Victimología y Criminología. Pensamientos alrededor de la pregunta: ¿Cómo se fundamenta la Victimología?

Islas Barajas Israel Regino Victimología y Criminología. Pensamientos alrededor de la pregunta: ¿Cómo se fundamenta la Victimología? Criminología I

Pensar en Criminología es pensar en el estudio del crimen. De manera natural surgirían dos preguntas, inmediatamente, ante la anterior afirmación: ¿Qué es estudio? Y ¿Qué es el crimen? La primera, rápidamente, se definirá como análisis y síntesis; la destrucción de un acontecimiento y la posterior unión, en base a alguna razón, de los argumentos que sobrevengan en el análisis. La segunda, será definida como la acción que adopte algún humano para causar cualquier tipo de daño a algo que no sea él mismo. Esto ya implica cuatro proposiciones, a saber, que el criminal tiene acción, que alguien se da en contra de otro algo o alguien, que el que comete el crimen sólo puede ser humano y la cuarta, que parece ser la más importante, no sólo en Víctimología, que ese otro algo o alguien es real y sufre la ejecución del crimen. Se negará el término delito (que en este texto tendrá casi la misma definición que crimen exceptuando que a este término se le agregará “… y que esté jurídicamente sancionado.” con las implicaciones que ello conlleve), como sinónimo de crimen. Así, hemos tenido una primera aproximación al crimen. Voy a suponer que el crimen se hace efectivo cuando hay un agente que materializa la idea de crimen y se llamarán criminales. En este sentido, entonces, conocemos los elementos del crimen, en esencia, y se sobrepone el crimen en tanto la figura del criminal como objeto de estudio de la Criminología. Sin embargo, existe una relación entre el criminal y aquello que recibe su acto, ¿Quién es? Esta “cosa” que recibe la acción del criminal será llamada víctima. En primera instancia se muestra como un sujeto pasivo, recibe, pero esto sucede en las circunstancias esenciales en que no hay más que el criminal, que llamaremos ahora victimario, y la víctima. Ahora se tratará de explicar si es necesaria la aparición del delito para que existan víctima y victimario, o éstos preceden a tal término y sólo es necesaria la idea de crimen. Supongamos a un único humano que vive en el planeta con todas las demás especies de flora y fauna. El humano necesita comer, para ello podrá utilizar su propio cuerpo para someter a otras especies que le parezcan comibles, alimentándose con ellas durante el tiempo que pueda vivir. Ese sometimiento del otro es un daño, claramente. Podemos ver una primera forma del crimen que alimenta la primera necesidad del hombre, comer. En este caso aún no existe delito: no hay algo que sancione, jurídicamente, a ese humano. Ahora supongamos a dos humanos. En este caso haré alusión a la dialéctica hegeliana del amo y el siervo pero acotándolo a las necesidades de la suposición. Dos humanos que desean. En algún momento, ambos desearán la misma cosa. En ese momento pelearán a muerte para intentar poseerla hasta que alguno de ellos tema más a la muerte que a la imposibilidad de tener lo deseado. Uno será el amo y otro el esclavo; victimario y víctima. En esta segunda figura del crimen tampoco existe el delito puesto que no hay orden jurídico que pueda sancionar al victimario. Sin embargo, en este punto podemos obtener una noción fundamental para ello y que le ataña a la Victimología. Explicitemos la dialéctica. El amo se ha hecho tal utilizando todos los recursos disponibles para someter al siervo, desde el intento por imponerse con algún tipo de lenguaje hasta el uso más dañino de la violencia. El siervo fue severamente dañado hasta tal punto que temió la mayor de las violencias y prefiere vivir sometido a una violencia menor; el siervo estuvo al borde de la muerte. La víctima, que intentó defenderse e incluso atacar en algún momento, es decir, fue un sujeto activo

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mientras el crimen no culminaba, juega un papel fundamental porque sólo es pasivo en tanto que el victimario pero activo en tanto que todas las demás consecuencias que se siguen del acto criminal. A juzgar por el panorama general, la víctima no parece ser nunca un sujeto pasivo, siempre es un sujeto activo que, si bien recibe el acto del criminal, no podría ser tenido en cuenta como el sujeto que sólo recibe sino que juega un papel fundamental para el desarrollo dialéctico al que denominamos crimen. Las suposiciones pueden seguir y llegar al siguiente nivel en donde encontraremos una sociedad que impondrá un orden jurídico el cual creará el concepto delito el cual hará que el victimario pueda ser castigado llamándolo delincuente e imponer una sanción. Nótese que no indico una sanción justa; no hay sanciones justas. El tercer nivel no es objeto de este texto por ser mucho más complejo para tratarse a priori pero, para el interés de la Victimología y de la Criminología, me parece se ha dejado en claro, aunque sea de una manera general, las razones esenciales por las que es indisoluble, importante e interesante la relación entre Victimología y la Criminología, o mejor dicho, entre victimario, víctima y crimen.