Tratamientos teóricos y diseños metodológicos en el estudio de la acción colectiva

July 6, 2017 | Autor: Gustavo Urbina | Categoría: Social Movements, Social Sciences, Collective Action
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Descripción

Tratamientos teóricos y diseños metodológicos en el estudio de la acción colectiva Eje temático: teoría y metodología sociológicas Por Marco Antonio Aranda Andrade Candidato a Doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México [email protected] Gustavo Adolfo Urbina Cortés Candidato a Doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México [email protected] 5º Congreso Internacional de Sociología. Espacios Contestatarios 25 a 28 de septiembre de 2012 Ensenada, Baja California RESUMEN El campo de discusión de la acción colectiva ha constituido durante buena parte de los últimos años uno de los terrenos de mayor fertilidad teórica, nutriéndose de una alta producción de investigaciones y debates que, desde muy distintos flancos y tradiciones, ha evidenciado la complejidad para abordar fenómenos de movilización, protesta y coordinación entre individuos para un fin común. No obstante, a la amplitud de la discusión teórica y conceptual le contrasta la ausencia prevaleciente de reflexiones que, desde una arena de deliberación metodológica, permita corroborar y nutrir los alcances y limitaciones de los enfoques y teorías predominantes; cuestionándose sobre las técnicas más adecuadas para la recopilación de datos y tratamiento de observaciones, la operacionalización de variables y constructos, así como la condensación y desarrollo de indicadores que den claridad de los observables en la labor investigativa. Como respuesta a ese vacío, la presente ponencia busca exponer una discusión sucinta acerca del reto inmanente que constituye el anclar distintos tratamientos teóricos a un diseño metodológico pertinente y riguroso. Para ello, se presenta en primer lugar, una revisión general sobre las pautas metodológicas del campo en comento; para en segundo lugar, tratar parte de los retos que implica la imbricación entre teoría y método, y la correlativa disponibilidad y convergencia que existe entre técnicas cualitativas y cuantitativas que permitan potenciar los hallazgos sobre el tema. PALABRAS CLAVE: acción colectiva, diseño metodológico, enfoques teóricos

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I.

De las pautas a los desafíos

En el entremedio de muy diversas corrientes investigativas que hoy inundan el campo de la acción colectiva, existen un conjunto de consensos poco explicitados que circundan al tratamiento de un objeto común. La preocupación por la producción de contenidos y significados, el despliegue táctico-organizativo o el conjunto de condiciones micro, meso y macro- sociales a partir de las cuales tiene lugar un evento coordinado de voluntades y procederes como los movimientos sociales, las protestas u otras expresiones de orden colectivo, son sin duda lugares comunes entre todos aquellos que dedican su labor al estudio de fenómenos relacionados con la suma de actores y voluntades en torno a un objetivo más o menos compartido. En ese sentido, el sociólogo estadounidense Charles Tilly (2005), en su conocido debate con Liah Greenfeld acerca de la tesitura teórica de las ciencias sociales, proponía que existen tres grandes marcos explicativos que bien pueden ser extrapolados al terreno de la acción colectiva: a) explicaciones disposicionales, cuyo foco está constituido por la conformación, transformación y cristalización de pautas culturales y sus concomitantes representaciones y significados; b) explicaciones transaccionales, las cuales están sustentadas en la imputación de lógicas

de

acción

en

un

entorno

de

reglas,

recursos,

motivaciones,

constreñimientos y habilitaciones; y, c) explicaciones referidas a sistemas sociales auto-sustentados, que se enfocan en torno a la relación entre el todo y las partes en el desenvolvimiento funcional o disfuncional de todo un aparataje. Independientemente de las tensiones inherentes al quehacer científico-social entre agencia o estructura, o entre presupuestos más racionalistas o culturalistas, lo cierto es que las preocupaciones particulares en torno al accionar colectivo han propendido a concentrarse sobre tres grandes elementos: a) la composición, recursos y dinámica organizativa de los actores; b) la producción de significados, discursos y esquemas interpretativos; y, 2   

c) el proceso mismo de desenvolvimiento del fenómeno en cuestión. En forma aislada o imbricada, cada uno de esos tres elementos ha tendido a constituir parte central del curso contemporáneo de la investigación del campo aludido; siendo que su propia conjugación implica el reconocimiento de tres distintos momentos de un mismo acontecimiento: a) las precondiciones de la acción o las circunstancias de origen de grupos, eventos, instituciones o entornos precedentes a la irrupción; b) el punto de algidez, que incluye el curso de la acción en desarrollo hasta su cenit; y, c) la desembocadura, referente a la institucionalización del accionar colectivo o su disolución (ya sea por resolución del conflicto, perecimiento de la estructura de movilización de agentes, entre otros). Del cruce de intereses y posturas, es que hoy en día el estado de la cuestión yace concentrado predominantemente en torno a un debate entre tesis de carácter hegemónico y otras de orden alternativo. Sin haber llegado a un punto toral de desarrollo en el cual una determinada propuesta teórica haya probado con suficiencia sus bondades por sobre de otros esquemas, lo cierto es que muy poco se ha concedido a una reflexión mucho más formal en torno al modo de construir razonamientos y proponer explicaciones más plausibles. Un cúmulo muy reducido de científicos sociales entre quienes se contaban los sociólogos Charles Tilly y Roger V. Gould, han reparado en dicho punto, considerando que las mejores formas de explicar un fenómeno tendrían que implicar nociones acerca del “cómo” y “por qué” de un fenómeno particular. Ese cuarto camino explicativo en el cual la idea de mecanismo cobra una relevancia singular se traduce en la búsqueda de construcciones explicativas selectivas acerca de características destacadas por medio de analogías causales parciales. A partir de la perspectiva mecanísmica, es que el investigador, independientemente de su posición teórica particular, su escala de análisis peculiar o el momento de interés singular, puede proponer una lógica de explicación sustentada en lo que Tilly define 3   

como “una clase delimitada de eventos que transforman relaciones entre conjuntos específicos de elementos en modos elementales o similares sobre una variedad de situaciones” (Tilly, 2005) es decir, mecanismos que se revisten a la luz de procesos y episodios en los cuales tiene lugar la acción social y la interacción entre distintos sujetos. Puesto en relieve lo anterior, es que en el presente trabajo se identifican un conjunto de retos inmanentes que vale la pena someter a discusión en el desarrollo investigativo del campo aludido: 1) la necesidad de trascender la descripción de procesos y episodios a la inferencia sobre sus mecanismos de origen; 2) la subordinación de las técnicas a la demanda y disponibilidad de datos; y, 3) el enriquecimiento de las perspectivas metodológicas de tratamiento según la dimensión, momento e interés analítico del investigador. Indudablemente esos tres retos subyacentes implican reconocer abiertamente el que prácticamente todo investigador de cualquier proceso de acción colectiva tiene al menos en mente (aunque no necesariamente como propósito) conocer el por qué de un acontecimiento de movilización o concentración de voluntades. Así, más allá de la tesitura causal que muy injustamente se le suele asociar con adjetivos poco sustentables y ampliamente mal entendidos como “positivista”, “determinista” o “reduccionista”, lo cierto es que el estado del arte se caracteriza por una tradición ampliamente enfocada sobre los estudios casuísticos o situacionales, la búsqueda de particularidades y la producción inconexa de hallazgos, propiedades y conclusiones teóricas que permitan potenciar el avance del quehacer científico del campo peculiar. En virtud de ello, es que la empresa metodológica cobra un relieve especial por cuanto la conjugación entre teorías, unidades de análisis y técnicas exige de un reparo sobre el diseño investigativo.

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II.

Imbricaciones entre teoría y método

En el abanico de teorías disponibles en el campo se encuentran distintos elementos que se entrecruzan con los niveles de análisis y los elementos particulares de exploración de acuerdo con los momentos de ocurrencia de un proceso de acción colectiva.    Macro  Meso  

Micro 

Precondiciones  Curso de la acción  Circunstancias socio‐históricas  Concurrencia de trayectorias  estructurales  históricas y grandes procesos 

Post‐acción  Detonación de procesos de  larga escala 

Circunstancias socio‐históricas  coyunturales 

Concurrencia de cambios  coyunturales 

Reacomodos,  institucionalizaciones y  reformas 

Circunstancias grupales e  individuales 

Procesos de producción  organizacional, grupal e  individual 

Consecuencias  institucionales,  organizacionales, grupales  e individuales 

Cada una de esas intersecciones, se caracteriza por exigir al investigador un repertorio diversificado de miras a partir de las cuales se definen constructos, variables y observables que constituyen peldaños en un nexo complejo entre la teoría y el concreto social. Las teorías como conjunto de enunciados hipotético- deductivos, suelen tratar de ofrecer explicaciones integrales acerca de los procesos o episodios particulares de acción colectiva. No obstante, lo cierto es que en el entramado explicativo sólo son determinados elementos, etapas y niveles de análisis como los antes referidos, los que de forma parcial son incorporados como elementos centrales Así por ejemplo, la teoría de la privación relativa de Ted Gurr, privilegiaba la transversalidad entre niveles de análisis centrándose en la reconstrucción de las condiciones y circunstancias previas a la detonación de la acción. Otros enfoques como el análisis de marcos o el modelo heterodoxo del proceso político buscan constituir una mirada dinámica sobre el proceso de producción de contenidos, perspectivas y

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horizontes comunes de significación que redundan en importantes configuraciones tácticas y organizativas por parte de los actores movilizados. Pese a la diversidad de arquetipos teóricos prevalentes en el campo, hoy existe una fuerte tendencia a hacer investigación distanciada del objeto, ampliamente basada en trabajo documental y reconstructivo de hechos, y poco vinculado con exploraciones de campo o con contrastaciones empíricas sustentadas en acervos de datos y acopio de evidencia. En ese sentido, parte de los reclamos frecuentes que circundan al campo de la acción colectiva tienen que ver con la plasticidad y el abuso de imputaciones que el investigador lleva a cabo sobre su objeto de estudio. En buena medida, dichas desavenencias se deben a la atrofia de diseños de investigación en los cuales la teoría no se corresponde con un adecuado despliegue metodológico. La ausencia de una correlación adecuada entre conceptos y observables, variables e indicadores, o incluso entre técnicas de recopilación y generación de información y necesidades de la construcción de soportes argumentativos, suele ser la principal detonación de trabajos altamente complejos en su lógica explicativa, pero desprovistos de hallazgos que permitan sostener el uso fidedigno de tesis y su correspondiente prueba hipotética. La imbricación entre teoría y método es en esa tesitura una relación compleja que exige de una adecuada estructuración del objeto de estudio por parte del investigador. Acá se propone un esquema muy general de cómo se constituye dicha cadena de diseño:

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Ejemplos de enfoques o andamiajes teóricos disponibles

Movilización de recursos Privación relativa Polity model (estructura de oportunidades políticas) Civic voluntarism model

Variables según nivel de análisis Micro

Meso

Condiciones individuales de miembros de una Condiciones de la población (nivel organización socioeconómico, (volumen, recursos actividad, lugar de económicos, capital residencia, edad, cultural o social, adscripción de vinculación entre etnia, género, circuitos,estructura, religión, ideología o entre otros). institución, capital cultural o social).

Macro

Condiciones del entorno (distribución del ingeso, IDH, tipo de régimen, liberalización, niveles de impunidad, coflictividad social, entre otros).

Técnicas cuantitativas

Técnicas cualitativas

Entrevistas in situ Análisis de Entrevistas historia de retrospectivas eventos Grupos de Análisis de enfoque trayectorias Etnografía Modelación Historias de vida y predictiva, relato biográfico probabilística o Análisis de de magnitudes contenido Análisis de redes Análisis del y propensiones discurso

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Ejemplos de enfoques o andamiajes teóricos disponibles

Modelo del proceso político Procesos de enmarcación Redes y actores subalternos Teorías desarrollistas Teorías de juegos Teorías de la organización

Variables según nivel de análisis Micro

Identidades, producción discursiva, trayectorias individuales, liderazgos, entre otros.

Meso

Macro

Técnicas cuantitativas

Constitución de grupos y estructuras de movimientos sociales, organizaciones y agrupaciones políticas. Trayectorias Representación orgánicas, social, elites y decisiones y cursos grupos Análisis de redes de acción. marginales, Análisis de Construcción de centros y trayectorias entramados de periferias, Análisis de demandas, sistemas sociales, clusters esquemas de funciones y negociación e dinámicas interlocución. operativas. Discursos políticos y entramados culturales. Identidades organizacionales y desempeño asociativo.

Técnicas cualitativas

Análisis del discurso Entrevistas colectivas Etnografía Grupos de enfoque Análisis de contenido

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Ejemplos de enfoques o andamiajes teóricos disponibles

Variables según nivel de análisis Micro

Modelo del proceso político Consecuencias Teoría de sistemas sobre individuos y Teoías neocondiciones de funcionalistas entorno, movilidad Modelos social, entre otros organicistas

Meso

Procesos de institucionalización, disolución y consolidación asociativa. Satisfacción de demandas, cohesión grupal post- acción, entre otros.

Macro

Técnicas cuantitativas

Técnicas cualitativas

Entrevistas in situ Análisis de Entrevistas historia de retrospectivas eventos Grupos de Outputs Análisis de enfoque sistémicos a nivel trayectorias Etnografía político, social, Modelación Historias de vida y económico y predictiva, relato biográfico cultural. probabilística o Análisis de de magnitudes contenido Análisis de redes Análisis del y propensiones discurso

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Ahora bien, a las cadenas de diseño referidas subyace el problema general sobre el cómo hacer observables las variables que se derivan de los enfoques o andamiajes teóricos disponibles. Independientemente de las preferencias teóricas del investigador o de las exigencias analíticas del objeto de estudio, resulta de vital importancia explicitar las formas en que cada constructo, como herramienta investigativa, es operacionalizado para rastrearlo en el curso de la investigación empírica mediante cada una de las técnicas disponibles. En este punto, resulta útil expresar que para completar el camino que lleva de la teoría al método es necesario señalar los vehículos disponibles para esta operación así como su funcionamiento. En primer término, identificar los constructos que los andamiajes o enfoques analíticos poseen es de vital importancia. Por constructo, entendemos una abstracción adoptada para un propósito científico especial, de forma deliberada y consciente (Kerlinger y Lee, 2002). Es así que cuando identificamos y seleccionamos constructos para observar formas de acción colectiva específicas, es necesario distinguir que existen dos tipos de estas abstracciones científicas: los constitutivos, los cuales definen constructos utilizando otros constructos, y los operacionales, aquellos que asignan significado al especificar las actividades u “operaciones” necesarias para evaluarlos o medirlos (Kerlinger y Lee, 2002: 37). Cuando tanto nuestras preferencias como las exigencias del objeto nos llevan a escoger un enfoque teórico particular, lo primero que debe tenerse en cuenta es el tipo de constructos que se utilizan. La respuesta al por qué de esta exigencia refiere a que constructos de tipo constitutivo, como movimiento social, no pueden rastrearse directamente en la investigación empírica, mientras que aquellos de tipo operacional, que constituyen las especificaciones del investigador en el campo, sí. En el caso de movimiento social, por ejemplo, si bien no podemos rastrear a éste empíricamente, si lo podemos imputar a través de la operacionalización de algunos de sus conceptos constitutivos (redes de movilización, formas de organización o repertorios de protesta) que guían la investigación empírica en la especificación de sus indicadores observables. 10   

Tanto la identificación de costructos como su operacionalización determinarán las técnicas a escoger para instrumentar en campo, en consideración a las medidas metodológicas necesarias que guían a todo buen proyecto de investigación: empleo de la lógica inferencial, utilización de consecuencias observables que vinculen teoría y datos, maximización de controles que prevengan sesgos de imputación, así como admisión de la incetidumbre en la empresa investigativa (King, Kehoane y Verba, 2000). III.

La contienda política como ejemplo de correspondencia teóricometodológica en la campo de la acción colectiva

En la revisión y replanteamiento general del modelo del proceso político, los autores de Dymanics of Contention explicitan la necesidad de enriquecer la comprensión de fenómenos colectivos a través del desarrollo de explicaciones perfectibles cuyos hallazgos mejoren los supuestos hipotéticos de los cuales parten diversos procesos de investigación en el campo, fortaleciendo con ello la coherencia propuesta tanto en los diseños de investigación como en el desarrollo de los estudios colectivos mismos. Para los autores, explicar la política contenciosa implica identificar sus mecanismos causales recurrentes, las formas en los cuales estos se combinan, las secuencias en las cuales ocurren y el por qué estos mecanismos producen, en diferentes combinaciones y secuencias, partiendo de situaciones iniciales diferentes, diversos efectos en gran escala (McAdam, Tarrow y Tilly, 2001: 13). En este sentido, no es sólo indispensable que el investigador tenga claros algunos elementos analíticos necesarios para la investigación como los tipos de contienda existentes, los motivos de interés por las formas conflictivas y episódicas, así como los componentes del modelo analítico que se busca dinamizar, sino algunas distinciones que a manera de caja de herramientas sirvan para discernir los elementos a estudiar en sus interrelaciones durante la investigación empírica. En la mayor parte de los estudios en el campo de la acción colectiva, a menudo se imputan cadenas causales disfrazadas de explicaciones de corte etnográfico con un rechazo a la supuesta linealidad o determinismo del modelo, se confunden o no se tienen en claro las distinciones entre mecanismos, procesos o episodios, o simplemente 11   

se transportan los elementos del modelo político simple (agentes de gobierno, miembros de la política, retadores, sujetos y actores políticos externos) a realidades particulares del interés del investigador, sin la consideración analítica e histórica que todo esfuerzo conceptual en cada investigación requiere. Es entonces que a partir del esclarecimiento de algunos elementos analíticos básicos se pueden proponer diseños que no sólo corten la realidad concreta cuyos procesos se buscan explicar, sino que indiquen la mejor forma de acercarse empíricamente a las acciones de las que se espera dar cuenta en los modelos. Para el caso de estudio de la contienda política, los autores de Dynamics diferencian tres tipos analíticos necesarios en el entendimiento de los procesos sociales de comportamiento colectivo: los mecanismos, los procesos y los episodios. Por mecanismos, los autores entienden las clases delimitadas de eventos que alteran las relaciones entre conjuntos específicos de elementos de manera idéntica o similar sobre una variedad de situaciones (McAdam, Tarrow y Tilly, 2001: 24). En el campo de la contienda política, los mecanismos que los autores identifican son aquellos de carácter ambiental (cuyas influencias generadas externamente –una devaluación, una crisis económica internacional- afectan de manera directa tanto a la vida social como a cada uno de sus actores), cognitivo (que operan en la alteración de percepciones individuales o colectivas) o relacional (visibles en la alteración de conexiones entre gente, grupos o redes interpersonales). Cada una de las definiciones previas no sólo especifican constructos analíticos de una situación cuya generalidad otorga un poder explicativo replicado en la investigación empírica, sino que al mismo tiempo se plantean de manera tal que incluyen sólo aquellos elementos que se creen esenciales para abordar el problema de estudio (Hedstrom y Swedberg, 1998: 13); véase si no la caracterización de los tipos de mecanismos que los autores de Dynamics identifican: atribución de oportunidades y amenazas, enmarcados de disputa o apropiaciones activas de sitios de movilización (McAdam, Tarrow y Tilly, 2001: 25-26).

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Respecto a los procesos, los autores señalan que éstos constituyen secuencias regulares de mecanismos que producen transformaciones similares en sus elementos (McAdam, Tarrow y Tilly, 2001: 24). En el mismo sentido, la generalidad del constructo posee distinciones analíticas al interior que permiten identificar situaciones específicas en las acciones que se observan en la realidad concreta. A lo largo del trabajo de los autores, procesos como la movilización, el desplazamiento identitario, la polarización de los conflictos, la formación de balances de poder o los realineamientos políticos otorgan en su identificación empírica la fuerza que la generalidad de un constructo requiere para emplearse en varias situaciones investigativas. Finalmente, respecto a los episodios, los autores de Dynamics los entienden como flujos continuos de contención que incluyen la hechura de demandas colectivas que se dirigen en contra de los intereses de otros participantes en el conflicto político: revolución parisina de 1789, guerras, revueltas, masacres (McAdam, Tarrow y Tilly, 2001: 24). En el trabajo operativo de este modelo analítico, el camino de estudio comienza por este constructo que incluye a los previos (procesos y mecanismos), ya que, para dotar de historicidad a cada situación particular, el investigador debe identificar episodios o familias de episodios contenciosos que posean alguna característica problemática (McAdam, Tarrow y Tilly, 2001: 29). Una vez se han identificado el o los episodios contenciosos, el investigador debe localizar los procesos que constituyen o producen dicha situación problemática para, en último término, destacar los mecanismos que funcionan en cada uno de estos procesos (atribución colectiva de oportunidades y amenazas políticas, enmarcado de la disputa, formas innovadoras de acción colectiva...). Es entonces que a través de esta ruta analítica el modelo de explicación mecanísmica logra desentrañar el por qué de los eventos que el investigador observa (Bunge, 1967). En general, el proceso de investigación científica que cada uno de nosotros busca desarrollar consiste en hacer comprensibles fenómenos observables a partir del empleo de constructos que no lo son tanto (Hedstrom y Swedberg, 1998: 13). De manera particular, para el caso de estudio de la acción colectiva bajo este modelo mecanísmico, el proceso de investigación consiste igualmente en el empleo de constructos que se 13   

imputan en el funcionamiento de eventos colectivos observables cuyos vínculos se atribuyen hipotéticamente en la identificación de mecanismos y procesos, así como en el uso descriptivo de los episodios como marcos contextuales generales. Como señalan los autores de Dynamics, los episodios no son entidades naturales que se encuentren en la realidad concreta, sino que éstos son lentes del observador, enlazados y vistos según convenciones establecidas por los participantes, testigos, comentaristas y analistas de episodios pasados. Tanto los mecanismos como los procesos, continúan los autores, son herramientas explicativas, mientras que los episodios resultan de la descripción del observador de los contextos cuyas grandes estructuras y secuencias nunca se repiten de igual forma, pero resultan de diferentes combinaciones y secuencias de mecanismos y procesos de rango amplio (McAdam, Tarrow y Tilly, 2001: 30). Ahora bien, el trabajo teórico y analítico que los autores de Dynamics realizan en su obra, no sólo define cada uno de los constructos que emplean al ser extraidos de realidades empíricas concretas en la vasta literatura de la acción colectiva, sino que distinguen tanto los constructos como su posibilidad de empleo para proyectos de investigación en campo. Si bien los mecanismos y los procesos no pueden rastrearse empíricamente de forma directa, ni mucho menos pensar que esto pueda hacerse con el constructo general de contienda política, si lo pueden hacer aquellos constructos operacionales como la atribución de oportunidades y amenazas políticas, para el caso de los mecanismos cognitivos, o la instrumentación, manipulación y reinterpretación de las identidades políticas, para el caso de uno de los mecanismos que producen el proceso de desplazamiento identitario. Es de esta forma que tanto los constructos del enfoque teórico, las preguntas de investigación realizadas en el proyecto, los recursos del investigador, así como los límites y alcances explicativos del estudio, coadyuvan a definir el tipo de camino metodológico que se debe seguir a través de la instrumentación de sus técnicas.

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Como apuntaron en su momento Bert Klandermans y Suzanne Staggenborg, métodos diferentes contribuyen a encontrar tipos diferentes de evidencia que alumbran algunos hallazgos teóricos útiles para marcar el éxito de la empresa colectiva (2002:xv). IV.

Bibliografía

Bunge, M. (1967). “Scientific Research”, vol. 3, en Studies of the Foundations, Methodology, and Philosophy of Science. Berlin: Springer-Verlag. Hedstrom, P. y Swedberg, R. (eds.) (1998). Social Mechanisms. An Analytical Approach to Social Theory. Nueva York: Cambridge University Press. Kerlinger, K. y Lee, H. (2002). Investigación del comportamiento. Métodos de investigación en ciencias sociales. México: Gandhi. King, G., Kehoane, R. y Verba, S. (2000). El diseño de la investigación social. La inferencia científica en los estudios cualitativos. Madrid: Alianza. Klandermans, B. y Staggenborg, S. (eds.) (2002). Methods in Social Movement Research. Minnesota: University of Minnesota Press. McAdam, D., Tarrow, S. y Tilly Ch. (2001). Dynamics of Contention. Nueva York: Cambridge University Press. Tilly, Ch. (2005). Identities, Boundaries and Social Ties. Colorado: Paradigm Publishers.

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