Toma de Decisiones Proyecto final 1

October 12, 2017 | Autor: Mariana Huanaco | Categoría: Psicología Social
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Descripción

Sexto grado
7:09
min
BORRADOR DEL PROYECTO: TOMA DE DECISIONES.
Aprendizaje y Conducta Adaptativa (Prácticas).
Profesora: Patricia Romero Sánchez.
Grupo: 4108.
Alumnos:
Huanaco Rivera Mariana.
Toriz Islas María Fernanda.
Velasco Peña Carlos Jair.
Venegas Chicas Luis Ricardo.
RESUMEN
Diariamente nos vemos obligados a tomar miles de decisiones, incluso tomamos decisiones cuando no estamos conscientes de ellos, sin embargo, existen decisiones de las que somos conscientes y se convierten en situaciones importantes para nuestra vida, para el futuro de esta y probablemente para el de otras personas a nuestro alrededor.
Podemos hacer juicios antes de tomar alguna decisión, probablemente aquí interviene una parte subjetiva en la que nosotros mismos asignamos valores a las situaciones que se nos presentan.
Para conocer un poco más lo que conlleva una toma de decisiones que es consciente, aplicaremos un experimento a niños con rango de edad de los 6 a los 7 años seis meses y a niños de 11 a 12 años 6 meses. Se observará el tiempo que les toma llevar a cabo una decisión y las actividades en las que enfocan su atención a cambio de recibir una gratificación pequeña al instante o esperar un poco más de tiempo para recibir una gratificación mayor.
Los elementos que intervienen en esta decisión pueden ser múltiples y diferentes para los dos rangos de edad que hemos escogido. La aplicación está prevista para 16 niños escolares del Distrito Federal divididos en dos grupos, uno de 8 niños y niñas de edades entre 6 y 7 años y seis meses de edad y otro grupo de 8 niños y niñas de entre 11 y 12 años y seis meses de edad.
INTRODUCCIÓN
Las decisiones se presentan en todos los niveles de la sociedad, sean de mayor o menor incidencia y en todas las etapas de nuestra vida. A menudo todas las personas tienen que adoptar cada día una serie de decisiones. Algunas decisiones precisan de una profunda reflexión, mientras que otras son prácticamente automáticas. Las decisiones de cada uno están vinculadas a los objetivos que se pretendan conseguir, y así, cuando se conocen las consecuencias de cada alternativa, la adopción de una solución determinada resulta una tarea sencilla. Una vez que se conoce a donde se quiere llegar, el problema se reduce a seleccionar los medios que le conduzcan a ese lugar (Moody, 1991).
En algunos casos, la toma de decisiones está inmersa en la incertidumbre, ya que no hay nada que garantice que las condiciones en las que se tomó la decisión sigan siendo las mismas, ya que estamos en un medio que cambia constantemente; aunque las que se toman sin previo análisis, al azar, están más expuestas que aquellas que siguen el proceso adecuado; en otros casos las condiciones a las que se somete una decisión es más o menos predecible. Sin embargo "constantemente optaremos por el curso de acción que consideremos lo "suficientemente bueno" a la luz de las circunstancias dadas en ese momento" (Moody, 1991).
Toda toma de decisión implica un riesgo, siempre es importante valorar todas las partes, en este caso intervienen factores como la renuncia y la responsabilidad. La renuncia es porque en el mismo momento que optamos por una alternativa (decisión) estamos renunciando a posibles ventajas de otras opciones y finalmente con responsabilidad, quien toma una decisión debe aceptar la responsabilidad de sus consecuencias (Martínez Clares, 2008).
En la toma de decisiones, hay algunas que toman mayor relevancia que otras, tal es el caso de algunas en las que se recibe algún tipo de gratificación, mayor o menor, después de esperar un tiempo (retraso de la gratificación). Ese proceso exige un cierto grado de subjetividad, debido a que cada quien le otorga valores distintos a las opciones sobre las cuales se debe tomar una decisión. Para la mayor parte de las decisiones, no existe una opción perfecta que sea seleccionada por todas las personas. Conforme a la teoría de la utilidad subjetiva esperada, solo necesitamos saber las utilidades subjetivas esperadas de la persona (Sternberg, 2011)
El retraso de la gratificación es un término psicológico refiriéndose a la capacidad de una persona a esperar y retrasar una recompensa a corto plazo con el fin de obtener un estímulo mayor más adelante. También se llama autocontrol, fuerza de voluntad y control de los impulsos. El desarrollo de este rasgo es importante ya que el autocontrol es un contribuyente importante para el éxito. (Putnam et al. ,2002).
El hecho de poder esperar o no a tener una gratificación tiene que ver con la satisfacción que esto implique. En esta estrategia consideramos las opciones una tras otra y luego seleccionamos una tan pronto encontremos que es satisfactoria o lo suficientemente buena para alcanzar un nivel mínimo de aceptación (Sternberg, 2011)
El retraso de la gratificación comienza a desarrollarse en la infancia. Naturalmente, los niños no tienen la capacidad de esperar y retrasar esta capacidad. Sin embargo, la orientación por parte de los padres y maestros, miembros de la familia extendida y otros les ayuda a desarrollar el autocontrol. Los niños que han sido instruidos con directrices claras, por ejemplo, "No puedes tener galleta antes de que te termines tus verduras", desarrolla más autocontrol que aquellos que no las reciben. Los límites y su aplicación constante son clave en el retraso del desarrollo de la gratificación (Putnam et al. ,2002). Ahora bien, aun cuando la capacidad para postergar la gratificación se sigue desarrollando a lo largo de la vida, los primeros ocho o nueve años parecen ser de fundamental importancia en este proceso ya que constituyen el periodo crítico para el desarrollo de esta capacidad (Raffaelli, Crockett&Shen, 2005).
Por otro lado en el caso de preadolescentes (10-12 años) y adolescentes, a pesar de que están más conscientes de sí mismos, que los niños pequeños, aun no se han desarrollado emocionalmente y físicamente, para tener un fuerte autocontrol. Un adolescente tiene una corteza prefrontal subdesarrollada, el área del cerebro responsable de la función ejecutiva. Esta función incluye la capacidad de toma de decisiones, el entendimiento de las consecuencias futuras del comportamiento actual, el establecimiento de metras y el control social. La función de ejecución es esencialmente autocontrol. Con una corteza prefrontal subdesarrollada, los pre y adolescentes están en desventaja en la práctica del retraso de la gratificación. Sin embargo, no es completamente imposible el desarrollo de autocontrol a esta edad, los límites vuelven a ser el medio para el desarrollo del autocontrol (Gerhand, 1999).
Al parecer las nuevas generaciones prefieren las gratificaciones inmediatas debido al creciente desarrollo de las tecnologías que facilitan y aceleran las recompensas, todo esto con el menor esfuerzo.
Saber si existe el autocontrol en niños de diferentes edades y observar las actividades en las que enfocan su atención durante una prueba en la que se les ofrece una gratificación, nos da una idea de lo que estos niños entienden por recompensa y el valor que le dan. Todo esto con el motivo de conocer conductas en las que un niño puede centrar su atención a la hora de tomar una decisión que le conviene y los factores que intervienen para su esperada o inesperada decisión.
OBJETIVO
Comparar los resultados (el tiempo y las actividades en las que enfocan su atención) entre escolares de primer grado y sexto grado de primaria en cuanto a toma de decisiones respecto a una pequeña gratificación inmediata o una gratificación mayor en un lapso mayor de tiempo.
MÉTODO
Participantes.
Son 12 niños y niñas repartidos en dos grupos. Un primer grupo de 6 niños y niñas de entre 6 y 7 años y seis meses de edad y un segundo grupo de entre 11 y 12 años y seis meses de edad. El primer grupo abarca niños de primer grado de primaria y el segundo de sexto grado de primaria.
Nuestra base será el "Test del Marshmallow", este instrumento que fue diseñado por Mischel y Ebbesen (1970) para población preescolar, sin embargo, haremos las modificaciones necesarias para nuestro experimento, empezaremos por las edades, ya que utilizaremos escolares en lugar de preescolares.
La primera sesión será individual con los padres o el tutor de cada niño para informar sobre el experimento solicitar el permiso de hacer partícipe al niño como miembro del experimento y por supuesto con la aprobación del mismo.
Instrumentos.
Llevaremos a cabo el experimento en un salón lo más libre de distracciones posibles, tendremos una cámara que registre la actividad de los niños durante el tiempo del experimento. Para la gratificación utilizaremos un pastelillo de chocolate, por lo tanto necesitaremos en promedio 16 paquetes de pastelillos de chocolate.
PROCEDIMIENTO
Unas semanas antes del experimento nos presentamos con cada niño y sus padres o tutores para plantear la posibilidad de formar parte del experimento e informar las características y objetivos del mismo. En caso de aceptar, presentaremos las condiciones del experimento por escrito, el permiso y una encuesta que debe ser llenada por los padres.
Durante esa primer sesión nos iremos familiarizando con los niños para que nos otorguen un poco de confianza y poder tener una mayor disposición de su parte el día del experimento.
Una vez obtenidos todos los permisos pasaremos a llevar a cabo el experimento, hemos seleccionado un lugar libre de distractores en donde llevaremos a cada uno de los niños en diferentes días.
Una cámara que será previamente colocada estará presenta grabando cada experimento, en el mismo cuarto ya estarán colocadas una mesa y dos sillas. El experimentador entrará y le hará la plática al participante procurando distraerlo de la tensión del experimento:
Se le presenta una campana al niño y se le informa lo siguiente:
-Voy a tener que salir un momento de la habitación, si deseas que vuelva antes, solo tienes que sonar la campana y yo regresaré de inmediato.
Se hace un ensayo para que la instrucción quede clara, en caso de que no haya quedado clara se vuelven a dar las instrucciones.
A continuación presentará el pastelillo en un plato y lo dejará sobre la mesa, después se harán las siguientes preguntas:
-¿Te gustaría recibir dos de estos pastelillos?
Se espera que los niños respondan que sí, para continuar con el experimento dando las siguientes indicaciones:
-Entonces vamos a hacer lo siguiente, tengo que salir nuevamente, pero si esperas a que yo regrese sin que suenes la campana y veo que no has comido o probado aunque sea un poco el pastelillo te otorgaré este y otro pastelillo. ¿Estás de acuerdo?
-Ahora bien, si tocas la campana para que yo regrese antes o si regreso y has comido del pastelillo aunque sea un poco no podré darte otro pastelillo. ¿Estás de acuerdo?
-Bien, ahora dime, ¿qué pasa si regreso y no has comido nada de este pastelillo?
Se espera que el niño responda correctamente a las instrucciones dadas previamente. En caso contrario se vuelven a dar las instrucciones.
-Y, ¿Qué pasa si regreso y has comido del pastelillo?
Se espera que el niño responda correctamente a las instrucciones dadas previamente. En caso contrario se vuelven a dar las instrucciones.
-Por último, ¿qué pasa si haces sonar la campana para que regrese antes?
Una vez claras las instrucciones se pasa a llevar a cabo la prueba principal, el experimentador deja el pastelillo sobre la mesa y sale del cuarto. El experimentador saldrá del cuarto 8 minutos y a partir de que sale se empieza a contar el tiempo, se estará al pendiente del sonido de la campana.
El experimentador regresará al cuarto después de los 8 minutos o antes si es que se ha hecho sonar la campana. En cuanto el experimentador entra al cuarto realizan las siguientes preguntas y observaciones:
Al entrar, el experimentador centrará su atención el pastelillo, localizará si está intacto o no y distraerá al niño un momento del pastelillo con la misma platica que se hizo al principio del experimento.
A continuación se le pregunta al niño:
-¿Sabes qué has ganado?
Se espera que el niño responda con sinceridad sobre el resultado.
El experimentador apoyará o corregirá su respuesta de manera cordial y hará entrega de la gratificación o únicamente del primer pastelillo.
Lo que buscamos es conocer las diferencias principales que tienen estos dos grupos de niños, es decir, los tiempos que manejan si es que no llegan a los ocho minutos sin consumir la gratificación y las actividades en las que enfocan su atención.
RESULTADOS
En cuanto a la parte cuantitativa, en la que queríamos conocer los tiempos de espera en los dos grupos encontramos lo siguientes resultaos.
En el primer grupo de niños de 6 a 7 años con seis meses encontramos los siguientes resultados en cuanto al tiempo de espera para la gratificación.



Sujeto
Autocontrol
No autocontrol
Tiempo (min)
Edad
Sujeto 1
x
 
08:00
6 años/3 meses
Sujeto2
x
 
08:00
6 años/6 meses
Sujeto 3
x
 
08:00
7 años/2 meses
Sujeto 4
x
 
08:00
6 años/4 meses
Sujeto 5
 
x
04:56
6 años/1 mes
Sujeto 6
 
x
05:30
7 años

EL el segundo grupo de niños de 11 a 12 años con seis meses que correpondían a sexto de primeria encontramos los siguientes resultados respecto a el tiempo de espera para la gratificación.
Sujeto
Autocontrol
No autocontrol
Tiempo (min)
Edad
Sujeto 1
X
 
08:00
12/ 4 meses
Sujeto2
 
X
03:45
12/ 2 meses
Sujeto 3
X
 
08:00
11/ 9 meses
Sujeto 4
 
X
07:14
11/ 1 mes
Sujeto 5
X
 
08:00
11
Sujeto 6
X
 
08:00
11/ 9 meses

A continuación se muestra una gráfica con el promedio de los tiempos de los dos grupos, estos datos no reflejan una diferencia importante, sin embargo es importante tenerlos en cuenta.
7:04
7:04
En cuanto a los resultados cualitativos, en donde queríamos conocer las actividades en las que los niños enfocan su atención durante el experimento obtuvimos los siguientes datos.
En el grupo correspondiente a primer grado de primaria, encontramos lo siguiente:
Nombre: Mireya Román Macero

Edad: 6 años 3 meses

Hubo autocontrol: Sí. 8 minutos

Se muestra muy atenta a las instrucciones, pregunta sí es verdad que le daré dos pastelitos si ella se mantiene en calma le respondo que sí y continua tranquila.

Durante los primeros minutos de la prueba se queda mirando el pastelito fijamente, hasta que decide tomarlo por un momento, lo vuelve a dejar; repite el mismo procedimiento aproximadamente 7 veces, pero sin comerlo ni tan siquiera una sola mordida.

Se recostó unos minutos sobre el escritorio, miro a su entorno y posteriormente jugó con sus manos.


Nombre: Marcela Carvajal Méndez

Edad: 6 años 6 meses

Hubo autocontrol: Sí. 8 minutos

Puso atención a las instrucciones desde un principio, comento que le gustaba mucho el chocolate pero que se esperaría si no me tardaba.

Los siguientes 4 minutos observó el pastelito y lo puso alejado de ella, dio vueltas en la silla y miro todo el entorno hasta que prefirió caminar por unos minutos. Finalmente resistió los 8 minutos y su expresión denotaba que su esfuerzo había valido la pena.


Nombre: Néstor Javier Correa Alba.
Edad: 7 años 2 meses

Hubo autocontrol: Sí. 8 minutos

Cuando se le dieron las indicaciones del ensayo no puso mucha atención, le pregunte si había entendido bien y no supo responderme, hasta que se las dije una vez más y estuvo de acuerdo.
Se mostró impaciente los primeros 5 minutos y medio, miraba fijamente el pastelito pero nunca lo toco, jugó con sus manos aproximadamente 1 minuto y finalmente comenzó a cantar recostado en el escritorio, hasta que pasaron los 8 minutos.

Nombre: Florencia Vargas Ángeles.
Edad: 6 años 4 meses
Hubo autocontrol: Sí. 8 minutos.

Al principio de la prueba, preguntó si me iría por mucho tiempo, le comente que tendría que esperar y que cumpliría con darle dos pastelitos, finalmente me dijo –"está bien".

Durante los primeros 3 minutos dio vueltas en la silla mirando todo el entorno, se levantó a caminar por otros 2 minutos y medio y se sentó en el piso para no ver el pastelito. Su táctica funcionó y pasados los 8 minutos recibió la recompensa.


Nombre: Javier Hernández Méndez
Edad: 6 años 1 mes

Hubo autocontrol: No. Se comió el pastelito a los 4 minutos con 56 segundos

Desde que le dí las instrucciones del ensayo se mostró muy impaciente ya que ni siquiera quería sentarse. Posteriormente cuando entendió que le daría dos pastelitos si se esperaba mientras salía por un momento, tomo asiento y se recostó en el escritorio.

Así mismo toco el pastelito los primeros 3 minutos, sin comérselo, se levanto a ver a su alrededor por 1 minuto hasta que finalmente regresa al escritorio y se come la mitad del pastelito, al principio tuvo sus dudas pero terminó por saborear el pastelillo antes de tiempo.


Nombre: Joaquín Romero Alcántara
Edad: 7 años.
Hubo autocontrol: No. Se comió el pastelito a los 5 minutos con 30 segundos.

Se muestra muy impaciente desde las instrucciones, comienza a caminar en círculos por todo el lugar viendo hacia el techo, después se sienta por unos minutos juega con sus manos y da vueltas en la silla, se paró a mirar el entorno, le dio una mordida al pastelito lo dejo por unos minutos, se volvió a sentar.

Cuando regreso a la silla comenzó a mostrar mucha inquietud en sus piernas porque pateaba el escritorio, finalmente se comió lo que le quedaba de pastelito y salió del salón diciendo que ya se lo había terminado.

Al analizar las actividades en las que enfocan su atención los niños del grupo de sexto año, encontramos lo siguiente:

Nombre: Rebeca Guzmán Gómez
Edad: 11 años
Hubo autocontrol: Sí. 8 minutos sin comerse nada.
En su caso inicialmente concentro su atención en la puerta, después la desvió a los muros y techo y finalmente a la mesa a observar el pastelillo durante medio minuto, posteriormente saco su celular y se entretuvo un rato y después miro de nuevo la mesa, hasta que pasaron los 8 minutos.

Nombre: Roberto Hernández Hernández.
Edad: 11 años
Hubo autocontrol: Sí. 8 minutos sin comerse nada.
Inicialmente miró constantemente hacia la puerta esperando a que regresara, después centro su atención viendo sus dedos, tronándolos, viendo al pastelillo, jugándolo, lo regresó, reposó su mirada hacia el techo y entrelazo sus dedos, volvió a ver hacia la puerta.

Nombre: Gabriel Valencia Toriz
Edad: 11 años
Hubo autocontrol: No. Al minuto 7:14 tomó un pedazo del pastelillo.
Al principio volteaba a todos lados, jugaba con el plato en el que se le fue presentado el chocolate. Olía el chocolate, lo tocaba, lo tomaba por segundos, luego lo dejaba en el plato. Al minuto 4 dejó de interactuar con el chocolate, de repente lo volteaba a ver, comenzó a cantar.
Al minuto 7:14, el niño tomó un pedazo del chocolate, lo mordió, y el pequeño pedazo que le quedo de aquella mordida lo volvió a colocar en el plato.

Nombre: Camila Mathob Páez Ramírez.
Edad: 11 años
Hubo autocontrol: Si, 8 minutos sin comer nada.
Interactuó muy poco tiempo con el chocolate, alrededor de 30 segundos. Lo tocaba, le daba vuelta mientras lo veía desde diferentes ángulos, hasta que lo dejó de vuelta en el plato en el que se le presento.
Los siguientes minutos jugueteaba con sus manos, movía las piernas y pies, recargaba la barbilla en la mesa mientras observaba la puerta, los muros, los pocos adornos que se encontraban en la habitación e intentaba no mirar el chocolate. El último minuto y medio la pasó sentada con los brazos cruzados sobre la mesa y su rostro recargado en ellos.

Nombre: Diana Elizabeth Venegas Contreras.
Edad: 12 años.
Hubo autocontrol: Sí. 8 minutos.
Se mostró muy tranquila durante todo el experimento, miraba alrededor, más tarde comenzó a jugar un poco con sus dedos, seguía mirando alrededor, suspiraba y por último se quedó cruzada de brazos hasta que entré.
Nombre: María Fernanda Lechuga Venegas.
Edad: 12 años
Hubo autocontrol: No. Al minuto 3:45 se comió el pastelillo.
Se mostró algo ansiosa desde las instrucciones, me comentó que le encantaba el pastelillo y en cuanto me salí comenzó a jugar con el plato, no dejaba de ver el pastelillo, lo tomó una sola vez y esa vez le dio una mordida, esto a los 3 minutos con 45 segundos.
ANÁLISIS DE DATOS
En cuanto a la parte cuantitativa, hemos encontrado que el promedio de los diferentes tiempos de espera no es realmente significativo, ya que varían por solo 5 segundos y es el grupo de sexto de primaria el que marca la ligera tendencia a esperar más por la gratificación.
Por otro lado, en cuanto a las acciones en las que enfocan su atención durante el experimento, pudimos observar que los niños del primer grupo, es decir, los niños de primer grado de primaria, tienden a pasearse alrededor del escritorio durante la prueba y al parecer esto les hace poder controlar las ganas de comer el pastelillo. Por otro lado, los niños del segundo grupo, de sexto grado de primaria, lograban, en su mayoría resistir a la tentación sin tener que levantarse de su asiento, este grupo enfocaba su atención a mirar todo lo que había alrededor y enfocar su atención en la puerta para no perder detalle de la llegada del experimentador.
AL analizar a los dos grupos en conjunto, observamos que los niños de ambos grupos que no pudieron esperar el tiempo necesario para la gratificación, eran niños que se mostraban ansiosos desde la explicación y parecían no entender bien las indicaciones por la misma ansiedad que estaban generando.
DISCUSIONES
Los resultados sugieren que no existe diferencia en un mayor o menor autocontrol en niños de sexto (11 a 12 años con seis meses) y de primer grado (de 6 a 7 años con seis meses), y tampoco existe diferencias en los tiempos de espera en el que deciden consumir la gratificación. Inicialmente nosotros esperábamos lo que los niños de 11 a 12 años con seis meses tuvieran un mayor autocontrol, con respecto a los de 6 a 7 años con seis meses .Pero estos resultados coinciden con lo que mencionan algunos autores como Gerhand (1999) que dice que los preadolescentes (10-12 años) y adolescentes, a pesar de que están más conscientes de sí mismos, que los niños pequeños, aun no se han desarrollado emocionalmente y físicamente, para tener un fuerte autocontrol. Un adolescente tiene una corteza prefrontal subdesarrollada, el área del cerebro responsable de la función ejecutiva, en la que se toman las decisiones.
El autocontrol es un constructo complejo y hace referencia a un conjunto de habilidades cognitivo-emocionales, en los preadolescentes al igual que en los niños se ha visto, que estos aun no tienen un total control del impulso, sentimientos de irritabilidad, ansiedad, melancolía y también emociones positivas (Serreno y García, 2010) .De hecho se ha visto que los preadolescentes reacciona en muchas ocasiones de forma impulsiva y poco consiente, a pesar de las consecuencias que puede traerles. Es quizás por esta razón que no encontramos diferencias en el autocontrol en niños y preadolescentes, ya que comparten niveles de conciencia de algunas características cognitivo-emocionales, ya que en los preadolescentes se está explorando como regularlas, pero no tienen un control total.
Finalmente además de las habilidades cognitivas de los niños y preadolescentes, el autocontrol también tiene una fuerte influencia del ambiente. A través de los procesos de aprendizaje implicados en la crianza, se determina la inhibición de respuestas rápidas, referentes en el reportorio conductual, y que producen más satisfacción o gratificación en el momento, y la puesta en marcha de conductas elegidas intencionalmente (López y Freixinios, 2003).Es decir, la crianza en el hogar, y el contexto social en el que te desenvuelves es una determinante valiosa, a la hora de decidir entre una gratificación a corto plazo o una meta más valiosa a largo plazo. Un estudio de éstos incluyendo otro tipo de variantes sociales, como las económicas podrían hacer la investigación más interesantes
CONCLUSIONES
No se encontraron diferencias significativas respecto al tiempo de espera y autocontrol en niños y preadolescentes. Tanto los niños de entre 7 y 8 años con seis meses como los de 11 a 12 años con seis meses mostraron un autocontrol similar con respecto al tiempo de espera, y la obtención de la mayor gratificación. En ambos grupos, dos de los participantes no presentaron autocontrol y además presentan un tiempo de espera similar. Y esto se debe a que presentan algunas habilidades cognitivas-emocionales a la hora de hacer toma de decisiones.
En cuanto a las actividades en las que enfocan su atención durante la prueba para resistir a la tentación, encontramos que a pesar de no existir una diferencia significativa en cuanto al número de niños que esperó para la gratificación mayor ni el tiempo, encontramos que niños de primer grado y sexto grado de primaria tienen diferentes conductas para inhibir las ganas de obtener la recompensa inmediata. Las conductas de los niños de primer grado son más libres, en cuanto a los niños de sexto, pudimos encontrar una mayor rigidez en cuanto a sus conductas y a la manera en que afrontan esta decisión.
BIBLIOGRAFÍA
Crockett, L. J.,Raffaelli, M. & Shen, Y. 2006. Linking Self-Regulation and Risk Proneness to Risky Sexual Behavior: Pathways through Peer Pressure and Early Substance Use. Journal of Research on Adolescence (Blackwell Publishing Limited), 16(4): 503-525.
Moody P.1991. Toma de Decisiones Gerenciales. Capítulo 2. Editorial Mc Graw Hill. 20-59 pp
Putnam, S., Spritz ,B., Stifter, C. 2002 Mother–Child Coregulation During Delay of Grati cation at 30 Months .Infancy, 3(2), 209–225
Gerhand S.1999 The prefrontal cortex executive and cognitive functions. Brain (5): 994-99
Sternberg, R. J. (2011). Psicología cognoscitiva. México, D.F. Cengage Learning.
Martínez Clares, P. (2008). La importancia de la toma de decisions. Glosario de términos, 234-236.
López, C. y Freixinios, M.203. Retardo de la gratificación y autocontrol en jóvenes antisociales:Características asociadas al género. Psicopatología clínica legar y forense. 3(3):7-21
nteligencia emocional: autocontrol en adolescentes estudiantes del último año de secundaria
Serrano, M. y García, D. 2010.Inteligencia emocional: autocontrol en adolescentes estudiantes del último año de secundaria. Revista: Multiciencias 10(3)


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