Tras los cristales de mi mar

September 5, 2017 | Autor: D. Mendoza Zambrano | Categoría: Poesía
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Descripción

TRAS LOS CRISTALES DE MI MAR Poesía

Damia Mendoza Zambrano

"LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE"

Artículo 4: Queda decretado que el hombre nunca más necesitará dudar del hombre. Que el hombre confiará en el hombre como la palma confía en el viento como el viento confía en el aire como el aire confía en el azul del cielo. El hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño. Artículo 8: Queda decretado que el mayor dolor siempre fue y será siempre no poder dar amor a quien se ama sabiendo que es el agua la que da a la planta el milagro de la flor. Artículo final: Queda prohibido el uso de la palabra libertad la cual será suprimida de los diccionarios y del pantano engañoso de las bocas. A partir de este instante la libertad será algo vivo y transparente como un fuego o un río o como la semilla del trigo y su morada será siempre el corazón del hombre.

Thiago de Melo (Amazonas-Brasil 1929)

1. El reverso de mi cristal 2. Muda me estacione en tu atlantico 3. Ola de cantos 1

Sugerencia: para solapa acompañada de biografía y foto

Damia Mendoza Zambrano siente el llamado de la poesía por partida doble. Le canta en el corazón una cigarra cuando escribe y otra cuando rasga la guitarra. En ambos momentos la cigarra que habita en su sangre es la misma, de ahí que su poesía fluya siempre como una canción. Discurre por el papel y por el pentagrama transparente, aérea, fresca. Le nace como le brotan las palabras, siguiendo el ritmo de su respiración, atenta a la música de sus palpitaciones. Intuitiva, suelta, se deja arrastrar por los sonidos, por caminos de luces y sombras, por la voz de la memoria que le habla casi en secreto desde la lejanía. Poesía de la nostalgia, de la ansiedad, del amor y el desamor, de la evasión y la evocación. Damia se declara una “ave errante que sueña” y que incita a volar: “Quiero volar,/ que cada uno lo haga en sueños./ Presto mis alas”. Se reconoce como “la que te canta sin rostro”. La presencia del amado, al que dirige gran parte de sus versos, está presente, recordado, añorado, convocado. “Comencé a buscarte/ en las líneas de mi mano”, estabas más en la sombra/ que en el brillo/ de los ojos”. Escribe, como ella misma dice, “sin engañar a mi alma”: Se siente malherida: “habité respirando/ cual pez vivo/ dentro del agua”. Y eso se trasluce cuando nos acercamos y sentimos en su poesía a un ser humano que respira y sueña, que ama y balbucea, cantando en silencio desde el fondo del agua como las algas y los corales.

Arturo Corcuera- Perú PROLOGO

Damia Mendoza Zambrano y su polifacético arte 1 Para escribir de Damia y de su poesía, no se puede prescindir de decir algo de su persona y personalidad en sus polifacéticas manifestaciones artísticas, que hacen de ella un ser físico y espiritual único y trascendente.

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Cuando se presenta en escena, todo en ella es ritmo, poesía : canta, danza, y expresa sus poemas con letra y música de sus propias composiciones. En sus recitales, sobresale la espontaneidad de un sentido lirismo sin sobresaltos ni artificios declamatorios. Las expresiones faciales de su hermoso rostro dan vida y presencia a la alegría vivaz o a un dolor profundo con gestos dramáticos cuando es preciso pintarlos. Es más un alma que un rostro, pero del que no se puede dejar de apreciar sus ojos profundos ni su pelo negro azabache que pulsan los sentidos con deleitosas sensaciones. El vestido de anchas mangas y suelto con liviandad por su cuerpo de escultura en movimiento, descubre sus maravillosos pies que marcan los pasos como levitaciones de gaviota sobre el cálido aire de su mar. Y es que en Damia se combina lo lírico con lo sensual. Su figura es un haz de bellas artes de poesía, música, danza y actuación escénica. Es de las pocas poetas latinoamericanas que crean composiciones con letra y música de su propia autoría y las interpreta con danza y canto. Dueña como es del difícil trance de las definiciones y de la comunicación, - hay que tener presente que es una profesional graduada en Relaciones Públicas -, dijo en una entrevista que le hicieran en Nueva York : "Quiero que mis recitales despierten ganas de tener optimismo y esperanza, a pesar de las nubes oscuras que todos tenemos”...”A medida que uno va avanzando se da cuenta de que hay una raza detrás de ti, clamando por muchas cosas”. Su carácter noble y bueno, le hace pensar en los demás, con especial constancia en los pobres y en los niños, que son los desamparados de la tierra y que ella cubre con su ternura a manos llenas. Tiene el don de lograr su propósito porque, en resumen, ella es una inteligencia y artista a la vez. 2 Esta Segunda parte consagrada exclusivamente a comentar su creación poética de este su nuevo libro de poemas, tiene que empezar por una recapitulación de sus obras anteriores : “Sueños de Gaviota”, en 1982, cuando inició su periplo literario; “El Despertar de Gaviota” (2001); “Dezliz”, en co-edición con las poetas María León y Marycé Almeida, ( 2002). Algunos de sus poemas han merecido ser seleccionados en Ecuador, Argentina y México, respectivamente en : “Primera Antología poética de Manta”, “Los nuevos escritores de América”,2002”Apasionados semidioses “ 2003 “La palabra y el viento” 2203, y “Grupo Cultural Manta” 2005 Su primer CD, “De la misma arcilla”, contiene poéticas canciones como las tituladas “Mis raíces”, “Luis Trigueño”, ”Mi pueblo soñado”, “Presidente”; y su más reciente CD “Damia Mendoza : Para enamorar”, (new york-2004)que tiene hermosos poemas amatorios. Como todo artista ha ido de las notas bajas a las altas. Si las primicias de su primer libro anunciaron una sincera y muy real vibración de su alma con pureza y precocidad, en el segundo y tercero los sentimientos van expresándose con mayor resonancia y profundidad. Comienza su comunicación con los seres y la cósmica naturaleza del mar y las montañas andinas de nuestro país. Su poesía nos hace ver y oír lo nuevo y hermoso de su geografía como también la rebeldía en contra de la pobreza e injusticia que es también sufrimiento común del hombre de este Continente. Así lo dice en su poema hecho canción “Mis raíces”: Soy sudamericana. Trigueña, mestiza Quemada por el sol de mis ancestros. 3

Soy campesina, como imaginas De arcilla, de arena, De los llanos de la Costa y de los Andes. Amo con mi alma, con mis manos Con mis ojos, con ternura Amo con mis venas. Y toda mi esencia Orgullosa de mi tierra Soy simplemente mujer Mujer, con geografía ecuatoriana Y fuerza latinoamericana

Lengua quichua: Ñuca llactamanta mi kani Nishpa sumakta cuchiyasrini Warmilla mi kani Ecuador mama llaktapak shuyuman Sinchi Latinoamérica manta.

La esencia de su poesía son sus vivencias sensibles. El mar y la naturaleza son las materias sobre las que apasionadamente trabaja su imaginación consciente. Pero es desde su corazón que le viene la ternura a manos llenas para prodigarnos con su palabra y melodías, su mensaje social en favor de los niños y de todos los que sufren de injusticias ancestrales. En cada poema no deja de traducirnos sus ecos con temas eternamente nuevos. Su alma comprende la belleza del agua, de la tierra y el oculto subconsciente de los hombres y mujeres y los canta, para sentir la dicha de cantar y que la escuchen quienes como yo, repiten en el corazón sus cantares. Porque así es la función de la poesía y los poetas. Desde su atalaya de gaviota nos convoca con su escritura a participar del aire y placer del mundo que goza y celebra su verso, como también de sus pesares y derrotas.

3 El libro que paso a comentar, titulado “TRAS LOS CRISTALES DE MI MAR ”, es un verdadero avance en el oficio literario, por su abundancia temática y certeras composiciones en verso libre y formas claras de expresión, como es la nueva y joven poesía contemporánea ecuatoriana, que está de vuelta a ese planteamiento estético y cultural, libre de ataduras tradicionales pero con reflexión del acto mismo de escribir. Sin embargo, en este libro, el rasgo que más sobresale es el amor intimista a la familia, a los amigos, a la patria, a su gente y naturaleza tan variada y pródiga; y lo que destacaré más adelante de su poemario son los temas del amor de mujer a varón, sin reticencias ni falsos pudores que en materia de arte produce confusión de sentimientos o falsificaciones o eufemismos de convento..

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Su libro empieza con un excepcional referencialismo a “Los Estatutos del Hombre”, del gran poeta brasileño, Thiago de Melo, del cual repito el Artículo 8, que dice : “Queda decretado que el mayor dolor del hombre/ siempre fue y será siempre/no poder dar amor a quien se ama/ sabiendo que es el agua/la que da a la planta el milagro de la flor”. Este pasaje limitar no tiene más palabras que agregar de mi parte, puesto que el nuevo poemario de Damia, es agua viva y vivificante, que se derrama a raudales prodigando amor para la óptima cosecha del espíritu. Ella lo dice : “Sé el obrero de tu propia siembra/y comparte tu cosecha”; en su poema dedicado a su madre : “...Quiero... recorrer tu alma/ como hace el agua sobre las piedras/ de un mismo cauce” No hay duda que la poesía es el género más intenso de la literatura. En dos versos, en un poema, puede contenerse toda una filosofía de la Vida, la vehemencia de los afectos y operaciones del ánimo, la descripción de sí mismo y de los demás, de las cualidades y acciones de mayor grado y energía. Así en sus poemas nos dice de su padre, de sus hermanos y amigos, de su amor y desamor de su primera experiencia. No son simples versos, son revelaciones de su alma como “ave errante que sueña, /como tú soñaste/ que vuela y estaciona el alma para dar vida...”; que gusta deshojarse con el invierno para saber que “tiene cristales en su piel”, pero principalmente a conocerse ella misma a través de un recuento de su propia vida, del modo que describe esa poética y filosófica canción titulada : “A mi Manera”, que la canta Frank Sinatra. En esta primera parte “el reverso de mi cristal” y en otros poemas que comento más adelante, Damia nos da un mensaje de guía en la que no falta. “ la dulzura y la ternura/ que a raudal movieron/ suavizaron la ruta/ que también he transitado/ con el llanto amargo del desengaño...”; y, justamente de esa cruel y dura experiencia que todos alguna vez la sentimos, nos relata en su poema que para superarla con nobleza y coraje de sentimientos le dice y nos dice : “Heme aquí, no he muerto”. Nos vuelca su intimidad y su mensaje con la figura de su padre que a lo largo del libro le hace un símbolo inmemorial y vuelve su presencia en algunos poemas : “...Tus fibras, tu simpatía/ son hoy, premiado verdor/ despierto en mi vida/ Quiero, hoy mujer, responderte padre/ Cómo no creer en el amor/ si yo misma lo provoco, lo entierro, lo despojo y otra vez lo invoco?/ ¿Cómo olvidarte?/ tu canto y contento me acompañan/ tus bríos, verbo, risa/ es diario eco que impulsa mi dicha...”. La tercera parte en “ola de cantos“ Damia tiene una, bella dedicatoria, “ A Jaimito Mendoza” con dos versos del poeta ecuatoriano Gonzalo Escudero : “pero esa voz de abeja y oro suave/ estibará con música mi nave”. Epígrafe que nos explica, de paso, que su padre también fue cantor y su maestro, pues lo dice en el mismo poema : “...Desde chiquilla/ reprendiste a mi oído, tu nota/Cantando a tu tierra/ y amigos del alma./soñaste y amaste/ tu “pedacito de patria”/ rebasó tu canto, Jaimito/ también fue mi encanto/ bendeciste a tu Marilú...” Y luego, esa bella palabra “amistad”, que se prolonga a otros conceptos epistemológicos pero por sí misma abarca un mundo enorme de relaciones armónicas de mutuo afecto personal que busca reciprocidad, que nace y se establece con el trato, con el diálogo, con la conexión de cosas afines. ¡Ah ¡ la amistad es un pacto entre dos almas que se encuentran, se unen y se buscan en la afinidad de cosas comunes. “el reverso de mi cristal” de Damia, y “A mis hermanos y amigos”, tiene un bello inicio : “Me gusta deshojarme con el invierno,/ ahora sé que tengo cristales en mi piel ...” y con dirección a sus amigos, nos dice: “....Yo también les compartí mis cuitas/me di cuenta y pude sentir/que se enternecieron con mi llanto./ Compartieron el júbilo/ y el optimismo que tengo/ para caminar con lealtad/ mi filosofía de vida...”

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En un segundo momento lírico del libro, Damia nos conduce de viaje a sus experiencias vitales. Son tránsitos interiores por un mundo de cultura poética, que dice mucho de su búsqueda para su propio encuentro. “Muda me estacione en tu atlantico, nos dice de su “mudanza”, del cambio de lugar, como las aves que migran; para estacionarse en un paraje en el que se hace alto, que tiene condiciones apropiadas para vivir y éste para la poeta parece ser el atlántico, que nos da la idea del vastísimo mar de profundidades insondables; que a la vez nos lleva por asociación de ideas con los mitógrafos, al ser mítico atlas que sostiene el cielo con sus hombros y por extensión y actualidad a la persona que tiene sobre sí responsabilidades y tareas muy grandes. Esta idea de agobio de plenitud las sobrelleva el poeta sin apoyo ni seguridad existenciales y por este riesgo puede entregarse a su propia destrucción. Rilke el poeta de las esencialidades del hombre de nuestro tiempo, aconseja “aprender a marchar sobre lo infinito”. Con altísima intuición, ¿ Damia busca estacionarse sobre los hombros de atlantes que le ayuden a sostener esa plenitud? Sea de esto lo que más pueda decirse, en lo que respecta a la obra de Damia es que en estos poemas que van hasta sus epigramas, su voz se vuelve más profunda, ahonda más en los enigmas de la vida y con la palabra, su vehículo de viajes interiores, hace referencialismos de lecturas, encuentros, diálogos con “sienes superiores” como Nietzche, Borges, Martí, .Kafka, Ghandhi...pero más consigo misma, como en su sentencioso poema Número 3 de sus “Epigramas a goyescas” : Beethoven novenizó mi alegría Elevando el volumen a mi sinfonía Ali muerto / Se pudrirá de maldiciones Por querer verte perder entre la niebla Olvida la ceniza que no siente tu silencio Olvida la canción de mucaros, Aquella luz hechicera de tenue resplandor No aceptaré la línea curva Ni la corta Que te traslade A un mundo de cenizas. Su poesía se enmarca en las nuevas corrientes y modos de hacer poéticos que le alinean en lo que en España son los llamados poetas “novísimos”, que se manifiestan en dos direcciones : “Del Culturalismo” y “de la Metapoesía”, dos escuelas nuevas que para diferenciarlas es preciso leerlas una y otra vez para encontrar su sentido. Algunos de estos poemas de Damia se inscriben o se insertan en un cúmulo de creencias o de símbolos culturales que son las citas que los preceden, como epígrafes y después el poema, que intenta la organización de sus ideas con este referencialismo, como metapoética de sus escritos. Con intención o sin ella, - en el tiempo y espacio generacionales la comunicación es coincidente - Damia se introduce en esta “ruptura”( ¿literaria o de sí misma?- Me inclino a pensar que de las dos, porque en el mundo de lo intelectual el hombre es su estilo ). Ella, nos dice : “Mi revolución qué/ Ya sin armas estoy, devastada en el llano./ Sin brújula, sin norte...” y en otros pasajes : “Aquí está mi quimera/ mi revolución. En sus creaciones se trasluce su autobiografía y su 6

mudanza : “Ausencia de vida/ a mi arribo a este puerto...” “Coronando mi espacio sideral/ multiplico mi nuevo vuelo..”; y en su poema “Mi actual edad platónica” : “Mi mejor maestro/ llegó para quedarse/ Soy tu invisible alumna/ la que te canta sin rostro/ en los cálculos de Malha Tahan/ hasta que adivines/ si mis ojos son negros o azules/ y tu disco blanco) la gloria del amor que los consume “. Y es que la poesía también es magia, adivinación, intuición de sí mismo y de las cosas, de estilos y modos de expresión. Y sus temas reflexivos se encuentran en el propio texto del poema, en su “revolución” de la que nos habla en varios pasajes de turbulencias subconcientes.. : “La sien del hombre/ puebla montañas/ensueños inmensos/ en la mar”; y en este otro corto y bellísimo poema que lo titula “Conjuros” : El mar Se llevó el conjuro. Ahora lo tiene el mar El mar nos lo devolverá. En cada uno de los poemas de esta parte del libro, nos detendríamos para encontrar su oculto sentido y resaltar los epigramas bien pensados con brevedad y agudeza, ingeniosas maneras que encierran vida, pero sobre todas las cosas, amor, que es el hilo conductor de estas poesías. Esta segunda parte “Muda me estacioné en tu atlántico” contiene temas delicadamente eróticos. La esencia de su tratamiento en el amor erótico es su aguda delicadeza sin dejar de ser sensual y muy femenino : en sus versos y contenido se siente a la escritora mujer que habla sin velos de sus pasiones de amor y desamor, con arte y belleza. Se constituyen para mi gusto en los preferidos de este libro Llega el momento aquí de tocar este tema tan difundido en la poesía femenina ecuatoriana de nuestros días; y para ello pido que se me permita en esta introducción una breve digresión sobre esta apasionante materia literaria que la tengo tratada largamente en un ensayo de próxima publicación, titulado : “El eros en la poesía femenina ecuatoriana y de Sudamérica” Cuando abordamos este tema, es preciso identificar el tipo de amor que es el erótico. No se trata del amor genérico, como afecto “por el cual busca el ánimo el bien, verdadero o imaginado, y apetece gozarlo”, como cualquier diccionario lo define. Se trata modernamente, si se quiere decir con los términos de “moda” y de símil “desnudarse”, como lo establece ese crítico joven y lúcido que es Xavier Oquendo Troncoso, en su bien trazado ensayo : “En busca de lo nuevo de los novísimos”. Con reflexiva precisión , dice : “Partiendo de una metáfora casi lógica, si la literatura es expresar lo más íntimo de una persona esto vendría a ser “desnudarse”. Y ese “desnudo” real solo se lo puede plantear en el arte. Paz habla sobre las afinidades, entre erotismo y poesía : el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje” ; y, luego de esta ilustrada exégesis, nos lleva a la conclusión siguiente: “...Lo erótico es el lenguaje, y no la imagen que se recrea en la descripción ( aclaro que esta poesía no describe, sino que fluye en connotaciones poéticas )” Un poco más allá del lenguaje hay que ir con Eric From , quien en “Arte de amar”, distingue los diversos tipos de amor y en tratándose del amor erótico, lo define así : “El amor fraterno es amor entre hermanos; el amor materno es amor por el desvalido. Diferentes como son entre sí, tienen en común el hecho de que, por su misma naturaleza, no están restringidos a una sola persona...” 7

“...En contraste con ambos tipos de amores está el amor erótico : el anhelo de fusión completa, de unión con una única persona. Por su propia naturaleza, es exclusivo y no universal; es quizá también la forma más engañosa que existe...”. Esto último lo explica largamente From, mas nuestro afán no es profundizar en este frío análisis puramente psicológico, que en el campo del arte no es la última palabra. En poesía estas expresiones eróticas cobran otro significado sin que medien necesariamente compromisos circunstanciales dedicados a un hombre o mujer en particular que aman, para constituirse, a veces, en alta poesía que toca universales El erotismo en la poesía femenina ecuatoriana ha hecho eclosión con inusitada fuerza en los últimos años, a partir de la década de los años noventa. ( Oquendo nos da cuenta de ello en su ensayo ya citado ) Numerosas poetas y obras de calidad diversa, nos han revelado esa vibración de los sentidos más pulsantes en este tema del eros trasladado del cuerpo de mujer al lenguaje poético. Estas expresiones sin ser nuevas en el arte y particularmente en la poesía femenina ( Sor Juana Inés de la Cruz, Juana de Ibarborou, etc.) hoy traen una novedad bastante precisa, que es la descripción más directa con la propia palabra de mujer del cuerpo en actitud de entrega ( o de espera ) y la consumación en el glorioso clímax del amor. Cierto es que hay autores varones que han interpretado estos sentimientos de la mujer con gran belleza y profundidad y han creado personajes principales y secundarios que encarnan prototipos universales. Nos han descrito sus pasiones eróticas con magistral realismo. Venga al caso numerosos ejemplos ubicados en la narrativa universal , como ser los personajes femeninos de las tragedias griegas, de las bien definidas por Shakespeare, la casta y romántica Julieta y la terrible Macbetch, etc. “La Celestina” de Fernando de Rojas : la amante Melibea y la propia Celestina. Y si de relatos de escritoras se trata, no tienen parangón las mujeres que revelan sus tumultuosas pasiones con intensidad de fuerte naturaleza en las novelas “Cumbres Borrascosas”, o en Jayne Eyre”, de las hermanas Emilia y Carlota Bronte. En “Las Cartas de Amor de la Monja Portuguesa”, se inspiró Rainer María Rilke, para introducirla en una de sus famosas “Elegías de Duino”. Y sin ir más lejos, aquí en las letras ecuatorianas tenemos a nuestra Manuelita Sáenz, con sus cartas de amor a Simón Bolívar que trascienden la conocida historia para convertirse por sí solas, en narración de sueños, esperanzas y anhelos, miedos y alegrías de vivir, revelaciones del mundo interior femenino, historia real de ese amor inmortal. Todos estos ejemplos nos sirven para afirmar que el amor erótico tiene un significado que va más allá de la definición psicológica para ubicarse en otras dimensiones existenciales y en la diversidad de las mismas. “Muchos son los enigmas, pero mayor enigma es el hombre”, canta el coro en la tragedia “Antígona” de Sófocles y en ésta y otras obras de la tragedia griega podemos encontrar prototipos femeninos del bien y del mal moral, que son conducidas a situaciones extremas por su amor o por su odio, y aunque todos estos personajes son reinas o princesas, sus vidas reflejan los sentimientos comunes a todas cuando se encuentran en situaciones límites de la existencia. Este acercamiento a la literatura universal y nacional , me sirve para fundamentar mi apreciación primero de la ubicación del poemario de Damia Mendoza en la línea de las “poetas novísimas” ecuatorianas, que en la selección de Xavier Oquendo, está ausente. En segundo término, este poemario de Damia, le coloca entre las primeras cultivadoras de este género. Encuentro pasajes 8

hermosos de intimidades físicas y espirituales que sólo una mujer puede expresarlos con alma y lenguaje de mujer: De su Abecedario: “F” “Mi humedad y tu virilidad/ escudados bajo un hilo/ un hilo de cristal”; “E” “Gimoteando te he nombrado/ gota a gota sin agotarme./Poeta yo, poeta tu,/ existentes e inexistentes, existimos idealizando seres,/ perpetuando sueños./ El amor desordena,/ eleva, empequeñece,/ pero perpetúa sueños/. En ese bien logrado poema “Nuestra Primavera” : “Para mí,/quererte y amarte/ es volver a creer en Dios/ Quererte y amarte/ es volver a creer en el amor”/ “… Te busco porque sé que me amas, / igual que yo te amo”...”hagamos nuestra propia primavera”. Y en este otro : “Desata mis cabellos/ me excita la magia y la telaraña/ que postulan tus dedos caracoles/ listos a ronronear mis hebras/ que cuido celosamente/ para la pasional entrega./ Este mi cabello, cual arrayán,/ que ondular no puede céfiro es un manantial/ de rituales femeninos) que sólo tú/ con tu ternura,/ conviertes en amuleto/ para amar. En, “Ulises y Penélope en exilio mutuo”: “...yo te amaba sin pensar en otro cuerpo..”; Hoy la luz abierta de mis ojos te desea/ Podrás darte cuenta, aún te amo...” Podría seguir con las citas pero dejo a los lectores estos emotivos hallazgos. Es hora de terminar con estas finales palabras, aun cuando el tema no se agote. Damia se ha ido adueñando de la sencillez y claridad poética, pero no sólo del lenguaje, sino del pensamiento y más del amor en su sentido lato y particular del término “eros”: nada más ni nada menos que “amor”. Como la “mujer de treinta años” de Balzac, sabe lo que quiere y a donde va; escoge el camino y transita por él con seguridad apasionada hasta lograr la finalidad del arte. Se capacita en la materia literaria y filosófica, se relaciona, vive, lee, viaja, obtiene mejores recursos, puede autocriticarse, trabaja sus textos originales, mejora su técnica poética para acertar mejor en su mensaje. Prueba de ello son las tres versiones que puso en mis manos en el curso de seis meses hasta que ella misma consideró que está listo para publicarlo. Esto dice mucho de su honestidad intelectual y artística y se constituye en ejemplo que debe seguirse en la función social de los escritores. No dejo de manifestar en nombre del Ateneo Ecuatoriano que presido, nuestra congratulación por tenerle como Miembro de Número y agradecerle en nombre de todos sus integrantes por esos gratísimos momentos en los que nos ha dado conocer su arte y poesía.

RAUL VELASCO GARCES Quito, Junio de 2005

I. El reverso de mi cristal

A mis hermanos y amigos Yo perdí todo lo que tenía, bienes materiales y cultura,

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para salir al otro lado del túnel, como dicen los orientales, hay que nadar al otro lado del río, para conocer la otro orilla. Franz Kafka -Max Brod Yo

Me gusta deshojarme con el invierno Ahora sé que tengo cristales en mi piel que mi boca parece un río cuando habla, cuando come, cuando sonríe. Que mis alas son abanicos de ternura cuando enlazo a los míos mis dedos, ágiles para escribir, mis ojos profundos, hechiceros, verdaderos manantiales de fecunda alegría de intensas lágrimas también. Me visto de payaso todo el tiempo, sin necesidad de una tribuna; Mi espacio está en todas partes. Las lápidas del cementerio son tristes a mi mirar; Tengo rosas rojas en mi corazón para el que canta y siembra lluvias de esperanzas en el caminar de la vida. Plantando árboles voy, abrazando a los más pobres. Dando la mano a los niños. No tengo apuro por vivir, no tengo prisa porque la muerte llegue. Tampoco le temo. A mi familia y a mis amigos les debo el tiempo que me han dado, lo que juntos hemos gestado y desgastado; su palabra, su gozo, sus multas. Yo también les compartí mis cuitas, me di cuenta y pude sentir que se enternecieron con mi llanto. Compartieron el júbilo y el optimismo que tengo para caminar con lealtad mi filosofía de vida. A quienes vivieron así conmigo, mi aplauso. Me gusta, lo celebraré por siempre.

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De cada uno tomé para forrar mi vestidura. A cada uno le robé su mejor parte. Cuando di, fue mi verdad. En la opinión no fui perfecta la mayoría de las veces. A hombres y mujeres los abracé con fuerza. A veces parecía trueno o relámpago, Sus atenciones me prendaron. Mas, yo tierna, efusiva, les palmeé la espalda, apreté tiernamente con mis abrazos a los niños, los elevé en peso alucinando ser robusta, karateca. En esos momentos, créanme, les di lo mejor de mí. Grata mi memoria Recuerdo a tantos amigos contándoles mis monomanías, tomándolos por asalto. Contagiándolos de sueños con mis ideales, que no son nuevos mis forasteros poemas, un distinto viaje, un platónico amor. A los niños, cinceles, pitos, globos, peonzas bolichas, perinola y cosas más pude regalarles. Alzándolos en peso, les di vueltas con el viento hasta que sus cabecitas vieran a Dios. Me permitió el ciclón hacer muecas a los que conmigo se enojaron. Fueron celajes que segaron el mal momento. Aprendí a ser prudente, aprendí a perdonar y a olvidar. A reír a carcajadas fraguándome un subsistir. Y ésa, claro está, fue mi esencia ese momento.

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Con mis lágrimas mimos de esperanza he acompañado en la pena a cuantos perdieron a un amigo. Seguro, les brindé lo mejor de mí ofrendando optimismo en el peor momento. La dulzura y la ternura que a raudal movieron suavizaron la ruta que también he transitado con el llanto amargo del desengaño. No me canso de sonreír, ningún esfuerzo hago; al contrario, regenero mis músculos. Es un buen ejercicio. Quiero volar, que cada uno lo haga con sus sueños. Presto mis alas a esos vuelos. Vuelos de plenitud, con justicia y dignidad con alegría y perseverancia, con ternura y con amor. Allí reside el mayor valor de la lucha. Vive canta llora gime protesta muestra tu piel junto a lo que sientes y tus ojos como mira del interior de tu alma. Paradójicamente, tu mejor sonrisa aunque destiles amargo, Sólo así serás inmortal, y te recordarán. No te afanes en el silencio, rompe los prejuicios. Vuela libre al ventarrón y a la gravedad del tiempo, sin caer al vacío. Impúlsate a vivir. Yo te orquesto desde arriba mi energía. No tengas miedo a empezar de nuevo.

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Hablando con mi espejo 1. La brisa fresca alborotó mi posada. Florecimos de una misma raíz edén que resuena en nuestras miradas

2. Mil versos para amarte no bastan, cual hijos del viento han volado.

3. La nostalgia me atrapa muy adentro, tu mirada irrumpe en mi silencio.

4. Te escondes, sombra. Regresas, verso. Es tarde, no hay vuelta atrás. Mañana es luna nueva: no esperes mis besos. 5. Gimoteando te he nombrado, gota a gota sin agotarme Poeta yo, poeta tú, existentes e inexistentes,

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Existimos idealizando seres, perpetuando sueños. El amor desordena, eleva, empequeñece, pero perpetúa sueños

6. Mi humedad y tu virilidad escudados bajo un hilo un hilo de cristal

Codicia Ganas de cantar encima de tu ombligo. De olvidar mis notas y en ondas arcaicas susurrarte la mejor melodía Ganas de deslizarme hasta tu centro divina raíz de mis antepasados de besar tu piel acariciada de sol y viento de descubrir tu alma tierna de llenarme de tu verbo. De vaciar tu ternura en mi lecho.

Brisas Ríos frescos mi sangre espera. Suspiros tenues llegan distantes. Tu voz me atrapa te amaré a raudales,

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como se debe no mística de cuerpo sí, pura desde mi alma en armonía con Eros. Ven, hospédate en mí, ámame sin prejuicios.

Cita de luna está cerca el encuentro, sin lamentos abriré mis labios me allanaré a tus grietas y planicies te encadenaré a mis pechos desnudaremos entre sábanas ensoñación y ternura surcaremos tú y yo la esfera interior de volver a amar nuestros labios locos, huidizos, modulando, bailotearán en su interior surcando al alba acuno para amarte, mis tejidos para envolverte. Desenredarme deslizarme con la química que tu piel me da.

Desata mis cabellos, me excita la magia y la telaraña que postulan tus dedos caracoles listos a ronronear mis hebras que cuido celosamente para la pasional entrega éste, mi cabello,

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cual arrayán, que ondular no puede céfiro es un manantial de rituales femeninos que solo tú, con tu ternura, conviertes en amuleto para amar.

Beber de ti Te camino, te respiro en cada sonido del pasado invierno, en cada sol de este verano. Y te presiento, con la primavera en camino. ¿Ya ves? Es la magia de mi tierra. ¡Llega porque estás vivo!!! Toda esta atmósfera clorofílica me llena de ti. Tus huellas en mis pisadas en mis pisadas tus huellas ancladas en mis venas le dan luz a mis arterias. Mi piel se adhiere a tu aliento. Y es en un silencio mi desmayo. Levitan mis huesos, tiemblo en mis adentros viajando al sueño de encontrarte. Navego junto con el agua y junto con el agua navego para llegar a tu puerto para romper ese hielo para beber nuestra historia.

Al abanico de mis cosas Mi razón urgente levedad de muerte sombra que no atino dónde anclar perenne

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Pastillas de ironías la vida Mostrar la otra cara de la soledad Con vehemencia entonar perdón Concubina a tus sentidos confieso sin vendaje Ahorro en mi alcancía pensamientos profanos La vida te da y te desangra Llevo tu amor al viento de mis ideas al abanico de mis cosas Pellizcando mis tejidos muerdo tu ausencia No es tu piel celestial que encante La sé cristal por su respiro Lluvia fecunda por tus gemidos

Nuestra Primavera El misterio de la vida Nos confunde, nos persigue; Cual si fuéramos la nada Etza Jara Quiero desarmar la telaraña, la pared que nos separa; entrevistarme contigo en las faldas de una montaña, y juntos, revolucionar el porvenir. Mis tejidos están sedientos de ti, de un amor renovado, de un amor fresco; de un amor palpitante. Y mis manos se hacen trizas de tocar el aire, sin que logren siquiera rozar tu vestidura.

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Para mí, quererte y amarte es volver a creer en Dios. Quererte y amarte es volver a creer en el amor. No más lágrimas, no más distancias. No más nostalgias. Escudémonos, amor, como en batalla, izando banderas, aliviando campanas; disparando, gritando. Dejemos atrás las sombras, enterrando este delirio, lapidando este suplicio. -Exceptuando prejuiciosTe busco, porque sé que me amas, igual que yo te amo. Porque tú me necesitas, como también yo te necesito. Cual gitanos, afrontemos nuestros destinos. Prometámonos vivir, vivir, vivir. Enverdecernos, mitigarnos, despertarnos de nuevo, como nuevos, como nacer y otra vez creciendo. Como queriendo construir estrellas y nuevos cielos. Retoñar juntos desde la raíz y saborear un nuevo fruto cuyo néctar desconocemos. ¿Desde cuándo? Desde siempre, desde nuestro primer encuentro convertido en ésta, nuestra primavera. Juremos un porvenir que ignoramos, lleno de pasión de promesas de semillas que en la distancia

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florecen. De tristezas que dejarán las sombras. De cosas, de ilusiones, de versos, de besos que los dos queremos, que anhelamos desde aquel, nuestro mágico encuentro. Hagamos nuestra propia primavera. Tú me amas, igual que yo te amo. Tú me necesitas, como también yo te necesito. Brindemos por éste nuestro espíritu, acortemos el sendero. Caminemos como esposos. Desafiemos el mañana. Tú llegaste y aquí estamos. Tus pupilas encendidas, tu respiro deslizado en mi cintura. Y mi tamaño de mujer sin prejuicios … empequeñecido… Hoy, sólo anhelo poder jurar que te amo con una primavera en camino, con nueva luz en nuestro espíritu. Hoy, sólo anhelo poder jurar nuestra propia primavera.

Mudas campanas ¿Qué importa si las campanas son doradas o plateadas? Cuando ellas claman te rasgan al fondo el alma. Retumban lejos, aúllan a tu oído presteza.

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Incontables fechas las escucho anunciando muerte, magullando heridas. Todo lo proclaman… Hoy mi alma yace profundamente consternada y ellas no han resurgido a darme luz de esperanzas. Se ocultan en mis sombras. Se percatan que si braman redoblan la tristeza de mi espíritu. Prefieren el silencio. No hacer más triste mi congoja, ni más amarga la soledad que hoy me acompaña.

Desamor Alucinados mis sentidos sin rumbo, agudizados. Mis perspectivas vacías. En revueltas y piruetas muerdo mis labios. Estatua te veo ahora y yo, tu sombra bajo tus hojas. Pensar que en la nube más alta te mantuve cuando debajo de tus alas me dormía ¿Qué debo encontrar más allá del abismo? Mi alma en procesión va cayendo a la séptima fase de la tierra. Cero bajo cero me congelo. Allí me congelaré por siempre, sin espacio para la resurrección. ¿Querrá mi supremo Dios que reencarne? Se agita mi piel. Palpita vulcanizada por un segundo de tu desamor.

Desquicio ¿Mi revolución qué? Ya sin armas estoy, devastada en el llano.

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Sin brújula sin norte. ¿Sobre el dolor qué? Se fraguará otro amor. ¿Y la miseria qué? Otra revolución. La mía agotó frente. Sin enemigo, ¿a quién apunta mi cañón? Un abismo. Puntos al vacío. Emparejaré el juego. Apuntaré a la médula de mi cerebro. Pondré fin a mi desquicio

Cuando no te engaña el corazón Copas vacías. ¡Maldición! Otra vez mi sensibilidad concretó de lágrimas el pavimento. Tengo la ruleta rusa, la soledad es mi libertad. Quiero enterrar mi equipaje. Mañana me pondré otro vestido, hice pólvora el fusil de tu trampa. Desde otros ejes, con nuevo sol, emprenderé nuevo vuelo. Crecerá más alto, lo sé, mi pasión congelada para otros mares para mi otro rey.

Noctámbulo De espaldas asomó una tarde cabalgando otra vez con su mentira. Golpeó mi instinto. Las huellas de otros besos

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desdibujaron mi aliento. Su calzoncillo al revés trazó el final de mi lealtad y sus privilegios. Mi química rehusó el cosquilleo que tenía su piel. Simplemente, por su amor mi encanto, lo enterré

¡¡ Asuntarme, yo!! ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué debo responder? ¡A quién interesan mis respuestas! Pero aquí me encuentro, sintiendo lo que soy y segura de lo que no soy. para asuntarme. Me opacan las nubes. Escalando me hallo. Sin brújula avanzo a rescatar mi razón ¡¡asuntarme yo!!

Un paso mas Cuando uno se mira mucho a sí mismo, no sabe cual es su cara, ni cual su careta Medardo Mora S Encuentro distante, sobrio, enigmático, dibujan tus ojos. Sombras, destellos. Una mano resbala mi cabello, remembranzas de un ayer. Nuestro trato, convivencia de cristal sin misterios, a tu oído canta. Una voz angelical, en el mío, entona el canto de la humanidad. Llorar, increpar, inculpar, justificar,

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es mirar atrás. El universo gira, la humanidad agiganta perfección. Ni tú ni yo concebimos cuajarnos, empantanarnos. Al compás del viento y del sonido vamos transitando este destino hasta apagar la lámpara del olvido sin perder sin ganar. Sólo un paso más.

Bajemos el telón Es unicornio nuestra siesta, no se duermen 24 horas, despertar a la realidad... nos hace humanos… Y aquí me encuentro vigilando el planeta. Sobresaltada. Canción, verbo, poesía. Mis ojos perdidos mis sentidos divididos. Y compartido mi corazón. Capricho, apego, aflicción, herida que sangra en mi interior, que ha venido a desbrujular mi existencia. Después de todo, lo que yo sienta corresponde a mis latidos. Y es de mi piel. Que quisiera gritar, es cierto; mas, callar, podría salvarme del infierno. A ti, mi cómplice, te advertí que eras libre de soñar. Pero que jamás, jamás, tendrías mi libertad. Terminado el invierno te invito a contemplar

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la virgen primavera rondando camelias para ti. Para entonces, te tenderé mi mano. La escena ha terminado. Un sonoro aplauso al amor Bajemos el telón.

Heme aquí, no he muerto

Es una necia diligencia errada Es un afán caduco y, bien mirado Es cadáver, es polvo, es sombra, es nada Sor Juana Inés de la Cruz

Desde la primera vez, con júbilo habité respirando cual pez vivo dentro del agua mis pupilas florecieron una y otra vez, sin miedo me diste la seguridad de alcanzar la luna. No reniego de los años a tu lado me di entera como inundarme en el mar, como debe ser, como tiene que ser. Orquesté junto al sol y a mi corazón el mejor poema y la mejor canción para ti. Mi alma palpaste desnuda trepando al crepúsculo del cielo. Sacié el amor como me lo iniciaste tú. Fuiste mi norte No supe de otros maestros Tu cátedra de lealtad fue mi lección favorita Toro de lidia me decías. Al cierre del viaje abrí la puerta te dejé ir en altanoche helminto abatimiento abandonaste resulté pez muerto fuera del agua Probé dos mundos, cielo y tierra Ambas cercas descubrí Fui dueña en esos años de tus costillas a medio reír mientras mi llanto partía tu estirón.

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Había pisado el lodo sin mancharme cual inmaculada gaviota al cruzar el pantano sólo mi alma sabía de mi pena amarga y aún envuelta en la miseria mi frente digna levantaba. Y filtré la angustia humana la que aplasta cuando nos malversan Heme aquí, no he muerto 2 Pensé un reemplazo a mi piel sentir un nuevo amanecer, Pero opté ser centinela; La duda torció el reclamo Acentué con los días que sólo envidiaste mis pechos y mi vientre mi Dios supremo no los premió para ti. Te vengaste exceso como si siempre estuviese endeudada como si nunca supiera pagarte. Y así fue, no te equivocaste gran señor. Nací con el dilema Hasta ese día el destino te privilegió con mi amor. Descuidaste la concha Por eso regresó al mar En tu pasaje quise sembrar todos mis sueños mis letrillas y tonadillas. Pero me marchitaste temprano Amarilis que florecía de amor Me sabía orquídea limpia y fresca, siempre transparente me inventaba rocíos y primaveras Antes del aguacero estaba resuelta a mojarme por ti Preparaba mi piel sin importarme la lluvia plena Surgía con el alba a alumbrar tu día Pedía a Dios que te cuidara Preguntáselo a mi luna compañera Hasta que un trueno de mentiras clavó hielo en mi rostro rostro que se fue quemando de añoranzas. Y mi facha se fue trizando hasta apagar mi sonrisa y mi voz. Mi canto desapareció Truncaste mi espíritu Olvidé escribir a la esperanza

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dilapidaste el arco iris enlutaste mis vestidos tardé en resplandecer frescura rosetón me esfumé Las hoscas nubes, sombrearon mi piel Aquella piel… piel que deshonraste en la postrera noche Mi piel… De entre los árboles retraídos y mustios Te inventaba una locura Brotaban mis letras recogidas por la noche para regalarte mi ventura Con los rayos del sol me enterré dormida, profusos días Levité mi vida en las catacumbas Y en ese valle de flores muertas también vi mi final asfixiante… Heme aquí, no he muerto 3 Yo amé con sangre y cariño Escindidas mis costillas me declaré un despojo Aprendí a comer sin sal cuando no había para sazonar el pan Aprendí en luna de miel tolerar iniquidades Más tarde aprendí a llorar, a sonreír a los míos, aun cuando mi corazón se partía. Aprendí a mirar desde arriba con humildad a ser honesta con mis palpitaciones Y sin engañar a mi alma, destilaron mis ojos sin timar Aprendí la lección “no” cuando es obvio no sentir “sí” cuando la pluma invade la tiranía ridiculizando la indolencia. Aprendí con mi voz ronca, terca y fuerte a cantar “ser plena “ Aprendí a callarme por la prudencia que se estila en mis ancestros “Respetar al grande porque tiene razón” Aprendí a guardar la Creí que pisábamos Por eso no aprendí a Aprendí a vivir como

espalda a quien me es leal el mismo estambre mentir sentir

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Realmente no lo aprendí así nací. Y heme aquí. No he muerto

II. Muda me estacioné en tu atlántico

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…y uno debe dejar sus papeles en orden, reunir y dar los últimos toques a unos versos a medio hacer, desaliñados, empaquetar sus chivas, mudarse lejos, muy lejos, irse con su música a otra parte. Arturo Corcuera

Detrás de la ventana de la mar ... “Y el sueño se hizo carne y habitó entre nosotros.” German Belli 1. Generalmente –digo, es un decir– la vida se distingue de los sueños Los sueños rondan libres por el llano ingrávidos y gráciles como gaviota al vuelo La vida por su parte se arrastra y se demora hundida en la rutina de su paso Generalmente –digo, es un decir– el mar no se da prisa en sus nostalgias 2. Un día te encontré como un relámpago un alma que despierta de un letargo y asoma su pupila de chamán detrás de esa ventana de la mar ese cenote, brujo de las aguas Cruzabas en silencio y elocuente para escurrirte delante de las hojas de mis libros Un día te encontré celaje que desborda las agendas y absorbida de pronto tomada y capturada

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no sé por qué ni cómo se me prendió del alma ese sueño que ríe por tus ojos No sé por qué ni cómo te encontré de repente en la mañana como un pequeño rasguño de sorpresa llevado por el aire por palomas No sé por qué ni cómo me encontré de repente más allá de la unción que me bautiza y más allá de la caída de las penas como algo que se escapa de lo inerte algo que de pronto anima y da alegría al muro gris de los reposos 3. En un jardín de dalias le diste de tu alma a cada flor Allí torció mi rumbo enredada en la certeza que me imanta y el sueño se vistió de tu corteza impreso en la alegría de tu carne, mi varón. No hubo Celestina, ardid truco ni trampa.

En tu atlántico Ausencia de vida a mi arribo a este puerto Sin tu rayito de sol

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sin tus besos. En soledad muero Olvidé mis palabras Todos sonsacan mi sonreír silencio Mis pupilas vierten un mar de nostalgias justo en la mitad de tu pañuelo Sin ti mi poeta y muda me estacioné en tu atlántico!

Mi conciencia 1 1. Sigo hoy con los ojos hinchados y un vacío en el pecho. De repente me veo en brasas que me persiguen y me buscan. El amor no muere nunca, sólo se nos va la vida en lo que esa pala arrancó del pecho el día que enmudecieron las buganvillas. Que cese, que cese todo. Que mis ojos, que ahora flotan en el agua, náufragos, se hundan al amparo de todos los olvidos y el cogito me descarte finalmente. No cogito -que ni siquiera sienta-, nunca más muda en el Atlántico

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2. No pensé infamar el cariño acordado Llevo lunas y soles quebrantando el retazo Mi izquierda exprime tu pañuelo empapado Mi tintero imprime su amor postergado Y escribir holocausto Y poetizarte en mi espacio Transcribir garabatos Hipar desencantos Mi brújula acierta prisionera del rayo Sin ruta errada pretendo investir tu océano, berrear aguardar hacerme a la mar amasar el olvido Qué debo esperar

3. Recojo en mi garganta nudo y enjambre En mi retina, remansos de ternuras En mi piel

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miel de alba soñada. Beso vino a cacao Beso cacao a brandy Beso brandy a rayo Beso rayo a nube Beso nube a atlántico Beso atlántico a pacífico Beso universal. Pretendía palpar mi nueva acuarela Alternar la suerte Apostar a otro sol Sentí liminar el

olor de tu piel

Tu perfume de vida fue mi lección

Otra vez sin despertar Coronando mi espacio sideral multiplico mi nuevo vuelo. Rayitos en mi atardecer tu recuerdo

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silba surcando mi mirar allá en tu puerto Así, de hidalgo como te acercaste Así, de tierno como me amaste Así, espero otra vez encontrarte Otra vez... sin despertar!

Mi actual edad platónica Mi mejor maestro llegó para quedarse Soy tu invisible alumna La que te canta sin rostro en los cálculos de Malba Tahan hasta que adivines si mis ojos son negros o azules Y tu disco blanco la gloria del amor que los consume

Cartografía

Un día te vi pasar como el celaje de un presentimiento Estabas fuera de los libros del registro de mi nacimiento

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No tenías polvo ni cenizas Eras sólo remembranza de un calor Sólo fuego

Comencé a buscarte un día en un mapa de papel Como si fueras cifras de los pueblos línea de río límite o distancia Como si pudiera apuntar la ruta secreta de un sueño sin dueño que no tiene asa que se escurre libre como el viento y sólo de improviso deja ver la huella de su huida

Comencé a buscarte en el mapa del aire y entre las banderas En la incitación de textos que se mueven en la mirada que imanta como un soplo de vida en la palabra que conjura lo que desvanece

Comencé a buscarte en el claroscuro de la luz de las mañanas En el rubor blanco del mar que se da como papel

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y puerto de llegada Estabas menos en la sombra que en el brillo de los ojos diluido relámpago que electriza a quien

mira

satélite flotador de los cucubanos que convocan tu presencia entre las sombras

Comencé a buscarte hacia atrás luego hacia los lados Estabas al frente de la agenda que aún no te conoce y te registra Y fuera de los mapas que no pueden registrar tu destino tu rumbo nuevo nave que no tiene amarras

Comencé a buscarte en las líneas de mi mano Me parecía,

estabas

en la piedra fugitiva en la mano que te lanza mi manta Eras satélite nuevo que no pudiste ser anticipado Sorpresa de los fuegos que asaltan de repente donde estamos y pensamos sí los trazos de la ruta

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eran tu ruta si hubieses de llegar también por el camino bifurcado si cada paso no era una escala necesaria en la sorpresa para llegar

a este encuentro

para llegar aquí y hasta ti y como estamos Si tu zodiaco, amor es la libertad!

Poeta de barro “ El amor mira con unos antojos, que hacen parecer oro al cobre, a la pobreza riqueza, y a las lagañas perlas”. Miguel de Cervantes Poeta, mi barro tú resucítame cual poema invéntame mar para tus mareas regálame tus caracoles caribeños Deben tener tus sueños y tu olor Dime si te encontraste con gaviotas? Dime si te embarcaste en sus vuelos? Te marchita la emprendida caída? Te asombra la precipitada llegada? Debo ir entonces a levantar tu sal?

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Mi estela marina debe estar allí dormida con tu fulgor enjambre de sonidos tus huellas fotografiando la vida Permitidme recoger ese remanso de tu ayer poquedad de tu olvido de encuentros y reencuentros idos que te provocaron más de una desilusión Te traería el polvo inadvertido de lo que has sido Te mostraría que más barro que polvo puedes multiplicar tus aguas en mi gran río Te empinaré con lo poco que yo tengo mi ternura lloviendo campanas Tienes valor de amar a tu dalia soñada? No tengas miedo Derrumbé la alhambra!

2

Jaime, mi padre me regaló en sueños un

amor invocado

Yo, arcilla

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venía esperando Aterrizó con brillos ancestrales Igualitico, mezclando elementos de mi pachamama con versos de fuego tierra y agua Trayendo encanto nobleza de sauce ternura en sus

follajes

Mi mejor maíz para desgranar cosechando Y es que no quiso Jaime ni los incas ni los Andes que reyes todo un rey de marcos termine octubre sin su mejor galaxia Entonces mi padre forjó en su alma un destino que él entonaba Trajo a mi hombre convertido en río y lo ubicó en mi alma mi “ pedacito de patria” A vertientes el oro le ha fiado para zarpar del atlántico y abonar en la arcilla quien moldée su barro.

La sien del hombre Que será de las sienes suicidas en que te buscabas y desaparecías. ¿y los viejos girasoles desamparados?

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Fabián Guerrero O. No te busqué Llegaste con mi grito silencioso Con tu mar ancho e inmenso ... llegaste? Y remando... Remando de a poquito con la tarde me adivinaste! Con aquel rayito de sol Escoltando galanes llegaste henchidos de historia, ideal poesía ....y me deslumbraste!

Te apadrinaste del Chimborazo mis Andes del Machupichu original sueño del ave Desde Vallejo sin Carrera Del encanto de Neruda por mis mares Y hasta del tan nombrado Nietszche ...te apadrinaste Y así al interrogarte filosofía actual extravagante Preguntadle al hombre del maíz... quién me induce a desgranarte Maldonado dónde está? Y ya evocando en el arte turba mi simple lenguaje a tu oda de ilustrados Dime que mi tinta arcillosa logró de ternuras contagiarte?

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Yo no entoné las coplas por la muerte de mi Alfaro En su barril alhajuela del atlántico exclamo ahora! Podré exhumar al poeta de barro Querrá despertar Arafa a Martí Mandela a Hostos Ya quiero reunir a Kafka Borges y Coello, Exigir indulto a Jesús y a mi Gandhi Entonar libertad con los conquistadores de algodón Preguntar por qué? poéticos y proféticos Tus dioses y mis dioses salvadores todos El mundo de esos dioses que a fuerza de sangre y cariño fusionar ansían volcanes océanos y ríos

No estaba escrito! Estaba escrito? Estará escrito! Lo escribiremos nosotros? ¿Cuál, la causal? ¿Cuál, el siguiente escondite? ¿Es éste el paraíso? La sien del hombre puebla montañas ensueños inmensos en la mar

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Mi conciencia II Yo gaviota sin propósitos de huevos no estoy en el poema de tus pájaros Desearía emprender vuelo juntos Partir y regresar parejos como es tu sueño Y como yo lo sueño La gaviota de vuelo andino no pidió que la tocases Sin oler su vientre blanco te mostró su hermoso aire Devolver tu arcilla quieres? En tu poesía se confina primaveras columpiando Y aunque no debas ser su almirante de ríos y de arenas ni dormir eternamente en su orilla te amalgamaste con tu soplo de barro Y ella despertó de lluvia vida mar y llanto

Romance de un niño cielo hay que aprender a disfrutar y recrearnos con el correr del agua, el verdor de la naturaleza y la belleza de un rostro. Medardo Mora Solorzano

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Perdóname rayar códices a tu pergamino hombre tú, mi soñado niño Miro tu rostro y propongo un romance a tus miradas de cielo besarte con mis ojos morenos acarrearte a mi rancho escalarte a mi hamaca respirarte en mi petate ondearte en mi canoa aovillarte en mi aire Y en la balsa de mi gran río tu mismo río amarte Y tú mi soñado niño mi hombre, mi nuevo río Dejarás que mi barca naufrague tus rodillas?

Soñaremos juntos pescar delfines? Te sembraré girasoles para alegrarte niño Es audacia la mía adentrarme a tu bosque húmedo crecer junto al yagrumo y al ausubo Mi exuberancia ceibana me acompaña Sincretizaremos tu sien y mi ternura.

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Mi conciencia III

Apremiamos indisolubles la fortaleza de morros para arraigarnos para desasir y revertir Codicio tu morada y juiciosamente la bendigo No la pierdas Puedes ir y volver cuantas veces vueles El universo orquestó la sinfonía Ya fraccionamos y reunimos atlántico y pacífico en el más cándido atardecer Moriré feliz Apagaré mi lámpara Cerraré mis ojos al mágico recuerdo

Epigramas a goyescas …entonces ella supo que siempre había sido un poco autora de todos sus poemas… Jorge Enrique Adoum 1. Devorando tus páginas hervida

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me asalta el misterio que estruja

mis huesos

Yo, luna fría, siento vigores El miedo ha partido Mis párpados caen pesados Debo resistir tus letras tus versos que no son míos que no son para esta quilla Después de tu huracán soy mar de arena en tu medio siglo rayito de sol en la Bahía del Poeta Para recordar tus letras autografiando mi flor lumbre tengo el puño de tu despertar que me dice Sé el obrero de tu propia siembra y comparte tu cosecha

2. Pase el huracán rasgando y triplicando voces en la puerta de tu tiempo Las siderales noches de Goya han acentuado tus pasos con la herencia de la falsa estrella Décadas atrás, fue tu mejor hallazgo No te culpo! Apenas pregonabas tu holocausto Heme tú Mis piedras son pequeñas

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comparadas al carbón de tu estrella norteña

3. Bethoven novenizó mi alegría elevando el volumen a mi sinfonía Ali muerto se pudrirá de maldiciones por querer verte perder entre la niebla Olvida la ceniza que no siente tu silencio Olvida la canción de múcaros, aquella

luz hechicera de tenue resplandor

No aceptaré la línea curva ni la corta, que te traslade a un mundo de cenizas

4. Echando raíces en mi insomnio bebida por las lluvias de tus campanas me quejé por horas madrugadas para poder encontrarte todo el tiempo para saber que no has partido Mis celos crecen y lloro por haber llegado tarde por no ser el mar que enciende tus mares por no ser tu canción en sueño de cascarón

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por no haber sido un pájaro en tus inviernos Nunca hubiese partido “Y para saber por qué te has ido” frustro toda mi ensoñación Ahora exijo una elegía que colme mi agonía que no me deje morir para sostenerme erguida Desde que partiste alcancé un poco de agua Mis ojos rojos y abatidos me advierten tu paso a los delirios

agotamiento de amor 1. No quiero asustarte alma mía : mis venas partidas. No es sangre no es herida Es el amor que me agarró dormida

No quiero asustarte alma mía Pero todo sin ti aniquila No capto la vida No hay salida

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Mi aliento despabila

No quiero asustarte alma mía No hay prisa Otra vez el amor sencillamente Paciencia tendré Pasaron los caminos de espinas Hoy la luna imponente divisa un horizonte de begonias Es que el amor siempre siempre fructifica.

2. Conjuro El mar se llevó el conjuro, Ahora lo tiene el mar El mar nos lo devolverá?

3. Espejo mar me ves tú te veo yo nos vemos todos allí. Aguas en quietud turbulentas atlánticas y pacíficas cargadas de historia llegan con oleajes, cauces y aguajes. Pregunto me traerán un verso

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que venga de tu revolución y tu ayer añejo? Sólo así podré entender cuánto me quieres Entonces, te aprehenderé atisbaré ese tiempo ahusaré mi guitarra afinaré melodías reproduciré tus notas Y cantaremos!

4. Soy yo Plágiame, tú Dios de mi temblor para que anides blanco, azul, rojo efervescente verde, tu mejor verde Cántame con tu corazón partido Te premiaré de revolución y amor. Has despertado esta patria con tu semilla maíz mi amerindio, mi poeta

Yo soy tu relámpago vital, crepúsculo hermoso para tus aguas Y haré que te dure el canto 5. Vientos de palabras espera la pachamama por nosotros

No es octubre Tu máxima galaxia almacena siglos esperando Tu sueño Chimborazo contempla esta nevada

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Manantial de tierra mirando que miras la nube que sueñas: son tus poemas Tesoro de sentidos al premio que esperaba Jaime lo dictó en mi oído líneas que me hablaban de tu historia, oro y mirra Subiré contigo el relámpago azul Tu pachamama se levanta

En butacas mis gaviotas

Para envolverte en besos quisiera ser el viento y quisiera ser todo lo que tu mano toca; ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento para poder estar más cerca de tu boca Medardo Ángel Silva Vienen llegando Traen tus besos con sonoros megáfonos y audífonos Te enviaré mis susurros que sin cuerdas vocales no entendiste aquel domingo Entenderás cuánto te quiero Y me ahorre los versos y me simplifique el verbo y me fusione a tu oído

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Así entenderás cómo te estoy queriendo Cual yo misma, qué deleite de chiquillas! Gaviotas danzarinas abanican piruetas que he olvidado convirtiéndome en marioneta presa de tu océano Y yo castañuela mi risa tu nombre canturreando guahoo El pasillo bolero de mi patria son bolero tu bachata como quiero bailar yo como quieres danzar tú con cuerdas y acuarelas con violín y dulzainas con rondador y quena Así sentirás cuánto te quiero

A este hombre Rompe con tus narices, El espejo del poema. Raúl Pérez Torres Qué espero acá?,

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Libros reposando mi mirada sombras de tu huir ir y venir de madrugadas hombre que estás al otro lado de mí alhambra velando mis poesías anidadas hombre de húmeda caña inagotable suspiro que me amaña lienzo que escurro de mis mismas ramas piel adentro mi conciencia brezo y cerezo mi mañana Qué vistes hoy? Qué calzas? Lluvias de campanas tus palabras sonido de tantos libros que ingresas escondidos y te excusas Acazio y señorío para mis versos vivos Tienes aún lazada tu garganta Me renunciaste! Dime que todavía no has partido Que las camelias y girasoles a mí te imantan Que tenemos el ves y el envés de las hojas cuando se aman Habito en ese grito silencioso que robaste? Se me hace que conmovida de tu verso existo vasija que abrazo a mi cincha

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que me envuelve y me tira a la otra esquina A la izquierda más allá de la izquierda Reconfirma que yo sueño! Vivir no es huir es ir y venir más allá de la izquierda hombre tú, me elevas marina a tu lancha me vuelves guiñapo para beber y verter aquí en mí, con el jugo de tu madura y húmeda caña mis aguas. Mis aguas te aguardan. Allégate en tu barca, aoríllate en mis aguas Otra vez me escupes y otra vez me tragas Me empujas de mi misma canoa me lanzas al río me quitaste el nardo me cambiaste dalia Rosa soy y rosa voy para el recuerdo No me tragues verbo No me tragues canto No me abraces a distancia No me mires sin andarme Bésame con tu boca

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que rebosa en tu esencia Benedetti Sonríeme azul azul como te encarnas en Guillén Muéveme aire, viento, molino cual Cervantes Dibújame Monalisa o Gioconda con el pincel que te procure Miguel Ángel Tórname arco iris para que sólo los ángeles de la tierra me sueñen y los pájaros me besen Sabes que tu oxígeno vierte vida Nunca moriré Estaré en tu norte en el cielo en tu caribe modelando el mejor paisaje a tu iris siempre Siempre soñando y esperando recogerte para unificar el globo en un océano nuestro hiendo y viniendo coloreando y eclipsando un invierno, dos inviernos, muchos inviernos hasta que este arco iris amortigüe sus colores y me retornes luna y te lluevan las campanas otra vez, Tú mi tambor Tú, soñada montaña a veces guasa quena o dulzaina

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caporal que me canta y me levanta Si me cantas quiero la canción completa Si me besas el beso más redondo que la luna de oro quiere Si me quieres quiéreme también para amarme Si me amas no me hagas trampa No me dejes perder como ceniza Entre mi verso y tu verso mi palabra funda el canto O es que quieres nunca tocarme beso ligero del aire? Imahue, Illapu me acompañan izando banderas iremos a montagnes a rodear las 7 islas ancestrales que no has leído de mis libros Nos vestiremos nubes iré de tu mano, al paraíso amerindio de Mario Tenham... Mi poeta ladrón inventaremos parajes con tu semilla paisajes hurgando tus vientos con lagos de ternura cantando mi nuevo mapa de la vida

Bendito Barón!

Toco tu piel, existo; y la verdad existe, y el sueño y la ilusion existe.

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Raúl Velasco Garcés

Yo también estoy quebrada. Te miro con ojos de luna, con ojos de la luna de esta noche abiertos para intentar aprenderte, pero con la luz un poco apagada para que no te asustes de mí y para no perturbar tu elegía ni tu sueño. Eres grande, eres dulce eres tierno eres amado sobre todo amado quién pudiera olvidarte! Amo tu sonrisa por incorrupta por transparente por semejarse al agua del arroyo que refresca porque me mueve a la alegría porque me lanza como un globo para arriba Amo tu mirada, en cambio, porque late y respira por ella tu corazón, tus ansias ese mundo que cobijas o que amparas con el verso que se te desprende como hojas y porque me recoge en tu pecho y me arrulla Amo tus lecciones de gigantes hombres que hablaron como tú en serenar el dolor con amor ese amor más grande que la soledad porque busca al caído porque se apiada del otro porque lleva por dentro el ritmo ancestral de la vida y se regodea en la alegría ajena

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Amo al hombre que me besó por siempre ese hombre arroyo del arrullo Amo a este ser que facturó en mi mano y su señal es huella de ternura del azul del cielo... Amo a este señor sin que pueda decir “no” porque es brisa de la luz, bendito barón!

Mi árbol mi leñador Hoy he sido testigo de la muerte del viento salteador de caminos, sorpresa de viajeros.. Jorge Carrera Andrade

Desde que me sembraste lentamente crezco y florezco Estigma corpulencia mi vega Riegos de aguas mimando Mi raíz hasta el renuevo prendida y aprehendida aglutinada, incrustada a tu árbol Sin suspirar cambiar de amo cicuta extraña que no amo Yo invernal-primaveral era Tú, tronco que sostiene esta leña Otra vez yo anís plantado para remozar tus venas Me fecundaste estando aislada Llegaste con tus tiernas ramas Me regalaste las aguas de tu invierno

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Explórame fértil para no irme de tu espacio Me queda aroma Es tuyo el néctar Exprime, bebe, cae, resbala deslízate estirpe estolón Plantad tu cascarón Humedece con ternura mi corteza Si el otoño trae mil hojas, que vengan Estoy adherida a ti como el musguito a la piedra Me escurriré hasta tu raíz Me esconderé y te aguardaré hasta que cortes otra vez la leña Tú escoges el tiempo de la poda y la cosecha hasta juntos envejecer morir o volver a florecer Mi árbol tú mi leñador tú Quieres sembrarme otra vez?

Lluvia bigben Habitante de mi equinoccio y de mis apalaches, Mis nubes quieren conquistarte Acuarela que triza mi garganta Entra con tú cabalgadura levántate heraldo iza nuestro pabellón

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navega con mi vela tu dueña espera Fijaste tus ojos en esta mujer que vive y siente Hoy anidan en mi piel fértil besos vivos besos tus besos Mis tejidos al descubierto entonan que te quiero

Desde mi yo Tengo un llanto desaforado desde mi yo desde este yo que mil veces besaste Tengo un llanto atrapado en la esperanza de volver a besar los labios que dejé Volver al beso que beso recordando con mi llanto Llanto que crece por los labios que dejé de besar La inmensa esperanza que guardo con llanto Para volverte a besar Desde mi yo

Desde mi soledad

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Tengo la soledad perpetua y larga Soledad que desde mis pies lanzo al vacío Vacío que regresa a mis pies que quieren alcanzar tus dedos Dedos que se agitan a arrancar tu piel piel que me regrese a la tierra tierra que me aleje de la soledad soledad que quiero convertir en libertad libertad que sueña tu misma soledad para amar.

Desde mi silencio Pasara la opción que miro en el hoyo de mi nido? Vivirá sin recuerdos el olvido? Sigilo que azota y tortura afonía de duda. Mutismo lapidario, mi calvario Silenciosa a tu lado telúrica cual mar sintiendo y sangrando ...pero ando

Mi amor, tú Mis lágrimas no resisten, se empujan una a otra. falta tu dulzor, manos a asir otras Cantar a dúos,

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derretir murallas, cultivar prados y rosales, subir de tu mano explorarte amarte

Palabras al vacío 1. Palabras nada más dice el vacío el que no encuentra una ventana para escapar al paraje feral que conjura esa palabra que desea Digo hoy sencillamente lago porque todo lago es un mar que espera la palabra que ha de venir con fuerza de campana a revolver el verde o el azul de sus delfines Digo hoy lago sencillamente pero cuánto gana decir tu lago

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cuánto gana el lago ceñido a ti a tu lado! Digo ahora el volcán como si quisiera decir ese volcán del Chimborazo que inventa mi corazón Ese volcán de mi devoción que hace de esta tierra herencia tendida para mis caprichosos amaneceres y que ofrece y me recuerda la ternura de tu liebre que me eleva

2. Palabra nada más dice el vacío Como si la palabra no tuviera cuerpo Lágrima en el alma Fría de ausencia Gusta de beso Cómo quisiera que mi palabra girara todavía remolinos en tu oreja! tuviera cuerpo de aliento o un sólo dedo que acariciara tu cuello si la palabra vive y en la palabra

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el sueño encarna tu sonrisa Vive la palabra y tu cuerpo vive en ella como los dos brazos de un diapasón que arden en el mismo incendio

Tú viento a mi favor Si el silbido del viento acaricia tu mirada no te asustes Si las nubes besan tus ojos estaré distante contemplando la fotografía que dejaste en mi retina Salpicando tus besos sin amanecer. Te sabes bien! mi Principito responsable de este nidar, La gaviota besa el mar para alimentarse y cuando el sol penetra su piel emprende vuelo Protege esa energía viento que reverdece su risa Me siento atizada por tu recuerdo y enamorada de nuestro encuentro No tengo miedo de a dónde iremos Es nuestro misterio vivir lo pleno No más duda! Para qué renegar de mí o tu ausencia Unidos en el destino están el mar el viento

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y la

arena

A tu corazón Desde el arrollo me llega un canto Intuyo que viene de ti Si la vida nos juega este vivir caracoles de esperanzas llegarán a ti

Yo canto amor Amor amor Canto a tu corazón amor Las piedras como yo amor tocarán tu corazón

Ulises y Penélope en exilio mutuo Una pierna se me quedó en el pasillo y la otra al costado de la puerta. No encuentro mis ojos.

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Mi nariz está inundada, ahogándose en una taza de café más frío que yo" Ulises

Paraíso perdido, ¿dónde estabas? Paraíso perdido, ¡me dejaste! Hoy la luna encandila tibiamente una ilusión. Mis brazos vuelven a rodear el ascua electrizante de tu fuego ¿Recuerdas? Cobijabas tu angustia en mi pecho, yo te amaba sin pensar en otro cuerpo. Penélope

Hoy la luz abierta de mis ojos te desea. Podrás darte cuenta, aún te amo, aún recorren el jardín mis venados y mis liebres. Paraíso, nunca adiós es nuestra alianza. Ulises

De nuevo juremos con mis versos con tus besos con mis besos

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con tus versos amarnos otra vez, como hace tiempo. No deja de expandirse el primer beso. Penélope

Mi conciencia V Tus palabras..arriba son como las de abajo que me dejan siempre la mirada perdida. Mi corazón sigue colgado de tu hilo infinito que una veces me atormenta y me estrella en mi almohada a llorar como en ciertas madrugadas después de algunas noches, como mis dolores de cabeza que también llevo y que tengo en la punta de mi lengua para hablarle a mamá. Ella me nota introvertida, ida. Dormida bajaré mi rostro, te lo dije. Cerraré mis ojos, te reitero. ¿Sabes? Creo que debemos ir a las lápidas de los cementerios a fotografiar nuestra garganta de arena trillada en palabras trémulas de no sé qué. ¿Lo sabes tú?..."

Heridos Herido quedó el brillo que pretendía alumbrar tu huerto Heridos nos vamos con las palabras vacías

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y los ojos perdidos Heridos, solos y arrepentidos de la derrota de nuestro amor de los dos de la poca fe que le pusimos Trazamos el umbral Que no descanse el paredón Vamos, vamos obligado olvido Heridos estamos Nuestros desvelos perdieron sentido De nuestro amor hicieron árbol caído Hoy los dos lloramos solitarios, heridos y arrepentidos

No conoces mi pesar Sé que no has de ser mío. Yo, no seré tuya. Así lo dicta el destino. Que nos juzguen, aceptemos el juicio. Abramos nuevos caminos. Tú, distante de mi cuerpo. Yo, inhalando tus suspiros. Tú, besando el aire que respiro y yo al compás de tus versos, viva. Cuando el sol de tu recuerdo desaparezca y pretenda mi corazón olvidarte, de entre las estrellas asaltaré tus ojos, y a la luna nueva, mostrando nuestros sueños, sigilosamente insinuaré hechizar en mi memoria la plenitud de tu nombre.

III. Ola de cantos. 66

Duele pensar que muy pronto Los niños se quedaran sin montañas, Entonces habrán perdido su mejor juguete Hay tantas maneras de morir. Horacio Hidrovo P.

Mi Revolución de hija A Jaimito Mendoza “pero esa voz de abeja y oro suave, estibará con música mi nave”. Gonzalo Escudero Aquí te aguardo, papá, con un nuevo vuelo en mi interior Quiero enfrentar mi realidad en mi propia geografía, Te lo prometí.

No temo No debo No vacilo No pretendo

Voy con mis hebras al viento Como semillas del río Para endulzar.

Desde chiquilla reprendiste a mi oído,

tu nota

cantando a tu tierra y amigos del alma. Soñaste y amaste

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tu “pedacito de patria”. Rebasó tu canto, Jaimito También fue mi encanto

Bendeciste a tu Marilú. Tus fibras, tu simpatía son hoy, premiado verdor despierto en mi vida

Quiero, hoy mujer,

responderte, padre

cómo no creer en el amor si yo misma lo provoco, lo entierro, lo despojo y otra vez lo invoco?

¿Cómo olvidarte? Tu canto y contento me acompañan Tus bríos,

verbo, risa

es diario eco que impulsa mi dicha

Marchaste halagüeño en cortesías Llegué tarde a tu alegría Transitar a tu encuentro quiero ir un día

Papá a veces me debilito, presintiendo la muerte, porque así soy: Ave errante que sueña, como tú soñaste

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Que vuela y estaciona el alma para dar vida, Que bebe; y se va como te fuiste embebido de la existencia, tú

Papi,

me oyes?

me oirás?

Es muy fatuo el amor cuando nos quedamos sin él. Y para el desamor hay que cambiar el papel.

Hoy quiero revelarte un charol de caracoles recogidos del río, tu mismo río, donde reposan tus esperanzas mis querellas y tus lágrimas y la mejor herencia que me compensaste tu alegría

Aquí está mi quimera, mi revolución de hija,

para ti, Padre

para no extinguir de mi lámpara una leyenda al regodeo nuestro

Encuentro en la boca de un río un símil con mi corazón, y en los brazos del mar se ensancha mi sonrisa, tú

Crucé el nudo andino con mis pies descubiertos, el frío congeló mis huesos; pero allí dejé, huellas de mi tiempo, Padre Hoy soy de este mar que en cada amanecer

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abraza a una nueva generación; llevo en mi espalda, y en mi corazón, el poema de los pobres. Y en mi voz el canto de mi raza hospitalaria, tal cual mi padre, tú Entre mis ceibos, glóbulos rojos y cometas de ideas, Silbo y atino mi canto montubio. Mi revolución de hija Y de centinela, tú

A mi madre Doña Máxima María Inés Zambrano Loor Sólo lo que se mueve vive, sólo lo que cambia, sólo lo que se transforma; y en este contexto el mayor y mejor arte de vivir, es aquel que pasa el límite todos los días , todas las horas, todos los minutos..., Victoria Tobar “Tengo la absoluta certeza de que Dios cree en mi, sino dejaría de vivir”. Ahora, madre, ¿cómo me ves? Madura, adulta, despierta. Mis huesos fríos, pasmados. Palmados, enterrados para espolvorear sangre que ya ni eso es… La sed del hombre es tu misma sed, la de tu ser: nostalgia, ansiedad, angustia, soledad, partir y regresar. Debo anidar otros mares. Quiero ser hija, no estorbarte. Recorrer tu alma como hace el agua sobre las piedras de un mismo cauce.

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MI PATRIA ANDINA Estos son mis versos Templados de armonía Quiero que conozcas Son de la tierra mía Coreamos pintamos No tenemos cobardía Lloramos, trabajamos En esta tierra mía coro: Sangre andina corre por mis venas Sangre andina, en mis quebradas y ríos Junta tus sueños apuesta ideales Sangre andina mi patria tu bandera Matizando el sol, rojo y verde en mis montañas Toda la luz que anida en tu pecho En la confianza conquistarnos Sin fronteras En esta mi tierra, mi América latina.. Hablado: En mis país los niños sueñan desde que están naciendo En la esperanza de que la lucha sea por una humanidad digna. Mi gente tiene ternura, desnuda el alma Jamás perderemos nuestra hospitalidad Seguimos mirando con ojos de luna.

Mi pueblo soñado En mi caminar avanzo Soñando con un limpio día Despertar en un cielo, Un cielo de poesías En amaneceres claros; que oxigenen todavía Quiero el tiempo Transcurrir sin horarios

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Al niño ver jugar, sin calendarios Y al ser humano amar; sin condiciones Unidos sin fronteras, sin razas Unidos sin fronteras, hermanos Unidos sin fronteras, marchemos Mi pueblo soñado Camino cada día en mi proceso De crecer con la filosofía de Jesús Quizás muera engañada confiando que en mi pueblo Gobiernen progresistas en democracia y ciudadanos que mejorar quieran su patria No queremos mas hombres Que desamparen su tierra Sí debemos romper Malas reglas y sistemas Yo desde mi trinchera Seguiré batallando Hasta que mi voz se pierda Hasta que mi voz se apague hasta que mi voz se muera Unidos sin fronteras, sin razas Unidos sin fronteras , hermanos Unidos sin fronteras, marchemos mi pueblo soñado Latinoamericana

Soy mujer de este suelo Con grandes ideales Cantándole a mi pueblo Que lucha contra el hambre Mirando a diario El espejo de mis hermanos Jóvenes en protesta Enfermos muriendo en el fango Quiero Cantar Quiero Cantar

junto a ustedes, sobrevivir al sistema y no callarme; soy latinoamericana junto a ustedes, sobrevivir al sistema y no callarme; soy latinoamericana

Niños mendigando alimento y trabajo analfabetos olvidados ancianos abandonados Quiero junto a ustedes,

sobrevivir al sistema

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Cantar y no callarme; soy latinoamericana Quiero junto a ustedes, sobrevivir al sistema Cantar y no callarme; soy latinoamericana

Jugadas Si te vuelves a mi tierra yo quiero enviar saludos A todos los de mi barrio con los que solía cantar. Jugando con las bolichas, saltando entre las rayuelas y el sonido de las piedras, que me hacia enamorar (bis) Los domingos las campanas, me llamaban a la iglesia yo engañaba a mi madre, en la misa al empezar Al chico que me miraba yo le enviaba mi verso Y terminando el sermón ya empezaba a suspirar (bis) Porque? Las cometas, los faroles, las comparsas llegan ya.. Suena la fiesta en mi pueblo nos visitan caras nuevas Tradiciones y comidas tenemos para brindar La pelea de gallitos la danza de los morenos Y nuestra hospitalidad,

que nunca olvidaras (bis)

Porque?, El cariño de mi gente es tan noble como el mar

El reverso de mi cristal Toda la luz de la tierra la verá el hombre por la ventana de una lágrima.

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León Felipe Hoy soy alas…, abanicos de libertad coronando alturas. Puedo ser cielo, y también tierra de cosecha profunda en su tiempo. Ya no importa sentir helar mis huesos. Vive conmigo el alma de un niño que me canta y me vuelve a oxigenar. Y me atrevo a caminar en el desierto, aun con espinas para avanzar. Si me ahogo en el pantano de la nada, no me importa morir. No daré vuelta atrás. Que viví mis años de agonía y esperanzas. Que amé y me amaron más. Que viví y morí, no sé cuántas veces. Que gané y perdí, no lo recuerdo ya. Que lloré y reí, tatuado está en las huellas de mi piel. Saboreé intensamente mi dulzura cuando amaba. Y mis ojos fueron mares de aterrados sollozos cuando desollaron mi sentir. Fui cuna de acordeón con mis ideas. Fui roca fecunda en cada invierno. Me siento árbol fértil, aunque la savia de Adán no haya salpicado mis piernas.

En su momento, con mis dedos agudos y tiernos, con mis manos apretando soledades, con mi mágica sonrisa, con mi energía a cuestas, con mi llanto nostálgico, me abracé con mi gente y limosneé en la playa, en la plaza, en el campo, en la cima, en los llanos. En el oráculo y en el pináculo. Saneé llagas del alma con mis versos, a mis amigos.

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Lapidé nostalgias con mi compañía. Con mi energía enterré prejuicios y mi imprudente idea de caminar a la par con el destino. Nunca estuve dormida. Fui, por la vida, siempre consciente. Por eso, si muero hoy, pueden pisotearme los pájaros, los perros salpicarme, las vacas lamer mi follaje. Si muero hoy, puede el polvo envejecerme, el viento destemplarme, el agua desdibujar mi rostro. Si muero hoy, el sol puede marchitarme, la luna descobijarme, los amigos olvidarme, los enemigos burlarme. no viviré para asuntarme. Di y vi todo en la tierra mía. Cuando muera, no sentiré más el golpe ni en mi carne ni en mis huesos ni en mi alma. Mi espíritu flotará todo el tiempo, quizás en el cielo, quizás en el infierno. ¡Qué descubrimiento!

Ahora, sólo sé que, al igual que ustedes, me iré lejos a contemplar otro universo.

COLOFÓN TRAS LOS CRISTIALES DE MI MAR El ser humano deja huellas buriladas con la gama inesperada de sentimientos que bullen en su interior, huellas dibujadas con sangre. . . dolor. . .alegría.

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En el nuevo poemario de Damia Mendoza, “Tras los cristales de mi mar” se percibe el momento en que su huella toma un perfil profundo e íntimo, a la vez que su palabra se vuelve más cantarina...más danzante... más volátil. Diría yo, ha despertado su propia estrella que fulge rumores y susurros a través de sus páginas. Ha utilizado el lenguaje de las luciérnagas cuando suaves en la noche queda, lanzan lánguidas, al espacio, sus lucecillas, descubriendo y abriendo camino a su paso. Damia deja fluir en un canto de cocuyos, sus languideces de mujer-gaviota. Ha llegado el momento del ascenso poético. Conociendo a Damia, yo, ya veía llegar ese torrente que tenía guardado y no se atrevía a dejarlo correr. Hoy, soy espectadora. Veo en el escenario poético a la mujer deshabitada de pudores, a la carne florecida en rosales, en girasoles, en camelias. Veo la transparencia de su alma estigmatizada en un lenguaje sin barreras, sin diques. Sus aguas corren agitadas por todos los poros de su piel, deja escapar a raudales sus versos. Abiertas sus venas, toda ella se desangra en poesía “ y ella despertó de lluvia/ vida/ mar y llanto.” Este es el mejor momento de Damia, su lenguaje es directo, sin ambajes, sin rubores. Es cosa de entrega, de ternura, cuando nos dice “ Y tú mi soñado niño/ mi hombre/ mi nuevo río/ dejarás que mi barca naufrague tus rodillas?/ Soñaremos juntos/ pescar delfines? / Te sembraré girasoles para alegrarte niño.” Sus versos se vuelven inquisidores, pero armoniosos al mismo tiempo, de reclamos urgentes y respuestas precisas. Ya no hay tiempo para la espera. El amor es demasiado grande, ha roto su cántaro, su arco iris de colores y nos vierte estos versos” me renunciaste/ dime que todavía no has partido/ que las camelias y girasoles/ a mi te imantan./ Que tenemos el ves y el envés/ de las hojas cuando se aman./ Habito en ese grito silencioso que robaste? Pero Damia, quiere y necesita el amor puro, total y así dice en el poema -A este hombre- “Tú mi tambor/ tú soñada montaña/ a veces guasa/ quena o dulzaina/ caporal que me canta y me levanta/ Si me cantas/ quiero la canción completa/ Si me besas/el beso más redondo/ que la luna de oro quiere.” El alfabeto ha resultado pequeño para el inmenso amor que se desborda en este poemario. El sustantivo y adjetivo se confunden en uno solo y no hay espacio para la conjunción o el artículo. Porque el amor no prevee tiempo ni espacio. El amor, canta pájaro... canta alma... canta trino. La luna, el sol y los luceros son nuestros en el momento de amar. El amor nos convierte en mujer astro y la más grande maravilla del mundo se queda pequeña al lado de la maravilla del AMOR. Leo y continúo leyendo este largo poema dedicado -A este hombre- y me extasío en cada verso, en cada imagen y sigo diciendo que Damia, la mujer gaviota, rompió barreras en la inmensidad de su universo amoroso, es más, si se acabó el paraje dentro de la Tierra, ella reinventará horizontes para que su amor pueda expandirse y llegar a otros universos a otras galaxias, a otras fronteras de lo irreal. Me gusta cuando dice en el mismo poema: “Nos vestiremos nubes/ iré de tu mano/ al paraíso amerindio de Mario tenam.../ Mi poeta ladrón/ inventaremos parajes con tu semilla/ paisajes hurgando tus vientos/ con lagos de ternura cantando/mi nuevo mapa de la vida/ mi razón urgente/ levedad de muerte.” 76

Damia, la gaviota se lanza al espacio inventando todos los record posibles de vuelo, desafiando lo monótono, desgranando sonrisas aun en los momentos más amargos. Ella no muere como bien lo dice en el poema – Heme aquí, no he muerto - “ Había pisado el lodo sin mancharme/cual inmaculada gaviota al cruzar el pantano/ solo mi alma sabía de mi pena amarga/ y aun envuelta en la miseria/mi frente digna levantaba.” Ella, la poeta, tiene amor para todos, así escribe versos dedicados a sus hermanos y amigos, a los que se confiesa y les dice “ Me visto de payaso todo el tiempo / sin necesidad de una tribuna / mi espacio está en todas parte / tiene una tristeza profunda”. Y le escribe a su padre, ya muerto, pero vivo aun en su memoria. A su madre la interroga, necesita saber como la ve ahora, en esta presente de tormenta, de cambios internos, de logros. Damia, la hija, siempre será eso, apenas una brisa, una leve pluma, un suave pincel para tocar a su madre y no importunarla, así le dice “ Quiero ser hija / no estorbarte / Recorrer tu alma / como hace el agua sobre las piedras / de un mismo cauce. / En el escenario-vida, qué mejor escena puede regalarnos Damia a la hora de su inspiración? Qué mejor contienda librada en la tierra para demostrarnos su capacidad de amar? Qué mejores versos podemos pedirle, si los que ella escribe bien pudieran completar las paginas célebres de Letras del amor y del desamor? Damia-damicela, no solo estoy orgullosa y embriagada con la tinta bermeja que derrama tu pluma, sino que me siento vibrando al unísono de los átomos que irradian tus maravillosos versos, en tu hora poética. El camino a recorrer es infinito como las incontables estrellas, tu inspiración tiene destellos de auroras boreales, intocables, incontables, etéreas. Continúa el ascenso, que pronto amanece y, no muy lejos, se vislumbra la cúspide. ¡Tapis rouge para esta poetiza ecuatoriana! Felicitaciones mil. Ing. Cecilia Zevallos Petroni Editora Dulcineas Canada

Las arcillas de Damia Mendoza Zambrano Manabí, 1966 Lic en Relaciones Publicas De su creación: Sueños de Gaviota 1982, "El despertar de Gaviota" 2001 Antología: "Desliz" 2002 Ecuador, Nuevos “Escritores de América “Argentina 2002 “La palabra y el viento” México 2003, “Apasionados semidioses” Argentina 2004 “Grupo Cultural Manta” 2005, CD musical; Poético y social “de la misma arcilla” Ecuador, 2002 “Damia para enamorar”, poesía New york 2004 Miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, de la Sociedad de Escritores del Ecuador, coordinadora del Proyecto Cultural Sur para América latina, miembro del grupo Ateneo del Ecuador y del Grupo Cultural Manta. Actualmente trabaja en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí en la producción y conducción de un programa de televisión cultural y educativo.

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Con su performance de poesía y música andina, esta cantautora, ha representado a nuestro país en distintos festivales culturales de la poesía en Estados Unidos, Canadá, Perú, México y Cuba Damia continua escribiendo canciones y poesías que puedan ser cantadas y adaptadas por los verdaderos artistas del canto y la palabra, con temas de solidaridad, al amor, al hombre y a la vida, aguarda respuestas de los verdaderos protagonistas de la música, y profundidad en el mensaje, cree en el talento artístico de nuestra América Latina, y principalmente de Ecuador. E-mail [email protected]

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