“Tratando en comprar y vender esclavos y esclavas e otras cosas”: Diego de Rueda y el mercado esclavista granadino a finales del siglo XVI

June 29, 2017 | Autor: R. Girón Pascual | Categoría: Early Modern History, Merchants, Granada, Slaves
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Descripción

Citar como: GIRON PASCUAL, R.M., ““Tratando en comprar y vender esclavos y esclavas e otras cosas”: Diego de Rueda y el mercado esclavista granadino a finales del siglo XVI” en MARTÍN CASARES, A. (ed.): Esclavitudes hispánicas (Siglos XV al XXI) Horizontes socioculturales, Granada, Universidad de Granada, 2014, pp. 89-104. ISBN: 978-84-338-57033

“TRATANDO EN COMPRAR Y VENDER ESCLAVOS Y ESCLAVAS E OTRAS COSAS”: DIEGO DE RUEDA Y EL MERCADO ESCLAVISTA GRANADINO A FINALES DEL SIGLO XVI1. Rafael M. Girón Pascual2, Universidad de Granada. Introducción Francisca nació en 1577 en la cordobesa villa de la Rambla. Era hija de una esclava morisca del alcalde ordinario de dicha villa Gonzalo Ramírez de la Mar. Su madre debió ser una de tantas mujeres granadinas que, a finales de la década anterior, fueron esclavizadas durante la Guerra de las Alpujarras. Como otras tantas esclavas e hijas de esclavas desconocemos quién fue su padre, aunque puede que coincidiera con su amo. Hasta los siete años permaneció con su madre en la casa de Ramírez del Mar y con siete años fue vendida al sastre granadino Juan de Gaviria. Francisca se trasladó con el sastre y su familia a Granada y sirvió en su casa hasta 1597, año en el que se produjo la muerte de éste. Francisca fue “heredada” por la mujer del sastre, Mencía de Quiñones y sus hijos el licenciado Martín de Gaviria y su hermano Bartolomé, que decidieron vender a la esclava a Diego de Rueda, mercader de esclavos de Granada. En esta venta debió intervenir Ginés de Alarcón, corredor de esclavos con el que Diego de Rueda tenía especial trato, ya aparece entre los testigos de la transacción. Así el 27 de octubre de 1597 Diego de Rueda adquirió a Francisca por 150 ducados, una cantidad notable y acorde a la edad y género de la esclava, ya que con veinte años se encontraba en el momento óptimo para su venta, dentro de las personas esclavizadas de sexo femenino. El mercader de esclavos no la tuvo demasiado tiempo en su poder y dos días después de la compra la revendió a Tomás Álvarez, procurador de la Real Chancillería de Granada; eso sí, con 46 ducados de beneficio. De nuevo aparece como testigo en la transacción el                                                                                                                         1

 Este artículo se inscribe en el marco del Proyecto de Investigación I+D+i (HAR2012-38780) “Una élite cosmopolita. Familias y redes de poder internacional en la España de los siglo XVI y XVII” del 2  Doctor en Historia. Departamento de Historia Moderna y de América de la Universidad de Granada. E-mail: [email protected]

corredor de esclavos Ginés de Alarcón. Nada sabemos de la vida posterior de Francisca junto al procurador, pero este relato nos introduce la figura del mercader de esclavos, elemento fundamental en el comercio de “carne y sangre humana” un tanto olvidado por la historiografía, centrada evidentemente sobre todo en las personas esclavizadas y no en sus abyectos captores. Decimos esto, porque son pocos los trabajos centrados en los comerciantes de esclavos, pese a que los estudios sobre la esclavitud en España poco a poco van creciendo en número y calidad3. Hay, eso sí, noticias más o menos amplias de mercaderes de esclavos en algunas publicaciones de referencia4, pero solo contamos de manera específica, si a mercaderes de esclavos nos referimos, con los artículos de Rafael M. Pérez García y Manuel Fernández Chaves sobre los negreros portugueses en Sevilla5. Entiendo que para conocer el fenómeno de la esclavitud hay que profundizar en las redes comerciales y por ende, en los mercaderes que las utilizan, algo que está prácticamente por hacer.

                                                                                                                        3

Sin afán de exhaustividad son notables los trabajos de DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio. “La esclavitud en Castilla durante la Edad Moderna”. Estudios de Historia Social de España, 2 (1952), pp. 367-428; CORTÉS ALONSO, Vicenta. La esclavitud en Valencia durante el reinado de los Reyes Católicos, Valencia: 1964; FRANCO SILVA, Alfonso. La esclavitud en Sevilla y su tierra a fines de la Edad Media, Sevilla: 1979; Lobo Cabrera, Manuel. La esclavitud en las Canarias Orientales en el siglo XVI (negros, moros y moriscos), Santa Cruz de Tenerife: 1982; Para el reino de Granada, espacio que nos ocupa, ver PINO, Enrique del. “La esclavitud en Málaga”. Jábega, 14 (1976), pp. 3-68; PEREIRO BARBERO, María Presentación. “Esclavos en Málaga en el siglo XVI. Arcaismo productivo/cohesión ideológica”, Baetica, 9 (1986), pp. 321-329; VINCENT, Bernard. Minorías y marginados en la España del siglo XVI, Granada: 1987; ID. “Les esclaves d´Almeria (1570)”. En: AMALRIC, Jean-Pierre (ed.), Puvoirs et société dans l´Espagne moderne: hommage a Bartolomé Bennassar, Toulouse: 1993, pp. 193-203. ID., “L´homme-marchandise. Les esclaves à Vera (Almería) 1569-1571”. En: Pouvoirs et société dans l´Espagne Moderne. Mélanges offerts à Bartolomé Bennassar, Toulouse: 1994, pp. 193-204. ID., “L’esclavage en milieu rural espagnol au XVIIe siècle: l’exemple de la région de l’Andalousie”. En: BRESC, H. (ed.), Figures de l’esclavage au Moyen-Age et dans le monde moderne. París: 1996, pp. 165176; MARTÍN CASARES, Aurelia. “Esclavitud y mentalidad: la población esclava a lo largo del siglo XVI”. Chronica Nova, 25 (1998), pp. 337-348; ID, La esclavitud en la Granada del siglo XVI. Género, raza y religión. Granada: 2000; GONZÁLEZ ARÉVALO, Raúl. “Reflexiones en torno al cautiverio y la esclavitud en Málaga a fines de la Edad Media”. Studia Histórica, Historia Medieval, 22 (2004), pp. 91108; ID. La esclavitud en Málaga a fines de la Edad Media. Jaén: 2006; ID. El cautiverio en Málaga a fines de la Edad Media. Málaga: 2006; y, últimamente, GARRIDO GARCÍA, Carlos Javier. La esclavitud en el reino de Granada en el último tercio del siglo XVI: El caso de Guadix y su tierra, Tesis doctoral. Granada: 2011. 4 FERNÁNDEZ CHAVES, Manuel F. y PÉREZ GARCÍA, Rafael M. En los márgenes de la Ciudad de Dios: moriscos en Sevilla, Valencia: 2009, pp. 104-108; PERIÁÑEZ GÓMEZ, Rocío. La esclavitud en Extremadura (siglos XVI-XVIII), Tesis doctoral, pp. 176-192; y MARTÍN CASARES, Aurelia. La esclavitud en la Granada…Op. cit., pp. 189-204. 5 FERNÁNDEZ CHAVES, Manuel F. y PÉREZ GARCÍA, Rafael M. “Las redes de la trata negrera: mercaderes portugueses y tráfico de esclavos en Sevilla (c. 1560-1580)”. En: MARTÍN CASARES, Aurelia y GARCÍA BARRANCO, Margarita (coord.), La esclavitud negroafricana en la Historia de España. Siglos XVI y XVII, Granada: 2010, pp. 5-34.

En la colonia mercantil de Granada, entre 1580 y 1610, la mayoría de los mercaderes –genoveses, portugueses y granadinos- tienen entre sus actividades, si bien como complemento y en algunas ocasiones como simples “usuarios”, el comercio de esclavos. No obstante encontramos un grupo de mercaderes locales que aparecen en la documentación notarial como “mercaderes” o “tratantes de esclavos”, a cuya actividad se dedicarán de manera prioritaria. En el presente estudio se seguirá con detenimiento a estos últimos: sus redes comerciales con los mercados esclavistas de Sevilla, Zafra o Cartagena; la tipología de personas esclavizadas con las que traficaban (berberiscos, negroafricanos, indios portugueses, moriscos); y finalmente desarrollaremos la figura y estrategias del mercader Diego de Rueda, cuya familia en pleno ascenso social, se integrará en la élite murciana con miembros en los cabildos catedralicios y municipales, cuyos descendientes titularán como marqueses de Campo Hermoso. Para ello hemos realizado catas en los protocolos notariales de Granada donde se han localizado más de 120 documentos relativos al comercio de esclavos entre 1580 y 1610. Si bien la mayoría de los títulos responden a compra ventas de esclavos y esclavas, también hemos encontrado cartas de libertad y otras referencias a los marchantes. Por supuesto, se trata de una primera aproximación que dista mucho de ser exhaustiva, aunque no dudo puede ser el punto de partida para posteriores investigaciones. PRIMERA PARTE: EL MERCADO ESCLAVISTA DE GRANADA A FINALES DEL SIGLO XVI El mercado esclavista de Granada a finales del siglo XVI no se limita a los mercaderes de esclavos ya que las élites y la gente común compra y vende sus esclavos y esclavas. De las compraventas estudiadas en un 51% el vendedor no es mercader: un 26% no indica profesión; un 6% son nobles o regidores; un 7% podemos incluirlo dentro del artesanado -confiteros, pasteleros, tundidores, maestros albañiles o entalladores-; hay clérigos en un 4%; y un 3% de miembros de la mesocracia como escribanos o notarios apostólicos. Si el vendedor es mercader, cosa que ocurre en el 49% de las ocasiones, no se dedican a la trata de manera exclusiva. Encontramos un 23% que son mercaderes de

seda, vino, hierro o paños y entre ellos un 6% de grandes mercaderes genoveses6. Bien parece todos ellos actúan como simples poseedores de esclavos, al igual que el resto de la población. Para este estudio nos interesa el 26% restante. Este es el porcentaje de mercado que está controlado por los mercaderes de esclavos propiamente dichos. Son aquellos que aparecen en la documentación como “mercaderes de esclavos” “tratantes de esclavos” o “mercaderes de bestias y esclavos”. El hecho de que se les defina por las ocupaciones anteriores no deja duda de su profesión, pero tenemos casos de posibles mercaderes de esclavos que se escondían detrás de otros oficios, ya que el volumen de sus transacciones confirma se implicaron ampliamente en la trata esclavista. En la época tratada Hernán Martín “heredero”7 y el pastelero Alonso Meléndez compran cinco y tres esclavos respectivamente, cifra que nos parece notable, pero por ceñirnos a aquellos que se definen a sí mismos como mercaderes de esclavos quedarán fuera de este estudio. Centrándonos en las personas esclavizadas en las 100 compraventas estudiadas vemos como el 70% son de sexo femenino y el 30% restante, claro está, masculino. El valor medio de las esclavas es 116 ducados, alcanzando su valor medio máximo a los 20 años con 155 ducados. Hay, sin embargo, ventas que superan la media. Un ejemplo es Ana María, esclava berberisca de edad entre 20 y 22 años que fue intercambiada por 220 ducados, más del doble del valor medio ya comentado8. Tal vez influyera algo una información que el vendedor nos da sobre ella cuando dice que “la vendo porque dicen está preñada de dos meses”. Los precios de los esclavos son mucho menores. El valor medio es de 86 ducados y la edad de máximo valor coincide con la de las esclavas, si bien su precio es bastante menor que estas, 89 ducados a los 20 años. Aquí el esclavo más valorado fue Pedro, negro-africano del que desconocemos la edad, vendido en 1604 por 136

                                                                                                                        6

 Ver  Rafael  María  Girón  Pascual,  Las  Indias  de  Génova.  Mercaderes  genoveses  en  el  reino  de  Granada   durante  la  Edad  Moderna  (ss.  XVI-­‐XVIII),  Tesis  doctoral,  Granada,  2012,  pp.  197  y  198.   7 Cosechero de vino. 8 AHPG, G-329, ff. 1651r y ss.

ducados9. Los datos anteriores concuerdan con los resultados obtenidos por Aurelia Martín Casares para el periodo inmediatamente anterior10. Las compraventas contadas veces hacen referencias a los trabajos que van a desarrollar las personas esclavizadas, y generalmente la información se obtiene en el contexto de documentos que nada tienen que ver con dichas compraventas. Uno de los oficios más extendidos entre los esclavos era el de caballerizo. No es raro encontrar a esclavos que realizaban labores relacionadas con la cría de caballos y su uso. Así encontramos en un pleito de disputas entre dos poblaciones que “algunas personas criados y esclavos de vecinos de la dicha ciudad han ido con cabalgaduras por leña”11 o en una carta de poder para “Juan de Villanueva, su esclavo de color moreno, para que mejor pueda andar con cabalgaduras de alquile”12. No solo el trabajo se realiza en el ámbito doméstico. Hemos encontrado un interesante ejemplo donde una esclava trabaja como tabernera. Así en 1582 Francisco López, tratante de vino contrata a Francisco del Castillo para que el segundo venda “todo el vino que pudiere y vos me trajéredes de Alcalá la Real” en la taberna de la parroquia de la Magdalena “que en ella una esclava mía venda el vino” cobrando dos ducados y medio al mes “por su trabajo y de su esclava y el alquiler de las casas”13. Pero parece que muchas esclavas estaban abocadas a la prostitución o al abuso por parte de sus amos. Un documento de compra venta parece dejar clara esta situación. Diego de Rueda vendió a Melchor de Montalvo “una esclava muchacha de nación berberisca llamada Isabel de once a doce años con un hierro pequeño en la frente”… “que es doncella porque la ha mostrado a matrona”. En el documento se indicaba posteriormente que si no era doncella se daba por nula la transacción14. Un claro ejemplo, a mi entender, de venta de la virginidad. Los mercaderes de esclavos de Granada: aspectos generales. Conocemos los nombres de siete mercaderes de esclavos que operaron entre 1582 y 1603 en la ciudad de Granada. Son aquellos que se definen en la documentación                                                                                                                         9

AHPG, G-382, ff. 972r y ss. MARTÍN CASARES, Aurelia. La esclavitud en la Granada…Op. cit. 11 Archivo de la Real Chancillería de Granada [ARChG], 9716-10. 12 AHPG, G-223, ff. 37r y ss. 13 AHPG, G-238, ff. 354r y ss. 14 AHPG, G-338, ff. 795r y ss. 10

como “mercaderes de esclavos”, “tratantes de esclavos” o “tratantes de bestias y esclavos”, como ya he comentado: Diego de Rueda, Francisco de Rivera, Cristóbal de Paz, Luis de Jódar, Antonio de Cabrera, Alonso de Escobar y Francisco de Alcocer.

Tabla 1: Los mercaderes de esclavos de Granada a finales del siglo XVI (1582-1603)15 Mercader de esclavos

Periodo de actuación

Nº de compra-ventas

Diego de Rueda

1582-1603

27

Francisco de Rivera

1592-1600

6

Cristóbal de Paz

1582-1584

4

Luis de Jódar

1588-1600

5

Antonio de Cabrera

1582

1

Alonso de Escobar

1603

1

Francisco de Alcocer

1599-1600

3

Pasemos ahora a dar unas pequeñas pinceladas sobre aspectos generales del grupo. Empecemos por el caudal comercial. No todos los mercaderes de esclavos tienen la misma importancia pues Diego de Rueda holgadamente supera en transacciones a todos los demás juntos. En el periodo estudiado (1580-1604) Diego de Rueda aparece en 27 escrituras de compraventa de esclavos correspondientes a 25 personas esclavizadas. Las ventas -18doblan a las compras -9- y en las primeras las esclavas superan a los esclavos 9 a 1, mientras que en las segundas, la preponderancia de mujeres esclavizadas es total, confirmando que el mercado esclavista tiene en la trata de esclavas su principal objeto de negocio.                                                                                                                         15

Fuente: AHPG Granada. Elaboración propia.

El resto de los mercaderes trafica con menor número de personas esclavizadas. Francisco de Rivera vendió cuatro esclavas entre 1592 y 1600, una de ellas cuando formaba compañía con Diego de Rueda16. Luis de Jódar entre 1588 y 1600 trafica con tres esclavas17. Los demás mercaderes vendieron uno o dos esclavos en el periodo estudiado. El bajo caudal comercial en mercaderes como Antonio de Cabrera o Cristóbal de Paz, en mi opinión, se debe a que terminan su vida profesional como esclavistas justo al principio del periodo en que he centrado mi estudio. Sería necesario ampliar el espacio temporal y las catas para analizar toda su etapa como mercaderes activos. ¿De dónde provienen todos estos esclavos? Gracias a la tesis de Rocío Periáñez sabemos que Diego de Rueda y Francisco de Rivera adquirieron esclavos en cantidades considerables en el mercado de Zafra, provenientes de los traídos por los portugueses al puerto de Lisboa y llevados luego al mercado de Elvas y a continuación a Zafra18. Diego de Rueda entre 1594 y 1604 compró 38 esclavos y esclavas negroafricanos siendo su principal abastecedor el mercader lusitano Francisco Carrillo, vecino de Montemor-oNovo, mientras que el socio de Rueda, Francisco de Rivera adquirió, entre 1593-1599, doce esclavos. Esta información nos permite localizar uno de los mercados de los que se abastecían los mercaderes de Granada, aunque no fue el único. Sevilla y su reino aparecen como origen de una buena cantidad de esclavos traficados por Rueda y los demás. No en vano era, junto con Lisboa, el otro gran puerto de entrada de los negroafricanos esclavizados. El otro mercado debió ser el reino de Murcia pues muchos esclavos provienen del puerto de Cartagena o de la ciudad de Murcia. Todos ellos son definidos como de nación berberisca. Encontramos tres esclavos vendidos por mercaderes genoveses de Cartagena como Bartolomé Usodemar y Jerónimo Digueri, en el primer caso, y Luis de Jódar que vende dos esclavas nacidas de berberiscas en Murcia, en el segundo19. Pese a no indicarse en la documentación las esclavas berberiscas de Diego de Rueda seguramente tuvieron este origen. No en vano el puerto de Cartagena era el                                                                                                                         16

AHPG, G-335, ff. 189r y ss. AHPG, G-271, ff. 200r y ss. ; 230r y ss; G-308, ff. 252r y ss.; G-346, 619 r y ss. 18 PERIÁÑEZ GÓMEZ, Rocío. “La introducción de los negros por la frontera extremeña y su distribución posterior” En: MARTÍN CASARES, Aurelia y GARCÍA BARRANCO, Margarita (coord.), La esclavitud negroafricana en la Historia de España. Siglos XVI y XVII, Granada: 2010, p. 51. 19 AHPG, G-267, ff. 519 r y ss. 17

centro de entrada de los norteafricanos esclavizados en las razzias realizadas desde los presidios de Orán, Tremecén, etc. o bien los esclavos que generaba el corso llevado a cabo por los potentados del puerto20. Finalmente muchos esclavos provenían de los moriscos y moriscas “de los naturales del reino de Granada” que fueron esclavizados unas décadas antes durante la Guerra de las Alpujarras y también de su descendencia, asimismo esclava por la condición de sus madres.

Trece personas esclavizadas tienen esta denominación.

¿Dónde viven los mercaderes de esclavos de Granada? Casi todos están avecindados en la parroquia de San Matías, salvo Antonio de Cabrera que lo está en la Encarnación y Francisco de Rivera en la Magdalena, lo que no debe de sorprendernos porque San Matías era un barrio mercantil y al mismo tiempo una zona donde se ejercía la prostitución, con algunas mancebías, especialmente entre Puerta Real y el castillo de Bibataubín21. El nivel cultural de los mercaderes no parece que sea demasiado alto, pues tres de ellos –Cabrera, Jódar y Rivera- no saben escribir. Desconocemos el origen social de la mayoría de los mercaderes de esclavos de Granada, pero me atrevo a decir que no todos provenían de las capas marginales de la sociedad. No sería extraño que algunos fueran ellos mismos esclavos liberados, pero la documentación con la que contamos me lleva a pensar que la mayoría estaban ligados a la mesocracia formada por mercaderes modestos y escribanos. Luego hablaremos de Diego de Rueda y su familia pero primero dedicaré unas líneas a los otros mercaderes y sus parentelas. Cristóbal de Paz estaba casado con Luisa Osorio y fue padre de varios hijos: Pedro, asesinado antes de 158422; Cristóbal de Paz “el mozo”, seguramente Juan de Paz, que también fue mercader de esclavos pero en un periodo posterior, Diego de Paz recaudador de la alcabala de los esclavos23 y una hija, doña Isabel de Paz mujer del

                                                                                                                        20

VELASCO HERNÁNDEZ, Francisco. “El tráfico de esclavos en Cartagena en la encrucijada de los siglos XVI y XVII”. Cartagena histórica, 9 (2004), pp. 40-48. 21

 MARTÍNEZ JUSTICIA, María José. Historia de un espacio urbano granadino: de la Rondilla a las actuales plazas del Campillo y de la Mariana, Granada: 1987, p. 231. 22  AHPG, G-246, ff. 384r y ss. En esta escritura Cristóbal de Paz exculpa a Hernando de Saravia, su sobrino, del asesinato de su hijo Pedro. Al parecer el asesino fue Francisco García.   23 Antes lo había sido Cristóbal de Paz, su padre ver MARTÍN CASARES, Aurelia. La esclavitud en la Granada…Op. cit. p. 191.

jurado y mercader de sedas Julián Agustín Miota de quien descienden los marqueses de Lugros24. Francisco de Alcocer pertenecía a la parentela anterior al estar casado con doña Isabel Severina de la Vega hermana de María Antonia de la Vega mujer del citado Diego de Paz, ambas hijas de Antón de la Vega, seguramente escribano público de Granada y de Lucía Mexia, que podría ser pariente del corredor de esclavos Salvador Mexia. Para su casamiento en 1597 Francisco de Alcocer recibió de sus suegros una dote muy considerable que ascendió a poco menos de 3.000 ducados a las que él añadió 200 ducados de arras25. El grupo de mercaderes de esclavos está muy relacionado con los “corredores de esclavos”, es decir, aquellos que informaban al mercader de esclavos de las ofertas y demandas del mercado esclavista, poniendo en contacto a vendedores y compradores, y se llevaban una comisión por ello. Algunos como Antonio de Cabrera y Cristóbal de Paz fueron corredores después de su etapa como mercaderes. Otros son Ginés de Alarcón, Hernando de Saravia26 -sobrino de Cristóbal de Paz-, Juan de Córdova, Francisco Moreno, Pedro Hernández, Melchor de Toro, Gaspar de Herrera, Martín de Almagro y Salvador Mexia de los que muy poco sabemos. Todos ellos aparecen repetidamente como testigos en la documentación de las compraventas de esclavos. Árbol 1: La parentela de los Paz

Cristóbal de Paz

Julián Agustín de Miota (Jurado)

doña Isabel de Paz

Marqueses de Lugros

Cristóbal de Paz

Luisa Osorio

Juan de Paz

Diego de Paz

Antón de la Vega

Lucía Mexia

María Antonia de la Vega

doña Isabel Severina de la Vega

Gabriel de Paz

                                                                                                                        24

AHPG, G-376, ff. 587r y ss. Agradezco a Enrique Soria esta referencia. AHPG, G-329, ff. 885v y ss. 26 ¿Acaso hijo de Alonso García de Saravia, arrendador de la renta de los esclavos en la década de 1570? Ver MARTÍN CASARES, Aurelia. La esclavitud en la Granada…Op. cit. p. 191. 25

Cristóbal de Alcocer Ibar

Francisco de Alcocer

doña Ana López

SEGUNDA PARTE: UN “MERCADER DE BESTIAS Y ESCLAVOS”: DIEGO DE RUEDA. Pero sin duda el gran protagonista del comercio de esclavos en la Granada de finales del siglo XVI fue Diego de Rueda. Muy poco sabemos de sus orígenes pero si tenemos abundantes noticias de su actividad comercial y el ascenso social de su familia en años posteriores. Ya comentamos que tanto él como Francisco de Rivera fueron asiduos del mercado esclavista de Zafra, donde adquirieron una notable cantidad de esclavos negroafricanos. La documentación granadina muestra un buen número de esclavas mulatas y negros “de nación portuguesa” vendidos en Granada. Sin embargo, si atendemos a las descripciones de los esclavos y esclavas, cabe plantearse que Zafra no fue el único mercado esclavista en el que Rueda estuvo involucrado. La documentación nos habla de compras en Antequera, Osuna y Sevilla, pero la notable cantidad de esclavos berberiscos nos hace pensar en el puerto de Cartagena como otra fuente de personas esclavizadas a las que se unían las esclavas moriscas del mercado granadino. Rueda vendió en este periodo seis berberiscas y compró dos de ellas y al mismo tiempo compró y vendió tres “de las naturales del reino de Granada”. Y es que Diego de Rueda aparece en el mercado granadino preferentemente como vendedor –lo que implica que se abastecía en otros lugares- y muchas menos veces como comprador. Además, las compras de Rueda, en muchas ocasiones implican cierta complejidad ya que los vendedores añaden cláusulas para que los esclavos no puedan ser vendidos en la ciudad. Esto nos indica que la red mercantil a la que pertenecía Diego de Rueda tenía suficientes contactos en el exterior como para poder vender los esclavos en otras poblaciones. Así ocurrió con María, esclava berberisca de 18 a 20 años cuando fue vendida a Diego Sánchez, vecino de Málaga a través de Francisco de Tolosa, mercader de sedas malagueño por 166 ducados afirmando que “la persona que me la vendió fue con aditamento que no la pudiese vender a ninguna persona que hubiese de habitar en esta ciudad [de Granada]” bajo multa de 100 ducados27. También ocurrió lo mismo con Catalina, esclava mulata que había “sido presa y castigada por cierta causa criminal de que fue acusada por culpada en ciertos hechizos ante Juan Luis de Rivera,                                                                                                                         27

AHPG, G-335 ff. 280r y ss.

escribano de Granada y por ello ha sido desterrada” y con otra esclava de igual nombre, en este caso berberisca, “recién parida de diez y nueve días y se le ha muerto la criatura” a la que Rueda se comprometió a sacar en ocho días de Granada y no poder venderla a persona de la citada ciudad bajo multa de 60 ducados28. Los compradores de las personas esclavizadas que vendía Rueda fueron mayoritariamente de la ciudad de Granada y sus alrededores: Iznalloz, Cogollos, Córdoba, Guadix, Huéneja, Málaga y Salobreña. Un mercado, por tanto, bastante amplio y que posteriores investigaciones seguramente lo harán extenderse aún más. Gráfica: Las compra-ventas de Diego de Rueda a finales del siglo XVI (en verde compras y en rojo ventas). Página siguiente.

                                                                                                                        28

AHPG, G-346 ff. 24r y ss.; 108r y ss.

5

SEVILLA

Alonso de Velasco

1

Francisco Carrillo

ZAFRA

33

Otros

Santos de Montalvo

OSUNA

?

MÁLAGA

ANTEQUERA

Cristóbal de Bustamante

Francisco de Tolosa

Diego Castellanos

Gabriel García

Diego de la Hoz

Mencía de Quiñones

Alonso de Torres

COGOLLOS

Antonio Sánchez de Morales

IZNALLOZ

Diego Chacón Hidalgo

Diego de Rueda

Adrián de Castro

Juan Verdejo

Andrés de Herrera

don Pedro de Morales

Melchor de Montalvo

Doctor Juan de la Canal

Antón de Molina

Diego Alonso Mier

HUÉNEJA Pedro Hernández Doblas

GUADIX

Francisco López BartoloméTenorio Muñoz

Doctor don Luis de Castilla

Tomás Álvarez

SALOBREÑA

Bartolomé de Segarra

Francisco Velázquez

Pedro de Gamarra

GRANADA

Alonso Martínez Suárez

CÓRDOBA

Rueda no siempre actuó independientemente. Los documentos nos informan de compañías comerciales entre Rueda y los mercaderes Francisco de Rivera y Francisco de Alcocer, si bien con este último parece que se dedicaba a la compra y venta de animales, siendo el capital invertido bastante modesto -5.000 reales- así como la facturación: 240 ducados en 1599 de los cuales correspondían a Rueda la mitad29. La red comercial se puede ampliar si analizamos con qué corredores de esclavos operó Rueda. Notemos como Ginés de Alarcón, al que veíamos al principio de este artículo, aparece en siete transacciones; le sigue Cristóbal de Paz, que ya dijimos alternó como merchante y corredor, en tres; y Melchor de Toro y Hernando de Saravia, sobrino de Paz, en dos ocasiones cada uno. Debemos visualizar a los anteriores contactando con Rueda cada vez que algún vecino vendía o quería comprar un esclavo, llevándose una comisión por ello. El ascenso social: de mercaderes de esclavos a títulos de reino En este último apartado vamos a estudiar la descendencia de Diego de Rueda, algo que nos va a sorprender, pues lejos de mantenerse en las capas bajas de la sociedad, su linaje va a subir como la espuma. Diego de Rueda estuvo avecindado en el barrio de San Matías y tuvo dos esposas. De la primera, Beatriz Rodríguez Enríquez, tuvo un único hijo, el clérigo don Diego de Rueda. De su segunda mujer, Magdalena de Benavides, tuvo a Juan, a Sebastián, y a doña María de Rueda Benavides. Magdalena falleció en 1594 habiendo testado ante Baltasar Díaz, con su hijastro el clérigo Diego de Rueda como albacea30. La muerte del mercader de esclavos tuvo que producirse en torno a 1603, fecha en que terminan las transacciones comerciales o cualquier tipo de referencia a su persona. Desgraciadamente no hemos encontrado su testamento hasta el momento. El hijo mayor del mercader, el doctor don Diego de Rueda, presbítero y licenciado, a la muerte de su madrastra, despuntó con una carrera notable en los cabildos catedralicios de Murcia y Galicia. En primer lugar fue catedrático en Artes de la Universidad de Granada y más tarde canónigo en la catedral de Murcia donde tuvo la

                                                                                                                        29 30

AHPG, G-338, ff. 795r y ss. AHPG, G-306, ff. 23v y ss.

dignidad de arcediano de Cartagena entre 1612 y 163931. El cronista Francisco de Cascales le dedica la Epístola II de sus Cartas filológicas, y nos informa de la espléndida casa en la que vivía el clérigo, a la que define como “un museo”32. Es necesario desarrollar la investigación al respecto, pero todo apunta a que el doctor don Diego de Rueda también fue mercader de esclavos. En 1620 aparece apoderado para cobrar los 45 ducados que costó un esclavo en Murcia33 y fue dueño de numerosos esclavos. Sus rentas y beneficios en el puerto mediterráneo sin duda le permitieron entrar en contacto con las redes comerciales que traficaban con los esclavos berberiscos llegados a Cartagena, tal vez las mismas con las que seguramente operó su padre y homónimo. Hay un nuevo elemento a investigar: al parecer su ascenso en la iglesia murciana se debió a su relación con el anterior arcediano, don Fernando Pimentel, hijo de los condes de Benavente, del que era conocido cliente34. ¿Fue el aristócrata el enlace del primer Diego de Rueda con los circuitos esclavistas cartageneros y más tarde favorecedor del hijo de su antiguo socio? Esta hipótesis abre muchas e interesantes posibilidades. El doctor Rueda pudo redondear aún más su ascenso social de haber conseguido adquirir la jurisdicción de la Venta de la Rambla, como intentó en 1629, lo que habría dotado a su clan del estatus de señores de vasallos35. Y es que la inflación de ventas de señoríos de la época tentaba a más de un advenedizo como el arcediano36. Tras su etapa murciana, don Diego va a ser ordenado obispo de Tuy, cargo que ocupó entre 1637 y la fecha de su muerte acaecida el 8 de diciembre de 1639 en la ciudad gallega. Sin duda un individuo que merece un estudio en profundidad. Sebastián de Rueda medio-hermano del obispo y patrocinado seguramente por él asaltó el cabildo municipal murciano donde ocupó el oficio de regidor y, paralelamente casó “muy bien” con doña Luisa de Muñatones, hija del veterano jurado murciano                                                                                                                         31

 IRIGOYE N LÓPEZ, Antonio. Entre el cielo y la tierra, entre la familia y la institución. El cabildo de la catedral de Murcia en el siglo XVII, Murcia: 2001, p. 68.   32 CASCALES, Francisco de, Cartas filológicas, Madrid: 1961, p. 11 33 AGÜERA ROS, José Carlos. Platería y plateros seiscentistas en Murcia, Murcia: 2005, p. 87. 34 IRIGOYE N LÓPEZ, Antonio. Entre el cielo y la tierra…Op. cit. p. 66. 35 MONTOJO MONTOJO, Vicente y ROMERO DÍAZ, Juan. “Cofradías y sociedad cristianomorisca en Villanueva del Segura”. En: GÓMEZ MOLINA, María Cruz y SÁNCHEZ ORTIZ DE VILLAJOS, José María. (coords.) II Congreso Turístico Cultural del Valle de Ricote: "Despierta tus sentidos". Blanca, 14, 15, 16 de Noviembre de 2003. 2003, pp. 397-427. 36  DOMINGUEZ ORTIZ, A. “Ventas y exenciones de lugares durante el reinado de Felipe IV”, A.H.D.E. pp. 163-207 y SORIA MESA, E. La venta de Señoríos en el Reino de Granada bajo los Austrias, Granada: 1995, pp. 36-52.

Francisco de Muñatones, que lo fue del barrio de San Lorenzo entre 1603 y 162737. Doña Luisa fue dotada con 12.000 ducados, una cantidad muy considerable y con bienes en Villanueva de Ulea38. Sebastián consiguió probar su nobleza en 1635 y se introdujo en cofradías nobles como la de Santiago. La descendencia femenina de Sebastián de Rueda Benavides entroncó con otras familias de regidores murcianos como los González de Sepúlveda, con intereses en Cartagena, y el primogénito don Sebastián fue regidor y alcalde por el estado noble de Murcia, casando con doña Ana Suárez de Almeida Lisón, hija de don Juan Suárez de Almeida, asimismo regidor y seguramente mercader judeoconverso de origen portugués39. Sus nietos y biznietos fueron regidores y entroncaron con importantes linajes de Cieza como los Marín Blázquez. El último Rueda de la línea primogénita fue el regidor don Antonio de Rueda Marín Blázquez, caballero de Santiago en 1705. Su hija no tuvo sucesión, pasando sus bienes y mayorazgos a los Aguado López de Ayala, futuros condes de Campo Hermoso y descendientes de los Rueda por vía femenina40. Una rama secundaria, situada en Cieza y en la villa de Moratalla entroncó con buena parte de la élite de la región, probando su hidalguía ante la Real Chancillería de Granada en repetidas ocasiones, algo impensable para su antepasado el mercader de esclavos unos siglos antes41. Esto fue posible ya que paralelamente a su ascenso social y ennoblecimiento, los Rueda trataron de mimetizarse con otros linajes más o menos reconocidos como los Rico de Rueda de Lucena, añadiendo el apellido Rico cuando se refieren, por supuesto olvidando los negocios “de carne y sangre”, al mercader de esclavos y genearca del clan Diego de Rueda, en sus pleitos42. Conclusiones En un primer momento hemos dilucidado que participan en el mercado granadino de esclavos infinidad de agentes y solo un cuarto son mercaderes de esclavos propiamente dichos. Hay compraventas entre particulares, entre mercaderes de todo tipo y entre mercaderes de esclavos. Además hay algunos individuos seguramente                                                                                                                         37

 OWENS, J.B. “Los regidores y jurados de Murcia, 1500-1650: Una guía”, Anales de la Universidad de Murcia, Filosofía y Letras, XXXVIII-3 (1981), p. 126.   38 IRIGOYEN LÓPEZ, Antonio, Entre el cielo y la tierra…Op. cit. p. 237. 39 Archivo Histórico Nacional [AHN], Órdenes Militares, Santiago, exp.7273. 40 ARChG, 4641- 24. 41 ARChG, 4652-146; 4754-15; 5058-18. 42 FLOREZ, Enrique, España sagrada, teatro geográphico-histórico de la Iglesia de España, Tomo XXII, p. 76.

implicados en la trata, que pese a que no se definen como mercaderes de esclavos traficaron asiduamente con personas esclavizadas. En el estudio predominan abrumadoramente las esclavas en un 70% y éstas son bastante más caras que los esclavos de sexo masculino. El trabajo doméstico, la explotación sexual y acaso la capacidad reproductiva de las esclavas, parecen ser los motivos de este elevado precio. El mercado esclavista de Granada se abastece de tres grandes focos. Uno atlántico-extremeño con Lisboa, Zafra y Sevilla; otro Mediterráneo con Murcia y Cartagena; y por último el mercado local especializado en los esclavos moriscos tras la Guerra de las Alpujarras. Los mercaderes de esclavos viven sobre todo en la parroquia de San Matías. Su nivel cultural es bajo y su origen social, aunque está por determinar en todos los casos, apunta a familias de la mesocracia, pequeños mercaderes y escribanos. Las redes mercantiles que se tejen en torno a los mercaderes de esclavos incluyen otros mercaderes no especializados, como los de sedas o hierro y los corredores de esclavos, informadores de los primeros. El ejemplo del mercader de esclavos Diego de Rueda y su familia ilustran las posibilidades de ascenso social del colectivo esclavista. No en vano el lucrativo negocio de la trata, y las redes sociales que crea, se usaron para promocionar a familiares y ennoblecerlos, olvidando rápidamente lo abyecto del comercio de la “sangre y la carne humana”. Finalmente son necesarios nuevos estudios para dilucidar el origen social de los mercaderes de esclavos, ahondar en las redes comerciales que formaron y completar los caudales y los focos de adquisición de personas esclavizadas que vivieron en la Granada de finales del siglo XVI.

Árbol 2. El ascenso social de los Rueda: de mercaderes de esclavos a títulos de reino

Diego de Rueda

Juan Ldo Dr Diego de de Rueda (Arcediano Rueda de Cartagena y Obispo de Tuy)

doña Ana Suárez de Almeida Lisón

doña Magdalena de Benavides

Beatriz Rodríguez Enríquez

1649

doña María don Sebastián de Marín Blázquez Rueda Benavides Padilla (Regidor de 1677 Murcia en 1653)

Sebastián de Rueda Benavides (Funda mayorazgo)

doña Luisa Muñatones 12.000 ducados (1621)

don Sebastián de Rueda Benavides (Regidor de Murcia)

doña Josefa de Rueda Almeida

doña Lorenza Marín Blázquez Padilla

don Diego de Rueda Benavides Muñatones 1665

don Matías de Aguado López de Ayala Descienden los:

don Antonio de Rueda Marín Blazquez (Caballero de Santiago en 1705) Regidor perpetuo de Murcia

Rueda de Cieza y Moratalla (Murcia).

Descienden los: Condes de Campo Hermoso, de Balazote y de Lalaing, etc.

María de Rueda

doña María de Rueda Muñatones

don Antonio González de Sepúlveda (Regidor de Murcia)

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