Un rayo de luz a mitad del camino

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UN RAYO DE LUZ A MITAD DEL CAMINO

   

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quel día sin pensarlo cambió su vida. Era una celebración al haber terminado una obra de construcción de las más importantes que había realizado. No imaginaba siquiera lo que pasaría luego del par de tragos que tomó. Una fatal caída desde un cuarto piso le quitó su capacidad para caminar. Él tenía cinco hijos. A pesar de esto tuvo momentos de debilidad en los que creyó que su vida no tenía sentido. “Un día, le dije a mi mujer que me dejara en la terraza. Me sentía muy mal. Creí que no podría hacer nada, que siempre tendría que de-

Sociedad Adaptar autos para personas con discapacidad contribuye a su independencia y al reconocimiento de sus derechos.

pender de los demás. En ese momento decidí, una vez más, darle fin a mi existencia. El sol brillaba en todo su esplendor y me agarraba con esfuerzo de la pequeña pared que separaba el lugar en el que estaba del vacío. En ese preciso instante sentí la mano de mi nieto, evitando que cometa ese error”. Es así como Alfredo Aymara , sin saberlo, empezó una nueva vida, que tendría su inicio luego de una reunión en la Asociación Parapléjica de Pichincha, donde vio cómo muchos de los integrantes llegaban manejando un carro. Su sorpresa fue tal que no pudo contenerse y fue a preguntar cómo lo habían conse-

guido. Fue ahí cuando su esperanza renació. Entonces, su hijo Juan Carlos, de 30 años de edad, aprendió esta técnica y adaptó un mando que le facilitaría manejar los dispositivos sin necesidad de utilizar, como es común, sus piernas. Esta fue la luz que se le presentó a Alfredo a la mitad del camino. Él, un hombre aún joven, pudo continuar trabajando como taxista. Todos los días comienza su jornada a las siete, cuando va a dejar a sus nietos en la escuela, para luego salir y recorrer las calles de la ciudad que lo vio nacer. Su experiencia hizo que desarrollara una sensibilidad extraordinaria hacia la gente que tiene discapacidades. Por eso, su interés es que todos aquellos que pasaron por su situación tengan la misma oportunidad de crecer que él. Por lo tanto, incentiva cada día a su hijo para que siga adaptando los carros de personas parapléjicas y contribuya a mejorar su calidad de vida. Y es que según datos del registro del Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis), existen el en Ecuador cerca de 592 000 personas con discapacidad por deficiencias físicas. Es por esto que Javier Torres, vicepresidente de la entidad y coordinador de las diferentes asociaciones, lucha por hacer una reestructuración de los organismos que no están cumpliendo a cabalidad los fines para los que fueron creados. “Estamos trabajando en eso. Si bien es cierto se trata de organizaciones que prestan servicios a las personas con discapacidad, aún falta mucho por hacer. Lo que queremos es desarrollar un programa que impulse la vida independiente, que quiere decir que las personas con lesión medular aprendan a llevar su situación y a desarrollar sus actividades sin necesidad de depender de los demás”. La adaptación de los mandos es una alternativa que se tiene para poder resolver de una manera práctica algunos de los obstáculos que experimentan quienes han tenido una lesión medular. Según Torres, existen varias personas que realizan este tipo de adaptaciones y que han trabajado con la Asociación Parapléjica de Pichincha en un taller. “Charles Castro, que actualmente se encuentra en Guayaquil, el ingeniero Mancillo, entre otros más”. Alfredo Aymara reconoce en estas instituciones un gran apoyo para las personas

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“Humanidad es lo que debe sobrar para hacer una sociedad más justa donde todos tengamos las mismas oportunidades”. Alfredo Aymara.

con discapacidad, pero a la vez exhorta a la sociedad en general a concienciar acerca de la situación actual de este grupo de personas en el país. “Es indispensable que todos nos demos la mano. Lo importante es comprender que no es fácil sobresalir en esta situación, pero que tampoco es imposible.

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Yo pude superarla y hoy soy feliz junto a mi familia. Salgo a laborar todos los días. Me encuentro con personas que valoran el esfuerzo que hago, otras no tanto, pero hay que seguir adelante”.Entre las oportunidades que el Conadis brinda a las personas parapléjicas está la dotación de bastones, sillas de ruedas, andadores, muletas y herramientas de orientación espacial. Además, subvención de medicamentos, créditos preferenciales para microempresarios, programas de becas para estudios, rebajas en determinados impuestos, tarifas preferenciales en transportes terrestres, etc. 

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