Tecnología e innovación: productos sociales

June 15, 2017 | Autor: Salvador Echeverría | Categoría: Innovación, Tecnología, Productos sociales
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Descripción

La Tecnología: Producto Social

La Tecnología: Producto Social Salvador Echeverría Villagómez Centro Nacional de Metrología e Instituto Tecnológico de Celaya correo-e: [email protected] Tema Central: Investigación y Desarrollo Tecnológico

Palabras clave: Tecnología, innovación, desarrollo tecnológico, tecnología con responsabilidad social.

Resumen La tecnología es, ante todo, un producto social que se da fruto de un fenómeno profundamente social. La tesis expresada, sostenida por este ensayo, es muy simple en apariencia, pero compleja en su interpretación e implementación. Esta tesis se contrapone a la visión de que el componente principal de la tecnología son las ideas o el trabajo individual o la investigación de cualquier tipo, también individualizada o aislada en centros creados para este fin. Del desarrollo lógico de esta tesis se deduce que una de las causas principales por las que en nuestro país no se ha logrado el desarrollo tecnológico e industrial a nivel competitivo, es porque la actividad científica y tecnológica se ha abordado sin congruencia orgánica con el resto de las actividades sociales. El análisis comienza por una reflexión sobre la naturaleza de la tecnología, como conocimiento activo y útil pero, sobre todo, como un ente vivo y orgánico. Esto es a diferencia de la técnica, de la información, de la ciencia básica, del conocimiento teórico o de los propios productos de la tecnología, que son los activos tecnológicos. Entendido lo esencial de la tecnología desde esta definición particular, se aborda el problema de los elementos necesarios para su surgimiento, para la existencia de la actividad tecnológica de manera viva, productiva y evolutiva. Las condiciones para este surgimiento se presentan a la luz de la analogía con un caldo de cultivo orgánico el cual, para existir, requiere de elementos vivos y activos y de elementos nutrientes, que generan, a su vez, elementos producto y elementos residuo, en una condición de equilibrio dinámico con el medio. Esta condición vital se alcanza en términos de los elementos mencionados y de las leyes que gobiernan el medio y sus fenómenos. El análisis lógico formal de los elementos requeridos desde un enfoque sistémico indica que varios subsistemas son indispensables para el surgimiento, mantenimiento y evolución continua de la actividad tecnológica. Como ejemplo de estos elementos interconectados es posible mencionar el modelo de la triple hélice, academia-industria-gobierno, que ha sido implementado con éxito en otros países. No se pretende que un modelo exitoso en otras latitudes sea directamente aplicable en nuestro país, pero sí se busca identificar los principios esenciales que hacen posible y fomentan el funcionamiento orgánico de los sistemas de innovación en las condiciones actuales. Entre estos principios están las reglas que definen la operación de las organizaciones y los sistemas, los atractores como el beneficio económico y algunos elementos fundamental a construir: la capacidad de asociación, de organización y de construcción de confianza.

1er Congreso Academia de Ingeniería, México, Mayo 2003

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1. Introducción: La tecnología es un producto social, fruto de un fenómeno social La idea, resultado de la creatividad humana y componente indispensable para la ciencia y la tecnología, no es un elemento suficiente para su desarrollo y florecimiento. La idea es, en su origen, un fenómeno individual, y puede ser originada por la inspiración, por la investigación o por el libre intercambio de conceptos en un ambiente creativo. Pero la idea sola no es suficiente para el desarrollo tecnológico ni para la innovación. Tampoco una idea sola o el trabajo conceptual son suficientes para la investigación científica, no obstante, el desarrollo deductivo de una idea en el ámbito conceptual o matemático, en la simulación computacional o aún en el laboratorio, puede muchas veces llegar más lejos que el desarrollo material de una idea en su realización tecnológica, en la producción o en su inserción en el mercado. Por lo anterior es mucho más difícil encontrar ejemplos de trabajo individual o casi individual en la tecnología que en la ciencia. Por otro lado, si se trata de trabajo colaborativo, en el desarrollo científico es más fácil establecer comunidades virtuales o lejanas geográficamente para el intercambio de ideas conceptuales, fórmulas matemáticas o programas computacionales, que establecer comunidades reales y materiales con individuos que hacen desarrollo tecnológico, que quizá comparten pruebas de laboratorio, piezas fabricadas en talleres de prototipos o clientes comunes que definen las características de un producto en el mercado. Mucho se puede argumentar al respecto, pero es un hecho que el desarrollo tecnológico es altamente dependiente de las interacciones sociales entre los individuos y las organizaciones que detectan las necesidades o visualizan las oportunidades (emprendedores), los que generan las ideas y los que las completan o enriquecen (tecnólogos), los que aportan los elementos para llevarlas a la práctica (socios capitalistas), los que producen o distribuyen masivamente sus productos (industriales) y, finalmente, los que los consumen (sectores sociales específicos). El desarrollo tecnológico exige, como prerrequisito y co-requisito, la existencia de tejidos sociales que lo permitan, faciliten y promuevan. Estos se han dado en diferentes épocas y en diferentes sociedades de manera quizá un tanto espontánea, fruto de otras circunstancias históricas, sociales y económicas, como en las revoluciones científicas e industriales de los últimos siglos, que han tenido ejes muy definidos en diferentes países y sociedades [3, 4, 5, 6, 7, 8, 9]. Estos tejidos sociales, formales e informales, están típicamente constituidos por individuos y organizaciones entrelazadas que se dedican a actividades que podrían ser clasificadas en varios grupos, pero que son sinérgicas entre sí. Entre las actividades fundamentales están la propiamente tecnológica, alimentada o apoyada por la científica y motivada, jalada, por la actividad económica, empresarial, industrial y comercial. Desde los primeros años del siglo XX, hace casi un siglo, los estudiosos del desarrollo económico de los países [7] reconocieron que en las circunstancias de la era post-industrial era preciso promover de manera activa la formación y fortalecimiento de estos tejidos sociales y establecer, deliberadamente, sistemas nacionales de innovación. Esto ha sido ampliamente reconocido [e.g. 8, 9, 10], pero ¿qué ha pasado? Hasta estos tiempos, en muchos países aún se continúa buscando soluciones al problema del desarrollo tecnológico por medio de incentivos individuales y sin encontrar la clave para lograr el desarrollo de las estructuras sociales que lo sustenten… ¿Por qué? ¿Un elemento puede ser que falta un entendimiento más profundo, entre los actores sociales, reales y potenciales, de lo que es la tecnología? Este ensayo no tiene la pretensión de presentar una respuesta a todas las preguntas que se plantean sobre el tema, pero sí aspira a contribuir a la reflexión y a la discusión con hipótesis de trabajo claras que permiten un desarrollo deductivo. En resumen de esta sección se concluye que una idea, por creativa o innovativa que sea, no llega muy lejos si no existe un tejido social que la acoja, que sustente su crecimiento, la proteja, la cultive y la nutra.

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2. Analogía: La tecnología como ente vivo La tecnología no es ciencia en tanto conocimiento puro y abstracto. Tampoco es técnica, en cuanto pura forma de hacer las cosas. La tecnología no es un ente muerto ni estático. Como entes estáticos, que no son tecnología, se pueden mencionar: el conocimiento plasmado en documentos de cualquier tipo, que es información; la manera de hacer las cosas, know how, consciente o inconsciente, que es técnica; las herramientas, equipos y máquinas, que son productos tecnológicos; o los procesos y métodos que son, a lo más, activos tecnológicos. Tecnología activa no es productos tecnológicos ni activos tecnológicos, es el conocimiento actuante que genera esos productos y activos. ¿Qué es realmente la tecnología? La tecnología es conocimiento práctico de las cosas, activo y útil; es un ente vivo, o una propiedad emergente específica de entes vivos, que consiste en la aplicación del conocimiento a la transformación de la realidad. Como tal, vive en los organismos que la sustentan, sean estos individuos, organizaciones o sociedades. La tecnología, para mantenerse en estado vital, debe desarrollarse en y con los individuos y organizaciones que la generan, la usan y la transforman de manera constante, manteniéndose en armonía y equilibrio dinámico con su medio. Tecnología es la transformación proactiva de la técnica y de la realidad material, con base en el conocimiento; es una mezcla de conocimiento, información, técnicas, métodos y herramientas en acción; es lo que surge del conocimiento y de la actividad tecnológica viva, actuando en equilibrio dinámico con el medio y con la realidad material. La tecnología, como ente vivo, es anatomía más fisiología más la chispa que las enciende, el principio vital; es hardware más software más humanware; es know what más know how más know why; es el barro con el soplo de vida. La tecnología es una propiedad emergente específica del sistema integrado por individuos y organizaciones, ideas, conocimiento, información, capacidades de realización, capacidades de uso y aplicación, para la transformación de la realidad. 3. Lo escencial para la vida, escencial para la tecnología ¿Qué es lo esencial de la vida? ¿Qué hace que, desde un punto de vista vital, sea más valioso un microorganismo vivo que una montaña muerta? La respuesta está en su capacidad de auto-estructuración y auto-transformación, de autodeterminación y de solución de problemas, de adaptación al medio y de acción sobre él, mas su capacidad de generación de entes similares [1,2]. La tecnología, considerada en analogía con las variadas formas de vida, puede tener múltiples manifestaciones, desde las muy simples, hasta las muy estructuradas y complejas. Como en el mundo de los seres vivos, es posible que existan organismos unicelulares, quizá con muy baja especialización, pero con los elementos vitales que les permiten coexistir en su medio, nacer, crecer, reproducirse y morir, preservando su especie. De hecho, en el proceso evolutivo de la naturaleza, para que surgiera la vida fue preciso que existieran este tipo de organismos, con muy baja especialización, pero con altas capacidades de adaptación al medio, para que de ellos y sobre ellos surgieran las especies ‘superiores’, más grandes y con órganos más especializados, hasta llegar a las especies altamente estructuradas como los mamíferos y el género humano. Qué sentido tendría para la tecnología en esta analogía una pregunta como: ¿qué vale más, gusano vivo o vaca muerta? La respuesta depende de lo que se busque. Si se desea el producto de la vida, e.g. la carne para consumo, la vaca será más valiosa. Si se desea la vida en sí, por su capacidad de generar más vida, el gusano será más valioso. La analogía, llevada al campo de la tecnología, sería semejante a la empresa que pretende poseer la tecnología porque adquiere sus productos, e.g. maquinaria, procesos, líneas de producción completas. Estos, por avanzados que sean, son activos tecnológicos, pero no tecnología activa.

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Son objetos propios para el uso y el consumo, pero no tienen por sí mismos la capacidad viva de autoestructuración, auto-generación, crecimiento y reproducción o evolución. En cambio, el conjunto formado por la gente que diseña y construye una máquina, con el conocimiento implicado en su generación llevado hasta su realización y aplicación efectiva en procesos, productos o servicios, sí es tecnología, aún cuando la máquina fuese muy sencilla. Es tecnología viva porque el sistema en sí tiene, en principio, todos los elementos necesarios para regenerarse, para adaptarse al medio, para nutrirse de él y para evolucionar. Esto es en la medida de que hay una conexión vital entre el conocimiento internalizado y sus aplicaciones, por medio de técnicas, métodos y herramientas desarrolladas dentro del mismo sistema, por el mismo capital humano. De la misma manera, en el contexto de una organización, ocurre que se forman grupos de individuos que abordan un problema, interno o externo, con el enfoque de aplicar el conocimiento para su solución. Definen líneas de investigación, forman grupos de trabajo, establecen objetivos, programas e indicadores. Pueden lograr un alto grado de especialización y de estructuración. No obstante todo esto, si se pierde la conexión vital entre los diferentes órganos u organizaciones necesarias para la vida, entre las que están aquellas que traducen el conocimiento en procesos, productos y servicios, no habrá alimentación, esto es, recursos para su funcionamiento, ni retroalimentación, indicaciones para adaptación al medio, ni equilibrio dinámico con éste; en resumen, no habrá vida. 4. Principios para el surgimiento de la vida aplicados a la tecnología No obstante, si se desea la vida, pero no de gusano, sino de un organismo superior ¿por dónde empezar? Se considera que debe buscarse un equilibrio entre la evolución y la creación deliberada [11], no obstante, hay dificultades involucradas. La evolución, el mecanismo idóneo desarrollado por la naturaleza para el desarrollo y la estructuración de los entes vivos, aplicada a la tecnología permitiría pasar de sus primeras manifestaciones a las más avanzadas de manera lógica y consecuente. Este mecanismo es seguro, pero demasiado lento. La creación, el mecanismo basado en decisiones deliberadas de formar las organizaciones y sus células vitales, para después con un soplo infundirles la vida… nos ha mostrado que la vida no surge fácilmente, que se resiste activar su propio ciclo y a florecer para integrarse de manera orgánica con el resto de la sociedad. No obstante, en las circunstancias actuales del país, ¿cuál sería la estrategia más inteligente para intentar infundir vida en los entes, organizaciones e individuos que realizan actividades tecnológicas, e integrarlos con la sociedad? Antes de abordar esta pregunta se comentarán, en relación con la analogía planteada, algunos de los errores que se considera se han cometido al tratar de promover la investigación y el desarrollo tecnológico en nuestro país. Es oportuno, sin embargo, declarar una atenuación a la crítica: es fácil hacer juicios a posteriori. En el mismo sentido, se está consciente de que, muchas veces, las soluciones al presente son los problemas del futuro, y se considera que eso ocurrió con los varios intentos de promover la actividad científica y tecnológica en el pasado. Pero si se desea que los ‘errores’ sean una fuente de realimentación que induzcan la mejora continua y el desarrollo, la mejor estrategia es analizarlos y, en base al diagnóstico, prescribir acciones cada vez mejor fundamentadas. Principios vitales que se han violado en el diseño de un sistema científico-tecnológico en el país: a) Principio anatómico: nivel de especialización b) Principio fisiológico: mecanismos de conectividad y realimentación c) Equilibrio vital: alimentación, realimentación y equilibrio dinámico con el medio A continuación se comentan los elementos que llevan a la postulación de estas afirmaciones.

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a) Principio anatómico: equilibrio en el nivel de especialización Se ha ignorado el principio básico de todo organismo en el sentido de que, para ser productiva la alta especialización de un órgano, deben existir en el sistema otros órganos, con equivalente grado de especialización, que realicen el resto de las funciones vitales, indispensables para el funcionamiento del organismo. Como ejemplos ficticios de no-equilibrio podrían mencionarse el de una lombriz a la que se le intentara trasplantar un corazón de rana o de conejo, o el de un vehículo con motor de 4 cilindros al que se le instalara un carburador para 2 ó para 6. Para la vida de la lombriz, por su estructuración orgánica general, es mucho mejor que sus sistemas digestivo, respiratorio, etc. estén poco especializados y realicen funciones entrelazadas, a que dedicara la mayoría de sus recursos a una de las funciones, por ejemplo la digestión, en detrimento de las otras, como la respiración, tan vitales como la primera. El principio de los encadenamientos en serie también opera aquí: la cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, y un organismo muere cuando muere el más débil de sus órganos vitales. De la misma manera, no se podrá formar un sistema orgánico real si no existe la conjunción de organizaciones adecuada en el nivel adecuado de especialización para sustentarlo. b) Principio fisiológico: mecanismos de conectividad y realimentación Se ha ignorado el principio básico de los sistemas en el sentido de que, para lograr la integridad sistémica, la conectividad entre las partes, su mutua adecuación y mecanismos de interacción son tanto o más importantes que las partes mismas, tomadas individualmente. Lo anterior debe interpretarse adecuadamente a la luz de los criterios de adecuación al uso, esto es, funcionalidad esperada del organismo o sistema. Este principio es complementario del anterior. En un organismo es un grave error juzgar el funcionamiento de una parte u órgano de manera aislada. Un alto desempeño o crecimiento de uno de los órganos, de manera independiente del resto del sistema, puede ser una hipertrofia, y es tan malo como una hipotrofia, así como indicador de desequilibrios en el sistema, muy probablemente nocivos. La conectividad e interacción en los sistemas y organismos son las que logran que el todo sea mayor que la suma de las partes. c) Equilibrio vital: alimentación, realimentación y equilibrio dinámico con el medio Se ha descuidado el enfoque fundamental de un sistema: el surgimiento de las propiedades emergentes, el principio de vida, el logro de la funcionalidad requerida para su finalidad. El principio de vida de un organismo se inicia con el logro del equilibrio armónico entre las partes u órganos del sistema u organismo, y el logro del equilibrio dinámico de éste con el medio, de tal manera que el organismo alcance un estado de auto-sustentabilidad, viabilidad y capacidad de solución de problemas. Parte de este equilibrio está relacionado con las entradas y las salidas del sistema. Las entradas son los recursos que el organismo toma del medio para subsistir y crecer, así como la información que utiliza de él para orientarse y adaptarse, y finalmente las demandas que del medio recibe. Las salidas en términos genéricos son los productos que el organismo entrega al medio, y van desde recursos materiales transformados, pasando por los residuos o recursos que produce y no utiliza, hasta los servicios o respuestas que el organismo ofrece a las demandas del medio sobre él. Todos estos elementos deben entrar en equilibrio dinámico, en un ecosistema, para que el organismo o sistema sea viable. Si las condiciones anteriores no se dan, el sistema podrá sostenerse sólo artificialmente y no logrará las condiciones de viabilidad requeridas. El secreto de la vida, si hay alguno, está en la capacidad asociativa y organizativa en el nivel más básico y elemental de los entes que conforman un sistema, en los individuos que conforman una organización y en las organizaciones que conforman una sociedad. Como lo ha demostrado la 1er Congreso Academia de Ingeniería, México, Mayo 2003

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biología molecular [1], dado que existen interacciones y fuerzas naturales entre las partículas de materia (así como entre personas y organizaciones), el secreto de la vida, está en las propiedades asociativas y organizativas de ciertas proteínas (así como de los entes sociales) que tienen una selectividad estereoespecífica que permite que, a partir del azar, surjan las leyes inexorables de la necesidad que llevan a formas cada vez más estructuradas de vida. 5. Problemática nacional para el logro de los principios vitales La primera no conformidad con los principios vitales, y quizá la más obvia por su magnitud y recurrencia, ha sido el creer que la creación de las organizaciones que hicieran investigación y desarrollo sería lo más importante para que estas actividades florecieran en nuestra sociedad. Visto en perspectiva, esto ha sido equivalente a creer que con tener los órganos considerados vitales para esa función, se tendría la vida. En cualquier caso, la consecuencia ha sido que las organizaciones existen, pero no están integradas orgánicamente con otras organizaciones diferentes, pero complementarias, para formar en conjunto organismos que de manera efectiva y continua traduzcan el conocimiento en aplicaciones y realicen desarrollos tecnológicos. La segunda no conformidad es con el principio fisiológico de conectividad. Y no es que las organizaciones o individuos que realizan investigación estén aislados de manera absoluta. Algunas de estas organizaciones o individuos están muy bien vinculados verticalmente a otros centros de investigación extranjeros u, horizontalmente, a otros centros o individuos semejantes, pares, en el país, pero en la mayoría de los casos, estas vinculaciones son entre órganos de la misma especie, no entre órganos complementarios. Lo anterior produce problemas bien conocidos en la biología: disfunciones, hipo o hipertrofias sostenidas artificialmente, endogenia, imposibilidad de lograr el soplo vital y el equilibrio dinámico con el medio, etc. Estos problemas que la endogenia-endofilia ha provocado en algunos casos heterofobia aguda en algunos investigadores hacia otros que se asocian con organizaciones de otro tipo, e.g. industriales, productivas, comerciales o gubernamentales. La tercera no conformidad es con el principio de equilibrio dinámico con el medio. Los mecanismos de financiamiento de las actividades científicas y tecnológicas, de evaluación y de reconocimiento son sumamente endógenos y no establecen un sistema de reglas que fuerce o motive la interacción creativa de las organizaciones o individuos que las realizan con otros entes sociales con diferente función. Muy por el contrario, los estímulos reales han reforzado un sistema de valores individualista y endógeno de esta comunidad. A nivel individual, el establecimiento del sistema de estímulos significó un reconocimiento a la labor humana y profesional, altamente individual, de la generación de ideas. No obstante, los estímulos se pusieron en el lugar equivocado y con ello se disminuyeron las probabilidades de trabajo grupal realmente interdisciplinario, entre investigadores, tecnólogos, administradores, mercadólogos, economistas e industriales. La situación actual es que la conexión de los investigadores nacionales con otros organismos sociales, que provean problemas y recursos y apliquen soluciones, es extremadamente débil. Por desgracia, algo semejante ocurre en otros campos de la actividad nacional. En el país existen industriales y empresarios de vanguardia, algunos que figuran en las listas internacionales de los hombres de negocios más exitosos. Existen funcionarios públicos con la mejor educación para promover el desarrollo técnico, científico y económico del país, con amplio reconocimiento internacional... Pero la conexión con los investigadores y tecnólogos en ambos casos no pasa de los formalismos y de la negociación de apoyos a los programas existentes. Caricaturizando la analogía y, como en toda caricatura, exagerando los aspectos negativos de nuestra realidad, se podría decir que como sociedad hemos construido un Frankenstein, un conjunto de órganos que aspiran a ser el mejor de cada clase 1er Congreso Academia de Ingeniería, México, Mayo 2003

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(paradigma de la excelencia), pero que no es un organismo en toda la extensión del concepto, puesto que las partes no están interconectadas por un flujo vital y no funcionan armónicamente. Cada gremio o conjunto de organizaciones ha crecido y sobrevivido independientemente de los otros. Cada uno ha desarrollado un código genético endógeno con capacidad casi nula para mutaciones evolutivas, un DNA que refuerza respuestas pre-aprendidas quizá inconscientemente, basadas en largos periodos de experiencias previas. ¿Cómo revertir ese proceso y lograr la integración orgánica? 6. Re-direccionamiento de las políticas y apoyos para la tecnología En nuestro país se han realizado en los últimos 35 años acciones importantes para fortalecer la actividad científica y tecnológica, como la creación del CONACYT, la creación y fortalecimiento de los Centros de investigación y desarrollo, el fortalecimiento de su infraestructura y de su capital intelectual, el programa de becas y la creación del Sistema Nacional de Investigadores. Fruto de estas acciones existen actualmente, en teoría, la mayoría de los componentes fundamentales para un Sistema Nacional de Innovación pero, como se ha comentado, les falta la conectividad y el soplo de vida. La recientes iniciativas y logros del CONACYT [12, 13] como las leyes y normatividad promovidas para fomentar la actividad científica y tecnológica, los centros de investigación y desarrollo, los sistemas regionales, los tecnopolos, los clusters o distritos industriales y los estímulos para la formación de tecnólogos, entre otras iniciativas, dan una señal positiva de cambio en la dirección correcta. En términos reales y operacionales, falta mucho por hacer. Falta, por ejemplo, hacer efectiva la flexibilización para los centros de investigación en cuanto a la rígida normatividad existente en el sector público; falta flexibilizar la administración del personal que realiza actividades tecnológicas, facilitar y promover spin-offs, falta agilizar la administración de estos centros para la contratación de proyectos y servicios tecnológicos; falta que se activen los fondos y que se aporte más recursos en el marco de los mismos; falta dar mayor uso a los programas de modernización tecnológica, de apoyo a PyMEs, etc. Falta crear un caldo de cultivo adecuado para que surjan y se reproduzcan muchos tipos de organismos, micro y macro, públicos, privados e híbridos, que utilicen activamente la tecnología como componente esencial para la innovación y la competitividad. Se está en la dirección adecuada, pero es preciso redoblar esfuerzos inteligentemente dirigidos para infundir a nuestro sistema tecnológico el soplo vital. 7. El caldo de cultivo para el desarrollo tecnológico Por lo descrito se considera que la única manera en que la tecnología puede surgir y florecer en una sociedad, es convirtiéndose en una actividad vital, integrada orgánicamente a otras actividades igualmente vitales como la educación y la actividad económica y empresarial [8, 9, 10], cada una de las cuales desarrollada por organizaciones que forman subsistemas científico-tecnológico, educativo, financiero, productivo del gran sistema orgánico que debe constituir al país. Se considera también que, como en toda expresión vital, es súmamente difícil que surjan y tengan existencia viable las singularidades. Todo ente vivo vive, crece y se reproduce en un sistema ecológico, con cadenas ecológicas alimenticias y de sustentabilidad complementarias, donde unos entes se alimentan de otros y viceversa. Todo sistema ecológico, para ser viable y sustentable debe lograr un estado de equilibrio dinámico más o menos estable entre sus componentes. Lo anterior, llevado al terreno del desarrollo tecnológico, nos explica el por qué es tan difícil lograr desarrollo tecnológico en nuestro país: la mayoría de intentos que se hacen tienen un carácter singular, porque no hemos logrado crear una base ecológica rica, un caldo de cultivo, que permita 1er Congreso Academia de Ingeniería, México, Mayo 2003

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y fomente el desarrollo amplio de grupos enteros de instituciones con funciones complementarias. Basten para ilustrar lo dicho un estudio y algunos ejemplos. Estudio 1: [14].

Estudio sobre el plan maestro para la promoción de industrias de soporte en México

El estudio fue desarrollado por JICA en el periodo 1996-1997. Buscó encontrar áreas tecnológicas relacionadas con dos ramas industriales, la automotriz y la de electrodomésticos, en que México pudiera ser competitivo. Partiendo de la cúspide de la pirámide, de la posición de los fabricantes de equipo original (Original Equipment Manufacturers, OEMs) analizaron los diferentes niveles de prooveduría (1st, 2nd, 3rd Tier) y las tecnologías requeridas en cada nivel. El objetivo concreto fue llegar a los niveles y áreas tecnológicas en las que existiera en el país suficientes elementos de competencias técnicas, humanas y organizacioneles, que conformaran una base amplia de sustentabilidad, para dirigir a ellos apoyos y promover su competitividad. El estudio mostró algunas de las serias deficiencias existentes en nuestra planta productiva y tecnológica, y se tuvo que llegar muy abajo en la pirámide para encontrar el sustento buscado. En la rama automotriz se seleccionaron las tecnologías de estampados y en la rama electrodomésticos las tecnologías de plásticos. Hasta la fecha hay centros de investigación y desarrollo tecnológico trabajando en las líneas definidas por el estudio. Ejemplo 1: Diseño, desarrollo y fabricación de un equipo de medición para ultrasonido [15, 16]. Investigadores de un centro de investigación y desarrollo tecnológico abordan un proyecto para desarrollar y fabricar un sistema para calibración de transductores ultrasónicos con tecnología propia, partiendo desde el diseño, hasta llegar a la fabricación, puesta en operación, pruebas y validación. La parte conceptual es desarrollada sin problemas. La ingeniería de detalle ya se encuentra con ciertas dificultades, por la carencia de especialistas con experiencia en ciertos métodos de fabricación, etc., pero se logra. La adquisición de algunos componentes especializados se convierte en un reto superior dada la carencia de fabricantes nacionales, las exigencias normativas de los procesos de licitación internacional impuestas a las entidades públicas y los pésimos tiempos de respuesta, servicio y conductas de algunas de algunas empresas importadoras o brokers, especialistas en ganar licitaciones. Algunos de los componentes surtidos son rechazados por errores contra especificación y los tiempos de reposición de componentes de importación rompen con cualquier programa de trabajo. La fabricación de algunas otras partes diseñadas se encuentra con la carencia de talleres realmente profesionales, con la capacidad en maquinaria y competencia profesional requeridas para lograr las especificaciones. Finalmente se logra la fabricación, las pruebas y la puesta en marcha, en un tiempo 5 veces mayor al planeado, en el cual 4 quintas partes fueron tiempos muertos, administración, reproceso... y aprendizaje organizacional. Ejemplo 2:

Macro proyectos científico-tecnológicos en México [17].

Aún cuando se podrían mencionar ejemplos concretos, se desea hacer referencia de manera genérica los macro o mega proyectos científico-tecnológicos que han sido promovidos y aprobados en parte con la justificación de motivar el desarrollo tecnológico del país. Quien escribe no se considera en posición de opinar sobre su posible impacto científico, pero desde el punto de vista tecnológico se considera que estos proyectos han dado resultados sumamente pobres. La derrama tecnológica ha sido aprovechada mucho más en otros países que sí cuentan con una base tecnológica y organizacional apropiada para asimilar los desarrollos implementados, pero no aquí. Se considera que uno de los paradigmas que es preciso eliminar es el de la promoción de la ‘alta tecnología’, cuando no se tiene una base ecológica de empresas y organizaciones adecuada para ello. Cualquier intento y dedicación de recursos al tema, que no considere también la creación y fortalecimiento de una 1er Congreso Academia de Ingeniería, México, Mayo 2003

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base ecológica fuerte y amplia para su sustentabilidad, está condenada a convertirse en una singularidad y, eventualmente, a morir de inanición o vivir de manera parásita en la sociedad. Ejemplo 3: Investigación y desarrollo tecnológico para componentes automotrices [18]. Una empresa, proveedora de componentes para el sector automotriz desea realizar mejoras en su producto y contrata a un instituto de investigación para hacer un desarrollo tecnológico. El instituto realiza la investigación teórica, propone respuestas, las valida con simulación computacional e investigación experimental, etc. Fruto de esta línea de trabajo se realizan varias tesis de posgrado, se forman diseñadores, se producen programas de simulación, se construyen bancos de pruebas. A lo largo del proceso se proponen soluciones con diferentes niveles de contenido tecnológico e innovación. Únicamente se implementan las más modestas, porque la empresa no es independiente tecnológicamente. Está ligada de múltiples maneras a otras redes transnacionales en las cuales tiene muy poca influencia: a su cliente superior que define las especificaciones con un mínimo margen de acción; a los tecnólogos, que definen procesos, etc., no permiten libertad ni aceptan co-participación; a los fabricantes de la maquinaria y equipo, que son dueños tecnológicos del proceso de producción (una de las serias deficiencias de nuestro país es la carencia de industria de bienes de capital), etc., etc. Contra Ejemplo 3: Empresas de la constelación tecnológica-industrial del sector automotriz en Saarland, Alemania [19]. A diferencia de la empresa anterior, una empresa semejante, pero más pequeña, en una constelación (cluster) productiva alemana del sector automotriz, trabaja desde el diseño del componente con su cliente, el fabricante de equipo original. Juntos definen el diseño, considerando los requerimientos del cliente, las capacidades de fabricación del proveedor y las implicaciones de cada opción, incluida la ingeniería de detalle, los procesos de producción y los costos de cada opción. Decidido el diseño, el proveedor o empresa en cuestión, recurre a los fabricantes de maquinaria, equipo y herramentales para solicitar las modificaciones requeridas en su línea de producción e implementar las mejoras o innovaciones introducidas al proceso o producto. La empresa tiene sus propio micro-equipo de tecnólogos, entre los que se encuentran contratado por tiempo parcial dos investigadores de la universidad politécnica, uno de los cuales tiene su propio instituto. En todo el proceso de diseño e implementación de una modificación al producto pueden estar involucradas 3, 5 o 10 empresas, grandes, medianas y pequeñas, todas con amplia competencia técnica en su campo, con reconocimiento entre sí y capacidad de colaboración. El resultado es una planta industrial con capacidad de desarrollo tecnológico e innovación y altamente competitiva. De los anteriores estudios y ejemplos, así como de múltiples estudios de caso reportados en la literatura reciente [20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27] es posible deducir que para la formación de un caldo de cultivo o de una adecuada base ecológica organizacional y empresarial que fomente la actividad tecnológica, es esencial la promoción de esquemas que cultiven y fortalezcan la capacidad de asociación, la capacidad de organización y la construcción de confianza, tanto a nivel de competencia técnica, como administrativa, profesional y ética entre los entes sociales para el desarrollo.

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8. Conclusiones Se han discutido las implicaciones de considerar a la actividad científico-tecnológica como una actividad vital de la sociedad en su conjunto, con las características de los entes vivos. Como corolario número uno de esta discusión se propone eliminar paradigmas del gremio como el de la excelencia científica, la alta especialización y la alta tecnología, si esta excelencia y alta especialización no están integradas vital y orgánicamente a la sociedad. Estos paradigmas deben ser eliminados tanto del sistema de creencias, como de valores y, sobre todo, de pautas de actuación, promoción y asignación de recursos. Como corolario número dos se propone definir como criterio de valor de una acción científico-tecnológica su integración orgánica, que considere un nivel de especialización adecuado, un grado de conectividad alto con otras organizaciones semejantes y diferentes, pero complementarias, y un nivel de integración vital con la sociedad, en el que se promueva el equilibrio dinámico entre la actividad científico-tecnológica y su medio.

Finalmente, se apoyan las acciones emprendidas por el CONACYT para la reorientación de los apoyos a la actividad científico-tecnológica, y se propone que se busque la formación de los caldos de cultivo referidos para la tecnología en los cuales florezcan, de manera regional y sectorial, pero con la multiplicidad propia de la vida, entes vivos de todos los tamaños y orientaciones, híbridos de diferente naturaleza entre gobierno, academia e industria, pero todos enlazados por un fluido vital que permita su crecimiento, su auto-estructuración inducida y su evolución. Se considera que sólo de esta manera se logrará que la ciencia y la tecnología sean un activo social, promotor de la competitiviad, del desarrollo incluyente y del bienestar de la sociedad. Referencias [1]. [2]. [3]. [4]. [5]. [6]. [7]. [8]. [9]. [10]. [11]. [12]. [13] [14]. [15]. [16]. [17]. [18]. [19]. [20]. [21]. [22]. [23]. [24]. [25]. [26]. [27].

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