Tiempos difíciles. Blas Taracena Aguirre, depuración y ascenso a director del Museo Arqueológico Nacional (1936-40) [Hard Times. Blas Taracena Aguirre, purge and promotion as director of the National Archaeological Museum (1936-40)]

June 3, 2017 | Autor: A. Mederos Martin | Categoría: History of Archaeology, Historia de la Arqueología
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Descripción

Navigare necesse est estudios en homenaje a josé maría luzón nogué

Navigare necesse est Estudios en homenaje a José María Luzón Nogué

Edición de:

Jorge García Sánchez Irene Mañas Romero Fabiola Salcedo Garcés

Título: Navigare necesse est. Estudios en homenaje a José María Luzón Nogué García Sánchez, Jorge; Mañas Romero, Irene; Salcedo Garcés, Fabiola (eds.) Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2015. 29,7 x 21 cm, 597 pp. I.S.B.N.: 978-84-608-2272-1

Edita Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Geografía e Historia Avenida Profesor Aranguren s/n. Ciudad Universitaria 28040 Madrid Cubierta Pequeña nave en bronce procedente de Cerdeña, Cultura nurágica, ss. X-VIII a. C. Museo Archeologico Nazionale di Cagliari. Diseño, maquetación y corrección Elisa Borsari y Ronda Vázquez Martí © Universidad Complutense de Madrid © de los textos: sus autores Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización expresa de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. I.S.B.N.: 978-84-608-2272-1 Depósito legal: M-29647-2015 Impresión y encuadernación Artes Gráficas Rejas. Mérida. Impreso en España (Unión Europea)

José María Luzón Nogué (Foto: Karin Faber, septiembre 2015)

Tiempos difíciles. Blas Taracena Aguirre, depuración y ascenso a director del Museo Arqueológico Nacional Alfredo Mederos Martín Universidad Autónoma de Madrid

Introducción

B

las Taracena Aguirre nació en Soria el 1 de diciembre de 1895.1 Era sobrino del miembro permanente de la Comisión para las excavaciones en la ciudad celtibérica de Numancia y secretario de la Comisión de Monumentos Provinciales de Soria, el abogado Mariano Granados y Campos, quien había sido el principal impulsor de la reanudación de las excavaciones. El abuelo materno, Lorenzo Aguirre, abogado, historiador y numólogo, había colaborado con Eduardo Saavedra en las campañas de 1860-66.2 Su padre, Blas Taracena Ispizúa, había nacido en Alcalá la Real (Jaén), funcionario,3 y era una persona importante en la ciudad como interventor del Ayuntamiento de Soria y en particular como subdirector de la Caja de Ahorros.4 La madre, Enriqueta Aguirre Hercilla, era natural de Torrecilla (Soria). Su abuelo paterno, Blas Taracena Martínez, nacido en Almazán (Soria), estudió derecho en la Universidad Central y marchó a Jaén fue juez y allí se casó con su abuela.5 Asistió primero a la escuela de Ricardo España en la calle de la Aduana hasta 1905.6 Cuando comenzaron las excavaciones de Numancia en 1906 ya tenía 10 años y era estudiante de Bachillerato en el Instituto General y Técnico de Soria donde permaneció entre 1905-11, por lo que resulta difícil pensar que Taracena no participó en alguna de las campañas arqueológicas durante sus vacaciones de verano, tal como ha sido sugerido por Gómez-Barrera,7 quizás en sus últimos años de bachillerato. Al menos sabemos que visitaba el yacimiento con su tío Mariano Granados, al que también acom1. Tudela, 1951: 473; Almagro Basch, 1951: 271; Ruiz Cabria-

da 1958: 981; Pasamar y Peiró, 2002: 609.

2. Tudela, 1951: 474. 3. Archivo General de la Administración (A partir de ahora,

AGA) 31/4644.

4. Beltrán, 1951: 38. 5. AGA 31/4644. 6. Tudela, 1951: 473. 7. Gómez-Barrera, 2008: 460.

pañaba a veces en las tertulias que se celebraban en el Casino de Soria o en la librería de Rioja, donde participaban otros miembros de la Comisión Provincial de Monumentos.8 A los 15 años marchó a Madrid a estudiar Filosofía y Letras y se licenció con sobresaliente el 5 de febrero de 1914, con 18 años recién cumplidos en diciembre. En julio de 1915, con 19 años, sacó la oposición al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos con el puesto número 14, siendo designado el 23 de julio de 1915 para las plazas de Archivero Coleccionador en el Museo Numantino y de Archivero Bibliotecario en el Instituto General y Técnico de Soria.9 Un año después, en agosto de 1916, fue nombrado Director del Museo Numantino y vocal de la Comisión que excavaba en Numancia con sólo 20 años,10 sustituyendo al director interino, Eugenio Moreno Ayora, aunque según su expediente personal el nombramiento en julio de 1915 era ya de director del museo.11 Entre el 1 de julio de 1919 y el 14 de enero de 1920 ocupó el puesto de Jefe de la Biblioteca Provincial de Soria.12 Para potenciar su trayectoria científica, José Ramón Mélida, director de las excavaciones de Numancia, le permitió co-firmar las memorias de excavaciones en Numancia a partir de 1919, con 23 años, mucho antes que con Macías en Mérida,13 siendo elegido en 1919 también como Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a la que pertenecía Mélida (Fig. 1). Por otra parte, le cedió como tema de estudio para su tesis doctoral14 el material arqueológico más interesante de Numancia, las cerámicas pintadas que ya 8. Tudela, 1951: 474. 9. AGA 31/4644; Ruiz Cabriada, 1958: 981. 10. Gómez-Barrera, 2008: 453, n. 46, 454. 11. AGA 31/4644. 12. AGA 31/4644. 13. Mélida y Taracena, 1920, 1921 y 1923; Mélida et al., 1924. 14. Taracena, 1924.

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había tratado en Congreso Escuela Obermaier Escuela Bosch Escuela Mélida Escuela Gómez Madrid Barcelona Madrid Moreno Madrid un trabajo monoIV Congreso Obermaier Bosch Gimpera, Mélida, Gómez-Moreno 15 gráfico y del que Internacional Arqueología secretario vicepresidente Ferrandis pensaba elaborar Barcelona 1929 Álvarez-Ossorio Taracena una monografía en Bosch Gimpera Mélida (invitado Mergelina la que trabajaba en V Congreso Internacional Obermaier J.C. Serra Ràfols no asiste) el verano de 1918, Arqueología Argel 1930 Taracena “una memoria so- Consejo Permanente Obermaier Bosch Gimpera Taracena bre la cerámica UISPP, París 1931 J.C. Serra Ràfols Bosch Gimpera Mélida (invitado cuya colección es Congreso Internacional Obermaier no asiste) ya numerosísima y Ciencias Pre y Protohistóricas, Londres sus pinturas tema 1932 inagotable”,16 pues Congreso Prehistoria Obermaier (invitado Bosch Gimpera, Taracena presidente (invitado no consideraba que “la Mediterráneo Occidental, no asiste) Martínez Santa-Olalla J.C. Serra Ràfols asiste) colección cerámi- Barcelona 1935 Pericot ca del Museo nuCastillo mantino es la más Colominas García y Bellido Bosch Gimpera Taracena importante del arte Consejo Permanente UISPP, Copenhague 1948 (elección) (México) 17 ibérico”. J.C. Serra Ràfols Se ha planteado Pericot que Taracena, una (elección) Almagro Basch Bosch Gimpera Taracena vez leída su tesis, III Congreso (México) se pasó al grupo de Internacional Ciencias Pre y Protohistóricas, J.C. Serra Ràfols Gómez-Moreno, 18 Zurich 1950 (previsto en (no dinero CSIC) colaborando con Budapest 1940 y 1949) Pericot García y Bellido Bosch Gimpera él,19 lo que incluso Consejo Permanente Almagro Basch (México) habría provocado la UISPP, Namur 1952 (elección por muerte J.C. Serra Ràfols (no paralización de las Taracena) dinero ni pasaporte) campañas en NuPericot García y Bellido Pericot, presidencia Taracena (prevista mancia después de IV Congreso Beltrán, secretario presidencia) 1923.20 Esta hipó- Internacional Ciencias Pre Almagro Basch y Protohistóricas, Madrid Martínez Santa-Olalla Bosch Gimpera tesis es discutible y 1954 (Madrid frente a (México, invitado no ya se han planteado Roma, 22 votos contra 11 asiste) en Zurich, 1950) J.C. Serra Ràfols algunas dudas por 21 Gómez-Barreda. Tabla 1. Prehistoriadores y arqueólogos con representación oficial, cubriendo el gobierno español los gastos de desplazamiento y estanRealmente, de cia, en congresos internacionales entre 1929-54. momento, no hay ningún dato escrito que lo apoye, sino más bien todo lo desinteresados consejos”. El artículo citado trata de un contrario. La tesis de Taracena (1924) estaba dedicada trabajo epigráfico de colaboración de sólo 3 páginas soa Mélida y Gómez-Moreno, pero sobre Mélida indica bre una inscripción procedente de Barcebalejo entregaque “despertó y guió mi afición a estos estudios”, mienda al Museo de Soria, y resulta lógica la coautoría, pues le pedía regularmente opinión, como también lo hacía tras que a Gómez-Moreno le agradece “sus constantes y sobre inscripciones de Mérida el propio Mélida, y probablemente el estudio es todo de Gómez-Moreno. Por 15. Mélida, 1908: 118-142. otra parte, Taracena seguía colaborando con Mélida, y 16. Mélida, 9-9-1918; Caballero y Álvarez, 2011: 150 n.º 208. 17. Mélida, 1908: 141. levantó la planimetría de Medinaceli donde Mélida ex18. Díaz-Andreu, 2004: XV, XCVIII, CIII, CXXIX y 2008: 125. cavó en 1925.22 Ese año Mélida publicó un comentario 19. Taracena y Gómez-Moreno, 1924. 20. Díaz-Andreu, 2004: XV, CXXIX. 21. Gómez-Barrera, 2008: 459; Mederos, 2013: 201.

22. Mélida, 1926: 14, lám. 9.

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navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué Fig. 1. José Ramón Melida Alinari. Museo Arqueológico Nacional. Fig. 2. Hugo Obermaier. Instituto Valencia de Don Juan. Fig. 3. Pedro Bosch Gimpera. Museu d’Arqueologia de Catalunya.

de la tesis de Taracena, que califica de “trabajo sólido y utilísimo” y vuelve a insistir que “entre las colecciones del Museo Numantino […] la cerámica es no sólo lo más abundante sino lo más interesante”.23

El prestigio social y profesional de Blas Taracena entre 1925-35

La segunda mitad de los años veinte y la primera mitad de los años treinta marcan la consolidación profesional de Taracena. Esta consolidación fue no sólo en la ciudad de Soria, sino también como arqueólogo profesional, siendo incluido desde 1929 en los principales comités de los congresos arqueológicos internacionales (tabla 1), un aspecto fundamental para comprender luego su ascenso a la dirección del Museo Arqueológico Nacional, que también reflejan sus nombramientos como Correspondiente del Instituto Arqueológico del Imperio Germánico en 1926 y de la Real Academia de la Historia en 1930. Como puede observarse, desde que Taracena entró como miembro del comité organizador del IV Congreso Internacional de Arqueología Clásica, celebrado en 1929, va prácticamente a figurar en todas las reuniones, ayudado por el buen francés que había aprendido desde el colegio y después en el Instituto con Antonio Machado,24 y que en 1929 una de las visitas importantes era a las excavaciones de Numancia y visita del Museo Numantino.25 En el V Congreso Internacional de Arqueología Clásica de Argel en 1930 fueron cubiertos los gastos por el Ministerio de Instrucción Pública, gracias a las gestiones de Obermaier ante el Duque de Alba, y 23. Mélida, 1925: 6-7. 24. Tudela, 1951: 473. 25. Bosch Gimpera, 1980: 130.

estuvo encabezado por Bosch Gimpera y Obermaier, junto con Mergelina y Taracena, sustituyendo los dos últimos previsiblemente a Gómez-Moreno y Mélida, además de José de Calasanz Serra Ràfols.26 A partir de 1930 se le intentó dar una proyección exterior y una vez en Argel se desplazó a Tunez y finalmente a Italia, con una bolsa de viaje de la Real Academia de la Historia, en la que tanto Mélida, que era el Anticuario, como Hugo Obermaier (Fig. 2), eran miembros. También recibió otra bolsa de viaje del Ministerio de Instrucción Pública, siendo Tormo ministro y Gómez-Moreno director general, para asistir a la Conferencia Internacional para el estudio de los Métodos Científicos aplicados al Examen y a la Conservación de Obras de Arte en Roma en 1930, International Conference on the Examination and Preservation of Works of Art, el primero convocado por la Organización Internacional de Museos, desde donde viajó también a Suiza, Alemania, Bélgica y Francia. El congreso de Argel fue importante porque cuando en 1931 se realizó la reunión del Consejo Permanente de los futuros congresos internacionales de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas en París,27 se nombró a los representantes de España, y junto a Bosch Gimpera se eligió a Serra Ràfols de Barcelona, a Obermaier de Madrid, y a Taracena de Soria en sustitución de Mélida, que había dejado la dirección del Museo Arqueológico Nacional en 1930, no contando ni con Mergelina de Valladolid, Carriazo de Sevilla o Gómez-Moreno de Madrid. En la ausencia de Taracena del primer congreso en Londres en 1932 quizás pudo influir el idioma inglés, pero los gastos sólo fueron pagados a Obermaier y Bosch Gimpera, aprobados según propuesta del 26. Bosch Gimpera, 1980: 137. 27. Bosch Gimpera, 1980: 140.

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Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes entre 1931-33, Fernando de los Ríos Urruti, el 21 de junio de 1932,28 que era habitualmente el factor determinante. La proclamación de la República en 1931 había dejado en una posición frágil a Gómez-Moreno, Director General de Bellas Artes en 1930. En 1933, Blas Taracena fue invitado por las universidades de Berlín y Leipzig para impartir conferencias sobre tema celtibérico, aunque en su curriculum señala la conferencia en la Universidad de Berlín en 1932.29 Ese verano de 1933 pagó 1.600 pesetas de su sueldo para el viaje del Crucero del Mediterráneo.30 Una nueva visita a Alemania la conocemos cuando solicitó un permiso de 15 días, el 17 de enero de 1934, para ir a una conferencia de Arqueología en Berlín.31 También por una carta de abril de 1932 de Taracena a Bosch Gimpera sabemos que lo habían nombrado corresponsal en España de la Comisión y Museo Romano-Germánico de Frankfurt.32 En 1934, dentro de las iniciativas de la Organización Internacional de Museos, se celebró en Madrid la Conferencia Internacional sobre Arquitectura y Acondicionamiento de los Museos de Arte, con 60 especialistas nacionales e internacionales, a la que también asistió Taracena después de su presencia en la conferencia en Roma de 1930. El último congreso de Prehistoria del Mediterráneo Occidental tuvo una problemática especial por el pronunciamiento de Lluís Companys el 6 de octubre de 1934 en Cataluña y la proclamación del Estado Catalán, que llevó a prisión temporal a Bosch Gimpera por delito de rebelión militar el 27 de octubre y después a su suspensión como Director del Museo de Arqueología el 27 de noviembre, hasta el sobreseimiento de la causa el 11 de diciembre, si bien, ese mismo día se produjo su cese como Rector. Todos estos sucesos afectaron al prestigio de Pedro Bosch Gimpera (Fig. 3), excusándose de asistir al congreso de Barcelona en septiembre de 1935, Obermaier y Taracena entre los españoles, todos los británicos, italianos y alemanes, además de parte de los franceses.33 Teniendo en cuenta la alianza de Mélida y Bosch Gimpera para la organización del IV Congreso 28. Gracia, 2011: 238. 29. AGA 31/4644. 30. Gracia y Fullola, 2006. 31. AGA 31/4644. 32. Gracia y Fullola, 2006: 358 n. 1059. 33. Gracia, 2011: 276-298.

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Internacional de Arqueología Clásica en 1929, y después el enfrentamiento frontal entre las escuelas de Obermaier y Gómez-Moreno a raíz de la cátedra de Arqueología en la Universidad Central de Madrid, concedida a Antonio García-Bellido el 4 de diciembre de 1931, en detrimento de Juan de Mata Carriazo, donde Mélida y Obermaier votaron conjuntamente,34 no puede sorprender que cuando se organizase el Crucero del Mediterráneo de 1933 Taracena se vinculase claramente con Obermaeir y a la escuela de Bosch Gimpera frente a los miembros de la escuela de Gómez-Moreno. Quienes recuerden todavía el comedor del ‘Ciudad de Cádiz’ en su fantástico derrotero de mes y medio por el Mediterráneo [15 junio-2 agosto 1933], recordarán que la escisión a que me refiero se simbolizaba en las dos alas del comedor principal”, “[García y] Bellido, con Taracena y conmigo [Pericot], acompañábamos a D. Hugo Obermaier en la mesa del rincón del comedor del ‘Ciudad de Cádiz’, en la situación opuesta a donde se sentaba D. Manuel Gómez Moreno con su hija M.ª Elena y sus discípulos Mergelina y Carriazo.35

Taracena, “aunque no se hubiese formado en nuestra escuela, pertenecía al grupo de Bosch, que le protegió constantemente, y en cierto modo se podía considerar como el lazo de unión entre uno de los grupos de Madrid [de Mélida] y nuestro grupo de Barcelona”.36 Por otra parte, la trayectoria de Taracena, apoyada siempre por Mélida hasta su muerte, tanto en los congresos internacionales de arqueología, de prehistoria y protohistoria, o en los de museología, sugieren que se le estaba preparando para ser el futuro director del Museo Arqueológico Nacional, sucediendo a Álvarez-Ossorio cuando le tocara la jubilación reglamentaria en 1938, al cumplir 70 años, el 31 de mayo, un puesto que ni Obermaier con 61 años en 1938, ni Bosch Gimpera con 47 años, aspiraban a ocupar. Sin embargo, la guerra lo trastocó todo.

Presencia en Santander al estallar la Guerra Civil

El 18 de julio de 1936 Taracena se encontraba en un curso en la Universidad Internacional de verano de Santander, que entonces presidía Ramón Menéndez Pidal 34. Mederos, 2010: 65-69. 35. Pericot, 1972: 16 y 1975: 13-14. 36. Pericot, 1963: XXV.

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como Rector. No fue el único que se encontraba allí, sino también estaban, entre otros, Manuel Gómez-Moreno Martínez o Francisco Hernández-Pacheco. Gómez Moreno había viajado a Santander el 15 de julio y sólo pudo regresar a Madrid porque el Ministro de Instrucción Pública, Fernando Barnés, envió un avión a buscarles que dio un rodeo en el regreso por el Sur de Francia, Cataluña y Levante hasta llegar a Madrid.37 En el caso de Taracena, como tenía menos de 45 años, exactamente 41 años, era susceptible de ser militarizado y se le prohibió abandonar Santander, más aún procediendo de zonas que habían quedado bajo el control de los sublevados como la provincia de Soria. Finalmente, se bajó la edad de ser movilizados hasta los 40 años, consiguiendo en noviembre de 1936 el pasaporte para poder embarcarse con su padre de 80 años, Blas Taracena Ispizúa, su hermana y sus tres hijos pequeños en el destructor inglés Fame, que los embarcó hasta San Juan de la Luz, aunque no se menciona a su mujer, Juana del Piñal y Díez de la Maza. En su solicitud, Taracena había argumentado que trataba de reunirse con su hermana en Murcia, para ayudarle a cuidar a su padre de 80 años. Sin embargo, una vez allí, se unió a los nacionales, pasando la frontera por Irún y llegando a Burgos el 5 de diciembre de 1936.38 En su viaje desde Santander fue acompañado por el catedrático de Geografía Física de la Universidad de Madrid desde 1933, Francisco Hernández-Pacheco de la Cuesta, que también se encontraba en el curso de verano. Nacido en 1899 y con 37 años en 1936, modificó en su pasaporte la fecha de 1899 a 1891, que le sumaba 8 años hasta 45, lo que permitió dejarle salir de Santander en el mismo barco, junto con su mujer y dos niños pequeños, argumentando que iba a solicitar su incorporación a la Universidad de Barcelona. También desde San Juan de la Luz marchó a Burgos, y finalmente a Valladolid, su provincia de nacimiento. Su orientación política era de derechas y se le había solicitado que se presentase a las elecciones de 1936.39

El problema de Taracena fue que a pesar que su pronta llegada a Burgos a inicios de diciembre, ya el 10 de noviembre de 1936 había sido suspendido de su puesto

por el Rector de la Universidad de Zaragoza, Gonzalo Calamita Álvarez, a partir del informe negativo remitido por la Comisión Depuradora de la Enseñanza de la provincia de Soria, que, en base a declaraciones anónimas, señalaba su “indiferencia en materia religiosa”, “Se orientaba hacia el partido llamado al poder siempre” y “un vividor que logró varios cargos con remuneración bastante crecida”. Según el escrito había sido “Derechista con la Monarquía”, “Asistió a la manifestación por la proclamación de la República”, en las primeras elecciones votó a “la izquierdista” y en “las últimas elecciones votó la candidatura republicano-conservadora”, a la vez que “El día del asesinato del Sr. Calvo Sotelo tuvo frases despectivas para el asesinado”. Además se le acusaba de haber invitado a Obermaier a impartir una conferencia en Soria en 1932, que fue criticada por tratar temas de la evolución humana, donde supuestamente el conferenciante habría negado la existencia de Dios.40 Parte del problema seguramente derivaba de dos cargos jurídicos que como abogado detentaba, Magistrado del Tribunal de lo Contencioso-Administrativo de Soria (1932-36) y Magistrado Suplente de lo Criminal de Soria, para los cuales hacía falta ser funcionario y letrado, pero a ello añadía ser Director del Museo Numantino y Celtibérico (1915-36), Archivero Municipal de Soria (1921-36), Secretario y después Presidente de la Comisión Provincial de Monumentos (1922-36), Secretario de la Junta Provincial del Patronato Nacional de Turismo (1928-36) y Delegado Provincial de Bellas Artes de Soria (1932-36). Al menos el de Jefe de la Biblioteca Provincial Pública de Soria (1919-20, 1933-35) era sin remuneración y tampoco ejercía el ejercicio libre como abogado.41 En el pliego de descargo que presentó en su defensa el 23 de enero de 1937 argumentó que asistía en el Casino de Soria a una tertulia de orientación política “derechista”; su amistad con el VIII Vizconde de Eza, Luis Marichalar y Monreal, Diputado del Partido Conservador por Soria (1899-1923) y dos veces ministro de Fomento (1917) y de la Guerra (1920-21), al que visitaba regularmente en su casa; que iba a misa con sus hijos a las iglesias de La Soledad y El Salvador, y las hijas asistían a colegios de religiosas.42 En su favor declaró Francisco Hernández Pacheco que lo acompañó en el viaje desde Santander hasta

37. Gómez-Moreno Rodríguez, 1995: 468-469. 38. AGA 31/6056. 39. AGA 31/6054.

40. AGA 31/6056; Gracia, 2009: 141-142. 41. AGA 31/6056. 42. AGA 31/6056.

Proceso de depuración

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Burgos; sus compañeros del Casino sobre su orientación política; los párrocos Celestino Zamora y Severino Martínez para confirmar su asistencia regular a misa; Santiago Tejedor y Sinforoso Cervero, que asistieron con él a los actos religiosos por la muerte de Calvo Sotelo; su amigo e Inspector General del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, Miguel Artigas, sobre su trayectoria en el cuerpo; y el miembro del Comité Nacional de Falange Española de las JONS, Jesús Prieto González, que confirmó que había ayudado a miembros del partido en Santander.43 Al final, su voto en las tres elecciones a la derecha republicana resultó excesivo, la cual en 1933 había vencido a la CEDA. Había votado siempre al diputado Gregorio Arranz Olalla, ganador de las elecciones provinciales en las tres ocasiones, saliendo siempre elegido. En 1931 adscrito a la Derecha Liberal Republicana con 14.600 votos frente al Partido Republicano Radical Socialista con 13.531 votos; en 1933 con el Partido Republicano Conservador, el más votado con 27.030 votos, frente a los 17.155 de la Confederación Española de las Derechas Autónomas o CEDA; y en 1936 con el Partido Republicano Conservador donde Arranz obtuvo 23.561 votos y su compañero de partido, Miguel Maura, 24.346, frente a la Unión Republicana del Frente Popular que obtuvo 24.305 votos. Por ello, la Comisión Depuradora de la Enseñanza de la provincia de Soria, el 24 de febrero de 1937 consideró una “sanción merecida” la “separación definitiva del cargo de Director del Museo Numantino y los demás que desempeña”.44 A petición de Miguel Artigas, Inspector General del Cuerpo Facultativo, quien el 11 de junio de 1937 sugirió una solución donde “se aleja a Taracena de Soria” y encargarle “la dirección del Museo Arqueológico de Córdoba, pasando a la Biblioteca Provincial el Sr. [Ferran] Valls Taberner […] y se normaliza la vida de los establecimientos de Córdoba”. El expediente fue revisado por Mariano Puigdollers, de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado el 6 de julio de 1937, y el día 8 se impuso la sanción de pérdida de los haberes desde su suspensión del puesto el 10 de noviembre de 1936 y traslado forzoso a la dirección del Museo Arqueológico de Córdoba, del que se acababa de separar el 2 de junio a Samuel de los Santos Jener por haber sido militante socialista entre 43. AGA 31/6056; Gracia, 2009: 142-143. 44. AGA 31/6056.

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1931 y la sublevación de Asturias en 1934.45 Como le señalaba Taracena a Martínez Santa-Olalla, Córdoba era un “fondo de saco a dos días de tren de Burgos”,46 pero que permitía comunicarse con la nueva capital de los sublevados.

De la dirección del Museo Arqueológico de Córdoba a la Inspección General de Museos Arqueológicos

Poco más de un año permaneció Taracena en la dirección del Museo Arqueológico de Córdoba, una provincia inmediata a la del nacimiento de su padre en Alcalá la Real, Jaén, casi en el límite con Córdoba, siendo nombrado nada menos que Inspector General de Museos Arqueológicos el 12 de septiembre de 1938,47 que implicaba también indirectamente la futura dirección del Museo Arqueológico Nacional, por ir unidos ambos cargos, ya detentados por Francisco Álvarez-Ossorio,48 desde el nombramiento de 1932 firmado por el Jefe del Servicio de Archivos y Bibliotecas, Javier Lasso de la Vega. Volvía a ocupar el cargo de director del Museo Arqueológico de Córdoba, Fernando –Ferran– Valls Taberner, quien había estado entre octubre de 1937 y febrero de 1938 con Ibañez Martín y Eugenio Montes en una campaña propagandística a favor del gobierno de Franco en Suramérica. El Ministerio de Educación Nacional estaba bajo la tutela de Pedro Sainz Rodríguez, quien desde el 15 de agosto de 1937 fue nombrado Delegado Nacional de Educación Nacional de Falange, cargo que mantuvo hasta el 29 de abril de 1939, cuando fue cesado, al igual que de Ministro de Educación Nacional. Desde el 31 de enero de 1938, cuando se constituyó el primer gobierno en Burgos dirigido por el general Francisco Franco Bahamonde, éste había nombrado Ministro de Educación Nacional al diputado monárquico durante la República, Pedro Sainz Rodríguez, con un equipo nombrado el 2 de febrero compuesto por Alfonso García-Valdecasas y García-Valdecasas como Subsecretario de Educación Nacional, Tiburcio Romualdo de Toledo y Robles como Jefe Nacional, equivalente a Director General, de Enseñanza Primaria, José Pemartín Sanjuán como Jefe Nacional de Enseñanza Superior y Media, José María 45. AGA 31/6056; AGA 31/7022; Gracia, 2009: 140-141, 144. 46.  Archivo Martínez Santa-Olalla (desde ahora, ASO)

12-5-1938.

47. AGA 31/4644. 48. Archivo del Museo Arqueológico Nacional (a partir de aho-

ra, AMAN) EP FAOFG 30.

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de Areilza y Martínez de Rodas como Jefe Nacional de Enseñanzas Profesionales y Técnicas, Javier Lasso de la Vega y Jiménez-Placer como Jefe Nacional de Archivos, Bibliotecas y Registro de la Propiedad Intelectual, y Eugenio d’Ors y Rovira como Jefe Nacional de Bellas Artes. Lasso de la Vega había sido una decisión personal de Sainz Rodríguez,49 “a quien había conocido como secretario de la Biblioteca Nacional en tiempos de [Francisco] Rodríguez Marín [Director entre 191230] y cuya preparación especial para organizar esta nueva Dirección me constaba”. La otra persona que había barajado era Miguel Artigas, al que le prometió que recuperaría la dirección de la Biblioteca Nacional una vez acabada la guerra. Un decreto de 2 de julio de 1938 nombró el organigrama principal del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, en el cual Pedro Muguruza Otaño, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fue designado como Comisario General, mientras que el puesto de Subcomisario General recayó en el Marqués de Lozoya, Juan Contreras y López de Ayala, catedrático de la Universidad de Valencia, con siete comisarios de zona de ámbito regional, principalmente arquitectos. Otro de los candidatos que habían sido barajados como subcomisario fue Salas, pero Taracena le señalaba a Martínez Santa-Olalla “después he oído decir que este tiene mucho trabajo y quería que lo fueses tú […] cuanto me alegraría”.50 Taracena ya conocía con antelación los pasos que se estaban dando en Burgos y le aconsejaba antes del nombramiento de Muguruza a Martínez Santa-Olalla, “ponte al habla con Muguruza en cuyas manos van a estar todos los resortes de recuperación”.51 Este servicio cambió su nombre por el de Servicio de Defensa y Recuperación del Patrimonio Histórico Nacional en un decreto del 12 de agosto, publicado en el B.O.E. de 18 de julio, y definía al agente de recuperación artística para trabajar en el Servicio de Vanguardia, los cuales deberían ser preferentemente arquitectos, miembros del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, profesores, doctores, estudiantes de Filosofía y Letras o críticos de arte.52 Este criterio ya se había seguido al elegir a algunos de sus miembros, como Manuel Ballesteros Gaibrois, incorporado el 29 de mayo, José Ferrandis Torres y Luis Monreal Tejada, 49. Sainz Rodríguez, 1978: 260. 50. ASO, 27-5-1938. 51. ASO, 25-4-1938. 52. Gracia, 2009: 33-34; Díaz-Andreu y Ramírez, 2001: 327.

el 2 de julio, o Blas Taracena Aguirre, el 10 de julio,53 dos meses antes de su nombramiento como Inspector General de Museos Arqueológicos. Una vez nombrado el 12 de septiembre, ya en octubre de 1938 estaba en Vitoria con Lasso de la Vega planificando las piezas museológicas a incautar a medida que avanzara el frente en Cataluña, información que se le encargó organizar en particular a Antonio de la Torre, siendo enviado un grupo al frente entre diciembre de 1938 y marzo de 1939, formado por los tenientes José Ferrandis y Rivera y los alférez Blas Taracena y Manuel Ballesteros Gaibrois. En el caso de Taracena, al menos sabemos que la segunda mitad del mes de febrero de 1939, desde el día 12, estuvo en Mataró, las ruinas romanas de Caldas de Malavella, excavaciones y museo de Ampurias, Tarrasa, Cardona, Solsona, Manresa, Rubí, Sant Cugat del Vallès, Sitges, el yacimiento ibérico de Olérdola, Vilanova i la Geltrú, Vilafranca del Penedés y Badalona.54 De su nuevo cargo tenemos una referencia de Almagro Basch que estuvo en Vitoria probablemente a inicios de febrero de 1939, estando de permiso, quizás antes de su traslado el 17 de febrero de 1939 a la Oficina de Información de la VI División55 y de la marcha de Taracena a Cataluña. Poco después informó a Martínez Santa-Olalla que Parece ser que Taracena removió y planteó el problema del abandono de los campos arqueológicos excavados o en marcha de excavación, y la ruina de ciertos monumentos arqueológicos. Lasso la hizo suya y después de otros proyectos se decidió por fin nombrarte jefe o inspector de las excavaciones y monumentos arqueológicos o algo parecido. Después de esta iniciativa la han hecho suya Muguruza y Lozoya y según me ha hablado Muguruza ya ha estado en comunicación contigo y parece que aceptas […] el Cuerpo de Archivos en su sección de Museos está hoy en manos de Taracena y nosotros debemos procurar entendernos con éste […] tú debes decir que aceptas el cargo, pero bajo el control y relación con la Jefatura de Archivos y Museos, no en contacto con Muguruza y d’Ors.56

53. Gracia, 2009: 35. 54. Gracia, 2009: 35-37. 55. Gracia, 2003: 39. 56. ASO/5-16, ¿2?-1939; Mederos, 2011-12: 371; Gracia, 2009:

223-224 sitúa esta carta en noviembre o diciembre de 1938.

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Taracena había colaborado con Martínez Santa-Olalla desde su regreso a Burgos en abril de 1938, quien le mandó su primer borrador de proyecto de servicios arqueológicos, al cual Taracena le señalaba que “me parece muy bien tu idea básica respecto a […] los estudios arqueológicos. Yo también hice un proyecto el verano pasado [julio-agosto 1937] para la Comisión de Cult[ura] y Ens[eñanza] y más concretamente para D. Tomás García de Diego, antecesor de Ors y de el que te mandaré copia”,57 remitiéndole “el proyecto de los servicios arqueológicos” al mes siguiente.58 El día 4 de marzo, Martínez Santa-Olalla recibió la confirmación oficial de su propuesta y Pérez de Barradas escribió “viene Julio [Martínez Santa-Olalla], aceptan plan de septiembre, veremos”.59 Finalmente, Martínez Santa-Olalla recibió el nombramiento de Comisario General de Excavaciones Arqueológicas por Orden Ministerial del 7 de marzo y la creación de la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas el 9 de marzo de 1939, dentro de la Jefatura Nacional de Archivos y Museos, bajo la supervisión de Lasso de la Vega.

Director del Museo Arqueológico Nacional y miembro de la comisión depuradora del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos Después de capitular el Coronel Casado en Madrid el 28 de marzo de 1939, el director accidental del Museo Arqueológico Nacional desde octubre de 1937, Cayetano de Mergelina, se mantuvo en la dirección hasta que el 10 de abril, cuando entregó la dirección a Blas Taracena, no solicitando su reincorporación a la Universidad de Valladolid hasta el 17 de abril (Fig. 4).60 La entrega se produjo a Blas Taracena porque su nombramiento como director del Museo Arqueológico Nacional ya se había producido desde el 3 de abril de 1939 por el Ministro Sainz Rodríguez, y comunicado el día 5 al Jefe del Servicio Nacional de Archivos, Bibliotecas y Registro de la Propiedad Intelectual, Lasso de la Vega.61 Ese mismo mes quedaba vacante el Ministerio de Educación Nacional, al cesar el General Franco a Sainz Rodríguez el 27 de abril de 1939, pues hasta la formación del segundo gobierno del General Franco, 57. ASO, 12-5-1938. 58. ASO, 4-6-1938. 59. Fondo Documental Pérez de Barradas (desde ahora, FD)

2005/1/16 p. 72, 4-3-1939.

60. AGA 21/20.360; Mederos, 2010b: 190. 61. AGA 31/6056; AMAN EP BTA 1.

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el 9 de agosto, el ministerio fue detentado de forma interina por el carlista Tomás Domínguez Arévalo, Conde de Rodezno, Ministro de Justicia, quien delegó todas las actuaciones del ministerio en el Subsecretario, el monárquico Alfonso Fig. 4. Blas Taracena Aguirre. Museo Arqueológico Nacional. García-Valdecasas.62 El 30 de junio, García-Valdecasas como responsable del Ministerio de Educación Nacional, eligió a los tres máximos responsables en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, al turolense Miguel Artigas Ferrando como director de la Biblioteca Nacional desde 1930 y primero del escalafón pues había ingresado el 28 de julio de 1911; el madrileño, de familia aragonesa, Miguel Gómez de Campillo, como director del Archivo Histórico Nacional desde 1930 y tercero del escalafón, donde ingresó el 1 de julio de 1899; y Blas Taracena, como nuevo director del Museo Arqueológico Nacional y 110 del escalafón, como los encargados de una primera depuración de los funcionarios del cuerpo “en los territorios últimamente liberados”, que incluían Almería, Jaén, Murcia, Albacete, Alicante, Valencia, Barcelona, Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real y Madrid entre otras, seleccionando a 91 funcionarios afines el 10 de julio que quedaron adscritos a sus centros de forma provisional hasta un posible expediente de depuración detallado. El 22 de julio dieron la baja definitiva de otros nueve funcionarios que habían permanecido en sus puestos,63 seis mujeres y tres hombres. Antes de la creación de la comisión depuradora, el 13 de junio (BOE de 23 de junio) se había dado baja definitiva a seis funcionarios que ya se encontraban en el exilio, incluida Teresa Andrés Zamora,64 cinco hombres y una mujer. Miguel Gómez de Campillo continuó con esta labor al ser nombrado el 24 de julio como juez-instructor único de los funcionarios del cuerpo, hasta marzo de 1942.

62. Alted Vigil, 1991: 103. 63. AGA 31/6080; Redondo, e.p. 64. Salaberría et al., 2005; Mederos y Escribano, 2011: 125-126.

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Funcionarios del CFABA con baja definitiva el 13 de junio de 1939 Teresa Andrés Zamora Andrés Herrera Rodríguez Ignacio Mantecón Navasal Tomás Navarro Tomás, director BN 1936-39 Fernando Soldevilla Suribiru Juan Vicens de la Llave

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué Funcionarios del CFABA con baja definitiva el 22 de julio de 1939 Josefa Callao Mínguez José María Giner Pantoja María Victoria González Mateos Luisa González Rodríguez Ernestina González Rodríguez Ramón Iglesia Parga José Moreno Villa Concepción Muedra Benedito María Concepción Zulueta Cebrián

Tabla 2. Funcionarios del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos con baja definitiva después de la primera depuración (AGA 31/6080; Redondo, e.p.).

Cese a petición propia, nombramiento de Álvarez-Ossorio como nuevo director del Museo Arqueológico Nacional y retraso en su regreso a la dirección del museo Una de las primeras medidas tomadas por Taracena fue la reincorporación al museo de su predecesor antes de la Guerra Civil, Francisco de Paula Álvarez-Ossorio y Farfán de los Godos. Director del Museo Arqueológico Nacional desde el 31 de julio de 1930,65 aunque se ha sugerido la fecha del 3 de junio,66 que corresponde a su nombramiento interino, quien fue declarado jubilado forzoso antes de la edad reglamentaria el 20 de febrero de 1937.67 En la declaración de Álvarez-Ossorio ante el juzgado militar, el 5 de mayo de 1939, señalaba que no había cobrado desde su jubilación forzosa en febrero de 1937 y su primer sueldo lo recibió a partir de marzo de 1939 por el gobierno de Burgos. Dos semanas antes de su cese había tenido que afiliarse en el Sindicato Único de Técnicos, Sección de Archivos, de la Confederación Nacional de Trabajo, el 6 de febrero de 1937, y había también trabajado en su biblioteca.68 Su reincorporación al museo se produjo el 23 de mayo de 1939, con 12.000 pesetas de sueldo, firmada por Lasso de la Vega como Jefe Nacional de Archivos y Bibliotecas, siendo ascendido el 14 de agosto de 1939 con reconocimiento de antigüedad desde el 16 de febrero de 1938, pasando a cobrar 12.500 pesetas.69 Otro de los objetivos de Taracena y Emilio Camps fue incorporar a Juan Cabré al Museo Arqueológico

65. AMAN EP FAOFG 24. 66. Pasamar y Peiró, 2002: 77. 67. AMAN EP FAOFG 34. 68. AMAN EP FAOFG 34; AGA 31/6054. 69. AMAN EP FAOFG 51.

Nacional,70 que fue incluido en el pacto que realizó con Pérez de Barradas, director del Museo Antropológico Nacional, de tal forma que “vendrá al antro[pológico] todo lo etnológico –salvo arqueología americana– a cambio de la sección prehistórica y Cabré”. La edad reglamentaria de jubilación de Álvarez-Ossorio cumplía el 11 de septiembre de 1939, aunque oficialmente debía haber sido cuando cumplió los 70 años el 31 de mayo de 1938, ya que había nacido el 31 de mayo de 1868. Teniéndolo en cuenta, el nuevo Director General de Archivos y Bibliotecas desde su nombramiento en el Consejo de Ministros del 25 de agosto de 1939, Miguel Artigas, elegido simultáneamente al Director General de Bellas Artes, Juan Contreras y López de Ayala, Marqués de Lozoya, planificó con Taracena su renuncia temporal al cargo para aumentar la pensión de Álvarez-Ossorio. Así, el 6 de septiembre, Taracena presentó su dimisión como director “con la más fervorosa adhesión a la obra y persona del Caudillo”71 y por Orden Ministerial de 9 de septiembre se aceptó el cese como Director del Museo Arqueológico Nacional e Inspector General de Museos “que le es anejo”, quedando adscrito provisionalmente al Museo Arqueológico Nacional, lo que le supuso un descenso en su sueldo de 15.000 pesetas anuales a 9.000 pesetas, el que le correspondía por su puesto en el escalafón del cuerpo, 8º categoría. Así el día 9 de septiembre, al estar vacante el cargo de Director del Museo Arqueológico Nacional e Inspector General de Museos, se reintegró en su cargo a Álvarez-Ossorio, con sueldo de 15.000 pesetas, por el Director General, Miguel Artigas, “prueba, en este caso obligada y merecidísima, de su alta estimación”.72 Tomó posesión el día 10 de septiembre y al día siguiente se produjo su jubilación “por cumplir la edad reglamentaria” también firmada por Artigas (Fig. 5).73 Lo lógico es que un nuevo nombramiento de Taracena hubiese sido inmediato, pero este se retrasó casi seis meses, hasta el 4 de marzo de 1940. En este tiempo el cargo debió ser detentado como director accidental por Casto María del Rivero y Sainz de Baranda, el funcionario con mayor antigüedad, pues así figuraba cuando Álvarez-Ossorio hizo su declaración ante el juez militar 70. FD 2005/1/17 p. 152, 1-9-1939. 71. AMAN EP BTA 3. 72. AMAN EP FAOFG 55. 73. AMAN EP FAOFG 52 y 61.

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Fig. 5. Francisco de Paula Álvarez-Ossorio y Farfán de los Godos. Museo Arqueológico Nacional. Fig. 6. Joaquín María de Navascués y de Juan. Museo Arqueológico Nacional.

en mayo de 1939.74 Ya había sido el director accidental después de la jubilación forzosa de Álvarez-Ossorio por la República el 20 de febrero de 1937,75 tras haberse reintegrado el 25 de enero, hasta que también fue jubilado de manera forzosa el 15 de julio de 1937. Le sustituyó entonces también como directora accidental Felipa Niño y Mas, la siguiente en antigüedad después de Felipe Mateu y Llopis, quien había sido evacuado a Valencia donde tenía familia y fue destinado al Archivo General a inicios de marzo, hasta que Felipa Niña también fue evacuada a Valencia en octubre de 1937; a partir de entonces Cayetano de Mergelina fue el director hasta el final de la guerra.76 Como director accidental, Casto María del Rivero, firmó un ascenso en el escalafón de Taracena, 7º categoría, con de sueldo de 10.600 pesetas, el 12 de enero de 1940.77 La relativa intranquilidad de Taracena la refleja un comentario en el diario de Pérez de Barradas después de encontrarse ambos el 3 de octubre, “Taracena […] un poco mosca con respecto dirección MAN”.78 Una de las razones debió ser el nombramiento como Ministro de Educación Nacional de José Ibáñez Martínez, turolense como Miguel Artigas, el 9 de agosto de 1939 (BOE del 10 de agosto), que debió ralentizar el nombramiento. Además, en octubre se produjo un cambio muy importante con el cese el 6 de octubre del Subsecretario del Ministerio de Educación Nacional, el monárquico Alfonso García-Valdecasas y su

74. AMAN EP FAOFG 43. 75. AMAN EP FAOFG 34. 76. Mateu, 1939/2008: 67-68; Mederos, 2010b: 190. 77. AMAN EP BTA 7. 78. FD 2005/1/17, 3-10-1939 p. 175.

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sustitución por el falangista Jesús Rubio García (BOE del 11 de octubre n.º 284). El segundo factor debió ser la propuesta presentada por el Patronato del Museo Arqueológico Nacional, en reunión del 11 de enero de 1940, de la necesidad de separar los cargos de director del Museo Arqueológico Nacional y de Inspector General de Museos, pues “es indispensable una consagración total a la reorganización del Museo Arqueológico Nacional, desmontado por completo en la época roja, cuya tarea resulta incompatible con los desplazamientos que ha de llevar a cabo la Inspección General de los Museos Provinciales”.79 La solución tomada finalmente de la continuidad de Taracena en el Museo Arqueológico Nacional y el nombramiento de Joaquín María de Navascués y de Juan (Fig. 6) para la Inspección General de Museos permitía contentar a dos escuelas madrileñas, la de Mélida y la de Gómez-Moreno, pues Mergelina había estado llevando la dirección del museo durante la guerra entre 1937-39 en el bando republicano, pero a la vez era miembro del Servicio de Información Política y Militar (S.I.P.M.) del Primer Cuerpo del Ejército Nacional,80 y tenía una excelente relación con Ibáñez Martín por la conexión murciana de ambos, provincia donde excavaba regularmente Mergelina desde 1929, era el lugar de nacimiento de su mujer, concretamente en Yecla, y donde Ibáñez Martín había sido vicepresidente y presidente de la Diputación Provincial.81 Finalmente, una vez presentado al concurso de provisión del cargo, el 4 de marzo de 1940, Artigas comunicó el nuevo nombramiento de Blas Taracena como director del Museo Arqueológico Nacional, en el que permaneció hasta su muerte el 1 de febrero de 1951.82

Conclusiones

Situaciones excepcionales alteran las trayectorias científicas de los investigadores. Blas Taracena, cuya formación se realizó bajo el paraguas protector de Mélida mientras fue Director del Museo Arqueológico Nacional, Catedrático de Arqueología de la Universidad Central de Madrid y Director de las excavaciones arqueológicas de Numancia, a partir de fines de los años veinte fue promocionado también por Obermaier y Bosch Gimpera dentro de la alianza que estos 79. AMAN EP BTA 8. 80. AGA 21/20.360. 81. Mederos, 2010b: 182, 184-185, 196. 82. AMAN EP BTA 10; AGA 31/4644.

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investigadores tenían contra la escuela de Gómez-Moreno y el Centro de Estudios Históricos. A partir de 1930, con la jubilación de Mélida, Obermaier y Bosch Gimpera propiciaron el ascenso de Taracena al Consejo permanente de los congresos internacionales de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas desde 1931 y probablemente Obermaier ayudó a gestionar parte de las invitaciones ofrecidas a Blas Taracena en universidades alemanas entre 1932-34. La jubilación no deseada de Mélida del Museo Arqueológico Nacional en 1930, la prejubilación voluntaria de Gómez-Moreno en 1934, el estallido de la Guerra Civil y el exilio de Obermaier en 1936, y la salida de España de Bosch Gimpera en 1939, cambiaron radicalmente el papel de los principales protagonistas que aún tenían largo recorrido a priori en 1939, pues Obermaier aún tenía 62 años y Bosch Gimpera sólo 47 años. Los grandes beneficiados fueron los primeros alumnos formados por estos investigadores que accedieron a cargos académicos como catedráticos o directores de museos de grandes ciudades como Madrid o Barcelona sin los investigadores de referencia previos que tomaban las grandes decisiones y eran los referentes internacionales. Esta nueva generación apoyó, más o menos activamente, la sublevación del general Franco, Blas Taracena Aguirre con 44 años, Luis Pericot con 40 años, Joaquín M.ª Navascués con 39 años, Antonio García-Bellido con 36 años, Julio Martínez Santa-Olalla con 34 años y Martín Almagro Basch con 28 años, de los cuales, Taracena era el mayor de esta generación. En el caso de Taracena, a pesar de que pudo mantenerse con la República en Santander, optó por unirse con los sublevados, quizás como muchos previendo una rápida victoria de los militares africanistas, aparte de razones políticas y familiares. Sin embargo, cuando llegó a Burgos en diciembre de 1936, ya se encontró con un proceso de depuración abierto, principalmente por su vinculación con la derecha republicana de Soria y el diputado Gregorio Arranz Olalla, enfrentada con la CEDA de Ricardo Moreno Navarrete desde 1933. Trasladado al Museo Arqueológico de Córdoba en 1937 para alejarlo de Soria, tuvo el apoyo de Javier

Lasso de la Vega, que también venía de una familia con orientación política republicana, y de Miguel Artigas, quienes lo elevaron de un destierro temporal en Córdoba a Inspector General de Museos Arqueológicos el 12 de septiembre de 1938, cargo que antes de la Guerra Civil iba asociado a la dirección del Museo Arqueológico Nacional y que se plasmó en su nombramiento final como director el 3 de abril de 1939. Una vez en el cargo, pasó de depurado a depurador, al ser elegido el 30 de junio junto con el director de la Biblioteca Nacional, Miguel Artigas y el director del Archivo Histórico Nacional, Miguel Gómez de Campillo, para depurar a los funcionarios del cuerpo, labor que continuó Gómez Campillo en solitario desde el 24 de julio de 1939 hasta 1942. El 6 de septiembre de 1939 presentó su dimisión temporal como director, para que Álvarez-Ossorio pudiera cobrar la pensión máxima, quien se le nombró director el día 9, tomó posesión el 10 y fue jubilado el 11 de septiembre. Sin embargo, la entrada de Ibáñez Martín como nuevo Ministro de Educación Nacional y las presiones para separar la dirección del museo de la inspección general de museos arqueológicos provinciales culminaron finalmente en el regreso como director de Taracena el 4 de marzo de 1940, casi seis meses después, y la elección de Navascués como nuevo Inspector General de Museos.

Agradecimientos

Este trabajo está dedicado a José María Luzón, que fue también director del Museo Arqueológico Nacional entre 1988-91. Se adscribe al Grupo de Investigación Hum F-003 de la Universidad Autónoma de Madrid, sobre estudios historiográficos, dirigido por Juan Blánquez. Queremos agradecer la amabilidad de Daniel Gozalbo en el Archivo General de la Administración (AGA), de Aurora Ladero en el Archivo del Museo Arqueológico Nacional (AMAN), de Salvador Quero con el archivo Martínez Santa-Olalla (ASO) y de Alberto González con el Fondo Documental Pérez de Barradas (FD2005), ambos en el Museo de San Isidro de Madrid. También la gentileza de Juan Gómez-Barrera y Alfredo Jimeno por atender a nuestras consultas.

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