Viaje interior a través de unos dibujos y un cuento: el imaginario de un niño con vocación de superhéroe

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Descripción

Viaje interior a través de unos dibujos y un cuento: el imaginario de un niño con vocación de superhéroe

Pilar Pérez, artista visual y profesora en la Facultad de Formación de Profesorado de la UAM. Para C R, en su recuerdo Introducción. En el año 2007 presenté mi intervención en la Semana Cultural de la Facultad de Formación de Profesorado de la UAM con el título “Análisis de arquetipos en los dibujos de un niño con trastornos de comportamiento”, en ella analizaba los dibujos de un niño en base a un trastorno de comportamiento, síndrome que ha ido en aumento en los últimos años. Las circunstancias han hecho que lo que se desprendía de sus dibujos tome un carácter diferente, esto es lo que relato más abajo. El texto que presento contiene el análisis de los dibujos de C cuando tenía diez años y se definía a sí mismo como preadolescente, y de un cuento que me contó con trece años, cinco días antes de sufrir un doble infarto de occipital que le dejó en estado de coma vegetativo por once meses. C falleció el 11 de septiembre de 2008. Una semana antes de sufrir el accidente vascular se le habían detectado una serie de tumores cerebrales inoperables. En el tiempo en que C estuvo en coma me acompañó a través de mis sueños. Al hacer una relectura de los dibujos que realizó conmigo tres años antes, comprendí muchas cosas. Los dibujos los analizaré en presente, trasladándome al momento en que fueron ejecutados. C me ha enseñado de esta vida, y de sus tránsitos. Este texto es mi homenaje a su persona y a la fuerza y el amor por la vida y sus pequeños detalles que siempre me trasmitió. El protagonista: C en el momento de realizar los dibujos tiene diez años y sus padres están separados desde hace siete. Pertenece a una familia de las llamadas “desestructuradas” que comienza a ser habitual en nuestra sociedad. Su madre es azafata de aire y combina esta profesión con el teatro, su padre vive en una ciudad de provincias, es técnico de sonido. El niño convive con la madre en el barrio de Salamanca de Madrid y recibe los cuidados de una canguro interna de origen latino. El régimen de visitas paternas es el habitual en estos casos: dos fines de semana al mes y las vacaciones compartidas, la profesión del padre y la residencia en otra ciudad dificulta la exactitud de esos plazos. Tanto la madre como el padre tienen pareja si bien en ninguno de los dos casos se ha rehecho un sistema de convivencia 1

familiar (al poco tiempo las cosas cambiaron, el padre se trasladó de ciudad y la convivencia se hizo familiar y habitual, no obstante C siguió viviendo en el domicilio materno). Ambos padres pertenecen a familias numerosas, C cuenta con un gran número de tíos y tías y primos con los que se relaciona frecuentemente. El testimonio de la familia y la observación del niño manifiesta las dificultades que tiene para cumplir con las normas de convivencia, y las llamadas constantes de atención, las desobediencias continuas. C no parece del todo feliz, muchas veces se le ve ensimismado, con mirada ausente. En sus calificaciones escolares de final de cuarto curso de educación primaria (acude a una escuela concertada) ha obtenido informe negativo en el comportamiento en prácticamente todas las asignaturas, su rendimiento está por debajo de su capacidad y las llamadas al orden por parte de la dirección del centro así como de su profesora tutora y el resto de docentes son constantes. Manifiesta características de hiperactividad y pasa por momentos de abulia. De sí mismo habla como “pre-adolescente” y en su comportamiento hay oscilaciones, desde la urgencia por crecer y ser mayor a otros de regresión a períodos más infantiles, dificultad para comer guardando las normas básicas, descuido de sus objetos personales, desaliño... rabietas. Por otra parte es extremadamente sociable, enseguida intima con otros, es simpático y cariñoso. En el pasado curso académico el niño estuvo visitando a una psicóloga con una frecuencia de una hora y media semanal. La profesional comentó que C manifestaba un interés por el sexo inadecuado a su edad y en el transcurso de la terapia informó de que esta condición parecía haber remitido. También observó que el miedo al abandono que el niño manifestaba al principio del tratamiento se había suavizado. Los padres no están contentos con los resultados de esta intervención, C continúa manifestando problemas de comportamiento en prácticamente todos los ámbitos. Los dibujos: Una de las áreas de conocimiento en que C obtuvo un “necesita mejorar” fue en el de expresión plástica. Es sabido por los estudiosos del dibujo infantil que la expresión artística visual aparte de sus características terapéuticas que la convierten en un sistema utilizado en el arte-terapia (Dalley 1987), es también un magnífico espacio que a veces se usa como diagnóstico y de conocimiento de las circunstancias del niño. A través de sus dibujos podemos conocerles, las creaciones son decodificables porque nos encontramos ante un lenguaje, diferente del oral, pero lenguaje al fin. A C se le pidió que realizara una serie de dibujos durante el tiempo en que duró la experiencia que correspondió al período estival, mi proximidad al chico en este tiempo permitió desarrollar la muestra. A pesar de la resistencia inicial C manifestó menos dificultades para 2

iniciar la tarea que para las actividades de cálculo o de lengua (ejercicios, redacciones), es cierto, no obstante, que procuró acabar los dibujos con rapidez, le costaba mantener la atención y procuraba una resolución rápida. Pudimos observar en el transcurso de los días en que se desarrollaron que C paulatinamente fue centrando su atención por más tiempo, recreándose en detalles. C fue felicitado por sus dibujos si bien se le animaba a dedicarles un poco más de esfuerzo cada vez, en ningún caso recibió comentarios negativos. Consideramos fundamental a la hora de desarrollar cualquier actividad artística la no censura de las producciones, y la facilitación de un clima de libertad en el que el autor se sienta dueño de lo que hace, de esta manera pensamos que el “miedo a hacerlo mal”, un desgraciado clásico producto de un sistema educativo que desconoce las bases de la creación artística, podrá ser vencido. El dibujante no debe de pensar que su expresión va a ser juzgada como fea o bonita ni como bien o mal hecha, lo que se alabará es principalmente su sinceridad y la concentración e interés que manifieste en la labor creativa. Partimos de la base de que las obras de los niños son obras artísticas, es decir, productos originales y dignos de valoración, no son productos defectuosos ni pertenecen a un estadio de desarrollo en el que falta perfeccionamiento o evolución para llegar a un nivel óptimo. Uno de los grandes logros de la actual educación artística, que ha podido respaldarse en la admiración que artistas de las vanguardias manifestaron por la frescura y originalidad del arte infantil, es precisamente esta valoración que entiende el arte infantil como pleno y adecuado en sí mismo y en su estado de desarrollo, cualquiera sea la etapa de evolución gráfica en que el niño se encuentre. Es sabido así mismo que el momento emocional es testado por sus expresiones visuales, los bloqueos emocionales se manifiestan en el dibujo, retrocesos o avances en el momento del desarrollo gráfico también se pueden deber a situaciones varias del orden de lo afectivo. Continuando con la experiencia planteada, debemos explicar que a C se le dio un tema cada vez, la mayoría de ellos ya los habíamos trabajado en diferentes talleres con niños, con lo cual los resultados iconográficos se pueden ver también en comparación con otras producciones visuales, si bien este no es un trabajo de investigación que se base en el muestreo comparativo. El momento de desarrollo gráfico de C con sus diez años y medio sería la llamada etapa realista o de la pandilla, así expresada por Lowenfeld (Lowenfeld 1984), un momento en que el niño, ya desarrollado su propio “esquema”, vencido el egocentrismo del período pre-esquemático y el interés por un universo muy cercano del esquemático (la madre, la familia más próxima), va a interesarse por el ambiente de socialización, los amigos, el barrio, su grupo de relaciones, los imperativos sociales.

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Lowenfeld comenta que los períodos de desarrollo gráfico no son fijos ni pueden establecerse atendiendo a rigurosos esquemas cronológicos aunque él hace una partición de base que utiliza la cronología. A través de los dibujos de C que se encontraría en el período realista por su edad, observamos no obstante, que por el análisis de los elementos gráficos presentes en sus dibujos más lo podríamos situar en el esquemático. Como comentábamos antes, es algo habitual que en situaciones de desajuste emocional el nivel de desarrollo gráfico cambie. En ningún caso se puede entender esto como algo que menoscaba el valor de las producciones del niño, que como tales son valiosas en sí mismas y no tienen tiempo, los parámetros los utilizaremos únicamente como elementos que nos ayuden a situar y a comprender la realidad del autor de las obras. Vamos a acercarnos a los dibujos por orden cronológico al momento en que fueron realizados y analizaremos uno a uno los mismos. 1. Yo con setenta años. Fue este el primer dibujo que realizó, la propuesta era que se dibujara con setenta años, que se imaginara en esa situación, y no le gustó en principio la idea, dijo que preferiría dibujarse con veinte... que querría representarse trabajando en el cuidado de los delfines que es el tipo de trabajo que le gustaría hacer. Al final lo que el niño ha hecho es realizar su deseo, es decir, dibujar lo que deseaba, de alguna forma también es una proyección hacia un futuro demasiado lejano que cuesta ver: el niño desea ser mayor y puede imaginarse adulto, pero no puede imaginarse tan mayor. Es probable que estén en juego circunstancias de evolución vital natural, pero también aspectos sociales. Cuando les planteo a mis estudiantes universitarios de veinte años que se dibujen con setenta años les resulta chocante, hacen un esfuerzo por imaginar ese tiempo, si bien muchas de las expresiones visuales son reflejos más de los valores del presente que del futuro. Siguiendo con el análisis del dibujo, el niño ha seleccionado el momento de la exhibición, probablemente recordando el trabajo de los amaestradores de delfines del zoológico. Por una parte puede tratarse de una referencia realista a la experiencia del niño, clásico en el período de desarrollo gráfico que estamos tratando. Por otra parte C podría expresar aquí su afán de protagonismo, de ser objeto de muchas miradas, incluso se podría estar manifestando su naturaleza expansiva y su capacidad cómica, es un niño que vence bien la vergüenza, con talento musical y capaz de subir al escenario donde actúa su madre o cualquier otro a la mínima oportunidad. Como características gráficas observamos que el agua funciona como línea de base, un logro de la etapa esquemática, y el azul del delfín y del agua contrasta con el amarillo de la figura. El niño se representa en un gesto expansivo sobre el delfín, los brazos abiertos, sonriente. El delfín salta sobre las aguas. Si entendemos el símbolo de las aguas 4

como vía de la emoción, de lo inconsciente, aparecen limpias, y el niño las salta, no reposa sobre ellas, no le tocan, apenas sus pies se posan en el lomo del delfín1.

2. Yo con veinte años. En el siguiente dibujo se le pidió que se dibujara con veinte años, que era la edad que él había sugerido ante la anterior propuesta. El niño se representa frente a una mesa, sobre la línea de tierra. El esquema de figura humana coincide con el dibujo anterior, obsérvese la forma en que resuelve el cuello en trapecio, con ello C nos demuestra que ha encontrado una manera de expresar el cuerpo, su cuerpo: siempre y cuando incluya modificaciones y no caiga en la repetición no estaremos ante el problema del estereotipo. Los brazos se dirigen hacia la mesa, la criatura mira de frente. Sobre la mesa se encuentra lo que parece un libro. Una forma fálica asoma bajo los brazos. El dibujo parece de una intención realista, porque si el niño sigue estudiando con veinte años probablemente continúe haciéndolo. En la actualidad a C le cuesta mucho permanecer sentado y concentrarse en una actividad, es interesante entonces que no aparece una silla

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“El delfín es el animal alegórico de la salvación, en virtud de las antiguas leyendas que lo consideraban como amigo del hombre. Su figura se asocia a la del áncora, otro símbolo de la salvación, a las deidades eróticas paganas y otros símbolos” (Cirlot 1997, 169). 5

donde reposar. El dibujo se convierte en una proyección del presente del niño, el deseo y la frustración frente a las actividades académicas.

3. Y en un vendaval. Se le pidió que se representara imaginando la situación de ser llevado por el viento2, en medio de un gran vendaval. Es interesante que en su representación C manifiesta una gran fuerza en ese cuerpo que detiene el viento en mitad de la página, el viento no es agradable brisa, aparece como un elemento agresor ante el cual el niño se resiste y combate, manifestando una gran energía, obsérvese la posición en que dibuja la cabeza, como un toro antes de embestir.

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“Es el aspecto activo, violento, del aire. Considerado como el primer elemento, por su asimilación al hálito o soplo creador. Jung recuerda que, de modo parecido al hebreo, también en árabe la palabra ruth significa a la vez aliento y espíritu. En su aspecto de máxima actividad, el viento origina el huracán –síntesis y conjunción de los cuatro elementos-, al que se atribuye poder fecundador y renovador de la vida” (Cirlot 1997, 466).

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4. Mi peor sueño. La propuesta de dibujar el peor y el mejor sueño la hemos utilizado en diferentes talleres con niños, adolescentes y adultos, se ha visto que es un interesante test para observar arquetipos e imágenes del colectivo. El peor sueño de C podría encuadrarse en una de las tipologías de sueños, en este caso, se trata de la persecución de animales (Siegel y Bulkeley 2000). Los animales vienen a ser elementos simbólicos de lo inconsciente representando las pulsiones más instintivas que, a veces, se resuelven amenazadoras. En muchas ocasiones la persecución en un sueño está manifestando un contenido que desde lo inconsciente quiere aflorar a la consciencia y en el momento en que lo hace deja de ser tan espantoso, esto se ha expresado también en cuentos infantiles en los que una sombra terrible al hacerse la luz y atreverse a mirarla se convertía en un ratoncillo. En este caso el niño es perseguido por una serpiente y una extraña criatura, mitad pájaro, mitad avión. Este pájaro -avión vendría a ser una recreación de arquetipos, lo niños son creadores de símbolos, en sus expresiones espontáneas renuevan los contenedores simbólicos (Jung 1997). El avión pájaro tiene un insólito pico de carroñero. La serpiente que parece de cascabel, es un símbolo ambivalente, es un elemento que provoca fobias en muchos, un gran espacio de proyección psíquica . 3

“Jung señala que los gnósticos la asimilaban al tronco cerebral y a la médula, constituyendo un excelente símbolo de lo inconsciente que expresa su presencia repentina, inesperada, su interposición brusca y temible. Añade que, 7

5. Mi mejor sueño. En el mejor sueño vemos que el niño aparece pilotando4 el pájaro – nave que veíamos en el peor sueño persiguiéndole- está sobrevolando la línea de tierra. Volar sobre algo se podría traducir a trascenderlo, el vuelo es también una metáfora de huida, de fuga de la realidad, y como tal se registra en los sueños (Marie Louise von Franz 1999). El color del pájaro parece haber adoptado el de la serpiente5 del peor sueño, color marrón, aspectos telúricos, naturaleza indiferenciada.

psicológicamente, es un síntoma de la angustia y expresa una anormal animación del inconsciente, es decir, una reactivación de la facultad destructiva” (Cirlot 1997, 407). 4 Pilotar el vehículo es una forma de expresar que el niño en el sueño toma las riendas, es decir se hace consciente, toma el mando, su ego onírico representado en el dibujo por la pequeña figura que maneja al pájaro, es el que tiene el control. 5 “El pájaro tiene una antagonista formidable en la serpiente. Según Zimmer, esta enemistad sólo aparece con carácter moral en Occidente. En la India, se trata de contraponer sólo los elementos naturales, la fuerza solar contra la energía líquida de las aguas terrestres” (Cirlot 1997, 358). 8

6. Yo siendo un hombre de oro. Se le propuso a C que se dibujara imaginando que había sido tocado por una varita mágica. Esta propuesta la hemos trabajado también en diferentes contextos con buenos resultados pues posibilita una proyección de arquetipos y a veces estereotipos culturales que nos dan pistas de los valores e identidad del autor. C se autorretrata en medio de la hoja, sonriente, con los brazos relajados a ambos lados del tronco, situado sobre la línea de tierra que vemos como constante en las diferentes representaciones del niño. Dice que se ha convertido en un hombre de oro, que todo lo que toca se convertirá en oro. Es interesante porque el muchacho recuerda con esta imagen el cuento del Rey Midas, esa epopeya de las consecuencias de la ambición desmesurada. C suele hablar de las cosas que tiene “mi casa es mejor y más grande que la tuya” hay un afán en su discurso por tener, por otra parte su situación socioeconómica es desahogada y no sufre ningún tipo de necesidad, no obstante se podría decir que este convertirse en un hombre de oro parece una clase de sistema compensatorio psíquico (Jung, la psique y sus mecanismos de compensación inconsciente). No olvidemos, por otra parte que el oro6 es un símbolo próximo a la idea de la iluminación, es el metal de la transformación de los 6

“El oro es la imagen de la luz solar y por lo tanto de la inteligencia divina... el oro simboliza todo lo superior, la glorificación o cuarto estado... todo lo que es de oro o se hace de oro pretende transmitir a su utilidad o función esa cualidad superior... el oro constituye también el elemento esencial del simbolismo del tesoro escondido 9

alquimistas, en este sentido podría ser una metáfora de deseo de ascensión de la conciencia, luz, plenitud. Oro, metal perfecto, el más precioso, ígneo y solar, purificador, al evocar el fuego (Chevalier 2007, 784).

7. Mi familia. El dibujo de la familia es un clásico dentro de los test de dibujo infantil. En este caso el niño se autorretrata en el centro del dibujo colocando a cada uno de sus progenitores a su lado. Es interesante que, tratándose de un niño con una amplísima familia (doce primos por parte de padre y unos cincuenta por parte de madre) el niño reduce la familia a la nuclear. Observemos las figuras: Las tres reposan sobre la línea de tierra, la figura de C se inclina hacia su padre (es interesante que en el momento de hacer el dibujo el niño estaba conviviendo con el padre), la madre parece desplazarse hacia la izquierda en relación al niño. En cualquier caso, los dibujos infantiles se pueden entender como espacios reflejo de lo inconsciente, y según la teoría psicoanalítica clásica lo inconsciente no tiene tiempo, así esa mayor proximidad física al padre podría significar algo más que un reflejo de las circunstancias que vive el niño en el momento de dibujar. La representación de la madre es realista en el color y forma del cabello, pero se trata de una imagen asexuada, esto nos interesa, teniendo en cuenta la desmesurada atención que el niño ha manifestado por el sexo y que fue tratado en o difícil de encontrar, imagen de los bienes espirituales y de la iluminación suprema” (Cirlot 1997, 350). 10

su terapia del pasado año. La figura del padre presenta un “arrepentimiento” en el dibujo de la cabeza, primero de menor tamaño a la forma definitiva que rodea a la anterior, se podría entender que el niño subraya la cabeza del padre, y en esto coincide con la tendencia que atribuye a lo masculino, socialmente patrimonio de los hombres, el pensamiento, la razón, la palabra… lo contrapuesto a la emoción, el sentimiento, la intuición femeninos. Por último obsérvese que la figura de la madre es algo más alta que la del padre, siendo que en la realidad el padre es de mayor tamaño, en este caso la altura tiene un valor simbólico de preeminencia y rango en la jerarquía que hace el niño.

8. Mi madre actuando. Se solicitó a C que dibujara a su madre actuando, teniendo en cuenta que la madre es actriz cómica y el niño algunas veces la acompaña a las representaciones, marcando esta actividad parte de los ritmos de la vida del niño. Observamos que representa a su madre en el centro de la hoja, en este caso la línea de base se mantiene pero otra línea superior y en forma de montaña hace elevar a la figura que se ve en el medio y como en un pedestal. De nuevo el cabello es realista y la imagen asexuada. Interesa el gran tamaño y la corporeidad que adopta la figura ahí alzada. La ligera inclinación a la izquierda remite a la representación de la familia. Se le preguntó al niño que dónde se encontraba él cuando su madre actuaba y podemos ver que se dibuja de espaldas al observador, pequeño, sentado en una silla, nada a su alrededor, como si su madre solamente actuara para él. Es interesante detenerse en el

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pequeñísimo tamaño del niño frente a la magnitud de la madre, y esa soledad de ambos en el espacio de la representación que habla de la importancia de la relación con la madre y de la mirada que el niño le dedica.

9. Una chica guapa. Así de sencilla era la propuesta. El niño, una vez más, perfila la línea de base, y aproximadamente en el centro de la hoja, quizás un poco desplazada a la derecha, coloca la figura. Se trata de una imagen femenina, asexuada, diferenciada por la falda, como icono de género. Observamos que el cabello es rubio, la forma del pelo es parecida a las representaciones de la madre, así como la ligera inclinación del cuerpo a la izquierda que ya hemos encontrado antes en el dibujo de la mamá. El optar por el cabello rubio parece una referencia a un estigma de identidad cultural globalizada que hemos recogido en niños pertenecientes a diferentes culturas, lo rubio como metáfora de belleza es algo propio de una sociedad que homogeneiza en base a los valores de un capital preeminente y un sistema de consumo.

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10. Yo rico. Este dibujo lo realizó C tomando él mismo la iniciativa en cuanto al tema. El niño poco a poco fue llenando la hoja con elementos que explicaban las cosas que tendría si fuera rico: un ferrari rojo, una casa, unas vacaciones en un crucero, pilotar su propio avión... Obsérvese el parecido de la imagen del autor pilotando la nave con la iconografía del mejor sueño. La casa, el coche, el avión privado, va incorporando elementos que indican estatus, pero el primero que dibujó fue el ferrari rojo, efectivamente C suele interesarse por las marcas de los coches y por los automóviles caros. C una vez más se autorretrata en el centro de la hoja, no está sonriendo, el gesto de brazos en cruz recuerda la imagen del crucificado, cruz como símbolo de decisión, de destino. La casa más que una lujosa mansión parece la casa arquetípica de los cuentos infantiles de hadas, la casa con ojos y boca metáfora de la idea de útero materno. El niño parece crucificarse entre los pares de opuestos como diría Cirlot, la casa símbolo del origen, de lo permanente, la tierra, y el automóvil, el viaje, el camino a recorrer, lo desconocido7.

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“”El sentido simbólico de la crucifixión, parece referirse al sufrimiento clave de la contradicción y de la ambivalencia” (Cirlot 1997, 157). “Se distingue igualmente la cruz de pasión y la cruz de resurrección; la primera recuerda los sufrimientos y la muerte de Cristo, la segunda su victoria sobre la muerte” (Chevalier 2007, 364) 13

11. Mi madre y su novio. Se le solicitó que dibujara a su madre con su novio, y a él mismo, en el dibujo incluye al hijo de la pareja de su madre, que es de su misma edad, es interesante que es la figura más grande de las cuatro y muestra los dientes, estos8 generalmente se entienden como un símbolo de fuerza, de agresividad. Todas las figuras tienen su nombre identificativo sobre la cabeza, la palabra mamá está escrita con lápiz, diferenciándola del resto, esta diferenciación de alguna forma la resalta. Todos los personajes miran hacia el frente excepto el autorretrato que concentra la atención en lo que ocurre a su izquierda, allí donde se encuentran la figura de la madre y la del novio, que está en medio de ambos. La madre vuelve a encontrarse a la izquierda, el cabello de nuevo es interpretado de una forma realista. Hay un arrepentimiento, se diría que el niño comenzó dibujando la cabeza de la madre cerca de la figura amarilla “zorro” que representa al novio, pero después decidió alejarla. Los colores que aplica a las figuras del triángulo que representan la madre, el novio y él mismo nos interesan porque se repetirán en el dibujo de “Mi padre y su novia”. Un tímido sol a la derecha recuerda los dibujos de los niños en las etapas pre-esquemática y esquemática, es un símbolo de plenitud y totalidad que se repite frecuentemente y también aparece en la etapa realista, cuando el sol tiene rostro la proyección del niño es más evidente. 8

“Son las armas de ataque más primigenias y expresión de la actividad” (Cirlot 1997, 174). 14

12. Mi padre y su novia. Tres figuras sobre la línea de tierra, el padre a la izquierda, la novia en el medio, a la derecha el niño. Los colores mimetizan el dibujo que veíamos antes. Las figuras del padre y la novia se miran, interrelacionan y parece que alguna emoción las inunda, sobre todo la figura del padre. El niño se representa mirando al espectador pero con el cuerpo inclinado a la izquierda. No quería aparecer en el dibujo y de hecho primero se dibujó pilotando el avión, al insistírsele, C decide colocar su figura junto a las anteriores. Observamos que la imagen del niño pilotando una nave es utilizada de forma recurrente, y pensamos que se trata de una búsqueda de equilibrio, de un distanciarse, de un intento por controlar. Si hacemos un análisis de los colores que adapta a cada una de las figuras, a los padres en los dos dibujos que estamos viendo, les pinta de verde, colores tranquilizadores, que recuerdan a la naturaleza e invitan al sosiego, además el utilizar casi el mismo color para el padre y la madre, de alguna forma los hace identificarse. Las parejas de sus padres se colorean en amarillo9, el mismo color que elige para sí mismo en el dibujo en que una varita mágica le convierte en un hombre de oro. ¿Se diría que quiere para sí la riqueza que ya tienen aquellos?, ¿qué tienen éstos que él no tiene? Las figuras de “los otros” se interponen como una frontera amarilla entre el niño y sus 9

Es interesante que dentro del refranero popular, el color amarillo tiene connotaciones sexuales, siendo un indicativo de abertura y ofrecimiento “A quien vieres amarillo, no dudes de pedillo” (Correas 2000, 35) 15

progenitores. C está rojo, y el rojo se acentúa10. A la derecha, de nuevo, un sol arquetípico.

13. Después de la exposición sobre eros. Este es un dibujo muy interesante, se podría decir que clave en nuestro recorrido. Lo realizó el niño después de visitar una exposición sobre eros a través de esculturas, fotografías, videos e iconos diversos, se trataba de una visión peculiar porque era el eros visto por otras culturas, de África, Oceanía, América Precolombina... El dibujo está realizado con gran libertad y hay una abundancia de color que sorprende según lo visto hasta ahora. La figura central que parece un autorretrato es multicolor, sexuada frente a lo asexuado de todas las representaciones realizadas hasta este momento. En sus manos porta un falo y unos testículos, como si hubiera ocurrido una castración, o como atributos o iconos- trofeo. Un bocadillo (muy habitual en la etapa realista) lanza una onomatopeya: “AAAAR”. A la izquierda una forma redonda y solar que representa un órgano sexual de mujer, a la derecha un falo. Es interesante que los coloca en la misma posición que se encontraban dibujados sus padres en la representación de la familia, la madre a la izquierda, el padre a la derecha.

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“El rojo -el color de la sangre palpitante y del fuego- es el color de los sentidos vivos y ardientes” (Cirlot 1997, 140).

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14. Mis heridas. C no suele poner cuidado en lo que hace, a veces se hiere o hace daño a otro sin querer, luego dice “lo siento”. En el tiempo en que desarrollaba esta serie de dibujos su cuerpo se vio afectado por algunos daños producidos por esa desatención, por eso se le propuso que dibujara “sus heridas”, para que girara la atención a su cuerpo y lo que con él estaba ocurriendo. La figura se encuentra situada sobre la línea de tierra, esa base se colorea de verde, puede tener relación a que el niño regresó el mes anterior de un campamento con las piernas absolutamente devastadas de arañazos cosa que llamó mucho la atención en la familia (primos, tíos...). Lo que primero sorprende es el descomunal tamaño de la cabeza. Recordamos que la cabeza es la sede y símbolo del pensamiento, se diría que este es el lugar de máxima tortura al ser tan expresado... poco a poco irá describiendo los otros “males”: la llaga en el labio, la herida en el pene, los microbios pululando a la izquierda. Continúa la riqueza de color que ya inició en su anterior trabajo y repite el gesto de “brazos caídos”.11

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El análisis de este dibujo es tal cual se llevó a cabo en el origen, después los acontecimientos hicieron ver la existencia de múltiples tumores inoperables en el cerebro, causa del fallecimiento de C. 17

15. Graffiti. Este último dibujo que realizó C, es un dibujo libre, el niño quería hacer un graffiti, con esta decisión reafirma su deseo de transgresión, y de ser pre-adolescente. Firma “Ratix”, que es su nombre ciberespacial. En el dibujo, una vez más vemos la línea de tierra, el sol esta vez se sitúa sobre la letra “i”, la figurilla que aparece abajo reproduce el sistema de figura humana que habíamos encontrado en los primeros dibujos. Preadolescente con iconografía arquetípica y esquemática.

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Conclusiones del análisis de estos dibujos. C ha estado hablándonos en clave simbólica a lo largo de este paseo de imágenes, un camino en el que el niño, poco a poco ha ido desvelándose. Arquetipos universales e imágenes simbólicas aparecen en la mayor parte de ellos, manifestando un proceso de transformación interior, de búsqueda de sentido y de intento de adaptación a la realidad. C no sufre estereotipación, aunque le cuesta concentrarse en el dibujo y querría terminarlo generalmente aun antes de empezar. La madre se sitúa a la izquierda, al igual que la vagina de la representación de eros, el padre a la derecha. La izquierda como el espacio de la intuición, de la emoción, del sentimiento, frente al pensamiento, la razón, la palabra, que están a la derecha. Aquí el niño acoge de forma inconsciente las ideas culturales acerca de estos elementos simbólicos y su ubicación. El niño desea sobrevolar la realidad, porque la cabeza le pesa, y su cuerpo habla con heridas e infecciones. Constantemente se manifiesta asexuado, con mirada asexuada, pero el fantasma de la castración, la vagina como planta carnívora y el gran falo apuntándolo manifiestan unas pulsiones que no controla y que precisan un cauce. La madre se idealiza, es etérea y se aleja, está en un pedestal, es grande, y el niño se siente pequeño y querría ser el único espectador del espectáculo. El padre también tiene una gran cabeza (no tan grande como la del niño). 19

El niño opone resistencia a la vida y sus cambios (el viento), porque los siente como una amenaza. Su cuerpo enrojece frente a las parejas de sus padres, que siente como mojones, como obstáculos que están en medio, y querría ser de oro para compensar las riquezas que siente no tener (de amarillo como Midas y también sobre el delfín). Vivir es una asignatura compleja y el niño ha de adaptarse a la vida y sus cambios, la criatura se debate y procura encontrar una forma de estar en el mundo, la sociedad precisa de unas maneras que considera correctas y otras las censura y hace de ellas tabú, pero para el inconsciente del niño, esa censura que se le va metiendo adentro, no es comprendida, ni totalmente razonada, y precisa aflorar, en un dibujo o en un síntoma. El cuento de C A continuación paso a transcribir el cuento que me contó C, ya ingresado en el hospital y los dibujos que realizó para ilustrar a los personajes. “Érase una vez un adolescente llamado Paco, era el truchón el mariquilla del colegio y le gustaba la chica más popular. En ese colegio había mucho tráfico de drogas, mafias y petites suisses. Un día se rebeló el colegio entero de mafias y empezaron a tirotear a todos los profesores. La chica más popular llamada Eustaquia, que gustaba a Paco, estaba muy asustada, debajo de una silla y la habían dejado en bragas meadas. Ese día Paco no había ido al colegio por tener un cáncer de uña. Pero resulta que no era un cáncer, era una reacción química, de otro planeta, que le estaba convirtiendo en otro ser y le estaba proporcionando buenas extremidades, fuerza suprema y el poder volar. Cuando Paco se dio cuenta de los poderes que tenía- cosa de la que se enteró en su habitación- en ese momento, decidió que iba a ser el secreto de su vida e iba a ayudar a las personas inválidas, discapacitadas y vulnerables a las mafias, y a las drogas y la mala gente de la ciudad de San Cojón. Una vez sabido eso se fue al salón a ver las noticias con su madre. Cuando salió en las noticias la imagen de Eustaquia que estaba debajo de una silla, con las bragas meadas y un hombre vomitándola en la cara, se dio cuenta de que habían raptado el Instituto de los Come-Diarreas. Se dio cuenta, Paco, de que no podía quedarse de brazos cruzados y cogió una máscara de Halloween que tenía por el armario y se fue volando a una tienda de bragas. Una vez compradas dos pares de bragas y un sujetador de talla 105 para Eustaquia, se fue al Instituto de los Come-Diarreas. Una vez allí, entró en el instituto, les partió el cráneo a esos cabrones, drogadictos, mafiosos, hijos de puta y se fue a la clase donde se 20

encontraba Eustaquia. Una vez allí le limpió la cara vomitada de Eustaquia con la lengua. Le quitó las bragas meadas y se las puso en la cabeza, más tarde le dio las bragas que había comprado en la tienda y el sujetador de talla 105. Una vez ya vestida, Eustaquia, Paco la cogió en brazos, Eustaquia se corrió de gusto, la volvió a cambiar de bragas, se volvió a correr. Paco se hartó y se la llevó a una isla desierta a hacer muchos hijos. Y así termina la historia de Paco, El Cojonudo.”

Paco, El Cojonudo y Eustaquia Análisis del cuento Las dificultades de comportamiento, la hiperactividad de C habían remitido en parte en el último año, estaba más tranquilo y especialmente empático. Al contarme el cuento C está en el hospital, le acaban de diagnosticar que tiene unos tumores en el cerebro, él lo sabe y ha dicho que tiene miedo, no obstante, lo ha expresado de forma confidencial, aparentemente sigue bromeando y jugando y expresa su aburrimiento al llevar ya una semana ingresado, pero se le ve triste y con preocupación. Se ha mostrado muy valiente y colaborativo en las diferentes pruebas y análisis que le han hecho. Cuando me contó el cuento quedé muy impresionada, me pareció una narración de resurrección con ese final: se van a una isla desierta -un lugar que muchas veces aparece referido en relatos del mejor sueñoa tener muchos hijos. En la historia Eustaquia, de nuevo rubia como la chica guapa (su parte femenina) es la que tiene miedo, y Paco la rescata y salva. En el dibujo Eustaquia no tiene brazos, se orina de miedo.

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C en el cuento transforma el “cáncer de uña” en súper-poderes porque en su habitación (su lugar más íntimo) se da cuenta de que entre otras cualidades (fuerza suprema) tiene la virtud de volar. Con el ímpetu y el sentido de la justicia de un adolescente decide acabar con la maldad, las mafias y, de esta forma hace sin decidirlo conscientemente un testamento de lo que para él era lo más importante en la vida, con crudeza, a veces con escatología y con la autenticidad de su momento. En mis sueños de los meses en que C estuvo en coma teníamos conversaciones en las que me hablaba de sus miedos a veces y otras, ya era esa criatura súper-poderosa que volaba, sonreía y se mostraba resplandeciente.

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