VAQUERIZO GIL, D. (2010): “In amphitheatro. Munera et funus. El anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano (ss. I-XIII d.C.). Fundamentación conceptual y planteamientos metodológicos”. En D. VAQUERIZO, D. y J.F. MURILLO (Eds.), MgAC, nº 19 vol. I, 21-29.

November 13, 2017 | Autor: G. Universidad de... | Categoría: Roman Amphitheater, Metodología Arqueológica
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Descripción

Edita: Grupo de Investigación Sísifo (P.A.I., HUM-236)

19

19. VAQUERIZO, D.; MURILLO, J. F. (Eds.) 2010: El Anfiteatro Romano de Córdoba y su entorno urbano. Análisis Arqueológico (ss. I-XIII d.C.), Monografías de Arqueología Cordobesa 19 (2 vols.), Córdoba. 18. VAQUERIZO, D. (Ed.) 2010: Las Áreas Suburbanas en la ciudad histórica. Topografía, usos, función, Monografías de Arqueología Cordobesa 18, Córdoba. 17. RUIZ OSUNA, A. B. 2010: Colonia Patricia, centro difusor de modelos. Topografía y monumentalización funeraria en Baetica, Monografías de Arqueología Cordobesa 17, Córdoba. 16. RUIZ OSUNA, A. B. 2007: La monumentalización de los espacios funerarios en Colonia Patricia Corduba (ss. I a. C. - II d. C. ), Arqueología Cordobesa 16, Córdoba. 15. MORENO ROMERO, E. 2007: “Santa Rosa”. Un sector de la Necrópolis Septentrional de Colonia Patricia, Arqueología Cordobesa 15, Córdoba. 14. GUTIÉRREZ DEZA, M. I. 2007, Los opera sectilla cordobeses, Arqueología Cordobesa 14, Córdoba. 13. LEÓN PASTOR, E. 2007: La secuencia cultural de la Corduba prerromana a través de sus complejos cerámicos, Arqueología Cordobesa 13, Córdoba. 12. CASTRO DEL RÍO, E. 2005: El arrabal de época califal de la zona arqueológica de Cercadilla. La arquitectura doméstica, Arqueología Cordobesa 12, Córdoba. 11. VAQUERIZO, D.; GARRIGUET, J. A.; VARGAS, S. 2005: “La Constancia”. Una contribución al conocimiento de la topografía y los usos funerarios en la Colonia Patricia de los siglos iniciales del Imperio, Arqueología Cordobesa 11, Córdoba. 10. MONTERROSO, A. 2005: Ex teatro cordubensi. La vida del monumento y la producción de cerámicas africanas en el Valle del Baetis, Arqueología Cordobesa 10, Córdoba. 9. CASAL, M. T. 2003: Los cementerios musulmanes de Qurtuba, Arqueología Cordobesa 9, Córdoba. 8. SALINAS, E. 2003: El vidrio romano de Córdoba, Arqueología Cordobesa 8, Córdoba. 7. SÁNCHEZ RAMOS, M. I. 2003: Un sector tardorromano de la necrópolis septentrional de Corduba, Arqueología Cordobesa 7, Córdoba. 6. MARTÍN URDIROZ, I. 2002: Sarcófagos de plomo de Córdoba y provincia, Arqueología Cordobesa 6, Córdoba. 5. CÁNOVAS, A. 2002: La decoración pictórica de la villa de El Ruedo (Almedinilla, Córdoba), Arqueología Cordobesa 5, Córdoba. 4. SÁNCHEZ MADRID, S. 2002: Arqueología y Humanismo. Ambrosio de Morales, Arqueología Cordobesa 4, Córdoba. 3. VAQUERIZO, D.; MURILLO, J. F.; CARRILLO, J. R.; MORENO, M. F.; LEÓN, A.; LUNA, M. D.; ZAMORANO, A. M.ª 1994: El Valle Alto del Guadiato (Fuenteobejuna, Córdoba), Arqueología Cordobesa 3

Con la colaboración de

2. VAQUERIZO, D.; MURILLO, J. F.; QUESADA, F. 1994: Fuente Tójar, Arqueología Cordobesa 2 1. QUESADA, F.; MURILLO, J. F.; CARRILLO, J. R.; CARMONA, S.; QUESADA, F. 1994: Almedinilla, Arqueología Cordobesa 1

MINISTERIO DE Ciencia e Innovación

Monografías de Arqueología Cordobesa (MgAC), que vieron la luz por primera vez en 1994, es una serie de carácter temático publicada por el Grupo de Investigación Sísifo (P.A.I., HUM-236), de la Universidad de Córdoba, y la Gerencia Municipal de Urbanismo de

cordobesa

esta misma ciudad, en el marco de su convenio de colaboración para la realización de actividades arqueo-

Vaquerizo, D.; Murillo, J. F. (Eds.)

El Anfiteatro Romano de Córdoba y su entorno urbano. Análisis Arqueológico (ss. I-XIII d.C.)

19 Vol. I

lógicas, que dirigen el Prof. Dr. Desiderio Vaquerizo Gil y el Dr. Juan Fco. Murillo Redondo. MgAC surgen como instrumento para dar a conocer de forma monográfica propuestas de interpretación arqueológica desarrolladas por Investigadores de dicho Convenio, que someten así de manera periódica su trabajo al juicio crítico de la comunidad científica internacional, y también temas de especial relevancia para el avance de la investigación arqueológica internacional, española y cordobesa.

Vaquerizo, D.; Murillo, J. F. (Eds.) El Anfiteatro Romano de Córdoba

[ monografías de arqueología cordobesa ] 2010

Vol. I

monografías de arqueología

[ 2010 ]

Monografías de Arqueología Cordobesa

Imagen de portada: Vista aérea del Rectorado de la Universidad de Córdoba, con la superposición de las diversas fases documentadas arqueológicamente. Destaca entre todas ellas la inmensa mole del anfiteatro patriciense (Elaboración: R. Ortiz; © Convenio GMU-UCO).

NÚM.

19

(VOL. I)  2010

[ NUEVA ÉPOCA ]

El Anfiteatro Romano de Córdoba y su entorno urbano. Análisis Arqueológico (ss. I-XIII d.C.) (Vol. I)

Vaquerizo, D.; Murillo, J. F. (Eds.)

Córdoba, 2010

NÚM.

19

(vol. I)  2010

[ NUEVA ÉPOCA ] Serie monográfica publicada por el Grupo de Investigación Sísifo (P.A.I., HUM-236), de la Universidad de Córdoba, y la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de esta misma ciudad, en el marco de su convenio de colaboración para la realización de actividades arqueológicas en Córdoba, entendida como yacimiento único.

Directores

Desiderio VAQUERIZO GIL Juan F. MURILLO REDONDO Secretarios

José A. Garriguet Mata Alberto León Muñoz

Foto de portada: Vista aérea del Rectorado de la Universidad de Córdoba, con la superposición de las diversas fases documentadas arqueológicamente en su parte trasera. Destaca, entre todas ellas, la inmensa mole del anfiteatro patriciense (Elaboración: Raimundo Ortiz; © Convenio GMU-UCO).

Correspondencia y pedidos Área de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras Plaza de Cardenal Salazar, 3. 14003 CÓRDOBA Tel.: 957 218 804 - Fax: 957 218 366 E-mail: [email protected] www.arqueocordoba.com D. L. CO: 1.223/2010 I.S.B.N.: 978-84-932591-8-1 Confección e impresión:

Imprenta San Pablo, S. L. - Córdoba www.imprentasanpablo.com

La dirección de MgAC no se hace responsable de las opiniones o contenidos recogidos en los textos, que competen en todo caso a sus autores

Este doble volumen es resultado del proyecto de investigación “In Amphitheatro. Munera et funus. Análisis arqueológico del anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano (ss. I-XIII d.C.)”, financiado por la Secretaría de Estado de Política Científica y Tecnológica (Dirección General de Investigación, Ministerio de Educación y Ciencia, hoy Ciencia e Innovación, del Gobierno de España), en su convocatoria de 2006, con apoyo de la Unión Europea a través de sus Fondos Feder (Ref. HUM2007-60850/HIST). Se inscribe, igualmente, en el Convenio de Colaboración que el Grupo de Investigación Sísifo de la Universidad de Córdoba (HUM-236; Plan Andaluz de Investigación; Junta de Andalucía) mantiene con la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de esta misma ciudad para su estudio como yacimiento único. Todos ellos tienen como Investigador Principal a D. Vaquerizo.

ÍNDICE

(VOL. I)

INTRODUCCIÓN (D. Vaquerizo y J. F. Murillo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

15

EL PROYECTO AMPHITHEATRO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

19

IN AMPHITHEATRO. MUNERA ET FUNUS. EL ANFITEATRO ROMANO DE CÓRDOBA Y SU ENTORNO URBANO (ss. I-XIII d.C.). FUNDAMENTACIÓN CONCEPTUAL Y PLANTEAMIENTOS METODOLÓGICOS (D. Vaquerizo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

21

EL MEDIO FÍSICO Y LAS INFRAESTRUCTURAS: RED VIARIA, ABASTECIMIENTO DE AGUA Y GESTIÓN DE RESIDUOS . . . . . . . . . . . . . . .

31

El medio físico (D. Ruiz Lara, R. Ortiz, S. Carmona, P. J. Soriano) . . . . . . . . . . . . . . . .

33

Geomorfología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hidrología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Edafología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vegetación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otros recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

33 38 38 41 42

El Baetis (E. León Pastor) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

45

Morfología fluvial del Guadalquivir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El Baetis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Infraestructuras hidráulicas en el Baetis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

45 46 47

El poblamiento prerromano de Corduba (E. León Pastor) . . . . . . . . . . . . . . . .

51

Corduba y la secuencia cultural de sus estratigrafías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Síntesis de la investigación de Colina de los Quemados, Corduba . . . . . . . . . . . . . . . . Del poblado prerromano de Corduba a la fundación de Claudio Marcelo . . . . . . . . . . . .

51 52 52

Territorio y vías de comunicación en época romana (M. C. Rodríguez) . . . . .

55

Territorio y vías de comunicación EN ÉPOCA islámica (M. Martagón) . . . . . .

66

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tipología viaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jerarquización de los ejes viarios: características estructurales y funcionalidad . . . . . . . Evolución diacrónica de los ejes viarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

66 72 77 80

La infraestructura de abastecimiento. Acueductos y qanawat– al occidente de Córdoba (G. Pizarro) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

82

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los acueductos romanos de Colonia Patricia. Agua, territorio y urbanismo a Occidente de Córdoba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

82 83 [ 11 ]

La continuidad de los sistemas hidráulicos. Los qanawa–t de época islámica . . . . . . . . . Recopilación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

92 98

EL ÁREA SUBURBANA OCCIDENTAL DE CÓRDOBA A TRAVÉS DE LAS EXCAVACIONES EN EL ANFITEATRO. UNA VISIÓN DIACRÓNICA (J. F. Murillo, M. I. Gutiérrez, M. C. Rodríguez, D. Ruiz Lara) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

99

La identificación del anfiteatro de Colonia Patricia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101 Las excavaciones en la antigua Facultad de Veterinaria . . . . . . . . . . . . . . . 107 Primera Campaña (2002-2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107 Segunda Campaña (2006-2008) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134 La secuencia histórica del anfiteatro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248 La construcción del anfiteatro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El abandono y expolio del anfiteatro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Reutilización del anfiteatro durante la Tardoantigüedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ocupación del área del anfiteatro en época islámica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Transformaciones entre los siglos XIV y XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

250 277 285 295 309

Anexo 1 Los complejos cerámicos del anfiteatro de Colonia Patricia Corduba (L. Hernández, S. Vargas) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Campaña 2002-2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Campaña 2006-2008 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

311 311 318 324

Anexo 2 El sector noroccidental del anfiteatro de Córdoba: laS intervenciones arqueológicas en C/ Albéniz, 2 y Avda. Medina Azahara, 9 (R. Ortiz) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Encuadre histórico y antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desarrollo de los trabajos y metodología de intervención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Presentación e interpretación de los hallazgos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

ÍNDICE

329 329 331 333

(VOL. II)

SUBURBIUM OCCIDENTALE CORDUBENSE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363 El concepto de suburbium en la ciudad romana (J. A. Garriguet) . . . . . . . . . . Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Un problema terminológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Arqueología de las áreas suburbanas en las ciudades romanas de las provincias occidentales: una visión sintética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los suburbios de la Córdoba romana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . [ 12 ]

365 365 366 369 374

VIAE SEPULCHRALES Y PAISAJE FUNERARIO (A. Ruiz Osuna) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Topografía funeraria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Evolución cronológico-tipológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

380 380 384 388 401

Aproximación a la infraestructura viaria del barrio del anfiteatro (F. Castillo, M. I. Gutiérrez, J. F. Murillo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 406 La arquitectura doméstica de la zona occidental de Colonia Patricia Corduba (A. Cánovas) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 415 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 415 Vicus occidentalis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 419 Domus del Sátiro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427 Instalaciones industriales y comerciales en el Suburbium Occidentale (B. García) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 439 Talleres artesanales o industriales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tabernae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Estructuras de almacenamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vertederos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

441 444 445 448 449

El vicus del Suburbium Occidental de Colonia Patricia visto a través de sus conjuntos cerámicos (S. Vargas) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 450 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El vicus occidental del Paseo de la Victoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La domus del Parque Infantil de Tráfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

450 451 459 465

El anfiteatro de Colonia Patricia Corduba en el marco de la ideología imperial (J. A. Garriguet) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 466 El factor espacial: emplazamiento del anfiteatro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 467 El factor temporal: la cronología del anfiteatro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 474 Epigrafía gladiatoria cordubense (S. Sánchez, D. Vaquerizo) . . . . . . . . . . . . . . 480 El contexto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 480 Anfiteatros y gladiadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 483 La familia gladiatoria cordubense . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 485

LA ETAPA TARDOANTIGUA: NUEVO PAISAJE SUBURBANO . . . . . . . . . . . . 501 La transición de la civitas clásica cristianizada a la madina islámica a través de las transformaciones operadas en las áreas suburbiales (J. F. Murillo, A. León Muñoz, E. Castro, M. T. Casal, R. Ortiz, A. J. González) . . . . . . . . . . 503 Los primeros indicios de cambio en la ciudad y el suburbio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . De la cristianización del suburbium… . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . … A la nueva civitas cristiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La conquista islámica y el inicio del proceso de islamización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ‘Abd al-Rahman II y la consolidación de la imagen urbana de Madinat Qurtuba . . . . . . De Madinat Qurtuba a la aglomeración urbana Madinat Qurtuba - Madinat al-Zahra Madinat al-Zahira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

504 510 518 525 535 540 [ 13 ]

LA CRISTIANIZACIÓN DE LA TOPOGRAFÍA FUNERARIA EN EL SUBURBIUM OCCIDENTAL (A. León Muñoz, S. Jurado) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 547 Los primeros indicios cristianos en las necrópolis paganas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 549 La configuración de una topografía funeraria cristiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 553

LA ISLAMIZACIÓN DE QURTUBA Y LA APARICIÓN DE UN NUEVO CONCEPTO DE ÁREA SUBURBANA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 563 LOS ARRABALES DEL SECTOR SEPTENTRIONAL DEL YANIB AL-GARBI . . . . . . . . . . . . 565 La almunia y el arrabal de al-Rusafa, en el Yanib al-Garbi de Madinat Qurtuba (J. F. Murillo, F. Castillo, E. Castro, M. T. Casal, T. Dortez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 565 El arrabal de Cercadilla (E. Castro) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 615 Urbanismo islámico en el sector central del Yanib al-Garbi (T. Dortez) . . . 621 El sector central de los arrabales de Poniente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 621 El sector meridional del Yanib al-Garbi (D. Ruiz Lara, E. Castro, A. León Muñoz, S. Sánchez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 629 Ocupación Emiral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 631 Ocupación Califal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 636 La gestión del agua en los arrabales occidentales de Madinat Qurtuba (B. Vázquez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 643 El abastecimiento y almacenamiento de agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 643 Los sistemas de evacuación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 648 Los cementerios de Madinat Qurtuba (A. León Muñoz, M. T. Casal) . . . . . . . . . . 651 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El proceso de islamización a través de paisaje funerario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Las áreas funerarias de las comunidades dimmíes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

651 656 674 684

La industria medieval de Córdoba: el sector occidental en época islámica (J. M. Cano, E. León Pastor, M. E. Salinas) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 685 La industria medieval . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 685 Los complejos alfareros del Yanib al-Garbi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 692 La fitna y sus consecuencias. La revitalización urbana de Córdoba en época almohade (A. León Muñoz, R. Blanco) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 699 El convulso siglo XI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La etapa almorávide . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La revitalización almohade . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

700 703 705 723

Reflexión final (D. Vaquerizo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 727 Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 733

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EL PROYECTO AMPHITHEATRO

IN AMPHITHEATRO. MUNERA ET FUNUS. EL ANFITEATRO ROMANO DE CÓRDOBA Y SU ENTORNO URBANO (ss. I-XIII d.C.). FUNDAMENTACIÓN CONCEPTUAL Y PLANTEAMIENTOS METODOLÓGICOS Cuestión de compromiso Una de las características que con más claridad define a la sociedad de época romana es su decidida vocación hacia la vida pública. Los mecanismos de promoción política, la búsqueda de prestigio social y el deseo de perpetuarse en la memoria de la comunidad han dejado su reflejo en el registro arqueológico a través de testimonios de muy variado signo, entre los cuales destacan los edificios de espectáculos. En ellos se reproducen los roles sociales, se muestra la capacidad de organización y económica, y se hace manifestación explícita de adhesión al régimen imperial, convertidos para ciudades y elites (incluso, en ocasiones, el propio Emperador, o miembros cercanos de su familia) en objeto preferente de prácticas de tanto calado y significación ideológica como el evergetismo; particularmente en Baetica. La inserción de estos grandes monumentos en la trama topográfica de las ciudades implicó una compleja planificación urbanística que conllevó la ejecución de grandes obras de infraestructura, la transformación física y funcional del entorno y el diseño ad hoc de las áreas inmediatas. La exigencia de amplias superficies para su construcción favoreció el desplazamiento ocasional de tales conjuntos a zonas extramuros, los suburbia, en los que se instalaron también, tradicionalmente, las áreas funerarias, las actividades industriales, nocivas y malolientes, los vertederos y los espacios de explotación agrícola, además de zonas residenciales (continentia aedificia) y recreativas, y eventuales huertos o jardines (horti, praedia)1. Esta circunstancia se dio de manera especialmente recurrente en el caso de circos y anfiteatros, necesitados de varias hectáreas de terreno para su adecuada disposición, además de facilitar los accesos y la evacuación de los miles de personas que solían acudir a ellos; muchas de ellas procedentes del territorium y las áreas rurales más o menos vecinas. Los anfiteatros, por otra parte, eran los edificios en los que se realizaban las ejecuciones y los espectáculos de carácter sangriento, lo que les otorgaba un carácter funesto que quizás estuvo también entre las razones que explican su frecuente ubicación suburbana.

1  “Características de las áreas periurbanas fueron la polivalencia y la falta de criterios de ordenación del espacio desde un punto de vista funcional, porque en realidad los usos del suelo son más coyunturales que en el propio núcleo urbano dado que sobre este espacio la ciudad irá gestando demandas diferentes a lo largo de su devenir” (FERNÁNDEZ VEGA, 1994, 143-144); para la problemática específica relacionada con los espacios residenciales y los jardines, vid. pp. 150 ss.: “poder, privilegio, dominio visual y económico, comodidades, son algunas de las razones que explican, pues, el fenómeno de las zonas residenciales en las áreas periurbanas”, dominadas por la idea de la amoenitas). Sobre el concepto de suburbium en el mundo romano, vid. el trabajo de J. A. Garriguet en el segundo volumen de esta monografía.

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Hablamos, pues, de edificios que entroncan con las señas de identidad más conspicuas de la cultura grecorromana; que, como tantos otros elementos determinantes de la misma (caso del foro, los acueductos o las termas), “hacían” ciudad, convertidos de inmediato y por definición en imagen de la misma y foco de atracción territorial; y que, sobre todo, eran considerados de extremo a extremo del Imperio símbolos inequívocos y universales de romanidad, lo que explica que cada núcleo urbano que se preciase de serlo (y dispusiese de la organización y los medios necesarios a tal fin) quisiera contar con ellos más pronto que tarde, especialmente en provincias. Si a esto sumamos, en el caso de Colonia Patricia, su condición de caput Baeticae, entenderemos sin dificultad que la ciudad, y sus elites, se emplearan a fondo y con todos sus recursos para, en el marco de la remodelación extraordinaria a la que ella misma se somete tras su destrucción durante las Guerras Civiles, dotarse de edificios como no se habían visto jamás por estos lares (VENTURA, 1999; 2009; STYLOW y VENTURA, 2006); de funcionalidad indudable, por cuanto servían al entretenimiento y la canalización de determinadas exigencias sociales, pero también paradigmas en sí mismos de poder, ostentación, prestigio, posibilidades económicas y organizativas y, por supuesto, fidelidad ideológica a la causa de Roma. Todo ello explica que cuando, hace unos años, nos vimos ante la oportunidad de excavar el coliseo patriciense (cuya singularidad viene avalada, entre otros factores, por la avanzada geometría empleada en su construcción y la perfecta estereotomía de su aparejo) (MURILLO et alii, 2009a, 667 ss.), planteáramos su estudio desde el primer momento en un marco más amplio que el del propio edificio, conscientes de que tanto su morfología como su orientación o la elección última de su emplazamiento debieron ser objeto de acalorados debates en el marco de la curia local, cuyos responsables se decidieron finalmente por construirlo a occidente de la Colonia2: en medio de uno de sus sepulcreta más concurridos y monumentales, e inmediato al ramal de la via Augusta que comunicaba con Hispalis por la margen derecha del Baetis (ramal que vio modificado su trazado para hacer hueco en el que construir el colosal edificio). De alguna forma, la vía se convirtió en la prolongación natural de uno de sus dos decumani maximi, por el que ciudadanos y comitivas oficiales podían alcanzar sin dificultad y de forma directa el foro colonial3. Nada, pues, fue dejado al azar. La erección del anfiteatro en este punto conllevó una remodelación en profundidad del Suburbium Occidentale Cordubense que debió ennoblecerlo considerablemente, aportándole en cierta medida una imagen más urbana que suburbana, e integrándolo de lleno en el discurso cotidiano de la ciudad4. El trazado de nuevas calles y avenidas (algunas de ellas porticadas), la amortización de antiguos espacios funerarios para la disposición de domus de lujo, tabernae y los más variados servicios, la construcción de un posible ludus gladiatorius que hoy sólo podemos intuir a través de la epigrafía, el desplazamiento de las actividades nocivas más molestas hacia el territorium…, deben ser entendidos en el marco de una formidable actuación urbanística que, entre principios del siglo I y los inicios de la dinastía Flavia, alumbró una ciudad nueva, diseñada a imagen y semejanza de la Urbs, cuidadosa en todos los extremos, ufana de sí misma y perfectamente consciente del nuevo papel al que había sido llamada. La capitalidad de la provincia exigía una escenografía específica, que

2  Vid. una interesante hipótesis sobre el porqué de la elección del suburbio occidental para su ubicación en el trabajo que J. A. Garriguet dedica en el segundo volumen de esta monografía al anfiteatro en el marco de la ideología imperial. 3  Esta acusada axialidad en los más significativos ejes ceremoniales (vecteurs processionnels) de la ciudad romana altoimperial (que unen los grandes espacios cívicos, pero también los edificios de espectáculos) ha sido recientemente destacada, como “caractéristique de ces temps où la vie collective est davantage rythmée par les céremonies officielles que par les activités politiques ou judiciaires”. Se crearían así lugares especialmente destinados al encuentro (o comunión) de la plebe con el poder imperial, que responderían a la idea de panègyris (GROS, 2009, 335). 4  Para el concepto de suburbium, en relación con lo urbano y lo rústico propiamente dichos, además de su régimen jurídico y sus usos habituales en la ciudad hispanorromana, vid. por ejemplo, además del trabajo de Garriguet que incluye el segundo volumen de esta monografía con la bibliografía más actual y oportuna sobre el tema, FERNÁNDEZ VEGA, 1994, 142 ss. “No existía solución de continuidad entre lo rural y lo urbano, sino una gradación en la que ambos tipos de paisajes intercambian sus caracteres, y así una casa de las afueras pudo ser a la vez residencia y granja, y un huerto podía encontrarse próximo a un anfiteatro y adyacente a un camposanto” (158).

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El anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano. Análisis arqueológico (ss. I-XIII d.C.)

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ya había sido, o estaba siendo ensayada en otras ciudades de similar categoría (simulacra Romae), y la nueva Colonia Patricia apostó firmemente por ello, empleándose sin reparos hasta hacerse romana no sólo de derecho, sino también de hecho. La evolución histórica de este sector extramuros, marcado en buena medida por el anfiteatro como elemento guía, irá, a partir de este momento, ligada indefectiblemente a la del núcleo urbano matriz; pero también es cierto que conocerá determinadas vicisitudes que la singularizan, redoblando su importancia en el discurso diacrónico cordubense5. A tenor de los datos de que disponemos hasta la fecha, el anfiteatro de Corduba parece estar en uso como edificio de espectáculos hasta la década primera del siglo IV d.C. (vid. infra). Una vez abandonado, es sistemáticamente saqueado y, en coincidencia con la importante crisis de las instituciones ciudadanas (que ya no hará sino agravarse hasta que termina el Imperio), los cambios en la política imperial y la transformación del papel que hasta ese momento habían desempeñado las elites en la vida social y urbana (cfr. MURILLO et alii, 2009a, 669), inaugura una fase diferente marcada por la cristianización progresiva de sus instalaciones, avalada seguramente por el nuevo protagonismo en la vida ciudadana de una clase emergente (aunque con raíces en las viejas aristocracias paganas), con un recorrido histórico enorme por delante: los obispos. En su arena habían perdido la vida algunos mártires locales (al menos, según las fuentes: Fausto, Genaro y Marcial, “Los Tres Coronas”, y, según bastantes indicios, también San Acisclo) que se convirtieron rápidamente en ejemplos de conducta e integridad moral y religiosa, dando origen a una forma diferente de entender el mundo funerario determinada por la tumulatio ad sanctos, en torno a basílicas y martyria de nueva construcción de las que parece haber indicios diversos, aunque escasamente determinados en el entorno del edificio de espectáculos cordubense6. Desconocemos, pues, con exactitud el alcance de esta fase, pero sí que cabe intuir su relación directa con el fenómeno de profunda cristianización detectado en buena parte del suburbio occidental, y que mantiene plena vigencia hasta la llegada de los musulmanes, quienes acaban convirtiéndolo en un muladar, tras haber servido durante años como cantera. Tiempo después, las necesidades de espacio de una urbe superpoblada favorecerá la reocupación del sitio en momentos postcalifales (siglos XI-XII) como parte de un arrabal, cuya planta fosiliza en buena medida la del antiguo coliseo, ya casi desmantelado. De ahí a nuestros días sólo hollarían la zona las azadas de los campesinos7; bueno, y también los obreros dirigidos en su momento por D. Samuel de los Santos Gener8, que, cuando se construye en este mismo punto la vieja Facultad de Veterinaria, al tiempo que comienza a urbanizarse de nuevo la zona, alumbraron parte de las estructuras sin llegar a identificarlas. Nuestra intervención ha venido, por tanto, a completar un periplo histórico de primera magnitud, que trataremos de utilizar como espejo privilegiado sobre el que analizar la imagen urbana (con todas las implicaciones que se quiera), como laboratorio en el que contrastar muchas de las hipótesis de trabajo que se han venido manejando hasta la fecha. Había, en consecuencia, que asumir el reto, y de ahí el planteamiento por nuestra parte de un nuevo proyecto, en línea con el interés actual a nivel internacional por las áreas suburbanas, que

Vid. como referencia del tipo de estudio que hemos pretendido para Corduba, Antico Gallina, 2000a. Hablamos de una tumba monumental de mampostería y dimensiones superiores a los cinco metros de la que no tenemos más información (SANTOS, 1950b, 81-82); diversos sarcófagos de plomo recuperados sin mayores precisiones contextuales en la Avda. de Medina Azahara (MARTÍN URDIROZ, 2002b, 312); el elevado número de ladrillos decorados con simbología de filiación paleocristiana que aparecieron cuando se excavó el solar de la antigua fundición de La Cordobesa (CARRILLO et alii 1999, 161), o la atribución tradicional al entorno, a partir precisamente de estos y otros hallazgos, de una basílica cristiana (SÁNCHEZ RAMOS, 2002, Fig. 1) (cfr. MURILLO et alii, 2009a, 669). 7  Esta zona fue conocida durante mucho tiempo como Huerta de la Victoria, asociada en buena medida al convento franciscano existente a la salida de la Puerta de Gallegos. 8  Su trabajo, nunca publicado, fue dado a conocer inicialmente por Á. Ventura (1996, 182, Fig. 131). Una valoración detallada de la historia de los descubrimientos en MURILLO et alii, 2009a, 664 ss. 5  6 

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fructifica ahora en la publicación de esta monografía9, donde se recoge el trabajo desplegado por un amplísimo equipo de personas de las que yo, en este momento, soy sólo simple portavoz. A sus contribuciones remito para una idea global de lo conseguido, que no se limita, ni mucho menos, a la época romana, de acuerdo con nuestro compromiso, espacial y diacrónico, con ese gran y único yacimiento que es la ciudad de Córdoba.

Un poco de historia Cuando, a finales de los años setenta del siglo XX, comenzó su andadura el Área de Arqueología de la Universidad de Córdoba, la información disponible sobre el yacimiento urbano se limitaba en esencia a la aportada en su momento por S. de los Santos Gener (1955) y a algunas intervenciones esporádicas por parte de Investigadores locales y de otras Universidades (BLANCO, LUZÓN y RUIZ, 1969; LUZÓN y RUIZ, 1973; FORTEA y BERNIER, 1979), o del Museo Arqueológico Provincial, dirigido a la sazón por A. M.ª Vicent10. Su papel, reforzado a inicios de esa misma década por A. Marcos, que se convirtió también en el primer profesor de Arqueología de la naciente universidad cordobesa, fue determinante. Por entonces, las excavaciones en la ciudad dependían directamente de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y, visto en perspectiva, bastante hicieron ambos investigadores con no sucumbir en su lucha diaria con promotores y Administraciones, sin el apoyo legal y normativo (también, el estado de opinión mucho más favorable) de los que hoy disfrutamos. Unas limitaciones que, sin embargo, no les impidieron documentar, con mayor o menor profundidad, pero siempre con un espíritu pionero y científico encomiable, una parte importante del patrimonio arqueológico intervenido, por desgracia y en su mayor parte nunca publicado (MARCOS y VICENT, 1985). Poco después se incorporó como Catedrático de Arqueología M. Martín Bueno, quien, perteneciente ya a otra generación y con una trayectoria académica e investigadora profundamente universitaria, supuso un auténtico revulsivo para quienes cursábamos por entonces los últimos años de carrera, sentando las bases de la que sería una nueva forma de hacer y concebir el quehacer arqueológico que tardaría, no obstante, en eclosionar un tiempo. Martín Bueno permaneció sólo un curso académico en Córdoba, pero durante años centró su atención, y sus esfuerzos, en Ategua, consecuente también en eso con su formación y su época, marcada por las figuras de grandes arqueólogos que procuraban asociar su nombre a un yacimiento no menos grande que ellos, convirtiéndolo en objeto preferente y casi exclusivo de su trabajo. Probablemente, detrás de esta elección estuvo el principio tácito de no invadir territorio ajeno, reservando Córdoba como yacimiento para el Museo, por entonces responsable exclusivo de la gestión arqueológica urbana. A diferencia de A. M.ª Vicent y A. Marcos, Martín Bueno trabajaba de forma planificada y en equipo, lo que favoreció la formación en su entorno de una auténtica pléyade de jóvenes investigadores que hoy son, en su inmensa mayoría, reputados profesores universitarios. Y ésa fue su mejor herencia, porque a su marcha dejó el Área de Arqueología de la Universidad cordobesa en manos de J. Liz Guiral y J. L. Jiménez Salvador, cuyo papel determinante en la consolidación de la disciplina arqueológica en Córdoba –y hablo con perfecto conocimiento de causa– nunca ha sido bien, ni suficientemente, valorado; aunque no trabajaron solos. Por aquellas fechas, Arqueología compartía

9  También, en la de Vaquerizo, D. (Ed.) (2010c), Las áreas suburbanas en la ciudad histórica. Topografía, usos, función, Monografías de Arqueología Cordobesa 18, Córdoba, concebida de manera complementaria a ésta. En ella se recogen los resultados de investigaciones similares a la nuestra desarrolladas en puntos muy dispares del Imperio, incluidas las ciudades más representativas de Hispania y un trabajo de síntesis sobre la problemática arqueológica cordobesa firmado por J. F. Murillo y quien esto suscribe. 10  Vid. al respecto el texto en homenaje que nuestro Convenio GMU-UCO le dedicó en el primer número de Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa (2008, 16-20), con el título “Una vida dedicada a la Arqueología. Ana M.ª Vicent Zaragoza y Alejando Marcos Pous, en homenaje”. Ana M.ª falleció a principios de 2010.

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El anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano. Análisis arqueológico (ss. I-XIII d.C.)

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despachos, asignaturas y alumnos con el Área de Prehistoria, cuya titular, M. D. Asquerino, desgraciadamente desaparecida hace sólo unos años, supo sumar fuerzas, epatando con su calidad docente y sus capacidades formativas (en el aula, como en el campo) a cuantos iniciábamos por entonces nuestra andadura profesional. Posiblemente, sin su impecable labor con muchos de nosotros sería difícil entender el rumbo que tomaría años más tarde la arqueología cordobesa. Fue este marco el que encontró a su llegada, en 1984, P. León Alonso, quien sucedió a MartínBueno al frente de la Cátedra, imprimiendo desde el primer momento en el Área un marcado sello personal, diferente por escuela y por actitud. P. León venía a quedarse y, tras un breve periodo de toma de contacto, esta premisa acabaría materializándose en nuevas formas de enfrentar el yacimiento urbano. De sólida formación clásica, la nueva catedrática cordobesa comenzó creando el primer Grupo de Investigación oficial de Arqueología en esta universidad y a sembrar otro modo de hacer entre los más jóvenes, que poco a poco nos fuimos aglutinando en torno suyo. Indudablemente, le favorecieron las circunstancias, porque entre 1984 y 1985 se produjo la transferencia en materia de Patrimonio desde el Gobierno Central a la Junta de Andalucía y, con ella, la puesta en marcha de lo que más tarde recibiría el nombre de Plan Andaluz de Arqueología que, además de potenciar los proyectos de investigación universitaria, propiciaría –de la mano del boom inmobiliario– una proliferación sin precedentes de las intervenciones arqueológicas en las ciudades históricas cuyos avances (para bien y para mal) no tardarían en volver del revés el panorama arqueológico existente hasta la fecha. De un día para otro comenzaron a moverse toneladas de tierra, en muchas ocasiones bajo la dirección de profesionales de escasa cualificación que trabajaban sin suficiente control ni criterios metodológicos uniformes, iniciándose así una de las etapas más fructíferas y al mismo tiempo más desafortunadas de la historia arqueológica andaluza, de consecuencias enormes aún hoy. Probablemente, P. León supo ver los problemas de los que adolecía esta nueva dinámica y decidió combatirla poniendo en marcha su propio proyecto de investigación sobre la Córdoba romana, que eclosionaría con la celebración, en 1993, de un coloquio internacional cuyas Actas (LEÓN ALONSO, 1996) marcan el punto de partida de la nueva arqueología cordobesa. Sólo unos años antes se habían producido dos de los hechos más lamentables, arqueológicamente hablando, de la historia de la ciudad: la excavación (por llamarla de alguna manera) en superficie del Paseo del Gran Capitán, en pleno centro de Córdoba, que supuso la destrucción indiscriminada, con todos los parabienes oficiales, de uno de los sectores más fértiles y monumentales de la ciudad antigua, y el desmantelamiento, casi en su totalidad, del conjunto arqueológico de Cercadilla, al coincidir sobre él la nueva estación ferroviaria de alta velocidad, sin la que hubiera sido imposible llegar a tiempo a la Exposición Universal de Sevilla de 1992, concebida como escaparate internacional del Gobierno central. Por fortuna, en este caso el yacimiento pudo ser parcialmente documentado, dando origen a una abundante bibliografía (CARRILLO et alii, 1999; HIDALGO, 1996; 2000; 2002; 2007; HIDALGO y VENTURA, 1994; HIDALGO y FUERTES, 2001; HIDALGO et alii, 1996; MORENO ALMENARA, 1997; FUERTES, 2001; 2002; 2006; 2007; FUERTES, RODERO y ARIZA, 2007) en la que se ha sustentado la interpretación tradicional del complejo como palatium de Maximiano Hercúleo, contestada, sin embargo, por algunos, como queda bien de manifiesto en éste y otros trabajos recientes (cfr. algunos de los contenidos en VAQUERIZO, 2010b). A partir de este momento, y siempre bajo la dirección de P. León, la investigación arqueológica de carácter universitario en la ciudad empezó a cobrar fuerza11, generándose en muy pocos años un nivel de conocimientos sobre su etapa romana impensable sólo una década antes LEÓN ALONSO, 1996; 1999; MÁRQUEZ MORENO, 1993; 1998 a y c; 1999; 2002; 2003; 2004 a y b; 2005; 2009; VENTURA, 1993b; 1996a; 1999; 2003; 2007; 2008 a y b; 2009; VENTURA, LEÓN y MÁRQUEZ, 1998; VENTURA et alii, 1996; 2002; LÓPEZ LÓPEZ, 1998; LÓPEZ y GARRIGUET,

11  A pesar del fracaso coyuntural que supuso la puesta en marcha de un proyecto conjunto de arqueología urbana centrado monográficamente sobre el yacimiento cordobés que la Junta de Andalucía auspició en 1994.

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Vaquerizo, D. / Murillo, J. F. (Eds.)

2000; MONTERROSO, 2005), que sirvió a la puesta de largo del yacimiento (exclusivamente en lo relativo a su fase romana) ante la comunidad científica internacional. Poco a poco, y de forma absolutamente natural (aunque con base también en las recomendaciones al respecto de la nueva Ley de Patrimonio Histórico Andaluz), este estado de cosas fue propiciando un acercamiento progresivo entre Universidad y Ayuntamiento que, de la mano de su Gerencia Municipal de Urbanismo, decidió tomar parte activa en el particular discurso arqueológico de la ciudad12, marcando de nuevo su irrupción en escena un antes y un después. Creó para ello una Oficina Municipal de Arqueología de la que se hizo cargo Juan F. Murillo, doctorado en Arqueología por la Universidad de Córdoba bajo la dirección de P. León y con una acreditada formación que empezó a hacerse notar de inmediato. Lo primero fue cambiar el modelo de gestión (MURILLO, VENTURA e HIDALGO, 1998; 199913), para lo cual se empezó por evaluar el nivel de destrucción del yacimiento, unificar el registro y regular los procedimientos. Se crearon así algunas herramientas, como la Carta de Erosión de la Historia, la Carta Arqueológica de Riesgo o el Sistema de Información Geográfica al-Mulk, determinante para la actualización permanente de esta última, sin los cuales sería imposible hoy entender el desarrollo ulterior de la arqueología cordobesa. Esta colaboración se consolidaría con la puesta en marcha de un nuevo Plan de Ordenación Urbana en 2001 y la firma en este mismo año, ya trasladada P. León a la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y conmigo al frente del Área de Arqueología de la Universidad de Córdoba, de un convenio de colaboración entre la Gerencia Municipal de Urbanismo y el Grupo de Investigación Sísifo (P.A.I.; HUM-236), en cuyo marco se han generado las más importantes novedades sobre el yacimiento de estos últimos años; ya no sólo con relación a su etapa romana, sino también al resto de su ocupación histórica (GARRIGUET, 2002; CASTRO, 2005; LEÓN PASTOR, 2007; MURILLO, 2004; 2006; 2009; MURILLO y JIMÉNEZ, 2002; MURILLO et alii, 2001 a y b; 2003 a y c; VAQUERIZO, 2003; 2005; 2006b; 2008d; VAQUERIZO y MURILLO, 2005; LEÓN MUÑOZ, 2006; GUTIÉRREZ DEZA, 2007; LEÓN MUÑOZ y MURILLO, 2009; MURILLO et alii, 2009a), e incluso de su territorio (RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, 2008). Respondíamos así a un compromiso con nuestro entorno que entendemos fundamental en el desarrollo de las tareas universitarias, abordando desde una perspectiva pluridisciplinar etapas que hasta ese momento habían sido desatendidas por los investigadores, y sentando las bases de un sistema avanzado de transferencia del conocimiento que habrá de dar sus principales frutos en los próximos años (PULIDO, 2008) y cuenta ya con tres series periódicas: Anales de Arqueología Cordobesa, Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa y Monografías de Arqueología Cordobesa, además de una página web pionera y polivalente, que recibe miles de consultas mensuales (www.arqueocordoba.com)14. En todos los casos enfrentamos la arqueología como fuente histórica de primera magnitud, y también como recurso de futuro. De forma paralela, como complemento temático del programa global15, en 1997 poníamos en marcha el que sería conocido más tarde como Primer Proyecto FUNUS, centrado en los usos y

12  “… la gestión de Córdoba como yacimiento arqueológico ha pasado por diversos episodios traumáticos que han puesto de relieve los profundos problemas de un modelo de tutela que durante décadas viene primando erróneamente, y con consecuencias la mayor parte de las veces irreversibles, intervención sobre prevención e investigación” (LEÓN MUÑOZ, 2008, 11). 13  El texto de este artículo vio también la luz en Murillo, J. F.; Ventura, A.; Hidalgo, R., 1999: “Intervención arqueológica y planeamiento urbanístico en Córdoba”, en Mar, R.; Ruiz de Arbulo, J.; Subías, E. (Eds.), Viure les ciutats hist­òri­ques. Seminari: Recuperar la memòria urbana. L’arqueologia en la rehabilitació de les ciutats Històriques, Documents d’Arqueo­ logia Clàssica, Tarragona, pp. 75-99. 14  Sobre la fundamentación conceptual, la historia, la estructura y los objetivos de este convenio, vid. LEÓN MUÑOZ, 2008. 15  Una filosofía que mantenemos desde entonces, acometiendo aspectos parciales de manera monográfica y coyuntural como una forma de ir avanzando en el proyecto general. A ella responde, de hecho, la iniciativa sobre la evolución del paisaje urbano en el extramuros occidental, de la que esta monografía pretende ser colofón.

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El anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano. Análisis arqueológico (ss. I-XIII d.C.)

EL PROYECTO AMPHITHEATRO

los espacios funerarios de la Córdoba romana, y financiado desde el Gobierno Central y la Unión Europea (Ref.: 1FD97-0295). Con él diseñamos una nuevo modelo de aproximación a la problemática arqueológica del mundo funerario cordubense, tradicionalmente marginada por la investigación oficial, demostrando hasta qué punto un correcto análisis de la topografía, el registro y los rituales asociados puede convertirse en fuente histórica de altísimo valor, indispensable para comprender en su completa dimensión el funcionamiento de la ciudad antigua. Los excelentes resultados obtenidos nos llevaron a plantear una segunda fase del proyecto, que ampliamos hasta la reconquista cristiana (Ref.: BHA 2003-08677), enfrentándonos, también en este aspecto, a la problemática derivada de la gran diacronía del yacimiento cordobés, analizado siempre como un unicum. De ambas iniciativas ha emanado una cantidad ingente de publicaciones16, reconocidas internacionalmente, que dan idea del avance espectacular de la investigación arqueológica cordobesa en este aspecto y se han convertido en referencia y patrón para otras ciudades con casuísticas semejantes. Así las cosas, conocida ya más o menos en profundidad la problemática del intramuros y el devenir del mundo funerario cordubense desde la etapa prerromana a la Baja Edad Media, era el momento de dar un paso más y analizar en profundidad una zona o un aspecto concreto de la ciudad antigua, y la ocasión se presentó de nuevo en el marco de nuestro convenio con la Gerencia Municipal de Urbanismo, con motivo de la intervención de urgencia previa a las obras de adaptación de la antigua Facultad de Veterinaria como Rectorado de la Universidad de Córdoba; un sector del yacimiento en el que ya habían excavado otros antes y que había generado todo tipo de hipótesis, lejos, en cualquier caso, de una identificación fehaciente del conjunto que nosotros, en cambio, sí tuvimos la fortuna de poder hacer: se trataba del anfiteatro de la Colonia Patricia, construido en los años centrales del siglo I d.C. y presente como elemento rector del suburbium hasta el final de la etapa islámica (MURILLO et alii, 2009). Así surgió nuestro nuevo proyecto: “In amphitheatro. Munera et funus. Análisis arqueológico del anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano (ss. I - XIII d.C.)”, del que esta monografía es resultado, con el que hemos pretendido acercarnos al funcionamiento del extramuros occidental de Córdoba desde su fundación en época romana hasta la definición de la Córdoba moderna17. Y cuando hablamos de funcionamiento nos referimos no sólo a la estructuración topográfica o funcional del espacio, sino también a su significación ideológica e incluso simbólica, como reflejo privilegiado y más o menos fiel de la vida urbana. De aquí nace, pues, nuestro proyecto, que han guiado varios desiderata fundamentales: – Aumentar el conocimiento científico y su transferencia a la sociedad. Pretendemos recrear la evolución de la imagen urbana de una ciudad histórica paradigmática, reforzando el papel de la Arqueología como ciencia, yacimiento de empleo, y elemento de dinamización sociocultural y económica, factor educacional y recurso de futuro.

16  Entre las más recientes, vid. las recogidas en VAQUERIZO, 2002a, además, por ejemplo, de VAQUERIZO, 2001 a y b; 2002 b y c; 2002-2003; 2004 a y b; 2006a; 2007 a y b; 2008 c y e; 2010 a y b; MARTÍN URDIROZ, 2002 a y b; SÁNCHEZ MADRID, 2002; CASAL, 2003; SALINAS, 2003; MOLINA y SÁNCHEZ, 2002-2003; SÁNCHEZ RAMOS, 2002; 2003; 2006 a y b; 2007; VARGAS y GUTIÉRREZ, 2004; CASAL, CASTRO y VARGAS, 2004; RUIZ OSUNA, 2005; 2006; 2007; 2010; RUIZ OSUNA y ORTIZ, 2010; GARCÍA MATAMALA, 2002; 2002-2003; SALINAS y SALINAS, 2005; GARCÍA MATAMALA, MARTÍN y MORENO, 2005; MORENO ALMENARA y GONZÁLEZ, 2005; GARCÍA MATAMALA y LIÉBANA, 2006; GARRIGUET, 2006; MORENO ROMERO, 2006; 2007; CÁNOVAS, SÁNCHEZ y VARGAS, 2006; LIÉBANA y RUIZ, 2006; CASTRO, PIZARRO y SÁNCHEZ, 2006; RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, 2006, por lo que se refiere al ager cordubensis, o LEÓN MUÑOZ, 2008-2009. 17  A diferencia de lo que suele ser habitual, preferimos recoger los resultados de nuestra investigación, contrastándolos con una realidad mucho más amplia que por supuesto excede el ámbito de la Bética para acudir al resto de Hispania y del Imperio, en una monografía que fue presentada y debatida con los participantes en el coloquio internacional Las áreas suburbanas en la ciudad histórica. Topografía, usos, función, celebrado sobre el propio anfiteatro, en el Salón de Actos del Rectorado de la Universidad de Córdoba, entre los días 19 y 21 de octubre de 2010.

Monografías de Arqueología Cordobesa 19 (Vol. I)  Córdoba 2010  isbn 978-84-932591-8-1

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Vaquerizo, D. / Murillo, J. F. (Eds.)

– Mejorar el nivel de investigación y su inserción en la comunidad científica internacional, impulsando una investigación interdisciplinar y de calidad capaz de revertir en la formación de una sociedad más identificada y respetuosa con el patrimonio histórico y arqueológico. Modestamente, el papel de nuestro Grupo de Investigación en los últimos años ha sido tan relevante para el avance de la arqueología en Córdoba que el conocimiento existente hoy sobre el pasado de la ciudad resulta infinitamente superior al de hace sólo dos décadas, y así lo corrobora la comunidad científica, a la que periódicamente sometemos nuestros resultados. – Apoyar la coordinación, movilidad y puesta en común de los medios existentes en los centros públicos de investigación (fomentando la colaboración de la Universidad con las instituciones y entidades gestoras del patrimonio histórico, arqueológico y cultural), y favorecer su potenciación como recurso en el campo emergente de la industria cultural. El trabajo coordinado entre la Universidad, la Gerencia Municipal de Urbanismo, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la empresa privada, con apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación a través de la financiación de este proyecto, ha hecho posible una máxima rentabilización de resultados, así como su reversión rápida y efectiva sobre la comunidad científica y la sociedad. – Facilitar la creación y actualización de bases de datos y útiles de investigación mediante nuevas tecnologías que faciliten el acercamiento a tales informaciones de un número cada vez mayor de investigadores. Éste es un aspecto que venimos cubriendo de forma ordinaria a través de las bases de datos generadas en el marco del convenio de colaboración con la Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba (la más importante de ellas al-Mulk), de las que se nutre la Carta Arqueológica de Riesgo, fundamento de toda la normativa municipal en materia de intervenciones en el patrimonio arqueológico, mueble e inmueble, subyacente y emergente. – Potenciar la internacionalización de las actividades de I+D+i, tanto en la difusión de resultados mediante publicaciones, como en el incremento de la participación en proyectos integrados en el marco europeo. Como ya hicimos en 2001, cuando rematamos la primera fase de nuestro proyecto sobre el mundo funerario con un congreso internacional cuyas actas se han convertido en referencia también internacional para el tema, ponemos fin ahora a este nuevo reto con dos monografías de conjunto que abordan la problemática de los suburbia en el mundo romano (VAQUERIZO, 2010b) y más en concreto de los cordubenses, tanto desde el punto de vista temático como cronológico, con especial atención al tema del anfiteatro y su papel rector en la vida del extramuros occidental de Córdoba. Como siempre, hemos dado una presencia importante en nuestro grupo de trabajo a renombrados investigadores del panorama nacional e internacional, que han contribuido con sus aportaciones a la resolución de los problemas histórico-arqueológicos planteados. – Estimular las investigaciones de carácter comparado, preferiblemente en el ámbito europeo, y aquéllas destinadas a conocer el papel jugado por nuestra cultura e historia en el contexto internacional. Cuando hablamos de modelos, queremos decir que valoramos en todo caso la ortodoxia con la que Córdoba incorpora programas o aspectos de otras culturas, definiendo, por consiguiente, su realidad, a partir de la mayor o menor fidelidad con que los reproduce, en relación con los focos de origen y, siempre, con carácter diacrónico.

***** En síntesis, los cambios en la normativa y los modelos de gestión arqueológica que a principios del siglo XXI supuso la aplicación en Córdoba del nuevo planeamiento urbanístico (Plan General de Ordenación Urbana y Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico) condujeron a la Universidad y al Ayuntamiento cordobeses a la creación de un marco institucional de colaboración permanente [ 28 ]

El anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano. Análisis arqueológico (ss. I-XIII d.C.)

EL PROYECTO AMPHITHEATRO

en materia de arqueología, a través de un convenio (vigente desde 2001) que constituye el principal sostén de nuestro proyecto de ciudad. Hoy, los inmejorables resultados obtenidos; el cambio sustancial de rumbo experimentado por la arqueología cordobesa; el avance de la investigación y, con ella, del conocimiento sobre la ciudad histórica entendida como un solo yacimiento; la proyección de resultados en la sociedad; el factor determinante de formación, dinamización e inserción laboral introducido entre los jóvenes profesionales de la Arqueología; y la necesidad ineludible de un correcto conocimiento y disfrute del singular patrimonio arqueológico cordobés por parte del entorno, nos exigen sistematizar la investigación sobre Córdoba en un plan plurianual que, para trabajar de manera complementaria con otros equipos –siempre en el marco de nuestro propio Grupo de Investigación–, hemos decidido comenzar por el sector occidental extramuros de la civitas; buscando, en definitiva, concretar de manera progresiva la evolución diacrónica de la imagen urbana de Córdoba entendida y valorada como ciudad histórica. Se trata, en último término, de un marco de actuación no estático, que exige ir adaptando con periodicidad los objetivos, y también los intereses científicos, a retos que desde nuestro Grupo de Investigación preferimos realistas mejor que ambiciosos, factibles en lugar de pretenciosos, comprometidos antes que rentables. Nuestro concepto de Universidad y de Arqueología huyen de la labor individualista y el éxito personal rápido (fácil y contundente, si se saben elegir temas estratégicos y de repercusión calculada), en beneficio del trabajo conjunto bien planificado y a largo plazo, que subordinamos en todo momento a la casuística global del yacimiento (lo que exige en ocasiones primar la resolución de problemas sobrevenidos), la cohesión y consolidación del equipo, la formación de nuevos investigadores, la internacionalización, la innovación (de métodos y de propuestas), y la transferencia del conocimiento; sin olvidar, como es lógico, la calidad, en una búsqueda permanente y nunca alcanzada de la excelencia (de ahí el nombre de Sísifo elegido para nuestro Grupo). Entendemos que enfrentar la problemática arqueológica de un asentamiento tan complejo –en el espacio, y en el tiempo– como es Córdoba no es cosa de un día ni tampoco de una persona, sino que requiere de una visión a largo plazo regida por un modelo riguroso (en concepto y en método), que garantice la solidez de los resultados y mire al futuro sin desatender siquiera el relevo generacional. Sólo así serán posibles continuidad y solvencia, aun cuando queden siempre retos por conseguir. Éste es el concepto, pero ¿cuál la realidad…? Basta seguir adelante con la lectura de los trabajos que ocupan las páginas siguientes para hacerse una idea cumplida de lo que digo…

Monografías de Arqueología Cordobesa 19 (Vol. I)  Córdoba 2010  isbn 978-84-932591-8-1

Desiderio Vaquerizo

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Con la colaboración de MINISTERIO DE Ciencia e Innovación

vio la luz en 1994, es una serie de carácter temático publicada por el Grupo de Investigación Sísifo (P.A.I., HUM-236), de la Universidad de Córdoba, y la Gerencia Municipal de Urbanismo de esta misma ciudad,

cordobesa

en el marco de su convenio de colaboración para la realización de actividades arqueológicas, que dirigen

Vaquerizo, D.; Murillo, J. F. (Eds.)

El Anfiteatro Romano de Córdoba y su entorno urbano. Análisis Arqueológico (ss. I-XIII d.C.)

19 Vol. II

el Prof. Dr. Desiderio Vaquerizo Gil y el Dr. Juan Fco. Murillo Redondo. MgAC surge como instrumento para dar a conocer de forma monográfica propuestas de interpretación arqueológica desarrolladas por Investigadores de dicho Convenio, que someten así, de manera periódica, su trabajo al juicio crítico de la comunidad científica internacional, así como temas de especial relevancia para el avance de la investigación arqueológica española y cordobesa.

Vaquerizo, D.; Murillo, J. F. (Eds.) El Anfiteatro Romano de Córdoba

[ monografías de arqueología cordobesa ] 2010

Vol. II

Monografías de Arqueología Cordobesa (MgAC), que

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monografías de arqueología

Imagen de portada: Vista aérea del Rectorado de la Universidad de Córdoba, con la superposición de las diversas fases documentadas arqueológicamente. Destaca, entre todas ellas la inmensa mole del anfiteatro patriciense. (Elaboración: R. Ortiz; © Convenio GMU-UCO).

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