Un acercamiento al estudio de la Estructura III de Calakmul, Campeche, México

June 13, 2017 | Autor: V. Barrera Alarcón | Categoría: Archaeology, Classic Maya (Archaeology), Maya Archaeology, Arqueología
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REVISTA HISTORIA PARA TODOS | 01

Editor responsable Haro, Agustin

Organismo(s) / Persona(s) responsable de la publicación //Chaile, Facundo Ezequiel //Córdoba, Julio Javier //Haro, Agustin

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REVISTA HISTORIA PARA TODOS | 05

ÍNDICE HISTORIA GENERAL 11 | Un acercamiento al estudio de la Estructura III (EIII) de Calakmul, Campeche, México. Víctor Barrera Alarcón 19 | Derribando mitos fundacionales: Mantzikert y Myrio Kephalon. Guilhem Walter Liberali Martin 29 | Ser y Parecer. La Construcción de una Identidad a través de imágenes y semejanzas. Francisca Carocca Peñailillo 37 | “A Punta Alta cantemos un himno”: reproducción del discurso histórico hegemónico en la historia aaaalocal de una ciudad bonaerense. Gustavo Marcelo Chalier 43 | La Nueva Canción Chilena: “De Canción rebelde a Canción disciplinada, una Historia de Transaaaagresiones y Subordinaciones”, 1960-1973. Gabriel Sebastián Veas Román

HISTORIA DE TUCUMÁN 55 | “Vir gravis et prudens et in negotiis magni momenti expertus, magnus concionator: Julián de aaaaCortázar al servicio de Dios y del Rey en el Tucumán (1616-1621)” Daniela Alejandra Carrasco 67 | Revolución y conflicto institucional. Jurisdicción y competencia en las disputas entre el Cabildo y la Junta Subordinada en San Miguel de Tucumán (1811-1812) Vanesa Alejandra Balcarce 75 | El Tucumán “antiguo” en el presente: intersecciones de calles en dos momentos (1935 y 2015). Agustín Haro

SECCIÓN RESEÑAS 76 | Villaroel González, Oscar / Los Borgia, Iglesia y poder entre los siglos XV y XVI Sílex, Madrid, 2005, 361 pp. / ISBN 84-7737144-X. Ruben Almarza González 80 | Sara Peña de Bascary / “Jesuitas en Tucumán al filo de la expulsión” Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán, número 6, 1994, pp. 113 – 138 Julio Javier Córdoba

Un acercamiento al estudio de la Estructura III (EIII) de Calakmul, Campeche, México. Víctor Barrera Alarcón Fecha de recepción · 12/01/2015 // Fecha de aprobación · 12/04/2015

El presente artículo tiene como objetivo compilar brevemente la información relativa a la Estructura III de Calakmul, intentando realizar un breve estudio por separado de varios elementos que la conforman: su estructura, su registro material y su ubicación y simbología. Una vez expuesta la información se tratará de poner en común las conclusiones de los tres apartados, tratando de demostrar así que los tres están relacionados y que el correcto estudio de uno de los elementos ayuda a comprender el resto. Palabras Clave: Mesoamérica, Cultura Maya, Arqueología Antropológica.

1. Introducción

En las siguientes páginas se ensaya un análisis de la organi-

La Estructura III de Calakmul (también conocida como el

zación espacial de la Estructura III mediante una contextua-

edificio de las 12 salas) se encuentra ubicada al este de la

lización progresiva del uso y significado de sus cuartos y del

gigantesca Estructura II, en el centro ceremonial del sitio ar-

conjunto. Se parte de las cualidades que pueden inferirse del

queológico de Calakmul, Campeche, México. Se trata de una

plano arquitectónico de la estructura misma; posteriormente

construcción de pequeñas dimensiones, apenas sobrepasa

se complementarán esas inferencias con las que se derivan

los 20 metros de ancho y los 15 metros de largo, situada sobre

de los restos obtenidos en su excavación y, por último, se revi-

una plataforma estucada de aproximadamente 5 metros de

sarán los atributos simbólicos que pudieron expresarse en ella

altura, decorado en su día con grandes mascarones de estuco

tanto a través de su propia posición y ubicación como a través

en los que se han hallado restos de policromía, y coronado

de la distribución de algunos restos materiales seleccionados.

por tres cresterías huecas a modo de patrón triádico (Fig. 1).

Tal y como se detallará en el apartado de las conclusiones, es

1

la conjunción de estas diversas observaciones lo que puede conducir a una interpretación completa de la estructura. 2. Análisis estructural El hecho de poder trabajar directamente con el plano de un edificio nos permite obtener una buena parte de la información de un simple vistazo; no obstante, el dibujo de un plano arquitectónico se trata de una herramienta bastante incompleta si lo que se pretende es analizar los usos del espacio ya que, tal y como apunta Adánez,2 las pautas de circulación en una vivienda no sólo estarían delimitadas por los elementos tangibles que, en definitiva, son los representados en los dibujos, si no que existe toda una gama de elementos intangibles que regulan el espacio del mismo modo o incluso mejor, pudiendo darse así zonas con un Fig. 1: Plano de la plaza central de Calakmul según J.S. Bolles en el que se ha destacado la ubicación de la E.III 1  Marcus, Joyce, The Inscriptions of Calakmul, royal marriage at a maya city, Campeche, México, University of Michigan, Michigan, 1987.

régimen de exclusividad que no quedasen reflejadas en el plano.

2  Adanez, Jesús, “Una conceptuación de la organización espacial doméstica: morfología y dinámica”, en Revista Española de Antropología Americana, Madrid, Volumen extraordinario, 2003, pp. 37 – 49.

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Tal y como ya se ha mencionado en el apartado anterior, la Es-

Sin embargo, pese a esta aparente simetría en la estructura-

tructura III de Calakmul (en adelante EIII) es una construcción

ción y distribución de los espacios, si observamos más deteni-

de pequeñas dimensiones erigida durante el Clásico tempra-

damente la imagen de la planta de EIII podemos apreciar que

no que presenta un amplio período de ocupación, está colo-

ese equilibrio no se cumple realmente: el sector izquierdo de

cada sobre una plataforma a la que se accede mediante una

la estructura4 presenta un carácter mucho más abierto que

escalinata y que la eleva un total de cinco metros sobre el

el sector derecho. Para realizar esta afirmación se ha tenido

suelo (Fig. 2).

en cuenta la conectividad interna entre los diferentes cuartos,

3

perceptible en los denominados como “espacios de transición” que serían, siguiendo las definiciones de Alexander Parmington5, aquellos pasillos y pasajes que actúan como elementos intermediarios entre las diferentes salas, pudiéndose contar así un total de ocho de estos espacios en el sector izquierdo frente a los seis del otro lado. De esta manera, si realizásemos un esquema donde se reflejasen las diferentes posibilidades de tránsito, veríamos que éstas son mucho mayores en el sector izquierdo, tal y como podemos apreciar en la siguiente imagen (Fig. 4):

Fig. 2: Reconstrucción de la estructura III de Calakmul según Luis F. Álvarez (Folan 1991: 13)

A simple vista, observando su fachada o la propia planta del edificio podemos ver que presenta una fuerte simetría, por lo menos en lo que a la estructura se refiere, tal y como podemos apreciar en la imagen (Fig. 3).

Fig. 4: Planta de EIII en la que se ha reflejado un esquema de tránsito. Dibujo de Joyce Marcus, redibujada de Ruppert y Denison 1943. (Marcus 1987: 30). Editado por el autor.

Teniendo en cuenta lo anterior observamos en el plano una interesante dicotomía: el sector izquierdo posee las dos salas con mayor número de accesos posibles de toda la estructura (las salas 1 y 3, con cuatro accesos cada una), y por lo tanto se encuentra internamente más conectada: los cuartos 2, 3 y 4 tienen acceso entre sí, pero también acceso independiente con el cuarto 1; mientras que el sector derecho posee un diagrama más jerárquico, sólo se puede atravesar siguiendo un Fig. 3: Dibujo de la planta de EIII según Joyce Marcus, redibujada de Ruppert y Denison 1943. (Marcus 1987: 30)

3  La periodización que se ha empleado en este artículo es la usada en la obra de Simon Martin y Nikolai Grube, a saber: Preclásico (2000a.C. – 250d.C.), Clásico temprano (250d.C. – 600d.C.), Clásico tardío (600d.C. – 800d.C.) y Clásico terminal (800d.C. – 900d.C.). En: Martin, Simon & Grube, Nikolai, Crónicas de los reyes y reinas mayas, Crítica, Barcelona, 2002, pp. 8 – 9.

itinerario (Fig. 5).

4  Para diferenciar el sector izquierdo y derecho del edificio hemos trazado una línea imaginaria que atravesase las salas 6 y 7, en sentido Este-Oeste. 5  Parmington, Alexander, Space and sculpture in the Classic Maya City, Cambridge University Press, New York, 2011, pp. 33 – 34.

Su excavación sacó a la luz una gran cantidad de registro material que evidenció tanto la prolongada ocupación de la estructura como la gran variedad de labores llevadas a cabo entre sus muros: desde actividades domésticas hasta funciones rituales, pasando por funciones de representación o administración como las desarrolladas en el cuarto 6, ocupado por una gran banca y bajo el cual se habilitó una tumba abovedada que contenía los restos de un posible gobernante de Calakmul del siglo V d.C.8 En base a los datos obtenidos podemos afirmar que EIII fue construido en sus orígenes como un palacio residencial destinado a las élites de la ciudad, no obstante, y pese a este uso, vemos en él una importante función conmemorativa represenFig. 5: Diagrama de transición de los sectores izquierdo y derecho de EIII

tada en el culto a los antepasados que explicaría en primer lugar el notable número de enterramientos asociados a la estructura hallados y fechados para el momento, y en segundo

Esta conectividad interna que caracteriza al sector izquierdo

lugar, las evidencias materiales de la realización de ceremo-

del edificio reduce la profundidad de sus cuartos respecto al

nias en las que se mataron determinados objetos,9 tales como

exterior (siempre es sentido topológico, no métrico), volvién-

piezas cerámicas o figurillas votivas con especial intensidad

dolos en cierta medida más públicos en comparación con los

en períodos tardíos.10

cuartos del sector derecho.

Junto a estos elementos relacionados con el ámbito religioso y

La única idea clara que podemos extraer de este estudio es que

ritual se encontraron otras evidencias que apoyarían la idea de

existe una circulación delimitada por elementos tangibles que

que, en estos períodos tardíos, el edificio no perdió su función

dividirían el edificio en dos sectores, uno con un carácter más

residencial11, afirmación sustentada por los diversos materia-

abierto que el otro. No podemos establecer conclusiones más

les asociados con todo tipo de actividades cotidianas como

puntuales con sólo el dibujo de la planta, es bastante probable

pueden ser: la manipulación, el preparado y el consumo de

que existiesen otros criterios de distinción de espacios en el Clásico temprano y en el Clásico tardío tal y como describen los ya clásicos escritos etnográficos sobre sociedades mayas del siglo XX6 y que entrarían dentro de la categoría de elementos intangibles reguladores de las pautas de circulación. Podemos finalizar el apartado retomando la idea con la que se ha comenzado: el estudio de los espacios por medio de un análisis puramente estructural resulta poco fructífero por sí solo; no obstante, puede sernos de gran utilidad si lo apoyamos con otros estudios que lo maticen y lo complementen, tal y como veremos más adelante. 3. Registro material Si bien atendiendo a la estructura del edificio somos capaces de retrotraernos hasta el período mismo en que comenzó su construcción en el Clásico temprano, los estudios del registro material a los que hemos tenido acceso arrojan muchísima información sobre etapas posteriores, más concretamente del Clásico tardío y el Clásico terminal.7 6  Véase por ejemplo: Ivanoff, Pierre, En el país de los mayas, Plaza y Janés Editores, Barcelona, 1979 y Peissel, Michel, El mundo perdido de los mayas, exploraciones y aventuras en Quintana Roo, Editorial Juventud, Barcelona, 1981. 7  Folan, William J. & Gunn, Joel D. & Domínguez, Mª del Rosario, “Triadic Temples, Central Plazas, and Dynastic Palaces: A Diachronic

Analysis of the Royal Court Complex, Calakmul, Campeche, México”, en Inomata, Takeshi & Houston, Stephen D. (eds.), Royal courts of the ancient maya, Westview Press, Colorado, 2001, pp. 223 – 265. Nieves, Lucía & Esparza, Lourdes & Nieto, Paco, “Trabajos arqueológicos en la plaza central de Calakmul, Campeche, México”, en Varela, Carmen & Bonor, Juan Luis & Fernández, Mª Yolanda (Coords.), Religión y sociedad en el área maya, Sociedad Española de Estudios Mayas, Madrid, 1995, pp. 93 – 108. 8  Ciudad, Andrés, “Los palacios residenciales del Clásico temprano en las ciudades del sur de las tierras bajas mayas”, en Ciudad, A. & Iglesias, M.J. & Martínez, Mª C., (Coords.), Reconstruyendo la ciudad maya: el urbanismo en las sociedades antiguas, Sociedad Española de Estudios Mayas, Madrid, 2001, pp. 305 – 340. 9  Los “artículos matados” son aquellos destruidos ritualmente. No implica una destrucción absoluta del mismo, simplemente bastaría con evitar que se pudiesen realizar las acciones para las que está diseñado el objeto, así por ejemplo un plato cerámico matado sería aquel que, bien se ha fragmentado o bien se ha perforado (más común), realizándose una perforación en su centro. Así, al no poder ser empleado para la acción a la que estaba destinado, el objeto moriría ritualmente. 10  Tiesler, Vera & Domínguez, Mª del Rosario & Folan, William J., “Los restos humanos de contextos funerarios y extrafunerarios de Calakmul, Campeche, México.”, en Laporte, Juan Pablo & Escobedo, H (eds.), XII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala, 1999, pp. 647 – 670. 11  Folan, William J. et al, “Triadic Temples”, Ibídem, pp. 234 – 244.

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alimentos (huesos, escamas, cerámica tosca de cocina…) o la

Observando la imagen anterior (Fig. 6) es posible apreciar có-

producción lítica (lascas y puntas de pedernal) muy similar a

mo los artefactos se distribuyen en cuatro espacios muy bien

la registrada por Inomata13 y Aoyama14 en otros centros mayas.

diferenciados: en rojo se han marcado los espacios destina-

12

dos a la producción lítica, en amarillo los espacios con una función ritual, en azul la zona de dormitorio y por último en verde las estancias destinadas a la manipulación, la cocción y el consumo de alimentos. No es de extrañar que los diferentes materiales (y por lo tanto las diversas funciones con las que se los relaciona) queden perfectamente delimitados por la propia estructura del edificio. Si bien en el apartado anterior se mencionó que la propia planimetría de EIII diferenciaba como mínimo dos sectores: uno de carácter más abierto (a la izquierda de la zona central) y Tabla 1: Registro material y su distribución espacial

otro de carácter privado (a la derecha de la misma), gracias

Como hemos podido apreciar en la tabla anterior (Tabla 1) lo

do afirmando que las actividades realizadas en ellos, y por

realmente interesante de estos hallazgos no es su variedad, si-

lo tanto las funciones de los mismos, difieren enormemen-

no la disposición espacial de los mismos: no los encontramos

te: las actividades que podríamos considerar de un carácter

mezclados en las diversas estancias de EIII, lo cual indica un

más privado (como podrían ser comer, cocinar, dormir…) se

uso especializado de los espacios basado en determinados

realizaban en la zona más íntima del edificio, mientras que

criterios que analizaremos más adelante, cuando se pongan

el sector izquierdo de EIII se utilizaba para la realización de

en común los diferentes apartados en la conclusión final.

otras actividades no tan íntimas necesariamente como sería

Teniendo en cuenta los datos anteriores podemos ubicar los

la elaboración de herramientas y útiles líticos.

al estudio del registro material podemos concluir el aparta-

hallazgos en el propio plano del edificio de la siguiente manera: 4. Simbolismo Respecto a las características simbólicas del edificio hemos de señalar que, observando el plano y el mapa del área central de Calakmul, podemos apreciar claramente la fuerte correlación existente entre la orientación de EIII, la astronomía y la cosmovisión maya en general. Se trata de una construcción con una enorme carga simbólica que, a juzgar por los hallazgos en ella encontrados, se ha vinculado con la memoria del antepasado y su homenaje.15 El primer elemento cuyo simbolismo merece la pena analizar un poco en detalle es la propia orientación siguiendo un eje oeste-este. No es casual que una construcción donde la veneración de los antepasados es tan fuerte oriente su fachada Fig. 6: Distribución espacial del registro material. Dibujo de Joyce Marcus, redibujada de Ruppert y Denison 1943. (Marcus 1987: 30). Editado por el autor. 12  Domínguez, Mª del Rosario & Gunn, Joel D. & Folan, William J., “La cerámica y lítica de Calakmul, Campeche, México: un análisis contextual de las estructuras I, II, III y VII”; en Laporte, J.P & Escobedo, H., (eds.), XI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala; Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala, 1998, pp. 705 – 726. 13  Inomata, Takeshi, “The power and ideology of artistic creation: elite craft specialist in Clasic Maya societi”, en Current Anthropology, California, 42, 2001, pp. 321 – 349. 14  Aoyama, Kazuo, “La guerra y las armas de los mayas clásicos: puntas de lanza y flecha de Aguateca y Copán”, en Estudios de Cultura Maya, México, 28, 2006, pp. 27 – 49.

principal hacia el oeste16 ya que, según Rivera Dorado, representa el camino que el espíritu ha de recorrer después de la muerte hacia el lugar por el que se pone el sol siguiendo su trayectoria hacia el Xibalbá, el inframundo maya en el que habitan los antepasados, lugar por el que recorrerá los nueve niveles correspondientes hasta abandonarlo, volviendo a salir por el este con un nuevo amanecer17. 15  Tiesler, Vera, “Vida y muerte”; en Martínez, Regina (Coord.), Calakmul, patrimonio de la humanidad, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 2012, pp. 141 – 149. 16  Rivera, Miguel, La ciudad maya, Editorial Complutense, Madrid, 2001. 17  Rivera, Miguel, El pensamiento religioso de los antiguos mayas,

Lo primero que hemos de señalar de los enterramientos del edificio es que buena parte de ellos se han datado para el Clásico temprano, lo cual indicaría si bien no un abandono, sí una disminución de las prácticas mortuorias en el lugar con el paso del tiempo, no así de las prácticas rituales relacionadas con los difuntos, tal y como veremos más adelante. Para facilitar el estudio de los enterramientos se ha realizado una tabla con las características básicas de los mismos basándonos en los datos aportados por Vera Tiesler21 (Tabla 2):

Fig. 7: Representación del universo maya mediante capas yuxtapuestas en forma de estratos y el recorrido del Sol. Tomado de Rivera 1986: 45

Tabla 2: Enterramientos hallados en EIII

Otra característica que no se ha mencionado anteriormente

Los datos aparentemente escasos que han sido reflejados

es la presencia de tres extrañas salas en EIII: tres pequeñas

en la tabla anterior nos aportan una importante información.

estancias ubicadas en los extremos norte, este y sur del edi-

En primer lugar podemos ver que los enterramientos están

ficio

cuyos muros exteriores orientados hacia los puntos

concentrados en las salas 4, 6, 7, 9 y 12, es decir, en la zona

cardinales muestran un total de nueve ventanas cada uno.

central y las salas inmediatamente aledañas de ésta. También

A día de hoy sabemos que el nueve es un número de gran

es interesante destacar los casos de enterramientos dobles

importancia entre los antiguos mayas ya que representaba

en una misma habitación, tal y como sucede en las salas 4, 7

los diferentes niveles horizontales que, a modo de estratos,

y 12, si nos fijamos en la tabla podremos comprobar cómo en

componían el inframundo19.

estos casos son inhumados sujetos de ambos sexos22. Todos

Por último es interesante destacar el juego de luces que se

los individuos enterrados muestran elementos que los defi-

produce deliberadamente en el edificio: los primeros rayos del

nirían como miembros de la élite: deformaciones craneales,

Sol entran en él a través de las nueve ventanas ubicadas en

mutilaciones dentarias, pigmento rojizo…

la habitación más oriental (la sala 7), así mismo, durante el

Destacaremos y profundizaremos en el estudio de T. 5, el en-

atardecer, los últimos rayos del Sol entrarían por la fachada

terramiento más importante y posiblemente el más antiguo

principal. Este juego de luces que se reproduce cada día con-

del lugar23 (Fig. 8). Se encuentra ubicado bajo la sala 6, el lu-

vierte a la sala 6 en la habitación más iluminada del conjunto,

gar más simbólico de todo EIII ya que se trata de una sala en

hecho interesante ya que es en esa misma estancia donde, al

la que como ya hemos mencionado anteriormente, entrarían

margen de las ya destacadas actividades de administración o

en conjunción dos funciones del espacio: una claramente

representación que en ella se pudieron dar, se ha encontrado

representativa con una gran bancada presidiendo la sala, y

uno de los enterramientos más antiguos del edificio, posible-

otra simbólica, como sala sobre la que se encuentra el ente-

mente de un antiguo gobernante de Calakmul fechado para el

rramiento principal y en la que, gracias al interesante juego

18

siglo V d.C., acompañado por un importante ajuar funerario .

de luces que en ella se produce, el difunto y el Sol podríamos

Por otro lado, atendiendo a los enterramientos de la estructu-

afirmar que, en cierta manera, llegan a interactuar simbólica-

ra, podría ser conveniente incluir éstos, así como el ajuar que

mente. Tal y como veremos más adelante, los enterramientos

los acompaña en este apartado más que en el destinado al

y las ofrendas posteriores se distribuyen claramente en torno

estudio del registro material por su estrecha relación con el

a esta habitación.

20

simbolismo del edificio. Editorial Trotta, Madrid, 2006, pp. 38 – 40. 18  Es decir: la sala 2, la sala 7 y la sala 11 respectivamente. 19  Freidel, David & Schele, Linda & Parker, Joy, El cosmos maya, Fondo de Cultura Económica, México, 1999. 20  Tiesler, Vera et al., “Los restos humanos”, Ibídem, pp. 648 – 649. Vidal, Carlos & Domínguez, Marylin, Calakmul, antología, Centro INAH Campeche y Universidad Autónoma de Campeche, México, 2003.

21  Tiesler, Vera et al., “Los restos humanos”, Op Cit., pp. 647 – 670. 22  Quizás con la excepción de la Sala 12 que al tratarse de un individuo de menos de un año de edad es imposible determinar correctamente su sexo, no obstante, si los enterramientos de la sala 12 siguieran el mismo patrón que en los casos de las salas 4 y 7 podríamos aventurar a decir que el neonato se trató de un varón. 23  Tiesler, Vera et al., “Los restos humanos”, Op Cit., pp. 648 – 649.

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mo de la función ritual: tal y como hemos podido comprobar, el fin último del edificio como lugar simbólico y de ritual ligado a la muerte, al culto de los antepasados y al inframundo perduró en el tiempo. 5. Conclusiones Una vez que se ha analizado la estructura atendiendo a diferentes puntos de vista se puede proceder a poner en común los datos aportados, ya que la conjunción de las conclusiones obtenidas de las diversas observaciones nos puede conducir a una interpretación completa de la estructura. Así, por ejemplo, podríamos establecer las siguientes conclusiones respecto a EIII basándonos en el análisis conjunto de los datos aportados Fig. 8: T.5 según Sophía Pincemin (1994). Imagen obtenida de Tiesler, Domínguez y Folan 1999: 655

por su estudio estructural, el estudio de su registro material y de su interpretación simbólica: En primer lugar cabría destacar que se trató de un edificio

Se trata de un individuo varón, de edad adulta indeterminada

construido durante el Clásico temprano y del que los datos

y de estatura elevada (rondando los 170 cm.) que muestra

arqueológicos revelaron que apenas sufrió modificaciones

áreas aplanadas en el hueso frontal de la bóveda craneal y en

importantes en su estructura en períodos más tardíos. Desde

la zona parietal de la misma, con especial incidencia en torno

su etapa inicial la estructura fue pensada y empleada como

a la sutura coronal, lo cual evidenciaría una modificación in-

lugar de habitación, lamentablemente los datos aportados por

tencionada del cráneo.

los diversos estudios consultados no pueden esclarecer si se

Respecto al rico ajuar que acompaña a T.5 hemos de destacar

trató de una ocupación cronológicamente dilatada y continua

tres máscaras (una de tipo facial, otra pectoral y otra inserta

o si, por el contrario, se trató de una ocupación esporádica.

en el cinturón) de jade y concha, dos pares de orejeras, tres

Simultáneamente a esta función ocupacional hemos podido

placas incisas con glifos, varias cuentas de piedra caliza, con-

constatar un importante uso ritual de los espacios donde el

chas Spondylus, vasijas cerámicas tanto polícromas como

culto a los antepasados está muy presente, tanto con enterra-

monocromas y artículos rituales relacionados con el auto-

mientos como con ofrendas relacionadas. Es más, esta fun-

sacrificio y el derramamiento de sangre como varias espinas

ción no desapareció en etapas posteriores, aunque es cierto

de mantarraya.

que asistió a una serie de interesantes modificaciones como

Estaríamos hablando por lo tanto, del enterramiento más lujo-

la disminución de los enterramientos asociados a la estructu-

so y preparado de todos los que tenemos constancia en EIII y

ra frente al aumento de determinados rituales que supusieron

en torno al cual parecen distribuirse tanto el resto de enterra-

un aumento de materiales ofrendados (cerámica matada y

mientos como las actividades rituales que se celebrarían con

enterrada principalmente).

posterioridad en el edificio.

Gracias a los datos aportados por los estudios de los enterra-

24

mientos y de los del registro material se puede apreciar que, apaComo último punto a destacar señalaremos las ofrendas ha-

rentemente, aquellos individuos que habitaron EIII eran cons-

lladas en el edificio que se corresponden con una etapa pos-

cientes no sólo de la importancia de determinadas salas del

terior a los enterramientos (más concretamente al Clásico tar-

edificio (recordemos que los materiales dedicados a actividades

dío y terminal). Los artículos ceremoniales encontrados están

rituales estaban ubicados en las estancias centrales del mismo)

ubicados en la zona central del edificio, es decir, en la sala

si no que, parecían conocer la ubicación de los enterramientos,

oeste contigua a la sala 6 y en la subsiguiente. En la mayor

tal y como podemos apreciar en la siguiente imagen (Fig. 9):

parte estaríamos hablando de cerámica anaranjada típica del

En la imagen se han remarcado en rojo las salas donde se

período, tal y como hemos destacado con anterioridad, toda

hallaron los enterramientos y rodeadas por un círculo azul las

ella matada y enterrada.

salas donde se encontraron ofrendas y objetos de índole ritual

A modo de conclusión podemos decir que si bien la función

que se han datado para el Clásico tardío/terminal. Tal y como

funeraria del edificio disminuyó en algún momento entre el

podemos comprobar, si bien las ofrendas de época posterior

Clásico temprano y el Clásico tardío no podemos decir lo mis-

a los enterramientos no se colocaron en las salas donde se hallaban los mismos, sí se colocaron en las estancias cen-

24  Campillo, Dòmenec & Subirà, Eulàlia, Antropología física para arqueólogos, Ariel, Barcelona, 2010, pp. 85 – 123.

trales, es decir, se ubicaron las ofrendas en salas vacías de enterramientos pero rodeadas por éstos.

Bibliografía consultada. Adanez, Jesús, “Una conceptuación de la organización espacial doméstica: morfología y dinámica”, en Revista Española de Antropología Americana, Madrid, Volumen extraordinario, 2003, pp. 35 – 53. Alcina, José, Arqueología antropológica, Akal universitaria, Madrid, 1989. Aoyama, Kazuo, “La guerra y las armas de los mayas clásicos: puntas de lanza y flecha de Aguateca y Copán”, en Estudios de Cultura Maya, México, 28, pp. 27 – 49. Fig. 9: Enterramientos “antiguos” y ofrendas “modernas” de EIII. Dibujo de Joyce Marcus, redibujada de Ruppert y Denison 1943. (Marcus 1987: 30). Editado por el autor.

Bate, Luis Felipe, Comunidades primitivas de Patagonia, Escuela

Dentro de la privacidad que supone el habitar un edificio, la

Campillo, Dòmenec & Subirà, Mª Eulàlia, Antropología física pa-

diferenciación marcada por los elementos arquitectónicos

ra arqueólogos, Ariel, Barcelona, 2010.

Nacional de Antropología e Historia, 1982.

es importante, siendo éstos los responsables de una relativa mitigación de la misma en algunos casos (lo que hemos de-

Ciudad, Andrés, “Los palacios residenciales del Clásico tem-

nominado anteriormente el “ámbito público” del edificio o el

prano en las ciudades del sur de las tierras bajas mayas”, en

sector izquierdo) o de un reforzamiento de ella (denominado

Ciudad, A. & Iglesias, M.J. & Martínez, Mª C., (Coords.), Recons-

anteriormente como el “ámbito privado” del edificio o el sec-

truyendo la ciudad maya: el urbanismo en las sociedades anti-

tor derecho). Esta diferenciación de espacios, que supuso la

guas, Sociedad Española de Estudios Mayas, Madrid, 2001,

demarcación de determinadas actividades a determinadas zo-

pp. 305 – 340.

25

nas del edificio, fue crucial a la hora de realizar las diferentes tareas que se llevaron a cabo a lo largo de toda la fase habi-

Domínguez, Mª del Rosario & Gunn, Joel & Folan, William, “La

tacional de EIII, así por ejemplo hemos visto que las activida-

cerámica y lítica de Calakmul, Campeche, México: un análisis

des relacionadas con el ámbito más íntimo de la vida privada

contextual de las estructuras I, II, III y VII”, en Laporte, & Es-

(como puede ser la propia convivencia y mantenimiento del

cobedo, (eds.), XI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en

núcleo familiar) se realizaba en los espacios donde el carácter

Guatemala, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Gua-

privado de la estructura se veía reforzado.

temala, 1998, pp. 705 – 726.

Podemos afirmar a modo de conclusión final que, tal y como se ha podido comprobar, un edificio es capaz aportar una

Folan, William, “Calakmul, Campeche: un resumen”, en Mayab,

enorme cantidad de información sobre la gente que lo cons-

Madrid, 7, 1991, pp. 10 – 14.

truyó y lo habitó si se realiza un análisis basado en diferentes criterios. Los resultados obtenidos de estas observaciones

Folan, William & Gunn, Joel, & Domínguez, Mª del Rosario

pueden ser estudiados de manera aislada, pero estaríamos

“Triadic Temples, Central Plazas, and Dynastic Palaces: A Dia-

realizando un análisis incompleto: sólo poniendo en común y

chronic Analysis of the Royal Court Complex, Calakmul, Campe-

contrastando entre sí las diferentes conclusiones se realiza-

che, México”, en Inomata, Takeshi & Houston, Stephen D. (eds.),

rá una investigación plena que nos permita insertar nuestro

Royal courts of the ancient maya, Westview Press, Colorado,

objeto de estudio de una manera acertada en el discurso (en-

2001, pp. 223 – 265.

tendido como conjunto de reglas sobre la forma de escribir y razonar específico para cada disciplina26) histórico y antropo-

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REVISTA HISTORIA PARA TODOS | 17

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Víctor Barrera Alarcón

Estudiante de ciclo superior (último curso) en Historia por la Universidad Complutense de Madrid con especialidad en Antropología de América, 2015; con el trabajo para la postulación del título de Grado: Entre la paz y la guerra, el sistema de alianzas del reino de Kanu’l durante el Clásico Tardío, dirigido por el Dr. Alfonso Lacadena García-Gallo de la Universidad Complutense de Madrid. [email protected]

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