Una oferta con trampa

August 14, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Comercio
Share Embed


Descripción

Una oferta con trampa
La apertura de los mercados europeos a los productos de los países en
proceso de desarrollo es uno de las factores más elementales de un orden
justo de intercambio mundial basado en el libre comercio. Hace años que los
países menos ricos esperan que sus vecinos industrializados, que
constantemente los presionan para que abran sus mercados, hagan lo propio.
La última propuesta de la Unión Europea se presenta como una respuesta
positiva a esta expectativa. Sin embargo, más allá de las apariencias y
luego de examinar de cerca la iniciativa, sus modalidades y sus
consecuencias, lo que queda es una sensación de una gran simulación. Es
importante recordar el contexto en el que surgió esta iniciativa para
influir a los países en desarrollo con la esperanza de lograr que se unan a
la solicitud europea de lanzar una gran ronda de negociaciones de comercio
multilateral cuyo objetivo es imponer una mayor liberalización en los
sectores económico, social y cultural. Se han presentado una serie de
propuestas con la finalidad de convencer a los representantes de los países
en proceso de desarrollo. La más espectacular es la llamada "Todo menos
armas" y fue adoptada por los ministros de Europa el 26 de febrero del
2000.
Esta iniciativa propone el libre acceso, sin cuotas ni impuestos, de
"todos" los productos que puedan exportarse de los 48 países menos
adelantados del planeta, a excepción de armas y municiones. Esto significa
que todos los productos agrícolas y sus derivados producidos en los países
más pobres del mundo, 39 de los cuales pertenecen al grupo África, Caribe y
Pacífico, accederán libremente a los mercados europeos. Esta iniciativa ha
sido presentada como señal del deseo europeo de contribuir al desarrollo
económico de dichos países. Parece una gran muestra de generosidad. Un
análisis en profundidad de la iniciativa y una evaluación del impacto que
tendría en el sector agrícola de los países menos adelantados confirma que
el único objetivo de la propuesta es seducir a los sectores de la opinión
pública europea que exigen que los países ricos hagan verdaderos esfuerzos
para corregir los desequilibrios que se registran en el planeta. La
presidencia sueca de la Unión Europea ni siquiera ha intentado ocultar las
verdaderas intenciones de Europa y ha indicado que la iniciativa es "una
importante señal para los países menos adelantados en vista de las próximas
negociaciones de la OMC" .
¿Qué significa esta señal?. Primero, la propuesta será implementada en
etapas progresivas y todo el proceso se extenderá hasta 2009. Se han
incluido modalidades particulares para el banano –para el cual el mercado
europeo se abrirá entre 2002 y 2006-, así como para el arroz y el azúcar,
que entrarán por etapas, de 2006 a 2009. Se exhorta a los países menos
adelantados a apoyar la iniciativa de la Unión Europea en la OMC a partir
de este año a fin de recibir un premio, si es que se le puede llamar así,
por el grueso de sus exportaciones, dentro de ocho años. La iniciativa
surge de una opción fundamental, que es la del libre intercambio por encima
del desarrollo sustentable. La propuesta "Todo menos armas" invalida
instrumentos de regulación del mercado tales como el sistema de
contingencias y precios. Así, los precios disminuirán y los países más
pobres perderán sus ventajas comparativas. Las víctimas de esta
liberalización son los productores. Quiénes sacarán provecho son los
comerciantes y, hasta cierto punto y durante un período limitado, los
consumidores. Este sistema inducirá a una concentración e industrialización
del sector productivo que, en el largo plazo, será perjudicial también para
los consumidores.
La Unión Europea no aprendió nada de los graves errores de su anterior
política de hiperproductividad agrícola. Para los tres productos que tienen
que esperar más la apertura del mercado, la iniciativa de la Unión Europea
anula el mecanismo de acuerdos establecido con los países de Asia, Caribe y
Pacífico. El mecanismo ofrecía una garantía de los precios que pagaría
Europa por los productos de esas regiones. La Unión Europea ya ha
transgredido los acuerdos de Cotonou, firmados hace sólo ocho meses. En
nombre del desarrollo, este organismo sustituirá las importaciones
procedentes de los países de Asia, Caribe y Pacífico, que tienen un precio
garantizado, por importaciones cuyos precios no tienen garantía. Es decir,
esos países venderán sus productos más baratos, por la misma cantidad. En
resumen, perderán dinero.
La iniciativa "Todos menos armas" invalida el protocolo del azúcar, único
instrumento de regulación del mercado para este producto. El azúcar, al
igual que otros productos agrícolas, no puede quedar librado a las
fluctuaciones erráticas del mercado si el objetivo es proteger los ingresos
de los productores agrícolas en lugar de los de los intermediarios que, en
realidad, son los únicos beneficiarios de la propuesta europea. Al eliminar
las acciones imprevistas o casuales, la producción queda sin un marco de
contención y aumentara en forma excesiva, el café ha sido un claro ejemplo.
La sobreproducción lleva a una caída de precios que hará que los países
productores pierdan sus ventajas comparativas. El precio en el mercado
mundial para productos como el café y el azúcar es sumamente inestable en
razón de su oferta y, en promedio, inferior al costo de producción de todos
los países. Esto significa que, si no existe un elemento de control por
parte de quienes suministran los productos , cuya contraparte es un precio
garantizado a través de diversos mecanismos como los organismos reguladores
entre los que la Organización Mundial del Café jugó un papel primordial, la
única ley que se puede aplicar es la de un libre comercio austero, cuya
consecuencia es un colapso de los precios. Los agricultores de todas
partes, tanto los de los países menos adelantados como los de Europa,
perderán dinero. El único que gana con esto es el dogma del libre comercio.
Los países menos adelantados serán alentados a exportar productos agrícolas
a precios de venta que les ocasionen pérdidas sólo para reimportarlos del
mercado global luego como productos terminados. Esto es exactamente lo
contrario de lo que se supone es el desarrollo sustentable y significa una
mayor dependencia de Europa. El colonialismo persigue los mismos objetivos
utilizando diferentes métodos. Ese objetivo es el beneficio a costa de los
países menos ricos. Sin embargo aun existe una alternativa, una apertura
sincera y justa de los mercados europeos para los productores menos
industrializados, algo que realmente contribuya al desarrollo, sólo sería
posible si la Comisión Europea abandonara su dogmatismo neoliberal. Se
requiere la creación de un marco para regular el mercado y la apertura de
sistemas contingentes de importación preferencial libres de aranceles e
impuestos, además de la fijación de precios garantizados.
Inspirada en el protocolo de Lomé que apoya a las ex-colonias europeas en
África y el Caribe, esta alternativa es más flexible que la propuesta
irreversible de "Todo menos armas", puesto que ofrece la posibilidad de
revisión. Permite que se hagan ciertos cambios y pronósticos, por ejemplo,
en cuanto a la posibilidad de revisar regularmente los casos contingentes o
circunstanciales. Además, esta alternativa brinda precios garantizados para
los países más pobres. Esta fórmula es, por lejos, preferible a la
negociación de precios que resultaría de la iniciativa de "Todo menos
armas", que vuelve dependientes de Europa a estos países y que implica
regular los precios entre los de la Unión Europea y los del mercado
mundial. Finalmente, la alternativa no es discriminatoria puesto que se
puede aplicar a todos los miembros, mientras que la iniciativa de la Unión
Europea impone un régimen de acceso al mercado válido para algunos pero no
para otros. Dicha propuesta obliga a los países menos adelantados a ceder
en la Organización Mundial de Comercio, y ese es su único objetivo. No
debería sorprender que la propuesta cuente con un fuerte apoyo en la sede
central de la OMC en Ginebra. Allí es donde la voluntad europea de lanzar
una nueva ronda de negociaciones tiene su más firme soporte, contra la
opinión de la mayoría de los países miembros.
Los comentarios del director general de la OMC, no dejan dudas en cuanto a
las verdaderas intenciones de la Unión Europea, pues ha expresado un
amplio reconocimiento al comisario de comercio de la Unión Europea, por su
contribución al comercio mundial y por poner la política comercial de la
Unión al servicio del desarrollo. También elogió la decisión de demostrar
las buenas intenciones de dicha entidad en el contexto de los preparativos
para la ronda de negociaciones comerciales de la OMC que se realizará en el
próximo mes de noviembre en Doha, capital del emirato árabe de Qatar ". Sin
embargo hay en esta oferta de apoyo para los países en desarrollo toda una
gama de triquiñuelas y trampas que no apoyaran a la mejoría de las
condiciones internas de las sociedades emergentes y si aumentaran las
formas de dependencia hoy existentes
Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.