Una experiencia orientada al desarrollo humano desde Gestalt-Coaching.

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Descripción

Una experiencia orientada al desarrollo humano. El proceso de Gestalt-coaching permite trabajar para afinar la experiencia individual, tomar conciencia de las propias suposiciones y estereotipos, y desafiarles, con el fin de ver con mayor claridad. A través de un proceso de diálogo, en la relación coach1coachee2, se tienen como objetivo aumentar la conciencia, llevándole a descubrir (y tal vez, de recuperarse de) los patrones organizacionales e individuales no examinados, a menudo invisibles. *Andrés Lucero Leiva. Psicólogo. Magíster en Ciencias Políticas Integradas, Máster en Psicología Industrial y Gestión de Recursos Humanos, Diplomado en Psicología Clínica, © Diplomado en Psicoterapia Gestalt-Transpersonal, Especialización en Gestión de Riesgos. Profesor en la Escuela Naval “Arturo Prat”. Asesor en Psicología Ocupacional, Anglo American plc., Director de la Sociedad de Debates de la UTFSM. **Mauricio Gibert Casanga. Profesor de Lenguaje y Comunicación, Profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Valparaíso y Jefe de Cátedra en la Escuela Naval “Arturo Prat”. Diplomado en Técnicas de la Representación y en Diseño de Material Didáctico. ***Michael Mayne-Nicholls Klenner. Doctor(c) en Filosofía, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Magíster en Ciencias Políticas Integradas, Universidad Andrés Bello/Academia de Guerra Naval. Licenciado en Humanidades, mención Filosofía, Universidad Adolfo Ibáñez. Profesor de las Universidades Adolfo Ibáñez y Gabriela Mistral y en la Escuela Naval “Arturo Prat”.

Gestalt es una palabra de origen alemán que puede ser traducida como ‘forma’, ‘totalidad’, ‘figura’, ‘configuración’. Algunos señalan que existiría una evidente falta de precisión al minuto de buscar una palabra en español. Particularmente la Gestalt, que en sus orígenes podemos encontrar a la psicología de la percepción o de la forma, escuela de la psicología desarrollada principalmente por los psicólogos Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka; el enfoque humanista3 psicoterapéutico que aspira a la auto-actualización4 del individuo, teniendo como objetivo “ampliar el campo de posibilidades del ser humano, aumentar su capacidad de adaptación al entorno y restaurar su libertad de lección” (Moreau, 1999), vino de la mano de uno de los seguidores de Sigmund Freud, Fritz Perls y Laura Perls. El matrimonio alemán entre el psiquiatra y psicoanalista y la psicóloga fue fructífero en el desarrollo de las técnicas gestálticas y su cuerpo teórico. En la misma línea, el coaching es un proceso de entrenamiento que “cubre el vacío existente entre lo que eres ahora y lo que deseas ser” (Miedaner, 2000), desafiando a las personas a ir más allá del lugar donde normalmente se encuentran: la zona de confort5, la zona de comodidad. Por ello, asumimos que las técnicas gestálticas, con el pasar de los años, se han extendido a otras áreas que están orientadas al

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Entrenador, preparador, persona que da clases a otra. Aprendiz. 3 Según Polaino-Lorente, Cabanyes, del Pozo (2003), uno de los aportes del enfoque humanista “ha sido mostrarnos el campo de la conciencia del hombre, abrirla y permitir que sea uno mismo quien hable sobre sí” […] logrando “comprender el modo de actuar del ser humano, desde su experiencia personal y con una visión integradora y holística”. 4 Ibid. “Conjunto de conductas encaminadas a la consecución de las metanecesidades o valores del ser”. 5 La zona de confort “tiene que ver con nuestra tendencia natural a huir de la incomodidad, lo desconocido y la incertidumbre, por lo tanto, tiene mucho un sentido positivo ya que nos aporta serenidad, confianza y seguridad. Pero para ser capaces de alcanzar nuestros objetivos y no autosabotearnos, tenemos que ser especialistas en salir de ella a manudo, ya que nuestros objetivos se encuentran generalmente fuera de nuestra zona de confort” (Piqueras, 2013). 2

desarrollo de las personas, como por ejemplo, el Coaching. Tanto es así, que hoy en día hablamos de una corriente que promueve la Gestalt-coaching6, en vista que sus objetivos y métodos permiten, como punto de partida, el aprendizaje y el cambio de los individuos en diversos contextos, orientándose al desarrollo de los máximos potenciales; ser responsables de sí mismos, estar en el ‘aquí’ y el ‘ahora’, hacerse cargo de las propias decisiones, de las propias percepciones, de toda la experiencia. En tal sentido, el Coaching, siguiendo a John Whitmore, consistiría en “liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. Consiste en ayudarle a aprender en lugar de enseñarle”. Esta amalgama, permitiría elevar la conciencia del sí mismo, del darse cuenta, de asumir la responsabilidad en tanto somos dueños de nuestras acciones; se aumenta la confianza y la preparación para el camino de la individuación7, toda vez que nos reconocemos como únicos e irrepetibles. Gestalt-coaching proporciona oportunidades a las personas para aumentar la conciencia y emprender una acción alternativa hacia las metas deseadas, pues el cambio8, parafraseando a Grant (2015), “tiene lugar cuando una persona es más consciente de sí y lo que él o ella es”. No es contradictorio, necesariamente, estar centrados en el presente para impulsarnos hacia la individuación, hacia el desarrollo del potencial; en este caso, la etiqueta es menos importante, la postura es más relevante que las técnicas utilizadas. Descripción del ejercicio: Se pidió a los participantes que, en un ejercicio de imaginería, con los ojos cerrados, posterior a un ejercicio de continuum de la experiencia9 y otro donde debían verbalizar el “darse cuenta” en el “aquí y el ahora”, buscar algo que no les gustase de las demás personas. En el encuadre10, se solicitó establecer una interacción con la imagen proyectada situándole frente a él, en una silla vacía11. El voluntario, aceptando las indicaciones y explicación del ejercicio, se focalizó en lo que rechaza de los demás: en realidad, lo que rechaza de sí mismo. En este contexto, emergió un diálogo, donde el participante iba alternado uno u otro rol, donde debía representar incluso, la expresión corporal, etc. En la situación que se desarrollará a continuación, y tal como reflexiona Carl R. Rogers (1981), ocurre un proceso de restablecimiento, pues “a medida que estos elementos de la experiencia rechazados acceden a la conciencia, es necesario un Para una revisión más precisa del término, remitirse al capítulo “Gestalt aproches”, de Alison Whybrow y Julie Allan, en el texto “Mastery in Coaching: A Complete Psychological Toolkit for Advanced Coaching” (2014). 7 “La individuación –dice Jung– es un camino largo y sinuoso, un perderse para un volverse a encontrar, un camino que poseyendo puntos determinados de referencia y teniendo como meta una aproximación a la totalidad psíquica unificada, sigue vías propias según cada individuo” (en Scrimieri, 2005). 8 Para Perls, este es un aspecto central: “Si uno se mete más adentro en lo que uno es, si uno acepta lo que está ahí, entonces el cambio automáticamente ocurre por sí mismo. Esta es la paradoja del cambio. […] Si uno asume la responsabilidad de lo que está haciendo, cómo uno produce su propia enfermedad, cómo uno produce su existencia –en el mismo momento en que uno se pone en contacto con uno mismo–, empieza el crecimiento, comienza la integración”. 9 O continuo de la conciencia: “proceso de formación continua de gestalten, dentro del cual el tema que sea más significativo, desde el punto de vista de una persona, de una relación o de un grupo, forma figura, lo cual permite tomar contacto con él y hacerle frente” (Castanedo, 2004). 10 “Consta de una serie de normas verbales y no verbales que regulan los encuentros y tienen un carácter fijo” (Díaz, 2000). 11 Lugar “donde la persona coloca sus proyecciones u otras personas con las cuales desarrolla un encuentro imaginario” (Huneeus, 1976). 6

proceso que concebimos como la reorganización del sí-mismo. La imagen de sí […] debe modificarse para incluir estas nuevas percepciones de la experiencia”. Diálogo: Coach: …trata de imaginar frente a ti, en la silla vacía, algo que no te guste de las personas… trata de situarle en ese lugar… Aprendiz: …es una persona rígida… conservadora… muy estricta con los demás… que da muchas órdenes… es una persona muy apegada a las normas… sus valores son formales… su mando, se hace notar… Coach: …cambia de silla… ¿qué te gustaría decirle a esta persona frente a ti?... inicia un diálogo, una conversación… háblale… Aprendiz (como líder): …parece que estás incomodo… incómodo con mi forma de actuar… yo soy un militar, debo cumplir y tomar cursos de acción que son muchas veces difíciles de comprender para los demás… no creas que todas las decisiones que debo tomar son fáciles… mi mano debe ser firme, piensa que nos estamos entrenando permanentemente para enfrentar una guerra… entonces nuestro espíritu de cuerpo es fuerte, debemos tener un sentido de cohesión entre nosotros… Coach: …en este momento, cambia de silla… Aprendiz: …pero… ¿es necesario ser tan duro con las personas?, quizá uno puede entender que hay que tomar decisiones difíciles, que quizá no hay que cuestionarlas porque elegimos voluntariamente respetar… pero esa forma tan brusca, tan dura… pareciera que usted está enojado… enojado con alguien, con los demás… Coach: …ahora, cambia de silla… Aprendiz (como líder): …yo creo que confundes algunas cosas… un militar debe dar cuenta de su estatura, de su ascendiente, de la legitimidad de su antigüedad… nos veremos enfrentados a situaciones complejas… imagina! Nos estamos preparando para defender, con la vida si fuese necesario, a nuestra soberanía… a nuestra patria! Coach: …cambia de lugar… Aprendiz: …sí… lo entiendo… yo comparto esos valores… pero… ¿tiene que ser tan brusco con las personas?... yo soy de otra generación… a mí me gusta tratar a las personas distinto… Coach: …cambia… Aprendiz (como líder): …yo creo que muchos jóvenes pasan por lo que tu experimentas… quizá a mí también me paso lo mismo cuando tenía tu edad… pero uno debe mostrar firmeza en su actuar… estamos formándonos para ser hombres de guerra, es nuestra vocación… y la guerra es durísima… uno debe ser fuerte… exigente… pero también hay que escuchar… hay que escuchar a los demás… Coach: …trasládate de lugar… detente… ¿qué te gustaría decir para terminar la conversación…?

Aprendiz: …entiendo su posición… le agradezco haber compartido conmigo su punto de vista… hay cosas que no sabía que usted experimentaba… como la sensación de dificultad al momento de tomar decisiones difíciles… incluso cuando esas decisiones no son del todo bien comprendidas por usted mismo… Coach: …ahora, ve a la otra silla… detente… ¿qué te gustaría decir al superior para finalizar la conversación…? Aprendiz (como líder): …que sea capaz de ver más allá… que logre ponerse en la situación del otro… que no se cuestione tanto… aquí estamos para servir a los intereses de la patria. Aparece aquí la figura del interlocutor, personificado por un superior, que percibe como brusco, donde el aprendiz le experimenta como alguien muy estricto, rígido, conservador, quizá distinto a lo que es la propia idealización. Él se representó como mucho más empático, quizá de otra generación, más accesible. El aprendiz personificó al superior con sus gestos, como pensaba, como emocionalmente sentía. Luego, al finalizar la dinámica, se realiza un ejercicio de Coaching con el aprendiz, indagando respecto la existencia de un cambio en su percepción de la situación, explorando estrategias personales futuras para enfrentar de mejor forma la visión y/o relación con la figura proyectada. Al concluir, el aprendiz declara tener ahora una visión más empática, indica ver la situación de otra forma; siente que se ha ampliado algo en su self12, en su interior. En algún sentido, el aprendiz utiliza la proyección13 diciendo lo que es “verdad” para sí mismo, experimentando a esa otra persona; en este caso, al superior. Tal como señala D. Forrest, “nos sentamos en una habitación creyendo que estamos buscando por una ventana, pero en realidad, estamos buscando en un espejo”. Por ello, devela la experiencia viva, que emerge en el presente y se relaciona con el modo propio del individuo, totalmente distinto a persuadirle o convencerle de un paradigma externo, permitiendo una mejor calidad del autoconocimiento al expandir y explorar nuevas formas de ser. En este ejercicio se ejemplifica el énfasis de las técnicas de la terapéutica Gestáltica en los opuestos o polaridades14; en este sentido, frente a las percepciones de sí. El aprendiz declara tener algo de brusco, conservador, de ser estricto y riguroso, que le es inevitable, pues dice que “es la forma con la cual le han criado”. Al respecto, y por definición, las personas proyectan en la silla vacía, pero quizá les cueste admitir que hay mucho de sí mismo en ese “otro” simbolizado. Freud (1913), desde el psicoanálisis,

Término que podemos traducir como ‘sí mismo’ y ‘yo’ y que hace referencia a la identidad (Álvaro, 2007). 13 Es la tendencia a hacer responsable al ambiente de lo que se origina en uno mismo. Para una descripción gestáltica del término, ver el texto “El enfoque Gestalt y testigos de terapia”, de Fritz Perls (ed., 1973). 14 “En la vida cotidiana, valoramos el mundo sobre la base de polaridades, las cosas se nos presentan en términos de blanco o negro y sólo a veces grises, cuando no nos sentimos tan seguros: en cada elección que hacemos, pareciera que la opción se plantea entre posibilidades excluyentes. Los opuestos no se oponen, valga la paradoja, sino que uno nos da evidencia de la existencia del otro, y la sabiduría consiste en reconocer en la expresión de cada parte la presencia oculta de la totalidad” (Vallejos, 2003). 12

señala que “la proyección al exterior de percepciones interiores es un mecanismo primitivo al que se hallan también sometidas nuestras percepciones sensoriales y que desempeña, por tanto, un papel capital en nuestro modo de representación del mundo exterior” ya que ella (la proyección), “intenta resolver un conflicto afectivo” e “implica la ventaja de un alivio psíquico”. Aquí emergen algunas ventajas fenomenológicas15 de la técnica, pues surge la transparencia, la actitud positiva y comprensiva de lo vívido, ya que la vida dentro de una organización, y la vida misma, obliga a las personas hacer frente a niveles crecientes de complejidad e incertidumbre. Es de lato conocimiento que muchos líderes, a menudo, deben convivir con prolongados períodos de estrés y/o ansiedad, debiendo profundizar en las propias capacidades de resiliencia16. En este caso, es muy probable que en el futuro, se le haga más fácil ser empático con aquello percibido como opuesto; de alguna forma, él también es estricto consigo, aun cuando está mucho más cómodo en la polaridad opuesta: la flexibilidad. Con el ejercicio realizado, el individuo ha logrado desplazarse al otro polo, el que rechaza de sí, ampliando la experiencia y proporcionando mayores posibilidades de convivencia con lo coartado, es decir, con lo que intenta bloquear de sí. El aumento de la conciencia respecto de la propia problemática, puede generar un desbloqueo de comportamientos sub óptimos, incrementando las posibilidades para mantenerse optimista, positivo, alegre. La liberación de esa energía, que proporciona mayor apertura al individuo, le permite salir del atrapamiento o de esa forma redundante de interpretación del sí mismo y/o del otro. En este sentido, la interrupción no permite la experimentación cómoda por parte de la propia experiencia e impide alcanzar mayores niveles de crecimiento, ya que se bloquea la energía frenando la satisfacción de las propias necesidades, es decir, en muchas ocasiones, “somos nosotros mismos quienes nos ponemos trampas, ponemos freno, y esos frenos impiden que sigamos creciendo” (González, 2008). Inclusive, ya Sun Tzu, en el Arte de Guerra, le hace un guiño a la importancia del autoconocimiento, expresando que “si el general no se siente capaz de controlar su impaciencia y ordena a sus hombres trepar las murallas como enjambre de abejas, morirán un tercio de ellos sin que la ciudad se rinda. Esta es la fatal consecuencia de los ataques de esta clase”. Sin perjuicio de la experimentación de lo opuesto, hay que integrar; por ello, “si pudiésemos permitirnos aquellas actitudes que perseguimos y condenamos en otros, nos sentiríamos aliviados y además, aquellos vacíos que tiene nuestra personalidad dejarían de ser tales” (de la Fuente, 2011). Sin embargo, es necesario tener presente (y la precaución en la intervención) eventuales deformaciones en los encuadres; como señala Tomás de la Fuente (2011): “¿Y si me molestan las actitudes criminales, todo esto significa que tendría que permitírmelas?, ¿Significa que debería convertirme en una persona que no me gustaría ser? No. Es más preciso decir que esas actitudes necesitan ser integradas a nuestra El concepto “fenomenología” es utilizado aquí en el sentido que hace referencia al “estudio descriptivo de los fenómenos en el espacio y el tiempo sin referencia a sus leyes o a su naturaleza” (Doron, Arbesú, 2004). 16 Designa “la capacidad del individuo, de un grupo, de una institución o de una comunidad para enfrentar adecuadamente y efectivamente situaciones de adversidad, crisis o de riesgo a través de recursos internos de ajuste y afrontamiento innatos o adquiridos y que permiten neutralizar o sobreponerse a la situación y además salir enriquecido con la experiencia” (Fernández, 2004). 15

personalidad, cuestión muy diferente a manifestarlas de modo mecánico e impulsivo en uno mismo”, llenando esos vacíos en la personalidad. Gestalt-coaching puede ser transformacional. La interacción sinérgica de conceptos y métodos permite al Coach una profundización más rápida sin cruzar el límite entre el coaching y la terapia. Su orientación a los procesos y el énfasis en la experimentación fomentan un enfoque creativo e individualizado para cada cual. Describir Gestalt-coaching es un reto, porque es un cuerpo teórico general, creativo y vivencial. Para trabajar con la mirada Gestalt-coaching, a parte de la formación en las técnicas de ambas disciplinas, el facilitador necesita adoptar una actitud optimista, positiva, de apoyo, ofreciendo lo que Siminovitch y Van Eron (2006:51) llaman "un escenario seguro donde la vulnerabilidad, las emociones y el fracaso […] pueden estar al servicio del aprendizaje y el crecimiento”. Por ello, el Coach, puede convertirse en un instrumento de cambio. Esta breve reflexión, toca insubstancialmente algunos conceptos clave y muestra un ejercicio (método) de aplicación con una de las técnicas utilizadas por Gestaltcoaching. Si bien no se intenta describir el enfoque en profundidad, esperamos proporcione al lector la curiosidad por aumentar el aprendizaje sobre ambas corrientes y cómo ellas pueden interactuar proporcionando mayores posibilidades para incrementar el desarrollo humano al liderar y trabajar con personas. Bibliografía Cox, Eliane, Bachkirova, Tatiana, Clutterbuck, David (2010) Complete Handbook of Coching. SAGE Publications Ltd. Printed and bound in Great Britain by TJ International Ltd, Padstow, Cornwall. De la Fuente, Tomás (2011) Historias de Gestalt: llenar los vacíos de la personalidad. Publicación on-line: http://gestaltymeditacionart.blogspot.com/ Extrac: 25-05-2015. Forrest, David (2002) Projection, transference and projective identification. West Briggford. United Kingdom. Freud, Sigmund (1953) Tótem y Tabú. Editorial Santiago Rueda – Editor, Buenos Aires – Argentina. Fritz, Perls (2009) Sueños y existencia (Gestalt Therapy Verbatim). Editorial Cuatro Vientos, Santiago de Chile. Miedaner, Talane (2002) Coaching para el éxito. Conviértete en el entrenador de tu vida personal y profesional. Ediciones URANO, S.A. Barcelona, España. Moreau, A. (1999) Ejercicios y técnicas creativas de gestalterapia. Editorial Sirio, S.A. Impreso en España. Ortiz de Zárate, Miriam (2010) Psicología y Coaching: marco general, las diferentes escuelas. Capital Humano, nº 243, pág. 00. Mayo. Passmore, Jonathan (2014) Mastery in Coaching: A Complete Psychological Toolkit for Advanced Coaching. Kogan Page Publishers, United States.

Partridge, Christine, Spoth, Juliann (2013) Deepening awareness: a Gestalt approach to coaching. Coaching Today. Polaino-Lorente, A., Cabanyes Truffino, J., del Pozo, A. Armentia (2003) Fundamentos de psicología de la personalidad. Colección Textos del Instituto de Ciencias para la Familia. Universidad de Navarra. Ediciones Rialp. Madrid, España. Rogers, R. Carl (1981) Psicoterapia centrada en el cliente. Buenos Aires: Paidós Ibérica, Barcelona, España. Siminovitch, Dorothy E., Van Eron Ann M. (2006) The Pragmatics of Magic. The Work of Gestalt Coaching. O D PRACTITIONER. VOL. 38. NO.1. Stevenson, Herb (2005) Gestalt Coaching. O D PRACTITIONER. VOL. 37. NO.4. Tzu, Sun (2009) El arte de la guerra. Ediciones Brontes S.L. Barcelona, España.

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