International Conference on Modern Age fortications of the western Mediterranean coast © Editorial Universitat Politècnica de Valencia - ISBN:
Sub umbra tuarum alarum protegem Arqueología del paisaje de la defensa costera en el Reino de Valencia (siglos XIV-XVI) José Luis Menéndez Fueyo
Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), Alicante (España),
[email protected]
Abstract This paper intends to address the evolution of the landscape of coastal defence in the Kingdom of Valencia between the 14th and 15th centuries, using the wide archaeological and structural register of defensive system which is still visible in our environment nowadays. To do so, we will carry out a typological systematization of all the constructions in the Kingdom of Valencia, considering their geometrical features in plan and elevation. We will also show a wide range of parallels gathered from the coast of Huelva up to the North of Catalonia, including the Balearic Islands, Corsica, Sardinia, Sicily, Malta, the Italian Peninsula, the Dalmatian Coast, Greece and even the Eastern Mediterranean and the North of Africa. This typological characterization will allow us to establish a series of chronological intervals defined by morphological features, documentary evidence, dating provided by archaeological research and by published historiography, and the dates we already know for the parallels of each type. With this information we will establish a solid basis to determine that this defensive landscape has its origins in the 14th and 15th centuries. However, it did not arise as a unicum, as a joint response from the power, but it reflects a series of building stages that respond to the different vicissitudes suffered by the coasts of Alicante, and therefore Spanish coasts, for more than 400 years. Keywords: watchtowers, defence, landscape, fortification, typologie, Alicante. 1. Un mar de oportunidades
Las primeras y poderosas alas que nos demuestran este paisaje son las que conforman su espacio geográfico, aquel que hemos definido como la frontera del miedo; un espacio propio, diferente, por ejemplo, a las
La frase que intitula esta comunicación nace del estudio del paisaje de la
zonas de interior, y con unas claves específicas que conforman un
defensa de la costa del Reino de Valencia, utilizando los datos aportados
sistema adaptado a unas condiciones inalterables. La especial orografía
por la materialidad de las construcciones, las referencias ofrecidas por la
de la línea de frontera costera valenciana se aprecia en esa mezcla de
documentación y el abundante material historigráfico que nos permitió
mar y montaña en escasos kilómetros; en la gran cantidad de barrancos
abordar un largo y extenso trabajo de investigación que finalizó con
y arroyos que desaguan al mar en calas tranquilas y recogidas de la vista
la presentación de la tesis doctoral que pretendía abordar el tema de la
de extraños generando zonas de aguada y desembarco y en las enormes
defensa costera de las costas del Reino de Valencia desde la materialidad
e importantes zonas albufereñas con marjales y huertas existentes en las
constructiva que nos ofrecía el enorme número de recintos amurallados,
cercanías de la costa, cuya explotación era la base económica de una
castillos, fortines baterías y torres que jalonan nuestra costa valenciana.
población convertida en carne de rapto y extorsión, asentada en unos enclaves urbanos dotados de puertos y embarcaderos que actuaban de
A la sombra de tus alas nos protegemos -Sub umbra tuarum alarum
ventanas para la entrada y salida de una riqueza al abasto, sólo para
protegem- explica de forma meridiana los principios que vertebraron desde el siglo XIV hasta finales del siglo XVI la defensa de la frontera costera,
aquellos corsarios más atrevidos en el combate.
no sólo alicantina o valenciana, sino la de todo un estado que mostrará a
Éste y no las profundas aguas del Mare Clausum ha sido el escenario
través de estas construcciones sus señas de identidad, a lo largo de una
de este pequeño teatrillo de operaciones que responde a la etiqueta
historia reflejada en más de 400 años de conflictos piráticos, construida
braudeliniana de un conflicto al margen de la guerra oficial, cuyo auge
con la realidad material a la que nos hemos querido acercar desde todos los
alcanza su máximo protagonismo en la lucha por la hegemonía del
puntos de vista posibles, siempre desde el respeto y la humildad frente a
Mediterráneo. Porque este escenario sólo es para los más arriesgados,
unos guardianes que han sido y siguen siendo testigos mudos de la historia.
únicamente para héroes capaces de traspasar las fronteras, de ir más 1
allá, siendo estandartes para su pueblo. Este escenario sólo está hecho
el funcionamiento es muy similar en ambas orillas. Al principio, la
para aquellos corsarios comprometidos inicialmente con una causa,
iniciativa corre a cuenta del poder establecido, aquel que precisa de
pero defensores de sus intereses particulares, capaces de seguir el
acciones arriesgadas, en las afueras de una flota y de una campaña
sin fin de rutas comerciales que convierten a ese mar mediterráneo
militar que espías y misivas ya han anunciado evitando el factor
en un mar menos cerrado y más dinámico, por el que circulan todo
sorpresa tan importante en una estrategia bélica. La aparatosidad de la
tipo de productos transportados en diferentes tipos de embarcaciones,
organización de una flota militar en época medieval y moderna no pasa
fletadas y dirigidas por el comerciante, el militar, el noble, el viajante,
desapercibida, por lo que es preciso aumentar las posibilidades de éxito
el marinero, el soldado o el político. Todas las clases sociales, todas
con otras estrategias que comporten un menor movimiento de tropas y
las jerarquías, todos los mandos pero un único lugar de encuentro. En
medios. El corso facilita extraordinariamente la adopción de un cuerpo
ese vehículo de ideas y cultura que consideramos al mar Mediterráneo,
de élite que realice una guerra de guerrillas, acosando, hostigando y
en ese espacio libre de cargas, tasas, y hasta de banderas, las reglas
presionando al enemigo allí donde mas le puede doler, intentando gripar
desaparecen y el ladrón pasa a ser defensor, y el oprimido encuentra su
el motor económico, el único poder con el que se puede mantener flotas,
momento de rebeldía. Un solo encuentro, un cruce imprevisto, convierte
tropas y armamento.
al noble en corsario, al comerciante en pirata, en un mare clausum que
Además, no sólo es necesario presionar en alta mar. También, con el
se convierte en un mar de oportunidades, un espacio donde el botín es
paso del tiempo, se hace preciso trasladar el conflicto a las propias
la recompensa prioritaria, donde la subasta posterior es el espacio de las
riberas del enemigo, haciéndole sentir el amargo sabor del miedo y la
ganancias y donde lo capturado se transforma en metálico con el que
psicosis, convirtiéndolos en víctimas, en carne de rapto y botín. De esa
pagar soldadas, gastos y, sobre todo, tasas.
manera, con esta estrategia sutil y soterrada, el sentimiento de temor
2. El fenómeno corsario en las dos orillas
va calando en unas comunidades que acaban elevando este sentimiento hasta las más altas instancias, obligando a los poderes a intervenir,
El corso no es una actividad al margen de la ley. En este sentido,
a tomar medidas que eviten esas sensaciones, que corten de raíz el
creemos a la vista de los sucesos que hemos podido presentar, que
problema. Sin embargo, la frontera del miedo no es un campo de batalla, no es ese espacio donde los contendientes se entrevistan previamente a iniciar el enfrentamiento, guardando los modos y las formas. Aquí, el ataque es imprevisto, rápido, certero, dura horas, en ocasiones ni eso, con objetivos que a veces la fortuna te pone delante sin previo aviso, y en otras son lugares y enclaves buscados durante un largo tiempo, fruto de todo un auténtico scouting pirático. Pero estamos convencidos de que en ambas orillas del Mediterráneo, este cuerpo de élite corsario comparte otras intenciones más allá de la mera obtención del botín. Al menos, en los inicios, hay unos principios, unas reglas en las que se considera enemigo todo aquel que no es aliado. Asaltar barcos de estados amigos con los que existe un convenio a mayor escala política y territorial no suele estar bien visto. Hay que ir a por los competidores, por aquellos que te disputan las rutas comerciales por las que circulan tus productos; aquellas ínsulas que nuestros antepasados conquistaron y que ahora han sido nuevamente ocupadas por el enemigo o aquellos enclaves que fueron en su día parte de un territorio mayor y que los vaivenes de la geopolítica mediterránea un día te los da, como otro te los quita. Mientras ese esquema se mantenga, los poderes pueden descansar tranquilos sobre la auténtica máquina de hacer monedas que supone el corso. Los problemas surgen cuando las capturas de determinados especímenes escasean y entonces surge el interés particular de aquel comerciante, noble, artesano o marino que fleta su barco y se echa al mar de las oportunidades. Y entonces el amigo ha dejado de serlo e incluso el vecino de al lado es carne de botín, saltando las alarmas de un sistema creado inicialmente para dar seguridad y que acaba viciado en su propio funcionamiento. Porque la lucha no era sólo contra el berberisco cuya imagen tenemos asociada en nuestras costas al pirata, al ladrón, al salvaje que roba y daña con
Figura 1: Principales ataques producidos en el Reino de Valencia en el siglo XIV. Fuente: Lirola Delgado, 1993.
nocturnidad y alevosía. El espacio que los argelinos y tunecinos dejan libre en ocasiones es ocupado por portugueses, provenzales, 2
ingleses, castellanos, genoveses o pisanos que aprovechan el mar de oportunidades para cazar en corral ajeno a pesar de la existencia de tratados de no agresión territorial, comerciales o alianzas temporales entre coronas por la obtención de un bien común. Además, creemos que el motor económico que supone el corso se gripa de forma cíclica beneficiando y perjudicando a partes por igual en ambas riberas del Mediterráneo porque se introduce la omnipresente intencionalidad religiosa e incluso racial que te hace tener enemigos naturales en aquellos que no comparten ni tu credo ni tu color de piel, algo que sucede de forma habitual, por ejemplo, con el corso berberisco norteafricano. Este componente religioso, fruto de un conflicto de enorme calado y temporalidad en el Mediterráneo occidental, creemos que da comienzo con el agobio marítimo en el que viven los países del Magreb durante buena parte del siglo XIII y XIV con el cobro de parias en sumas extraordinarias que iban destinadas a las arcas reales de las coronas castellana y aragonesa. Esos abusos eran respondidos por la flota nasrí desde sus bases de Granada y Almería, que apoyaba a sus hermanos de credo frente al saqueo cristiano de la ribera norteafricana. De ahí que poco tiempo después sean ellos los que le den la vuelta al problema asolando la costa mediterránea con sucesivos ataques que tuvieron su continuación con diferentes vueltas de tuerca en los siglos posteriores convirtiendo este problema en un conflicto secular de irresoluble resultado. Esta situación de aguas turbias era aprovechada de forma biunívoca por los grandes poderes mediterráneos que ofrecían fortuna y gloria a espuertas para que las flotas de corsarios acosaran la costa del enemigo con la intención de mantenerlo ocupado mientras se
Figura 2: Retrato del almirante y corsario Jayr al-Din Barbarroja, Museo Topkapi, Estambul.
libraba la batalla real sobre el gran escenario bélico del Mediterráneo. Tanto el poder nasrí desde Granada, pasando por la Corona de Aragón, como la de Castilla, Portugal, las repúblicas comerciales de Italia, el
berberiscos ascienden desde la nada a partir de los éxitos que acumulan
Papado o el Gran Turco, Defensor de la Sublime Puerta; todos utilizaron
en sus campañas gracias al férreo control que ejercen sobre su ejército
al corso bajo el emblema de la fe como soldados en una guerra santa en
que les eleva a la categoría de príncipes donde pretenden mantenerse
la que era mejor soñar con el apresamiento de infieles que con el tráfico
generando dinastías, haciendo que la fortuna y el prestigio acumulado
de cautivos en una cruzada para hostigar, preocupar y mantener al
les sobreviva a través de sus descendientes. Creemos que esta diferencia
enemigo permanentemente ocupado con la mayor cantidad de recursos
es crucial para entender la progresiva transformación que se produce
bélicos posibles.
en los corsarios norteafricanos donde su espíritu se ve influido por la figura de los príncipes medievales y renacentistas, lo que finalmente
Todos estos condicionantes nos muestran un perfil del corsario muy
desemboca en la pérdida de aquellos valores que les encumbraron. Esa
alejado del tópico que la historiografía secular y las tradiciones
contaminación maquiavélica y europea que se va sembrando poco a
populares han construido, donde el corsario es un ser desarraigado, de
poco en las repúblicas corsarias acabará con las dinastías y sólo aquel
orígenes humildes, falto de moral y ética, movido por la sangre y la
que detente la fuerza militar generará una nueva dinastía que acabará
venganza, de principios traicioneros, de aspecto desarrapado, salvaje
desapareciendo en cuanto la luz del líder se extinga. De esas luchas
y abandonado. Si consideramos que la extracción social de la mayor
intestinas se aprovecharon los poderes mediterráneos occidentales, que
parte confirma sus orígenes humildes y si compartimos la idea de que
fueron menguando el efecto que el corso norteafricano generaba en la
en un mundo de violencia no se asciende hasta la cima sólo con buenos
costa levantina a golpe de intriga política.
sentimientos, lo cierto es que en ambas orillas encontramos auténticos almirantes, estrategas de primer orden donde el botín es un producto
Mientras que estuvieron activas las repúblicas corsarias fueron un rival
honorable, siendo considerados príncipes que viven en palacios donde
imbatible y temible. No existía medio de humano ni material de acabar
reciben a sultanes y reyes y cuyo pueblo venera como auténticos héroes.
con un problema que, como hemos indicado, no tenía un enemigo a visera descubierta sino que navegaba en la nocturnidad de la noche,
Quizás, las diferencias entre estos kapudan pachá-manu militaris de uno
aprovechaba las corrientes y los vientos favorables para desplazarse con
y otro bando se encuentre en que los cristianos no detentan directamente
velocidad y contaba con el indudable apoyo de una quintacolumna de
el poder en sus manos sino son fieles ejecutores al servicio de un poder
residentes pertenecientes al credo islámico cuyo perfil exterior mostraba
superior, encarnado en el divino Emperador. En cambio, los almirantes
una fingida colaboración con el poder dominante pero que con el paso 3
del tiempo, iba generando un cúmulo de penalidades, humillaciones y odios que forzosamente conducían al resentimiento y a un reprimido deseo de venganza, que desembocó en un estado de opinión lleno de psicosis y de terror, que hizo que la vida cotidiana se convirtiera en una auténtica aventura llena de riesgos. 3. La construcción de la frontera costera valenciana (Siglo XIV) Las primeras medidas adoptadas están vinculadas a la premisa de partida de que no existe mejor defensa de una frontera que aquella que se encuentre habitada. Los residentes serían por tanto, las mejores tropas posibles ya que no sólo deben defender el territorio sino también defienden la integridad de sus familias, haciendas y medios de subsistencia. Esta política se muestra en la proliferación de nuevos asentamientos en las denominadas poblas novas como Xàbia, Vilajoiosa, Callosa d’Ensarrià, Benidorm, Calp, Altea, Guardamar, Lloch Nou (actual Santa Pola), la Pobla de Ifach en Calp, Cullera, Murviedro (actual Sagunto), Peníscola, Bemicarló, Burriana y Vinaroz que se unen a las ciudades de Valencia, Alicante y Denia como enclaves ocupados previamente en las zonas costeras, una vez se establece el Reino de Valencia con el reinado de Pedro III y, sobre todo, Jaime II a principios del siglo XIV. Lo realmente primordial en esta primera fase es consolidar población a lo largo de la frontera marítima con colonos, generalmente viejos excombatientes a los que se les premia con predios y tierras en el nuevo espacio conquistado con el compromiso de defender el territorio en caso de invasión exterior. Esta política de colonización de la frontera costera tiene como consecuencia directa la creación de enclaves urbanos de cierta entidad que generan una importante fiscalidad explotando el medio, las salinas, la agricultura y los pastos a través de puertos varados y cargadores por lo que circula la producción. De esta forma, el establecimiento de colonos permitía a la corona y los nobles adscritos a esos señoríos el doble beneficio
Figura 3: Mapa de la situación del paisaje de la defensa de la costa del Reino de Valencia en los siglos XIV-XV.
de defender la frontera y articular el espacio económico con el que ir progresivamente obteniendo mayores recursos con los que mantener
Son defensas de ángulos rectos con borjes y torres circulares en sus
ese círculo de riqueza.
esquinas en el mejor de los casos y con gran número de ángulos muertos
Por tanto, antes de que existan planes generales de intervención
lo que facilitaba las labores de zapa a pie de las murallas. Son defensas
específicamente defensiva, la primera gran línea Maginot de defensa
verticales con matacanes, ladroneras y cadafalcos, bien preparadas
fueron los núcleos costeros que presentan una escasa evolución en sus
para el asedio sobre puertas y accesos, pero mal orientadas en el caso
defensas con el paso del tiempo. Una de las conclusiones más claras
de multiplicarse los conflictos. Son defensas con accesos intrincados,
que podemos extraer del análisis de la arqueología que muestran las
con recodos y cuerpos de guardia, preparados para embestidas directas
defensas urbanas, unida a la abundante documentación histórica es que
sobre ellos –ataques muy propios del mundo medieval- donde la mayor
han existido más deseos que realidades. El paisaje de la defensa no
y mejor disposición de los recursos humanos era la que resolvía más
es tan cambiante como la coyuntura corsaria nos indica. Las primeras
de un conflicto. En suma, son defensas débiles frente a la cada vez más
soluciones van orientadas a conseguir unas defensas autosostenibles,
potente artillería que se disponía para asediarlas. Los bolaños lanzados
que permitan a las ciudades oponer una defensa pasiva que desaliente
desde pedreros, culebrinas, falconetes y cañones destrozaban sin ningún
de la conquista al enemigo. Las defensas medievales de lanza y escudo
tipo de problema las defensas medievales, haciendo muy difícil taponar
son esa primera solución, dotando a las ciudades de altas murallas,
las brechas abiertas y evitar el asalto. Además, esa falta de perspectiva
torres sobresalientes, aperturas de reducida embrasura, con aspilleras
que tenían impedía, en muchos casos, detener las labores de zapa
verticales, muy estrechas, propias de ballesteros, sin cámaras de tiro
en la base de las murallas o de minado, que permitían atravesarlas y
e imposibles para disponer armas de mediano y gran calibre que
entrar en la fortificación sin excesivos problemas. Castellológicamente
obligan al enemigo a disponer de una compleja maquinaria de torsión
hablando, son defensas totalmente pasivas, aislantes, que separan lo
y de tiempo suficiente para plantear un asedio de larga duración al
defendible del resto del espacio urbanizado por lo que no precisan de
que hemos de calificar como el peor enemigo de una campaña militar.
ofrecer respuestas. Este tipo de defensas podemos recorrerlas por toda 4
la frontera del miedo valenciana encontrándolas en Burriana, Peñíscola,
con los que mantener las ya maltrechas defensas desgastadas por las
Alcalá de Xivert, Castellón, Almenara, Sagunto, la propia Valencia, cap
diversas guerras acaecidas en los siglos XIV y XV. En segundo lugar,
i casal del Reino, Alcira, Cullera, Denia, Xàbia, Ifach, Calp, Altea,
podríamos señalar la potenciación del corso cristiano como respuesta a
Benidorm, Callosa d’Ensarriá, Vilajoiosa, Alicante, Lloch Nou (Santa
la presión pirática, que se establece como una barrera invisible que tiene
Pola) y Guardamar como enclaves que cuentan con proyectos de
como misión mantener libres de enemigos y transitables las aguas y la
fortificación que generan unas primeras defensas que se ven culminadas
frontera costera. Mientras el corso consiga mantener el mare apertum,
en la primera mitad del siglo XIV. Por entonces, el viento es favorable
la costa no debería de sufrir excesivamente los embates de la piratería
a la presión cristiana sobre la ribera norteafricana, teniendo sólo en el
por lo que no es del todo necesaria la adopción de medidas específicas
poder de la flota nasrí el molesto viento de costado que muestra los
que mejoren las defensas existentes hasta el momento.
orificios de un sistema centrado en controlar sólo los núcleos habitados.
La materialidad constructiva de las defensas y la documentación
Efectivamente, la estrategia adoptada por el corso está dirigida desde
histórica nos revelan que, durante los siglos medievales, no existió
esos momentos no a confrontar los núcleos fortificados, sino a actuar
ningún plan de mejora de aquellas primeras defensas levantadas con la
por el resto del perfil costero desprovisto de defensas estables. La
fundación de las nuevas poblaciones. O lo que es lo mismo, doscientos
adopción de medidas se va haciendo cada vez más necesaria conforme
años con las mismas soluciones defensivas, que se muestran inútiles
decae la presión cristiana y los papeles se intercambian, siendo ahora la
ante la introducción de la pólvora y frágiles ante el impacto de la
piratería tunecina apoyada por la flota nasrí la que lleva la voz cantante.
pelotería procedente de los primeros cañones pedreros. Mientras que
En cuanto los avistamientos y ataques se recrudecen en nuestra costa,
las embarcaciones, tanto las comerciales como las militares, se veían
se hace cada vez más necesaria la adopción de medidas territoriales que
beneficiadas con la introducción de las mejoras tecnológicas que las
sólo la Corona directamente o una institución de carácter supralocal
hacían más rápidas y veloces sin perder la necesaria robustez que las
creada indirectamente por el rey podía adoptar. Por otra parte, no deja
hacía capaces de soportar largos trayectos, a la par también reciben
de ser su obligación, dado que la frontera costera, aunque se ofrezca al
la instalación del nuevo armamento, más liviano y manejable que las
usufructo de un noble en concreto, nunca deja de existir una jurisdicción
máquinas de torsión anteriores pero que, sin embargo, exige un mayor
real sobre el territorio.
conocimiento para su correcta manipulación. Desde esas nuevas embarcaciones, las desgastadas defensas de lanza y escudo de tradición
En este contexto es el que podemos ubicar la creación de incipiente red
medieval que pueblan nuestra línea costera poco tienen que hacer,
de torres de protección como las de Cap Çerver, Cap de l’Aljup (Santa
convirtiéndose en molestos espectadores de un proceso imparable cuya
Pola), Cap de l’Alcodra (Alicante), Altea, la torre del Raset (Denia), la
solución pasa exclusivamente por el derribo indiscriminado, a modo de
torre de la Ribera de Cabanes o la Torre del Grao de Burriana, todas
tabula rasa, y reiniciar el sistema con ideas nuevas.
ellas generando un primer entramado de comunicación solidaria de avisos y la adopción de un sistema de atalayas para el descubrimiento de
4. Los primeros planes integrales del paisaje de la defensa costera
embarcaciones como las que hemos podido documentar en Vilajoiosa,
Ese nuevo ideario se pone sobre la mesa en los estertores del mundo
Peñas del Albir (L’Alfàs del Pi), Cap de Sant Antoni, Cabo de Sant
medieval con la unificación política de los dos principales reinos
Martí (Xàbia), Punta de Moraira (Teulada) y Peñón de Ifach (Calp),
peninsulares y con la desaparición de ese viento de costado que era el
siempre entendidas como un personal que se mueve por un territorio
reino nasrí de Granada, cuya supervivencia hacía peligrar los esfuerzos
pero que no tiene una presencia fija en un punto concreto de la costa.
que se realizaban en otros puntos de la costa. Granada seguía siendo
Todas siguen un modelo de torre de planta cuadrangular o rectangular,
l’enfant gâté para los cristianos y la asignatura pendiente dentro de la
con ausencia de alambor y de morfología con ligera tendencia
geoestrategia militar de las dos riberas, donde las campañas de castigo
troncopiramidal, fruto de la disminución del grosor de sus muros
-mal llamadas cruzadas por un Papado cada vez más necesitado de
cuando se gana altura. Su operatividad es totalmente preventiva, con una
aliados- en la costa norteafricana se veía compensada con las veloces
capacidad muy reducida dados los escasos medios para el avistamiento,
razzias granadinas en la costa levantina. Eso dejaba en empate técnico
las malas comunicaciones o los escasos puntos fortificados de la costa
la resolución del conflicto. Mientras se mantuviera el poder granadino,
que vienen a actuar también como refugio para la protección de los
la seguridad de la frontera costera peninsular quedaba gravemente en
pescadores y de los habitantes de un área determinada, alejadas de
entredicho.
las zonas urbanas. En efecto, la filosofía de los refugios aislados, sin
De ahí que la conquista de Granada y la unificación territorial ayudaron
sistemas de solidaridad compartida, no podía cubrir las necesidades de
a crear el caldo de cultivo preciso y necesario para impulsar una
una auténtica política anticorsaria que no responde a un plan estratégico
auténtica política defensiva en el perfil costero del nuevo estado. Sin
común, sino a las decisiones adoptadas por determinados concejos que
colaboracionistas activos -los simpatizantes siempre existieron hasta su
sufren mayoritariamente los avistamientos y ataques de las flotas del
definitiva expulsión en 1609-, ni flotas rivales que saliendo de puertos
corso norteafricano.
de la misma área geográfica hostigasen los núcleos, huertas y puertos
Sin embargo, creemos que existen algunas razones de peso que explican
del sistema comercial cristiano, el enemigo forzosamente procedería del
esta inacción defensiva de la frontera en estos momentos. En primer
mar, nunca más desde suelo peninsular. De esta forma, en las puertas de
lugar, es patente la excesiva fragmentación del territorio local, con
un nuevo tiempo, de un nuevo inicio esta vez como un único estado, se
numerosas bailías, señores y concejos, todas ellas escasas de fondos 5
estaban tejiendo los mimbres de lo que hemos definido en este estudio como una auténtica política defensiva integral basada en la creación de un sistema de solidaridad compartida donde todos los elementos que compongan ese conjunto tienen su función específica. Ahora bien, hasta llegar a esa situación ideal aún deben de pasar algunos años de incertidumbre, de reposo de lo conseguido en la idea de que el disfrute de los logros obtenidos al final del siglo XV debía corresponder a las generaciones futuras con la llegada de Carlos V, del nuevo César redivivo, quien parta de una realidad estatal unificada, pactada y aceptada no exenta de las habituales suspicacias que mantenían dos reinos poderosos y secularmente antagónicos. Además, como líder de los estados cristianos y monarca de un territorio gigantesco al que se acaba por denominar imperio, cuyos antepasados habían ayudado a forjar y las alianzas políticas habían sellado, sus oponentes antagónicos en el Mediterráneo se circunscriben al Gran Turco, al Defensor de la Sublime Puerta, cuyo poder militar e influencia en el mediterráneo oriental lleva insistentemente tocando a la puerta de Europa desde hace algunos años, convirtiéndose en su alter ego, en su principal enemigo y, en cierta forma, en su propio reflejo político y territorial. Dejando a un lado sus continuas luchas por mantener la hegemonía política en Europa, primero con los franceses y el Papado, después con los ingleses y finalmente con sus propios territorios sublevados bajo el luteranismo y el calvinismo; el Gran Turco y las repúblicas corsarias serán el principal quebradero de cabeza del emperador en el Mediterráneo, de ahí que uno de sus principales objetivos cuando toma la corona española sea la conquista de la ribera norteafricana. Sin embargo, sus intenciones se ven cercenadas por un enemigo bien aprovisionado desde Estambul ofreciendo una oposición mayor de la esperada, en un lamentable ejercicio de cálculo a la hora de establecer las campañas militares y sus objetivos. Las premisas de partida del fracasado tour de force de la administración de siglos atrás con el incremento desmesurado de las patentes de corso,
Figura 4: Mapa de las defensas proyectadas por D. Fernando de Aragón, Duque de Calabria en su etapa como Virrey del Reino de Valencia (15261550).
que buscaban generar una barrera invisible que situase el conflicto en
pasa -jefe supremo- de la flota otomana. Serán los manu militaris que
carlina eran obvias y con similares intenciones a las establecidas un par
el mar pero lo más alejado posible de la costa. De esta forma, ciudades,
trasladarán, en nombre del Sultán de Estambul, la destrucción y el
puertos y huertas podrían dormir tranquilas. Estas premisas fueron
pillaje hasta el epicentro de las costas españolas, sobre todo, de las
ligeramente modificadas por el desmesurado ideario imperial carlino
levantinas, donde su violencia y belicosidad son las causantes del clima
donde ya no era preciso mantener a raya el conflicto en el mar, sino
de psicosis que se impregna en la sociedad que vive junto a la frontera
había que llevarlo directamente a territorio enemigo, persiguiendo con
del miedo.
ello no su control, sino la total extinción del problema. El revolcón
A nuestro modo de ver, sus acciones van a generar la segunda de
norteafricano generó, a nuestro modo de ver, dos consecuencias
las consecuencias que indicábamos, al no poder confiar más en una
inmediatas. La primera va encaminada a plantear que las republicas
flota naval que aísle y aleje de la costa el problema corsario. Nuestra
corsarias tomaron conciencia de sus posibilidades al batallar con cierto
debilidad marítima era evidente, con una armada incipiente y en
éxito en suelo propio contra el gran enemigo cristiano. Este hecho
preocupante situación organizativa, con escasez de galeras y sobre
unido al aumento del apoyo otomano en sus pretensiones, desembocó
todo de atarazanas, lo que permitía al adversario, la suficiente libertad
en el mayor período de actividad corsaria que hemos recogido en esta
para circular por todas las rutas y fondear en cualquier puerto o cala
tesis doctoral hasta el punto que podemos calificarla como la edad de
para el necesario refugio de temporales y hacer aprovisionamiento.
los grandes corsarios mediterráneos. Es el gran momento de Rich,
Esta debilidad naval no se valoró suficientemente y, cuando se llegó
Caracassan, Caplici, Kemal Rais, más conocido como Kurtogoli, de
a considerar, se emprendió con escasa capacidad y decisión. Las
Baba Aruj y Jair el-din Barbarroja, de Hasan Aga, de Turgut Reis,
estructuras básicas del sistema imperial siempre se apoyaban en una
llamado en nuestras costas como Dragut, de Salah Rais o Euch Alí, que
armada capaz y en unas las ciudades consideradas llaves del reino.
fueron en sucesivos momentos del siglo XVI investidos como Qapudan 6
Por eso, creemos que ahora sí que era necesario atender la renovación de las defensas de la frontera con un auténtico plan defensivo que contemple todas las situaciones posibles. Para ello, se comienza por atender lo edificado, por recuperar y renovar el lamentable estado de las defensas urbanas. Será entonces el registro material y el documental quien nos confirme la existencia de un amplio calendario obras de refortificación que podemos encontrar en nuestros núcleos urbanos. Después veremos con disgusto que serán las únicas obras emprendidas que partan de planteamiento generales, que no se centren en detalles. Al frente de buena parte de las obras estará Fernando de Aragón, Duque de Calabria, quien establece en su memorial del año 1538 las bases de la renovación de las defensas medievales de las ciudades del Reino de Valencia. Creemos importante destacar esta figura por no haber sido tratada en igualdad de condiciones con otros ideólogos de la defensa costera de su tiempo como el Duque de Maqueda, Antonelli il Vecchio, Giorgio Palearo il Fratino o Vespasiano Gonzaga, por decir algunos de ellos. Fernando de Aragón, apoyado en ingenieros y maestros de obras como Joan Çervelló o Joan Riera emprende una política de renovación defensiva sin precedentes en el territorio desde la construcción de nuevas poblaciones a finales del siglo XIII y primera mitad del siglo XIV. Buenos ejemplos de sus obras son el Torreón de la Pólvora del Castillo de Guardamar; la construcción del recinto amurallado inferior de la ciudad de Alicante, recientemente reaparecido con toda su potencia y
Figura 5: Retrato del almirante y corsario Turgut Reis, mas conocido en nuestras costas como Dragut. Museo Topkapi, Estambul
monumentalidad en la Rambla Méndez Núñez; la renovación de buena parte de las defensas de la Alcazaba del castillo de Santa Bárbara; el levantamiento de los imponentes torreones que vigilaban la costa de
5. La creación del Resguardo de la Costa
Vilajoiosa; la construcción del Torreón de la Peça en la localidad de
Sin embargo, estas medidas siendo importantes, no dejan de ser escasas
Calp; la reforma de las defensas de la alcazaba de Denia; o impulsó
ante el reto de tener que defender y proteger un espacio geográfico
las realizadas en el Castell de Cullera y sobre un torreón que se hizo
amplio y con tan menguados recursos. La presión corsaria aumenta
en Peñíscola para proteger la puerta de la villa en 1536 por parte de
dejando en entredicho los esfuerzos y obligando a la administración
Joan Çervelló y en la fortificación de la ciudad de Valencia por parte
carlista a esmerarse en dar una respuesta. Las políticas emprendidas
de Pedro de Guevara en 1537. Además, como Virrey también ayudó
por Fernando de Aragón eran, sin duda, el camino a seguir pero hacía
a establecer las bases de lo que posteriormente permitirá la creación
falta el decidido apoyo estatal. Las ciudades comenzaban a mostrar sus
de la institución encargada de velar por la defensa costera del estado
mejoras. Ahora sus defensas responden a lo que hemos definido como
con la adopción de un perfeccionado sistema longitudinal de aviso y
una fase pre-abaluartada- preparadas para recibir la pelotería artillera y
control de los fondeaderos, que fue considerado un esfuerzo máximo
absorber los impactos, conseguir trasladar en el enemigo la sensación
dada la limitada disponibilidad de fondos del momento. Al igual que los
de invulnerabilidad de los núcleos y puertos urbanos. Sin embargo, el
anteriores sistemas, lo basó en la alerta solidaria costera a partir de la
sistema se olvidaba de las huertas y del resto de la costa, que ahora era
construcción de una serie de torres que completaran el sistema iniciado
el objetivo preferido de los corsarios donde campaban libremente sin
durante la época medieval. Sin embargo, el modelo constructivo varia
que existiera posibilidad material y humana de controlar la destrucción
ligeramente, adoptando las primeras soluciones abuluartadas que
y pillaje a que sometían a estos espacios de riqueza, la base económica
conviven con las medievales de lança y escudo. La incorporación del
de crecimiento de las ciudades y el corazón del sistema. Los ataques de
alambor manteniendo el modelo de torre cuadrangular o rectangular
Baba Aruch, Jayr el-Din Barbarroja y Dragut entre los años 1538, 1540,
de desarrollo prismático supondrá los vestigios de la transformación
1550 y 1554 en la zona levantina son de tal gravedad que obligan a un
de la poliorcética medieval hacia el abaluartamiento renacentista.
replanteamiento urgente. Es preciso atajar el problema antes de que se
Ejemplos claros de esta fase pre-abaluartada será la torre de Aquiló (La
agrave. Las voces discordantes de los colonos convertidos en carne de
Vila Joiosa), con mampostería con refuerzo de sillería en esquinas y
rapto, de los burgueses cuyos productos desaparecían de las huertas; de
elementos funcionales; o la torre de San Vicente (Benicassim), dotada
los nobles y la iglesia que poseían buena parte de las tierras expoliadas
con dos escaraguaitas y matacán en el remate, erigida en el año 1597
eran de enorme calibre. Los propietarios más pudientes y vinculados a
sobre un proyecto diseñado en el año 1530, como bien apunta Edward
la oligarquía municipal, como ocurre en la ciudad de Alicante, habían
Cooper (1994: 24 y 94).
comenzado a tomar sus propias decisiones encargando el diseño 7
y levantamiento de diversas torres para la vigilancia y refugio de la
institucional para el que se dedicaban fondos reservados y establecidos
población que trabajaba en el espacio agrícola alicantino y que actuaban
en exclusiva para el problema, era una de las cosas que faltaron en época
como claros guardianes del miedo. La psicosis era patente ante la escasa
medieval y que ahora se le da solución con el Resguardo.
respuesta que las defensas existentes ofrecían ante unas razzias que no
Con la creación del Resguardo de la Costa, la corona dispone del
se encomiendan a normas militares de combate pre-establecidas sino
instrumento necesario para atender el problema defensivo que está
que golpean certeramente donde más duele al enemigo, o sea, en su
provocando el corso norteafricano. Es entonces, a mitad del siglo XVI,
bolsa. El clamor social ayuda a que la nueva administración felipista
con la llegada de los aires de liderazgo de Felipe II, cuando realmente
establezca por fin la creación de la primera institución dedicada
apreciamos un interés específico en atender el problema. En este sentido,
específicamente a velar por el control y vigilancia del perfil costero
Bernardino de Cárdenas abre la veda de una época de enorme interés
peninsular: el Resguardo de la Costa.
constructivo por cuanto es el período cronológico en se que diseña el
La institución del Resguardo nace con el objetivo de gestionar un
80% del paisaje de la defensa. La mitad de la centuria renacentista abre
modelo sensitivo solidario, dispuesto a lo largo toda la frontera del
el tiempo de los ideólogos de la defensa, de aquellos que recogen de
miedo, descansando la responsabilidad de la defensa pasiva en el
forma prioritaria en sus presupuestos partidas destinadas a la reforma
quinteto formado por las ciudades, las torres costeras de control
y construcción de nuevas defensas. Será el tiempo de abandonar los
marítimo y una defensa pro-activa, integrada por una pequeña flota,
localismos y convertir la situación en una problemática mediterránea. La
las Milicias urbanas y la Compañía de Caballos del Reino. El ideólogo
globalización del problema corsario será una de las bazas que manejará
que llevó a cabo la organización de la defensa pasiva no fue otro que
la administración de Felipe II como medio para encontrar soluciones. De
Bernardino de Cárdenas, Duque de Maqueda, cuyo reglamento se hace
esta forma, ya no será sólo competencia de un único estado, sino que el
realidad con la publicación en el año 1554 de las Ordenanzas de la
conflicto se transforma en un problema europeo que exigirá medidas a la
Guardia Marítima del Reino de Valencia, que regulaba la creación de
altura. Uno de los factores decisivos de esa internacionalización fue la
una tropa dedicada en exclusiva a la vigilancia del litoral, dividida entre
importación de ideas y soluciones defensivas que se estaban empleando
los 10 Requerimientos territoriales en que se dividió el reino y cuya
con éxito. En este sentido, los componentes de este factor ganador
supervisión correspondía en ultima instancia a la Junta de los Trenta-sis
del lado imperial serán los ingenieros, quienes con sus ideas -algunas
o de Elets, representantes elegidos de los tres Estamentos representados
reconozcamos, producto de una excesiva imaginación e inocencia- y las
en Cortes. El enorme desarrollo de los detalles más pequeños mostraba
nuevas soluciones diseñadas, estudiadas bajo el palio científico de la nueva
una elevada eficacia teórica que se mantuvo vigente durante más
tratadística renacentista y experimentadas en numerosas fortificaciones
de un siglo, hasta que fue necesaria su reforma en el año 1673 por
repartidas por media Europa, haría desequilibrar la balanza hacia el lado
parte del Conde de Paredes. La disposición de diferentes puestos de
de los Defensores de la Fe verdadera.
capitanes, artilleros, atalayas y atajadores con el establecimiento de sus
Desde los postulados originados en el sucio y emborronado pergamino
condiciones de trabajo y funciones específicas fueron la refrescante
de un boceto, estos nuevos profetas de la defensa, convencieron a las
novedad normativa en un inexistente corpus legal y organizativo que
autoridades de que para vencer había que convencer incluso visualmente,
mantuviera la salud y la pervivencia del sistema.
para lo que era preciso adoptar soluciones de mayor calado que la mera
Por otro lado, la organización de la defensa pro-activa quedó a cargo
mejora de las defensas urbanas de las ciudades. Dentro de la estructura
de la administración felipista con la publicación en el año 1560 de las
pasiva del Resguardo, la creación de un sistema solidario de torres como
Ordenanzas para las Compañías de Caballos de la Costa, concebida
partes de una gran muralla defensiva es un elemento interesante y novedoso
como una fuerza de intervención inmediata, mientras era a las milicias
aunque no exento de ensayos fracasados en el pasado. Recordemos el
locales y a la denominada Milicia efectiva a quienes correspondía la
caso de los ribat-s y los maharis en época islámica, dispuestos sobre un
defensa activa en primera instancia. Recordemos que esta organización
espacio urbano pre-islámico desarticulado y evanescente para controlar la irrupción de los mayüs -normandos- por las desembocaduras de los ríos de los ataques a mediados del siglo IX. Las torres del Resguardo de la Costa fueron, por tanto, el primer sistema organizado para la defensa de la frontera del miedo a pesar de que la red defensiva del litoral distaba mucho de ofrecer las condiciones de seguridad necesarias. Con el apoyo del Resguardo, se trabaja en la idea de amurallar la costa, de cercarla completamente, siguiendo los parámetros marcados en su momento por Juan de Silva y su idea de provincia cerrada en una empresa propia de dioses e inhumana en términos materiales, lo que la convierte en la muralla imperfecta, concepto que hemos utilizado de forma permanente en la idea que no existe el sistema defensivo perfecto.
Figura 6: Escudo que preside la torre del Gerro en Denia con la leyenda sum umbra tuarum alarum protegem colocado en la época de Bernardino de Cárdenas como Virrey del Reino de Valencia en 1554.
Como hemos expresado en el capítulo dedicado a los planes defensivos costeros, el primer defensor de la muralla imperfecta será el proyecto fortificación del reino de Valencia del ingeniero italiano Giovanni Battista 8
que creemos acertado por parte de la administración felipista ya que hasta ese momento, nunca nadie había trasladado al pueblo el mensaje de que pueden dormir tranquilos pues el estado siempre está vigilante y atento ante cualquier ofensa exterior. 6. Antonelli il Vecchio y la muralla imperfecta Sin embargo, esas alas precisan ser más grandes si realmente se pretende que protejan a toda la población costera del reino. De ahí que el Resguardo prosiga en su ideario de la provincia cerrada. No hay suficientes defensas, se precisa más madera en la hoguera. En este sentido la llegada del ingeniero Giovanni Battista Antonelli il Vecchio se revela como fundamental para el crecimiento y consolidación del sistema del Resguardo. Y no porque sus proyectos se acabaran materializado en obras incluidas en el corpus del paisaje de la defensa, sino por las ideas que siembra en su Memorial de la fortificación y apercibimiento del Reyno de Valencia redactado en el año 1562. En nuestra opinión, si existe un auténtico ideólogo de la provincia cerrada, ése no puede ser otro que el controvertido y polémico ingeniero italiano, permanente enfrentado a los poderes públicos y a sus colegas, autor de proyectos irrealizables y muy vehemente en la defensa de sus postulados y creencias. Antonelli il Vecchio le da una enorme vuelta de tuerca al sistema defensivo maquediano, reformando sobre el papel todas las defensas ya construidas, incorporando las nuevas soluciones que el abaluartamiento completo y la defensa artillera renacentista ya habían introducido en la Península Itálica bastantes años atrás como serán los nuevos remates con corsera corrida -guirnaldas sobre canes- que ensancharan la plataforma superior de forma que las piezas de artillería tuvieran sitio para recular. Algunas de las defensas como reflejan este tipo de diseños antonellinianos, ejecutados con posterioridad por descendientes del ingeniero italiano en una clara demostración de la vigencia de sus principios y proyectos arquitectónicos. Buenos ejemplos serían los restos de las torres de
Figura 7: Mapa de distribución de las defensas del Resguardo de la Costa en el diseño del Duque de Maqueda en el año 1554.
Horadada (Pilar de la Horadada), Escaletes (Santa Pola), Illeta (El Campello), Capd’Or (Moraira), Marenyent (Cullera) y Piles (Oliva),
Calvi, llegado a España desde Italia en el año 1552 para hacerse cargo de
éstas últimas levantadas por orden de Vespasiano Gonzaga en el año
las fortificaciones peninsulares creando una tupida red de torres que se
1577 (Cooper, 1994: 24-25) a los que habría que añadir los casos no
descubriesen la una a la otra.
levantados de la torre de la Gola de río Segura (Guardamar), Albufereta
Buena parte de las defensas que jalonan el perfil costero valenciano se
(Alicante), Río Seco o de la Çofra (El Campello), Cala de la Branca (Moraira) y la torre del río Molinell (Denia); todas ellas proyectadas
crearon en este momento como las torres del Cap Roig en Orihuela,
e integradas en el memorial para la defensa de la costa del Reino de
Carabaçí en Santa Pola, Alcodra en Alicante, Isleta y Aigües en el
Valencia del ingeniero italiano Giovanni Baptista Antonelli il Vecchio
Campello, Xarco en La Vila Joiosa, Bombarda en el actual municipio de l’Alfàs del Pi, Ambolo y Portitxol en Xàbia; Gerro y Almadraba en
en el año 1562.
Denia, Xeraco en la comarca de la Safor, La Vall y la Torre del Cabo en
Este planteamiento general de reformas en obras ya construidas son
Cullera, la torre del Puig, La Cordà y Colomeras en Oropesa, Badum en
integrales y, en muchos casos, hasta las podríamos definir como
Peñíscola y Sol de Riu en Vinaroz. Algunas de ellas aún muestran en su
radicales, lo que levanta numerosas ampollas en el entorno social por
fachada el escudo del Reino de Valencia que porta Sub umbra tuarum
el que se mueve, siendo duramente criticado por colegas ingenieros y
alarum protegem, la leyenda que da título a esta comunicación, en la
militares, algunas de ellas merecidas y otras en cambio, fruto de las
demostración material de la presencia del Estado en la configuración de la
acusaciones poco fundadas de colegas con ánimo de hundirlo que
defensa de la frontera. Las torres son los últimos baluartes, los guardianes
acabarían cuestionando su capacidad como ingeniero. A estas críticas
de la frontera del miedo, elevadas sobre los peñascos, solitarias, alejadas
se sumaron las vertidas por la oligarquía local y los poderes de la
de las poblaciones y de sus habitantes. Por ello, el mensaje grabado a la
administración del Resguardo, que no acaban de entender la necesidad
vista de todo vecino que se acercase hasta su base no deja de tener cierto
de esa renovatio tan profunda que proponía el ingeniero y, sobre todo,
sentido publicitario, trasladando la idea de que las alas de la corona siempre
a costa de la desaparición de barriadas habitadas y del menguado
les protegerán y no les dejarán desamparados, un mensaje tranquilizador
erario público, orientado a la creación de armadas y tercios con los 9
que defender la fe y el territorio de la corona frente a los numerosos
como virrey de Vespasiano Gonzaga, nombrado entre 1575 y 1578
enemigos del reino.
quien informó sobre cómo asegurar la costa mediante nuevas obras de fortificación, dada su dilatada experiencia en la ciencia
A pesar de la urgencia de la situación con el peso de la presión pirática
artillera y por haber sido compañero de la inspección que generó
encima de la frontera, la propuesta de Antonelli il Vecchio, lejos de ser
el memorial reformador de Antonelli il Vecchio en el año 1562. La
aceptada, es examinada y debatida con especial virulencia, consiguiendo
designación de Gonzaga como Virrey es sumamente explícita de
que se guarde en el cajón de los proyectos olvidados y en la interminable
los designios del monarca en cuanto a la orden de fortificación y
trama burocrática de enormes legajos administrativos. La negativa a la
defensa del reino, renovando los decretos para aislar a los cristianos
realización del proyecto dejaba sin solución el problema existente, el
nuevos de la costa y completando las medidas bélicas referentes a
cual se recrudecía cada vez más. Se había perdido tiempo y dinero sin
la capital mediante la organización de tropas de caballería. A estos
obtener una solución efectiva. Sólo papeles. Nada más. La situación
objetivos, el Virrey debería de acelerar sus esfuerzos en mejorar
seguía igual o peor.
y reforzar las maltrechas defensas de la costa del reino, tarea a
7. El virreinato deVespasiano Gonzaga y el proyectismo evanescente
la que se puso inmediatamente con el inicio en el año 1574 de
No fue hasta mediados de los años setenta del siglo XVI cuando se
una inspección del estado de villas y castillos de la costa, desde
abordó nuevamente la empresa definitiva de fortificar esta costa.
Guardamar hasta Cullera.
Para ello fue importante la contribución económica del marqués
Las esperanzas que siembra la llegada de Vespasiano Gonzaga
de Mondéjar de los estamentos de ese reino en 1574 y la irrupción
a la más alta instancia de la administración foral valenciana son importantes viendo en su mandato la posibilidad de atajar definitivamente el problema. Ahora se contaba con un virrey que antes que juez había sido artillero de éxito en Mers el-Kebir. La política y la ciencia defensiva se unían en una sola persona. Al menos, era un amplio conocedor del conflicto habiendo coincidido y convivido con buena parte de la flor y nata de la ingeniería militar al servicio del Rey. Disponía de los medios económicos que el Resguardo manejaba y de una preciosa ventana temporal que el tour de forçe en la isla de Malta en el año 1565 y el victorioso episodio de Lepanto de 1571 le habían otorgado con una sensible rebaja de la presión corsaria norteafricana. Sin embargo, su legado se reduce a una escasa nómina de reformas puntuales en algunas torres del sistema, como en Horadada, Escaletes en Santa Pola o Marenyent en Cullera; y en algunas defensas urbanas como la construcción de una gran puerta en la ciudad de Peñíscola en el año 1578. En su contra, se encuentra una enorme lista de críticas y agravios a todo ingeniero que hubiera puesto la mano en fechas anteriores, siendo el principal defensor de la desaparición de importantes puntos defensivos como el fortín de Santa Pola, que no se llegó a realizar y el impulsor denodado de la demolición del fortín de la Sierra de Bernia -finalmente ejecutado en el año 1610- levantado por Antonelli il Vecchio, la única prueba de su genio constructivo y cuyos restos forman parte de este estudio. En su contra, también podemos incluir los numerosos proyectos personales de refortificación que diseñó para la mejora de las principales plazas costeras como en Guardamar, Alicante, Vilajoiosa o Denia; o los proyectos de nuevas torres en la Isla de Benidorm, en Ifach; otra entre Oliva y Gandía y otra en la desembocadura del Júcar, en Cullera. Su política reformista, lejos de ser efectiva, creemos que debe calificarse de evanescente y decepcionante, porque su llegada auguraba el éxito de numerosos proyectos diseñados bajo su mandato, pero su escaso tacto en atraerse la voluntad de los
Figura 8: Reformas introducidas en el proyecto del Resguardo de la Costa del Virrey Vespasiano Gonzaga en el año 1577.
ingenieros le restó apoyos fundamentales para llevar a la práctica sus ideas. También creemos que fue cercenadora, buscando más la 10
han demostrado es que existieron muchas y buenas intenciones, pero pocos resultados. Las defensas de las ciudades realmente tuvieron dos grandes momentos de construcción. Uno, que podemos hacer coincidir con el advenimiento del Reino de Valencia después de la conquista cristiana a principios del siglo XIV en el que se establecen las bases organizativas que impulsan la consolidación del espacio de frontera y que incluso hoy en día podemos reconocer en el territorio; y dos, el nacimiento del estado moderno bajo signo imperial a principios del siglo XVI, deseoso de impulsar nuevas claves reconocibles en el territorio que le ayudaran a desarrollar la sociedad con los nuevos vientos de liderazgo mediterráneo. En medio de ambas fases y posteriormente a ellas, sólo existe el desierto de las buenas intenciones en el que los ingenieros se encontraban como pez en el agua del debate defensivo. Quizás, la poderosa maquinaria administrativa imperial ahogó los proyectos e ilusiones que la población depositó bajo las alas del águila y la falta de recursos económicos acabó por convencer a los poderes de que los ataques no eran más que males colaterales de una contienda de mayor calado que se dirimía en otros escenarios. Sin embargo, y a pesar del desgaste y deterioros que estas defensas acusaban con el paso del tiempo, ahí se podían encontrar, erguidas y orgullosas en todas las inspecciones que no hacían más que revelar sus necesidades pero que subliminalmente también nos comunicaban que seguía en la brecha. Aún en esos momentos,
Figura 9: Torre de Piles en Cullera, una de las pocas reformas llevadas a cabo por Vespasiano Gonzaga en su etapa como Virrey.
todos estos guardianes de piedra que han velado por la defensa y vigilancia de la frontera del miedo pasan a ser testigos mudos de una historia que les ha sobrepasado. Su eclipse llegó y nos han quedado
venganza personal que el bien común, cebándose en infraestructuras
su legado, su historia y la responsabilidad de cuidar de sus restos
defensivas ya creadas con la consiguiente pérdida de efectivos en
y su paisaje en una tierra extraña, dominada por la especulación
la muralla que además habían supuesto un enorme coste al erario
turística y urbanística, desubicados, maltratados como si fueran
público.
enfermos terminales que después de siglos de haberse dedicado
¿Qué falló en un sistema que aparentemente estaba bien
con mejor o peor acierto a mantenernos protegidos bajo sus alas,
estructurado? A nuestro juicio, varias son las causas que restaron
ahora se ven totalmente desamparados.
eficacia al paisaje de la defensa en nuestra particular frontera
Ahora son sombras que demuestran su larguísima perduración en
del miedo. Creemos que la primera de las razones radica en que
el tiempo, que las ha hecho ver y participar en conflictos seculares,
siempre fue un sistema que fue por detrás de los acontecimientos
asistiendo a veces como meros testigos y otras teniendo un papel
que pretendía controlar. Nunca, ni en sus orígenes, en su desarrollo
importante como refugio puntual entre sus muros. Seguían dando
y en su amargo final, dio la sensación de seguir aquel dictamen
servicio. Para eso fueron creadas. Incluso cuando ya están vacías
emitido por Vegecio del Si vis pacem, para bellum -si realmente
y Joaquín Aguado las inspecciona por última vez en 1870, sigue
quieres la paz, prepárate para la guerra- que no es más que una
siendo asombrosa la disposición de las mismas, la elección de sus
simple pero eficaz declaración de principios que los poderes
emplazamientos, la aparente sencillez de su obra, la calculada y
vinculados a la frontera del miedo nunca entendieron. De crear un
estratégica distribución sus defensas tejiendo esa red invisible que
sistema defensivo, éste debía prevenir, adelantarse a las situaciones,
servía de muralla imperfecta. Será porque era un sistema simple:
ir un paso por delante de los acontecimientos. La realidad mostró
crear una muralla donde las torres fueran las defensas avanzadas,
reiteradas veces a lo largo del tiempo que el sistema reaccionaba a
las ciudades los baluartes y los enclaves portuarios las ventanas
uña de caballo y a golpe de coz. Los acelerones en su implantación
de comunicación con el mundo. Esas palabras las pronunció
buscaban actuar en aquellos lugares con daños ya cometidos,
Antonelli il Vecchio en su memorial del año 1562. Son el abc de
parcheando, donde la gravedad obligaba a la intervención pero sin
un sistema cuyas claves no hemos descubierto aquí, sólo hemos
el convencimiento tener un plan de actuación. Pasado el problema
seguido las pruebas de aquellas construcciones que se levantaron
puntual, se regresa a la inacción habitual demostrada en la enorme
bajo el amparo de las alas del aguila con la firme promesa de
cantidad de manuscritos echados a la hoguera que lo único que nos
vernos siempe protegidos bajo sus alas. 11
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