Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico en el arte rupestre sur andino

July 1, 2017 | Autor: Maria Pia Falchi | Categoría: Arte Rupestre, Arqueología NOA, Grabados Rupestres
Share Embed


Descripción

Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico en el arte rupestre sur andino MARÍA MERCEDES PODESTÁ MARÍA PÍA FALCHI

RESUMEN: Los grabados de pisadas y huellas de animales son una constante en el arte rupestre sur andino (Bolivia, Chile y Argentina). En esta comunicación brindaremos información obtenida en diversos sitios con arte rupestre de la Argentina localizados en áreas desérticas y semidesérticas del Noroeste (cuenca de Antofagasta de la Sierra) y Centro-Oeste (localidades de Palancho, Los Colorados e Ischigualasto). Estos sitios están caracterizados por la presencia de registros de arte rupestre con altos porcentajes de tridígitos, interpretados como la representación de pisadas y huellas del ñandú (Rhea americana), y quizá también de aves voladoras, pisadas de camélidos domésticos o silvestres (Lama glama, Lama guanicoe y Vicugna vicugna), felinos (Felix concolor, Panthera onca u otros) y de otras especies de la fauna autóctona local de más compleja identificación. Las investigaciones arqueológicas realizadas desde la década de 1980 conducen a afirmar que la presencia de estas huellas es una constante a lo largo de toda la secuencia de arte rupestre. Ésta arranca en el Arcaico tardío (ca. 3.500 años AP) con los cazadores-recolectores de la Puna argentina. Las pisadas y huellas adquieren una fuerte presencia en tiempos de las sociedades prehispánicas agro-alfareras (ca. 2500 AP y 500 años AP) para decaer y desaparecer a partir de la expansión incaica (siglo XV) y, más tarde, con el contacto hispano-indígena (inicios siglo XVI). Estas representaciones expresan un tímido resurgimiento en momentos históricos recientes (siglos XVIII-XIX) en la cuenca de Ischigualasto, en manos de los arrieros de ganado vacuno. En todas las localidades arqueológicas las pisadas y huellas de animales se caracterizan por estar acompañadas de un alto porcentaje de motivos abstractos que, en algunos casos, llegan a superar el 80% de la muestra analizada: líneas (rectas, curvas y quebradas), espirales, figuras geométricas simples, complejas y combinadas, enmarcadas con variedad de diseños internos, entre otros. En esta presentación describiremos los distintos tipos de pisadas y huellas, su emplazamiento y asociaciones con los motivos abstractos mencionados, la identificación de las mismas con sus referentes animales y los contextos arqueológicos con los cuales están relacionados. Especial referencia haremos al marco de la significación de estos conjuntos de representaciones que pueden estar aludiendo a prácticas rituales relacionadas con la caza y pastoreo de camélidos, a lugares de tránsito entre diferentes ámbitos dentro de la estrategia de movilidad de cazadores y pastores o como marcadores idiosincráticos en el tránsito trasandino, como es el caso de las pisadas de momentos históricos en Ischigualasto. El alto valor simbólico de estas manifestaciones se expresa no solo en el contexto de significación al cual pertenecen sino también a su permanencia milenaria en la secuencia de arte rupestre sur andino. Palabras clave: grabados rupestres, pisadas animales, Andes del Sur, Noroeste argentino, simbología. | ARKEOS 37 | 2191 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Introducción Los grabados de pisadas y huellas de animales son una constante en el arte rupestre sur andino (Bolivia, Chile y Argentina). En esta comunicación brindaremos información obtenida en diversos sitios con arte rupestre de la Argentina localizados en áreas desérticas y semidesérticas de la Puna (Área del Noroeste argentino) y del Occidente de las Sierra Pampeanas (Área del Centro-Oeste). Dentro de la Puna haremos especial referencia a las cuencas de Antofagasta de la Sierra y de Laguna Blanca. Con respecto al Occidente de las Sierras Pampeanas, nos concentraremos en las localidades arqueológicas Palancho, Los Colorados y El Chiflón-Cerro Blanco, y en la cuenca de Ischigualasto y Sierra de Valle Fértil (Fig. 1).

FIG. 1. Área de estudio y ubicación de sitios con arte rupestre (Argentina).

Estos sitios están caracterizados por la presencia de registros de arte rupestre con altos porcentajes de tridígitos, interpretados como la representación de pisadas y huellas del ñandú (Rhea americana), muy conocido en la zona andina con el nombre quechua de suri, y quizá también de aves voladoras (parina, perdiz, entre otras), además de pisadas de camélidos domésticos o silvestres (Lama glama, Lama guanicoe y Vicugna vicugna), de felinos (Felix concolor, Panthera onca y otros) y de otras especies de la

| ARKEOS 37 | 2192 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

fauna autóctona local de más compleja identificación. Estas representaciones se disponen en forma aislada, en par o en sucesión sobre soportes naturalmente iluminados, accesibles y de fácil visión (aleros, paredes, bloques y superficies rocosas horizontales). Con respecto a la terminología empleada en este trabajo, entendemos como “pisada” a la representación grabada o pintada -si bien los casos que presentamos son enteramente grabados- sobre una superficie rocosa de la impronta o marca dejada por una pisada de animal. El término de “huella” o “rastro” se refiere a improntas de pisadas dispuestas de a pares, o con mayor cantidad de representaciones, que pueden aparecen contiguas o yuxtapuestas una de la otra o en sucesión (a manera de huellas), como expresión de la impronta dejada por un animal tras su paso. Consideramos que el término “huella” es más específico que el de “rastro”. Este último, utilizado frecuentemente en la bibliografía (por ejemplo Gradin 1985, 2001), no solo incluye a la marca de la pisada animal sino que también engloba a cualquier otro tipo de indicador hallado en el terreno que atestigüe la presencia de esa determinada especie (ver Lastanao 2001, en De Hoyos 2012). Las investigaciones arqueológicas realizadas desde la década de 1980 conducen a afirmar que la plasmación de estas huellas es una constante a lo largo de casi toda la secuencia de arte rupestre en estos ambientes sur andinos, si bien no están presentes en el arte icónico y no icónico de las ocupaciones humanas más tempranas del área (Aschero y Podestá 1986; Yacobaccio et al. 2012). Su registro arranca, si bien con una frecuencia muy baja, durante el Arcaico (ca. 5400 años-4500 años a.P.) y sus ejecutores fueron grupos de cazadores-recolectores de la Puna argentina. Las pisadas y huellas se hacen muy frecuentes en tiempos de las sociedades prehispánicas agro-alfareras, (ca. 2500 a.P. y 500 años a.P.), sobre todo durante el primer momento, denominado Formativo, para decaer y desaparecen a partir de la expansión incaica por el Noroeste (siglo XV) y, más tarde, durante el contacto hispano-indígena (inicios siglo XVI). A partir de ese momento, las sociedades indígenas se desintegran y con ello su producción de arte rupestre. A pesar de ello, llama la atención cómo estas representaciones experimentan un tímido resurgimiento en momentos históricos recientes (siglos diecinueve y veinte) en la cuenca de Ischigualasto en manos de los arrieros de ganado vacuno. En todas las localidades arqueológicas analizadas las pisadas y huellas de animales se caracterizan por estar acompañadas por un alto porcentaje de motivos abstractos que, en algunos casos, llegan a superar el 80 por ciento de la muestra analizada: puntiformes, líneas rectas, curvas y quebradas, espirales, figuras geométricas simples, complejas y combinadas, enmarcados con variedad de diseños internos, entre otros. Es frecuente también su asociación con pisadas y huellas de la impronta del pie humano durante el Formativo, además de representaciones de carácter icónico de gran diversidad entre las que sobresalen los referentes de las huellas animales, es decir figuras de aves, felinos y camélidos en cuerpo completo. En esta presentación describiremos los distintos tipos de pisadas y huellas, su emplazamiento y asociaciones con otros motivos asociados, la identificación de las mismas con sus referentes animales, en los casos posibles y los contextos arqueológicos con los cuales estos grabados están relacionados. Dejaremos para la presentación oral del trabajo profundizar | ARKEOS 37 | 2193 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

sobre temas referentes al contexto de significación y a la posible funcionalidad de este tipo de representaciones.

Ambiente y sitios arqueológicos: la Puna y las Sierras Pampeanas (sector occidental) Como mencionamos, analizaremos distintos sitios arqueológicos con arte rupestre localizados en dos áreas principales de la República Argentina: la Puna y el Occidente de las Sierras Pampeanas. La primera de ellas, la Puna argentina forma un conjunto con el Altiplano que se extiende desde el Sur de Perú, atraviesa el sector occidental de Bolivia, el Norte de Chile y engloba el Noroeste de la Argentina. Este extenso altiplano se define como un desierto de altura con una altitud promedio de 4000 msnm, una temperatura media de 8ºC y está caracterizado por sus grandes variaciones térmicas diarias. Grupos de cazadores recolectores ocuparon tempranamente este ambiente desértico de la Puna. Hace unos 11000 años, tiempo en que se produce la transición entre el Pleistoceno tardío al Holoceno temprano, ya hay evidencia de estos grupos que poseían una subsistencia basada en la caza de camélidos: guanaco (Lama guanicoe) y vicuña (Vicugna vicugna) y en la recolección de la flora silvestre. Los mismos fueron los autores de unos de los conjuntos de pinturas rupestres más antiguos de las que se tiene registro en los Andes del Sur caracterizados por dos modalidades diferentes, una de tipo abstracto geométrica (no-icónica) y la otra, por lo contrario, por la predominancia de la representación figurativa o icónica (en especial zoomorfos y antropomorfos) con marcado énfasis naturalista (Aschero y Podestá 1986; Podestá y Aschero 2012; Yacobaccio et al. 2012). Los sitios arqueológicos analizados se ubican en el sector meridional de la Puna que es un ambiente desértico matizado de tanto en tanto con fondos de cuencas o bolsones fértiles que, por sus mayores condiciones de fertilidad y concentración de recursos, permitieron la ocupación humana desde momentos tempranos. Nuestras investigaciones se concentraron en uno de estos bolsones, el de Antofagasta de la Sierra, pero también incluiremos información del de Laguna Blanca situado al Sur del primero. 1) Antofagasta de la Sierra La cuenca de Antofagasta de la Sierra se ubica al norte de la provincia de Catamarca (Fig. 1). Esta microrregión cuenta con una serie de condiciones favorables para la ocupación humana ya que existen sectores con cauces fluviales acotados pero permanentes con buena disponibilidad de pasturas y de fauna. Además hay que destacar que dispone de una buena oferta local de materias primas líticas y de otros recursos minerales como sales comestibles y alumbres. Se destaca, además, la abundancia de farallones de ignimbritas que posibilitaron el aprovechamiento de reparos naturales (aleros y pequeñas cuevas) para la habitación humana (Aschero y Hocsman 2011) y la ejecución de arte rupestre (Fig. 2). En esta microrregión trataremos los sitios Cacao 1A, Quebrada Seca 1, Campo de las Tobas, Punta del Pueblo y Confluencia, localizados entre | ARKEOS 37 | 2194 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

FIG. 2. Antofagasta de la Sierra. Farallones de ignimbritas utilizados como soporte para el arte rupestre (Foto Horacio Podestá).

4200 y 3500 msnm, que fueron estudiados por diferentes investigadores (Aschero 1999, 2006; Aschero y Podestá 1986; Martel 2010; Martel et al. 2012; Olivera et al. 2003; Podestá 1986-87, 1989; Podestá y Olivera 2006; Podestá et al. 1991, entre otros). Quebrada Seca 1 y 2: son dos pequeñas cuevas de roca labrada por la erosión en el farallón de tobas que se levanta sobre una vega de altura denominada Quebrada Seca. Los recursos de esta vega permitieron la supervivencia de los grupos de cazadores recolectores que tempranamente las habitaron. Las paredes de las cuevas presentan pinturas y escasos grabados (Aschero 1999; Aschero y Podestá 1986). Ambas se ubican a escasos metros de una tercera oquedad (Quebrada Seca 3) de cuyas excavaciones puedo reconstruirse una secuencia de ocupaciones de cazadores de vicuñas y guanacos enmarcada entre los 10 milenios y los 4400 años a.P., si bien las pinturas y grabados descriptos se asignan a los momentos correspondientes al Arcaico tardío del sitio (ca. 5500-4400 años a.P.) (Aschero 1999). Cacao 1A: se trata de varios aleros, con y sin arte rupestre, además de estructuras diversas de piedra, ubicados sobre el acantilado de un cerro. Interesa especialmente el alero denominado Cacao 1A por los escasos grabados de huellas que se superponen a gran cantidad de pinturas rupestres de momentos anteriores, pero todos ellos asignados al Formativo regional (Aschero 1999; Olivera et al. 2003). Campo de las Tobas: se localiza en una zona de escasa potencialidad para actividades de pastoreo y nula para las de tipo agrícola. Nos existen | ARKEOS 37 | 2195 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

fuentes de agua próximas y la cobertura vegetal es rala. El soporte consiste en un afloramiento ignimbrítico en posición plano horizontal de gran extensión. Los grabados rupestres se disponen en una superficie de ca. 3750 m2 sobre el piso de roca expuesta. Este tipo de soporte es único en su tipo, no solo en la cuenca de Antofagasta de la Sierra sino también dentro de todo el conjunto de sitios incluidos en este trabajo. El soporte se divide en sectores con mayor concentración de motivos, que cubren superficies entre 15 y 24 m2 y otros, de hasta 15 m de longitud, con ausencia completa de ellos (Podestá et al. 1991). Punta del Pueblo: la pared con grabados se localiza sobre la pared de un farallón de ignimbritas que corre a lo largo de unos de los principales cauces de la región la cuenca de Antofagasta de la Sierra (río Punilla). Los grabados rupestres de huellas y de sus referentes animales, asignados al Formativo regional, se disponen sobre una superficie de 15 m2 de la pared conjuntamente con otras manifestaciones rupestres de ejecución sincrónica, además de otras más tardías (Podestá 1989). Confluencia: Confluencia es una de las localidades arqueológicas más importantes de la cuenca de Antofagasta de la Sierra (Aschero et al. 2009; Martel 2010; Martel et al. 2012; Podestá y Olivera 2006). Sobre el frente de un farallón de ignimbritas que actúa como soporte para las representaciones grabadas se despliegan numerosos paneles a lo largo de unos 82 metros donde se ejecutaron cientos de motivos. Estos conjuntos permiten reconocer una continuidad en la producción de arte rupestre desde el periodo Arcaico hasta el contacto con los europeos (Martel et al. 2012) y aportan una interesante información en relación con el tema tratado. 2) Laguna Blanca El segundo de los oasis puneños que tratamos es el bolsón tectónico de Laguna Blanca. Es otra cuenca típicamente puneña situada a menos de 100 km al Sudeste de la de Antofagasta de la Sierra (Fig. 1). Tiene características ambientales similares a ésta pero posee condiciones de mayor humedad. Se trata de un verdadero oasis puneño con vegas más densas y fértiles que se reflejan en una mayor riqueza faunística. Los trabajos arqueológicos en este bolsón, actualmente coordinados por Daniel Delfino (Delfino et al. 2009) dan cuenta de una evidencia de ocupación humana a lo largo de 2000 años con una importante presencia de sociedades de tipo Formativo. Para los objetivos de este trabajo, interesan los sitios Potrerito 2 y Corral Blanco. Potrerito 2: Potrerito 2 es un alero de 29 metros de extensión sobre el cual las representaciones se disponen prácticamente sin solución de continuidad sobre su frente. Los numerosos grabados con pisadas y huellas se asignan al Formativo regional, que en parte se superponen a pinturas del Arcaico (Podestá et al. 1991, 2005). Corral Blanco: los grabados rupestres se localizan sobre las paredes verticales de un afloramiento rocoso y sobre bloques próximos. Frente a estos soportes se encuentra un conjunto habitacional. La región de las Sierras Pampeanas, en su sector occidental, donde se ubican los restantes sitios y localidades arqueológicos tratados en este trabajo, se extiende en el centro-oeste de la Argentina y abarca parte de las | ARKEOS 37 | 2196 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan, San Luis y Córdoba. Este sistema orográfico incluye sierras intercaladas con planicies que no forman una línea de montañas continuas, sino que se hallan desperdigadas en toda esa región, con una dirección predominante Norte-Sur. Los cordones montañosos se caracterizan por su asimetría morfológica: mientras que las laderas occidentales suelen ser de pendientes bastante abruptas, las orientales, por el contrario son más suaves y reciben el nombre de faldeos. La mayor parte de esta región serrana posee un y semiárido de sierras y campos, esto es un clima continental moderado con altas temperaturas en verano y primavera, y bajas en invierno. Los ríos de las Sierras Pampeanas se caracterizan por ser cortos y de régimen torrencial y el escasea en la mayor parte de la región. Dentro del conjunto de las Sierras Pampeanas, el sector occidental donde se ubican los sitios con arte rupestre analizados, se caracteriza por su sequedad extrema. Algunos de los cordones montañosos del mismo son las sierras de Velasco (La Rioja) y la de Valle Fértil (San Juan) (Fig. 1). La información arqueológica del sector occidental de la Sierras Pampeanas es escasa y fragmentaria en comparación con la del área de la Puna. Estos ambientes áridos del Centro-Sur de La Rioja y del Este de San Juan han sido imprecisamente mencionados como un región “intermedia” o “transicional” entre distintas áreas (Falchi et al. 2012-2014). Si bien se reconocen ocupaciones tempranas de cazadores-recolectores, sobre todo en las denominadas Sierras Centrales (información que no incluimos en este trabajo) (Laguens y Bonnin 2012), las investigaciones en el sector occidental se han concentrado principalmente en las ocupaciones agro-alfareras que que tienen presencia en la región a partir de los ca. 3000 años a.P. Todos los conjuntos con arte rupestre referidos, localizados en esta región, corresponden a estos momentos. Los sitios y localidades arqueológicas se ubican en cotas más bajas con respecto a los del área anterior. Las alturas mayores alcanzan los 2250 msnm y los sitios de menor altura no sobrepasan los 650 msnm. Los sitios y localidades son: Palancho, Los Colorados, El Chiflón/Cerro Blanco, en la provincia de La Rioja e Ischigualasto y Sierra de Valle Fértil, en la de San Juan. Palancho: esta extensa localidad arqueológica con arte rupestre, que ocupa una superficie de ca. 28 ha., se localiza al pie de las laderas occidentales de la Sierra de Velasco. Los soportes rupestres se definen sobre las paredes y en un sector de cumbre de diez afloramientos muy erosionados de areniscas sedimentarias rojizas. Hay bloques desprendidos, al pie de los afloramientos, que también sirvieron como soportes para la actividad rupestre. Entre los afloramientos hay bloques con morteros pero no se han hallado otros vestigios arqueológicos en superficie (Fig. 3). El único fechado se obtuvo del cementerio Quebrada de Paluque, localizado a 16 km al Norte de Palancho. Se trata del fechado por termoluminiscencia de un tiesto que arrojó 990+/-100 años a.P. (UCTL 1896) que marca un momento tardío del Formativo (Falchi et al. 2011). Los Colorados: la localidad arqueológica de Los Colorados, distante 20 km de la Palancho, ocupa un área de ca. 1 km2. La misma fue dividida en tres sectores según la concentración de los bloques y las paredes de arenisca roja donde se registran los grabados rupestres. La información | ARKEOS 37 | 2197 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

FIG. 3. Occidente de las Sierras Pampeanas. Palancho, afloramientos de arenisca utilizados como soporte para los grabados rupestres y por detrás la sierra de Velasco.

arqueológica de la localidad se completa con tres conjuntos de morteros de tipo comunal ubicados en los alrededores de los conjuntos con grabados. Además se recuperó material lítico y cerámico en superficie en proximidad a unos de los bloques. El análisis por termoluminiscencia realizado sobre uno de los tiestos dio una antigüedad de 900±90 años a.P. (UCTL 1868). Al pié de uno de los bloques con arte rupestre con presencia de pisadas y huellas animales, se recuperó una urna con restos humanos que revela la existencia de prácticas de carácter ritual. Se trata de un entierro simple correspondiente a un individuo entre 1 y 2 años de edad con restos de un ajuar compuesto por cuentas de valva (Falchi et al. 2011, 2012-2014). El Chiflón-Cerro Blanco: la Reserva Natural Provincial El Chiflón que configura un polígono irregular de aproximadamente 200 km2, es un punto ineludible dentro de la arqueología de la región por la variedad y concentración de evidencias arqueológicas. Se destaca un sitio con recintos en altura denominado Pucará El Chiflón. Los grabados se

| ARKEOS 37 | 2198 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

disponen sobre un conjunto de bloques y sobre dos paredes de un afloramiento de arenisca. A unos 7 km al Noreste se encuentra la localidad arqueológica de Cerro Blanco en cuya proximidad se localiza el arte rupestre sobre un afloramiento y un bloque de arenisca (Guráieb et al. 2015). Ischigualasto y Sierra de Valle Fértil: el Parque Provincial Ischigualasto comprende la hoyada de Ischigualasto y parte de la parte norte de la sierra de Valle Fértil. La región estudiada abarca una superficie de ca. 1400 km2. La hoyada de Ischigualasto, mejor conocida como Valle de la Luna, es una amplia cuenca caracterizada por su extrema aridez, cuya elevación se aproxima a los 2250 msnm (Fig. 4). El ámbito serrano de Valle Fértil tiene altitudes menores, entre los 1200 a 1800 msnm. Esta última zona es más húmeda y la presencia de agua es más prolongada a lo largo del año. En ambas zonas del área tratada se registraron 15 sitios con arte rupestre entre los cuales nos interesan ocho por la presencia de representaciones de pisadas y huellas de animales (Podestá et al. 2006; Re et al. 2009, 2011; Romero 2012).

FIG. 4 Occidente de las Sierras Pampeanas. Parque Provincial Ischigualasto. Formación El Hongo.

| ARKEOS 37 | 2199 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Tras las pisadas y huellas Con el objeto de ordenar la variabilidad registrada en los sitios analizados remitimos a la Tabla 1 donde se condensan los rasgos principales de los diferentes tipos de pisadas y huellas de animales, de la manera como se definieron en la introducción. Entre las pisadas se encuentran representaciones de la impronta del felino (Tipo A), que se presenta mediante un círculo mayor (almohadilla) en parte rodeado por círculos de menor tamaño (dedos) (Tipo A1) o como “roseta”, así denominado cuando los pequeños círculos o dedos rodean completamente al central, a veces en forma adosada (Tipo A2) (Gradin 2001). Este subtipo solo se encuentra en Campo de las Tobas y se presenta como una circunferencia central con pequeños círculos adosados. Se trata de un caso de figuración de dedos supernumerarios. La representación de dos o más pisadas de felino constituye el Tipo B. La figura de la impronta de la pisada del camélido se encuentra en forma unitaria (Tipo C) o en conjunto (Tipo D) y consiste en dos pequeños trazos finos cortos paralelos o sub-paralelos (Tipo C1) que, en ocasiones, pueden aparecer más engrosados o presentar un ensanchamiento en una de las extremidades de los trazos. Hay también registros de pisadas con morfología en U invertida (Tipo C2) (Quebrada Seca 1) que suelen observarse en las extremidades de camélidos de cronología temprana en Antofagasta de la Sierra (Aschero 2006). Por último, la representación de la impronta de la pata de un ave (caminadora o voladora), en la cual por lo general se reconoce la impronta del ñandú o suri, y que muchas veces recibe el nombre de tridígito (Gradin 2001), también puede registrarse aislada (Tipos E1 y E2) o en conjuntos de dos o más motivos (Tipo F). Este caso puede observarse en dos modalidades: formando hilera (Tipo F1) o agrupados (Tipo F2) (Tabla 1). Las improntas mencionadas son las de más fácil reconocimiento pero existe otro tipo de improntas cuyo referente es más difícil de precisar. Otros autores, como de Hoyos (2012), identifican en el Noroeste argentino huellas de ofidios (líneas onduladas) de la misma manera que fueran reconocidas por Menghin (1957) en sitios de la Patagonia. La frecuencia y distribución de los tipos de pisadas y huellas de animales en los sitios tratados es la siguiente: Quebrada Seca 1 y 2: en Quebrada Seca 1 y 2 se distribuyen 109 motivos pintados y solo ocho grabados mientras que uno combina ambas técnicas. Estos últimos, ubicados en la primera de las cuevitas, son los que nos interesan a los fines de este trabajo. Se trata de grabados de la pisada del camélido mediante los clásicos trazos paralelos (Tipo C1) y otros signos en U invertida (Tipo C2) que conforman el 7.61 por ciento del total de motivos de ambas oquedades. Ambos tipos se ejecutaron mediante la técnica del grabado pero uno de los signos en U invertida presenta una peculiaridad que lo distingue dentro de la muestra total de representaciones de este tipo: el grabado fue pintado en su interior con posterioridad a su ejecución y la pintura sobrepasa el surco grabado (Aschero y Podestá 1986). No hay duda sobre la interpretación de las pisadas tipo C que tienen su referente en la vicuña o en el guanaco, pero llama la atención la morfología en U invertida (Tipo C2) de algunos signos que podrían estar representando también la pisada del mismo animal. Esta asociación proviene de algunas imágenes grabadas que aparecen en la cuenca de Antofagasta de la Sie| ARKEOS 37 | 2200 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

rra. Por ejemplo, en Peña Colorada 1 Aschero observa que los autopodios de la imagen grabada de un gran camélido finalizan con un signo en U invertida (Aschero 2006:125, fig. 11). En el mismo sitio, y en proximidad a dicha figura, se halla grabado otro gran camélido con los autopodios terminados en dos trazos cortos paralelos o sub-paralelos, es decir mediante la forma más generalizada de representar sus extremidades (ver Aschero 1999:figs. en págs. 108 y 111). Es decir que en Quebrada Seca 1, surgen muy tempranamente (Arcaico tardío), ambas formas de plasmar las pisadas de camélidos, si bien la forma en U invertida es mucho más acotada espacialmente que la de los trazos cortos paralelos. En la cueva adyacente, Quebrada Seca 2, se encuentra representada con la técnica de la pintura, el referente a dichas pisadas. Se trata de una figura de camélido que acompaña a una pareja de suris, o tal vez de parinas, y a la imagen de una figura humana (¿cazador?), además de una de felino de gran tamaño y de tratamiento puntiforme. Es la asociación más temprana del tema cazador, ave, felino y camélido, que será recurrente en momentos posteriores de la secuencia (Aschero 1999). Cacao 1A: La pared del alero está cubierta en su totalidad por pinturas rupestres que han sido asignadas principalmente a las ocupaciones humanas agro-pastoriles (Formativo temprano y tardío) no solo por la iconografía representada sino también por los fechados radio carbónicos obtenidos en la excavación del alero (Olivera et al. 2003). Los motivos pintados más abundantes son figuras humanas vistiendo uncus, camélidos, ñandúes y figuras abstractas. A los fines de este análisis interesa destacar la presencia de huellas de felino grabadas (Tipo B) que acompañan a huellas humanas que se representan en forma en forma ascendente sobre la pared del alero y que se superponen claramente a las pinturas de momentos anteriores de ejecución (Aschero 1999:122; 2006:118, fig. 5) (Fig. 5 y Tabla 1). Desde el punto de vista arqueológico las ocupaciones detectadas por las excavaciones bajo el reparo del alero están vinculadas con dos lapsos: uno Tardío y otro inferior, muy perturbado, asignable al Formativo temprano o Arcaico tardío (Aschero 2006). A pesar de esta evidencia, los grabados de huellas se asignan al Formativo tardío (ca. 1600-1500 a.P.) y se encuentran dentro de la Modalidad Peñas Chicas definida por Aschero (1999 y comunicación personal 2015). Campo de las Tobas: sobre la roca expuesta se registraron 245 motivos grabados y un total de 385 representaciones, es decir de diseños independientes. Las pisadas y huellas de animales, especialmente de camélidos, suris y felinos -todas especies de presencia regional- se asocian con figuras del pie humano, que son objeto de análisis en otro trabajo (Sesión 28) de este mismo Congreso (Falchi y Podestá 2015). Todas ellas guardan la misma disposición sobre este soporte horizontal y cubren superficies lineales de hasta ocho metros de longitud e integran hasta 10 representaciones. Del total de motivos del sitio, 95 corresponden a pisadas y huellas de camélidos, aves y felinos, incluyendo también a las pisadas humanas. Con respecto a las de los animales, entre las pisadas prevalecen las de ave (probablemente del suri) (N: 20), luego las del camélido (N: 8) y, por último, las del felino (N: 5). En la modalidad de huellas, la mayoría se invierte, correspondiendo el mayor número para las de los camélidos (N: 20) (Fig. 6) y luego para las | ARKEOS 37 | 2201 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Tabla 1. Tipología de pisadas y huellas animales.

FIG. 5. Cueva Cacao 1A. Se observan pisadas de ave pintadas (Tipo E) y huellas de felino grabadas superpuestas (Tipo B).

| ARKEOS 37 | 2202 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

FIG. 6. Campo de las Tobas. Huella de camélido sobre soporte horizontal.

| ARKEOS 37 | 2203 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

del suri (N: 5). Las huellas de felinos, así como ocurre con las de pisadas, presentan una frecuencia menor (N: 4) (Tipos A1, A2, B, C1, D, E1, F1) (Fig. 7) (Tabla 1). Así mismo, todas las pisadas y huellas tienen sus referentes completos en imágenes grabadas de especies de ave (suri probablemente), felino y camélido, algunas de ellos de amplias dimensiones como la del felino que se ilustra. Interesa destacar que la extremidad del animal no fue representada de la manera cómo generalmente figuran en pisadas y huellas (Tipos A1, A2, B) ya que, en este caso, del extremo redondeado de la figura felínica se desprenden pequeños trazos lineales a manera de garras desplegadas (Fig. 8). No descartamos en Campo de las Tobas la presencia de huellas de ofidios, plasmadas sobre el soporte como líneas onduladas, que también tienen su correlato en figuras completas de serpientes, una observación ya realizada por de Hoyos (2012).

FIG. 7. Campo de las Tobas. Huella de felino (Tipo A2).

FIG. 8. Campo de las Tobas. Figura de felino con extremidades en forma de roseta.

| ARKEOS 37 | 2204 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

De manera general, la ejecución de los grabados del sitio se asignan, al igual que en Cacao 1-A, a momentos del Formativo tardío (Podestá et al. 1991). Punta del Pueblo: entre los 61 motivos grabados del sitio, sobresalen las figuras de dos felinos, uno de gran tamaño (160 por 50 cm), que presentan la peculiaridad de tener representadas las extremidades en vista frontal con una morfología similar a la de la pisada del felino (Tipo A1). La particularidad de este motivo es que en la parte inferior de estas figuras felínicas se dispone una seguidilla de 3 pisadas de felino que conforman la huella de los animales descriptos. Toda la escena se integra en una misma composición, de esta manera constituye un ejemplo único de la representación de un rastro que se combina secuencialmente en forma directa con su referente animal (Figs. 9 y 10). Las imágenes de los felinos se completan con la figura de un mascariforme con diseños de motas o manchas, típicas de la piel del felino, que completa la iconografía relativa a esta especie en el sitio. Este conjunto de grabados fue asignado al momento A del sitio con una cronología relativa vinculada con el Formativo tardío (Podestá 1989). FIG. 9. Punta del Pueblo. Representación de dos felinos con extremidades tipo pisada en vista frontal y su huella en la parte inferior.

FIG. 10. Punta del Pueblo. Representación de dos felinos con extremidades tipo pisada en vista frontal y su huella en la parte inferior (Calco).

| ARKEOS 37 | 2205 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Confluencia: una de las unidades topográficas (UT E1) de este extenso sitio fue analizada en detalle por Martel, Rodríguez Curletto y Del Bel (2012). El inventario de motivos asciende a 97, mientras que el de representaciones a 216. Se destacan figuras de huellas de felino y de camélido en idénticos porcentajes (6,7 por ciento) dentro del total de los motivos asignados al Formativo local (momento B2). Llama la atención, durante este momento, la ausencia de referentes completos de los animales que solo están representados a través de sus huellas. A pesar de ello, hay que señalar la existencia de una figura de felino preexistente a estas ejecuciones (momento B1) (Martel et al. 2012) que bien pudo haber actuado como modelo o inspiración para las ejecuciones de huellas del momento B2. Con respecto a las ejecuciones del momento posterior, el Tardío, que arranca con posterioridad a los 1100 años a.P., sobresale la presencia exclusiva de huellas de felino, con un 10,8 por ciento del total de motivos de este período, acompañadas por una gran cantidad de figuras de camélidos en cuerpo completo (75 por ciento del total del período) y de rehidos (suris) (7,1 por ciento). Debemos destacar que se trata del único sitio, dentro del conjunto de los analizados, donde se registran representaciones de huellas con una asignación tan tardía. La importancia de la simbología expresada a través de las figuras de felinos, o de sus partes (pisadas y huellas), se manifiesta también en otra de las unidades topográficas de este mismo sitio a través de una figura humana que incluye pisadas de felino en su morfología (cabeza, mano) y que posiblemente se trate de un motivo reciclado en, al menos, dos momentos diferentes de ejecución (Fig. 11). FIG. 11. Confluencia. Figura humana con pisadas de felino incluidas en su morfología.

| ARKEOS 37 | 2206 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Laguna Blanca. Potrerito 2: sobre la pared del alero se asocian grabados de cruces simples y dobles de contorno curvilíneo, además de representaciones típicas del momento Formativo (por ejemplo, rostros tipo Tafí) con huellas de suri, camélido, felino (Tipos F1, D y B) y del pie humano que se disponen en sentido vertical como “ascendiendo” sobre la pared, como se verifica en la mayoría de los sitios tratados (Fig. 12). Si bien no disponemos de registros numéricos para este sitio, podemos indicar que la presencia de las mismas es elevada en relación con el total de los motivos (Podestá et al. 1991, 2005). FIG. 12. Laguna Blanca. Sitio Potrerito 2, vista general con ejemplos de pisadas de ave y felino. Grabado resaltado con tiza en la década de 1920.

Corral Blanco 1: en este sitio se da una semejante asociación de motivos en comparación con el anterior mencionado. Las huellas de camélidos y tridígitos o huellas de ave (Tipos D y F1) grabadas forman un conjunto con la figura de un felino de estilística propia del período Formativo y diseños de rectángulos con diseños internos semejantes a los de Campo de las Tobas (Podestá et al. 1991). Palancho: Esta localidad presenta una gran cantidad de ejemplos de pisadas y huellas de animales. Sobre un total de 874 motivos registrados en toda la localidad, las pisadas de ave (interpretadas como de ñandú o suri, Tipos E1, E2, F1, F2) son las más abundantes ya que suman 82 casos (9,38 por ciento del total). Hay paredes donde se observa una gran cantidad de estas improntas (Tipo F2) y, en algunos casos, su presencia se da en forma exclusiva (Fig. 13). En segundo lugar, se registran 32 casos de pisadas de felino (Tipo A1) y 22 de huellas de esta misma especie (Tipo B), entre ambas constituyen el 6,17 por ciento de la muestra. Los casos de pisadas y huellas de camélidos son, por lo contrario, muy escasos. Se observan solo 3 grabados de pisadas (Tipo C1) y 2 de huellas de esta especie (Tipo D), constituyendo un 0,57 por ciento del total. Todos los | ARKEOS 37 | 2207 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

casos registrados sumados alcanzan el 16,12 por ciento del inventario total de motivos del sitio.

FIG. 13. Palancho. Pared con huellas de ave agrupadas (Tipo F2).

En Palancho también se observan representaciones de cuerpo completo de las tres especies identificadas por sus pisadas o huellas: ave, felino y camélido. En algunos de los ejemplos mencionados, las extremidades de las patas de las figuras tienen la misma morfología que la de las pisadas (felino y ave) pero en otras presentan variantes morfológicas (por ejemplo camélidos con extremidades bifurcadas en V) (Figs. 14 15, 16 y 17). Las pisadas de animales se asocian en varios soportes de Palancho con el mismo tipo de representación del pie humano y, en algunos casos, con figuras abstractas (líneas curvas y geométricas complejas) (Falchi et al. 2011). Los Colorados: Se han documentado pisadas de zoomorfos en distintos bloques de la localidad (1, 3, 4, 7, 8, 9, 11, 12 y 14). Sobre un total de 313 motivos se registraron 15 casos de pisadas felino y cinco de huellas (6,39 por ciento de la muestra total) (Tipos A1 y B) (Fig. 18).Las pisadas de ave o tridígitos suman 18 casos mientras que solo se observa uno solo de huella (6% de la muestra total) (Tipos E1 y F1) (Fig. 19). La suma de ambos grupos alcanza el 12,39 por ciento de los motivos representados en el sitio. Llama la atención que dentro del inventario de pisadas y huellas no se ha observado la presencia de pisadas de camélidos (Falchi et al. 2012-14) que, por lo contrario, están bien representados en los bloques y paredes a través de su figura completa. Las pisadas y las huellas de zoomorfos se encuentran asociadas a una gran variedad de tipos de pisadas y huellas del pie humano que conforman el 9,27 por ciento de motivos de la localidad, verificándose de esta manera frecuencias semejantes entre una y otra categoría de motivos (zoomorfos y | ARKEOS 37 | 2208 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

FIG. 14. Palancho. Ave (Ñandú) con extremidades en forma de tridígito.

FIG. 15. Palancho. Felino con extremidades tipo pisada.

FIG. 16. Palancho. Camélidos con extremidades bifurcadas en V.

| ARKEOS 37 | 2209 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

FIG. 17. Palancho. Camélidos con extremidades bifurcadas y huellas.

FIG. 18. Los Colorados. Huella de felino (Tipo B).

| ARKEOS 37 | 2210 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

FIG. 19. Los Colorados. Detalle de pisada de ave (Tipo E).

humanos) (Falchi y Podestá 2015). Otras asociaciones se establecen con motivos abstractos como líneas quebradas, sinuosas, rectas, escalonadas y almenadas, que son mayoría en este sitio. También están presentes, si bien con menor frecuencia, figuras de camélidos, de aves (suri y perdiz) y lagartija. Sobresalen dos representaciones de suris con la extremidad plasmada a manera de tridígito (Falchi et al. 2012-2014:fig. 5). Si bien se reconocen diversos momentos de ejecución en los grabados de Los Colorados, consideramos que las representaciones que nos ocupan corresponden al Grupo 1 asignado al Formativo local (Falchi et al. 2012-2014). El Chiflón /Cerro Blanco: Esta localidad sobresale por la baja frecuencia de pisadas y huellas de animales. En El Chiflón las mismas son inexistentes, si bien se registró un caso de huella humana que suelen acompañar a las de los animales. El resto de los motivos son de tipo no-figurativo. En Cerro Blanco se relevó un solo motivo de huella de ave (Tipo F2). En esta localidad estas representaciones comparten el soporte con motivos característicos del Formativo, como la serpiente bicéfala y el antropomorfo con los brazos en alto. Ischigualasto y Sierra de Valle Fértil: Dentro de un total de 15 sitios localizados en la hoyada y valles y quebradas serranas, con un inventario

| ARKEOS 37 | 2211 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

de 956 motivos grabados se han registrado pisadas y huellas de animales en ocho de estos sitios (Podestá et al. 2006; Re et al. 2009, 2011; Romero 2013). Las más abundantes son las de aves que están presentes en seis sitios con 61 motivos que constituyen el 6, 81 por ciento de la muestra (E1 y F1) (Fig. 20). Las de felinos, representados en forma naturalista como puede verse en el paisaje de Ischigualasto actualmente (Fig. 21), están presentes en ocho sitios y suman 16 motivos que conforman 1,79 por ciento del total (Tipos A1 y B). Por último, hay un solo sitio (quebrada de la Chilca 2) con dos motivos de pisada de camélido (Tipos C1 y D) (0,22 por ciento del total de motivos). El total general de pisadas y huellas es de 79 motivos que equivale al 8,82 por ciento del total de la muestra. La asignación temporal para estos conjuntos de pisadas y huellas se corresponde con un Formativo tardío, si bien no se descarta que algunas representaciones sean de ejecución más tardía.

FIG. 20. Ischigualasto. Puerta de las Quebradas. Huella de ave (Tipo F1).

Dejando de lado los conjuntos de grabados prehispánicos, en la hoyada de Ischigualasto existe también una diversidad muy grande de grabados ejecutados por los arrieros de vacunos que atravesaban este desierto en su paso hacia Chile durante un período que corre aproximadamente entre 1870 y 1960. Dentro de un total que supera los 1500 motivos grabados, compuesto por diseños de marcas de hacienda, iniciales y nombres de personas, además de otros motivos, se registraron escasos tridígitos o pisadas de ave, además de posibles improntas de la pisada del vacuno (Podestá et al. 2006).

| ARKEOS 37 | 2212 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

FIG. 21. Ischigualasto. Impronta natural de la pisada de un puma en una aguada.

Algunas reflexiones finales Presentamos aquí los diferentes tipos de representaciones de pisadas y huellas de animales, documentados en sitios y localidades arqueológicos ubicados en la Puna y en el Occidente de las Sierras Pampeanas de la Argentina. Tuvimos en cuenta la diversidad de pisadas y huellas, principalmente de ave, felino y camélido, dejando constancia de las asociaciones que presentan con otros tipos de motivos. Asimismo consideramos la variabilidad del emplazamiento y del contexto arqueológico y cronológico en los casos con que se cuenta con esa información. Esta presentación es de carácter preliminar, en la misma se volcó fundamentalmente la información disponible sobre la temática surgida de nuestras propias investigaciones en las dos áreas, que se suman a los datos aportados por otros colegas. Durante la comunicación oral del trabajo (Congreso IFRAO, Cáceres, España, septiembre 2015) profundizaremos sobre otros aspectos, sobre todo con respecto a la interpretación de estos conjuntos de grabados. Más allá de las consideraciones indicadas, en esta instancia arribamos a una serie de observaciones generales: 1) Existe una amplia variabilidad de pisadas y huellas de animales grabadas que se distribuyen indistintamente en esta extensa área sur andina tanto en la Puna como en el Occidente de las Sierras Pampeanas. 2) Si bien en algunos sitios este tipo de representación está escasamente representada, como en el caso de El Chiflón/Cerro Blanco, donde solo aparece un motivo de huella de ave, en otros sitios este porcentaje aumenta considerablemente como en la localidad de Palancho donde alcanza el 16,12 por ciento dentro del total de motivos identificados y en el sitio | ARKEOS 37 | 2213 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Campo de las Tobas donde se da una amplia variabilidad de tipos de pisadas y huellas. 4) Interesa destacar que en todos los casos donde se registran representaciones del pie humano, en su modalidad pisada o huella, éstas comparten conjuntos de motivos con las del tipo zoomorfo. Por lo contrario, como observa de Hoyos (2012) en diversos sitios del Noroeste argentino, se verifica la existencia de huellas de animales sin asociación con las de tipo humano. La localidad de El Chiflón es la única aquí tratada que se corresponde con este último caso. Por otro lado, es recurrente, en la mayoría de los sitios analizados, la asociación con una gran variedad de motivos abstractos (por ejemplo Palancho y Los Colorados). En oposición con lo que ocurre en el caso de las improntas del pie humano, que en general aparecen sin su referente, las figuras de las extremidades de los animales mencionados (ave, felino y camélido) suelen tener su correlato en la figura completa del animal dentro del mismo sitio. Mencionamos una variedad de ejemplos: la figura del camélido, acompaña los dos tipos de pisadas (par de trazos paralelos o signos en U invertida) de Quebrada Seca 1 y la pareja de felinos en Punta del Pueblo que se asocia a su propia huella. En Palancho sobresalen huellas de camélidos asociadas a dos figuras completas de esta especie. 5) Destacamos también que en algunos casos se registran diferencias entre la morfología de la extremidad de la figura del animal completo (cuando ésta está indicada) con las representaciones de pisadas o de huellas asociadas. Un buen ejemplo son las registradas en Palancho donde las patas de los camélidos terminan en un signo en V y las huellas que las acompañan son de morfología clásica, es decir, pares paralelos de líneas, en este caso engrosadas (Fig. 17). 6) En cuanto a la disposición sobre los soportes, las huellas suelen plasmarse en las paredes verticales en sentido ascendente, es decir, con las falanges apuntando hacia la parte superior de los soportes. Es notable observar, en los sitios donde se combinan con huellas del pie humano, que estas últimas adquieren la misma orientación (Fig. 12). 7) La producción de este tipo de representación está referida a grupos de cazadores-recolectores del Arcaico tardío, con un inicio aproximado en los 3500 años a. P. El auge de la representación de la pisada y huella de las especies referidas se produce con las sociedades agro alfareras, con economías productivas pero con un importante aporte de la caza de camélidos. Las dataciones (radiométricas en su mayoría) para estos momentos cubren un lapso entre ca. 2500 a.P. y 500 años a.P. Durante el período Formativo, se produce un verdadero auge de la representación grabada de pisadas y huellas de distintas especies de animales. En este sentido son buenos los ejemplos de la localidad de Palancho en el sector occidental de las Sierras Pampeanas y del sitio Campo de las Tobas en la Puna. En el primero, mencionamos que el 16,12 por ciento de los motivos se refieren a estos tipos, mientras que en Campo de las Tobas las pisadas y huellas, incluidas las del pie humano, componen casi una cuarta parte del inventario total de motivos. En ambos casos se encuentran representados los referentes animales de cuerpo completo. Si bien no hay información sobre pisadas y huellas para los momentos post-hispánicos (siglo XVI), mencionamos que existe un tímido resurgi| ARKEOS 37 | 2214 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

miento de la plasmación de la pisada animal en momentos muy recientes en Ischigualasto (siglos XIX y XX) a través de la imagen de improntas de ave y del vacuno. 8) Indicamos que en todos los casos los soportes con arte grabado están naturalmente iluminados y son accesibles y de fácil visión (aleros, paredes, bloques y superficies rocosas horizontales). Este tipo de emplazamiento se condice con el hecho de que los conjuntos con arte rupestre de pisadas y huellas participan del circuito de la vida diaria, sean estos lugares de habitación, de producción o de tránsito. En términos generales, entendemos que las pisadas y rastros se vinculan con las vías naturales de circulación humana dentro del espacio social en el que se desenvolvieron las sociedades, tanto en los ambiente de Puna y como los del Occidente de las Sierras Pampeanas, y que estas representaciones son la expresión de esta circulación. Específicamente para el único caso asignado al Arcaico tardío, y conjuntamente con Aschero, pensamos que dichas representaciones, al igual que otras asociadas a las mismas, habrían funcionado como marcas territoriales a la manera de detonadores de espacios de retorno previsto en los circuitos implementados por los cazadores recolectores del Arcaico (Aschero 1999; Aschero y Podestá 1986). Para momentos posteriores, y coincidiendo con de Hoyos (2012), interpretamos que la representación masiva de pisadas y huellas de animales está asociada con la actividad de caza y con aspectos de la transición de economías de caza-recolección a otras de producción de alimentos. En definitiva, el marco de significación de estos conjuntos de representaciones pueden estar aludiendo a prácticas rituales relacionadas con la caza y pastoreo de camélidos, a lugares de tránsito entre diferentes ámbitos, dentro de la estrategia de movilidad de cazadores y pastores, o actuar como marcadores idiosincráticos en el tránsito trasandino. Creemos que el alto valor simbólico de estas manifestaciones queda expresado a través de su permanencia milenaria a lo largo de la secuencia de arte rupestre sur andino.

Bibliografía Aschero, Carlos A. 1999 El arte rupestre del desierto puneño y el Noroeste argentino. En Arte rupestre en los Andes de capricornio, editado por José Berenguer y Francisco Gallardo, pp. 97-135. Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago. 2006 De cazadores y pastores. El arte rupestre de la modalidad Rio Punilla en Antofagasta de la Sierra y la cuestión de la complejidad en la Puna meridional argentina. En Tramas en la Piedra. Producción y usos del arte rupestre, editado por Dánae Fiore y M. Mercedes Podestá, pp. 103-140. World Archaelogical Congress, AINA, Sociedad Argentina de Antropología, Buenos Aires. Aschero, Carlos A., y Podestá, M. Mercedes 1986 El arte rupestre en asentamientos precerámicos de la Puna argentina. Runa 16:29-57. | ARKEOS 37 | 2215 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Aschero, Carlos A., y Salomón Hocsman 2011 Arqueología de las ocupaciones cazadoras-recolectoras de fines del Holoceno medio de Antofagasta de la Sierra (Puna Meridional argentina). Chungara 43:393-411. Aschero, Carlos, Álvaro R. Martel, y Sara M. López Campeny 2006 Tramas en la piedra: rectángulos con diseños geométricos en Antofagasta de la Sierra (Puna meridional argentina). En Tramas en la Piedra. Producción y usos del arte rupestre, editado por D. Fiore y M.M. Podestá, pp. 141-156. World Archaelogical Congress, AINA, Sociedad Argentina de Antropología, Buenos Aires. De Hoyos, María 2012 Cuerpos imaginados. Variaciones en la representación de la figura humana en el arte rupestre de la zona Valliserrana del Noroeste argentino. Tesis doctoral inédita. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires. Delfino, Daniel, Valeria E. Espiro, y R. Alejandro Díaz 2009 Modos de vida situados: el Formativo en Laguna Blanca. Andes 20:111-134. Falchi, M. Pía, y M. Mercedes Podestá 2015 “Aquí estuvimos, por acá pasamos”. Grabados de pisadas y huellas humanas en los desiertos sur andinos. En este volumen. Falchi, M. Pía, M. Mercedes Podestá, Diana S. Rolandi, Anahí Re, y Marcelo A. Torres 2011 Arte rupestre entre las sierras y los llanos riojanos: Localidad arqueológica Palancho. Comechingonia, Revista de Arqueología 15:39-63. Falchi, M. Pía, M. Mercedes Podestá, Diana S. Rolandi, y Marcelo A. Torres 2012-2014 Grabados rupestres en el desierto rojo, Los Colorados (La Rioja, Argentina). Revista Mundo de Antes 8:105-130. Gradin, Carlos J. 1985 Área de los cazadores meridionales (Pampa-Patagonia). En Cazadores de la Patagonia y Agricultores andinos. Arte rupestre de la Argentina, editado por Juan Schobinger y Carlos J. Gradin, pp. 11-49. Encuentro Ediciones, Madrid. 2001 El arte rupestre de los cazadores de guanaco de la Patagonia. Historia Argentina Prehispánica, tomo 2, dirigido por E. Berberián y A. Nielsen, pp. 839-874. Editorial Brujas, Argentina, Córdoba. Guráieb, A. Gabriela, Diana S. Rolandi, Diana Carro, y Marcos Rambla 2015 Reserva Natural El Chiflón y áreas aledañas: un paisaje arqueológico del Período Medio o Integración Regional en el Dpto. Independencia (provincia de La Rioja). Comechingonia Virtual, Revista Electrónica de Arqueología, en prensa. Laguens, Andres, y Mirta Bonnin 2012 Sociedades indígenas de las Sierras Centrales. Arqueología de Córdoba y San Luis. Editorial Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina. Lastanao Lobera, Carlos 2001 Huellas y rastros de animales del Pirineo y Europa. Barrabés Editorial, Huesca. | ARKEOS 37 | 2216 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Martel, Álvaro 2010 Arte Rupestre de Pastores y Caravaneros: Estudio Contextual de las Representaciones Rupestres Durante el Período Agroalfarero Tardío (900 d.c.-1480 d.c.) en el Noroeste Argentino. Tesis doctoral inédita. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Martel, Alvaro, Silvina Rodriguez Curletto, y Ezequiel Del Bel. 2012 Arte Rupestre y Espacios de Memoria: Las Representaciones del Sitio Confluencia (Antofagasta de la Sierra, Catamarca, Argentina). Revista de Antropología 25:121-162. Menghin, Osvaldo F. A. 1957 Estilos del arte rupestre de Patagonia. Acta Praehistorica I:57-87. Olivera, Daniel E., Aixa S. Vidal, y Lorena G. Grana 2003 El sitio Cueva Cacao 1A: hallazgos, espacio y procesos de complejidad en la Puna meridional (ca. 3000 años A.P.). Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología 28:257-270. Podestá, M. Mercedes 1986-87 Arte rupestre en asentamientos de cazadores recolectores y agroalfareros en la Puna Sur (Antofagasta de la Sierra, Catamarca). Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología 17(1):241-263. 1989 Punta del Pueblo: expresiones del arte rupestre agroalfarero en la Puna argentina. Boletín de la Sociedad de Investigación del Arte Rupestre de Bolivia 3:38-47. Podestá, M. Mercedes, y Carlos A. Aschero 2012 Evidencias tempranas del arte rupestre de los cazadores-recolectores de la Puna (NO de la Argentina). En L’art pléistocène dans le monde. Actes du Congrès IFRAO, Tarascon-sur-Ariège, sept. 2010, Symposium 3 El Arte del Pleistoceno en las Américas, dirigido por Jean Clottes, pp. 136 (libro), 773-791 (CD). Podestá, M. Mercedes, y Daniel Olivera 2006 El contexto ecológico y económico del arte rupestre en la arqueología de la Puna Meridional Argentina. En Kay Pacha. Cultivating Earth and Water in the Andes, editado por Penny Dransart, pp: 137 149. BAR International Series 1478. Archaeopress, Oxford. Podestá, M. Mercedes, Liliana Manzi, Alex Horsey, y M. Pía Falchi 1991 Función e interacción a través del análisis temático en el arte rupestre. En El arte rupestre en la arqueología contemporánea, editado por M. M. Podestá, S. Renard de Coquet y M.I. Hernández Llosas, pp. 40- 52. Buenos Aires. Podestá, M. Mercedes, Diana S. Rolandi, y Mario Sánchez Proaño 2005 El Arte Rupestre de Argentina Indígena. Noroeste. Unión Academique Internationale, Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires. Podestá, M. Mercedes, Diana S. Rolandi, Anahí Re, M. Pía Falchi, y Óscar Damiani 2006 Arrieros y marcas de ganado. Expresiones del arte rupestre de momentos históricos en el desierto de Ischigualasto. En Tramas en la Piedra. Producción y usos del arte rupestre, editado por Danae Fiore y M. Mercedes Podestá, pp. 169-190. World Archaelogical Congress, AINA, Sociedad Argentina de Antropología, Buenos Aires.

| ARKEOS 37 | 2217 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

| Suris, camélidos, felinos y otras huellas. Simbología y contexto arqueológico | María Mercedes Podestá et al |

Re, Anahí, M. Mercedes Podestá, y Diana S. Rolandi 2009 Arte rupestre prehispánico en valles y quebradas del Parque Provincial Ischigualasto y su área de amortiguación (provincia de San Juan, Argentina). En Crónicas en la piedra. Arte Rupestre de las Américas, editado por M. Sepúlveda R., Luis Briones M., Juan Chacama R., pp.413-429. Ediciones Universidad de Tarapacá, Arica. Re, Anahí, M. Mercedes Podestá, y Guadalupe Romero 2011 Ocupaciones humanas y grabados rupestres del norte de la Sierra de Valle Fértil (provincia de San Juan). Comechingonia, Revista de Arqueología 15:65-92. Romero, Guadalupe 2012 Arte rupestre y circulación de información en ambientes áridos. Los grabados prehispánicos del noreste de San Juan. Tesis de Licenciatura inédita. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Yacobaccio, Hugo D., Patricia Solá, M. Susana Alonso, Marta S. Maier, Mariana Rosenbusch, Cristina Vázquez, y M. Paz Catá 2012 Pinturas Rupestres del Pleistoceno / Holoceno en la Puna de Atacama (Jujuy, Argentina). En L’art pléistocène dans le monde. Actes du Congrès IFRAO, Tarascon-sur-Ariège, sept. 2010, Symposium 3 El Arte del Pleistoceno en las Américas, dirigido por Jean Clottes, pp. 134 (libro), 751-772 (CD).

| ARKEOS 37 | 2218 | XIX INTERNATIONAL ROCK ART CONFERENCE - IFRAO 2015 |

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.