“Un sector de la clase media vivió con simpatía al peronismo”, entrevista realizada por Fabián Casas, El Federal, Año 10, No. 465, Marzo de 2014.

Share Embed


Descripción

EL FEDERAL

sebastián carassai

22

marzo ⁄ 2014

“un sector de la clase media vivió con simpatía al peronismo” El sociólogo e investigador del Conicet publicó “Los años setenta de la gente común”, un libro que indaga, de manera brillante y original, cómo influyó la violencia política en la clase media que no militaba. Por Fabián Casas / Fotos: Juan Carlos Casas

R

olando Rivas, taxista” fue un telenovela icónica de Alberto Migré. Cuando la recordamos, por lo general, lo hacemos en función de la historia de amor que se teje ahí entre Rolando -interpretado por Claudio García Satur - y Mónica Helguera Paz -encarnada por la inoxidable Soledad Silveira. Pero las cosas no son tan simples. Si pudiéramos volver a ver la novela, notaríamos que Rolando tiene en su pieza posters de Perón y Evita, que las calles por donde circula el taxi están tatuadas de graffitis y que el ex marido de Natalia -la novia de Rolando en la segunda temporada, encarnada por Nora Cárpena- es un guerrillero que está desaparecido. ¿Increíble, no? Nadie recuerda que esa novela interpelaba directamente a los hechos que estaban sucediendo en el país. Sebastián Carassai en su libro, intenta rastrear cómo se inoculaba la violencia política en ese segmento de la clase media que no militaba. Un libro que abre preguntas y que se escapa del lugar común y el estereotipo sociológico. -¿Qué nos viene a decir este libro en este momento? - El proyecto en principio fue una tesis de doctorados que desarrollé en los últimos siete años y cuando lo empecé realmente no sabia en que se iba a traducir. Fue un trabajo sobre todo académico y hecho en el exterior, con lo cual no tenía un intención consciente de intervenir en el debate público argentino. No pensaba decir algo particularmente novedoso sobre la década del setenta. Pero la tesis se transformó en un libro, que como sabemos son dos modalidades bien diferentes: en algunos casos cosas que son muy propias de la tesis no tienen lugar en el libro y en otros casos sí, pero hay que modificarla. Pero ahí sí yo ya estaba en la Argentina y abría el diario y leía que los años setenta seguían siendo un tema contemporáneo y excesivamente presente, Y percibí que lo que yo había escrito iba a caer en un ambiente en el que se estaban repensando aquellos años . Que yo venía a decir algunas cosas a contrapelo de lo que se entiende por los años setenta y que esta era una perspectiva diferente.

“De golpe percibí que lo que estaba escribiendo iba a caer en un ambiente donde se estaba repensando constantemente los años setenta.” 23

EL FEDERAL

sebastián carassai

-Hay una discusión constante sobre el rol de la clase media en los setenta, y tu libro viene a discutirla. - De hecho ese era uno de los desafíos. Es decir, no dividir el mundo entre militancia política y apoliticidad. El hecho de no haber sido un militante político no convierte a una persona o a un grupo social en alguien completamente desinformado de la realidad política. Uno de los presupuestos es decir que esa gente que presenció aquellos años de la radicalización política tenían perspectivas e ideas políticas. La tarea de mi investigación era indagar esto. Dentro de un ámbito en el que no eran protagonistas: no salían a las calles, no tomaban las armas, no sufrieron de modo directo la represión estatal. Con todo ese sector que fue uno muy amplio de la población, traté de indagar en sus consumos culturales en los discursos que los interpelaban, que novelas tenían éxito entre ellos. Y por otro lado trabajé con entrevistas, cómo funcionaba la memoria en ellos, qué cosas recordaban, cómo se implicaban. Tenían una visión de la militancia política, de la violencia y de lo que sucedía en el poder. -¿Dónde empieza el malentendido? - Hay un malentendido fundamental, que es que a partir de la revisión que se da cuando cae el peronismo, en el 55. Algunos sectores intelectuales de clase media comienzan a hacer una relectura y ahí se empieza a hacer una autocrítica de la relación entre clase media y peronismo, y esta autocrítica se cristaliza a posteriori, es un estereotipo que dice que la clase media está imposibilitada de comprender los fenómenos populares como el peronismo. Toda una visión que se termina convirtiendo en “esta es la clase media argentina”. Claro que no es una clase entusiasta de los cambios sociales. Pero si uno recorre los orígenes del peronismo, se encuentra ya que desde sus inicios tiene un componente de clase media. Eso está muy bien estudiado. Las pequeña burguesía de las provincias no han estado en una oposición total y masiva. Claro que es evidente que quienes formaban el apoyo político a los gobiernos de Perón eran sectores populares. Así que yo diría que la clase media es un sector políticamente heterogéneo y hay que hacer diferencias dentro de ella para estudiarla. Esto dice el libro: un sector de la clase media vivió con simpatía el peronismo y hubo otro sector, más amplio, que se opuso. Y es verdad que algunas personas de clase media tenían una autopercepción como libres pensadores. Y coincido con vos en eso de que ya en los años setenta tienen esa autopercepción en parte gracias al peronismo porque se educaron en universidades a las cuales no hubieran podido ir si no fuera gracias al gobierno de Perón. Este sector no admitía ser conducido por un líder mesiánico.

24

- Es sorprendente todo lo que narraba Alberto Migré en “Rolando Rivas, taxista”. - Rolando Rivas me parece un hito cultural. Introdujo varias novedades con respecto a lo que era el mundo de la telenovela. Por un lado, una incorporación casi cotidiana de la cuestión política: independiente de lo que diga el guión, en la habitación de Rolando hay una foto de Eva Perón, en las escenas de calle estas están llenas de pintadas de Perón vuelve, de las elecciones del 73. Rolando está hablando con su hermana y atrás está todo el tiempo un viva Perón. Y en eso me parece que Migré captó algo grande de la época. Y por otro lado me parece que con estos recursos amplía el público de las telenovelas que hasta entonces era de las señoras y se acerca un público masculino. Esta novela reúne a la familia de la clase media frente al televisor. Y está el primer capítulo, que es clave. En el que Rolando antes de ser Rolando Rivas, es decir cuando es García Satur, llega con el taxi a Canal 13 y hace una suerte de prefacio a la novela. Y antes de entrar, dice: voy a empezar una novela, voy a ser un taxista. Y yo no me quiero subir solo en este viaje, quiero que me acompañen. Y empieza a decir quiénes son sus interlocutores: dale piba, dejá esos libros , ya estuviste todo el día en la universidad. Señora, deje los platos para después. Le habla a la familia: a la chica que estudia, al joven que está por escuchar los discos le dice que los escuche después. Este primer capítulo es una apelación a cada uno de los que él imagina

“Uno de los desafíos del libro era no dividir el mundo entre militancia política y apoliticidad. El hecho de no haber sido un militante político no convierte a una persona en alguien completamente desinformado.” su público, y fijate que siempre son roles de clase media. Migré pensó en la clase media argentina cuando hizo esta novela, por eso quiero analizarla profundamente. Y entonces me encuentro que el hermano de Rolando era miembro de un ejército guerrillero y que moría. Pero desconocía que en segundo año Nora Cárpena es la viuda de un guerrillero desaparecido. No se sabe dónde está y desapareció en la selva, en pleno 1973… - Lo llamativo es que no se recuerden estos temas cuando se rememora a Rolando Rivas, se recuerda una historia de amor. Y no pasó hace tanto tiempo. - A mí me llamó mucho la atención que señoras

marzo ⁄ 2014

que me decían que no se perdían un sólo capítulo y que se paraba toda su familia a verla, cuando leyeron esta parte política se encontraron con una novela que no recordaban. ¿Por qué? Yo creo que una mayoría del sector social que consumía esta novela tenía una visión del mundo social y político en la que la ideología no es lo determinante. Por eso no es sorprendente que a la hora de recordar esta novela, se pase por alto los temas políticos, la iconografía política de la que hablamos. Y se tienda a rescatar principalmente la historia de amor. Lo que sí llama la atención es que esté borrada por completo esa otra historia que no es tan secundaria. Lo fundamental es que la memoria de estos sectores sociales que analizo, en los cuales la política no es lo que gobierna sus intereses, el hecho sensacionalista está siempre por encima del político. Pasa mucho cuando la gente recuerda a la guerrilla. La gente que entrevisté en Tucumán recuerda los grandes casos de la guerrilla, el asesinato de la hija de Lambruscini, el de las chicas de Viola. Y en torno a eso se lee el resto. ¿Cuándo le das una validez de método a lo que te dicen los entrevistados?

Ficha personal s Es sociólogo y profesor de Sociología por la Universidad de Buenos Aires y Doctor en Historia por la Universidad de Indiana (Estados Unidos), Investigador del Conicet y miembro del Centro de Historia Intelectual de la Universidad de Quilmes. s Es autor de numerosos artículos y capítulos de libros sobre historia reciente y teoría política publicados en revistas nacionales y extranjeras.

- Mi actitud fue tratar de escuchar. Y cuando alguien me aparecía con un discurso no válido o poco interesante, me autoimponía la tarea de seguir escuchando. Te diría que no descarté nada, traté de avanzar con las entrevistas que tuve, y en todo caso el freno lo ponían ellos. Las primeras entrevistas eran clásicas. Me contaban dónde habían nacido, cómo atravesaron los sesenta y los setenta. Y yo después de eso les terminaba sugiriendo ver documentales sobre la época y si ellos me decían que no querían, entonces se cortaba el trabajo. Pero para mi sorpresa fueron pocos los que no quisieron seguir las entrevistas. Aceptaron de muy buena gana la experiencia metodológica que les propuse. Que era después de la primera entrevista, verlos unos tres o cuatro meses después, pasarles un documental sólo con imágenes, y audio, para que ellos vieran los sucesos de aquellos años. Esto duraba una hora, no había voz en off, no se conducía la interpretación. Pensaba en Marcel Proust, en ese momento en que el personaje prueba la magdalena y se enciende, por el sabor, el recuerdo de toda una época. Quería lograr eso. •

25

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.