio de la verde cortina vegetal. Me sacudió su exuberancia en orden. Y entendí su silencio primitivo, su terca lentitud de oscuridad, sus notas graves y su fuga enorme.

ME QUIERO IR AL MAR

Egipcio zarpo; parto sin mesura en el silencio parco de mis años. No hay verdad ni temor, tampoco engaños y la casualidad es mi andadura. 111

vientos 3.indb 111

15/12/11 13:40

Thot escribe mi nombre en los extraños pergaminos de todo: empieza y dura la vida; sube y cesa la verdura del Nilo y vagan vagos los rebaños. Arriba, entre los soles de mi puerto, amor y soledad, ocaso y orto caen en el reloj de mi destino. Pero el destino sabe en mi ojo abierto todos los soles. Mientras, sigo absorto en la perplejidad de mi camino.

NUDOS 1

Me desnudo completo cuando deshago el nudo de tu cuerpo. 2

Tu sexo: un nudo al revés.

112

vientos 3.indb 112

15/12/11 13:40

3

Nos gusta vernos como un árbol, un astro, un pararrayos, algo que sube o baja, la escala de la torre, la escalera del sótano, la claridad del cielo, la oscuridad del lodo. Nos queda mucho mejor el nudo corredizo o el enroscado diente de la púa. 4

En el nudo de un árbol me comprendo: erupción o hendidura nuestro ser. 5

El ombligo es un nudo entre dos nudos: arriba está la soga desatada de tu lengua, abajo la empapada cuerda oculta de tu sexo.

113

vientos 3.indb 113

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 114

15/12/11 13:40

FABIO MORÁBITO (1955)

vientos 3.indb 115

15/12/11 13:40

Fabio Morábito (Alejandría, Egipto, 1955). Poeta, narrador, ensayista, traductor. Es autor de tres libros de poesía: Lotes baldíos (1985), ganador del Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer; De lunes todo el año (1992), ganador del Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1991, y Alguien de lava (2002). Los tres aparecen reunidos en el volumen La ola que regresa (2006). Varios de sus libros han sido traducidos al alemán, inglés, francés, portugués e italiano. Una poesía de la anécdota, de la reminiscencia, en un tono conversacional, intimista, a veces, que da cuenta de los grandes temas, así como de pequeños detalles que nos rodean. La certeza y la cadencia con que nos lleva en el discurso retratan a un poeta de una notable lucidez. (mm)

vientos 3.indb 116

15/12/11 13:40

entre tú y yo jamás ha habido un círculo, aunque sea tenue, de plata o de oro, una mínima presión en uno de tus dedos que le recuerde a tu circulación que existo. Hay quienes no conciben que dos se quieran sin un anillo de por medio. Confían que no perdura amor si no lo alumbra un aro. Los tuyos, con sus historias turbias, me intimidan. ¿Dónde cabría mi anillo en una mano tan completa? ¿Qué añadiría su brillo a tanto imperio? La mía, entre tus sortijas, sería una intrusa, y si alguien cree que apenas nos queremos al ver que nada mío amordaza tus huidas, que falta el lazo que declare nuestro vínculo, la argolla que sujeta el barco y nuestras manos siguen vírgenes, casi ajenas, mostrémosle, en vez de anillos, las heridas que desde hace tanto nos hicimos, las cicatrices que no brillan porque su resplandor es de otra índole.

117

vientos 3.indb 117

15/12/11 13:40

ese bombero era magnífico dijo uno de los sobrevivientes de las Torres Gemelas, y se le quebró la voz. En medio de los gritos y el humo, mientras todos bajaban las escaleras, el joven bombero subía hacia los pisos del desastre. Se encontraron a la mitad del edificio, el hombre camino a la vida, el otro camino al infierno, y se miraron un segundo, quizá menos. Subía de dos en dos los escalones sin equivocarse, fue lo que dijo el hombre en la televisión, y se le quebró la voz. Todos lo estamos viendo subir de dos en dos los escalones a contracorriente de la vida, hacia el centro ardiente de las cosas, el magnífico bombero camino a la licuefacción.

118

vientos 3.indb 118

15/12/11 13:40

El verdadero infierno siempre queda arriba y sólo alguien magnífico puede subir de dos en dos los escalones hacia él, como otro joven y magnífico en Grecia subió y subió hasta derretirse después de abandonar todos los muros.

yo tuve un puente levadizo cuyos chirridos se oían a cien metros. Lo eché sobre una zanja poco profunda a tres cuadras de mi casa, el único sitio idóneo para un puente así. El vecindario se quejó cuando compré los cocodrilos. Pero sin cocodrilos un puente levadizo está incompleto. En la Edad Media venían juntos. Qué tiempos aquéllos. Fregaba el puente a diario, alimentaba las bestias. No es fácil mantener un puente así. Hay que tener cuidado con los niños. En especial cuando se baja. Las madres no dejaban de advertírmelo. Y hay que tener cuidado con los cocodrilos. En especial cuando se baja. A la postre hubo que dejarlo levantado. Un zoológico compró los cocodrilos. 119

vientos 3.indb 119

15/12/11 13:40

La zanja se llenó de basura. Empezaron a robarse las tablas. En la Edad Media, otro gallo cantaría. La gente amaba los puentes levadizos. En especial en tiempos de los bárbaros. Castillos y puentes levadizos venían juntos. Pero en un puente a solas como el mío, un puente con los puros cocodrilos, un puente a secas que no salva vidas, un puente por el puro gusto de bajarlo, hay que poner un poco de uno y hay que tener cuidado con los niños.

tú no quieres que entre el sol en el cuarto porque destiñe el tapete persa, yo prefiero que entre el sol en el cuarto aunque destiña el tapete persa. Tapetes persas hay muchos te digo y a los dos se nos acaban los días de sol. Y tú: el sol entra en el cuarto una hora y se larga, pero el tapete persa relumbra todo el día con todos sus colores. Y yo: por eso el sol es el sol, que entra en el cuarto y nos deslumbra a cambio de llevarse unos colores, 120

vientos 3.indb 120

15/12/11 13:40

pero un tapete persa descolorido no es un tapete sin colores, relumbra del color de muchos días de sol que sólo en los tapetes persas puede verse.

121

vientos 3.indb 121

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 122

15/12/11 13:40

JORGE VALDÉS DÍAZ-VÉLEZ (1955)

vientos 3.indb 123

15/12/11 13:40

Jorge Valdés Díaz-Vélez (Torreón, Coahuila, 1955). Es autor, entre otros, de los libros de poesía: Voz temporal (1985), Aguas territoriales (1988), Cuerpo cierto (1995), La puerta giratoria (1998), Nostrum (2005), Tiempo fuera, 1988-2005 (2007), Los alebrijes (2007) y Kilómetro cero (2009). Se le han otorgado los premios Latinoamericano Plural 1985, Nacional de Poesía Aguascalientes 1998 y el Internacional de Poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana 2007. Parte de su obra está incluida en diversas antologías nacionales y extranjeras. Ha sido traducido al francés, italiano, portugués, rumano e inglés. Heredero del verso culto, de la mejor tradición española. Su poesía se aproxima a poetas como Pedro Salinas, Luis Cernuda, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, por citar algunos de la generación del 27. El uso de la forma, la decantación de sus versos, la templanza, la cesura exacta, son característicos de un lenguaje que maneja a la perfección. (mm)

vientos 3.indb 124

15/12/11 13:40

CUANDO AMANECE

Las primeras palabras del poema las escribe la muerte, y enseguida se adueñan de la página. Nos besan las mejillas, los ojos, desplegando su invisible poder sobre las cosas. Una imagen oculta en la memoria el párrafo inicial: “Cuando amanece oigo a un niño que llora sin remedio en una habitación desconocida”. Se apaga el cielo falso, nos encienden en silencio una lámpara. En el pecho hay un sudor de fiebre. Alguien murmura las últimas palabras: “Ya nos vamos”.

MATERIA DEL RELÁMPAGO

Calculaste al detalle cada paso, sutil, desde hace siglos. Finalmente tu esposo está de viaje y tus pequeñas se fueron a dormir con sus abuelos. Así que ahora estás sola y con euforia te has vuelto a maquillar y te has vestido de negro riguroso y perfumado tu mínima porción de lencería. 125

vientos 3.indb 125

15/12/11 13:40

Estás temblando, te dices, pero nada te hará volver atrás. Miras tu imagen alzada en los tacones, desafiante. Tú y la noche son jóvenes y hermosas como una tempestad que se aproxima.

LOS SONÁMBULOS Y, cuando duermen, sueñan no con los ángeles sino con los mortales. Xavier Villaurrutia

Se despertó al oír un ruido a sus espaldas, un murmullo de frondas embozado. Abrió los ojos y rozó en silencio sus brazos recogidos entre la nervadura de la sábana. Qué sucede, por qué no duermes —le preguntó mientras el alba ya era otra forma en los espejos. Me soñaba contigo —dijo sin mirarle. Y se dio la vuelta, cerró los párpados del sueño para buscar la piel que huía desde sus yemas, luz adentro.

126

vientos 3.indb 126

15/12/11 13:40

SOBRE MOJADO

Dame un poco de ti, llena mi copa con la lluvia que ayer tocó tu pelo, hilos de manantial, gotas de mayo en la oscura pureza de su forma. Deja que me acaricie la garganta y esclarezca la voz para nombrarte su cauce presuroso, el mar o el río resonando hacia el fin. Escanciaré el fondo de cristal con los destellos del líquido que amolda su deleite. En la orilla la sed serán los labios nocturnos animales que celebren el correr bermellón de nuestra sangre, un hálito del bosque a flor del agua.

POLAROID para Eugenio Montejo

Son siete contra el muro, de pie, y uno sentado. Apenas si conservan los rasgos desleídos por los años. Las caras resisten su desgaste, aunque ya no posean los nítidos colores que ayer las distinguieron. Entre libros y copas, las miradas sonrientes, las manos enlazadas 127

vientos 3.indb 127

15/12/11 13:40

celebrando la vida de plata y gelatina se borran en el sepia de su joven promesa. Por detrás de la foto están escritos la fecha, los nombres y el lugar de aquel encuentro. Fuimos a presentar el libro de uno de los amigos que aparece en la polaroid viendo hacia el vacío. Después se hizo la fiesta y más tarde el accidente nos llevó al cementerio. Dijimos en voz alta sus poemas. Los siete contra el muro, de pie, uno leía. Todos aún lo recordamos y casi por costumbre le voy a visitar con girasoles. Todos hemos envejecido menos él, ahí en la vista fija. Nos mira desde sus 20 años, que son los de su ausencia, con ojos infinitos de frente hacia la cámara, llevándose un verano tras otro, aunque comience a degradar su tono naranja sobre el duro cartón de la fotografía.

DOY FE

Donde dice la noche debe leerse el día, donde aparezca sombra deben estar tus manos; en donde diga brisa, ciudad que me abandona; donde dice relámpago, memoria o travesía; donde se nombra el fuego puede escucharse música; el mar agonizante donde aparezca el mar; debe decir la isla si puse ahí tu cuerpo; la dársena o deseo, cuando la niebla diga; debe quedar desierto donde escribí desierto; 128

vientos 3.indb 128

15/12/11 13:40

diluvio, adonde tierra; el tren, en vez del túnel; donde dice la playa debe decir tu sexo, prolongación del viaje contra la luz confusa; donde escribí la muerte, debe decir la vida; donde dije la vida, debe decir la muerte, máscara bajo mis huesos, desesperanza, canto sin flor, presente simultáneo, destino.

129

vientos 3.indb 129

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 130

15/12/11 13:40

JAVIER SICILIA (1956)

vientos 3.indb 131

15/12/11 13:40

Javier Sicilia (ciudad de México, 1956). Poeta, ensayista, novelista, guionista y traductor. Estudió en la facultad de Filosofía y Letras y en la de Ciencias Políticas y Sociales de la unam. Entre sus libros figuran: Permanencia en los puertos (1982), La presencia desierta (1986), Oro (1990), Trinidad (1992), Vigilias (1994) y Tríptico en el desierto (2009). Ha obtenido importantes distinciones: el Premio Ariel 1990 y el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2009. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores desde 1995. La mística cristiana es un tema central de su imaginario. A partir de ella, analiza el devenir teológico y le agrega su propia impronta. El diálogo con hechos y personajes bíblicos, el rito de lo numinoso, como diría Gonzalo Rojas, la intertextualidad, los metalenguajes, en una escritura poblada de voces ancestrales que nos hablan de otros cielos y eternidades. (mm)

vientos 3.indb 132

15/12/11 13:40

JUAN 21, 23 para Patricia Gutiérrez-Otero

Todo el día buscamos en las rocas, en los acantilados donde el mar era el límite, buscamos, bajo el dardo del sol y la luz que roía la memoria. No había nada, Señor, tan sólo el fuego mineral del día, los troncos de las viñas y Juan –¡cuántos años llevábamos buscándolo! Una breve mención en su Evangelio de que no moriría, lanzada ahí como una oscura runa (una breve mención, como la que Homero dejó del rey de Ásina y nos embarcó con Seferis).* ¿Recuerdas qué decía? Los ojos de San Juan no se cerraron Un gemido, un tañido de bronce que ya nadie escucha, cual rajada campana; así también sonaba nuestra insensata travesía en medio de ciudades sin misterio. ¿Pero Patmos, qué es Patmos? * Véase Georgios Seferis, “El rey de Ásina”.

133

vientos 3.indb 133

15/12/11 13:40

Una isla donde todo está en suspenso en medio de las venas de las rocas, como si el Apocalipsis ya hubiese sucedido, pero la regeneración no apareciera, y Juan, un cuerpo muerto con los ojos abiertos. Los ojos de San Juan no se cerraron Están tan abiertos, tan horriblemente abiertos, como un doble vacío a nuestro lado, en todas partes; como un oscuro signo grabado en nuestro ser, un asombro, un terrible vacío –ahora lo sé– que venía con nosotros desde siempre, desde que partimos en busca del rey de Ásina y, después, desde que Tú, el otro, prometiste volver y no volviste; desde que Juan –ahora lo sabemos– te aguardaba en las playas de Patmos y a él llegó la muerte antes que tu regreso. Los ojos de San Juan no se cerraron Un vacío que viene a todas partes con nosotros un vacío que viene a todas partes, y tu resurrección, y la suya, la que Tú le otorgaste cuando en las playas del lago Tiberiades dijiste a Pedro: “Y si quiero que así permanezca hasta mi vuelta, ¿a ti qué te va?”, y el Cordero Místico, y los siete sellos,

134

vientos 3.indb 134

15/12/11 13:40

y la muchacha que amé en un hotel de Cholula cuando partí a Patmos y en cuyo cuerpo percibí el reflejo de la inmortalidad, y el descenso a los infiernos, y el alma que tendrá que cruzar temblando los pasadizos de la muerte, y la Jerusalén celeste como un gran sueño que arrastra, junto con las revelaciones y lo real, el torrente oscuro de un mundo que ha perdido de vista su sustancia, la promesa de tu rostro, de tu vuelta, Señor, lentamente borrada bajo capas de inquisiciones, de Gulags, de milagros simulados. Los ojos de San Juan no se cerraron Y yo divago, contemplando sus ojos y me pregunto si acaso, en aquellos óvalos ahítos, suspendidos entre el adentro y el afuera, entre la vida y la muerte, en esas cavidades que contemplan la noche y guardan en su espera una ambigua respuesta, si acaso en ellos, donde convergen la oscura Trinidad, el horror del Último día, tu postergado regreso y el desierto, si acaso contemplan la bienaventuranza eterna, la forma del amor de aquellos que vivieron un día entre nosotros, de quienes permanecen sombra de oleaje y recuerdo en el océano sin fin de tu resurrección, mientras aguardan que todo se complete y que Tú vuelvas, 135

vientos 3.indb 135

15/12/11 13:40

o tal vez no, nada perdura salvo esos ojos abiertos, la nostalgia de esos ojos abiertos que nos miran y miran el vacío donde andamos a tientas en busca de un signo, de un vestigio, mientras el día enciende las ásperas rocas, el rojo resplandor de las mareas y sus ojos, extrañamente abiertos como dos oscuras runas donde leemos la esperanza y la desesperanza. Los ojos de San Juan no se cerraron Todo el día bajamos de las rocas, de los acantilados descendimos, todo el día, con los ojos de Juan grabados en el alma, y del fondo del mar, sobre la playa inhóspita, sobre el vacío, una paloma cruzó contra la luz, como un relámpago que hiere la mirada y desgarra las sombras... Los ojos de San Juan, los ojos de San Juan... Si fuera eso lo que sus ojos miran, si acaso fuera, entonces sabríamos que todo está cumplido.

136

vientos 3.indb 136

15/12/11 13:40

LA ESTRÍA EN EL YERMO [fragmento]

para Diego

III

Hueco, hueco, hueco, todo viene del hueco, la palabra y el cosmos la luz y la tiniebla, los espacios vacíos y las aguas de arriba y las de abajo, todo viene del hueco, las bóvedas del cielo, las lumbreras, los ciclos de los días, lo viviente, la uva que fermenta en tu entraña y vuelve con los meses, todo viene del hueco, y del hueco la vida, la historia y sus prodigios, el tiempo y el reloj y tú y yo y nosotros en lenta procesión hacia lo hueco, porque no hay más que hueco, porque todo es del hueco y al hueco pertenece, incluso los banqueros, los saciados de sí, los que pretenden aumentar un codo a su estatura, dominar la caída del cabello y llenar el vacío, distinguidos políticos, señores empresarios, custodios de la fe en el progreso, todos vienen del hueco y al hueco se dirigen. 137

vientos 3.indb 137

15/12/11 13:40

Empobrécete toda, Hija del Hombre, hasta volverte nada, porque sólo la nada es la presencia en el tiempo, porque sólo la nada es la presencia, porque sólo la nada, porque sólo. Así los artesanos van moldeando la arcilla en la fabricación de una campana, pero es el hueco quien permite el sonido; así abrimos ventanas y puertas de una casa, y es el hueco el que acoge la luz para habitarla. Empobrécete toda, Hija del Hombre, hasta hacerte vacío, porque aquello creado que te asombra es el hueco del dios que se retira; porque aquello que ves en Navidad es la mudez del dios en su palabra; porque aquello que miras en la Pascua es el hueco del dios en su renuncia, y eso que no eres es lo único que eres y ahí donde no eres es posible la vida. Y yo, Pitia de Delfos, Virgen Roja, hija de Eckhart, encerrada en los muros del sanatorio de Ashford, sibila de tres mundos, vi, más allá de la hybris, tras de la cruz gamada y el horror de los Lager, tras el júbilo atroz de las dominaciones futuras, vi al dios resplandecer como nada de sí, como ligero viento en la brisa del alba, 138

vientos 3.indb 138

15/12/11 13:40

como hueco y estría, como la suave huella que deja un caminante al bajar la marea, vi al dios resplandecer en la ausente presencia del secreto y en la luz que resuena en el silencio. Empobrécete toda, Hija del Hombre y no guardes del dios idea alguna, porque una idea sería demasiado; empobrécete toda, hasta ser nada, porque sólo en la nada el hueco del amor se hace visible, porque sólo en la nada el hueco del amor, porque sólo en la nada, en el brillo desnudo de la nada.

139

vientos 3.indb 139

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 140

15/12/11 13:40

LUIS MIGUEL AGUILAR (1956)

vientos 3.indb 141

15/12/11 13:40

Luis Miguel Aguilar (Chetumal, Quintana Roo, 1956). Autor de los poemarios Medio de construcción (1979), Chetumal Bay Anthology (1983), Todo lo que sé (1990), Pláticas de familia (2007) y Las cuentas de la Ilíada y otras cuentas (2009). Parte de su obra se reúne en El minuto difícil (2010). Su poesía es una crónica de instantes en la que desfilan lo mismo seres de carne y hueso que una galería de fantasmas. El hallazgo de un personaje, una obra, la palabra precisa, el juego verbal, acompañan su empresa literaria. Entre el ensayo poético y la narrativa, atrae a la modernidad una nómina de personajes de la mitología, dotándolos de ropaje y voz que les permite adaptarse a las tribulaciones de hoy. (mc)

vientos 3.indb 142

15/12/11 13:40

LA CAMA ANGOSTA

Es todo lo que sé. (Que es casi nada.) Ella tenía una estrella entre los senos. O así lo veía él, porque la amaba. No se exigieron boletos en la entrada pues cada uno andaba en su terreno. Es todo lo que sé. (Que es casi nada.) En una cama angosta ambos quemaban su historia y el temor; o cuando menos así lo creía él, porque la amaba. Los dos sabían muy bien la pendejada que es insistir en un amor del bueno; es todo lo que sé. (Que es casi nada.) Marzo moría otra vez; y ya se daban café con leche mezclado con veneno. O así lo sentía él, porque la amaba. Supongamos que un día ella se enfada y se borra la estrella de los senos. ¿Qué más saben los dos? ¿No queda nada? Así se dolía él, porque la amaba.

143

vientos 3.indb 143

15/12/11 13:40

CESARE PAVESE

Sólo hay un modo de hacer algo en la vida, Consiste en ser superior a lo que haces. No hay modo de escribir un buen poema Si tú no eres mejor que ese poema. Cada fantasma que dejas de matar Es un poema menos; has perdido Tus textos peleando un odio absurdo, has envarado Tu esfuerzo en un conflicto inútil. Pero No hay modo de escribir literatura Si no eres superior a lo que escribes.

CANAS

Desde el espejo. Me ha saltado a las cejas Un polvo de años.

EL CIELO Y MIS LIBROS

Cuando te mueras –dice Mi hija Mercedes– todos Los libros de tu librero 144

vientos 3.indb 144

15/12/11 13:40

Deben morirse contigo. Si no No podrán Irse al cielo contigo. Y qué aburrido Para ti Que no se mueran tus libros. Aparte, claro, de que Algunos de tus libros En el cielo Yo creo que ya No pueden conseguirse.

LA RUTA

En la hora del cendal Se abre una grieta Que es la brillante voluntad de la ceniza. Por ella va una iguana rumbo al blanco. En el momento irrefutable La iguana se detiene: La ruta se hace entonces vertical, Con baile adquiere altura Y se detiene también cuando su idea De ceniza brillante y balanceo Coincide puntualmente con la ceiba. Al centro ceniciento de la ceiba Va la iguana. Es el minuto blanco. 145

vientos 3.indb 145

15/12/11 13:40

Habrá un crujido. La iguana volteará. Entonces aparece La Xtabay. El que quiera encontrar a La Xtabay para perderse No se encontrará perdido en La Xtabay Porque La Xtabay encuentra a la que no quiere perderse. La Xtabay es el camino perdido hacia La Xtabay Al que pierda La Xtabay La Xtabay dará camino Camino de La Xtabay La Xtabay da lo perdido La Xtabay ha de perderse si hay camino a La Xtabay. Uno se creyó encontrado Y lo perdió La Xtabay; Al darse por bien perdido Se le perdió La Xtabay. Quiso de nuevo perderse: No lo encontró La Xtabay. El que encuentre a La Xtabay Que se resuelva a perderse.

CANGREJO

Cuando el cangrejo avanza hacia la luna, El mar de amor se rompe en los espejos Y hay lectores colmados de fortuna. 146

vientos 3.indb 146

15/12/11 13:40

Colmados de fortuna, los lectores Se van por el amor de los espejos Cuando la luna baja hacia el cangrejo. La luna baja. El mar se rompe. Espejos Están muertos de amor por el cangrejo Que se juega la vida hacia la luna. La luna colma entonces. Los lectores Ante la luna, son como el cangrejo: Bajan, suben, hacia el amor espejo. Tengan cangrejo, lectores; y la luna. Encuéntrense en el mar de los espejos, Queden colmados de mar y de fortuna. Rómpanse en mares nuevos, sean cangrejos En espejos de lunas y lecturas. Y amores de más, colmados de espejos Bajemos hacia el mar de los cangrejos Donde los mares son colmo del amor Y empieza la lectura de la luna.

ROMERO, EXALTADO

Nací en Chiapas. Vine a Chetumal poco después De la muerte de mi padre. En este pueblo todo mundo comentaba Mi gusto por el trago. No lo niego. 147

vientos 3.indb 147

15/12/11 13:40

Me casé con la hija del Peruano. La mayor. Violeta; blanca y con los ojos ambarinos. Fui feliz; me dejó Por el mal que me persigue: Una vez me emborraché perdidamente; Corrí por todo Othón P. Blanco disparando una pistola Que yo solía cargar de vez en cuando. Me llevaron a la cárcel; al salir –Todavía algo borracho, encabronado–, La hija del Peruano me insultó Señalando a nuestro hijo, y alegando El mal ejemplo que yo significaba. Entonces le pegué por vez primera En los tres años que duramos de casados. Al momento de saberlo fue a buscarme El hijo mayor del Peruano. Me golpeó, dejándome tumbado En una esquina amarga y humillante. Luego vino el divorcio. Y mi caída. Volví a tomar Con más empeño que a la muerte de mi padre. Acabé haciendo, como él, todo lo que juré Que nunca haría. En Chetumal las gentes cuerdas Componen mi destino Diciendo que morí de congestión. Es cierto a medias: En el fondo, me acabaron el alcohol Y el recuerdo insoportable De los ojos de la hija del Peruano.

148

vientos 3.indb 148

15/12/11 13:40

SILVIA TOMASA RIVERA (1956)

vientos 3.indb 149

15/12/11 13:40

Silvia Tomasa Rivera (El Higo, Veracruz, 1956). Obra publicada: Poemas al desconocido. Poemas a la desconocida (1984), Apuntes de abril (1986), Duelo de espadas (1987), El tiempo tiene miedo (1988), El sueño de Valquiria (1991), Altamontaña (1997) y Los caballos del mar (1997). Ganadora del Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 1988, del Premio Nacional de Poesía Alfonso Reyes 1991 y del Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer para obra publicada 1997. Poesía sin ambigüedades, la poeta veracruzana retoma de Jaime Sabines la ruta de una poética sin tapujos que se sumerge en las pasiones humanas, la ternura, la crudeza o la felicidad del destino. Marea del tiempo y la templanza del estado anímico, emoción inmediata y refugio apocalíptico; moneda para apostar, última carta, canto de fiera herida en los perplejos desiertos del amor y sus dolencias. (mc)

vientos 3.indb 150

15/12/11 13:40

EL DESEO

El deseo: pájaro negro en la noche, abre sus alas y golpea. Muerta el alma el deseo la hace espuma, los caballos del mar ya no están quietos, se exaltan y pierden. El hombre se mueve, en esa marea ahoga sus sentidos. El deseo, no es un sentir apenas, yo lo he visto enrojecer los labios de los muertos.

OTOÑO LÍQUIDO

Allá tenía dos amigos y un hombre que me amaba poseía un cuarto donde el otoño entraba por la ventana derramándose en partículas de ámbar. El sol de otoño de Madrid, frío y esperado. Yo amaba en ese entonces los bares más extraños, y el vino amargo que compartía 151

vientos 3.indb 151

15/12/11 13:40

en la puerta del mundo. “Después de Madrid el cielo”, me dijo un pirata de ojos claros una noche que la luna alumbraba imprecisa a un grupo de gitanos que bailaban en la plaza Mayor. Después de Madrid el cielo. Tal vez tenía razón. Pero tú estabas en América y ya te llevaba como espina encajada. Regresé, como era de esperarse, a las montañas. Todos mentimos cuando quemamos el fuego de la entrega. Madrid no fue importante. Mis amigos bebían un vino alegre mientras yo los miraba. Qué pasa cuando el corazón vigila las ciudades con los ojos de otros. Caray, de veras estoy triste, y si volara a ver a mis amigos. Y si estuvieras aquí para decirte que nos fuéramos juntos, y si Madrid tuviera mar.

152

vientos 3.indb 152

15/12/11 13:40

VIVIR SIN DETENERSE 1

Regresar a Madrid no es andar huyendo como un día me dijiste. No es el desamparo que nos manda el destino a los que amamos lejos, por encima del tiempo y las ciudades. Regresar a Madrid es integrarse como un hombre del mundo al estruendo de la vida que revienta en las calles. A los ríos de gente que se mira bajo una misma protección: la soledad acompañada a los ojos de uno. Y uno es, el que habla por las noches de la necesidad artera de vivir.

153

vientos 3.indb 153

15/12/11 13:40

2

Y ríe entre los otros, a pesar del amor, la mancha del recuerdo que la ciudad no borra y sin embargo olvida en los momentos álgidos del vino. Yo volvería con los ojos cerrados, a esa buhardilla con la ventana al cielo, donde un día fui feliz. Yo viviría en Madrid, si tú estuvieras. Si caminaras conmigo por la calle Mayor sin detenerte, como si lleváramos prisa por llegar a algún sitio que tuviera la marca de nosotros. Yo volvería si tú me acompañaras a la calle del Pez a ver a Segismunda. Pero eso es imposible, porque ella es una adicta como yo, al diálogo perpetuo, y tú amas el silencio 154

vientos 3.indb 154

15/12/11 13:40

y te alteran los vicios de las grandes ciudades.

FIN DE FIESTA

Porque no tengo necesidad de hablar estoy callada. Suena triste pero es más verdad que el silencio. Anoche hablé hasta que me dolió la comisura de los labios. Pero anoche era un tigre. Ahora soy aquella, la hija del hombre: sin mañana sin semilla sin voz. Sólo una idea perdida entre la ropa sucia.

LA CIUDAD

I De la ciudad no puedo decir nada porque llegué dormida como quien llega al mar a no pensar. 155

vientos 3.indb 155

15/12/11 13:40

II

Vivir en la ciudad es como un sueño largo uno no sabe nunca cuándo va a bostezar y empieza el despertar. III

La ciudad es una vaca echada nadie la vio pasar pero llegaron a sus ubres a aprender a mamar. IV

De la ciudad no amo a los que dicen que quieren regresar la ciudad se hizo para hablar el mar para callar. V

La ciudad tiene el alma de todos en un hilo invisible 156

vientos 3.indb 156

15/12/11 13:40

que estrangula las ganas de llorar. VI

En la ciudad sólo viven los que tienen valor para no regresar a morderse los sueños en el mar.

[fragmento]

El deseo recurrente, la extraña sensación de imaginarte con los cabellos revueltos en la yerba, a punto seducida por el hombre que soy, por el que he sido: la raíz de otros hombres, ocultando seguro mi propio desamparo. Otra vez quiero amarte a cualquier hora como un guerrero a fuerza de la entrega. Aunque la lluvia caiga sobre el bosque y todo sea un espejo irremediable; el que ahora contemplo detrás del escritorio como un desdoblamiento de la imagen.

157

vientos 3.indb 157

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 158

15/12/11 13:40

JORGE ESQUINCA (1957)

vientos 3.indb 159

15/12/11 13:40

Jorge Esquinca (ciudad de México, 1957). Autor de Alianza de los reinos (1988), Paloma de otros diluvios, El cardo en la voz (1991), Isla de las manos reunidas (1997), Vena cava (2002), entre otros; en 2004 reunió su poesía bajo el título Región, 1982-2002, y Descripción de un brillo azul cobalto (2009). En 1990 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes y en 2009 el Premio Iberoamericano de Poesía Jaime Sabines para obra publicada, así como el Premio Nacional de Traducción de Poesía 1991. Pertenece al Sistema Nacional de Creadores. Los primeros libros de Esquinca exploran las cualidades paisajísticas y plásticas del lenguaje –suben y bajan en el vértigo que va de lo microscópico al firmamento–; mientras que en los más recientes la voz alcanza una concentración y una precisión que, libre de florituras, se desnuda y vuelve urgente. Metáforas, correlatos de una interioridad, cualidades aéreas del mundo: en su poesía abundan los pájaros, las amadas presencias invisibles, los animales fantásticos. (ljb)

vientos 3.indb 160

15/12/11 13:40

PARVADAS [fragmento] I

Oscuras pasan las aves que emigran más allá de la mirada, seguras en su rumbo, flechas vivas para el corazón austero del hombre. Sueño de los llanos se alzan gloriosas contra el cielo dispuesto, donde estrena sus claridades la mañana. Hijas de una voluntad solar, dividen el día con el amplio cuchillo de su vuelo. Y la mirada se rinde ante la fuerza de su abrazo inalcanzable. Señoras del aire, domadoras de súbitos ventarrones, hacen de la intuición una certidumbre: su vuelo es siempre un oráculo que se cumple. Y el poderío de su reino se cifra como la palabra que el deseo sopla hacia los quietos desiertos del cielo.

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LOS RIELES

Bendice, blanca Señora, al más humilde de tus peones. 161

vientos 3.indb 161

15/12/11 13:40

Concédele vía libre para llegar a Ti. Ilumina sus noches con el carbón encendido de las máquinas. Que tus ojos claros sean, en toda encrucijada, brújula y linterna. Todo tren un potro ligero hacia tu Reino. Llévalo, gentil Señora, de la mano de los durmientes. Administra, con tu prudencia infinita, su pan de cada día y cubre con tu sombra favorable los rieles errantes de su casa. Aquieta sus pasiones, deja escapar en la medida justa el vapor de su caldera. Apártalo del estruendo de furgones y góndolas salvajes. En el vasto ferrocarril de sus breves días, no le des asiento en el gobierno, pero guárdale siempre un sitio discreto en el vagón de tu confianza. Bendice, blanca Señora, Virgen de los Rieles, a tu hijo más humilde: tierra suelta que dispersas con tu manto.

DÉJÀ-VU

¿Dónde te he visto antes? ¿En la fatiga del agua estancada que miraba desde el Ponte del Diàvolo en Venecia, sin poder apartar los ojos porque el recuerdo de una imagen –que ahora he olvidado– me lo impedía? ¿Dónde te he visto antes? ¿En el estanque milagroso de Los nenúfares, 162

vientos 3.indb 162

15/12/11 13:40

en los destellos del petróleo que se demoraba junto a los muelles del Sena, en la penumbra que anegaba las crujías de una fortaleza junto al mar? ¿En qué estación, en qué clima te he visto antes? ¿Sería en otoño, luego de las lluvias, cuando caminaba por la Avenida Mazatlán y tuve entonces este mismo sentimiento, como si de pronto hubiese perdido la memoria de una imagen que había considerado imborrable y un instante después me descubro perdido en la contemplación de ese charco, mirando con una minucia febril el revoltijo de hojas y raíces, de lodo y pétalos y ramas, mirando como quien apuesta su vida en la mirada? ¿Fue quizá entonces que te vi por primera vez, cuando cayó la hoja y entre las ondas surgió el mismo rostro que en Venecia y París, el mismo que apareció en las pinturas de Monet, el mismo que miré en la oscuridad de una celda en San Juan de Ulúa, mi verdadero rostro –el tuyo– en un tiempo distinto, mi rostro de un tiempo ya perdido?

TINDARAPO

Hay zonas de mi cuerpo que nunca visito. En sus alrededores el aire es un sofoco de manglares, un acecho de zancudos sobre el pentagrama del insomnio. En estas regiones habita el tindarapo: se alimenta con la cercanía del mar, medra con la falta de brisa. Nadie mejor que esta alimaña encarna mi porción oscura de universo, mi bancarrota estelar, mi naufragio en vaso de agua. Inútil tapiar las ventanas, administrar botadores a las puertas –el tindarapo está dentro. Pulsa en mi 163

vientos 3.indb 163

15/12/11 13:40

cuerpo su constelación repulsiva: llena un fuelle con el aire que me falta y sus tenazas de cangrejo zodiacal oprimen mi sexo como la mano de Dios a sus rebaños. Hay zonas de mi cuerpo: tercas barrancas, ciénegas, leprosarios que nunca visito. Pero el tindarapo cruje, avanza sigiloso, teje la sombra cotidiana. A veces digo que lo vi y está en tus ojos.

DESCRIPCIÓN DE UN BRILLO AZUL COBALTO [fragmentos]

Cada árbol es umbral la garza lo atraviesa en el momento preciso y se posa ahí ese ahí es lo sin nombre que la garza sabe a su manera entra sin esfuerzo se posa se va cuando tiene que irse nunca antes ni después como si el irse fuera otro umbral un árbol que el instinto dicta y ella escucha sin esfuerzo 164

vientos 3.indb 164

15/12/11 13:40

no sé cómo suceden estas cosas declara María de Jesús Crucificado pero los árboles se hacen de este tamañito así la voz que leía Las Rosas junto a una cama de hospital era la voz de una estación por venir era a la vez un puente y su tránsito como si el irse fuese otra manera de estar de alojarse durante el tiempo justo en la rama invisible de un árbol que no sabemos Cómo olvidar esos incendios la quemazón rozaba el cielo el aire se teñía de tizne la carretera serpeaba en torno al fuego ardía el rastrojo la tierra crujía como una hoja en llamas el viento atizaba los rescoldos la lumbre 165

vientos 3.indb 165

15/12/11 13:40

envolvía el coche azul cobalto donde viajaban azorados los cisnes salvajes ésta es mi canción de cuna dijo el fuego mi forma de hablarles en un lenguaje que conocen nuestra casa era mudanza nos barrió el fuego dijeron los cisnes cómo olvidar esos incendios la memoria viaja en una red de juncos salta precipicios duerme en una roca se disfraza de niña a mitad del mar “léanme Las Rosas el fuego cambiante del abrazo” pidió sin voz no pudimos oírlo cisnes al fin soñábamos con los ojos abiertos el mundo en llamas la materia del sueño 166

vientos 3.indb 166

15/12/11 13:40

Los jardines se abren con un soplo las paredes se abren la garza se desliza entra se posa guarda silencio guarda el silencio como una flama inmóvil nos observa sabe el lugar la hora nunca antes ni después vigila nuestra cama de hospital anida en los hombros llagados de mi padre mide los pasos de esa muchacha egipcia que avanza por las frondas “Dios es el sol” dijo sin voz no pude oírlo un soplo dispersa los jardines un soplo su dulce saliva negra 167

vientos 3.indb 167

15/12/11 13:40

la garza permanece quieta alerta callada y nadie dicen puede ver el sol cuando se sueña

168

vientos 3.indb 168

15/12/11 13:40

MINERVA MARGARITA VILLARREAL (1957)

vientos 3.indb 169

15/12/11 13:40

Minerva Margarita Villarreal (Montemorelos, Nuevo León, 1957). Premio Nacional de Poesía Alfonso Reyes 1990, Internacional de Poesía Jaime Sabines 1994 y primer lugar de poesía en el Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz 2010. Autora de Pérdida (1990), Dama infiel al sueño (1991), Epigramísticos (1995), El corazón más secreto (1994), Adamar (1998), De amor es la batalla (en colaboración con Daniel Kent, 2002), La condición del cielo (2003) y Herida luminosa (2008). Villarreal ha recorrido el sendero de la experimentación formal y la diversidad temática para arribar, desde hace algunos años, a lo que podemos considerar como su voz definitiva. Un tono que lo mismo deriva hacia la celebración de los sentidos, del erotismo y la libertad de las percepciones oníricas, que abreva en los veneros de la elegía. (ljb)

vientos 3.indb 170

15/12/11 13:40

fuego en el centro de la página emanación que eleva entre celdas el oro del lenguaje en busca de otro cielo que herida y muy enferma estoy de amores Lenguas de su detenimiento en ese campo blando la batalla en torno a Amor bajo la medialuna helechos y ríos de cadencias aves y olas de lagartos entre hojas de espuma y borradores cércame de manzanas y de olores desátame de trabas de túnicas sandalias asciende ya conmigo tus muslos tu albedrío que herida y muy enferma estoy de amores Signos de brazos que acarician Abre tus ojos adéntrame en la balsa de tu lecho estáncame de rutas que se cruzan (cércame de manzanas y de olores que herida y muy enferma estoy de amores) La fiebre del deseo que viaja en el palacio de la página 171

vientos 3.indb 171

15/12/11 13:40

No hay más techo que estrellas No hay más lluvia No hay cimiento asidero ni granito ni mármol o alfombra meditada Como espejo la colcha en la playa del lecho bajo la medialuna Todo fuego es un río que ilumina con ansia los cuerpos que se aman Sus lenguas entrelazan trascienden ya la página apuntan destemplando el mentiroso muro que herido y muy enfermo estás de amores.

Esta herida mana bajo los cielos mana de sus cabellos tu cuello la espalda la piel más mármol y durazno el pelo alzado Puedo entrar al silencio que de golpe da el agua puedo entrar a la calma que es silencio que llama puedo entrar a la llama que desgrana la herida un jarro un vientre grifos de largo pico 172

vientos 3.indb 172

15/12/11 13:40

La cicatriz también es un pasillo de manos breves de pétalos serenos Al borde del estanque al fondo de la alcoba el silencio brilla mece tus años acaricia Álamos de la alfombra sabinos entre sábanas la casa iluminada desde tu fuego brota y esta muchacha espera Bajo los cielos cercados de ventanal y muro clausuradas las puertas las aldabas presas que el espacio cercena ellos trenzan sus astas embisten a lo ancho lo bajo del pecho lo hondo Tras los cristales cerros ciervos Ojos por la herida cuellos Herida de Dios Esta herida mana bajo los cielos mana de tus cabellos la espalda la piel más mármol y durazno el pelo alzado pude entrar al silencio del agua pude entrar a la llama La cicatriz también es un pasillo 173

vientos 3.indb 173

15/12/11 13:40

un vientre y al borde del estanque una muchacha asoma como si se entregara

EL CÍRCULO

Azul desde la niebla el silencio me cerca sobre un barco que parece ser cama en un mar que congela Es cárcel el cuarto la corriente del viento en boca del estómago la nublazón en su círculo de ámbar Oscura entre las sombras que desde el muelle arrastran se me doblan las piernas se me viene la náusea se me entumen los huesos y el silencio me llama mas su aliento es palacio es ventana de un reino que duerme La luz de los relámpagos y dentro la catástrofe demonios al interior del vientre todos los colores en su lucha el miedo la fuerza de no poder estar la dimensión alejando la muerte No pude darte el viento No pude darte lo que más quiero el viento que por ahora no puedo tocar y veo tras la ventana 174

vientos 3.indb 174

15/12/11 13:40

El cielo y el amor pasa atraviesa mi carne Velaré por ti así sea la carne devorada Éste es el círculo Una anciana el desierto hace miles de años el testamento y su definición su pañoleta y la vida en su falda y el fuego en sus manos Sin poder levantarme un ardor en medio del estómago como si le hablara a la piedra al derrumbe de piedras que se vuelcan encima de la cama o el barco que se nubla de polvo en las entrañas Tú venido del origen de la tierra donde encontramos los cadáveres también en este hoyo brilla una señal una lesión cuando la vida nos engarza como dos polos que la nutren hasta formar en un hilillo de aire un pensamiento Desde esta luz de infierno yo te llamo como si le hablara a la piedra en algún sitio me oirás y volverás para que ella florezca Éste es el círculo algo estaba por llegar 175

vientos 3.indb 175

15/12/11 13:40

niebla de todos los días garras de aire infierno Necesito que vuelva la vida de tu voz

LA MESA DE OMAR KHAYYAM

La pátina del hierro el amarillo adobe el óxido adoquín con su grano de luz Un eco un chillido un pájaro elevando los incendiados muros que el fuego amó Gravitaciones torceduras no navegues la duda siembra en el margen oscuro de las cosas el brillo del silencio Entro y salgo es el viento la puerta Entro y salgo y la puerta es tu pecho Entro y salgo y tus labios me besan me besa tu inclemencia me atraviesa tu viento a la orilla del río con su suntuosidad de hojas flotantes de viñas y de higueras cuyos frutos devoran los pájaros 176

vientos 3.indb 176

15/12/11 13:40

en nuestra habitación porque a las perlas suceden los rubíes o la sangre Manteles de alabastro las copas esparcidas los cuchillos el hierro en que clavaste como una imagen fija el corazón Todo flota y el espacio deja de serlo La muerte y lo que llama de la muerte Entro y salgo y vuelvo a entrar en el instante en que el vino se vierte sobre la mesa con su paso de lluvia y vuelven tus sandalias y tus pies a mi pecho y mi lengua en tus dedos mi saliva Porque la noche fue contada entre los días y vino entre los meses y prendió su grano de luz la oscuridad Cuando este templo asciende en este espacio en esta mesa inicias mi canción 177

vientos 3.indb 177

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 178

15/12/11 13:40

JOSÉ ÁNGEL LEYVA (1958)

vientos 3.indb 179

15/12/11 13:40

José Ángel Leyva (Durango, 1958). Ha publicado los libros de poesía: Botellas de sed (1988), Entresueños (1990), Catulo en el Destierro (1993), El espinazo del Diablo (1998), Duranguraños (2007), Aguja (2011). Es director general de La Otra, revista de poesía+Artes visuales+Otras letras. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Olga Arias 1990 (Gobierno de Durango-Bellas Artes) con el libro Entresueños y el Nacional de Poesía 1994 convocado por la Universidad Veracruzana. En el 2009 se hace acreedor del Premio Durango al Mérito Literario. La poética, la infancia, la reminiscencia, el diálogo en el interior de la literatura, el juego de la palabra, son algunos de los elementos característicos de su proceso creativo. Poeta que trabaja el lenguaje con oficio en una propuesta decantada y rigurosa. (mm)

vientos 3.indb 180

15/12/11 13:40

NAGUAL 10 Poeta

Al final uno se convierte en lo que escribe o no con mano propia Quién habrá de creer en tu nagual si no olfatea el temblor de la imagen aterida muerta de miedo ante los ojos que la observan Borrón mancha signo tipográfico Tinta sin control en el papel desierto Chorro de sombras en la hoja infestada de olvidos predadores de lo nuevo Urgencia de oxígeno en la cumbre o en el fondo donde no volamos ni anduvimos con las branquias puestas Levantas la tapa y ves tu propia muerte Bulle el gusanero de letras debajo de un título y de otro Parecen luces de neón cubiertas de ceniza Tu máscara y tu nombre ocupan el lugar de esa persona que no llegaste a ser Un día cualquiera la ahogaste con la almohada Algo de ti quedó en su testamento Acabas de nacer Alguien te lee 181

vientos 3.indb 181

15/12/11 13:40

MI ABUELO a Juan Gelman

Mi abuelo tenía unos largos cuchillos afilados y un extraño silencio de sauce en las pestañas Dice mi padre que era experto en matar de un solo tajo abrir las bestias en canal y desollarlas con pericia Desvanecer en cortes cirujanos a la presa Mi abuelo José Ángel no pensaba en el dolor ni en la muerte de la carne Cada mañana en su interior se desangraba una palabra Un pinchazo al corazón se le clavaba al hundir el pan en el café matinal en medio de los fiambres Imaginaba que encendía temprano un horno amasaba harina y enseñaba a los nietos a inventar formas con nombres que se encienden al calor del barro El carnicero despertaba en su local de garfios y de sangre Rebanaba piezas de res de cabra de cerdo de cordero Callado Regalaba a la clientela una sonrisa calma A veces el alcohol recuperaba el sueño el aroma del pan las ascuas brillantes de sus ojos grandes Tomaba la calle con risa y voz desconocidas Compraba en el retorno a casa la mejor repostería Murió el abuelo porque el trigo le dolía al miocardio antes de conocer nietos y de ser viejo Sus hijos heredaron de mi abuela el magisterio y una sentencia que dijo era de José Ángel 182

vientos 3.indb 182

15/12/11 13:40

“La palabra es al hombre lo que el hombre a la palabra” Abandonó la familia el matadero por un salón de clases En mi infancia recuerdo a mi padre sacrificar animales con manos de maestro escribir discursos y poemas para grandes banquetes en una comunidad analfabeta También lo vi hacer hornos y pan junto a mi madre Ahora me pregunto al escribir sobre el abuelo en dónde quedaron sus largos cuchillos afilados los nombres de la harina En dónde la palabra-carne

EL ÁRBOL DE LA MUERTE

El viento aclara la novedad del follaje Entre los huecos de los pájaros anidan el estupor y la zozobra Puñados de sombras parecen agitar las ramas Sólo ausencias se desprenden del árbol de la muerte Cuelgan sin gravedad medusas del dolor Vienen desde abajo con la raíz en la cabeza del gusano que aprende a florecer sin frutos

183

vientos 3.indb 183

15/12/11 13:40

EL POETA LLEVA UN TIRO EN LA CABEZA a Fausto

Pensaba que la muerte no dolía mas sintió una explosión de dolor en la cabeza Era un joven intenso de Colombia Hombre niño viejo Le gustaba arriesgar el corazón en la ruleta y jugar a darle sentido a las palabras a ponerle nombre a los sucesos que la demencia y el horror definen innombrables Se puso a revolver las letras del revólver Se puso el chaleco salvavidas Alquiló su vida como escolta ¿En qué país estoy? se dijo cuando la bala le rompía la frente y se alojaba estupefacta en el cerebro Nunca perdió el conocimiento ni la imagen vívida del arma ¿En qué país estoy? interrogaba a los curiosos el guardaespaldas boca arriba con ojos de poeta de mártir de extraviado de suicida

184

vientos 3.indb 184

15/12/11 13:40

¿En dónde sobrevivo? se pregunta ese hombre cuando escribe y le pesan los versos como plomo y le vuelven los nombres de la muerte ¿En qué país en qué país? repite la bala estacionada en la cabeza.

LA POESÍA

Pasaban los árboles veloces de mi infancia El autobús me arrancaba de los ojos uno a uno los pinos y las nubes Devoraba el asfalto tembloroso de la sierra Yo dije la palabra inútil y vi la mirada de la muerte Su tieso semblante y la rigidez del aire que no pesa y no camina ¿De qué están sembrados los sepulcros que no echan hacia fuera gusanos sino flores? Toc toc toc toc toc toc Sonó mi cráneo o calavera hueca Alguien llamaba desde el bosque Pasaban las sombras de los árboles y repetí con balbuceos la palabra aliento Un velo en el cristal de la ventana la colocó al revés y en forma de conjuro Entonces las fosas de la tierra dieron a luz mi propia lengua 185

vientos 3.indb 185

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 186

15/12/11 13:40

JUAN DOMINGO ARGÜELLES (1958)

vientos 3.indb 187

15/12/11 13:40

Juan Domingo Argüelles (Chetumal, Quintana Roo, 1958). Poeta, ensayista, editor y crítico literario. Entre otros volúmenes de poesía ha publicado: Como el mar que regresa (1990), A la salud de los enfermos (1995), Todas las aguas del relámpago. (Poesía reunida, 19822002), Cuando escribía poemas (2005) y Contra el aire y el cielo (2006). Ha obtenido los siguientes premios: Nacional de Poesía Efraín Huerta 1987, Gilberto Owen 1992 y Nacional de Poesía Aguascalientes 1995. Canto luminoso el de este escritor sureño, que lo mismo hurga en la intensidad del trópico que en las extremas comisuras de la urbe mediante un tono que oscila entre la alabanza, la ternura, la alegría y el amor, así como cierta tendencia por recordarnos el lado oscuro y desdichado de la vida. Poeta de ritmos precisos, su diálogo con el rencor, el poeta, la poesía y el lector son permanentes, lo mismo que sus reflexiones periódicas sobre la cultura nacional. (mc)

vientos 3.indb 188

15/12/11 13:40

A LA SALUD DE LOS ENFERMOS para mi hijo

Está bien, te lo diré: no pensaba en la muerte, pues si he bajado a los infiernos era por ver la maravilla que hasta hace poco era la vida. Entre el azufre y el espanto probé otra vez de aquella culpa para poder seguir viviendo. Y ya he pagado mi tributo. Lo que viví vale la pena: vengo escocido y chamuscado y aún me rasco y más me hiero a la salud de los enfermos.

TRAICIONES

El traductor que soy de tus desvelos, te traiciona, lector, y no te nombra, plagia tus sentimientos más enfermos; copia tu situación, arde en tu llama. 189

vientos 3.indb 189

15/12/11 13:40

COMO EL MAR QUE REGRESA I

El mar siempre regresa; sus montañas saladas se alejan, pero vuelven; abren las cicatrices de la arena; rebosan de infinito los ojos que lo miran. El mar regresa siempre porque siempre está solo; vuelve a buscar las playas. Regresa. Sabe que te hallará porque los que están solos saben que alguien está siempre esperándolos. II

El mar no acaba nunca de regresar; apenas lo has mirado ya se ha ido; apenas lo has perdido y ya te encuentra. Para decirle adiós es necesario no irse nunca; quedarse junto a él, frente a frente y sin prisa, pegar tus labios a su beso húmedo y sentir que no hay tiempo, 190

vientos 3.indb 190

15/12/11 13:40

que no hay lugar, que no hay límites; saberlo, y nada más, como cuando se ama, como se afirma uno al ser que ama, como hace uno razón la fe, la dictadura del amor. III

En la tumba del mar crecen cofres cerrados, botellas que nunca han sido abiertas, canciones olvidadas, elementos nocturnos que se han perdido. El mar les da cobijo bajo su frágil cuerpo y los pone a danzar en la noche para que se enamoren. Hay campanas también, nombres y huesos, cartílagos que ya se disolvieron, elementos del día, material de los sueños. Yo me pongo a soñar esta materia para que cuando duerman mis hijos su alegría vean lo que el amor ha conservado más allá de la arena y de la ceniza.

191

vientos 3.indb 191

15/12/11 13:40

DE ÉSTOS HABLO

Mientras los buitres trazan círculos alrededor del sol, como planetas, los poetitas con sus versos tiernas romanzas acompasan; buscan el más elaborado de los silencios y ordenan a sus tripas que no gruñan; los buitres no quisieran comer carne tan flaca, tan desabrida como yeso, tan poca cosa como un hueso con una piel seca y sin brillo, pero no hay nada bajo el cielo para pegar el picotazo sino estos pobres infelices que gimen, muerden, se desgarran pero no aflojan sus corbatas.

ENTRADA EN MATERIA

Al mar dije que no. Dije también ya no más cielo, ya no más canto al manantial ni al eco grácil y purísimo de sus aguas que bajan de la más alta inmensidad. Ahora solamente nombraré la desgracia, dije y le puse nombre. Para que arda más la herida 192

vientos 3.indb 192

15/12/11 13:40

le puse sal y miel silvestre, y que se escalde así el amor, y que se escalde, así, mil veces.

ORACIÓN DE LA LUZ a ella; ella sabe por qué... Esta dedicatoria es para que la lean los demás: son palabras privadas que te dirijo en público. T.S. Eliot

I

En medio de la noche, en la marea más alta de la más alta oscuridad, una luz me despierta, pasa sobre mis párpados como el sol más ardiente sobre el mar. II

Eres tú la que brilla en la estancia nocturna, tú la del resplandor, tú la del fuego, tú la que incendias 193

vientos 3.indb 193

15/12/11 13:40

este sueño, antes que la mañana me sorprenda con los mismos asuntos del ayer. III

Señora de mi amor: estás llena de luz, y resplandeces, plena, ante mis ojos. Inútil es que alumbre la lámpara en su sitio: su luz es luz opaca, su luz no alumbra nada; no es nada ante la luz del resplandor. IV

Afuera está la luna, pálida entre los árboles. Yo corro las cortinas para que nunca sepa que hay una luz más grande que la lumbre del sol. ¡Arda la noche en medio de estas cuatro paredes donde al sueño le prestas el fuego de tu luz! 194

vientos 3.indb 194

15/12/11 13:40

V

Gozo este insomnio lento como un temblor de angustia: la hoguera de tu cuerpo desnudo, iluminado, deja huella en mis manos cual brasas en la piel; desciendo al Paraíso, me elevo hasta el Infierno, e insomnemente atizo las llamas del placer. VI

Señora de mi amor: la pálida mañana despierta en estas páginas. Son las que yo escribí mientras te amaba; tienen huellas del fuego que apenas se apagó: Son de anoche el rescoldo. ¡Ojalá tengan luz!

195

vientos 3.indb 195

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 196

15/12/11 13:40

BAUDELIO CAMARILLO (1959)

vientos 3.indb 197

15/12/11 13:40

La poesía de Baudelio Camarillo (Xicoténcatl, Tamaulipas, 1959) contiene una eminente inclinación erótica y metáforas de la naturaleza. Crea un escenario donde el cuerpo de la amada y el enfrentamiento amoroso son los protagonistas principales. Su obra ha tenido poca difusión en los medios literarios hegemónicos, aunque logra trascender el aislamiento. Estudió la licenciatura en Ciencias Sociales y se desempeña como profesor de Educación Básica. Ha publicado los libros Espejos que se apagan (1989), En memoria del reino (1994), Poemas de agua dulce (2000), La casa del poeta y otros poemas (2002), La noche es el mar que nos separa (2005). Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1993 y Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2004. (ml)

vientos 3.indb 198

15/12/11 13:40

Digo tu nombre como si saboreara un fruto de seis letras. Calma mi sed y mi hambre el pronunciarlo; es mi naranja a la hora del calor, la manzana que muerdo mientras sueño. Al despertar lo pongo entre mis labios para que surja el día; al sentarme a la mesa lo encuentro entre las frutas del frutero. Lo pronuncio sabiendo que endulzará mi sangre, lo mezclo con el agua y me lo bebo. He plantado también semillas de tu nombre en el humus más fértil de mi cuerpo.

Aguas hechas de asombro alzan la juventud desde donde desciendes a posarte en mis manos. Eres el mejor verso que han leído mis labios. Un verso que se mueve, que hace crujir las hojas que caen sobre mi sueño. Y así, cuando caminas, cuando pasas erguida en los jardines que el mediodía te tiende, entonces, si me hablas, tu clara voz hace temblar la luz en todos mis espejos. 199

vientos 3.indb 199

15/12/11 13:40

Ella es el mundo. En sus ojos la luz destila sueño, en su pelo la noche anida sus estrellas y en su voz beben agua las palabras marchitas. Más abajo la luz formó densas colinas: ahí duerme el asombro, ahí reposa el agua sus destellos que ciegan. Existe entre sus piernas un perfume que sirve para atar arco iris, para domar las furias más salvajes. Pero lo más preciado, lo que conmina a arqueólogos y aventureros ávidos a subir esas cuestas de luz endurecida es la certeza de que hubo un paraíso con árboles frutales de los cuales aún quedan las sombras.

Sólo dos versos forman este poema; en medio de los dos está tu nombre.

En la estancia clarísima de un cuerpo abro los ojos. La piel registra un esplendor que ciega. Soy un ladrón al que le prenden luces imprevistas; me descubro llenando mis sentidos de un nítido fulgor; mis manos, de ternura; mi boca, de dos pechos como blancas manzanas. 200

vientos 3.indb 200

15/12/11 13:40

Sólo imágenes claras amueblan este cuarto donde dos cuerpos tocan sus cuerdas más sensibles. En la caricia exacta, nuestras manos iluminan con firmes pinceladas la pared de la carne. Aquí vivimos; nuestra casa es un cuerpo cimentado en la noche. Pero esta noche quien pase por la calle mirará la ventana que al hacer el amor iluminamos.

He despertado y oigo el canto de los pájaros que anidan en tu sueño. Una luz que abre puertas y descorre cortinas nos encuentra desnudos. Duermes aún. La luz penetra en ti como en el agua, tu piel llena de sol las paredes del cuarto. No hay una nube que cruce por mi voz, ningún rastro de niebla en mi garganta. He despertado con la palabra clara; de tu cuerpo sin sombra surge el día. Quisiera despertarte con los ramos de flores que nacen en mi beso y entrar por tu mirada hasta tocar el árbol donde cantan los pájaros.

201

vientos 3.indb 201

15/12/11 13:40

Nada pudo la noche; nada pudo el invierno ni la lluvia contra el verano intenso de mi carne. Ahora estamos desnudos. Comenzaré a besar tu piel, a ararte con mis manos, a fecundarte toda, hasta que broten flores en tu cuerpo.

Ella besó mi pecho y floreció de pronto un campo de amapolas en mi carne. Una piedra podría dar flores hermosísimas si labios como aquéllos la besaran; cuánto más este cuerpo: tierra húmeda y fértil.

Vi caer su vestido y visitó la luz los más oscuros rincones de mi cuarto. Se recostó en el lecho y ascendí por su piel buscando la dorada manecilla de la puerta de entrada al paraíso. Después bajé despacio hacia el olvido: más allá de su cuerpo todo estaba en penumbra. 202

vientos 3.indb 202

15/12/11 13:40

LA BARCA

Despierto a medianoche y hay una tenue claridad sobre tu cuerpo. Desnuda duermes como una barca sobre un mar tranquilo y yo desde mi acantilado te contemplo absorto en la promesa de una feliz navegación. ¿Hacia qué nuevas islas conducirás mi sueño? Despierta ya, hincha de luz tus velas, naveguemos, y que tus brazos y tus muslos se abran como breves paréntesis de luz en el largo discurso de la noche. Antes de que estuvieras junto a mí. Antes de que tu barca encallara en mi costado y fueras noche a noche la promesa de islas, los límites del mar los fijaban mis brazos. Ahora los fija el sueño. Y yo que siempre había dormido en tierra firme, que he sido en todo serio, metódico, sensato, ahora subo a tu barca sin que nada me importe naufragar. Sinuosas son las olas y la barca magnífica. En la alta mar de un lecho, en la alta noche, sobre la línea ecuatorial, con velas desplegadas, navegamos. Hemos dejado en tierra, sucios de polvo y miedo, nuestros nombres, 203

vientos 3.indb 203

15/12/11 13:40

nuestra pesada carga de asuntos cotidianos y vamos mar adentro, rítmicamente unidos, cadenciosos. ¿Qué estrellas interiores orientan la proa de nuestra barca? Negra es la noche y sin embargo tras de nosotros queda una estela de tiempo iluminado. Porque el placer se mide con un frágil reloj de arena de oro la eternidad sobre tu barca siempre es breve. Alargamos conscientes la duración del viaje y a punto de llegar, ebrios ya pero aún ávidos, damos vueltas y vueltas en torno a nuestra isla. Basta entonces el golpe de una ola inesperada, la luz de un leve grito o un beso como un soplo de viento en nuestras velas y enfilamos directo hacia las playas. Debajo de mi cuerpo, desnuda, eres la barca. Arriba de mi cuerpo, desnuda, eres la vela y no puedo decir que soy la barca entonces porque arriba o abajo me contienes. Sólo cuando yacemos de costado, abrazados, felices, somos la misma barca y el que navega es Dios.

204

vientos 3.indb 204

15/12/11 13:40

JOSÉ JAVIER VILLARREAL (1959)

vientos 3.indb 205

15/12/11 13:40

José Javier Villarreal (Tecate, Baja California, 1959). Poemarios: Estatua sumergida (1982), Mar del norte (1988), La procesión (1991), Portuaria (1997), Bíblica (1998), Fábula (2003) y La santa (2007). Premio de Poesía Aguascalientes 1987, Premio Nacional de Poesía Alfonso Reyes 1989, Premio a las Artes de la Universidad Autónoma de Nuevo León 1990, y Premio Nacional de Poesía Amado Nervo 2008. Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Empresa de riesgo escritural y honda imaginación, la obra de Villarreal afina y decanta una línea atemperada del neobarroco. En sus poemas de belleza inestable se congregan citas, referencias, alusiones crípticas, pasajes bíblicos, frases del habla popular, imágenes clásicas. La vocación por la imagen y la trama de Mar de fondo deviene, en los discursos de Fábula y La santa, una intensa complejidad temática expresada bajo la más estricta proliferación lingüística. (jlb)

vientos 3.indb 206

15/12/11 13:40

BRUJAS a Susana Pagliettini ¡Hace siglos que Brujas está muerta! María Enriqueta Camarillo

De la tormenta es el aire que llega a puerto, el olor a pobreza, el frío de invierno. Y del aire es esta ciudad, este grito contenido. Brujas es el puerto que no existe, la mentira primera, el sol de media tarde. Es apenas un recuerdo con sabor a tabaco donde los viejos jubilados se dan cita, se reúnen a charlar, a fumar, y a tomarse el vaso de cerveza de las tres de la tarde (Los viejos jubilados fueron jóvenes amantes, hermosos marineros, insaciables comerciantes y mezquinos funcionarios; fueron todo aquello que no son, todo aquello que desprecian). Pero Brujas no es una ciudad de viejos como Bristol o La Jolla, no es una ciudad donde la arena se vuelva huella de la muerte. Brujas es, como ya se dijo, una mentira frente a un mar inexistente.

207

vientos 3.indb 207

15/12/11 13:40

Es domingo, y ni siquiera las gaviotas se ven por las calles, ni una sola muchacha de trenzas amarillas me espera frente a su ventana, nadie ha levantado el periódico que, en el porche, el viento comienza a deshojar. Es domingo, y solamente un grupo de muchachos camina por el muelle bajo el peso de la abulia y el cansancio. Brujas, como todo puerto, es un trozo de madera podrido por el tiempo, una embarcación fantasma que nadie ha visto, la maldición que venció al guerrero; la hierba que cubre tu cuerpo.

LAS LÁPIDAS DE LAS VIEJAS ZORRAS INGLESAS

Pound hablaba de ciertas zorras que en las praderas se tropezaban, golpeaban, descalabraban contra las duras lápidas. El aire tensa las cuerdas. En los ríos los cadáveres de los sabuesos ingleses, serios, a punto de cerrar los ojos. En las cercanías un joven motociclista acaricia a su pareja, camino abajo, la villa se difumina en ruidos ahogados, en pataleos desesperados de cabras elegidas al sacrificio. Pound, un día, se pasó toda la mañana en una mecedora junto a Yeats, 208

vientos 3.indb 208

15/12/11 13:40

hablaron de poesía, de preceptiva, de pintura y del arte de la cacería. Hace tiempo ya de eso… El joven de la motocicleta remonta: la pareja yace inmolada sobre la hierba, arriba un pájaro canta. Entre las lápidas la caída del rocío, la voz de los arcángeles aburridos, sobre las piedras la afilada escarcha, el silencio de los ángeles. En 1968 la navaja pasó degollando corderos que no estaban elegidos, cuerpos que fueron tragados por la ceniza, por la espesa humareda que alborotó el buen humor de los príncipes y ese día salieron de cacería, salieron con sus sabuesos de triste mirada, salieron con ellos de punzantes colmillos a devastar los bosques, las colinas, las praderas; a remover las piedras. Fueron sentándose a comer sobre cadáveres, a rumiar el horizonte cercenado. De esto hablaba Pound cuando se refería a ciertas zorras que en las praderas se tropezaban, golpeaban, descalabraban contra las duras lápidas; de esto atinó a decir cuando habló de los viejos culos ingleses, de la barbarie de los descendientes británicos cuando se encontró con Yeats. El viento sopla muy despacio, muy lento sobre la hierba de las praderas, 209

vientos 3.indb 209

15/12/11 13:40

la brisa remueve pasiones que se quedan estáticas por el pánico, y las zorras filosas persiguen a la liebre, alargan su carrera hasta las costas, donde no se detienen, donde no se paran, donde no rehúyen su marcha, donde se pierden de vista.

CANCIÓN Si no te sigo, me huyo. Jorge Guillén

Hiedras. Lebreles rondan, certifican, aclaran la pendiente en pedruscos diminutos, ojerizos y rapaces que te sobrevuelan; hallan en el musgo, en la pelusilla la sombra de tus dedos, la bestia hinchada con sus cinco puntas, con la flor de estambre y rostro enjuto; salivera escurriéndole conforme continente donde inclinar la espalda, el círculo de olvido, la tatuada de manos, de ortigas los cabellos, la dura sal en el mantel; ese 210

vientos 3.indb 210

15/12/11 13:40

rincón de purgamintos pajes que de asombrarse no se cansan; escuecen sí, para finiquitar las almas, el recortable y tírese donde la venta alargó el abrazo, la cuna, la dibujada mano. Tratábase del amor que mueve las estrellas. Entonces el gesto de los muertos, el abanico dibujando el gesto de los vivos, el frío salobre, los huesos derramados, el huso quebrado por la princesa que atiende el mostrador, sube la cubeta y moja el migajón, la tulipana suerte de sus pechos por la canora ensoñación. Lagrimeaba sobre la mesa y Nadie bajaba de la mano, soplaba en medio, en los azúcares del alma, en esa fluente rota, reclinada y sedienta, enfermiza, entre las rugas del que pasa alborotando la tristeza. Después de lo vivido el amor congratulaba los instantes, las horas detenidas en sus cuerpos gemebundos.

211

vientos 3.indb 211

15/12/11 13:40

EXILIO

Coníferas de mentes. De zetas desligadas a baños y aguardientes. Destilados que corren en hinchazón visible. En sordo bostezo que fue imponiendo, cobrando, estableciendo su lugar. Tuerca o avería que a tanto sudor no había sometido las cárceles aquellas donde bendecir equivalía simplemente a recordar la infancia, el pozo, la escasez, la lectura con el foquito pendulando. Pasaban las novelas, los calabozos y aventuras, las ansias de venganza en un pudridero que nos hacía oler los distingos, la solidez aquella en su compacta realidad de no dejarnos nunca. Ahora, en esta isla anunciando por los caminos que somos los raros, los que salimos sin abrir la puerta. Caminamos, rentamos un auto, pedimos una visa y acumulamos kilómetros. Siempre sentados esperamos. La balsa se deshace. La portentosa fiesta apenas movemos la colita. No se trata de gusanos, de situarnos Fuera del juego, de recoger canicas, muertitos de alma blanca, o vivir de prestado. Seguimos en un consulado, en una embajada o en una secretaría. Tenemos hijos que no hablan como nosotros, que ven programas 212

vientos 3.indb 212

15/12/11 13:40

indecibles, abarcables con los sentidos lastimados, con el perro aullando, orbitando la calle que no se le permite. La pátina, el suceso, la sala y el pasillo, los cuartos en hilera; y si preguntas diremos que no, que estamos prontos, que nos esperan en Berlín o en Londres, que nuestros amigos sufren, que triunfamos en Córdoba o Granada; pero aquí nunca, jamás. No nos comprenden. Que artistas somos con el ojo pegado a la belleza; pero si te sobra, si te llega a sobrar, sabremos cómo agradecerlo de mano de las musas, de las cuerdas o los ganchos, de esas latas de pintura que se van acumulando como tragos y tragos que disparan las ideas, la noción de paraíso, de una isla, aunque esté rodeada de peligro y no de agua y el café nos resulte menos dulce y haya quien pregunte y nos espere. Porque agradecer sabemos a pesar de lo vivido.

LA SANTA [fragmento] I

Sobre la superficie los durmientes de un día de campo de manteles y canastos. Flores, rompeolas, sudarios de pescadores llorados por sus jóvenes esposas a la orilla de la noche, 213

vientos 3.indb 213

15/12/11 13:40

frente al plato reluciente bajo la bombilla del foco, en la intemperie de las sábanas mojadas de tan extraña luz que abrasa el silencio de donde surgen estatuas, edificios de ventanas estrechas, hijos por las veredas arreando sus ganados, aplaudiendo el milagro de la tarde, la punta sostenida en el puño de la muchacha que hace el mandado en la feria de contar las horas vueltas días, semanas y meses acumulados entre los cajones y sartenes, en la pantalla arenosa del televisor, en la tosca puerta clausurando los cantos que vienen de tan lejos, las sales carcomiendo el marco y las bisagras, el fuselaje, las barricadas con sus sacos de arena, la espera tan comprometida de esas mujeres en ella aguardando el regreso, el oleaje propicio que anegará la soledad, el abandono, el silencio y sus cáscaras de limón cubriendo el piso, el pasillo, los rincones más lejanos. Haciéndole saber que ya no está ese que la hacía desdoblar las sábanas, lavar las toallas, almidonar el cuello de las camisas. El que se fue con ellos arrastrando redes y anzuelos, y sólo, de tarde en tarde, se le aguarda con los cirios quemando la yema de los dedos, atesorando cristales, 214

vientos 3.indb 214

15/12/11 13:40

azules puntas clavadas en el bajo vientre donde los eucaliptos cierran el horizonte, desatan las naves y se va formando una estela donde leer el rostro de esas horas vueltas días, de esos días en salones y mercados. Cuentas y listas que dejó su abandono. Cuentas, saldos y listas cuando el frío se carga y es hora de apagar la luz, cerrar los ojos, fingir el sueño. Es el viento lo que se desata allá afuera, pero es un mar embravecido el que se desata aquí dentro.

215

vientos 3.indb 215

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 216

15/12/11 13:40

TEDI LÓPEZ MILLS (1959)

vientos 3.indb 217

15/12/11 13:40

Tedi López Mills (ciudad de México, 1959). Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 1994, becaria del Fonca en el mismo año y Premio Villaurrutia 2009 por su libro Muerte en la rúa Augusta. Entre otros libros ha publicado Cinco estaciones (1989), Un lugar ajeno (1993), Segunda persona (1994), Glosas (1998) y el volumen de ensayos La noche en blanco de Mallarmé. La propuesta de López Mills abreva en poetas clásicos y de lengua inglesa, además de una voluntad de concertar moldes inusuales para su escritura. Voz de ritmo sostenido e imágenes que suelen desdoblarse a su vez en otras imágenes, experimentación y erudición apuntalan poemas que son sistemas abiertos, especulativos, alimentados de otros discursos. Un teatro de la inteligencia armado sobre estructuras que buscan ampliar los límites del decir lírico. (ljb)

vientos 3.indb 218

15/12/11 13:40

CONTRACORRIENTE [fragmento]

B Contémplalo: mi trozo de mundo, mi invertido paraíso de hoja rala, mi entronque de grava con polvo; mide el día filtrado por la madera, su tiempo de menos tras la columnata de árboles, su vestigio de una vista en la reincidencia del campo; huele la peste en lo que medra, la hierba mala, la hierba de espina, la que se enrosca, símil más trance, por el rabo en vaivén de una vaca; escucha el timbre de último día en el mugido, las campanas detrás resonando con ese dolor semejante, la herida a conciencia que socava el destino desigual de un cuerpo; y pregunta: ¿qué conoces? cacharro de mustios reflejos, suena a verdad la mentira: el Ser-ahí con la sonaja de un pensamiento adentro, leve estribillo: ese soy lo que soy; vaca, oveja, borrego, el venado de las visiones, el ciervo de la nieve del poema de una duda: ¿queda vida tras la imagen? 219

vientos 3.indb 219

15/12/11 13:40

nieve de sol negro escuché alguna vez, promontorio blanco en la noche; hay cola para presenciar el desenlace; mi paraíso tendrá los mismos tonos, los mismos matices ideológicos (mi omisión perpetua ante la causa) que este día de lucro para la sombra.

PARAFRASEAR [fragmentos] V

Define alma, me pide; yo copio pero antes matizo por agudeza: alma de qué, de cuándo, de dónde, no siempre es la misma (como si yo supiera); hay alma de lugares, de cosas, de animales, el perro la carga en su hocico, alma, ven, alma, acércate, perro muerde su alma, la mía es otra, grito, silbo, el loro la trae de lío, se embarra en la tierra su plumaje como ungüento, pasto del pasto, significa algo, alma tiembla, se lastima, yo la tengo a veces, un piquete en medio del zumbido, dura el dolor como si se desprendiera la costra no de la piel sino de la memoria que se retrae tan pronto se acuerda: 220

vientos 3.indb 220

15/12/11 13:40

¿alma? es el rebuscamiento súbito entre tela y pelusa cuando me tocas, luego lo que palpo cerca de mí, tu pie debajo de la colcha, su promontorio en miniatura cubierto apenas por la luz del foco, no me parece tan real, masticando palabras para asombrarte descubro más evidencias de ira que de cariño: ¿será eso el alma? o las presiones mutuas en su epidermis de aire calcificado por viejo hasta que se parte en dos y reclamo la porción donde hinqué el diente, la broma ya trillada: ven, perro, ven; no pude postergarte, en mi mente siempre distingo el milagro justo antes del acertijo: alma la colocas y cabe aunque se sienta la pieza suelta. XVI. [Hospital General] ¿Estamos todos? ¿Ellas y ellos, los perros y las parcas? ¿Los entes y las castas? ¿Los creyentes, los dolientes, los buenos y los malos? ¿Están las moscas? ¿Están los roedores, las polainas de plástico y los charcos de rubor laminado? ¿Están las siluetas del teatro mudo, los dedos introspectivos del manco, los zapatos perdidos de paso en paso? ¿Está el mundo, está la humanidad, estás tú, estoy yo? 221

vientos 3.indb 221

15/12/11 13:40

¿Quién falta? ¿La clemencia? ¿Se comparte? ¿Se divide? La mitad ya es mía. Ponla aquí, en el centro, bórrame luego con tu trapo tan útil tu trapo tan gris, disípame con ese gesto de somos tantos que no importa uno, qué fácil la identidad cuando se cuenta por individuos pero en masa los dígitos traman sus propias trampas con los volúmenes dispersos de carne por allá y espíritu por acá, entonces uno es todo y todo es ninguno. Ah, sagaz. ¿Dónde he oído eso? ¿Y lo bonito del mensaje: humildes, dispares, compasivos a pesar de las hormas irrepetibles: yo soy yo y tú eres tú aunque nos lastre el diluvio? ¿Y la cara de alguien para apegarse, reticente tras el umbral, el diablo dibujado en la sonrisa, enjuto diablo, expresivo? ¿Para qué lo meto? Ni con los fuegos más taimados, mi amor irrestricto y simple, por ejemplo, logro sacarlo más tarde. Hoy vengo penando, me dice, y se aleja por la puerta donde entramos todos.

222

vientos 3.indb 222

15/12/11 13:40

MUERTE EN LA RÚA AUGUSTA [fragmentos] 7

La primera vez que vio el mar Gordon hace años en Newport Beach se quedó tan impresionado que ya no pudo pensar en nada ese día ni esa noche. De pie en la arena, descalzo, sus piernas blancas dos columnas delgadas frente al horizonte, le comentó a Donna: nunca lo habría imaginado tan grande, tan inestable. ¿Es gris o azul ? Siguió mirando el mar ya sentado en la arena. La espuma se arrojaba en la playa con pedazos de madera, plantas, conchas, no lo podía creer, Gordon, tanta espuma dando vueltas una y otra vez, tanta agua erguida para caerse con las burbujas en el borde sin durar, para qué, le preguntó a Donna, ella lo miró incrédula: no seas payaso, Gordon, a ti qué te importa, y salió corriendo hacia el mar. Gordon se fue acercando a la orilla con cautela, como un cazador astuto (se dijo a sí mismo) que no sabe si matar o perdonar a su presa movediza, timorata. Quién eres, le espetó al mar, porque alguien se removía allá dentro, alguien hacía ruido en el agua, 223

vientos 3.indb 223

15/12/11 13:40

complicaba el silencio en la esfera perfecta de ese domingo tan preparado por Gordon en su mente: ahí estaré yo con Donna, pondré la toalla grande en la arena que aún no conozco y encima la canasta repleta de comida, servilletas, platos de plástico y una rosa para ti, amor, y Donna me dará un beso rápido y yo le diré, Donna, te quiero. Pero no estaba ocurriendo así, el mar de enfrente, el mar que no se quitaba de la vista, inquieto, reiterativo, qué pide, preguntó Gordon con la mueca ya caída como una boca postiza. Vio la cabeza de Donna en el agua atravesada por un destello diagonal y se sintió ofendido. Qué mar tan poca cosa, le gritó, ya en el borde, el agua se fue arremolinando en sus tobillos, les dio la vuelta con su espuma varias veces como si buscara algo en la piel para quedarse y no pudiera, raspándola entonces antes de irse, musitando entre las piedras, tú, yo, tú, yo, sol, sol, sol, pícate los ojos, cuervo de pacotilla, cuervo de cartón. Ya déjame, dijo Gordon, 224

vientos 3.indb 224

15/12/11 13:40

mar pastoso no eres más que lo mismo mareado, y lentamente, sin dejar de vigilarlo, retrocedió hacia su toalla.

19

Debajo del árbol de mil hojas, Gordon ya no sabe si es señor o niño, si mí es yo o él es tú, si a veces el aire luce blanco o la cabeza se tiñe de azul. Aprieta los ojos, la línea amarilla en las pestañas se extiende por su horizonte y una cruz de calor –óyelo bien, Anónimo– se va clavando en la quietud. Plomo punzante, eso siente Gordon en medio de la cara; mira el jardín de todos: estratos de tierra, anaqueles de insectos antes de toparse con la medianía subiendo al cielo. El jardinero Jaime aparece justo por el borde del pasto, cargando una manguera en espiral sobre el hombro. No ve a Gordon en su sombra debajo del árbol. 225

vientos 3.indb 225

15/12/11 13:40

No ve que Gordon lo mira agitando la mano. No ve las palabras que le avienta al viento. Me tumban, teme Gordon, me tientan, mañana mando más migas, más mallas, más vidrio, se sorprende, vida para el agua; mañana seguro don Jaime pulcro pulirá el ciego vidrio de esa alberca cuando busque algún reflejo y lo encuentre atrancado detrás de la mugre de alas y moscas flotando como yo, Gordon, que mido mi tamaño a espaldas en el óvalo y pateo hasta que sale Donna de la casa gritando desde lejos: ¡Gordon, estate quieto, ya basta! Mañana, se dice o le dicen, señor simio, niño dulzura, de la grava a la gratitud, de la piedra a la piedad, ¿habrá consuelo? Mañana me dará lo mío Anónimo, y yo le gritaré desde la hierba: creer qué o letras de quién, pelando los párpados como si al quitar la piel se remediara el daño de tanta perplejidad. Señor yo, niño mí, estas letras que se juntan en palabras 226

vientos 3.indb 226

15/12/11 13:40

no son las mías, yo, Gordon, sólo conozco el silencio de un escritorio bajo una luz indiferente, las cuentas enredadas con otro tiempo, dramáticamente, árbol de mil hojas, de números fijos está hecho el infierno, al menos hoy.

227

vientos 3.indb 227

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 228

15/12/11 13:40

SERGIO CORDERO (1961)

vientos 3.indb 229

15/12/11 13:40

Sergio Cordero (Guadalajara, 1961). Licenciado en Letras Españolas por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Su propuesta poética podría resumirse en los versos de su autoría: “La vida ahora es tan leve./ Cualquier cosa puede darla al traste, ya no el odio sino el amor mismo”. La pesadumbre de ser consciente, como la plantea Darío, la encontramos expuesta en la poesía de Cordero, en la que subyacen el amor y el desaliento amoroso. Por momentos se deleita en la imprecación, amparada en un andamiaje melódico que privilegia la forma de la silva castellana, entre otras formas tradicionales de acentuación prosódica, dando solidez expresiva a su desengañada visión del mundo. Libros de poesía: Testimonios del día (1983), Vivir al margen (1987) y Sonetos familiares (2001), entre otros. (ml)

vientos 3.indb 230

15/12/11 13:40

LA BICICLETA a Minerva Villarreal

La bicicleta lanza su sombra al pavimento –interminable cinta– como sólo ella sabe. La sombra crece, se estira allá, muy lejos, y alcanza la otra orilla; luego viene y me cuenta o, si no, desaparece, se pierde en un suspiro y otra surge despacio para cubrir la ausencia de la sombra que somos mi bicicleta y yo. Continúo pedaleando, ruedo vertiginoso, me trago el pavimento de esta noche; luego miro el reloj: la una y quince. Me hundo lentamente por el paso a desnivel, desaparezco apenas, pero vuelvo a surgir del lado opuesto como si así espantara a una parvada de pájaros chillones y el mar, atrás, me fuera persiguiendo.

231

vientos 3.indb 231

15/12/11 13:40

Finalmente, cansado, adolorido, me detengo a las puertas de la casa. Dejo la bicicleta en la cochera; reclino sus manubrios pensativos –el niquelado brillo de su acero– y mi propio cansancio de cara a la pared.

CURRÍCULUM VITAE

Dilapidó en estúpidos proyectos el caudal de su ira y después miró ante sí una puerta. Fatigado, tuvo que recargarse en el dintel de sus cuarenta años antes de abrir la puerta y contemplar sus perspectivas. Más allá, el futuro o el destino –el nombre es lo de menos– le dieron a elegir varias salidas: el corazón que estalla, la ventana al vacío, el largo viaje detrás de un escritorio.

232

vientos 3.indb 232

15/12/11 13:40

Sensatamente optó por lo primero.

FRAGMENTOS DE UN DECURSO AMOROSO

Desde un volkswagen pequeña isla rodeada de sábado, contemplo la distancia: mi alma es una línea; el horizonte trazado por la mano que te sintió madura, fresca por dentro como una manzana. Y deseas que te muerda. 1 no seré Dios pero he creado el amor a tu imagen y semejanza 2 quédate a contemplar el circo de la arena y el viento que la erosión sabrá de nuestra historia 233

vientos 3.indb 233

15/12/11 13:40

3 he partido mi pan en dos mitades pero te doy las dos 4 para llegar al día yo escalo por tu cuerpo el abismo 5 como el río nos deslizamos uno en el otro por fin hemos llegado 6 no cohabitamos cohabitan solas nuestras soledades.

234

vientos 3.indb 234

15/12/11 13:40

* También dan fruto los árboles del parque –pero sólo de noche y por parejas.

LA SEÑAL

Derrumbaste tu castillo de arena, tu mausoleo en mitad del desierto sin suponer que, desde las montañas –garabato en el cielo, línea sobre la piel–, llegara este imprevisto personaje. Su pupila te deja vagar por los pasillos y grabar las paredes con la piedra que te lapidaría si revelaras, no importa de qué modo, tu deseo. Habla con él porque no tendrás otra compañía, porque no la tuviste durante años.

235

vientos 3.indb 235

15/12/11 13:40

Pero si pide, antes de marcharse, una señal que pruebe su visita, no le entregues la piedra; entrégale tu puñado de arena.

EL OTRO POETA Todas las cosas a las que me entrego se hacen ricas y a mí me dejan pobre. Rainer Maria Rilke

Esa esclava que obsedió al orfebre adorna la muñeca del guarura. La última acuarela del suicida se multiplica en el papel tapiz. La sinfonía del niño prodigio fue adaptada para un comercial. Ese verso en el que concentré años de experiencia y reflexión es el slogan de un vino corriente o remata el discurso de un político. Todo aquello a lo que me entregaba ha quedado tan pobre como yo. 236

vientos 3.indb 236

15/12/11 13:40

SOBRE LA CUERDA FLOJA

No soporto esta íntima intemperie. El presente es irreal y confuso el pasado. Toco el futuro como un vidrio roto. Bajo mi piel el verde serpenteo de las venas me llena de estupor. La vida ahora es tan leve. Cualquier cosa puede darla al traste, ya no el odio sino el amor mismo. ¿Qué busco en la mirada que los demás esquivan? ¿Qué intento al despertar de madrugada cuando salgo a respirar el fresco y encuentro un largo túnel? ¿En cuál horror camino? Acaso sobre la cuerda floja donde todos bailan creyendo felices que la vida no es otra que el confortable infierno de las repeticiones cotidianas. Lo otro pasa afuera en la pantalla del televisor.

237

vientos 3.indb 237

15/12/11 13:40

LOS PADRES

Era mi padre un hombre como todos, pero quiso ser más ganando más, ser el mejor teniendo lo mejor; ser alguien pues, decían, era nadie. El sueño de mi madre era ser otra. Pensaba que vivir como una reina es en verdad vivir y, al ver cómo era su vida, prefirió seguir soñando. Ella quería negar; él, afirmarse: no se entendieron nunca. Por tal causa tuvieron hijos que sentían extraños. Son lo que fueron, no lo que quisieron: mi padre –muerto– al fin logró ser alguien, mi madre –viuda– al fin logró ser otra.

238

vientos 3.indb 238

15/12/11 13:40

DANA GELINAS (1962)

vientos 3.indb 239

15/12/11 13:40

La poesía de Dana Gelinas (Monclova, Coahuila, 1962) asalta espacios inusitados en la poesía mexicana. El centro comercial, la sociedad de consumo y el papel de la mujer en éstos, son temas recurrentes en algunos de sus libros, lo que tal vez se deba a la influencia de la poesía en lengua inglesa, a raíz de su labor como traductora. Su poesía elabora una interesante recuperación de la poesía social, sin tintes militantes. La música de su verso es ríspida como la geografía desértica en la que se desarrollan algunos de sus textos. Ha publicado Bajo un cielo de cal (1991), Poliéster (2004), Altos Hornos (2006) y Boxers, con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes en 2006. (ml)

vientos 3.indb 240

15/12/11 13:40

LÁPIDA PARA UNA MUJER LIBERADA

Como Diana, primero una flecha al centro de un hombre; como Penélope, tejer la tela de araña; caminar siempre un paso atrás, como Eurídice; salir del baño, como Afrodita; leer de noche, como Minerva; amar a una bestia, como Pasífae; cultivar en exclusiva la tierra de tu casa, como Gea; predecir la infidelidad, como Casandra; vengar al marido, como Hera; memorizar uno a uno los rasgos de Narciso, como Eco; todo para morir en tu país sin que te lapiden... como a una extranjera.

VENUS

Despojada del velo, la mascarilla, y el rubor más sutil de virgen eterna; 241

vientos 3.indb 241

15/12/11 13:40

libre el cuerpo del corsé, la faja, y el fino maquillaje de las piernas, lejos la modulación de la voz y ni la sombra más diáfana en los párpados, resurge el más puro volumen del yeso. Desarmada y terrible podrían morderla, dejarla caer; su infinita epidermis es huella innegable de la evolución de su especie.

CIUDAD DE CAL

Yo nací bajo un cielo de cal, donde la sombra era cada vez más luna menguante y la noche sitiaba su propio espejismo.

242

vientos 3.indb 242

15/12/11 13:40

Ese lugar no era lo que se dice un vergel y sin embargo mi abuela y mi madre –cuando madre y niña– alcanzaron los racimos maduros de tanto tiempo que esperaron bajo el portal. Ante mí, en cambio, un día se abrió el suelo de la casa. Allí brotaron, uno por uno, los males que no alcancé a nombrar a tiempo, en el pecho esa prisa maldita, un dolor de piedra en la espalda, un infinito miedo a lo finito como una sombra que va siempre adelante y una voz que cortaba, tan amarga, lo que antes era mi alimento. Por eso escondo ese pueblo y oculto su paz de polvo. Ahora, que en esta rabia recomienzo una cosecha, vuelven a mí las sombras prolongadas del desierto y en sueños se desgrana un racimo ácido de insomnio y un constante porqué, como en sordina.

243

vientos 3.indb 243

15/12/11 13:40

ALTOS HORNOS [fragmentos] 13

En un lustro, los automóviles pierden el esmaltado de fábrica. En un buen día de calor las cuatro llantas nuevas se derriten sobre el pavimento. Un trabajador del asfalto, uno de tantos, ¿después de un lustro conserva los surcos dentro de las sienes? ¿Recuerda algún consejo de su padre, o alguna plática con su madre? ¿O se aferra a media docena de instantes de su vida, los apunta en la palma de la mano y no vuelve nunca más a abrir los sesos ante nadie? A nadie como yo, que se atrevió a preguntar a una cuadrilla de obreros –para una investigación de preparatoria– si no era mejor el campo que el asfalto, por lo menos para cosechar algo. 14 “Hubo otro gran robo en Altos Hornos de México” –sigo escuchando a los que mantienen los Hornos con vida–. 244

vientos 3.indb 244

15/12/11 13:40

“Del Sur, unos llegaron con sus números a declarar la quiebra. Antes vinieron otros y se llevaron los millones que pudieron. “Contratos, fraudes. No sabemos cuántas toneladas robó el ex presidente Salinas, que ahora cambia por yenes. Quería el acero, los trenes, los autobuses, los bancos. Dios lo tenga en el infierno”. 15 ¡¿En el infierno?!, ¡pero si esto es el infierno! ¡Que Dios le conceda una semana como obrero de los Hornos! “¡No, señora, usted que escribe no haga bromas con Dios! La fundición es un trabajo honrado. No huele bien, se irritan los ojos, y, si se descuida uno, puede morir ese día”.

245

vientos 3.indb 245

15/12/11 13:40

16 Perdón, le pedí perdón, porque me pareció lo único decente. 17 Sin ira en el pecho, escuché de nueva cuenta: “Es un trabajo honrado”. En ese momento, un traje de asbesto con forma humana jaló una cadena con fragor suficiente para volcar dos toneladas de magma de acero.

A LAS PUERTAS DEL ALMACÉN

Venus del escaparate, la del corazón como una manzana rosada, tú, soberana imbécil del Topos Uranus, ¿de verdad fuiste tú misma quien dictó el poema del cuerpo semidormido de las mujeres de la tierra a los diferentes oídos de los grandes poetas?

246

vientos 3.indb 246

15/12/11 13:40

ISLAS DEL DEPARTAMENTO DE BELLEZA

Como en una Bagdad de escaparate voy por la pasarela de espejos. –Para que no pesen los párpados para las manos suaves para el cuello liso para los senos firmes para un derrière perfecto para el brillo del cabello para los ojos brillantes, reina. Las hechiceras del Departamento de Belleza se desdoblan en pregones: buscan envolverme lámpara en mano. Maldicen a mis espaldas.

VAQUEROS

Yo me puedo tardar dos horas en elegir los pantalones perfectos: de mezclilla, a la cadera, incluso al ombligo y con el largo reglamentario. ¿Para qué?, 247

vientos 3.indb 247

15/12/11 13:40

para que en el mundo de los hombres sean apreciadas sólo las nalgas. Yo no. Yo no veo el trasero ni las pinzas de enfrente, ni antebrazos con manos musculosas ni bíceps, ni cuellos. Me concentro duramente en el área enardecida del corazón, y sólo pienso en el glorioso San Valentín.

248

vientos 3.indb 248

15/12/11 13:40

MARÍA BARANDA (1962)

vientos 3.indb 249

15/12/11 13:40

María Baranda (ciudad de México, 1962). Poeta, editora y traductora. Ha publicado, entre otros títulos: El jardín de los encantamientos (1989), Fábula de los perdidos (1991), Ficción de cielo (1995), Los memoriosos (1995), Moradas imposibles (1997), Nadie, los ojos (1999), Dylan y las ballenas (2003), Ficticia (2006), El mar insuficiente. Poesía (1989-2009). Su poesía ha sido traducida al francés, inglés, japonés, alemán, italiano, turco, rumano y lituano. Ha obtenido los premios: Nacional de Poesía Efraín Huerta 1995, Iberoamericano de Poesía, otorgado por la Villa de Madrid, España, 1998, y el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2003. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores. Su poesía es autorreflexiva, retoma la tradición, los cánticos, el himno, el largo aliento. Adquiere un tono de solemnidad amparado en el cuidado formal de sus versos, lo que no le impide alcanzar grandes momentos de emotividad y lucidez. (mm)

vientos 3.indb 250

15/12/11 13:40

FICTICIA [fragmentos] (Ciclo del cielo) I

Un cielo de cal arde en mis ojos. La muerte es todas sus metáforas. Su voz es la vehemencia de la tempestad, el trueno en la fiesta de los locos. Cae el hilo de la consolación y el desamparo, cae el agua de la luz entre los pájaros, cae el que ama y el que odia cae, el que es distinto y sonríe ante la espuma del abismo. Se desploma el laberinto con las plumas del ganso. Quién le ladra al misterio enrojecido de un gusano, quién destroza los días galope de un camino, quién palpita ante una cruz de fuego transparente, dónde el silencio que implora el alba en la garganta los colores de un sol perdido en nuestros días de niños. Surge un remolino sobre la tumba azul del insepulto, dibuja contra el sueño la juventud del lúcido y la sed del infeliz verdugo. Nada espero de Dios y sus cuchillos, nada del fuego irracional y proceloso, nada sé de la paz que quiebra al disoluto. 251

vientos 3.indb 251

15/12/11 13:40

Todo lo que arde aquí es la ambición ávida y sangrienta del que pide muerte sin decir vida. El cielo es una piedra cincelada, es un mirar los siglos en palabras, el polvo saturado por la sangre, la sangre que de noche nos abrasa. Arde el cielo de mercurio, es el aire que precipita la visión de quien excava, es un camino errante en el silencio de la infancia, es una voz cegada, un sueño de miedo para aflojar la boca y escupir la sangre del corazón antologada. El cielo aquí ya nos alcanza, es una hora exacta donde la luz se oculta y las nubes sólo se alzan para marcar distancia. El cielo es cada muro, es el grano de arena que revienta y cae en el fulgor del ojo como un chopo que arde peligrosamente en la ebriedad del alba. (Alguna vez de niños guardamos el grito de Simbad en nuestra cama.) Ahora la muerte se pinta en los vitrales, como un grito del hombre entre la tubería, como un delito azul del fuego mismo, como la historia del corazón del hombre sin memoria. 252

vientos 3.indb 252

15/12/11 13:40

IV

El cielo está en mis ojos, es un cansancio caído de la pluma de Dios y sus volúmenes, el exterminio de un labrador y la dura nota de una tierra sin consuelo, frágil ante el silencio de los hijos y los hijos. El cielo cae del cielo al aire en la serenidad de un monte comprometido con el lento grito de sus cardos, es el vuelo contraído desde la niñez con un tordo retirado a la soledad de un aeroplano. Yo vine aquí, para soñar que el mundo era uno y era todo y que en su voz se filtran los sonidos que se prueban en lo oscuro. Puedo golpear el mundo con mi fuerza, puedo liar contra la sinrazón del pensamiento, puedo lamer la sangre de una estatua rota en un baldío de niebla, puedo sentir mis piernas y mis brazos en mi ciudad de fuego levantada en armas, congelada en el sueño del amanecer. Puedo creer que hay una página que no está escrita por Dios y sus filibusteros. Es una página mía en el libro de nadie. Es una hoja de árbol que respira como una escama muerta. Es una oración para decirla en el descenso, 253

vientos 3.indb 253

15/12/11 13:40

apremio de mi voz, hija de Minerva, última de mi especie, ahora puedo concluir esta vida intolerable esta vida de sal que huele a estanque seco. Puedo pintar en esa hoja blanca el nombre que he olvidado, con el temor y el miedo de haber visto una carnicería ajena con los ojos de un sepulturero. Sé que puedo. Habré de iluminarme con una lágrima negra. VIII

El cielo es mi frontera. Es mi parte de sal y paraíso bajo los párpados inmóviles del náufrago. He llegado hasta aquí cuando la aurora era la justa distancia para acercarme al otro: aquella adolescente déspota que fui en el musgo, en el leve rumor del sol bajo los muros. ¿Alguien dijo mi nombre bajo la ley profana del silencio? ¿Cuántas fueron las calles que alimenté con lumbre? ¿Quién cortó la rosa enferma y sin defensa para el último de la tribu? Yo fui la pesadumbre de cáscara y de fuego cuando en el templo los monigotes de Dios eran el grácil cordero del delito. Yo estuve en esa barda de bambú cuando la primera 254

vientos 3.indb 254

15/12/11 13:40

y última idea era arrancarle las uñas y los dientes a la imaginación del buitre. El buitre inverosímil con su recado de guerra. Cada momento del alba, cada instante de la aurora era encontrar un reflejo palpitando entre las ciénegas del miedo bajo un cielo rojo que rugía y desfilaba por el tímpano de los hombres huecos. Los hombres de paja que habitan el poema, los sin nada, los cuerdos del séquito y del abismo, ángeles de la virtud y la amenaza, progenitores de la antesala del infierno. Dante no hubiera dudado en dibujarlos con su brillante piel de pez amargo en la frontera. Entonces era mi infancia y yo tenía apenas mil y un años de caminar en esa hoguera, de aguardar el ataúd de las palomas, el templo de Éfeso y la superstición de Homero. Mil y un años de ser niña en los viejos senderos de la fiebre y del entendimiento. Todo me parecía inmenso. Había sables a la velocidad del sueño y una liturgia de cánticos y misas para el hereje y su púlpito de gansos en las entrañas de los cuerdos. Manchas en la ecuación del paraíso, pústulas y ruinas en la amistad del árbol, pequeños líquenes 255

vientos 3.indb 255

15/12/11 13:40

para el paso enfebrecido de un tiempo en que éramos algo, acaso apenas el vértigo del desencanto.

256

vientos 3.indb 256

15/12/11 13:40

ROXANA ELVRIDGE-THOMAS (1964)

vientos 3.indb 257

15/12/11 13:40

A lo largo de la obra de Roxana Elvridge-Thomas (ciudad de México, 1964) se produce un destilado de elíxires y venenos, donde la sustancia de su poesía se compone de resonancias antiguas (Ausìas March y San Juan de la Cruz) que se actualizan en la variedad efectiva de su verso. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 1990 y el Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa 1999. Becaria del Centro Eurolatinoamericano para la Juventud en 1993 y del Fonca en dos ocasiones. Autora de los libros El segundo laberinto (1991), La fontana (1995), Imágenes para una anunciación (2000), La turba silenciosa de las aguas (2001) y Fuego (2003) entre otros. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 2004. (ml)

vientos 3.indb 258

15/12/11 13:40

VOZ

En la roja mordida del viento, en la arista que punza las yemas, en la sangre vertida, en la entraña aromada de incienso, en el dulce tósigo hirviente, en el pétalo, en la savia, en la cruel amapola. En el ritmo que prende furioso, en el lánguido hablar del oboe, en el gozo, en el llanto, en el fuete certero, en el bosque incendiado llega, palpitante, hambrienta, la voz que se cuela en el cuerpo, que inunda memoria y sentidos, que escuece caminos, que duele. Que es un enjambre de peces lejanos, que es parte del aire y la piel y los ojos. La lengua espera su acero, el oído pena por ella, muere apartado de esa voz lejana y dulce, en tuétano metida.

259

vientos 3.indb 259

15/12/11 13:40

DOLOR Si ves el ciervo herido que baja del monte, acelerado, buscando, dolorido, alivio al mal en un arroyo helado y sediento al cristal se precipita, no en el alivio, en el dolor me imita. Juana Inés de la Cruz

Indigno romper de columnas desata su acero sediento y vierte calderas de hiel por aletargados, anatómicos surcos. Rata enorme, enloquecida, clava colmillos certeros en pez por demás vulnerable. Ciego látigo. Perfora con furia resquicios, invierte el código errante, corroe los huecos. Deslumbra, certero. Indómito ser inasible, horada la fuerza, tuerce el sentido, aspira el aliento, desarma y se va.

PIERO DE FLORENCIA, PERFUMERO REAL, CONFIESA Inmóvil bulto soy de fuego y yelo. Pedro Calderón de la Barca

Conjugo los aromas. Encarno la ponzoña en la profundidad del vino, en granados manjares, en ungüentos que prometen el albor. 260

vientos 3.indb 260

15/12/11 13:40

Certero, helado, atosigo sin piedad a quien me indican, inflamo sus sentidos sin mudar sereno porte. Ofrezco a los incautos dulce y claro postre (me viene bien hacerlo en el postrero) que entorpece, duerme, seca, si se hace en el instante conveniente. De fuego muerto embriago las esencias, las pomadas, solimanes, que avivan resplandores de mañana y corrompen los miembros al ocaso. Festejo a los sentidos, agasajo al engaño que alimenta mi fortuna y la desgracia de quien toco. Entro por la piel embellecida, el aroma seductor, el agradable gusto y alcanzo, con mi arte, a desgarrar miembros internos, infecciono el corazón, destrozo el hígado, deshilo el cerebro. No gozo con la sangre enviciada que se arroja, con ojos de bestia lastimada, con gritos, con hieles, pestilencia. Dejo ese placer al que ha comprado mis servicios. Soy tan hábil, tan capaz, el mayor artífice en mi ramo. Y ahora, entumecido, me sorprenden los espasmos, las abejas que derriban mis entrañas, los fluidos pestilentes, el ardor. Y no encuentro la vista de quien pudo, astuto, derrocar al rey de los venenos. para Raquel Huerta-Nava

261

vientos 3.indb 261

15/12/11 13:40

CÁRDENO PLEAMAR

Bulle río bermejo en las arterias. Es egregio astro quien te imanta y funde su faz en los alientos. Vino espeso, vierte su calor por vestiduras. Aroma la entrecarne y sus confines, errante y súbito destino deseado por papilas del extraño. Es dios y es planeta y es proclive a crueles fauces quien te incita, quien goza con efluvios derramados. Son cauces subterráneos de negra infantería que se rinde al mandato del purpúreo. Es fragor oculto y sin remanso, oscura sangre. Es roja la marea de Marte. Iguala su raigambre, su epidermis, su moral.

FIEBRE

La noche es una fosa interminable donde hierve el estiércol por los miembros. Ácido gotea en las córneas y una garra deposita sus clamores en la sien. Sima ígnea donde explotan en burbujas las arterias, selva donde hienden con premura acres vapores y un engrane de hojalata. Yerma lengua se desgrana, y en su oficio de atizar a la epidermis, rueda erizo por postillas encubiertas. Golpea con insistencia de rótula el acento, acera el paladar, escuece el aire que circunda. Hunde a quien agobia en promontorios de ignición. 262

vientos 3.indb 262

15/12/11 13:40

KILILI

Ven, bienamado acércate al muro Kilili sha apati Kilili te espera palpa mis muslos columnas ábrelos sáciate en el fondo de su abismo Kilili mushirtu Kilili te anhela sumerge tu deseo en las paredes son para ti sus grietas te besan te beso se abren me abro Kilili nehasim Kilili te abraza estoy en la tapia soy la muralla que te ciñe te trago en el abrazo te llevo hacia mi seno Kilili uruki Kilili te engulle mi ciudad es ardiente sus cimientos son sangre de jóvenes guerreros su argamasa sus vientres sus baldosas son músculos la suave cal que la adorna es residuo de sus pieles. 263

vientos 3.indb 263

15/12/11 13:40

Te amo, hermoso mi ciudad está viva mi ciudad eres tú y todos mis amantes.

FERG

Canta fuego en las entrañas su único alarido incesante enfrenta a los profanos al terror que engendra el chirrido en ascuas de su aliento. Hierve médula arrogante y el súbito fragor de huesos funde la nevada a nueve metros de su estampa. Baja el invencible por laderas henchido de ardor sacro ávido de sangre dispuesto a devorar cabritos infantes campesinos. Poseso enfurecido después de haber decapitado a los intrusos.

264

vientos 3.indb 264

15/12/11 13:40

¿Qué barrotes sostendrán la ira de este lobo enloquecido? ¿Qué muros podrán contener su embate? Baja tumultuoso homicida abatiendo los arbustos con sus ojos desgajando los peñascos hiriendo la llanura con la rabia que escurre de su belfo. Un ejército de jóvenes desnudas compite en inocencia con la nieve. Tres veces tres, trescientas treinta y tres doncellas. Tres veces tres cántaros de agua helada. Trescientas treinta y tres albercas enfriando la cólera del héroe. La bestia va cediendo. Su sangre es soltada por los dioses. Su carne es abatida por el frío. Baja la carrera al penetrar el pueblo. Cuando llega al templo a ofrecer sus presas ya es nuevamente un hombre. para Julio César Melo

265

vientos 3.indb 265

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 266

15/12/11 13:40

JESÚS RAMÓN IBARRA (1965)

vientos 3.indb 267

15/12/11 13:40

Jesús Ramón Ibarra (Culiacán, Sinaloa, 1965). Autor de los libros Defensa del viento (1994), Barcos para armar (1998), El arte de la pausa (2006) y Crónicas del Minton’s Playhouse (2010). Premio Nacional de Poesía Clemencia Isaura 1994 y 1997, y Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 2007. Influido mayormente por la poesía de Álvaro Mutis, Francisco Hernández y Jorge Esquinca, crea una obra que evoluciona de la verticalidad del verso libre a la prosa poética; de la mitología doméstica a la épica biográfica de los músicos de jazz. Su voz tiende a una expresión sintética apoyada en la despersonalización casi completa del sujeto de la enunciación lírica. (ml)

vientos 3.indb 268

15/12/11 13:40

MAÑANA ABIERTA

Mi madre va de la cocina al silencio como una monja; nos reparte café y pan y nos da la cruz de su viento más tempestuoso. No se lamenta en la estera cuando socavamos su oración en los baldíos y desechos. En mi madre está la mañana abierta: una paloma de paso en sus ojos. Los cinco hijos de su falda levantamos nave en azul, mientras ella va del agua al lecho como un huracán que corta flores, para ponerlas en la limpia mesa de leer el rostro de Dios.

Mi padre nos enseñó a leer cartas de navegación en tierra, a vivir en las avenidas como en las páginas de un libro.

Animados por esa luz, capitaneamos la desolación en esquifes de viento. ¿Pero quién bebió un primer trago de voluntad para lanzarse a la cama y convocar espejismos y turbiones roncos? Porque la vida es un buque inmolando la fe, aprendimos. Así levamos la noche sobre los patios como se levan anclas sobre la lumbre del infierno.

269

vientos 3.indb 269

15/12/11 13:40

DOS APUNTES EN EL CEMENTERIO DE HOLLY CROSS I

Hablarás con encono de la muchacha que capitula tus viajes en un cuaderno quebradizo. Verás en la ceniza de tu memoria su faz centelleante: un dibujo en papel, hecho con la firmeza de un niño que se lía a su jardín original. Te dirán el nombre de ella y pensarás en los que te precedieron: tinieblas de un conjuro que despide al barco en su rada, y minuciosa puebla esta bitácora de infortunios. II Conocerás el cielo y el turbión agreste que lo ciñe a tu barco Conocerás la piel del cielo animada lisura que doma nubes con música del aire Conocerás el tambor del cielo sonido tumultuoso medrando tu bonanza Conocerás la mujer del cielo anegada en la hondura de tu lecho fúnebre Conocerás el amor del cielo paloma que trae el mensaje del jazmín 270

vientos 3.indb 270

15/12/11 13:40

y deposita en tu mano la plenitud de una sola palabra vi La música de Miles levanta las manos y en la pared se arquitectura un cuerpo de tinieblas durmientes. La niña reza tres padres nuestros al pie de la cama. Su cuerpo es un cántaro, un depósito de siemprevivas, un viso de luz que elude el galope furioso del estro. La música de Miles es preludio de la nieve. Sometimiento del hilandero a la tensión que siembra en el rostro su trama. x a Carlos, el Woody Sandoval

El azote de la niebla en el lomo del tren. El rayo en la noche: alfiler que atraviesa un corcho. La mirada del dibujante entre la urdimbre del lienzo y la navaja de la memoria. La flor que crece en un vaso de ginebra. La trompeta hipnótica en la neblina. El tramado de la bugambilia. El yunque junto a un piano de cristal. La labor del joyero en los arabescos de una piedra blanca. El animal derrotado, vocalizando en un cofre de palma. Miles Davis de regreso a la nieve, vinculado a la brizna que pulsa la rosa del aire. Quemazón de paja en los ventisqueros de la neblina. Espada que hurga las entrañas de la piedra. 271

vientos 3.indb 271

15/12/11 13:40

SOLO DE CLIFFORD BROWN EN UNA HABITACIÓN DE HOTEL

Al silencio de la habitación corresponde el silencio de la sangre: Sólo el latir del pulso como un pájaro errado entre los hilos del pentagrama. A la temperatura de la habitación corresponde la temperatura del tiempo: Sólo el incendio de la trompeta, al fondo de un impostado mar de avispas.

J.E.P. a Frank Meza

La memoria construye –con encono– Entre la sal de sus mares dormidos Y un bosque de palabras La mesa de comer Los ácidos con que desaparecen Los rostros de los días Y aparecen las palabras ciudad, raigambre, Historia, mitología, patria, devenir: impertérrito vínculo De los que se aman demasiado en el crimen, La desgracia o un derrotado sueño. La memoria diseña –con sana reciedumbre– Un estudio atestado de manuales 272

vientos 3.indb 272

15/12/11 13:40

De supervivencia primitiva, Un catálogo de canciones procaces, Leyes de lesa fe, digestos, absolutos, Verbos hechos polvo en el infinito de la madera. La memoria dibuja –con certera ansiedad– Luz, entre la voz opacada de las sombras Y el misterio gozoso de amanecer Con los ojos abiertos, fijos, profundos Sobre el sabio reposo de la llama.

273

vientos 3.indb 273

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 274

15/12/11 13:40

JORGE FERNÁNDEZ GRANADOS (1965)

vientos 3.indb 275

15/12/11 13:40

Jorge Fernández Granados (ciudad de México, 1965). Libros de poemas: Resurrección (1995), El cristal (2000), Los hábitos de la ceniza (2000) y Principio de incertidumbre (2007). Premios Internacional de Poesía Jaime Sabines 1995, Nacional de Poesía Aguascalientes 2000, e Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer 2008. Ingresó al Sistema Nacional de Creadores de Arte en 2001. Fernández Granados ha construido una obra sólida y decantada, cuyas logradas estaciones formales –la arquitectura formidable de Resurrección, la potente prosa de El cristal, el verso movedizo de Principio de incertidumbre– poseen un acusado contenido humano, luminoso, expresado desde la claridad: la nostalgia por el tiempo ido, el misterio de la creación, la maravilla ante la otredad. Su lírica, plena de asuntos esenciales, posee una pátina de melancólica filosofía. (ljb)

vientos 3.indb 276

15/12/11 13:40

LA TEMPESTAD

Tal vez no seas de aquí. Quizá cuando la tarde se desnuda caminas en silencio de hechizada buscando la silueta que se parece a ti tras los espejos; como el caracol donde escuchan el mar quienes jamás lo conocieron. En cuál trampa del viento habrás caído tú que me recordaste los destierros, la distancia de aquel Mediterráneo que llevas en un gesto deslumbrante. Guarda la transparencia del asombro, cúbreme con la nieve del regreso, apártame de mí para buscarte donde oscurece el mar nuestras estrellas. No sé de dónde emigras, porque hay océanos que el alma inventa. Llegaste inseparable de los hilos que bordan las palabras, poblada con secretos donde alumbras el más tibio temblor bajo un cofre de niebla.

277

vientos 3.indb 277

15/12/11 13:40

Llegaste como quien escucha el mar sonámbulo en su oído. ¿Y qué hay en ese mar que tanto buscas, qué plata en el oscuro de su fondo? ¿Qué rumbo murmuran las edades que su espuma repite en la noche violenta de tus ojos? Cuando toda la sal te reconozca y parezcas dormida esperando el regreso que te promete el agua en su gemido escucharás la lluvia de tu infancia, el oyamel abuelo, la montaña, los aguaceros y el granizo roto reventando las flores y los vidrios de una casa en el fondo de otro tiempo. El mar son esas sombras en el muro que deja el viento al agitar tu blusa. El mar es un abrazo casi frío que aguarda entre las sábanas el cuerpo. El mar son los caminos que se pierden al apagar la luz de madrugada, el polvo que levita su cansancio sobre los libros que jamás abrimos, el vaso que recuerda nuestros labios.

278

vientos 3.indb 278

15/12/11 13:40

LOS OJOS

Me pesarán tus ojos de aquí hasta la muerte. La culpa ha sido mía: yo no debí mirarlos. Creo que cabe mi vida en la esférica tristeza de tus ojos que parecen de siempre estar mirando tras la lluvia en el cristal de una ventana otra lluvia, ya borrada. Otra lluvia. Qué silenciosamente cabe un mundo en esos ojos y me pregunto dónde terminan, cuál es la orilla oscura del relámpago que guardan. Qué antiguamente caen estrellas al fondo de esos ojos, qué justicia o qué barbarie o qué secreto les dio tal vez la ingobernable luz del cielo. Ahora que la noche será mi enorme casa voy a llevar tus ojos oscuramente míos. Con ellos, la luz será un recuerdo íntimo y sencillo. Quiero habitar en ellos sin peso, vaga forma detenida un instante en la amorosa memoria de su fuego, sólo para estar en ti, contigo, en esa última razón de mí que son tus ojos. 279

vientos 3.indb 279

15/12/11 13:40

LOS FANTASMAS

el arte de olvidar comienza recordando alúmbralos escúchalos una vez más devuélveles un cuerpo a tus fantasmas esa demorada forma de decir adiós a lo que fue y amaste y ha brillado con su huella imperfecta pero firme en el recuento de las cosas que guardarías como un tesoro hay que amarlos hasta que se vayan mirarlos hasta que desaparezcan oírlos hasta que el silencio detenga al fin su corazón herido todavía de palabras pudieran ser a través de tu llegada algo que no se ha ido del todo o un mendicante amor que ha extraviado en alguna encrucijada su camino de regreso o sólo cierta vieja luz que por momentos vuelve no huyas de ninguno recuerda que todos como tú mismo están de paso dales audiencia y justicia con la misma dignidad que a los vivientes pues si los ignoras 280

vientos 3.indb 280

15/12/11 13:40

habitarán tus actos porque también forjan los invisibles eslabones de tu miedo déjalos alumbrarte desde su ausencia acaso el itinerario de vivir requiere presenciarlos y ellos son la mitad de su belleza y ten en cuenta que el arte de aprender también comienza recordando

KIENZLE

daba cuerda todos los días al reloj de péndulo como quien desactiva minuciosamente el mecanismo de una bomba de tiempo era su último acto de la jornada y luego se iba a dormir tranquilo no sé si por eso la noche en mi memoria era un silencio medido en campanadas tan constante el contrapunto de labores bajo el itinerario de tañidos las anunciadas horas que los habitantes de la casa contábamos día tras día pero el amanecer del terremoto nuestro viejo reloj fue uno más de los caídos

281

vientos 3.indb 281

15/12/11 13:40

poco después murió el guardián de la llave que daba cuerda cotidianamente al mecanismo (mi abuelo) desde entonces nadie pudo o quiso repararlo y el polvo le cayó encima como a cualquier cadáver y nunca hubiera despertado seguramente del mutismo sin la caridad maquinal de mi padre que un domingo lo exhumó del cuarto de los trebejos le quitó el polvo estudió sus averías hizo un diagnóstico y buscó al especialista que reemplazara las piezas rotas escuchar de nuevo sus campanadas solemnes en el silencio de la noche me devolvió a un tiempo detenido por años como sus engranes y al rito doméstico de transmitirle fuerza de mano en mano mediante el cual pareciera que deseáramos prorrogar lo irremediable ahora soy yo quien le da cuerda al reloj alemán de tarde en tarde como quien desactiva minuciosamente el mecanismo de una bomba de tiempo y aún halla mi oído en sus llamadas un argumento perentorio de la fatalidad una premura vibrante que mide lo cíclico de nuestra carne con el puntual canto de las campanas esos golpes enumerando los huesos del cielo

282

vientos 3.indb 282

15/12/11 13:40

JOSÉ EUGENIO SÁNCHEZ (1965)

vientos 3.indb 283

15/12/11 13:40

José Eugenio Sánchez (Guadalajara, Jalisco, 1965). Entre sus libros se encuentran El mar es un espejismo del cielo (1990), Tentativa de un sax a medianoche (1992), La felicidad es una pistola caliente (2004), Physical graffiti (1996), El azar es un padrote (1998) y Escenas sagradas del oriente (2009). Obtuvo el Premio Poesía Joven de Monterrey 1991, y con Physical graffiti obtuvo en 1996 el Premio Internacional de la Fundación Loewe a la Joven Creación. Fue invitado al U.S. State Department International Writing Program. Becario de Jóvenes Creadores del Fonca y del Sistema Nacional de Creadores. La poesía de este juglar regiotapatío se agrega a una atmósfera underground, creando atmósferas de frescura y humor poco frecuentes en la poesía mexicana. Entre la redención beat y el hipismo, el rock and roll y el blues, su expresión se aleja del convencionalismo y crea un lenguaje que, a la vez que provoca, conjura al silencio. (mc)

vientos 3.indb 284

15/12/11 13:40

MIS RENTERAS

aunque las tres son señoritas la más joven tiene 62 no me pidieron referencias: una dijo que me parecía a cristo espero no llegue el día en que me pidan les arregle la puerta el matamoscas la regadera ya me imagino yo con una estilson entrando al baño siendo testigo de una penosa tragedia: una mujer con piel de trapo y el cabello enjabonado diciendo: vente chiquito o si le tienes miedo al agua vamos a la alcoba nada más pásame el bastón sirve que me pegas con él

285

vientos 3.indb 285

15/12/11 13:40

EL ASALTO A LAS PUTAS (Música de Ry Cooder)

mientras nuestros cuerpos abajo arriba abajo las putas corrieron a esconderse al entrar los bandoleros: y los balazos las copas rotas las fichas las cartas en el suelo el tipo que lo descuentan y lo deslizan por la barra el disparo al mecate que sostiene el candelabro muchos muertos la huida con pistola en mano y ramera a cuestas y toda la cerveza cacahuates whisky y caja registradora la polvareda: el silbido del tren a lo lejos los pañuelos agitando la tibieza de tu piel que se da como pregunta las ramas secas girando en el abandono del pueblo dos días después aparece la dorada cobarde estrella del sheriff: los hombres tienen sed y preparan el cadalso los bandoleros y las putas ya habrán cruzado tejas completamente ebrios y desnudos pensando abrir un congal en ciudad juárez y aquí: la pianola no tiene compostura nuestros cuerpos abajo arriba abajo ingeniería perfecta y la puerta del saloon está que se cierra se abre se cierra se abre 286

vientos 3.indb 286

15/12/11 13:40

DE PRONTO NEW YORK SE QUEDÓ SIN JOSEPH BRODSKY

pasan las risotadas de un carro antiguo un tipo tembloroso te ofrece lo que quieras las prostitutas en abrigo se cubren del viento entre ellas unos uniformados salen de un bar completamente ebrios un vagabundo extiende la mano al final de la calle se enciende la torreta de una patrulla de policía que despacito vira a la derecha una pareja sale del teatro dos negros conversan y en el aparador de enfrente cuelgan silenciosas un par de medias de seda que parecen ser más imprescindibles que nosotros a ana y el mostro

MICK JAGGER NO CANTARÁ SATISFACCIÓN A LOS 50

estabas en los brazos de tu madre y el país en manos de díaz ordaz la pantera negra enloqueció wembley la bola de hechicera en sus botines: el pasto: una alfombra a palacio: pero no 287

vientos 3.indb 287

15/12/11 13:40

bobby moore –qué seriedad– el muchachito burgués que untaba la pelota con melancolía & gordon banks dándole vuelta al sentido de la gravedad (entre las espantosas tomas del video) alzaron la jules rimet con el gol fantasma que todos vimos que no entró la jules rimet se dejó besar por la realeza sí isabel ii a la que le dieron un botellazo a su auto en belfast y franco: españa llena de polvo y calles grises johnson bombardeando haiphong hanoi y nueva delhi aprobando la matanza de vacas sagradas marlon brando filma motín a bordo y compra por 200 000 dólares a madame duran la isla tetiaroa en tahití con la promesa (muy hippie de su parte) de no talar ningún tow y luego tragedias: los beatles se niegan a dar conciertos paul mccartney le borra las pistas a ringo y graba otra batería encima: yoko ono inicia su maléfico plan para destruir el cuarteto balbuceabas y la gente hablaba de la muerte de georges duhamel buster keaton anna ajmátova andré breton de la guardia roja en pekín 288

vientos 3.indb 288

15/12/11 13:40

de fidel castro y la encíclica de paolo six del polipropileno la terlenka el poliuretano expandido o peter paul & mary : todo mundo andaba ocupado yo por ejemplo me dedicaba a comentar cualquier cosa acerca del culo de brigitte bardot a mi padre

PIES CALIENTES CABEZA FRÍA

chucho fino extremo izquierdo hábil y caracolero de los que ya no hay corre hacia el banderín de corner y orina el colegiado le muestra la primera tarjeta del partido chucho orina al árbitro al árbitro suplente al inspector autoridad el botiquín a los hinchas del santos y el resto de la fanaticada lo vitorea chucho chucho oe oe oe el juez exige garantías uno de los directivos del rival prueba los orines y exige por fax que la fifa intervenga rumora un caso de dopaje 289

vientos 3.indb 289

15/12/11 13:40

los compañeros y el entrenador intentan calmar a chucho y chucho orina a los abanderados a los comentaristas fotógrafos aguador médico porristas psicólogo del equipo las siete pelotas oficiales en el terreno no botan ni a los tobillos los ultras se desgañitan celebrando ese once que se atreve y alegre inventa una cascada en los rincones y amenaza con orinar la vitrina de trofeos de la selección brasileña y argentina y uruguaya y paraguaya también qué noche chucho fino extremo izquierdo hábil y caracolero de los que ya no habrá (por recomendación de concacaf) con gafas oscuras como si hubiera volado un penal y borracho como si lo hubiera metido camina por el boulevard

LA FELICIDAD ES UNA PISTOLA CALIENTE

la eta mató a estudiantes guardias choferes enfermeras ministros el ira a señoras que iban al súper idi amin a congresistas campesinos jardineros obreros militares jockeys 290

vientos 3.indb 290

15/12/11 13:40

pederastas sacerdotes augusto mató las relaciones diplomáticas nn mató a kennedy la cia mató a jimi hendrix al wilson jesucristo karen carpenter janis joplin john lennon beavis & butthead el fbi a ma baker vincent vega tommy larrin al capone felix pappalardi la kgb a maïakovski trotsky y bukowski la bbc mató a lady di y a la madre teresa de calcuta y a 1 551 pasajeros del titanic y a 17 tribunas de la liga premier la kraft mató a la heinz la pepsi a la coca la coca a los gringos el ddt a los piojos el lsd a los protestantes el pvc al poliestireno al quaeda a sí mismos el kkk a malcolm x bob marley martin luther king garrincha y otelo jp ii mató a jp i aburto a colosio yolanda a selena camelia a emilio fuenteovejuna al comendador el aburrimiento a sid vicious o jota simpson no mató a nadie la policía mató indígenas en chiapas el manchester con gol de último minuto mató las esperanzas del bayern 291

vientos 3.indb 291

15/12/11 13:40

la emi mató a the beatles la us army mató a miles de agresivos ancianos y niños de korea japón vietnam nicaragua panamá irak yugoslavia y a 140 de un edificio en oklahoma el video mató a la estrella de radio el pri mató 1 972 545 kilómetros cuadrados la pgr mató dos pájaros de un tiro la sep mató la ortografía william burroughs a su esposa :la vida es un invento del dinero

292

vientos 3.indb 292

15/12/11 13:40

SAMUEL NOYOLA (1965)

vientos 3.indb 293

15/12/11 13:40

Samuel Noyola (ciudad de México, 1965). Parte de su vida la pasó en Monterrey. Ha trabajado para el periódico Unomásuno y la revista Vuelta. Autor de Nadar sabe mi llama (1986), Tequila con calavera (1993) y Palomanegra productions (2003). Noyola es una isla en la poesía de este país. Abreva en la literatura culta, de donde deshilvana un verso clásico y tradicional. Dibuja con puntillosa paciencia atmósferas de ciudades, calles y personajes. Se asoma con inusitada lucidez a las fronteras del abismo donde la razón sucumbe. De su pluma escapan textos luminosos que oscilan entre el abandono, la rosa del deseo y la caída libre. La voz de Noyola siempre regresa a la sombra dantesca de la ciudad, y como San Juan de la Cruz, sabe perderle el respeto a ley severa. (mc)

vientos 3.indb 294

15/12/11 13:40

ARCANO CERO oye sin instrumento las ideas de un loco que a la cobarde luz de tanto abismo intenta desatarse de sí mismo. Lope de Vega

Entre las llamas frías de la tarde azulada veía de la mar el cielo y sangre en la rosa inclinar mi canción a la luz de la página. Caligrafía o imagen, ideograma del silencio, mi sangre entró de golpe a la escritura. Por esa voz de Dios que en lo oscuro llama a Samuel y canta David fui un infante ritual de los altares. El espíritu gravitaba sereno cegado por el aroma del incienso. Contrastes del mármol y el vino, la túnica negra, el pan dorado. El tránsito del coro que mece la nave y el latido de la sangre mortal que anima la pagana flor del vicio. Artista entre espejos de cantina. Alquimista del álgebra y del alma, cuando me impulsaron al diez y sólo alcancé a ver el cero, 295

vientos 3.indb 295

15/12/11 13:40

el gong del vacío, salté: arrojado al viento desde el arco sagrado de los sentidos mi llama ardió en lascivo verano donde el azul desplegaba un blanquísimo pueblo de palomas. Me embriagué con el vino de un otoño enfermo. Llegó el invierno beodo de miseria. Giraba en la invisible corriente de la intemperie, ungido por el lácteo brillo del farol que serpea sobre el fango en la noche, como la estela del alcohol del padre y el cirio orgulloso de la oración de la madre. Encontré el Pecado: un fetiche cristiano. El Bien: una quimera. El ritmo de un caballo desbocado y sus crines escriben la cifra de la pasión en el aire. El espíritu es un espejo convexo. La nada un silbido del ser. Bufón y arlequín en caravana de circo entonces huí al trópico. Allí, mecido por una brisa de sal y bajo el turbio zumbido del sol, entre olas de risa y flores del mar.

296

vientos 3.indb 296

15/12/11 13:40

Eros fue la visión de un salto de espuma. Hija de la memoria y el sueño. Inventar un nombre es delicia y su sonido cuerpo, beso de luz en la sangre. Adolescencia que templa la fiebre y la simetría. Allí también junto a una raza en guerra las consignas fueron acústicos patíbulos, delirios de la razón que al déspota engendra, lenguajes que atascan la lengua y la duda, constantes criaderos de malaria mental. Encandila la libertad, la traición, el ebrio sacerdocio de la moral y el poder. Trueno de armas, ruido de muerte, dispositivos de la historia y la histeria. Sin embargo allí encontré el origen de una mezquina descendencia. Regresé a ser sombra dantesca de ciudad. A llamar río un lecho de piedras como el asalariado que dice ganar la vida. Dejando atrás de mí la estela de un murmullo, el caos de un no sé qué queda balbuciendo. Pero el vacío de nuevo me enamora. El ojo destella contra el cielo y en su fondo con vértigo estalla el relámpago de una mujer desnuda. Su cabellera desatada se derrama en mi cuerpo, al ritmo de un cabriolear sensitivo y violento. 297

vientos 3.indb 297

15/12/11 13:40

Gira el carrusel del cero y sigue sonando el mar. Estar arriba o abajo es lo que menos importa. Nunca arriba o abajo es lo que menos importa. Nunca me siento solo en el oleaje de la escritura. Nadar quiere mi llama hacia la otra orilla. El arsenal del cuerpo es una inteligencia mística. Los sentidos son plenos frente al tiempo: cantar, respirar, bailar, escuchar, besar y ver. Siempre serán los verbos del presente eterno. Monterrey, a 8 de febrero de 1986

LA VANGUARDIA ES FRESA O EN EL DÍA DEL TRABAJO

Los poetas son como Edipo ciego. Si no es la madre es el poder Lo que se cruza en su destino. No interesa la pregunta de la Esfinge. Si el sol es el sol centro de todo, Verano derramado en un soneto, La nada cede ante el pífano de luz. ¿Y si atrás de la idea sólo hay nada? Ella es la verdadera Madre. Ojo y hoyo, el avestruz lo sabe, Y un desfile de árboles sonoros.

298

vientos 3.indb 298

15/12/11 13:40

Por eso me enamoré de Josefa En un pueblito donde el agua caliente es el cuerpo. Se respira lo verde del cielo, Logos incorregible: la historia secreta. Con un espejo a cada lado Favela me mira, y su mirada se suspende Entre una conversación de reflejos: Constelación entregada en fuente. Lo demás es el ser, los ojos solos.

LA MUSA

Escribo este poema sin musa tutelar. confiado en que la inspiración es cosa del pasado, como el ajenjo parisino y la máquina de escribir. Atizado por el fuego de una cerveza, escribo (con ganas de navajearlo sobre la mesa) para una musa sin nombre.

299

vientos 3.indb 299

15/12/11 13:40

HOTEL MANAGUA a Guillermo Meléndez

Escribo con bolígrafo Bic que suelta una jugosa tinta de solera italiana. Estoy en la habitación 94 donde muchas veces caí con la borrachera desvelada a cuestas. ¿Sabes que es la penúltima y una esotérica suma me ha detenido al alejarme en el 13: funesta cifra para un ridículo epitafio. Meditaba el suicidio con un botellazo de tequila de manos de la mujer amada. Había cruzado la plaza de San Fernando con la mirada última de quien reconoce en el martirio un signo de independencia. Pensaba acabar aquí, donde desciframos en los Diálogos de Pavese a la ginesta nunca florecida tras el derrumbe de los Mitos. Donde discutimos aquella voz del Nietzsche bailador sobre el abismo que sentencia con el mismo mármol de Goethe: Übergehen! Vestido de negro dormí en el suelo de tu habitación nicaragüense: junto a la selva de Salomón y Pablo Antonio ( ¡A ese muchacho / lo ha picado la tarántula! ) y Carlos Martínez Rivas. Rubén Darío encaguamado, hincado besando el coño de la Diosa, o desamado: amados nervios. Derramando aguachirle con el bautizo del llanto. el nombre dicho y aquel que fue traspapelado, 300

vientos 3.indb 300

15/12/11 13:40

todo de acuerdo con el drama hasta que del espejo escapó la mosca: con un periódico de noticias incestuosas, asesinatos, hice un arma de repente. Los huesos del Hotel Managua dormían enyesados por el temblor, esperando en cualquier esquina la ruina. No soy el filósofo chino que sueña ser mariposa, soy el poeta autodesterrado que en la memoria se funde con un bacanal ranchero.

301

vientos 3.indb 301

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 302

15/12/11 13:40

JOSÉ HOMERO (1965)

vientos 3.indb 303

15/12/11 13:40

José Homero (Minatitlán, Veracruz, 1965). Licenciado en Letras Españolas por la Universidad Veracruzana. Poeta, ensayista, crítico literario, editor, narrador, articulista y periodista cultural. Ha publicado los libros: La X en la frente (1995), Sitio del verano (1998), Vista envés de un cuerpo (2000), La verdad de la poesía (2001), Luz de viento (2006), Verano en la ciudad (2006). Su obra está incluida en diversas antologías y revistas literarias. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores. Poeta experimental que incorpora a su imaginario una serie de variantes, desde el slang hasta elementos neobarrocos. Todas las formas del lenguaje y el metalenguaje son funcionales a su estética y los recicla con certeza y lucidez en cada texto. (mm)

vientos 3.indb 304

15/12/11 13:40

ESCUELA DE AVIACIÓN

No ha empezado aún septiembre y ya el viento regresa de sus vacaciones Llama gira caracolea la carne tumefacta del postigo Se pregunta: ¿Qué harán tras las puertas esas muchachas que apenas ayer paseaban despechugadas, minifalderas, en las esquinas? ¿Rezarán un padrenuestro arrepentidas de haber causado tan gran lascivia que las calles quedaban empapadas y las tazas diminutas de las piedras con un poso champurrado a cuyos signos los hombres se asomaban ansiosos por saber si habría frottage? ¿O continuarán emigrando más al sur más hasta que el frío las convierta en carne congelada tan sólo vivas a la hora del deshielo como ese ario milenario de los Alpes de nuevo mías cuando yo regrese? Par Dieu! Mejor me callo 305

vientos 3.indb 305

15/12/11 13:40

Al fin consigue, tras mucho escándalo, violar su mansión abandonada exhausto se desloma contra un butacón apolillado y nubes de polvo lo saludan Atchis, atchis! estornuda pero su espiración tan sólo causa más borlas más polvos más saludos Colérico abre todas las ventanas trepa al alféizar y lúbrico otea las siluetas druidas de los árboles Viejo ladino con el pretexto de enseñar a volar a los pajaritos recién nacidos sube a la azotea Tralalí tralalá la sonrisa de Joker la calva polvorienta el rouge del tinto en los dientes el temblor de los pinos con la lluvia entre los dedos Tralalí tralalá un paso otro el viejo viento qué bien está el viejo viento qué bien se ve Baila baila baila Baila baila baila al ritmo de su vejez! 306

vientos 3.indb 306

15/12/11 13:40

Atisba los verdes cuerpos recortados contra el sol de otoño –un sol con moño y corbata de hojalata– algo andrajosos ya Los imagina amarrados a columnas fridakahlo resistiendo embates curvando las caderas con sus manos, dejando ver sus nudos, sus pulpas, sus frutos, sus collares, sus racimos de pájaros ocultos por el corset de hojas y el cinturón de castidad de aquestas ramas Temblando, en goce anticipado, el viento reúne a su servicio y les informa la inminente apertura de la Escuela de Vuelo para Pajaritos Recién Nacidos no vaya a ser que otro se adelante

307

vientos 3.indb 307

15/12/11 13:40

LA NOCHE EN MINIFALDA AHOGA A LOS TRANSEÚNTES a Ramón Rodríguez

En las calles de incierta geografía dos piernas como torres paralelas de aceite ungidas, por la luz roídas, el cielo nublan, la noche moldean, altas, mórbidas, columnas marmóreas que soportan cúpulas, entreabren grietas; sinuosos caminos que la fronda oculta de la luna y su succión de ónice. Qué cauces, qué arabescos, qué formas de serpiente, lenguas, ardientes cicatrices, plumas, escamas y aun escaras toma el aire cuando su látigo restalla contra la oscura, brillante vestimenta y al duro son de cláxones, improperios, oraciones, llantos, las nalgas van en ondas internándose con mi sombra y mil sombras más prendidas a sus frutos de flor monstruosa, infame: sus pies descienden al abismo, mis pasos alimentan los océanos.

308

vientos 3.indb 308

15/12/11 13:40

TEXAS BIG RADIO

El amor es un travestí en la calle equívoca Se desnuda mostrando llagas estigmas venéreos sarcomas de Kaposi entre las ingles nos besa y entonces sabemos a qué sabe lo que siempre hemos sabido la savia de la vida transmitida por la lengua en la punta del oído el odio de la sal el sodio de la angustia Nos cuesta la muerte tiramos de la soga para que no escape no se pierdan los preciosos segundos del traspaso No dura el dolor no concluye en el espasmo La furia no es el grito El sufrimiento no te ahoga la vida palpita babosa

309

vientos 3.indb 309

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 310

15/12/11 13:40

ERNESTO LUMBRERAS (1966)

vientos 3.indb 311

15/12/11 13:40

Ernesto Lumbreras (Ahualulco de Mercado, Jalisco, 1966). Poeta, indagador literario, ganador del Premio Nacional de Poesía La Paz 1991, Premio Nacional de Aguascalientes 1992 y Premio Nacional Testimonio Chihuahua 2007. Entre otros libros, es autor de Rumor de agua (1990), Órdenes del colibrí al jardinero (1991), Espuela para demorar el viaje (1993), El cielo (1998) y Encaminador de almas (1999). Editorial Aldus publicó Caballos en praderas magentas. Poesía 1986-1998. Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2004-2007). Junto con Hernán Bravo Varela preparó la muestra de poesía mexicana El manantial latente, y con Eduardo Milán la antología de poesía hispanoamericana Prístina y última piedra. La palabra precisa, el escarceo al lugar común, atisbos al origen de la palabra misma: el misterio, el secreto, el diluvio de otras voces, el doble fondo de las cosas, distinguen su poesía. (mc)

vientos 3.indb 312

15/12/11 13:40

FRAGMENTOS DE UNA CARTA PRIMAVERAL ESCRITA AL POETA RILKE para Julián Herbert Moscú, 12 de abril de 1926, & No sé dónde terminaría esta carta, ni de qué modo se diferencia de la vida. & Me dirijo a usted con palabras que se usan para hablar de lo ocurrido en un lejano pasado, que se percibe como la fuente del acontecer presente, como si manara de ahí. & Sin embargo hay algo que nuestra experiencia de la vida diaria puede enseñar a quien quiereaprender: que la grandeza en su manifestacióninmediata se transforma en su propio contrario. & Se llama Marina Ivánovna Tsvietáieva y vive en París: 19ème arr. 8 Rue Rouvet. Suyo, Boris Pasternak

Son dos poetas rusos que le escriben a Rilke. Quieren tocar la luz, quieren tocar la sombra del corazón del mundo. Le hablan largo y tendido de ese dulce misterio llamado poesía que desean beberse hasta la última gota sabiendo que es de tontos soñar ese deseo. El cesto de manzanas, la botella de vodka, la pierna de cordero entran en nuestro cuerpo 313

vientos 3.indb 313

15/12/11 13:40

para mudar su luz . No, no, la poesía no se come ni bebe. Brota porque no puede dejar de hacerlo: clara, doliente, bella, loca, pero siempre hechizada. Con una sonrisa fácil, Rilke imagina el rostro de sus amigos rusos cuando lean su carta: pero siempre hechizada como el amor, la música o el ojo de un conejo viendo la luna llena. Cuando concluye la carta, Marina Tsvietáieva en voz alta la vuelve a leer para Boris Pasternak, su amigo, que apenas se despierta, lejos de París, lejos, en un país de nieve. Los dos poetas rusos imaginan, cada uno, sin saberlo, una misma imagen, feliz y turbia: ven a Rilke de noche sacar la primavera de una tumba de niño.

EL ENFERMO

Seducido por el vértigo de los naipes en la brevedad de sus encuentros. Inmerso en la pasión de un armadillo mirándose en los ojos de un galgo. Cae sin presentirlo. Apenas balbucea la sílaba del horror y la mordedura de un lagarto le devuelve las piedras arrojadas a la superficie de un estanque en los días de su infancia. Al despertarse deberá compartir los riesgos de un barco de papel asediado por una multitud de ranas.

314

vientos 3.indb 314

15/12/11 13:40

LEÍDO EN LA BITÁCORA DEL ENCAMINADOR DE ÁNIMAS LA NOCHE ANTERIOR A MI FUNERAL Amarissimo brivido funebre davanti all’incendio sordo lunare. Dino Campana

1 (cerco de alcoba) Contemplemos un enfermo. Mitad desasosiego entre mangles. Mitad conjuro entre nieblas. Observemos su temblor de escarcha. Su entraña de árbol que arde. Sorprendámoslo en su llanto de cerdo. Este casto coronel supura lotos. Su memoria es sangre en la capa de un guardador de fronteras. Disimulemos el aguacero nocturno en su gloria, la aparición de hormigas en su voz muerta. —Para mí es una larva: Conmoción, herrumbre, vapor. —Lo veo como un tizón en el agua: Su oratorio es cisma. Su corazón ostenta abedules. En su dehesa duerme un tejón. Para su fiebre un arroyo trae el alba. Habrá que pensar en santos óleos, entumida su alma en un bosque nevado. Esperemos la ventisca del huérfano, la damajuana de la viuda. Entre la noche que cierne el 315

vientos 3.indb 315

15/12/11 13:40

verbo encontraremos sus ojos: un flujo de alcohol asediado por luciérnagas. 5 (escritura de carbón) Lo que escribo se parece al hecho de romper una piedra de carbón. Claro, entre una multitud de variantes quiero lo legible del golpe de mazo sobre ese mineral. Duro como la coz de un caballo sobre un fantasma. Transparente como la mordedura de un perro de aguas en mis genitales. No sé si mi escritura está en el sentido de la noche sin márgenes. Tampoco puedo afirmar que esta lámpara de carburo (camino dentro de un sueño de niebla) me conduzca hacia la desembocadura de un río. No es que hubiese propósito alguno desde la primera línea de esta página. Tal vez un poco de ceguera, colinas peladas por la sequía, nidos abandonados. Ahora avanzo y alumbro los ojos de los animales. Quizás el movimiento de mis signos no tenga una progresión. Cegar una liebre en un pedregal tampoco la tiene. Ni siquiera partir una piedra de carbón y colocar sus fragmentos en el interior de esta linterna marca un destino. Escribo frases rápidas con temor de haber vivido poco. Sé que me engaño. Lo inútil de la memoria en mi caso reside en su paraíso artificial. Es un orgullo vacío imaginar el pasado como un sobreviviente a quien celebramos en los días inmediatos a los de su hazaña. 316

vientos 3.indb 316

15/12/11 13:40

Por lo mismo, me pregunto ¿tendrá la realidad escrita una mejor vida que la que nos confiesa vivir? ¡Ah!, no lo sé, porque de golpe siento un estupor salino en mis pulmones. Recuerdo que de niño miré desde una montaña el delta de un río. Aquello se parecía a una mano recogiendo caracolas en la playa. En este momento escucho un fluir y un respirar de agua. Escribo en mi mente: Un fulgor para el ojo del fantasma hay en la piedra de carbón. Algo de mí se muere ahora que sueño. 9 (veintisiete árboles amarillos) para Víctor Ortiz Partida

—Es un respiro la vida. Tal vez hay algo de cierto. La vida tiene mucho aire, Le sobra el aire. Los muertos, En cambio, bajo la tierra Escuchan allá a lo lejos El lento andar de una pompa De jabón. La vida es miedo De hallar el alma sin música. Yo lo sé. En el aire nuestro Pasa la muerte cantando. 317

vientos 3.indb 317

15/12/11 13:40

Abedul o chopo blanco, el que mueve sus follajes soy yo. Dormí en el verano lo suficiente para inventarme una nueva vida. Aquí estoy, me sobra el aire, tengo preguntas duras, sueño armadillos. Quiera Dios quererme porque mi carne es también mi alimento. He venido desde otra noche, no sé cómo se llama una lámpara encendida en un pesebre. Pero me siento como en casa, a mis anchas. Revuelvo las estaciones con mis vivos, con mi boca de contar la agonía del amor pongo nombre a los caballos que pastan en estas llanuras magentas.

318

vientos 3.indb 318

15/12/11 13:40

FELIPE VÁZQUEZ (1966)

vientos 3.indb 319

15/12/11 13:40

Felipe Vázquez (Teotihuacan, México, 1966). Autor de Tokonoma (1997) y Signo a-signo (2001). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía crea 1987, el Premio Nacional de Poesía Miguel N. Lira 1991, el Premio Nacional de Poesía Gilberto Owen 1999 y el Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 2002. El interlocutor de los poemas de Vázquez es el lenguaje mismo, sus límites, sus posibilidades. Su poética es la problematización de la materia poética, una acción escritural casi exenta de centros temáticos, donde el argumento es el devenir de un verbo situado más allá de sus funciones primarias. Crítico prolífico –cuyo talante reflexivo se refleja en la construcción de sus poemarios–, el rigor y la experimentación formal signan cada una de sus estaciones líricas. (ljb)

vientos 3.indb 320

15/12/11 13:40

DECIR QUE NO HALLÉ TU VOZ

Al fin hallar el río, y no saber en qué piedra inicia la sequía. Ser bajo la noche, ese cantero con élitros de cal nos clarifica. El sol nos mira flor de grietas, y sirga así la sirena del origen. Al son del yunque va, salmón varado en las fallas de mi sed. * Desde la cárcel roja, de tu muerte un río afila mis huesos contra mí. Olvida en esta piedra, tu palabra me sabe en la cárcel de su sombra. En ti se derrumba mi brocal, y no bebo amor sino esta sed de lejanía. * Con esta laja, en esta arena decir que no hallé. Tu voz el alma nos desata, cántaro en esquirlas cuya escuadra me desuella. Este silencio 321

vientos 3.indb 321

15/12/11 13:40

de polvo nos acuña, óbolo que el barquero en tu laúd oblata. Mi extravío de runa, pez bajo el sol indescifrable.

EL QUE NADA SABE QUE

Saber no significa, miro y me nombra lo mirado. El rojo vino de la Estigia bebe, el jugo de la nabla esmalta el óxido del qué. No sabe a mal de lejanía, y el roto péndulo del ser sabe a naranja en tu reloj. * La lengua muere y queda el ojo abierto donde el río vuelve sobre sí. La sierpe, sin la aridez glacial de ser, de la cima de sus nombres se despeña. En cada signo el libro se vacía, del muro queda el soy de una fisura. * 322

vientos 3.indb 322

15/12/11 13:40

Ya proa del cielo en sí, el ser nada, sin por qué, mar adentro de tus ojos. Y caerse de uno mismo, una luz afuera de la luz. Hoyo negro de la zarza, del corazón hasta la piel te abraso. El alma nutre, al sisar tu carne, su nadir. * Al catar tu cáliz, el error ahoga el mar de grietas de mi carne; sin estrella, su yerro es la herradura. Ebria ayer de cielo; pez de llamas abisales, cava en sí la cava de su canto.

LLEGAR AL SIN AHÍ

En lo alto de la peña, honda cuchillada contra el cielo fue mi padre. Un cazador de lejanías en la afilada transparencia del verano, y sin embargo tierra, surco él mismo, y más que tierra, olor a tierra 323

vientos 3.indb 323

15/12/11 13:40

al paso del arado. Los murmullos no del fémur de su padre junto al muro, del hacha que en él reverdecía. Supe, atado a la noria de su muerte, en llamas por sus duelos de túnel sin salida, que antes de nacerme –acaso antes del qué, del toro y de las hachas–, ese mal de lejanía, ese tajo de vacío desde el fondo de sus ojos, me invocaba. * Llegar mañana es no llegar, al sin ahí se llega por la llama. El que despierta de su muerte, nos convida pan de palimpsesto. Al pie del sicomoro mira el desollado la ceniza de su cara, ¿y si llega del umbral y dice, dice qué? Al filo de la zarza, de raíz el haya se devora. Sin ahí, en las ruinas de hoy murmura el reino. “Vuelve caracola tu vacío”, me dijo, “y haz resonar el cielo del desierto”. Pero llegar es no saber, en qué ciudad yerran estos pasos. En qué hierba sin nadie, el “reino que estaba para mí”.

324

vientos 3.indb 324

15/12/11 13:40

SIN LA VÉRTEBRA DEL NO

Sentado a la mesa cuya sima sabe a cena, el celacanto no se eleva de lo oscuro. El vino se agosta vaso adentro, y mira los ojos del que bebe. Cielo raso en vez de hogaza, tu silencio de árbol disecado por el rayo. Dónde estuve cuando el muro nos nacía. * Sin la vértebra del no devuelto a casa, el hacha no sabría la forma de su cara ni sabría mirarme desde el hecho puro de la muerte. Nadie atrás del hacha, nadie cae de su columna, el río a sí mismo incluso se erosiona. * La vértebra del ciervo se abre ¿ –pero el hacha desde antes de las hachas no interroga. Lo que está, 325

vientos 3.indb 325

15/12/11 13:40

es en la llanura. Un dolmen yerra donde el mar es ya ceniza, río solar que en su fuente desemboca. Preso en el templo de las hachas, no hay respuesta en la vértebra de dios: el ? carece. * Al filo del umbral, sin cara asomado al océano de la luz. Y con patas de araña cómo decir no el cielo, no la náusea de mi carne: aquí, entre los cactos, hecho sed calcárea, ahogado en el silencio de la luz.

326

vientos 3.indb 326

15/12/11 13:40

LEÓN PLASCENCIA ÑOL (1968)

vientos 3.indb 327

15/12/11 13:40

León Plascencia Ñol (Ameca, Jalisco, 1968). Fue becario del Fonca. Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez 2008, Nacional de Literatura Gilberto Owen 2005 y Álvaro Mutis (México-Colombia) 1996. Autor de Estación llena de pájaros (1993), En los párpados del aire (1994), Enjambres (1998), El árbol la orilla (2003), Zoom (2006) y Satori (2009). No se trata de experimentación, sino acaso de una huida: desdecirse –desvanecer con sobreescrituras lo ya dicho, y así alejarse de toda conclusión. La escritura de Plascencia Ñol es saltarina y polifacética; no se renueva: brota en otro lugar. Poemas como anotaciones de viaje, diarios amorosos, sumas de lectura o traducciones del paisaje; apenas fija un tono, enseguida cambia de registro, aunque permanece como centro temático la naturaleza de la escritura poética. (ljb)

vientos 3.indb 328

15/12/11 13:40

MENSAJE ESCRITO EN CLAVE DE PÁJAROS Y AIRE

Una luz, hermosa, no la enfermedad que va contigo. Richard Burton lo supo: la bilis negra no es aire, ramalazo para el alma, me dicen. Único mi Dios en tu cuerpo. Treinta y dos la hermosura riente. Carne y más carne en la sorpresa. Vi tu rostro en la tristeza y no fui yo en el invierno que nos ahogaba. Dulce caricia la que lanzo hacia el abismo. Extiendo mi mano y una jacaranda para ti. Aire para ver tus pliegues. Blanco y hermoso tu cuerpo en la blancura. Toda la tarde y yo buscándote. Fuego que quema y hay esperanza en lo oscuro. Lo dijo Juan de Yepes: también en el abandono está Dios y su fulgor que guía. Déjate guiar, airosa, por el túnel de la noche. Deja que me hunda en ti para sacar el demonio de lo negro. Alabado seas, nadie, escribió el judío que se arrojó desde el puente Mirabeau. Lo uno, unido en ti y en mí hacia los años. Sobrevivirá tu cuerpo y tu alma abarcarán las latitudes del minne, en medio alto alemán: 329

vientos 3.indb 329

15/12/11 13:40

amor, puro de tu boca a este confín. Una luz desde tus ojos la que espera el mundo en su latencia. Una luz, aire para amarnos. Una y uno, en tu mano, en tu vientre soy. Abrirse en tajo para encontrar lo cierto. Dije te amo en medio de la noche. Escuché un pájaro batir sus alas. Aquí existe un mensaje: Dije te amo, ¿no es suficiente?

CUANDO VUELO, PIENSO EN JUAN DE YEPES ENCERRADO EN UNA CELDA

He volado por el mundo, mi flaca lo sabe. Ayer por la tarde recibió una postal de la nube accidentada de Zimbabwe. Hace dos meses la mandé y lo había olvidado, como aquella otra de Lisboa que nunca llegó y tuve que describírsela. Mi flaca es una fiera que quiere saberlo todo. Por ahora voy y vengo entre aviones y aeropuertos, entre cielos de un color distinto y sé que prefiero sus ojos, el gris desnudo de la tarde. Turbulencias aparte, al descender en Mazatlán creí ver a un ángel jugar con la hélice y en mi estómago; 330

vientos 3.indb 330

15/12/11 13:40

en Madrid llovía; en San Pedro Sula la pista era un río; en Bogotá vi una serpiente que parecía la cordillera de los Andes, aunque era de noche y los whiskys saben mejor para el sediento. He visto montañas, ríos, planicies, volcanes y escojo sentarme en el pasillo. La claustrofobia, digo a quien me lo pregunta. Ya se sabe, nunca he visto un falcinelo pero sí las caderas de mi flaca que me espera ansiosa a mi regreso. Cuando vuelo, pienso en Juan de Yepes encerrado en una celda y abrocho mi cinturón. Soy torpe y asimétrico mi vida, mas de física cuántica nada sé y de navegación aérea tampoco. Disfruto. Mira esa nube, se parece al rostro de mi flaca. Señorita, ¿cuánto falta para que lleguemos?

LA GAROTA DE LA AUTOPISTA

Quise ser bucólico. Ayer quise ser bucólico a mediodía, en medio del viaje con la brasileña (hija del brasileño que buscaba a la garota) cantando. Siempre viajo, mi amor. A veces tan lejos de mí que no me acuerdo. Ayer había vacas que parecían vacas blanquinegras y lluvia. También eucaliptos y milperío. Verdes, verdes de todos los colores, 331

vientos 3.indb 331

15/12/11 13:40

pueblos, riachuelos, largas extensiones abiertas a la brisa, vías para un tren inexistente y un árbol que se parecía a Giacometti. Me faltó mencionarte los campos azules de agave. Ayer, te decía, mi amor, quise ser bucólico. Había tanta belleza en el paisaje que no pude repetirlo. El toro de Osborne aparece cuando menos se le espera, como ahora, mi amor. Qué verdes, qué verdes había a lo largo de, a lo ancho de. Quisiera volver un poco atrás, cuando te decía, por ejemplo, que quise ser bucólico, al menos por un rato. Pero en realidad, eso fue ayer, hoy quisiera ser neoplatónico, mi amor. Hay flores para ti.

REVÓLVER ROJO

“Parece que perder no es un arte difícil: los muertos de verdad de uno son víctimas amadas de los vivos.”* Parece / dijo “Perder”, dijo “un arte difícil” / parece entonces *  Mirta Rosenberg.

332

vientos 3.indb 332

15/12/11 13:40

que el caracol, la anémona, son víctimas “amadas”, la mujer sentada en el borde de la banqueta, este aire nocturno y helado / “víctimas” de no sé qué situación, de qué carencia. Carezco de mis muertos amados. / Hay esquirlas, una sensación de pesadumbre. / Parece que los ojos se vacían de uno o de simple ausencia / y dices que es un “arte difícil” la trayectoria / el vaivén de las hojas fue un cambio ya planteado desde antes: los muertos, la secoya, la letra de ese dolor en el costado. / No sé qué prefieras, si el aturdimiento, o el fulgor de las cosas que son alas / un descenso individual en las extensiones del hielo, el amarillo digno de una sola antena que sobresale desde la ventana– Tenuemente lo perdiste todo, dices, el oro y el instante, el viento en el boulevard. De qué sirve / “es difícil” / “perder” / tan sólo equívocos. Podemos hablar más de la luz del sol que del lenguaje, pero el lenguaje y la luz se ayudan mutuamente…** Hay un efecto ante las pérdidas: el pensamiento sucumbe, y quizá no importe / pero el pájaro emigra a otra tierra de un cielo parecido a este cielo. Todo podría ser igual: la pérdida, el arte difícil de nombrar, y poco importa la garra de esa ave detenida **  Marianne Moore.

333

vientos 3.indb 333

15/12/11 13:40

en el olmo / “amadas víctimas”, el nivel del agua del estanque, una garza extraviada en el lenguaje ajeno. “Parece que perder no es un arte difícil.” / Toda catástrofe es piedra– Una avenida, un patio solar, la mesa en la casa de tu madre para tomar el té, el gorjeo herido del gorrión y las verduras, dice, son “amadas víctimas” / el auto que asciende es una mañana y arrayanes y olvido, dice, aunque es difícil encontrar una frazada frente a mi cuerpo repleto de anestesia. / “La luz del sol”, “el lenguaje”; la luz del sol en el acantilado y en mi espalda podría ser otro cielo, una “víctima amada”: sí se desvanece el aliento y hay perdigones en la pérdida, dice. Hay un símbolo en el muelle, en ese pozo de caballos y de sombras. / Perder significa un revólver rojo en la respiración del hundimiento.

PENTIMENTO

bajo la fractura del árbol hay una secreción. no existe equilibrio entre la belleza y el nombre musitado. trazos del paisaje que se quiebra. algo de luz en lo negro. fisura accidental: un sesgo, un pliegue, una herida. todo está. 334

vientos 3.indb 334

15/12/11 13:40

esas casas son como los rostros que tuvo el dios de las cosas vacías. casas para siempre o un momento. si existieras, vivirías en la no-palabra. un estanque con lotos es fuego apacible. o casi quebradura, quiebre. o casi velada profusión de susurros. o casi un estanque de lotos. no decir aún o desde luego. (los caballos rojos pisan con premura tu ácida costumbre de negar). hay algo nuevo no nombrado. vuelo del kkachi en la ventana. mirar de cerca los objetos: su otra vida no evidente. romper de tajo con el cerco que tienden las palabras. se va con lentitud por las montañas. cierra lo verde. aspira a no saber. destrúyete como una azalea en medio de los bancos, y olvidada.

335

vientos 3.indb 335

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 336

15/12/11 13:40

MARIO BOJÓRQUEZ (1968)

vientos 3.indb 337

15/12/11 13:40

Mario Bojórquez (Los Mochis, Sinaloa, 1968). Autor de Pájaros sueltos (1991), Contradanza de pie y de barro (1996), Diván de Mouraria (1999), Pretzels (2005), El deseo postergado (2007), El Cerro de la Memoria (2009) y Y2K (2009). Ha obtenido los premios Estatal de Literatura de Baja California 1990, Abigael Bohórquez 1995, Nacional Enriqueta Ochoa 1996, Nacional Clemencia Isaura 1996, y el Nacional de Poesía Aguascalientes 2007. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. En la poesía de Mario Bojórquez sobresale el singular dominio técnico y la contundencia del decir. En ella se mezclan de manera excepcional la novedad del experimento y el refinamiento formal. Aunque su principal eje temático es el de la imposibilidad de saciar el deseo, aborda ejes variados, como el viaje épico del navegante, el poema extenso que medita sobre la forma y el fondo de la materia poética, hasta elaborar una indagación sobre la sensibilidad en tiempos del hipervínculo. (ml)

vientos 3.indb 338

15/12/11 13:40

PARA UNA LECCIÓN DEL SUJETO POÉTICO

Pero cómo decirme, decirte, decirles, que tengo, tienes, tienen, los ojos entornados, si al final de los ojos, guardo, guardas, guardan, la almendra de los días y los rotos veranos. Pero cómo callarme, callarte, callarles, estos silencios suyos, tuyos, míos, si en mis, tus, sus, ojos, hay palomas abiertas sobre campos de sangre, que yo, tú, ellos, miran, miras, miro,

BROOKLyN BRIDGE

Desde la otra orilla de lo que digo se tiende un puente para llegar a mi palabra Cada vez que pronuncio mi nombre mi nombre vuelve a mí desfigurado Cada que digo agua, el agua vuelve viento el viento fuego, el fuego mi nombre exacto pero mucho más pleno, y más desconocido Tiro palabras, nombres, versos a la otra orilla cada vez 339

vientos 3.indb 339

15/12/11 13:40

y cada vez anuncia nuevas intensidades de lo que no conozco Habría de arrojar sobre este puente aquello que no digo, mi silencio para que alguna vez vuelva poema

Així com el jorn passat ja mai no torna, mai més no tornaràs a travessar, del mar, aquestes aigües. Antoni Marí

así como el día pasado ya no vuelve No volverás a ser el que elevada voz Tundía bajo el soplo de almendras infinitas Una canción de cuna para su propio pecho No habrás de ser aquél Que a la sombra de un álamo Hendía el aire con notas dispersadas En el sutil perfume de una tarde en el río No serás ni los días regresarán a tu costa Henchidos de obsequiosas memorias de lo oscuro Solares de desmedida holganza De quietudes perfectas

340

vientos 3.indb 340

15/12/11 13:40

eres el que no supo decir lo que deseaba La codiciosa boca que el fruto no mastica Que echa a perder, arpía, banquete y festival Eres el insaciado que mira con envidia La insoportable alegría de los otros El que se duele hasta los huesos por la inocente risa Se te nublan los ojos por la ira Se te hinchan las manos de cruel remordimiento Se emponzoña tu sangre Qué hoguera, qué abandono Qué miserable eres a orillas de la vida

así como no vuelve el día A girar en sus goznes las horas ya pasadas Y en lo alto su sol habrá de descender Hasta perderse Así te perderás Así te perderás como se pierde El perfume en el aire que siempre sopla fuerte Te perderás de un modo tan terrible Que ni a tus ojos podrás reconocer tu propia piel Ni tus oídos escucharán tu voz Como si fuera otro ese que habla en ti Ni aun tu sangre Responderá en el pálpito 341

vientos 3.indb 341

15/12/11 13:40

Y la lengua pronunciará Un idioma que hasta hoy te es desconocido Que no te aflija Nada se pierde con perderte

te llamarás Amargo, en tus encías Florecerá un jardín de arborescente sarro Y en tu alta cabeza seborrea arrancará mechones Cataratas de nieblas en tus ojos Te llamarás Llagado sin afrenta La viva piel que ulcera la tierra donde pisa Te llamarás Sin fe Y habrá otro tú Edificado en pena Que infectará en redondo La lepra es justiciera Habrá de distinguirte en el mercado La turba dando voces Anunciará que llegas Que el tufo de tus ácidos Se anticipó a la clara campanilla

y para qué volver te has preguntado Para qué y para qué Y para qué volver 342

vientos 3.indb 342

15/12/11 13:40

Si en el volver hubiera ramos de olor aguardando tu paso Si en leves frondas cuajadas sí de frutos, de alegres floraciones, de luz concreta y ácida, Y allá junto a las fuentes un ejército de náyades danzando para ti Si volver en el agua, dúctil, ligero, fluente; si en el aire Si volver despertara en ti al que eres, si te volvieras vuelta, giro, comienzo de ti mismo Si volverte, si volver te fundara, volverías sin dudarlo Aunque los días pasados no pasaran de nuevo

nadie hubiera creído Que pudieras alzar La voz desde el abismo Que en tu orgullo vencido Pudieras elevarte Sobre tus propios pies Nadie hubiera creído Que pudiera volver A tu garganta El soplo de tu canto La dulce algarabía del desastre Nadie hubiera creído que tu ruina Sería tu salvación

343

vientos 3.indb 343

15/12/11 13:40

Los dos somos señores jóvenes la juventud desborda por los bolsillos silvertab Hemos venido al Pont des Arts a despedirnos entre los intersticios de la madera miro el agua del Sena sin parar un punto esta cita debió ocurrir hace diez años desde hoy no serás la mujer a mi lado falta atravesar la selva de las despedidas pero no habrá regreso posible En Saint Germain des Pres recoges seiscientos francos del suelo que servirán para unas hamburguesas en el Cluny y tu jersey con los habibis después vendrá la marcha del boulevard Sebastopol hasta la Gare de l’Est Somos la imagen de la desdicha tanta soledad no puede terminar bien a ti te queda la realidad del sueño yo sólo vivo el sueño agudo de la realidad En boulevard Saint Michel entramos a la librería Averroes pregunto por el poeta Al-Mutamid, rey en Sevilla pasas los ojos por aquellos signos de extrañeza y piensas que tu casa está donde tu corazón habita ahora sientes un cálido afecto por mí Leo en Ibn Qötaiba: Esa mujer ha muerto para ti entre jardines y fuentes Su tristeza es mayor que la belleza del mundo Ahora la verás caminar ajena entre fiestas y banquetes Su corazón es la jarra de arcilla rota por el suelo 344

vientos 3.indb 344

15/12/11 13:40

JULIO TRUJILLO (1969)

vientos 3.indb 345

15/12/11 13:40

Julio Trujillo (ciudad de México, 1969). Ha sido becario del Programa de Jóvenes Creadores del Fonca y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Libros de poemas: Una sangre (1998), Proa (2000), El perro de Koudelka (2003), Sobrenoche (2005), Bipolar (2008) y Pitecántropo (2009). Poeta de lo urbano –aun en sus ocasionales escapadas– y su versión de bolsillo, lo doméstico, Trujillo es un coleccionista de imágenes y sonidos sorprendentes. Un sentido del humor no exento de lirismo ordena las postales que conforman su diario de perplejidades, sus buceos en la materia. Plegado hasta entonces al colorido y la maleabilidad de sus versos, en Pitecántropo procede a ponerse en jaque y dar a sus poemas un tono más escéptico, un ser más transitorio. (ljb)

vientos 3.indb 346

15/12/11 13:40

NOTA

No olvidar Cuernavaca, aquel día con Fernando y Alejandro bebiendo en una esquina de la alberca. Palmeras anillándose, zumbido perceptible de las horas. Había abundancia, sí, pero también exactitud, puntualidad del sol sobre los hombros, amigos silenciosos y agua cómplice. Podía uno sentir, ¿cómo decirlo?, que estaba en el planeta, que rotaba. El día era un minuto incandescente. De pronto (¡qué tentación tan grande, en esa incandescencia poner punto final!), de entre los dedos de alguien el vaso se escabulle –como un pez no, sino como agua llamada por el agua. Los ojos de los tres ya son esclavos del prodigio: un vaso de cristal, 347

vientos 3.indb 347

15/12/11 13:40

de luz atravesado, mecido lentamente entre las aguas. Yo apenas lo veía –lo delataba el fuego de sus bordes: el agua naufragó en su transparencia. Después (¡no debo traicionarlo con palabras!), cuando uno de sus pétalos rozó la paz del fondo, el vaso se hizo nada. Sobre la sílaba impalpable del silencio cayó un mayor acento –la alberca seguía idéntica a sí misma. Una invisible estrella coronó mi azul mirada.

BIPOLAR

Una mitad se para en las cornisas, asoma las falanges y sacia en ese imán su sed de abismo. La otra mitad hipotecó las rótulas, evita los perímetros, se para en la certeza del aquí. Una se crece en el incendio, ama la muerte como los coleópteros adoran su reflejo en una flama. 348

vientos 3.indb 348

15/12/11 13:40

Otra se dora bajo un sol anémico que sólo sabe conquistar el gris con rachas de amarillo. Una ya te enlazó por la cintura. Otra se tarda en redactar su amor por la escritura. Una pone el olfato y clava el dardo. Manda un mensaje la otra que va de la cabeza hasta las puntas, sigue el rastro, fija el tiro, suelta el dardo: es fiel al instructivo que se adjunta. En el trasluz verdeamarillo de las hojas se pierde una mitad mientras la otra lamenta no ser bosque. Una conoce las alturas, desciende en grandes y pausados círculos, la está peinando el aire y silba nítido. La otra mitad afila el pico, olvida el vuelo porque está quebrando los huesos de la liebre que aún no apresa. 349

vientos 3.indb 349

15/12/11 13:40

Una mitad es voluptuosa y crece como la sed, como un correoso tallo que posterga la flor definitiva. Otra mitad desbroza para andar, se abre un camino pero no lo encarna. Templa sus élitros el grillo para todos, para nadie: se pasma una mitad, la otra lo busca, sigue buscándolo, ansía encontrar la fuente de la música.

EL POLIZÓN para Julián Herbert

Esta cosa que escribo no es poesía, pero después, probablemente, cuando yo esté dormido o ebrio, de espaldas a lo escrito, el blanco que separa estas palabras, lo no dicho, lo apenas sospechado, el polizón que viaja en esta nave improvisada, 350

vientos 3.indb 350

15/12/11 13:40

asome la nariz, reciba el aire y tenga alguna cosa que decir o no.

SALA DE ESPERA

Por más chapa de pino que le pongan, y tele y un rosario de periódicos, esta sala es inhóspita como un trono de cardos. Los vidrios biselados, el parquet, de fondo Frank Pourcel… ¿Quién va a curarme las heridas? ¿Quién reincorpora mis astillas al lugarcito donde un dios las puso? ¿Quién, en esta sala bienintencionada, me da droga? ¿Quién viene y me perdona?

PITECÁNTROPO [fragmentos]

Cuánta tristeza se fermenta en las gasolineras, qué desamparo se despacha ahí con languidez narcotizada, qué espesas lágrimas puede absorber un overol (qué 351

vientos 3.indb 351

15/12/11 13:40

lamparones de cloro), qué vísceras expuestas de las máquinas, qué purgatorio con norias girando en el esplín, qué ergástula sin puertas (pero hay siempre una estopa empozoñada para huir a un mundo premium). * No sin un largo esfuerzo, se yergue el pitecántropo. Ha conquistado un palmo para sí y es otro oxígeno el que lo atiza, ya sin mezclas. Eran sus vértebras rejegas a tensar la curva, trenzadas como estaban en lo áureo de no arriesgarse, en un calor de estambre. Se abren sus fosas y resopla, se abren sus ojos ante el esplendor de ese mediterráneo conquistado con todo el esqueleto y un hasta entonces ignorado hemisferio. Ya es par del horizonte y, como tal, ya es infinito el pitecántropo: aprende a pensar. Algo le duele pero no puede alcanzarlo con los dedos. No ha dado un paso aún porque es un periscopio, una corona de flores, el halo de su propia santidad. * No somos miles pero somos Miles, dijo uno de ellos para el bronce. Y otro: somos con Mingus cunnilingus, ponk con Monk y un desencarrilado tren con Coltrane. Y un tercero: somos gatos en las bardas y la luna está soltando su escalera. * Sin música, pero mezclando resonancias como DJ. 352

vientos 3.indb 352

15/12/11 13:40

CLAUDIA POSADAS (1970)

vientos 3.indb 353

15/12/11 13:40

Claudia Posadas (ciudad de México, 1970). Becaria del Fonca-Conaculta en el Programa de Intercambio de Residencias Artísticas para Chile (2008), en Jóvenes Creadores (2000 y 2005), y beneficiaria del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales con una investigación sobre literatura iberoamericana contemporánea (2002). Ha publicado La memoria blanca de los muros (1997), Lapis aurea (2008) y Consolament (2009). En 2009 obtuvo el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines. Su propuesta es una meditación sobre la posibilidad del espíritu en la época contemporánea. Poesía de largo aliento, acude a un universo simbólico y hermético, y se nutre de la filosofía en Plotino y Dionisio Areopagita; del pensamiento antiguo en la alquimia, la estética y música medieval, los trovadores provenzales y la mística de Teresa de Ávila e Hildegarda de Bingen, y de fuentes orientales. Sus referentes contemporáneos son la poesía de Juan Eduardo Cirlot, Jorge Cuesta y Gilberto Owen, entre otros. (mm)

vientos 3.indb 354

15/12/11 13:40

TRASIEGO

Caminar sin andadura soportando el peso de la carne atraída por el núcleo de la propia gravedad abandono que se estanca orfandades que no cierran bajo el golpe de los años las cordilleras de la furia caminar bajo el duelo de una historia pudriéndose (la rosa) las entrañas bajo un sol incomprensible errar soportando el pensamiento la implacable vibración de angustia ante el ojo abierto de la luz y de la noche mirada inclemente del misterio indolente por las eras de las eras el cansancio que no parece terminar la inmensa orilla de los mares caminar el polvo siendo polvo sin anclaje arrastrando el cuerpo entumecido el existir frente al silencio de la tierra 355

vientos 3.indb 355

15/12/11 13:40

soportando en la sangre las heridas de los otros socavando en la sangre de los otros las heridas sin fin y sin principio andar por siempre hasta brindarnos sin conciencia sin tristeza sin materia siendo solamente herrumbre o corazón encandilado al viento caminar para verter el lastre la atadura de este colorido mundo engaño densidad la médula incorrecta en su negrura insurrecta en sus anhelos de luz y concluir por fin con el absurdo la cárcel del errante sin sosiego en tus manos Oh Imperayritz de la Ciutat Joyosa Estel de mar qui los perrilans guia E´ls fay venir a bona salvetat… * …disolverse en las auríferas arenas en las aguas completas y ascendentes en sí mismas sin trasiego d 356

vientos 3.indb 356

15/12/11 13:40

ANTIKYTHERA

El reloj donde mirábamos hundirse el tiempo en la penumbra de la tarde, la arena de un reloj de arena en la casa en las honduras del bosque, la luz del jardín noctilucente por el vuelo aglomerado del insecto luz o a mediodía, el centelleo del cristal de cuarzo en la hojarasca al presentir la cercanía de nuestro aliento, el tiempoarenaluz el tiempo, a dónde irá al caer al otro lado cómo es el paisaje de su efímero desierto-duna el tiempoarena (otra vuelta del reloj. / El fluir hacia el vacío, no saber que ése era el drama que habría de dolerme; también ignoraba que el caer consumiere sin retorno las corrientes de la infancia y me anunciare el inicio del viaje sin regreso al abismo del reloj –no saber que el otro giro de la arena delineaba el círculo que sería debido andar para templarse–), el tiempoluz (una luciérnaga flotando en el recuerdo./ No saber que la danza en espiral de los luceros ígnicos signara el camino a la Ciudad Celeste; fue la única vez en la vigilia en que tuve el Phosphorus en el cuenco de las manos), aunque también, contra mi pecho, atesoré la piedra de la suerte hallada en el clarear de lo intocado (el talismán contra la sombra, contra la nieve, el tahalí perdido en la asfixiante soledad./ La rosa blanca que después sería la gema espirilada de cristal de roca. La irradiación que manará de su belleza al acercarse de nuevo a nuestra sangre la blancura de 357

vientos 3.indb 357

15/12/11 13:40

la rosa que algún día será el nombre que nos llama y que nos quema, la Emperatriz brillando en las alturas en el país del Illud tempus de las horas consumidas en pulir el oro en el cuaderno de la infancia en que marqué las corrientes de las aguas y del cielo, las almenas y el vitral, el tiempotrazo (el manuscrito iluminado./ Ignorar que ese paisaje, su silencio, serían mis palabras frente a la noche), ignorar que ese fulgor alumbraría la singladura y la talla de vocablos en que iba descendiendo y ascendiendo al íngrimo estadío, el tiempoandante (el mapa extraviado en el infinito./ El tiempoverbo en que vencimos a la propia umbría, en que hallamos el sendero a la morada que perdimos), a la armonía de antiguas notaciones, el harpa, el clavecín, las cuerdas, el llanto melismático, el tiempoarmónico (La imposible cifra de lejanas partituras./ Hermosas hablas y lenguajes de otros reinos para el mismo duelo, para el mismo planto), el resplandor final de las Hespérides, el primer atisbo al emerger la Aurora en que anunciábamos el azimut de la estrella más querida, de la esfera y del cometa, el tiempoestrella (el prisma de los múltiples vértices para aluzar constelaciones/ El astro-la-esfera-y-el-cometa como Soles que, desde el Empíreo de otro cielo, alumbran el temple –el verdadero–) de ese tiempoarenaluz, del tiempotrazo, del tiempoarmónico, del tiempoestrellaverboandante y sus objetos, 358

vientos 3.indb 358

15/12/11 13:40

aquellos que atraviesan con nosotros los túneles oscuros de la noche y del vacío, y que al final del espejismo y su materia, al ser escudriñados con el haz nictálope del Paraíso más allá, con la horquilla de un Zahorí en busca del secreto bajo tierra, nos revelan su otra forjadura, su tiempo arena, clave, trazo,   luz, estrellaverboandante en que reinaron, sin saberlo; el tiempo fuera del tiempo en que nacieron, al igual que nuestras venas, los engranes de una memoria que nos hablan de otra memoria que también nos pertenece, el misterioso mecanismo Antikythera de su entraña confinado en la herrumbre y en las formas, en la cimbre más profunda de las aguas y las eras que oculta el prodigio de su fuente, de su luz, el verdadero corazón que siempre estuvo a nuestro lado aguardando el emerger de su conciencia en el instante de su albo desprenderse del mundo, el pleno instante del fluir de las auríferas arenas en el reloj de arena en que miraremos transcurrir el momento exacto de la gemación del Alba. d 359

vientos 3.indb 359

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 360

15/12/11 13:40

OFELIA PÉREZ SEPÚLVEDA (1970)

vientos 3.indb 361

15/12/11 13:40

Ofelia Pérez Sepúlveda (Guadalupe, Nuevo León, 1970). Estudió Letras Españolas. Ha publicado los libros de poesía: Doménico (1993), De todos los santos: herejes (1995), Cuartos Privados (1997), La inmóvil percepción de la memoria (2000), y De las tantas voces (2006). Ha sido becaria del Centro de Escritores de Nuevo León, Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Nuevo León, y del Guadalupe Cultural Arts Center. Dirigió la Casa de la Cultura de Nuevo León. Cercana al versículo, la anécdota de sus textos parece escapar del árbol de la angustia, aunque sabe serpentear la confesión y los caminos trillados. De palabra precisa y solemne, Ofelia va de la contemplación a la evocación plena, de la antibalada a la penuria del amor. Voz que se alza desde la solicitud y la desmemoria, se revela al espejo y se nutre de sus muertos y sus vivos, de su entorno íntimo ajeno y del camuflaje para revelarnos su naturaleza poética. (mc)

vientos 3.indb 362

15/12/11 13:40

CANCIÓN DE LOS TANTOS

Yo te amo, dijo el ciervo en tu vientre. Yo te amo, dijo el ave que bajó al jardín de tu casa y se puso a beber del rojo néctar. Yo te amo, declaró el peatón y hasta vigía, aquel que observó cuando llegaste de negro y pediste una cerveza. Yo te amo, sentenció la anciana que vende por casi nada la imagen de Jesús en los Olivos. Yo te amo, continuó mi boca, y fue una la ciudad mientras tú te acomodabas en mi espalda y escribías una larga historia que iba del cuello hasta el olvido, pasando por cinturas y retablos. Yo te amo, ahora que recuerdo, ahora que te aguardo y que me invento, metido en acrobacias y magia de tres pesos, en el universo de una carpa, en medio de los tuyos. Sólo escucha mis tantas voces, como un rumor de peces que se acercan.

363

vientos 3.indb 363

15/12/11 13:40

BALADA DEL NEGRO EN LA CANTINA

Apenas se anunciara la tormenta en el cruce del camino y el atajo a Los Ramones. Para más señas: Donde el viejo celebró que los nazis bebieran cerveza en los bajos de la torre Eiffel. No allá, en la arboleda, sino en la acera oriente, tres hombres con apenas segundos de distancia golpearon las puertas tantas veces y siempre tras su entrada que el viejo labrador ladró a las sombras como si fueran los demonios que lo habitan o, casi tanto, los parásitos que beben de su sangre y lo hacen aullar y retorcerse en horas en que la cantina cierra; y eso porque alguien dijo al Negro –que así responde– que no por ser un ordinario pierda uno la decencia. Por eso es que a veces un perro comprende de qué se trata llegar y diluirse y no saber de nada, excepto del vecino que habla y manotea. Y mientras, la música sonando. 364

vientos 3.indb 364

15/12/11 13:40

El primero, parado ante la barra, de ojos y corvas diletantes, ordena un whisky y piensa en trenes arribando. Ahora observa: El brillo del vestido de una dama, el poster tras el vidrio y, mientras, el Negro que se echa entre las patas de la mesa de billar. El segundo, en una esquina, revuelve las piezas y tablero, ajusta reyes y alfiles al tiempo que sonríe al contrincante desde lejos. “Porque hoy tengo suerte, amigo”, le confiesa y sigue al perro con la vista hasta que el perro y el hombre que lo observa se detienen y el mundo se divide. “Siente que le tengo miedo siente que no aprieto del gatillo y qué tal cuando reviente”, reza el Otro, que ni ve ni huele ni escucha el fuelle que se abre si el Negro se incorpora. A eso de las tres de la mañana, cayendo ya la lluvia. 365

vientos 3.indb 365

15/12/11 13:40

No más allá de los 100 pasos, allá quedó el cadáver del segundo, la sangre del primero y un torpe corazón asincopado del hombre que apuntó la 22. Un rumor a pólvora viaja sin más prisa. Adentro la música repite el sonsonete y el Negro que se aleja.

DEL TERCER HOMBRE

Hay un ave muerta. Así empieza el joven a nombrar las cosas. Cubre sus ojos de augurio y cera, y en la cera que ilumina vaticinios, el apenas niño muestra el filo de sus versos. El joven es un mago. Con gracia y eficiencia aparta de su manga las tres cartas del tiempo. Primera: un hombre de bigote y sombrero se calza en el revólver la sonrisa. Segunda: ella está de pie, mientras dos manos juegan a romperle sus huesos. El hombre está desnudo, la dama tiene miedo, y manda sobre el aire y sobre el mar. Ella está sobre el cielo, como una cola de nube que se fuga. Ella está bajo el mar, como serpiente agazapada. Y en el aire viaja, más liviana que el aire del agua hacia la noche. 366

vientos 3.indb 366

15/12/11 13:40

Los hombres y las damas disculparán a este mago sin fortuna. Él dice ser poeta: oficio de traidores. Ustedes dispensarán. Él sólo escribe de su historia, inventa hombres y nadie tiene culpa si los hombres ficticios se refugian en los hombres diarios que conversan de la vida en las cantinas. Viajero del agua, un poema nace, un poema muere.

SIN TÍTULO

En el Reforma es tu voz un arpón. No está la rosa en el incendio. No te respiro en el filtro que encierra el delfín que no seremos. Yo te miraba conjugar los verbos con la mirada del mamífero que teme y me acercaba a donde has dicho se guarda el corazón de madrugada. Existo, y del pequeño continente del cristal una esquirla salta, llega, te nombra y me alejo sin nadie detrás de la que vino, de la que es ausente.

367

vientos 3.indb 367

15/12/11 13:40

Te me vas inmóvil en el rincón de la cantina y me voy sin saber en dónde está la Ofelia que conjuras, sin que abras tu casa a este vampiro. Guárdame soberbia, hermética, traidora; apenas piedra que insistes en cargar. Y si jamás la Ofelia se desnuda no preguntes quién hiere a quién entre bufones.

368

vientos 3.indb 368

15/12/11 13:40

JULIÁN HERBERT (1971)

vientos 3.indb 369

15/12/11 13:40

Julián Herbert (Acapulco, Guerrero, 1971). Autor de los libros de poemas El nombre de esta casa (1999), La resistencia (2003), Kubla Khan (2005) y Pastilla camaleón (2010). Ha obtenido los premios nacionales de Literatura Gilberto Owen 2003, el de Cuento Juan José Arreola en 2006, y el de Cuento Agustín Yáñez en 2008. Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores. La poesía de Herbert se fuga hacia la perplejidad, hacia la comunión de los complementarios –parodia y lirismo, cultismo y pop, anécdota e intertexto– que produce una ineludible extrañeza. La resistencia marcó el giro hacia un decir más opaco que se cumple en los siguientes títulos. El autor descentra y reorganiza los orbes del lenguaje y la experiencia mediante el caos referencial propio de nuestro tiempo, estrategia que delata la conciencia histórica que tiene de su género. (ljb)

vientos 3.indb 370

15/12/11 13:40

JOB

Más allá de esta puerta hiede el mundo a matadero. Las bestias en los patios aúllan profecías y se muerden los belfos mientras un garfio rojo trizando las costillas sostiene el Sinaí. Higueras arden ácidas en las cuencas del simún. Bajo el escombro yacen los hijos de los hombres –los hijos de la mente yacen también a oscuras. Un matadero. No más que un matadero. Un leviatán que chilla en costas de agua violácea, una vasta pregunta sin un grano de sal, una víbora de arena corroída por el soplo. Esto es lo que murmuro, pienso, atino a maldecir, mientras me rasco con un trozo de teja las pústulas del pecho.

371

vientos 3.indb 371

15/12/11 13:40

ORACIÓN DEL PROFESOR

Puño de Dios, no golpees el rincón de mi nombre donde me he pertrechado. El día es cruel y cada hombre muerde su pan, su anfetamina, su perpetua oración. En los estadios los niños derrotados aprenden a traicionar. En aeropuertos runas de unicel nos guían hacia el último nombre del silencio. Y mujeres desnudas, frías como cristales bailan decapitadas en la cresta nocturna. Puño de Dios, mi amada duerme en una de tus hendiduras. El trigo de sus labios besa las manchas de nicotina de tus dedos. Sus pechos son jarrones de miel que endulzan tus nudillos. Su carne es el agua que no logra apresar. Su pensamiento es una lámpara encendida en un hotel de paso a las afueras de tus golpes. Puño de Dios, mi amada es una estatua de la sal de la tierra. No es un teléfono público. No bastan diez centavos.

372

vientos 3.indb 372

15/12/11 13:40

EZRA

Hoy vino a visitarme el león del Barrio Latino. Almorzamos salmón con galletitas y miramos a través de la ventana los pliegues de la sierra de Zapalinamé. Le dije: “Soy muy desgraciado. Amo a una esclava que me frota la piel con aceites mientras sueño con la albura fría y tierna de mi mujer”… Y él (rascándose las cejas): Lo primero era esto: seis siglos que no habían sido empacados. Se trataba de trabajar con material que no estaba en la Commedia. En la cítara de arrugas de su rostro desfilaban fases verdes, rojizas y naranjas; no sé si eran humores melancólicos o centellas de pájaros canoros generadas adrede por un truco verbal. “Maestro –le rogué–, dispensa estas aletas, la vulgar vocación de caminar como un pingüino por los pliegues de la referencia, mi réprobo latín aprendido en Perales, mi afectada manera de ver telenovelas.” 373

vientos 3.indb 373

15/12/11 13:40

Se limpió las migajas de la barba y preguntó tu nombre. “Anabel, respondí. Anabel, Anabel, Anabel: it was many and many a year ago in a kingdom by the sea.” Y los ojos del anciano león fotografiado en blanco y negro eran gemelas beatrices portinari derramadas en mi piel como un bálsamo chino fraudulento. Pasaron horas. Secuencias de la luz. Hubo un instante de bienestar cuando las sombras descendieron sobre todas las formas, velando su belleza. Él encendió un candil y dijo: “su pelo también cambiará de color.” Luego tomó sus libros, un último sorbo de café, y me explicó que más que el opio de una amante amaba las soleadas terrazas de Provenza. Yo envidié la dulzura de su senil sinceridad: primavera tan lejana.

FRANCISCANO

A mi manera, Francesco, también me desnudé en una plaza. 374

vientos 3.indb 374

15/12/11 13:40

Yo también con papá, en Atlixco. Estaba amaneciendo y los chanates masticaban maldición desde los árboles –en su lengua de esfinges. La plaza un gran estante de artesanías de esfinge negras. Y el cielo su mercado: un piso de alquitrán al que señoras estaban arrojando cubetas de jabón. Papá me abrazó y dijo, citando a Malcolm Lowry: “Hijo mío, bebimos esta noche hasta la sobriedad”. Quise matarlo, quise darle un beso en la boca. Edipo ante la esfinge: ¿cuál es el animal el animal que dice “no durará la pena”? No durará la pena de su cuello en mis manos, del sabor de su boca bajándome hasta el pecho, del sabor a milagro del vacío, [yo sería sin él ese milagro: ese beso que nunca me di] no durará, no durará la pena, así sea porque el mal se parece a los sueños y el ahorcado rara vez sobrevive a su dolor –es ahí donde reside la ternura del verdugo– y en la casa del verdugo llaman todos a la soga por su nombre [yo te llamo papá, yo te advierto que este amor es para siempre]; y por eso, aterrado, Edipo ante la esfinge preguntando de nuevo: ¿cuál es el animal?... 375

vientos 3.indb 375

15/12/11 13:40

Quise matarlo, quise darle un beso en la boca. Pero no durará, por eso no valía la pena. A mi manera, Francesco, tengo nada: tengo en el brazo un tatuaje carmesí. A veces digo que es una salamandra, a veces que una iguana; hoy es un camaleón. A mi manera, Francesco, deseo todo. Es así como pude renunciar.

DOMADOR DE CABALLOS [fragmento]

Imagínalos cruzar el mar a nado: machos de la espumosa gloria armados de jinetes. Mercenarios sin amo ni carrusel a dónde ir. Buzos cobardes atrincherados en la rienda. Imagínalos pastando conchas rotas, colas muertas de sirenas. Caracoleando al son de las brumosas caracolas. 376

vientos 3.indb 376

15/12/11 13:40

Llevando a lomo esos moluscos de armaduras cristianas. Aterrados de toparse entre las olas con su propia leyenda. Ateridos de jamás morder el lado limpio de la sal. Imagínalos cruzar, saltar el mar, galopar con un rumor de cuadernas o de astillas. Imagínalos amando la tormenta en un conjuro; lo que sabe de la chispa la herradura.

377

vientos 3.indb 377

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 378

15/12/11 13:40

LUIS VICENTE DE AGUINAGA (1971)

vientos 3.indb 379

15/12/11 13:40

Luis Vicente de Aguinaga (Guadalajara, Jalisco, 1971). Fue becario del Fonca en Jóvenes Creadores, Premio Nacional de Poesía Aguascalientes y Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta, ambos en 2004, y Premio Nacional de Ensayo Joven José Vasconcelos 2005. Ha publicado los libros de poemas Cien tus ojos (2003), Por una vez contra el otoño (2004), Reducido a polvo (2004) y Fractura expuesta (2008), entre otros; así como los volúmenes de ensayo y crítica Lámpara de mano (2004), Signos vitales (2005) y Otro cantar (2006). Por un lado, la poesía de De Aguinaga se establece en el delirio de una voz dispuesta al extravío y la elevación –es decir: a obviar las minucias de la lógica y la razón–; por el otro, el sutil tramado de sus imágenes representa un ejercicio de nitidez que acoge también los laberintos del hermetismo. El poeta es fuente y objetivo de su discurso: se observa, se aleja de sí, se pone en jaque. No aspira a la fugaz revelación: opta por la íntima pluralidad del silencio y la incertidumbre. (ljb)

vientos 3.indb 380

15/12/11 13:40

ALBERTO GIRRI

La forma, por ejemplo, que toman poco a poco los jabones. Pongamos que la forma última: no las figuras de lengua o de papiro, de mano por lo cóncavo, de lámina, de molar desgastado, navaja inservible, opaca huella digital, pliego sin letras y cara paliducha que adoptan al cumplirse la víspera de su aniquilación. Jabones, por ejemplo. De sustancia final, desvanecida.

LO DE LOS GRILLOS

Salí a comprobar lo de los grillos. De verdad son esos dientes de madera que se desgastan sin provecho, y sin buscar provecho: rompiéndose los bordes, la pulpa, las raíces: cantando. Son lo que uno dijera que parecen: guitarras de una cuerda, y muy floja. Bengalas tras el naufragio del sonido. A veces no los oigo, y nunca llego a verlos. 381

vientos 3.indb 381

15/12/11 13:40

La noche comienza por los grillos, pero los grillos no empiezan con la noche: no responden siempre. Y yo, ¿he sabido negarme a la obediencia? Pasa también que de pronto no me oigo. Hay un saber que se rompe o se desdice. De pronto son, los grillos, no dientes, ni guitarras. Pero sí de madera: brazos callados que sostienen. Lo sé cuando se callan: que son inapelables. Regimientos de sombra que despojan. De verdad son un pozo y son llanuras. No los oigo. No tengo sueños por la noche, de modo que ya he muerto.

LA DISYUNTIVA

Entre la soledad y estar solo, escojo lo segundo. Lo mismo entre la dicha y ser dichoso: lo segundo. Entre los años y los días, 382

vientos 3.indb 382

15/12/11 13:40

lo segundo. Entre mi nombre y tú al decirlo. Hay quien me ve llegar con paso lento y escoger lo segundo, lo que viene detrás, de peor es nada; me ve con piedad intransigente, con lástima implacable de cazador apenado por su presa. Yo recojo los restos, hago con ellos un sombrero, una corbata, y saludo a la usanza cavernícola. Entre la espera y lo esperado, lo segundo. Entre los puntos y las comas. Entre los ya y los todavía.

DOS COCHES

Entre dos coches acaso mal estacionados, o bien, o no me importa, paso apenas, ladeándome, y alcanzo el otro lado de la calle al alcanzarte a ti, que me llamabas desde que no había coches, o calles, o no tendría por qué importarnos. 383

vientos 3.indb 383

15/12/11 13:40

Dos coches. Bien o mal habrá quien los encienda, los conduzca, se deje conducir sobre sus ruedas y llegue aquí, diciéndose: “Llegamos”. Uno y otro llegaron tal vez juntos, juntos habrán salido de la misma casa o se habrán desprendido, hace un millón de años, de un mismo hierro primigenio. Por eso tan reunidos. Por eso, junto a ti, sin calle, o sí, o ya no me importa, espero que no dejes de llamarme.

TRAS EL FESTEJO, EL HERMANO DEL HIJO PRÓDIGO SE RESUELVE A MOSTRAR QUIÉN ES EL PEOR DE AMBOS El hijo mayor se hallaba en el campo, y cuando, de vuelta, se acercaba a su casa, oyó la música y los coros. Y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: “Ha vuelto tu hermano, y tu padre ha mandado matar un becerro cebado, porque le ha recobrado sano”. Él se enojó y no quería entrar, pero su padre salió y le llamó. Él respondió y dijo a su padre: “Hace ya tantos años que te sirvo sin jamás haber traspasado tus mandatos, y nunca me diste un cabrito para hacer fiesta con mis amigos, y al venir este hijo tuyo, que ha consumido tu fortuna con meretrices, le matas un becerro cebado”. Él le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo,

384

vientos 3.indb 384

15/12/11 13:40

y todos mis bienes tuyos son; mas era preciso hacer fiesta y alegrarse, porque éste tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido hallado”. Lucas, 15:25-32

Suponiendo que te lo diga. Vamos a suponerlo. Que yo te diga: “Soy el peor de tus hijos”. O, a lo mejor, que lo mitigue: “Vengo, padre, como el peor de tus hijos”. Como si el peor fuera el otro. Como si yo apenas me le asemejara. Supongamos. ¿Ganarías algo con oírmelo? ¿Te venderían la gasolina más barata? ¿Conseguirías jubilarte por adelantado? ¿Te dirías a ti mismo: “Es lo que yo esperaba oír”, y entenderías entonces que ya no soy el peor, ni casi el peor, pues he mejorado al admitirlo? Brincos diéramos, padre. Bueno fuera. Tendrá la culpa esta memoria, si tú quieres. Qué digo esta memoria: este recuerdo solo, del día que temiste tener un hijo menos, pues ya no estaba por ninguna parte, y me pediste a mí con la mirada y un movimiento indigno de la mano 385

vientos 3.indb 385

15/12/11 13:40

que fuera tus dos hijos, y que fuera de preferencia el que perdiste. ¿Tendré la culpa yo, que soy esta memoria? Qué digo esta memoria: este recuerdo, el rastro de la voz –mi propia voz– del hijo que dejé de ser, y para qué: para no ser tampoco el otro. Qué digo ese recuerdo: más bien el de tus ojos mirando a través de los rebaños, cruzando los campos de trabajo y topándose al fin con el hombre que venía y era el hijo perdido y el hermano que yo no pude ser, que no fui nunca, que se quedó sin mí al estar perdido y me dejó sin él, que me quedé también sin ambos al irme sin mi cuerpo y al dejarme a solas con tu tierra, padre, solo de ti, solo de todos, a la espera del día en que volviéramos, del día en que pudiéramos al fin reconocernos.

386

vientos 3.indb 386

15/12/11 13:40

MARÍA RIVERA (1971)

vientos 3.indb 387

15/12/11 13:40

María Rivera (ciudad de México, 1971). Autora de los libros de poesía: Traslación de dominio (2000), Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2000; Hay batallas (2005), Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2005, y Rota (2006). Sus poemas aparecen en diversas antologías y en revistas de divulgación literaria. Actualmente se desempeña como asesora cultural de la Casa del Poeta Ramón López Velarde en la ciudad de México. Su poesía tiene como eje la musicalidad, la cadencia que permite al lector navegar por aguas de completa libertad. Su discurso es reflexivo, existencialista, a veces melancólico. Revela un manejo formal amparado en una visión de mundo crítica y reflexiva, mordaz a veces. (mm)

vientos 3.indb 388

15/12/11 13:40

ESTÁBAMOS EN ESO DE SALVARNOS

Estábamos en eso de salvarnos, estábamos amargos y oscuros sobre el caballo del tiempo. Tú no me veías, debí saberlo. Tú no me veías zozobrando. Una tarde sembré un brazo de siempreviva porque estábamos en eso de salvarnos y yo pensaba en los retoños con apasionada inocencia, mientras el mar, su cadera turbulenta, nos arrojaba entre médanos de niebla. Era el cielo tendido entre dos mares, el grito acallado en la garganta con hirvientes alfileres, pero estábamos en eso de salvarnos, porque pensaba “qué hermoso sería salvarse entre dos manos”. Porque estábamos en eso de salvarnos, caminé tras de otros pasos con la voz atenazada por la asfixia, una urgencia de metales y campanas, 389

vientos 3.indb 389

15/12/11 13:40

mientras las llamas devoraban la maleza que crecía entre nosotros. Porque estábamos en eso de salvarnos, quise entregarme a la delicia del ensueño en una habitación donde la sangre y su ramo carnal pudieran cerrarme los ojos, porque estaba en eso de caminar sobre la cuerda, y era nada más salvarse, para no poner el pie sobre el vacío, poner el pie sobre la cuerda. Fue por eso, porque la muerte tenía la blancura toda para ella, que anduve de cima en cima desterrada, y los frutos todos amargaban mi lengua; porque estábamos heridos y solos en esa desventura, en esa tierra donde los hombres se conocen a sí mismos, mientras los otros, envilecidos como hienas y voraces aves de rapiña, 390

vientos 3.indb 390

15/12/11 13:40

nos miraban persiguiendo estrellas en un pozo: la perra que viste vestirse de cisne, la muda nutria desangrada, y porque sabía ya de esa sombra, de su hondura casi agua, casi cielo, porque había que cerrar los ojos, no ver hacia delante, porque adelante estaba ya la tierra, porque en su negro rumor, entre sus brazos, vi nacer un manantial, toqué sus aguas, y la tierra tenía sabor a pan, a fruto, porque vi, cayendo, todo el amor desbordado y cierto una noche sin palabras.

391

vientos 3.indb 391

15/12/11 13:40

DÍA DE MUERTOS a Alfredo Giles Díaz

Nadie escribió el poema que está latiendo en la página silenciosa de la espera. La espesura construyó nuestras esquelas, troqueló nuestros silencios con corceles. Nómbrame “piedra”, escritura mineral, vaho de los solares que perdimos. Una peña despeñándose en nuestra memoria, un viñedo cultivado en la esmerada pasión de los ausentes. Duermen los recuerdos, se recuestan en mi pecho. Dicen pájaro y es pájaro el lagarto que en mí amanece (herido, comatoso). Avanzamos, en el corazón del tiempo crece el temor de quedar varados en la doble cuchilla del camino. ( ¿Estás aquí, de vuelta? –pregunto– ¿estás aquí, rosa de fuego? ) Después, el sueño del desasosiego, la estoica cancioncilla que repite “hay un muro cercándonos. Un muro atrincherado en la neblina”. Cuánta luz había ese día. Ese día que ahora se sumerge en las costas asediadas del exilio. 392

vientos 3.indb 392

15/12/11 13:40

¿Qué emboscada cayó sobre nosotros, trocó por panes amargos nuestras piedras? ¿Qué dios maligno ató nuestra barca en el diluvio? Hay un poema latiendo en el silencio, ríos espesos que escapan a nuestra memoria y, sin embargo, miran los ojos abiertos del tiempo, y preguntan, y preguntan dónde está la escritura que la vida debió emprender para salvarnos del olvido.

RESPUESTA a Luigi Amara

No tengo corazón para las cosas, para verlas rodar en su caída, para el largo murmullo en su agonía. No tengo corazón para las cosas felices de este mundo: no me alcanza el corazón para la risa, ni el ojo para el ave, ni la mano para la gota. 393

vientos 3.indb 393

15/12/11 13:40

No, no tengo corazón. No alcanza su hipo a la hipérbole ni sus dedos se congelan con la nieve. Y aunque quisiera rendirse, a veces, tumbarse sobre la hierba, su sombría pesadumbre se lo impide. Me falta corazón para las puertas, para las manos de los hombres. Me falta. Me falta morir para encontrarlo. Tenderme sobre el lomo de su rayo, cabalgar sobre su grupa. A veces, ya muy noche, pregunto al enorme silencio del mundo cómo puede morir el corazón entre las manos; a veces, muy temprano, pregunto a la gran algarabía del mundo. Asombrada, miro su torpe ánimo, su paso incierto, su lenta caída. Es triste, lo sé. Pero no tengo corazón para las cosas felices de este mundo. 394

vientos 3.indb 394

15/12/11 13:40

JORGE ORTEGA (1972)

vientos 3.indb 395

15/12/11 13:40

Jorge Ortega (Mexicali, B.C., 1972). Poeta, ensayista y crítico literario. Doctor en Filología Hispánica por la Universitat Autònoma de Barcelona y, desde 2007, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (snca). Entre sus libros publicados destacan Cuaderno carmesí (1997), Ajedrez de polvo (2003), Estado del tiempo (2005) y el pliego de poesía Catenaria (2009). Ha colaborado en Crítica, Letras Libres, Mandorla, Nexos, Quimera y Revista de Occidente. Más que paisajes de palabras e instantes, hay en sus textos trazos, contornos; la ilusión óptica de un instante en fuga. Las ciudades parecen emerger de una capa atmosférica que oculta otra: al desprenderse las costras de los días se van configurando como en realidad eran. En vez del lugar común y de la narración: la musicalidad, la luz. (mc)

vientos 3.indb 396

15/12/11 13:40

EPITAFIO PARA UN NIÑO AHOGADO a Juan Pablo (1991-1994)

Pastor de las aguas: la eternidad deshiela muelles sobre tus párpados de obsidiana latente, hoteles en domos para sondear motocicletas. La eternidad no tiene horas ni forrajes de oxígeno que cubran tu silencio rebosante de loas, ni el sol de California que asocias calladamente con un secreto botánico de tu propio mérito. La resignación es el empeño donde los vivos pregonamos tus primeras palabras como una música primitiva, el álbum fotográfico que gangrena los sillones como una maldición hereditaria. Para ti no habrá cuerpo que deslinde los torbellinos del vello púbico, ni pretexto estudiantil para sisguear arengas amorosas; pero, en la ingenua conspiración de las albercas, habrás vislumbrado la parvulez de los oleajes, justo cuando la tarde riega por el puerto una lotería de fatídicos manoteos. Pastor de las aguas: hay quienes llevan por corazón un salmón de oro macizo, una penumbra de alas.

397

vientos 3.indb 397

15/12/11 13:40

AUTOPISTA DEL DESEO

Avanzamos con la intuición encumbrada en oropel concediendo la piel según los caprichos del panorama. Regata de blancor escurre hacia el talud de los enroques, camellones curtidos por enjuagues decisivos, chinampas de codicia seminal. El tacto es una esponja que hospeda torbellinos de la mente, ofrendando a los anzuelos del lenguaje su almidón de sutilezas.

POSTAL DE LAS ARDENAS

El verdor imparte sus amables beneficios cuajando con espigas de amaranto la amplitud de la mirada. Vegetación de los misterios. Borbotón petrificado mendigando en arrabales una preñez de capullos incendiados. La flotación de las ermitas dubita serios montículos de plomo. Vale más heteromancia navideña cruzada de azores escarchados que sonrisa de mecánico tostando cantinelas en cierto taller de la comarca. Fútil diapasón de referencias que bien puede realzar los dominios del paisaje o peinar con sinónimos de bruma al país con sus facciones de acuarela.

398

vientos 3.indb 398

15/12/11 13:40

NOVEDAD DE LA PATRIA

La fecha nos congrega en la explanada para conmemorar la Independencia. Ascienden los silbidos como fuegos de artificio, y estallan en lo alto. El domo de la noche va mostrando una constelación más terrenal, el surco de faroles imprevistos desvanecidos luego por el aire. “Soplan vientos de cambio”: ya el verano empaca sus fervores demenciales y cede la tropósfera al otoño. La gente usa chamarra, luce alegre como si el clima entrante denotara la virtual solución de sus problemas.

DIURNO DE LA ESTATUA

No hay pájaro que ronde a estas alturas por la anchura del cielo despejado; la bóveda es azul, mediterránea, pero de sumo ardiente, intransitable. Fustiga la hora nona el parabrisas con la acupuntura de los rayos; imaginad entonces la intemperie que abrasa los perímetros del éter: nadie sale de casa en los contornos 399

vientos 3.indb 399

15/12/11 13:40

ni se desplaza a pie por las aceras como si bajo el signo de noviembre. El rumbo es un erial, y yo atravieso –con estupefacción reglamentaria– el radio de su aspecto desolado.

RELOJ BIOLÓGICO

Nos despierta la música del pájaro antes de lo ordinario. Algo lo inquieta detrás de las paredes, en el reino de la naturaleza a flor de cielo. ¿Acaso la escisión de temporadas, el cisma de los climas vecinales que divide la atmósfera vigente en dos identidades enemigas? El pájaro es un síntoma del tiempo. La urgencia de su canto nos susurra vaticinios, sistemas de presión que viajan por el aire como un hecho.

PARÁBOLA DE LA MIGRAÑA

El oído. La sien. El ojo. El cántaro agobiado por el agua y su presión de arteria. 400

vientos 3.indb 400

15/12/11 13:40

Tambores muy adentro. Tambores en el hueso de la fruta filtrando desde dentro la descarga rumbo a la superficie mojada por el fuego. Llevar bajo la cera del semblante un coral rojo, un rojo candelabro de venas palpitantes. Solución: ceder el pensamiento por un rato. Pero tampoco el sueño. Sus turbulencias viajan por el agua y alcanzan la otra orilla del cántaro apacible con la celeridad de cualquier ruido. Basta una sola onda –el desliz de la manta– para volver al punto de partida y prolongar el fin.

FRECUENCIA MODULADA (Gold, Spandau Ballet)

Una canción te sigue hasta Madrid a través de los años. El espejo de la barra te ofrece las facciones del muchacho que fuiste en la segunda 401

vientos 3.indb 401

15/12/11 13:40

mitad de los ochenta. Quién diría que tras hendir los mares y los cielos y machacar la suela en las aceras la radio de un lugar insospechado que no estaba en el plan de la mañana habría de emitir para ti solo la pieza de un verano mesozoico. La charla insulsa junto a la piscina, el agua a contraluz, los camareros de blanco y Laura, la que te gustaba, en una mesa aparte, con su grupo. La música por dentro, retumbando para nadie, el runrún de la cadencia como una forma de infundirse ánimos desde la soledad de la garganta. La hidra de los sueños olvidados vuelve a asomar del pozo de ti mismo para de nuevo hundirse en el drenaje de tus viejas arterias. Flota lánguido en la cerveza un girasol de espuma que se disuelve con los comerciales.

TEORÍA DE LA LUZ

Sentado a solas en el comedor sin más vitualla que la del ayuno qué tanto contemplaba. Era un dejarse estar lo que me retenía, un dejarse caer 402

vientos 3.indb 402

15/12/11 13:40

en el instante sin fondo de la perplejidad. El polvo gravitaba con el ritmo de una constelación en movimiento, y todo cabía ahí: las conjeturas y formas del deseo, los audaces polígonos del sueño, las falacias que desplegaba el párpado preñado de incoherencias y el alba diluía. La ventana era la hoja en blanco, el intocado folio, la pulida visión del inocente en que la voluntad pactaba con los planes. Y todo estaba ahí porque no estaba escrito. La luz borraba el mundo y lo restituía.

403

vientos 3.indb 403

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 404

15/12/11 13:40

ÁLVARO SOLÍS (1974)

vientos 3.indb 405

15/12/11 13:40

Álvaro Solís (Villahermosa, Tabasco, 1974). Asimila con naturalidad la forma del versículo e incorpora la exaltada plasticidad de su tierra natal para crear una voz-río que nos envuelve en su cadencia. Su poesía, por momentos dolorosa y melancólica, indaga en el amor, la muerte y la fragilidad del hombre ante el mundo. Obtuvo el Premio Tabasco de Poesía José Carlos Becerra 2003, el Premio Nacional de Poesía Amado Nervo 2006 y el Premio Nacional de Poesía Joven Gutierre de Cetina 2007. Fue becario de la Fundación para las Letras Mexicanas y del Fonca. Docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Autor de También soy un fantasma (2003), Solisón (2005), Cantalao (2007), Los días y sus designios (2007), Ríos de la noche oscura (2008). (ml)

vientos 3.indb 406

15/12/11 13:40

LA NOCHE ENTERA Fuensanta: ¿tú conoces el mar? Dicen que es menos grande y menos hondo que el pesar. Ramón López Velarde

I

Nunca miramos el mar, nunca nos detuvimos a mirarlo inalcanzable. Su furia contenida por años ruge sin parar y las palmeras inmóviles, oleadas de sofocación, cortinas, entrecerradas ventanas. Tanto calor como para fundar diez mil infiernos; arden las paredes y mi cabeza arde en las brasas de este tiempo. Nunca miramos el mar, nunca entrecerramos los ojos para mirar el mar de abril. II

Apoyado en la ventana te esperé la noche entera. La noche era un camino que no se podía recorrer con calma, 407

vientos 3.indb 407

15/12/11 13:40

extendía sus fronteras hacia donde no era posible esperar. Porque el corazón no puede soportar las heridas que produce la esperanza, la noche era un sesgo que nunca aprendí a tomar con sigilo. Tú me atormentabas diciendo que llegarías más tarde con la indiferencia que se da la hora a algún desconocido. Mi corazón era un volcán extinto que de repente exhala pequeñas fumarolas recordando el tiempo de erupción. Pero aquel día mi paso fue más lento, y llegué tarde, me esperabas con los jeans color rosa y tu cinta para el cabello y tus zapatos, y tu bolso de mano y tu llavero y los rasgos de tu blusa y tu indiferencia del mismo color. Parecías no advertir que te miraba, y pensé que estabas sola, que no esperabas, que estabas muy lejos de casa, de los sabores resecos del invierno, que no pertenecías a nadie, ni a ti misma, mientras te maquillabas sin prisa mirándote al espejo y agachabas la cabeza como avergonzada. Ese día llegué tarde pero hicimos el amor con toda calma, luego te pusiste mi camisa color vino y pedimos comida china, relucían tus blancas piernas donde yo recostaba mi cabeza para recordar tu gesto entristecido de la espera. 408

vientos 3.indb 408

15/12/11 13:40

Porque la noche extiende sus dominios sobre todos los que anhelan el retorno de alguien que nunca volverá, mi corazón contiene aun las furias de aquel mar que siempre nos fue inalcanzable. Nunca miramos el mar, nunca entrecerramos los ojos para mirar el mar de abril.

LA ESPERA para Antoni Marí Desde el fondo de la soledad y aún más de la desdicha, si es dado que una ventana se abra, se puede, asomándose a ella, ver, pues que andan lejos e intangibles, a los bienaventurados. María Zambrano

Siempre estamos solos, el mundo no existe allá afuera, ni la apretujada multitud, ni los campos, ni los bosques, ni las playas propicias para el sosiego. Cuando acecha el sueño o la esperanza o el dolor, estamos solos, nadie nos espera de vuelta, nadie recuerda nuestros mejores momentos (nuestra fugaz parcela de felicidad). Cuando acecha el insomnio o la incumplida promesa o la fe, cerramos los párpados como para dormir 409

vientos 3.indb 409

15/12/11 13:40

y la memoria repasa con precisión los despojos del día, porque estamos inquietos y reinicia la mañana en sus vendimias ásperas, su duermevela en todo lo que está al alcance entre los sueños infantiles y las reumas de la vejez. Cuando estamos en medio, miramos hacia atrás sin remordimiento el paso del recuerdo que no produce temor, reconocemos el odio, negamos abrir los ojos porque ha sido insuficiente la noche y escuchamos el mundo que nos llama, su ayuna indiferencia, sus trajeadas prisas, los desocupados asientos de la fortuna que se han alejado del todo aunque sigamos tan solos, aunque sigamos tan solos, aunque sigamos tan solos y solos y solos, como para morir.

A LA MANERA DE VIRGILIO, EL DE MATANZAS, ME QUEJO a Waldo Leyva

I

Si mi reino fuera de este mundo y no del otro, donde podré algún día conocer la esperanza. 410

vientos 3.indb 410

15/12/11 13:40

Si mi reino no flaqueara por lo lejos que me queda, si no tuviera que morir para conocer el amor correspondido y la gracia. Si mi reino de este mundo fuera, ahora mismo abdicaría por caminar sin rumbo sabiendo, que no es fácil morir, no es fácil renunciar a la caricia de quien más se ama. Si fuera de este mundo mi reino, qué poderes, por Dios, qué poderes, si de este mundo fuera mi reino alargaría la noche por decreto y el sol con los dedos unidos de todos mis lacayos taparía. Si mi reino de este mundo fuera ¿Dime rey, so fuera in este mundo? Si fuera de este mundo mi rey… No. II

Si fuera de este mundo mi reino, tal vez en la cruz no moriría, extendería mis manos hacia las cosas de siempre y no curaría enfermos, ni vino del agua, ni agua de las piedras, ni mis pasos sobre el río porque son grandes mis pies 411

vientos 3.indb 411

15/12/11 13:40

y se hundieron hace tiempo, y se pudrieron hace tiempo. Si mi reino fuera de este mundo quizás yo no sería. III

La muerte anda en secreto y ronda los rincones de la ciudad donde nadie espera a nadie. La muerte ronda el aire, el agua, el reflejo de las hojas que el otoño arranca a los amantes que mañana llorarán por no estar juntos. La muerte ronda sin saberlo nadie por el río, por la sangre, adentro, y hace migas con los sauces, con las manchas del jaguar que pronto oscurecerán la tierra. Sin saberla ronda la muerte nuestros pasos, sin ganas de salir corriendo a donde ronda ronca la soledad de otras gentes, donde la muerte ha saciado sus ganas de fermentar la tierra de los sauces, de la tumba, del jardín, la de las manchas de jaguar, oscurecidas. Como la muerte ronda los secretos de la vida y nos alcanza, es mejor navegar hacia donde el río rebasa su horizonte. 412

vientos 3.indb 412

15/12/11 13:40

NO HABLO DEL RÍO

No hablo del agua no de la cuenca no del lodo No hablo de la ribera no de los peces no hablo de las crestas que convoca el viento No hablo de la transparencia que desborda no que inunda atrapa infecta ahoga olvida No hablo de las plantas que florecen no sin la lluvia No hablo de tesoros extraviados por no nativos ni de monedas no de oro lanzadas por revolucionarios No No hablo de armaduras con esqueléticos recuerdos atrapados en metal No hablo de jaguares en plena cacería ni de cocodrilos partiendo antílopes por la mitad como se parte en dos una página No hablo de cascadas que es como se llama a los ríos que se lanzan por los aires siendo ríos a los ríos que se lanzan al abismo sin terror No hablo de cayucos 413

vientos 3.indb 413

15/12/11 13:40

ni de anzuelos no de peces fugitivos del engaño No hablo de amarillas alfombras movedizas coronando la corriente sin su brillo No hablo de embarcaciones no del margen que se puede alcanzar con la mirada ni de iguanas caminando como Jesucristo sobre el agua No hablo de serpientes No hablo de la palabra río no de las letras que conforman la palabra no hablo de la tilde que cae solitaria gota de una lluvia apenas iniciada No hablo de la palabra río no de las letras que conforman la palabra El río es otra cosa que apenas puedo ere í o

414

vientos 3.indb 414

15/12/11 13:40

BALAM RODRIGO (1974)

vientos 3.indb 415

15/12/11 13:40

Balam Rodrigo (Villa de Comaltitlán, Chiapas, 1974). Diplomado en teología pastoral y biólogo por la unam. Ha publicado Hábito lunar (2005), Poemas de mar amaranto (2006), Silencia (2007), Larva agonía (2008), Icarías (2008) y Libelo de varia necrología (2008). Su obra ha merecido diversos reconocimientos. Ejerce la docencia en materia de bioética y religiones en instituciones del sector salud. Becario del programa Jóvenes Creadores del Fonca (2009-2010). El diálogo con la teología y la ciencia son elementos definitivos a la hora de abordar su discurso poético. Poeta ritual, barroco, deviene en una poesía que actualiza la forma a través de una propuesta dinámica y novedosa. (mm)

vientos 3.indb 416

15/12/11 13:40

NOSTALGIA DEL ÚTERO I

Allí donde descienden en un abrazo grande manadas de luna y de silencios, hágase la sola voluntad del que se agota cuando ve morir al mar, a la lluvia destrozando la mirada, al argonauta que ensaya la memoria en las páginas del cielo, al pez que paga entre las redes su cuota de sal y de oxígeno dando tercos aletazos de muerte en medio de la niebla igual que un astro desollado. II

Ojalá fueran las olas el alcohol o el opio en que el veneno estrangula sus canciones, ojalá fuera el agua bebediza de sí misma la que enuncia los abismos donde tañe las edades; ojalá fuera esa turba de ángeles la que susurra en mi hombro su terrible sueño 417

vientos 3.indb 417

15/12/11 13:40

y pudiese apagar los holocaustos encendidos en mis ojos. Ojalá –y acaso– la transparencia de este mar quedara viva: Sí, viva de un mar que cifra en mi garganta su lenguaje de dolientes jibias. III

Mar, nostalgia del útero, amniótica memoria que muerde las médulas heridas en el sueño, que siega las amargas vértebras cultivadas en el odio; porque el mar es la nostalgia de la sal materna unciéndonos la noche, el día, las páginas perdidas que dictó esa voz umbilical, planetaria y placentaria, universo de verbos antiquísimo; nostalgia del útero la que nos devuelve esta oscura sed de páginas, este sueño que nos hunde en el espeso corazón del mundo y nos vuelve a regresar a madre, a Madre universal pariendo al Hombre 418

vientos 3.indb 418

15/12/11 13:40

–Eva entre infinitas lágrimas, Eva entre lánguidas semillas de mar– lanzándolo al olvido de Dios, al eterno abismo de la más oscura sal, a madre escribiendo en nuestro ombligo nuestra absurda vocación de mar: Nuestra infinita página de muerte.

[ impúrpura ] esto del palabreaje humano es cosa mala, perro max rojas (para él )

parten el aire los trinos de los perros ; cánidas y mansas parvadas orinan la roja línea del horizonte , olisquean las doradas fíbulas del sol : impúrpura llaga en el crepúsculo ; constelado por rumores de lluvia y astros que mueren ahogados en el humo , extiende el cielo su muerto lienzo sobre la faz de la ciudad : sarnosa niña de la noche ; vuelven los perros a las ramas de un árbol que crece en el insomnio : repliegan alas , lamen aire y silencio , y enroscan la cola y la lengua sobre el nido ; entre pulgas y aullidos , roncan y duermen los perros mientras esperan soñar el sueño oscuro 419

vientos 3.indb 419

15/12/11 13:40

de los hombres : alguno sueña que ladra , o peor aún , que escribe ;

[ antiícaro ]

antiícaro, no quise yo volar , sino caer ; por eso escribo , para dejar de soñar , para dejar el vuelo a los pájaros y a la memoria ; pero heme aquí con luengas alas urdidas en el polvo del sueño y ataviadas con el plumaje del tiempo sin el tiempo ; por eso escribo , para caer y apuntalar con estas letras mi cuerpo y forzarlo a descender en esta página , tatuada ya por el peso todo de mi sangre ; y así , desleído y cercenadas mis alas con el filo de tus párpados , yace mi cuerpo desangrado entre renglones , caído , terrestre , soberbio ; y aún señalado por el dédalo de Dios y la niña de tus ojos que trazan mi destino , antiícaro , no quieres tú volar , sino leer ;

APÁTRIDA PÁGINA

Amanezco zopilote de la brevedad. Oboe apenas si cansado no del aire, ni de vida crepitando en mí sus burlas ni sus veras voces. 420

vientos 3.indb 420

15/12/11 13:40

Agotado estoy del humo, de las horas asfálticas de urbe, ubre de concretos donde lactan los casi muertos, los selectos de la histeria y la ansiedad. Hay veces que vuélvome pájaro y migro por el canto, fluyo por caminos de canción y melodiosa bulla. Soy mirlo en rotación de soles, marimbo en desbandada. Entretanto me desueñan cláxones y pitos, gritos chirrioneros acuitando a mí y a nos, lector (muy a pesar que musiquita del yo-mirlo hermosa es o hermosa cantiga ésa, la que escuchas). Haz un hueco en el silencio, lector: Agazapado en tus oídos encontrarás un pájaro que primavera estos instantes, dédalo que destila su himno agridulzón y casi grito limonero de su olor en cítrico gemido. Después de salivar la limonez de tu silencio, lector, tira al pájaro el guijarro, calla la siringe mía que descifra el vuelo que habré de pajarar hasta la ciudad que vive y muere en el punto éste de tu página: .

421

vientos 3.indb 421

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 422

15/12/11 13:40

CARLOS ADOLFO GUTIÉRREZ VIDAL (1974)

vientos 3.indb 423

15/12/11 13:40

Carlos Adolfo Gutiérrez Vidal (Mexicali, B.C., 1974). Doctor en Estudios del Desarrollo Global y profesor en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Autor de los libros Sarcófagos (1993), Nortes (1994), Befas (2000), Berlín 77 (2003) y Toros (2005). La construcción de su poesía es fragmentaria y por momentos presenta una cadencia al estilo oriental; sin embargo, es mayormente entrecortada como quien deja en vilo su expresión, otorgando una sensación de tajos de navaja que va a acentuar la efectividad del tema poético. En sus poemas el paisaje, como en los románticos, parece estar afectado por el estado anímico del yo poético. (ML)

vientos 3.indb 424

15/12/11 13:40

POLVO [fragmentos]

acecha el silencio de los condenados el campo es una celda donde se escuchan sutiles celebraciones el aire es un puñal contra tu rostro acrecen rígidos los nombres sólo tu voz te pertenece observas tu propia mueca al masticar y sientes una bofetada en el corazón de polvo el remordimiento conmueve a la noche la estirpe del silencio 425

vientos 3.indb 425

15/12/11 13:40

los demonios lloran luz hacen arder la ternura como el centro del infierno vastedad los sueños se cocinan en la estufa los sueños salen disparados por la ventana como anzuelos adentro sólo una asfixia de flores luz y demasía círculos de tierra extraña soledad que crece me aferro a la vida a esta prisión trazada de la muerte las ramas se suicidan en la transparencia del patio se aman arrastran sus manos hacia el sueño hasta que caen las hojas hasta que caen al fuego las hojas saben que son polvo

426

vientos 3.indb 426

15/12/11 13:40

INCENDIO a Elsa Cross

noche de perros la noche la pezuña se hiende retumban las piedras al abrirse las apuestas no danzón el cabello de Eva baila tecno las manos sin traspié retumban las piedras en otra parte coloradas huesos sin ancestros buitres

viento

rumor clara advertencia de la muerte eco de autos y de almas cañada sin fondo rumor el aura de la piedra del muerto del tiempo del camino el frío es biopsia cervical que extrae el sueño al norte del norte vivimos

427

vientos 3.indb 427

15/12/11 13:40

al norte de Markt un café para hablar de las dunas de éste cerca de Knokke según donde se esté las dunas se seca el mar para ganar terreno y tiempo Zottembolderie la fiesta que esperamos fiesta en Brugge fuera los chopos el sol partido en esplendores tristes

I DE MANUEL [fragmentos]

una primavera larga así tu falta lo propio en parsimonia un féretro breve como la mañana su amable bofetada 428

vientos 3.indb 428

15/12/11 13:40

pudo haber muerto cualquiera aquella tarde uno la casa cónclave y congoja ajena al mundo la confianza hoy va a morirse nadie frente al espejo la mañana aplacando un secreto tras la espera uno busca quiere lo mismo los otros ciertos pasos algún sitio morir por cuenta propia una pared la soga en casa del ahorcado error y cálculo Manuel un cuerpo macilento en un tálamo solo una habitación amarilla Manuel ahí nuestras fronteras

429

vientos 3.indb 429

15/12/11 13:40

uno del otro lado el cuerpo humanidad de lo divino la duración del dolor el límite otra cosa palabras que existen desde siempre conciencia de lo disperso divina coincidencia alguien ha muerto y ya no importa su sitio razón de la distancia una botella rompe el cauce de las aguas no sólo la música: galernas una estación perpetua nomadía un mar en cualquier sitio alguien que escucha el ritmo del desierto preludio y contradanza palabras que se entierran en la arena frontera o perpetuidad 430

vientos 3.indb 430

15/12/11 13:40

un hombre ha de levantar su casa nueva donde sólo las palomas perturban la canícula y la tarde un cuerpo inerte sereno y madrugada desvarío frontera o perpetuidad un hombre ha de encontrar una luz nueva pescador o gambusino carne y hueso más allá de cualquier pausa ausente en la estación que se avecina una sed inextinguible por herencia un rostro descompuesto por el tacto naufragio síncope y viaje arrellanado la llama en la tormenta algo en espera de sí mismo de otros cuerpos como pedazos de Dios un hombre ha de devorarse a sí mismo la lluvia ausente. 431

vientos 3.indb 431

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 432

15/12/11 13:40

MARÍA CRUZ (1974)

vientos 3.indb 433

15/12/11 13:40

María Cruz (ciudad de México, 1974). Estudió en la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem). En 1997 ganó el Concurso de Poesía Urbana Carlos Pellicer. Coordina talleres literarios y colabora en diversas publicaciones. Es autora de los poemarios Colmena de oro y ceniza (1997), Suma de patios (2001) y El libro de las grietas (2004). Tanto en la prosa poética como en el verso libre, la poesía de María Cruz se desplaza por un territorio en el que la angustia y el dolor buscan indicios de claridad en los elementos del sueño y de las cosas cotidianas. La palabra, desnuda de todo artificio, madura en su esencia, y, llana en su esplendor, más que regocijarse en la herida inventa un paisaje en el que no siempre es de noche. (mc)

vientos 3.indb 434

15/12/11 13:40

EL CUARTO DE LA LASCIVIA, I

Las casas se mueren; las mías se murieron cuando doblé la esquina hacia el mundo. Pero la casa eterna perdura. La llevo tras la frente incendiada y me basta cerrar los ojos para tenerla. Allí he vivido yo y han vivido otros. Allí conocí al hombre cara de onagro, a la mujer con rostro de lechuza, a la pecosa con cara de sangre, al que quiso ser albatros y nunca voló. Todos usamos máscaras de animales; también, el ciego que nunca tuvo vergüenza de tocar. Nos reunimos allí todas las noches para trepar al columpio, para probar el filo de la luna y las puntas redondas de nuestros dedos.

EL CUARTO DE LA AGONÍA

Nunca pensé que al mediodía se pudiera morir, que el jardín estuviera florido mientras él agonizaba. Con qué tardanza las sienes se le pusieron de piedra y los ojos de hielo extraviado. El aliento batía en su jaula como una pluma sin pájaro. Para qué decir que era abril cuando sentí la ceniza en la boca y los niños jugaban en la calle. Creí merecer el silencio y no lo hubo. Creí sentir la noche curándome los ojos, pero la luz era esplendorosa. Él dejó de estar mientras estaba a mi lado; le palpé las costillas, la frente vacía de deseos y después toqué mi frente toda, acontecida, infectada de sombras. 435

vientos 3.indb 435

15/12/11 13:40

EL CUARTO DE LA LASCIVIA, II

Cierro los ojos para ir a la casa de muros de piel. Los desnudos pasan danzando. Hay recintos donde habitan el vapor y la lumbre. Nadie tiene rostro, los cuerpos avanzan agigantados, con alas de carne. Nadie tiene nombre; los codos se humedecen, los párpados se lubrican de barnices humanos. Cada habitación esconde bajo las duelas un gemido y hay un cajón para extraer las ávidas lenguas y los dedos suculentos. He visto pasar por esta casa familias enteras, niños que perciben todo desde su pijama estampado y picaportes olorosos a tactos impacientes. Las esposas sin boca susurran palabras incomprensibles, los maridos jadean desde su voz oscura, el delantal de una abuela anónima amordaza el grito del adolescente. Todos ellos se mezclan, se castigan, se alaban. La casa es un gran cuerpo que no deja de temblar.

EL CUARTO AGRIETADO

Éste es el cuarto del enfermo. Debimos hacerle hendiduras a los muros para que respirara; debimos restaurar las grietas con el polvo del medicamento. Porque éste es el cuarto del enfermo. Todos hemos entrado aquí como ráfagas o como gotas aisladas a oír el repaso de la música intacta. El cuerpo habló. Dijo lo peor. La sangre habló, conoció su propio silencio. Los huesos hablaron, dijeron sueños imposibles. Éste es el cuarto del enfermo; una noche me atrajo a su vientre de metal; 436

vientos 3.indb 436

15/12/11 13:40

una noche todos los males dijeron mi nombre en secreto, hicieron de las palabras hilos separados. Estuve a solas con el cuerpo; tuve un diálogo con el delirio; la fiebre me habló de la luna enloquecida, del mar inamovible, de la ruta de fuego. El hígado se conmovió hasta las lágrimas, las heces contaron su historia, la piel se ilusionó. Después abrí la puerta, pero el cuarto agrietado sigue allí. Nadie puede destruir el cuero del enfermo.

NOCTURNO DEL JARDÍN

El viento desnuda las aguas, los ríos verticales se mezclan en la flauta del árbol. Bajo el túnel de carbones preciosos la catarina pule sus lunares. ¿Qué dice de noche un jardín? ¿Quién habita los rincones floridos? Todo arbusto es un bosque. El tronco cierra las escamas de lagarto; cada rama enrolla sus alas de corteza, cada hoja funde su canción con la canción del jade. Los lazos esmeralda producen el rocío, engarzan el tintineo de la gota atareada, buscan los antiguos collares de la bugambilia que sangra. El limonero se enluta; cada limón es un planeta cerrado que ordena los cristales en su centro. 437

vientos 3.indb 437

15/12/11 13:40

Las piedras ofrecen un rocío de terciopelo. El musgo calla los asesinatos mínimos y en las redes se atoran los jadeos fértiles de las arañas. Ligeros tambores festejan la oscuridad, una partícula de tierra modifica el mundo, lo ácido cae, un escarabajo se fermenta en la esquina. Rueda, canta el engranaje, el higo abierto de la noche junta los dientes y los abre en un ritmo continuo. La tiniebla sabe a frutas moradas, lo dicen las lenguas de la jacaranda súbita; el jardín se toca a sí mismo, derrite la clorofila sobre los cuatrocientos sexos de la tierra, licua las privadas nubes de obsidiana que lo ciñen. Nada es silencioso, ni siquiera el caracol es silencioso, su voz es delicada y luminosa como una cinta de espuma. Ni siquiera las babosas se callan en sus promiscuas hamacas de saliva. Entre las yerbas se erigen ciudades transparentes, cunas de matices clandestinos, madrigueras que piden señales para abrirse. La abeja duerme, olvida el aguijón y su veneno en la sombra áurea; los nidos se distienden con el peso de las plumas que sueñan; 438

vientos 3.indb 438

15/12/11 13:40

cada pluma quiere ser un pájaro solo volando por la brisa. La espina de la rosa busca la sangre de un amante despierto, busca la luz de la luna para ofrecer los pétalos. Hay un desfile de hocicos hambrientos, semillas que se excitan con la idea de ser engullidas o llevadas al submundo antes de parir flores o árboles. Todo vibra, secretas lluvias de donde emergen las libélulas y fuentes enjoyadas de agua fresca y colibríes que ocultan su risa en el abrigo de seda. Lagartija es el nombre de una piedra que reposa, los espejos diminutos se llaman lagos. Quizás en lo hondo se desliza un pez que no se siente; allá lejos las raíces vivas se trenzan el cabello futuro de los futuros árboles, son como barcos tejidos en el fondo del principio. Sobre los coágulos de arcilla danza la lombriz una danza de contracciones escarlata. Las ramas llevan aretes de mariposa no nacida, el húmedo vuelo apenas se presiente. Y la fronda del tepozán, ¿la has visto? Es una cascada de innumerables notas, es un mar alado y cadencioso; lo mueve la música del grillo repetido entre pastos y rincones. 439

vientos 3.indb 439

15/12/11 13:40

Se han abierto los perfumes, cada olor sale en busca de pareja y pone huevos invisibles que a veces brotan en medio de las flores. También los cadáveres heredan el aroma a la tierra, el hueso exterior de los insectos brilla en su tumba de chaquira. No duermen las hormigas, trazan mapas que modifican el rumbo de una estrella, transportan enredaderas, le construyen una peluca móvil a la noche. No están las moscas a la vista, no se oye el vuelo eléctrico de púrpura; ahora reparten su negrura en lentejuelas ególatras que decoran la quietud. Ya viene. Ya viene el alba con un principio de pulpa de guayaba. Ya viene el alba con la rosada bruma. Ya viene el alba y de un cascabel roto salen los pájaros. Todos los picos trazan la alborada, la ventana con luz de escaramujo se abre. Despierta. 440

vientos 3.indb 440

15/12/11 13:40

Prueba la luminosidad. Todo lo vivo está naciendo otra vez.

HOSPITAL

Los dementes flotan en sábanas de sopor, los sostiene un espejo rancio debajo de la cama. Por este pasillo andan enfermeras y serpientes que se arrastran con dolores sonoros. El grito no cabe en el armario ni en cuartos cerrados ni en hospitales; los muros tienen manchas de miradas tercas y lejanas; hay ojos que ven reses que vibran y paisajes nevados, gentes ahorcadas en las esquinas, nidos de alacranes en el techo. La cabecera tiene pelambres encerrados en el metal porque los muertos heredan la fiebre a los colchones y viene un sudor que ningún jabón limpia. Los desquiciados comen panes desteñidos, aguacates rellenos de talco, verduras hervidas hasta ser el vapor solo que moja la frente alucinante. Nadie besa estos labios disecados, cayéndose en bloques como arena. 441

vientos 3.indb 441

15/12/11 13:40

Los locos pasan el día y la noche en gajos de luz imaginada, en lámparas ciegas igual que túneles donde no hay reposo, donde el grifo eterno suelta gotas como lágrimas.

442

vientos 3.indb 442

15/12/11 13:40

ROGELIO GUEDEA (1974)

vientos 3.indb 443

15/12/11 13:40

Rogelio Guedea (Colima, 1974). Ha sido becario del Fonca. Premio Internacional de Poesía Rosalía de Castro 2001, Premio Nacional de Poesía Amado Nervo 2004 y Premio Nacional de Poesía Sonora 2005. Obra poética: Los dolores de la carne (1997), Testimonios de la ausencia (1998), Senos, sones y otros huapanguitos (2001), Mientras olvido (2001) Ni siquiera el tiempo (2001), Razón de mundo (2004) y Fragmento (2005). Parte de su obra está reunida en Corrección (2007). Poeta de la vitalidad, dueño de una fuerza verbal que impulsa a su poesía hacia un fervor por cuestionar y desentrañar el misterio del mundo. Su verso busca siempre una trayectoria que lo lleva a sitios en los que el secreto y el misterio de la palabra le deparan encuentros con la tradición y el desmontaje de la palabra misma. A veces cuenta historias, otras simplemente sugiere el paso de la luz. (mc)

vientos 3.indb 444

15/12/11 13:40

ASONANCIA / VII

qué triste es esto de jugar con los trenes que van sin pasajeros por mi alma recuerdo lo triste que es recordar tus ojos amada cuando soy niño –ahora que soy niño y canto las canciones de crí crí sin despintarle las chapitas a la que va con su paraguas– digo qué triste es recordar tus ojos amada esta distancia es como para cantar a josé alfredo jiménez en voz alta esta distancia es tan triste como el ojo de una lágrima si me lo pides yo puedo ser dios ahora que pasan los trenes vacíos por mi alma puedo ahogar a un elefante en un vasito de agua puedo cagarme en los poetas que se rieron cuando hablé de la que va con su paraguas qué tristes son los poetas que traen un dolor en la mitad del alma esto de tu distancia es como un circo sin payasos amor esto de tu distancia es como escuchar un disco rayado de chavela vargas 445

vientos 3.indb 445

15/12/11 13:40

FINAL DEL JUEGO

Un poema hecho de nubes sin rostro, hecho de pájaros sin canto, un poema necesitado de memoria, nacido en el plexo de la noche incierta, vuelto de espaldas para no mirar el futuro, un poema en la pisada de dios, con los extremos en lo imposible, invisible el fuego que le diera vida, un poema hecho de abismos, para que el hombre que lo habite no pueda retornar.

ESTA CANCIÓN CANTADA EN LA MUJER

esta canción que estaba yo cantando, canción cantada por chalino sánchez, canción herida de palabra o pelícano en su propia maravilla/ esta canción culpable en su ejercicio de sonar, sonora como escritura que no quiere nacer y nace pero magullada, atravesada por lo blando/ esta canción cantada atravesó los ojos de esa mujer, pasó por ella como barco que llevara piedras, pasó por ella partiéndola en dos vuelos.

446

vientos 3.indb 446

15/12/11 13:40

UN CANTO SIN ORILLAS

poema que va naciendo con la luz del pájaro, esta mañana, aquí, en el compás de lo imprevisible/ escritura que no conspira contra nadie y hasta en ello se equivoca/ ¿se equivocan acaso los que aman? ¿también los que no aman se equivocan? si ha dicho luz, ha dicho pájaro: esta mañana, aquí/ pero mejor si ha dicho lo imposible: el agua fría del surtidor que lo moja, el tierno verdor de tus ojos, una camisa de fuerza lo imborrable, ¿lo ha dicho entonces? ¿se quedó en la mitad del éxtasis, con la mujer montada en sus palabras, una noche? si ha dicho pájaro, ha dicho luz:

y está cantando.

ISLA AL SUR

el poema que no conoce la mano que lo escribe, la mano que no sabe hacia dónde va el poema, de dónde viene, si nace cuando nace o anuncia 447

vientos 3.indb 447

15/12/11 13:40

sólo su morir: su dictado de presencias, su pulsación de sombra // el poema recostado sobre el borde del tiempo, vuelto tiempo, hueco, rajadura, y su aire oscuro irrespirable sur isla distante: mismísimo. como aleteo de jaula, como libertad de celda // todo aquello que quiere salir y no: su voluntad.

REMINDER

Una mujer no se hace con la sombra de la primavera, tampoco se hace una mujer como tu hombro con un trozo de la noche que olvidaste. Ni con el alero de una casa de campo, tampoco con la mano que lleva puesto un guante. Una mujer como tu cuerpo que nace no se hace cinco minutos antes de salir al trabajo. En medio del desayuno: no. Ni durante el almuerzo con los colegas tampoco. Una mujer es otra cosa distinta a una espalda recargada contra un árbol. Es una garza distinta. Y no se hace escribiéndola día a día, o borrándola noche a noche, ni siquiera pensándola se hace, no es una fecha en que debamos encontrarnos ni un pañuelo blanco largo para despedirse. Una mujer es siempre otra cosa, 448

vientos 3.indb 448

15/12/11 13:40

más allá de lagos o edificios está, no le aseguran la vida un seguro de vida o una cuenta bancaria, una jubilación o una casa en renta, nadie podría intimidarla con una navaja de rasurar o enternecerla con un ramo de rosas blancas. Una mujer no existe porque tú existes, no se hace con lo que eres o no eres, no te pertenece. Una mujer es simplemente un hombre de buenos modales, lo quieras o no, y siempre te permitirá caer, a ti primero, en el siguiente abismo.

CELEBRACIÓN DE LA GARZA

La poesía no sirve para salvarte. Para salvar a nadie. La poesía no sirve para cruzar un río, para enredar una magnolia en una oreja no sirve. Tampoco sirve para subir a un autobús sin pagar. Para entrar en el cine por el ojo de la alcantarilla no sirve para eso la poesía. Tampoco sirve para levantar un muro que detenga el mar. No sirve de asiento en los trenes, de almohada en los aviones altos, la poesía tampoco sirve para enamorar a la niña del apartamento contiguo, si crees que sirve para eso estás equivocado. No sirve para eso, loco. 449

vientos 3.indb 449

15/12/11 13:40

La poesía no es un analgésico para que puedas dormir. No sirve para quitarte el insomnio, antes te da más, antes te aprieta las mandíbulas. Tampoco sirve para salvarte de la multa policial. Ni siquiera del anuncio diciendo ocupado en un baño público. La poesía sólo se salva a sí misma. No a ti, no a tu abuelita, ella misma es la salvadora de su propia voluntad. Se escribe para salvarse, te utiliza como a un guante viejo para salvarse, va ocupando tu cuerpo, tus manos, tus ojos, tu nariz. Va ocupándote hasta que te hace desaparecer. Un día te preguntas y ya no estás, la casa desmantelada, las ventanas cerradas. Un letrero que dice: Se vende. Para mayores informes…

EXILIO

pienso en mis pies que a veces son un país que no comprendo, pienso en mis manos, dos islas, en mi rodilla, una ciudad alejada y sola, pienso en mis hombros o mi cuello, en mi nuca y en mi nunca, en la distancia que hay entre mis orejas, los kilómetros que necesito recorrer para llegar a mi corazón, los pueblos de mi espalda, mis aeropuertos, 450

vientos 3.indb 450

15/12/11 13:40

mis ferrocarriles, pienso en mis labios invernales, mis ojeras de otoño, mi piel inflexible, encerrada entre cuatro paredes, mirando el trópico ausente, quebrados en pedacitos los veranos mexicanos, una penumbra encima de la otra. pienso en mis pies que a veces son una tierra extraña, una plaza llena de gente desconocida, una lengua que nadie habla, pienso en mis hombros o mi cuello, en mis orejas y mi espalda, pienso en mi piel inflexible, extranjera, sin documentos de identidad, invisible, apenas un fantasma.

451

vientos 3.indb 451

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 452

15/12/11 13:40

EDUARDO PADILLA (1976)

vientos 3.indb 453

15/12/11 13:40

Eduardo Padilla (Vancouver, Canadá, 1976). Ha vivido la mayor parte de su vida en León, Guanajuato. Autor de los libros Wang Vector (2003), Zimbabwe (2007) y, en colaboración con Ángel Ortuño, Minoica (2008). Ha traducido textos de Charles Bukowsky, Jan Svankmajer, W.S. Merwin, entre otros. Poesía esquiva pero no imposible, arriesgada pero no vacía, la escritura de Padilla –amalgama de referencias y recursos cultos y populares: las frases hechas, el cine, el cómic, las ciencias– pone en jaque el prestigio automático de lo meramente poético. A cambio, se adentra en un mundo extravagante, esquizoide, cínico, crítico. Universo basado en la entropía, descrito mediante el sarcasmo, la ambigüedad y el zapping mental con que subvierte toda certidumbre o percepción heredada. (jlb)

vientos 3.indb 454

15/12/11 13:40

SEGUNDA LEY DE LA TERMODINÁMICA

Ya sea en dédalos o en fractales, en jacarandas… el diablo está en los detalles. Los detalles se pasean por las instalaciones con las manos cruzadas detrás de la espalda, silbando Dixie. Parecerían turistas pero su excesiva neutralidad, su libertad de intención, ese andar despreocupado, los hace detectables. Son sospechosos justamente por el hecho de no serlo. Su labor está entre el sabotaje y el diseño. Los detalles son la entropía en persona. Ejemplos:

455

vientos 3.indb 455

15/12/11 13:40

1. La carcajada ominosa del cascabel, a veces martillo de percusión, que flota en membrana electro-magnética sobre la punta de un iceberg. 2. La cláusula invisible en la renta / venta de disfraces que emerge con aire obsceno de azufre para arruinarnos el apetito. 3. Mirad– qué puntería: el repartidor de pizzas con el anular en el timbre.

UN AVE CAE

Un ave cae. No él ave, o la– ésta es sencilla, anónima desde el huevo. Acaso se desploma, se sumerge, se hace bomba, pero concordamos en que un descenso se está dando. El reverso de esta carta sería preguntarle al gusano por el ave que viene a incomodarlo: 456

vientos 3.indb 456

15/12/11 13:40

“El ave asciende” dirá, piadoso. Si yo digo que un ave cae lo digo sencillo sin mayor aspiración que realizar un ligero asentimiento. Cuando la muerte toque a mi puerta la recibiré con tan ligero asentimiento que la haré sentir que realizó el viaje en balde. Es de mala educación, cortar a la mitad la broma de tu vecino. Adelantarse al desenlace de un circuito ya oído. Lo correcto es fingir sorpresa. Si yo digo que un ave cae es porque aspiro a lo incorrecto. Ni el objeto ni la acción son aquí nada (algo) más allá de sí mismos. Un ave cae, cierto, pero esta ave en particular no nos invita a proyectar arcadas a diestra y siniestra. La palabra infinito no será proferida en este vestíbulo, sin importar cuánto lustre le saque Jaime a nuestro reloj de bolsillo. Desean tirar del arco. Desean tirar del arco y que la flecha silbe y que la cuerda cante. 457

vientos 3.indb 457

15/12/11 13:40

Desean que estos sonidos recorran las arcadas, levantando polvo, despertando ecos. Desean que el mutismo de una arcada hundida en sombras sea verdaderamente inescrutable. Todo esto para una mayor resonancia. Ustedes desean amplificación y resonancia. De acuerdo, se entiende. Pero dudo del potencial de esta ave; éste es un pájaro que se resiste a caer de una forma que no sea llana y simple. Si lo que buscan es pasear el bigotillo simétrico a lo largo ancho y profundo de un caracol que se expande o se encoje, lean a los clásicos.

AUTO-RETRATO CON ESCUADRA

Siendo la vida una vela impertinente, izada en la impermanencia del eje vertical –y– siendo la muerte una vela intermitente, arrojando su luz negativa sobre la permanencia incontinente del eje horizontal: tomaré mi escuadra y tocaré el arpa en silencio, como quien finge decir algo urgente detrás de un cristal blindado, 458

vientos 3.indb 458

15/12/11 13:40

bien sabiendo de antemano que no hay sordomudos en el área.

INSERTE SU PAGO EN LA RANURA a Roberto Ortiz

No hay bagatelas en este cuarto– las marionetas de carne y hueso han sido escrupulosamente omitidas. Esta silla-obelisco, guardián de un misterio perenne, estaba aquí antes de que usted entrara, y estará aquí después de que se haya ido. Siéntese y llene el cuestionario. La silla, feroz esfinge, sabrá hacer un bello taburete con sus huesos.

POEMA ELEMENTAL

El sol quema, el agua fluye, el viento corre, la tierra gira. Ninguno de estos cuatro puede evitarlo, 459

vientos 3.indb 459

15/12/11 13:40

evitarse a sí mismo, pero nada hay que nos indique que alguno de estos actores (en el simple sentido de “acción”) sea capaz de desear evitarlo. Y es evidente: el sol quema a ciegas, el agua fluye a secas, el viento corre a tientas y la tierra gira linealmente, siendo su eje un supremo desenfado. Ninguno, queda claro, debe afeitarse por las mañanas, y sufrir, en general. O si se quiere, en particular– engarrotamientos frente al espejo, por ejemplo, para qué me afeito, cuántas afeitadas me quedan, debo temer o anhelar la cifra decreciente de rastrillos, debería de detenerme tal vez, dejar de afeitarme, dejar de crecer barba, dejar de crecer, dejar decrecer, es oneroso, peor aún que ser un animal de carga es saberse un animal de carga.

460

vientos 3.indb 460

15/12/11 13:40

EDUARDO SARAVIA (1977)

vientos 3.indb 461

15/12/11 13:40

Eduardo Saravia (ciudad de México, 1977). Autor de Memoria de la noche (2008) e Historia natural de la sombra (2010). Premio Nacional de Poesía Bartolomé Delgado de León 2008 y Clemencia Isaura 2009. Ha sido becario del Programa Jóvenes Creadores del Fonca y de la Fundación para las Letras Mexicanas. Su poesía registra el entorno familiar desde los resquemores de la infancia, los confines del dolor y la muerte y el entorno cotidiano. En sus textos, las fisuras de la noche atestiguan los pasos del miedo, y la soledad ondea su bandera al borde del delirio. El atisbo de un pájaro en la ventana, el indicio de una enfermedad, la lluvia que se desliza desde las comisuras de otro tiempo, un vestido blanco arrojado al azar de los días, alcanzan en Saravia un arte que al apoyarse en la búsqueda hace de la poesía en verso y en prosa un puente en el que cruzan desde aves de burdel y caballitos del diablo hasta camas de enfermos, fantasmas y sombras. (mc)

vientos 3.indb 462

15/12/11 13:40

RECUERDOS DE FAMILIA

También en mi casa hubo una higuera, también descansé bajo su sombra y bajo la clara sombra de mis padres; también desperdicié las horas, hice descubrimientos dolorosos y soñaba con tener un robot de dos metros y un padre amoroso y amable. También en mi casa se lavó la ropa sucia. También nos decíamos de todo y volaban las botellas, los floreros, los insultos volaban como un boomerang sobre la mesa. Éramos disfuncionales. No por gusto: por tradición, por solidaridad con nuestros semejantes.

PÁJARO

Un pájaro llegó hasta mi ventana. Me miró. 463

vientos 3.indb 463

15/12/11 13:40

Voló en círculos dentro de los cuartos, sin estrellarse, como si conociera cada muro, cada puerta. ¿Quién conoce la duración del hombre? Un pájaro me visitó en la casa, de noche, un día después de que murió mi padre.

LA DURMIENTE (A partir de un poema de Eugenio Montejo)

Soy el sueño de la mujer que amo: despierto cuando duerme. Cierra los ojos y me encuentra, tendido en una cama, a su costado; nos levantamos a pasear por donde no hay caminos, no existen palabras que alcancen al silencio. La mujer que amo es una sombra blanca entre mis manos, la noche desnuda me la entrega. Sabe que al despertar morirán las cosas que tocamos juntos, se perderá lo andado. No despierta, pero ya siente que la luz del día comienza a interponerse entre nosotros, ya siente que me alejo. 464

vientos 3.indb 464

15/12/11 13:40

EL VESTIDO

Un vestido triste yace blanco en el armario. Lo encontré en un cajón, entre varias prendas viejas. Ahora está colgado con mi ropa. A veces, cuando llega la noche, me parece que su interior es ocupado por un cuerpo, sin embargo está vacío, desnudo, sin mujer para abrigarlo. No me imagino sin su compañía. Cuando la fiebre del pasado acecha, cuando me da por arrancarme el rostro, le hablo como al mejor de mis amigos: le cuento mis fracasos, le confieso mis culpas, le suplico me perdone.

MUJER O EL ESPÍRITU DE LA NOCHE

Ella es el aire. Digo esto muy despacio, casi ahogándome. Y he de repetirlo hasta que el aliento me abandone: ella es el aire. Esta descripción no basta para quien vive la tristeza. Falta más. Falta por decir la savia de su cuerpo, su pecho habitado por gorriones, su andar ligero sobre el agua. Es cierto que la desatendía, pero 465

vientos 3.indb 465

15/12/11 13:40

¿quién piensa en el aire al aire libre? Una noche como todas pero que será por siempre aquélla, su verde mirar se volvió distante. Dejó de ser la luz de la luz para ser su sombra: comenzó a vagar por las paredes, a dormir en fríos rincones, a instalarse detrás de los objetos. No he vuelto a verla desde entonces. Pero al caer la tarde, cuando termino las labores cotidianas y un velo de oscuridad me cubre el rostro, escucho a mi lado su voz querida, ráfaga de silencio.

HERACLES

Así como le impuse a Heracles el trabajo de dar muerte al león de Nemea a mí me han ordenado matar al ratón que habita el clóset. La diferencia es mucha si nos olvidamos de la rima. Además, yo no he matado a nadie, no soy un semidiós, y por si fuera poco me dan miedo los ratones. No domino el arco, desconozco el arte de la espada; ¿por qué despellejar a un roedor en la plenitud de su prisa? Esperaré a que los demás se duerman. No pienso hacerle daño. Prefiero protegerlo, ofrecerle mi piel 466

vientos 3.indb 466

15/12/11 13:40

como armadura. Yo no soy Heracles.

ESTÉNELO

Ya no sé si soy contemplativo o solamente triste. Ya no sé si voy y vengo entre ráfagas ardientes de conciencia o es tan sólo esta nocturna manera mía de habitar mundo. A menudo sueño con un cuarto que está a punto de caerse. Estoy en él. Niño aún. Lo recorro sin temor, con los ojos cerrados, en lo húmedo. Ya no sé si lo recuerdo. Ya no sé si fue la luz del sol que entró por las ventanas del palacio o fue sólo un relámpago que interrumpió mi sueño. Hoy amanecí desamparado. El hombre que amé y odié como a mí mismo vino anoche a visitarme. Su voz ya no era el filo de la espada, resonaba en mi interior como un escudo. 467

vientos 3.indb 467

15/12/11 13:40

Él se sentaba como lo hago yo, miraba como lo hago yo y como yo era oscuro. Padre: hoy amanecí escuchando tus canciones, solo, y me siento como el niño que una noche de tormenta extravió el camino.

MEDITERRÁNEO

Dulces, tristísimas aqueas desnúdense ante mí les ruego. El mundo es gris cuando se mira desde el trono, la soledad es hueca como los pilares del palacio; a lo largo y ancho de mi reino los hombres se atrincheran tras las barricadas de la noche y sus lágrimas secretas descienden al Egeo. Divinas aqueas, hubo una vez una mujer de labios finos que me llevaba por paisajes rubios. Su mirada se elevaba sobre el círculo de fosas, sus manos gobernaban las cúpulas del sueño.

468

vientos 3.indb 468

15/12/11 13:40

Tristísimas aqueas, blanca espuma del mediterráneo. Cubran mi cuerpo con su oleaje, ayúdenme a olvidar su piel, sus ojos claros; recibirán por sus favores un imperio.

469

vientos 3.indb 469

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 470

15/12/11 13:40

JAIR CORTÉS (1977)

vientos 3.indb 471

15/12/11 13:40

Jair Cortés (Calpulápan, Tlaxcala, 1977). Ha sido becario del Fonca y de la Fundación para las Letras Mexicanas. Autor de los libros de poemas: A la luz de la sangre (1999), Tormental (2001), Contramor (2003) y Caza (2007). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2006. Cortés se adentra en el lado nocturno del alma para capturar una vista de los posibles infiernos interiores. Su poesía suele concentrarse en imágenes austeras y recurrir al clima de la oración, al silencio reflexivo, pero también al juicio sumario, a la escena desorbitada que apela a la ilógica de las sensaciones. La sangre y su herencia, el mapa genético (una sombra sobre el presente), la infancia, la melancolía, la renuncia a Dios, son sus temas habituales. (ljb)

vientos 3.indb 472

15/12/11 13:40

CAZA DE FAMILIA [fragmentos]

Todo empieza con el padre: irradian su luz los labios del que lo nombra. Las habitaciones existen porque él las ocupa. Según los rasgos de su rostro la mesa se dispone. En la ventana su vaho empaña los cristales. Su vista penetra la tiniebla con una lanza de claridad, a pesar de su mano casi piedra, que golpea con amor e infinita violencia el cuerpo entumecido de los hijos. El punto es un refugio (Ahí vive el aturdido escriba), la coma es la ventana de la prosa, (entra el aire tibio de agosto y seduce tus piernas muslos suaves como suaves en tu oído son las vocales) El punto es casa aparte. 473

vientos 3.indb 473

15/12/11 13:40

Comillas que son “candiles” lámparas de tu lectura. Decía el padre de las cosas que la escritura es propiedad. Por eso escribo tu voz para que me llames desde aquí, en esta cacería del habla.

ASUNCIÓN [fragmentos] I

Yo no conocí al odio como se conoce al árbol. No lo conocí en la raíz de la traición ni en el tronco de la furia, ni supe de él por los frutos de la venganza. Yo conocí al odio en el espejo. XI

Ahora sé de tu palabra por la mía, mírame cantarla como un viejo alrededor de cementerios y templos como una leyenda que a nadie logra arrancarle el sueño. 474

vientos 3.indb 474

15/12/11 13:40

Levanté mi furia y la derramé sobre el mundo, fue mi frente testigo de la tormenta y nunca pedí el perdón que se les otorga a los heridos. Ahora entiendo que no hay caminos: el pie y el paso son una ilusión inútil que permite que el ojo sea un eje ciego entre el suelo y el arco del movimiento. No tuve el hombro del hombre por encima de mi tierra. Vencedor y vencido, soy un huérfano que bajo el yugo de los nombres se corta la cabeza.

ENFERMEDAD DE TALKING

Puso incendio para el café, quitó la tapa del cerillo y se sacudió los perros de la cabeza. La ventana de su librero dejaba entrar la caja vieja de zapatos que días antes había visto envuelta en el diciembre agrio y tostado del vaso. 475

vientos 3.indb 475

15/12/11 13:40

Miró su rostro en el cajón: sintió entonces la pintura correr por su latido, ánimo del suelo el de su cuerpo recostado sobre la fina azotea comprada en Venecia. Preguntó por ella: respondió el toc (tic tac) toc de un pájaro que voló dentro de la licuadora. –No sé más de mí– contestaron las voces terribles de su gripe que, a estas alturas de la fragancia, habían ya cocinado una pasta compuesta con letra de molde. Dijo adiós, pero un ligero, casi imperceptible bosque, le abrazó de pronto, y ella, de sí, volvió otra vez a lo real y contempló la cuchara ciega que buscaba, esta vez, azúcar por encima de la mesa.

DEL MIEDO

Lo malo es la infancia cuando el niño es el enemigo del niño. En las paredes busca soledad para matar a Dios, orienta parvadas con sus inexplicables trucos de magia, 476

vientos 3.indb 476

15/12/11 13:40

en una libreta anota con rencor el nombre y la fecha de sus más íntimos contrincantes. Afuera de la celda le espera un grupo de miedosos él se une, luego se rebela, nadie le sabe decir: acerca tu rostro a la flama, hermano, el fuego quemará tus pocas perversiones. Y quiere o no quiere pero ya usa mayúsculas cuando escribe dinero y teje como su tía la tuerta un gran manto para cuando sea rey. Da vuelta y notan que algo oculta, en el camino le señalan, le dicen: tú, acerca tu rostro al agua y lava esa abuela y quita tu mancha. Pronuncia como se debe, corre y no sabe qué hacer con tanto miedo. Con tanto miedo, no sabe si lo persigue su infancia o es la adolescencia embistiéndolo a medianoche.

477

vientos 3.indb 477

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 478

15/12/11 13:40

FRANCISCO ALCARAZ (1979)

vientos 3.indb 479

15/12/11 13:40

Francisco Alcaraz (Culiacán, Sinaloa, 1979). Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Ha escrito el libro más maduro de aquellos que han recibido el Premio de Poesía Joven Elías Nandino en la década pasada, La musa enferma (2003). La técnica de su verso en prosa es por momentos fastuosa, y la construcción de sus imágenes se apuntala en metáforas que reelaboran la tradición más contemporánea de nuestra poesía, así como los mitos de la cultura pop. Es coautor de los libros Los límites acordados (2000), 1979 (2005) y A fin de cuentos (2007). (ml)

vientos 3.indb 480

15/12/11 13:40

MOTIVOS DEL FRÍO [fragmentos] I

No es mía esta ciudad. En la ribera, donde el apareo de las aves sesgaba el viento y la poderosa frescura de la Ceiba se extendía (calcinados) veo dos niños: en sus ojos se petrifican los veranos, y un olor a fruta. Nunca ha sido mía esta ciudad erigida sobre huesos. La mañana pegajosa ve nacer muchachas de las sábanas con la boca llena de un perfume extraño (ah, la noche, salvación de la cerveza). Así transcurre el día. Y la tarde como un hermoso escombro del espíritu. V

Afuera llueve y el amor es un frío que herrumbra nuestras armas. Insectos refugiados en los lugares comunes de la noche (siguen la luz) absueltos en la ingenua trayectoria de sus alas. La ciudad no hincha sus pulmones. Parecen tan lejanos los días en que las muchachas yacerán desnudas para quemar su piel sobre la arena del delirio. Hoy llueve, seis muchachos murieron ayer alrededor de la cerveza. Leo: –Seis muchachos... 481

vientos 3.indb 481

15/12/11 13:40

debajo de la fotografía de unos senos moldeados en la boca de Dios. El sexo (oculto) disimula la obscenidad de la palabra: De nuevo hay sangre en la estirpe de la nieve; de nuevo un rey espera arrodillado en las cenizas, rodeado por sus hijas mancilladas, en una ciudad que rendida entrega su bandera. VI

Vencidos, ocultos porque nada es nuestro y nada nos es dado. Escalones cubiertos de una hierba que creció bajo tus oraciones hacen nacer un fuego cada vez más temido y necesario. Porque perteneces a una Tribu que no sabe de plegarias, llego a ti sin nombres en los labios, inicio la despedida vislumbrada por instantes en la Arcadia, la caída sonora (inverosímil) de cristales que nombran el invierno. Convencidos del desprecio de los años levantaremos una hoguera en honor a la blancura. Y volveremos puros, otra vez, a los eventos más simples de la tierra. Un año enfermo (desteñido) que nos hace comprender la feliz perversidad del corazón cuando algo se nos muere, se despide. VIII

La memoria es un peligroso desván habitado por un cangrejo de dimensiones vertiginosas, de pasos desmesurados. En la casa, el invierno es sólo el murmullo de 482

vientos 3.indb 482

15/12/11 13:40

un júbilo antiguo. El prodigio todavía asombroso del álbum familiar abre en esas fechas su crujir de alas rotas: fotografías donde aparece de pronto un padre vivo. Esto o tal vez el whisky me trae la gradación de las estaciones, el recuerdo heredado de una sábana que ondea en ventanas abiertas para el sueño. Un golpe en los testículos con la furia de la luz al estallar en los párpados cerrados, llanto del novelista al enterarse: el coronel ha muerto. Y una mujer. Siempre. Aquella muchacha tatuada dolorosamente en las arterias, primer evangelio roto por mis manos. X

Memoriosa, el dolor no te embellece igual a los mortales. Traza puentes en tus ojos, largas escaleras. Soñarás que las tierras frías serán las únicas salvadas, mientras la tristeza conjura nieve para la madera de los trópicos. Tú no lo sabes, pero las nevadas son más crudas en la selva. Ajena a la resignación de los que viven para siempre buscarás un recodo que te proteja del verano. Dirás como Saint-John (en contra suya): No habitaremos siempre estas tierras amarillas, delicia nuestra... Y nos iremos quedando solos, hombro a hombro derrumbados mientras sonríe un viajero que nos ofrece una manzana.

483

vientos 3.indb 483

15/12/11 13:40

REANUDADO TESTAMENTO I

Pasos. Un relampagueo en la estancia atestigua el declive de los pájaros. Una gotera prolonga su locura en el temblor de cada objeto en los estantes; la luz me delata en la vigilia: mi casa, antes tálamo de amor de un dios rampante, es hoy reino sitiado por el luto, crepuscular tigre prisionero de sus rayas. II

Mi madre sueña –náufraga en la vastedad de la cama– que mi padre vuelve ennegrecido del ojo iracundo de la muerte, y es entonces cuando todo se vuelve ceremonia, milenaria coreografía en el albur de la nostalgia. III

Mi padre nos legó una noche la lluvia y la caída de las hojas: un otoño de relámpagos. Una casa erigida a golpes en los muros, es reanudado testamento en los misterios de la sangre.

484

vientos 3.indb 484

15/12/11 13:40

CRÓNICA PARCIAL DE LOS NOVENTA para Omar Cadena y Carlos Pacheco

Crucemos los dedos aunque no es verano del amor ni era de acuario a nadie le sorprende nada ni estos años borrachos y aburridos arrullados por el siglo quién iba a saber lo que venía la libertad fue nube de paso y hoy caen ácidos del cielo no hubo tiempo de veras no había tiempo más que para nacer y acostumbrarse a las portadas de revista jamás tuvimos escenario un patíbulo de agujas afiladas en el cuello de la histeria ocupados en la virginidad ya no se derribaron muros a cambio las pantallas nos gritaban llame ahora el poeta de su estilo en línea y hubo disparos monedas que caían a la profundidad del corazón Fidel Fujimori Pinochet los dinosaurios de Spielberg y otras películas malísimas viagra camisetas del Che en el malecón todos comentaban pobre Magic Freddie Mercury cantará por última vez en Barcelona y nosotros tan borrachos aburridos seguros de que aquí no pasó nada.

485

vientos 3.indb 485

15/12/11 13:40

PROBABILIDADES para Ricardo González Saiz

uno El amor es una casa que vamos llenando de momentos, fotografías, libros, palabras que nos hacen sentir cómodos, a salvo, pero llega el día y un incendio inexplicable nos obliga a huir desesperados, conservando únicamente la esperanza de haber dejado en el estrépito de par en par la puerta.

dos O sucede que el incendio no invadió los muros y éramos nosotros los que íbamos envueltos en las llamas, arrasando enloquecidos cortinajes y recuerdos y no nos dimos cuenta en la carrera y un día, ya más serenos, quisimos volver, pero la casa era distinta y nuestro lugar lo había ocupado algún otro, que dormía plácidamente debajo de las sábanas. 486

vientos 3.indb 486

15/12/11 13:40

tres O tal vez fui yo el que se quedó, viendo cómo ella corría desesperada y yo quería apagarla con las manos, sumergirla hasta el fondo de mis ojos, y aunque ya parece tarde conservo este tiempo la esperanza, la estúpida esperanza de que en el estrépito dejara de par en par la puerta, y yo la dejo así, pero la humedad ya se apodera de mis huesos y las vigas caen desvencijadas frente a mí mientras hojeo el viejo álbum y no puedo siquiera precisar de qué me reía entonces.

cuatro O sí volviste y no recuerdo o no te conocí detrás de tantas cicatrices, y parecías más un escombro, una ruina de ti misma, una bella estatua mutilada; o es que estaba todo tan en paz y alguien dormía plácidamente en tu lugar bajo las sábanas 487

vientos 3.indb 487

15/12/11 13:40

que no la quise despertar por no perturbarla con el llanto de un espectro.

488

vientos 3.indb 488

15/12/11 13:40

HERNÁN BRAVO VARELA (1979)

vientos 3.indb 489

15/12/11 13:40

Hernán Bravo Varela (ciudad de México, 1979). Ha publicado Oficios de ciega pertenencia (1999), Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino, y Comunión (2002). Becario del Fonca y de la Fundación para las Letras Mexicanas. En 2010 obtuvo el primer lugar en el Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz en la categoría de Ensayo. Prófugo de la metáfora y de los recursos manidos, Bravo Varela aspira a construir una realidad alterna. Versos erigidos con el arte de las pequeñas palabras ofrecen laberintos donde la percepción se interna y extravía. El poeta adopta la brevedad como la forma más terminada de expresión, donde las descripciones de ocultos mundos miniatura renuevan el registro de los sentidos mediante la magia verbal de una escritura decantada y lenta, serena, plena de ritmos y música. (ljb)

vientos 3.indb 490

15/12/11 13:40

RELACIÓN DE AGUANIEVE a Ignacio Oceguera

I

El aguanieve entre los pinos. Hay que proponer un diferente abecedario, montar un silencio, romper las esquinas de la casa. II

Este reino es una gota resuelta, repetición intuida en los inicios de un tablero. III

Se apagará algo más que tu pasado, que tu lumbre apenas compartida. La infancia es débil eco de campana, presentimiento del séptimo día.

491

vientos 3.indb 491

15/12/11 13:40

IV

El corazón tiene la edad de un faro en la neblina. En la nervadura de la paz, dentro del ojo de la orquídea, un gorrión que reconoces marca un río entre tus dedos.

REGRESO DE ÍTACA a Ernesto Lumbreras

I

Cavafis ha vuelto de la Ítaca a escribir sobre el silencio. Después de haber tirado monedas en el agua, subirá las escaleras en busca de una fogata que se deslice a través del tifo, en donde los muchachos puedan cobrar por su temperatura. En el vapor, en el sexo que ha permanecido en una cama de Alejandría, dejará un camino de colillas para hallarse. Por la mañana, las palomas habrán de picotear la calle y, en ausencia de migajas, un misterio caerá en continuas migraciones. II

Atenas es otro poema en busca de trama al que hay que regresar después del viaje para escribir en sus columnas acerca del retorno; el agua del placer, el té para matar a las arañas, monedas de cobre en el verano. 492

vientos 3.indb 492

15/12/11 13:40

Pero Cavafis volvió de noche, sin anteojos, y su tropiezo con violas y rodillas le recuerda el enmudecimiento en el velero, camino a la última estancia. En su cuarto la espera de los días deberá ser a la altura del mar, entre la emancipación del opio. El mar, ese abandono de oración que lo inundará por completo.

(ST)

“No sé si cuando bailo sigo aquí / realmente. Casi nunca. Pero el cielo / blanco brilla detrás, como ese hielo / del Polo Sur –¿o Norte?– que yo vi / en mi libro de escuela. No sabría / decir a dónde voy. Siempre me ausento / en algún lado. De repente, el viento / de la noche que digo me extravía / y me cierra los ojos con su brasa. / Es de día y con soles lo que miro, / ¡pero el fuego no duele! Me parezco / al piano que mi padre quemó en casa / a falta de carbón. Ya no respiro, / y si respiro entonces aparezco.”*

*  Billy Elliot responde a una pregunta.

493

vientos 3.indb 493

15/12/11 13:40

RONDA a Alenka

No vayas a la luz, ve hacia la casa, te digo. De cardenal o petirrojo, viene a anunciarte una parvada. El lacre roto, se abre un pergamino. Fecha de nacimiento en caracteres de agua. Nada, sé de alfabetos lo que sabe el judío de las parábolas del Carpintero, nada. Lo que yo puedo hacer es conjugar el canto: cantas, canta. Abre la voz como ventana al río. Hay una nota sola en el columpio. Para, vuelve, le salen las alas. Es un mirlo. Acabas de nacer con la canción en segunda persona. Y tío en el jardín 494

vientos 3.indb 494

15/12/11 13:40

de la gran magia, hago salir un conejo de luna en mi estribillo, entre mis palmas. Pinto con tu sombra un sol en una historia para niños. Ve hacia la casa, abrapalabra. Un castillo de luz no es lo que escribo.

DESPOSORIO a siempre dos

Tente, te digo ahora. No le hagas casa a los de más, los mucho menos huérfanos. Cáete con toda tú, catástrofe querida. Que no nos vengan con gallitos, su guerra de tercera, navaja en atolones, si no es por dar la cara como das la hora, que ya bastante ha sido 495

vientos 3.indb 495

15/12/11 13:40

tenernos en la luz difícil de ojearnos contra el día. Tente en el aire, poca cosa. Volarnos, despojados del bien entre los bienes, nos sienta aún encima de esta tierra quemada de tan vista. El halo de sol en tu anular los dedos señalantes nos basta a ti y a mí. Tenme, guirnalda de tu misma boda; carguemos una cruz con el perdón de aquellos que olvidamos. Vayámonos yo y tú. Muerte de un hijo no tenido, tengámonos, tengámonos.

496

vientos 3.indb 496

15/12/11 13:40

ÓSCAR DE PABLO (1979)

vientos 3.indb 497

15/12/11 13:40

Óscar de Pablo (ciudad de México, 1979). Es autor de los libros de poesía Los endemoniados (2004), Sonata para manos sucias (2005) y Debiste haber contado otras historias (2006), con los que obtuvo los premios de Poesía Joven Elías Nandino, Jaime Reyes y Francisco Cervantes, respectivamente. Ha sido becario de la Fundación para las Letras Mexicanas y del Fonca. Óscar de Pablo ha derivado del verso corto al poema de largo aliento, donde maneja indistintamente la crónica, la anécdota, lo social, lo episódico, para dar cuenta de un mundo que aliena y enmudece. Los distintos temas que aborda, la certera visión de su imaginario, lo hacen un autor del mayor interés entre su generación. (mm)

vientos 3.indb 498

15/12/11 13:40

PLAZA LUIS CABRERA

Desde su antigua noche, todas las palabras duermen: vela solo el sopor; cocodrilo sonámbulo bajo el flujo del cobre, su pesadez transcurre, va nutriendo la tierra con su pulso de aceite: frescor, noche pulverizada en chispas diminutas. Pero las cosas todas que aquí somos, las cosas y sus ecos, somos también la plaza: este silencio nuevo hecho de agua, los vestigios exhaustos de un cartel que la lluvia ha leído ya demasiadas veces, la niñez fragmentada en cuatro o cinco especímenes húmedos, la tubería salobre y sus follajes internos, el sexo como un rostro en las ventanas, la anciana que se pudre con sus medias de nylon desvaídas y la fuente, donde un relámpago tirado yace.

SANTIAGO

es martes otra vez otra vez llueve es santiago de chile y es invierno 499

vientos 3.indb 499

15/12/11 13:40

tú caminas como un árbol sin sombra absorta en el silencio inexorable como una sola nota sostenida es martes otra vez otra vez llueve el cielo enorme nada vientre arriba triste y azul mucho antes de sí mismo y yo sé yo sé que donde estés será también invierno y será martes serás agua de estrella y niebla amarga y una lengua de sombra irá escribiendo su música de leche por tus senos a dónde va la prisa de las nubes si ni siquiera el miércoles existe pero el martes existe aunque sea martes. por eso ahora el pinot noir y el aire las manzanas la luz los aguaceros a pesar de santiago y del invierno somos la golondrina el universo jardín ardiente aquí bajo la noche por eso hoy tritúrate los huesos clávate esta corona de once sílabas incendia al mundo a golpe de palabras y da tu piel al sol que la reclama hasta que quedes toda oliendo a lluvia como queda el silencio boquiabierto después de un par de horas de satie

500

vientos 3.indb 500

15/12/11 13:40

yo soy el hombre en su rincón de historia es santiago de chile y es invierno es martes otra vez otra vez llueve

CANCIÓN para A. Yoffe

Tu última palabra inauguró su rayo noche adentro; bruscamente de noche, bruscamente palabra, palabra abierta, negra, inapelable como un grito de mando; prefirió retumbar como una bala y sigue retumbando, siempre, y sigue, y sigue retumbando. Que nadie se pregunte por la palabra bala, la palabra revólver, por su brutal manera de perforar tu sien, por la culata negra entre tus dedos blancos, por tu calle desierta, por tu caer de bruces, por el cráneo como una rosa abierta en tu escritorio, como una rosa abierta. Tu marino argumento es tu muerte insurrecta y remolida, tu muerte obrera y ronca, tu disparo, y la siempre palabra colectiva que vive y que retumba repetida en las muertes-rutina de los nuestros, por dentro de la tumba crepitante, por dentro de la tumba. 501

vientos 3.indb 501

15/12/11 13:40

Ángel de la derrota, nacido armenio y muerto de universo, de puro universal, de puro puro; una palabra tuya bastó para poner ronca por siempre, con apenas un grito, a la más rigurosa de las armas de fuego. Tu decisión fue un rito de ruptura, tu decisión fue un rito. Resuena la palabra del disparo, su única palabra, y así queda vibrando, siempre, y así rueda, caracol, espiral, memoria, centro o palabra cercada de un invierno escarlata entre las ruinas, en cada camarada resonando, en cada camarada.

PURGATORIO

Por tus arterias subterráneas corre nuestra mala conciencia, ciudad mía. Puesto que nos dejamos arrebatar la luz durante la mañana, de una estación del metro a la siguiente, de todas las colonias, de una ventana a otra, ahora la medianoche se interrumpe con las luces prendidas de este desvelo mutuo, de nuestro insomnio público y socializado. Cuando había que gritar, apretamos los labios. Cuando había que ponerse en el camino para iniciar la marcha, preferimos hincarnos. Es como si tus casas, ciudad mía, hubieran entregado su derecho a los párpados. Cuando había que escupir, 502

vientos 3.indb 502

15/12/11 13:40

besamos el anillo. No tuvimos saliva suficiente, garganta suficiente al fondo de la boca. Ya ningún edificio conciliará el sueño. Hoy los millones de ojos abiertos en la piedra de la banqueta al cielo brillarán por la noche y mantendrán abierta su luz enajenada, como la penitencia de nuestro colectivo, de nuestro gigantesco pecado de omisión. Mientras la luz sea ajena, no han de cerrarse nunca los ojos del concreto ni ha de amanecer nunca de este insomnio. Ni ha de amanecer nunca.

503

vientos 3.indb 503

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 504

15/12/11 13:40

IVÁN CRUZ OSORIO (1980)

vientos 3.indb 505

15/12/11 13:40

Iván Cruz Osorio (ciudad de México, 1980). Retoma como ningún otro poeta de su generación la temática social, dotándola de nuevos bríos e incorporando en ella el discurso de la historia, a la vez que consigue un tono íntimo pocas veces logrado con esta temática. Iván Cruz Osorio estudió Lengua y Literaturas Modernas Inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la unam. Autor de los poemarios Tiempo de Guernica (2005) y Contracanto (2010). Poemas suyos aparecen en el libro colectivo Espacio en disidencia (2005); y en las antologías Un orbe más ancho. 40 poetas jóvenes. 1971-1983 (2005); Vigencia del epigrama (2006); La luz que va dando nombre (1965-1985). Veinte años de la poesía última en México (2007) y El oro ensortijado. Poesía viva de México (2009). Becario del Fonca en el área de poesía. (ml)

vientos 3.indb 506

15/12/11 13:40

TIEMPO DE GUERNICA

[fragmentos] 1

Que tus legiones te sacien de oro, que sea próspera tu batalla en los valles cerrados y brumosos de mi reino. Que te sirvan de alimento aquellos que se oponen a tu espada. Que la sangre de mi pueblo te colme de gloria. Que salgas victorioso. Que tus Dioses icen sus banderas y que exhiban nuestra sorda eternidad, nuestro inofensivo nombre indigno del mañana. 2

(9/11) Con qué certeza nos encaminaban al matadero, con qué abyecta paciencia consumieron generaciones y orinaron a nuestros muertos. Hoy, la abundancia de sus certezas, la abyecta paciencia de sus legiones se mide en el raudal de sus escombros.

507

vientos 3.indb 507

15/12/11 13:40

4

“La venganza no es un banquete donde abreven los sapos, este manjar de perfecta hermosura no satisface gulas de criaturas tan míseras. Con qué bocas prodigiosas, con qué estómagos consistentes y profundos digerirían cuerpos rigurosamente estéticos, carnes de maduración tan larga, vísceras inconcebibles que impulsan al vértigo. Aun la ira está vedada para estos batracios, religiosamente numerosos y horrendos.” 5

No hablemos de los muertos, de los que vi caer, agonizar en las llanuras, de los que aún caen e inundan como olas el lugar de las montañas; no se hable más de ustedes, de sus brazos, de sus torsos, de sus piernas arrebatadas que cubrirán los pastizales, las cumbres, y que ondearán suavemente como la hierba. 8 , IRAQ,

No hace falta explicar con sintaxis los colmillos filosos de la fiera, 508

vientos 3.indb 508

15/12/11 13:40

ni con esta tinta la sangre de la víctima. No hace falta recitar poemas, ni siquiera escribirlos, rabiosamente contra el escritorio. Hace falta el silencio en la pluma, en las vísceras, en los versos, hace falta cerrar los ojos, cerrarnos los unos a los otros los ojos como a los muertos. 11

No somos mejores ni distintos a nuestros padres y abuelos. No hay por qué sentirse superiores, ni la internet ni los autos aerodinámicos ni el teléfono celular nos distinguen del telégrafo, de las carretas tiradas por mulas. Como ellos hemos venido a morir, a irnos sin dejar huella, a hacerles compañía en el fracaso. 13 (Coda)

“Por favor: no dramatice; ya ha vuelto la calma, todos han hallado su lugar y toman asiento discretamente. 509

vientos 3.indb 509

15/12/11 13:40

Será mejor que se habitúe, seguir de pie, desentona.”

CORIFEO

Vengo de gritar tu nombre, de clamar a la vastedad de la noche una palabra inofensiva que sonó como el nombre de una patria. Vengo de gritar que Malintzin ha muerto y que su corazón quedó torcido como el alma de sus hijos, que Cortés llora la ausencia mientras ordena las cargas sobre las muchedumbres, y los pueblos se dispersan como archipiélagos marcados con tiza. Vengo de gritar tu nombre, pero eso no importa, la noche es blanca en los Andes, y estoy solo, y necesito una mujer que no diga que no es tiempo para el amor, que amar en estos tiempos es lo mismo que flotar como un cadáver frente a las playas; 510

vientos 3.indb 510

15/12/11 13:40

por eso grito tu nombre y traigo estas viejas piedras desgajadas del Chimborazo y el Aconcagua, la arena sedienta del desierto de Sonora, y este buchito de agua del lago Titicaca para que sonrías y pronuncies mi nombre, que no recuerdo, que me fue arrebatado, y que quiero escuchar de tus labios. La noche es blanca en los Andes. Yo vi los triunfos en Cochabamba, en Junín, en Guanajuato. Vi a Hidalgo y a San Martín admirarse cuando Quetzalcóatl sangró su miembro sobre los huesos polvosos de Lautaro y Cuauhtémoc para tornarlos al mar de la vida como hombres nuevos y hacerlos pelear por el país que pendía bocabajo como un ahorcado. Vengo de gritar tu nombre, de enseñar ola tras ola el mar de mi desesperación. Vean mi sombrero, vean mi reloj, yo pude ser Margaret Thatcher y ganar una guerra más grande que ésta, 511

vientos 3.indb 511

15/12/11 13:40

y hablar de países lejanos, y poner mi bandera en islas donde me cabe un solo pie. Yo pude ser Pancho Villa o Ernesto Guevara o Sandino, y agitar en el aire nuevas banderas, y llevar en la garganta como un solo canto a nuestros pueblos, pero las banderas se han vuelto trapos flotando sobre los paredones, y yo sólo soy un montañés que no pudo ser un vagabundo de los puertos, que no conoció los bares flotantes de Rotterdam ni de Marsella, y en cambio miró a Mar del Plata, a Cartagena, a Veracruz, a Valparaíso, y pudo sentir el rumor de todos los mares, y los labios salados de todas las mujeres de las costas. Vengo de gritar tu nombre, de ver a los marinos que tienden las velas, y confían a los mares su destino. Los heraldos han dicho que la pampa está en llamas, que arde el sitio en Cuautla, que Morelos agita el doliente de Hidalgo, 512

vientos 3.indb 512

15/12/11 13:40

que el Pacífico y el Atlántico revientan en los cascos de los barcos, que una mujer pasea sus lamentos en las calles angostas. No vendrá nadie a contar tu ceniza, nadie gritará tu muerte, invocarás su nombre, pero ella no vendrá, nadie te espera, nadie te ha buscado nunca. La noche es blanca en los Andes. A diario cantamos un epitafio, una historia más de desamor. Todo el continente es desamor, no un viñedo mendocino abriéndose paso hacia la cordillera, no el desierto boliviano buscando la salida al mar. Vengo de gritar tu nombre, pero eso no importa, siento que he gritado todo el amor y toda la desolación de nuestros padres, sin dejar de estar solo, sin dejar de tener miedo, como un marinero a la deriva que sólo espera el grito de las sirenas.

513

vientos 3.indb 513

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 514

15/12/11 13:40

ALÍ CALDERÓN (1982)

vientos 3.indb 515

15/12/11 13:40

Alí Calderón (ciudad de México, 1982). Poeta y crítico literario. En 2004 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde, y en 2007 el Premio Latinoamericano de Poesía Benemérito de América. Fue becario de la Fundación para las Letras Mexicanas. Autor de Imago prima (2005), Ser en el mundo (2008) y del libro de ensayos La generación de los cincuenta (2005). Compiló las antologías La luz que va dando nombre (1965-1985) y El oro ensortijado. Poesía viva de México (2009). Es editor de la revista electrónica Círculo de Poesía. Su poesía se debate entre la economía mordaz del epigrama y cierta expresión de lo barroco. Su eje temático más interesante es un erotismo que a veces parodia y otras actualiza distintos registros de la tradición poética castellana. (ml)

vientos 3.indb 516

15/12/11 13:40

[POLE POSITION]

Y mi pecho una supercarretera de ocho, dieciséis, treinta y dos carriles con miles y millones de caballos de fuerza vertiginosos corriendo y derramando lumbre en mis arterias. Aquellas peligrosísimas curvas impostergables y letárgicas y particularmente inabordables cada vez que tú, Lesbia, no me miras. Ese imperioso arrancar en segunda cuando tus sí se vuelven indecibles, impronunciables, inminentemente pospuestos turbiamente y con perfidia por tus no unánimes e inconmovibles. Sólo tú echas a andar este Ferrari rojo, incalculablemente insaciable, impaciente por recorrer solemne las largas calles de tus piernas siempre prodigiosas, siempre proféticas y en lo que a mí respecta, absolutamente litúrgicas, plenas de infinitud. 517

vientos 3.indb 517

15/12/11 13:40

Que la batería desbarate su potencia en tu cintura inenarrable porque finalmente y después de todo: este bólido, Lesbia, no carbura sin tus estrechos jeans a la cadera.

[POBRE VALERIO CATULO]

A quién darás hoy tus versos, infeliz Catulo? sobre qué muslos posarás la mirada? Qué cintura rodeará tu brazo? cuáles pezones y cuáles labios habrás de morder inagotable hasta el hastío? Termine ya la dolorosa pantomima: fue siempre Lesbia, exquisito poeta, caro amigo, un reducto inexpugnable. A qué recordar su mano floreciente de jazmines o aquellos leves gorjeos sonando tibios en tu oído? para qué hablar del amor o del deseo si ella es su imagen misma? por qué evocarla y consagrarle un sitio perdurable en la memoria? por qué Catulo? por qué? Que tus versos no giren más en torno a sus jeans, a su blusa sisada, que tu cuerpo se habitúe a esa densa soledad absurda y prematura, que su nombre y su figura de palmera y su mirada de gladiola se pierdan, poco a poco, 518

vientos 3.indb 518

15/12/11 13:40

ineluctablemente y de modo irreversible, en el incierto y doloroso ir y venir de los días. Y que a nadie importe si se llamaba Denisse, Clodia o Valentina qué caso tiene pobre Valerio Catulo? qué caso tiene?

[TES MOTS]

Tus palabras son las mismas Las sé todas de memoria En el café en la banca del parque en el sofá de mi casa o en tu living hablas del nuevo lipstick de la línea Revlon de las peleas con tu prima y de si el rosa mexicano te hace ver gorda Yo lo soporto todo porque sé que el mensaje realmente trascendente gravita en los botones de tu blusa semiabierta.

519

vientos 3.indb 519

15/12/11 13:40

Hoy es el día. Mi muchacha ha llegado plena proclamando la primavera La brevedad de su falda alaba el renacimiento constante de la vida Ella es el tierno sur de las parvadas el motivo de los altos y ligeros vuelos de las aves Sólo en su piel la claridad es razonable Bajo su párpado toda alborada resulta posible Mi muchacha ha vencido los dominios de la noche para instaurar en la esbeltez de su cuerpo la luz.

Desde la siniestra imparcialidad con que estoy mirándola... Ramón López Velarde

amanecí lopezvelardeano enamorado incontinente de mis primas maculando en cada singular atisbo el honor de todas las Fuensantas mis cercanas transeúntes niñas inocentes y mujer cualquiera que delata invariable a cada paso iris pupila y globos oculares de fálica falicidad rampante. Amanecí lopezvelardeano con la faz de mis mujeres sus facciones 520

vientos 3.indb 520

15/12/11 13:40

tatuadas al genital en dulcedumbre. Lopezvelardeano atilaico mánchur en praderas de leves y tempranas flores velardeano Florismarte de todas las Hircanias urbi et orbi con un cierto sutil sabor a sexo que acompaña mis lances mis victorias y blande asimismo algunos de mis más catastróficos versículos.

estos viernes de condones alemanes y tequila con cerveza las tiernas horas que inauguran el fin y fraguan la dulzura los primeros parpadeos de un sábado que entre sábanas de secreción vaginal y semen nace luminoso Esos viernes de prolongado escote minifalda y talle al compás de percusiones viernes de sonrisa que aletea entre las copas y el chorro sonoro del ron viernes de pulsaciones increíbles cosméticos retoques y plena la vida en la estación del tacto. Este que presienten aquí sin embargo quien les habla más visual que táctil más potencia que consumado acto 521

vientos 3.indb 521

15/12/11 13:40

permanecerá este y los viernes todos prisionero fetal en su habitación oscura envidiando el insomnio etílico de los amantes la donatélica modelación del cuerpo hasta convertirlo consagrarlo en la más perfecta vital y clásica magnificente creación del arte El que suscribe amigos más otro que sí mismo habrá de morir un viernes con antifaz de lunes o martes o miércoles pero siempre invariablemente y sin novedad alguna con la piel rugosa del día hábil y el horario de ocho a tres.

[KENTUCKY]

Las luces cambiaron en West Vine y Broadway Street el viento helado amortajó la tarde volando un grajo sajó la transparencia y la luz en las hojas el trazo de finos pinceles parecía En el aire altísimo la claridad del día supuso una presencia.

522

vientos 3.indb 522

15/12/11 13:40

[LAGO LUCERNA]

Gélido el lago, espejo del cielo: Inmaculada imagen de la transparencia.

[A LA MANERA DE OMAR KHAYYaM]

En un jardín de leves tulipanes y rosas pálidas disfruto pleno la embriaguez He bebido hasta la última gota del vino rosado que bañó tu cuerpo y lo consagró solemne a la belleza He probado finos racimos de vid en tu lengua y los sabores más intensos en tu cáliz Hoy que los árboles de tu juventud florecen bebo este dulce licor bajo su sombra.

alguien que no soy yo y en todo idéntico es a mí mismo ronda mis pasos y me sigue. Otro es el que enuncia mis palabras y rubrica mis actos 523

vientos 3.indb 523

15/12/11 13:40

mi memoria es recordada por otro otro es quien tras mi ojo atisba. Alguien de quien soy alternativa me acecha en el espejo y calca uno a uno aun los más imperceptibles rictus. A semejanza y preciso reflejo no soy yo sino del otro imagen.

524

vientos 3.indb 524

15/12/11 13:40

Índice Hacia una lectura de la poesía mexicana de hoy por Margarito Cuéllar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Efraín Bartolomé (1950)

Jaguar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Corte de café . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Invocación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 Bienandanza de la lluvia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 José Luis Rivas (1950)

Mi abuela macedonia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Planto de dársenas (i) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Planto de dársenas (ii) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 Brazos de mar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 Las muchachas... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 Coral Bracho (1951)

Esto que ves aquí no es. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Dame, tierra, tu noche. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Ese espacio, ese jardín, ix. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 525

vientos 3.indb 525

15/12/11 13:40

Eduardo Langagne (1952)

Maitines . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 Pandilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 La mujer de mi padre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 Víctor Manuel Cárdenas (1952)

In / utilidad de la poesía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Leí en el mar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Conjuro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 Zona de tolerancia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 Soy el sedentario… . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 Instrucciones para leer a Miró . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 Yo amo la realidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62 Héctor Carreto (1953)

Hombres de bolsillo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69 Tentaciones de san Héctor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69 Respuesta de Dios a la confesión de san Héctor. . . . . . 70 Arreglo floral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 Una nueva antología mexicana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 Evelio, sonetista. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 La oveja descarriada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73 El poeta regañado por la Musa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74

526

vientos 3.indb 526

15/12/11 13:40

Mario Santiago Papasquiaro (1953-1998)

En el zaguán de las nubes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 Tatuaje. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80 Gregory Corso se confiesa & hasta el viento habla . . . . 82 Ricardo Castillo (1954)

Autogol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 Testiculario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88 Pin uno, pin dos…. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88 Las nalgas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 A Mario Santiago. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Borrar los nombres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 Vicente Quirarte (1954)

Teoría del oso, iii . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 La muchacha de al lado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100 Encuentro con la nieve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101 Preludio para desnudar a una mujer. . . . . . . . . . . . . . . 101 Belleza del astrónomo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102 En la anarquía del silencio todo poema es militante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 Zarabanda con perros amarillos, I, VIII. . . . . . . . . . . . . 104

527

vientos 3.indb 527

15/12/11 13:40

Víctor Manuel Mendiola (1954)

Eclipse. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109 Blancura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110 La enredadera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 Me quiero ir al mar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 Nudos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112 Fabio Morábito (1955)

Entre tú y yo... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 Ese bombero... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118 Yo tuve... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119 Tú no quieres... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120 Jorge Valdés Díaz-Vélez (1955)

Cuando amanece. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 Materia del relámpago. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 Los sonámbulos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126 Sobre mojado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 Polaroid. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 Doy fe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128 Javier Sicilia (1956)

Juan 21, 23 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133 La estría en el yermo, III . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

528

vientos 3.indb 528

15/12/11 13:40

Luis Miguel Aguilar (1956)

La cama angosta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143 Cesare Pavese. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144 Canas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144 El cielo y mis libros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144 La ruta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145 Cangrejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146 Romero, exaltado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147 Silvia Tomasa Rivera (1956)

El deseo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151 Otoño líquido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151 Vivir sin detenerse . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153 Fin de fiesta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155 La ciudad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155 El deseo recurrente… [ fragmento] . . . . . . . . . . . . . . . . . 157 Jorge Esquinca (1957)

Parvadas, I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161 Oración a la virgen de los rieles . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161 Déjà-vu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162 Tindarapo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163 Descripción de un brillo azul cobalto [ fragmentos]. . . . 164

529

vientos 3.indb 529

15/12/11 13:40

Minerva Margarita Villarreal (1957)

Fuego... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171 Todo fuego... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172 Esta herida... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172 El círculo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174 La mesa de Omar Khayyam. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176 José Ángel Leyva (1958)

Nagual 10 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181 Mi abuelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182 El árbol de la muerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183 El poeta lleva un tiro en la cabeza. . . . . . . . . . . . . . . . . 184 La poesía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185 Juan Domingo Argüelles (1958)

A la salud de los enfermos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189 Traiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189 Como el mar que regresa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190 De éstos hablo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192 Entrada en materia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192 Oración de la luz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193 Baudelio Camarillo (1959)

Digo tu nombre... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199 Aguas hechas... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199 530

vientos 3.indb 530

15/12/11 13:40

Ella es el mundo... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200 Sólo dos versos... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200 En la estancia... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200 He despertado... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201 Nada pudo... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202 Ella besó... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202 Vi caer... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202 La barca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203 José Javier Villarreal (1959)

Brujas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207 Las lápidas de las viejas zorras inglesas . . . . . . . . . . . . . 208 Canción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210 Exilio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212 La santa [ fragmento]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213 Tedi López Mills (1959)

Contracorriente [ fragmento]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219 Parafrasear, V, XVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 220 Muerte en la Rúa Augusta, 7, 19 . . . . . . . . . . . . . . . . . 223 Sergio Cordero (1961)

La bicicleta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231 Currículum vitae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232 Fragmentos de un decurso amoroso. . . . . . . . . . . . . . . 233 La señal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235 531

vientos 3.indb 531

15/12/11 13:40

El otro poeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236 Sobre la cuerda floja. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237 Los padres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 238 Dana Gelinas (1962)

Lápida para una mujer liberada . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241 Venus. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241 Ciudad de cal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 242 Altos Hornos [ fragmentos]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244 A las puertas del almacén. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246 Islas del departamento de belleza . . . . . . . . . . . . . . . . . 247 Vaqueros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247 María Baranda (1962)

Ficticia, I, IV, VIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251 Roxana Elvridge-Thomas (1964)

Voz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259 Dolor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 260 Piero de Florencia, perfumero real, confiesa. . . . . . . . . 260 Cárdeno pleamar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262 Fiebre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262 Kilili . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 263 Ferg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264

532

vientos 3.indb 532

15/12/11 13:40

Jesús Ramón Ibarra (1965)

Mañana abierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269 Mi padre nos enseñó... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269 Dos apuntes en el cementerio de Holly Cross. . . . . . . . 270 Solo de Clifford Brown en una habitación de hotel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272 J.E.P. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272 Jorge Fernández Granados (1965)

La tempestad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277 Los ojos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279 Los fantasmas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 280 Kienzle. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281 José Eugenio Sánchez (1965)

Mis renteras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285 El asalto a las putas (música de Ry Cooder) . . . . . . . . . 286 De pronto New York se quedó sin Joseph Brodsky. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287 Mick Jagger no cantará satisfacción a los 50. . . . . . . . . 287 Pies calientes cabeza fría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289 La felicidad es una pistola caliente . . . . . . . . . . . . . . . . 290

533

vientos 3.indb 533

15/12/11 13:40

Samuel Noyola (1965)

Arcano cero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295 La vanguardia es fresa o en el día del trabajo. . . . . . . . . 298 La musa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299 Hotel Managua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 300 José Homero (1965)

Escuela de aviación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305 La noche en minifalda ahoga a los transeúntes. . . . . . . 308 Texas big radio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309 Ernesto Lumbreras (1966)

Fragmentos de una carta primaveral escrita al poeta Rilke. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313 El enfermo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 314 Leído en la bitácora del encaminador de ánimas la noche anterior a mi funeral, 1, 5, 9 . . . . . . . . . . . 315 Felipe Vázquez (1966) Decir que no hallé tu voz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321 El que nada sabe que . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 322 Llegar al sin ahí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 323 Sin la vértebra del no. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 325

534

vientos 3.indb 534

15/12/11 13:40

León Plascencia Ñol (1968) Mensaje escrito en clave de pájaros y aire. . . . . . . . . . . 329 Cuando vuelo, pienso en Juan de Yepes encerrado en una celda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 330 La garota de la autopista. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331 Revólver rojo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 332 Pentimento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 334 Mario Bojórquez (1968)

Para una lección del sujeto poético . . . . . . . . . . . . . . . 339 Brooklyn Bridge . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339 Así como el día... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 340 Eres el que no... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341 Así como no... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341 Te llamarás Amargo... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 342 Y para qué volver... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 342 Nadie hubiera creído... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343 Los dos somos... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344 Julio Trujillo (1969)

Nota . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 347 Bipolar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 348 El polizón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 350 Sala de espera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351 Pitecántropo [ fragmentos]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351

535

vientos 3.indb 535

15/12/11 13:40

Claudia Posadas (1970)

Trasiego. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355 Antikythera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 357 Ofelia Pérez Sepúlveda (1970)

Canción de los tantos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363 Balada del negro en la cantina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 364 Del tercer hombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366 Sin título . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367 Julián Herbert (1971)

Job . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 371 Oración del profesor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 372 Ezra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 373 Franciscano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 374 Domador de caballos [ fragmento]. . . . . . . . . . . . . . . . . 376 Luis Vicente De Aguinaga (1971)

Alberto Girri . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 381 Lo de los grillos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 381 La disyuntiva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 382 Dos coches. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 383 Tras el festejo, el hermano del hijo pródigo se resuelve a mostrar quién es el peor de ambos. . . . . . . . . . . . . 384 536

vientos 3.indb 536

15/12/11 13:40

María Rivera (1971)

Estábamos en eso de salvarnos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 389 Día de muertos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 392 Respuesta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393 Jorge Ortega (1972)

Epitafio para un niño ahogado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 397 Autopista del deseo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 398 Postal de las Ardenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 398 Novedad de la patria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 399 Diurno de la estatua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 399 Reloj biológico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 400 Parábola de la migraña. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 400 Frecuencia modulada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 401 Teoría de la luz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 402 Álvaro Solís (1974)

La noche entera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 407 La espera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 409 A la manera de Virgilio, el de Matanzas, me quejo. . . . 410 No hablo del río. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 413 Balam Rodrigo (1974)

Nostalgia del útero. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 417 537

vientos 3.indb 537

15/12/11 13:40

[ impúrpura ]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 419 [ antiícaro ] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 420 Apátrida página . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 420 Carlos Adolfo Gutiérrez Vidal (1974)

Polvo [ fragmentos]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 425 Incendio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427 De Manuel [ fragmentos]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 428 María Cruz (1974)

El cuarto de la lascivia, i. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 435 El cuarto de la agonía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 435 El cuarto de la lascivia, ii . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 436 El cuarto agrietado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 436 Nocturno del jardín. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 437 Hospital. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 441 Rogelio Guedea (1974)

Asonancia / vii . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 445 Final del juego. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 446 Esta canción cantada en la mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . 446 Un canto sin orillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 447 Isla al sur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 447 Reminder . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 448

538

vientos 3.indb 538

15/12/11 13:40

Celebración de la garza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 449 Exilio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 450 Eduardo Padilla (1976)

Segunda ley de la termodinámica. . . . . . . . . . . . . . . . . 455 Un ave cae. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 456 Auto-retrato con escuadra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 458 Inserte su pago en la ranura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 459 Poema elemental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 459 Eduardo Saravia (1977)

Recuerdos de familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 463 Pájaro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 463 La durmiente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 464 El vestido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 465 Mujer o el espíritu de la noche. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 465 Heracles. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 466 Esténelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 467 Mediterráneo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 468 Jair Cortés (1977)

Caza de familia [ fragmentos]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 473 Asunción, I, XI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 474 Enfermedad de Talking. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 475 Del miedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 476

539

vientos 3.indb 539

15/12/11 13:40

Francisco Alcaraz (1979)

Motivos del frío, I, V, VI, VII, X. . . . . . . . . . . . . . . . . . 481 Reanudado testamento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 484 Crónica parcial de los noventa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 485 Probabilidades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 486 Hernán Bravo Varela (1979)

Relación de aguanieve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 491 Regreso de Ítaca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 492 (ST) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 493 Ronda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 494 Desposorio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 495 Óscar de Pablo (1979)

Plaza Luis Cabrera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 499 Santiago. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 499 Canción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 501 Purgatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 502 Iván Cruz Osorio (1980)

Tiempo de Guernica [ fragmentos] . . . . . . . . . . . . . . . . 507 Corifeo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 510

540

vientos 3.indb 540

15/12/11 13:40

Alí Calderón (1982) [Pole position]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 517 [Pobre Valerio Catulo]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 518 [Tes mots]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 519 Hoy es el día... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 520 Amanecí lopezvelardeano... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 521 Estos viernes de condones alemanes. . . . . . . . . . . . . . . . . 521 [Kentucky]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 522 [Lago Lucerna]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 523 [A la manera de Omar Khayyam]. . . . . . . . . . . . . . . . . 523 Alguien que no soy yo... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 523

541

vientos 3.indb 541

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 542

15/12/11 13:40

Vientos del siglo. Poetas mexicanos 1950-1982, editado por el Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades de la unam, se terminó de imprimir el ..... de 2011 en los talleres de ......... La tipografía se realizó en tipos Garamond de 11:13, 10:12, 9:10 y 8:9 puntos en ........ México, D. F. Se tiraron 1 000 ejemplares en papel Cultural de 90g. La edición estuvo al cuidado de Gabriela Ordiales y.......

vientos 3.indb 543

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 544

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 545

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 546

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 547

15/12/11 13:40

vientos 3.indb 548

15/12/11 13:40

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.