VÁSQUEZ-DÁVILA (1994) Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco

August 25, 2017 | Autor: M. Vásquez Dávila | Categoría: Ethnobotany, Ethnobiology, Ethnoecology
Share Embed


Descripción

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Marco Antonio Vásquez-Dávila*

HÁBITAT Y CULTURA DE LOS CHONTALES DEL CENTRO, TABASCO I. INTRODUCCION Los chontales son un grupo de filiación maya que vive en las tierras inundables y calurosas del Estado de Tabasco, en el sureste de México. Se autodenominan los yoko yinikob, "los hombres verdaderos", para distinguirse de los otros hombres, "los que vivieron en otra época y fueron convertidos en monos", o de otro tipo de seres. Dependiendo de la variante dialectal, también se encuentra la denominación yoko winikob (Schumann 1985: 118). El nombre chontal es la designación que el grupo náhuatl daba a otras culturas diferentes a la suya y significa "extranjero" (ldem: 117). En México así denominó a los chontales de Guerrero y de Oaxaca; en Nicaragua también existe un grupo con ese patronímico. Estos tres grupos no tienen filiación cultural con los yoko yinikob. Una vía de la ciencia antropológica es la deductiva, que arranca de definiciones generales, del establecimiento de los conceptos fundamentales, y avanza hacia la mayor concreción de esos conceptos introduciendo un material factual cada vez más abundante, hasta acercarse al dominio pleno de los conocimientos en la esfera que se está trabajando (Tokarev 1989: 1). En este artículo, cuyo objetivo consiste en describir algunos elementos de la cultura de los chontales de Tabasco en relación con el hábitat, se sitúa al estudio de la cultura en el terreno concreto, por lo menos de sus vínculos ecogeográficos e históricos. Para iniciar, se aclara dos términos que sirven como ejes de exposición. *Etnoecólogo mexicano, ITAO y UABJO. 91

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

FIGURA 1. Mapa de Tabasco, México, destacando la zona chontal.

Hábitat La ecología cultural es el estudio del modo en que la cultura de un grupo humano se halla adaptada a los recursos naturales del ambiente y a la existencia de otros conjuntos humanos (Campbell l985: 9-10). En el caso que nos ocupa, se trata de estudiar la manera en que la cultura de los 92

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

chontales de Tabasco se adapta a los recursos naturales del trópico húmedo del sureste de México y a la existencia de los mestizos tabasqueños. El ambiente de una especie está formado por todos aquellos objetos y fuerzas externas con los que se relaciona e interactúa. En ecología humana, el ambiente de la especie incluye otros grupos humanos (ambiente social), plantas, animales, el clima, los recursos naturales, etcétera (Campbell 1985: 14). Hábitat es el lugar ocupado por una especie. El hábitat de los yoko yinikob son los ecosistemas selváticos y pantanosos del Estado de Tabasco, México. Cultura La cultura es la totalidad de conductas socialmente adquiridas y compartidas (lo que algunos llaman la "herencia social"); en otras palabras, es la manera usual de hacer las cosas en una sociedad determinada (Cfr. Salzmann 1977: 24). Existe una definición clásica del término, hecha en 1871 por E.B. Tylor: "Cultura es el complejo total que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la ética, las costumbres y todas las demás capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad", Se podrían añadir a esta lista las organizaciones políticas, los objetos manufacturados, el lenguaje y la religión. En este caso deseo subrayar que la cultura moldea vigorosamente los sentimientos, las acciones y las percepciones del hombre, en su adaptación gradual al mundo (Pelto 1980: 113). De lo anterior se desprenden tres postulados básicos: a. Cada cultura en particular representa una solución específica a cada ambiente. b. Cuando existe una adaptación relativamente eficiente al medio, la cultura promueve la estabilidad en lugar del cambio (Cfr. Nanda 1982:47). c. La cultura es dinámica; cada generación maneja y transforma los sistemas ideológicos, los significados y las normas; ninguna tradición social permanece fija ni invariable en una sociedad (Pelto 1980: 112). II. El hábitat chontal en Tabasco El Estado de Tabasco se encuentra dividido políticamente en 17 municipios, cinco de los cuales dan asiento a los hablantes de la lengua chontal en la actualidad: Nacajuca, Centla, Centro, Macuspana y Jonuta (Figura 1).

93

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

FIGURA 2. Comunidades chontales del municipio del Centro, Tabasco.

El municipio de Nacajuca, con el mayor número de hablantes en los poblados de Tucta, Tapotzingo, Guaytalpa, Mazateupa, Oxiacaque, Guatacalca y Tecoluta, es el área que a partir de la década de 1960 recibiera mayor atención por parte de antropólogos y lingüistas (Cfr. Villa Rojas 1964, Cadena y Suárez 1988, Pérez González 1985, Ochoa 1984). En el municipio de Centla se ubican los poblados Quintín Arauz (antes San Francisco del Real), Vicente Guerrero, Allende, Cuauhtémoc, Simón Sarlat, Tabasquillo y pequeñas rancherías dispersas. Incháustegui (1985, 1987) ha aportado dos excelentes monografías sobre el área de Vicente Guerrero, Allende y Cuauhtémoc. En Macuspana las poblaciones de San Carlos (también llamado Benito Juárez), Aquiles Serdán, Vernet y San Fernando. En la municipalidad de Jonuta se encuentra el pueblo chontal de Monte Grande. 94

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

En el municipio del Centro, los poblados chontales son la villa de Tamullé de las Sabanas, los poblados de Buenavista la. Sección, Buenavista 2a. Sección y Tocoal, y las rancherías Estancia, Alambrado, Aniceto, Rovirosa, La Manga, Miramar, La Ceiba, Lomita y Jolochero (Figura 2). Una vez conocida el área global de distribución de la cultura chontal en Tabasco, es necesario localizar con mayor precisión las comunidades chontales del municipio del Centro, principalmente la villa de Tamulté de las Sabanas (que se conoce también como ejido José G. Esmitia). Esta población se localiza entre los paralelos 18°30' y)7°30' de latitud norte, y los meridianos 92°55' y 91 °00' de longitud oeste de Greenwich (PLANAT, citado por Miranda 1985). La mayor parte del área chontal presenta una topografía plana con pendientes menores del I %. En Macuspana y en Tamulté de las Sabanas se presentan áreas localmente denominadas "lomas", que tienen un relieve ondulado con pendientes del tres al 10 %. Los suelos ocupados por los chontales son de tipo arcilloso, colores rojos o amarillentos y reacción ácida a moderadamente ácida; poseen un relieve ondulado y se clasifican como luvisoles crómicos según la FAOUNESCO. Los suelos donde se practica la milpa en Tamulté de las Sabanas pertenecen a los llamados fluvisoles. Estos suelos son formados por materiales acarreados por el agua; presentan capas alternadas con arena, arcilla o gravas; pueden ser someros o profundos, arenosos o arcillosos, según el tipo de material que los formen (Flores 1983). La zona chontal de Tabasco se localiza en las áreas más bajas de las cuencas de los ríos Usumacinta y Grijalva, El municipio del Centro se encuentra surcado por el caudaloso Grijalva y los ríos Medellín, Chilapa, AztIán y Maluco (Pérez 1987: 18).

95

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

FIGURA 3. Medio ambiente en Tamulté de las Sabanas, Tabasco.

En el área de Tamulté de las Sabanas, los ríos importantes son el Jolochero y La Culebra. El primero de ellos fue importante en épocas pasadas, puesto que constituía la única vía de comunicación de Tamulté con Villahermosa, hasta la creación de la carretera en la década de 1950. El río La Culebra es un ramal del Jolochero y desemboca en la laguna de El Espino (Pérez 1987: 18). Las lagunas Maluco y del Campo son los cuerpos de agua más cercanos al área de Tamulté por el lado este. Actualmente los pescadores de Tamulté y de las comunidades vecinas prefieren salir a los bordos de la carretera Villahermosa-Frontera para realizar esta actividad, cerca de la laguna de El Espino.

96

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

En el área chontal del Centro, el clima es del tipo Am (f) w"(i) g, cálido húmedo con lluvias invernales, con una época seca marcada de marzo a mayo y una corta de julio a agosto, localmente conocida como canícula. Las sabanas son una clase de territorio existente en Tabasco; están formadas por grandes áreas llanas ocupadas por pastos y juncos que se mezclan con árboles bajos, matorrales y palmas. En las depresiones edáficas de la sabana, estos arbustos se asocian con especies tolerantes al agua, formando extensas zonas pantanosas (Cfr. West et al. 1985). Los pantanos de popal son uno de los ecosistemas más característicos del Estado. Este tipo de pantano permanece cubierto por agua todo el año y debe su nombre a la planta que predomina, llamado popal o quentó (Thalia geniculata). Otras especies dominantes son la espadaña (Typha latifolia) y plantas acuáticas flotantes en los cuerpos de agua como el jacinto (Eichornia crassipes), el lirio (Nymphaea ampla) y la lechuguilla (Pistia stratiotes). En la ribera del río Jolochero se encuentra las siguientes especies: sauce (Salix chinensis), tinto (Haematoxylon campechianum), guatope (lnga sp.), zapote de agua (Pachira aquatica), macuilí (Tabebuia rosea), camalote (Pasapalum fasiculatum), grama de agua (Paspalum vaginatum), alemán (Echinochloa polistachya) y pasto estrella (Cynodon plectostachyus) (Flores 1983). La vegetación que prospera sobre las zonas de lomeríos suaves es actualmente un relicto de la selva mediana subperennifolia de corozo y Sabal (López Mendoza 1980: 66-70), en asociación con algunos pastos. Las especies dominantes son: guano redondo (Sabal mexicana), corozo (Scheelea liebmannii), cocoyol (Acrocomia mexicana), tocob (Coccoloba barbadensis), nance (Byrsonimia crassifolia), palo mulato (Bursera simaruba), jobo (Spondias mombim), macuilí (Tabebuia rosea), guanacastle (Enterolobium cyclocarpum), amate (Ficus glabrata), ceiba (Ceiba pentandra), tinto (H aematoxylon campechianum), palma real (Roystonea dunlapiana), guayaba (Psidium guajava), grama remolino (Paspalum notatum).

97

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

PANTANO

MANGLAR

PALMAR

ZONA URBANA DE TAMULTÉ

RIOS Y LAGUNAS

VEGETACIÓN SECUNDARIA

FIGURA 4. Pantano y “loma” (palmar) en Tamulté de las Sabanas, Tabasco. De acuerdo con López Mendoza (Op. cit.), esta selva mediana subperennifolia de corozo, guano y huapaque se distribuye en varios sitios del Estado de Tabasco, de los cuales interesa destacar en este trabajo los siguientes: a. Tamulté de las Sabanas, municipio del Centro, donde existe un asentamiento chontal desde épocas prehispánicas. Tiene un rango altitudinal de 5 a 15 metros. b. Alrededor de los poblados de Macultepec y Ocuilzapotlán, cercanos a 98

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Tamulté, a 13 kms. al norte de Villahermosa, sobre la carretera a Frontera (Osorio 1974:21). Rango altitudinal de 5 a 15 m. c. Villa Benito Juárez (o San Carlos) en el municipio de Macuspana, asentamiento chontal. Rango altitudinal de 10 a 25 m. d. La Venta, municipio de Huimanguillo. Asentamiento de la cultura olmeca. Importante ciudad prehispánica donde se encontraron las cabezas monumentales y otros vestigios arqueológicos que actualmente se exhiben en el Parque Museo de La Venta (en Villahermosa) y en el Museo de ese lugar. e. Villahermosa, capital del Estado, antiguo asentamiento chontal en las actuales colonias de Atasta de Serra y Tamulté de la Barranca. Una gran variedad de animales se desarrolla en las zonas selváticas de Tabasco. Sin embargo, con la expoliación de sus ecosistemas, la fauna se ha refugiado en los relictos selváticos, en los acahuales viejos y en las zonas pantanosas. En Tamulté de las Sabanas las especies acuáticas son muy importantes por su valor de uso y económico. Entre otras especies se encuentran: el pejelagarto (Lepisosteus tropicus), el bobo o bagre (Ictalurus meridionalis), la mojarra tenhuayaca (Petenia splendida), la mojarra paleta (Cichlasoma sp.), la mojarra castarrica (Cichlasoma sp.), el robalo blanco (Centropomus undecimalis), el robalo prieto (Centropomus paralellus), el cocodrilo (Crocodrylus moreletti), la jicotea (Pseudemys scripta), el guao (Staurotypus triporcatus), el chiquiguao (Chelydra serpentina), el pochitoque (Kinosternum leucostomum), la nauyaca (Bothrops atrox), la garza blanca (Caserodius albus), la garza morena (Ardea herodias) y el pijije (Dendrocygma autumnalis) (Flores 1983). Para la zona de lomeríos, las especies más importantes son: el tlacuache o zorro (Didelphis marsupialis), el armadillo (Dassipus novemencinctus), el zorrillo (Spilogale augustifrons), la rata (Ratus sp.), el pijul (Crotophaga sulcurostris), el zanate (Cassidix mexicanus), el loro (Amazona autumanalis), el tordo (Molothrus ates) (Flores 1983).

99

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Una visión de Tamulté de las Sabanas En este punto se describen las condiciones de infraestructura y los agroecosistemas prevalecientes en la villa chontal de Tamulté de las Sabanas, municipio del Centro, Tabasco.

INFRAESTRUCTURA Tamulté de las Sabanas se encuentra comunicado por la carretera federal que une a la ciudad de Villahermosa con Frontera (cabecera municipal de Centla). A la altura del km. 15 se encuentra la desviación asfaltada de dicha carretera al ejido, de aproximadamente 6 km. Cuenta con sistema de pozo profundo, tanques de almacenamiento y una red de distribución de agua potable. Existe una red de energía eléctrica que ofrece el servicio domiciliario y de alumbrado público en el centro de la villa. Dos casetas telefónicas ofrecen el servicio de larga distancia. Autobuses foráneos comunican Tamulté con Villahermosa. En Tamulté de las Sabanas, como en otros muchos poblados chontales, existen tiendas de la Comisión Nacional de Subsistencias Populares, CONASUPO, que expenden productos como maíz, frijol, arroz, azúcar, aceite y otros abarrotes.

LOS AGROECOSISTEMAS El medio ambiente transformado de los chontales del Centro está constituido por las parcelas de agricultura permanente (huertos en parcela), las milpas, los huertos familiares y potreros. Puesto que las actividades realizadas en cada uno de estos agroecosistemas son descritas por Cabrera Hernández en un artículo de esta misma revista, aquí sólo son mencionadas. La tenencia de la tierra en la zona chontal adopta generalmente la forma ejidal para las parcelas agrícolas y pecuarias y la propiedad privada de los terrenos donde se encuentran la vivienda y el solar aledaño. Tamulté de las Sabanas, junto con las rancherías Estancia, Jolochero, La Manga, Alambrado, Aniceto, La Loma, La Ceiba y Tocoal, cuentan con 12,037 hectáreas (Cabrera 1991). De éstas, 3,000 pertenecen al ejido José G. Asmitia (Tamulté de las Sabanas) de las cuales 1,200 se encuentran inundadas todo el año (Miranda 1985). El conocimiento y la conceptualización de las unidades naturales se relacionan con las prácticas de uso múltiple agrícola, pecuario, forestal y pesquero de los chontales de Tamulté. La figura 3 muestra de forma simplificada el medio ambiente natural y el medio ambiente transformado en este lugar, mientras que la figura 4 (basada en la carta de vegetación y uso del suelo Frontera E 15-5, a una escala 1:250,000 de la SPP, 1981) muestra la distribución de los ecosistemas y agroecosistemas.

100

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

III. Historia y cultura de los chontales del Centro, Tabasco Antecedentes históricos Época prehispánica Se sabe que los chontales se extendían desde el centro de Campeche hasta Cupilco, Tabasco, y desde el Golfo de México hasta la zona aledaña a los ríos San Pedro y San Pablo, Grijalva, Usumacinta, Palizada y Candelaria (Schumann 1985: 117). La Chontalpa, como designaron los nahuas a esta región, se distinguía por la producción de cacao y por ser una zona comercial muy importante para toda Mesoamérica (Cfr. West et al. 1985). Por supuesto, los chontales conocían y practicaban otros cultivos, tanto anuales como perennes. Destaca entre ellos la milpa, agroecosistema multiespecífico cuya tecnología pudo basarse tanto en el eficiente sistema de rozatumba y quema, como en complejas obras hidráulicas, como campos levantados, drenados, etcétera. La caza, pesca y recolección animal y vegetal complementaban de manera importante la dieta y economía chontal prehispánica. Tomando en cuenta la opinión de Ochoa (1985) sobre las estrategias productivas de los antiguos chontales, la de otras investigaciones sobre la agricultura prehispánica maya (e.g. Harrison y Turner 1978, Puleston 1978, Gómez Pompa el al. 1987), los datos aportados por diversos estudios etnobiológicos en el área maya (Villers et al. 1978, Vara 1980) y nuestros propios datos de campo, se puede afirmar que dichos procesos productivos muestran una continuidad histórica en la forma diversificada de aprovechamiento de los recursos naturales. Época colonial A partir del exiguo establecimiento de la cultura de los españoles, de forma gradual se producen cambios en la tecnología y el aprovechamiento del ambiente: por una parte, lo aparente es la introducción de instrumentos de hierro, la rueda y la tracción animal (si bien para Tabasco no fue de mayor importancia dada su condición semi acuática) así como los cerdos, el ganado bovino y el equino. En un nivel más interno, los cambios se producen en la propiedad de los medios de producción y en la lógica productiva. Bajo el dominio colonial, las comunidades indígenas se ven forzadas a intensificar la producción de cacao, incluso dejando de sembrar el propio sustento, dado que el nuevo objetivo de la producción era el enriquecimiento de los encomenderos y no importaba la prosperidad o el bienestar de las comunidades indígenas. Estos aspectos se vuelven las dos caras de la misma moneda. Los indígenas son convertidos en tributarios, despojados de sus propios terrenos, obligados a cultivar cacaotales para los españoles y despojados de los más elementales derechos humanos. Sobreviene entonces una fuerte disminución de la población causada por la guerra, las epidemias y los abusos por parte de los encomenderos. La disminución de la 101

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

población significó menor fuerza de trabajo y de producción agrícola, lo que llevó a que la economía local sufriera una decadencia integral de la que no pudo recuperarse durante la colonia (Arias et al. 1987). Durante este periodo se explotó cuatro especies forestales para su exportación: la pita (Bromelia wercklei), utilizada como fibra; la zarzaparilla (Smilax aristolochiaefolia), de raíz medicinal; la pimienta de Tabasco (Pimienta dioca) y el palo de tinte (Haematoxylon campechianum), curtiente y tintóreo que sobrepasó por amplio margen a los demás recursos forestales en cuanto a su importancia económica (West et al. 1985). El ganado vacuno utilizó las sabanas del interior del territorio ubicadas en terrenos del Pleistoceno, los pantanos de la planicie aluvial e incluso los bordos de playa. La cría de ganado vacuno quedó en segundo lugar respecto al cacao como fuente de ingresos para los españoles que radicaban en territorio tabasqueño (West et al. 1985). A nivel de superestructura es importante indicar que se introduce la religión católica, llegando en ciertos casos a prohibir las celebraciones rituales de origen agrícola como el Baile del Tigre en Tamulté de las Sabanas (Navarrete 1971), antecedente de la fiesta de San Francisco que los tamultecos celebran hoy en día con los mismos propósitos. El siglo XIX En 1824 se reconoce a Tabasco como un Estado más de la República Mexicana. El patrón de aprovechamiento de los recursos continuó con los dos estilos básicos de la etapa colonial: por una parte, en lugar de los encomenderos españoles, los hacendados tabasqueños poseían los hatos ganaderos que exportaban junto con el cacao y otros productos forestales; por el otro, la economía campesina e indígena se sustentaba en el policultivo de la milpa, la caza, la pesca y la recolección, y la cría de animales de traspatio. A finales del siglo XIX emigran algunas familias de Tamulté de las Sabanas para fundar la comunidad de Buenavista (Flores 1983:32). El siglo XX Al inicio del siglo XX la interacción de los chontales con las haciendas cacaoteras, con los ingenios o con las monterías (explotaciones madereras), era escasa o esporádica. Dedicados a una producción de autoconsumo y sin presiones externas por la tierra, podían reproducir su ancestral modo de vida. El contacto con los mestizos se efectuaba al realizar las transacciones comerciales para vender algunos de sus productos agrícolas y artesanales y, en menor medida, su fuerza de trabajo. Sin embargo, dado el inicio del cultivo agroexportador de plátano roatán, los terrenos de los bordos de río (tradicional asiento de los chontales) son codiciados por los grandes capitalistas agroexportadores. 102

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

En este contexto, no es casual que hacia 1927 se realice una gran promoción para eliminar el estilo de vida chontal (Incháustegui 1987: 362); se introducen escuelas artesanales, se destruyen las instituciones religiosas; se proscribe el yoko t'an. Se llevan a cabo campañas antialcohólicas e incluso se llega a emplear la violencia para persuadir a los indígenas al cambio de vida. La estrategia de desindianización del agro tabasqueño incluye la celebración de ferias regionales de tipo agropecuario-artesanal. En este clima de fuertes cambios, los indígenas luchan por el reconocimiento de su derecho a la tierra. Así, en 1939, por resolución presidencial publicada en el Diario Oficial de la Federación el 20 de junio de 1940, se dota a la comunidad de Tamulté de las Sabanas la superficie de 4,711 hectáreas (Secretaría de la Reforma Agraria, cit. por Cabrera 1991: 63). En 1935 el gobierno de Tomás Garrido Canabal había reconocido a la comunidad chontal de Buenavista como poblado, y en 1937 se llevó a cabo la primera dotación provisional del ejido, resultando beneficiados 156 capacitados con un total de 1,021 ha. El 10 de agosto de 1950 se realizó la posesión definitiva del ejido Buenavista en beneficio de 350 capacitados con 3,950 ha, de las cuales, 2,555 fueron para Buenavista, 173 para Miramar y el resto para otras rancherías (Flores 1983). Una vez pasado el auge platanero (calificado como oro verde) las tierras de los campesinos e indígenas se ven presionadas por el fomento gubernamental a la ganadería. Así mismo, la explotación de los recursos naturales, que hasta ese tiempo había sido una decisión autónoma, se ve afectada al interesarse en ellos los empresarios tabasqueños. Un ejemplo de lo anterior es la cacería desmedida del lagarto efectuada por los chontales de Tamulté en los pantanos de las inmediaciones. En la década de 1940 se da el auge del protestantismo en todo el territorio tabasqueño, incluyendo por supuesto a las comunidades indígenas, donde, además, se desarrolló la comunicación terrestre y decayó la fluvial; se implementó la educación formal en detrimento de la socialización del conocimiento propio; se produjo un predominio de las formas de gobierno estatales y desaparecieron las formas de gobierno chontales. En la década de 1950 se inició la explotación petrolera y el protestantismo encontró eco en campañas oficiales anticatólicas (Incháustegui Op. cit.: 363). En la década de 1970 se expandió la industria petrolera en forma explosiva, llegaron muchas personas de otros estados, y se desarrolló el trabajo industrial asalariado. El Estado emprendió grandes obras de drenaje y desecación de terrenos, provocando cambios definitivos en el ambiente; los medios de comunicación como la televisión llegaron a las comunidades rurales y se hace campañas exaltando el estilo de vida occidental. 103

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

En la década de 1980 se desarrolló por completo la "cultura del petróleo" (Incháustegui 1987). En 1988 los chontales apoyaron a los líderes del PRD y no al candidato del PRI, lo que ocasionó represión y violencia en las comunidades indígenas, y el cierre de la radiodifusora chontal de Nacajuca. Demografía Según Miranda (1985) la Villa de Tamulté junto con las rancherías Estancia. Jolochero. La Manga, Alambrado, Aniceto, La Loma, La Ceiba y Tocoal, tenían en ese año 16,000 habitantes. Veinticinco años antes, en 1970, Tamulté contaba con 3,005 habitantes que, en 1980, ascendieron a 3,317 de los cuales el 52 % eran hombres y 48 % mujeres (X Censo General de Población y Vivienda). Según el censo levantado por el Centro de Salud de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, hacia 1988 Tamulté de las Sabanas tenía 3,870 habitantes (Cabrera 1991:64). Salud En este apartado se da cuenta de dos aspectos de la salud del grupo étnico: la medicina y terapeutas tradicionales, por un lado, y, por otro, la medicina institucional. Salud y enfermedad según la visión chontal Según los chontales de Tabasco, el humano está compuesto por cuerpo, alma y sombra. El alma es el generador o conductor de energía (Pérez 1987: 57) que hace que el cuerpo se mueva. La parte material del hombre (el cuerpo) tiene partes frías y calientes en equilibrio; la enfermedad surge al romperse esta armonía, afectando a todo el ser humano (tanto a la parte invisible como a la visible). Un ejemplo de la íntima relación que guarda lo físico con lo no físico en la cosmovisión chontal es el siguiente: el cuerpo obtiene energía de la alimentación; si una persona no ingiere los alimentos en forma y cantidad adecuadas, se debilita el cuerpo, adquiere la enfermedad del "estérico" (Pérez 1987:57-58); entonces "se debilita la sombra y puede desplazarse del cuerpo". Las enfermedades naturales y sobrenaturales Los chontales de Tabasco clasifican las enfermedades, de acuerdo con su origen, en dos grupos: l. naturales y 2. "por espanto", "por maldad" o como castigo de las deidades y muertos. Según Pérez (Op. cit.: 73) las enfermedades naturales se originan "por ingerir alimentos fríos o calientes, cambios bruscos de temperatura o al estar expuesto a los rayos solares o por exceso de trabajo". Son ejemplos de enfermedades naturales: dolor de cabeza, fiebre, conjuntivitis, paperas. "dicipela", sarampión, pulmonía, bronquitis, tos, asma, "chichimeca", "dolor por dentro", inflamación, "tapiadura", diarrea, disentería y almorranas. Entre las enfermedades de origen sobrenatural se encuentran el mal de ojo, el mal aire y el susto. El mal de ojo es causado por personas que tienen la mirada muy 104

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

fuerte. Hacen enfermar a las criaturas o a los animales. Los síntomas son dolor de cabeza o que el bebé llore mucho. "El poder del hombre radica en los ojos; por codicia o envidia hace enfermar" (ldem: 49). Lo frío y lo caliente Otro aspecto tomado en cuenta para clasificar las enfermedades según los chontales de Tabasco consiste en su cualidad de ser frías o calientes. Las enfermedades frías se originan en la noche o por el aire, y las calientes por los rayos solares o al ingerir alimentos frescos después de exponerse al sol. Entre las enfermedades naturales calientes están: dolor de cabeza, fiebre, paperas, sarampión, pulmonía, asma. Las enfermedades naturales frías son la disentería y las almorranas. Enfermedades sobrenaturales calientes: mal de ojo (jut'i); enfermedades sobrenaturales frías: susto (bak'taya), mal aire (Noj chak ik). Los terapeutas tradicionales Los terapeutas tradicionales son 1. El ventocero (Ak' t'up), quien diagnostica el mal aire y cura aplicando ventosas con pequeñas jícaras o güiros; 2. El pulseador o ensalmador, quien cura el susto; 3. El curandero o hierbatero (Aj ts'ak), quien utiliza plantas medicinales para curar; 4. El huesero (Ts'ak bak), el que cura luxaciones o huesos rotos; 5. Las parteras o abuelas y 6. El brujo (Ts'ak'taya), quien tiene la capacidad de enfermar y curar a la gente. La vocación del terapeuta chontal se le revela por medio del sueño y la persona busca al especialista que será su maestro. Se cree que cada terapeuta tiene un "ángel de la guardia” o espíritu que lo protege e indica qué hacer en la práctica médica. Las plantas medicinales Dentro de la cosmovisión existen analogías y correspondencias; los chontales también clasifican a las plantas como frías o calientes; algunas son sagradas y otras "naturales". Vásquez-Dávila (1991:149-151) presenta en un cuadro 73 plantas medicinales que se emplea en el área chontal de Tamulté de las Sabanas, indicando, además de las enfermedades que curan, la cualidad fría o caliente de las plantas. MEDICINAL INSTITUCIONAL En Tamulté de las Sabanas existen cuatro clínicas que proporcionan el servicio médico a la población en los siguientes rubros: un consultorio dental; un consultorio para atención materno-infantil; una clínica del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) y una clínica de la SSA (Secretaría de Salubridad y Asistencia). La asistencia de 105

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

las unidades médicas es gratuita y consiste en consultoría general, administración de medicamentos, atención materno-infantil, planificación familiar, educación para la salud y control de enfermedades transmisibles. Entre las enfermedades más comunes se encuentran las de tipo broncopulmonar y las amibiasis. Alimentación El maíz es el principal elemento de la dieta chontal. Con él se prepara infinidad de bebidas y platillos, tanto para la vida cotidiana como para las festividades religiosas. Otros elementos importantes en la dieta son el frijol, la calabaza, el plátano y otros productos de las parcelas, complementándose con las proteínas de los animales criados en el huerto y los obtenidos en la pesca, principalmente. Vivienda El principal tipo de asentamiento de los pueblos indígenas de Tabasco es a lo largo de los bordos de ríos, sin embargo la gran mayoría de los poblados presentan en la actualidad una conformación aglomerada. La casa habitación de los chontales se caracteriza por estar construida principalmente con materiales vegetales recolectados de los ecosistemas naturales. El techo es de hoja de palma, las paredes de caña brava, madera o varas y el piso de tierra apisonada. Estos materiales, por sus características propias y las técnicas de construcción, le proporcionan al habitante un clima agradable dentro de la vivienda (Vásquez-Dávila et al. 1988). Los chontales con mayores recursos transforman las características de su vivienda por patrones occidentales, aunque éstos sean menos confortables. Ahora es más común observar casas construidas con material de origen industrial. Indumentaria Son pocos los chontales que conservan el vestuario tradicional. Solamente algunos de los hombres viejos utilizan el pantalón o calzoncillo de manta y la camisa blanca, sin cuello, de algodón. Así mismo, algunas ancianas utilizan todavía una falda amplia, floreada y una blusa blanca, cubriéndose del sol con un pañuelo rojo atado sobre un hombro. Artesanías En todo el territorio las mujeres chontales elaboran ollas, tinajas, comales y otros utensilios de barro (Cfr. Vásquez-Dávila et al. 1988: 42, Incháustegui 1987: 127-134, Ochoa 1984, Casasola y Álvarez 1984). En todo el territorio se elaboran recipientes de jícara (Crescentia cujete); abanicos o sopladores de guano (Sabal mexicana); yaguales o alacenas circulares colgantes de guano; pequeños taburetes de madera, canastos de bejuco (una esmilacácea), cucharas y tamuladores de madera, lías o cuerdas de la corteza de majagua (Hampea integerrima) y de capulín (Muntigia calabura).

106

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Migración Mientras que en Nacajuca la emigración temporal es un fenómeno generalizado debido a que los indígenas salen de su comunidad en busca de trabajo asalariado, ya sea al medio rural o a la ciudad (Ortiz 1987: 91ss), en Tamulté de las Sabanas la emigración temporal no es generalizada para todos los estratos y, cuando ocurre, puede tener dos causas: la realización de trabajos en la ciudad o para estudiar. Esta última actividad la realizan los jóvenes que han terminado la enseñanza secundaria y pueden continuar con una carrera. El principal núcleo de atracción es la ciudad de Villahermosa. En otros casos, como Macuspana y Centla, los chontales emigran para ser contratados por Pemex como mano de obra barata. Organización social La familia chontal nuclear está conformada por el padre, la madre y los hijos; la familia extensa incluye a los abuelos por ambas partes, los tíos, sobrinos, primos y nietos. Por lo general la residencia es patrilocal, y la monogamia es la norma matrimonial básica. El compadrazgo se efectúa principalmente al bautizar a un niño o por las bodas. La "mano vuelta" es un sistema de ayuda mutua para realizar algunas labores agrícolas como la siembra o la cosecha y para la construcción de la vivienda tradicional. Consiste en invitar a compañeros a realizar la labor en conjunto, con el compromiso de "devolver la mano" o ayuda prestada. En Tamulté de las Sabanas, como en la mayoría de las comunidades rurales de México, existen un delegado municipal, suplente, secretario, comandante, cabo y auxiliares (policías). La elección es mediante votación y el cargo público tiene una duración de tres años. La autoridad agraria es un Comisariado de Bienes Ejidales. Religión “tradicional” Los rituales agrícolas En la "montaña" de Tamulté se realizaban de manera cotidiana las tres jujk'inseyah (ceremonias) en honor de K’antepec que se describen en los siguientes párrafos. Con esto se quiere señalar el hecho de que los chontales van dejando atrás, poco a poco, la práctica necesaria para dar vida a las creencias emanadas de la propia cultura. Cuando las plagas dañaban severamente al cultivo de la milpa, el campesino iba junto con el rezandero (k'antiyah) al bosque sagrado de K’antepec para acusar ante éste a los animales y pedirle que "ya no regresaran sus animales a causar daños". En otras palabras, que "acote sus animales". 107

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Cuando no llovía, los campesinos, junto con el k'antiyah, iban a pedirle a K’antepec la lluvia para la milpa, esto es, iban a llamar al agua t'jo'kan noha', mediante el baile de hombres con máscaras (k'ójob = máscara) al ritmo del tambor.

La ceremonia que se realiza cuando la milpa está en elote tiene como finalidad decirle a la deidad que "ya hay maíz tierno, que ya hay calabaza... que ya hay fruto de los cultivos". Para esta ceremonia se corta calabazas y plátanos, para cocinarlos al vapor. Con "maíz tierno" se hace "atole tierno y tamalitos tiernos". Esta comida se llevaba al bosque sagrado (ahora al templo católico) y el k'antiyah, incensario en mano, realiza el rezo, refiriendo todos los trabajos que se tuvieron que realizar para los cultivos. La comida se comparte y es una regla que no debe regresar nada a la casa. Anteriormente, en esa misma ceremonia, bailaba un hombre enmascarado con música de tambor. En la actualidad este baile se hace por las noches, en la casa del mayordomo. Esta ceremonia recibe el nombre de kush p'an chob noj, que literalmente se traduce como "comer la primicia del maíz tierno". Ritual de curación Cuando el duende o chujob ha "agarrado la sombra" de una persona, ésta enferma. Entonces se efectúa la siguiente ceremonia: por la tarde se va a pescar caracol y camarón para hervirlos, porque siempre se le debe ofrecer comida fresca a los duendes. Además se cocina una gallina y se compra aguardiente. También se usa el incensario para quemar estoraque o incienso. Se espera a la media noche para realizar este rezo y pedirle al chujob "que suelte a la sombra de la persona", incluso con insultos. El rezandero habla (reza) al mismo tiempo que consume la comida y bebida. Al beber el aguardiente, derrama un poco de licor y, al comer, tira un poco de la comida en el suelo, al pie del tronco donde vive el chujob. El rezo se termina cuando se acaba la comida, no quedando nada para llevar a la casa. En la ceremonia no se admite la presencia de menores. A las personas que acompañan se les llama t'krejyajob, "ayudantes para cuidar la enfermedad". También a los que llegan a cuidar o visitar al enfermo, se les llama t'krejyajob (Hipólito y Vásquez-Dávila 1991:67). Ritual de inauguración de la vivienda En Tamulté de las Sabanas antiguamente se realizaba una ceremonia "como de inauguración, la casa bien limpia, barrida y se invocaba a un dios de la casa...“ (Vásquez-Dávila et al. 1988: 33). Este tipo de ritual es común en la zona 108

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

maya. Por ejemplo, entre los tzotziles de San Juan Chamula (Collier 1976: 151) y de San Pedro Chenalhó (Guiteras-Holmes 1961:26) se sacrifica una gallina o pavo y se hace una comida ceremonial para propiciar a los duendes de la tierra, que se perturban por la construcción de una casa y por la extracción de los materiales de construcción. Los tojolabales, al hacer la ceremonia con la cual inauguran una vivienda colocan cruces en los cuatro horcones de la casa (Ruz 1983:426). La ceremonia de inauguración de la casa es una característica mesoamericana que se encuentra difundida en otras áreas, como la oaxaqueña. Vásquez-Dávila (1990:54-55) la menciona entre los zapotecos de Xanica, en la sierra sur de Oaxaca. Transculturación religiosa En la religión tradicional de los chontales de Tabasco se han producido cambios sincréticos. El ejemplo de la transformación de K’antepec en San Francisco de Asís es muy claro para los chontales de Tamulté de las Sabanas. Según Campos (1988:75) la deidad lunar Ix Bolon se sincretizó con la Virgen de la Asunción, cuya festividad se celebra el 15 de Julio. Otro ejemplo del sincretismo ocurrido en la zona chontal es la relación del creyente con las deidades. En la época prehispánica se efectuaba ceremonias de petición, pero con la influencia española se dio una transformación a la forma de “adoración”: el “venderse” a algún santo milagroso, expresado en chontal como ch'on kan. La traducción de este término se refiere a un compromiso adquirido con el santo a cambio de sanar una parte enferma. Se dice que el barco reliquia más grande de la iglesia de Tamulté de las Sabanas está ahí porque el dueño de la embarcación, al ver que naufragaba, dijo: 'Yo me comprometo con San Francisco". "Venderse a un Santo" es sinónimo de comprometerse. En relación con las deidades del inframundo, existe el sincretismo del dueño de los animales con el diablo Chuk'atak'. Incluso muchos elementos de las creencias populares europeas sobre brujas, demonios y magia negra, así como algunos elementos de las religiones de origen africano, han venido mezclándose a lo largo del tiempo con las ideas de los chontales de Tabasco. Al respecto, se puede consultar el trabajo de Pérez (1987). Fiestas La fiesta titular es realizada en honor del santo o deidad que la comunidad adoptó en algún momento de su historia. Las fiestas religiosas tradicionales

cumplían con dos objetivos: a. manifestar la cosmovisión o ideología del grupo étnico, y b. dado que los costos de la fiesta eran cubiertos por los miembros con más recursos 109

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

económicos ésta funcionaba como un regulador de la acumulación capitalista, promoviendo una cierta homogeneidad económica en la comunidad indígena. Por ello, es evidente que históricamente la economía chontal correspondía en gran medida y se desarrolló sobre la base de la realización de las fiestas titulares (Cadena y Suárez 1988: 168). En la actualidad, sin embargo, la inserción de la etnia chontal en el sistema capitalista ha provocado una diferenciación económica y social y un cambio de cosmovisión cada vez más evidentes. Por esta razón, la fiesta titular ya no cumple con la función de regular la acumulación de capital, sino sólo con la reproducción de la ideología del grupo que mantiene su cultura propia. Dado el incremento del costo de la fiesta las comunidades, chontales de los municipios de Nacajuca y del Centro han adaptado el viejo sistema de la mayordomía a los tiempos modernos. Actualmente los mayordomos se encargan de organizar la festividad patronal anual, sufragar en parte los gastos de la festividad, recolectar fondos para pagar los músicos, enterarse de qué personas "entregarán promesa" al Santo Patrón, es decir, productos de la cosecha, ganado, velas o una aportación monetaria. Otro cargo es el de los fiscales que se encargan de llevar las varas con cintas de colores para "ir a traer las promesas" (Pérez 1987:33). Los mayordomos se nombran por su desempeño en las celebraciones religiosas y/o por su capacidad económica; generalmente se autoproponen para desempeñar ese cargo durante un año. En la fiesta titular se manifiesta la ideología no solamente en las danzas, rituales y mitos que se evoca, sino en la organización comunitaria tradicional y en las relaciones de reciprocidad, cooperación y ayuda mutua (según Cadena y Suárez 1988: 168). Los elementos de la fiesta son: rituales, danza y música sagrada, comida, bebida, cohetes, música y baile popular. Los comerciantes instalan puestos de dulces, ropa y juegos; en Nacajuca se realizan corridas y monta de toros. Otro elemento indispensable es la "enrama", que consiste en frutos y flores atadas a un palo. La enrama se obsequia al Santo Patrono "para pagar una promesa" y para pedirle protección y prosperidad. Las fiestas titulares se realizan en cada uno de los poblados y rancherías chontales, pues cada uno cuenta con su Santo Patrón, además de venerar a otros santos. La sincretización de las deidades prehispánicas con los santos católicos ocurrió, lógicamente, a partir de la colonia. Entre las razones de este sincretismo pueden estar: a. la presencia de una orden religiosa, como en el caso de Tamulté de las Sabanas cuya antigua deidad agrícola K'antepec se sincretizó con San Francisco de Asís, a cuya orden pertenecía el monje Villela que, en 1631, prohibió el Baile del Tigre en dicho lugar (Navarrete 1971); b. la devoción personal de los invasores españoles o de los encomenderos; por ejemplo, el culto a Santiago (incluyendo a su caballo) en diversas comunidades chontales se relaciona con el santo protector de Hernán Cortés, y c. la aparición milagrosa de algún santo o virgen.

110

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

A continuación se citan algunos ejemplos del calendario chontal de fiestas tradicionales. En el municipio de Nacajuca: en Guatacalca, el 25 de abril, día de San Marcos; en Guaytalpa, el 11 de marzo, San Martín; en Mazateupa, el 5° viernes de cuaresma; en Tapotzingo, San Miguel Arcángel, el 29 de septiembre; en Tecoluta, la Asunción, el 15 de agosto; en Tucta, San Antonio, el 13 de Junio (Cadena y Suárez 1988: 170-171). En Tamulté de las Sabanas, Centro, el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís; en Quintín Arauz, Centla, el 4 de julio celebran a San Francisco. Relaciones interétnicas Los chontales de Tabasco han interactuado desde tiempos prehispánicos con nahuas, zoques y choles. En la actualidad los chontales realizan una procesión a Tila, Chiapas, donde los choles de ese municipio les piden que recen ante la imagen del Cristo de Esquipulas en nombre de ellos. En la época de la colonia, los chontales fueron subordinados como tributarios; durante la época independiente, trabajaron como peones de las haciendas o vendiendo sus productos a los mestizos; en la actualidad, son un grupo marginado por la sociedad dominante que, si bien en el discurso oficial manifiesta una preocupación por el “progreso” de los indígenas, en la realidad promueve un modelo de desarrollo contrario a su ideología y modos de vida. Política y acciones indigenistas Programas de desarrollo gubernamental Son numerosos los intentos de planes de desarrollo emprendidos tanto a nivel federal como estatal. Uno de ellos es el de los camellones chontales, programa que entre sus objetivos tenía el de proporcionar tierra laborable a los chontales de Tucta. En un análisis sobre este proyecto, Ortiz (1987: 118) llegó a la conclusión de que "los indígenas son forzados a buscar trabajo en la industria de la construcción, servicios y otros, fuera de los camellones... el proyecto no ha podido cumplir el objetivo de arraigar en el campo a este sector de la población". Otro de los proyectos emprendidos por el gobierno en relación con las comunidades campesinas e indígenas, es el apoyo a la agroexportación, inicialmente de plátano, cacao y caña de azúcar, y posteriormente a la ganadería. El cultivo del plátano desplazó "mayormente a la agricultura de subsistencia, más que a los otros cultivos de exportación" (West et al. 1985). El espacio dejado a raíz de la crisis bananera de los años treinta, fue ocupado por la ganadería extensiva incentivada por el gobierno mediante créditos, asesoría técnica e incluso donación de implementos para dicha actividad. Esto se relaciona directamente con la evolución del uso del suelo en el Estado, en el que se observa un deterioro del medio ambiente natural (selvas, principalmente) en favor de los terrenos cubiertos por pastizales.

111

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

FIGURA 5. Evolución del uso del suelo en Tabasco, México. 1940-1970

El Cuadro 1 fue elaborado a partir de los datos que proporciona Cabrera (1991:32) en cuanto a la superficie en hectáreas dedicadas a "laboreo, pastos y bosque" en Tabasco de 1940 a 1970.

Graficando los datos se obtiene una curva descendente del medio ambiente natural y una ascendente de la ganadería, mientras que la superficie dedicada a la agricultura permanece constante (Figura 5).

112

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Cuadro 1. Evolución del uso del suelo en Tabasco, México, 1940-1970 Superficie (en %) Uso del suelo Medio Natural Ganadería Agricultura

1940

1950

1960

1970

53

33

30

10

24 23

45 22

45 25

69 21

Programas de desarrollo del Instituto Nacional Indigenista Los programas del INI en la zona de Tamulté de las Sabanas incluyen un albergue para niños. El caso del albergue INI en Tamulté es quizás uno de los más desafortunados por parte de organismos gubernamentales, dado que “para ayudar a la educación de los indígenas” se instaló ni más ni menos que en lo que muchos tamultecos denominan “El Bosque”, forma abreviada como se conoce al “Bosque Sagrado de K'antepec”. El etnolingüista chontal Amado Pérez (1987:38), refiriéndose a la acción externa y la contraparte étnica, opina que "el centro ceremonial ya no existe, (porque) fue destruido por los malos pensamientos de algunas personas que lo consideraron poco importante". Otro programa del INI es el de vivienda, que ha favorecido la tendencia a usar materiales prefabricados de concreto, cartón, asbesto y hierro (para el caso de Buenavista, véase la tesis de Flores 1983:40). Un estudio de la vivienda tradicional chontal (Vásquez-Dávila et al. 1988) muestra que es más apropiada para las condiciones tropicales que la promovida por los organismos gubernamentales.

113

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Comentarios finales Los chontales del Centro son habitantes de pantanos y palmares que conocen su entorno y realizan actividades para proveerse de su sustento en relación con una cosmovisión que propicia la conservación de su medio (en las figuras de los dueños del bosque, los animales, los árboles). Una de las partes más interesantes de la mitología de los chontales de Tabasco es la que se relaciona con sus principios clasificactorios de la naturaleza, los cuales muestran las relaciones entre animales y plantas cultivadas y sus contrapartes silvestres; entre hombres y naturaleza. Estos cultígenos representan fuentes importantes de alimentos para los chontales, además de otros satisfactores de importancia cultural. Los yoko yinikob son agricultores, pescadores y recolectores con un uso múltiple de los ecosistemas. La tecnología empleada se basa en la utilización de la fuerza de trabajo familiar e instrumentos de trabajo sencillos. Aparte de sus milpas, muchos chontales cultivan pequeñas huertas de plátano, cacao, coco, y crían animales domésticos en pequeña escala como pollos, pavos, cerdos y abejas nativas. En los últimos años han incorporado la cría de ganado bovino. Sustentados en su propia cultura y cosmovisión, aun en condiciones de marginación social y económica, los chontales de Tamulté de las Sabanas, al manejar y conservar su hábitat, han logrado un desarrollo sustentado en los conocimientos y tecnologías tradicionales. Actualmente la mayoría de las sociedades indígenas del mundo sufren modificaciones, más o menos profundas, por el contacto prolongado con las sociedades dominantes o nacionales. El caso de los chontales de Tabasco no es la excepción y sus patrones culturales (por ejemplo la cosmovisión y la forma tradicional de aprovechamiento del medio ambiente) han sufrido cambios. Todos los sistemas culturales se forman con una red de ideas y patrones de conducta mutuamente dependientes; por eso, a todo cambio ocurrido en estos elementos suele corresponder otro en el resto del sistema (Pelto 1980: 115). Si existen cambios en el modo en que los chontales de Tabasco cultivan el maíz (Cabrera Hernández 1991) o en la manera de construir las viviendas (Vásquez-Dávila et al. 1988) es lógico pensar que también están ocurriendo cambios a nivel del lenguaje (García García 1987) o en la cosmovisión (Hipólito y Vásquez-Dávila 1991) y viceversa. En la medida en que se describa claramente la interacción histórica y actual entre las comunidades y el ambiente, se podrá analizar de manera crítica sus problemas, aciertos y necesidades para construir planes y programas de manera participativa, democrática y alternativa a la planeación centralista de la cultura hegemónica. 114

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Bibliografía Arias G., M.E., A. Lau J. y X. Sepúlveda O. (Comp.) 1987 Tabasco. Textos de su historia. Volumen 1. Instituto de Investigaciones José María Luis MoraGobierno del Estado de Tabasco. Villahermosa, Tabasco. 673 p. Cabrera Hernández, H.M. 1991 Tradición y cambio en la tecnología agrícola chontal de Tamulté de las Sabanas, Tabasco. Tesis. Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero. Cocula, Guerrero. 154 p. Cadena K., S y S. Suárez P. 1988 Los chontales ante una llueva expectativa de cambio: el petróleo. Instituto Nacional Indigenista. México. 213 p. Campbell, B. 1985 Ecología humana. Biblioteca Científica Salvat. Barcelona, España. 275 p. Campos, J. 1988 Bajo el signo de Ix Bolon. Gobierno del Estado de Tabasco. Fondo de Cultura Económica. México. 91 p. Casasola, L. y C. Álvarez. 1984 La cerámica moderna de Monte Grande, Tabasco. Editora Municipal de Emiliano Zapata, Tabasco. 20 p. Collier, G.A. 1976 Planos de interacción del mundo tzotzil. Bases ecológicas de la tradición en los Altos de Chiapas. INI. México. 297 p. Cone, C.A. y P.J. Pelto 1977 Guía para el estudio de la Antropología Cultural. FCE. México. 179 p. Flores Santiago, A. 1983 Estudio agrológico semidetallado del Ejido Buenavista de Tamulté de las Sabanas, Centro. Tabasco. Tesis de Licenciatura. Colegio Superior de Agricultura Tropical. H. Cárdenas, Tabasco. 144 p. García García, I. 1987 Proceso de cambio lingüístico en una población de Tamulté de las Sabanas, Centro. Tabasco. Tesis de Licenciatura. CIESAS. Tlaxcala, México. 274 p. Gómez Pompa. A., J.S. Flores y V. Sosa 1987 “The pet kot; a man-made tropical forest of the Maya". Interciencia 12(1): 10-15. Guiteras Holmes. C. 1986 Los peligros del alma. Visión del mundo de un tzotzil. FCE. México. 302 p. Harrison. P.D. y B.L. Turner II (Eds.) 1978 Prehispanic maya agriculture. University of New Mexico Press. Albuquerque. USA. Hipólito H., E. y M.A. Vásquez-Dávila 1991 “Antiguas historias sagradas y ceremonias de los chontales de Tamulté de las sabanas, Tabasco, México”. Oralidad 3: 65-68.

115

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

ITC (Instituto de Cultura de Tabasco) 1987 Ni yumka'jo'/Los aruxes. ICT. Colección El Cuento Tabasqueño. Villahermosa, Tabasco. s/p. 1988 Ajchawak/EI trueno. ICT. ColecciÓn El Cuento Tabasqueño. Villahermosa, Tabasco. s/p. Instituto Nacional Indigenista 1990 Guía para la elaboración de las monografías de los grupos étnicos de México. INI. Subdirección de Investigación. Mimeografiado. 23 p. Incháustegui, C. 1985 Chontales de Centla. El impacto del proceso de modernización. Gobierno del Estado de Tabasco. Instituto de Cultura de Tabasco. Villahermosa, Tabasco. 61p. 1987 Las márgenes del Tabasco chontal. Gobierno del Estado de Tabasco. Instituto de Cultura de Tabasco. Villahermosa, Tabasco. 374 p. López Mendoza, R. 1980 Tipos de vegetación y su distribución en el Estado de Tabasco y norte de Chiapas. UACH, Colección Cuadernos Universitarios n° 1. 121 p. Miranda Medrano, R. 1985 Control de arvenses y mejoramiento de suelos por medio de leguminosas en un agroecosistema tropical. Tesis de Maestría. Colegio Superior de Agricultura Tropical. Cárdenas, Tabasco. 124 p. Munch, G. 1983 “Cosmovisión y medicina tradicional entre los popolucas y nahuas del sur de Veracruz”. En Ochoa, L. y T. A. Lee (Eds): Antropología e historia de los mixe-zoques y mayas. UNAM. México. p 367-381. Nanda, S. 1982 Antropología cultural. Adaptaciones socioculturales. Wadsworth Internacional/ Iberoamérica. México. 363 p. Navarrete, C. 1971 "Prohibición de la Danza del Tigre en Tamulté, Tabasco, en 1631". Tlalocan 6(4):374-376. Ochoa, L. 1984 La cerámica moderna de Soyataco, Tabasco. Edit. Municipal de Emiliano Zapata. Tabasco. 20 p. Ortiz Ceballos, A.I. 1987 Los camellones chontales: una estrategia de desarrollo rural. Tesis. Colegio Superior de Agricultura Tropical. H. Cárdenas, Tabasco. 139 p. Osorio Arce, M. 1974 Estudio preliminar para el mejoramiento genético del ganado bovino en el Estado de Tabasco. CSAT/Colegio de Postgraduados. Chapingo, México. 212 p. Pelto, P. J. 1980 El estudio de la Antropología. Manual UTEHA n° 356. México. 199 p. Pérez González, B. 1985 El chontal de Tucta. Gobierno del Estado de Tabasco. Instituto de Cultura de Tabasco. Serie Antropología. Villahermosa, Tabasco. 115p.

116

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Pérez Salvador, A. 1987 Medicina tradicional en la comunidad de Tamulté de las Sabanas del municipio del Centro, Tabasco. Tesis. C.IESAS. Tlaxcala, México. 177 p. Puleston, D.E. 1978 “Terracing, raised fields and tree-cropping in the Maya lowlands: A new perspective on the geography of power”. In: Harrison, P.D. and RL. Turner (Eds.): Prehispanic maya agriculture. University of New Mexico Press. Albuquerque. p 225-245. Rivera Cruz, M.C. y A. Trujillo Narcia 1986 Diagnóstico de una comunidad chontal de Tabasco. Estudio de caso del poblado Guaytalpa, municipio de Nacajuca. Tesis Profesional. Colegio Superior de Agricultura Tropical. H. Cárdenas, Tabasco. 235 p. Ruz, M.H. 1983 "Aproximación a la cosmología tojolabal". En: Ochoa, L. y T. A. Lee (Eds): Antropología e historia de los mixe-zoques y mayas. UNAM. México. pp. 413- 440. Salzmann, Z. 1977 Antropología: panorama general. Publicaciones Culturales. México. 386 p. Schumann, O. 1985 "Consideraciones históricas acerca de las lenguas indígenas de Tabasco". En: Ochoa, L. (coord.): Olmecas y mayas en Tabasco, cinco acercamientos. Gobierno del Estado de Tabasco. ICT. Villahermosa, Tabasco. p. 113- 127. 1990 Aproximación a las lenguas mayas. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México. Cuaderno de Trabajo 6. 76 p. Sotelo Santos, L.E. 1988 Las ideas cosmológicas mayas en el siglo XVI. UNAM, Centro de Estudios Mayas. Cuaderno n° 19. 98 p. Secretaría de Programación y Presupuesto 1981 Carta de uso del suelo y vegetación, E 15-5. Escala 1:250,000. SPP. Dirección General de Geografía. México. Tokarev, S.A. 1989 Historia de la Etnografía. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, Cuba. 295 p. Vara, A. 1980 “La dinámica de la milpa en Yucatán: el solar”. En: Hernández X., E. y R. Padilla y Ortega (Eds): Seminario sobre producción agrícola en Yucatán. SARH-SPP-Colegio de Postgraduados-Gobierno del Estado de Yucatán. México. p. 305-341. Vásquez-Dávila, M.A. 1990 “Xanica: cortinas de piedra azul”. México Indígena 13: 53-55. 1991 Conocimiento, uso y manejo· de las palmas y palmares por los chontales de Tabasco, México. Tesis. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Estado de México. 317 p. Vásquez-Dávila, M. A. y M.B. Solís T. 1992 "La miel de los chontales". Memorias del Primer Congreso Internacional de Mayistas. UNAM. Instituto de Investigaciones Filológicas. México. p. 348-371.

117

Vásquez-Dávila, M.A. 1994. Hábitat y cultura de los chontales del Centro, Tabasco. América Indígena 54 (1-2): 91-118.

Vásquez-Dávila, M.A. y M.B. Solís Trejo y E. Hipólito H. 1988 La vivienda en la cultura chontal de Tabasco. En: La vivienda rural en el sureste de México. UNESCO-Gobierno del Estado de Tabasco. p. 19-42. Villa Rojas, A. 1964 “Los chontales de Tabasco, México”. América Indígena 24 (1): 28-48. Villers Ruiz, L., R.M. López Franco y A. Barrera 1981 “La unidad de habitación tradicional campesina y el manejo de los recursos bióticos en el área maya yucatanense- II. Materiales vegetales en la habitación rural tradicional de Cobá, Quintana Roo”. Biótica 6 (3): 293-323. West, R.C., N.P. Psuty y B.G. Thom 1985 Las tierras bajas de Tabasco en la región sureste de México. Instituto de Cultura de Tabasco. Villahermosa, Tabasco. 409 p.

Summary Habitat and culture of the Centro municipality’s Chontales, Tabasco Marco Antonio Vásquez-Dávila From an ethnic and ecological perspective, this essay describes the habitat and main features of the Chontal people’s culture. These people live in the Centro municipality of Tabasco, in the villages of Tamulté de las Sabanas, Buenavista 1st Section, Buenavista 2nd Section, Tocoal, and in the settlements of Estancia, Alambrado, Aniceto, Rovirosa, La Manga, Miramar, La Ceiba, Lomita and Jolochero. The author recounts the most significant historical facts of the region and of the Chontales, emphasizing on the worldview, the social-political organization and the inter-ethnic relations of the Chontales. He emphasizes particularly on the way the Chontal people have adapted to the natural resources and to the environmental properties of the State of Tabasco’s wild, tropical and swampy ecological system, as well as to the existence in that habitat of the other human beings, in this case, the mestizos of Tabasco.

118

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.