Viaje a la Antigüedad: Píteas de Massalia

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EL VIAJE (FANTÁSTICO) A LA ANTIGÜEDAD: PÍTEAS DE MASSALIA (PAC 2) Centro y periferia del mundo antiguo (profesor Ignacio Borja Antela Bernardez) 21/12/2014 Cristina Marcos Sánchez Resumen: estudio del viaje de Píteas como ejemplo de relación entre centro y periferia en el siglo IV a.C. Se analizarán las consideraciones de diversos autores antiguos con el objetivo de concluir el por qué de sus posturas ante la travesía del navegante de Massalia.

Abstract: study of the trip of Pytheas as an example of the relation between the center and periphery in the IV B.C. There will be analized the considerations of some ancient authors with the goal of concluding why they adopted those stances in front of the passage of the navigator of Massalia. Palabras clave: Massalia, viaje, Píteas, siglo IV Keywords: Massalia, trip, Pytheas, IV century B.C. a.C.

Introducción: el viaje en la Antigüedad Mientras que el viajar en la actualidad se ha convertido en un quéhacer cotidiano y muchas veces se relaciona con una época vacacional de la sociedad, en la Antigüedad era muy distinto. Se trataba de una aventura extraordinaria que se constituía de riesgos a los que enfrentarse lejos de la patria (Gómez, 2000: 23). Las condiciones de estos viajes distan de asimilarse lo más mínimo a los actuales, pues adentrarse en el ponto y eschatiai -confines lejanos del territorio- suponía oponerse a las posibles catástrofes naturales de la exploración, al naufragio y monstruos marinos de los que se rumoreaba y, también a los enemigos piratas que no dudaban en atacar cuando lo consideraban propicio. Incluso Cicerón se plantearía hacer un tratado de geografía para Ático en el 59 a.C., finalmente desistiendo por su complejidad y el carácter monotono de la obscurior scientia, denominada así por el célebre orador (Molina, 2010: 17). La incertidumbre y misterio que despierta el viaje de Píteas de Massalia del siglo IV a.C. es uno de los motivos que se considera para la elección de la temática en la presente actividad. Es importante señalar que los griegos tomaron datos de las representaciones de la Tierra de otras culturas, como podrían serlo el mapa babilonio del mundo del 600 a.C., o el Papiro de la Mina de Oro para conmemorar la expedición de Ramses IV en el caso egipcio (Domínguez, 2010: 37, 39). A diferencia de muchos mapas helenísticos, centrados en reflejar las extensiones de Asia una vez realizada la campaña del macedonio Alejandro Magno, Píteas optó por explorar Occidente por los mares del norte, llevando a cabo posiblemente una navegación de cabotaje y dejando la orientación a merced de la contemplación del cielo y del acertado escrutinio de los astros ya en mar abierto (Gómez, 2000: 24). Tal como reseña Domínguez Monedero respecto al papiro de Artemidoro o periplo de Hanón, dispuso para su tarea una fuente primaria relacionada directamente con el protagonista de su objeto de estudio. Para el análisis de este caso, son las obras de autores posteriores1 las que se utilizan para recrear el viaje del tan olvidado navegante marsellés 2, "que tuvo 1 Varios autores como Eratóstenes, Dicearco, Timeo, Posidonio e Hiparco utilizaron a Píteas como fuente privilegiada. En cambio, Polibio y Estrabón acusaron al navegante de "mentiroso empedernido", desprestigiándolo y considerándolo poco útil para el estudio de la geografía del mundo habitado. .Los testimonios de quien lo rechazaron tuvieron más peso que el resto, hecho que parece cobrar sentido en referencia a la damnatio memoriae literaria y científica a la que las consideraciones de Píteas parecían estar sometidas. 2 Gómez Espelosín advierte que no hay seguridad acerca de cuál de las obras que la tradición atribuye a Píteas pudo haber contenido noticias de su viaje en exploración: Periodos ges o "Descripción de la tierra", y Peri Okeanu o Tratado sobre el Océano (2000: 137). Todo apunta a que su obra se encuadraba más bien dentro de la línea de los tratados científicos de la época relativos al Océano y a la distribución de las zonas de la tierra habitada, provisto, por tanto, de informaciones de carácter técnico difíciles de interpretar por quienes no se hallaban al corriente de este tipo de investigaciones o poseían una escasa o incompleta formación científica (Gómez, 2006: 71).

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como resultado el descubrimiento efectivo para el mundo griego de unos territorios que habían permanecido hasta entonces completamente inexplorados y que eran apenas conocidos a base de vagos rumores y noticias difusas encauzadas a través de las viejas rutas comerciales por las que discurrían desde tiempos inmemoriales productos procedentes de aquellas regiones del orbe, como el estaño y el ámbar que tenían en aquellas zonas su punto de partida inicial" (Gómez, 2006: 61). Es igual de importante comentar que posiblemente Píteas se valdría de otras obras como la de su compatriota, Eutímenes de Massalia y diversos relatos orales (Molina, 2010: 169). El propósito de este trabajo es, una vez recreada la figura de Píteas y plasmada la travesía, comprender por qué motivo fue menospreciado por autores como Polibio y Estrabón 3 y, en consecuencia, entender las mentalidades antiguas en torno al espacio. Para ello, conviene dedicar un apartado a la metodología utilizada para el desarrollo de este ejercicio. Metodología4 Se cree conveniente seguir las directrices comunes para la realización de cualquier trabajo de la disciplina histórica. Primeramente, una vez leída la bibliografía expuesta por el profesor, me interesé por el mencionado Píteas debido al amplio debate generado en identificar la mayoría de puntos del itinerario que realizó más de medio siglo antes del inicio de las Guerras Púnicas. Elegido el tema, en cuanto a la heurística, creí importante dedicarle tiempo a la selección de la bibliografía específica adecuada antes de comenzar con la redacción. Para ello, volví a releer las citas y referencias bibliográficas sobre Píteas de los artículos propiciados para la PAC. En términos generales, puedo decir que la presente redacción se articula a partir del amplio estudio de Fco. Javier Gómez Espelosín, profesor de Historia Antigua de la Universidad de Alcalá. La lectura de El descubrimiento del mundo. Geografía y viajeros de la antigua Grecia (2000) me incitó a valorar las consideraciones citadas por el catedrático de otros autores extranjeros como Cary y Warmingtong, Christina Roseman o Van Paasen entre otros. Todas las fuentes secundarias que he utilizado se configuran de referencias de fuentes primarias tanto de los autores detractores como los alabadores del marsellés, así que debo reconocer que en cierta manera mi labor quedó facilitada en este aspecto. Con la pretensión de obtener una información más detallada, elegí los artículos y obras de diversos autores como Bermejo, Bravo,González y Medina o Molina (2010), también anotados en el apartado bibliográfico. Una vez completado el primer paso, me dispuse a desarrollar la redacción. Inicialmente, elaboré un esquema con el fin de organizar la información de la manera más eficaz. De todas formas, debo admitir que modifiqué el planteamiento inicial en conveniencia con las características que me interesaban resaltar. Respecto a la estructura, preferí organizar el trabajo en diferentes apartados para facilitar su comprensión. Finalmente, una vez definido el marco teórico, expuse las conclusiones a las que había llegado. Intenté demostrar cuáles fueron las reflexiones personales que me habían surgido durante la redacción de este texto. En resumen, este trabajo es una síntesis que pretende manifestar la importancia de una fuente olvidada a causa de las mentalidades y concepción del mundo de la época. La aventura, una experiencia extraordinaria (Fig. 1) A pesar de que Píteas no elaborase un periplo como la mayoría, se reconstruye su itinerario a partir de las referencias de otros autores antiguos, a través de las cuales también se ha concluido que, probablemente, Píteas era un astrónomo de reconocido prestigio. Incluso Estrabón, uno de sus mayores detractores, daría constancia de la valía indiscutible de sus investigaciones en el terreno astronómico (Gómez, 2000: 140). Son un total de dieciocho autores antiguos los que lo han mencionado y, algunos, señalan que utilizaría un instrumento denominado gnomon para medir la 3 No por ello se desestiman las alusiones, muchas veces descontextualizadas, de otros autores tardíos. 4 La estructura utilizada para este apartado es la misma que utilicé en el trabajo final de grado de Historia presentado el mes de junio de este mismo año: Veneración a Isis en Hispania. La Península Ibérica como receptora de los cultos egipcios.

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longitud de la sombra con el propósito de calcular el ángulo de elevación del Sol de medio día y estimar cuán al norte se encontraba. Al navegante se le atribuye el descubrimiento de la inexistencia de una estrella en el Polo Norte y el cálculo de la latitud de su polis; siendo el primer autor que pudo establecer la latitud de un lugar por la duración de su día más largo por la altura del sol en el solsticio de invierno (Molina, 2010: 171). Por tanto, el objetivo del navegante podría atribuirse al interés de carácter científico para la comprobación de algunas teorías de la ciencia griega, objeto de intenso debate académico en su tiempo. Gómez Espelosín aboga por una causa de estas características que tenía como fin descubrir cuál era la continuidad del océano, entender las modificaciones sufridas por la Tierra en el curso del tiempo, comprender la explicación de los movimientos de las aguas y concretar las dimensiones del mundo habitado. Sin embargo, Cary y Warmingtong defienden el interés del masaliota por el comercio de estaño entre las islas y el mundo griego. Roseman admite que la región del protagonista podría haber estado interesada en el comercio del estaño y ámbar, pero en su opinión, éste no sería el objetivo primordial; de todas formas, la americana sugiere la posible utilización de navíos indígenas que circulaban a lo largo de rutas comerciales por parte del científico-aventurero. Molina, en cambio, tomando en cuenta que a Polibio le resultaría absurdo creer que un simple particular como Píteas pudiese haber realizado un viaje por su cuenta, estima la influencia que Alejandro Magno pudo encomendar para su exploración. Pero esto lleva a debatir la fecha cronológica en la que iniciaría su viaje de, según los últimos estudios, seis años de duración (2010: 167). Autores como Fabre se inclinan por una perodización más alta (380-360 a.C.); otros como Broche dan una datación relativa al último tercio del siglo (333-323 a.C.). Por último, Dion, al igual que Molina, relaciona la expedición con Alejandro (Gómez, 2010: 135). Como se puede observar, los interrogantes se presentan en todos los asuntos relacionados con el marsellés, incluido en la mayoría de etapas de su aventura. Píteas partiría de Massalia, fundada por los griegos hacia el 600 a.C. Circunnavegaría la Península Ibérica, burlando el bloqueo de los cartagineses 5, hasta alcanzar lugar en las aguas del golfo de Gascuña -territorio relacionado en la época con el comercio de estaño-. Proseguiría hasta Gran Bretaña6, siendo posiblemente el primer griego en descubrir la isla. A partir de este momento, resulta muy difícil seguir sus pasos, pues pasa la frontera del misterio. Circunnavegaría las islas británicas, pues las describe como un triángulo y se estudia la posibilidad de que descubriese el promontorio de Cabeo y Ouessant (isla de Uxisamene en la Antigüedad). A través del contacto con los indígenas, concluiría que éstos llevarían una vida primitiva. Cary y Warmingtong consideran que posiblemente Píteas divisaría Irlanda desde Mull of Galloway (Cary; Warmingtong, 1933: 24). También en Escocia, esta vez en el norte, recogería información sobre una isla que denominaría como Thule7 (Tule), la más septentrional de las islas británicas, a seis días de vela al norte de la costa inglesa y a un día de distancia del Mar Cromio. Este gran interrogante ha sido debatido en las últimas décadas y también en el siglo pasado. Gómez sitúa a la "mítica" isla en Islandia o en el extremo occidental de la Península Escandinava. Cary y Warmingtong, rechazando la posibilidad de 5 Según Cary y Warmingtong, durante dos siglos, los cartagineses cerrarían las puertas del Atlántico a los griegos, pero Píteas lograría pasar por la zona hacia el 310-306 a.C., en la época en la que los siracusanos atacarían a los púnicos (1933: 22). Carteia, futura colonia latina (171 a.C.), se configuraría como gran hito poblacional en época púnica en la desembocadura del río Guadarranque. 6 Se utilizan topónimos actuales con el propósito de facilitar la recreación del viaje, esto es, se desvincula el trabajo de anacronismos de este tipo. 7 País legendario de los Hiperbóreos o la ultima Thule, ubicados por la imaginación antigua en las regiones boreales. Tal como señala Molina en sus conclusiones, los orígenes de la leyenda de los hiperbóreos estuvieron en rituales del culto de Apolo en Delos y Delfos, a partir de los cuales se imaginó un país del que procedía Apolo y desde el que sus adoradores le enviaban ofrendas. La condición de país consagrado a un dios permitió que, sobre todo por obra de la historiografía helenística, se le convirtiera en un país de utopía, carácter que vino reforzado por lo que pioneros de la exploración geográfica, como Píteas, pudieron observar en aquellas latitudes (las noches blancas, etc.). De esta forma se imaginaría la existencia de un paraíso, en el sentido más amplio del término, en aquellas regiones polares, inquietantes, y difícilmente accesibles. Las observaciones del navegante llevarían a la inclusión de la isla en el ámbito del paraíso hiperbóreo, sobre todo a través de la literatura latina (1998: 513-514).

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que Píteas se refiriese a Islandia o a Mainland (archipiélago de las Shetlands) 8, también ubican Tule en Noruega. La ubicación geográfica de Tule es motivo de asombro ya que Noruega no es una isla y ni siquiera se sitúa al norte de Inglaterra, pero "si Plinio ha escrito "la isla de Escandinavia", por qué sorprenderse de los informantes de Píteas respecto a Thule?" (Cary; Warmingtong, 1933: 26). -"Lo más lógico es pensar que Tule era el punto más septentrional de los que había tenido noticia en el curso de su viaje, cuyas noticias, unidas a sus propias especulaciones matemáticas y astronómicas a las que alude Estrabón sin dar más razón de las mismas en el curso del mismo pasaje, fueron utilizadas por el marsellés para comprobar sus teorías acerca de las dimensiones del mundo habitado" (Gómez, 2000: 143). Gémino de Rodas (siglo I a.C.) utilizaría este territorio, fantástico ante las concepciones de muchos, como percepción local de un fenómeno de dimensiones astronómicas que Píteas se proponía explicar; Cosmas Indicopleustes (monje del siglo VI d.C.), sin conocer la obra del masaliota, se valdría de la utilización descontextualizada de una afirmación cogida al vuelo que podía contribuir a reforzar los argumentos esgrimidos en favor de su teoría 9, recurriendo a la supuesta autoridad de un pagano que habría comprobado in situ la realidad de la misma (Gómez, 2000: 144). En pocas palabras, el descubrimiento de Píteas de Massalia suscitaría un nuevo interés en estos confines septentrionales del orbe que aparece reflejado en algunas obras literarias que sitúan su escenario en dichas latitudes como el tratado utópico acerca de los hiperbóreos escrito por Hecateo de Abdera, o la novela de Antonio Diógenes "Maravillas más allá de Tule", que recoge de forma emblemática el nombre de la isla que marcó el límite septentrional de la gran aventura del marsellés (Gómez, 2006: 72). Como deduce el catedrático, este viaje real daría lugar, una vez más, a la construcción de espacios imaginarios recorridos cómodamente por escritores de gabinete que utilizarían las formaciones obtenidas en el curso de aquél para tejer a sus anchas toda clase de extravagancias (2006: 72). Volviendo al recorrido de su itinerario, Píteas continuaría por las costas del norte de Europa hasta llegar a un punto indeterminado del Báltico donde presenciaría el comercio de ámbar. Cary y Warmingtong se atreven a concretar y ubican este peculiar comercio en la isla de Abalus, perteneciente a un estuario de 6000 estadios10 (660 millas) de ancho. Dicha isla, "ya Baleia, Balisia, Basilia o Baunonia, en la cual el ámbar era arrojado a las orillas por las mareas de primavera y servía de combustible a los nativos" (Cary; Warmingtong, 1933: 26). Todo hace pensar que penetraría en el Mar Báltico, siguiendo por él hasta el Vístula que lo identificaría con Tanais (actual Don), límite entre Europa y Asia, que desembocaría en la laguna Meótide (mar Azov). En definitiva, se acepta la conclusión de que navegaría hacia el estuario del Elba y que de aquí se dirigiría hacia el Heligoland. Por último, regresaría a su patria siguiendo la misma ruta que había tomado como partida. Polibio y Estrabón: detractores de Píteas, referencias respecto a la obra del masaliota Curiosamente, sus detractores se definen como hombres de letras y no como expertos en cuestiones científicas, campo en el que debería ubicarse Píteas de Massalia. La oposición de estos dos autores vendría configurada por razones ideológicas. "No se remiten a la obra del explorador ningún tipo de maravillas, ni las razones de peso argumentadas por sus detractores más ilustres están basadas en afirmaciones disparatadas objetivas realizadas por el autor, sino en prejuicios 8 Islandia se situaría a más de seis días de vela desde Inglaterra. A pesar de la autoridad de Ptolomeo y de algunos modernos, también puede descartarse Mainland, "queno puede en los límites razonables del error, ser considerada como extendiéndose desde el grado 61 del círculo ártico, a seis días de vela de Inglaterra y cuya noche más corta es de cinco horas" (Cary; Warmingtong, 1933: 25). 9 Cosmas Indicopleustes, "autor de una obra destinada a refutar la idea pagana de una forma esférica de la Tierra que chocaba en su opinión con la imagen trasmitida por las sagradas escrituras" (Gómez, 2000: 144). 10 "Según toda probabilidad, el estuario de Píteas era la parte del Mar del Norte que se extiende de Texel al Jutland, y su isla, Heligoland, que fue indudablemente en todo tiempo, el depósito de ámbar del Atlántico" (Cary; Warmingtong, 1933: 27).

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personales o en aspectos sorprendentes que parecían contradecir el paradigma imperante en aquel entonces, puesto seriamente en entredicho por los descubrimientos de Píteas" (Gómez, 2006: 71). En cuanto a Polibio (siglo II a.C.), acompañaría a Escipión Emiliano y a sus tropas romanas por las regiones más occidentales de Europa. Así, tendría el privilegiado placer de describir regiones nunca visitadas hasta el momento por Roma. Concienciado de su situación, tal como Gómez reseña, escribiría en su obra lo siguiente: . (Pol. III, 59, 7-8, en Gómez, 2000: 137).

El orgullo que el autor sentía se presencia en el fragmento, así que ahora puede resultar comprensible que a Polibio le incomodase la existencia de un predecesor como Píteas, que incluso había divisado más regiones desconocidas que él mismo. Por ello, lo calificaría de fabulador. Van Paasen afirma que el objetivo del navegante sería el de escribir la geografía de los confines del mundo. Polibio no aceptaría el carácter pionero del navegante y, como buen fabulador, intentaria por todos los medios figurar a la cabeza de los viajeros griegos que surcaron estos territorios septentrionales. "Se trataba además de un simple particular sin recursos que no contaba a su favor con el impresionante apoyo logístico que auspiciaría su propia empresa de expedición (la de Polibio) y en estas condiciones no pudo, por tanto, haber llevado a cabo una expedición de esta envergadura" (Gómez, 2000: 138). La opción que le quedaría a Polibio sería la de desacreditar el viaje de Píteas de Massalia que, "en definitiva, no sería creíble ni aunque el propio Hermes, el dios viajero por antonomasia, se propusiera como el protagonista de semejante aventura" (Gómez, 2000: 139). En pocas palabras, para Polibio, Píteas sería descrito como un ignorante con una concepción geográfica errónea del mundo habitado. Estrabón tendría unas razones semejantes para detractar a Píteas. "La idea fundamental del geógrafo griego era elaborar una descripción de la ecúmene que tuviera un cierto carácter práctico para las elites dirigentes romanas, a las que consideraba su principal auditorio" (Gómez, 2000: 139). Es importante en este punto rememorar a Bermejo, pues "no hubo en la Antigüedad entre los grandes sabios, ni nadie recibía, en consecuencia, una educación (1986: 14). Polibio y sobre todo Estrabón, parecían desinteresarse en el estudio de los confines de la Tierra, de los lugares remotos como podría serlo el norte europeo. Además, "el aislamiento impide el desarrollo de la cultura" (Bermejo, 1986: 23). He aquí un ejemplo de su incredulidad respecto al marsellés: «Más confusa aún es nuestra información sobre Tule a causa de su lejanía. La sitúan en la parte más septentrional de las regiones a las que se da un nombre. Lo que Píteas ha dicho sobre ella y sobre otros lugares a ella cercanos es pura invención, como resulta evidente por lo que afirma sobre las regiones que conocemos, falsedades casi todo, como ya dijimos, de modo que está claro que hablando de sitios casi inaccesibles será todavía más mentiroso» (Str. IV, 5.5, en Molina, 2010: 168).

La formación estoica del "geógrafo" y la imposición de la supremacía del saber de Homero sobre todas las cosas, le impediría aceptar a Píteas como claro predecesor que había descubierto las regiones occidentales del norte europeo, pero aún así, lo mencionaría un total de diecisiete veces. De hecho, Eratóstenes11 sólo reconocía a Homero su valor como poeta y aceptaba como válido el 11 La aplicación de las matemáticas y la geometría, así como los avances de sus predecesores (como Píteas), le permitiría aestablecer un amplio sistema de meridianos, el origen de los cuales se fijaba en el que atravesaba Rodas, Alejandría y Meroe; la extensión de la tierra habitada, desde la India a Iberia, siguiendo el paralelo de Atenas, la fijaría en 78000 estadios (8580 millas) y, para cada país usaría figuras geométricas a cuya forma se aproximaría cada uno para poder dar sus medidas (Dominguez, 2010: 44). En la p. 43 del mismo artículo del doctor de Historia

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testimonio de Píteas. En cuanto a Píteas, las noticias relativas a la existencia de condiciones climáticas difíciles que propiciaban una forma de vida diferente, a la duración desigual de días y noches, a la presencia de un mar helado, o ala profusión de islas, dieron lugar a fabulaciones tales como la existencia de pueblos en la Céltica capaces de ver por la noche e incapaces de hacerlo durante el día como recogía en su obra Euxodo de Rodas, noticia que aparece referida a un pueblo de Iberia en la obra del mencionado Antonio Diógenes, o la sorprendente anécdota que menciona Plutarco atribuyéndosela a un tal Antífanes de Berge, según la cual existía un lugar tan frío en invierno en el que las palabras se helaban pero podían luego, con la llegada de la primavera, volver a ser escuchadas tras el deshielo (Gómez, 2006: 72). La concepción del mundo en la Antigüedad: algunas conclusiones Lo que la obra de Píteas trataría de decir es que había vida muy al norte de la oikumene, y precisamente esta afirmación sería la que le hizo decaer como astrónomo, matemático y geógrafo. Para el navegante, el frío sería una constancia climática en las latitudes septentrionales. En resumen, Píteas se limitaría a tratar de forma científica 12 a los terrores del Océano que desde muy antiguo exhortaban la imaginación de los marinos (bruma, estrellas o falta de espacio para navegar). Estrabón (Fig. 2), influenciado por Polibio, es considerado por Schulten "poco menos que un copista y no un geógrafo científico y original como lo son Eratóstenes y Píteas" (Cruz-Andreotti, 2002: 172). El marsellés ni siquiera parecía haber escrito pasajes míticos en su tratado, aunque fueron específicamente dos los conceptos que más se debatieron debido a la concepción del mundo de la Antigüedad, en la que no se concebían territorios tan norteños para el continente europeo: 1) la ya tratada isla de Thule; y 2) "el pulmón marino", metáfora para describir la sensación que produce la uniformidad grisácea de las aguas, el cielo y los fondos marinos del Mar del Norte y el Báltico, caracterizados por su densidad y viscosidad (Pedrosa; Garrosa, 2009: 207). Estrabón trataría ambos términos en el siguiente fragmento: «...y cuando cuenta las historias de Tule y de aquellos lugares en los que no hay ni tierra propiamente dicha ni mar ni aire, sino una cierta mezcla de estos elementos parecida a la medusa, y en la que afirma que la tierra, el mar y todo está suspendido y es como si aprisionase a todas las cosas y sobre la que no es posible ni caminar ni navegar. Dice que ha visto personalmente cosa parecida a la medusa, pero del resto habla de oídas. Esto es lo que dice Píteas y que al regresar había recorrido toda la costa oceánica europea desde Gades hasta el Tanais» (Str. II, 4.1, en Molina, 2010: 168).

Como se observa, su itinerario estaría repleto de elementos discutibles en época antigua. Los romanos no aceptarían que alguien y, sobre todo, un particular, hubiese llegado a las costas de Britania antes que Julio César. En tiempos posteriores, como la época augustea, la existencia de Tule equivaldría a una amenaza al ecumenismo del Principado, que afirmaba ser un imperio sin fronteras (Molina, 2010: 171). Por supuesto, estas consideraciones no conllevan actualmente a calificar de irreal el viaje del marsellés que, gracias a su audacia, daría noticias de amplitud de descubrimientos acerca del aspecto del mar, las corrientes y caracteres naturales de diferentes territorios (Cary; Warmingtong, 1933: 29). Los intereses políticos de Polibio y Estrabón por desprestigiarlo son constatables en esta línea. En definitiva, haciendo alusión al título de la actividad que permite al lector transportarse a la Antigüedad, convendría preguntarse ¿qué hubiese sucedido si Píteas de Massalia hubiese gozado de la misma autoridad que sus detractores? En consecuencia, ¿y si la concepción del mundo en el pasado se hubiera basado en sus estudios? La Historia se transformaría en su totalidad, y con ella, las mentalidades que concretaron la geografía. Antigua de la Universidad Autónoma de Madrid, expone el mapa de la visión del mundo del geógrafo de origen cineraico. 12 Algunos especialistas consideran los cálculos de distancia de Píteas un tanto exagerados, inculpación más seria contra Píteas.

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Anexos Figura 1: itinerario de Píteas de Massalia. Extraída de The Northern Lights Route: http://www.ub.uit.no/northernlights/eng/pytheas.htm.

Figura 2: concepción del mundo de Estrabón. Extraída de la web de la Universidad de Cantabria: http://ocw.unican.es/humanidades/teoria-y-metodos-de-lageografia.-evolucion-del/material-de-clase-1/archivosmodulo-2/el-mundo-politico-de-estrabon-s.-i.-a.c.

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