Tecnologías para el Desarrollo Económico y Social: La Cuarta Revolución Industrial

Tecnologías para el Desarrollo Económico y Social: La Cuarta Revolución Industrial
La implementación de tecnologías disruptivas en las economías emergentes
por Lucas Hernán Minutella

Este ensayo es el resultado de las reflexiones acumuladas y compartidas entre los expositores, en especial el Dr. Raúl Ochoa, y asistentes del Programa de Formación en Asuntos Internacionales, edición 2015. Durante la presentación del Dr. Ochoa se discutió el rol de las Economías Emergentes durante la Tercera Revolución Industrial. A ellos, mis agradecimientos por el tiempo y las ideas, y les brindo mis aportes para continuar con la discusión de los nuevos escenarios por venir.
Introducción
En 1962, el Director de la Oficina de Técnicas para el Procesamiento de la Información de DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa de Estados Unidos, inicia un proyecto de investigación sobre lo que él denominaría la Red Galáctica (Galactic Netowrk). Joseph Licklider pasaría como un nombre desapercibido en la historia futura; pero su pequeño proyecto crecería hasta crear lo que se denominó la Red Intergaláctica de Computadoras (Intergalactic Computer Network, InterNet).
Sin embargo, el proceso hasta alcanzar la Internet no fue súbito ni sencillo. Pasarían dos años hasta que surgiera la primera publicación sobre la Red Galáctica, en 1964, y otros tres años más hasta que surgiera un boceto de la iniciativa ARPANET en 1967, el primer intento de crear una red de recursos compartidos en tiempo real. Este emprendimiento no se vería concretado hasta 1972, y sólo empezaría a causar una verdadera revolución tecnológica hacia 1978, cuando la Unniversity of California (UCLA) decidiera apoyar el proyecto para crear la primera intranet universitaria. Ante el éxito y los primeros sponsors facultativos, seguiría la idea de una red inter-universitaria.
Si uno examinara la década del 80, a simple vista pareciera que Internet seguía siendo una idea reservada para la elite intelectual del momento. Un experimento que prometía más de lo que podía asegurar. Un análisis cercano demostrará que en realidad Internet comenzaba su proceso de institucionalización, con la creación de organizaciones que empezaran a regir y controlar los protocolos básicos para el funcionamiento de la red. Palabras como TCP/IP eran un trabalenguas para el público en general; pero para las primeras empresas del sector trabajando en el desarrollo de las terminales de computadoras ya era un tema frecuente de reuniones.
Como en todo proceso fundacional, luego de la institucionalización de ideas y procesos sigue la democratización. Hacia 1992, surge W3C, el ente promotor de prácticas para Internet, el cual colocaba a disposición de los interesados los estándares necesarios para poder crear sistemas enlazados a la red. Lo que seguiría después sería parte de las lecciones de manuales sobre estrategia empresarial en la era del Nuevo Milenio: la innovación que extiende los límites para los negocios y las barreras económicas para la producción; el globalismo que permite permear nuevos mercados, antes cerrados a la flexibilidad y las estrategias de integración por formar parte de un modelo bipolar sostenido durante la Guerra Fría; gobiernos que deben regular y legislar nuevas esferas y espacios de soberanía cibernéticos; y ciudadanos y consumidores que ahora serían además usuarios de un sistema que contemplaba su participación para formar parte de una nueva y más eficiente cadena de producción y servicios.
Al igual que ocurrió durante el Siglo XVIII y XIX, el Siglo XX fue, sin siquiera haberse dado cuenta, el gestor de la Tercera Revolución Industrial. Y en sintonía con sus dos eventos antecesores, la Revolución Digital demoró unos treinta años en masificar un prototipo de idea y construir todo un aparato económico, académico, político y social que respaldara Internet. La Segunda Revolución Industrial fue el cierre del desarrollo continuo que inició la Primera Revolución Industrial: comenzando por el reemplazo del trabajo artesanal por maquinarias, la introducción de químicos a lo largo de la producción y el surgir de las fábricas a base de vapor, para concluir con la revolución transportista. En tanto, el surgimiento de Internet sería el broche de oro de la transformación de mecanismos analógicos y eléctricos en digitales que se dieron durante la década de 1950. Y también como sus antecesoras, la Tercera Ola de Innovación tuvo su centro en un país con el suficiente porcentaje de PIB mundial y tanto el Soft Power como el Hard Power para poder cumplir con metas estratégicas y económicas específicas en un escenario bipolar que anunciaba muy pronto la unilateralidad y, luego, la multipolaridad. Pareciera que el único cambio luego de más de cien años desde la Revolución previa fue el escenario internacional: de una Europa con epicentros financieros a un Estados Unidos con propósitos económicos y militares.
Industrie 4.0

"Hace apenas unos años, la expresión "Revolución Industrial" se asociaba con la historia, con los radicales cambios sociales y económicos que empezaron algunos 250 años atrás. Pero súbitamente, el término se volvió Ubicuo."
Agenda Regional del Foro Económico Mundial, 2016
El Siglo XXI pareciera traer un nuevo proceso transformacional que surge desde la economía y, se pronostica, repercutirá en las esferas sociales, políticas y militares de los Estados. Pero a diferencia de sus hermanas mayores, la Cuarta Revolución Industrial se distingue por lo que Klaus Schwab define como un proceso veloz, de impacto y amplitud. La Cuarta Revolución Industrial es el auge de la automatización y la desaparición de los límites entre lo físico, lo digital y lo biológico, todo dado a través de la tecnología. Se trata de la introducción de la tecnología en las últimas áreas de servicios e industrias claves para la humanidad, con la consecuente naturalización del uso de la misma.
El uso de Energías Renovables, la Seguridad Civil, los sistemas y aparatos electrónicos conectados y comunicándose entre sí (Internet de las Cosas ó IoT), el trabajo de economía emprendedora y la movilidad del conocimiento. Estas diversas áreas (Amplitud) experimentarán procesos que modificarán la estructura social y económica (Impacto) en diez años o menos, lo cual es un aumento exponencial de la rapidez con la que se piensa masificar las nuevas tecnologías (Velocidad).
El usuario, el consumidor y el ciudadano ya no son diferentes roles que una persona pueda asumir en diferentes contextos y organizaciones. La persona es ahora un nodo en un sistema de dispositivos móviles, con capacidad de almacenamiento físico o "en la nube", poder de procesamiento de datos históricos y conocimiento mundial al alcance de la mano. Antes, las empresas se enfocaban en los consumidores y los Estados en los ciudadanos, en tanto que los diseñadores de productos y procesos pensaban en el usuario. Con la eliminación de estas distinciones, los límites de acción entre Estado y mercado se diluyen, y nuevas organizaciones surgen como resultado de la interacción compartida entre ambos sectores: las organizaciones del Cuarto Sector, un superador de la Sociedad Civil.
La interacción de las personas con los sistemas automáticos se vuelve mínima, ya que tan sólo deben supervisar el normal funcionamiento, sin la necesidad de interactuar constantemente para activar procesos financieros, de compras y abastecimiento, o incluso de mantenimiento.
El foco de las primeras revoluciones fue la eficiencia y el ahorro en la economía con inversiones limitadas y específicas. La Revolución 4.0 se enfoca, en su lugar, en un componente vital apartado de los modelos anteriores: las personas y los beneficios que pueda traer una nueva Revolución para las sociedades.
Mientras que Estados Unidos propulsa la reforma basada en reglas económicas claras y un sistema de distribución de ganancias que disminuya la inequidad, Alemania planea una estrategia para una sociedad tecnológica que la lleve al predominio dentro de la Unión Europea. Quien pueda tomar la iniciativa en tecnologías y centros de desarrollo sustentable y eficiente, podrá ocupar el podio de los países que promoverán lo que Alemania define como "Industrie 4.0".
El mundo académico respalda, a través de la ingeniería prospectiva y la investigación, el desarrollo e introducción de estas tecnologías en los sistemas socio-económicos; y los gobiernos comienzan a evaluar las alternativas y a diseñar estrategias que contemplen la iniciativa en las áreas industriales. Es que, a diferencia de las Revoluciones anteriores, la Cuarta Revolución Industrial aún no tiene un exponente o propulsor claro y definido. El nivel de desafíos que los países enfrentan ante el escenario multidimensional que representa el desarrollo económico y social conlleva a que los esfuerzos y presupuestos nacionales cubran sólo las prioridades estratégicas.
Junto con los desafíos que los gobiernos deban enfrentar, se halla el rol de las personas desde ciudadanos pasivos a demandantes activos, inspirados por las nuevas tecnologías y los modelos de producción que intentarán replicar los negocios mundiales: servir de manera inmediata y segura lo que se demande, con alta calidad.
Industrias, mercados, gobiernos, ciudadanos, sociedad civil e incluso nuevos sectores se preparan para enfrentar los incipientes cambios en la sociedad. Mientras que algunos sostienen que la Revolución Digital puede llegar a brindar espacios de integración económica para los mercados emergentes, otros argumentan que la transformación que trae consigo la Cuarta Revolución cambiará por completo el escenario de integración económica.
Conclusión: Las economías emergentes y el escenario internacional.
La Cuarta Revolución industrial permite la ubicuidad de los sistemas económicos. Es decir que los países podrán comenzar a desarrollar sistemas alternativos de producción que no se enfoquen en sus economías de valores agregados. El surgimiento de los profesionales de la información permitirá el trabajo freelance, aquel en el que un empleado podrá trabajar para una empresa de manera remota y con un plazo temporal determinado. La economía freelance implica desafíos sobre la declaración impositiva de los ingresos y ganancias generadas por las empresas, al igual que una revisión y armonización de los sistemas legales sobre las prácticas laborales. Para un país emergente, la economía freelance puede llegar a ser un factor de desigualdad laboral, entre aquellos altamente entrenados y capacitados y aquellos que no poseen las habilidades técnicas necesarias que las nuevas economías demanden.
Otra economía que reemplaza la economía de valor agregado de un país es el surgimiento de focos de economías StartUp, aquellas que ofrecen facilidades financieras y soporte legal y político a pequeñas y medianas empresas. Esta es una oportunidad beneficiosa para el resurgimiento de las PyMEs como agentes económicos que generan ingresos y empleos. Las marcas globales no podrán cubrir la demanda de los mercados nacionales, y las sub-marcas locales que desarrollen las PyMEs podrán acaparar segmentos no cubiertos.
Estas alternativas, junto con la innovación tecnológica en las industrias nacionales, crean focos de desarrollo económico en los Estados. La colocación de productos en el mercado internacional será importante; pero no un factor conducente como lo fue la globalización de la economía durante la década de 1990.
El reporte de Ciudades Globales 2030 de Oxford Economics estima que las ciudades principales de economías de Latinoamérica como Lima, Ciudad de México y Buenos Aires crecerán un promedio de entre 2 y 3 millones hacia el 2030; mientras que su participación en el PIB verá un aumento de 200 miles de millones por ciudad. Aún así, las economías emergentes verán un PIB per cápita muy poco evolucionado con respecto a los números mencionados. Las economías de Johannesburgo, Buenos Aires, Lima, Ciudad de México, Ciudad del Cabo y El Cairo pueden llegar a desplazar a ciudades europeas de los rankings mundiales, en tanto las primeras ocupen el rol internacional que las últimas reemplazarán por un rol de sustentabilidad local, ante las demandas inminentes de las sociedades. Pero la falta de equidad y el aumento de la desigualdad sigue siendo un gran problema, que se acompleja con la introducción de las tecnologías disruptivas que desplazan a la fuerza laboral tradicional.

La pregunta, en sí, sería: ¿cuál es el valor del crecimiento de las economías emergentes en un escenario internacional cambiante, si la desigualdad de las sociedades que las mantienen aumentarán? ¿Cómo asumir el liderazgo de un mercado regional sin obviar los objetivos sustentables a largo plazo?
La Tercera Revolución Industrial busco innovación digital para la evolución de una sociedad, sin plantearse en qué términos medir esa evolución o cómo resolver los problemas de la sociedad a través de ella. Surgió como el resultado de una necesidad técnica-militar, y como tal se expandió a partir de una estrategia para el dominio de un mundo bipolar.
La Cuarta Revolución Industrial hereda de su antecesora los problemas sin resolver y los proyectos sociales tendientes a mejorar la situación social de los Estados. La sustentabilidad, la igualdad y la equidad son principios claros que esta nueva oleada promete considerar en el diseño de las nuevas estructuras socio-económicas. Las economías emergentes tienen la oportunidad de sumarse a la discusión y reclamar su rol como proveedoras en un mundo que pronto necesitará de sus sistemas productivos. Esta vez, la discusión invita a que resuelvan no sólo sus déficits fiscales y financieros; sino también su deuda social. Y esta vez, la tecnología no es un fin que pareciera lejano o impuesto; se trata de un medio para cumplir los objetivos que les permitirán un crecimiento sostenido y sostenible.







Bibliografía y fuentes de consulta
Schwab, K. (2015). The Fourth Industrial Revolution. Foreign Affairs. Obtenido de: https://www.foreignaffairs.com/articles/2015-12-12/fourth-industrial-revolution
Leiner, B. M. (2012). Brief History of the Internet. Internet Society. Obtenido de: http://www.internetsociety.org/internet/what-internet/history-internet/brief-history-internet#LGR67
The Federal Government of Germany (2014). The new High-Tech Strategy. Innovations for Germany. 53. Obtenido de: http://www.hightech-strategie.de/de/The-new-High-Tech-Strategy-390.php
(2015)Future trends and market opportunities in the world's largest 750 cities, Brief. Oxford Economics. Obtenido de: https://www.oxfordeconomics.com/Media/Default/landing-pages/cities/oe-cities-summary.pdf













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