Sustentabilidad territorial y arquitectura bioclimática. Alternativas de diseño para la vivienda rural en la Huasteca Potosina

June 28, 2017 | Autor: Tyler Dorden | Categoría: Sustentabilidad
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Descripción

V Coloquio de Investigación sobre Arquitectura Departamento de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato 22, 23 y 24 de agosto de 2013 Eje Temático: Sustentabilidad Título de la ponencia: Sustentabilidad territorial y arquitectura bioclimática. Alternativas de diseño para la vivienda rural en la Huasteca Potosina Adrián Moreno Mata Ricardo Villasís Keever Rigoberto Lárraga Lara Facultad del Hábitat, UASLP e-correo: adrian.moreno©uaslp.mx Resumen El trabajo intenta explorar los matices, significados e implicaciones del concepto de Arquitectura Sustentable, a partir del pensamiento sistémico, como una vía para: i) comprender la relación Sociedad – Naturaleza; ii) optimizar los recursos naturales y sistemas constructivos, y iii) minimizar el impacto ambiental del espacio construido sobre el territorio y sus habitantes. Para ello se estudian diversas comunidades rurales de origen étnico teenek y náhuatl, enclavadas en el corazón de la región Huasteca Potosina, en el occidente del estado de San Luis Potosí, México. En estos lugares es posible observar aún la interacción –no siempre positiva-, entre modos de vida que preservan el conocimiento ancestral de la arquitectura vernácula, y otros que incorporan prácticas derivadas de la cultura moderna, urbana y consumista, que afectan seriamente las condiciones del entorno. Se parte de la escala local o doméstica de la vivienda, visualizando la interacción con otros niveles (locales, regionales e incluso globales). En la primera parte del trabajo se analizan algunos conceptos, enfocados a la construcción de una estrategia para promover la sustentabilidad territorial, el diseño del hábitat y la vivienda sustentables, utilizando la metodología del manejo integrado de recursos. El segundo apartado incluye los antecedentes y caracterización de la región donde se ubican los estudios de caso, la descripción de algunos aspectos clave sobre las condiciones socioeconómicas y Ambientales. Ello incluye el análisis de ciertas características de la vivienda indígena y una tipología derivada del trabajo de campo en diversas comunidades de la región. En la tercera parte del documento se presenta una propuesta alternativa, de carácter holístico, que contempla aspectos sociales, económicos y ambientales necesarios para una optimización de los recursos en el diseño y construcción de la vivienda rural. El enfoque de esta propuesta vincula aspectos sobre el conocimiento vernáculo – antiguo- con aspectos innovadores derivados del enfoque de ecotecnias, el manejo integrado de recursos y la vivienda sustentable. Finalmente, se incluyen las conclusiones y recomendaciones. Palabras clave: desarrollo sustentable, arquitectura sustentable, manejo integrado de recursos, vivienda vernácula.  

 

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Introducción Durante la etapa reciente, el pensamiento sistémico, las Teorías del Caos y de los Sistemas Complejos, y la idea de comprender el mundo como una red de elementos directa o indirectamente relacionados, se han consolidado como paradigmas en diversos campos de conocimiento imbricando temas como la globalización, el desarrollo sustentable y la sustentabilidad en general. A ello ha contribuido una discusión iniciada hace casi cuatro décadas, periodo en el cual la aproximación de los sistemas complejos, con toda la parafernalia de ideas, conceptos, constructos e instrumentales metodológicos, constituye un cambio de naturaleza epistemológica para abordar el estudio de los denominados fenómenos sociales, y especialmente de los colectivos humanos (Aguilera Ontiveros y Contreras Manrique, 2008). A partir de los años sesenta, numerosas investigaciones comienzan a utilizar la visión sistémica como forma de aproximarse conceptualmente a las condiciones del entorno físico, el hábitat humano y otros aspectos ligados al funcionamiento de las comunidades y territorios. Se avanza así en la comprensión de la complejidad de relaciones entre los componentes físicos del medio, las racionalidades y acuerdos para el aprovechamiento del territorio natural de soporte, los bienes ambientales, los servicios públicos y los patrones de consumo, entre otros, aspectos. También se aborda el funcionamiento de las comunidades humanas, como ecosistemas, es decir, como una forma de metabolismo en la que confluyen distintas dimensiones: la social, la económica, la ambiental, la tecnológica y la gobernanza. El seguimiento a esta visión sistémica y su incorporación como una herramienta de análisis e intervención humana, sirve en primera instancia para llevar a cabo una reflexión crítica sobre el espacio habitable -especialmente a partir de la segunda posguerra-, que gracias al surgimiento de disciplinas integradoras como la Ekística, el desarrollo sustentable y el bioclimatismo, han permitido avanzar hacia una visión alternativa del entorno físico en el que se desenvuelven los asentamientos humanos, las actividades económicas y la población. En este contexto, el trabajo intenta explorar los matices, significados e implicaciones del concepto de Arquitectura Sustentable, a partir del pensamiento sistémico, como una vía para comprender la relación Sociedad – Naturaleza, optimizar los recursos naturales y sistemas constructivos, y minimizar el impacto ambiental del espacio construido sobre el medio ambiente y sus habitantes. Para ello se toman como casos diversas comunidades rurales de origen étnico teenek y náhuatl, enclavadas en el corazón de la región Huasteca Potosina, en el occidente del estado de San Luis Potosí, México. En estos lugares es posible observar aún la interacción –no siempre positiva-, entre modos de vida que preservan el conocimiento ancestral de la arquitectura vernácula, y otros que incorporan prácticas derivadas de la cultura moderna, urbana y consumista, que afectan seriamente las condiciones del entorno. Se parte de la escala local o doméstica de la vivienda, visualizando el impacto ambiental sobre niveles locales, regionales e incluso globales. El paraguas de la sostenibilidad: la arquitectura sustentable Un aspecto de naturaleza conceptual y metodológica que parece tomar una gran fuerza en los últimos años, se refiere al concepto de arquitectura sustentable, que Pedemonte y Yarke (2009) consideran se ha convertido en el “paraguas” que cubre una diversidad de tendencias arquitectónicas que van desde la arquitectura bioclimática, arquitectura solar, arquitectura natural, arquitectura bioambiental, la eco arquitectura, arquitectura verde, greenbuilding, alta eficiencia energética, nuevos materiales, ciclo de vida, gestión participativa, auto-construcción y el manejo de eco-villas, entre otras posturas. Bajo este enfoque, Lárraga Lara et al., (2013), sintetizan por lo menos 22 propuestas arquitectónicas autodenominadas como iniciativas sostenibles de arquitectura entre las que destacan “green building”, arquitectura solar, bio-arquitectura, arquitectura verde, bioclimática hasta las eco villas; pasando desde los movimientos tecno-centristas hasta aquellos eco-centristas. Se ilustra así un panorama general del Estado del Arte de la sustentabilidad en el campo de la arquitectura, el diseño y la construcción, como distintos puntos de vista que enriquecen y aportan a la complejidad y al debate de la sustentabilidad en distintos ámbitos o escalas territoriales. En la figura 1 se pueden observar estas distintas posturas: a la izquierda [en la parte inferior] tanto posturas elitistas y parciales, en las que predomina el marketing y las innovaciones tecnológicas [biomas futuristas, high tech, green building, etc], muy relacionadas con el sistema neoliberal, como aquellas de carácter alternativo y más comprehensivo, preocupadas por el deterioro ambiental, el cambio climático, la inequidad y críticas del tecnocentrismo. Entre estas distintas tendencias o posturas también se pueden identificar las que son opuestas entre sí, las que privilegian

 

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la investigación científica [edificios inteligentes de alta eficiencia energética a la izquierda del mapa) hasta las que valorizan la ejecución práctica (bio-construcción a la derecha). Figura 1. Mapa de aproximación a la arquitectura sostenible

Fuente: Lárraga Lara, R. Moreno Mata, A. y Benítez Gómez, V. (2013). Cabe señalar que en la actualidad el desarrollo de vivienda sustentable representa un aspecto fundamental dentro del enfoque de desarrollo sustentable y se aplica en la determinación bioclimática en el diseño de asentamientos y de la vivienda. Considera las condiciones climáticas, el uso eficiente de los recursos disponibles (sol, vegetación, lluvia, vientos), la reducción de los impactos ambientales y del consumo de energía, así como la toma de conciencia o un cambio de actitud respecto al diseño y la tecnología (Tudela, 1982). Contempla a su vez el problema del saneamiento de los asentamientos humanos, en lo que respecta al proceso y manejo de los residuos sólidos y líquidos. La eficiencia energética que se pretende lograr en las viviendas sustentables se enfoca, por un lado, a controlar la ganancia de calor por radiación solar, y por el otro, generar prototipos bioclimáticos, y un diseño adecuado de la envolvente (ver figuras 2 y 3). Para el caso de México la vivienda eficiente energéticamente, considera cuatro objetivos básicos: i) mejorar la calidad de vida con base a un clima interior sano; ii) disminuir los gastos en energía de las familias de escasos recursos; iii) generar un adecuado ambiente interior; iv) reducir el consumo energético, y v) disminuir los subsidios estatales (Moreno Mata y López Mares, 2012). Una pregunta de investigación que se plantea el presente trabajo es si el concepto de sustentabilidad territorial y en particular el de arquitectura sustentable pueden aplicarse a un contexto no urbano, como es el caso de las comunidades rurales e indígenas que integran la mayoría de los territorios -nacional, estatal y municipales-. Tomando como base el trabajo de campo desarrollado por los autores en diversas comunidades rurales de la región huasteca potosina, a lo largo de varios años, se intenta dar respuesta a esta interrogante considerando dos premisas básicas: i) que es posible aprovechar el conocimiento ancestral en el diseño y construcción de la vivienda rural indígena, combinado con el uso de ecotecnias y de tecnologías renovables, y ii) que la participación y la autogestión comunitarias, típicas en las comunidades señaladas, constituyen un capital social que permite impulsar proyectos de autogestión en el campo de la vivienda sustentable. En este sentido, la interacción entre estos dos factores –conocimiento y capacidad de acción-, se convierten en motores del cambio social y del desarrollo comunitario sustentable.En el campo específico de la vivienda rural sustentable esa integración del conocimiento antiguo [vernáculo] y el conocimiento nuevo [ecotecnias], constituye una simbiosis entre conservación e innovacióny y base para una propuesta propia.

 

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En la primera parte del trabajo se presentan los antecedentes teóricos sobre el tema. Posteriormente se describen algunas características territoriales de la región donde se ubican las comunidades estudiadas. El tercer apartado integra los resultados de la investigación y una propuesta alternativa. Se concluye con algunas reflexiones. Figuras 2 y 3. Eficiencia energética de la vivienda conforme a diferencias geoclimáticas

Fuente. CONAVI, 2010.

Caracterización del área de estudio Desde la perspectiva espacial, la estructura jerárquica del subsistema urbano de la región huasteca potosina es de tipo jerárquico. Su interacción y grado de influencia se equilibra por la participación demográfica y económica de otros centros urbanos importantes, como es el caso de Tamazunchale, cuya área de influencia abarca gran parte de la microrregión de la Huasteca Sur, en San Luis Potosí, y parte de las regiones huastecas de Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz. En este caso la intensidad de los flujos económicos y demográficos de los centros de población presentan rasgos de complementariedad, acentuados por las características étnicas de estas microrregiones. No obstante, algunas de las localidades de las microrregiones Huasteca Centro y Sur, establecen en primera instancia, una mayor interacción con Ciudad Valles, dada su proximidad geográfica, su peso demográfico específico, el grado de urbanización y los servicios que concentra (ver figuras 4 y 5). Figuras 4 y 5. Ciudad Valles. Área de mercado potencial; Microregión Huasteca Norte: ubicación territorial y huella ecológica por perímetros (10, 15 y 25 kilómetros)

Fuente: construcción propia, con base en PED, 2009-2015; SEDESORE, 1998.

 

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Si se analiza el número y población de las localidades ubicadas en las radios o buffers identificados a 10 y 15 kilómetros, en términos demográficos, la huella ecológica de esta ciudad alcanza alrededor de 20%, es decir, una población total superior a los 200 mil El resto de las localidades ubicadas en el municipio de Valles también tiene una interacción económica, poblacional y espacial importante con Ciudad Valles, la localidad urbana más importante de la región. Sin embargo, a medida que se alejan de los perímetros indicados, la intensidad de esa interacción va disminuyendo. La región Huasteca Potosina abarca 20 municipios, y su extensión es de 11,409 km2, que representa 18.3 por ciento de la superficie del estado de San Luis Potosí. La Sierra Madre Oriental cruza esta región en una dirección SENW (véase el mapa 1). Geológicamente pertenece al paleoceno y al cretácico superior. Son de gran importancia los ríos Tamuín, Pánuco, Gallinas, Moctezuma y Valles, así como algunas lagunas que se forman en los ríos Tamuín, Tancuayalab y Tanquián, destacando por su tamaño Orilla Grande, Tigre y Lavaderos (véanse la figuras 6 y 7). Los afluentes del Pánuco conforman sus cuencas. Figura 6. Huasteca potosina

Figura 7. Huasteca. Asentamientos étnicos

Fuente: Aguilar-Robledo, 2008.

Fuente: Aguilar-Robledo, 2008.

En términos climáticos la Huasteca Potosina es una región tropical subhúmeda que cuenta con remanentes de selva mediana perennifolia, selva baja caducifolia, encinar tropical y palmar (Algara Siller et al., 2009). Los climas característicos de la región son cálido-húmedo y semicálido-húmedo; la temperatura media anual es de 24.7°C y su precipitación pluvial media anual fluctúa entre 848 y mil 062 milímetros; aunque hay lugares como el municipio de Xilitla donde, algunos años, la precipitación pluvial sobrepasa los 3,000 mm. Entre los principales rasgos medioambientales cabe mencionar la estacionalidad típica de los climas tropicales de subhúmedo, que se traduce en regularidades y variaciones climáticas -cíclicas y episódicas-, entre las que destacan la presencia de fenómenos meteorológicos recurrentes –como huracanes e inundaciones-. Los patrones de lluvia ya mencionados, así como importantes periodos de sequía (Algara Siller et al., 2009), relacionados con los periodos de temperaturas más elevadas que se registran a lo largo de la historia regional, tienen importantes efectos ambientales (escasez de pastos, desecación estacional de arroyos, y devastadores efectos en la crianza de ganado) (Aguilar-Robledo, 2008:75-76). El dato sociodemográfico más significativo y que le confiere un tinte de contraste y riqueza cultural a la Huasteca Potosina es la presencia de tres etnias, nahua, teenek –o huasteca- y pame, que en conjunto representan cerca de la mitad de la población total de la región. Si bien algunos de estos grupos étnicos tienen una ligera presencia en otras regiones del estado, en realidad su mayor concentración demográfica y espacial se observa en la región huasteca, en la

 

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que se ubican 431 comunidades, que agrupan a 1722 localidades (Ávila Méndez et al., 2005) (véase nuevamente el mapa 2). Entre los rasgos socioculturales cabe destaca la permanencia de ciertas prácticas productivas y constructivas –como es el caso de la vivienda vernácula-, que han permitido a la población local sobrevivir a diversos procesos: la modernidad, la migración, la transculturización y la pérdida de los valores comunitarios; la rururbanización y su impacto en la biodiversidad. Dichos aspectos, junto a los factores meteorológicos de precipitación y temperatura, así como su estrecha relación con la evolución de los usos del suelo y los cambios en la vegetación y los procesos de deforestación, constituyen razones importantes para un acercamiento bioclimático al diseño y construcción de la vivienda en la región. De manera similar, durante la etapa reciente se observan importantes transformaciones en el universo o sistema definido como comunidades huastecas de origen indígena (Ávila Méndez, 2005; Ávila Méndez et al., 1995). Entre ellas se encuentran: i) el impacto de la globalización (la internacionalización del sistema económico nacional y la incorporación de México en el Nuevo orden global, como factores importantes que han alterado de manera radical las condiciones de reproducción social de las familias rurales e indígenas en la Huasteca Potosina); ii) cambios en las formas de organización de la producción y el empleo en la región; iii) incremento en la intensidad de los flujos migratorios; iv) reorganización territorial en la distribución y formas de ocupación de los asentamientos humanos, y v) la readaptación de los espacios comunitarios y las viviendas.

Tipología del hábitat y la vivienda Uno de los principales baluartes con que cuentan las comunidades estudiadas [se realizó trabajo de campo en diversas comunidades de tipo rural, y algunas origen étnico] es el potencial que representa la arquitectura vernácula de esta región: sus técnicas constructivas, materiales, diseño y ejecutores. No obstante, conviene señalar que las tipologías arquitectónicas del hábitat tradicional son el producto de un complejo dar y recibir entre la cultura urbana y la rural, cuyos confines; en consecuencia, los testimonios de paternidad de las singulares invenciones estilísticas y arquitectónicas-, resultan a menudo bastante difíciles de dilucidar. En términos generales, en la actualidad se observa que existen tanto edificaciones en proceso de construcción, como algunas con casi ochenta años. La concepción espacial de la vivienda está dividida en dos construcciones dispersas: la primera alberga los dormitorios y la segunda es una pequeña cocina. Ambas se comunican a través de un patio abierto. El techo de los dormitorios cuenta con un tapanco que es ocupado para guardar herramientas de trabajo, maíz y otros. De esta forma, se aprecia cómo los indígenas teenek han desarrollado con éxito, de manera empírica, modelos de micro climatización natural, utilizando el patio, el fogón –al que definen como el corazón de la vivienda- y otros elementos arquitectónicos de la vivienda. Se establecen así incesantes metáforas entre dichos componentes, los elementos naturales y ciertos valores culturales: por ejemplo, las relaciones patio-viento-libertad; fogón-calor-familia; traspatio-abundancia-sostén económico [véanse figuras 8 y 9].

Figure 10. and 11. Studied communities. Type of housing and building materials Figuras 8 y 9. Tanchachín. Tipología de vivienda

Fuente: Moreno et al., 2010.

Source: toseLárraga Lara, un 2000. En la mayoría de las taken viviendas puede encontrar pequeño altar con reminiscencias de sincretismo religioso. Los solares son amplios, casi todos cuentan con árboles frutales, algunos animales domésticos y un espacio definido en el  

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que se pone a secar el café, éste puede ser de concreto o de tierra. El mantenimiento continuo y su crecimiento progresivo son parte del concepto funcional de la vivienda; por ello las viviendas se mantienen en pie y las que son abandonadas, en poco tiempo se degradan e integran a la naturaleza hasta desaparecer vivienda; o bien reutilizadas mediante el uso de los materiales sobrantes (Lárraga Lara, 2000: 112). Según su morfología y elementos arquitectónicos, predomina la planta rectangular de un nivel. La distribución de los recintos o “cuartos”, es tal que predomina el cuarto aislado en medio del solar. La consolidación gradual mediante la paulatina ocupación de baldíos, se produce también de manera dispersa e irregular dentro de las parcelas agrícolas, y va aumentando la densidad hasta llegar a 50 viviendas por hectárea, cuando se ocupan la mayoría de los lotes baldíos y las viviendas alcanzan varias décadas de existencia. Los asentamientos humanos localizados en la zona de estudio, reprodujeron la arquitectura de las comunidades próximas, elaborada con materiales y técnicas de la región. Como relata Lárraga Lara (2000): “La lógica que explica la utilización de estas técnicas y materiales en sencilla: presencia de adobes, palmas, horcones y otates, y la ausencia de ladrillo, teja, zacate, maderas en tablón, concreto o piedra braza” (Lárraga Lara, 2000:5). Entre los materiales regionales que con mayor frecuencia se aplican en estas viviendas, cabe destacar la palma Sabal mexicana, la piedra caliza (de origen sedimentario), la madera [en 33 especies potenciales], y el otate o Gadua (Moreno Mata y Benítez Gómez 2007). El conocimiento constructivo que tienen varios de los habitantes de la comunidad -expertos locales-, hace innecesaria la contratación de técnicos especializados foráneos, lo cual beneficia en los costos directos de construcción. No obstante, en la localidad estudiada se aprecia también una variedad de combinaciones con distintos materiales, no sólo de origen local -de procedencia vegetal y tratamiento primario-, sino también elementos prefabricados e industrializados, como el block de concreto, láminas galvanizadas y de asbesto-cemento e inclusive, losas de concreto armado, entre otros componentes de la vivienda de influencia urbana (Moreno Mata y Benítez Gómez 2007). En algunos casos los solares son los espacios de la comunidad donde vive la familia. En este lugar se encuentran la casa, las plantas, los animales domésticos, el almacén de semillas y los materiales de trabajo, entre otros. Todos estos elementos conforman una unidad indivisible, reflejo de la cultura, y como tal el solar es contenedor de conocimiento. Los solares de Cuatlamayán se caracterizan por tener como edificio principal la casa -ya sea de ojtlatl (otate), block, techo de palma o lámina- con algunos cuartos (ver figuras 10 y 11). Figuras 10 y 11. Cuatlamayán. Tipología de vivienda y solares

Fuente: (Moreno Mata y Benítez Gómez 2007.

La cocina puede estar dentro de la misma construcción o al aire libre, protegida sólo por un techo de palma o lámina. Todas las cocinas tienen un fogón abierto de leña; pocas viviendas cuentan con estufa de gas que, además, se usa poco. El solar también cuenta con una letrina lejos de la vivienda. Alrededor de la vivienda se pueden observar espacios para plantas, un espacio para guardar a los animales (puercos, gallinas, chivos, vacas o burros), y un lugar donde se almacena la leña. Algunos solares cuentan con un pozo de agua y otros con agua de la red pública. Es posible identificar materiales

 

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de trabajo como el kuatoktli, la coa, herramienta para sembrar. Estos espacios están delimitados por cercas vivas (con árboles principalmente) o de madera, alambre de púas o block. Este somero esbozo del solar nos permite confirmar que el huerto es un espacio que se crea en la cotidianidad y en el que coexisten tres elementos básicos: el humano, el vegetal y el animal, que se interrelacionan en un espacio delimitado, apropiado y manejado por la gente. En el primero se integran los conceptos de casa-familia,trabajo y manejo-conocimiento-reproducción de la lengua cultura; en el segundo los conceptos de flora silvestre/domesticada y flora nativa/introducida; y en el tercero los de fauna silvestre/domesticada y fauna nativa/introducida (ver figura 12). Figura 12. Cuatlamayán. Elementos del solar

Fuente: Moreno Mata y Benítez Gómez 2007.

En síntesis, la morfología, materiales, técnicas y procesos de construcción de vivienda, en las comunidades estudiadas, presentan al menos cuatro rasgos de sustentabilidad relacionados con su forma de su crecimiento: i) el aprovechamiento de la arquitectura vernácula enHousing el diseño Tipology de vivienda ii) elMorphology uso de sistemas materiales constructivos Figures 12 and 13. in bioclimática; studied cases. and yuse of bioclimatic locales o regionales; iii) adaptación eficiente al ambiente local, lo que permite ahorros energéticos, y iv) la presencia de systems una estructura organizativa -grupos familiares o de amistades- que facilitan la construcción colectiva de la vivienda, también denominada “vuelta de mano” o “mano de obra ampliada” ver figuras 13 y 14.

Figuras 13 y 14. Ecotecnicas y arquitectura vernácula. Comunidades estudiadas

Fuente: Moreno Mata et al., 2010.

Source: taken to Lárraga Lara, 2000.  

Source: taken to Lárraga Lara, 2000.

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Propuesta-Modelo La eficiencia y la optimización de las condiciones ambientales en la gestión integrada de los recursos que manejan las comunidades estudiadas contempla diversos factores. Sin embargo, le da preminencia al factor tecnológico, es decir, al estudio de la eficiencia y la optimización de los recursos agua, viento, la energía y los residuos, los flujos que alimentan la vivienda y su entorno; todo desde un enfoque integrado o comprehensivo (Ramírez, 2011). La figura 15 muestra el esquema que describe las relaciones entre conceptos, problemas y posibles soluciones a una vivienda rural sostenible en la Huasteca Potosina. Figura 15. Modelo para la Vivienda Sostenible del Medio Rural

Fuente: elaboración propia en base a Ramírez Sánchez, 2011.

En síntesis, el modelo propuesto se basa en un enfoque cíclico del desarrollo rural sustentable, que prevé la ejecución de viviendas de alta eficiencia energética, beneficiando a la autogestión comunitaria y promoviendo el reconocimiento social y el fortalecimiento de la autonomía de las personas involucradas. El objetivo final del modelo es impactar los procesos socioeconómicos para generar riqueza y bienestar, y al mismo tiempo, contribuir cíclicamente al proceso de desarrollo rural sostenible. El diseño y el modelo de construcción de viviendas en las comunidades estudiadas integra las aportaciones de la arquitectura vernácula regional el diseño bioclimático y tecnologías alternativas para la vivienda sostenible: el sistema de ahorro de agua, sistema de agua de lluvia recogida, aguas grises y reciclaje de aguas negras, letrina sanitaria y seca. Por otro lado, las necesidades energéticas de la vivienda y los asentamientos humanos se suministran parcialmente sobre la base de la generación de energía renovable basada en la estimación de la demanda de energía, así como las condiciones establecidas por la organización comunitaria y la dinámica. La propuesta tecnológica está representada por la aplicación de una instalación solar fotovoltaica de generación de energía. El objetivo es apoyar los procesos internos y productivos. Reflexiones finales La vivienda sustentable o pasiva combina una gran variedad de técnicas y tecnologías para alcanzar el uso eficiente y sustentable de la energía, también conocidas como Tecnologías en Energías Renovables [TER]. Aplicadas al campo de

 

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la vivienda, las TER utilizan fuentes energéticas de manera que no degradan los recursos naturales, son amigables con el ambiente y pueden ser manejadas para asegurar que su uso sea indefinido sin dañar el medio ambiente. Al explorar tales fuentes de energía, las TER tienen gran potencial para satisfacer las necesidades de las comunidades indígenas en la Huasteca Potosina: i) un mayor acceso a recursos energéticos en este sector puede resultar en impactos benéficos para el nivel de vida de la población, ii) la demanda de servicios fundamentados en su uso favorece la activación de actividades económicas locales, siendo complementadas por la generación de una industria de carácter local, y iii) su implementación para apoyar actividades productivas cuenta con una diversidad con resultados favorables al desarrollo rural indígena. Un resultado importante de la evaluación de la gestión de los recursos en las dos comunidades estudiadas es que el consumo de agua en el ámbito doméstico depende de cómo se utiliza el agua tanto como el que se usa la tecnología. Ambas opciones juntas podrían reducir el consumo de agua en un porcentaje considerable. Sin embargo, la verdadera sostenibilidad podría lograrse cuando el agua de lluvia y el agua residual sean totalmente recicladas, con el fin de disminuir hasta un punto máximo la dependencia de los acuíferos y de suministro de la red, y para aumentar la calidad de las aguas residuales para disminuir los posibles efectos en el entorno y los ecosistemas. Bibliografía Aguilar-Robledo, M. (2008). “Archival, ethnohistorical, and cartographic reconstruction of the environmental history of the Valles Jurisdiction, Eastern New Spain, mid 16th to early 19th century”, Espacio/Tiempo, 1 (1), 72-91. ---------- (1998). “Haciendas y condueñazgos en la Huasteca Potosina: notas introductorias”. J. Ruvalcaba Mercado y J. M. Pérez Cevallos (coords.), Nuevos aportes al conocimiento de la huasteca, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social/ Centro de Investigaciones Históricas de San Luis Potosí / Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos / Instituto Politécnico Nacional / Universidad Autónoma de Chapingo / Instituto Nacional Indigenista; pp 123-153. Aguilar-Robledo, M. y M. Flores Pacheco (2001). “Conflictos agrarios y tenencia de la tierra en la Huasteca: el caso del Ejido La Morena-Tanchachín, Aquismón, San Luis Potosí, 1937-2000”, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí, México (Documento de trabajo). Algara Siller, Marcos, C. Contreras Servín, G. Galindo Mendoza y J.J. Mejía Saavedra (2009). “Implicaciones territoriales del fenómeno de la sequía en la huasteca potosina”, Espacio/Tiempo, 2 (4), 56-67. Ávila Méndez, A. (2005). “La presencia indígena: un reto del desarrollo humano”, Documento de apoyo del Informe sobre Desarrollo humano San Luis Potosí 2005, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, México. Ávila Méndez, H. Fajardo y L. Torre (2005). Inventario de las Comunidades Indígenas de San Luis Potosí, El Colegio de San Luis, A.C., San Luis Potosí, México (Documento de trabajo). Bru, P. y M. Basagoiti (2001). La investigación acción participativa con metodología de mediación en integración sociocomunitaria, México (Documento de Trabajo). COLSAN (2004). Padrón de Comunidades Indígenas de San Luis Potosí, El Colegio de San Luis, A.C., San Luis Potosí, México. Flores Hernández, U. (2011). Energías Renovables para el desarrollo rural sostenible en comunidades indígenas dentro de la Huasteca Potosina, Tesis: Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Programas Multidisciplinarios en Ciencias Ambientales-ENREM, San Luis Potosí, México. Lárraga Lara, R. (2011). Indicadores de sustentabilidad de la Vivienda en la Huasteca Potosina, Avance de Tesis Doctoral, PMPCA-UASLP, San Luis Potosí, México. --------- (2000). Investigación participativa, vivienda y generación de ingresos, Tesis de Maestría en Arquitectura, Facultad del Hábitat, UASLP, San Luis Potosí, México. Lárraga Lara, R, Moreno Mata, A. y Benítez Gómez, V. (2013). “La interdisciplinariedad en la aproximación a la arquitectura sostenible”. Ponencia presentada en el 3er Foro Internacional en Ciencias de los Ámbitos Antrópicos, Universidad de Alcalá de Henares/Universidad Autónoma de Aguascalientes, Alcalá de Henares, España. Lárraga, R. y A. Moreno (2010). “El papel de los subsidios gubernamentales en el deterioro de la sustentabilidad de la vivienda indígena en la Huasteca Potosina”. Memorias del VI Seminario Internacional de Conservación del Patrimonio/VII Foro de Investigación en Arquitectura, Universidad Michoacana de San Nicolás, Morelia, México.

 

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