¿Un asentamiento disimulado en el paisaje? Nuevos aportes arqueológicos en la cuenca media del Guadiana.

Estamos ante un conjunto habitacional con una organización espacial y geográfica propia, bien definida en un suelo perfectamente fosilizado y sin otros medios de subsistencia que el río y la caza. Esta ocupación es mucho más insólita pues no se comprobó la existencia de cualquier ocupación humana en esa zona, en cualquier otro periodo cronológico anterior o posterior. El mimetismo cultural y técnico de las habitaciones ha denunciado, por sí mismo, el origen urbano de sus constructores y habitantes. No hay cursos de agua junto a estas habitaciones para aminorar las temperaturas altas del verano, o los rigores del invierno. Sin embargo, estas construcciones tienen en atención la orientación en relación con el sol donde se busca el frío y calor, lo que garantiza una comodidad térmica permanente sin ningún dispendio adicional de energía o trabajo. Por lo tanto, con el paso de los distintos tipos de información, incluyendo las intervenciones arqueológicas y materiales hallados, u otras ciencias como la astronomía, la matemática y las fuentes, podemos estar ante un evento histórico que nos permitirá comprender el origen y las causas del corto refugio en este asentamiento datado de mediados del siglo VII.