TRAL, experiencia de enriquecimiento de redes personales y profesionales
Morfín Otero, Francisco y Leal Fonseca, Diego y Castaño Enith y Dellepiane, Paola y Jiménez, Daniel y Pearson, Luz y Altamirano, Edgar y Alonso, María Ernestina.
ITESO, Centro de Aprendizaje en Red, Guadalajara, México.
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Universidad EAFIT, Medellín, Colombia.
@qadmon
Universidad del Valle, Dirección de Nuevas Tecnologías y Educación Virtual, Cali, Colombia.
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Consultor, Buenos Aires, Argentina.
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Consultor, Budapest, Hungría
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USAL, Colegio Las Cumbres, Buenos Aires, Argentina
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Universidad Autónoma de Guerrero, Chilpancingo, Gro., México.
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Resumen: En este documento describimos la experiencia de la propuesta de formación Tejiendo Redes de Aprendizaje en Línea (TRAL) ofrecida en primavera de 2013 por un equipo que surge como grupo de estudio y se consolida como comunidad de práctica con esta experiencia.
Abstract: In this paper we describe the course experience called Weaving Learning Networks Online (TRAL) offered in spring 2013 by a team that emerges as a study group, and has established itself as a community of practice with this experience. The purpose of this was to provide an open learning experience and networked learning to understand how they are made.
I. Génesis
Durante 2012, el Centro Ceibal para el apoyo a la Educación de la Niñez y la Adolescencia, de Uruguay, ofreció una serie de grupos de estudio abiertos en línea cuyo propósito era dar continuidad a un proceso iniciado en 2011 y profundizar en diversos aspectos teóricos del aprendizaje en red. Estos grupos se ofrecieron bajo el nombre de explorArTIC (explorando el Aprendizaje en red con uso de TIC) y, aunque no tuvieron una asistencia masiva, sí permitieron establecer lazos entre un pequeño grupo de personas interesadas en el aprendizaje en red y las prácticas educativas abiertas.
La dinámica de explorArTIC (ver. Figura 1) para el 2012 incluía un encuentro sincrónico de lanzamiento para cada grupo de estudio, consulta independiente de los materiales de base, con reflexión en un blog personal y/o discusiones colectivas, y sesiones en línea de presentación de ideas clave y discusión de los materiales de consulta. Sin embargo, las características del material discutido (Brey, Campàs, & Solsona, 2009; Downes, 2005) y algunas dificultades en las agendas de trabajo ocasionaron una disminución en la participación que llevó a una reflexión pública por parte del coordinador de los grupos, con cuestionamientos que generaron una respuesta importante de varios participantes.
Figura 1: Página del grupo Explorartic
Esta reflexión abierta sobre lo que no funcionaba en los grupos de estudio sirvió como catalizador para identificar intereses comunes -tales como la exploración de prácticas educativas abiertas y la experimentación con escenarios educativos de futuro-, así como preocupaciones compartidas -como la escasa sistematización e investigación sobre estas prácticas a nivel local-. También se hizo evidente el interés del grupo por reunirse alrededor de reflexiones sobre una praxis y no sólo sobre aspectos teóricos.
Con este marco, apareció la oportunidad de aprovechar el material de un taller abierto en línea dirigido a docentes en servicio y realizado en 2011 con la Universidad del Valle (Colombia), a través de la realización en el 2013 de un taller en formato híbrido que combinara grupos locales que avanzan en paralelo con la lógica de un taller abierto en línea.
Dado que esta alternativa permitía articular las preocupaciones e intereses del grupo, se propuso ofrecer una versión corregida de este curso, y aprovechar las redes personales de los participantes de explorArTIC para divulgarlo y abrirlo de manera gratuita para cualquier persona interesada, bajo el nombre de "Tejiendo Redes de Aprendizaje en Línea" (TRAL). Esta sería la excusa para mantener vivas las conversaciones sobre la puesta en marcha de prácticas educativas abiertas propias de explorArTIC, así como para generar datos y preguntas de investigación que los miembros del grupo podrían abordar una vez al terminar el taller.
Es importante destacar que, a este punto, el grupo de líderes de explorArTIC aún no contaba con un apoyo institucional directo. La decisión de ajustar y ofrecer el taller surgió de individuos con alto interés personal en vivir una experiencia de este tipo, y no por convenios de orden institucional. En este sentido, la iniciativa explorArTIC trascendió la financiación provista por el Centro Ceibal, dando origen a una comunidad independiente con alta motivación intrínseca.
La participación en esta comunidad inicial fue voluntaria y comprometida. A medida que fue tomando cuerpo, varios de los miembros encontraron formas de articular la oferta de TRAL con el quehacer de sus instituciones. En algunos casos, el taller fue ofrecido como parte de las opciones institucionales de formación disponibles para docentes universitarios (Universidad ITESO -México-, Universidad del Valle -Colombia-); en otros, participaron estudiantes de un programa de posgrado (Universidad EAFIT -Colombia-); en otros más, fue una línea de acción de estrategias más amplias de consolidación de comunidades de docentes de educación básica y media (Fundación Telefónica Argentina); en otros más, simplemente se contó con grupos de docentes interesados que estarían acompañados por un facilitador voluntario (Colegio Las Cumbres -Buenos Aires, Argentina-, Universidad Autónoma de Guerrero -México-, Universidad Iberoamericana Torreón -México-). La inscripción también estaba disponible para cualquier persona que no hiciera parte de estos grupos locales.
II. La estructura del taller
La difusión y pre-inscripción de TRAL comenzó en la primera semana de Febrero, y las actividades preliminares fueron publicadas en la segunda semana de Marzo. Se tomó la decisión de cerrar las inscripciones en la última semana de Marzo, debido a la inesperada respuesta obtenida, llegando a 644 inscritos en 19 países (ver figura 2). TRAL inició el 3 de marzo y finalizó el 20 de mayo de 2013 con una videoconferencia de cierre (ver figura 3).
Figura 2: los participantes
El taller estaba organizado en ciclos quincenales y niveles semanales. El diseño original desarrollado en 2011 consistía en tres ciclos: (1) Reconocimiento y ampliación del Ambiente Personal de Aprendizaje, (2) Reconocimiento y ampliación de las redes profesionales y (3) Desarrollo de una propuesta de intervención sobre las redes profesionales, este nivel se basó en el marco propuesto por (Wenger, White, & Smith, 2009). El primer ciclo estaba precedido por un Nivel 0, en el que los participantes ponen a punto la tecnología necesaria para participar en el taller.
Figura 3, sitio de TRAL: http://reaprender.org/TRAL
III. La tecnología utilizada
Dos semanas antes de iniciar TRAL tuvimos una primera "tertulia" (el Nivel cero) que dio origen a la primera actividad, consistente en que los participantes recibieran la asesoría necesaria y adecuada para aprender a utilizar algunas de las herramientas básicas que se emplearían en TRAL: Twitter, G+, Wordpress y Blogger. Las asesorías fueron presenciales y a distancia, y nos permitieron asegurar que el uso de estas herramientas no sería un impedimento para el desarrollo del curso.
Durante el taller, los participantes utilizaron blogs personales para el registro de las actividades propuestas y sus procesos de reflexión y aprendizaje (ver figura 4). Cada participante recibió diariamente, por correo, la lista de publicaciones del día anterior; estas publicaciones también se agregaron a la página de inicio del curso, que obraba de "central de blogs" .
Figura 4: el recorrido de los blogs.
Todas las semanas tuvimos una sesión de orientación presencial. Estas sesiones se llevaban a cabo los viernes por la tarde y se repetían el sábado por la mañana. Se llevaron a cabo en la plataforma de Blackboard (amablemente prestada por Alec Couros). Durante estas sesiones sincrónicas estuvimos experimentando formas diversas de aprovechar estas tecnologías para los encuentros en línea, más allá de la video-conferencia: la mayoría de las veces trabajamos en grupos pequeños, sin moderador designado y con pizarra abierta sobre una pregunta específica que rescataba lo hecho durante la semana, en una ocasión tuvimos una sesión que combinó un grupo presencial y los demás a distancia. Una semana después de terminado TRAL teníamos en el ITESO (en Guadalajara) un evento llamado Ágora que daba inicio con una conferencia de Diego Leal. Los participantes de TRAL fueron convocados a ella y a participar a través de Twitter. En algún momento de la charla posterior a la conferencia se dio entrada a los comentarios (#comenTRAL). Para algunos, esta fue una sesión de cierre de TRAL. En otra ocasión, en que no estaba planeada la sesión del sábado, alguien pidió que se llevara a cabo, varios respondieron que lo harían y ese sábado la sesión fue a través de Twitter en donde se intercambiaron versos de varios poetas que describían la experiencia vivida en TRAL. Un grupo de participantes decidió tener otras reuniones para seguir conversando y pensar en otras cosas por hacer, estas sesiones se hicieron a través de un "Hangout" de Google y de otra herramienta que consiguieron entre ellos; quienes se llamaron a sí mismos "los revoltosos" y operaron como un grupo que gestionó sus propios encuentros; así como, propuestas de ayuda a los demás participantes que estaban retrasados.
Aunado a esto, se mantuvo una larga conversación (en realidad, varias conversaciones) a través de espacios abiertos como Twitter (con hashtag #TRAL) y una comunidad en Google Plus (ver figura 5).
Figura 5: Twitter con #TRAL y la Comunidad TRAL en G+.
IV. La facilitación
Para esta versión de TRAL, hubo dos maneras de inscribirse, como parte de un grupo institucional o de manera abierta. Los grupos institucionales fueron acompañados por un facilitador, que ha sido parte de los grupos de explorArTIC durante 2012: fuimos facilitadores de grupos inscriptos por instituciones quienes integrábamos el equipo inicial de ExplorArTic y también se sumaron nuevos facilitadores con sus propios grupos de instituciones; todos los facilitadores hicimos las veces de guía y ayuda al grupo local, manteniendo conversaciones en paralelo con el desarrollo del taller (a veces con encuentros presenciales de manera local), promoviendo reflexión sobre la experiencia y orientación sobre la dinámica del taller y manejo de los principales recursos y herramientas. Los participantes en modalidad abierta contaban con el acceso a todos los recursos y encuentros de TRAL y no tenían un facilitador formalmente asignado, y tuvieron cierto seguimiento, también informal, en la medida de las posibilidades del equipo coordinador.
Facilitar el proceso de tejer redes en línea consiste en animar el encuentro y el entrelazamiento, es decir, identificar aquellos intercambios que pueden llegar a ser enriquecedores y buscar en ellos el encuentro, poner en juego temas y emociones, dar cuenta pública de lo que nos resulta interesante y agradable, de aquello con lo que concordamos y animarlo, y de aquello con lo que discrepamos y conversarlo abiertamente, y hacerlo día a día. Esto lo supimos hacia el final de la experiencia, y lo aprendimos juntos, como equipo moderador, después de estar reflexionando sobre lo sucedido semana a semana.
Los participantes fueron "facilitados" en el proceso de tejer redes en tres grandes capas que se fueron mezclando a medida que avanzó TRAL. La primera capa se preparó semana a semana en conversaciones del grupo moderador, el grupo ExplorArTIC, donde por una parte terminábamos de rehacer el diseño de la siguiente semana y por el otro, conversando sobre lo sucedido con los grupos de TRAL y la retroalimentación que creíamos conveniente para entonces. Cada facilitador local tenía la posibilidad de organizar las sesiones presenciales que creyera adecuadas para el mejor aprovechamiento del grupo a su cargo. A estas sesiones eran invitados todos los demás participantes de TRAL, aunque su participación se hacía un tanto complicada por tratarse de una reunión presencial con presencia en línea.
La segunda capa estaba conformada por todos los participantes de los distintos países, es una facilitación que se mostró en las interacciones entre los miembros participantes: muestras de apoyo, reconocimiento de lo expresado por alguno de ello, convocatorias para participar en otras actividades no programadas por TRAL, pero adecuadas al propósito de la propuesta formativa. Fue una explosiva construcción colectiva del tejido de TRAL a través de los blogs, la Comunindad en G+ y de Twitter que nos hizo visualizar la red (en el sentido de una red de pescadores, de un chinchorro) con la flexibilidad necesaria para mostrar los dinamismos de los actores y creadores de la red en cada momento transcurrido.
La tercera capa consistió en las sesiones sincrónicas en Blackboard, abiertas a todos los participantes de TRAL que quisieran ser parte, donde el esfuerzo por imaginar diversas maneras de aprovechar los encuentros a distancia y sincrónicos nos llevaron, de la mano de Diego Leal, por los caminos de la conversación en grupos pequeños, de la moderación distribuida (ver figura 6), de la consideración de la importancia de los afectos en el tejido de redes de aprendizaje en línea, del valor de la palabra y la capacidad de la hoja en blanco para rescatar la mirada de cada persona, mirada valiosa por el mero hecho de haberla dicho, no por la posición que este o aquella tienen en la red.
Figura 6: imágenes de las sesiones sincrónicas
V. Conclusiones
Como primera conclusión, que surge de las interacciones y la experiencia llevada a cabo con este grupo de docentes, la experiencia de TRAL puede resultar la base para pensar en nuevos ambientes de aprendizaje que complementen la oferta formativa en entornos virtuales de formación generados mediante plataformas.
El tejido de redes, según hemos visto en TRAL (aún de manera indicativa), contiene dos grandes ingredientes que se van mezclando en grados diferentes según el momento que se esté viviendo: emociones y contenido.
En un inicio aparecen las intenciones de conexión y el gusto por estar participando en la experiencia TRAL, entendida de diversas maneras, muchas veces no explícita; y en muchas ocasiones centrada en el uso de nuevas herramientas de Internet, cosa para la que no está diseñado TRAL. Estas emociones se mezclan a lo largo de todo el tiempo que dura la experiencia junto con contenidos derivados ya sea de los blog o de las sesiones presenciales. A medida que se intensifica la conversación sobre un tema, crecen las expresiones de emociones y viceversa; siempre con un retraso unas de otros. Quizás esto mismo es lo que hace que algunos se sientan tan atrasados en su desempeño que decidan retirarse.
Por otra parte, aprendimos que tejer redes no es una cosa que se hace y se ha terminado, sino que es una actividad permanente; sólo así podrá la red seguir teniendo sentido y, por lo tanto, uso y vida; que el tejido que propone TRAL se logra sólo con el concurso de los participantes activos que deciden buscar al otro y ofrecer lo suyo. Que el tejido de una red no puede hacerse sin movimiento. Además, fuimos viendo que la red que se teje no puede representarse como una retícula uniforme y ordenada; sino más bien como una red de pescador en la que aparecen las tensiones que cambian su forma y topología. Que por momentos parece ceder y que nos coloca en ese doble modo de ser con la red: aquella en la que la necesitamos para aprender y aquella en la que tenemos que crear nuevas prácticas para mantener lo que hemos hecho. Así pues, la red en TRAL (a distancia), siendo una red de humanos, sabemos que no puede hacerse tal sin las conexiones con las herramientas y los demás objetos que componen la red internet; como dice uno de nosotros en su blog:
"...una red se hace de conexiones de personas y de objetos, es un entramado sociotécnico, un entrelazamiento de historias; así pues, una red se hace de conversaciones y actuaciones varias. y, por eso, es necesario dedicarle tiempo con el ánimo puesto en la construcción de confianza entre las personas, lo que hará posible perfilar intereses y el cultivo de aquello que se comparte, que es gusto común. Por todo esto, pues, la tarea de #TRAL empieza por interactuar con otros hasta descubrir otros sentidos de la proximidad, otros modos de ser cercanos, lo que resultará en la construcción de una red que es rede de redes" (Morfin Otero, 2013).
Por último, tejer redes implica la actuación de cada nodo haciendo conexiones de manera tal que poco a poco se desdibuja el yo individual en el nosotros. No es que se pierda la distinción que hace al sujeto diferente de los demás, sino que en la red que se teje va siendo central la construcción colectiva donde estamos todos y cada uno representados como autores y actores.
VI. Perspectivas
La perspectiva es seguir fomentando el taller TRAL bajo la filosofía de los cursos abiertos desde la visión de un trabajo personal y reflexivo sobre el propio proceso de aprendizaje y en la posiblidad de que más personas así como grupos institucionales realicen esta experiencia.
La invitación permanente a partir del taller a la experimentación y práctica reflexiva sobre la incorporación de TIC en el proceso personal de aprendizaje como en las prácticas docentes e investigativas.
Desarrollos investigativos alrededor de lo que implica la participación y la facilitación en cursos de este tipo.
V. Bibliografía
Brey, A., Campàs, J., & Solsona, G. M. (2009). La sociedad de la ignorancia y otros ensayos. Retrieved from http://www.librosdigitales.org/handle/001/204
Downes, S. (2005). An Introduction to Connective Knowledge.
Morfin Otero, F. (2013). Tejiendo el tejido " Reflexiones sobre la red y el aprendizaje, aprender en red en WordPress.com. Retrieved July 10, 2013, from http://franciscomorfin.wordpress.com/2013/03/22/tejiendo-el-tejido/
Wenger, E., White, N., & Smith, J. (2009). Digital habitats: Stewarding technology for communities. Retrieved from http://books.google.com/books?hl=en&lr=&id=E7GPhmV4-KkC&oi=fnd&pg=PR11&dq=Digital+Habitats+stewarding+technology+for+communities&ots=2CXYkX4AwF&sig=OmOrCufIWjicTA5sNf07bV5uMhc
