Una introduccion a la ciencia politica

July 6, 2017 | Autor: Patricia Onganía | Categoría: Ciencia Politica
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Descripción

"La política es el 'hacer' del hombre que, más que ningún otro, afecta e
involucra a todos. Ésta no es una definición de la política. Es para
proclamar desde el principio que lo que me interesa es llegar al hacer, a
la praxis"

Sartori, G.

Introducción

En este texto intentaremos abordar determinados temas iniciales de la
ciencia política, considerándola como una actividad intelectual tendiente a
la conformación de una metodología social para el abordaje de la
investigación empírica y teórica de los fenómenos políticos de las
sociedades contemporáneas.

No es difícil entrever que la definición de política que intentamos desde
esta disciplina ve en la política una esfera particular de la vida humana,
relacionada con la producción y reproducción de los medios de dominación.
Se trata, entre otras cosas, del estudio de la definición epistemológica de
la política, y de su diferenciación de otras áreas de las ciencias
sociales.

Esta discriminación de su objeto de estudio se conforma a partir de una
operación simbólica de diferenciación conceptual de un tipo específico de
prácticas sociales. Por ello no existe más distinción dentro de la
especificidad de la política que su inscripción dentro del aspecto
cognoscitivo.

En este sentido las conductas o prácticas sociales que nos importan son
aquellas que se relacionan con el poder, con sus estructuras
gubernamentales. Por ello la política debe relacionarse, desde su
elaboración científica como una dimensión particular de 'constitución de lo
social' (Anthony Giddens).

Nuestra obra intenta sin olvidar la preeminencia de la política llevar
adelante un interpretación de la misma como instancia de lo social y
trabajando su especificidad desde esa perspectiva. En este punto la
sociología aporta una serie de fundamentos a la ciencia política que se
utilizarán para su interpretación y explicación.

Aunque la política desde diversos universos teóricos haya sido explicada
como ciencia directiva, o arquitectónica del resto de las ciencias
sociales, en la realidad no ha habido una colaboración entre las
disciplinas, especialmente en los ámbitos académicos de nuestro país. La
política se ha pensado con independencia de las condiciones imperantes en
el momento de su producción, tanto de los actores políticos como de los
contextos históricos que le ponen límites (condicionan) las capacidades de
decisión reales.

Por lo general se han utilizado marcos conceptuales foráneos sin el
necesario alejamiento para conformar una crítica ni muchos menos una
correspondencia con la empiria. Se perdió la realidad política en sí, en
términos hegelianos, el punto de partida real que sirve de fundamento para
la producción científica. Incluso la ciencia política fue interpretada
fuera del contexto social, de las prácticas e ideas de los sujetos actores
de la misma. De manera tal que se produce un alejamiento de la elaboración
conceptual y de la producción científica, se utilizaron marcos provenientes
de los preceptos morales o políticos extraviándose el objetivo de realidad
de los estudios, indispensable para la producción científica.

Considerar que la política posee un carácter social no implica adherir a
enfoques sociologistas o deterministas de la política, sino especialmente
reconocer que la dinámica del poder, que constituye la esencia de la
política, se produce en un determinado contexto que incluye no sólo la
discriminación de la filosofía y también implica la determinación del
concepto de ciencia.

Por otra parte, nos parece especialmente relevante analizar el derrotero de
la ciencia política en nuestro país; sin olvidarnos de la importancia que
tienen los políticos en los tiempos que corren. Todavía existe una
burguesía inoperante, que maliciosamente desacredita el saber político, que
aunque hoy tiene una faz científica, no es considerado como el campo más
importante dentro del saber práctico.

Pensamos, desde esta perspectiva, que no puede desarrollarse la
investigación científica, ni filosófica, ni mucho menos artística sin una
buena Política, como lo ha demostrado Orwell en su "1984". Por lo general
sucede que la Política es vista como una ciencia social más, accesorio de
un saber difuso sobre la sociedad, un saber de menor jerarquía cuando se lo
mira desde los esquemas racionalistas empíricos de las ciencias naturales,
la sociología, la economía que por otra parte, los prácticos miran con
desprecio.

Así enfoques que deberían ser complementarios, se transforman en opuestos,
y en esa oposición parecería que sólo sobrevive la política comparada, por
su rigor metodológico y cientificidad.

Y si consideramos a la política desde el punto de vista del prestigio
social, es la última valorada en esa escala, junto con el oficio del
Político, profesión que en nuestro país, no es de las más valoradas. Pero
hoy es imposible negar esta vocación, este especial carisma y esa afinidad
con el poder.

En este contexto parece fácil sostener la cientificidad de las ciencias
sociales, pero habría que determinar ¿qué es una ciencia?, ¿cuál es su
método?. Puede imitar y tomar los métodos, de otras ciencias sociales, o
puede en honor a la rigurosidad, puede intentar la imitación de las
ciencias exactas.

Esta iniciativa no la exime de una indagación epistemológica, de la
especificación de un vocabulario propio, máxime cuando las ciencias
sociales son una "babel de lenguas" (Sartori, 2011).

Tomando a Thomas Khun, distinguiremos entre las estructuras y
procedimientos de la "ciencia normal" y aquellos que distinguen a las
revoluciones científicas. Respecto de las primeras, sólo es necesario saber
a conciencia las técnicas del oficio en cuestión. El problema se presenta
cuando una ciencia no está "normalizada", entonces se presenta una
exigencia que va más allá de la técnica, hay que saber reflexionar, y para
ello son necesarias la lógica y el método, es decir metodología.

El inicio de la política se lo debemos a los griegos, derivado del adjetivo
politikós, que significa todo lo relacionado con la ciudad, por ello
refiere a ciudad, civismo, público. La primera tradición de estudio de la
política nos remite a la filosofía, pero también a Comte, el fundador de
la Sociología, por ello hay por lo menos dos tradiciones dominantes. Pero
esto se complica cuando vemos que además, de la política se ocupan todos,
primero los filósofos, después los economistas, los juridicistas, los
sociólogos. Así nos ocuparemos de introducir en los primeros capítulos una
suerte de estudio epistemológico sobre la política, luego intentaremos
elucidar las relaciones entre teoría y praxis política, ver cómo a lo largo
de la historia los proyectos políticos triunfan o fracasan, también más
adelante, intentaremos cómo hacer en la política, de cómo se transforman
las estructuras a través de los comportamientos y de cómo ellos dejan
traslucir comportamientos y conductas colectivas. Todo esto inmerso en la
matriz del poder y del Estado, como la institución que le pone un orden a
estos temas.

Por ello, cuando estudiamos la Política seguramente deberemos, antes que
nada, y si decimos que la disciplina es praxis, deberemos definir ese hacer
que nos afecta a todos. Es decir la política es praxis, pero como afirma
Sartori, este hacer está siempre precedido de un discurso sobre ese hacer.
En este sentido la acción y los comportamientos políticos, están precedidos
por el discurso sobre la polis. Por ello nuestro primer objetivo es
analizar el discurso sobre la política como actividad y como ciencia. En
este sentido hay diversas fuentes desde las cuales se desarrollara el tema.

En este discurso sobre lo que fuese la política, nos parece claro definir
que además se presenta otra cuestión, si el estudio de la política debe ser
neutro o por el contrario, debe ser compromiso y acción. Y en este sentido
hacemos nuestras las palabras de Bernard Crick (2000) al decir que el
estudio de la política forma necesariamente parte de ella, y se dirige a
defender la libertad de la profesión, pero no su inmediata inclusión en un
foco ideológico. Nuestra idea de la praxis es simplemente ello, una manera
de transformación de la realidad, no la matriz marxista de análisis. Esta
postura no siempre es bien comprendida, mi idea no es de ninguna manera, ni
adormecer la profundidad epistemológica ni mucho menos el compromiso
ideológico, sino evitar que la autoridad científica fuera asumida para
explicar ciertos compromisos, no se trata de asumir una menor
intencionalidad moral sino mostrar que todo compromiso puede asumir una
forma política. Claramente si se recuperase la confianza en la política
podríamos pensar en ella como una herramienta civilizadora de la acción
humana.

La política no permite ir tras de un ideal absoluto, ni tampoco puede ser
una completa actividad que se agota en sí misma. No es capaz de resolverse
todo, no es idéntica a las disciplinas de las que toma subsidiariamente
algunas perspectiva, y por ello como dice Crick "la política es política".





Capítulo 1. LA POLITICA

¿Qué es la política?

En la actualidad estamos, incluso no sólo desde el ámbito académico sin
incluso el hombre común, habituados a diferenciar entre lo político y lo
social; pero también, se hace necesaria una indagación sobre qué significan
los conceptos de "ciencia" y "política", que han modificado profundamente
su significado, sino porque también se han modificado los paradigmas
culturales como afirmábamos ut supra.

Esta alocución designa la actividad humana relacionada con el poder y
también una disciplina académica, cuya delimitación ontológica no es
suficiente sino que se conforma en torno del abordaje de una serie de
problemas a través de matrices conceptuales y teorías, que se reproducen o
transforman con el tiempo.

El término "política" ha sido abordado desde diversos punto de vista,
implica la autodirección de las comunidades, la asignación autoritaria de
valores, la búsqueda de patrones legítimos de valores y políticas
compatibles, el arte de lo posible, la consolidación de los objetivos de
una sociedad, el cambio de estos objetivos y la transformación de una
sociedad, del país donde habita y de la cultura que lo distingue.

La política designa un ámbito de la vida social, relacionada con la
producción y la reproducción de los medios de dominación, es decir de las
estructuras gubernamentales y de las formas del poder por medio de las
cuales los miembros de la comunidad construyen y articulan su convivencia.
La política no puede confundirse con el resto de las ciencias sociales,
posee un especificidad característica, puesto que es ella la que configura
la convivencia social.

Todo esto está enmarcado dentro de un mismo proceso: las decisiones comunes
de hombres y mujeres sobre su destino. Implica tanto las situaciones en las
que se dirimen diversos intereses de los distintos grupos en torno al
futuro de una sociedad, como a la toma de decisiones sobre el tema.

La política es un hacer del ciudadano que afecta a los demás. Ésta
afirmación revela que la política en principio es una actividad, una
praxis, que siempre está precedida, como afirma Sartori (2011:15), por un
discurso. La acción y los pensamientos políticos suelen estar adelantados
por el discurso sobre la política, que tiene tres antecedentes:

1. La filosofía política

2. La ciencia o conocimiento empírico de la política

3. El discurso común u ordinario sobre la política.



La primera de ellas fue la principal fuente de inspiración de la teoría
política hasta no hace mucho, incluso alguna de las obras más importantes
de este siglo pertenecen a este ámbito. La ciencia política, el
conocimiento empírico de la política, es la más embrionaria de las
disciplinas políticas que debe relacionar los principios con la acción.

Finalmente el discurso común sobre la política, asume diversas tonalidades
emotivas, para transformarse en un discurso ideológico-emotivo. Se trata de
argumentos pasionales, que utilizamos todos, cuando estamos en medio de
una discusión o cuando queremos convencer a otro de nuestras razones, es
preciso apasionar al otro para que actúe como nosotros queremos. En este
sentido Sartori (2011:16) distingue entre este discurso y la ciencia
política. La característica de ciencia le aporta objetividad y rigurosidad
conceptual y metodológica al conocimiento politológico.

Más adelante volveremos sobre el tema, pero aquí sostendremos que este
saber práctico implica un cálculo de los medios. Por eso, Sartori
(2011:136) define a la ciencia política como un saber operativo en cuanto
asegura la idoneidad de los medios respecto de los fines, en este sentido,
cabe definir la suficiencia y la idoneidad de los medios, y por supuesto el
fin que se persigue. En este sentido la practicidad de la política, se
reduce a la pregunta por la posibilidad de la política, y más de una vez se
pierde el exigido "control" de las ciencias exactas. Pero además, no
podemos dejar de mencionar que la teoría política no sólo es una teoría
ciencia sino una teoría-filosofía. Aquí nos encontramos con otro obstáculo
cual es el desconocimiento, de la existencialidad de la política. Se trata
del pasado relacionado con el presente y el futuro.

Es un "conocer para actuar", que se enmarca dentro de una teoría política,
que se enmarca dentro de la filosofía política. Pero en Sartori la política
posee una eficacia práctica, pero al mismo tiempo esa practicidad deja a la
política vulnerable a ciertas expectativas.

La política se relaciona con los asuntos de Estado, también con los
procedimientos a través de los cuales se resuelven sus diferencias a través
de procesos de debate y deliberación entre los representantes elegidos por
el pueblo

Las distintas acepciones del término política.

En este apartado intentaremos ordenar algunas cuestiones que aparecen
desordenadas en el lenguaje político. No caben dudas que una de las
acepciones de la política se relaciona con las personas y los grupos que
hacen política. Además se intenta organizar las causas por las que aquellos
que se dedican a la política lo explican, es decir cuáles son sus
motivaciones originarias en relación al modo que tienen de entender la
política.



Aspectos o fases de la política
El concepto de política implica como dijimos, una actividad, y en ese
sentido es un universo compuesto de realidades de muy diversa especie que
forman, una unidad por su referencia cercana o no a la política. Una de las
maneras más fáciles de acceder a este universo político es, a través de la
distinción de planos, fases, procesos y dimensiones.
Linares, en su obra Política y Comunidad, elude en un primer momento la
definición de política pero reconoce una clasificación de los enfoques
doctrinarios que miran diversos aspectos de la política:
a) La política como fenómeno, como dato, constituye una realidad de
comportamiento humano o praxis. Esta manera de entender la política
como fenómeno, es una de las formas más clásicas, o antiguas, y por
ello coincidimos con Linares, que éste fue uno de los problemas
iniciales de la ciencia política. Esta manera de entenderla plantea
las relaciones existentes, entre política y ética; y política y
virtud.
b) Ese comportamiento tiene algo que ver con el Estado. Utilizamos este
concepto en su sentido más amplio; Estado en sentido formal, que
incluye no sólo la dimensión material del Estado, su aparato de
gobierno, sino también a los gobernados, que conforman una comunidad,
en términos Aristóteles la comunidad perfecta y soberana, que puede o
no haber adquirido una forma en la que el uso de la fuerza está
circunscripto a ciertos individuos que forman el así llamado "aparato
de gobierno"
A partir de estas consideraciones podemos distinguir tres tipos de
concepciones sobre la política:
1. Política como acción o conducta del gobierno desplegada por el
gobierno (política arquitectónica)
2. Política como acción o conducta de lucha por el poder( política
agonal)
3. Política plenaria como totalidad
1. Política como acción o conducta de gobierno desplegada por el gobierno-
Política arquitectónica en sentido estricto.
El término "arquitectónica" que utiliza Linares, es tomado de una de las
tradiciones más antiguas, de Aristóteles, que el Estagirita supo utilizar
en varios sentidos, uno como ciencia ordenadora del resto de las
disciplinas que conforman el saber político. En este sentido se acepta que
la política es capaz de integrar una serie de disciplinas políticas, que
tienen como objetivo la ordenación de la actividad del político y de los
ciudadanos hacia el logro del bien común.
También en este sentido, Linares considera como arquitectónica la acción de
constituir o fundar el Estado, puesto que implica la asignación autoritaria
de valores, pero también la discriminación de las políticas públicas
Esta acepción es la más antigua. Ve la política como comportamiento humano
de jefes, gobernantes en la fundación, organización o dirección de la
polis. Esta política necesita de un Estado, y de un individuo que lo
conduzca, ejecute las políticas públicas y monopolice la fuerza pública
legítima.
Platón en "La República" (369, XI,) muestra cómo se conforma la ciudad:
"A mi juicio-dije yo-, la ciudad tiene su origen en que cada uno de
nosotros no se basta a sí mismo y necesita de muchas otras cosas"[1]
Los fines de la "polis" eran la paz, la felicidad de todos y la seguridad.
Es, entonces el político es el que organiza y conduce una comunidad. Cuando
uno piensa en un arquetipo de político aparecen algunos hombres ilustres en
la historia de la humanidad: Licurgo, Alcibíades, Julio César; Napoleón.
Un ejemplo muy conocido sobre políticos al frente de la conducción del
Estado lo encontramos en Platón, quien suele compararlo con un pastor de
hombres y en Aristóteles la imagen de un timonel. En ambos ejemplos aparece
claramente la idea de la conducción, el político es el que posee el arte
de hacer policía, el "arte de las artes", que en estos autores sólo posee
el filósofo.
También en la edad media, los escritores aludieron al oficio del príncipe,
obras denominadas con el nombre común de "espejos de príncipes",
entendiendo a la política como un arte que puede enseñarse, con sus reglas
y principios morales. Un antiespejo sería la obra de Maquiavelo "El
Príncipe", que una vez más define a la política como una praxis o acción de
gobernar y organizar el Estado, lo que nos remite a una adecuación a fines,
a una serie de habilidades que posee el político. Desde el punto de vista
de Jellinek, la ciencia política es ciencia jurídica y ciencia sociológica
sobre el Estado.
2. Política como acción o conducta de lucha por el poder (política agonal)
Esta manera de entenderla política, también se ha llamado "política
disyuntiva" o "política pragmática". Este concepto se relaciona con las
fiestas, certámenes, luchas o juegos públicos dedicados al dios Jano o
Agonio, tanto corporales como de ingenio. También este término se relaciona
con el combate o la lucha.
La política agonal o de lucha implica una actividad en permanente dinámica
entre adversarios para acceder al poder, influir en él o retenerlo. Pero
aun cuando se exprese a través de la violencia, posee una faz positiva por
cuanto hace posible que se expresen distintas versiones sobre el Bien
Común, que se visualicen los errores y defectos del poder y que éste pueda
rectificar sus efectos negatvos
Presenta también una serie de inconvenientes derivados de la agudización
del conflicto que puede llegar a poner en riesgo la estabilidad y la paz
social y romper la convivencia. El objetivo de la política agonal es
conquistar el poder, influir en él o seguir ejerciéndolo.
En esta perspectiva la habilidad para organizar la sociedad no sería
política, o sólo lo sería en tanto medio para la lucha por el monopolio del
poder. Los primeros en ver la política desde este punto de vista han sido
los sofistas. En Atenas el pueblo como miembro de la asamblea legislativa o
de los tribunales luchaba diaria y dialécticamente por el poder político.
El arte de la retórica era el instrumento de esa lucha. Y aunque pareciera
que la elección por sorteo impedía la agonalidad de la política, en el
cotidiano hacer de la política siempre quedaba el margen de la
conflictividad como sustancia de la política.
Esta dimensión en los clásicos se encuentra orientada hacia la política
arquitectónica. En este sentido Platón sostiene:
"…la ley no se propone la felicidad de una clase de ciudadanos, con
exclusión de las otras, sino el bienestar de todos, uniéndolos por la
persuasión y por la autoridad, y llevándolos a participar de las ventajas
que cada cual puede aportar a la comunidad. Si la ley, pues, se consagra a
formar tales ciudadanos, no será para dejar que cada uno de ellos se
aplique a lo que quiera, sino para hacerlos concurrir a la cohesión de la
ciudad".(Platón La República 519-e-520-a)"
Dado el sistema de democracia vigente en Atenas, la teoría platónica se
orientaba especialmente al gobierno de la polis. Es decir a la política
arquitectónica, en sentido estricto, en relación directa con la agonal. En
este sentido, Platón se esforzaba en demostrar contra Gorgias, que la
retórica no era un arte político, y que su relación con la política era muy
lejana.
Esta forma de política reñida con la filosofía también fue tratada por
Maquiavelo, considerando que el ejercicio del poder era, asimismo, un medio
para conservarlo. Contemporáneamente, tenemos la lucha pacífica por los
cargos electivos de una democracia, en ella la política agonal toma una
mayor participación.
En otro orden de cosas, la teoría política marxista es también de corte
agonal. El materialismo histórico es una interpretación agonal de la
historia, pero como lucha de clases, una de las cuales, la propietaria de
los medios de la producción, domina a la otra, y ésta en tanto dominada,
lucha por obtener el aparato administrativo del Estado, que le reportarán
beneficios sociales y luego, en la revolución proletaria final, todos se
harán con el poder.
Otro autor muy importante, dentro de este enfoque es Carl Schmitt, quien
define a la política como una acción de lucha por el poder que se despliega
sobre la distinción irracional de enemigo interior y exterior y amigo
interior y exterior.
Este punto de vista es incompleto, porque deja de lado a la política como
acción arquitectónica.
3. Política plenaria como totalidad estructurada por la política
arquitectónica y la política agonal.
Se trata de la política colectiva o total, en el que participan tanto los
gobernantes como los gobernados, en forma común y solidaria dentro de una
comunidad estatal, centralizada en un cuerpo permanente o en un individuo
de máxima jerarquía la conducción del Estado, la creación y ordenación del
cuerpo jurídico y por ello, el monopolio de la fuerza.
La propia creación de la ciudad tendría el carácter de obra política, como
resultado del oficio de un determinado promotor, quien además organiza y
conduce a la comunidad, a través de su clase dirigente, quien le presenta
claramente los fines a los que debe dirigirse y el mejor modo de
conseguirlos.
Ortega y Gasset, en su obra Mirabeau o el político, define que la Política
es tener una idea clara de lo que se debe hacer desde el Estado con la
Nación, en ambos casos se trata de empresas colectivas.
Esta visión implica una visión más comprensiva y amplia de la política,
puesto que analiza la conducta de los gobiernos y de los gobernados. Se
trata no sólo de la lucha por el poder sino que también de la vida de los
gobernados. Están unidas la política agonal y la arquitectónica.
En la definición de política de Georges Burdeau, también encontramos esta
idea de política plenaria, puesto que considera que la política engloba
todos los fenómenos sociales, en la medida en que ellos son implicados por
la actividad que tanto se dirige a la conquista del poder como a su
ejercicio. Más adelante, enfatiza que la política es toda acción reflexiva
del hombre, sobre el medio humano. El poder es poder en algo y para algo,
se ejerce sobre individuos; es decir no hay política sin comunidad humana.
Existen diversas maneras de hacerse cargo de la política como acción
plenaria, algunos autores lo señalan de manera directa y otros de manera
indirecta, por ejemplo, cuando definen a la política como el comportamiento
o acción humana referente a la lucha, conquista y ejercicio del poder o
cuando simplemente se afirma que la política es la conducta relacionada con
los fenómenos de poder.
Otro enfoque de este punto de vista plenario de la política aparece cuando
el Estado es concebido como institución, aquí la política es un típica
acción colectiva. En este sentido encontramos a Maurice Hauriou, quien
define al Estado como un fenómeno social perteneciente a una totalidad
colectiva denominada "institución", dotada de permanencia gracias a la
existencia de ciertas características.

El término "institución", etimológicamente, comparte la misma raíz con
instrucción, instructor, institutriz e instituto. Las instituciones son
organizaciones formalmente establecidas, pero no tienen por qué
corresponderse con un lugar físico, extendiéndose a las normas de conducta
y costumbres consideradas importantes para una sociedad, como las
organizaciones formales de gobierno y servicio público, o incluso a hechos
sociales contingentes o el aprecio que se siente por una persona digna de
respeto y consideración. Como estructuras y mecanismos de orden social, las
instituciones son uno de los temas principales de la ciencia política, la
sociología y el derecho.



La realidad política

Aquí nos propusimos delimitar semánticamente el término realidad. Aunque
una primera idea parece un concepto sencillo, la verdad es que presenta
aristas complejas y no previstas desde una aproximación más superficial.

Entendemos por realidad una estructura compleja, con diversos planos y
campos de emergencia. Dado que la presente, intenta ser una obra de
ordenación y clarificación, seremos lo más simple posible sin entrar en
ello en una deformación del concepto.

Definiremos realidad como el conjunto de entes perceptibles de cualquier
orden, siempre que puedan ser objeto de conocimiento. Por ello, la realidad
está conformada por la totalidad del mundo natural, objeto de las Ciencias
Naturales, y también el orden humano, desde los restos arqueológicos hasta
obras filosóficas o artísticas, incluyendo las experiencias subjetivas de
las personas.

La política como realidad se refiere siempre a un determinado sector de la
realidad humana, pero también el término designa el conocimiento de esa
realidad. En este contexto la política como realidad, repetimos, implica la
existencia de seres humanos convivientes, en la emergencia y desarrollo de
la vida social, interactuantes. Sin convivencia, no hay política. Además
aunque parezca una idea redundante, conviene destacar que la realidad
política no conforma la totalidad de la realidad humana, de hecho hay
convivencia sin que posea el carácter de política, en la familia, en las
asociaciones profesionales, en las universidades, etc.

Además es obvio que sin sistema político no puede darse convivencia humana
organizada. En este sentido es claro, también, que no existe la realidad
política por fuera del hombre.



Planos de la realidad política: ideas, instituciones y vida política.



Marcel Prelot, en su libro La Ciencia Política, en su intento por definirla
, incorpora la llamada Lista-tipo de la UNESCO del año 1948. La lista
poseía cuatro temas fundamentales:

I. La Teoría Política:

a) La Teoria Política

b) La Historia de las Ideas Politicas




II. Las Instituciones Políticas:

a) La Constitución

b) El gobierno central

c) El gobierno regional y local

d) La administración pública

e) Las funciones económicas y sociales del gobierno

f) Las instituciones políticas comparadas




III. Partidos, Grupos y Opinión Pública

a) Los Partidos Políticos

b) Los grupos y las asociaciones

c) La participación del ciudadano en el gobierno y en la
administración

d) La opinión pública




IV. Las Relaciones Internacionales

a) La política internacional

b) La política y la organización internacional

c) El Derecho Internacional

La lista tipo, según Marcel Prelot poseía tres ventajas principales. En
primer lugar registra adecuadamente los temas que conforman el objeto de un
sinnúmero de obras o de investigaciones de la ciencia política. Luego, la
lista tipo da cuenta de donde la ciencia política no es autónoma, resulta
tributaria de otras disciplinas autónomas. Y finalmente, la lista tipo
evita la dispersión en disciplinas especializadas.

Prelot intenta una simplificación de la lista tipo, que resumirá en Ideas,
Instituciones y Vida Política.



Dimensiones de la política

En esta sección se presta atención a la dimensión estructural de la
política, es decir a aquellas combinaciones de estos elementos que
diagraman diversas "arquitecturas políticas", que se desarrollan a lo largo
de la historia.

La política es multidimensional, de acuerdo con Vallés (2006), según la
contemplemos como estructura, proceso o resultado. En este sentido la
política es un trabajo colectivo, encaminado a gestionar los conflictos
provocados por situaciones de desigualdad en la comunidad. Pero esta
empresa, adquiere una dimensión diversa según, según nuestra percepción al
contemplarla, así la política puede ser vista como una estructura, como un
proceso o como un resultado. En nuestra lengua se utiliza el mismo término
para las tres alternativas pero los anglófonos tienen una distinción más
clara polity, politics y policy

La política como resultado (policy)
En este punto se analiza las soluciones que la combinación de estructura y
proceso da a un conflicto determinado.
En otras palabras, esta dimensión se refiere al producto de la política,
el que regula las tensiones existentes entre los distintos actores de la
vida de una sociedad. El ejemplo más claro de esto son las "políticas
públicas
La política como estructura (polity):

Cuando vemos la política como estructura se le presta atención al modo
estable en que una comunidad organiza su praxis política que se desarrolla
dentro de una arquitectura fija, dada por instituciones y reglas, en la que
se dan los comportamientos políticos. Nos ocupamos en el modo estable en el
que una comunidad organizada organiza sus estructuras políticas.

Es claro que estas estructuras son permanentes, y es en torno a ellas que
los hombres ajustan sus comportamientos, esto conforma la infraestructura
de la política, compuesta por instituciones y reglas, a las que se acomodan
los comportamientos políticos. En este apartado se estudian las estructuras
políticas y las subestructuras, es decir los estados, pero también los
diferentes agrupamientos que los conforman

La política como sistema (politics)
Desde esta perspectiva se entiende a la política como una organización
compleja (un término familiar para nosotros) que recoge y transmite
información, genera actividades y controla resultados. Es autónoma pero
está vinculada a su entorno. Muchas veces se compara a la política con un
sistema cibernético (cibernética y gobierno tienen la misma raíz
etimológica griega: kibernao. También se deben estudiar los elementos del
sistema.
La diferenciación entre estas dimensiones, proceso, resultado y estructura
de la política no siempre puede distinguirse tan fácilmente. En principio
porque en las lenguas latinas las tres dimensiones se aluden con una misma
palabra.
Pero claramente estas tres dimensiones de la política como tarea colectiva
pueden definirse de la siguiente manera
"Estructura "Proceso "Resultado "
"Sistema, orden, "Secuencia de actos, "Política pública, "
"Institución, regla "serie de conductas "intervención sobre las"
" " "relaciones sociales "
"Polity "Politics "Policy "
"Formas de organización"Se presta atención a "Políticas públicas "
"política que la "las conductas "como intervención "
"historia ha generado "individuales y de "sobre las relaciones "
" "grupo que configuran "sociales. "
" "el proceso politico " "
"Estado "Comportamientos "Gobernabilidad. "
" "públicos y privados "Gobernanza "


Dentro de este esquema, la competencia (de la faz agonal) se da dentro de
los límites institucionales y legales, pero puede pasar que la lucha los
supere llegándose a una situación revolucionaria, que incluso puede
desdibujar el orden institucional. Haciendo al sistema más vulnerable al
fenómeno de la influencia, que también pertenece a la faz agonal.

También ya afirmamos que esta actividad política opera dentro de una
estructura social, y que posee un carácter arquitéctonico: en este sentido
se elaboran modelos de organización social y administración del
comportamiento individual y colectivo. La ejecución de una determinada
politics impone una secuencia de etapas prefijadas, que pasan de la simple
concepción teórica del modelo, a la planificación, organización y control
del sistema. Los políticos que ejecutan su "modelo" son ingenieros
sociales, políticos prácticos, ejecutores de un plan prefijado.

Como la realidad política es variable, y como los hechos políticos no son
los mismos a lo largo de la historia, no pueden tomarse las mismas
conductas que otros políticos desarrollaron en otro tiempo, pero sí es
posible descubrir regularidades históricas, que permitan un mínimo de
predictibilidad de la acción política. De tal manera, sería posible la
estructuración de leyes de la realidad política, pero entendidas como cuasi
leyes.


Por último, la realidad política es una realidad simbólica. La ideología,
como concepción del mundo y como expresión de clase social, determina el
comportamiento social y político. Los hombres crean una serie de teorías
para justificar la posición privilegiada que ocupan en la estructura
social. Incluso, llegan a afirmar que la situación es objetiva, racional y
científica.

El elemento subjetivo juega un papel importante en la vida política y esta
subjetivación conduce a internalizar una visión determinada como un
fenómeno universal, válido e inmovible. Lo ideológico y lo político están
íntimamente ligados, y muchas veces las ideas que tenemos sobre las cosas
no son la fiel expresión de su objetividad sino el reflejo de una
deformación de la realidad.

Podemos resumir entonces, los rasgos característicos de la política:

1. La política es parte de la realidad social y está inmersa en ella

2. La política es actividad humana interrelacionada

3. La política es la expresión del ejercicio del poder coactivo físico
dentro del proceso de decisiones con efectos colectivos

4. La política es una actividad dinámica y agonal. Se basa en la lucha
por el poder político y en los diversos intereses ideológicos y
materiales que expresa la acción humana.

Teniendo en cuenta las anteriores características, podemos intentar una
definición de Política:

La política es una actividad humana y una relación Inter-humana que
acontece en una estructura social, dinámica y agonal; la misma que, dentro
de una medida significativa del ejercicio del poder físico coactivo que
manifiesta aspiraciones ideológicas para poner en práctica un modelo
societal, afecta el comportamiento colectivo con el fin de inclinar
voluntades, de una manera eficaz.

Por ello como, solía sostener un inolvidable maestro como el Dr. Alfonso
Santiago, hemos crecido tomando conciencia, a partir de una de sus frases
memorables, que nos ha compilado Edgardo Madaria: "Todo es político, pero
la política no lo es todo", hay una ordenación de la misma hacia los fines
prácticos de la acción, por ello no podemos dejar de abrevar en nuestra
formación más profunda: "La política concebida como una ciencia y un arte
cuya finalidad es 'hacer la vida buena a partir de la verdad', expresión de
resonancias aristotélicas, subordina todas las otras aspiraciones legítimas
del hombre a la continua recreación de la convivencia y el ejercicio
necesario del poder se viste con el ropaje del servicio" (Madaria, 2011:12)


Por ello como servicio y como base se ofrece esta visión de la política, no
sólo desde las cuestiones cuantitativas sino desde la perspectiva de ser
una ciencia de la vida, de la convivencia, de los hombres, y en ella se
integran las diversas perspectivas sobre la política, lo político y el
político, tres factores que incuestionablemente conforman la realidad
política.

Una realidad dinámica, como la política, tiene una unidad integral, es
claro que existen categorías que determinan lo político: la unidad, la
universalidad, la totalidad, la dialecticidad.

Una realidad con diversas dimensiones, en donde lo político es el ítem
integrador, el factor dinámico de la estructura. Las diferentes dimensiones
de la acción humana, se expresan en su mismo desarrolla, y allí nos
enfrentamos con la condición humana, que en palabras de Hannah Arendt
(1958), designa tres actividades fundamentales: labor, trabajo y acción.
Cada una de ellas implica una de las condiciones fundamentales dentro de
las que se ha desarrollado la vida humana en el mundo.

El concepto de labor, corresponde a la actividad que se corresponde al
proceso biológico del aspecto físico de los hombres, que en razón de su
naturaleza, crece, desarrolla ciertos procesos metabólicos hasta su
decadencia y posterior desaparición. Se trata de la labor de la vida en
sí.

Por su parte, el trabajo es entendido como la actividad relacionada con lo
no natural, con aquel ciclo que no se relaciona con la supervivencia de la
especie, pero que proporciona un mundo "artificial" de objetos, dentro del
cual se desarrolla la vida individual. Así Arendt afirma que la condición
humana del trabajo puede entenderse dentro de la perspectiva de la
mundanidad.

Pero es la acción, la única actividad que se realiza entre seres humanos
sin la mediación de lo material, la que corresponde a la condición de la
pluralidad de los hombres, no del Hombre, sino de los hombres que conviven
y habitan el mundo relacionados con la política.

Estas actividades están incluidas con la condición más propia de la
naturaleza humana, nacimiento y muerte. La labor asegura la supervivencia
del individuo y la de la especie. Mientras que el trabajo y su producto
permiten una medida de permanencia y durabilidad a la banalidad de la vida
material. La acción en tanto establece y consolida los cuerpos políticos,
crea la condición para la memoria, para la historia. Entonces vemos que
labor, trabajo y acción están enraizados en la natalidad, porque tienen la
misión proporcionar y tomar en cuenta el constante fluir de los nuevos
nacidos en el mundo como extraños. El nuevo inicio, dado con el nacimiento
se ve en el mundo, por la capacidad del nuevo hombre de empezar algo nuevo.


Los hombres son siempre seres condicionados, el mundo acciona sobre ellos y
les impone límites a su acción, por ello la vida humana sin cosas sería
imposible. El mundo y el hombre interactúan. Pero es bastante difícil que
el hombre capaz de definirlo todo, pueda definirse a sí mismo
objetivamente.

El hombre posee una vida activa y una vida contemplativa, la primera de
ellas está comprometida en hacer algo, en el seno de un mundo formado por
una multitud de hombres y de objetos creados por él. Los hombres y sus
artefactos conforman el medio ambiente en el que las actividades humanas se
desarrollan. Hay una relación simbiótica entre el medio ambiente y la
actividad humana que lo produjo, que se ocupa de él, que lo consolida a
través de la organización política.

Es muy claro para nosotros, parafraseando una vez más a Arendt, que todas
las acciones de los hombres están limitadas por el hecho de que los hombres
viven juntos. Pero rescatando la visión clásica de los griegos, sostenemos
que el hombre posee una capacidad para organizarse políticamente, que no
son simples ampliaciones del hogar y la familia. Así la emergencia de la
polis implicó una nueva dimensión de la vida humana, que Arendt llama bios
politikos (Arendt, 2010:38).

Desde ahora, los ciudadanos pertenecen a dos órdenes de existencia, y
además existe una diferenciación esencial entre lo que es suyo y lo que es
comunal. La historia muestra que la fundación de la polis fue antecedida
por la eliminación de todas las estructuras organizadas sobre el
parentesco, tales como la phratria y la phylé. Existen para Aristóteles
sólo dos actividades humanas propiamente políticas: la acción o praxis y la
phylé[2].

En este contexto, el pensamiento era secundario al discurso, pero ambos se
consideraban coexistentes e iguales, lo cual implicó que la mayor parte de
la acción política, hasta donde se manifiesta por fuera de la violencia, es
decir se realiza con palabras, sino incluso, el encontrar palabras
oportunas, para el momento, es acción. Sólo la pura violencia es muda.

En la polis la acción y el discurso se separaron y se hicieron cada vez
más independientes. Ser político implicaba que todo se resolvía por medio
de palabras y de convencimiento, no de violencia o fuerza. La definición
del hombre como zoon politikon, implica una oposición a la asociación
natural de la familia, y sólo se entiende en su dimensión cuando se dice
que el hombre es zoon logon ekhon, (ser vivo capaz de discurso), por ello
todo aquel que estaba fuera de la polis estaba desprovisto de la
posibilidad de una forma de vida en la que el discurso sólo tenía sentido
entre ciudadanos.

La polis se diferenciaba de la familia, en que en la primera sólo había
iguales, y en la segunda, desiguales. La primera se caracteriza por la
libertad, la segunda por la necesidad. En la primera, se daba la "buena
vida", que era buena porque se habían dominado las necesidades de la vida.
Pero la emergencia de la sociedad, desde el hogar al ágora, no sólo diluyó
el límite entre lo privado y lo político.



Lo político y lo social .La ciencia política

Pero la Modernidad ha traído una distinción entre lo político y lo social,
entre la comunidad perfecta y la sociedad. Pero esta diferenciación, hoy
usual, no pertenece a la clásica concepción de lo político, sino que
siguiendo a Sartori[3], la ubicaremos a fines del siglo XIX. Este concepto
no tiene ninguna relación, con el griego politiké.

El hombre griego se realizaba completamente en la polis, la ciudad vive en
el hombre, por eso el hombre es animal político, con lo que Aristóteles
definía como la política, era toda la vida del hombre. Incluso, el hombre
no dedicado a la política, era un ser menos que humano, un idion un ser
que había perdido la simbiosis con la ciudad, y por ello, era un ser
inferior.

En la acepción griega, el hombre era un animal político, un polités, que
era en todo igual a un animal social. Este hombre vive en y para la polis,
se completa en el vivir colectivo, en comunidad. En este sentido cabe
mencionar que para Aristóteles, los dos términos eran uno solo, es decir
"político" eran para el griego, uno solo. Inclusive la palabra "social"
tiene un origen latino, y sus comentaristas medievales se la atribuyeron a
Aristóteles.

Por ello, Santo Tomás de Aquino tradujo la noción de zoon politikon, como
animal político y social, considerando que es parte de la naturaleza del
hombre vivir en una sociedad. Del mismo modo. Egidio Romano, también citaba
a Aristóteles diciendo que el hombre es un animal político y social. Por
ello, ambos pensadores medievales, a juicio de Sartori, malinterpretaban al
Estagirita.

Ahora bien, la noción de "ciencia política" se determinan por dos
variables: el nivel de la organización del saber y el grado de
diferenciación de los componentes humanos. Claramente la noción de
"ciencia" no queda bien precisada.La ciencia política en este sentido, es
la disciplina científica que tiene como objeto de estudio a la praxis
política en una sociedad.

La ciencia política afirma su campo de estudio diferenciándose y
especializándose respecto de la filosofía. En relación con esto hay que
diferenciar diversas maneras de entender la ciencia, tal como expresamos
previamente, en principio por lo menos podemos considerar paralelamente al
concepto de Sartori, un concepto clásico sobre ciencia.

Siguiendo a José María Medrano[4], la ciencia implica un hábito,
considerada desde un punto de vista subjetivo, implica un hábito que reside
en el científico, de manera que la existencia de la ciencia depende,
especialmente, de un hábito o disposición constante de la conducta que está
presente en el científico; es decir para que haya ciencia, debe haber
científicos y del mismo modo, afirma si va a existir la ciencia política,
deberá haber personas que posean tal ciencia. Esto no implica desconocer
que la ciencia política, como toda ciencia posee un estructura determinada
y un contenido que está exigido por la misma naturaleza de su objeto.

En este sentido, presentar el tema de la ciencia política implica
reflexionar en una serie de temas diversos, muy bien presentados por el ya
mencionado Medrano:

a) El tema gnoseológico

b) El tema epistemológico

c) ¿Qué disciplinas conforman el plexo mayor de la política

d) ¿En qué sentido puede decirse que la política es susceptible de ser
abordada por varias ciencias

e) ¿Cuál es la practicidad que poseen estas disciplinas, que nos pone
frente a la reflexión sobre qué sería las actividades humanas?

f) Diferenciar claramente la actividad científica y la actividad
política. En una y otra aparece como una constante la acción como dato
inexcusable de la política.

Por ello, José María Medrano[5] diferencia la política como ciencia y la
política como profesión. En una como en otra perspectiva la ciencia posee
una estructura propia y un contenido obligado por el objeto de estudio. En
este sentido, Medrano afirma que la ciencia supone un hábito del
científico, de modo tal que si existiese una ciencia política, la misma
depende de haya intelectuales que posean tal saber. Esta conclusión muestra
que en realidad la ciencia o ciencias políticas implican una reflexión
sobre lo que sea la acción política y al mismo tiempo, hacer de ella una
profesión. Por ello los temas listados anteriormente son cruciales a la
hora de definir epistemológicamente a la política. Por más que la política
sea acción, no podemos dejar de considerar que hablar sobre la política
implica concebir al discurso sobre la política (Sartori, 2011:15). Por ello
podemos concluir con el italiano, que tanto la acción como los
comportamientos políticos están antecedidos y concentrados alrededor del
discurso sobre la ciudad, sobre el Estado. Entonces tal vez, un punto
inicial de nuestra indagación sea analizar el discurso sobre la política,
que posee al menos tres antecedentes o fuentes originarias, la filosofía
política, la ciencia empírica de la política y el discurso del hombre común
sobre la política. Si como definimos ut supra, la política es acción, y si
es escasamente comprensible el accionar político del hombre es justamente
porque su accionar está inspirado o por la filosofía; o por el conocimiento
empírico o por la conversación vulgar sobre política.

A la pregunta "qué es la política", de tal difícil respuesta, Sartori
responde considerando las por él llamadas "principales matrices simbólicas"
de las que surgen nuestras ideas y comportamientos políticos.

La filosofía política, la primera matriz, o las filosofías de la política,
fueron la fuente de donde tomaron inspiración las principales teorías
políticas por lo menos, hasta principios del siglo anterior con
exclusividad. En la actualidad, hay algunos pensadores cuyo planteo teórico
radica en esta perspectiva. Una aproximación a la política desde este punto
de vista, práctico.

Por su parte, la ciencia política, es decir un conocimiento empírico de la
política con validez científica es la elaboración más reciente de los
estudios políticos. Esta matriz de conocimiento implica llevarle a la
política una objetividad rigurosa, que no termina de cuajar ni para la
praxis política ni para la teoría política. Es claro además que para la
praxis política, no puede estar ausente el discurso sobre la política. En
este sentido es necesario diferenciar entre el discurso común y el
ideológico-.emotivo, que puede iniciarse sin estas características. La
política implica casi desde su inicio, una argumentación pasional, que
mueve a la acción pero debe diferenciarse de la ciencia política y de la
filosofía política.

Una y otra son completamente diferentes y contrarias, pero a efectos de
concluir con el concepto de ciencia política, llevaremos adelante en primer
lugar un análisis lingüístico, en lugar de recurrir a la consideración del
objeto de la ciencia política, abordaremos los diversos usos del lenguaje
no ordinarios que vienen a especificar lo que la política sea. Las palabras
son multivalentes, esto supone una ventaja y una desventaja. La primera,
implica que es posible ir más allá de las fronteras concretas del lenguaje
natural, porque el pensar es mucho más amplio que el lenguaje, y arribar a
una serie de matices nuevos de significado. Mientras que la desventaja,
implica que muy frecuente, esta polisemia impide la comunicación.

La comunicación da pie al entendimiento entre los hombres, pero es evidente
que, como dice Sartori, que si frecuentemente reflexionamos sobre el
significado de una cierta palabra en relación con determinados contextos,
arribamos a serie de malentendidos. Para Sartori existe una solución a este
tema a través de la organización y ordenamiento del lenguaje según "tipos
de significado".

Este análisis lleva a la indagación sobre las diversas modalidades del uso
del lenguaje. El lenguaje puede definirse como un universo de símbolos o
signos con determinados significados (Sartori, 2011:17). Tanto la filosofía
como las demás ciencias, utilizan su propio vocabulario técnico, en el que
los diversos términos asume un contenido propio. Por ello podemos decir que
la filosofía y la ciencia son lenguajes especiales, porque son modalidades
de un mismo lenguaje, que posee en principio una dimensión emotiva y otra
lógica. A medida que las palabra asumen un contenido racional dejando de
lado su costado emotivo. Nos interesa esta faceta emotiva, por la
capacidad de llevar a la acción, y tampoco podemos dejar de lado que es el
aspecto más ancestral. Pero nunca hay una clara diferenciación entre ambas.
Siempre en la política hay un sedimento sentimental, sin el cual parecería
imposible llevar a los hombres a la acción.

La acción política, o política a secas, es la primer acepción del término
política. Así Medrano, la define "La política es, en efecto,
primordialmente un comportamiento humano social que se especifica por su
fin o por sus fines, más o menos próximos o remotos, atinentes a: 1) la
consecución del bien común de la sociedad, 2) el Estado entendido no sólo
como unidad política moderna, sino preferentemente, como sociedad soberana,
con sus más diversas manifestaciones en el tiempo y en el espacio; 3) el
gobierno, entendido como la acción y el efecto de conducir al Estado a un
fin debido, o a un resultado predeterminado por los agentes u órganos
respectivos; 4) el poder, entendido como la facultad de determinar el
comportamiento ajeno, o como probabilidad de hacerse obedecer, o como
relación de mando y obediencia"[6]

Nos parece pertinente, la política a la que nos estamos refiriendo, es
especialmente, la política pública, es decir la directamente relacionada
con el Estado. Esta política pública se manifiesta de diversas maneras, y
por ello se ha diferenciado entre la llamada faz ascendente o agonal o faz
descendente o arquitectónica de la política[7], tema ya analizado ut supra.

Además siguiendo a Bobbio[8] , podemos diferenciar un sentido amplio y un
sentido restringido de ciencia política. En el primero de los casos, se
hace referencia a "cualquier estudio de los fenómenos y estructuras
políticas, conducido con sistematicidad y con rigor, apoyado en un amplio y
agudo examen de los hechos, expuestos con argumentos racionales". De este
modo la ciencia política puede definirse como toda expresión del
pensamiento que fuese metódico y fundado acerca de los hechos, actividades
o procesos políticos. En el sentido restringido hace alusión, según este
autor, a estudios de carácter científico empírico estricto.

"Ciencia política" en sentido estricto y técnico designa a la "ciencia
empírica de la política", o a la "ciencia de la política" conducida según
la ciencia empírica más desarrollada, como en el caso de la física, de la
biología, etc." (Bobbio-Mateucci, 1993:218)

Esta multiplicidad de definiciones y conceptos, es bastante complicado
arribar un concepto unívoco de política; pero en términos generales
podríamos decir que la ciencia política es un saber orientado a describir e
interpretar la realidad política, y no tanto lo que "debe ser" considerado
como tema propio de la filosofía política.

Cabe entonces realizar una indagación sobre el derrotero de la ciencia
política a lo largo de la historia de las sociedades humanas.


Capítulo 2: La evolución histórica de la ciencia política

El desarrollo de la ciencia política, según Maurice Duverger[9], se ha
relacionado, desde siempre, con la historia de las ideas y de las doctrinas
políticas, puesto que la ciencia política se ha desligado muy penosamente
de las creencias y juicios de valor.

También este tema implica un estudio riguroso de los métodos, que la
ciencia política ha desarrollado a lo largo de su evolución sus métodos y
técnicas de investigación. Habría que reconocer por lo menos, dos grandes
etapas la ciencia política en sentido amplio y otra, donde la ciencia
política ha llevado adelante, la aplicación de métodos más rigurosos y
científicos, especialmente desde 1945 a la fecha.

En este tema Goodin y Klingeman, en su manual le otorgan a Gabriel Almond,
la exposición de la historia de la disciplina. Tema también desarrollado
por Sartori. En nuestra exposición seremos deudores de estos autores.

La ciencia política entendida, de un modo amplio, inicia su derrotero en la
Antigüedad, específicamente en Atenas, en el contexto de la polis, después
se mantiene el interés por ella en Roma, pero ya toma una faceta jurídica
innegable, no encontramos un desarrollo interesante en el medioevo, sólo
los adelantos debidos a Santo Tomás de Aquino, en su recuperación de los
textos aristotélicos, en el Renacimiento, y de la mano de Maquiavelo ya
existe una diversa manera de profundiza en la ciencia política, con la
Ilustración, se produce

Claramente la noción de ciencia política se modifica en razón de lo se
entienda por ciencia y de lo que se entienda por política. Nos animaremos
en este apartado a realizar una historia de la ciencia política como tal y
para ello, deberíamos anclar en el sentido de ciencia y de política.

Lo político debe diferenciarse de lo social como el Estado se diferencia de
la sociedad, pero estas precisiones se vislumbran recién a fines del siglo
XIX. Algunas precisiones deben hacerse; primero que en el pensamiento
clásico no existe la diferenciación entre lo político y lo social.

En el oriente próximo podemos encontrar precursores del pensamiento
político. A pesar de que en la Biblia, Moisés recibe de su suegro una serie
de consejos sobre cómo juzgar o la doctrina sobre la monarquía del
Deuteronomio, no pueden considerarse obras de ciencia política. Pero al
llegar a la Grecia de Heródoto (484 a.C-425 a. C.) vemos que estamos frente
a un mundo en donde el análisis de las ideas políticas y la reflexión sobre
las diversas formas de gobierno, la naturaleza de la capacidad de gobernar
y de la ciudadanía, formaban parte del saber convencional. Los griegos del
s. V a. C. comparten los mismos dioses, se habla la misma lengua y se
veneran dioses similares. Desarrollaron un comercio y una diplomacia
eficiente entre las diversas polis.

La etapa griega y romana

La historia de la ciencia política continúa con Platón (428-348 a. C.) y
sus obras específicas de esta naturaleza: La República, Las Leyes y El
Político, pueden considerarse las primeras obras políticas de Occidente. En
estas obras, Platón establece una serie de precisiones sobre la justicia,
la virtud política, las diversas formas de gobierno y cómo se modificaban.
Ideas que han sobrevivido y anticipan la especulación moderna sobre estos
temas.

En La República, Platón presenta su régimen ideal basado en el filósofo rey
y su posesión de la verdad. Por ello, ejemplificaba el gobierno de la
virtud, para posteriormente describir cuatro regímenes evolutivamente
relacionados según un orden decreciente de la virtud: la timocracia, la
oligarquía, la democracia y la tiranía. Consideraba a la timocracia, como
una corrupción del Estado ideal, en el que el honor y la gloria militar
reemplazaban al conocimiento y la virtud. La oligarquía es también, una
corrupción de la timocracia que reemplaza el honor por la riqueza como
principio de aglutinamiento, por su parte, la democracia surge de la
corrupción de la oligarquía y se corrompe en tiranía.

Posteriormente, en El Político y en Las Leyes, ambas escritas durante su
vejez, después de la Guerra del Peloponeso y de su fracaso en Siracusa,
distingue entre la república ideal y las diversas variedades posibles de
gobierno. Clasifica los regímenes reales, a través de la relación entre la
cantidad y la calidad: el gobierno de uno, pocos y muchos, cada uno con su
versión pura o impura, si respeta o no las leyes. Así dio lugar a la
clasificación en seis regímenes: monarquía, tiranía, aristocracia,
oligarquía, democracia, oclocracia, que Aristóteles perfeccionará y servirá
de base para la tipología clásica de las formas de gobierno.

En Las Leyes, Platón formuló la primera elaboración de una "Constitución
Mixta" como el mejor régimen y el de mayor estabilidad entre los
realizables y especialmente apto para detener el ciclo de desarrollo y
degeneración propio de los diversos gobiernos. La Constitución Mixta de
este autor, es estable al combinar principios, que de otro modo, podrían
estar en conflicto: el principio monárquico de la sabiduría y la virtud con
el democrático de la libertad. Nos encontramos con la primera de las
teorías explicativas.

Aristóteles (384-322 a. C) fue discípulo de Platón por veinte años. Luego
fue tutor de Alejandro Magno, después volvió a Atenas y fundó su propia
escuela: el Liceo, una institución de enseñana e investigación. El método
del Liceo era inductivo, empírico e histórico, diferente del enfoque
idealista platónico. Allí Aristóteles estudió 158 constituciones de las
diversas polis, de las que sólo se conserva la Constitución de Atenas. Era
fundamentalmente un observador de la realidad política y consideraba al
hombre como zoon politikon, por ello asi como el hombre vive en la polis,
la polis vive en él, es la causa de la total realización del hombre en la
polis. Al definirlo como "animal político", el Estagirita, describía la
concepción griega de la vida, en la cual la ciudad, la polis, era la
dimensión completa de la vida del hombre. Por ello, quien no vivía en la
polis, era considerado un idion, un ser limitado, por haber perdido o no
haber poseído nunca la plena simbiosis con la polis. Un hombre "no-
político" no era un hombre propiamente dicho.

Para Aristóteles el hombre, el polités, era un animal social, que vivía en
y para la polis, porque poseía un vivir colectivo, vivía en koinonía
(Sartori, 2011:203) en simbiosis con la ciudad, en comunidad. Para
Aristóteles la polis era ambas cosas. En su obra Política, la define como
la actividad suprema del hombre cuyo ámbito natural era la ciudad.
Consideraba además que la política era ciencia práctica, y además
arquitectónica, puesto que ordenaba al resto de las ciencias prácticas. Era
una ciencia directiva del obrar, y por ello el desarrollo indispensable de
la esfera prudencial en la misma, a la que Aristóteles le daba especial
importancia.

En relación con la teoría de las formas de gobierno, Aristóteles toma la
clasificación de seis formas de Platón, pero considera que desde el punto
de vista realista que lo caracteriza, hay cuatro tipos importantes:
oligarquía y democracia, politeia o gobierno constitucional o mixto, que es
una combinación de oligarquía y democracia. Ésta es la mejor forma de
gobierno, mientras que la peor es la tiranía. Además consideraba que la
estabilidad estaba enmarcada dentro de los estratos sociales medios. Donde
dominaban los ricos, teníamos la oligarquía, mientras que donde dominan los
pobres, democracia. Mientras que cuando dominan las clases medias, podemos
tener un gobierno "mixto" o constitucional que tiende a la estabilidad
porque pueden compensar los intereses contrapuestos.

También es importante para Aristóteles, el análisis entre el status, la
ocupación, la profesión y la clase y las variedades de instituciones
políticas por un lado, y por otro, la relación entre la socialización y el
reclutamiento político y la estructura y el proceso político por otro.

Las generalizaciones se basaban en los griegos, no en el género humano. Los
ciudadanos eran diferentes de los extranjeros, y de los esclavos. Con el
cosmopolitismo de Alejandro Magno se hicieron más importantes dos nociones
de la filosofía estoica. Las ideas de una humanidad universal y de un orden
en el mundo basado en el derecho natural. Ideas que había adelantado el
filósofo estoico Crisipo a finales del s. III a. C. Pero en realidad su
elaboración más pertinente en las obras de Polibio (203-120 a. C) y Panecio
(185-109 a. C), quienes fueron testigos del final de la República Romana,
pero también fueron capaces de transmitir estas ideas a los intelectuales
de ese momento. Panecio se dedicó a los aspectos filosóficos y éticos del
estoicismo nuevo, en tanto Polibio realizó una adaptación de ideas
platónicas y aristotélicas a la historia de Roma y a la interpretación del
desarrollo de las instituciones romanas.

Polibio atribuyó la grandeza de Roma a la estabilidad de sus instituciones
políticas. Explica con mayor detalle las ideas de la evolución de los
gobiernos de Platón y Aristóteles, explicando desde sus causas sociológicas
y/o psicológicas la decadencia de los sistemas puros de gobierno. Las
formas puras de gobierno, monarquía, aristocracia y democracia degeneraban
en su formas impuras: tiranía, oligarquía y oclocracia respectivamente.
Para el griego, los constructores de la República Romana habían descubierto
a través de un procedimiento de ensayo y error, las cualidades del gobierno
mixto, a través de la combinación de los principios monárquico en el
Consulado, aristocrático en el Senado y democrático en la Asamblea. Estas
instituciones le permitieron la dominación de todo el mundo conocido en
poco más de medio siglo y eran, según el griego, las que garantizaban un
gobierno global estable y justo regido por el Derecho romano.

Más tarde, Cicerón (106-43 a.C), jurisconsulto intentaba aplicar la teoría
de la constitución mixta en un momento en el que, las instituciones romanas
ya daban cuenta de haber entrado en un proceso de descomposición profundo.
Hacía un llamado a la vuelta a las tradiciones romanas anteriores, previa a
las luchas de los Graco, Mario y Sila. Más importante, fue su elaboración
de la teoría estoica del derecho natural. Implicaba la existencia de un
derecho natural universal, que proviene del orden divino del cosmos, y de
la naturaleza racional y social de la humanidad. Esta idea del derecho
natural fue la que se adoptaría en el derecho romano, pasando de allí a la
doctrina de la Iglesia católica su manifestación ilustrada y moderna.

Así aparecieron los dos temas de la teoría política que son muy frecuentes
en la historia de la ciencia política hasta el presente. La cuestión de las
formas de gobierno adopta para su respuesta, la elaboración de Aristóteles
a efectos de solucionar el problema de la degeneración y el ciclo de las
mismas. La ciudad para los romanos era la civis. Estas ideas son
transmitidas a Roma por los estoicos del período medio (Panecio y Polibio)
y desde allí a la teoría política católica.



El pensamiento medieval y renacentista

Con la aparición del cristianismo, la ciencia política va a sufrir una
serie de modificaciones. Pero la teoría del derecho natural y de la
constitución mixta encuentran su formulación más plena en Santo Tomás de
Aquino (1225-1274), quien va a relacionar la constitución mixta con la
justicia y la estabilidad a través de su relación con el derecho divino y
natural. También el Aquinate da ejemplos de constitución mixta, tomando al
orden político teocrático de Israel de Moisés, Josué y los Jueces, y la
República romana en sus inicios.

Esta idea del gobierno mixto y del derecho natural conforman el modelo
desde el cual se juzgan los regímenes reales. En estos autores el ejemplo a
seguir era la ciudad de Venecia, con su Duque monárquico, un Senado
claramente aristocrático y un Consejo democrático. La riqueza y el poder
político de Venecia eran prueba suficiente de las ventajas del régimen.

Por su parte, el norte de Italia los diversos principados y repúblicas, las
rivalidades entre la Iglesia y el Imperio, la guerra, la conquista, la
revolución, la diplomacia y las innovaciones institucionales de estos
regímenes, estimularon un sinfín de estudios sobre esta realidad. Aquí se
discutían los temas antiguos, es decir la constitución mixta de Aristóteles
y Tomás de Aquino. Además la traducción de la obra de Polibio, Historia de
Roma en el siglo XVI, lo transformó en un autor muy leído especialmente en
Florencia y en las obras de Maquiavelo (1469-1527), quien en medio de una
polémica con Guicciardini, en quien es evidente la influencia de
Arsitóteles, Polibio y Tomás de Aquino y sus conclusiones sobre el gobierno
mixto. Guicciardini era más afecto a un gobierno de carácter aristotélico y
más espartano; en cambio Maquiavelo estaba a favor de la mayor
participación del elemento popular[10].

Pero en Maquiavelo es posible ver una ruptura, respecto de la teoría
clásica, y su apoyo a una mayor participación en el elemento popular,
tomando más influencia de Polibio. Esto le proporcionó una mayor
legitimidad a los regímenes republicanos y monárquicos de entonces. Antes
de la publicación de las dos obras políticas del florentino, El príncipe
(1517) y Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio (1512-1517), la
mayoría de los autores analizaban los regímenes sólo bajo dos variables,
corruptos o no, normativos o no normativos, tomados estos conceptos según
las nociones platónica y aristotélica[11].

Por esta época además, aparece la teoría de la soberanía de Jean Bodin
(1529-1596), formulando esta teoría como una solución al problema del
desorden imperante en ese momento, que el francés consideraba uno de los
efectos de la constitución mixta. Su metodología es historicista, y afirma
que los casos clásicos de gobierno mixto, en realidad eran gobiernos
centralizados. Además desarrolla el concepto de soberanía y retoma la
influencia de las condiciones ambientales y socioeconómicas sobre los
Estados anticipando estudios que posteriormente haría Montesquieu.

La Ilustración

La Ilustración sin dudas conformará, un progreso importante en el
desarrollo de la ciencia política. Pensadores como Hobbes, Locke,
Montesquieu, Hume, Madison y Hamilton trataban los mismos temas que los
antiguos y medievales: las diversas formas de gobierno, pero el adelanto
principal fueron las mejoras introducidas en la obtención y evaluación de
los datos necesarios para desarrollar las inferencias propias de la
ciencia.

El primer autor que responde a estas características es Thomas Hobbes (1588-
1679), quien escribe su primera obra, la traducción de las Guerras del
Peloponeso de Tucídides, que mostraba una época de desorden, similar a la
Inglaterra de su época, que en ese momento atravesaba la guerra civil, el
regicidio, la dictadura, y el exilio para los opositores. En este sentido,
la descripción de Hobbes acerca del estado de naturaleza, de las razones
para la obediencia, la naturaleza de la obligación política y la
legitimidad de las formas de gobierno, estaba influida por sus lecturas
sobre la caída de Atenas y sus pensamientos respecto de la confusión que
reinaba en Inglaterra.

En las obras posteriores, De Cive y Leviatán, Hobbes llegaba a la
conclusión de que la autoridad era indispensable en una sociedad, si se
quería asegurar la salida del estado de naturaleza. El individuo se
obligaba a la obediencia, y obtenía seguridad. La mejor forma de gobierno
para el inglés es el absolutismo monárquico en razón de sus deducciones
lógicas enmarcaban las necesidades del hombre.

Un poco después John Locke, escribe sobre los orígenes del gobierno en su
Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil , desde una perspectiva
completamente contraria al argumento de Hobbes. El pueblo consiente el
gobierno para que se asegure la libertad y su bienestar. Este estado de
naturaleza no es tan crítico como el planteado por Hobbes. Hay
inconvenientes y el consentimiento que recibe el gobierno es condicional,
dependiendo de la efectividad con que lleve adelante sus funciones. Con la
salida del estado de naturaleza, los individuos ceden a la comunidad su
derecho a poner en práctica la ley de la razón para preservar la vida, la
propiedad y la libertad.

En esta obra se presentan los primeros indicios de la separación de
poderes, puesto que el poder que es entregado a la comunidad se divide en
tres: poder legislativo, poder ejecutivo y poder federativo, éste último es
un poder poco específico, que se ocupa de las relaciones exteriores. En
ambos autores ingleses, la ciencia política se presenta como una ciencia
basada en la deducción lógica de la naturaleza y las formas de gobierno,
incluyendo las bases de la autoridad, la libertad y la obligación, pero a
partir, de premisas sociológicas y psicológicas.

Montesquieu (1689-1755) avanza en el terreno científico, reconoce la
existencia de las leyes de la naturaleza y considera que los gobiernos
surgen de esas mismas leyes, sin dejar de reconocer el aporte de la
experiencia humana en la política y la multicausalidad de los fenómenos
sociales. Es un comparativista, para ello lo ayudaron sus viajes reales y
no tanto por Europa. Explica las diversas formas de gobierno, considerando
que el clima, la religión, las costumbres, la economía, la historia, entre
otras cosas ejercen una influencia indudable, determinando distintas
maneras de organizar el poder.

Su aporte más importante, es su teoría de la separación de poderes, que se
encuentran en equilibrio, como garantía de la libertad y del bienestar. En
el libro XI de su Espíritu de las Leyes (1748), analiza el gobierno de
Inglaterra como el mejor ejemplo de los beneficios de la división de
poderes, posterior a la Declaración de Derechos.

Montesquieu, reconocer repúblicas, monarquías y despotismos como gobiernos,
pero además divide a las primeras entre aristocracias y democracias. Tuvo
una indudable influencia en los autores de la Constitución de los Estados
Unidos. Su teoría es explicativa sistémica funcional que interrelaciona y
equilibra las condiciones, los procesos y la política.

Es especialmente notoria, en Hamilton en El Federalista IX: "La ciencia de
la política […] ha recibido una gran mejora. Se entiende bien la eficacia
de los distintos principios que, o bien no eran conocidos en absoluto, o lo
eran de manera imperfecta por los antiguos". También en El Federalista
XXXI: "Aunque no pueda pretenderse que los principios del conocimiento
moral y político tengan, en general, el mismo grado de certeza que los de
las matemáticas, no obstante tienen más posibilidades en este aspecto que
[…] las que estamos acostumbrados a concederles"

La impronta científica de los norteamericanos se especifica en la
comprobación de las teorías de Montesquieu, Locke y otros autores europeos,
en la experiencia histórica de las colonias y de los Estados Unidos bajo
los Artículos de la Confederación. Hay una especulación más centradas en
variables deductivas también, algo así como que la ecuación separación de
poderes sumada a los checks and balances eran la garantía de la libertad.

La respuesta a la Ilustración. El siglo XIX

El siglo XIX se prestará a la elaboración de las ideas de la Ilustración en
las circunstancias políticas, materiales y morales de la humanidad como
consecuencia del progreso científico. Los científicos elaboraron teorías
que respondían a la cuestión del progreso como una mejora ineludible de la
Humanidad.

La primera parte del siglo XIX, se caracterizó por la presencia de autores
importantes historicistas, como Hegel (1770-1831), Comte (1798-1857) y Marx
(1818-1883), que manteniendo la tradición ilustrada veían la historia como
un desarrollo unilineal hacia la libertad y el gobierno racional. Para
Hegel, la historia es dialéctica y se caracteriza por el choque de
opuestos, que se unen en una síntesis de ambos. Para este autor el mejor
régimen es la monarquía absoluta prusiana, y por ello será considerada como
la última síntesis, allí acabaría la historia.

Para Comte, fundador del positivismo, los límites impuestos por la teología
y la metafísica quedan q











.













Notas

Ordenar alfabéticamente ver si faltan de los demás capítulos

1. Almond, G. Ciencia Política: la historia de la disciplina en Goodin,
Robert y Kingemann, Hans (2001) Nuevo Manual de Ciencia Politica, Madrid:
Ismo

2. Arendt, H. La condición humana, Buenos Aires: Paidos, 2010

3. phylé (φυλή ) designa a la "tribu", "raza",o "pueblo", proviene del
griego phyestai –que puede traducirse como "descender", y también, a
un clan unido por lazos de sangre. En Atenas se desarrollaron, a partir de
estas tribus, distritos regionales que formaron la base de los distritos
militares, consolidadas a partir de las reformas legislativas de Solón y
Clístenes). Coulanges, F. La ciudad antigua. Estudio sobre el culto, el
derecho y las instituciones de Grecia y Roma, México, Porrúa, 2007.

4. Sartori, G. Elementos de Teoria Política., Madrid, Alianza, 2005

5. Bobbio, N.-Mateucci,N y Pasquino, G Diccionario de Política, México,
Siglo XXI Editores, 1993, t. I,p. 218

6. Sartori, G. La Políitca. Lógica y Método de las ciencias sociales,
México, FCE, 2011.

7. Duverger, M. Metodos de las ciencias sociales, Barcelona, Ariel, 1°
edición Barcelona, Caracas, 1962

8. Goodin, Robert y Klingemann, Hans (2001) , Nuevo Manual de Ciencia
Política, Ismo, Madrid

9. Hamilton, Alexander; James MADISON; y John Jay: The Federalist. Editado
por Jacob E. Cooke. Middletown (Connecticut): Wesleyan University Press,
1961.
10. Skinner, Q Los fundamentos del pensamiento político moderno. México:
Fondo de Cultura Económica, 1993, tomo I









-----------------------
[1] Platón considera que el origen de la ciudad estaba en la necesidad
mutua de asistencia de los hombres, en Leyes, 676 a la fundamenta en el
instinto social de los hombres y en Protágoras, los hombres se unen para
defenderse de las bestias. En la Política, 1291 a, 10-19, Aristóteles
critica a Platón porque considera que la ciudad se ha formado con vistas a
la consecución del bien común y no para atender solo necesidades
materiales.
[2] De acuerdo con Fustel de Coulanges en "La Ciudad Antigua", en la
introducción, fue la religión la que conformó la organización de la familia
primitiva y de la ciudad-estado a través de la gens, basada en el culto
familiar doméstico , que se anteponía casi antagónicamente una contra otra
como formas de gobierno. En esta ciudad, no es el temor lo que une a los
hombres sino la pertenencia a un mismo culto, que hace que conformen una
phratría, pero a la larga la familia se disolvía en la polis. Este era el
agregado humano que le daba existencia a los hombres como tales.
[3] Sartori, G. Elementos de Teoria Politica, Alianza, Madrid, 2005:233
[4][5] Medrano, J. M La política como ciencia y como profesión. Revista
Prudentia Iuris, N° V, 1981.
[6] Medrano, José María ibidem
[7] Medrano, J.M, op. cit. p. 4
[8] Más adelante se tratan con detalle las fases de la política
[9] Bobbio, N "Ciencia Política" en Bobbio, Norberto, Nicola Matteucci y
Gianfranco Pasquino, Diccionario de Política, México, Siglo XXI Editores,
1993, t.I, p- 218
[10] Duverger, Maurice Metodos de las ciencias sociales, Barcelona, Ariel,
1° edición Barcelona, Caracas, 1962




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