TRANSFORMACIÓN ECONÓMICA Y MODIFICACIÓN DEL PAISAJE EN EL PRIORATO DE CERNADAS (GALICIA). SIGLOS XV-XX
Descripción
Cultural Heritage. Present Challenges and Future Perspectives -‐ Roma, Università Roma Tre, 21-‐22 novembre 2014
TRANSFORMACIÓN ECONÓMICA Y MODIFICACIÓN DEL PAISAJE EN EL PRIORATO DE CERNADAS (GALICIA). SIGLOS XV-‐XX* Fernando Suárez Golán Universidade de Santiago de Compostela En la actualidad todavía es posible identificar en el paisaje rural gallego elementos estructurales de épocas pasadas y patrones antiguos de organización espacial que, a menudo, persisten también en la toponimia y la memoria local. 1 Hoy estos paisajes tradicionales son considerados de interés como elementos constituyentes de nuestro patrimonio e identidad cultural,2 y como tales han sido incluidos como categoría en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO. En este sentido, el objetivo principal de esta investigación es progresar en el reconocimiento del valor del paisaje tradicional gallego a través del análisis de la dinámica socioeconómica y paisajística de un área de aproximadamente 1,5 km2 de la Galicia occidental — el antiguo coto o priorato benedictino de Cernadas (Val do Dubra, A Coruña)—, con el fin de aportar datos sobre su dinámica evolutiva desde un paisaje agrario tradicional hasta un modo de aprovechamiento moderno, que nos permitan reflexionar sobre su valor histórico cultural.3 Los dominios territoriales del monasterio benedictino de San Martín Pinario de Santiago de Compostela constituyeron históricamente una realidad muy presente en el noroeste peninsular desde los privilegios que le fueron concedidos por Ordoño II (871-‐924). Sin embargo, fue a partir de la reforma monástica observante del siglo XVI cuando los bienes raíces de Pinario aumentaron de forma exponencial debido a la concentración de pequeños monasterios rurales en la gran abadía compostelana;4 después de este proceso sus dominios se extendían por más de quinientas localidades, aunque solo ejerciera la potestad jurisdiccional sobre poco más de cincuenta. 5 En este marco, la configuración del Coto de Cernadas respondía a un proceso de donaciones reales, cesiones de particulares y compras que se dilató entre los siglos X y XV.6 En el siglo XVI constituía un enclave situado entre las jurisdicciones de Dubra y Xiro da Rocha;7 y en general se diferenciaba poco del grueso de las propiedades monásticas gallegas: la jurisdicción era del monasterio de Pinario; las tierras se habían cedido en enfiteusis a colonos que las explotaban directamente o bien las habían arrendado a otros campesinos;8 el hábitat era disperso,9 y la mayor parte del suelo se destinaba al
*
Esta comunicación deriva de una investigación sobre el Coto de Cernadas financiada por la Fundación San Castor y Santa Adelaida y desarrollada en colaboración con Héctor Lago Almeida, a quien agradezco la cesión de parte de los datos. ACS = Archivo Catedralicio de Santiago; AHDS = Archivo Histórico Diocesano de Santiago; AHUS = Archivo Histórico Universitario de Santiago; AGS = Archivo General de Simancas; ARG = Archivo del Reino de Galicia. 1 A. Cabana Iglesia, Lo que queda de las agras. La evolución del paisaje agrario en Galicia: A Terra Cha (1954-‐1968), “Ager”, VII, 2008, pp. 33-‐56. 2 R. Pérez, A descuberta cultural da paisaxe, in R. Pérez, F.J. López (eds.), Cultura e paisaxe, Santiago de compostela, 2010, pp. 19-‐ 50. 3 A. Cabana Iglesia, G.F. Fernández Suárez, A evolución da paisaxe agraria. Fontes para o seu estudo en Galicia, in II Congreso de Agroecoloxía e Agricultura Ecoloxica en Galiza, Monforte de Lemos, 2008. H. Sobrado, Transformaciones del paisaje agrario gallego en la Edad Moderna, “Spanish Journal of rural Development”, I, 2010, 3, pp. 71-‐84. 4 J.R. Barreiro Fernández, Incorporación del monasterio benedictino de San Martín Pinario de Santiago a la reforma de Valladolid, “Compostellanum”, XI, 1966, 2, p. 235-‐256: 237. 5 O. Rey Castelao, Os dominios do mosteiro, in M. Calvo Domínguez, C. Iglesias Díaz (coords.), Santiago: San Martiño, Santiago de Compostela, 1999, pp. 447-‐451: 446; y El clero regular gallego en la Edad Moderna: evaluación de su poder económico, in F. Landi (ed.), Accumulation and dissolution of large of the regular clergy in Early Modern Europe, Rimini, 1999, pp. 135-‐163: 141. 6 AHUS, Clero Regular, San Martíño Pinario, b. 754, cc. 52, 235, 300v-‐301r. 7 F.X. Río Barja, Cartografía xurisdiccional de Galicia no século XVIII, Santiago de Compostela, 1990. 8 A. Eiras Roel, Régimen subforal e hidalguía intermediaria, in C. Quintáns, El dominio de San Martín Pinario ante la Desamortización, Santiago de Compostela, 1972, 14 p. 9 P. Saavedra, O hábitat no noroeste peninsular nos ss. XVI-‐XIX, “Semata”, XI, 1997, pp. 173-‐193. J.M. Pérez García, Transformación y consolidación de un paisaje rural: minifundio y parcelación en las Rías Bajas Gallegas, in Paysages et sociétés. Poitiers, 1990, pp. 59-‐78.
Cultural Heritage. Present Challenges and Future Perspectives -‐ Roma, Università Roma Tre, 21-‐22 novembre 2014
policultivo, en alternancia con el monte bajo y el pasto10. No obstante, 1593 supuso un punto de inflexión en la evolución de un territorio que hasta entonces no presentaba características particulares reseñables ni en su organización ni tampoco en el paisaje derivado de una actividad agropecuaria al uso11. En aquella fecha la abadía de Pinario decidió recuperar el dominio útil de uno de los foros, o contratos enfitéuticos, en que se dividía la propiedad del Coto de Cernadas.12 El monasterio aducía que el contrato no se había realizado con los requisitos necesarios, pero el verdadero objetivo era edificar una casa de campo para la recreación de los monjes, y para ello necesitaban recuperar dominio útil13. La carta de concordia firmada entre el abad y el forero Sebastián Suárez solo afectaba a dos de los lugares en que se dividía el coto, pero marcaba un cambio en la estrategia de la abadía.14 El siglo XVII fue una centuria de cambio que supondría, en definitiva, la redefinición del paisaje mediante tres vías: la demarcación de los límites, la actuación sobre el paisaje arquitecturado y el cambio en los usos del suelo. Por lo que respecta a la primera, en el Coto de Cernadas la abadía de San Martín buscaba consolidar la propiedad en un proceso iniciado en 1593 y que daría lugar a una intensa actividad adquisitiva en tres fases sucesivas. Muchas de las operaciones fueron trueques de bienes y rentas o redenciones con el objeto de conseguir el dominio directo sobre las tierras,15 pero otras eran compras reales con las que se buscaba redondear el patrimonio que ya se tenía.16 Desde el siglo XVI San Martín Pinario apenas hizo compras que quedasen alejadas de sus prioratos y otros dominios territoriales,17 y ese fue también el criterio seguido en el Coto de Cernadas a costa de las parroquias circundantes. Más del 80% de las operaciones se ejecutaron entre 1598 y 1664, por lo que el apeo realizado en 1669 nos permite conocer de cerca la organización espacial de los asentamientos y del espacio cultivado.18 Internamente el espacio se dividía en dos partes: Cernadas de Abajo —la parte más próxima al río Tambre— y Cernadas de Arriba, al sur de la anterior, ladera arriba. La primera giraba en torno a la casa de recreación construida a partir de 159419 y constituía el espacio destinado al descanso de los monjes benedictinos; una cerca que se había mandado levantar en 1622 servía de divisoria entre los dos espacios, al tiempo que marcaba el ámbito de la clausura.20 En cambio, en Cernadas de Arriba los asentamientos se organizaban en tres núcleos: el primero formado por tres casas habitadas por foreros de San Martín; el segundo, sobre la linde del coto, contaba con dos casas —una tercera quedaba ya fuera de la jurisdicción monástica—; y el tercero era un caserío aislado formado por una casa y cuatro cuadras para ganado.21 Se trataba, pues, de un hábitat humanizado con dos aldeas y dos caseríos que formaban un paisaje rural marcado por la dispersión y la parcelación.22 En efecto, el espacio cultivado se organizaba en multitud de parcelas que es posible agrupar en varias estructuras agrarias según el tipo de cultivo y la gestión de los aprovechamientos: — Dos “cortiñas”, o parcelas cercadas sometidos a cultivo intensivo, y dos huertas destinadas fundamentalmente al abastecimiento de hortalizas y al cultivo de frutales; 23 se ubicaban en los alrededores de las casas y la superficie que ocupaban era mínima aunque tenían gran importancia para la economía campesina;24 — Las tierras labradías distribuidas en múltiples agras como la llamada de Canle, que “toda ella está cerrada y murada de sobresí y dentro della ai dos leiras […] demarcadas con sus marcos y mojones”,25
10
A. Bouhier, La Galice, essai geographique d’un vieux complexe agraire, Poitiers, 1979. H. Sobrado, Transformaciones del paisaje, cit., pp. 73-‐74. 12 ACS, Protocolos notariales, vol. 116, cc. 301r-‐307v. 13 Ivi, c. 302r. 14 AHDS, Fondo del Monasterio de San Martín Pinario, b. 6. 15 AHUS, Clero regular, San Martiño Pinario, b. 741, cc. 235r-‐238r y 300v-‐302v. 16 Ivi, b. 731, cc. 139r-‐142r. 17 O. Rey Castelao, Os domínios do mosteiro, cit., p. 450. 18 “Apeo del monasterio de San Martín desta ciudad de Santiago de la Jurisdicción de Cernadas”, 1669, AHUS, Protocolos notariales de Santiago, Not. Rodriguez de Loureiros, b. 1.942, cc. 1r-‐11v. 19 ACS, Protocolos notariales, vol. 77, cc. 114r-‐118v. 20 AHUS, Clero regular, San Martiño Pinario, b. 812, c. 73r. 21 “Apeo […] de la Jurisdicción de Cernadas”, cit., cc. 5v-‐6r. 22 P. Saavedra, O hábitat no noroeste peninsular, cit., pp. 181-‐182. 23 “Apeo […] de la Jurisdicción de Cernadas”, cit. c. 7v. 24 H. Sobrado, Transformaciones del paisaje, cit., p. 73. 25 “Apeo […] de la Jurisdicción de Cernadas”, cit. c. 6r. 11
Cultural Heritage. Present Challenges and Future Perspectives -‐ Roma, Università Roma Tre, 21-‐22 novembre 2014
es decir, un conjunto de tierras cultivadas con un cierre externo y divididas en su interior en parcelas abiertas, de diversos usufructuarios, delimitadas por marcos y regidas por una rigurosa reglamentación colectiva; — El monte bajo, tanto abierto como cerrado en “chousas” y formado por tojales y brezales,26 cuyo aprovechamiento era muy importante para la economía campesina, pues en él los campesinos cultivaban parte del cereal en las rozas y recogían leña y esquilmos;27 — Por último, existían algunas zonas de bosque, principalmente robledas y sotos de castaños gestionados directamente por la abadía que obtenía de ellos “toda la leña necessaria para el consumo”.28 El paisaje cultural analizado presentaba, pues, una gran diversidad manifiesta a escala local, fruto de la adaptación del sistema agrario a los contextos ambientales y los imperativos sociales, económicos e histórico-‐culturales del coto, a lo que se añadía la riqueza y heterogeneidad de elementos etnográficos tales como cierres, hórreos y otras construcciones adjetivas. Frente a esta diversidad existían ciertos rasgos comunes, en primer lugar la predominancia de las estructuras de agras que se extendían por los valles y zonas llanas de la Galicia interior y, según la cartografía de Bouhier, caracterizaban la mayor parte del paisaje agrario tradicional gallego.29 No obstante, en el transcurso de cien años el paisaje de Cernadas se transforma radicalmente. La imagen que obtenemos del Catastro de Ensenada es la de una extensa masa boscosa, prácticamente deshabitada30. Tan solo 5 ha de los casi 1,5 km2 seguían dedicadas a las actividades agropecuarias tradicionales, una escasa superficie que se repartía entre tierra labradía, huerta y prado, todo lo demás era una explotación forestal controlada directamente por el abad de San Martín Pinario. 31 ¿Qué había sucedido para provocar tal cambio? En 1695 la abadía compostelana había decidido ampliar su casa de recreación en Cernadas y, simultáneamente, se inició la construcción de un muro perimetral cuyo trazado, sin embargo, excedía los límites del coto,32 lo que obligó a una serie de acuerdos con los vecinos perjudicados que no se resolvieron hasta 1706.33 Con todo, en paralelo al avance de la muralla se extendía la clausura monástica lo que, en último término, significó la expulsión de los vecinos legos del coto y el consiguiente abandono de las actividades agropecuarias. Por otra parte, en 1714 el consejo abacial nombró al padre Paredes administrador del coto, ahora convertido en granja monástica. Su principal cometido sería incrementar la superficie forestal mediante plantaciones anuales de 300 robles; el objetivo era “plantar y tener la leña [que el monasterio] necesitaba por la falta general que ay de ella”. En 1753 el arbolado de 11 ha superaba los 7 m de altura, mientras que el resto se encontraba en estadios inferiores de crecimiento o ya había sido talado. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, el bosque de Cernadas abasteció de leña a las cocinas y de madera las múltiples obras que se realizaron durante ese período tanto en la casa de recreación como en la abadía compostelana,34 obligando a continuas reforestaciones que compensasen las frecuentes talas.35 De la excepcionalidad de la nueva fisonomía del Coto de Cernadas no cabe duda en un área de predominio del sistema de agras, como tampoco de los perjuicios que esta transformación supuso para los campesinos. Los lugares acasarados descritos en 1669 habían sido arrasados y las agras y montes se habían sustituido por bosque de robles y castaños; pero, además, la construcción de la cerca y el uso forestal “priuó el que los ganados de fuera entrasen a pastar en dicho coto” 36 , es decir, privaba a los vecinos del aprovechamiento del monte que tanta importancia tenía para sus economías. La desamortización, en 1821, primero, y definitivamente en 1836, apenas cambió nada, salvo la identidad de los propietarios. Durante el siglo XIX el ex priorato sufrió largos períodos de abandono mientras en la
26
Ivi, c. 6v. H. Sobrado, Transformaciones del paisaje, cit., p. 73. 28 “Apeo […] de la Jurisdicción de Cernadas”, cit., c. 10r. 29 A. Bouhier, La Galice, cit. 30 ARG, Catastro de Ensenada, Respuestas Generales, vol. 252, cc. 506r-‐524v. 31 Ivi, c. 509v. 32 AHDS, Fondo del Monasterio de San Martín, Fábrica y obra, b. 61. 33 ARG, Fondos xudiciais, Real Audiencia de Galicia, b. 264. 34 AHDS, Fondo del Monasterio de San Martín, b. 60, cc. 6r-‐13v. 35 AHDS, Fondo del Monasterio de San Martín Pinario, b. 19, cc. 240-‐263v. 36 ARG, Fondos xudiciais, Real Audiencia de Galicia, b. 264. 27
Cultural Heritage. Present Challenges and Future Perspectives -‐ Roma, Università Roma Tre, 21-‐22 novembre 2014
toponimia y la memoria local se consolidaba la imagen del bosque de Cernadas como un lugar bucólico y ancestral.37 Tras la muerte sin descendencia de la primera condesa de Bugallal la finca fue legada a una fundación y el palacio de Cernadas se convirtió en asilo. No obstante, la función asistencial no solo se consideró compatible con el bosque, sino que éste proporcionaba —como en la actualidad— una importante fuente de recursos, especialmente a partir de la introducción del eucalipto en 1917. Desde entonces, la progresiva sustitución de robles y castaños por eucaliptos y el convenio suscrito en 1966 con el grupo químico Sniace concluían una dinámica de transformación del paisaje iniciada a finales del siglo XVII y que condujo desde el agroecosistema de agras al monocultivo forestal industrial. Esta dinámica contrasta con la registrada en las áreas circundantes, y en general en las llanuras y valles de la Galicia central, donde el sistema de agras no alteró su estructura y dinámica hasta fechas mucho más recientes,38 lo que pone de manifiesto la especificidad de la dinámica analizada y la modernidad de esta explotación benedictina por contraste con el habitual inmovilismo de los patrimonios monásticos. Todavía hoy el paisaje de Cernadas se distingue de los paisajes creados por las políticas de repoblación forestal y concentración parcelaria, lo que lo convierte en un paisaje cultural de gran interés.
37
A. Brañas, A la vore del Tambre, “Lo Catalanista”, CCLXVI, 1892, pp. 1-‐3, lo describía “ab armoniosa remor por entre boscos de pins, roures y castanyers”. 38 A. Cabana Iglesia, Lo que queda de las agras, cit., pp. 44-‐45.
Lihat lebih banyak...
Comentarios