“Un manuscrito iluminado de la Chirurgia Magna de Guy de Chauliac conservado en la Biblioteca Vaticana. Reflexiones sobre su origen y particularidades iconográficas”, Anuario del Departamento de Historia y teoría del Arte , VI, 1994, pp. 23-28

Un manuscrito catalán de la "Chirurgia Magnau ilustrado en la Corte Vaticana a finales del Quattrocentol Joan Molina i Figueras Universidad de Girona

\ton> y Teoría dri Ane tnnv ..,4.51.). \'o1

> del Departa

L a ilustración d e textos médico-quirúr,'-ices constituye. sin lugar a dudas, uno de los rímbitos privilegiados dentro del heterogéneo y amplio uiiiverso iconogrrífico de la miniatura medieval de carácter profano. Ya en la Antigüedad grecorromana toda clase de rollos y manuscritos de tema científico, y entre ellos los dedicados a la ciencia médica, fueron objeto de la actividad de los miniatunstas'. Si bien nunca dejaron de iluminarse. y los renacimientos altomedievales mantuvieron parte del antiguo legado científico e iconogáfico a través de numerosas copias totales o parciales. no fue. en términos generales. sino a partir de finales del s. XIII cuando la ilustración de tratados médicos, y especialmente quinírgicos, conoció una mayor difusión. A ello contribuyeron tanto el aumento del prestigio social y científico de los médicos y cimjanos, ahora formados el modelo universitario. como el desarrollo y consolidación de talleres de miniaturistas laicos en las grandes ciudades europeas'.

Éstos. además c r ei nivel artístico de la antuvieron antigiios modelos mayor2I de prodiic y crea ron nue vas propuestas iconogrríficas en incia con I os conten idos de lo!i textos y I profesioinal de lo.i galenos. LA

cnlRURGIA

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DE LA BIBLIOTECA VA1 4804)

DE GUY DE CHf COD. VA

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El códice con*senado er1 la Biblio)teca Vatic:aria que merece nuestra ;atención t:S uno di2 los m5.; bellos ejempla res entre 1;1s mrís de t reinta copias medie\ A e i que hoy consenramoc 'hirirrgio Mcr~ncr. u na obra escrita en 1363 po l o francé.; Guy de Cihauliac'. Entre sus variadas nes encont ramo.; unaI serie de Otolo'. iniciales decorad:,> , y hqjas sc~brefondos negros o dorados í ff. S 1 v., 98 r.. 12? v., 147 V . ) y, en la segundla mitad dle1 manusc:rito, un .t.i.r\r

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Quiero testimoniar mi más ~ i n c e r onyradcciniiento a lo\ proti-onre alpunor de estos mlnl;lturlstas. J. RUYSSCHAERT. "Mlnlatunstes ronrrrins B Naples". cn T. de MARINIS. ILI Bihli(>trccrntrpolefcmn dui rrzid ilr(r?ontr. Stlpp. 1. Verona-Florencin. 1969. pp. 263-274: Idem. "La miniatu~iitaliana dcl Rinarcimento". en 4. PETRUCCI (ed.). Lihri, scritrrrrrr u prrhhlico frc.1 Rirrtr~cinrenro.Grtirl~rctorir.cr e cririccr. Bari. 1979, pp. 59-78: A. CAVALLARO. "Draphi. mostri e semidei. urn vicitazione fiahezca dcI':\ntico ncl wtilto pinturicchicrco del Palarzo di Domeniccl della Rovcre" en S. DANES1 SQUARZINA (Ed.). Ronrcr. cenrm ideolr ~ic~llo orlrrtrrc (/ellI\firit.o trei s(~coliXI' 6. XI'/. Milin. 1949. en esp. pp. 150-154 y nota 4.7.

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Fi9.3. - Maestro del Te(?filnc Bihliorecn

Fig. 5.- Mnesrro del Teofilric.to.Examen de unas iílceras de 16, piernas. Chimrgia M a p a de GLIF de Clinulinc (Vaf . Lnr. 4804, ,fil. 115). cci. 1484-1487. (Archivo Fotoprdfico delln Bihlioreca Vaticana).

Tc.ofiltrt.rn.Operación a rin hombre con -. . . -. - . henffasen Ia cabeza y e/ brazo. Lliirurgia Magna c/c. brrv (le Clinrrlinc ( Vflf.Llf.4WM, fol. 7. $84-1487. (Arckiro -o delln Bil ~liore.;li-rn ,nnrt , , ,,,.1,,,,n,l r i L - s A n . por M. LEVI D' ANCONA í 1959). cit. srcpra n. 6. pp. 258-259. Ademis de los manuscritos ya reseñados, también atribuye a la mano de este anónimo maestro dos miniaturas recortada5 de la colección Wildrnstein -hoy en el Museo Marmottan de Paris-; dos Lihros de Hora -Modena, Biblioteca Estense, Cod. A.1iupra n. 3. p. 78). La pmfesionalización del méidico comportó desde un eshicto respeto a un código ético hasta una cuidada y exclusiva atención en el ve!rtir y el habllar. V.L. BULLOUGH. 1%e developnrent of mede-cine as a profesion, Basilea-Nueva York, 1966, pp. 93-99. No sólo se perseguía una incorporación de principios cristianos sino establiccer analogí;ts con la im;igen de Cnsito-médico. L .OT, La medicina en el ane, Barcelona, 1971, pp. 81-82. Sobre la compleja relacióin entre Crist'o y la medic ina, Dios y 1la salud, Vid . J. AGRU? 1 y CH. CRISCIANI, Medicina del corpo e medicina del1 ánima, Milano, 1978, pf>.21-24. En sus obras De caurelis medicomm y Repetitio super Canonis Vira brevis, Vilanova i a3ica que el n ser ambigucI en sus pron ósticos, . . . .... -.-. circunspecto en las respuestas y no prometer nunca la salud sinó sólo fidelidad y diligencia en su actuación (CAKWNER (1973), cit. srcpra n. 12, p. 92 y SS.). Pese a todo ello cabe recordar que la figura del médico fue. por su misma autoestima y grandilocuencia, motivo consiante de sátiras y chanzas que renovaban el espíritu de la comedia aristofanesca. "En pleno s. XII, el Meralogicur de Juan de Salisbury vitupera cori humor y sarcasmo las disputas entre los galenos, la presentuosa hinchazón de sus términos técnicos, su codiciosa sed de lucro (...). Dos siglos miis tarde, Petrarca seguirá en la brecha: Herba. non verba, dice, irritado, a los mddicos". (P. LAlN ENTRALGO. La amistad entre el médico v el tInjenno en la Edad Media, Madrid, 1964, pp. 34-35). Un tipo de sátira reproducida en el universo visual de los manuscn tos medievalles a través cle todas aquellas divertidas droleries en las que. generalmente. un simio o un zorro son represeiitados bajo I a vestimenta1 y atributos profesionale s de los médicos. Vid. L. MACKINNEY (1965). cit. supra n. 5 . pp. 19-20. Ya Bocaccio, en el Decamerón, describió como tras la Peste Negra numerosos farsantes y charlatanes aparecieron en pueblos y ciudades , , Europa ofreciendo milagrosas soluciones para toda claie de males. LYONS y PETRU'CELLI, cit. .supra n. 36, p. 348-349.

científico de los cirujanos y que, por otra parte. sólo eran practicadas por embaucadores y. farsantes ávidos de generosas recompensash'. Estas antagónicas actitudes y objetivos entre los especialistas universitarios y los charlatanes también hallaron su campo de expresión en e 1 terreno de las imágenes. Así, frente a la positiva clonsideraci ón y prestigio del cirujano representado en e 1 manusc rito vaticano y otros códices similares, eii~vii~iaiiic)s una variada y, en ocasiones. fantasiosa iconografía destinada a ridiculizar. caricaturizar incluso. a los médicos y cirujanos farsantes. Como sucede en la obra de Bosch, ellos son los protagonistas de operaciones uinírgicas temerarias, de escenas que incorporan una iordaz crítica hacia aquel mundo de estúpidos e Torantes que era burlado por su astucia (fig.12)6?. .ejos de estas figurasi caricatubescas o ridículas, el ciclo e la Chirurgia Ma,?.na enfatiza los va101-es cristiarlos y Icnicos que deterniinan el ejercicio profesion:11, y -...de la ontribuye a fijar plhaticaiiiriiie el nivel JuvLiiui nagen ambivalente del ciruj: ino medieval, opueista a quella inferior de dimensione casi escatológicash? ni c l o rvsible Un último elemento a C .."c;Anv-C i i i ~ i u ~ i a r-a interpretación de las escenas del manuscrito vaticano desde una perspectiva paralela a la de aquellos exempla o historias morales frecuentes en la literatura quirúrgica. .stos episodios, anecdóticos o reales, relataban itervenciones casi milagrosas de especialistas dotados e profundos conocimientos y experiencia. Con la -tilización de unos recursos narrativos similares a los aplicados en la hagiografía y los sermones se conseguía no sólo la ilustración del éxito y profesionalidad de los cirujanos frente a la incompetencia e ignorancia, sino también, en ocasiones, la exposición de conceptos didáctico-moralesN. De hecho, la misma utilización de este género narrativo, tan caro a los escritores y

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Ello no significa que: los cimjancis evitaran tr atar graves dlolencias, sino que el riesgo siempre pretendía ser calculado. El mismo Guy de Chauliac recomie nda practica ciertas operaciones arrie.sgadas. como la intervención de cataratas (CH. SINGER, A shon hisrop qf medicine. Oxford, 1928. nn c pnfr- -11-, s la famosa extracción de la piedra de la locura, eran rechazadas por los especialistas y y . 7A.7 ,77). Sin emh,,,,*..nn ,.,..,,.,,.-h., ,,.,,,,...L.,. univerii tarios siguiendo unas normas que se remontan a la escuela hipocrática. La obra 0i Ctrrnci