Tp espacios

Trabajo práctico
Espacios de la memoria personal

Era un paisaje tan maravilloso que con tal solo verlo te gustaría estar todos los días de verano allí, sus atardeceres con el sol tan brillante en el centro de dos rocas enormes que cortan un poquito de luz, increíbles para hacer escalada y para pasar un buen rato con los amigos una pequeña playa con un cristalino mar en el que pasar una buena tarde nadando o pescando, desde luego, este lugar produce una sensación de tranquilidad que nos recuerda al verano.
Cerca hay un bosque, hay pinos que se mezclan con una gran variedad de árboles, algunos reconocibles y otros completamente desconocidos. El suelo baja en pendiente, cosa no muy agradable porque provoca sensación de encierro. Prefiero estar en lo alto, desde donde puede verse este hermoso conjunto de situaciones.
Es un pueblo hermoso, lleno de hospitalidad, frío y colmado de tradiciones. La gente es muy amable y no teme en invitarte a pasar a su casa a compartir un momento entre mates y dulces. Las mujeres visten sus trajes hechos a mano, con brillantes colores y faldas bordadas de flores. Las casas se decoran interiormente con mantas de lana y cuadros bordados.
De vez en cuando, me gusta aislarme un poco, hace unos años escogí un árbol, un sauce no muy alto, aunque colocado en un bosque con otros sauces, de modo que pueda ocultarme entre las largas ramas colgantes. Es un lugar donde encuentro calma, paz y serenidad. Lo trepo utilizando las ramas más fuertes, cerca del tronco, donde me encuentro con la bifurcación que me sirve de cama. Generalmente tardo un rato, pero consigo colocar mi pequeño almohada, que llevo conmigo a todos lados, en una posición relativamente cómoda para apreciar el paisaje.
Conforme cae la noche, la temperatura baja en picada pero me siento acogido por la calidez del árbol.
Es un lugar que quien lo visite nunca lo olvidará, es de esos sitios que se quedan grabados en la memoria. Un conjunto de sensaciones, olores, sabores, paisajes y tradiciones que se quedan plasmados por siempre en nuestra mente y nuestro corazón.







Espacios de saber y de poder Alumnas: Laura Asta, María Belén Silva