Una espiritualidad del Verbo encarnado: el cuerpo de Cristo en la experiencia mística de Maria Magdalena de Pazzi, en Santa María Magdalena de Pazzi. Imagen y mística (450 años de su nacimiento 1566-2016) Edizioni Carmelitane, Roma 2016

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Descripción

HENAR PIZARRO LLORENTE - ESTHER

JIMÉNEZ

PABLO

EDITORES

SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZI: IMAGEN y MÍSTICA (450 AÑos

DE SU NACIMIENTO

1566-2016)

EDIZIONI CARMELITANE

UNA ESPIRITUALIDAD DEL VERBO ENCARNADO: EL CUERPO DE CRISTO EN LA EXPERIENCIA MÍSTICA DE MARÍA MAGDALENA DE

PAZZI

MARÍA JESÚS FERNÁNDEZ CORDERO

Universidad Pontificia Comillas 1. INTRODUCCIÓN.

EL VALOR DE UN NOMBRE

El 30 de enero de 1583, cuando Caterina de' Pazzi recibió el hábito en el monasterio carmelita de Santa María de los Ángeles de Florencia, tomó el nombre de María Magdalena del Verbo Encarnado. Ese día, después de haber pasado la víspera en un retiro casi absoluto, experimentó una inmensa alegría, consolación y gusto interior en el momento de la celebración en que recibió el Crucifijo, de manos del confesor Agostino Campi, mientras las hermanas cantaban un cántico latino con la letra de Gál 6,14: Mihi autem absit gloriari ... , lejos de mí gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Ella hizo suyas interiormente estas palabras y no quiso entonces más que cumplir la voluntad de Dios'. Tanto el nombre de María Magdalena del Verbo Encarnado, como el hecho de experimentar la unión con el Señor al recibir el Crucifijo, son dos vertientes de un mismo acontecimiento que reflejan la sensibilidad de la joven que iniciaba el noviciado carmelita. Tal sensibilidad ya se había manifestado en la infancia cuando, con 10 años, recibió por primera vez la eucaristía, precisamente en la fiesta de la Encarnación del Señor, e125 de marzo de 1576, regalándole Dios una inolvidable «dulzura espiritual» que sería el inicio de su acostumbrado gusto interior al comulgar", El Jueves Santo de ese mismo año, el 19 de abril,

1 MARlA PACIFICA DEL'TOVAGLIA, Breve ragguaglio della vita della Santa Madre, en S. Maria Maddalena de Pazzi, Tutte le opere ... dai manoscritti originali. Florencia, 1960, vol. 1, p. 87. Sobre el rito de la vestizione, C. VASCIAVEO, Una storia di donne. Il Carmelo Santa Maria degli Angeli e S. M. Maddalena de' Pazzi di Firenze. Roma, 2013, pp. 116-118. Sobre el simbolismo de la ceremonia en la tradición carmelita, C. CAMILLERI, Union with God as Transformation in Beauty. A Literary-Spiritual Analysis of the Colloquies of Santa Maria Maddalena de' Pazzi (1566-1607). Roma, 2008, pp. 114-122. 2 M.P. DEL'TOVAGLIA, Breve ragguaglio ..., p. 76, alude a esta experiencia como "gusto e sentimento di Dio". Su primer biógrafo utiliza la expresión "spiritual dolcezza": V. PUCCINI, Vita della beata Maria Maddalena de Paezi vergine, nobile [iorentina, monaca nel venerando munistero di Santa Maria de gl'Angioli ... Venecia, 1666, c. VI, p. 8 (utilizamos esta séptima

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UNA ESPIRITUALIDAD DEL VERBO ENCARNADO

realizó un voto privado de virginidad que brotó de la consideración del amor de Jesús al ofrecerse a los hombres como alimento en la eucaristía ~, como decía P~ccini (su primer biógrafo), en los términos propios de l~ epoca que tradujo al castellano Juan Bautista de Lezana: "considerando el entrañable amor que el eterno Verbo había mostrado al género humano en d~xarse y darse a sí mismo, su cuerpo y sangre, alma y divinidad, por manjar de las almas, en el altísimo Sacramento del altar ... "3. En María Magdalena la recepción del cuerpo eucarístico de Cristo estuvo siempre asociada a la meditación de los misterios de la vida del Señor. Siendo una niña, su confesor, el jesuita P. Andrea Rossi, le ofreció las primeras lecturas espirituales, entre las que destacan las Instrucciones y avisos para meditar la pasión de Cristo, de Gaspar Loarte, jesuita español, de origen judeoconverso y discípulo de San Juan de Ávila, que tuvo que pasar a Roma para poder desempeñar su ministerio". Esta obra escrita en italiano", le abrió el camino de la oración mental, en una forma que era heredera de la espiritualidad española del recogimiento, que llevaba la impronta avilista y seguía el método ignaciano de la composición de lugar. Así, ella dirigía su mirada hacia la cruz de Cristo, los pies clavados, los brazos abiertos, la cabeza inclinada, el costado traspasado, durante largas horas y descubriendo en todo ello la ternura y la entrega de Jesús, siguiendo la finalidad que Loarte recomendaba para estas meditaciones: "enamorarte de aquel Señor que tanto te ha amado y con tantas pruebas te ha demostrado su amor'". Esta base se enriquecería luego con otras lecturas y múltiples influencias, de las que no podemos

impresión, disponible digitalizada en Internet Archive; la editio princeps, Florencia, 1609). Recordemos que, en Florencia, hasta 1749, se celebraba el comienzo del año el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación, precisamente en recuerdo de la Encarnación del Señor. V. P~CCINI,Vita ..., c. VII, p: 9; FR. J.B. DELEZANA, Vida de la bienaventurada, yextática monja carmelita observante, beatificada por la Santidad del Papa Urbano VIII. Roma, 1648, c. VII, p. 14. (En Internet Archive está digita!izada la edición de Madrid 1669). 4 Sobre Gaspar Loarte (1498-1578), M. RUIZJURADO, "Loarte (Gaspard)", en Dictionnaire de spiritualité, ascétique et mystique. París, 1976, IX, pp. 949-952; M. RUIZJURADO,F.B. MEDlNA,"Loarte (Gaspar)", en Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, 2001, III, pp. 2402-2403. 5 G. LOARTE, Instrutione et avertimenti, per meditare la passione di Christo nostro Redentore. Roma, 1570. Magdalena de Pazzi utilizó dos ejemplares que se conservan: uno de 1571 y otro, impreso en Venecia en 1572, que incluía meditaciones de Loarte y de la Guía de pecadores de FR. LUISDEGRANADA. E. DELSS.MO.SACRAMENTO, "Los éxtasis de Santa María Magdalena de' Pazzi", Revista de Espiritualidad 15 (1956), p. 185, n.2. 6 Cit. G. TUVERI, Pietre e Fuoco. Sui passi di santa Maria Magdalena de' Pazzi carmelitana fiorentina. Florencia, 2007, pp. 41-42. .

3

virgen Mana Magdalena de PaZZI, florentina,

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ocupamos aquí", pero sin duda gran parte de ellas contri?uirían a ~old~ar una espiritualidad en la que la pasión y muerte de Cnsto y el místerio de la redención ocuparían un lugar muy destacado. En 1580, cuando residía como educanda en el monasterio de San Giovannini dalle Cavaleriesse di Malta, experimentó un exceso de amor que permaneció secreto hasta que se re~rió a é~~ñOSdespués. Era la fiesta de la Ascensión del Señor y ella hacía oracion en un lugar apartado. Recibió un señalado don: un gran conocimiento de la grandeza de Dios y de su comunicación a los ángeles, a las almas dichosas que ha llevado consigo, a la Virgen, a los apóstoles, y a todos los creyente~ e~!a tierras. Ciertamente, en ella sería esencial la experiencia y la conviccion de que Dios es comunicativo. Al final de su vida, en su última experiencia extática, el 24 de junio de 1604 (tres años antes de morir), estando ya muy enferm~: p~d~ó"su libro". le dieron el libro del oficio divino, pero ella lo devolvió diciendo: "Non ~ questo. 11mio libro ;lOn.e.stamp~to"; al fi? .le d~er?n u~ Crucifijo; ella lo tomó con gran alegría, diciendo: Questo e il mio libro , y lo abrazaba, lo besaba y lo apretaba contra su pecho con gran ternura. Entendió que era la última vez que estaría unida a Jesús de esa manera, Yque comenzaba la etapa de un desnudo padecer, de ha~~rse aún más. pequ~~a para poder renacer a algo nuevo; era la culminación de su conñguracíon con el Crucificad09• • Sirva este pequeño recorrido para percibir que, ya antes d~ mgresar en Santa María de los Ángeles, se fueron perfilando los trazos diversos ~e una experiencia unitaria en la cual el cuerpo de Crist?, (histórico, ~!onoso, eucarístico, eclesial) aparecía como la concentraclOn y ~~velaclOn.del amor divino, del amor del Dios Trinitaria. A su vez, la relación con C.nsto envolverá y comprometerá seriamente el alma, el cuerpo, la humamdad, la vida de la monja carmelita. ., Conviene no olvidar que, en efecto, se trataba de la revelaclOn del amor trinitaria. Así como la contemplación del Crucificado la acon;pañará toda su vida, el texto de una antigua confesión de fe resonana como música de fondo desde su infancia hasta su muerte: el llamado

~;t

7 Remitimos a c. VASCIAVEO, "Radici eccl~si~li dell'esperíe~z~ misticadi S. María dalena di Firenze. Note introduttive sulla bíblioteca mo~astIc.a , ~yna.xls XXf/~ (2 co2~ pp. 41-86. L. M. DI GIROLAMO, Santa Maria Maddalena de Patzi: esistenza e tea ogza a

fronto. Roma, 2010, pp. 43-50. . . . 81 " Et fu e mpagnata questa cognínone 8 M.P. TOVAGLIA, Breve ragguaglzo ..., p. :... ac o . an da un giubilo e gaudio tanto grande che era sforzata a gridare e esclamare a DIO con gr voce, ma non poteva esser sentíta". Sobre las características de los excesos de amor, E. DEL SS.MO. SACRAMENTO, "Los éxtasis ... ", p. 187, nA. 9 S. MARlAMADDALENA DEPAZZI,Tutte le opere ..., VIl, pp. 351-353.

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MAroA JESÚS FERNÁNDEZ CORDERO

UNA ESPIRITUALIDAD DEL VERBO ENCARNADO

Símbolo de Atanasio (Ouicumque), que descubrió siendo niña al p las p ázi . asar gmas d ~ un.o fici CIOd e 1a VIrgen; con la alegría de haber encontrado algo . ,extraordmano . . d sobre la Trinidad, corrió a mostrárselo a su ma d re q~llz~filmdPresIOnaa más por el juego literario de las palabras que por s~ sigru ea o. Pero desde. entonces su existencia transcurrió a la somb ra d e .. . es t e misterio, y su espiritualidad adquirió un profundo carácter tri it • ID Ell . m ano. . . a quiso qu~ ,se le recitara este símbolo en su lecho de muerte, al recibir la santa uncion (13 de mayo de 1607), junto con el canto del "C _ d o que se diIce en 1a misa ." y d el Prefacio de la Santísima Trinidad!': sere1 leyeron también en los días siguientes, además de la pasión de Cristo 1 o ' os sa 1mo~ ~emitenci encia 1es y 1~~ 1etanías". Vale la pena fijarnos un poco en esta con~esIOnde fe, hoy calificada como pseudo-atanasiana, de autor deseonO~Id~, compuesta quizá entre los años 430 y 500, pero por entonces a~r~b~lldaa San Atanasio de Alejandría (defensor de la fe de Nicea en la divinidad de Jesucristo':') y que había adquirido tal importancia durante la .E:dad Media, .que ~e equip~raba a los credos apostólico y niceno y se utIlIz~ba en la liturgia. Con el pudo meditar María Magdalena de Pazzi ~?la Igualdad de las personas divinas, afirmada con palabras excelsas: mcreado el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo; inmenso el Padre, inmenso el Hijo, inmenso el Espíritu Santo; eterno el Padre etern~ el Hijo, eterno el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres eter~ nos, smo un solo eterno; como no son tres increados ni tres inmensos sino un solo increado y un solo inmenso"!", La afirmación de la fe en "la encarnación de nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios" era objeto de un desarrollo específico: Es (igualmente) Dios y hombre; es Dios engendrado de la sustancia del Padre antes de los siglos, y es hombre nacido de la sustancia de la madre en el tiempo; perfecto Dios, perfecto hombre, subsistente de alma racional y de carne humana; igual al Padre según la divinidad, menor que el Padre según la humanidad. Mas aun cuando sea Dios y hombre, no son dos, sino un solo Cristo; y uno solo no por la conversión de la divinidad en la carne, sino por la asunción de

10 . M:P. TOVAGLIA,Breve ragguaglio ..., p. 71. B. SECONDIN,Santa Maria Maddalena de' PazZ1. Esperienze e dottrina. Roma, 2007, p. 100; C. CAMILLERI,Union with God ... , pp. 97-100. 11 V. PUCCINI,Vita r c. CXLI, p. 259; FR. l.B. DE LEZANA,Vida , c. CXLI, pp. 495-496. 12 V. PUCCINI,Vita r c. CXLI, p. 261; FR. l.B. DE LEZANA,Vida , c. CXLI, p. 498. 13 Aunque este símbolo no fuera propiamente de San Atanasio, recordemos que éste, en su tratado De Incamatione Verbi 54,3, afirma que el Verbo "se hizo hombre para que nosotros fuéramos divinizados", 14 . .H. DENZINGER, p'. HONERMANN,El magisterio de la Iglesia. Enchiridion symbolorurn definitionum et declarationum de rebus [idei et morum. Barcelona, 2000, p. 75.

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la humanidad en Dios; uno absolutamente, no por confusión de la sustancia, sino por la unidad de la persona. Porque a la manera que el alma racional y la carne es un solo hombre, así Dios y el hombre son un solo Cristo/5



Así pues, de la infancia a la muerte, la vida de Magdalena de Pazzi estará dedicada a profundizar en estos misterios, atraída siempre por la humanidad de Jesucristo. Sin seguir aquí estrictamente el hilo cronológico intentaremos comprender este núcleo de su espiritualidad, desde la pe~spectiva concreta del significado que para ella adquirió el cuerpo. ~e Cristo. Entenderemos por qué, al pie de sus cartas sobre la Renovacion de la Iglesia (1586), firmaba: La humilde sierva del Verbo humanado Sor María Magdalena de Pazzi. 2. UN

MISTERIO INSCRITO EN EL CORAZÓN

Uno de los episodios más célebres de la vida de María Magdalena de Pazzi resulta ser uno de los más expresivos del contenido de su espiritualidad. Aparece registrado en el Vigésimo quinto Coloquio, y está datado en la víspera de la solemnidad de la Encarnación del Señor, en la noche del 24 al 25 de marzo de 1585. Magdalena permaneció recogida en oración después del rezo de vísperas, recordando las palabras.d~ Jn 1,14: Verbum caro factum est (el Verbo se hiz~ carne). Entonces"vIO Junt?, a SI a San Agustín, que escribía en su corazon estas palabras: Verbum con letras de oro, y "caro factum est" con letras de sangre, y era la Sangre de Jesús. El propio manuscrito registra el significado de este. a~t?: la escritura de la palabra "Verbum" en letras de oro aludía a la divinidad: mientras que la escritura de "caro factum est" en letras de"sangre e~'presaba la humanidad. San Agustín -a quien ella llamaba su babbone (s~ papaíto)-le explicó el significado de esta in~cripción: "gli disse c~e da qui in anzi sempre continuamente harebbe nel cuore queste parole m segno che veramente le haveva scritte nel' suo cuore"". Puccini describió este episodio como un diálogo entre Magdalena Y Agustín: cuando ella iba recibiendo de él u~a particular .inteligencia de este misterio, "toda inflamada en amor de DIOS,y encendida en deseo de tener una memoria continua de un tan gran beneficio hecho al género humano, rogó al dicho Santo que la escribiese en su corazón, a~uellas palabras"17. Su itinerario posterior mostraría que, en efecto, tema escul-

H. DENZINGER,P. HONERMANN,El magisterio , p. 76. S. MARlA MADDALENADE PAZZI, Tutte le opere , Ií, p. 265 . 17 V. PUCCINl, Vita ..., c. XXIV, p. 36; FR. LB. DE LEZANA,Vida ..., c. XXIV, pp. 76-77.

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UNA ESPIRITUALIDAD DEL VERBO ENCARNADO

pida en su .corazón. la memoria de la Encarnación de Jesucristo" ' o , "t enIa ' su me,mona e~cnta en su corazón". Aunque los hagiógrafos acentuaron el caracter activo de la santa -su deseo y su petición- con relación al ma nuscrito de d . los Coloquios, en el cual ella permanece en pasividad ,nos ayu an a interpretar como memoria el hecho de tener continuamente en el corazón esas palabras. Inscribir (o escribir en) el corazón como órgano de la interioridad de la memoria significaba la presencia continua e íntima en esa interioridad del mi~te~o acogido: el Verbo hecho carne. El mismo manuscrito de los ~olo~uLOs incluye en este pasaje la comparación con San Ignacio de A~tlOqUIa.Magdalena de Pazzi conocía la tradición sobre él, por haberla leído en la Leyenda dorada de Jacopo da Vorágine: cuando fue torturado Ignacio, repetía,el nombre ~e !.esús, y al ser preguntado por los verdugo~ por que lo hacía, respondió: Tengo su nombre inscrito en mi corazón y por eso no puedo dejar de invocado"; así lo hallaron después, escrito co~ letras oro". Resulta también significativo que fuera San Agustín quien escribíera estas palabras, pues ocupa un puesto privilegiado en el desarrollo de la interioridad del corazón como lugar de encuentro con la Palabra de Dios y en estrecha relación con la memoria. Así.pue~, t~n~o este acontecimiento como la referencia a San Ignacio de Antioquía sitúan a María Magdalena de Pazzi dentro de la tradición crist!ana del corazón i.n~crito.-como ha señalado María Eugenia Góngora-, Junto a santas y visionarias como Catalina de Alejandría, Gertrudis de Helfta o Clara de Montefalco'". Una tradición que tiene su precedente n~~testa~;nta~o en 2 Cor 3,2-3, donde Pablo se dirige a los Corintios dIcIe~do: .:.S01S una carta de Cristo redactada por nosotros y escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino e~,tablas de ca~e, es decir, en el corazón". Una tradición que tiene relacion .con la Escntura como "libro interior": en el caso de Magdalena de PaZZIse trata, en efecto, de la interiorización de las palabras de Jn 1,14. A su vez, lo escrito en el corazón constituye el registro de la vida de la persona; lo que llevamos en el corazón -entendído como la interioridad ~l al~a, la .conciencia, la mente, la memoria- queda grabado como en u~ líbro ínteríor, que sólo Dios conoce y que será abierto el día del Juicio Final, según Ap 20,12: "Se abrieron entonces los libros' se abrió otro libro -el libro de la vida-, y los muertos fueron juzgados 'según sus obras, conforme a lo que estaba escrito en los libros".

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18 Cit., M.E. GÓNGORA, "El corazón inscrito", Revista chilena de literatura 73 (2007), p. 221; s~braya que, en esta leyenda, el corazón inscrito es un instrumento para la conversión de los Incrédulos. 19 Ibidem, pp. 217-223.

En el caso de la santa carmelita, ese nombre de Jesús grabado en el corazón toma la forma del misterio de su persona tal y como lo revela la Escritura: el Verbo hecho carne. El misterio de la Encarnación se convierte así en el centro de su espiritualidad -que es trinitaria-, contemplado de una manera integral y como clave del conocimiento de Jesucristo. Esta será su manera de vede, de conocerle, amarle, servirle y comunicarlo a los demás. A su vez, esta palabra inscrita en su corazón será lo que el mismo Cristo encuentre al abrir el libro de su vida en el día del Juicio: grabado en su corazón, Él se ha convertido en la vida de ella. 3. EL

MISTERIO DEL VERBO ENCARNADO: LA HUMANIDAD EN LA TRINIDAD

Este acontecimiento no sería la única "cardiografía" registrada en la vida de la santa. Había sido precedida por otra en la cual ella se había sentido marcada con el sello de la Trinidad'" e iría seguida de otras que expresaban igualmente los acentos o las claves fundamentales de su experiencia. Constituyen visiones con un contenido simbólico que, si bien llaman profundamente la atención, nos remiten a los elementos teológicos que configuran su espiritualidad. Y, en efecto, la espiritualidad trinitaria sustenta la centralidad de la espiritualidad del Verbo encarnado. En Magdalena de Pazzi, el misterio del Verbo encarnado aparece desde muy pronto contemplado como la gran novedad que se introduce en el seno de la vida trinitaria. Así, en Los cuarenta días, encontramos la siguiente reflexión: Me pareció que el Eterno Padre estaba realizándolo todo con su Sabiduría, y comprendí que ésta era su Hijo; o sea, que el Eterno Padre obraba por medio de su Hijo, y que en la Santísima Trinidad residía la perfección de todas las cosas en grado infinito. Pero faltaba una cosa: la humanidad. Dispuso el Padre la Encarnación del Verbo, y así con su sabiduría vino a perfeccionar y a hacer que lo que antes no existía existiese entonces en la Trinidad beatisima".

La Encarnación, contemplada como un misterio unitario, supone introducir la humanidad en la Trinidad. Casi tres meses después de haber

20 S. MARIA MADDALENA DEPAZZI,Tutte le opere ...,!, pp. 248-249; el 22 de julio de 1584, entendió que el Padre escribió en su corazón, con la Sangre de Jesús, llamán~ola hija y esposa del Hijo; Jesús escribió con la leche de la Virgen María su compromlso de pe~manecer en ella por amor, y el Espíritu Santo escribió con las lágrimas de Santa Mana Magdalena (cuya fiesta se celebraba) que haría en ella cosas admirables. 21 S. MARÍA MAGDALENA DEPAZZI,Los cuarenta días. Madrid, 1956, p. 31; Eadem, Tutte

le opere ..., I, pp. 101-102.

200

UNA ESPIRITUALIDAD DEL VERBO ENCARNADO

recibido la primera inscripción realizada por San Agustín en su corazón el 8 de junio de 1585, en la vigilia de Pentecostés, se iniciaron los éxta~ sis de la semana del Espíritu Santo, recogidos en Revelaciones e inteligencias. De nuevo la liturgia marcaba el ritmo de su experiencia. En la mañana del domingo de Pentecostés, 9 de junio, tras meditar sobre la palabra de Dios como alimento del alma, como remedio y orientación a la que poder acudir en cualquier dificultad, Magdalena habló como si el Padre eterno se dirigiera a ella: Oh, querida y predilecta mía, ¿no penetras, no entiendes, no ves, no gustas que las palabras de mi Verbo son la escalera que vio Jacob (cf. Gén 28,12), por la que bajaban y subían los ángeles, y cuyo extremo tocaba el cielo? Mas la escalera de mi Verbo es más alta, porque se apoya en el alma y llega hasta mi interior+.

Así pues, la escalera "son sus palabras, que penetran como saetas en el corazón de las almas, las mueven y las incitan a subir''.

29

30

,p.

Eadem, Éxtasis, amor y renovación, 39; Tutte le opere ..., IV, p. 78. L .M. DI GIROLAMO, Santa Maria Maddalena de' Pazzi ... , pp. 209-264.

La participación de cada uno en la gloria del Verbo dependerá de su respuesta a la obra de la regeneración. 4.

LA SIMBOLOGíA DEL CUERPO DE CRISTO

María Magdalena de Pazzi nos ofrece un rico universo simbólico, enraizado en la Escritura y en la tradición orante de la Iglesia, a través del cual trata de acoger, penetrar, comprender, adorar y comunicar el misterio inefable del Dios trínitario". Siendo central el misterio de la Encarnación del Verbo, la simbología del cuerpo de Cristo ocupa un lugar muy relevante en ese universo, y se despliega para expresar sus fundamentales dimensiones cristológicas: así, aparece el cuerpo glorioso, con vivas referencias al cuerpo histórico del Verbo encarnado (sus llagas), que se le manifiesta en relación con el cuerpo eucarístico (después de la comunión) y la remite intensamente a una misión para con el cuerpo eclesial de Cristo (la renovación de la Iglesia). Sin pretender agotar esta amplia temática, expondremos brevemente lo más esencial. 4.1.

LA CLAVE ESPONSAL: EL CUERPO DE CRISTO COMO LUGAR DE LA UNIÓN MíSTICA

Toda esta rica simbología a que nos referimos nace y crece en el ámbito de la relación esponsal de María Magdalena de Pazzi con el Señor. Recordemos que celebró su profesión religiosa el 27 de mayo de 1584, en la fiesta de la Santísima Trinidad, estando enferma. Desde el co-

S M

31

IV

MMUAJESÚS FERNÁNDEZ CORDERO

79' .

32 33.

ARtA MAGDALENA DE PAZZI,

Éxtasis, amor y renovación ..., p. 40; Tutte le opere ...,

Eadem, Éxtasis, amor y renovación ..., p. 41; Tutte le opere ... IV p 79 Eadem, Éxtasis, amor y renovación ..., p. 46; Tutte le opere ..., IV, p. 86. 1:'

1

J.



Eadem, Éxtasis, amor y renovación , p. 48; Tutte le opere , IV, p. 88. Eadem, Éxtasis, amor y renovación , p. 45; Tutte le opere , IV, p. 85. 36 Un panorama de este universo simbólico, en L.M. DI GIROLAMO, Santa Maria Maddalena de' Pazzi ... , pp. 99-157. 34

3S

~JESÚSFERNÁNDEZCORDERO

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UNA ESPIRITUALIDAD DEL VEREO ENCARNADO

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mienzo del . manuscrito de Lo s cuarenta días p d ibi perspectiva esponsal no es en a b so1uto reducci ' o emos . Lperci li Ir que esta en que celebra la profesión le a d d I?msta. a iturgia del día con la Trinidad y cada voto e :yu a a escubnr que su unión íntima es , nClerra para ella un . laci , con una de las personas divinas El d .avmcu aCIOnespecífica ción con el Hijo sino con el P d voto e ~astldad no lo sitúa en rela, a re, porque El es 1 que esta pureza es una de las más ínti . e amor puro; así, "veía al~a con su Dios, por la conformid:~as un~ones q~e puede realizar el DIOScuando es pura". con s E J ~ue e alma tiene con el mismo ,u sposo esus se une p 1 b di . que. 1a. asemeja a él.,In y al Espírit u Santo se une or a o e iencia 1 b ' porrecibir y conservar "las riquezas y t d 1p~r a po reza, para poder Ahora bien es con Jesús e es~ros e mismo Espíritu":". .' on quien esta uní' . propiamente esponsal, y es él qUI· . ,on ,reVIsteun ." . en rea liIza 1a unlon· ' . , carácter S" umo . íntimamente a Sí"' so.n expresiones que e . me umo a 1 fr ' "me pe.rClbee,sta unión mística a través del sí b r;p ea con ecuencia. Ella mismo dia de su profesión religio d. m o o del cuerpo de Jesús. El sa, Ice: í

Luego !;~ús, acariciándome dulcemente e me unio intimamente a Sí enc ind omo a una nueva esposa, rimen taba un suavísimo :ep e~an ome en su Costado, donde expeoso .

Es el cuerpo glorioso de Jesús to terreno. El fruto de esta . , ' que F?rta las llagas de su sufrimiensus deseos, pareciéndole qu:~:oSn ~sPlfltual fue la transformación de propios y la conformaba total nnor e quitaba todos los que le eran , men e con su volunt d d mas profunda que al recibir el . .. a, e una manera ahora podía decir "Ya crucifijo en el día de su toma de hábito· . no me preocupa ni .... ' Voluntad de Dios'?". monr m VIVIr,sólo quiero la La expresión de la intimidad n .al . Costado de Cristo le permite d UbP~I mediante la introducción en el escu nr que esta ex . . ,. e a, no es, sin embargo , exclUSlva . de su rel . , periencia, umca para 1 11 que, tan sólo dos días después d f . aCIOncon e Señor. De ahí Cristo como un lugar eclesial e su pro esión, vea el cuerpo glorioso de emplea la imagen del tem 1 )' p.ero no con connotaciones cultuales (no po, smo esponsales: Vi luego a Jesús a la derecha del Padre h do sus cinco Llagas a manera de beLÍ' ~rmos~ y amable, mostrans llenos de preciosas joyas, mayorme n t e ltmdol tala~o~ o aposentos, a e sacratisimo Costado, y

en ellas había toda suerte de personas. Me pareció, empero, que la del Costado estaba hecha sólo para sus esposas, que somos noso40

tras, las religiosas

En la octava de su profesión, meditaba sobre el evangelio del día, la parábola de los invitados al banquete (Le 14,16ss). Estamos, pues, en un contexto eucarístico. Ella comprendió el sentido de la eucaristía como anticipo del banquete escatológico, Y como apertura a él: estamos llamados no sólo al banquete eucarístico, "sino también al de los bienaventurados, que es la visión de Dios"41.Entonces emerge de nuevo la simbología del cuerpo de Jesús: todavía mientras peregrinamos en este mundo, él atrae hacia su Corazón a todos aquellos que acuden a su invitación, Y allí los alimenta con su preciosa Sangre, los cubre y los viste con ella: "los vi alimentados y vestidos de Sangre". El final de este tiempo de oración vuelve a ser esponsal; ella siente que Jesús la une a la Trinidad mediante un hermoso lazo de tres puntas que sale de su corazón. De nuevo, se ve habitando en la interioridad de Cristo, simbolizada en la llaga del Costado: Puso luego el Señor en su Costado una piedra preciosa de color morado, a fin de que yo no pudiese salir y no pudiese atribuirme bien 42

alguno, sino que lo refiriese todo a JesÚs

97-98.38 S.

MAIÚA

MAGDALENA

DE PAZZI,

Los cuarenta días ... ,. pp 25-27·,uT tt e 1e opere ..., 1, pp.

bodega del vino del Cantar de los Cantares. En el undécimo día de los éxtasis tiene lugar la visión del jardín mistico" , un jardín muy grande albergado "dentro del Costado de Cristo" y poblado por los ángeles de las monjas del monasterio Y por el del padre confesor, atareados en tejer guirnaldas de flores (virtudes) para las religiosas, con el hilo de oro de la caridad. Luego el jardín se expande

Eadem, Los cuarenta di.ias, p. 27 ; Tutte le opere , 1, pp. 98-99. E d a em, Los cuarenta días, p. 27; Tutte le opere , 1, p. 99.

Eadem, Los cuarenta días, p. 30; Tutte le opere , 1, pp. 100-10l.

Eadem, Los cuarenta días, p. 44; Tutte le opere ,!' p. I1l. Eadem, Los cuarenta días , pp, 44-45; Tutte le opere , 1, p. 111. 43 Eadem, Los cuarenta días , pp. 52-55; Tutte le opere ,!, pp. 116-119.

4\

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La imagen de la piedra morada cerrando el Costado del Señor evoca la de la sepultura sellada: ella quedaría como sepultada allí. En realidad, simboliza una vida escondida con Cristo en Dios, aunque no cite estas palabras: "Habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios" (Col 3,3). La imagen desvela, pues, la vocación a permanecer ahí, en la interioridad de Cristo -"a fin de que yo no pudiese salir"-, y la llamada a morir a sí misma -"que no pudiese atribuirme bien alguno" =, para vivir en Cristo -"que lo refiriese todo a Jesús" -. No es extraño que, desde este sabor de intimidad, el Costado sellado se convierta más tarde en la

40 37

.

MARÍA JESÚS FERNÁNDEZ CORDERO UNA ESPIRITUALIDAD

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DEL VERBO ENCARNADO

por cuatro senderos, caminos interiores "cubiertos, por encima y por los lados, con la santísima Humanidad de Jesús": el primero de ellos conduce al Corazón de Jesús, donde una fuente ofrece un agua deliciosa que refresca a quienes padecen el fuego de la soberbia y calienta a los tibios en el amor de Dios; hemos de entender que este primer sendero enlaza el Costado y el Corazón, pues los tres restantes salen de este centro cordial de Cristo: hacia la mano derecha, el sendero de la fe; hacia la mano izquierda, el de la justicia; y hacia la boca, el camino de la visión de Dios, que no es propio de este mundo. La peculiar visión termina fijando la mirada en la Cabeza de Cristo, convertida también en un lugar donde habitar gracias a las heridas de la corona de espinas, con estancias refulgente s como espejos "para que las criaturas nos mirásemos en Cristo nuestra Cabeza, siendo nosotros sus miembros". El momento inicial la visión no hace referencia a la meditación de ningún pasaje bíblico, sino a la unión del alma con Cristo en el Santísimo Sacramento, pero es innegable la relación con Jn 14,6 -"Yo soy el camino"- y con ICor 12,27 - "vosotros formáis el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro". Más adelante desarrollaría la imagen del jardín con tres niveles de significados: el alma-esposa, la vida consagrada (las religiosas) y la Iglesia. Se trata de una imagen inspirada en Cant 4,12: "Eres huerto cerrado, hermana y esposa mía, huerto cerrado, fuente sellada". Ahora bien, estas palabras son del Amado, dirigidas a la amada. No es extraño su contenido antropológico y eclesiológico'". Lo que llama la atención en la visión que hemos descrito es su vinculación con el cuerpo de Cristo: un jardín contenido en la humanidad de Cristo. Se trata del fundamento cristológico de toda la vida cristiana. Esta inclusión del jardín en el cuerpo de Cristo se explica porque él mismo es el jardín del Padre. Lo dirá en el primer día de la semana del Espíritu Santo, donde encontramos también la imagen de las estancias o habitaciones, que hemos visto que va aplicando al cuerpo de Cristo: El tesoro del Verbo es la criatura, y tu tesoro, Padre ¿cuál era sino el Verbo? Ortus conclusus, jardín cerrado: (Cant 4,12). Era de verdad un jardín cerrado aquel Verbo divino, porque en él estaban contenidas todas las virtudes que proceden de ti, oh Padre. Y así como en el jardín se hallan reunidas muchas flores, así estaban reunidas en él tus virtudes. El Verbo era también aquella digna habitación que encerraba en sí todos los tesoros. Ouam dilecta tabernacula tua (Sal 84,2: ¡Qué de-

i) quam dilecta caverna Sponsi mei (¡Qué seables son tus mora d as. , deseable la gruta de mi Esposo!)45.

la al Espíritu como aquel que culy al día siguiente, c~ando. co~tem~ éste es regado por cinco riachue-

tiva el jardín de ~aIglellsla,e~tl~~ \~Uencarnado: no riega con agua, sino los que son las cinco agas e er e46 • • 1 con su Sangr . ., s cerradas o aisladas, sino vmcu aNo estamos, pues, ante ímagene b a fluidez en este aspecto del , 1 ermite una asom ros . das entre SI, o que p efiere el Costado de Cnsto y su discurso. En lo que a nuestro tema sler don'de habitar una diversidad M ' Magdalena un ugar ' cuerpo es para aria 1 irt des el crecimiento en santidad- y un de caminos que recorrer - as Vl u , d . 1d d reposar en el Ama o. . . espacio nupcia on e .. , del íardín místico, el jueves 7 de jumo Al día siguiente de la VlSlO~d J 1sentido de la eucaristía como un de 1584, María Magdalen~ C,?nSlera e diésemos unirnos más íntimadarse a sí mismo de Jesús para que pu d "47 Esta unión íntima , . , mos en este mun o . mente a El, mientras estUVIese .' nto y delicadeza, mediante la d a la vez con atreVlmle . aparece expresa a,. d la iniciativa divina, primero es imagen del cuerpo de Cnsto. Respetan o Jesús quien se une al alma: 1 ómo Jesús se unía al alma, su y me pareció entonces conte~p adre u divina cabeza sobre la de la " 'ón' ponien o s 1 esposa, en mtIma um 1 ' 1 boca sobre la de la esposa, Y o esposa, los ojos sobre os suyof' a. y todos los demás miembros, mismo hacía con las manos Y o: P~~a sola cosa con Él. Quería todo de manera que esta esposa se ,hacra t ba y obraba lo mismo que Él, Y lo que deseaba el Esposo, vera, gus a da ii de É148 deseaba todo lo que el Esposo deseaba, Y na a Iuera .

., a ella? Una unión de voluntades. Ex¿Qué significaba esta umon par al hasta el punto de sugerir la presada a través de ~os sentidos c~rpo:ci~~ espiritual que culminaba en unión física, se r~fena .~una tr~s ue suponía esto para el alma, en una verdadera detficacwn. Al ~~~ q hacía este recorrido por la corcorrespondencia a los gest.os e., sdPo~o, alabras anteriormente citadas: poralidad de Cristo, a contmuaclOn e as p

070

.' 1 alma se una con Él Y Él con el alma. Es así como Dws quiere qubeel d J ús no puede querer otra cosa Teniendo ésta su cabeza so re a e es ,

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S.

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44

El contenido de la imagen del jardín, en pp. 151-156.

L.M.

DI GIROLAMO. Santa

Mana Maddalena

MARÍA MAGDALENA DE PAZZI.

. 10 Tutte le opere.... . Éxtasis,. amor Y renovactón.... p.

" P 59' Tutte le opere.... IV. p. 100. Eadem Éxtasis. amor Y renovacwn ..., . . 1 119 • 52 55' Tutte le opere..., • p. . 47 Eadern, Los cuarenta días.... pp. - , 1 120 56 57' Tutte le opere..., . p. . 48 Eodem. Los cuarenta días.... pp. - •

IV. p. 50.

de' Pazzi ...•

207

208

UNA ESPIRITUALIDAD DEL VERBO ENCARNADO sino unirse a Él y que Dios se una a ella, y por esta unión no desea otra cosa más que la divina Voluntad. Dios se contempla en Sí mismo y sólo Él es capaz de poseerse. Se ve a Sí mismo en todas las criaturas, incluso en las que no poseen ningún sentimiento, pues habita en ellas por virtud haciéndolas trabajar y dar fruto. Así, pues, teniendo el alma sus ojos sobre los de Jesús, se ve a sí misma en Dios y ve a Dios en todas las cosas. Contempla su incapacidad y, por tanto, comprende que sólo Dios es capaz de Sí mismo. De esta manera el alma ve lo mismo que ve su Señor. Dios gusta y saborea todas las cosas para el bien y hasta saca el bien de los mismos defectos. También el alma que tiene su boca en la de Jesús gusta y saborea todas las cosas para el bien e igualmente saca bien de los mismos defectos. Si ve cometer alguna falta, no sabe cogerla más que por el lado que tiene de bueno. Así es como gusta lo mismo que gusta Dios. El Señor obra todas las cosas con poder y sabiduría y lo reparte entre sus criaturas. El alma unida a Dios y teniendo sus manos sobre las divinas hace también todas las cosas con sabiduría y poder. Digo con sabiduría, porque sabe guardarse de todas aquellas cosas que son nocivas y desagradan a Dios. Con poder, porque el alma enamorada de Dios siente que puede todas las cosas, aun las más difíciles, y, si necesario fuese, se arrojaría a las llamas o se entregaría a la espada; tal es la fuerza que cree sentir. Es así que obra como Dios. Desea el Señor que todas las criaturas se salven; no que lo desea con el deseo, puesto que en Dios no existe el deseo, pero lo digo así para mejor explicarme. Habiendo, pues, el alma unido sus pies a los de Jesús, desea también que todas las criaturas le amen y que todas se salven, de modo que yo veía cómo esta alma, por su conformidad y participación con el mismo Dios, viene a ser como otro Dios por gracia, ya que infinitamente por naturaleza no puede serio sino el mismo Diosw'".

Se establece así una línea que vincula, asocia o incluso identifica, la comunión eucarística, la unión mística y la deificación de la criatura. Otras imágenes son aplicadas al Costado de Cristo. En la línea de las estancias y habitaciones, esta herida del cuerpo de Jesús aparece como su "escuela", allí donde el alma encuentra "muchos libros abiertos" que son "las obras de Dios" desde la creación del mundo": En referencia al Cantar de los cantares, la entrada al éxtasis de la santa carmelita se produce a veces desde el llamamiento a la esposa como la paloma que anida "en las hendiduras de las rocas, en las grietas de las peñas escarpadas"

NUUÚAJESÚSFERNÁNDEZCORDERO

(Cant 2,14), Yes conducida al espacio de la intimidad: "Introdújome en la celda del vino y ordenó en mí la caridad (Cant 2,4) (... ). La celda del vino era el Costado de Jesús, y el vino su preciosa Sangre"?'. Esta interpretación del Costado como la bodega del Cantar le permite establecer el vínculo de este cuerpo glorioso con la Pasión, no sólo en las heridas, sino en la Sangre. Nos encontramos aquí con la mediación del Verbo encarnado, con el misterio de la redención del género humano por el derramamiento de una Sangre que simboliza la vida de Dios. Pero antes de adentrarnos en ello, conviene señalar que también los dos niveles de pensamiento en los que María Magdalena sitúa la esponsalidad -el alma y la Iglesia- tienen relación con el cuerpo de Cristo. De este modo, tanto el plano personal o antropológico como el eclesial aparecen ligados a esta mística de la corporalidad del Señor. 4.2.

LA ESPOSA-ALMA Y LA ESPOSA-IGLESIA

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Eadem, Los cuarenta días ...• pp. 57-58; Tutte le opere..., l. pp. 120-122. Eadem, Los cuarenta días ...• pp. 164-165; Tutte le opere..., l. p. 206.

EN RELACIÓN CON EL CUERPO DE CRISTO

Una meditación de Revelaciones e inteligencias, en el primer día de la semana del Espíritu Santo, nos ofrece esta reflexión, dirigiéndose al Verbo: La. esposa-alma es concebida y nutrida en tu sacra tísima boca, y la esposa-Iglesia es concebida y nutrida en tu sacratísimo costado, y en el costado recibe el efluvio de todos sus santos miembros",

Aunque María Magdalena no aduce ninguna justificación para estas ideas, la primera de ellas, la de la esposa-alma siendo concebida y nutrida en la boca del Verbo, podría fundamentarse en el misterio de Cristo como mediador no sólo de la salvación, sino también de la creación, y ver en el soplo de Dios sobre el primer hombre en Gén 2,7 el prototipo del acto por el que Dios (el Verbo) crea las almas, según la antropología vigente. La segunda, arraigada en la doctrina tradicional de la Iglesia nacida del costado de Cristo, le servía para considerar la comunicación con Cristo (proximidad a su corazón) y la de todos sus miembros. Al desarrollar la comparación entre ambas por esta relación con la boca y con el costado de Cristo, pese a la apariencia de una mayor intimidad de la Iglesia con el Señor, acaba afirmando el lugar "más alto y sublime" de la esposa-alma para recibir "el influjo abundante y el efluvio" de la esencia divina; argumenta que la esposa-Iglesia lo recibe "de una

51

•9

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Eadem, Los cuarenta días..., p. 185; Tutte le opere..., I. p. 222. El manuscrito cita según Introduxit me Rex in cellam vinariam; ordinavit in me charitatem (Cant 2,4) . S. MAIÚA MAGDALENA DE PAZZI. Éxtasis, amor y renovación ..., p. 7; Tutte le opere...,

la Vulgata: 52

IV, p. 47.

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UNA ESPIRITUALIDAD DEL VERBO ENCARNADO

manera más común y comprensible a todos" y, sobre todo, que, aunque parezca que muchos miembros se lo aportan, "otros le quitan el calor". "La esposa-alma, en cambio, lo saborea todo ... "53. Este modo de discurrir, que parece orientado a exaltar la relación de la esposa-alma por encima de la de la esposa-Iglesia, se sitúa, en realidad, en un contexto que permite interpretar otra finalidad: sostener a la esposa-alma en "la prueba">' por el bien de la esposa-Iglesia y, para eso, afirmar para ella la máxima intimidad con el Señor, su conformación con él y, al mismo tiempo, el sentido de tal padecimiento en favor de todo el cuerpo eclesial. Como hiciera al tratar de la unión mística, de nuevo el significado de la corporalidad se interpreta como vía de tipo espiritual: "Ahora, la esposa-alma -concebida, nutrida y dada a luz en tu boca- deberá hacer lo que se hace con la boca"; alabar con los labios, comer el pan ... , "alimentar todo el cuerpo", son actos que tendrán su traducción en lo que se requiere al alma y, más en concreto, en lo que el Señor le pedirá a María Magdalena en la prueba: "mi alma (. ..) tendrá que tragar muchos bocados duros, porque todos los demonios del infierno se levantarán contra mí..;", pero sigue aprendiendo de esta imagen corporal: Además, los labios sirven también para dar alimento al cuerpo, y yo he de beber el vino dulcísimo de tu alabanza pura, sincera y escueta, expresada para honrarte y ofrecida por la salvación del prójimo. Éste es el alimento de la esposa-alma ... 55.

El Señor le promete el vigor de su gracia, aunque no pueda sentida. y participará en la pasión de Cristo y en su obra redentora.

4.3.

LA PASIÓN

CONTEMPLADA Y PARTICIPADA

Uno de los fenómenos más llamativos de la experiencia mística de Magdalena de Pazzi es la representación extática de la crucifixión del Señor. Se trata de tres éxtasis de la pasión de Jesús", que tuvieron lugar Eadem, Éxtasis, amor y renovación ..., pp. 7-8; Tutte le opere ..., IV, pp. 47-48. El manuscrito de Revelaciones e inteligencias comienza con el anuncio de una prueba: "te hago saber que en este tiempo recibirás siete veces el Espíritu Santo. Luego te quiero quitar no digo mi gracia, sino la conciencia de esta gracia ... (... ). Sepas, pues, que durante cinco años te quitaré no mi gracia, sino su conciencia" (Eadem, Éxtasis, amor y renovación ..., p. 4; Tutte le opere ..., IV, p. 44). Será una etapa de desolación espiritual que ella llamará "el lago de los leones" y que se inicia a continuación de esta semana. 55 Eadem, Éxtasis, amor y renovación ..., p. 8; Tutte le opere ..., IV, p. 48. 56 Han sido editados por separado en francés: MARlEMADELEINE DE' PAZZI,Les trois extases de la passion de Jésus, Traduction, introduction et notes de frere GIANFRANCO MARlA TUVERI, O.CARM.,Abbaye de Bellefontaine 2003. 53

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MMÚAJESÚS FERNÁNDEZ CORDERO

211

en 1584 (del jueves 14 al viernes 15 de junio), en 1585 (del jueves santo al viernes santo, 19-20 de abril) yen 1592 (también del jueves santo al viernes santo, 26-27 de marzo). Para comprenderlos hay que tener en cuenta, además de la sensibilidad barroca, dos de las influencias más importantes en la espiritualidad de María Magdalena de Pazzi: en primer lugar, la de Santa Catalina de Siena, que afirmaba que el Verbo eterno nos ha manifestado su amor en la sangre; en una de sus oraciones, exclamaba: ¡Oh pasión deseada! Tu eterna Verdad dice que ni es deseada ni amada por quien se ama a sí mismo, sino por quien se despoja y se viste de ti, levantándose luminosa a causa de tu luz hasta conocer la altura de la caridad. ¡Oh pasión deleitable y dulcísima, oh riqueza del alma, refrigerio de los afligidos, comida de los que tienen hambre, puerto y paraíso del alma, alegria verdadera, cielo y bienaventuranza nuestra! El alma que en ti se gloria consigue su [ruto'?

En segundo lugar, la influencia ya mencionada de Gaspar Loarte. Éste, en sus instrucciones para meditar la pasión, recomendaba ocho vías o puertas de acceso a este misterio: 1) la vía histórica o literal, conociendo el desarrollo de la escena a meditar, como si uno estuviese presente en persona; 2) la vía de la compasión: "en tu meditación compartirás y participarás en los grandes tormentos y en las humillaciones que Cristo sufrió"; 3) la vía de la compasión y la contrición, lamentando los pecados por los que Cristo padeció tanto; 4) la vía de la imitación de las virtudes y los ejemplos que Cristo nos dio, en sus palabras, en sus obras y en la forma en que sufrió, para aprender de él y esforzarse en adquirir tales virtudes; 5) la vía de la acción de gracias por los grandes beneficios que nos han sido concedidos por su pasión; 6) la vía de la admiración, ante la inmensa caridad con la que Cristo se ha ofrecido a tan dolorosa e ignominiosa muerte; 7) la vía de la alegría y de la esperanza al considerar que tales sufrimientos y muerte han sido para nuestra salvación, para rescatar para nosotros un tesoro infinito; 8) la vía del amor, en respuesta al amor extremo con que el Señor sufrió y murió "por ti"58. Magdalena de Pazzi hizo este recorrido, de modo que los tres éxtasis de la pasión fueron momentos culminantes de su proceso, vinculados a la celebración litúrgica de la Iglesia en la pascua semanal o anual. El primero de ellos comenzó bruscamente, estando enferma en cama, y le hizo saltar del lecho con gran ímpetu, coger un crucifijo, apretado contra

s. CATALINA DESIENA,"Oraciones

y soliloquios", en Obras ..., p. 480. G.M. TUVERI,"Introductíon'ven Marie Madeleine de' Pazzi, Les trois extases de la pass ion de Jésus ... , pp. 15-16. 57

58

UNA ESPIRITUALIDAD

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DEL VERBO

su pecho, correr por la habitación y gritar: "[Amor, Amor, Amor!"; después obedeció la indicación de la enfermera de volver a la cama y en ella continuó la visión con los ojos fijos en el crucifijo. Es una contemplación de la pasión en la que es testigo de lo que ocurre, desde la comunión de Judas, y en la que ella expresa de manera espontánea y ardiente los sentimientos que le provoca cada paso, habla con Jesús o guarda silencio. Termina reconociendo ante Jesús que no puede más, y deja el itinerario tras la crucifixión, pero transforma este final en una oración: "Amor, clávame en Ti: no te dejaré jamás. Crucifícame en Ti, o mejor, clávate Tú en mí. Amor, quiero clavarte en mí con los tres clavos de la fe, esperanza y caridad. Y cuando llegue la hora del descendimiento, elige mi corazón para sepultura y también el de estas mis hermanas'P". En los otros dos éxtasis, que comienzan con la visita de Jesús a su madre María, se percibe la progresiva hondura de la contemplación, con una mayor presencia de la palabra de Dios. En ellos tuvo lugar una participación en los sentimientos y sufrimientos de Cristo, de tal modo que se produjo una dramatización, una verdadera y asombrosa "representación" de la pasión: las hermanas registraron, en 1585, que mostraba que veía padecer al Señor, y que la pasión se transfería plenamente a ella en cuanto podía soportarlo su fragilidad'". Seguía a Jesús moviéndose de una estancia a otra del monasterio, contemplaba, meditaba, interiorizaba ... , y reflejaba en sus gestos el padecer físico del Señor, incluso en la crucifixión y hasta la muerte, en impresionantes escenas que llenaron de estupor a sus hermanas. En el tercer éxtasis, el jueves santo de 1592, ella sintió, después de comulgar, que el Señor quería volverla a hacer partícipe de la pasión, como siete años antes, y le suplicó que fuese de manera oculta: "che sia fra te e me, e non apparisca alle creature": no se le concedió tal gracia", pero vivió una identificación mayor con los sufrimientos interiores de Cristo, sus meditaciones fueron más profundas y también su ofrecimiento por la salvación del mundo. Estos tres largos éxtasis -de 16, 26 Y 24 horas de duración, que tendían a reproducir el tiempo estimado "real" de la pasión de Jesús'< son S. MARíAMAGDALENA DEPAZZl,Los cuarenta días, p. 127; Tutte Eadem, "Trigésimo sesto Colloquio", 1 Colloqui, en Tutte "mostrando di vederlo patire tutto quello che patí in essa Passione, Passione totalmente con lei nel' modo che poté portare la fragílitá a vederla uno spettacolo di gran compassione e di grande esemplo, dirlo, et poterlo credere da chi non l'ha vista con li occhi proprii". 59

60

FERNÁNDEZ

CORDERO

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indicativos de cómo la contemplación orante de los relatos de la pasión, que guarda en su memoria, y del cuerpo (histórico) de Cristo a través de ellos, alcanza y afecta al cuerpo de la santa carmelita. En el primero, quedó debilitada y demudada por la visión dolorosa, seguida desde su lecho de enferma; compartía el sufrimiento siendo testigo de él, y éste le hacía estremecerse, llorar o gritar, o apretar en sus manos el crucifijo, "demostrando la gran pena que sufría interiormente en su alma y también en su cuerpo''?'. En los otros dos raptos sigue contemplando, pues nunca deja de mostrar que ve lo que le ocurre a Jesús, y ella medita, guarda silencio o se dirige a él; pero va penetrando cada vez más en lo que ve, hasta "transfigurarse" y sentir la pena de Jesús "in quel modo che la fragilita sua poteva portare'v', y hasta tenderse como sobre la cruz, sentir la crucifixión, ser como levantada, apoyándose contra la pared, pronunciar las siete palabras, y expirar cayendo luego en los brazos de sus hermanas, volviendo a sus sentidos corporales. En el tercer éxtasis, aunque padeció más que en los anteriores, su rostro no quedó pálido, sino encendido; se intuye el espíritu con que lo vivió por una oración al Padre eterno, no del todo entendida, que pronunció al entrar en el oratorio de las novicias, que para ella era el Monte Calvario, antes de la crucifixión: Comprendemo bene, per certe parole spezzate che sentimo, che orava in persona di Jesu offerendo se stesso in sacrifitio al' SUD eterno Padre per tutto il' genere humano, e tutto quello che haveva operato nel' peregrinaggio di 33 anni quaggiü con noi".

Así, oraba desde los sentimientos de Jesús y hacía suya su ofrenda, su sacrificio por todos los hombres. Por tanto, el cuerpo de María Magdalena de Pazzi llegaba a "re-presentar" el de Jesús gracias a la unión mística con los padecimientos del Amado. Su primer biógrafo, Puccini, lo describía así (en traducción de Lezana): tan intensamente contemplaba en Iesu Christo paciente, que toda transformada en él le representaba en sí misma de manera que parecía padecer aun exteriormente todos aquellos tormentos que le veía padecer: de modo que si bien en las palabras que decía hacía la parte de la alma contemplativa,con todo eso en lo exterior hacía la del Salvador que padecía". y

le opere , 1, p. 178. le opere , Il, p. 381: et che conferissi essa e dolcezza sua. Ma fu et quasi impossibile a

Eadern, La Probatione, en Tutte le opere ..., VI, p. 48. Esto se ha relacionado con la difusión de los Relojes de la pasión, Orologi della Passione; B. SECONDIN, Santa Maria Maddalena de' Pazzi ... , pp. 290-291. Sobre este tipo de obras, E. BERTAUD, "Horloges spirítuelles", en Dictionnaire de spiritualité, VII, pp. 745-763, Y específicamente sobre "Les horloges della Passion", pp. 752-754. 61

MARÍA JESÚS

ENCARNADO

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S. MARíAMAGDALENA DEPAZZl,Los cuarenta días ..., p. 129; Tutte le opere ..., 1, p. 180. Eadem, "Trigesimo sesto Colloquío", 1 Colloqui, en Tutte le opere ..., H, p. 400. Eadem, La Probatione, en Tutte le opere ..., VI, p. 84. V. PUCCINI,Vita ..., C. XXVII, p. 38; FR. J.B. DELEZANA,Vida ..., c. XXVII, p. 84.

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UNA ESPIRITUALIDAD

Así, "parecía a las monjas al mismo Iesús en estos misterios". Mantenía, pues, los diálogos del alma contemplativa, pero también a veces podía hablar in persona Iesu -in persona di Jesu, dicen los manuscritos- y su cuerpo reflejaba externamente los dolores sufridos por Jesús. Ella era entonces su vivo retrato, por la contemplación, la imitación y la identificación con el Amado. Es significativo, por otra parte, que estas representaciones de la pasión se vean continuadas o estén próximas a otros episodios de simbología esponsal. Así, al día siguiente del primero de estos éxtasis, el sábado 16 de junio de 1584, se registra la primera entrega del anillo esponsal, que ella percibió en visión intelectual: Luego me pareció que Jesús me daba un anillo, desposándome en unión de amor con Él. Era de oro, por el amor y la caridad; la piedra era blanca por la pureza, y estaba lleno de esmaltes violados por la humildad que yo debo tener, no atribuyéndome nada absolutamente, sino refiriéndolo todo a la soberana bondad de Dios. Poniéndome Jesús el anillo en el dedo anular de la mano derecha, me dijo: "Cada vez que sientas en ti el deseo de honrarme y amarme y amar a todas las criaturas en Mí y por Mí, ten por cierto que no sufres engaño?",

A los ocho días del segundo de estos éxtasis, el 28 de abril de 1585, dominica in albis, tuvo una contemplación del pecado, la iniquidad, la malicia humana y las blasfemias, con gran aflicción y dolor; las hermanas interpretarían esto en los manuscritos como una prueba o purificación con vistas al don que se le haría poco después, en la noche, víspera de la fiesta de Santa Catalina de Siena: el desposorio espiritual": estaría significado por un anillo, de nuevo invisible, cuyo esmalte contenía las mismas inscripciones que su corazón: las dos escrituras o cardiografías realizadas ya entonces por San Agustín -Verbum caro factum est y Sanguis unionis-, y una tercera durante este mismo éxtasis: Puntas coniunxit Verbum ad Mariam, et Sponsum ad sponsam; de este modo, la pureza que unió el Verbo a María es la que une el Esposo a la esposa, en una experiencia caracterizada por la alegría y la consolación que se reflejaban en su rostro (parecía un paraíso). Este amor esponsal es el que explica tanto la radicalidad como la vinculación entre los sentimientos de dolor y alegría; siendo el anillo como un espejo en el que ella vería distintos misterios, el primero de ellos sería esta unión, que describiría en términos paulinos:

Los cuarenta días..., p. 131; Tutte le opere..., I, p. 181. Eadem, "Trigesimo nono Colloquio", 1 Colloqui, en Tutte le opere..., Ifl, pp. 11-27.

67 S. MARíA MAGDALENA DE PAZZI, 68

NUUÚAJESÚSFERNÁNDEZCORDERO

DEL VERBO ENCARNADO

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vedro esso Verbo in me, et io stare in lui; et sara in me crocifisso, et io crocifissa in lui, si come diceva il' suo amato Apostolo San Paulo: Vivo ego iam non ego vivitvero in me Christus crucifvcus (Gal2,20)69.

4.4.

PORTADORA DE LOS SIGNOS DE LA PASIÓN

El amor esponsalla hace partícipe tanto de los sufrimientos como de los gozos del Esposo. Ese sería el sentido de otro conjunto d~ visiones: las que la hacen portadora de los signos de la Pasión ..El ocult~mlento d~ ~stos signos a las criaturas hace de ellos -como del arullo- reahdades espírítuales interiores invisibles, sólo accesibles a los demás por las palabras que ell~ pronunci~ durante los éxtasis y el subsiguiente proceso de elaboración de los manuscritos. Sin embargo, tienen un fuerte componente de corporalidad, puesto que se trata de los padecimientos de la Pasión. , El jueves 28 de junio de 1584, tras contemplar durante e.ldía la glorificación mutua entre el Padre y el Hijo y entre el alma y DiOS(aunque el alma, más que glorificar, honra a Dios), tuvo por la noche una vi~ión de Jesús crucificado, que deseaba estar con ella en correspondencia al acompañamiento que ella le había dado al meditar la Pasión quince días antes y para renovar lo que entonces le había mostrado. Así le entregó por primera vez el fasciculus mirrae, es decir, el conjunto de los instru.mentos de la Pasión, con excepción, de momento, de la corona de espmas. El sentido de tal entrega era semejante al de las inscripciones en el corazón: "vi que hacía como un ramillete con toda su Pasión y me lo co~oc~ba en el corazón, diciéndome que lo hacía así para que me quedase bien Impr~so y lo recordase en aquella forma que m~ ,10 ha~ía h~c~o,gustar aquel ~Iernes". Con la misma intención le anuncio que impnmma en ella las cmco llagas -estigmas invisibles-, para que le quedase? g~ab~?as en la m~nte.y pudiera recordarlas con facilidad; a este anuncio siguió una ex~:nenCla de sufrimiento, de gran temor de ser engañada por una tentación, y de sentimiento de abandono del Señor; pero luego, al recibir la impresión de las llagas, esto se transformó en gozo, libre de todo dolor y tristeza 70: En el coloquio con que terminan Los cuarenta días: cuand~ recapituló toda la experiencia, el 6 de julio, se completó el [asciculus mlr:a~ con la entrega de la corona de espinas, que ella eligió frente al ofrecimiento

69 70

Ibidem, p. 21. Eadem Los cuarenta días..., pp. 170-172; Tutte le opere..., I, pp. 210-212. La ha-

giografía y la' iconografía siguieron la descripción que aquí se hace: "vi a Jes~s que me imprimía sus sagradas Llagas, enviando unos a manera de rayos a las manos, pies y costado, que parecían de fuego y penetraban el centro donde hay. las hen~idur~s de l~s llagas, dejando la señal; en seguida me sentí libre de todo dolor y tristeza, e invadida de inmenso gozo al contemplar en mí esas Llagas. Desde entonces las veo constantemente, aunque no aparecen al exterior, cosa que aprecio muchísimo" (Los cuarenta días..., p. 171).

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UNA ESPIRITUALIDAD

DEL VERBO

de otra de hermosas flores. Le pareció entonces que ya no le faltaba nada y dio a esos instrumentos encerrados en su corazón un nuevo sentido: el de armas para defenderse del demonio. Junto a estas armas, todavía le dio el Señor una "ciudad de refugio": "su santa Humanidad con las cinco Llagas". El cu~rpo de Cristo, en este caso como cuerpo llagado, se erige como la segundad frente a las asechanzas del enemigo: En conjunto eran seis hermosísimas estancias, pues además de las cinco Llagas, todo su Cuerpo formaba una gran Llaga",

Estas experiencias se repiten y profundizan. Una segunda impresión de los estigmas invisibles se produjo al año siguiente, el 15 de abril de 1585. Entonces se acentuó la interioridad de la experiencia, y fue seguida de un acto de unión de todos sus sentidos y potencias con los de Jesús, la realización de esa unión mística significada por su cuerpo y que ella había meditado anteriormente. Entiende que se trata de la conformación de su voluntad con la del Señor, y se abre después a un ofrecimiento e intercesión por todos los miembros de la Iglesia, en una nueva asociación del cuerpo glorioso del Señor con el cuerpo eclesial". En los registros de este coloquio, aparece con fuerza la comparación de María Magdalena de Pazzi con Santa Catalina de Siena, con una conciencia de semejanza, aunque en menor grado en todo, que se atribuye a la voluntad de JesÚs73• y una nueva entrega de la corona de espinas se produce e14 de mayo, a la semana de su desposorio espiritual; ahora significaría un memorial de su regeneración y de su unión con él, pues él la llevó por la regeneración de la humanidad. Desde ahí, encerraría para ella un riquísimo simbolismo: la unidad de la esencia de Dios, la pureza de María, la continua asistencia y alabanza de los ángeles, la fe de los patriarcas, el espíritu e iluminación de los profetas, la caridad de los apóstoles, la paciencia de los mártires, la sabiduría de los doctores, la vigilancia y continencia de los confesores, la candidez de las vírgenes ... 74• Consciente de la paradoja de dolor y alegría unidos en tal simbolismo, entendía que el daño y la pena sufridos en la divina cabeza del Esposo se convertían en la consolación de la esposa. Que sus elegidos recibiesen alguna de las espinas de esta corona significaba participar de su eficacia redentora. Y las heridas, los agujeros causados en la cabeza de Cristo, considerados como «cavernas», eran lugares donde recibir dones espirituales. 71 72 73 74

75-76.

~JESÚSFERNÁNDEZCORDERO

ENCARNADO

Eadem., Los cuarenta días ..., p. 204; Tutte le opere..., I, p. 237. Eadem, "Trigésimo terzo Colloquio", I Colloqui, en Tutte le opere..., Il, pp. 331-339. Ibidem, p. 344. Eadem, "Colloquío quadragesimo secondo", I Colloqui, en Tutte le opere..., III, pp.

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Años después, en el tiempo de la prueba, en un período lleno de diversas y fuertes tentaciones, tales como el.a.band~n? de la ~da relig~osa, la desesperación, el suicidio o el odio, V01VlO a recibir el [asciculus mtrrae, el 25 de febrero de 1588. Contemplaba al Ecce Horno, se ofrecía a padecer, . / 75 Y Jesús la hizo partícipe d e 1as penas d e su pasion . La reiteración de estas experiencias es indicativa de la continuidad de su proceso espiritual, de su crecimiento en la comprensión de los misterios a los que hacían referencia y en la participación en los padecimientos de Cristo por la salvación de los hombres. Su cuerpo fue afectado por tales hechos, pero el carácter «invisible» de estos signos hacía ~ue sintiera que era sobre todo su alma la que llevaba las marcas de su Senor. 4.5.

LA SANGRE DE CRISTO,

SIGNO DE LA MISERICORDIA Y DEL AMOR INFINITO

En este rico universo simbólico, adquiere un relieve el especial la Sangre del Verbo encarnado, que viene a expresar y resumir la entrega de Jesús y la comunicación de su vida". Ya en Los cuarenta días la encontramos como un elemento destacado de la contemplación de Jesús en la cruz; al ver cómo se derramaba por todos sus miembros, pasaba enseguida a considerar cómo actuaba sobre los miembros del cuerpo eclesial, sobre aquellos que la recibían: La Sangre divina obraba sobre las almas que la recibían produciendo tres efectos: como si aspirase, inspirase y respirase. En primer lugar, hacía aspirar al alma, o sea, que desease unirse a Dios dejando el pecado y despojándose de todos sus vicios y defectos. El segundo efecto era el de inspirar: abrir e iluminar los ojos del alma, comunicándole el conocimiento de Dios y de sí misma. Era el tercer efecto respirar. Convertía al alma en un reposo para Dios, y este Dios descansaba en ella con gran placer y gusto. El alma, a su vez, también hallaba en Dios un descanso suavísimo; antes, sin embargo, el Señor había reposado en ella".

La formulación clásica del itinerario espiritual según las vías purgativa, iluminativa y unitiva aparece aquí delineada com~ efecto ~e la Sangre en el alma bien dispuesta. Días después, en esta misma sene de contemplaciones, cuando la unión mística se expresa como el encerraEadem, La Probatione, en Tutte le opere..., V, pp. 139-140. C. CATENA "S. Maria Maddalena de' Pazzi, e il Sangue di Gesü", en Eadem, S. Maria Maddalena de' Pazzi carmelitana. Orientamenti spirituali e ambiente in cui visse. Roma, 1966, pp. 95-11l. 77 Eadem, Los cuarenta días, 36; Tutte le opere... ,!, p. 105. 75 76

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UNA ESPIRITUALIDAD DEL VERBO ENCARNADO

miento en el Costado de Cristo, la consideración de éste como la celda del vino de Cant 2,4 implica que recibir la Sangre es gustar ese vino; entonces, su efecto es descrito como un aumento de los deseos de recíbirla, en una línea afectiva que llega hasta querer derramar la propia sangre por su amor; pero este sentido pasional se completa enseguida con otro que incorpora el sentido festivo del vino que recrea: En segundo lugar, me pareció que ese vino, como dice el Salmista, recrease el corazón del hombre (Sal 103,15). El alma que lo gusta siempre está de fiesta y llena de gozo, porque tiene el corazón alegre y contento en la Sangre del Señor":

A su vez, esta simbología de la Sangre-vino queda envuelta en la relación con el Señor descrita con las palabras de la traducción latina de Cant 2,4: "Introdújome en la celda del vino y ordenó en mí la caridad". Así, esta mística en la que el Esposo da a gustar a la esposa el vino de su bodega sitúa a la Sangre en el ámbito de la intimidad esponsal. No es extraño que la segunda cardiografía que se registra como realizada por San Agustín en el corazón de Magdalena sean las palabras: Sanguis unionis?'. En Revelaciones e Inteligencias, la Sangre es un elemento vivo, una mediación fundamental de la obra redentora de Cristo. Aparece en el designio del Padre: Se puede decir que el Verbo humanado es como el pecho del eterno Padre, porque en él descansa la esencia del Padre, al cual corresponde tener misericordia. El eterno Padre no ha hallado quien pudiera comunicar su ser misericordioso a la criatura, por lo que fue necesario que se encarnara el Verbo, el cual, para mostrar su misericordia y su amor infinito, se dejó abrir el pecho, del que manó su preciosísima Sangre, con la cual revivificó a sus hijos muertos'".

Así pues, la Sangre es el signo de la misericordia y del amor infinito. La Sangre del Cordero inmolado significa una lluvia de gracia, un verdadero diluvio de gracia sobre el "pequeño mundo del alma"; en ella, el alma ha de anegar sus propios deseos, intenciones, afectos, para renacer como humanidad nueva en Cristo". Por eso, la Sangre representa la me-

MAmAJESÚSFERNÁNDEZCORDERO

diación de Cristo, la obra de la redención y la acción salvífica de la gracia. "El Verbo es camino, y nos manifestó este camino con la Sangre'?". En ella, el alma-esposa y la Iglesia-esposa se nutren, se alimentan en la experiencia del amor; en ella se lavan, se purifican de todos los pecados, y se visten el vestido nupcial para entrar en las bodas de Cristo. Toda la humanidad está llamada a esto'". La Sangre es una de las razones que empujan al Verbo a unirse al alma: La tercera cosa que te empuja a unirte al alma es la Sangre, cada gota de la cual es como una lengua que grita: unión, unión, unión con quien tú has redimido ... Estas gotas de Sangre del Verbo son para él una música suave, porque le recuerdan el amor con el cual la derramó. La Sangre hace que el Verbo se enamore tanto de la criatura que, después de haberla derramado por ella, se la da... Dios es el centro del alma, y el alma es el centro de la Sangre por el primer movimiento que empujó al Verbo a derramarla, que fue el amor que tenía a la criatura. Por eso, igual que Dios mira siempre a su propio ser sin principio, así la Sangre mira siempre al primer principio por el cual fue derramada ... 84.

La capacidad simbólica de la Sangre para significar la mediación de Cristo aparece expresada en la doctrina de los doce canales por los cuales la glorificación que el Verbo realiza se vierte sobre la tierra. Magdalena de Pazzi atribuye a la Sangre el hacer manifiesta esta obra". El noveno canal es la petición que el Verbo hace al Padre para que otorgue su igualdad con él a los espíritus bienaventurados y su misericordia a las criaturas. Es una original forma de expresar la intercesión sacerdotal de Cristo; la carmelita escenifica esta petición, mediante la personificación de la divinidad y de la humanidad de Cristo y también la personificación de la Sangre; a modo de personajes, buscan la compañía apropiada para acudir al Padre: La divinidad, mirándose a sí misma, se ve tan grande que no encuentra nada semejante a ella con que acompañarse. Y la humanidad, a su vez, mirándose a sí misma, ve que es un gusano, y tampoco ella

Eadem, Éxtasis, amor y renovación , p. 212; Tutte le opere..., IV, p. 274. Eadem, Éxtasis, amor y renovación , pp. 82-83; Tutte le opere..., IV, pp. 128-129. 84 Eadem, Éxtasis, amor y renovación , p. 98; Tutte le opere..., IV, p. 146. 85 Eadem, Éxtasis, amory renovación , p. 101: "Quien hace manifiesta la obra no es ni el Padre, ni el Verbo, ni el Espíritu Santo, sino la Sangre que sale de las entrañas del Verbo encarnado: se infunde en el alma, la eleva y la embriaga de tal modo que parece que ya no tiene necesidad de infundirse en ella, antes bien, el alma la difunde a los demás, mientras aquélla permanece en las entrañas del Verbo". Tutte le opere..., IV, pp. 149-150. 82 83

78 79 80 81

Eadem, Eadem, Eadem, Eadem,

Los cuarenta días, 185-186; Tutte le opere..., 1, pp. 222-223. "Trigesimo terzo Colloquio", 1 Colloqui, en Tutte le opere..., 11,p. 343. Éxtasis, amor y renovación, 82-83; Tutte le opere..., IV, pp. 128-129. Éxtasis, amor y renovación, 189; Tutte le opere..., IV, p. 247.

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MARÍA JESÚS FERNÁNDEZ CORDERO

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halla con quien acompañarse. Por eso ambas se encuentran solas y deciden tomar por compañía algo que provenga de una y otra: es la Sangre, que procede tanto de la divinidad como de la humanidad. De la divinidad, porque fue su amor el que movió a la humanidad a derramarla; de la humanidad, porque es la que la ha derramado. Las tres juntas van, pues, al Padre a presentarle su petición. El Padre, viendo que se ha juntado a las dos primeras un tercer compañero que es la Sangre, se acuerda -aunque en él todo es presente- del amor que lo movió a enviar al Verbo y de aquello con aquél mismo Verbo derramó la Sangre por la criatura, y recuerda asimismo cómo esta Sangre ha sido el medio para reunir a la criatura consigo. El eterno Padre no espera siquiera a que hagamos la petición, sino que concede ya la misericordia a los pecadores, no sólo a los que están dispuestos, sino también a aquellos que por medio de la Sangre se van disponiendo. Y ésta es la obra que se hace en la tierra, manifestada a nosotros por el noveno canal de la súplica del Verb086•

Este ofrecimiento -que pertenece al sacerdocio de todos los bautizados, y, por tanto, a "las esposas" y a "la criatura" -, es capaz de suscitar el agradecimiento del Padre: ¿Cómo puede ser que el Padre eterno se muestre agradecido a la criatura que ha recibido el don, si él mismo es el donante? Está inmensamente agradecido a la criatura, porque, aun habiendo cometido ésta la culpa, se le ha perdonado con la Sangre del Verbo. Por consiguiente, cada vez que la criatura ofrece al eterno Padre la Sangre con la que ha sido redimida, hace un don tan grande, que el Padre se siente obligado hacia la criatura, porque ve que ha sido la causa por la que ha comunicado y continuamente comunica su bondad ... 90.

La efusión de la Sangre equivale a la revelación transformante del amor redentor, y el alma que la acoge se va configurando con Cristo: "Esta Sangre, de hecho, nos embriaga tanto de amor divino, que nos hace en todo conformes y uniformes a su querer ... "87. De esta forma, el alma se convierte en misionera, pues difundirá este amor y realizará la obra más grata a Dios: reconducir a él las criaturas. Así, la Sangre representa la misión y la entrega de Cristo y el ministerio de la Iglesia. En la quinta noche del Espíritu Santo, en la que contempla al Verbo humanado como cordero y pastor a la vez, y la vocación de la criatura a ser también cordero y pastor a la vez, medita el envío de los discípulos en Le 10, y equipara el envío de los doce apóstoles y el de "las esposas'". La misión consiste en curar a los enfermos, con la medicina de la palabra del Verbo, "que sana todas las enfermedades del alma"; en expulsar los demonios, con la cruz, el ayuno, la oración, la humildad; y en resucitar a los muertos: Se da vida a los muertos con la Sangre del Verbo unigénito, porque cuando se le ofrece, él la infunde en sus criaturas y de ese modo vivifica las almas muertas a su gracia y las une de nuevo con él restituyéndoles la gracia ... 89.

86 87 88

Eadem, Éxtasis, amor y renovación , pp. 108-109; Tutte le opere , IV, pp. 158-159. Eadem, Éxtasis, amor y renovación , pp. 139-140; Tutte le opere , IV, pp. 190-19l. Tutte le opere..., IV, p. 132: "Llama a los doce apóstoles y los envía a predicar, in-

dicando lo que tienen que hacer. Otro tanto hace con sus esposas, pero habrá entenderá y quien no lo querrá entender". Tutte le opere..., IV, p. 182. 89

quien

Eadem, Éxtasis, amor y renovación ..., p. 133; Tutte le opere..., IV, pp. 183-184.

221

lo

Al expresar simbólicamente la misión del cristiano y de la Iglesia, es lógico que la Sangre esté presente también en las cartas de Renovación de la Iglesia. El 27 de julio de 1586 dictó la dirigida al papa Sixto V, en la que le rogaba "en virtud de la Sangre del Verbo humanado" que comprendiera lo que el Señor quería de su Vicario: "Quiere que renovéis su esposa Iglesia, que se os ha entregado para su cuidado y custodia"; le invitaba a contar con colaboradores, a quienes llamaba "ministros de la Sangre", y mencionaba expresamente a los jesuitas, dominicos y mínimos; le llamaba a imitar al pastor verdadero, el Verbo encarnado, y al apóstol Pedro, insistiendo por tres veces en que había de tener su mismo deseo "de derramar con disponibilidad su sangre"; el poder de las llaves era identificado como el poder de dar "la Sangre de la dulce verdad"; y el centro de la renovación de la Iglesia debía consistir en "someter a la consideración de los religiosos y de las religiosas, consagrados a Dios, el precio de aquella Sangre, la obligación que han asumido con la profesión y los votos que han hecho"; y era la misma Sangre del Cordero degollado la que le llamaba: "os invita a vos, su Vicario, a despojarse completamente de sí y de todas las cosas que son menos que Dios como él mismo ha hecho"?'. En la carta al P. Pietro Blanca, de la Compañía de Jesús, le decía que "la Sangre es la escalera y el camino que nos conduce al paraíso"?'. Y a los cardenales les exhortaba: "Enamoraos un poco y tened sed, celo, deseo de encaminar las ovejas, es decir, las almas redimidas con la preciosa Sangre del Cordero degollado, y de reunir a los miembros con su cabeza Cristo"?'. Eadem, Éxtasis, amor y renovación ..., p. 139; Tutte le opere..., IV, p. 190. Eadem, Renovación de la Iglesia, en Éxtasis, amor y renovación ..., pp. 247-252; Tutte le opere..., IV, pp. 62-68. 92 Eadem, Éxtasis, amor y renovación , p. 267; Tutte le opere , IV, p. 86. 93 Eadem, Éxtasis, amor y renovación , p. 275; Tutte le opere , IV, pp. 96-97. 90

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Por tanto, para Magdalena de Pazzi, la Iglesia-esposa es el pueblo adquirido por esta Sangre; como pueblo sacerdotal, ofrece esta Sangre al Padre, y la ofrece también el alma-esposa, que con ella se embriaga y queda transformada, conforme a la voluntad del Verbo; los sacerdotes, como otros cristos, son ministros de la Sangre, han de dar la vida de Cristo; los pastores habrán de exponer la vida por sus ovejas y desear derramar con disponibilidad su sangre; las esposas la ofrecerán, y podrán con ello dar vida a los muertos, como los apóstoles. En definitiva, la obra de la renovación de la Iglesia depende de conocer el precio de esta Sangre del Cordero inmolado que intercede ante el Padre misericordioso y seguir su misma dinámica de entrega de la vida a favor de todos los hombres.

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