Subjetividades agencia politica y aborto

May 24, 2017 | Autor: Araceli Ramirez | Categoría: Gender Studies, Abortion, Decolonial Thought
Share Embed


Descripción

BAZZA, Ezequiel CORTI, Facundo RAMÍREZ, Araceli Subjetividades, agencia política y aborto Aportes de las teorías de la transmodernidad, los estudios subalternos y los feminismos decoloniales

Introducción La interrupción voluntaria del embarazo atraviesa de manera desigual las subjetividades: a) mujeres cisheterosexuales, b) varones trans, c) lesbianas, d) tortas, e) mujeres cis bisexuales, f) varones cisheterosexuales, g) travestis, h) mujeres trans, i) gays, j) maricas, k) putos, l) marginales, m) pueblos originarios, n), negras, o) afrodescendientes. No se trata de clasificaciones conjeturales dignas de la enciclopedia china ficcionada por Borges, sino de la potencialidad de los agenciamientos disidentes por la autonomía de los cuerpos. Se trata aquí de analizar la capacidad transformadora de las coaliciones estratégicas en las luchas por el aborto legal, seguro y gratuito en Argentina. Al criminalizar el aborto voluntario, el Estado mata y deja morir a los cuerpos racializados con capacidad de gestación. ¿Cómo se organizan estos cuerpos desobedientes al mandato reproductivo ante una maquinaria estatal de administrar la muerte? Para responder a este interrogante, nos proponemos abordar algunos de los debates en torno a la interrupción voluntaria del embarazo considerando conceptualizaciones acerca de las subjetividades, la agencia política y el Estado. El objetivo de este escrito es analizar la agencia de las disidencias sexo-genéricas-deseantes racializadas y sus potenciales coaliciones en las luchas por el derecho al aborto. En este sentido, retomaremos los aportes de las teorías de la transmodernidad, los estudios subalternos y los feminismos decoloniales, entre otros. Agenciamientos disidentes Enrique Dussel (2003) entendió el surgimiento de América como producto del sistema–mundo moderno donde Europa se constituye en torno a su referencia periférica: América. Esta relación ha implicado una estructura de dominación y explotación mundial que Aníbal Quijano (2000) denominó “colonialidad del poder”. Luego, María Lugones (2008), desde una perspectiva feminista, lo llamó “sistema de género moderno/colonial” para contemplar las relaciones de género heterocentradas y binarias. Desde la década de los sesenta y setenta los “nuevos movimientos sociales” (Zibechi, 2003) introducen demandas por el reconocimiento identitario basado en el sexo, la raza, la sexualidad y la etnia, entre otras. (Curiel, 2007). En este escenario, Mabel Bellucci (2015) historiza las coaliciones queer en Argentina señalando que, durante la década del 80, se destacaron el reclamo de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), Comisión por el Derecho al Aborto (CDA) junto a Dora Coledeski, la corriente Feminismo Político del Partido Democracia Popular, la derogación de la “Patria Potestad” y la sanción de la Ley de Divorcio. En los años 1990’, se suma el Frente por la Democracia Avanzada (FDA), el colectivo Gays por los Derechos Civiles (Gays DC), la incorporación de Lohana Berkins a la CDA, la creación del Área de Estudios Queer en el Centro Cultural Rojas y la creación de la

Coordinadora por el Derecho al Aborto con la participación de agrupaciones feministas, de lesbianas, travestis, estudiantes y de sectores de la izquierda independiente. En los 2000’ se destaca la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral (2006), la Ley de Matrimonio Igualitario (2009), el fallo F.A.L. sobre ANP (2012), la Ley de Identidad de Género (2012), la Ley de Fertilización Asistida (2013) y algunas reformas de los Códigos Civil y Comercial y Penal (2015). Surgen nuevamente las consejerías pre y post aborto, entre las que se puede mencionar la línea de “Lesbianas y feministas por la despenalización y legalización del aborto” que hace visible a las lesbianas en la lucha por el aborto brindando información clara retomando sus saberes y experiencias a partir de otras luchas. Reflexiones en torno a las violencias epistémicas (Ñamaste, 2009; Guerrero, 2014; Vergara Figueroa, 2014), la colonialidad del saber (Dussel, Manaus, 2003; Lander, 2000; Quijano, 2003), el “conocimiento” oficial (Bhabha, 2002), la historiografía colonial (Guha, 2002; Chakrabarty, 1999), la emasculación explicativa (Spivak, 2013), el pensamiento liberal progresista (Bidaseca, 2008; Mahmood, 2006) y las pedagogías de la crueldad (Segato, 2015), entre otros; dan cuenta del constreñimiento de los sujetos y los agenciamientos disidentes. Desde la perspectiva de los estudios poscoloniales, el silenciamiento de cuerpos e identidades disidentes obedece a la articulación entre el poder colonial y el capitalismo global en el nuevo patrón de poder mundial. De acuerdo a Quijano (2003), el capitalismo colonial, moderno y eurocentrado, se apoya necesariamente en la idea de raza como instrumento de clasificación social universal. Así como Quijano definió a la idea de raza como instrumento de clasificación social universal, es posible hablar de otros instrumentos y categorías -legados de la colonizaciónque refuerzan la colonialidad del poder sobre nuestros cuerpos y saberes. Es Rita Segato (2011) quien examina en detalle el cruce entre colonialidad y patriarcado y las originaciones que de este se derivan: el patriarcado colonial-moderno y la colonialidad de género. Segato concluye que las relaciones de género se ven modificadas históricamente por el colonialismo y por la episteme de la colonialidad cristalizada y reproducida permanentemente por la matriz estatal republicana. En el mundo de la modernidad no hay dualidad, hay binarismo. Mientras en la dualidad la relación es de complementariedad, la relación binaria es suplementar, un término suplementa -y no complementa- el otro. Las disidencias sexo-genéricas-deseantes encarnan la crítica a este sistema excluyente y jerárquico. En el marco de la colonialidad del poder (Quijano; 2003) -cuyo principal agente de enunciación es el Estado- sólo adquieren politicidad y son dotados de capacidad política, los sujetos -individuales y colectivos- y cuestiones que puedan, de alguna forma, procesarse, de forma en que puedan ser enunciados en términos universales, en el espacio “neutro” del sujeto republicano, donde supuestamente habla el sujeto ciudadano universal. Es así como los cuerpos e identidades disidentes -que no encuentran enunciación en términos universales en este espacio “neutro”- corren mayores riesgos al negársele completamente su autonomía. Si bien resulta más difícil para las encarnaciones subjetivas disidentes encontrar enunciación en el Estado, las mismas poseen agencia política y confluyen en coaliciones políticas que buscan transformar el carácter enyesado del sistema sexo-genérico moderno. Karina Bidaseca (2010) señala que a fines de los sesenta se dan las condiciones de

posibilidad para repensar el problema del Sujeto y la acción en las ciencias sociales. Se produce un desplazamiento de la concepción del sujeto cartesiano moderno, hacia otra que lo considera resultado de procesos de subjetivación externos. En su ensayo sobre el libro La Nación en tiempo heterogéneo, de Partha Chatterjee, Bidaseca (2008) recupera el cuestionamiento de los conceptos universalizantes y las identidades petrificadas por el nacionalismo eurocéntrico, hegemónico en los países subalternizados. Ante la universalidad como totalidad cerrada, emergen los sujetos múltiples fragmentarios. Es el feminismo interseccional (Davis, 1981) el que permite dar cuenta de la interdependencia entre distintas formas de opresión tales como el racismo, sexismo, cisexismo, heterosexismo, xenofobia, clasismo. Fueron las feministas negras de la década del 70’ quienes las primeras en elaborar las idea de interseccionalidad. Años más tarde, y en torno a la publicación del libro “Esta puente mi espalda” (Moraga y Castillo, 1988), mujeres de “color”, tercermundistas, llevan a cabo un profundo análisis y una crítica al racismo, el clasismo y la heterosexualidad desde su propia experiencia cuestionando las identidades estáticas y esencialistas. En este escenario, el Combahee River Collective proclamó en 1988: “La declaración más general de nuestra política en este momento sería que estamos comprometidas a luchar contra la opresión racial, sexual, heterosexual y clasista, y que nuestra tarea específica es el desarrollo de un análisis y una práctica integrados basados en el hecho de que los sistemas mayores de opresión se eslabonan. La síntesis de estas opresiones crean las condiciones de nuestras vidas.” En diálogo con Bell Hooks (2004), Kum-Kum Bhavnani y Margaret Coulson (2004) desarrollan su tesis del capitalismo patriarcal racialmente estructurado. El “racismo de Estado” opera bajo el monopolio institucional de la violencia, controla los espacios vitales y regula las condiciones materiales de existencia bajo una lógica policial con políticas de segregación instaurando una exclusión marginal organizada. Para Bidaseca (2012) en el orden social sexismo y racismo están fundidos y no hay modo de separarlos, siendo la “mujerdeltercermundo” el punto de intersección entre colonialismo, imperialismo, nacionalismos y fundamentalismos culturales. Si bien el feminismo blanco-heterosexual hegemónico ha luchado por la emancipación de la mujer en la sociedad, se le criticó el haber ignorado otras diversas divisiones tales como las raciales, de clase, nacionales, etc. al interior de la categoría homogénea “mujer”. El Movimiento de mujeres feministas negras denuncia el racismo y elitismo del feminismo blanco de la segunda ola y la ausencia de tratamiento del clasismo, sexismo y racismo como experiencias superpuestas. (Bidaseca, 2012) Gayatri Chakravorty Spivak (1998, 2006) define al subalterno como aquel sujeto que “no puede hablar” en la medida en que no hay condiciones de enunciación; no hay institución que escuche o legitime sus palabras porque carece de autoridad para hacerlo. De acuerdo a esta ensayista, el subalterno no puede ser representado, ni habla él, ni podemos hablar por él. Es un silencio irrecuperable cuyos sonidos y marcas trituraron el tiempo y la nada. Spivak agrega que la subalternidad constituye un espacio de diferencia heterogéneo, que no es generalizable, que no configura una posición de identidad, lo cual hace imposible la formación de una base de acción política. Saba Mahmood (2006), a través de un análisis de las prácticas de un movimiento pietista

femenino del Revivalismo islámico en Egipto, sugiere que se comprende mejor a la agencia a través de la paradoja de la subjetivación: un proceso que asegura las relaciones de subordinación del sujeto al poder, al tiempo que produce los medios a través de los cuales se transforma en una entidad autoconsciente y en un agente. La agencia, desde este punto de vista, es entendida como capacidad de cada persona de realizar sus intereses, en oposición al peso de la costumbre, la tradición, voluntad trascendental y otros obstáculos individuales o colectivos. Mahmood realiza su argumentación a favor de la separación de la noción de autorrealización de la de voluntad autónoma. La autora señala que es fundamental despegar la noción de agencia de los objetivos de la política progresista en tanto el deseo de independencia o subversión de las normas no es innato sino que es mediado por condiciones históricas culturales. De este modo, propone una revisión de las nociones de agencia humana, “falsa conciencia”, internalización de la norma, opresor/oprimido, resistencia/subordinación, autonomía y construcción/deconstrucción, así como la moldura narrativa de la liberación de la teoría feminista y al pensamiento liberal progresista. La teoría provisional de la política práctica de las explicaciones culturales de Gayatri Chakravorty Spivak (2013), cuestiona la centralidad machista, propone un desplazamiento hacia la marginalidad feminista excluida y, retomando a Jaques Derrida, señala la irreductibilidad del margen en todas las posibles explicaciones. Entre otros aspectos, Spivak critica los procedimientos explicativos que apelan a una aparente pluralidad que identifica con la “tolerancia represora” y a la centralización de “la política como tal” que es la condición de posibilidad de la marginación. Al analizar los “aspectos elementales de la insurgencia campesina en la India colonial”, Ranahit Guha (2002) cuestiona la corriente historiográfica que define a esta insurgencia como “pre-política” en tanto carecería de un liderazgo consciente, un objetivo definido y un programa como el de los partidos modernos. En contrapartida, Guha argumenta que, en tanto el aparato colonial compuesto de dominio sobre los campesinos era primariamente político, cualquier intento de subversión era, en consecuencia, también político. Asimismo, este autor afirma que las abundantes rebeliones eran sometidas a una evaluación y eran consultadas con los campesinos involucrados, lo que da cuenta de su carácter reflexivo, lógico, deliberado y consciente. Además, en algunas oportunidades, las sublevaciones contaron con objetivos y liderazgos claros. En este sentido, producto de las reiteradas revueltas rurales, los reyes campesinos contaron con estructuras y funciones de un aparato estatal de carácter esencialmente político a pesar de sus limitaciones. El autor concluye que: estas experiencias contienen los “aspectos elementales” de una política; no es posible entender las experiencias insurgentes como un historia sin sujeto; y la identidad campesina insurgente emerge aquí como proyecto de poder. Para Segato (2011) sólo adquieren politicidad y son dotados de capacidad política, en el mundo de la modernidad, los sujetos -individuales y colectivos- que puedan, de alguna forma, procesarse, reconvertirse, transportarse y reformular sus problemas de forma en que puedan ser enunciados en términos universales, en el espacio “neutro” del sujeto republicano, donde supuestamente habla el sujeto ciudadano universal. Es así como los cuerpos e identidades disidentes -que no encuentran enunciación en términos universales en este espacio “neutro- corren mayores riesgos al negársele completamente su autonomía. Si bien las luchas por derechos y políticas públicas inclusivas y tendientes a la equidad son propias del mundo moderno, naturalmente, y no se trata de oponerse a ellas, pero sí de

comprender a qué paradigma pertenece y, especialmente, entender que vivir de forma descolonial es intentar abrir brechas en un territorio totalizado por el esquema binario, que es posiblemente el instrumento más eficiente del poder. Las “corpolíticas” (Instituto Hemisférico de Performance y Política, 2007) consideran al cuerpo como un instrumento político, tanto en sus consecuencias como en la actitud de ponerlo para construir políticas: el cuerpo intervenido por fuerzas sociales, las políticas del cuerpo, los cuerpos políticos y la relación entre ellos. El cuerpo como un sitio de negociación, de identidad, disciplina y como medio de expresión y significado. La cosificación, la reproducción forzada, la hipersexualización y la explotación sexual de las mujeres racializadas en Latinoamérica, restan potencialidad agencial. Las corpopolíticas de las “mujeres del tercer mundo” y los feminismos negros luchan contra la violencia sexual racializada estatal en base a una política de identidad (Bidaseca,2012). Las transformaciones conceptuales del sujeto colectivo -”individuo”, “clase”, “pueblo”, “campesino”, “condenado de la tierra”, “multitud”, “subalterno”, “incontados” y “homo sacer”, entre otros- dan cuenta de una transformación de las prácticas de la acción política (Bidaseca,2010). Siguiendo a Chatterjee en su polémica con Comunidades Imaginadas de Benedict Anderson, Bidaseca (2008) sostiene que sería necesario asaltar el ficto de la participación de la “sociedad civil” liberal, para imaginar una “sociedad política”. Debido al proceso de feminización y racialización de la pobreza, las mujeres pobres (Petracci, et. Al., 2015) racializadas son las principales afectadas por las complicaciones derivadas de abortos clandestinos. Puesto que son las mujeres pobres quienes mayormente mueren por abortos clandestinos, se torna imprescindible hablar de violencia sexual racializada por parte del Estado. En el fenómeno conocido como “feminización de la pobreza”, convergen la racialización del sexo y la sexualización de la raza. Es posible afirmar que la ilegalidad, judicialización y criminalización del aborto, es entonces racismo de Estado. A su vez, la cartografía de las leyes sobre aborto en el mundo (Center for Reproductive Rights, 2013), muestran que mientras prima la legalidad de la interrupción voluntaria del embarazo en el hemisferio Norte. Mientras tanto, en América Latina, África y parte de Ásia, la ilegalidad del aborto es una condena a muerte. Se profundiza aquello que Quijano (2000) caracteriza como racialización de la división de trabajo, puesto que la dominación racial se extiende de modo coalicional a múltiples opresiones (Lugones, 2008). El sistema sexo-género-deseo tiene un carácter normativo y jerárquico aunque las normas que regulan al género, la identidad de género y la sexualidad, están estrechamente entrelazadas. El sexismo coloca a las femineidades cis por debajo de las masculinidades cis; el cisexismo ubica a las personas tras e intersex como inferiores a las cis; y la heteronomatividad sitúa a gays, lesbianas y bisexuales subordinadas respecto de los/as heterosexuales. En este sentido, entendemos por disidencia sexual a aquellas subjetividades que contrarían o son críticas del sexismo, el cisexismo y la heteronormatividad. Las mujeres cisheterosexuales (asignadas mujeres al nacer que tienen relaciones con varones) son, sin duda, las que estadísticamente más acuden a la interrupción voluntaria del embarazo y sujeto central en la lucha por el derecho al aborto. Sin embargo, las mujeres cis heterosexuales no son las únicas personas que pueden gestar y, en consecuencia, practicarse un aborto. Las lesbianas, las mujeres cis bisexuales y los varones trans podrían

gestar en tanto tengan útero a pesar de ser colocadas frecuentemente en relaciones sociales subordinadas. Los informes estatales; los estudios especializados; y los datos de las consejerías pre y post aborto no recaban información acerca de la orientación sexual y la identidad de género de quienes recurren a la interrupción voluntaria del embarazo. La más de las veces, estos registros presuponen la identidad de género o la sexualidad, asumiendo que se trata de un problema de varones y mujeres cis heterosexuales. La baja frecuencia y la falta de registro de abortos voluntarios de las bisexuales, las lesbianas y los varones trans, invisibiliza su capacidad de gestar y su lugar en la lucha por el derecho al aborto. La falacia ecológica que toma la infrecuencia estadística de las interrupciones voluntarias del embarazo de los cuerpos gestantes diversos en el marco de la ilegalidad del aborto produce el borramiento epistemológico de su agencia política y tiene consecuencias mortales para sus vidas. Haciéndose eco de estas discusiones y los avances normativos, el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto; introdujo modificaciones consensuadas en los foros federales de discusión incorporando la categoría “personas con capacidad de gestar” en su artículo décimo. Este proyecto innova respecto de las presentaciones anteriores haciéndose eco de la Ley de Identidad de Género (2012). Por otro lado, los estudios que abordan el lugar de los varones cisheterosexuales frente a la interrupción voluntaria del embarazo (Chaneton y Vacarezza, 2011; Pecheny, 2015; Petracci, 2007a; Petracci, 2007b; Petracci, et alia., 2012; Petracci, et. alia, 2015) usualmente concluyen que ellos asumen posiciones reactivas o, en menor medida, algunos varones se involucran sin ocupar el lugar de “ellas”. En ese sentido, cuestionamos la concepción solidarista (Fabbri, 2013) por la cual los varones se acercarían a la lucha por el derecho al aborto meramente para “acompañar a las mujeres”. Si bien esto implica un desplazamiento respecto de la tradicional indiferencia, entendemos que no existen allí las implicaciones necesarias para hacer de esta agenda una llave desde donde interrogar nuestras prácticas sexo-afectivas. La aproximación de los varones a la lucha por la despenalización y legalización del aborto posibilita un acercamiento concreto al feminismo, revisar los mandatos que pesan sobre los varones y la masculinidad como un destino inapelable (Fabbri, 2015).

Coaliciones estratégicas Mientras el acceso al aborto legal, seguro y gratuito esté restringido y criminalizado, el Estado es una maquinaria de administrar la muerte de los cuerpos racializados con capacidad de gestar. Existe cierto consenso entre las especialistas en definir y tipificar al aborto ilegal de las mujeres cis como un feminicidio de Estado (Segato, 2006; Toledo Vásquez, 2009a; Toledo Vásquez, 2009b). A partir del concepto femi-genocidio de Segato (2005) y las categorías transfemicidio o travesticidio propuestas de Radi y Sardá-Chandiramani (2016), cabe reflexionar acerca de conceptualizaciones y normativas comprensivas de las violencias y las muertes sistemáticas de los diversos cuerpos racializados con capacidad gestacional. Coaliciones políticas (Wallerstein, 1979; Spivak, 1998), articulaciones situadas (Bellucci, 2015), prácticas descolonizadoras (Rivera Cusicanqui, 2010), alianzas tentaculares (Donna

Haraway, 2016), revolución somática (Preciado, 2013), son algunas de las conceptualizaciones que analizan la relación entre agencia política y acción colectiva. Immanuel Wallerstein (1979) señala las dificultades de la semiperiferia en alcanzar sus intereses localizados a través de coaliciones políticas que podrían estar abiertas para ellos si estuvieran en la misma arena política de los Estados del centro. Por su parte, siguiendo a Spivak (1998), las alianzas políticas de las mujeres del subproletariado urbano de los países periféricos son aún más complejas debido a la doble violencia: la explotación patriarcal y la imposibilidad de enunciación. Silvia Rivera Cusicanqui (2010) cuestiona el falogocentrismo de las políticas de hibridación, el multiculturalismo oficial y la exclusión de las mujeres por los varones indígenas colonizados. En su lugar, la pensadora propone un proceso de descolonización fortaleciendo el tejido de los sectores fronterizos “ch'iki”, planteando la coexistencia en paralelo de múltiples diferencial culturales que no se funden, sino que antagonizan o se complementan (2010:70) Mabel Bellucci (2015) recupera la historia de las coaliciones estratégicas del movimiento de mujeres, los feminismos y las disidencia sexogenérica en la lucha por la autonomía de los cuerpos y la legalización del aborto voluntario. En este marco, consideramos necesaria una coalición estratégica que reúna, no sólo a las mujeres, sino también a los varones y las disidencias sexo-genérica-deseantes en su conjunto en la lucha por la legalización del aborto. Bibliografía BELUCCI, Mabel (2015). “Coaliciones queer: Aborto, feminismo y disidencias sexuales (1990 a 2005 en Buenos Aires)” Ciudad de Buenos Aires: s,d. BHABHA, Homi (2002). El lugar de la cultura. Buenos Aires: Ed. Manantial. BHAVANI, Ku-Kum y COULSON, Margaret (2004) “Transformar el feminismo socialista. El reto del racismo”. En: Otras inapropiables. Feminismos desde las fronteras. Madrid: Traficantes de sueños. BIDASECA, Karina (2008). “Asalto a la imaginación subalterna.” Revista Otra Parte. Revista de Letras y Artes, N 16, Verano 2008-2009, Buenos Aires: Siglo XXI. BIDASECA, Karina (2010) Perturbando el texto colonial. Los Estudios (Pos)coloniales en América Latina. Buenos Aires: Ed, SB. BIDASECA, Karina (2012) “Voces y luchas contemporáneas del feminismo negro. Corpolíticas de la violencia sexual racializada.” en Afrodescendencia. Aproximaciones contemporáneas de América latina y el Caribe, Colección de ensayos del Centro de Información de las Naciones Unidas para México, Cuba y República Dominicana, en el marco del Año Internacional de los Afrodescendientes. México D. F.: Organización de las Naciones Unidas. Disponible en: http://www.cinu.mx/AFRODESCENDNCIA.pdf. CANNOCK, A. L (2010). “Devenir minoritario”. Revista Documentos de Humanidades, Vol. 3. Lima, Pontífica Universidad Católica del Perú. Center for Reproductive Rights (2013). "Leyes sobre aborto en el mundo". S.d. CHAKRABARTY, Dipesh (1999) “historias de las minorías, pasados subalternos”, en Revista Historiografía, año 6, N 12. CHANETON, July; VACAREZZA, Nayla (2011). “Capítulo 6. Ellos participantes”. La intemperie y lo intempestivo. Experiencias del aborto voluntario en el relato de mujeres y varones. Buenos Aires: Marea

CURIEL, Ochy (2007) Crítica poscolonial desde las prácticas políticas del feminismo antirracista. Nómadas, (26), 92-101. Disponible en: http://www.urosario.edu.co/urosario_files/1f/1f1d1951-0f7e-43ff-819f-dd05e5fed03c.pdf DAVIS, Ángela (2005) Mujer, Raza y Clase: Buenos Aires: Editorial AKAL. Disponible en: http://www.disruptiva.net/uploads/files/Mujeres,%20raza,%20clase_Angela%20Davis.pdf DELEUZE, Gilles (1999). Conversaciones, Valencia: Pre-textos. DELEUZE, Gilles y GUATTARI, Félix (2000). Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia: Pre-textos. DELEUZE, Gilles y PARNET, Claire (1980). Diálogos. Valencia: Pre-textos. DUSSEL, Enrique (2003) “Europa, modernidad y eurocentrismo” en Lander E. (Comp.) La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires. CLACSO. FABBRI, Luciano (2013). “Poner el cuerpo”: Reflexiones sobre la participación de los varones en la lucha por el derecho al aborto”. en ANZORENA, C.; ZURIGGEN, R. (2013). El aborto como derecho de las mujeres. Otra historia es posible. Buenos Aires: Herramienta. FABBRI, Luciano (2015). “Qué (no) hacer con la masculinidad?” Santiago de Chile: V Coloquio de Estudios de Varones y Masculinidades. GUERRERO Mc MANUS, F. (2014). “La filosofía de la biología y los estudios de género”: CRÍTICA, Revista Hispanoamericana de Filosofía. Vol. 46, N 137, agosto. México D.F., UNAM. GUHA, Ranahit (2002). “Aspectos elementales de la insurgencia campesina en la India colonial” en Guha, Ranahit. Las voces de la historia y otros estudios subalternos. Barcelona: Ed. Critica. HARAWAY, D. (2016). “Tentacular Thinking: Anthropocene, Capitalocene, Chthulucene.” e-fluxjournal N 75 (pp-1-15). Disponible en: http.//www.w-flux.com/journal/75/67125/tentacular-thinking-anthropocene-capitalocene-chth ulucene/ HOOKS, Bell (2004) “Mujeres negras: dar forma a la teoría feminista”. En: Otras inapropiables. Feminismos desde las fronteras. Traficantes de sueños, Madrid. Instituto Hemisférico de Performance y Política (2007). “Corpolíticas en las Américas / Body Politics in the Americas. Formaciones de Raza, Clase y Género. Catálogo del 6to Encuentro Internacional del Instituto Hemisférico de Performance y Política.” Buenos Aires: Centro Cultural Recoleta. LANDER, Edgardo (2000) #Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos”, en Lander , E (comp.) La colonialidad del saber. Eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas, Buenos Aires, CLACSO. LUGONES, María (2008) "Colonialidad y género. Hacia un feminismo descolonial". Género y descolonialidad. Buenos Aires. Ediciones del signo. MAHMOOD, Saba (2006) “Teoría feminista, agencia e sujeito liberatório: algunas reflexoes sobre o revivalismo islamico no Egipto”, en Revista Etnográfica, vol. X (1). MORAGA, Cherríe; CASTILLO, Ana (1988). "Este puente, mi espalda. Voces de mujeres tercermunistas en los Estados Unidos." San Francisco: Editorial “ismo”. NAMASTE, Viviane (2009). “Undoing Theory: The ‘Transgender Question’ and the Epistemic Violence of Anglo-American Feminist Theory”. Hypatia vol. 24, núm 3 (Summer). QUIJANO, Aníbal (2003). “Colonialidad del poder4, eurocentrismo y América Latina” en Lander (comp.) Buenos Aires, CLACSO.

RADI, Blas; SARDA-CHANDIRAMANI, S. (2016). “Travesticidio/transfeminicidio: Coordenadas para pensar los crímenes de travestis y mujeres trans en Argentina” Publicación en línea. Disponible en: http://www.aacademica.org/blas,radi/14 RECKITT, Helana; PHELAN, Peggy (2010). Arte y Feminismo. Hong Kong: Phaidon Press Limited. RIVERA CUSICANQUI, Silvia (2010). “Ch’ixinakax utxiwa: una reflexión sobre práctica y discursos descolonizadores” en Ch’ixinakax utxiwa. Una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores. Buenos Aires: Tinta Limón. SEGATO, Rita (2005). “Territorio, soberanía y crímenes de segundo Estado: la escritura en el cuerpo de las muertas de Juárez”. Perfiles del feminismo Iberoamericano. Buenos Aires: Catálogos. SEGATO, Rita (2006), Qué es un feminicidio. Notas para un debate emergente. Brasilia: s.d. SEGATO, Rita (2007). La nación y sus otros, Buenos Aires, Prometeo Libros. SEGATO, Rita (2011). “Género y colonialidad: en busca de claves de lectura y de un vocabulario estratégico descolonial” en La cuestión Descolonial, Quijano, Aníbal y Julio Mejía Navarrete (eds.) Lima, Universidad Ricardo Palma - Cátedra América Latina y la Colonialidad del Poder. SEGATO, Rita (2015). “La pedagogía de la crueldad”. Entrevista con Verónica Gago. Suplemento Las12. Ciudad de Buenos Aires: Diario Página 12. Disponible en: http://www.paginaqw.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9737-2015-05-30.html SPIVAK, G. C (1998), “¿Puede hablar el sujeto subalterno?” Revista Orbis Tertius, 3 (6), 175-235. Memoria Académica. Disponible en línea: http://fuentesmemoriafahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.2732/pr.2732.pdf SPIVAK, G. C (2006). Entrevista a Gayatri Spivak “Nuevas ropas del esclavo”, Revista Ñ, Buenos Aires, 8 de abril de 2006. SPIVAK, G. C. (2013) “Explicación y cultura. Anotaciones al margen” en Gayatri C. Spivak. En otras palabras, en otros mundos. Bs.As Paidos. PETRACCI, M.; PECHENY, M.; MATTIOLI, M.; CAPRIATI, A. (2015). “Política, género, clase social y subjetividad en la interrupción del embarazo. Estudio cualitativo de trayectorias de mujeres y varones en el Área Metropolitana de Buenos Aires, Argentina” en AA.VV. Universidad y sociedad. Desafíos de la investigación interdisiplinaria. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Eudeba. TOLEDO VÁSQUEZ, Patsilí (2009a). “La controversial tipificación del femicidio/feminicidio. Algunas consideraciones penales y de derechos humanos.” S.d. Disponible en: http://ovsyg.ujed.mx/docs/biblioteca-virtual/La_controversial_tipificacion_del_femicidio.pdf TOLEDO VÁSQUEZ, Patsilí (2009b). Feminicidio. México D.F.: Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. VERGARA FIGUEROA, Aurora (2014). “Cuerpos y territorios vaciados”. Revista en Ciencias Sociales núm 13, enero-junio. Cali, Universidad ICESI. WALLERSTEIN, Immanuel (1979). “Introducción: Sobre el Estudio del Cambio Social” y “Capítulo 7- Repaso Teórico” en El moderno Sistema Mundial, La Agricultura Capitalista y los Orígenes de la Economía - Mundo Europea en el Siglo XVI, Traducción de Antonio Resines. Ciudad de México: Siglo Veintiuno Editores- México. ZIBECHI, Raúl (2003). “Los movimientos sociales latinoamericanos: tendencias y desafíos”.

En: OSAL: Observatorio Social de América Latina. No. 9 (ene. 2003- ). Buenos Aires: CLACSO. Disponible en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/osal/osal9/zibechi.pdf

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.