Tráfico de medicamentos en Colombia

Tráfico de medicamentos en Colombia
El negocio redondo con penas irrisorias para los delicuentes

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El tráfico de medicamentos es un negocio clandestino que ha dejado ganancias de más de cuatro mil millones de pesos, y de un 500 ó mil por ciento, siendo más rentable incluso que el tráfico de estupefacientes.
La policía Fiscal y Aduanera ha incautado, en un año y medio, cinco millones de unidades de medicamentos.
Los medicamentos recibidos por los delincuentes colombianos provienen, generalmente, de Ecuador, Panamá, Perú y Ecuador. Se sabe por dónde ingresan y qué recorrido hacen, pero igualmente no se los puede detectar: no existe tecnología adecuada, y los perros no tienen la capacidad de rastrearlos.
Ciudades como Chocó, Guajira, Santander y Valle reciben toneladas de mercancías. Y, claro, entre ellas, los medicamentos clandestinos escondidos, casi imposibles de ser detectados, que superan los controles (que están preparados para encontrar sustancias ilícitas distintas) e ingresan a las principales ciudades, y de allí directamente a los puntos de distribución. Luego, son escondidos en bodegas, con otros productos como insecticidas o jabones.
Estos medicamentos llegan a ser comercializados con los mejores productos, ya que les cambian los empaques y las fechas de vencimiento, algo que es sumamente perjudicial para la salud.
También llegan adulterados: a medicamentos ya utilizados les vierten sustancias y líquidos desconocidos, o llenan las cápsulas con harina vencida. Todo esto realizado en laboratorios clandestinos.
Los medicamentos más adulterados o que más ingresan de contrabando son, por lo general, los farmacéuticos: acetaminofén, analgésicos, medicamentos de origen natural, suplementos alimenticios y dietarios, potenciadores sexuales y aspirinas. Un dato inquietante: hay adulteración de medicamentos para enfermedades tan graves como el cáncer.
Facilitar el contrabando, o la corrupción de alimentos, son delitos que implican penas irrisorias para el daño y la muerte.
La situación es alarmante, ya que cerca del 33 por ciento de los medicamentos que se distribuyen son adulterados.