SOMOS SUFRIDOS ¿Por qué consultamos el Tarot

June 6, 2017 | Autor: Ismael Berroeta | Categoría: Oracular practices, Esoterismo, Cartomanzia
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Descripción

SOMOS SUFRIDOS ¿Por qué consultamos el Tarot?

Estudio empírico

Ismael Berroeta

Santiago de Chile 2016

2 Agradecimientos

El autor dirige sus agradecimientos a Karin Baeza V., Socióloga, titulada Univ. de Chile, Master Territoires, espaces, sociétés, École des Hautes Études en Sciences Sociales, París. Miembro del Centro Integración Ingeniería y Sociedad, Facultad de Ingeniería – USACH.

Perfil Ismael Berroeta es el seudónimo registrado de Antonio Muñoz Pereira. Titulado de Ingeniero Agrónomo en 1979 en la Univ. De Chile. Diplomado en 1988 en Pedologie Tropicale en la Univ. Catholique de Louvain (Louvain La Neuve). Diplomado en 2004 en Estudios Holísticos en la Academia Syncronia, Santiago de Chile. Practicante de la consulta de tarot, profesor de cartomancia, colaborador de la revista SOMOS (Santiago de Chile).

3 CONTENIDO Agradecimientos

2

Resumen

6

Capítulo 1

El Tarot: un juego que atraviesa los siglos

10

Capítulo 2

La urgencia de conocer la verdad

19

Capítulo 3

Un grupo de consultantes representativo de la sociedad chilena

27

Los datos disponibles Los consultantes chilenos y sus actividades. Edades y género Estado civil y grupo etario Estado civil y sexo Estado civil y relación de pareja real Relación de pareja e infidelidad Capítulo 4

Los motivos o temas de los consultantes

36

El motivo y la pregunta Cantidad de motivos Preponderancia de motivos Relevancia de motivos Las secuencias prioritarias de motivos Capítulo 5

Los objetivos buscados por los consultantes

Identificación de objetivos Relevancia de objetivos Relación entre motivos y objetivos El motivo “amor” y sus objetivos específicos El motivo “trabajo” y sus objetivos específicos El motivo “familia” y sus objetivos específicos El motivo “economía” y sus objetivos específicos El motivo “salud” y sus objetivos específicos El motivo “desorden de ansiedad” y sus objetivos específicos

43

4 El motivo “símbolos” y sus objetivos específicos

Capítulo 6

Reacción de los consultantes a las respuestas del oráculo

52

Los consultantes son agradecidos Los consultantes opinan Capítulo 7

Felicidad, malestar, situación crítica

56

Capítulo 8

Describiendo las situaciones críticas de los consultantes

62

Los consultantes expresan sus situaciones críticas Las personas en “situación crítica” son agradecidas La relación entre los “motivos” y los “descriptores” de las situaciones críticas Capítulo 9. Causas inmediatas de las situaciones críticas descritas a)

Causas inmediatas de la situación de tensión

b)

Causas inmediatas de la situación de dolor

c)

Causas inmediatas de la situación de expectativa dolorosa

d)

Causas inmediatas de la situación de desorientación

e)

Causas inmediatas de la situación de desconcierto

f)

Causas inmediatas de la situación de inseguridad

g)

Causas inmediatas de la situación de soledad

h)

Causas inmediatas de la situación de desesperación

i)

Causas inmediatas de la situación de incertidumbre

j)

Causas inmediatas de la situación de impotencia

k)

Causas inmediatas de la situación de descontrol

l)

Causas inmediatas de la situación de abatimiento

66

Capítulo 10. Preponderancia de las causas inmediatas

73

Capítulo 11. La relación entre las causas inmediatas y los efectos críticos

77

a)

Efectos críticos de la causa incertidumbre

b)

Efectos críticos de la causa descontrol vital

c)

Efectos críticos de la causa indecisión

d)

Efectos críticos de la causa corte o alejamiento de pareja

e)

Efectos críticos de la causa relación de pareja en crisis

f)

Efectos críticos de la causa relación no concretada

g)

Efectos críticos de la causa desconfianza

h)

Efectos críticos de la causa infidelidad

i)

Efectos críticos de la causa cesantía

j)

Efectos críticos de la causa apego

k)

Efectos críticos de la causa ingresos limitados

l)

Efectos críticos de la causa acoso

m) Efectos críticos de la causa decepción

5

Capítulo 12. Relación entre las causas inmediatas, implícitas y complementarias de las crisis 84 Selección de la muestra de casos Ejemplo de la muestra de casos analizados Naturaleza de las causas inmediatas, implícitas y complementarias de las crisis a)

Naturaleza de las causas inmediatas de las situaciones psíquicas o anímicas

b)

Naturaleza de las causas implícitas tras las causas inmediatas

c)

Naturaleza de las causas complementarias de las causas implícitas e inmediatas

Capítulo 13

Los frutos del estudio (1ª parte)

96

Lectura de las cartas: inspiración enmarcada en la ética La consulta: más allá de la mera predicción Situación crítica: consultando por motivaciones significativas El vaticinio: una respuesta con sentido Capítulo 14

Los frutos del estudio (2ª parte)

103

El contexto general de bienestar y malestar subjetivos Los rasgos sociales de la “pasión” por la cartomancia Los motivos de consulta cartomántica frente a lo social y lo individual Los procesos sin desenlace El peso de la incertidumbre Capítulo 15

Interacción, sentido y perspectivas

Bibliografía citada y consultada

112 116

ANEXO 1. Actividades declaradas por el universo de consultantes de nacionalidad chilena ANEXO 2. Identificación de causas en un grupo de casos en situación crítica ANEXO 3. Gráficos ANEXO 4. Cuadros ANEXO 5. Descriptores de las situaciones críticas de los consultantes

6 RESUMEN El estudio comienza por presentar una descripción sumaria del mazo cartomántico conocido con la denominación de tarot, esquematiza los contenidos gráficos de una carta en general, describe los usos dados a esta baraja desde el punto de vista ilustrado y erudito, para luego explicar que, siendo un instrumento simbólico, es posible “traducir” sus significados o mensajes tal como se puede leer o traducir cualquier idioma. En el capítulo segundo se recuerda que una de las principales motivaciones para recurrir a este instrumento es la demanda de las personas por saber la verdad mediante una guía alternativa, dado que son insuficientes la información y los recursos mentales o lógicos para obtener respuesta. Se hace referencia a la antigüedad de las mancias así como a la puesta en duda de su verdad, también desde tiempo inmemorial. Se reconoce el aporte de C. G. Jung en realizar un estudio sistemático de algunas mancias, entre ellas el tarot y de atribuir un mecanismo psíquico para explicar en parte su funcionamiento. Luego, el estudio –con la misión de aportar un nuevo enfoque al uso de la cartomancia- declara que se tuvo en consideración un total de 911 casos de consulta oracular, de los cuales se escogieron 752, por considerar que respondían culturalmente a un universo que compartía cierta homogeneidad y se consideraba representativo de la sociedad chilena (años 2005-2012). Las consultas fueron recibidas en una casilla electrónica y fueron respondidas por el mismo medio, compartiendo las condiciones de anonimato, de gratuidad y responsabilidad (pues se envió respuesta respaldada por escrito). La entrega de los datos por los consultantes fue completamente voluntaria. La información sistematizada y procesada permitió describir las características de la población o universo, sus sexos, opciones de género, edades, actividades (71 actividades específicas y 11 grupos ocupacionales), estado civil y la correlación de éste con el sexo y la relación de pareja real, así como el grado de fidelidad/infidelidad en las relaciones. Las preguntas recibidas permitieron agrupar los motivos o temas principales que impulsaron a los consultantes, reconociéndose un total de 15 motivos, lográndose establecer la preponderancia de ciertos motivos por sobre otros, así como las secuencias de motivos más características, cuando el motivo era más de uno por consultante. Además, se pudo determinar con bastante claridad los objetivos o finalidades buscadas por los consultantes, los cuales se reducen a seis. La relación entre “motivos” y “objetivos” permitió también establecer los objetivos específicos que tuvieron los/as interesados/as. Digamos que si el motivo es el “amor” y el tema específico es “fidelidad”, los objetivos específicos podrían ser “un diagnóstico

7 sobre la fidelidad”, una “orientación sobre la fidelidad” o un “pronóstico sobre la fidelidad. Se estableció la reacción de los/as consultantes a las respuestas del oráculo, específicamente por la retroalimentación mediante las contra respuestas de agradecimiento y las opiniones abiertas. Se pudo estimar el grado de satisfacción/insatisfacción de los consultantes respecto de sus espacios privados o íntimos, en el marco de malestar/bienestar de la sociedad chilena con respecto a los espacios institucionales o de vida pública. Esto se trabajó a través de los casos de “situación crítica” personal, referida a un estado de confusión de tipo transitorio que experimenta la psiquis de una persona cuando se encuentra constreñida por presiones externas o por la irresolución de un conflicto íntimo. Primeramente, se pudo establecer que un destacado 33 por ciento de los consultantes pasaba por semejante estado, lo cual justificaba recibir un apoyo de tipo oracular. Las situaciones críticas se estandarizaron y se definieron, así como se pudo estimar las causas y los efectos psíquicos de tales estados, lo cual permitió establecer la no trivialidad de los casos críticos que se presentaron. Una de las primeras conclusiones del estudio se refiere a la sinceridad e inspiración de las respuestas y la no manipulación/victimización de los/as interesados por el tarotista, dadas las exigencias de no presencialidad, no lucro y responsabilidad (respuesta escrita). Otra conclusión se refiere a los objetivos atribuidos por los/as consultantes al tarot. Si bien el “pronóstico” o interrogante sobre el futuro reúne al 62,4 % de la demanda, los consultantes le asignan a la baraja a los menos otros tres objetivos relevantes: diagnóstico, orientación y análisis de su situación. Además, el análisis en profundidad de las causas (inmediatas, implícitas y complementarias) que generan las situaciones críticas de las/os consultantes, permitió enfatizar la comprobación de la relevancia del origen crítico de la situación psíquica o de profundo malestar subjetivo que los ha impulsado a buscar respuesta en el oráculo cartomántico. Son motivaciones significativas en el ámbito individual. Para completar, se hizo una estimación del grado de sentido o significación que tuvieron las respuestas para los consultantes. Esto se realizó de forma indirecta, a través de los mensajes de agradecimiento de los/as interesados/as. En la población “normal” (no crítica), se constató que el 25 % es capaz de agradecer, en cambio, en la población en “situación crítica” esta capacidad aumenta notablemente hasta el 40 %. Respecto del envío de un mensaje de agradecimiento más elaborado, la

8 población en “situación normal” (no crítica) despachó no más de un 5 % de mensajes especiales de agradecimiento. En cambio, el grupo en “situación crítica” lo hizo seis veces más, llegando al 29 %. Complementariamente, se pudo establecer los rasgos o características generales del interés de los chilenos por la cartomancia, lo cual se resume en: transversalidad,

confianza,

versatilidad.

La

transversalidad

es

cultural,

socioeconómica, etaria, de género y por estado civil. La confianza que manifiestan los consultantes se revela por medio de sus expresiones breves pero espontáneas y francas, destacando lo desconcertante de esta situación, el que una sociedad descrita por los estudios sociológicos como desconfiada de las principales instituciones –políticos, parlamento, empresas- reconozca en los hechos que el servicio cartomántico posee “cualidades recomendables para el fin a que se destina”, es decir, confiables. La versatilidad del instrumento cartomántico se reconoce por los múltiples usos que se hacen de él según las finalidades u objetivos buscados por los consultantes, a saber: pronóstico, diagnóstico, orientación y análisis, enmarcados en los motivos o temas que les interesan. El prejuicio vulgar indica que existe una pasión por “sacarse la suerte” o “conocer el futuro”, lo cual es indesmentible y se confirma en que poco más del sesenta por ciento de las consultas confluye sobre dicho objetivo. Sin embargo, hay que reconocer que si los otros objetivos –que se encuentran muy ligados entre sí- se adicionan, asumen un volumen muy cercano al cuarenta por ciento. A todo lo anterior, se puede agregar otra constatación. La conducta evasiva, es considerada como un factor que acompaña las situaciones críticas o de malestar subjetivo individual, el cual es un estilo de eludir o no enfrentar el conflicto o contradicción vital, de tal manera que se va frenando o impidiendo el desenlace de los procesos de solución de dichos conflictos. Esto va generando una tensión tal que desemboca en efectos indeseados y torturantes. Para cerrar el registro de las constataciones hay que destacar el tema de la incertidumbre en la cual manejan sus vidas muchas personas. La transversalidad cultural, socioeconómica, etaria, de género y de estado civil del universo de consultantes y su demanda de una explicación del presente o un pronóstico del futuro, confirman que un requerimiento señalado de sus vidas es el conocimiento de la verdad.

Si las personas supieran lo que está pasando o lo que va a suceder

eliminarían la incomodidad de la incertidumbre y ganarían más tranquilidad, serenidad, aplomo. Sin embargo, para un grupo de personas, la falta de certeza de que algo se produzca o no ocurra puede llegar a percibirse como un elemento amenazante y tener una amplia y variada gama de efectos críticos o indeseables en

9 la personalidad o la psiquis, para transformarse en un malestar, insatisfacción profunda o, simplemente, una situación crítica.

10 Capítulo 1 El Tarot: un juego que atraviesa los siglos

El Tarot es un instrumento que clasifica dentro de la cartomancia, constituyendo físicamente un libro de imágenes bajo el aspecto de una baraja. Un libro corriente está sometido al imperio de la encuadernación, es decir, después de abrir la tapa vendrán las páginas numeradas desde la página uno hasta la página ene o final. Aunque el lector puede caprichosamente comenzar la lectura por cualquier página, sea del final, del medio o del comienzo, la estructura encuadernada invita a leer desde las páginas iniciales y acabar por las páginas finales. En cambio, el libro/baraja invita a mezclar sus páginas y, una vez revueltas, comenzar a seleccionar las páginas al azar antes de ser leídas o interpretadas. Estos mazos de cartas tienen una antigüedad comprobada a través de la conservación de barajas europeas auténticas que datan del siglo XV, así como de referencias escritas que aluden a su existencia provenientes de los siglos XIII y XIV. En el caso de Chile, la popularidad y masividad del uso del tarot se ha iniciado a contar de la década de los noventas. Antes, su conocimiento permaneció entre unas pocas personas ilustradas que lo captaron en Europa, especialmente en Francia. Sin embargo, la cartomancia por la vía de la baraja española ostenta una presencia muy anterior, de raigambre plebeya, canalizada por los gitanos y por las adivinas de los barrios populares. El Tarot, desde sus comienzos verificados, habría tenido una estructura definida similar a la que conocemos hoy, expresada en 22 triunfos o arcanos mayores y 56 arcanos menores, estos últimos seriados en 4 palos o pintas que incluyen a su vez dos tipos de cartas, las cortesanas (rey, reina, caballero y paje) y las cartas numerales (desde el as o uno hasta el diez). No se sabría cuáles surgieron primero: si los triunfos o los arcanos menores y, por tanto, cuáles se agregaron a cuáles. Tampoco los historiadores han podido aclarar si el Tarot fue originalmente un juego más de azar usado después con propósitos espirituales o si ocurrió al revés. Como una manera de facilitar las cosas, vamos a llamar naipes a los mazos de cartas destinados corrientemente desde la Edad Media para los juegos de azar, y vamos a llamar tarot a los mazos usados con fines espirituales, sea para sacar una enseñanza moral o para predecir o para conectar con el sí mismo. En fin, se trata en este último caso de no aplicar el mazo para apostar dinero, aunque hay que dejar en claro que el Tarot también puede usarse para jugar y hacer apuestas, como lo demuestra la existencia de un juego no exento de popularidad en Europa, especialmente en Francia. No existe un tarot único. Todo comenzó en el siglo XV o

11 antes con algunas pocas versiones y luego siguió su curso con altibajos de popularidad hasta el presente siglo, con versiones muy variadas. En nuestro estudio, cuando hagamos mención específica de una carta o arcano, nos estaremos refiriendo al modelo “Marsella”. El tarot tiene un valor múltiple: oracular, esotérico, de conexión psíquica, biográfico y trascendente. Desde el punto de vista cultural se le puede clasificar como un sincretismo puesto que presenta elementos combinados de las mismas fuentes que el ideario de las escuelas esotéricas: numerología pitagórica, Hermetismo, Alquimia, entre otros. Y, curiosamente, cada carta recibe el nombre de Arcano, es decir, secreto, palabra común a lo esotérico y a sus escuelas. El Tarot no nació ni se inventó en Marsella (Francia). El Tarot no se creó ni viene hasta nosotros del antiguo Egipto. El Tarot no lo inventaron los gitanos. El Tarot no siempre se ha usado con fines predictivos u oraculares. Por eso “Hagamos para empezar tabla rasa de las ideas recibidas en cuanto a la muy elevada antigüedad del tarot. No, ¡no es obra de los grandes iniciados del Egipto antiguo!. No es para nada de origen hebraico-cabalístico. Ni gitano. Y aún menos, puesto que se ha encontrado algunas personas que lo pretenden, extraterrestre…”1

El tarot de Marsella no es el primero ni el más antiguo de los Tarot, ni tampoco su nombre es antiguo. Es una denominación nacida en el siglo XX, a partir de una reimpresión del tarot editado por el cartista o impresor Nicolás Conver en el siglo XVIII. Sin embargo, hay algo de antiguo y primigenio en él: está demostrado por la investigación que se basa en un Tarot italiano, de la Italia del norte, del siglo XV. Las cartas del tarot tipo “Marsella” tienen una presentación sencilla. Al enfrentar visualmente la carta de tarot -nos referimos expresamente a los arcanos mayoresse apreciará diversos elementos como: 1. Una escena, la cual luce un personaje central, en la mayoría de los casos antropomórfico o dotado de vida y, por excepción, inanimado (una construcción, una rueda). 2. Un nombre, generalmente en la parte inferior. 3. Un número, que puede estar sea en la parte superior como en la inferior, a veces a un costado.

1

Mathonière, Jean-Michel. « Tarot et Art de Mémoire… ou l’Art d’Accommoder les Symboles ». Artículo aparecido en La Chaîne d’Union, nueva serie n° 12, primavera 2000, revista de estudios simbólicos y masónicos del Gran Oriente de Francia.

12

El número

La escena con las figuras

El nombre

En estas cartas confluyen los diferentes signos y símbolos, haciendo un aporte para inspirar un “mensaje”, una interpretación intuitiva. Por un lado, las imágenes proporcionan arquetipos que saltan o se constelan desde el inconsciente colectivo. Podría tratarse de mensajes relacionados con el proceso alquímico espiritual, según la interpretación junguiana. Por otro lado, los números hacen un aporte sustancial, derivado de la tradición pitagórica, de la tradición hermética y de la tradición alquímica, también. En tercer lugar, la escena o carta trae aparejados los significados brotados de la propia tradición de los tarotistas, especialmente relacionada con los significados predictivos referidos al ámbito personal, de la personalidad concreta inscrita en un entorno físico y sus circunstancias. En cuarto lugar, hay que contabilizar el nombre del arcano, símbolo que tiene la propiedad de evocar a todos los anteriores. El tarotista o lector de cartas no sería más que un intermediario que procesa la información según sus facultades y habilidades, limitadas eso sí por su marco cultural e histórico en una sociedad determinada. El uso o puesta en operación de una mancia incluye un aspecto técnico, es decir, conocimiento de ciertos procedimientos o estándares que, al usarlos, entregan un resultado estructurado u ordenado, el cual debe ser interpretado, sea por el gurú o curandero o tarotista, o también, por el propio interesado, o por ambos. Por ejemplo, en el caso de la astrología, si se desea trazar la carta natal del interesado, se procede a establecer las posiciones relativas de los planetas al momento de su nacimiento, lo cual conlleva el dominio de información astronómica y geométrica, así como ser capaz de expresarlo en un mapa. Actualmente, esto se ve facilitado por un programa informático. En el caso del I-ching, hay un

13 procedimiento para la tirada de palitos de milenrama o de monedas, hasta obtener un ideograma compuesto de trazos. Por su lado, en el tarot, se usa el mazo de naipes, el cual es barajado o mezcladas sus unidades, se escogen cartas al azar y se disponen sobre la mesa bajo un esquema predeterminado o tirada. Existen decenas de tiradas, cada una tiene su propia forma de ser abordada y cada posición de las cartas tiene una función precisa dentro del esquema general. En la lectura del Tarot se usan sus cartas o arcanos a modo de las palabras de un idioma, desde una carta hasta conjuntos de varias o muchas cartas. Si cada carta al menos nos puede proporcionar una palabra, con el conjunto de cartas podremos disponer de frases y de oraciones, las cuales, ligadas como ideas, nos entregarán una historia o relato. Si usted puede leer un idioma e incluso puede traducir de un idioma a otro, ¿por qué no podrá “leer” las cartas de un tarot y armar un relato?. Estos conjuntos de cartas -a los cuales hemos hecho referencia y denominamos “tiradas”- corresponden a disposiciones espaciales de cartas ordenadas de manera pre establecida tanto en cantidad como en su localización de unas con respecto a las otras. Además, se ha asignado un rol al lugar y a la carta que temporal y aleatoriamente lo ocupa. Una tirada tiene un nombre, un número de cartas que la componen y un esquema de distribución sobre el plano de una mesa o carpeta. Estos elementos que la estructuran han sido fijados sea por su creador o sea a través de la tradición entre los tarotistas. ¿Por qué se han diseñado las tiradas?. Ha sido para responder en forma más adecuada según los fines o necesidades establecidas por los consultantes: fines predictivos, de ordenamiento espiritual, de diagnóstico de una situación material o espiritual, de sugerencias o alternativas de solución a un problema, etc. El orden proporcionado por una tirada tiene fortalezas: evita la dispersión y la divagación; permite concentrarse en los temas del consultante y focalizarse en lo más importante; entrega oportunidades: puede señalar alternativas de soluciones, caminos, o temas para “trabajar”; muestra también debilidades: limita de alguna forma las visiones de solución interna y externa, por ejemplo, es menos adecuada para un tarotista que disponga de una gran intuición y que sea capaz de “abatir” fácilmente su nivel mental; y potencia amenazas (peligros o trampas): confundir la interpretación con un destino o karma pre definido, lo cual implicaría inacción o abandonarse a las fuerzas del entorno. Pero una técnica preliminar no es más que un conocimiento erudito o conciencia de procedimiento estándar. La etapa siguiente es realizar la interpretación o lectura de la señal emitida por el objeto material de la mancia: la señal de un astro en cierta posición, la señal de un ideograma o la señal de una carta en su lugar dado. La interpretación

que

tenga

sentido

para

el

consultante

es

una

habilidad

14 estrictamente personal del curandero para conectar en forma intuitiva con “el más allá”, el inconsciente colectivo, la trascendencia o como se quiera llamar al mundo inconsciente, infinito, arquetípico o atemporal, de manera sincrónica o aleatoria, y traer esa información a la esfera de la conciencia mental, de tiempo lineal, finito y discreto, entregando un producto oracular o adivinatorio. En el juego del Tarot –decimos juego en sentido amplio pues se requiere una actitud lúdica del participante, un involucrarse- se van combinando el orden y el desorden, lo determinado y lo indeterminado, lo estructurado y el azar. El tarotista puede escoger una tirada cualquiera, es decir, un esquema u orden de disposición para las cartas que les establece lugares y funciones específicas (diagnóstico, sugerencia, pronóstico, etc.) pero las cartas mismas son seleccionadas al azar por el interesado, quien las escoge boca abajo. Un segundo elemento de orden es el número que aparece en cada carta seleccionada y que aporta conceptos y pronósticos. Sin embargo, usando esos números, se puede, mediante juegos aritmológicos, obtener nuevos números, que conducen de manera inesperada a nuevas cartas y, por tanto, a nuevas sugerencias y pronósticos. Y un elemento de azar siempre presente: la lectura la realiza una persona y es por intermedio de las complejidades de su espíritu, a través de su mente, de su subjetividad y su intuición que se manifiesta el mensaje que jamás deja de tener un sentido. Este segundo elemento de caos es la inspiración estimulada por las escenas, personajes y símbolos, la cual favorece la constelación de arquetipos diversos, sin un concierto preestablecido. En cada carta, lo esencial es la figura o escena central y lo secundario o complementario es el número, aunque ambos se entrelazan íntimamente cuando se lo “juega” o se lo hace “operativo”. Sin número igual habría tarot, aunque sin orden de precedencia entre las cartas. En cambio, sin figura arquetípica sólo quedaría el número, o sea, mera reducción a la numerología, poniéndose fin a lo lúdico y a lo intuitivo, quedando sólo lo mental. Además, como ya se dijo, no deja de tener importancia el nombre del arcano pues remite o re-envía al concepto y, por lo mismo, a la figura arquetípica y lo que ésta representa y significa. Para leer o interpretar el tarot es indispensable conocer y memorizar, a lo menos en parte, los significados que por tradición se le asigna a cada carta. Al ver una de ellas, uno de esos conceptos “se manifiesta” en la conciencia del lector y éste puede conectarlo con su problemática actual, pasada o futura. Dicha problemática, en su movimiento íntimo, puede ser tan compleja como lo es el ser humano y la conexión puede tener a su vez muy variados senderos y señales de profundidad también variada, según sea la sensibilidad o intuición del intermediario, lector o tarotista. No hay que perder de vista que lo esencial no es asignarle un significado

15 a los arcanos por decisión erudita, ni tampoco sin que esa designación o interpretación “funcione” u “opere” espiritualmente en el adepto o en el consultante. Podemos hacer un símil con los tratados alquímicos, los cuales no le dicen nada al neófito ni tienen tampoco ningún efecto especial en el investigador de los mismos, pero sí tendrían un especial significado para el adepto o iniciado como proceso interior específico y no fruto de la simple lectura mental del texto. Los arcanos mayores o triunfos serían más arquetípicos, ligados a valores, ideas más globales o categorías, enfoques de vida trascendentes. En cambio, los arcanos menores reflejan “situaciones”, eventos también típicos pero más coyunturales. El tarotista tendría un papel que no sólo sería técnico –en el sentido de conocer ciertos significados y procedimientos estándares- sino que tendría un rol muy importante como lector o traductor o como vehículo capaz de conectar con los arquetipos y, por ende, con el inconsciente colectivo. El destacado tarotista chileno Jaime Hales gusta afirmar “el tarot no se equivoca, se equivoca el tarotista”, queriendo destacar que en las cartas seleccionadas siempre aparece un mensaje significativo que entrega una respuesta útil y no entenderlo sólo pone de manifiesto las debilidades del intermediario entre el interesado y el inconsciente colectivo. El Tarot puede ser enfocado, estudiado y utilizado desde diversas dimensiones o ámbitos de conocimiento. No es posible realizar distinciones tajantes entre esos ámbitos pues nunca se encuentran barreras absolutas tratándose de las mancias y las prácticas espirituales, cosas ambas que son carne de este arte. Sin embargo, podrían agruparse en aquéllas que tienen un enfoque más mental y ésas que tienen en sí una preponderancia gnóstica o mística. Las dimensiones más mentales son la alquimística, la astrológica y la numerológica. Por su parte, la más intuitiva es la dimensión meditativa. El denominador común de las dimensiones alquimística, astrológica y numerológica es el predominio de lo intelectivo en el proceso de interpretación. Hace falta una preparación, un estudio, a veces complejo como en el caso de la astrología, una memorización, en suma, una erudición, una participación del ego que apabulla lo verdaderamente oculto, lo inconsciente y espontáneo. Se puede asimilar este tipo de ámbitos o formas de trabajo con el Tarot a las intervenciones de la medicina alopática occidental, en particular a la participación del psiquiatra respecto del paciente. Se parte de la base que sólo la intervención de un experto, quien encontraría las interpretaciones justas y precisas, que se vincula exteriormente y verbalmente al problema, podrá ser de ayuda al paciente o al consultante, dejándose un margen muy estrecho a la intervención del(a) propio(a) interesado(a)

16 en su proceso de sanación o de individuación, cuando no a la ausencia de todo avance respecto de una situación espiritual dada. La dimensión meditativa es esencialmente operativa, apunta a inducir una disminución de lo intelectivo, lo egoico, para dejar paso a lo intuitivo, es decir, a la ligazón con el inconsciente personal o colectivo, e incluso con el inconsciente transpersonal. “…un ejercicio… no sólo para un mejor conocimiento de sí mismo, sino también para 2

modificar distintos aspectos de su vida”

. La operación en curso no sería para provocar

una atenuación de intranquilidad o de moderación de síntomas, por el contrario, sería para potenciar el enfrentamiento con los conflictos, asumirlos y dar el salto en madurez e integración que corresponda, aunque ello implique el corte de relaciones sociales, cambio de trabajo o de residencia, etc. Como todo conocimiento, como todo arte, en la conexión con la dimensión inconsciente se requiere un proceso de aprendizaje para conocer la materia de que se trata, de dominarla y hacerla operativa a voluntad. Acallar la mente no es fácil y es particularmente duro para las personas que han llevado largos años de perfeccionamiento intelectual, que cuentan con un grado de erudición muy elevado. Al contrario, es menos complicado para las personas sencillas, de costumbres simples y ligadas a los procesos de la naturaleza. Igualmente, es requisito importante el conocimiento del significado de los arcanos por tradición, memorizarlo y traerlo a colación, ejercicio tras ejercicio, uniendo las cartas como si se tratara de las palabras de un idioma, hasta desplegar frases y oraciones que entrelazan una historia, sea pasada, presente o futura. En resumen, hay que trabajar, trabajar, trabajar, gastar energía y tiempo hasta lograr el producto al cual se aspira. Así como el espadachín se entrena a diario y medita para conectar con el inconsciente y transformar el instinto en inconsciente programado, el tarotista tendrá que entrenarse periódicamente para transformar su intuición espontánea en intuición programada. A continuación, veremos un ejemplo de lectura predictiva con una tirada sencilla, la tríada o tirada de tres. El objeto de esta tirada será solicitar un diagnóstico, consejo, sugerencia o, como la mayoría lo busca, un oráculo o pronóstico frente a un tema presentado o una pregunta formulada. Dado que el ejemplo sólo pretende demostrar que no es tan complejo “leer”, lo simplificaremos al máximo. Las tres cartas se escogerán una a una y se instalarán boca abajo en sus lugares en la secuencia que indican los números y presentan la siguiente disposición:

2

Ram. 2002, febrero. Revista El Arte del Tarot Nº 51. Artículo “Otras Dimensiones del Tarot”. Ediciones Orbis, Barcelona.

17

2

1

Elemento central

Elemento acompañante

3

Elemento acompañante

Luego, las cartas se irán dando vuelta poniendo a la vista sus ilustraciones y se irán leyendo en el mismo orden o secuencia en el cual fueron seleccionadas. Vamos a suponer que el consultante escoge cartas al azar y queda la siguiente vista:

2

1

Elemento acompañante

3

Elemento central

Elemento acompañante

Supongamos que la consultante ha pedido un vaticinio sobre su situación de pareja. El lector podrá buscar palabras claves que representen a cada uno de los arcanos en el aspecto sentimental, así: 08 La Justicia

14 La Templanza

20 El Juicio

Equilibrio

Combinación, armonía

Transformación, renovación

Retribución

Fluidez

Futuro, nueva visión

Las palabras claves podrían dar origen a las siguientes oraciones o relatos: 1.

El equilibrio vendrá por la armonía espiritual de los amantes trayendo la renovación de la relación.

2.

El amor será retribuido con la fluidez en la relación la cual se renovará sobre un nuevo compromiso.

18 Mientras el tarotista expresa su vaticinio o sugerencia, paralelamente el consultante va realizando un trabajo interior de comprensión, acomodo de ideas y emociones, hasta dar con un sentido del mensaje recibido, el cual aflorará sin lugar a dudas cuando los participantes se hayan entregado inspirada y confiadamente al proceso de lectura. El tarot y su legado han venido atravesando los siglos y las épocas históricas y, con el tiempo, se va enriqueciendo su bagaje cultural, gráfico y psicológico. Hoy forma parte de la postmodernidad. Quienes afirman que la cartomancia es una estupidez o que induce errores, deberán estar a la altura de los tiempos. No es el tarot quien debe demostrar su sabiduría y su certeza, sino quienes lo denostan son los que deberán demostrar lo contrario.

19 Capítulo 2 La urgencia de conocer la verdad

La vida de la humanidad y, especialmente, la de las personas comunes y sencillas no es fácil, ni tampoco fue fácil en el pasado. En períodos complejos y de desafíos límites, cuando se desencadenan guerras y persecuciones políticas, las personas ven expuesta no sólo su existencia sino, además, se arriesgan a sufrir penurias agudas

como

la

hambruna,

mala

salud,

heridas

graves

e

invalidantes,

desplazamiento forzado dejando atrás la familia, los seres queridos, el hogar, las fuentes de sustento y seguridad. Sin merecerlo, algunos son hechos desaparecer para siempre, llenando de dolor a sus parientes y transformando las vidas de éstos en una búsqueda eterna. Por eso, y por mucho más, en tales experiencias se vivencia un retorcimiento interior causado por la duda del ¿qué (nos) ocurrirá mañana?. Se podría, entonces, deducir que los períodos de paz son unas tazas de leche en las cuales el disfrute del vivir constituye la regla diaria. Sin embargo, la realidad, con su grosera crudeza, nos mantiene en vilo con otras preocupaciones. Ahora no es que dudemos de la posibilidad del latido mismo de la vida, como en la guerra. Ahora, se hace presente, en lo cotidiano, las inquietudes de la vida privada o íntima, las cuales también pasan a ser una sensación compartida con muchos. La penuria causada por las deudas, las cuotas pendientes de pagar por los últimos electrodomésticos, las asfixiantes horas de traslado al trabajo y de regreso a casa en el transporte público, los desgastantes atascamientos de tránsito, la deuda por la educación de los hijos que aún no consiguen trabajo en el oficio que estudiaron, el terror de una pensión de retiro escuálida, la hipoteca de la vivienda que impide cobijarse aún bajo un techo efectivamente propio y… la lista pareciera no acabar. Y no acaba, porque en medio de todas esas exigencias de la sociedad que nos han impuesto, están los requerimientos naturales de nuestra vida afectiva: la mujer (o el hombre) que nos atrae y nos enamora en forma paralela a nuestra relación de matrimonio; la relación de pareja que nos había comprometido aparentemente de por vida pero que hoy se rompe de forma abrupta; el anhelo de recobrar a alguien que se alejó pero que nos roba el sueño; el sufrimiento por la infidelidad de nuestra pareja aunque, incluso, no lo hayamos comprobado; tener una pareja agresiva que, o nos golpea, o nos destruye día a día con expresiones desdeñosas; el hecho de no saber si nuestra pareja nos ama realmente y, tantas, tantas otras veleidades del existir que sazonan agrazmente el devenir cotidiano.

20 El pequeño panorama que hemos esbozado no tiene la maligna intención de falsificar la realidad pretendiendo desconocer que la vida tiene para nosotros experiencias gratificantes y felices, muchas alegres y algunas conmovedoras. No ha sido nuestra visión. Lo que pretendemos resaltar es que en nuestra vida activa la mayor necesidad o la más preponderante -aunque nunca la única-, el más relevante requerimiento es el conocimiento de la verdad. Y es así por cuanto si supiéramos lo que está pasando realmente o lo que va a pasar más adelante, eliminaríamos por completo o disminuiríamos las angustias y el tormento ocasionados por la incertidumbre de no saber. La falta de certeza de que algo se produzca o no ocurra puede llegar a percibirse como un elemento amenazante y tener una amplia y variada gama de efectos críticos o indeseables en la personalidad o la psiquis de quien vivencia una crisis. Si supiéramos lo que pudiese acontecer estaríamos más tranquilos, más aplomados, más serenos y dueños de nosotros mismos. Y como las tribulaciones de los seres humanos son, si nó las mismas, parecidas, desde tiempos remotos es que se acepta que los instrumentos disponibles para el conocimiento de la verdad son dos: la razón y la intuición o, si les acomoda mejor, la función mental o la revelación holística. A veces, se presentan mezclados, porque los mensajes revelados no son comprendidos o son demasiado difíciles de aceptar y la razón o la mente los acomodan y los presenta de manera más simpática a nuestro entendimiento. Una cosa está bien clara: la razón o la función mental son insuficientes para conocer la verdad. Hay diversas barreras, algunas ajenas y otras, propias. Por ejemplo, se puede tener una capacidad de razonamiento poderosa y, sin embargo, disponer de información restringida o distorsionada, con lo cual no estamos en condiciones ni de diagnosticar el presente ni de predecir el futuro. La manipulación de las noticias o las maniobras de desinformación de las potencias, los gobiernos y los grupos de poder, especialmente de los dueños de la riqueza, impiden que millones de seres humanos inteligentes puedan tomar decisiones acertadas sobre su vida, su familia y sus opciones políticas. Por otra parte, la ideología inducida por la minoría dominante o los prejuicios culturales pueden transformar a la más inteligente de las personas en la más torpe para adoptar sus decisiones, al estar limitado o sesgado su horizonte de comprensión. Y otra cosa está clara: la mayoría de la gente percibe que, a falta de razón, está disponible la opción intuitiva u holística, a la cual se puede acceder de diversas maneras, entre otras, mediante los oráculos o actividades mánticas. El conocimiento humano basado en la función mental -tal es el caso del conocimiento científico- es un saber probabilístico del futuro, es un pronóstico que se construye sobre la repetición acumulada numerosas veces de un hecho en las mismas

21 condiciones. Por su parte, el conocimiento basado en la función intuitiva, como es el caso del conocimiento mántico, es un saber absoluto de un acontecimiento futuro, único, un pronóstico que per se indica si algo ocurrirá o no. Y nos queda

preguntarnos por una aclaración. El conocimiento de la verdad se

refiere a ¿cuál verdad?. Hoy se entiende que la verdad no es necesariamente única. Hay una relatividad impuesta no sólo por los hechos disponibles, sino también por quién observa los hechos. De allí que si la verdad es la “conformidad de las cosas con el concepto que de ella se forma la mente”3 habría que agregar que dicha conformidad no es la de la mente general o abstracta, sino de la mente de cada uno en su íntima y subjetiva convicción. El funcionamiento de los oráculos es algo que ha interesado desde la más remota antigüedad a los espíritus inquietos y ávidos de beber en el vaso la verdad y no en el vaso de la mistificación, porque la capacidad oracular ha sido puesta en duda, no sólo por la mentalidad moderna y/o científica, sino también en la época antigua cuando los oráculos estaban institucionalizados en torno a los templos. A veces, estas dudas surgieron con muy buenas razones, porque los farsantes siempre han ido trabajando a la par que los profetas. Uno de los casos más afamados y discutidos a lo largo de los últimos 3.000 años ha sido el de las sacerdotisas y sacerdotes del templo de Apolo en Delfos. Se ha dicho tantas cosas sobre esto: que la inspiración de la pitia era auténtica e inducida por el dios, que no había tal, que era fruto de un estado de éxtasis causado por vapores o hierbas alucinógenas, que aunque eso hubiera sido cierto, el oráculo podía comprarse cuando el vaticinio tenía implicancias políticas4, y tantas otras cosas. Y

también desde la

antigüedad se han alzado voces para

criticar

el

aprovechamiento que hacen personajes inescrupulosos de la credulidad de las gentes ingenuas, aparte del ámbito político quiero decir. Uno de los testimonios más interesantes lo constituye el del griego Plutarco, quien vivió alrededor de los siglos I y II de nuestra era. Plutarco fue en su momento, ni más ni menos, uno de los sacerdotes a cargo del oráculo de Apolo en Delfos. Por tanto, fue una inteligencia convencida de la utilidad y buena fe del método oracular basado en la inspiración o éxtasis de la pitia o profetisa del templo de Apolo. Luego, Plutarco no rechaza la validez del pronóstico oracular, sino que denuncia la actividad interesada de diversos elementos que se entremezclan con las clases populares, embaucando a mujeres sencillas y a esclavos con sus mentiras para sacarles algún dinero5. Aunque la crítica de Plutarco no se queda allí, pues denuncia también a 3

Diccionario de la lengua española (DRAE). Vandenberg, Philipp. 1979. “El Secreto de los Oráculos”. Ediciones Destino, Barcelona, 1991. 5 Plutarco. Los Oráculos de la Pitia 407B-C. 4

22 individuos ilustrados quienes, también con oscuros propósitos, deformaban las profecías dándoles una forma versificada, con lo cual contribuyeron a la pérdida de confianza general en los oráculos de los templos antiguos6. Sería útil recordar otros dos casos de la práctica oracular antigua. Uno de ellos es el oráculo de Anfiarao en la localidad de Oropos7 (a pocos kilómetros de Atenas). Al igual que otros centros religiosos oraculares, esta cofradía conducía un rito de purificación previo a la obtención y registro de los sueños del consultante, a partir de los cuales los sacerdotes le proporcionaban señales sobre su realidad presente y su futuro. Nuevamente nos encontramos ante una situación –esta vez con la/el interesada/o como participante- en la cual se busca conseguir la información en una esfera psíquica inscrita en el abatimiento de la función mental, adentrada en el llamado inconsciente colectivo. Otro, es el oráculo de Trofonios en Lebadea8 (actual Livadia). En este ejemplo, el ritual es bastante más riguroso y prolongado con una ceremonia de término que incluye el aislamiento, la oscuridad y el terror, cuya función es provocar el estado de trance o éxtasis, un estado modificado de conciencia del participante9, esto es, se procura claramente la remisión de la función mental para que opere la inspiración de lo inconsciente: visiones y sonidos que se interpretan como un mensaje desde lo divino, lo desencarnado o lo infernal, extrayendo una guía para el futuro personal. En palabras de un investigador de espíritu abierto: “el oráculo de Trofonios era considerado como próximo a los misterios por el hecho que el mensaje transmitido por los dioses en los misterios y el de la revelación oracular compartían una característica común: la de poner al peregrino en contacto psíquico directo con la divinidad, quien le revelaba lo que él quería saber en un cara a cara vivido como un contacto entre el alma y el dios”10.

Con el correr del tiempo, advino el desarrollo de la ciencia y su hegemonía casi a título de fe sobre el conocimiento humano y la consideración despreciativa de los medios académicos sobre las dimensiones del ser humano que estuviesen más allá de la función mental. Sin embargo, a comienzos del siglo XX se produjo una ruptura de esta tendencia intelectual discriminadora en el seno del mundo científico y académico. Uno de los enfoques más serios sobre las artes adivinatorias fue el del

6

Jiménez San Cristóbal, Ana Isabel. “Embaucadores y Falsos Adivinos en Los Oráculos de la Pitia 407B-C”. Universidad Complutense de Madrid. 7 Vandenberg, Philipp. 1979. “El Secreto de los Oráculos”. Ediciones Destino, Barcelona, 1991. 8 Bonnechère, Pierre. 2011. “Mantique, transe et phénomènes psychiques à Lébadée: entre rationel et irrationel en Grèce et dans la pensé moderne”. Kernos (en ligne), 15l2002, mis en line le 21 avril 2011. http://kernos. revues.org/1375; DOl10.4000/kernos.1375. 9 Bonnechère, Pierre. 2010. « Divination et révélation en Grèce ancienne », Annuaire de l'École pratique des hautes études (EPHE), Section des sciences religieuses [En ligne], 117 | 2010, mis en ligne le 04 janvier 2011, consulté le 13 avril 2015. URL: http://asr.revues.org/885. 10 Íd. Opus cit.

23 psiquiatra suizo Carl G. Jung. En una de sus obras11 realiza un estudio teórico sobre los mecanismos causales que permiten el accionar de las mancias o instrumentos predictivos. Escoge para ello tres técnicas oraculares: el I Ching (de origen chino ancestral), la Geomancia (de uso europeo occidental probablemente desde antes del Renacimiento) y la astrología. Sobre el I Ching y la Geomancia realiza una breve discusión teórica y sobre la astrología realiza una investigación empírica con desarrollo estadístico. Jung sostiene que las mancias son explicaciones de los acontecimientos sobre una base acausal que trabajan en un contexto sincronístico. Esta concepción requiere un enfoque o mentalidad postmoderna, en el sentido de admitir: a) el carácter relativo del tiempo y del espacio, y b) concebir la realidad como un continuo de energía (campos) en el cual los hechos físicos pueden concatenarse con los hechos psíquicos e influirse mutuamente. Entendida la realidad de esta manera, para que un instrumento mántico funcione como tal y pueda mostrar resultados que tengan sentido para quienes los consultan, debe propender a una disminución de la función mental del participante y abrir espacio a la función intuitiva. Conseguido esto, se puede vivenciar el campo de la relatividad del tiempo y del espacio, esto es, percibir visiones acausales y sincronísticas de los hechos. Lo anterior equivale a decir que el estado psíquico subjetivo del actuante puede coincidir tanto con un hecho que está ocurriendo en ese momento como con hechos que se encuentran en otra parte del tiempo, sea pasado o futuro. Para redondear la concepción que quiere transmitir, Jung advierte que la investigación científica de estos hechos no puede ser como el conocimiento cartesiano, el cual es observante, sino que requiere necesariamente que el investigador se involucre como participante. Jung reconoce que, por lo menos hasta ese momento en el cual analiza estos temas (1950), no se ha podido encontrar un puente de comunicación entre el ejercicio mántico (reino del azar) con el ejercicio científico cartesiano (reino de la causalidad y la estadística) y nadie ha podido despojar a las mancias de su velo mágico y misterioso. Sin embargo, no era la primera vez que este lúcido intelectual e investigador se había interesado en la relación de los oráculos con el inconsciente, ni tampoco se había reducido solamente a los tres instrumentos arriba mencionados. Antes, en 1933, encontramos su interés en la cartomancia, específicamente en el Tarot. Carl Jung hace uso de la palabra en un Seminario12 realizado el 1º de marzo de 1933 y el tema que aborda es el del “hermafrodita” en la simbología tradicional, en su relación con el inconsciente colectivo:

11

Jung, Carl G. 1950. “Sincronicidad”. Editorial Sirio, Málaga, 1988. Douglas, Claire. Editor. 1997. Visions: Notes of the Seminar given in 1930-1934 by C.G. Jung. Vol. 2. (Princeton NJ, Princeton University Press, Bollingen Series XCIX), p. 923. 12

24 “Otro campo extraño de la experiencia oculta en la cual el hermafrodita aparece es el Tarot. Éste es una colección de cartas de juego tal como eran originalmente usadas por los gitanos. Hay ejemplares españoles, si recuerdo correctamente, tan antiguos como del siglo XV. Estas cartas están realmente en el origen de nuestra baraja de cartas, en la cual el rojo y el negro simbolizan los opuestos, y la división por cuatro, tréboles, picas, diamantes y corazones, también pertenece al simbolismo de la individuación. Son imágenes psicológicas, símbolos con los cuales uno juega como el inconsciente parece jugar con su contenido. Se combinan de ciertas formas, y las diferentes combinaciones corresponden al juguetón desarrollo de acontecimientos en la vida de la humanidad. Uno podría realmente decir que el movimiento de las imágenes en el inconsciente coincide con el movimiento de los eventos en la historia de la humanidad. Las cartas originales del Tarot consisten en cartas corrientes, el rey, la reina, el caballero, el as, etc., -sólo las figuras son algo diferentes- y además, hay veintiuna cartas tras las cuales están símbolos, o cuadros de situaciones simbólicas. Por ejemplo, el símbolo del sol, o el símbolo del hombre colgado por el pie, o la torre golpeada por el rayo, o la rueda de la fortuna, y así sucesivamente. Esas son una especie de ideas arquetípicas, de una naturaleza diferenciada, las cuales se mezclan con los constituyentes ordinarios del inconsciente. El Tarot en sí mismo es un intento de representación de los constituyentes del flujo del inconsciente y por eso es aplicable como un método intuitivo, que tiene el propósito de entender el fluir de la vida, posibilitando incluso predecir eventos futuros, en lo más mínimo acontecimientos tomados a préstamo de las condiciones del momento presente. Es en eso una manera análoga al I Ching, el método de adivinación chino que permite al menos una lectura de las condiciones presentes. Ustedes ven, el hombre siempre siente la necesidad de encontrar un acceso a través del inconsciente para la interpretación de una condición actual, porque hay una especie de correspondencia o una similitud entre la condición prevaleciente y la condición del inconsciente colectivo. Ahora, en el Tarot hay una figura hermafrodítica llamada El Diablo. Que sería en alquimia el oro. En otras palabras, tal como una tentativa como la unión de los opuestos aparece a la mentalidad cristiana como diabólica, algo maléfico que no es permitido, algo perteneciente a la magia negra”.

Al parecer, aunque el uso de los naipes oraculares a Jung le era más que conocido, su estudio habría sido una línea marginal dentro del campo de sus investigaciones. Colaboradores y discípulos se interesaron en estos temas. Marie Louise Von Franz, colaboradora y discípula, dictó un conjunto de charlas de difusión13 en 1969. La discípula Sallie Nichols dedicó un voluminoso y erudito libro a difundir la mirada junguiana sobre la cartomancia14. Como la historia humana no avanza linealmente, sino a saltos, retrocesos y contradicciones, ni la claridad de Plutarco ni las consideraciones de Jung sobre el inconsciente y su vinculación con las actividades mánticas significó que estas ideas pudiesen ser transmitidas de forma fluida hasta los círculos ilustrados del siglo XX. Esta actitud se puede comprobar en el prejuicio que ciertos académicos universitarios aún mantienen sobre el particular. Tal es el caso de algunos semióticos que, sin investigar los fundamentos de la adivinación, suponen desde la

13

Von Franz, Marie Louise. 1969. Sobre Adivinación y Sincronicidad”. Editorial Paidós, Buenos Aires, 1999. 14 Nichols, Sallie. 1988. “Jung y El Tarot: Un Viaje Arquetípico”. Editorial Kairós.

25 partida que los cartomantes usan las cartas como una simple excusa y despliegan sus capacidades para estudiar el carácter del consultante, sacarle información y después presentársela como fruto de sus presuntos dones adivinatorios. En síntesis, para estos académicos todo cartomante es un bribón estafador, todo consultante es una víctima y todo pronóstico es una farsa. En las propias palabras de uno de ellos: “Para el cartomante profesional las cartas son pura ficción, en cuanto la información no es obtenida de la carta, sino del aspecto externo (e interior) del sujeto, de sus reacciones, etc.; por lo cual la predicción del futuro, por lo demás no es recibida de la carta: sobre la base del estado del carácter de la víctima viene construido el futuro capaz de surtir el efecto 15

buscado

”.

El trabajo que ofrecemos a los lectores no sale de un medio académico prejuiciado ni es parte de un programa de investigación psicológica transpersonal. No es ni lo uno ni lo otro. No. Sale del mundo del esoterismo, desde el seno de los cartomantes iniciados. Pero no pretende imponer la mirada de los tarotistas, aunque estemos encuadrados en una ética y aunque tengamos las limitaciones culturales de nuestra época. La investigación que se ha llevado a cabo intenta descubrir esa mirada que tienen sobre los oráculos las mismas personas que los consultan, el pueblo vasto y sencillo, inspirado en su fe y sus creencias, no constreñidas por ninguna autoridad, ni por la religión ni por la ciencia. Entre los años 2005 y 2012 este tarotista recibió una buena cantidad de consultas por Internet, mediante correo electrónico, las cuales fueron respondidas por el mismo medio. Naturalmente, mucha de esa información se perdió por los avatares de la vida pero al menos la mitad sobrevivió bajo la forma de 911 casos, con sus preguntas y las correspondientes respuestas. Esta información, ordenada y sistematizada, es la que se pone al alcance de los lectores, sea para la misma gente sencilla que tuvo la curiosidad y el valor de consultar como sea para aquellas/os más reflexivas/os que intentan tender puentes entre la ciencia y el conocimiento holístico. El autor dispuso de una página WEB inscrita en NIC Chile en 200516, dedicada a difundir la cartomancia y temas afines. Los visitantes de la página tuvieron la oportunidad de convertirse en consultantes de tarot ingresando sus datos personales básicos y sus preguntas en un formulario específico destinado al efecto. Las consultas fueron recibidas en una casilla electrónica, preparadas las respuestas y enviadas éstas a las/os interesadas/os a sus direcciones de correo 15

Egorov, 1965, en revista Trudy po znakovym sistemom, citado por Eco y Faccani en “I sistema di segni a lo estrutturalismo soviético”, Milano, Bompiani, 1969. 16 El Registro de Nombres del Dominio CL, denominado NIC Chile (Network Information Center Chile), es administrado por el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile por delegación de la IANA (Internet Assigned Numbers Authority).

26 electrónico. Los temas, preguntas o consultas fueron respondidos por el tarotista autor de esta investigación, inspirándose mediante un tarot de la reputada y difundida versión Waite-Smith, usando diversas tiradas para procesar las respuestas, las cuales fueron seleccionadas según los objetivos de quienes consultaron, puesto que cada tirada tiene potencialidades y limitaciones específicas como instrumento predictivo. En general, fueron tiradas entre tres a cinco cartas y, excepcionalmente, de diez y quince cartas. Cada caso se trató por separado, con una dedicación especial, abordando cada consulta con un número de tiradas proporcional al número de preguntas o inquietudes de cada consultante.

27 Capítulo 3 Un grupo de consultantes representativo de la sociedad chilena

Los datos disponibles Entre los años 2005 y 2012 se recibió un total de 911 consultas por Internet, mediante correo electrónico. De ellas, el 79,5 % correspondían a consultantes de género femenino y 19,3 %, a género masculino. Luego, las mujeres son usuarias mayoritarias de la consulta de las cartas, pero los varones tienen una presencia importante, como se puede ver, la cual no baja de una quinta parte del total. Además, un 0,7 % se reconoció gay y un 0,3 % reconoció una tendencia lésbica. Probablemente, por su experiencia, ustedes considerarán que estos grupos deberían ser más grandes, pero el pudor impediría que otras/os se sumen a reconocerse abiertamente perteneciendo a ellos. El 91,7 % de los consultantes declararon nacionalidad chilena y el restante 8,3 % perteneció a una variada gama de países hispanohablantes. De estos últimos, destacan las/os argentinos con un 3,7 % del total. Más abajo, bordeando el 1 % o menos cada uno, se enlistan Uruguay, República Dominicana, Colombia, Perú, España, Venezuela, Estados Unidos, Ecuador, El Salvador y México. Para comenzar, la población no chilena de consultantes está escasamente representada, sólo un 8,3 %, lo cual es menos de un diez por ciento. Luego, las preferencias temáticas son bastante distintas entre chilenos y no chilenos. Por ejemplo, respecto del tema sentimental, las/os chilenas/os marcan “amor” como primera preferencia en un 58 %. En cambio, los no chilenos marcan “amor” como primera preferencia sólo en un 44 %, luego, hay un 14 % de diferencia entre un grupo del otro. En consecuencia, las diferencias tanto de tamaño de grupo como ciertas preferencias temáticas son demasiado ostensibles como para no tomarlas en cuenta y tratar a los chilenos y no chilenos como un solo universo. El tema del amor, sus causas y proyecciones, perturban fuertemente a los chilenos sea como único motivo o como motivo prioritario. De allí que tras breve análisis se decidió tratar solamente en nuestro estudio a la población de chilenos, integrada por un universo de 752 consultantes.

28 Los consultantes chilenos y sus actividades. Las actividades a las cuales declaran dedicarse las/os chilenas/os son muy variadas y las más específicas llegan a un total de 71. Si se ordenan por prelación alfabética, comenzamos por abogado, artista, administrador, ama de casa, arquitecto, etc., siguiendo con cajera, carabinero (policía), chef, comerciante, constructor civil, consultor, contador, dibujante, etc., hasta llegar a taxista, técnico, tesorero, traductor, vendedor y visitador médico. La lista completa se presenta en el Anexo 1. Esta disparidad o gran variedad de profesiones, oficios o empleos, remunerados o no, obliga a realizar agrupamientos, de tal forma que los datos sean más comprensibles y pudieran, eventualmente, ser comparados con otros estudios. El listado de ocupaciones que se obtuvo se muestra en el Gráfico 117. Se adoptó el criterio de “grupo ocupacional”, de acuerdo a la tipología usada por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE–Chile) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE–Chile), denominada COTA 70. Los consultantes que se presentan como mayoría son las/os empleadas/os de oficina o de empresa (30,1 %) seguidas/os de las actividades no remuneradas (26,7 %) y de los profesionales y técnicos (22,5 %). Estos tres estratos engloban casi al 80 % del universo de consultantes. Desde allí, hay una caída ostensible, hasta el 6,3 %, con el grupo de personas que realizan actividades relacionadas con ventas, seguidas

por

los

obrero/jornalero

(3,6

%),

independientes

(3,3

%),

gerente/administrador (2,7 %), servicios personales (1,5 %), conductor de vehículo (1,0 %), empresario (0,9 %), pensionado (0,7 %). Cabe hacer notar que un 3,9 % de los consultantes se declaró cesante o sin trabajo, independientemente de su oficio, especialidad o último empleo remunerado. Llama la atención la transversalidad del interés por consultar las cartas dado la diversidad cultural y de instrucción de los grupos ocupacionales mencionados. Sin embargo, si hubiese algo en común entre las/os empleadas/os de oficina, los profesionales y técnicos y los estudiantes (estos últimos son parte del grupo no remunerado) es su mayor accesibilidad a Internet, PC o Notebook, lo cual les otorga más facilidades para acceder a la consulta a distancia.

17

Ver Anexo 3 Gráficos.

29 Ahora, para que ustedes tengan una visión más detallada de los perfiles de nuestros consultantes, presentamos las actividades específicas más representadas en el Gráfico 218. Se aprecia que las tres cuartas partes de los consultantes se desempeñan en las actividades específicas siguientes. Los empleados (sin contar a las secretarias) son un 18,5 %. Las amas de casa, un 15,8 %. Las secretarias, un 11,6 %, seguidas de cerca por las/os estudiantes con un 10,9 %. Luego, vienen las labores vinculadas a ventas (vendedores, ejecutivos de ventas, ventas por Internet, etc.) con un 6,3 %, seguido por aquéllas vinculadas a la educación (profesores, maestros, educadores, etc.) con un 5,8 %. Las personas ligadas a la salud (médicos, enfermeras, terapeutas, auxiliares de enfermería, etc.,) apuntan un 4,2 %. Para completar el gráfico de actividades específicas relevantes, los ingenieros marcan un destacado 2,8 %, muy por encima del resto de los profesionales universitarios.

Edades y género Los consultantes fueron estratificados por edad en nueve niveles, obteniéndose una distribución normal, que va desde los más jóvenes (14-15 años) hasta los mayores (64-70 años). Dicha distribución se aprecia en el Gráfico 319. Al ser la distribución de forma normal, nos arroja confianza sobre la representatividad de nuestro universo, el cual se puede considerar una muestra que refleja al universo real, la sociedad chilena contemporánea. Los estratos que más consultaron son los de adultos entre los 22 y los 42 años. El estrato de 22 a 28 años registró un 18, 2 %; el de 29 a 35 años, un 23, 3 % y el de 36 a 42 años, un 22,1 %. Estos tres grupos vienen a representar casi los dos tercios del total. Pasados los 42 años de edad los consultantes disminuyen su participación paulatinamente, lo cual podría explicarse por un aumento en la madurez y una mayor individuación que hacen menos necesario un apoyo terapéutico u orientación espiritual, incluida la consulta a la baraja cartomántica. Sin embargo, el comportamiento de los grupos etarios es diferente según sexo. Las mujeres que más consultan se encuentran entre los 22 y los 42 años (65,1 % de las mujeres). Por su parte, los varones que más consultan se hallan entre los 29 y los 49 años de edad (62,1 % de los hombres), lo cual se podrá visualizar en el Gráfico 420. Reforzando la diferencia señalada, el grupo etario femenino más voluminoso 18

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos. 20 Ver Anexo 3 Gráficos. 19

30 (23,9 %) está en los 29 y 35 años, diferenciándose de los varones, cuyo grupo más voluminoso (24,8 %) está en los 36 a 42 años de edad. Esta tendencia insinúa una madurez más tardía entre los hombres quienes necesitarían apoyo espiritual hasta una edad más avanzada. Estado civil y grupo etario Se define corrientemente al estado civil como la situación de las personas físicas o naturales, determinada por sus relaciones de familia, provenientes del matrimonio o del parentesco, que establece ciertos derechos y deberes. Se trata de una definición que tiende más a lo jurídico y no de carácter social. En Chile, la legislación reconoce seis estados civiles:

casado,

separado judicialmente,

divorciado, viudo, padre/madre, hijo/hija. En este estudio vamos a realizar nuestro propio enfoque, sobrepasando el límite jurídico del estado civil de las relaciones de pareja, aceptando también que éstas sean o no establecidas formalmente mediante un contrato legal o contrato de matrimonio. Por tanto, consideramos que los derechos y deberes no son necesariamente jurídicos sino también éticos y voluntarios, tal como los entiende la población en general, realidad que se encuentra por encima de la realidad concebida por los juristas y por las exigencias de reglar la propiedad y la herencia de bienes materiales. Nuestro criterio ha conducido a establecer los siguientes estados civiles: Casada/o = quien ha formado hogar al amparo de un contrato matrimonial. Soltera/o = quien no ha firmado contrato matrimonial ni tiene constituido un hogar o pareja estable. Separada/o = quien ha roto la relación al amparo de resolución judicial o por acto de divorcio. Viuda/o = quien ha perdido su relación por muerte física de la pareja en el matrimonio. Convive = quien tiene pareja estable y ha formado un hogar sin haber formalizado mediante contrato matrimonial. Convivía = quien ha roto su relación de convivencia por voluntad propia o de la pareja o de mutuo acuerdo.

31 El procesamiento de los datos arrojó una situación del estado civil de los consultantes que se presenta en el Gráfico 521. El grupo de los consultantes casados es mayoría con un 35,4 %, seguido muy de cerca por los solteros con un 33,9 %. Los anteriores agrupan entonces los dos tercios de la población. El tercio restante se compone de los separados (13,7 %), los que conviven (10,2 %), los que convivían (6,4 %) y los viudos (0,3 %). Quienes conviven y/o convivían agrupan un 16,6 %, lo cual los convierte en grupo que domina dentro del tercio restante. El hecho de que más de un tercio de los consultantes –es decir personas que solicitan ayuda o guía psíquica o espiritual- sean casados y que los dos tercios de los consultantes tenga, haya tenido o cohabitado con una pareja (casados + separados + conviven + convivían = 65,7 %) es una señal de que la vida en compañía de otro/a no es precisamente un lecho de rosas en el cual prime la armonía y la orientación. Ahora bien, la magnitud o presencia de un estado civil es diferente según las edades de los consultantes. La relación entre estado civil y grupos etarios se presenta en el Gráfico 622. En el grupo de 16 a 21 años de edad obviamente priman los solteros, con un 10,1 % del total. Esta representación aumenta aún más en el grupo de 21 a 28 años, con un 13,8 % del total. Sin embargo, a contar del grupo siguiente, de 29 a 35 años, la situación cambia, disminuyendo los solteros a 5,8 % y volviendo a disminuir en el grupo de 36 a 42 años al 3,7 % y así sucesivamente. Por su parte, el estrato de los casados va aumentando en la medida que el grupo etario es “más viejo” y en forma inversa al estrato de solteros. En todos los grupos de edades mayores la participación de los casados como consultantes es dominante. Por ejemplo, en el grupo de 43 a 49 años los casados son 9,5 % en tanto los otros estados civiles casi no pasan del dos por ciento. La situación de los que conviven y/o convivían la comentaremos por comparación a los casados, puesto que formalmente sólo los diferencia la inexistencia del contrato legal en los primeros. En el grupo de 16 a 21 años de edad los casados marcan sólo un 0,3 % y quienes practican la convivencia llegan a 1,5 %. Es casi obvio que la juventud salta por encima de las barreras legales para formar pareja. En el grupo de 22 a 28 años de edad los casados marcan 2,8 % y la convivencia un 4,0 %, casi el doble. En el grupo de 29 a 35 años, junto con la edad aumenta la formalidad y los casados se elevan a 10,4 %. Por su parte, la convivencia se mantiene con un 3,6

21 22

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos.

32 %. En el grupo de 36 a 42 años los casados siguen estables con un 8,0 % y la convivencia llega al 4,4 %. En el grupo de 43 a 49 años los casados siguen estables con 9,5 % y la convivencia marca 1,8 %. Lo importante de la situación descrita es que el estado de convivencia forma parte normal de las relaciones de pareja, pues su representación es estable y no menos significativa en todos los grupos etarios. Caso aparte son los separados. Así como la soltería tiene cierto paralelismo con los grupos etarios más juveniles, la separación tiene cierta afinidad con los grupos “más viejos”. La separación se presenta ostensiblemente a contar del grupo de 29 a 35 años, con un 4,0 %; luego, sube a 4,3 % en el grupo de 36 a 42 años y pasa a 2,4 % en los 43 a 49 años. Hay que destacar que va aumentando su preponderancia relativa en los grupos de mayor edad, por ejemplo, en los 50 a 56 años, si los casados son 2,4 % los separados son 1,5 %; en los 57 a 63 años si los casados marcan 0,6 % los separados llegan al 0,9 %. Una forma complementaria de apreciar nuestros comentarios es poner atención al Gráfico 723, en el cual la misma información es presentada considerando los estados civiles como porcentaje del 100 % de su grupo etario. Por ejemplo, si tomamos el caso de la soltería, ésta va disminuyendo en representación dentro del grupo etario en la medida que vamos aumentando la edad: es un 100 % en el grupo de 14 a 15 años de edad; 86,8 % en el grupo de 16 a 21 años; 65,2 % en el grupo de 22 a 28 años; 24,4 % en el grupo de 29 a 35 años y así sucesivamente. Contrariamente, el estado de casada/o va aumentando su representación dentro de cada estrato etario con el crecimiento de la edad: 0,0 % en los 14 a 15 años, 2,6 % en los 16 a 21 años, 13,0 % en los 22 a 28 años, 43,6 % en los 29 a 35 años, para alcanzar su máxima expresión en un 66,0 % en el estrato etario de 43 a 49 años. Lo mismo acontece con el grupo de las/os separadas/os, el cual aumenta sustantivamente su representación dentro de cada estrato etario en la medida que las personas se hacen más viejas y acumulan mayor volumen de experiencia de vida: 0,0 % en los 16 a 21 años, 2,9 % en los 22 a 28 años, 16,7 % en los 29 a 35 años y así sucesivamente hasta desplegar la máxima expresión en el estrato de 57 a 63 años donde llegan al 60,0 % de consultantes.

Estado civil y sexo El estado civil de los consultantes puede ser considerado en su relación con el sexo también, como se muestra en el Gráfico 824.

23 24

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos.

33 Aunque las diferencias pudieran no ser significativas, éstas se dan entre los sexos. Veamos. Las mujeres casadas (36,9 %) consultan más que los hombres casados (32,3 %). Las mujeres solteras (32,5 %) consultan menos que los hombres solteros (38,7 %). Las mujeres separadas (12,8 %) consultan menos que los hombres separados (19,4 %). Estas constataciones nos permitirían una sospecha: que el estado de casado en las mujeres puede no proporcionar la armonización ni la claridad suficientes. Sin embargo, las mujeres que conviven y/o convivían (17,5 %) consultan más que los hombres que conviven y/o convivían (9,7 %). Esto se podría interpretar que el estado de simple convivencia sin contrato matrimonial resultaría incómodo y con un piso inestable para la mujer, pero que el estado de matrimonio tampoco es la panacea.

Estado civil y relación de pareja real El estado civil –en este estudio- es una situación relacionada por una parte, con un vínculo jurídico y, por otra, con la situación de estar o no formando un hogar con la contraparte. Sin embargo, el hecho de disponer de un estado civil, como el de casado, no significa necesariamente mantener una relación concreta con otra persona. Ni tampoco el hecho de tener un estado civil de soltero significa carecer de esa relación concreta con otra persona. Obviamente se quiere significar que dicha relación concreta conlleva la práctica amorosa, o sea, relaciones sexuales permanentes o eventuales, actuales o pasadas. Por lo demás, estas relaciones prácticas no necesariamente tienen que ser con una y la misma persona, puede que sea con varias, como se verá en su minuto. En el Gráfico 925 se observa que el 61,2 % de los consultantes declara sí tener una relación de pareja. El 35,4 % afirma que tenía una relación de pareja. El 2,4 % señala que no tiene relación de pareja sin especificar si alguna vez la tuvo. Finalmente, el 1,1 % tiene la respetable valentía de confesar que nunca tuvo relaciones. Constatemos ahora cómo se descompone la situación descrita si la observamos desglosada según la opción de género. En el Gráfico 1026 se presenta comparativamente a los géneros femenino y masculino en su capacidad de mantener una relación de pareja. El 63,8 % de las féminas heterosexuales declara que sí mantiene una relación. En cambio, sólo el 53,5% de los varones heterosexuales declara que sí mantiene una relación. Consecuentemente con la información

25 26

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos.

34 señalada, el 33,2 % de estas mujeres declara que tenía una relación y el 43,0 % de los varones declara lo mismo. O sea, siendo elevada la cantidad de las mujeres que tienen una relación es bastante menor el número de mujeres que tenía relación. En el caso de los hombres, siendo más baja la cantidad de varones con relación hay un aumento de los mismos que la tenía. Esto nos plantea dos posibles opciones: uno, que esas cifras sean un reflejo apropiado de la realidad y que haya relativa y realmente más mujeres con una relación estable y menos varones con esa relación o, dos, que haya un porcentaje importante de mujeres que perciban o crean que su relación es estable, en tanto los varones lo perciben o creen de manera distinta respecto de su relación. Respecto de las/os consultantes que nunca tuvo una relación, a pesar que es un número muy pequeño y que tan sólo el 0,8 % de las mujeres está en esa situación, no deja de llamar la atención que los varones que nunca tuvieron relación triplica al porcentaje de mujeres, con un 2,3 % de los mismos. El Gráfico 1127 presenta la situación de los géneros masculino-gay y femeninolésbico. Su número es muy pequeño para reivindicar alguna representatividad pero los presentamos para dejar constancia de su existencia. Las lésbicas declaran en un 33,3 % que sí mantienen una relación, en un 33,3 % que tenían una relación y, finalmente, un último tercio que declara que no tiene relación. Los gay masculinos declaran en un 20,0 % que sí mantienen una relación, un 60,0 % que dice que tenía una relación y otro 20,0 % que no tiene relación. Respecto de la existencia de una relación de pareja vinculada con la edad, el Gráfico 1228 muestra este aspecto de la temática. Los 14 a 15 años es la edad de la inestabilidad: el 66,7 % de este estrato declara que tenía y el 33,3 % declara que no tiene una relación. Luego, el grupo de 16 a 21 años parece ser la edad de la conquista efectiva de pareja, puesto que el 81,2 % de este estrato señala que sí tiene una relación, en tanto que los que tenían o que no tienen sumados llegan al 15,7 %. A contar de los 22 años se produciría una cierta estabilidad en el porcentaje de consultantes que declara estar emparejado. Su número oscila entre el 51,6 % (22 a 28 años) y el 70,4 % (50 a 56 años). Se destaca que la población que tiene al menos una pareja siempre es superior al 50 % del estrato correspondiente. La edad de los 22 a 28 años parece ser la etapa en que se produciría el mayor número de rupturas pues casi el 43 % declara que tenía pareja.

27 28

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos.

35 Relación de pareja e infidelidad El 4,9 % de las/os consultantes reconoce con hidalguía mantener una relación paralela a su relación “oficial”. Veamos cómo se distribuye dicha infidelidad según las opciones de género. El 5,2 % de las mujeres heterosexuales reconoce mantener una relación paralela y lo mismo por parte de los varones heterosexuales en un 4,1 %. Este reconocimiento no se manifiesta entre las lésbicas y los gay. Si el tema se enfoca de acuerdo a la edad obtenemos la distribución siguiente: 4,1 % de consultantes del grupo 16 a 21 reconoce relación paralela. 2,2 % de consultantes del grupo 22 a 28 reconoce relación paralela. 6,3 % de consultantes del grupo 29 a 35 reconoce relación paralela. 5,4 % de consultantes del grupo 36 a 42 reconoce relación paralela. 6,2 % de consultantes del grupo 43 a 49 reconoce relación paralela. 5,4 % de consultantes del grupo 50 a 56 reconoce relación paralela. No se puede hablar de tendencias ni diferencias significativas, salvo constatar que la relación paralela es un fenómeno presente en todos los grupos etarios de manera más o menos homogénea a contar de los 29 años. Otra situación que ayuda a esbozar mejor el cuadro de la infidelidad es cuando el consultante denuncia que su pareja estable mantiene una relación paralela. De esto, da cuenta el 5,2 % de las personas, lo cual, si lo adicionamos a los que reconocen que ellos mismos son infieles, aumenta a un 10,1 % las relaciones paralelas de la población. Para completar la visión del tema, un 0,5 % de las/os consultantes reconoce que tanto él/ella como su pareja mantienen simultáneamente relaciones paralelas con terceras personas.

36 Capítulo 4 Los motivos o temas de los consultantes

En los capítulos anteriores se desplegó un esfuerzo por responder la pregunta básica ¿quiénes son?, mediante la descripción de las características de los consultantes y agrupándolas/os según esas características. Corresponde ahora describir la relación que han buscado esas personas con la cartomancia o arte oracular de consultar las cartas. Habrá que intentar responder nuevas preguntas. ¿Por qué?, en el caso de buscar que se explique la causa o lo que impulsó a la persona a consultar. ¿Para qué?, en el caso de explicar los objetivos conscientes o inconscientes que las personas tienen al frente o, dicho de otra manera, la finalidad

hacia

la

cual

se

sienten

empujadas/os.

¿Cuándo

o

en

cuáles

circunstancias?, en el caso de buscar las condiciones específicas que empujan o coadyuvan a que se produzca el acercamiento a la cartomancia como consultantes.

El motivo y la pregunta Toda/o consultante tiene algo que la/o mueve para consultar a las cartas o “verse la suerte”. Este motivo o tema simboliza el ámbito de su acercamiento al tarotista buscando colocar su(s) pregunta(s). Los motivos son acotados y es posible enlistarlos en 15 temas como se verá poco más adelante. Antes de continuar profundizando en los motivos será bueno diferenciar entre preguntas y motivos. El motivo, es la materia o asunto que simboliza la causa que impulsa a la persona a realizar su consulta al oráculo. Esto es diferente a la pregunta, la cual consiste en la interrogación que la/el consultante hace para que el oráculo o el cartomante responda lo que sabe sobre un aspecto del motivo. Por lo mismo, se puede dar variados casos: de un solo motivo con una sola pregunta, de un solo motivo con varias preguntas, de dos a cuatro motivos que tienen más de una pregunta, etc. Otro ejemplo común es que la/el consultante proponga tres asuntos y realice una pregunta por cada uno, o bien, dos preguntas en un tema y una pregunta en el otro. En nuestro estudio hemos dispuesto de 752 consultas o consultantes (chilenos) y de 1.165 preguntas, lo cual nos arroja la distribución de preguntas del Cuadro 129. Más del sesenta por ciento de consultantes formula sólo una pregunta, poco más de una cuarta parte formula dos preguntas, el diez por

29

Ver Anexo 4 Cuadros.

37 ciento formula tres y una minoría cercana al tres por ciento presenta solamente una. Siguiendo con el estudio de los motivos, en términos prácticos, el motivo de la consulta es una expresión que resume la causa que impulsa a la persona a consultar. El motivo se ha obtenido a contar de los temas (preguntas específicas) presentados por la/el interesada/o. El motivo puede simplificarse en una sola palabra: a)

“amor” cuando hay algo sentimental, de la relación de pareja, de la sexualidad, del eros, de la pasión instintiva e irracional por el otro; se incluye los procesos de separación y/o de divorcio;

b) “trabajo” cuando hay algo laboral, la actividad para obtener ingresos; c)

“estudios” cuando se refiere a la actividad no remunerada de estudiar formalmente;

d) “arte” cuando se pregunta por el desempeño en cualquiera rama del ámbito artístico o de creación cultural; e)

“familia” cuando está referido no al consultante sino a un familiar. En esto se incluye el pronóstico de embarazo o descendencia; se incluirá aquí la consulta por el entorno que va algo más allá de lo familiar o parentesco; lo que no se incluye es el estado sanitario de la maternidad ni los nacimientos o alumbramientos, los cuales se incluyen en salud.

f)

“economía” cuando se refiere al dinero y los negocios, la riqueza, el bienestar material, la vivienda, las inversiones, etc.; causas legales o contiendas ante tribunales de cualquier tipo referidas a conseguir resultados en dinero o económicos;

g)

“plan” cuando se consulta sobre planes, proyectos, perspectivas de realizarse lo que se espera sin entrar en mayores detalles; o podría ser una alternativa seguir;

h) “salud” cuando se pide responder sobre la sanidad propia, incluyéndose aquí el embarazo y el nacimiento o parto cuando se pide pronosticar su estado sanitario; no se incluye la pregunta sobre la salud de terceros, caso en que se clasifica como “familia”. i)

“emotividad” cuando la persona solicita un diagnóstico o un pronóstico expresamente centrado en sus emociones.;

38 j)

“magia” cuando se pretende estar bajo la influencia de energías externas intencionadas;

temor

o

prudencia

de

quebrantar

ciertos

tabús

o

supersticiones; cuando se solicita la aplicación de energías bienhechoras; k)

“general” cuando no se precisa nada específicamente sino se pretende una descripción presente o futura sobre su vida;

l)

“símbolos” cuando hay imágenes oníricas, dibujos, retratos, etc. que se consideran importantes pero no saben interpretarse;

m) “suerte” cuando se espera pasivamente que los acontecimientos futuros sean favorables; n)

“espiritualidad”

cuando

se

requiere

sugerencias

para

desarrollarse

espiritualmente o para tener mejor conducta como creyente de una religión; sobre sugerencias para alcanzar la madurez; cuando se aprecia estar sometido a la influencia de entidades etéricas; o)

“administrativo” cuando no está referida al uso de la baraja sino hay interés en información complementaria como cursos, consultas astrológicas, información sobre otros/as tarotistas,

o sobre tiradas realizadas por

terceros,

comentarios sin solicitar ningún servicio, etc. p)

“desorden de ansiedad” cuando hay una “preocupación excesiva que no es específica de una situación, pero que es generalizada a una variedad de situaciones y no está relacionada con ninguna situación o condición de estrés identificable”30.

Cantidad de motivos Como se dijo, cada consultante tiene sus propios motivos, los cuales podrán variar tanto en cantidad como en contenido o temática. La cantidad de motivos varía generalmente entre uno y tres por consultante, siendo excepcionalmente hasta cuatro y cinco. En el Cuadro 2 se muestra los consultantes agrupados según el número de motivos31. La gruesa mayoría de los/as consultantes, representada por el 78 % de ellos/as está enmarcada en un solo motivo; el 15,1 % tiene dos motivos que los impulsan, el 5,7 % presenta tres motivos, un restringido 1,1 % tiene cuatro motivos y un ínfimo 0,1 % llega a evidenciar cinco motivos.

30 31

Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Ver Anexo 4 Cuadros.

39 La cantidad de motivos o temas por consultante podría ser una señal del grado de dispersión de la atención de las personas. Si es el caso, presentar muchos motivos (tres o más) hacen sospechar que la persona vive la sensación de falta de control o que, como contrapartida, anhela controlar todo. Por el contrario, pocos temas o un solo tema implicarían menos dispersión o mayor focalización. Esto último habría que considerarlo según el contexto o la etapa personal por la cual pasa el consultante, pues un solo tema con varias preguntas podría hacer sospechar de una proyección obsesiva sobre la materia o sobre determinadas personas. Digamos que la persona pudiera encontrarse en una situación crítica, pasar por una crisis, momento de inseguridad que se presenta recurrentemente en nuestras vidas. El enfoque de situación crítica será retomado más adelante cuando se haya profundizado suficientemente en estos temas.

Preponderancia de motivos Los motivos se presentan según preponderancia o mayor presencia en las consultas en el Cuadro 332. Desde el punto de vista del contenido, el motivo “amor” es lejos el más importante pues se encuentra presente en el 50,1 % de las consultas. Le sigue “trabajo” con 14,5 %; “familia” con 10,6 %; “economía” con 8,9 %; el tema “general” con 3,6 % y “salud” con 3,1 %. Estos temas reúnen a poco más del noventa por ciento de las inquietudes que movilizan a las personas. Luego, siguen nueve otros motivos que anotan un 2 % o menos cada uno. De todos éstos, hay dos que, aunque no destacan por su presencia cuantitativa, sobresalen por su contenido, como son “desorden de ansiedad” y “símbolos”, los cuales los trataremos separadamente de manera específica. Es interesante considerar la variable género para profundizar en este tema, para lo cual presentamos el Cuadro 433. En el motivo “amor” hay una clara diferencia temática entre los géneros masculino y femenino. El género femenino consulta por “amor” un 51,0 % de las veces que pregunta, en cambio, el género masculino sólo lo hace un 44,4 % de las ocasiones. Frente al motivo “trabajo” el interés muestra una tendencia contraria al motivo “amor”. El grupo masculino se interesa en un 20,2 %, frente al grupo femenino que se interesa tan sólo en 12,6 %. 32 33

Ver Anexo 4 Cuadros. Ver Anexo 4 Cuadros.

40 Una actividad diferente se registra frente al motivo “familia”, también. El grupo femenino se interesa en un 9,5 % y el grupo masculino sólo en 7,6 %. La “salud”, recordemos que se trata de la salud personal del consultante, pareciera ser, curiosamente, un motivo más importante para el grupo masculino (4,5 %) que para el grupo femenino (3,5 %). La actitud de ambos grupos respecto al motivo “estudios” es muy similar al motivo “trabajo”. Los varones marcan un interés del 3,0 %, muy superior al 0,7 % de las mujeres. Llamativo es el comportamiento sobre el motivo “símbolos”. El grupo femenino completa un interés de 1,4 % y el masculino no registra ningún interés (0,0 %). Ahora bien, los géneros masculino-gay y femenino-lésbico tienen un solo motivo para consultar a las cartas: “amor” en un 100 %.

Relevancia de motivos El hecho de que un motivo tenga muchas menciones lo hace ser preponderante, pero no revela en toda su dimensión la importancia del mismo. Una forma de determinar mejor su relevancia se puede establecer agregando una mirada cualitativa sobre el particular, por ejemplo, mediante la prelación en la cual aparece dentro de las consultas. Un consultante puede preguntar por el motivo “trabajo”, entre varios otros, digamos el “amor” y la “familia”, pero si esta inquietud se encuentra en el lugar tercero de su consulta se puede interpretar como que los motivos primero y segundo son más acuciantes que “trabajo”. En el Cuadro 5 son presentados los motivos de los consultantes bajo dos enfoques complementarios. El primero revela la importancia del motivo por la cantidad de veces que ha sido mencionado y, el segundo, complementa la importancia al registrar la cantidad de veces que dicho motivo ha sido mencionado en primer lugar34. El motivo “amor” es importante porque ha sido mencionado el 50,1 % del total de menciones, lo cual se refuerza al registrarse que ha sido mencionado el 57,7 % de la ocasiones en primer lugar por los consultantes. El motivo “trabajo” mantiene una importancia similar tratándose de la cantidad de menciones (14,5 %) que tratándose de la mención en primer lugar (13,5 %). 34

Ver Anexo 4 Cuadros.

41 El motivo “familia” tiene un comportamiento diferente a los anteriores. Por cantidad de menciones registra 10,6 % y por mención en primer lugar 7,2 %, de donde se desprende que los consultantes dan importancia a la familia pero no tanto como primera prioridad. Un comportamiento similar al anterior tiene el motivo “salud” con 3,1 % y 1,7 % respectivamente. Finalmente, hay dos motivos que dejan aflorar su importancia no por la cantidad de menciones sino por ser consultados en primer lugar. Uno de ellos es “desorden de ansiedad” considerado tan sólo el 1,1 % de las menciones pero puesto en primer lugar con el 2,1 %, o sea, el doble. El otro, es “símbolos”, que tiene el 1,1 % de las menciones pero el 1,5 % en primer lugar.

Las secuencias prioritarias de motivos En las consultas aportadas por las personas, en los casos en que los motivos son varios, es decir, más de uno, se dan ciertas secuencias u ordenamientos que destacan de los demás por su mayor frecuencia. Por ejemplo, “amor-familia”. Naturalmente, las secuencias pueden ser de más de dos motivos como “amortrabajo-salud” o “trabajo-salud-dinero-amor”, pero la dispersión de casos que se produce es muy amplia y considerarlas todas haría muy difícil realizar ordenamientos o descubrir tendencias. Por esta razón, se decidió focalizar solamente en las secuencias duales o de dos motivos, en particular aquéllas que son más recurridas, cuyo listado se presenta en el Cuadro 635. La secuencia amor-trabajo aparece con el 2,8 % de las mención es en las consultas y, por su parte, la secuencia inversa trabajo-amor aparece con el 2,5 %. Luego, la secuencia amor-familia es mencionada el 2,7 % de las veces y su inverso familiaamor es mencionada el 0,9 %. Enseguida, la dualidad amor-economía aparece con el 1,2 % y su inversa economía-amor marca el 0,9 %. Y así, sucesivamente, las dualidades motivacionales trabajo-economía, economía-familia y trabajo-familia y sus respectivos inversos. En las secuencias se aprecia claramente la presencia del motivo “amor” en las primeras de la lista, con más elevado porcentaje de menciones. Las secuencias con las que “amor” se presenta primero, como “amor-trabajo”, “amor-familia” y “amoreconomía”, tiene un porcentaje de frecuencia más alto que su homónimo inverso, como son “trabajo-amor”, “familia-amor” y “economía-amor”. Además, se aprecia el 35

Ver Anexo 4 Cuadros.

42 lugar o importancia secundaria relativa del “trabajo”, la “familia”, la “economía”, los cuales van disminuyendo su

presencia paulatinamente en la medida que

descendemos en la lista, tendencia que parece insinuar que los seres humanos, en este caso los chilenos de distintas actividades, culturas y niveles sociales, hubiésemos sido instalados aquí más bien para enamorarse, tener sexo, procrear y sufrir en la persecución de la imagen de ese opuesto complementario cuya compañía ofrece dudosa felicidad. Como las secuencias duales y sus homónimos invertidos están compuestas de un par de elementos tan cercanos, decidimos fundirlas cada una de ellas en una sola y verificar el peso que tienen dentro del total de secuencias de motivos. Quiero decir, por ejemplo, que “amor-trabajo” y “trabajo-amor” fue fundida en una sola expresión: “amor-trabajo”. Las secuencias “amor-familia” y “familia-amor” lo fueron en “amor-familia”, y así sucesivamente con los otros pares de secuencias. El total de casos con motivos corresponde a 752 (100 %), que involucran a 458 casos (60,8 %) con un solo motivo y a 294 casos (39,2 %) con secuencias de motivos. Lo que se presentará, entonces, en el Cuadro 736, será la importancia relativa de las secuencias duales refundidas dentro del total de las secuencias. La secuencia refundida amor/trabajo representa el 13,6 % de las dualidades motivacionales, amor/familia sigue con un 9,2 %, amor/economía con un 5,4 %, luego se presentan trabajo/economía y economía/familia con igual porcentaje y cierra la lista trabajo/familia con sólo un 4,1 %.

36

Ver Anexo 4 Cuadros.

43 Capítulo 5 Los objetivos buscados por los consultantes

Identificación de objetivos La opinión vulgar así como enfoques pretendidamente científicos creen conocer que la cartomancia tiene solamente un objetivo. Unos dirán que es “para sacarse la suerte” o “ver lo que depara el destino”; otros, conseguir una “predicción del futuro”. Aceptando que esto es parcialmente cierto, los objetivos buscados por las/os consultantes son más variados, según se desprende de los numerosos casos reales estudiados. Por lo demás, estamos en buen momento para aclarar que por ser éste un estudio empírico, las utilidades que se descubran a la cartomancia no serán las que imaginan los prejuiciosos desinformados, ni los cientistas sociales, ni tampoco los cartomantes eruditos, sino aquéllas que surjan de los propios usuarios o, si ustedes quieren, de un instrumento de uso popular en acción. Es así que los temas consultados mediante preguntas específicas por las/os solicitantes son presentados por éstas/os bajo una determinada forma, la cual dice relación con el objetivo que procura la/el consultante. En otras palabras, el objetivo que se puede explicitar está relacionado con la finalidad psicológica o anímica que se esconde bajo esa cubierta y que conducirá eventualmente a la persona, sea cual sea la respuesta, a un estado de mayor conformidad espiritual. Los objetivos encontrados fueron los que siguen: a)

un diagnóstico (¿qué me pasa?, ¿cuál es la causa?, ¿en qué estado espiritual está la persona X?),

b)

un pronóstico (¿qué pasará?, ¿cuál es el vaticinio?, ¿qué me depara el futuro en el tema o problema Z?), este es el oráculo puro y simple.

c)

una orientación (¿qué debería hacer?, ¿cómo recobrar el control de mi vida?, ¿pueden ayudarme?),

d)

un análisis y sus sugerencias (interpretación de sueños y/o de símbolos, aclarar algo de cualquier tipo que no se entiende, etc.).

e)

una información para satisfacer un motivo administrativo.

44 f)

una opinión que el consultante desea formular sobre un tema cualquiera (sobre la página WEB, sobre la veracidad de los pronósticos, sobre otros tarotistas, etc.)

Relevancia de objetivos La frecuencia con la cual los consultantes expresan sus objetivos se presenta en el Gráfico 1337. El “pronóstico” o interrogante sobre el futuro reúne al 62,4 % de la demanda. Le sigue el “diagnóstico” con el 19,5 % y luego la “orientación” con 15,6 %. La demanda menor tiene por objetivos: análisis 1,1 %, información 1,1 % y opinión 0,3 %. Cuando los objetivos de los consultantes se desglosan según género no se observan diferencias entre las preferencias de uno u otro de los dos géneros más significativos, según se podrá verificar en el Gráfico 1438. Tal es así que el 71,9 % del género femenino solicita un pronóstico, en tanto que el género masculino lo solicita en un 70,1 %; el 12,3 % de lo femenino solicita un diagnóstico, en tanto lo masculino lo solicita en un 13,0 %; respecto de las solicitudes de orientación, el género femenino lo pide en un 14,3 % y el género masculino lo pide en un 13,9%. Una vez más, y ahora en términos cuantitativos, se puede concluir que la baraja cartomántica no es sólo para pronosticar o vaticinar el futuro. Hay que hacer notar que los objetivos de diagnóstico y orientación están muy ligados, pues se supone que para orientar hay primero que diagnosticar, de allí que si ellos se adicionan llegan al respetable 35,1 % de las menciones, lo cual les asigna un lugar relevante que abarca más de un tercio de los objetivos asignados por la gente a la cartomancia. Relación entre motivos y objetivos Se dijo que el motivo es lo que mueve al consultante para recurrir a la cartomancia y es la idea que responde a la pregunta ¿por qué consulta?. A lo anterior, la realidad agrega motivos más profundos o causas más específicas, las cuales explican mejor la conducta del/a interesado/a. Por ejemplo, si yo, consultante, tengo como motivo el “amor”, mis temas o causas pueden ser variadas: la fidelidad (mía o de mi compañera/o), una posible relación futura, mi relación de pareja actual, los sentimientos de otro/a, etc. Se dijo, además, que el objetivo es la

37 38

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos.

45 finalidad que busca o espera encontrar el consultante cuando está motivado por una causa. Es la idea que responde a la pregunta ¿para qué consulta?. El tema específico enlaza con el objetivo y dan origen a un objetivo específico. Digamos que, siendo mi motivo el “amor” y mi tema específico es “fidelidad”, mis objetivos específicos podrían ser “un diagnóstico sobre la fidelidad”, una “orientación sobre la fidelidad” o un “pronóstico sobre la fidelidad”. En otro caso, si mi motivo es el “trabajo” y mi tema es el “cambio de trabajo”, mis objetivos específicos podrían ser un “diagnóstico sobre cambio de trabajo”, una “orientación sobre cambio de trabajo” o un “pronóstico sobre cambio de trabajo”. Aclarado lo anterior, podemos presentar los objetivos generales y específicos de nuestros consultantes que vienen impulsados por las más diversas motivaciones. Empecemos por el motivo “amor”.

El motivo “amor” y sus objetivos específicos Cuando el motivo es amor, las/os consultantes tienen preferencia por motivos específicos tales como: la pareja actual (24,6 %), su vida sentimental en general (19,2 %), la rehabilitación de una relación (14,8 %), los sentimientos de un/a tercero/a (12,5 %), una posible relación futura (7,6 %), la fidelidad (6,5 %), una decisión en amor (6,2 %), ciertos hechos específicos en el amor (5,1 %) y sobre los sentimientos y emociones propias (1,2 %). Esto último pareciera sorprendente pero no debiera serlo: hay muchos de nosotros incapaces de identificar hacia quien o cómo está orientado su querer. Esta información aparece en el Gráfico 1539. El tema de la pareja actual se muestra como el más candente con casi 25 por ciento de las menciones. Dentro del tema específico de la pareja actual un 14, 4 % solicita que las cartas le entreguen un diagnóstico, un 16,5 % solicita una orientación, ambos grupos con un mínimo de madurez o control de su vida, a diferencia del 69,1 % cuya incertidumbre es tal que exige pedir un pronóstico sobre su relación actual de pareja, digamos que “entregados al destino”. Un 19,2 % de las/os interesadas/os en el amor tiene como objetivo saber sobre “su vida sentimental” en general y, dentro de ellas/os, casi el 80 porciento pide un vaticinio. Casi un 15 por ciento de las/os consultantes que está motivado por el “amor”, se interesa en la “rehabilitación de una relación” y, de ellas/os, el 91,7 % solicita un 39

Ver Anexo 3 Gráficos.

46 pronóstico si dicha relación se recuperará (somos obcecados cuando se trata de seguir sufriendo). Un grupo –al cual podríamos calificar de enfermos de timidez- se interesa por saber de los sentimientos de otros hacia su persona. Son el 12,5 % del motivo “amor”. Casi el 85 por ciento de ellas/os nos ha pedido un diagnóstico, es decir, quieren saber qué pasa por el corazón de ese alguien que los atrae apasionadamente pero con quien no son capaces de sincerarse y conquistarlo/a. El resto de los asuntos del motivo “amor”, como se aprecia en la información presentada en gráfico correspondiente, tiene una importancia muy menor. Sin embargo, el tema de la “fidelidad” destaca por sus cualidades. Aunque tan sólo con 6,5 % de las menciones entre estos temas relevantes, se aprecia que los consultantes no están interesados en que los orienten ni en que les pronostiquen la “fidelidad” de su pareja, pues el 92 por ciento de ellas/os quieren que se les diga claramente si su contraparte amorosa es o no es infiel aquí y ahora.

El motivo “trabajo” y sus objetivos específicos Cuando el motivo es “trabajo”, los temas de las/os consultantes dicen relación con “su vida laboral” en general (38,8 %), la necesidad del “acceso al trabajo” (23,8 %), un “cambio de trabajo” (19,7 %), la “estabilidad laboral” (12,9 %), “un cambio en el trabajo” -o sea una modificación de las condiciones en el empleo actual- (4,8 %)., La distribución es apreciable en el Gráfico 1640. Como se señaló, la “vida laboral” en general es el tema más socorrido, cercano al 40 por ciento, donde el objetivo específico casi en un 90 por ciento es un “pronóstico sobre su vida laboral”. Es obvio que estas personas anhelan una situación más ventajosa, con mayores ingresos y menor explotación de su fuerza de trabajo. A la “vida laboral” le sigue, con un 23,8 % de las preferencias en “trabajo”, el asunto del “acceso al trabajo”, pues no hay que olvidar que el 3,9 % de nuestros consultantes declara encontrarse sin empleo. A lo reseñado anteriormente en el ámbito del “trabajo” siguen las preferencias con el “cambio de trabajo”, con un 19,7 %, donde el objetivo específico buscado esencial es un “pronóstico sobre cambio de trabajo” en el 82,8 % de las opciones. Otro tema algo menor, pero no despreciable, es la “estabilidad laboral”, con casi el 13 por ciento de las menciones en el motivo “trabajo”. En este caso, casi el 95 % 40

Ver Anexo 3 Gráficos.

47 del objetivo específico es un “pronóstico sobre estabilidad laboral”, lo cual viene a confirmar que estos trabajadores querrían saber “como viene la mano”, dado que sus patrones manejan la incertidumbre como variable de la asimetría de la relación empleador/empleado y la incertidumbre es un elemento psíquico activo que se siente como una amenaza.

El motivo “familia” y sus objetivos específicos Se dijo anteriormente que el motivo “familia” estará referido no al consultante sino a un familiar. En esto se incluye el pronóstico de embarazo o descendencia; se incluirá aquí la consulta por el entorno también, lo cual va algo más allá de lo familiar o parentesco. Lo que no se incluye es el estado sanitario de la maternidad ni los nacimientos o alumbramientos, los cuales se insertan en el motivo salud. Cuando el motivo es “familia”, nuestros consultantes muestran preferencia por temas como: los “hijos” (32,0 %), la “familia en general” (28,0 %), la “maternidad” (20,0 %) y la “paternidad” (4,0 %), la situación o el futuro de una “pareja o ex pareja” (16,0 %). Dichas preferencias se pueden ver en el Gráfico 1741. Como se vio, la preocupación por los “hijos” es el tema que más destaca con el 32,0 % de las inquietudes. En este caso, los objetivos específicos están más distribuidos que en otros temas. El 53,1 % solicita un “pronóstico sobre sus hijos”, o sea, les inquieta su futuro, preocupación que se entiende natural en madres y padres. Sin embargo, el 28,1 % solicita un “diagnóstico sobre los hijos” pues no los entiende o carece de información suficiente sobre ellos. Además, el 18,8 % solicita una “orientación relacionada con los hijos”. La segunda consulta más requerida en el tema familia, con el 28,0 % de las menciones, es sobre la “familia en general”, en la cual los objetivos específicos están repartidos en un 53,1 % en “pronóstico sobre familia en general” y 39,3 % en “orientación sobre familia en general”. La tercera consulta más requerida es sobre “maternidad”, con un 20,0 %. El objetivo específico dominante con un 90 por ciento es un “pronóstico sobre maternidad”. Posiblemente llamará la atención que se haya incluido en el motivo “familia” el tema “pareja o ex pareja” y no quedara agrupado dentro del motivo “amor”. Ocurre que

41

Ver Anexo 3 Gráficos.

48 el sentido de estas consultas es diferente. Aquí no se pregunta por la relación sentimental pues la focalización no se encuentra en lo erótico. Lo que les interesa a los consultantes son las condiciones materiales de su contraparte o ex contraparte o las consecuencias materiales de una separación definitiva donde no hay amor. El 16,0 % de las consultas del motivo familia se concentra en este tema y, de ellas, casi el 90 por ciento solicita un “pronóstico sobre la pareja o ex pareja”. Las consultas sobre “paternidad” son escasas e irrelevantes desde el punto de vista cuantitativo.

El motivo “economía” y sus objetivos específicos El motivo “economía” es casi tan importante como el tema “familia”. Vale la pena recordar que la “economía” la usamos en este estudio para referirnos a asuntos donde prima el dinero y los negocios, la riqueza, el bienestar material, la vivienda, las inversiones, etc.; a ellos se agrega las causas legales o contiendas ante tribunales de cualquier tipo referidas a conseguir resultados en dinero o económicos. La distribución temática de este motivo se presenta en el Gráfico 1842. El tema de la “situación económica” en general es el que atrae la mayor concentración de consultas, con un 36,2 %. De ellas, casi el 83 por ciento pide un “pronóstico sobre situación económica”. El tema de la “vivienda” sigue con el 23,4 % de las consultas en el motivo “economía”. De ellas, casi el 91 por ciento clama por un “pronóstico sobre vivienda”. En el caso de “dinero y negocios” se que acumula el 17,0 % de las consultas. De ellas, el 100 por ciento solicita un “pronóstico sobre dinero y negocios”. Casi un 15 por ciento del motivo “economía” está vinculado al tema “deuda”. Dentro de este grupo la solicitud de diagnóstico es nula, debido obviamente a que el consultante sabe de antemano que se encuentra endeudado. Luego, un 71,4 % entregado al destino solicita un “pronóstico sobre deudas” y un digno 28,6 % solicita una “orientación para enfrentar deudas”. Los juicios en los tribunales tienen, en la mayoría de los casos, un resultado que se expresa en una sanción o en una compensación económica. Si bien estos casos están poco representados y marcan tan sólo el 8,5 % del motivo “economía”, se destaca que en un cien por ciento se pide un “pronóstico sobre juicio en tribunal”, lo cual

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Ver Anexo 3 Gráficos.

49 viene a resaltar la incertidumbre que suele envolver estas situaciones para las/os involucradas/os.

El motivo “salud” y sus objetivos específicos Se definió al motivo “salud” cuando se pide responder sobre la sanidad propia, incluyéndose aquí el embarazo y el nacimiento o parto cuando se pide pronosticar su estado sanitario; no se incluye la pregunta sobre la salud de terceros, caso en que se clasifica como “familia”. Tratándose de la “salud”, los temas están reducidos a tres, muy definidos. El 67,7 % corresponde a la pregunta sobre “salud en general”; el 22,6 % a enfermedades específicas o declaradas, y el 9,7 % a “nacimientos” (partos). Esto se aprecia en el Gráfico 1943. La gran mayoría de quienes consultan por su “salud en general” lo hace con el objetivo de conseguir un “pronóstico sobre su salud” (81,0 %). Igualmente, la mayoría de quienes consultan por una enfermedad específica tienen como objetivo específico un pronóstico (57,1 %). Cuando la consulta es “nacimiento” es obvio que el ciento por ciento –ante la incertidumbre de la calidad sanitaria de un evento que se producirá de todas maneras- solicita un pronóstico.

El motivo “desorden de ansiedad” y sus objetivos específicos Hay una motivación que inspira a nuestros consultantes que pudiera resultar extraña para algunos lectores. Otros, podrían interpretarla como un capricho o un móvil artificial creado por nosotros. Se trata del “desorden de ansiedad”. Diversos consultantes declaran expresamente que “han perdido el control” y no saben exactamente a cuál causa atribuirlo. Otros consultantes no son capaces ni siquiera de llegar a expresarlo de esa forma, sino que se deduce de la desorientación que muestran al tener que enfrentar simultáneamente un conjunto de problemas, sin poder resolver ninguno de ellos. Estos casos decidimos abarcarlos bajo la denominación “desorden de ansiedad”, la cual se define como una “preocupación excesiva que no es específica de una situación, pero que es generalizada a una variedad de situaciones y no está relacionada con ninguna situación o condición de estrés identificable44, entendiendo el estrés como un 43 44

Ver Anexo 3 Gráficos. Consuegra Anaya, Natalia. 2004. Diccionario de psicología.

50 “estado de tensión causado por una presión externa45. Dicho de otra manera, son personas preocupadas, sin orden o sin control, pero cuya situación no se puede atribuir de buenas a primeras a una tensión específica. Cuando se da este motivo “desorden de ansiedad”, el 61,1 % de los casos se vinculan al tema “control de la vida” y el 38,9 %, a situaciones más específicas o particulares46. Ahora bien, entre los que manifiestan la falta de “control de su vida”, el 54,5 % solicita hidalgamente una “orientación para controlar su vida”; el 27,3 %, ante su propia falta de claridad, solicita un “diagnóstico sobre el control (o descontrol) de su vida”. Un 18,2 %, entregado a los acontecimientos, solicita un “pronóstico sobre la recuperación del control de su vida”.

El motivo símbolos y sus objetivos específicos El motivo símbolos está débilmente representado en su expresión cuantitativa aunque tiene mucho vigor en términos de contenido. El 18 por ciento de estas consultas tiene como objetivo específico el análisis e interpretación de diseños o dibujos o imágenes aisladas y el 82 por ciento se refiere al análisis e interpretación de sus sueños. Tratándose de los sueños, el 66 por ciento pareciera ser sueños aislados pero impactantes y el 33 por ciento restante se liga a sueños declarados recurrentes. En términos generales, los sueños están descritos de manera sucinta, lo cual dificulta su interpretación. La escasez cuantitativa nos obliga a presentarles algunos casos concretos para que aprecien de qué se trata. Año 2008. Maribel, de 34 años, trabaja como administrativo. Su relato dice lo siguiente: “Para la Noche de San Juan (24 de junio) hicimos rituales, para saber qué nos prepara el destino. Puse tinta en el centro de un papel, luego lo doblé en cuatro partes y lo abrí al otro día. Me salió una tortuga de mar, con sus cuatro patas, cabeza y cola. Se ve demasiado claro. ¿Qué significado tiene esto?. Me encantaría saberlo.”

Año 2010. Natalie, de 29 años, se desempeña como obrera. Su relato dice lo siguiente: “Es un sueño recurrente por varios años, es q yo manejo un auto sin saber manejarlo y lo manejo y yo me doy cuenta de q no sé lo q estoy asiendo [sic] pero el auto anda igual algunas veces e soñado [sic] hecho andar el auto y parte solo sin mi.

Otras q choco pero siempre yo lo voy

manejando sin saber y no se como lo hago son muchos años en q sueño lo mismo ¿q me querrá decir el sueño????”.

45 46

Mesquita, Raúl y Duarte, Fernanda. 1996. Dicionário de Psicologia. Plátano Editora S.A. Ver Gráfico 20, en el Anexo 3 Gráficos.

51 Año 2008. Maritza, de 28 años, estudiante. Su relato dice lo siguiente: “He tenido varias veces el mismo sueño se trata de que estoy en la playa y de repente las olas son gigantes y comienza a llegar hasta la arena y debo salir corriendo algunas veces me alcanzan.”

Año 2011. Julissa, de 24 años, ama de casa. Su relato dice lo siguiente: “Tuve un sueño en el sueño me veía embarazada con un hombre a mi lado en el sueño me sentía muy feliz estaba apoyada en un árbol sobre el pasto verde ,yo en el sueño me ayudaba a mí misma a tener al bebé el hombre me tenia de una mano sentía como salía el bebe cuando nace era un lindo niño, yo lloraba mucho. Sabes tengo 2 hijos de padre diferentes de una muy mala relación yo 1 año antes de saber que iba hacer madre soñaba que tenía un bebe. Bueno espero que el sueño no sea malo espero que me responda porfi [sic]”.

Año 2008. Claudina, de 23 años, estudiante. Su relato dice lo siguiente: “Soñé que estaba en casa con mi familia (una casa que no es la nuestra pero se sentía como que era nuestro hogar, era una casa muy pobre en un barrio pobre también) y se me caían todos los dientes, se me salían enteros y yo estaba muy asustada. Los sentía sueltos y se caían o yo me los sacaba. Algunos eran de forma rara y estaban muy sucios. Yo le decía a mi madre, pero ella no lo tomaba como algo grave. Recuerdo que en una me miré al espejo y vi que tenía la boca casi sin dientes. Otra cosa que recuerdo es que veía a una tía que ya falleció y la veía muy linda y que me hablaba y estaba feliz. También recuerdo que miraba hacia afuera y había una especie de desfile.”

Después de recibir la

interpretación del oráculo, hizo llegar este mensaje: “Hola, recibi su respuesta. Les agradezco enormemente esta ayuda, ya que un servicio asi no se encuentra en cualquier lado.”

52 Capítulo 6 Reacción de los consultantes a las respuestas del oráculo

Una vez recibidas las respuestas del oráculo, los consultantes pueden mostrar una capacidad de reacción espontánea, sin habérselo solicitado y libres de toda presión. Las reacciones han sido de dos tipos. Una, la expresión de agradecimiento. Dos, un comentario sobre la función que cumple el oráculo a través de Internet, el cual podrá contener un rechazo o, por el contrario, una expresión de satisfacción.

Los consultantes son agradecidos De los 752 casos de chilenas/os atendidos, un 29,9 % dio las gracias y un 70,1 % se abstuvo de hacerlo. Por su parte, el 24,0 % de quienes agradecieron lo hizo más allá de un simple “gracias”, enviando un mensaje algo más elaborado. La forma de comportarse, respecto de la actitud de agradecimiento según género, se presenta en el Gráfico 2147, donde se compara los porcentajes de cada género del total de la población con respecto a los totales de “agradecidos” según género. La reacción global de quienes agradecen presenta la misma distribución que el total de la población cuando el agrupamiento es realizado por género, de donde se presume que la muestra es bastante representativa de la cultura media nacional y, por ende, un indicio del grado de sentido o de la satisfacción que las respuestas oraculares son capaces de provocar en las/os interesadas/os. En el gráfico mencionado, se observa que el género femenino, siendo el 79,5 % de la población, tiene, a su vez, el 80,9 % de los “agradecidos”. El género masculino, siendo el 19,3 % de la población, tiene el 18,2 % de los “agradecidos”. El género lésbico, siendo el 0,4 % de la población, tiene el 0,4 % de los agradecidos. Finalmente, el género gay, siendo el 0,8 % de la población, tiene el 0,4 % de los agradecidos. Sin embargo, cuando se intenta valorar el “agradecimiento” por el envío de mensajes especiales o más elaborados, la conducta de las/os interesadas/os varía según el género. Esto lo presentamos en el Gráfico 2248. Siendo el género femenino el 79,5 % de la población, agrupa al 94,3 % de quienes enviaron mensajes especiales de agradecimiento, lo cual muestra a este género más delicado y espontáneo. Por su parte, siendo el género masculino el 19,3 % de la población, 47 48

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos.

53 agrupa sólo al 5,7 % de los que enviaron mensaje especial de agradecimiento, lo cual perfila a este género más áspero y autocensurado. Otra probabilidad sería que las respuestas del oráculo tuvieron menos sentido para ellos, pero eso queda desmentido por la capacidad del género masculino para agradecer aunque sea con un simple “gracias”. Otra forma de enfocar el agradecimiento de nuestra población consultante es a través de la variable edad, lo cual se presenta en el Gráfico 2349. Tanto la distribución de la población total como la distribución de la población de “agradecidos” siguen la forma de una curva normal, lo cual otorga confianza a los datos acumulados. Además, destaca el hecho de que ambas distribuciones tienen escasas diferencias en los porcentajes de cada tramo etario. Por ejemplo, viendo el comportamiento de los estratos etarios de mayor volumen, se constata que en el tramo de 29 a 35 años de edad la población es 23,3 % y que los “agradecidos” marcan el 25,4 %. Igualmente, en el tramo de 36 a 42 años, la población es 22,1 % y los “agradecidos” marcan 22,3 %.

Los consultantes opinan Se dijo que otra forma de reaccionar espontáneamente de los usuarios, aparte del “agradecimiento” eran los comentarios sobre las respuestas del oráculo y el portal de Internet. Los comentarios no son muchos pero su variedad es grande, por lo cual no nos parece adecuado intentar encasillarlos en una clasificación. Por tanto, les ofrecemos una selección equivalente al 20 por ciento de los comentarios recibidos. Éstos son breves, salvo excepciones. El único dato falso es el nombre, que ha sido cambiado por nosotros, conservándose el verdadero en la base de datos. Año 2007. Matilde, 38 años, su motivo es “amor”. Comentario: “Su respuesta llegó en el momento preciso, me subió el ánimo y me sacó de pensamientos oscuros. Me hizo bien saber que no voy a quedar sola”.

Año 2008. Anahí, 25 años, estudiante, su motivo es “amor”. Comentario: “Todos pueden acceder [a la página WEB] y es transparente”.

Año 2008. Isabel, 35 años, ama de casa, sus motivos son “familia”, “trabajo”, “amor”. Comentario: “Hay algo en ustedes que me hiso [sic] confiar, espero no equivocarme, por lo general no creo en estas cosas y menos por internet”.

49

Ver Anexo 3 Gráficos.

54 Año 2008. María Cristina, 39 años, consultor, su motivo es “amor”. Comentario: “Es primera vez que consulto el tarot de esta forma pero estoy tan desesperada que ya no sé a quién recurrir”.

Año 2008. Marianela, 26 años asistente, su motivo es “amor”. Comentario: “Servicio 50

maravilloso y de utilidad para los aproblemados

”.

Año 2008. Marcelina, 40 años, asistente, sus motivos son “trabajo”, “economía”, “amor”. Comentario: “Otras personas no han sido expertas en el tema, para mí ha sido un fraude y me gasté lo que tenía para poder pedir orientación. Muy agradecida”.

Año 2008. Ramón, 41 años, cesante, su motivo es “trabajo”. Comentario: “¿Cómo voy a pagar una consulta si no tengo ingresos?”.

Año 2009. Carmen, 22 años, administrativo, su motivo es “amor”. Comentario: “Mucha suerte con su sitio [WEB] y felicitaciones por su trabajo!!”. Año 2009. Cecilia, 47 años, terapeuta, su motivo es “trabajo”. Comentario: “Tu respuesta, ha sido muy clara. Tendré muy en cuenta tus consejos”.

Año 2009. Carola, 29 años, ama de casa, sus motivos son “amor, “magia”, “familia”. Comentario: “Sigan ayudando a más gente. Bendiciones”. Año 2009. María Isabel, 42 años, estudiante, su motivo es “familia”. Comentario: “Escribo desde Chiloé, acá no existen lugares o personas que se dediquen a leer el tarot de manera seria”.

Año 2009. Ana María, 20 años, empleado de cibercafé, su motivo es “amor”. Comentario: “Me parece que esto es un buena manera para saber cómo me va a ir y que me depara el destino yo confío en esto y tengo mucha fe en lo que hacen”.

Año 2009. Irina, 50 años, secretaria, su motivo es “general”. Comentario: “Prefiero una lectura de cartas a pagar $ + $ psicólogos y Psiquiatras [sic]”.

Año 2009. Francisco, sus motivos son “estudios”, “trabajo” y “amor”. Comentario: “Sus consejos sé que me servirán mucho”. Año 2010. Javiera, 41 años, administrador, su motivo es “amor”. Comentario; “Solo quiero la verdad porque los demás dicen algo y después se retractan”.

Año 2010. Deyanira, 57 años, empleado, su motivo es “administrativo”. Comentario: “¿Cuando dara a conocer a travez [sic] de la prensa sus predicciones para nuestro pais a travez de la prensa?. las escuentro muy serias [sic]”.

50

Chilenismo por fastidiado, arruinado.

55 2010. Ramiro, 65 años, pensionado, su motivo es “administrativo”. Comentario: “Otra vez señor (…) con sus comentarios desafortunados. Al parecer, se le olvidó su chascarro de la elección presidencial, cuando aseguraba que Frei sería el nuevo presidente de Chile. Se equivocó su péndulo, pitoniso chanta”.

Dejo en claro que el consultante nos confunde con otra persona,

pues nuestro servicio no se difunde por medios de prensa ni se refiere a coyunturas políticas. Año 2011. Catalina, 27 años, secretaria, su motivo es “amor”. Comentario: “Confío en sus cartas”.

Año 2012. Juanita, 47 años, comerciante, sus motivos son “plan”, “general”, “amor”. Comentario: “Gracias por escucharnos y aclarar nuestras dudas, espero que me sirva ya que estoy muy confundida, y así podre aclarar mi mente”.

Año 2012. Susy, 34 años, ingeniero, su motivo es “trabajo”. Comentario: “La lectura fue demasiado acertada, quede sumamente sorprendida porque me desvincularon este viernes del trabajo sin previo aviso y justo tu me habias echo [sic] la observacion en la respuesta”.

Nos permitimos hacer las siguientes observaciones sobre los mensajes de las/os consultantes: 

Las opiniones han sido todas respetuosas, medidas, breves.



No ha habido opiniones que rechacen las respuestas oraculares con excepción de unos pocos que se declaran de antemano como algo escépticos.



Se recibió un solo comentario irónico y despreciativo, pero se nos confundía con un cartomante de figuración pública.



Nos mantenemos abiertos a admitir que hubiese alguien desconforme, pero no disponemos de testimonio escrito alguno que presentar en tal sentido.

56 Capítulo 7 Felicidad, malestar, situación crítica

Sería relativamente sencillo colocar nuestro estudio dentro del marco de la felicidad. La felicidad es una idea simpática, una especie de olla de oro bajo el arcoíris, que atraería intensamente, sea para la venta de productos e imágenes a consumidores ansiosos de compasión o comprensión, sea como una motivación para poder conseguir tanto la participación de los consultantes como la atención de los lectores y su identificación con los contenidos del presente texto. Pero no lo vamos a hacer y explicaremos por qué. La idea de felicidad sabemos que implica una variabilidad desconcertante. Varía de un individuo en otro y se vuelve más compleja y multifactorial mientras más elevados sean los ingresos de la persona y se vuelve más sencilla y primaria si la persona vive en el rango de la pobreza. Su otra debilidad reside en su temporalidad. Si se interroga a numerosas personas sobre el punto no les quepa duda que la mayoría estará de acuerdo en que la felicidad se trata de una experiencia momentánea, de una relatividad abrumadora, la cual se entrelaza con altos y bajos con los momentos desagradables o de sufrimiento, digamos las situaciones de crisis por las cuales atraviesan las personas. La condición efímera de la felicidad es un asunto reconocido desde la más remota antigüedad, por ejemplo, por los budistas, quienes identificaron al sufrimiento como uno de los estados recurrentes del ser en el ámbito tridimensional (o sea la vida corriente). La felicidad aparece en la vida humana como una especie de producto marginal que, por añadidura, viene a caracterizar una situación interior (íntima) cuando se han cumplido otros objetivos o se han dado un conjunto de condiciones, ellas relacionadas con el crecimiento, la madurez, en general el autodominio y la autoaceptación, digamos un avance en el proceso de individuación. Hay un hecho a destacar sobre la felicidad dentro de los límites de nuestro estudio empírico. La abrumadora mayoría de los consultantes nunca solicitó expresamente que se le vaticinara, se le orientara o se le diagnosticara apuntando hacia la felicidad. Uno solo de los 911 casos (el 1,1 por mil) pidió ayuda justificando que no quería ser infeliz. En otras palabras, la realidad espiritual y mental de la población se encuentra lejos de perseguir fantasmas o ideas inasibles. Los cientistas sociales serios se han aproximado a estos temas considerando conceptos agrupados en torno al bienestar, más precisamente al bienestar

57 subjetivo. Con realismo, reconocen que los momentos de bienestar coexisten en las personas con los momentos de malestar y de sufrimiento, haciendo un distingo entre el primero, una incomodidad o disconformidad con una situación proveniente del medio social (por ejemplo, el trabajo), y el segundo, una experiencia dolorosa que radica en la vida personal o íntima del ser (por ejemplo, el amor, los sentimientos). Sin embargo, para nosotros, como se verá más adelante, malestar y sufrimiento son bastante más que simples aportes de información, como sería para los sociólogos. Bienestar y malestar son considerados de manera conjunta para acceder a una más completa comprensión de los estados íntimos o de subjetividad interna de las personas. La persona se evalúa a sí misma, evalúa su relación con otros/as y se compara respecto a ciertos referentes, aunque la conciencia de su situación es muy variable de una persona a otra. Estos estados subjetivos son considerados sea individuales sea con respecto a la sociedad. Por ejemplo, el malestar subjetivo es individual cuando la experiencia negativa se expresa como insatisfacción, infelicidad, tristeza, agobio, sufrimiento o culpa, digamos que la vida individual es cuestionada y puede inicialmente describirse como depresión, sufrimiento, etc. La persona puede auto atribuirse la causa de la imagen débil. El malestar subjetivo es con la sociedad cuando la experiencia negativa se asocia a una percepción de corte de las posibilidades de realización de la imagen deseada o de las aspiraciones, y se expresa en rabia, frustración, enojo, impotencia, indignación, descontento. La imagen del mundo se encuentra dañada a ojos de la persona descontenta y a ella se atribuye la causa o dificultad para auto realizarse. Resumiendo, las ciencias de lo humano –principalmente la psicología y la sociologíaintentan identificar, sistematizar y explicar los conflictos que viven tanto los grupos como los individuos. Se supone que, a partir de esos conocimientos científicos, se podrá diseñar y aplicar tanto políticas públicas como terapias que puedan corregir o aliviar el malestar subjetivo –incluso el sufrimiento- de las personas. Dichas ciencias aceptan entonces que el malestar subjetivo de las personas y grupos humanos puede tener orígenes o estímulos tanto a partir de lo externo o social, por ejemplo el ámbito del trabajo o la vida económica, como a partir de lo interno o propiamente individual, por ejemplo, una sensación de frustración ligada a un sentimiento amoroso no correspondido. Por eso es que se ha propuesto en sociología dimensionar simultáneamente el bienestar expresado en la satisfacción y el contentamiento así como su opuesto, el malestar, sustentado en la insatisfacción y el descontento. La satisfacción sería el bienestar debido a las propias capacidades. El contentamiento sería el bienestar debido a los beneficios que aportan el entorno social o las condiciones sociales, económicas y políticas que

58 favorecen el despliegue de las potencialidades individuales. Las relaciones entre ambas caras o componentes del bienestar son complejas y estrechas y hay entre ellas una acción recíproca permanente y un entrelazamiento que hacen hoy por hoy dudoso el éxito en comprenderlos separadamente. En el caso de la sociedad chilena contemporánea se distingue -respecto del bienestar subjetivo- cuatro grupos51: Satisfechos consigo mismos y conformes con la sociedad (20 %); satisfechos consigo mismos y descontentos con la sociedad (32 %); insatisfechos consigo mismos y conformes con la sociedad (29 %); e insatisfechos consigo mismos y descontentos con la sociedad (19 %). El tamaño de cada uno de esos grupos entrega una distribución general aproximadamente normal, en la cual los extremos satisfecho/conforme e insatisfecho/descontento son menores respecto de los que expresan un bienestar a medias. Cabe hacer notar, además, que los grupos que manifiestan algún grado de malestar, total o parcial, corresponden al 80 % de la población. Esto no debería llamar a sorpresa, pues, como ya se señaló en otro momento, el malestar es signo de que se vive momentos críticos, los cuales son transitoriamente desagradables aunque cumplen una finalidad importante: hacernos crecer como personas en medio de la adversidad para llegar a niveles superiores de madurez, aplomo y plenitud, es decir, al menos tendríamos una base de satisfacción aunque no estuviésemos contentos. Por eso es que nos atrevemos a afirmar que, hipotéticamente, quienes pasarían por momentos de mayor de madurez serían quienes, estando un tanto satisfechos consigo mismos se sentirían descontentos con la sociedad. Habría en ellos una mirada crítica del entorno social, el cual les aporta limitadas condiciones para crecer, pero sienten cierta conformidad con los esfuerzos que despliegan por crecer o madurar como personas en medio de un entorno inhóspito. Un tema relevante, el cual, por el hecho de aceptarlo tácitamente suele pasar desapercibido, es que, sea una situación social o sea una situación psíquica, exista un malestar subjetivo con la sociedad o exista un malestar subjetivo individual, se necesita una psiquis (un sí mismo o un ego) para que llegue a vivenciarse y llegue a ser un evento comunicable socialmente. Debe ser en la realidad virtual para poder llegar a ser en la realidad física o social.

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Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 2012. Décimo Informe sobre

desarrollo humano en Chile. Año 2012. “Bienestar subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo”. Parte 5.

59 Se dice52 que la sensación de felicidad o de bienestar subjetivo es considerada por los chilenos/as semi independiente del conjunto de oportunidades que brinda la sociedad, en atención a que se trata de estados subjetivos o íntimos, inseparables de la vida psíquica o anímica de los individuos. Es entendible que esta percepción esté encauzada por flujos ideológicos impuestos por un modelo mercantilistaindividualista de sociedad. Sin embargo, aún así, la construcción interna de la felicidad o del bienestar subjetivo sigue siendo una tarea y una responsabilidad esencialmente individual. Esto sería de esta manera porque, a pesar que la sociedad brinde limitadas posibilidades para que la persona pueda ejecutar sus capacidades y lograr ciertos objetivos, se puede obtener alguna satisfacción con los esfuerzos realizados, esto es, ser feliz o estar satisfecho con la construcción de sí mismo, de su propia madurez y no necesariamente con logros brindados externamente por la sociedad. Al revés, se puede ser infeliz o estar insatisfecho consigo mismo a pesar de estar consiguiendo logros aportados socialmente. Es más, se puede estar satisfecho relativamente en un ámbito de la vida -por ejemplo el trabajo o los ingresos materiales- y, simultáneamente, insatisfecho en otro -por ejemplo el amor y las relaciones afectivas. Podemos agregar que no tiene por qué sorprender que la felicidad y los afectos positivos se encuentren coexistiendo con el sufrimiento y los afectos negativos. La primera razón es que la vida de las personas no es lineal sino, quizás mejor entendida, un conjunto zigzagueante de éxitos y fracasos, de sentimientos y sensaciones encontradas sean de plenitud o de ansiedad. Razón adicional sería que la vida se va dando en diferentes planos: sentimental, emotivo, laboral, económico, salud, etc. Se puede estar satisfecho en algunos planos y no en otros, o sufrir debido a uno y no a los restantes. Y razón esencial es que las etapas de malestar/sufrimiento o los momentos de crisis no pueden ser valorados de manera sesgada como si fueran situaciones netamente negativas. No son así. Sólo una formación ideológica muy rígida o apegada solamente a la lógica formal podría verlo de esa manera. Preferimos decir que, tanto a pesar del sufrimiento como gracias al sufrimiento, las personas pueden avanzar en la construcción de sí mismas, en su fortalecimiento, en su madurez, en su capacidad de objetivar y distanciarse de los conflictos para entenderlos, en su capacidad de aumentar el desapego de las fuentes de sufrimiento, insatisfacción y malestar.

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Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 2012. Décimo Informe sobre

desarrollo humano en Chile. Año 2012. “Bienestar subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo”. Parte 4.

60 La importancia que tiene en este estudio el tema del malestar subjetivo expresado como “situación crítica” torna indispensable conversar respecto al concepto involucrado. Una definición de la crisis, que nos parece útil, es el “fracaso en la posibilidad de resolver un problema o de recuperar el equilibrio perdido con base en los medios disponibles”53. Entonces, cuando hablemos de “situación crítica” nos referiremos a un estado de confusión de tipo transitorio que experimenta la psiquis de una persona cuando se encuentra constreñida por presiones externas o por la irresolución de un conflicto íntimo. Se entiende que dicho estado de malestar o sufrimiento es el preludio de un estado posterior en el cual, una vez superados los problemas, la persona dispondrá de mayor madurez para enfrentar situaciones similares. Entendemos que nuestros consultantes en crisis están temporalmente fracasando en resolver su problema o en recuperar su equilibrio, de allí que se dirigen a nosotros solicitando una cooperación para superar el momento crítico. Es también indispensable que separemos aguas del enfoque de la psicología transpersonal, la cual identifica las crisis de sus pacientes y trabaja en ellas junto con los involucrados, pero se aboca a “experiencias espectaculares y estados extraordinarios de la mente” que son de hecho crisis de transformación personal, o “emergencias espirituales”. Se puede agregar que “emergencia espiritual” es “un juego de palabras que sugiere al mismo tiempo una crisis y una oportunidad de elevar el nivel de conciencia”. Además, “las observaciones sugieren… con fuerza que las emergencias espirituales poseen un potencial positivo y no deben ser confundidas con las enfermedades que tienen una causa biológica y necesitan tratamiento médico.” Entre las clases de emergencia espiritual se puede mencionar: la crisis chamánica, el despertar de la Kundalini, episodios de conciencia unitiva, renovación psicológica mediante el retorno al centro, crisis de la apertura psíquica, experiencias de vidas pasadas, comunicaciones con guías espirituales, experiencias al borde

de la muerte, experiencias de encuentros cercanos con

ovnis, estados de posesión54. Nada de esto se abordará en el estudio, sin desconocer que algunas/os de las/os consultantes pudiera haberse encontrado en un estado de emergencia espiritual. Entonces, en nuestra investigación, se considera establecer si el consultante pasa por una etapa de crisis o severa tensión, en la cual requiere apoyo terapéutico u orientación y no es una mera curiosidad por entretenerse. Esa etapa o momento de crisis podría ser algo relevante en la vida de la persona que lo pone en situación de 53 54

Consuegra Anaya, Natalia. 2004. Diccionario de psicología. Grof, Stanislav y otros. 1993. El poder curativo de las crisis. Editorial Kairós. Título original:

Spiritual Emergency, 1989.

61 estrés o a las puertas de una depresión. Por ejemplo, infidelidad propia o de su pareja, ruptura o distanciamiento matrimonial con o sin hijos de por medio, ruptura sorpresiva unilateral por parte de uno de los miembros de la pareja, cesantía sorpresiva o crónica, un conjunto de problemas simultáneos que le hacen perder el control de su vida, etc. Si queremos constatar que las respuestas del oráculo, realizadas bajo las estrictas exigencias de “no presencialidad”, de “gratuidad” y de “responsabilidad”, tienen sentido para las personas en “situación crítica”, tendremos que, por una parte, verificar y expresar lo más objetivamente posible la vivencia de su situación y, por otro, medir su grado de conformidad -ante las contestaciones del oráculomediante sus reacciones espontáneas o señales de contra respuesta, sean éstas notas de agradecimiento y/o comentario. Fueron identificados 248 casos de “situación crítica”, lo cual representa el 33,1 % de la población total.

62 Capítulo 8 Describiendo las situaciones críticas de los consultantes

Los consultantes expresan sus situaciones críticas Para realizar un tratamiento cuantitativo más a fondo de los consultantes en “situación crítica” y de los factores específicos que les ponen temporalmente en esa condición, es indispensable trabajar cada uno de los casos (248), intentando objetivarlo mediante una descripción estandarizada. Es decir, se procede a analizar la consulta recibida y se explica la circunstancia por la cual pasa la/el interesada/o mediante un código o lenguaje especialmente estructurado para lograr ese efecto. La descripción de cada uno de los casos permitió identificar las palabras y conceptos que mejor representaban cada situación crítica, obteniéndose la

lista

siguiente:

tensión,

expectativa

dolorosa,

dolor,

desorientación,

desconcierto, inseguridad, desesperación, impotencia, descontrol, abatimiento, incertidumbre, temor, soledad, desesperanza, vacío, desconfianza, obsesión, frustración, desilusión, incapacidad, impulso irresistible, duelo. Las definiciones de cada una aceptadas en este estudio son las que se presentan en el Anexo 5. La construcción de la descripción se realiza sin perder de vista tanto el “motivo” (amor, trabajo, familia, etc.) como el tema específico (en amor se tiene “pareja actual”, “fidelidad”, etc.; en trabajo se tiene “acceso al trabajo”, “estabilidad laboral”, etc., etc.), los cuales impulsan al consultante, levantándose la descripción sobre componentes colocados en secuencia lineal. En el primer lugar de la secuencia, se instala un “descriptor”, que represente inequívocamente el momento psíquico que la persona está viviendo (desorientación, tensión, soledad, etc.). En segundo lugar, seguirá la “causa inmediata” que provoca ese estado psíquico (crisis matrimonial, falta de pareja, incertidumbre, etc.). En el tercer lugar, seguirá a su vez la posible “causa implícita” o más profunda que ha gatillado lo anterior (apego, abandono, inestabilidad matrimonial, etc., etc.). En cuarto lugar, cerrando la descripción, se instalará una “causa complementaria” que aporta algún antecedente para completar, redondear o perfilar mejor la representación. Colocamos a continuación unos ejemplos para explicar el trabajo de descripción de cada uno de los casos en “situación crítica”. Las transcripciones del relato de las/os interesadas/os son textuales modificándose solamente los nombres. Clarisa, de 35 años, escribió en el año 2005 contando su caso de la siguiente manera: “Me gustaría que me pudieran orientar porque estoy muy depresiva y a veces solo tengo ganas de desaparecer. No sé si podré superar esto. Estoy pasando una etapa conflictiva con mi

63 esposo, debido a una infidelidad de él y que tuvo como consecuencia un hijo que él jura que no es de él. La duda me mata ya que la mujer en cuestión se niega terminantemente a hacerse un ADN. ¿Será hijo de él?. ¿Podré superar este mal momento?.”

La descripción que representa su caso de forma estándar se construye así: Descriptor: desorientación. Causa inmediata: por crisis matrimonial. Causa implícita: por infidelidad del marido. Causa complementaria: quien habría engendrado un hijo con su amante. En consecuencia, la descripción hilada queda de la siguiente forma: “Desorientación por crisis matrimonial por infidelidad del marido quien habría engendrado un hijo con su amante.” Fátima, de 35 años, escribió en 2008, relatando lo que sigue: “Estoy esperando guaguita, o ya vendra luego ?- despues de mi pena que tuve ( perdida de mi guaguita) Que sera ? Mi novio, se podra afirmar en un buen trabajo? Seremos familia ?.”

Descriptor: inseguridad. Causa inmediata: por haber perdido un embarazo. Causa implícita: e iniciando uno nuevo. Causa complementaria: con un novio sin trabajo estable. En consecuencia, la descripción hilada queda de la siguiente forma: “Inseguridad por haber perdido un embarazo e iniciando uno nuevo con un novio sin trabajo estable.” Gina, una ama de casa de 45 años, escribió en 2011 relatando su caso: “Esoy desesperada sin saber qu hacer. Quiero sa ber que hacer si vuelvo con mi ex o me quiedo con mi marido a pesar que no lo amo mi ex esta jugando conmigo?”.

Descriptor: Desesperación e inmovilidad. Causa inmediata: por indecisión. Causa implícita: para cortar un matrimonio frustrante. Causa complementaria: y por apego a un amante inseguro. En consecuencia, la descripción hilada queda de la siguiente forma: “Desesperación e inmovilidad por indecisión para cortar un matrimonio frustrante y por apego a un amante inseguro.” Gonzalo, de 36 años, escribió en 2007, contando su momento: “Estoy cesante hace más de un año. Mi pregunta es ¿Encontraré luego un buen trabajo?.”

Descriptor: Desesperanza.

64 Causa inmediata: por incertidumbre. Causa implícita: de encontrar algún trabajo. Causa complementaria: por cesantía prolongada. La descripción hilada queda de la siguiente manera: “Desesperanza por incertidumbre de encontrar algún trabajo por cesantía prolongada”.

Las personas en “situación crítica” son agradecidas Podemos dividir la población total en dos grupos: grupo en “situación normal” (no crítica) y grupo en “situación crítica”. Si nos detenemos en la población “normal”, se constata que el 25 % es capaz de agradecer las respuestas recibidas del oráculo, en cambio, si nos detenemos en la población “situación crítica” esta capacidad aumenta notablemente hasta el 40 %. Observen el Gráfico 4155. Estas dos poblaciones (“normal” y “situación crítica”) pueden ser objeto de comparación en su capacidad de enviar un mensaje de agradecimiento más elaborado. La población en “situación normal” (no crítica) despachó no más de un 5 % de mensajes especiales de agradecimiento. En cambio, el grupo en “situación crítica” lo hizo seis veces más, llegando al 29 %. Observen el Gráfico 4256

La relación entre los “motivos” y los “descriptores” de las situaciones críticas La situación psíquica que experimenta el consultante en situación crítica –y por lo tanto el descriptor o término clave que mejor la representa- se puede dar en variedad de “motivos” que empujan a los consultantes a solicitar ayuda. Por ejemplo, un estado muy frecuente es la “tensión”, la cual se vive tanto en el “amor” como en el “trabajo”, la “familia”, la “economía” y el “desorden de ansiedad”. Otro ejemplo, el “dolor”, se puede experimentar en los conflictos amorosos, las presiones en el trabajo y las contradicciones familiares. Esto puede ser observado al revés, o sea, identificando cuáles son los “descriptores” que en un mismo “motivo” se presentan. Tal es el caso del amor, el cual puede ser perturbado por “tensión”, “dolor”, “expectativa dolorosa”, “desorden de ansiedad”, “desconcierto”, “inseguridad”, “soledad”, desesperación”, “incertidumbre”, “vacío”, “desconfianza”, “impotencia”, “obsesión”, “desesperanza”, “desilusión”, “descontrol”, “abatimiento”, “frustración”, e “incapacidad”. Después de hacer este recuento temible vale la pena 55 56

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos.

65 preguntarse si sería buen negocio entregarse al arte amoroso o, al menos, si debiera mantenerse ciertos resguardos o si debiéramos prepararnos mejor para experimentar el eros, el cual se supone que debería ser la vivencia más plena y satisfactoria del ser humano. Los/as lectores/as interesados/as pueden consultar el Cuadro 857, donde presentamos detalladamente los “descriptores” y su asociación con los motivos de los consultantes. Una mirada cuantitativa sobre la frecuencia o importancia con la cual se presentan los estados psíquicos representados por los “descriptores”, independientemente de su motivación, se muestra en el Gráfico 2458. Lejos, la “tensión “es el “descriptor” más representado, con el 22,2 % de los casos. Le siguen la “expectativa dolorosa” y el “dolor” con 14,2 % y 12,3 % respectivamente. Estos últimos, muy relacionados, si se suman, pasarían a ser el estado psíquico más notable (la vida parece ser un camino plagado de espinas). En fin, después del dolor, se baja a un 7,1 % marcado por la “desorientación” y, luego, un nuevo descenso al 4,9 % marcado por el “desconcierto”. Enseguida, viene una serie de “descriptores” menos representados, con pocas diferencias cuantitativas entre ellos pero que van descendiendo en forma paulatina y persistente: “inseguridad” 4,1 %, desesperación 4,1 %, impotencia 3,8 %, descontrol 3,3 %, abatimiento 3,3 %, incertidumbre 3,0 %, temor 3,0 %, soledad 2,7 %, desesperanza 2,5 %, vacío 1,9 %, desconfianza 1,6 %, obsesión 1,6 %, frustración 1,6 %, desilusión 1,1 %, incapacidad 0,5 %, impulso irresistible 0,3 %, duelo 0,3 %, abandono 0,3 %.

57 58

Ver Anexo 4 Cuadros. Ver Anexo 3 Gráficos.

66 Capítulo 9 Causas inmediatas de las situaciones críticas descritas

Una situación anímica crítica, definida por un “descriptor”, puede estar relacionada con diversos factores desencadenantes, es decir, puede tener variadas causas, inmediatas y mediatas, así como también, en otra situación en el caso de otra persona, el mismo factor puede no desempeñar el papel de causa sino al contrario, el de un resultado o efecto. Para que nos empapemos de la complejidad del asunto, tomemos como ejemplo una situación descrita como “tensión”. La tensión puede tener una gama variada de factores desencadenantes o causas inmediatas, muy frecuentemente la “incertidumbre”. Sin embargo, a su vez, siendo que la “incertidumbre” puede desempeñarse como causa inmediata de la “tensión” particularmente enmarcado o motivado por las relaciones sentimentales, en otros casos, referidos a situaciones vividas por otras personas, la incertidumbre puede cambiar de función o de papel y puede transformarse en un factor de resultado, desempeñando el papel de un efecto crítico originado en factores como el “alejamiento de una pareja”, la “desconfianza”, los “ingresos limitados”, etc. El asunto no deja de ser difícil de comprender, puesto que bajo cada motivo o tema vital comienza a desplegarse una red de factores dinámicos cuyas funciones son variadas y móviles, sea como causas o como consecuencias de las situaciones críticas vivenciadas por cada persona en los diversos aspectos de su vida psíquica: en el amor, en la familia, en el trabajo, en la economía, etc.

a) Causas inmediatas de la situación de tensión Veamos el caso de la “tensión”, el más notorio de los descriptores, la cual puede tener las más variadas causas inmediatas, tales como la “incertidumbre” (39,0 %), el “descontrol vital” (11,0 %), la “indecisión” (11,0 %), por una “relación en crisis o disminución del sentimiento” (7,3 %), el “corte de una relación o el alejamiento de la pareja” (6,1 %), por “no ser correspondido o relación no concretada” (4,9 %), “por desconfianza o informalidad” (3,7 %), etc., etc. Nótese que la tensión, o retorcimiento interior que consume anímicamente a nuestros consultantes, se ve preferentemente relacionado con escenarios en los cuales hay un proceso que no encuentra desenlace o solución: “incertidumbre” (no hay conocimiento seguro de algo); “descontrol” (no hay orden); “indecisión” (no hay resolución); por “relación en crisis” (no hay ni corte ni acercamiento), etc. Las causas inmediatas de la tensión

67 las presentamos en el Cuadro 9 en forma detallada y completa59 pero nos detendremos brevemente en las cinco primeras causas de la “tensión”. Tensión por incertidumbre.- No se da un solo tipo de incertidumbre, por eso, quizás se debiera hablar de “las incertidumbres” que conllevan a la “tensión”. El 59,4 % de la incertidumbre se enmarca en el motivo “amor”; el 18,8 % en la “familia”; el 12,5 % en el trabajo; el 6,3 % en la “economía”. Tensión por descontrol.- Lo mismo acontece con el “descontrol” que empuja a la “tensión”. El 33,3 % del descontrol se enmarca en el motivo “amor”; otro 33,3 % en la “ansiedad”; un 22,2 % en el “trabajo”. Tensión por indecisión.- El 90 % de la indecisión que fuerza hacia la “tensión” se enmarca en el motivo “amor”. Tensión por relación en crisis o disminución del sentimiento.- Es obvio que el 100 por ciento de la tensión que causa la crisis de la relación se enmarca en el “amor”. Tensión por corte de relación o alejamiento de pareja.- Igualmente, es obvio que el 100 por ciento de esta tensión originada en el corte de relación también se enmarca en el “amor”. El amor pasaría a ser el motivo que enmarca la gran mayoría de los conflictos interiores que generan la tensión.

b) Causas inmediatas de la situación de dolor El displacer sensorial tiene causas inmediatas variadas: el corte, abandono o alejamiento de la pareja (38,5% ), la incertidumbre (17,9 %), el no ser correspondido sentimentalmente (15,4 %), la pérdida del empleo (7,7 %), la decepción (7,7 %), y varias otras de menor cuantificación que se enmarcan en el motivo amor, tales como la falta de logro para concretar amorosamente (5,1 %), la crisis de pareja en general (2,6 %) y la infidelidad (2,6 %). La frecuencia de aparición de las causas inmediatas del dolor se presenta en el Cuadro 1060.Ahora vamos a detenernos brevemente en algunas de las causas inmediatas del “dolor”. Dolor por corte, abandono o alejamiento de la pareja.- Es obvio que el 100 % de esta causa específica que provoca “dolor” se encuentra en el motivo o ámbito del “amor”.

59 60

Ver Anexo 4 Cuadros. Ver Anexo 4 Cuadros.

68 Dolor por incertidumbre.- Casi el 86 por ciento del dolor causado por la incertidumbre tiene que ver con el ámbito del amor. El 14 por ciento restante proviene del ámbito del trabajo. Dolor por no ser correspondida/o.- Es obvio que el “dolor” causado por la falta de correspondencia o sintonía con la persona que nos atrae con fuerza está enmarcado ciento por ciento en el “amor”. Dolor por falta de logro para concretar en amor.- La falta de logro, muy cercana con la ausencia de correspondencia, causa un “dolor” que pertenece al ámbito del “amor”. Lo mismo acontece con las causas “crisis de pareja” e “infidelidad”. De la misma manera que con la situación de “tensión”, el amor pasaría a ser el motivo que enmarca la gran mayoría de los conflictos interiores que generan el “dolor”.

c) Causas inmediatas de la situación de expectativa dolorosa No deja de ser llamativo –para algunos obviamente- lo dañoso que puede resultar para los seres humanos algo que aún no se presenta, pero que se expresa tan sólo como una posibilidad de llegar a sentir dolor o de quedar desamparada/o. La variedad de causas inmediatas de la “expectativa dolorosa” es casi tan diversa como en el caso de la “tensión”. Es diversa y está distribuida en forma relativamente homogénea, a excepción de la “incertidumbre”, la cual presenta una frecuencia elevada que marca un 48,0 %. La causa “corte, abandono o alejamiento” marca un distante 12,0 %, seguida del “temor a la infelicidad”, el “descontrol vital” y la “indecisión” cada una con un 6,0 %. El resto de las causas de la expectativa dolorosa puede verificarse en Cuadro 11, en el cual se detalla sus porcentajes de incidencia. Nos detendremos brevemente en la causa “incertidumbre”61. Expectativa dolorosa por incertidumbre.- Nuevamente esta “causa inmediata” se expresa de manera fuerte y llamativa. Sin embargo, puede tener un origen diferente. En el 58, 3 % de los casos, se encuentra en el ámbito del “amor”, un 16,7 % viene del ámbito de la economía, y un 12,5 % se da en el marco del trabajo y la familia, respectivamente.

61

Ver Anexo 3 Cuadros.

69 d) Causas inmediatas de la situación de desorientación El hecho de sentirse extraviada/o puede tener una elevada variedad de “causas inmediatas”, la mayoría de las cuales presenta una frecuencia con una distribución bastante homogénea. Las cinco primeras del listado del Cuadro 1262 representan casi el 65 por ciento de los casos, ellas son la “crisis de pareja” (17,2 %), la “indecisión” (13,8 %), la “inmadurez” (13,8 %), “el sentimiento oculto” (10,3 %) y la “agresividad” (10,3 %). El detalle completo se muestra en el cuadro citado.

e) Causas inmediatas de la situación de desconcierto El desconcierto o falta de resolución parece tener menos variedad de “causas inmediatas” aunque tres de ellas mantienen un peso específico que, en conjunto, supera el 50 por ciento de los casos, como son la “actitud de una pareja o de una ex pareja” (21,1 %), el “apego y obsesión” (21,1 %) y la “indecisión” (15,8 %). Las otras: la “crisis de pareja” (10,5 %), el “corte de una relación” (10,5 %), la “agresividad” (5,3 %), la incertidumbre (5,3 %), la “incomprensión” (5,3 %), y el “desamor” (5,3 %), son las restantes causales de que las personas permanezcan por un tiempo desconcertadas, como se ve en Cuadro 1363.

f) Causas inmediatas de la situación de inseguridad La inseguridad o falta de certeza de saber algo tiene “causas inmediatas” que se originan solamente en dos ámbitos, que son los motivos “amor”, en un 85,7 %, y “familia”, con un 14,3 %. La “desconfianza” (21,4 %), el “corte o abandono” de una relación (14,3 %), el “fracaso amoroso” (14,3 %), la “crisis de pareja” (14,3 %), la “crisis de madurez” en el amor (14,3 %), lo “desconocido” en el amor (7,1 %), una “relación destructiva” (7,1 %) son todas “causas inmediatas” de inseguridad en el marco de las relaciones sentimentales. La “pérdida de un embarazo” es una causal de la inseguridad en el ámbito o motivo familiar. El conjunto y su detalle se muestran en el Cuadro 1464.

62

Ver Anexo 4 Cuadros. Ver Anexo 4 Cuadros. 64 Ver Anexo 4 Cuadros. 63

70 g) Causas inmediatas de la situación de soledad El sentimiento de carencia de relación próxima con alguien tiene “causas inmediatas” diversas, de las cuales la más importante en cantidad es el “corte de una relación amorosa o el abandono por parte de la pareja”, con un 54,5 % de los casos. Le siguen en importancia cuantitativa la “incertidumbre” (18,2 %), el hecho de estar “sin pareja” (9,1 %), el “temor” (9,1 %) y el “embarazo fuera de una relación estable” (9,1 %). Esta información se presenta consolidada en el Cuadro 1565.

h) Causas inmediatas de la situación de desesperación La pérdida de la esperanza o carecer del aplomo suficiente para enfrentar la vida en general o los conflictos específicos, puede tener también diversidad de “causas inmediatas”. La más gravitante de ellas, como se puede apreciar en el Cuadro 1666, es el “corte de una relación de pareja”, con el 40,0 % de los casos. Le siguen la “incertidumbre” (26,7 %), el “descontrol vital” (13,3 %), la “indecisión” (6,7 %), la “infidelidad” (6,7 %), y hasta el “extravío de una mascota” (6,7 %).

i) Causas inmediatas de la situación de incertidumbre Cuando la mente carece de adhesión a algo conocible, se entra en la incertidumbre. Mantenerse en esa duda de saber o no saber el sentido de los acontecimientos es posiblemente una de las situaciones más desgastantes y comunes de nuestros consultantes. Las causas inmediatas de la incertidumbre las mostramos en el Cuadro 1767. Las causas son variadas, siendo la más importante desde el punto de vista cuantitativo el “corte de una relación amorosa o abandono de la pareja”, con el 35,7 % de las menciones. Cabe preguntarse cómo puede provocar incertidumbre una situación que aparentemente está zanjada y parece no mantenerse pendiente de una solución. Sin embargo, eso ocurre porque la parte ofendida o tomada por sorpresa por la ruptura aún no está en condiciones psíquicas de aceptarlo y su mente exige que se rehabilite la situación y mantiene la escondida esperanza que todo vuelva a ser igual que antes, quizás mediante un pase mágico. Otras causas inmediatas son el “embarazo fuera de una relación estable” (14,3 %), las 65

Ver Anexo 4 Cuadros. Ver Anexo 4 Cuadros. 67 Ver Anexo 4 Cuadros. 66

71 “consecuencias económicas” (14,3 %), los “ingresos limitados” (7,1 %) y las “deudas” (7,1 %). Con respecto a la causal “informalidad” (14,3 %) de alguno de los miembros de la pareja, es obvio que alguien informal o no confiable genera con su comportamiento una torturante incertidumbre. Igualmente, el “regreso de una pareja” (7,1 %) lejos de causar serenidad y certidumbre, si lo hace con ambigüedad y sin dar mayores explicaciones, se transforma en causa inmediata de incertidumbre.

j) Causas inmediatas de la situación de impotencia La falta de poder para controlar la realidad o transformarla puede originar la sensación denominada impotencia. Las fuerzas del entorno o las energías ajenas se perciben como superiores y aplastantes, el consultante se encuentra casi postrado frente a lo que motiva su interés. La situación de impotencia también está determinada por causas variadas, de las cuales, hay tres que acaparan más del 60 por ciento del total de casos, como se aprecia en el Cuadro 1868, como son “amar sin ser correspondida/o” (23,1 %), la “incertidumbre” (23,1 %) y “no poder controlar (a otra persona)” (15,4 %). Otras causas menos representadas son “crueldad de pareja”, “frustración”, “descontrol vital”, “cesantía” y “esterilidad”, cada una de ellas con un 7,7 % respectivamente. Esta información se encuentra consolidada en el Cuadro 1869.

k) Causas inmediatas de la situación de descontrol Diversas personas nos declaran abiertamente que han llegado a un momento de sus vidas en el cual prima la falta de control o la falta de orden en el manejo de sus asuntos, tanto anímicos como mentales e, incluso, materiales. El descontrol puede tener variadas causas inmediatas, sin que haya una que destaque abiertamente por sobre las demás, tal como se puede verificar en el Cuadro 1970. La “infidelidad” (ámbito o motivo del amor) representa un 15,4 %, las “dificultades de salud” (ámbito de la salud) representa otro 15,4 %, los “conflictos familiares” (ámbito de la familia) representa un 7,7 %, una “economía inmanejable” (ámbito de la economía), revelan la dispersión en el origen de la situación de “descontrol”. Otras causales son la “incertidumbre” (15,4 %), el “corte de una relación o alejamiento de

68

Ver Anexo 4 Cuadros. Ver Anexo 4 Cuadros. 70 Ver Anexo 4 Cuadros. 69

72 una pareja” (7,7 %), el “apego” (7,7 %), las “energías de terceros” (7,7 %), la “indecisión” (7,7 %), la “inseguridad” (7,7 %).

l) Causas inmediatas de la situación de abatimiento La pérdida del ánimo y las fuerzas son el signo de encontrarse en presencia del “abatimiento”, cuyas causas inmediatas se presentan consolidadas en el Cuadro 2071. Al igual que en el caso del descontrol, las causas son variadas tanto en su origen como en su motivo y en su grado de dispersión. Sólo una de las causas destaca más que las otras. Trátase del “corte o alejamiento” de una pareja, la cual tiene a su haber el 25,0 por ciento de los casos. El amor, la economía y el trabajo son los motivos o ámbitos

involucrados en el agrupamiento de las causas

inmediatas del abatimiento. En el caso del trabajo, la adición de la “cesantía” y la “amenaza de despido” vienen a relevar el ámbito laboral.

71

Ver Anexo 4 Cuadros.

73 Capítulo 10 Preponderancia de las causas inmediatas de la crisis

Es posible dar una mirada a las causas inmediatas independizándolas de la cadena lógica o secuencial de la que forman parte, es decir, por un lado, del motivo o ámbito en el cual se encuentran enmarcadas y, por otro, del descriptor o situación que han originado en la psiquis del/a consultante. Esta mirada en abstracto permite cuantificar la frecuencia con la cual aparecen o son mencionadas las causas inmediatas dentro del sistema “situación crítica” que estamos describiendo. Esto se puede apreciar en el Gráfico 2572. La lista de causas inmediatas que se ofrece supera las treinta, no todas de igual relevancia desde el punto de vista cuantitativo. La “incertidumbre” o falta de certeza en el conocimiento seguro de algo es la más preponderante de las causas inmediatas de las situaciones críticas de los consultantes, con un 22,5 % de casos en que es identificada. El “corte de una relación o el alejamiento de una pareja”, la cual una vez fue estable, es la segunda de las causas inmediatas con el 16, 1 % de identificación. La “indecisión” o incapacidad para tomar una determinación viene a ser la tercera de las causas inmediatas con un 6,9 %. El hecho de “no ser correspondida/o” o no concretar una relación, que se refiere a que la persona objeto de deseo o atención amorosa no manifiesta dicho sentimiento recíproco o, simplemente, ha dejado de sentirlo, es una causa inmediata que marca un 6,1 % de importancia. El “descontrol vital” o falta de orden y disciplina tiene una importancia que llega al 5,8 % entre las causas inmediatas de situaciones críticas. El “apego” es una causa que llega al 5,5 % de importancia. Apego es “en los adultos, la tendencia estable de un individuo de hacer esfuerzos sustanciales por buscar y mantener proximidad y contacto con uno o unos pocos individuos específicos que le proporcionan el potencial subjetivo de seguridad física y/o psicológica. Esta tendencia estable está regulada por modelos de trabajo interno de apego, los cuales son esquemas cognitivo-afectivo-motivacionales construidos a partir de la experiencia del individuo en su mundo interpersonal. Les proporciona el potencial

72

Ver Anexo 3 Gráficos.

74 para mantener la seguridad de la relación más que la relación en sí misma.”73 Se puede agregar que se trata de un “vínculo afectivo que se establece entre las personas. El caso más evidente es el del niño con sus progenitores, siendo que la separación les origina angustia. Pero también existe apego entre los hermanos y entre los enamorados.”74 Una “relación en crisis”, es decir cuando se da una disminución o anulación del sentimiento amoroso entre los miembros de una pareja, llega al 4,9 % de preponderancia. La “cesantía”, sea prolongada, recurrente o crónica, llega al 3,5 % de preponderancia entre las causas inmediatas de las situaciones críticas. Los “ingresos limitados” marcan un 2,9 %. La “decepción” llega al 2,9 % de preponderancia. Se entiende por decepción el “pesar causado por un desengaño; es el pesar por el conocimiento de la verdad, con que se sale del engaño o error en que se estaba. Es el efecto del conocimiento de la verdad en el ánimo, al salir del error”.75 El “acoso” se presenta como causa inmediata en el 2,6 % de los casos. Se trata de ”procedimientos abusivos, palabras o sobreentendidos, gestos y miradas que, por su frecuencia y sistematización, afectan la integridad psíquica o física de una persona. Es un ejercicio de intolerancia, de intransigencia, de discriminación y de envidia. Es llevado a cabo por personas con características perversas que utilizan a quien toman por víctima, como un objeto destinado a satisfacer la propia necesidad de ejercicio del poder.”76 La “desconfianza” o falta de esperanza firme que se tiene de alguien o algo77, marca un 2,3 %. Situaciones de sorpresa en una relación amorosa, obviamente momentos desconcertantes, marcan un 2,3 %. Las dificultades de la salud propia marcan un 2,0 %.

73

Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Cosacov, Eduardo. 2007. Diccionario de Términos Técnicos de la Psicología. Editorial Brujas, Córdoba, Argentina. 75 Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 76 Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. 77 Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 74

75 La “crisis de madurez” también marca un 2,0 %. Se la considera como un “momento en que los adultos descubren que ya no se sienten satisfechos en su trabajo o vida personal y tratan de realizar un cambio decisivo en su carrera o estilo de vida”78. La infidelidad –practicar relaciones sexuales en forma clandestina y paralela con respecto a la pareja oficial o formal- presenta una preponderancia de 2,0 %. El “temor” –el impulso que hace huir o rehusar aquello que se considera peligrosomarca un 1,4 %. La “inseguridad” –la falta conocimiento seguro y claro de algo- llega al 1,2 %. El “embarazo fuera de la relación”, es decir, la gestación que surge sin la voluntad de formar una pareja estable, alcanza el 0,9 % de las menciones como causa inmediata de crisis. El “fracaso” llega también al 0,9 % de las menciones. Se entiende por tal el “malogro, resultado adverso de una empresa o negocio”79. Los casos de “timidez” llegan al modesto 0,6 % de preponderancia. Las crisis causadas por “desencarnación” llegan también al 0,6 %. Nos referimos al proceso por el cual se pone fin a la existencia corporal del ser humano o muerte física. Hay crisis que tienen como causa inmediata a la “recurrencia traumática”. Lo recurrente es aquello que vuelve a ocurrir o a aparecer, especialmente después de un intervalo. El trauma, en sentido amplio, es aquella emoción o impresión negativa, fuerte y duradera. Luego, la recurrencia traumática se refiere a los efectos de impresiones negativas que ocurren a intervalos repetidos. Esta causa se presenta en 0,6 % de los casos. Hay personas que se siente afectadas por la incomprensión, generalmente de su pareja. Se entiende que el/la afectado/a siente no encontrar una actitud comprensiva o tolerante. Esta causa también alcanza el 0,6 %. Así como hay gentes que se descontrolan ellas mismas y no se sienten seguras de sí mismas, hay otras que sufren por “no poder controlar a otras personas”. Control es el dominio, mando o preponderancia que se ejerce sobre otra(s) persona(s). Luego, “no poder controlar” es no tener o haber dejado de ejercer ese dominio. Estos casos llegan al 0,6 %.

78 79

Morris y Maisto. Introducción a la Psicología. Diccionario de la Lengua Española (DRAE).

76 Los casos de “energía de terceros” llegan al 0,6 %. El ser humano no sólo puede actuar de forma concreta y visible sino que es una entidad intrínsecamente integrada por energía. Dicha energía, en su forma mental o sutil puede ser proyectada consciente o inconscientemente sobre el entorno, personas, animales y cosas. Hay consultantes que se sienten bajo el influjo o la presión de las energías de terceras personas. La pareja es el conjunto de dos personas que tienen entre sí una relación sentimental o sexual, independientemente de su sexo. También llamaremos pareja a cada una de estas personas considerada en relación con la otra. Por tanto, “sin pareja” es la situación en la cual la persona carece de la relación descrita. Pues bien, se da el caso de personas que sienten su crisis causada por estar “sin pareja” y su preponderancia llega al modesto 0,3 %. La insatisfacción, es decir, el incumplimiento del deseo o del gusto que siente la persona80, es una causa que llega al 0,3 %. El hecho de estudiar en paralelo con trabajar sin las condiciones adecuadas también es causa de crisis, que se manifiestan en el 0,3 % de los casos. Hay consultantes que se sienten abrumados por la insinceridad de su entorno, especialmente su pareja. Nos referimos a la falta de veracidad de una persona, la cual parece expresarse con fingimiento81. Estos casos llegan al 0,3 %. El conflicto familiar se presenta como causa inmediata en el 0,3 % de los casos. La “desorientación” -caer en la confusión, ofuscación o extravío- se presenta en el 0,3 % de los casos. La “incapacidad” había sido definida anteriormente, no como causa inmediata, sino como descriptor de una situación, es decir como una consecuencia o efecto, lo cual no constituye un error sino una demostración de que la participación de factores como éstos no es lineal, sino dialéctica, pues a veces pueden aparecer como desencadenantes y otras veces como consecuencias de los desencadenantes. La falta de capacidad para hacer, recibir o comprender algo aparece con el 0,3 % de identificación.

80 81

Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE).

77 Capítulo 11 La relación entre las causas inmediatas y los efectos críticos

El tema de las causas inmediatas fue abordado desde el punto de vista en el cual se observa que una situación psíquica o espiritual -identificada mediante un descriptor o palabra clave que la sintetiza- es provocada por sus causas identificables más próximas o inmediatas, enfoque que permite reconocer que una situación psíquica dada puede tener como causas no una, sino varias y, a veces, múltiples causales que se enmarcan en diferentes motivos o ámbitos de la realidad tanto concreta como virtual del/a interesado/a. Sin embargo, es posible cambiar ese punto de vista en 180 grados, tomando como eje de observación a la causa inmediata en particular y establecer cuál es el abanico de efectos que provoca, es decir, cuál es el conjunto de situaciones anímicas generadas por aquélla e identificadas mediante descriptores. Además, se completa la visión cualitativa mediante la cuantificación de cada uno de los descriptores involucrados, esta vez considerados como efectos críticos generados por un mismo tipo de causa inmediata. a) Efectos críticos de la causa “incertidumbre” La “incertidumbre” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de los consultantes sería capaz de producir 10 efectos críticos, de los cuales hay cuatro que reúnen el 85 por ciento de las menciones: la “tensión” con un 41,0 %; la “expectativa dolorosa” con un 30,8 %; el “dolor” con un 9,0 % y la “desesperación” con un 5,1 %. El resto, como la “impotencia”, la “soledad”, la “desesperanza”, el “descontrol”, el “desconcierto” y el “temor” anotan porcentajes de aparición inferiores al 4 por ciento. Esta distribución se puede ver en el Gráfico 2682. b) Efectos críticos de la causa “descontrol vital” El “descontrol vital” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir 7 efectos críticos, de los cuales hay cinco que reúnen el 90 por ciento de las menciones: la “tensión” con un 45,0 %; la “expectativa dolorosa” con un 15,0 %; la “desesperación” con un 10,0 %; el “abatimiento” también con 10,0 % y el “temor” con otro 10,0 %. El resto,

82

Ver Anexo 3 Gráficos.

78 “desorientación” e “impotencia” no pasan del 5 por ciento cada uno. Esta distribución se observa en Gráfico 2783. En este segundo gráfico de efectos críticos es posible volver a apreciar la importancia como efecto crítico, tanto de la “tensión” como de la “expectativa dolorosa”, producidas ahora por el “descontrol vital” y, el caso anterior, por la “incertidumbre”.

c) Efectos críticos de la causa “indecisión” La “indecisión” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir 8 efectos críticos, de los cuales hay cuatro que reúnen casi el 80 por ciento de las menciones: la “tensión” con un 37,5 %; la “desorientación” con un 16,7 %; la “expectativa dolorosa” con un 12,5 % y el “desconcierto” también con un 12,5 %. El resto, “vacío”, “desesperación”, “descontrol” y “temor” se encuentra por debajo del nueve por ciento cada uno. Véase el Gráfico 2884. En este tercer gráfico de efectos críticos es posible continuar apreciando la importancia como situación o efecto crítico tanto de la “tensión” como de la “expectativa dolorosa”, ambas producidas sean por la vía de la “incertidumbre”, sean por el descontrol vital, sean por la “indecisión”. A estas alturas, no habrá pasado desapercibido nuevamente que las categorías conceptuales –por lo menos algunas de ellas- usadas en nuestra descripción no ocupan funciones fijas o definitivas en la relación entre “causa inmediata” y “efecto crítico”. Es el caso del “descontrol”, el cual, siendo un “efecto crítico” de la “incertidumbre” y de la “indecisión”, puede pasar a tener un papel de “causa inmediata”, produciendo, a su vez, otros efectos críticos.

d) Efectos críticos de la causa “corte o alejamiento de pareja” El “corte o alejamiento de la pareja” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de los consultantes sería capaz de producir 12 efectos críticos, de los cuales hay seis que reúnen el 75 por ciento de las menciones: el “dolor” con el 26,3 %; la “expectativa dolorosa”, la “soledad” y la “desesperación” cada uno de ellos con un 10,5 %; la “tensión” y la “incertidumbre” ambos con un 8,8 % cada uno. El resto, 83 84

Ver Anexo 3 Gráficos Ver Anexo 3 Gráficos.

79 como el “vacío”, el “abatimiento”, el “desconcierto”, la “inseguridad”, la “desesperanza” y la “frustración”, con un 5,3 % o menos cada uno. Esta distribución se puede ver en el Gráfico 2985. Como se insinuó anteriormente, el “corte de la relación de pareja” consiste en un hecho práctico identificable claramente, por lo cual la incerteza tiene menos espacio para forjarse en la mente del/a involucrado/a, de allí que tanto el “dolor” como la “expectativa dolorosa” se encuentran como los efectos más notorios y fuertes de la ruptura, relegando a la “tensión” y a la “incertidumbre”, con su naturaleza más ambigua, a no más de un 8,8 %. Por otra parte, se encuentra aquí un nuevo caso de intercambio de roles entre “causas inmediatas” y “efectos críticos”. Se trata de la “incertidumbre”, la cual aparece en el gráfico 26 como “efecto crítico” del “corte o alejamiento de pareja”, en circunstancia que la presentamos en el Gráfico 23 como “causa inmediata” de al menos diez “efectos críticos”.

e) Efectos críticos de la causa “relación de pareja en crisis” La “relación de pareja en crisis” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir un número más acotado efectos críticos, siendo seis los que se observan en el Gráfico 3086. De ellos, hay cuatro que reúnen al 77 por ciento de las menciones: la “tensión”, con un 27,3 %, la “desorientación” con un 22,7 %, el “desconcierto” con un 13,6 %, la “inseguridad” también con 13,60 % y la desconfianza con otro 13,6 %. El “dolor” y la “desilusión” no superan el 4,5 % cada uno. En este quinto gráfico de efectos críticos la “tensión” continúa mostrando esa facilidad de ser generada a partir de una nueva “causa inmediata”, como es la “relación de pareja en crisis”.

f) Efectos críticos de la causa “relación no concretada” Esta causa se refiere a aquellos casos en los cuales quien consulta se encuentra motivado por el sentimiento, por el amor, pero la persona quien le atrae -o la imagen que de ella se ha forjado- no corresponde de manera recíproca sea porque carece de interés, porque no se ha dado por entendida o no se encuentra en 85 86

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos.

80 condiciones de corresponder de la misma forma. Tenemos el caso de Lucila (2006), quien se encuentra en tratamiento psicológico y se ha enamorado (o ha proyectado el impulso de la pasión) del terapeuta y carece de una señal clara de parte de éste que le permita diferenciar entre un trato afectuoso y una correspondencia erótica. Se recuerda el caso de Nicasio (2006) quien vive bajo la tensión al no atreverse a confesar sus sentimientos amorosos a una persona de su mismo sexo. Recordemos a Gabriela (2008), quien lleva sólo casada un año pero está desorientada pues ama apasionadamente a un varón que no es precisamente su marido. Vale la pena mencionar a Esther (2008) quien vive con una sensación de vacío recurrentemente pues se siente largo tiempo sin amor. Además, el caso de Gepsia (2009) quien experimenta impotencia porque nunca ha sido capaz de conquistar a los hombres de quienes se ha sentido atraída. Sin olvidar el caso de Juan Ignacio (2009), quien vive bajo permanente expectativa dolorosa pues siempre tiene presente la imagen de la mujer de la cual se enamoró hace veinticinco años mientras ha vivido ese tiempo casado con otra. La “relación no concretada” o ausencia de correspondencia amorosa, como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes es capaz de producir 8 efectos críticos, que se observan en el Gráfico 3187. De ellos, hay cinco que reúnen al 84 por ciento de las menciones: el “dolor” con un 32,0 %; la “tensión” con un 16,0 %, la “desorientación” con un 12,0 %, la “impotencia” también con un 12,0 % y la “expectativa dolorosa” con otro 12,0 %. El “vacío”, la “desesperanza” y la “desilusión” se encuentran en 8,0 % o menos. Cuando se da una “relación no concretada” nos encontramos nuevamente ante una situación muy definida: la relación, simplemente, no existe, por más que el deseo clame en nuestro interior por hacerla realidad. Al caer el velo de la ambigüedad, el “dolor” aparece como primer efecto, acompañado o no de otros a buena distancia (la mitad o menos del porcentaje que marca el “dolor”) como la “tensión”, la “desorientación”, la “impotencia”.

g) Efectos críticos de la causa “desconfianza” La “desconfianza” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir efectos críticos más limitados, registramos un total de 5, de los cuales hay tres que reúnen el 80 por ciento de las menciones: la “tensión”, con un 30,0 %, la “inseguridad” también con un 30,0 % y la “incertidumbre” con un 20,0 %. Restan otros dos efectos como son la “expectativa 87

Ver Anexo 3 Gráficos.

81 dolorosa” y la “desesperanza” cada uno con un 10,0 % de representación. Véase el Gráfico 3288. En este séptimo gráfico sobre causas inmediatas la “tensión” continúa a ser el efecto crítico más representado. Por su parte, la “expectativa dolorosa” queda relegada a un segundo plano. Esto se explicaría porque la “desconfianza” genera una suerte de estado de alerta y no necesariamente un daño psíquico profundo de inmediato.

h) Efectos críticos de la causa “infidelidad” La “infidelidad” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir igualmente efectos críticos limitados, registramos un total de 5, de los cuales hay dos que reúnen alrededor del 57 por ciento: el “descontrol”, con un 28,6 %, y el “abatimiento”, con una cantidad similar. Restan otros tres efectos como son el “dolor”, la “expectativa dolorosa” y la “desesperación”” cada uno con un 14,3 % de representación. Véase el Gráfico 3389. Aún cuando la “infidelidad” pareciera ser un hecho consumado y comprobado, los efectos sobre la situación anímica son profundos y bastante más devastadores o complejos que otros, por ejemplo que la “tensión” que tiene un sentido algo ambiguo y general. No, tratándose de la infidelidad, se presenta resultados duros como son el “descontrol” (la pérdida del orden o la sensación torturante que todo gira fuera de nuestra voluntad); el “abatimiento” (pérdida del ánimo sintiéndose física y psíquicamente inerte); el “dolor” y la “expectativa dolorosa”, así como la “desesperación” (pérdida de la esperanza y del aplomo o solvencia).

i) Efectos críticos de la causa “cesantía” La “cesantía” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir efectos críticos limitados. Registramos un total de 6, de los cuales hay uno que reúne el 25,0 %: el “dolor”. Restan la “desorientación” y el “abatimiento”, todos ellos con un 16,7 % cada uno, le siguen la “impotencia” y la “desesperanza” con un 8,3 % cada uno. Véase el Gráfico 3490.

88

Ver Anexo 3 Gráficos. Ver Anexo 3 Gráficos. 90 Ver Anexo 3 Gráficos. 89

82 Pareciera que la cuantificación de los efectos de la “cesantía” no está concentrada en uno de ellos, sino que da la impresión de distribuirse de manera más homogénea que otras causas inmediatas. Tenemos la hipótesis, no posible de confirmar, que los consultantes en estado de cesantía son potencialmente un número muy mayor pero estas personas tendrían dificultades de acceso tanto a un PC, Notebook e Internet como para comunicarse con el oráculo.

j) Efectos críticos de la causa “apego” El apego fue definido en páginas anteriores como ese esfuerzo inconsciente y sustancial por mantener contacto con algún individuo específico que proporciona seguridad psicológica. 91 92 El “apego” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir efectos críticos más que limitados, toda vez que registramos un total de 10, de los cuales hay cuatro que reúnen 70,0 %: la “obsesión” con el 30,0 %, el “desconcierto” con el 20,0 %; la “desorientación” y la “incapacidad” con un 10,0 % cada uno. Restan otros seis efectos como son la “tensión”, la “expectativa dolorosa”, la “desesperación, la “desesperanza”, el “descontrol” y el “impulso irresistible”, cada uno con un 5,0 % de representación. Véase el Gráfico 3593. La búsqueda de la proximidad de esa persona, o de de la fijación de la imagen de esa persona, o de la relación con esa persona que proporciona seguridad es una causa que detectamos en el caso de Loreto (2007) casada, quien vive apasionada y obsesionada por cierto varón que vive en el extranjero y quien no tiene posibilidad alguna de volver, pues ha organizado su vida material y sentimental en ese lejano país. Tenemos el caso de Patricia (2008) quien vive en la indecisión, pues se mantiene apegada a un marido cruel sin atreverse a resolver irse con un pretendiente que muestra más favorable imagen. Su caso es bastante común y generalmente va ligado a la excusa de no alejar a los hijos en común con el marido cruel que los ha engendrado. Recuerdo el caso de Gertrudis (2008) inmersa en la incertidumbre por el apego a un bien raíz familiar que debería venderse para solventar deudas asfixiantes. Tenemos el caso de Victoria (2010) quien vive obsesionada por el apego al monopolio de las relaciones sexuales matrimoniales, inquieta por la infidelidad no demostrada del esposo. 91

Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Cosacov, Eduardo. 2007. Diccionario de Términos Técnicos de la Psicología. Editorial Brujas, Córdoba, Argentina. 93 Ver Anexo 3 Gráficos. 92

83 k) Efectos críticos de la causa “ingresos limitados” Los “ingresos limitados” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir efectos críticos de variedad restringida, por eso es que se cuenta un total de 5, de los cuales hay tres que reúnen el 80,0 %: la “incertidumbre”, con un 40,0 %, y la “tensión” y el “abatimiento” con un 20,0 % cada uno. Restan otros dos efectos como son el “descontrol” y el “temor”, cada uno de éstos con un 10,0 %. Véase el Gráfico 3694.

l) Efectos críticos de la causa “acoso” Se debe recordar al lector que el “acoso” fue definido en páginas anteriores95. El “acoso” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir efectos críticos limitados. Registramos un total de 5, de los cuales hay dos que reúnen el 66,6 % del total: la “desorientación” con el 44,4 % y la “tensión” con el 22,2 %. Restan otros tres efectos como son el “temor”, la “impotencia” y el “desconcierto”” cada uno de ellos con un 11,1 % de representación. Véase el Gráfico 3796.

m) Efectos críticos de la causa “decepción” Se entiende por decepción el “pesar causado por un desengaño; es el pesar por el conocimiento de la verdad, con que se sale del engaño o error en que se estaba. Es el efecto del conocimiento de la verdad en el ánimo, al salir del error”.97 La “decepción” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de las/os consultantes sería capaz de producir igualmente efectos críticos limitados. Registramos un total de 5, de los cuales hay tres que reúnen el 80,0 %: el “dolor”, con un 30,0 %, la “desconfianza”, con una cantidad similar, y la “desilusión” con el 20,0 %. Restan otros dos efectos como son la “expectativa dolorosa” y la “impotencia” cada uno con un 10,0 % de representación. Véase el Gráfico 3898.

94

Ver Anexo 3 Gráficos. Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. 96 Ver Anexo 3 Gráficos. 97 Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 98 Ver Anexo 3 Gráficos. 95

84 Capítulo 12 Relación entre las causas inmediatas, implícitas y complementarias de las crisis

Bajo la superficie de las situaciones anímicas de los consultantes que se encuentran –tal como una simple pátina- expresadas por los descriptores, hemos identificado una variedad de causas inmediatas. Sin embargo, tal como lo expusiéramos anteriormente, bajo esta epidermis virtual es posible poner en evidencia otros estratos que permiten ahondar en raíces más profundas del estado psíquico del consultante. Este enfoque ha facilitado que podamos identificar bajo cada “causa inmediata” una “causa implícita” y, a su vez, bajo esta última, una “causa complementaria”. Las “causas inmediatas” fue posible clasificarlas o agruparlas en una treintena de definiciones y fue posible su cuantificación, también. Sin embargo, la variedad de causas implícitas y complementarias es tal que, en el estado actual tanto de la información que disponemos como de los instrumentos conceptuales, no nos es dado realizar agrupamientos acotados ni cuantificaciones estrictas de las mismas. En atención a esas limitantes, tendremos que sujetarnos a una exposición cualitativa, a través de casos que trataremos sean lo más representativos de las situaciones que presentaremos a los lectores.

Selección de la muestra de casos Para la exposición cualitativa de causas implícitas y complementarias se ha escogido una muestra al azar de 49 casos de “situación crítica”, esto es, el 19,7 % de los mismos, tamaño de muestra que parece adecuado y cuya representatividad se basa en cubrir los principales motivos (amor, trabajo, etc.), las situaciones anímicas más típicas (tensión, expectativa dolorosa, desorientación, etc.) y las más destacadas “causas inmediatas” (incertidumbre, corte de relación, indecisión, etc.).

Ejemplos de la muestra de casos analizados A continuación ofrecemos a los lectores una pequeña porción de dos casos del grupo de 49 seleccionados, cuyo total en detalle se puede revisar en el Anexo 2. Las presentaciones de las/os consultantes son textuales, modificándose solamente el nombre de la persona involucrada. Tampoco hay correcciones gramaticales ni ortográficas de dichos testimonios. En cada uno de los casos, una vez identificado el motivo, la situación anímica y la causa inmediata, se pone en evidencia la causa implícita y la causa complementaria.

85 Zaida tiene 47 años. El año 2007 presentó su consulta: “He mantenido una relación con un hombre desde hace 4 años. Desde el principio me contó que tiene 4 hijos con 4 diferentes mujeres y que su defecto son precisamente las mujeres. Me siento “enganchada” con él pero hace dos meses que no lo veo. ¿Irá a resultar nuestra relación?”.

La consultante está motivada por el amor y su situación es de tensión, por causa inmediata de mantenerse en la incertidumbre. La causa implícita de esto ha sido embarcarse en esa relación sentimental inestable desde la partida. Complemento: su apego se ha cristalizado en un varón desinteresado en los compromisos (4 mujeres = 4 hijos). Sandro, el año 2007 presentó su caso: “Es difícil que personas como yo, que soy homosexual, tengan pareja. A él no le molestaba que fuera yo así. Me buscaba todo el tiempo. Quiero saber qué es lo que pasa, si volverá, si estaremos juntos”.

El consultante está impulsado por el amor y su estado de tensión viene de la causa inmediata incertidumbre. La causa implícita de esta incerteza es no saber si regresará o no quien fue su pareja. Causa complementaria: siente que el hecho de ser gay le hace más difícil asegurar su complemento sentimental.

Naturaleza de las causas inmediatas, implícitas y complementarias

a) Naturaleza de las causas inmediatas de las situaciones psíquicas o anímicas Si se buscara establecer el sentido que tiene una causa inmediata de una situación psíquica

o

anímica,

mejor

dicho,

establecer

su

naturaleza

o

propiedad

característica, se podría resumir que se trata de un elemento activo que se percibe como una amenaza, un potencial peligro que se transforma en el factor desencadenante del estado anímico. Las causas a las cuales vamos a referirnos a continuación no son producto de una elucubración teórica, sino obtenidas directamente desde los casos de la muestra seleccionada y considerada representativa del universo de situaciones críticas. Una de las causas inmediatas más repetidas entre los consultantes ha sido identificada como la “incertidumbre”, donde el elemento percibido como amenazante es la falta de certeza que algo se produzca o, al contrario, no llegue a realizarse, situación de indefinición o latencia que se ha transformado en una

86 amenaza para el sujeto. Un caso muy común es el de Ernestina, quien nos escribió el año 2009, de 52 años, diciendo que: “Consulto por mi espectativas sobre mi relacion sentimental. Tengo 52 despues de algunas relaciones con hombres menores que yo he iniciado una relacion con un hombre mayor 5 años

que

lamentablemente no esta libre aun pero mis sentimientos son muy intensos quiero saber si vale la pena esperarlo a que solucione su situacion el dice que me quiere que tenga paciencia ......gracias de antemano”.

Ernestina está tensionada por causa de la incertidumbre al estar sometida (causa implícita) a la indecisión de ese enamorado cincuentón que le pide paciencia (causa complementaria) para conseguir el divorcio pues se encuentra casado, nótese, casado. Otro caso de causa inmediata que constituye amenaza es la percepción de “corte de una relación”, relación definida como de carácter sentimental, léase ruptura, separación, divorcio o alejamiento de la pareja o ser apetecido sexualmente. El año 2006 se recibió la consulta de Sabrina, de 41 años, quien señaló: “Me separé hace 3 años. Tengo 2 hijos. En lo sentimental me ha ido mal. Quiero saber como viene aspectado este año.”

Sabrina vive una mezcla de soledad e incertidumbre, causadas de manera inmediata por la amenaza de la separación matrimonial. Agreguemos que, tratándose de fracaso sentimental éste se ha vuelto recurrente (causa implícita) y que (causa complementaria) ella se ha tornado una persona más vulnerable al pasar a ser jefa de hogar con dos hijos a los cuales debe mantener y proteger. El ámbito del “corte de una relación”, también podría tratarse de una relación laboral. Hablamos de la cesantía, desvinculación del trabajo, despido, amenaza de despido, inestabilidad laboral, etc. El año 2008 se recibió la consulta de María Rosa, de 22 años, escrita con toques angustiosos (no dudamos de su sinceridad): “Por que duro tan poco en los empleos?. será culpa mía? me espera otra cosa? algo mejor o algo peor? que quizas me merezco estar cesante o no? que me falta? me habrán tirado algun maleficio?”.

María Rosa vive una situación dolorosa, causada de manera inmediata por la amenazante pérdida de su empleo, cuadro que (causa implícita) se ha transformado en recurrente, y que la ha llevado (causa complementaria) a pensar que se encuentra bajo el influjo de energías malignas de terceros. Continuando en el ámbito de las relaciones, podría darse el caso inverso al corte o separación. Sería la situación de una relación no deseada que se transforma en amenaza o una relación existente físicamente pero cortada en lo espiritual, carente de compromiso, como sería el re encuentro con alguien perturbador o una

87 relación torturante que se mantiene por apego o por temor. El año 2007 recibimos el caso de Flor, con ribetes muy típicos de una cultura machista. Dijo que: “Le he planteado a mi marido separarnos, el no quiere, pide una vez más otra oportunidad pues dice hacer esfuerzos y que me ama; esto lo dice sin si quiera avergonzarse por haber llegado a las 6:15 de la madrugada (ese día fue a un prostíbulo). Yo ni siquiera cambiase quisiera estar con él. De hecho hace año que no tenemos vida de pareja. Me preocupan mis hijos.”

Flor se encuentra en una situación de desconcierto cuya causa inmediata es el amenazante apego de la consultante hacia un marido al cual presenta como inmoral, conservando cierta indecisión (causa implícita) de cortar con esta pareja formal que la humilla, aunque hay una estrategia de esconder ese apego hacia la contraparte con el velo de la preocupación por los hijos (causa complementaria), cuya presencia exige ser considerados en cualquier determinación que se adopte. Un caso especial en el cual la relación es el mediador amenazante en el estado de ánimo podría ser la falta de una relación, como la ausencia de pareja, sea temporal o permanentemente. El año 2006 se recibió la consulta de Clarisa, de 25 años: “Me siento sola. Me gustaría saber qué me depara el destino con respecto a lo sentimental.

Clarisa vive una situación de soledad, cuya causa inmediata (amenaza) es la falta de pareja, esto tiene su raíz (causa implícita que ella misma reconoció) en su estilo competitivo y un tanto dominador (es una profesional de éxito), teniendo oportunidades concretas en el terreno amoroso pero su actitud autosuficiente las hace fracasar (causa complementaria). Otro caso de ruptura de una relación es cuando se da una separación física obligatoria con el otro miembro de la relación, como es el duelo por el fallecimiento de un ser querido, por ejemplo, un hijo o hija sea nacidos o sea en gestación. El 2009 recibimos el mensaje de Nácar, de 30 años, diciendo: “Mi tema es la muerte de un hijo. Mira mi bebe se mueri dentro de mi yo tenia 38 semanas de embarazo ...y bueno tengo una pena tremenda el 27 de junio se cumple ya un mes y aun no entiendo el para que nos paso esto a mi con mi marido por que algún mensaje tiene que haver , o que me digan como seguira mi vida”.

Nácar vive una situación de duelo y dolor cuya causa inmediata (amenaza que ahora constituye un hecho) es la desencarnación reciente del hijo que esperaba. Esto ha ocurrido (causa implícita) de forma desconcertante para los padres, ella y su esposo, escasos días antes del alumbramiento, o sea, en circunstancias en las que se esperaba la vida como resultado, se ha obtenido muerte como resultado. Tanto ella como su familia se asfixian en la desorientación (elemento complementario).

88 Otro caso de una relación perturbada es del ámbito económico, cuando la persona mantiene deudas que van más allá de su capacidad de pago real. Nos referimos a la relación con algún proveedor de un servicio, producto, servicio financiero, etc. Angelines, de 47 años de edad, relató su situación el año 2009. “qisiera saver si se me solucionara los problemas financieros estoy hipotecando la casa para cancelar todo y poder pagar solo una letra pero me da mucho miedo ..tanta insertidumbre tanto años y me ciento tan cansada quisiera dormir por siempre me siento muy sola ..algo que me llene de luz habra en mi vida”.

Angelines se encuentra sumida en un pantano mezcla de temor, incertidumbre y soledad. La causa inmediata de tanta opresión es la existencia amenazante de una deuda que la ha empujado a hipotecar su vivienda. Tiene una permanente ansia de dormir (causa implícita). Hay un marco complejo (elemento complementario) pues, por una parte, se insinúa una depresión que no está diagnosticada por un terapeuta y, por otra, estaría en juego bienes en los que la involucrada ha invertido esfuerzo, ahorro y sacrificios.

Otro caso especial de percepción de amenaza sería cuando el potencial peligro lo representa el propio sujeto para sí mismo y éste no se percata de ello. Podría ser aquella situación que hemos denominado “descontrol vital” o “descontrol de sí mismo”. El año 2008 recibimos la consulta de Jazmín, de 35 años: “Todo está mal, en amor y dinero. Necesito urgente ayuda, he ido a ver parsonas que dicen saber leer el tarot y hacer limpiezas, trabajos y cosas asi y finalmente todo es mentira. estoy al borde de la lucura. tengo 4 hijos la menor de 5 años me vuelve loca, es manipuladora y caprichosa ademas se golpea y se hace daño si uno no hace lo que ella quiere o no la toma en cuenta de inmediato.ademas tengo muchos problemas economicos, si busco trabajo no encuentro o me cortan al poco tiempo,estoy esperando una cantidad grande de dinero pero siempre pasa algo que dificulta su llegada. en amor todo mal mi matrimonio fracaso, y las parejas no me duran o me entero despues de un tiempo que me mintieron y son casados, la pareja que tengo actualmente y con la cual llevo bastante tiempo,me miente, es buena para el trago [bebedor], y es muy inestable en trabajo y en sentimientos, ademas nos queremos muxo pero pasamos peleando, por otro lado tengo una depresion desde hace mas o menos un año y no he podido arribar. me siento sola, triste, descilucionada, frustrada y sin esperanzas. hay algo en ustedes que me hiso confiar,espero no equivocarme, por lo general no creo en estas cosas y menos por internet. ojala puedan ayudarme....”.

Se trata de una consultante cooperadora, en el sentido que expresa su locuacidad por escrito contando con más detalle que lo habitual su situación, la cual representa a no pocas mujeres. En estos casos, las personas, necesitadas de ayuda y compasión, no consultan por vanidad ni piden un pronóstico sobre su vida -¿qué más podría pasarles?- sino que expresan o implícitamente están solicitando una orientación que nadie, ni siquiera los médicos halópatas están interesados en darles pues no comprenden su situación. Otro aspecto interesante de su personalidad y

89 su cultura es que su sinceridad la lleva a manifestar bastante desprecio por las mancias y por lo que el mundo de Internet le ofrece. Hemos calificado su motivo como “desorden de ansiedad”. En su estado anímico de tensión y abatimiento la causa inmediata (amenaza) sería haber perdido el control de sí misma y de su vida. Hay una falta de logro matrimonial (causa implícita) pues hay que tener presente que se encuentra separada debido a que fracasó su relación formal. Además (antecedentes complementarios) hay falta de logro amoroso general, pues ha seguido con parejas esporádicas poco transparentes y de por sí complicadas ellas mismas (alcoholismo). El cuadro se completa con su falta de logro laboral y con el hecho de que se le habría diagnosticado depresión.

b) Naturaleza de las causas implícitas tras las causas inmediatas Una revisión somera de las causas implícitas que se encuentran por debajo de la capa de causas inmediatas, permiten identificar algunas características que insinúan un posible agrupamiento de las primeras. En primer lugar, hay causas implícitas cuya naturaleza es propiamente psíquica o de orden interior si se quiere. Esa connotación psíquica parece ser un estado de tipo afectivo, lo más probable un sentimiento o una pasión, los cuales son más duraderos, a diferencia de las emociones, consideradas más breves y de aparición repentina. En segundo lugar, otra parte de las causas implícitas se vincula con situaciones o cosas de índole social o material. En tercer lugar, otro grupo de causas implícitas viene a ser una combinación de las anteriores, por ejemplo, una causa implícita que reúne simultáneamente propiedades psíquicas y materiales o propiedades psíquicas y laboral-económicas. Los estados o causas sentimentales pueden estar relacionados en su mayoría con sentimientos propios y, en menor medida, en casos relacionadas con sentimientos ajenos. Un caso de sentimientos propios es el presentado por Gastón quien nos escribió el año 2008. Expresó que: “Tengo duda entre dos amores. Soy casado, pero desde hace 5 meses mantengo una relación con una persona separada, Mi esposa esta al tanto se lo dije, nos separamos, pero ahora no sé que camino tomar siento que ambas me atraen pero esta situación no puede continuar y no tengo claridad para darle un corte”.

El consultante, motivado por amor, vive una tensión cuya causa inmediata es la indecisión. La causa implícita indudablemente es de carácter sentimental y depende

90 de un impulso espontáneo e irresistible que surge de su interior, pues lo atrapa un apego atractivo y dulce a dos imágenes femeninas. El marco complementario es que parece querer conservar una relación paralela con dos mujeres distintas sin atreverse a asumir costos por ello. A veces, sin haber ni corte ni separación, existiendo una relación incluso formal, hay una perturbación sentimental por el interés sobre un tercero de aparición repentina. Selena, de tan sólo 20 años, nos escribió el año 2009 diciendo que:

“Llevo 2 años junto a mi pareja, pero resulta que conocía a una persona hace menos de una semana la cual me movio el piso, no besamos pero fui incapaz de contarle esto a mi pareja menos terminar con la relación, la cosa es que no se que hacer ya que en estos momentos solo pienso en aquellos instantes que pase con este recién conocido. Que Puedo hacer?”.

Obviamente el motivo es el amor, confuso, pero amor. La situación de esta fogosa joven es compleja: obsesión y desconcentración. Obsesión por cierto momento de eros desatado y desconcentración de sus cotidianeidades. La causa inmediata ha sido un sensual encuentro con un nuevo pretendiente, no sabemos si pasajero o establecido. La causa implícita sería que dicho encuentro ha dejado huella pues induce a la perturbación del sentimiento propio, con el recurrente recuerdo de esos momentos placenteros con el recién aparecido. La causa complementaria es que la novel infractora tiene pareja estable con historia: desde hace dos años. Un caso motivado por el desconocimiento de los sentimientos ajenos es el de Yasna, de 28 años, quien nos escribió el año 2010, expresando lo que sigue: “Estoy con mucha desesperación. Necesito saber si mi pareja y padre d mi hijo me ama, acuario del 79. Lo amo mucho. Deseo saber si triunfare en este amor, lo amo mucho hemos pasado de todo, tenemos un bebe.”

Su motivación es el amor. Nada menos que aquí tenemos una firme declaración de amor de manera explícita. En su caso concluimos que la situación puede calificarse de expectativa dolorosa, cuya causa inmediata es la incertidumbre. Nótese que la causa implícita no son los sentimientos propios sino la falta de certeza respecto de los verdaderos sentimientos de su novio y pareja actual. Como complemento podemos agregar que, por una parte, hay una obsesión apasionada en la imagen de su contraparte masculina y, por otra, habría una sensación de “de desamparo, o desprotección” pues hay un pequeño hijo que los une y exige compromiso en su cuidado. Como se dijo, otra parte de las causas implícitas se vincula con situaciones o cosas de índole social o material, las cuales a su vez pueden diferenciarse en dos

91 subgrupos: situaciones económicas y situaciones laborales, aunque éstas en último término derivan en una situación o interés material. Tratándose de causas implícitas de índole material, se recuerda el caso de Germania, ama de casa de 27 años, quien nos escribe por allá por el año 2008. “Mi consulta urgente. Bueno les paso aconta rsulta que tengo la posibilidad de comprar una casa pero esta casa tiene 9 herederos lo cual hace un mes fallecio una de ellos dejando dos hijos quedaron en venderle la casa a u7no de los hermanos pero por rensillas con la esposa de el no quieren y como segunda opcion entramos nosotros quiero saber si sigo adelante o hecho todo atras estoy desesperada por una respuesta ya que me endeude y estoy enferma ya que tengo diabetes y esto me perjudica demasiado”.

Obviamente que el motivo ahora es la economía. La situación se describe como desesperación y tendría como causa inmediata el descontrol vital por el que pasa la consultante. La causa implícita de tipo material es el endeudamiento que daña la economía personal. Los elementos complementarios tienen su complejidad pues, por un lado, se da el deterioro de la salud de la interesada y, por otro, lo enredado que resulta adquirir una vivienda a una sucesión no saneada, produciéndose un círculo vicioso entre mala salud y mala economía. Se señaló que el tercer grupo de causas implícitas es una combinación de las anteriores, causas implícitas que reúnen simultáneamente propiedades psíquicas y materiales o propiedades psíquicas y laboral-económicas. Un caso en el cual las causas implícitas son de tipo social o material, más precisamente laboral económico, pero incluyen los sentimientos, es planteado por Ivonne, de 35 años, quien nos escribe el año 2009: “Mi jefe ha hecho acusaciones muy graves sobre mi, y se las ha hecho a terceros, pero no me atrevo a denunciarlo porque involucraría a los terceros (en los que confío plenamente), además mi marido trabaja en la misma oficina y se desquita conmigo a través de él. Qué hago, si me atrevo a denunciarlo, mi denuncia tendría acogida?, peligra mi trabajo y el de mi marido?. Si me ayuda a tomar esta decisión le estaré eternamente agradecida”.

Como en muchos otros casos, las motivaciones son varias. En la situación de ella los motivos son trabajo y familia. Además, como tantas otras personas, la situación anímica no está perturbada de forma unilateral, sino de manera más compleja, por la tensión y por el temor, también. La causa inmediata obviamente es el acoso laboral al que viene siendo sometida. El elemento implícito es que comparte dicho acoso ni más ni menos que con su esposo, su ser amado. El elemento complementario es que hay un potencial peligro para otros compañeros de trabajo, quienes eventualmente podría correr la misma desventura si se advierte la solidaridad

92 laboral, situación común a miles de trabajadoras/es sometidas/os a relaciones laborales asimétricas con el capital. Otro ejemplo de causas implícitas en que se mezcla lo material, laboral, económico y sentimental es el de Javier, de 40 años, quien se desempeñaba como oficial de la policía uniformada. El año 2008 contó su caso: “Quiero saber si mi problema, del cual me acusan injustamente, si se va a solucionar y podre volver a trabajar, como asimismo si podre recuperar mi matrimonio, el que se ha destrozado por lo mismo. mi esposa se llama graciela y nacio el 03.10.1977. gracias”.

La consulta está motivada tanto por el trabajo como por el amor. Jorge está pasando por un momento de dolor. La causa inmediata es que ha perdido su empleo o le mantienen suspendido. La causa implícita es que él atribuye –y no anda descaminado- que el daño económico y de status social simultáneamente dañó su matrimonio, afectándolo en el aspecto sentimental (habría alejamiento del cónyuge). El elemento complementario es doble: siente que se encuentra bajo el peso de una acusación injusta y además, aunque no lo diga, siempre el futuro se presenta complicado en términos laborales para un ex funcionario de policía.

c) Naturaleza de las causas complementarias de las causas implícitas e inmediatas La causa complementaria la vemos como un estado o condición que limita o encuadra la solución o no solución del problema. Esa condición puede ser propia, o sea, tener origen en la psiquis del consultante, o puede ser aportada por otro/a. Si la condición se refiere a otro/a, significa que es impuesta por el otro o que el/la interesado/a deja que el otro la imponga como una condición. Cuando hablamos de “imposición” no quiere decir que se haga presente por la fuerza de manera consciente y/o brutal, sino que puede tratarse de la existencia de algo o de alguien que no se puede eludir. Un caso en que la condición complementaria o encuadrante de una situación personal se califica como propia es la de Mireya, quien tiene 32 años y ha enviado su consulta el 2008. Nos relató lo que sigue: “Siento una gran preocupación por mi situación laboral y afectiva. Hace un mes que quedé sin trabajo, después de haber estado 5 años en un establecimiento municipal. Siento que alrededor mio hay muchas energias negativas que propendieron esta situación desfavorable para mí. Además a mis 32 años nunca he tenido una pareja. Espero que me ayude. Gracias”.

La motivación de la joven no es una sola, es el trabajo y el amor, aunque se puede resumir como un desorden de ansiedad. La causa inmediata se acusa como haber

93 perdido el control sobre los diversos aspectos de su vida. La causa implícita más cercana es la cesantía que la agobia. Ahora bien, la materia en la cual tenemos que focalizarnos es la causa complementaria, la cual a nuestro juicio, es que carece de pareja y nunca ha tenido alguna, ni para bien ni para mal, condición que a primera vista es propia y no atribuible por el momento a un tercero. Otro caso en que la causa complementaria se reconoce como propia es la de Juanita, quien nos escribió en marzo del año 2008. Dijo lo siguiente: “Comentario: llevo 18 años casada y estamos pasando por una crisis matrimonial. Gracias.”

Igualmente que el caso anterior, se encuentra bajo el motivo del amor. Diagnosticamos un estado actual definido como expectativa dolorosa que tiene por causa inmediata la incertidumbre. El elemento implícito que la agobia es la incerteza del futuro de su relación formal de pareja. La connotación propia de la causa o elemento complementario es que la interesada ha invertido 18 años de su vida y parece que recién se percata que los dividendos han sido escasos. Es ella a quien pertenece ese tiempo y es ella quien apenas ahora está comenzando a tomar conciencia de la inversión realizada sin conseguir resultados adecuados. Un tercer caso de causa complementaria de condición propia es la de Cristina, de 44 años, quien envió sus inquietudes el año 2010. “Quisiera saber si mi ex pareja, volverá conmigo o simplemente debo olvidarlo. El se está acercando a mí como amigo, pero no me ha insinuado nada más..... yo no quiero hacerme ilusiones que no corresponde, porque me haría mucho daño... qué debo hacer????. Si no es así, encontraré a alguien..... llevo 4 años sin pareja...... y cada día me siento más sola. Estoy super confundida, y no quiero hacerme ilusiones porque cosas que no serán”.

Motivada por el amor, su situación actual se describe como soledad. El que fue su compañero la ronda sin pronunciarse sobre un posible regreso. La causa inmediata de dicho estado es el temor a volver a experimentar un rechazo, que causó tanto dolor a la consultante. La causa implícita es la desconfianza que ella experimenta sobre las verdaderas intenciones de tan galano señor. La causa complementaria, que le pertenece hoy completamente y no atribuible a un tercero es que lleva cuatro años sin pareja desde su separación y el estar sola le pesa demasiado. Un caso en que la condición complementaria o encuadrante se entiende como atribuible a otro es la de Fedora, de 36 años. Ella nos escribe el año 2008 lo siguiente: “Estabamos muy bien con mi pareja y de un día para otro me pidió tiempo, así que nos alejamos; lo ínico que deseo es volver a estar junto a él. Muchas gracias.”

94 El amor sigue presentándose como un motivo que parece abarcarlo todo. La situación de esta profesional ha sido calificada como desconcierto. La causa inmediata es el rompimiento abrupto de su relación sentimental, caso por demás frecuente de ocurrir en nuestra realidad psíquico-social. La causa implícita es el apego que ella tiene sobre este señor que parece haber perdido el enamoramiento. La causa complementaria no atribuible a la interesada y que se impone por parte de un tercero es que el mencionado varón pide tiempo para sopesar si continuará con la relación. Un caso en que la causa complementaria es atribuible al interesado y simultáneamente a otro es el de Sergio, quien tiene 40 años y nos escribe por allá en junio de 2006. “Tenemos un matrimonio de 20 años con 3 hijos. Pasamos por momentos difíciles por falta de comunicación y mi infidelidad descubierta. Quiero cambiar pero ella no es la misma. ¿Qué pasará?.”

Motivado por el amor, se halla en una situación caracterizada por la desorientación y la tensión. La(s) causa(s) inmediata(s) la(s) proporciona el propio Sergio, tratándose de su infidelidad recurrente acompañada de la incomunicación con su esposa. La causa implícita sería que, estando el interesado con la intención de modificar su conducta sexual y dedicarle sus atenciones a la esposa, ésta habría cambiado y pareciera no prestar atención al hombre arrepentido. La causa complementaria en su lado propio la constituye el factor de apego del consultante a un matrimonio de 20 años de duración y, la que concurre en forma simultánea como una condición externa, de un tercero, es el hecho que de ese matrimonio hay un producto de tres hijos como resultado. Un interesante caso en el cual la causa complementaria es atribuible al interesado y simultáneamente a otro es el de Madreselva, una trabajadora de 25 años, que consulta el año 2009. “En estos momentos estoy embarazada no estoy con el papa de mi hijo porq no estamos enamorados y el ya tiene otro hijo pero tampoco esta con el .yo quiero saber si algun dia estaremos juntos o tendremos una familia....gracias”.

En este caso el motivo es la familia, bordea el tema del amor pero no alcanza a ser amor, como se verá. La situación la hemos descrito como obsesión. La causa inmediata sería la idea fija y un tanto fantástica de formar una familia o pareja estable. La causa implícita es que la fijación en la convivencia permanente es con el padre del hijo que ella espera. La causa complementaria, que no pierde complejidad, en su simultaneidad de condición propia y de un tercero es que ni ella ni él están enamorados. Además, la condición atribuible al otro debe considerar que el fugaz

95 galán no arrastra una historia impoluta: tiene desde antes un hijo y tampoco vive a su lado dándole la protección que corresponde.

96 Capítulo 13 Los frutos del estudio (1ª parte)

A contar de esta parte del estudio corresponde que se vaya perfilando algunas conclusiones, por lo cual nos abocaremos a dicha tarea.

Lectura de las cartas: inspiración enmarcada en la ética Tal como se dijo en el Capítulo 2, desde la antigüedad se ha buscado alguna explicación para comprender el funcionamiento y resultado de los oráculos. Se señaló que el intelectual y sacerdote griego Plutarco (siglos I-II de n.e.) fue una inteligencia convencida de la utilidad y buena fe del método oracular basado en la inspiración o éxtasis de la pitia o profetisa del templo de Apolo. Sin embargo, la claridad de Plutarco sobre las actividades mánticas no significó que estas ideas pudiesen ser transmitidas de forma lineal hasta los medios ilustrados del siglo XX, como se puede comprobar en el prejuicio que ciertos académicos universitarios mantienen sobre el particular: suponen desde la partida que los cartomantes usan las cartas como una simple excusa y despliegan sus capacidades para estudiar el carácter del consultante, sacarle información y después presentársela como fruto de sus presuntos dones adivinatorios. En síntesis, para estos académicos todo cartomante es un bribón estafador, todo consultante es una víctima y todo pronóstico es una farsa. Jung y algunos discípulos/as estudiaron seria y fundadamente a las mancias, centrándose en las características del I Ching, la geomancia y la astrología y, marginalmente, en la cartomancia. En esos trabajos se admite que no hay dobles discursos en los adivinos éticos y que el instrumento oracular es una fuente de inspiración para disminuir el nivel de la función mental y así abrir espacio al dominio de la función intuitiva u holística. Los avances epistemológicos y tecnológicos de fines del siglo XX (metodología científica y computación) nos han brindado una oportunidad única de poder entregar información que permita contrapesar las opiniones sin fundamento sobre la adivinación, así como tender un puente entre tradición u holística con la ciencia social. Quienes rechazan y desvalorizan la mántica sostienen que el adivino o el cartomante va observando las reacciones del consultante, luego, la presencialidad de éste o entrevista personal

es una condición indispensable para embrollarlo.

97 Además, el embaucador no tiene como móvil simplemente disfrutar del engaño, sino sacarle dinero u otro bien valioso a la víctima. Y, como tercera condición, la entrevista es oral y no se deja una constancia grabada, ni escrita ni audiovisual, que permita confirmar posteriormente los pronósticos. Entonces, si quisiéramos evitar la victimización tendríamos que disponer de condiciones que lo impidieran, a saber: 

Que no exista presencialidad, o sea, la consulta debería ser a distancia sin que el consultante y el cartomante puedan verse mutuamente;



Que no exista lucro, o sea, que no se cobren honorarios con lo cual el consultante no tiene nada que perder y el cartomante no tendría nada que ganar;



Que exista responsabilidad, o sea, que quede un registro de la respuesta oracular.

Estos razonamientos nos llevaron a establecer un método que hiciera realidad dichas condiciones, a saber: 

Que la persona interesada enviara su consulta por Internet (correo electrónico);



Que la respuesta oracular fuese gratuita;



Que la respuesta fuese un mensaje escrito con respaldo magnético.

Eventualmente, podrá darse una cuarta condición opcional: la persona interesada tendrá la libertad de enviar un comentario indicando su conformidad o su rechazo a la respuesta recibida. Las 752 consultas que constituyen los casos tratados en esta investigación cumplen las condiciones impuestas. Luego, estamos en completa capacidad de afirmar que las 752 respuestas nunca pudieron transformarse en una manipulación psicológica del consultante que se pudiera relacionar con la observación de sus reacciones. En cambio, dichas respuestas salieron de una inspiración basada en la lectura de las cartas.

La consulta: más allá de la mera predicción Los opinantes desinformados o las personas simples acostumbran ver a la cartomancia con solamente un objetivo: conseguir una predicción de los acontecimientos futuros. Por su parte, los estudiosos del tarot o los tarotistas eruditos le asignan –con justa razón- objetivos más amplios e incluso, opuestos: por

98 un lado se le atribuye la capacidad de poder hacer lúcida desde sus láminas una reflexión filosófica general sobre la vida y el cosmos y, por otro, la realización de prácticas meditativas útiles para la introspección y la conciencia holística. Lo diferente de nuestra investigación es que se ha dejado de lado tanto la mirada corta del prejuicio como las miradas amplias de la reflexión y del contacto trascendente, para dejar paso a las visiones o finalidades que surgen del instrumento oracular en acción, a pedido de la comunidad humana, del pueblo. Cuando hablamos de objetivos nos referimos a finalidades o logros para resolver una situación personal incómoda y, a veces, tensionante y traumática. Dicho de otra forma, las finalidades anímicas e incluso inconscientes que impulsan a las personas a conseguir una respuesta que les ayude a encontrar un estado de mayor y mejor conformidad espiritual. Los objetivos relevantes encontrados fueron: a) un pronóstico (¿qué pasará?, ¿cuál es el vaticinio?, ¿qué me depara el futuro en el tema o problema Z?), este es el oráculo puro y simple. b) un diagnóstico (¿qué me pasa?, ¿cuál es la causa?, ¿en qué estado espiritual está la persona X?), c) una orientación (¿qué debería hacer?, ¿cómo recobrar el control de mi vida?, ¿pueden ayudarme?), d) un análisis y sus sugerencias (interpretación de sueños y/o de símbolos; aclarar algo de su situación personal, de cualquier tipo, que no se entiende; etc.). El “pronóstico” o interrogante sobre el futuro reúne al 62,4 % de la demanda. Le sigue el “diagnóstico” con el 19,5 % y luego la “orientación con 15,6 %. La demanda menor tiene por objetivo el análisis (1,1 %). Entonces, se ha podido verificar que, además del objetivo oracular o pronóstico, los consultantes le asignan a la baraja a los menos otros tres objetivos relevantes: diagnóstico, orientación, análisis. La información disponible sobre los objetivos es aún más profunda de lo reseñado apretadamente en esta conclusión, pues de la combinación de motivos específicos (temas específicos) de los consultantes con los objetivos generales de éstos, fue posible establecer los objetivos específicos (finalidades específicas) de estas personas. A modo de ejemplo, el motivo (tema) más preponderante, que es el amor (50,1 %), contiene a su vez temas específicos relevantes, como son la "pareja actual", "rehabilitar una relación" y "sentimientos de otro". Si estos temas específicos se cruzan con los objetivos generales se obtienen finalidades específicas tales como:

objetivos o

99



Pronóstico sobre relación de pareja actual (69,1 % dentro de este tema específico);



Orientación sobre relación de pareja actual (16,5 % dentro de este tema específico);



Diagnóstico sobre la relación de pareja actual (14,4 % dentro del tema específico);



Pronóstico sobre la rehabilitación de la relación (91,7 % dentro del tema específico);



Diagnóstico sobre sentimientos de otro (85 % dentro del tema específico).

Ha sido factible, entonces, configurar los objetivos específicos de los consultantes cruzando los motivos específicos de los 15 motivos generales con los 3 objetivos generales más relevantes, para obtener un mapa muy detallado y rico en situaciones que mueven a las personas a consultar al cartomante.

Situación crítica: consultando por motivaciones significativas Para abordar la temática de la situación crítica se optó por separar al universo de consultantes en dos grupos, aquéllos que se encuentran en “situación normal” y aquéllos que se encuentran en “situación crítica”. Por “situación crítica” entendemos un estado de confusión de tipo transitorio que experimenta la psiquis de una persona cuando se encuentra constreñida por presiones externas o por la irresolución de un conflicto íntimo. En términos sociológicos, se experimenta un malestar subjetivo profundo, ligado al sufrimiento. Nuestros consultantes en crisis están fracasando temporalmente en resolver su problema, de allí que nos solicitan una cooperación para superar el momento crítico. Ese momento de crisis podría ser algo relevante en la vida de la persona que lo pone en situación de estrés o a las puertas de una depresión. Por ejemplo, infidelidad propia o de su pareja, ruptura o distanciamiento matrimonial con o sin hijos de por medio, ruptura sorpresiva unilateral por parte de uno de los miembros de la pareja, cesantía sorpresiva o crónica, un conjunto de problemas simultáneos que le hacen perder el control de su vida, etc. Fueron identificados 248 casos de “situación crítica”, lo cual representa el 33,1 % de la población total. La descripción de cada uno de los casos permitió identificar los conceptos que mejor representaban cada situación: tensión, expectativa dolorosa, dolor, desorientación, desconcierto, inseguridad, desesperación, impotencia, descontrol, abatimiento, incertidumbre, temor, soledad, desesperanza, vacío, desconfianza, obsesión, frustración, desilusión, incapacidad, impulso irresistible, duelo. Lejos, la “tensión” es el “descriptor” más representado, con el 22,2 % de los casos. Le siguen la “expectativa dolorosa” y el “dolor” con 14,2 % y 12,3 % respectivamente. Estos últimos, muy relacionados, si se suman, pasarían a ser el

100 estado psíquico más notable (la vida parece ser un camino plagado de espinas). En fin, después del dolor, se baja a un 7,1 % marcado por la “desorientación” y, luego, un nuevo descenso al 4,9 % marcado por el “desconcierto”. Se verificó que las situaciones críticas descritas tienen causas inmediatas que pueden ser, a su vez, identificadas. Se dijo que la propiedad característica que tiene una causa inmediata de una situación psíquica consiste en que se trata de un elemento activo que se percibe como una amenaza, un potencial peligro que se transforma en el factor desencadenante del estado anímico. A modo de ejemplo, las causas inmediatas que llevan a la “tensión” pueden ser bastante variadas, tales como la “incertidumbre”, el “descontrol”, la “indecisión, el “corte de una relación o el alejamiento de la pareja”, etc., etc. Nótese que la tensión o retorcimiento interior que consume anímicamente a nuestros consultantes se ve preferentemente relacionado con escenarios en los cuales hay un proceso que no encuentra desenlace o solución: “incertidumbre” (no hay conocimiento seguro de algo); “descontrol” (no hay orden); “indecisión” (no hay resolución); por “relación en crisis” (no hay ni corte ni acercamiento), etc. La incertidumbre pareciera ser, fuera de toda duda, la causa inmediata con mayor peso en las crisis personales, donde el elemento percibido como amenazante es la falta de certeza que algo se produzca o, al contrario, no llegue a realizarse, situación de indefinición o latencia que se ha transformado en un peligro para el sujeto. Sin embargo, no parece que se manifieste un solo tipo de incertidumbre. Quizás se debiera hablar de “las incertidumbres” que conllevan a la “tensión”. El 59,4 % de la incertidumbre se enmarca en el motivo “amor”; el 18,8 % en la “familia”; el 12,5 % en el trabajo; el 6,3 % en la “economía”. Es posible, además, tomar como eje de observación a una causa inmediata en particular y establecer cuál es el abanico de efectos que provoca, es decir, cuál es el conjunto de situaciones anímicas generadas por aquélla e identificadas mediante descriptores y, además, cuantificar este fenómeno. A modo de ejemplo, la “incertidumbre” como causa inmediata de momentos críticos en la vida de los consultantes sería capaz de producir 10 efectos críticos, de los cuales hay cuatro que reúnen el 85 por ciento de las menciones: la “tensión” con un 41,0 %; la “expectativa dolorosa” con un 30,8 %; el “dolor” con un 9,0 % y la “desesperación” con un 5,1 %. Explorando más a fondo, se descubren las causas implícitas que se encuentran por debajo de la capa de causas inmediatas. Aquéllas disponen de características que permiten agruparlas gruesamente. Hay causas implícitas cuya naturaleza es propiamente psíquica o de orden interior. Esa connotación psíquica es un estado de

101 tipo afectivo, lo más probable un sentimiento o una pasión, los cuales son más duraderos que las emociones, consideradas más breves y de aparición repentina. Los estados o causas sentimentales pueden estar relacionados en su mayoría con sentimientos propios y, en menor medida, en casos relacionadas con sentimientos ajenos. A veces, sin haber ni corte ni separación, existiendo una relación incluso formal, hay una perturbación sentimental por el interés sobre un tercero que aparece de manera no esperada en la vida de la persona. Otra parte de las causas implícitas se vincula con situaciones o cosas de índole social o material, las que también pueden diferenciarse en dos subgrupos: situaciones económicas y situaciones laborales, aunque éstas en último término derivan en una situación o interés material. Un tercer grupo de causas implícitas viene a ser una combinación de propiedades psíquicas y materiales. Explorando más allá de las causas implícitas, se puede pasar finalmente a las causas complementarias, concebidas como una condición que encuadra la solución del problema. Esa condición puede ser propia, o sea, tener origen en la psiquis del consultante, o puede ser aportada por otro/a. Si la condición se refiere a otro/a, significa que es impuesta por el otro o que el/la interesado/a deja que el otro la imponga como una condición. Cuando hablamos de “imposición” no quiere decir necesariamente que se haga presente por la fuerza de manera consciente y/o brutal, sino que puede tratarse de la existencia de algo o de alguien que no se puede eludir. Este

resumen

no

tan

breve

sobre

las causas

inmediatas,

implícitas

y

complementarias que generan las situaciones críticas de las/os consultantes se ha realizado para enfatizar la comprobación de la relevancia del origen crítico de la situación psíquica o de profundo malestar subjetivo que los ha impulsado a buscar respuesta en el oráculo cartomántico. Son motivaciones significativas en el ámbito individual. El vaticinio: una respuesta con sentido Para detectar que los consultantes han encontrado sentido a las respuestas oraculares se midió su reacción ante esas respuestas. La reacción es un acto completamente voluntario, sea de satisfacción o de rechazo hacia el contenido del mensaje. Para medir la satisfacción, se cuantificaron las reacciones dando las gracias. De los 752 casos de chilenas/os atendidos, un treinta por ciento dio las gracias y el setenta por ciento restante se abstuvo de hacerlo. Por su parte, la cuarta parte de quienes agradecieron lo hizo más allá de un simple “gracias”, enviando un mensaje algo más elaborado.

102 La reacción global de quienes agradecen presenta la misma distribución que el total de la población cuando el agrupamiento es realizado por género, de donde se presume que nuestro universo, una vez más, es una muestra bastante representativa de la cultura media nacional y, por ende, un indicio del grado de sentido o de la satisfacción que las respuestas oraculares son capaces de provocar en

las/os

interesadas/os.

Sin

embargo,

cuando

se

intenta

valorar

el

“agradecimiento” por el envío de mensajes especiales más elaborados que la palabra “gracias”, la conducta de las/os interesadas/os varía según el género. Siendo el género femenino casi el ochenta por ciento de la población, agrupa a más del noventa por ciento de quienes enviaron mensajes especiales de agradecimiento, lo cual muestra a este género más delicado y espontáneo. Por su parte, siendo el género masculino sólo el veinte por ciento de la población, agrupa sólo al seis por ciento de los que enviaron mensaje especial de agradecimiento, lo cual perfila a este género más áspero y autocensurado. Se tuvo en cuenta que otra forma de reaccionar espontáneamente de los usuarios, aparte del “agradecimiento” eran los comentarios sobre las respuestas del oráculo y el portal de Internet. Los comentarios no son muchos pero su variedad es grande, por lo cual no nos pareció adecuado intentar encasillarlos en una clasificación. El “agradecimiento” de la población general era insuficiente para dejar constancia del descubrimiento de un sentido o de la satisfacción de las personas, por lo cual se decidió realizar una medición focalizada en el subgrupo en “situación crítica”. Se separó el universo en dos poblaciones: “normal” y “situación crítica”. En la población “normal”, se constata que el 25 % es capaz de agradecer, en cambio, en la población en “situación crítica” esta capacidad aumenta notablemente hasta el 40 %. Respecto del envío de un mensaje de agradecimiento más elaborado, la población en “situación normal” (no crítica) despachó no más de un 5 % de mensajes especiales de agradecimiento. En cambio, el grupo en “situación crítica” lo hizo seis veces más, llegando al 29 %. De la información resumida que se ha desplegado sobre este punto se ha podido concluir que las respuestas entregadas a los consultantes por el oráculo (el cartomante), tienen sentido para ellos y han favorecido la comprensión de su problemática.

103 Capítulo 14 Los frutos del estudio (2ª parte)

El contexto general de bienestar y malestar subjetivos El contexto general dentro del cual se ha desarrollado este estudio está dado por el conjunto de la sociedad que constituyen las/os chilenas/os. La información disponible hace ver que en dicha sociedad coexisten el malestar y el bienestar, la satisfacción y la insatisfacción, el contentamiento y el descontento, la plenitud y el sufrimiento. Se señaló que la ciencia social distingue el malestar subjetivo individual del malestar subjetivo con la sociedad. Separar el primero del segundo puede ser un procedimiento útil para segregar situaciones y poder analizarlas, tratarlas estadísticamente, etc. pero a veces están tan íntimamente ligadas que costará disgregarlas, a menos que se trate de ciertos casos o situaciones muy bien definidas. ¿Por qué?. Porque aunque el malestar sea con la sociedad, en definitiva se trata de una relación dialéctica entre el sí propio y el sí colectivo y no está suficientemente claro si el malestar es originado en un orden social o entorno que no proporciona las condiciones para expandirme o si es más determinante mis propias capacidades o incapacidades, sea para sobreponerme o sea para eludir astutamente ese entorno decepcionante. Hecha la advertencia anterior, conviene tener presente que ese conjunto social se desenvuelve a través de una afectividad más negativa que positiva, afectos que conviven sin que podamos impedirlo. En afectos positivos Chile está en el lugar 41 de 156 países (buena positividad) y en afectos negativos está en el lugar 134 (mucha negatividad)99. Reforzando lo anterior, recordemos que el 80 % de la población sentiría algún tipo de malestar subjetivo, sea individual o con la sociedad, o ambos simultáneamente, por lo cual los expertos concluyen que los chilenos manifiestan mayor malestar que bienestar con la sociedad y, además, tienen una visión crítica de las oportunidades que la sociedad entrega a los individuos, así como una desconfianza generalizada hacia las instituciones, la cual se viene acentuando sostenidamente los últimos veinte años (estamos en 2016). La percepción espontánea e intuitiva de la sociedad se expresa en una notoria baja de la confianza en los partidos políticos, el parlamento y las empresas privadas, la cual 99

Encuesta Mundial Gallup, citada por Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 2012. Décimo Informe sobre desarrollo humano en Chile. Año 2012. “Bienestar subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo”.

104 se va viendo confirmada en los procesos judiciales a políticos y gestores empresariales, donde se van acumulando pruebas que demuestran o fundamentan la desconfianza popular, así como revelan que las instituciones están descompuestas moral e jurídicamente hasta el tuétano. Además, es bueno no olvidar que la institucionalidad en la cual viven las/os chilenas/os es heredada de una dictadura militar corrompida y criminal, la cual hizo añicos las instituciones construidas por la república democrática durante cincuenta años en los dos primeros tercios del siglo XX. Ahora bien, si se constata una desconfianza sostenida y progresiva en el entorno no puede sorprender que las personas busquen eludir el contexto social para ser felices, si lo que va quedando para confiar son las relaciones interpersonales y tradicionales para ir construyendo su satisfacción íntima. Los estudios sociales concluyen que si bien predomina el malestar subjetivo con la sociedad, las/os chilenas/os reservarían al menos un espacio para el bienestar subjetivo individual, el cual tendría ciertas bases o pilares, entre los cuales se cuentan la casa, la salud y la familia. El trabajo también es uno de los pilares pero se clasifica dentro del bienestar subjetivo con la sociedad. En nuestro propio estudio el concepto que más se aproxima al de “base de bienestar subjetivo individual” es el de “motivo de consulta”, en el cual no hemos diferenciado a priori si ese motivo se encuadra en lo social o en lo individual. Indistintamente, si se trata de bienestar subjetivo con la sociedad o bienestar individual nuestra secuencia de prioridad es: amor (50,1 %), trabajo (14,5 %), familia (10,6 %), economía (8,9 %), salud (3,1 %). Los estudios sociales son comparables con el nuestro -en este aspecto- en el sentido que ambos constatan una situación presente o actual respecto al bienestar de los entrevistados. En segundo lugar, independientemente de su clasificación y de su preponderancia, aparecen la gran mayoría de los mismos “motivos” o “bases”: trabajo, familia, vivienda y salud. Lo que diferencia a unos de otras es que el caso de los consultantes de cartomancia es una aproximación absolutamente espontánea a su problemática y no han sido “instruidos” conceptualmente ni “dirigidos” en grupos para discutir ni reflexionar sobre los temas del estudio. En consecuencia, esta comparación permite nuevamente otorgar un grado de confianza a nuestro estudio y a la información recogida por él, pero también poder distinguir algo relevante. Se trata que en el bienestar subjetivo incide enormemente el estado actual de las emociones y los sentimientos del participante, que abarca avasalladoramente bastante más que la mitad del interés de la población, la cual está más dispuesta a conversar sobre los temas en el marco de una relación no presencial (no confundir con anónima) con el investigador pero que no está dispuesta a compartirla públicamente en grupos ni con entrevistadores

105 cara a cara. Menos aún, dicha población participante tampoco está dispuesta a plantear situaciones críticas abiertamente pero sí a ponerlas en discusión en la consulta no presencial.

Por eso es que los estudios sociales, con ser tan

contundentes y serios, no están en condiciones de captar todo el malestar subjetivo individual en sus raíces más profundas, pues el hecho que el actuante eluda procurar el bienestar en lo social porque eso lo tiene descontento, eso no significa que sumirse en la búsqueda del bienestar en lo íntimo garantice la plenitud o la satisfacción. Los rasgos sociales de la “pasión” por la cartomancia Una de las vías por las cuales una parte de la población intenta captar información para aumentar su bienestar subjetivo o disminuir su malestar subjetivo o, en otros términos, disminuir su insatisfacción y su descontento, es recurrir a la cartomancia. Hemos calificado de pasión por la cartomancia la afición creciente de las/os chilenas/os a solicitar la lectura de las cartas del tarot, la cual puede comprobarse abiertamente en determinados lugares de la capital del país, en la nutrida y sostenida publicidad que pagan los cartomantes en la prensa escrita y en el número de consultas que el autor de este trabajo recibió y contestó tanto en forma presencial como por Internet. La aplicación y desarrollo de la cartomancia – específicamente el tarot- en la sociedad chilena durante los últimos 20 años se puede

caracterizar

hoy

mediante

tres

ideas:

transversalidad,

confianza,

versatilidad. Una de las primeras características que se hace notar sobre esta viva inclinación de la sociedad es su transversalidad cultural, socioeconómica, etaria, de género y por estado civil. Cultural, pues participan como consultantes personas de la más diversa y diferente formación o instrucción, tales como vendedores, estudiantes, amas de casa, choferes, profesionales universitarios, jueces, etc. Socioeconómica, pues intervienen elementos de los más variados y disímiles niveles de ingreso, desde administradores y empresarios hasta simples auxiliares y obreros. Etaria, por la estratificación tan amplia que parte desde el estrato de 14-15 años hasta personas mayores, del estrato de 64-70 años. Otro de los mitos sociales que circulan es que las mujeres son las que consultan el tarot. Es verdad que el género femenino arrastra casi el ochenta por ciento de la demanda pero el género masculino no baja del quinto restante. Puestos los varones dentro del terreno como consumidores de tarot, sus objetivos no presentan diferencias sustantivas de las finalidades perseguidas por el género femenino. Por ejemplo, ambos géneros solicitan un pronóstico en la misma proporción dentro de su propio grupo y de idéntica forma se comportan respecto de las otras finalidades atribuidas por los

106 usuarios y demostradas por este estudio en el uso del tarot. A las anteriores, podemos agregar la transversalidad por estado civil, pues recurren a estos servicios las/os casadas/os, solteras/os, separadas/os, viudas/os, quienes conviven sin haber formalizado mediante contrato matrimonial y quienes convivían pues han roto su relación de convivencia por voluntad propia. Una segunda característica es la confianza que manifiestan los consultantes, quienes se expresan de forma breve pero con espontaneidad y franqueza. Nótese lo desconcertante de esta situación, el que una sociedad descrita por los estudios sociológicos

como

desconfiada

de

las

principales

instituciones

–políticos,

parlamento, empresas- reconozca en los hechos que el servicio cartomántico posee “cualidades recomendables para el fin a que se destina”100, es decir, confiables. La situación más representativa de la confianza es aquella de las personas que revelan descarnadamente aspectos íntimos y notoriamente reservados de su vida privada, tales como su pareja actual, la posible rehabilitación de una relación, los sentimientos de un/a tercero/a, una posible relación futura, la infidelidad, los sentimientos y emociones propias, etc. Sólo detengámonos brevemente en un tema tan delicado como es el de quienes confiesan mantener una relación amorosa en paralelo, fenómeno presente en todos los grupos etarios. El cuadro social de la infidelidad se va completando cuando otros consultantes denuncian que su pareja estable mantiene una relación paralela. Y acaba por mostrar su complejidad y crudeza cuando un grupo de consultantes reconoce que tanto él/ella como su pareja mantienen simultáneamente relaciones paralelas con terceras personas. Pero la constatación de la simultaneidad de desconfianza y confianza no es contradictoria, sino que la mente poblada de prejuicios sufre ante la inexplicable falta de lógica de las conductas sociales. Antes, se había reconocido que en la sociedad chilena coexisten la felicidad y el sufrimiento, la insatisfacción y la satisfacción, la conformidad y el descontento, la emoción positiva y la negatividad. Entonces, ¿cómo asombrarse cuando una pesada desconfianza social aparece contrapesada por una aplomada confianza individual?. Un intento de explicación podría encontrarse en la existencia de un amplio malestar subjetivo con la sociedad, el cual va aparejado de la desconfianza en las instituciones, estados que fluyen en paralelo con una búsqueda de bienestar subjetivo individual que reserva para sí ciertos pilares temáticos básicos como la vida sentimental, la familia, la salud. Por lo mismo, para conseguir certidumbre –conocimiento de la verdad- en esos motivos existenciales la sociedad o sus integrantes buscan instrumentos en los cuales confiar y que, al mismo tiempo, serían aquéllos en los cuales definitivamente confían.

100

Diccionario de la lengua española (DRAE).

107 La tercera característica señalada es la versatilidad del instrumento cartomántico, por los múltiples usos que se hacen de él según las finalidades u objetivos buscados por los consultantes, a saber: pronóstico, diagnóstico, orientación y análisis, enmarcados en los motivos o temas que les interesan. El prejuicio vulgar indica que existe una pasión por “sacarse la suerte” o “conocer el futuro”, lo cual es indesmentible y se confirma en que poco más del sesenta por ciento de las consultas confluye sobre dicho objetivo. Sin embargo, hay que reconocer que si los otros objetivos –que se encuentran muy ligados entre sí- se adicionan, asumen un volumen muy cercano al cuarenta por ciento.

Los motivos de consulta cartomántica frente a lo social y lo individual Es obvia la esencia subjetiva e íntima de los motivos que estimulan a los consultantes. Sin embargo, es posible diferenciar entre las motivaciones un grupo que apunta más al bienestar/malestar relacionado con lo individual y otro grupo que apunta más al bienestar/malestar con la sociedad. Los motivos más relacionados con lo individual, considerados por su relevancia o frecuencia de mención, son el amor, la familia, la salud física, la salud psíquica (específicamente el desorden de ansiedad), la magia o energías de terceros, el análisis de símbolos, la emotividad, la espiritualidad, el plan o proyecto de vida, la buena suerte. Los motivos más relacionados con lo social son el trabajo, la economía y los estudios. Está claro que el motivo amor es el más recurrente entre las/os chilenas/os que consultan y también, probablemente, entre los que no consultan. Y esa recurrencia se manifiesta de dos maneras. Una, es que se presenta en la vida de una persona y luego, en la de otra y después, en la de otra y así, sucesivamente hasta asumir proporciones colectivas. Dos, es que el motivo amor se presenta en la vida de una persona, se va y luego, vuelve, nuevamente se retira y después, nuevamente puede retornar. Lo segundo de hacer notar es que este motivo también está presente de forma fuertemente marcada con una connotación crítica. Enfrentarnos a él puede ser agradable, dulce, transformador, pero este aspecto luminoso no es eterno y, al contrario, su recurrencia puede estar presente largamente como una marca dolorosa y decepcionante. Lo tercero que se puede observar, es que el amor como motivo de consulta es algo propio, íntimo, de lo profundo del alma individual. No se trata de algo ajeno, de algo que podamos observar separándolo de nosotros mismos como si fuera una cosa, un objeto o móvil que pasara por la calle, por el aire o por el espacio. Cuando estamos enamorados nos ocurre a nosotros, aunque el objeto de nuestra pasión o atracción –que nosotros mismos hemos fijado caprichosamente en

108 un/a tercero/a- no se dé por aludido/a ni se sienta honrado lo más mínimo por recibir semejante carga energética de nuestra parte. Lo cuarto que cabe señalar respecto al motivo amor es una pregunta. Si es de tal importancia –digamos una importancia estratégica porque se presenta sin discriminar edades- ¿por qué no estamos suficientemente preparados cuando nos toca nuestras vidas en forma crítica?, o ¿por qué no se nos prepara adecuadamente para sobrellevar la crisis y comprenderla?. Lo quinto –y esto es para dejar atónito- se presenta como una especie de autosacrificio o martirologio. Recordemos que un tema específico dentro del motivo amor es la “rehabilitación de una relación de pareja” (casi 15 % dentro del motivo amor) y especialmente acentuado en el género femenino. Hay una obsesión o recurrencia, obviamente irracional, de insistir en recuperar el lazo erótico con alguien que desdeña la pasión que se ha fijado en él/ella. Cuando amamos, ¿qué amamos realmente?. ¿Amamos de verdad y generosamente a otra persona no solamente en cuerpo sino también en alma?. ¿O amamos una imagen que hemos fijado arbitrariamente en otra persona y, por ser nuestra proyección, nos amamos mezquinamente a nosotros mismos?. ¿Por qué cuando amamos queremos no sólo el monopolio de su fidelidad (de su cuerpo), la exclusividad de su sentimiento (apropiarnos de su alma) y que adopte nuestros puntos de vista (esclavizar su mente)?. Si se dice que amar es dar, pareciera que ciertas ideas algo bonachonas no concuerdan con la realidad social de la práctica amorosa. Son harto escasos quienes se preguntan ¿he dado lo suficiente? y demasiados quienes reclaman ¡me han dado muy poco!. A título provisorio, se podría decir que en la crisis de índole amorosa y, en realidad, en todas las crisis o en todos los motivos de crisis, hay una pérdida temporal de la conciencia o de la autoconciencia, una incapacidad temporal de poder separarnos del problema o también, una incapacidad de considerarnos uno de los elementos componentes del problema, lo cual se expresa en calificarnos completamente inocentes y víctimas y jamás como causa o como contribución de nuestra propia crisis. Es cierto que el tema o motivo familia aparece en las consultas mencionado cuantitativamente en forma importante –después del amor y antes que la saludpero si se considera el orden de aparición dentro del discurso del consultante, tiende a surgir en lugar posterior al aspecto sentimental amoroso. Es decir, no se trata que la familia importe menos, pero el amor como tema individual importa antes. El segundo en importancia de los motivos de consulta y primero en lo social es el trabajo. Aquí sí que encontramos diferencias con el motivo amor que, distintamente de éste, el factor desencadenante de la crisis o, si se quiere, su causa inmediata, es un elemento externo a nosotros mismos personificado en el

109 jefe, el patrón u otro, pero también podría ser más amplio, de naturaleza social, como una depresión económica, un cambio en la situación política, guerras, etc. Aunque este factor social no nos libera de nuestro papel en la situación crítica, pues es nuestra psiquis y nuestra personalidad la que se ve conmovida y nos deja inermes temporalmente. Otro aspecto común del motivo trabajo con la crisis amorosa es la pérdida o disminución de la autoconciencia, lo cual impide que podamos objetivar y distanciarnos del nudo de contradicciones. Más que nunca –y muchas veces con razón- nos vemos en el trabajo como víctimas, como náufragos y no como capitanes de nuestro propio destino. Por esta razón, volvemos a preguntarnos ¿por qué no estamos suficientemente preparados o por qué no se nos prepara adecuadamente para sobrellevar la crisis laboral y comprenderla?.

Los procesos sin desenlace Se señaló anteriormente que los casos de insatisfacción o de “situación crítica” alcanzaron a un tercio de los consultantes, volumen importante dentro de una población que busca mejorar su bienestar subjetivo individual. ¿Qué rasgos podrían caracterizar a ese grupo que llama la atención de manera notoria? Los estudios sociológicos expresan que, en general, la tendencia de la sociedad chilena es mostrarse evasiva de los conflictos, es decir, la tendencia espontánea – consciente o inconsciente- es negar primero y eludir después. La última frase es importante no porque indique algo que no se sabía, sino, primero, porque lo indican estudios con respaldo científico y, segundo, porque hoy (2016) la elusividad es más evidente o se hace más consciente en la mirada del movimiento social sobre la vida y discurso de los políticos, en el programa de gobierno de la coalición gobernante y en las intervenciones públicas –desde que era candidata- de la misma Presidente de la República. La conducta evasiva, considerada como un factor que acompaña las situaciones críticas o de malestar subjetivo individual, es un estilo de eludir o no enfrentar el conflicto o contradicción vital, de tal manera que se va frenando o impidiendo el desenlace de los procesos de solución de dichos conflictos. Tomemos un caso, el de la situación crítica identificada como “tensión”, el descriptor que grafica casi la cuarta parte de las situaciones críticas de los consultantes. Esta especie de retorcimiento interior de las personas sería provocada como causa inmediata por situaciones no resueltas o que los/as involucrados/as eluden enfrentar. Los datos señalan que la tensión se advierte preferentemente relacionada con la “incertidumbre”, o sea, la/el interesada/o no tiene o no busca apropiadamente el conocimiento seguro de algo; con el “descontrol”, es decir, el consultante carece de

110 orden en su vida o evita priorizar la solución de sus contradicciones internas y externas; con la “indecisión”, o sea, el consultante no es capaz o no toma posición sobre la resolución del conflicto; con la “relación de pareja en crisis”, esto es, cuando los/as involucrados/as eluden propiciar un acercamiento verdadero o, al contrario, dar un corte definitivo, etc.

El peso de la incertidumbre La transversalidad cultural, socioeconómica, etaria, de género y de estado civil del universo de consultantes y su demanda de una explicación del presente o un pronóstico del futuro, confirman que un requerimiento señalado de sus vidas es el conocimiento de la verdad. Si las personas supieran lo que está pasando o lo que va a suceder eliminarían la incomodidad de la incertidumbre y ganarían más tranquilidad, serenidad, aplomo. Sin embargo, para un grupo de personas, la falta de certeza de que algo se produzca o no ocurra puede llegar a percibirse como un elemento amenazante y tener una amplia y variada gama de efectos críticos o indeseables en la personalidad o la psiquis, para transformarse en un malestar, insatisfacción profunda o, simplemente, una situación crítica. La lista de las causas inmediatas de las situaciones críticas supera las treinta, aunque hay algunas de mayor relevancia por su masiva presencia. La incertidumbre o falta de certeza en el conocimiento seguro de algo es la más preponderante de las causas inmediatas de las situaciones críticas de los consultantes, con casi una cuarta parte del total de casos en que es identificada. Además, la incertidumbre se encuentra entre las tres causas inmediatas capaces de producir una amplia gama de efectos críticos. Recordemos que la incertidumbre como causa inmediata de momentos críticos en la vida de los consultantes sería capaz de producir a lo menos diez efectos críticos: tensión, expectativa dolorosa, dolor, desesperación, impotencia, soledad, desesperanza, descontrol, desconcierto, temor, de los cuales los cuatro primeros reúnen el 85 por ciento de las menciones. Esta constatación ayuda a comprender indirectamente por qué las personas en general,

y

especialmente aquéllas molestas, insatisfechas o en situación crítica, intentan corregir la falta de certidumbre por la vía de las mancias oraculares como alternativa a la escasez de información lógica o intelectualmente elaborada, o sea, perciben el sufrimiento que les espera o que ya están sintiendo. Los objetivos específicos de los consultantes son también una manera de corroborar

ese

lugar

tan

destacado

de

la

incertidumbre

en

la

construcción/destrucción de sus vidas. Cuando el motivo es amor y el tema específico es la relación de pareja actual, el setenta por ciento de los consultantes

111 vivencia una incertidumbre tal que pide un pronóstico sobre su relación actual de pareja, o sea, están “entregados al destino”. Completando este cuadro, cuando el tema es su vida sentimental en general el ochenta por ciento pide un vaticinio para combatir la incertidumbre. La escasez de certeza es aún mayor tratándose de la rehabilitación de una relación o del tema fidelidad/infidelidad, casos en los cuales el noventa por ciento o más solicita un pronóstico para combatir la incertidumbre que les corroe. Ahora bien, si salimos del ámbito del malestar subjetivo individual y entramos en el campo del malestar subjetivo con la sociedad, se aprecia fácilmente el desborde de la incertidumbre en la sensación vital de las personas. Cuando los consultantes se interesan por el tema trabajo, y el objetivo específico es la estabilidad laboral, el noventa y cinco por ciento requiere un pronóstico sobre su permanencia en el empleo. No es un secreto que, dada la asimetría de las relaciones patrón/empleado en Chile, los empleadores manipulan la incertidumbre como instrumento de presión sobre los/as trabajadores/as. Por su lado, cuando el tema a debatir es la situación económica en general, más del ochenta por ciento de los consultantes pide un pronóstico sobre su fracaso/éxito económico. La situación de la incertidumbre es aún más marcada cuando el tema es directamente el dinero/negocios o se trata del resultado de un juicio en el tribunal, casos en los cuales el cien por ciento de las/os interesadas/os requiere un pronóstico por parte del oráculo para calmar la corrosiva incertidumbre.

112 Capítulo 15 Interacción, sentido y perspectivas

La interacción entre el oráculo cartomántico y sus consultantes es evidente, no sólo en nuestra modalidad a distancia, sino permanentemente en las calles de la metrópoli y en los gabinetes de los tarotistas de renombre. Además, esta interacción se basa en la confianza que los/as consultantes reservan para este versátil instrumento de orientación, la cual nace a su vez en el reconocimiento que las respuestas oraculares tienen sentido para quienes consultan, es decir, se produce interiormente un acomodo de comprensión de sí mismo y de las situaciones vividas, que arroja tanto pautas de acción como pautas de abstinencia de realizar ciertos actos. Tanto la interacción, como la confianza y el sentido se han visto comprobados por la capacidad de agradecimiento demostrada por quienes consultan, especialmente por aquéllas/os que viven situaciones de malestar o críticas. La cartomancia jamás ha pretendido resolver los problemas de la humanidad, ni tampoco constituirse en el instrumento por excelencia para mejorar el mundo en que vivimos, pero puede hacer algunos aportes, no directamente, pero sí a través de las mismas personas que consultan, favoreciendo el cambio interior que, a su vez, influya en la modificación de algunas conductas nocivas tanto para la persona misma como para el conjunto social. En suma, contribuir a los procesos de crecimiento y madurez personal, los cuales son claves para cambiar los flujos rutinarios en los cuales nos encontramos sumidos. Cuando hablamos de cambiar no hacemos referencia a acomodos tácticos o esfuerzos cotidianos para sobrellevar nuestras cargas psíquicas y sociales, al contrario, queremos decir actitudes o actividades diferentes a lo que habitualmente realizamos, que signifiquen una reorientación estratégica en nuestro camino de vida individual que, en su momento, pueda sumarse a los esfuerzos de otras/os para contribuir a la formación de una sociedad menos abusiva e incierta, más humana, solidaria y confiable, integrada por personas capaces, aplomadas, maduras, libres y asertivas. En lenguaje sencillo: divertirse, descansar, evadir el trabajo, usar licencia médica falsa o simulada, llevar relaciones familiares y laborales superficiales y acomodaticias, etc. sirven para resistir pero no para vivir con plenitud.

Esta sugerencia de cambio de

enfoque no es nueva, ni tiene nada de ideológico ni filosófico, porque se basa no sólo en la constatación que podemos hacer diariamente, sino además en los resultados de estudios sociológicos serios, que muestran a la sociedad chilena, si la

113 tomamos en su conjunto o en su mayoría, evasiva y resiliente101. La mayoría de las personas, se dijo ya, va intentando negar la existencia de conflictos, reconocerlos internamente pero desconociéndolos en público, evitando encarar con asertividad, postergando las decisiones sobre temas críticos y arrastrando los conflictos hasta que se transforman en neurosis o en explosiones personales o sociales, todo ello favorecido por una asombrosa capacidad de adaptación y de sometimiento al sufrimiento. Esta consideración sobre lo general no pretende ignorar el cotidiano esfuerzo de ciertos grupos por hacer algo distinto por su vida, integrándose a academias y círculos de desarrollo personal, de terapias grupales y catárticas, de difusión de prácticas tradicionales ancestrales, de acondicionamiento corporal y manejo de bioenergías, de arte y terapia, de participación en organizaciones sociales, comunales y laborales, etc., es decir, todo aquello que brinde la posibilidad de la integración del ser. Obviamente, hacer cosas distintas y hacerlas masivamente tiene un costo, el cual en este país es asumido en su mayor parte por quienes las practican en forma personal e individual, salvo el gasto/inversión que realizan algunas autoridades locales. Estos grupos cumplen una función de liderazgo social, pues sus opciones tienden a romper con la inercia degradante del evitar y eludir, del hedonismo embrutecedor y del materialismo enajenante. Liderazgo que marca pautas para una sociedad más sana y colaboradora con el desarrollo personal y social, que intenta llenar un vacío en las obligaciones de formación y educación que todos los grupos tienen para con las generaciones más jóvenes. Pues en el ordenamiento social actual no se nos enseña a madurar adecuadamente y, por lo mismo, no se nos prepara para cooperar con una formación de verdad para nuestros descendientes. No, aprendemos a golpes y enseñamos a golpes, aprendemos en medio de las crisis y gracias a las crisis cuando nuestra realidad espiritual llega a estallar dentro de nosotras/os mismas/os. Pues bien, intentemos esbozar sin grandes pretensiones ni recetas de autoayuda cuál puede ser el aporte formativo de la cartomancia para una vida mejor y más plena. El primer aporte formativo que se puede mencionar de la cartomancia es la integración de la función intelectiva y la función intuitiva. Para la cartomancia no basta conocer los significados generales o abstractos de las cartas y efectuar una simple suma de imágenes o palabras, sino lograr una expresión sintética de la inspiración intuitiva del lector de cartas, que utiliza como base la visión de la figuración de los arcanos. Una mala educación sólo pretende instruir en el ámbito 101

La resiliencia se define como los mecanismos que bloquean las respuestas desadaptativas ante situaciones de riesgo, o como los factores y procesos que interrumpen la trayectoria desde el riesgo hasta las conductas problema, y que permiten resultados adaptativos frente a la adversidad (Zimmerman y Arunkumar, 1994), citado por Villatoro, Pablo, en La Medición del Bienestar a través de Indicadores Subjetivos, en CEPAL 2012 Estudios Estadísticos y Prospectivos Nº 79.

114 de la función mental y de la memorización, carece de un programa práctico para la liberación de la intuición de la juventud. Es corriente que, en tareas donde se supone un alto uso de la función mental, las personas exitosas reconocen que lo esencial para ellas han sido momentos de inspirada intuición. En una época en la cual se van imponiendo poco a poco la inclusión y el rechazo a la discriminación de género, el tarot siempre ha graficado la integración de los opuestos, mediante la figuración del ángel y del andrógino. Desde tiempo inmemorial la tradición acepta aquello que con tanta dificultad ha constatado la psicología moderna, cual es la existencia de contradicciones internas en cada individuo representadas por lo masculino y lo femenino, el anima y el animus, cuya superación paulatina, la comunión de mente y cuerpo de que hablaban los alquimistas, es la que conduce a la madurez y la plenitud. ¿Qué mejor que presentar a los jóvenes caminos para conocerse, aceptarse y definirse en forma más natural y con menos retorcimiento? Sin embargo, las oposiciones de género distan de ser las únicas que se reconocen hoy en día, con la excepción que el tarot las tenía presentes desde hace siglos. Los alquimistas hablaban de “unión con la mente” y la psicología expresa lo mismo mediante la integración de la conciencia mental con la sombra. La gráfica y los significados de la baraja cartomántica lo guardan en cada carta aunque hay alguna que representa inequívocamente el desafío de superar los miedos, culpas, adicciones y apegos de todo tipo, con el fin que el consultante pueda avanzar en su individuación, logrando más aplomo y dotando de mayor asertividad a sus relaciones. Necesitamos jóvenes más liberados, seguros, independientes de los estimulantes, que sientan amor por sí mismos y puedan desempeñarse sin sumisión y sin temor frente al autoritarismo de dominadores y represores de todo tipo. Otro aspecto destacable de la cartomancia es su carácter lúdico. Las tiradas de cartas son una actividad entretenida, un juego que cada cual podrá hacer suyo con diferente grado de seriedad. El aprender por medio del juego es atrayente para la juventud y para todos los adultos que no han extraviado su niño interno. Para quienes buscan que todas las actividades humanas tengan fines prácticos, ojalá reductibles a dinero, se les puede garantizar que la cartomancia los tiene bien definidos. El tarot puede ayudar a delinear estrategias, personales y colectivas, sean de trabajo, negocio, amor, etc.; puede contribuir al desarrollo personal tanto del lector como del consultante y puede también desenvolver la

115 función memorística mediante la construcción de mapas mentales y símbolos a partir de la gráfica de sus láminas. Otro aspecto formativo que integra la práctica de la cartomancia y que hoy hace falta compartir más que nunca son los valores éticos en los cuales se basa su práctica. Por una parte, el tarotista tiene que entregar siempre lo que considera la verdad, no juicios de valor, sino las realidades psíquicas y de entorno que develan las cartas y, por otra, practicar la tolerancia, respetando la fe, la moral y la cultura del consultante aún cuando no las comparta. Además, el iniciado en este arte sólo debería exigir un pago cuando no dispone de otros medios de vida y jamás debería exigir honorarios cuando el consultante no dispone de medios, debe ser fraterno. La cartomancia lleva una saludable vida que cuenta no menso de ocho siglos y, a diferencia de otros saberes, se encuentra afincada en la costumbre y la cultura popular, al menos en occidente. Se ha valido un merecido respeto en el seno de la nueva era y en el cariño de la gente. Solamente un puñado de pretendidos sabios la mira con desconfianza y desprecio, considerándola una mera superstición. La verdadera sabiduría y la verdadera ciencia no pueden cometer el atrevimiento de rechazar o denostar sin haber conocido y estudiado a fondo la materia de la cual se opina. La cartomancia respeta la libertad del ser humano para construir su presente y su futuro aprendiendo de su pasado, de tal forma que entrega posibilidades o líneas probables de acontecimientos para que la persona adopte sus decisiones, especialmente cuando ésta se encuentra bajo un estado de ofuscación que le impide hacer uso pleno de sus capacidades intelectivas e intuitivas. El aprendizaje y uso de la cartomancia, específicamente del tarot, constituyen una oportunidad única de formación y/o educación de las personas, especialmente los/as jóvenes.

116 Bibliografía citada y consultada Bonnechère, Pierre. 2011. “Mantique, transe et phénomènes psychiques à Lébadée: entre rationel et irrationel en Grèce et dans la pensé moderne”. Kernos (en ligne), 15l2002,

mis

en

ligne

le

21

avril

2011.

http://kernos.revues.org/1375;

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118 ANEXO 1 Actividades declaradas por el universo de consultantes de nacionalidad chilena

número

%

% acumulado

ama de casa

106

15,8

15,8

secretaria

78

11,6

27,5

estudiante

73

10,9

38,4

administrativo

45

6,7

45,1

empleado ventas

42 42

6,3 6,3

51,3 57,6

educación salud ingeniero

39 28 19

5,8 4,2 2,8

63,4 67,6 70,4

obrero

16

2,4

72,8

contador y contador auditor

12

1,8

74,6

comerciante

11

1,6

76,3

ejecutivo

11

1,6

77,9

independiente

11

1,6

79,6

8

1,2

80,7

7

1,0

7

Actividad

funcionario publico asistente conductor de vehículo administrador

número

%

% acumulado

fotógrafo manipulador alimentos nutricionista operador telefónico profesional publicista

2

0,3

94,2

2

0,3

94,5

2

0,3

94,8

2

0,3

95,1

2 2

0,3 0,3

95,4 95,7

artes graficas artesanía biólogo carabinero (ex oficial)

1 1 1

0,1 0,1 0,1

95,8 96,0 96,1

1

0,1

96,3

chef

1

0,1

96,4

1

0,1

96,6

1

0,1

96,7

1

0,1

96,9

fiscal corte

1

0,1

97,0

81,8

garzón

1

0,1

97,2

1,0

82,8

guardia

1

0,1

97,3

Actividad

constructor civil digitador estudios de mercado

6

0,9

83,7

guía turismo

1

0,1

97,5

cajero empresario técnico

6 6 6

0,9 0,9 0,9

84,6 85,5 86,4

1 1 1

0,1 0,1 0,1

97,6 97,8 97,9

informática

5

0,7

87,2

1

0,1

98,1

analista auxiliar

4 4

0,6 0,6

87,8 88,4

inspector maquillador masoterapia médico veterinario periodista productora

1 1

0,1 0,1

98,2 98,4

4

0,6

89,0

promotora

1

0,1

98,5

4

0,6

89,6

químico

1

0,1

98,7

4 4

0,6 0,6

90,1 90,7

radio operador recepcionista

1 1

0,1 0,1

98,8 99,0

artista

3

0,4

91,2

1

0,1

99,1

asesor

3

0,4

91,6

1

0,1

99,3

asistente social jardinero

3 3

0,4 0,4

92,1 92,5

reikista servicio domestico sociólogo taxista

1 1

0,1 0,1

99,4 99,6

peluquería abogado

3 2

0,4 0,3

93,0 93,3

1 1

0,1 0,1

99,7 99,9

arquitecto

2

0,3

93,6

tesorero traductor visitador medico

1

0,1

100,0

dibujante

2

0,3

93,9 670

100,0

consultor diseñador diseñador web pensionado supervisor

y

TOTAL

119 ANEXO 2 Identificación de causas en un grupo de casos en situación crítica

Las presentaciones de las/os consultantes son textuales, modificándose solamente el nombre de la persona involucrada. Zaida tiene 47 años. El año 2007 presentó su consulta: “He mantenido una relación con un hombre desde hace 4 años. Desde el principio me contó que tiene 4 hijos con 4 diferentes mujeres y que su defecto son precisamente las mujeres. Me siento “enganchada” con él pero hace dos meses que no lo veo. ¿Irá a resultar nuestra relación?”.

La consultante está motivada por el amor y su situación es de tensión, por causa inmediata de mantenerse en la incertidumbre. La causa implícita de esto ha sido embarcarse en esa relación sentimental inestable desde la partida. Complemento: su apego se ha cristalizado en un varón desinteresado en los compromisos (4 mujeres = 4 hijos). Sandro, el año 2007 presentó su caso: “Es difícil que personas como yo, que soy homosexual, tengan pareja. A él no le molestaba que fuera yo así. Me buscaba todo el tiempo. Quiero saber qué es lo que pasa, si volverá, si estaremos juntos”.

El consultante está impulsado por el amor y su estado de tensión viene de la incertidumbre. La causa implícita de esta incerteza es no saber si regresará o no quien fue su pareja. Causa complementaria: siente que el hecho de ser gay le hace más difícil asegurar su complemento sentimental. Julieta, de 34 años, se desempeña como administrativo contable. El 2009 consultó lo que sigue: “Consulto angustiada. Estoy con una pareja hace 1 año y medio, pero el es apático y poco cariñoso.ya he sufrido bastante con sus desprecios.mi consulta es si el es el hombre para mi o simplemente lo dejo ir y espero sanar.”

La consultante, motivada por amor, vive una tensión que proviene de la incertidumbre. La causa implícita de su incertidumbre es no desprenderse de su indecisión sobre mantener o no una relación degradante. Complemento: el apego de Julieta se focaliza en un ser apático, sin capacidad de expresar afecto y despreciativo, digamos destructivo. Aurelia, de actividad peluquera, tiene 45 años, planteó su caso en 2009:

120 “Tengo muchas dudas. Casada con hijos él convive con hijos nos conocemos hace casi dos años hace tres meses somos amantes pero en realidad no se hacia donde vamos solo se que lo quiero mucho. Pero el ¿que tanto me quiere?”.

Ella experimenta una tensión motivada por el amor que se origina en la incertidumbre. Causa implícita: carece de certeza sobre la reciprocidad sentimental de su amante casado, o sea, alguien encadenado a compromisos previos. Complemento: ella también es casada, es decir, mantiene cadenas también. Gastón presentó su tema el 2008. Expresó que “Tengo duda entre dos amores. Soy casado, pero desde hace 5 meses mantengo una relación con una persona separada, Mi esposa esta al tanto se lo dije, nos separamos, pero ahora no sé que camino tomar siento que ambas me atraen pero esta situación no puede continuar y no tengo claridad para darle un corte”.

El consultante, motivado por amor, vive una tensión cuya causa inmediata es la indecisión. Causa implícita: lo atrapa un apego atractivo y dulce a dos imágenes femeninas. Complemento: quiere conservar una relación paralela con dos mujeres distintas sin atreverse a asumir costos por ello. Carla tiene 27 años. Se desempeña como secretaria y nos escribe el año 2011: “Tengo problemas. Estoy separandome de mi esposo es un hombre agresivo y machista, he sufrido demasiado. El nació el 12-12-1980. El problema es k estoy enamorada de mi compańero de trabajo, el ha sido mi apoyo en los momentos tristes, me ha cuidado, pero el unico problema es que es casado. El nacio el 14-09-1984, algun dia se separara?. como comprendera estoy tan confundida y triste. De verdad necesito alguna orientacion. Confio en sus cartas”.

Carla se encuentra intensamente motivada por el amor y vive en constante tensión emocional, la cual se basa en mantenerse confundida en la indecisión. Causa implícita: El aspecto sobre el cual no puede resolver es crucial en su existencia, se trata de su vida con un compañero. Causa complementaria: La duda que mantiene es sobre si debe continuar con un enamorado casado, es decir, que trae atados compromisos previos y no parece dispuesto a obtener su libertad mediante un divorcio, rehabilitar la relación interrumpida con un marido maltratador o avanzar sola por este valle de lágrimas. Mireya tiene 32 años, es asistente social y ha enviado su consulta el 2008. Nos relató lo que sigue: “Siento una gran preocupación por mi situación laboral y afectiva. Hace un mes que quedé sin trabajo, después de haber estado 5 años en un establecimiento municipal. Siento que alrededor mio hay muchas energias negativas que propendieron esta situación desfavorable para mí. Además a mis 32 años nunca he tenido una pareja. Espero que me ayude. Gracias”.

121 La motivación de la joven no es una sola, son dos: el trabajo y el amor, aunque se pueden resumir como un desorden de ansiedad. La causa inmediata se acusa como haber perdido el control sobre los diversos aspectos de su vida. La causa implícita más cercana es la cesantía que la agobia y la causa complementaria, algo más de fondo, es que carece de pareja y nunca ha tenido alguna, ni para bien ni para mal. Ivonne tiene 35 años, nos escribe el año 2009: “Mi jefe ha hecho acusaciones muy graves sobre mi, y se las ha hecho a terceros, pero no me atrevo a denunciarlo porque involucraría a los terceros (en los que confío plenamente), además mi marido trabaja en la misma oficina y se desquita conmigo a través de él. Qué hago, si me atrevo a denunciarlo, mi denuncia tendría acogida?, peligra mi trabajo y el de mi marido?. Si me ayuda a tomar esta decisión le estaré eternamente agradecida”.

Como en muchos otros casos, las motivaciones son varias. En la situación de ella los motivos son trabajo y familia. Además, como tantas otras personas, la situación anímica no está perturbada de forma unilateral, sino de manera más compleja, por la tensión y por el temor, también. La causa inmediata obviamente es el acoso laboral al que viene siendo sometida. El elemento implícito es que comparte dicho acoso ni más ni menos que con su esposo, su ser querido más cercano. El elemento complementario es que hay un potencial peligro para otros compañeros de trabajo, quienes eventualmente podría correr la misma desventura si se advierte la solidaridad laboral, situación común a miles de trabajadoras/es sometidas/os a relaciones laborales asimétricas con el capital. América, de 42 años, se desempeña como empleada de tele marketing. Nos escribe el año 2008 con el siguiente planteamiento: “Tengo un tema laboral bien dificil, quisiera saber si cuando vuelva a trabajar sere aceptada o definitivamente ire a juicio, para desvincularme, independiente de eso quisiera saber para estar preparada puesto que la incertidumbre me tiene ansiosa”.

La consultante está motivada en el ámbito laboral y sufre una permanente tensión que

dice relación

con

la

incertidumbre,

como

ella

misma

lo reconoce.

Aparentemente se encuentra suspendida o con licencia médica o de vacaciones pues el elemento implícito que gatilla la incertidumbre es que en el corto plazo debería reincorporarse a sus labores. El elemento complementario es que la relación laboral que ha mantenido ha debido ser conflictiva, pues asume que una alternativa a la reincorporación sería su comparecencia en el tribunal. Anita, de 35 años, nos escribe en 2009. Su actividad laboral es técnico agrícola. Su mensaje es lacónico pero no deja de ser elocuente: “Hay muichas dudas en cuanto a la laboral, crisis de pareja y salud de mi bebe de 11 meses”.

122 Sus motivos, variados, son el trabajo, el amor y la familia. Es evidente que pasa por una fuerte tensión causada por la incertidumbre en ese conjunto de aspectos. La causa implícita pareciera ser que hay una pérdida del control de su vida laboral y matrimonial. El elemento complementario es particularmente doloroso, pues se trata de la salud de su bebé, una criatura de menos de un año. Francisca tiene 30 años, profesional, ingeniero agrónomo. Nos escribe el año 2008: “Sufro una gran preocupación. Necesito por favor una ayuda en q me depara mi futuro laboral, mi salud y el amor, por favor estoy desorientada”.

Hemos calificado la motivación de la joven como un desorden de ansiedad, el cual lo está sintiendo como una gran tensión, basada en una desorientación reconocida por ella misma.

El elemento implícito más que pareciera ser la incertidumbre

simultánea sobre diversos aspectos de su vida. El elemento complementario se nos antoja que dichos aspectos -que aparentan ser corrientes- ella los considera factores claves de su vida futura. Jazmín nació faltando 4 días para el golpe de Estado militar contra el presidente Salvador Allende, de Chile. Cuando cumplió 35 años, desempeñándose como ama de casa, el año 2008, envió su caso: “Todo está mal, en amor y dinero. Necesito urgente ayuda, he ido a ver parsonas que dicen saber leer el tarot y hacer limpiezas, trabajos y cosas asi y finalmente todo es mentira. estoy al borde de la lucura. tengo 4 hijos la menor de 5 años me vuelve loca, es manipuladora y caprichosa ademas se golpea y se hace daño si uno no hace lo que ella quiere o no la toma en cuenta de inmediato.ademas tengo muchos problemas economicos, si busco trabajo no encuentro o me cortan al poco tiempo,estoy esperando una cantidad grande de dinero pero siempre pasa algo que dificulta su llegada. en amor todo mal mi matrimonio fracaso, y las parejas no me duran o me entero despues de un tiempo que me mintieron y son casados, la pareja que tengo actualmente y con la cual llevo bastante tiempo,me miente, es buena para el trago [bebedor], y es muy inestable en trabajo y en sentimientos, ademas nos queremos muxo pero pasamos peleando, por otro lado tengo una depresion desde hace mas o menos un año y no he podido arribar. me siento sola, triste, descilucionada, frustrada y sin esperanzas. hay algo en ustedes que me hiso confiar,espero no equivocarme, por lo general no creo en estas cosas y menos por internet. ojala puedan ayudarme....”.

Se trata de una consultante cooperadora, en el sentido que expresa su locuacidad por escrito contando con más detalle que lo habitual su situación, la cual representa a no pocas mujeres. En estos casos, las personas, necesitadas de ayuda y compasión, no consultan por vanidad ni piden un pronóstico sobre su vida -¿qué más podría pasarles?- sino que expresa o implícitamente están solicitando una orientación que nadie, ni siquiera los médicos halópatas están interesados en darles pues no comprenden su situación. Otro aspecto interesante de su personalidad y su cultura es que su sinceridad la lleva a manifestar bastante desprecio por las mancias y por lo que el mundo de Internet le ofrece. Hemos calificado su motivo

123 como “desorden de ansiedad”. Además, se ha definido el estado anímico actual como tensión y abatimiento. La causa inmediata sería haber perdido el control de sí misma y de su vida. La causa implícita podría ser la falta de logro matrimonial pues hay que tener presente que se encuentra separada debido a que fracasó su relación formal. Los antecedentes complementarios se pueden resumir en falta de logro amoroso general, pues ha seguido con parejas esporádicas poco transparentes y de por sí complicadas ellas mismas (alcoholismo). El cuadro se completa con su falta de logro laboral y con el hecho de que se le habría diagnosticado depresión. Marcos se desempeña como técnico electricista y nos escribe en 2007, así: “Hace mas de un mes que mi relacion amorosa se acabo, una relacion de 4 años quiero saber si mi ex polola todavia me sigue amando, todavia tengo posibilidades de que algun dia volvamos a estar juntos y para siempre. hace mas de un mes que mi relacion amorosa se acabo, una relacion de 4 años de amor y para mi una relacion para toda la vida, quiero saber si mi ex polola todavia me sigue amando, todavia tengo posibilidades de que algun dia volvamos a estar juntos y para siempre”.

Su motivo es el amor y su situación es estar sumido en el dolor. La causa inmediata es el abandono de pareja o término de relación, decidida por su novia. La causa implícita de esto es el apego obsesivo a la imagen que tiene de dicha relación, que de hecho no existe. La causa complementaria es que la relación no fue fugaz sino que duró cuatro años, elemento que repite impulsivamente en su declaración. Catalina, ama de casa de 28 años, nos envió su tema el año 2009, expresando lo que sigue: “Mi pareja me dejo hace casi un año tenemos en comun 2 hijos pequeños me gustaria saber si debo olvidarme definitivamente de el o dejo que el tiempo pase porque aun lo amo no puedo olvidarlo los recuerdos me estan matando. de antemano muchas gracias....”

Su motivo obviamente es el amor, estando en una situación emocional marcada por el dolor y la decepción. La causa inmediata ha sido el abandono o corte de pareja. El elemento implícito es que quien la dejó hace un año es cierto varón por el cual siente fuerte apego, no en vano expresa que aún lo ama y los recuerdos la hacen sufrir, asimilando esta angustia a la misma muerte. El elemento complementario es el resultado de esa unión mientras duró: dos hijos pequeños. Penélope, de bien llevados 58 años, encontrándose pensionada a esas alturas de su vida. Señaló el año 2009 que: “Te cuento que yo estaba muy involucrada. Lo quiero mucho pero de repente el me dijo que habia echado a perder nuestra relación, que me deseaba lo mejor, que ALGUN dia lo conversariamos y que me quería mucho. Creeme que estoy en shock, pues no me lo esperaba, y me gustaría saber que pasó si hay otra persona en la cual el está intersado. pues me lo dijo por telefono, cosa que lo encuentro de

124 lo peor, Por favor dime que pasará con mi vida afectiva pues me siento muy triste y sola. De antemanos muchas gracias.

Decir que el motivo es el amor constituye una obviedad, pero no tenemos alternativa. La situación por la cual está pasando la calificamos mediante tres descriptores: dolor, soledad, frustración. La causa inmediata es el abandono o corte abrupto de la relación de pareja, por parte de ese varón un poco evasivo, por decir lo menos. La causa implícita es que esta pensionada había terminado por apegarse y abandonarse totalmente en brazos del conquistador. La causa complementaria es que la decisión de la ruptura le fue comunicada en forma no presencial. No es la única mujer que queda atónita por recibir una llamada telefónica semejante. Liza, de 33 años, trabaja, el año 2009 nos despachó esta consulta: “Tengo 33 años hace un año y medio tuve un hijo y el padre de mi hijo me dejo sola, ahora por circunstancias nos volvemos a encontrar y me doy cuenta que sigo enamorada de el podremos volver para formar una familia mi hijo el y yo. Gracias”

Para variar el motivo es amor. Y para variar tenemos a una mujer sumida en el dolor. Y para variar, la causa inmediata ha sido el abandono por parte de la ex pareja. Y para variar, la causa implícita es que siente gran apego por quien cortó la relación y cuyo re encuentro casual le ha reavivado la pasión. El elemento complementario es que esa persona, para variar, puso los pies en polvorosa dejándola con un bebé de un año y medio.” María Rosa, de juveniles 22 años, ha trabajado como administrativo contable, el año 2008 nos dijo lo que sigue: “Consulta, por que duro tan poco en los empleos? será culpa mía? me espera otra cosa? algo mejor o algo peor? que quizas me merezco estar cesante o no? que me falta? me habrán tirado algun maleficio?”.

Está motivada por el trabajo. La situación parece resumirse en el dolor. La causa inmediata es la pérdida de su(s) empleo(s). La causa implícita es que esta situación se ha transformado en recurrente. El elemento complementario es que, en su desconcierto, ha llegado a pensar que se encuentra bajo el influjo de energías malignas de terceros. Javier, de 40 años, se desempeñaba como oficial de la policía uniformada. El año 2008 contó su caso:

125 “Quiero saber si mi problema, del cual me acusan injustamente, si se va a solucionar y podre volver a trabajar, como asimismo si podre recuperar mi matrimonio, el que se ha destrozado por lo mismo. mi esposa se llama graciela y nacio el 03.10.1977. gracias”.

La consulta está motivada tanto por el trabajo como por el amor. Jorge está pasando por un momento de dolor. La causa inmediata es que ha perdido su empleo o le mantienen suspendido. La causa implícita es que él atribuye –y no anda descaminado- que por la causa anterior simultáneamente se dañó su matrimonio. El elemento complementario es doble: siente que se encuentra bajo el peso de una acusación injusta y además, aunque no lo diga, siempre el futuro se presenta complicado en términos laborales para un ex funcionario de policía. Ana María, una ama de casa de 27 años, nos escribe el año 2008, dice así: Bueno me gustaria aclarar algunas dudas sobre el papa de mi bebe. Yo tengo 6 meses y medio de embarazo mas menos El se llama Pablo tiene 21 años de edad ( 3 de octubre del 1986) me gustaria saber si hay alguna posibilidad de que nosotros volvamos y formemos nuestra familia junto a nuestro hijo y lo otro que me gustaria saber si el esta solo me refiero sin pareja Ojala que me puedan ayduar muchas gracias.

Bien, para empezar, el motivo de su consulta es el ciego amor (recordemos que a Cupido a veces se lo representa con los ojos vendados). El descriptor escogido es expectativa dolorosa, considerando que abarca el “sentimiento de desamparo, o desprotección o inquietud que se percibe como una posibilidad”, cuya causa inmediata es la incertidumbre en que está inmersa la consultante, por ejemplo, hay falta de certeza respecto de si los sentimientos de su antiguo enamorado se han dirigido hacia otra fémina. La causa implícita sería, adicionalmente, no saber si tan solicitado señor está dispuesto regresar y formar familia con ella. El elemento complementario es crucial: la joven se encuentra a estas alturas con seis y medio meses de embarazo y, no siendo obstáculo insalvable pero sí un estorbo, el hecho de que el causante tiene seis años menos que la interesada. Marianela se desempeña como asistente, tiene 26 años y nos escribió en 2008 también. Su caso, que parece no calcado pero sí muy similar al anterior, dice así: “Maravillozo el servicio que ofrecen, es de mucha utilidad para todos los aproblemados. mi consulta es la siguiente: hay posibilidades de establecer una relacion sentimental con el papa de mi hijo, que siente el por mi? gracias...”

Motivada por el amor, se visualiza una expectativa dolorosa (si es que ahora no está en pleno desarrollo) que se basa en la incertidumbre, la incerteza de no saber los sentimientos ajenos. La causa implícita es el fuerte apego a su ex novio y la necesidad de sentirse correspondida eróticamente. El elemento complementario es el hecho de haber tenido con ese individuo un hijo en común.

126 Juanita nos escribió en marzo del año 2008. Dijo lo siguiente: “Comentario: llevo 18 años casada y estamos pasando por una crisis matrimonial. Gracias.”

Igualmente que los otros casos, se encuentra bajo el motivo del amor. Diagnosticamos un estado actual definido como expectativa dolorosa que tiene por causa inmediata la incertidumbre. El elemento implícito que la incerteza del futuro de su relación formal de pareja. El elemento complementario es que la interesada ha invertido 18 años de su vida y parece que recién se percata que los dividendos han sido escasos. Javier, de 37 años, empleado, escribe el 2009: “Me preocupa la infidelidad de mi esposa. tengo una angustia terrible. 1.- saber si mi señora me fue infiel? 2.- si seguira haciendolo? 3.- si puede hacer algo para contrarrestarlos?”.

Seguimos con la presencia avasalladora del motivo amor. El consultante vive una opresiva situación en la cual la expectativa dolorosa se manifiesta con toda crudeza, “angustia terrible” son sus propias palabras. La causa inmediata es vivir en medio de la incertidumbre. La causa implícita es uno de los temas más conflictivos y dolorosos para un varón en la relación de pareja: no saber si se mantiene ni si se mantendrá la fidelidad de su esposa. El elemento complementario es el profundo apego que siente a la imagen de su contraparte femenina. Yasna, tiene 28 años, se encuentra sin empleo y nos escribió el año 2010, expresando lo que sigue: “Estoy con mucha desesperación. Necesito saber si mi pareja y padre d mi hijo me ama, acuario del 79. Lo amo mucho. Deseo saber si triunfare en este amor, lo amo mucho hemos pasado de todo, tenemos un bebe.”

Su motivación es el amor, nada menos que aquí tenemos una firme declaración de amor de manera explícita. En su caso concluimos que la situación puede calificarse de expectativa dolorosa, cuya causa inmediata es la incertidumbre. La causa implícita se encontraría en la falta de certeza respecto de los verdaderos sentimientos de su novio y pareja actual. La causa complementaria no es única, por una parte hay una obsesión apasionada en la imagen de su contraparte masculina y, por otra, habría una sensación de “de desamparo, o desprotección” pues hay un pequeño hijo que los une y exige compromiso en su cuidado. Elmer tiene 36 años, se encuentra sin trabajo, relatándonos su caso el año 2008: “Paso por una gran preocupación. Estoy en un problema legal inculpado por muchas cosas, y a su vez cesante quiero saber que pasara tanto con el juicio como con el tema laboral y economico, tendre alguna salida positiva a todo esto??”

127 Aquí cambiamos de motivo. Nos encontramos en el ámbito de la economía. Sin embargo,

conservamos la

situación descrita como “expectativa dolorosa”.

Igualmente, ésta se encuentra empujada por la causa inmediata de la incertidumbre. La causa implícita resulta ser que Elmer está permanente atento por el resultado de un juicio en el tribunal. La causa complementaria es, por una parte, sentirse culpado injustamente y, por otra, encontrarse insolvente debido a su cesantía. Paulina tiene 33 años, habitualmente se desempeña como vendedora, nos consultó el año 2008. “Necesito saber como voy a estar en lo laboral si voy a encontrar trabajo pronto en el amor y la salud. necesito saber todo eso urgentemente.”

Se ha considerado que se encuentra motivada por un desorden de ansiedad, debido a presenta una inquietud simultánea respecto del trabajo, del amor y de la salud, y que su situación actual es de desorientación y desesperanza, dado que da señales de mantener expectativas pesimistas. La causa inmediata sería la incertidumbre en la cual se mantiene, tanto del presente como del futuro. La causa implícita, por el orden en el cual presenta sus temas personales sería la cesantía temporal en la cual se encuentra. La causa complementaria sería el contexto de incertidumbre de un conjunto de aspectos que son claves para una vida exitosa. Margarita es un ama de casa de 20 años, nos requirió el año 2008. “Tengo duda de mi vida. Es que resulta de que no estoy viviendo en mi casa y estoy de ayegada con mis suegros, ademas tengo un trabajo y no voy porque como es de familia me explotan demasiado y no se como decirles de que me den la renuncia ya que no voy de marzo a trabajar porque entre a estudiar pero congele la carrera por problemas en mi casa con mi madre, nose necesito que me orienten para saber como pedir la renuncia sin que se sientan mal ya que me sacaran en cara todo lo que me han dado, ademas la dueña que es mi tia abuela, pero la considero como un a madre, no esta bien de salud, asi que temo como tome la noticia de que quiero la renuncia, por favor ayudenme.”

Otro caso motivado por desorden de ansiedad. La situación que vivencia es, evidentemente, desorientación y descontrol de su vida, los cuales le impiden pensar y delinear una estrategia de visa sana y equilibrada. La causa inmediata de la confusión general en que se halla la joven sería su incapacidad de tomar una decisión, o bien, decisiones parciales y progresivas que le fueran abriendo un camino. La causa implícita se apunta como una indecisión centrada en la falta de valor para comunicar a su familia la incompatibilidad de trabajar y estudiar al mismo

tiempo,

al

menos

en

esas

condiciones

hogareñas.

complementario es el estado de paralización que domina su presente.

El

elemento

128 Leonora tiene 41 años, se desempeña como abogado y envió su inquietud el año 2006. “Estoy bloqueada por una mala experiencia que he repetido del pasado, cómo puedo superar esta etapa y abrirme a nuevas personas?”.

Su caso también lo hemos incluido en los motivos como desorden de ansiedad. La situación la describimos como desesperanza, desorientación y desadaptación. La causa inmediata pareciera ser la recurrencia en que cae en estos estados. La causa implícita sería la experiencia traumática que ella misma reconoce. El elemento complementario es que se encuentra bajo apoyo terapéutico formal. Sergio tiene 40 años y nos escribe por allá en junio de 2006. “Tenemos un matrimonio de 20 años con 3 hijos. Pasamos por momentos difíciles por falta de comunicación y mi infidelidad descubierta. Quiero cambiar pero ella no es la misma. ¿Qué pasará?.”

Motivado por el amor, se halla en una situación caracterizada por la desorientación y la tensión. La(s) causa(s) inmediata(s) la(s) proporciona el propio Sergio, tratándose de su infidelidad recurrente acompañada de la incomunicación con su esposa. La causa implícita sería que, estando el interesado con la intención de modificar su conducta sexual y dedicarle sus atenciones a la esposa, ésta habría cambiado y pareciera no prestar atención al hombre arrepentido. La causa complementaria la constituye el factor de apego del consultante a un matrimonio de 20 años de duración el cual entrega tres hijos como resultado. Estanislao es un joven de 24 años, de profesión arquitecto, quien presenta su caso el año 2008. “quisiera saber si recuperare ala mujer que amo esque decidio terminar conmigo por la distancia y porque era muy malas ganas. Yo ,tengo una hija con ella , dice que ya no siente lo mismo , durante el embarazo era muy posesivo .Desde entonces estoy muy mal. Esto sucedio hace mas de un mes 2 años duro nuestra relacion .tambien le molestaba que tanto la llame. Gracias”.

Se encuentra motivado por el amor, estando en una situación descrita como desorientación. La causa inmediata es la falta de entendimiento de sí mismo del consultante. La causa implícita es que esa incapacidad se extiende a la falta de comprensión respecto a su ex pareja. La causa complementaria, como en otros casos, tiene cierta complejidad, por un lado hay que destacar el factor de la distancia física que mantuvieron las contrapartes, causal no despreciable de desapego, desinterés o enfriamiento de la pasión y, por otro, la existencia de una hija, factor que explica en parte el apego que aún mantiene el interesado. Nicolasa, joven amada de casa de 19 años, nos escribió el año 2009.

129 “Quiero saber si volvere con el padre de mi hija que tiene 3 meses de vida. yo y el terminamos nuestra relacion hace dos meses y el ahora tiene otra pareja. pero sus actitudes me hacen dudar de sus sentimientos un dia se ve como si me quisiera todabia y al otro que me odia por favor ayudenme a esclarecer todo esto”.

Seguimos en presencia de casos motivados por el amor. En la situación de la joven, la caracterización se sintetiza en la desorientación. La causa inmediata sería por la actitud aparentemente contradictoria y recurrente de su ex pareja. La causa implícita sería su apego a tan interesante personaje con quien ella quisiera retornar. La causa complementaria nos parece la existencia de un tierno bebé de tres meses del cual ambos son los progenitores. Flor está casada y nos escribió en julio del año 2007, diciendo lo siguiente: “Le he planteado a mi marido separarnos, el no quiere, pide una vez más otra oportunidad pues dice hacer esfuerzos y que me ama; esto lo dice sin si quiera avergonzarse por haber llegado a las 6:15 de la madrugada (ese día fue a un prostíbulo). Yo ni siquiera cambiase quisiera estar con él. De hecho hace año que no tenemos vida de pareja. Me preocupan mis hijos.”

Hemos clasificado el motivo como amor, pues la consultante no dice tajantemente que ha decidido romper con el marido. Por tal razón, se describe su situación actual como de desconcierto, pues hay desorientación y falta de resolución en lo que se debería hacer. La causa inmediata es que aún hay restos de apego de la consultante hacia un marido al cual presenta como inmoral por haber reconocido este último abiertamente una experiencia de prostíbulo. La causa implícita sería la indecisión de cortar con esta pareja formal que la humilla y daña su autoestima. La causa complementaria, sería el viejo truco de esconder el apego hacia la contraparte con el velo de la preocupación por los hijos. Fedora tiene 36 años, se desempeña como contador-auditor y nos escribe el año 2008. “Estabamos muy bien con mi pareja y de un día para otro me pidió tiempo, así que nos alejamos; lo ínico que deseo es volver a estar junto a él. Muchas gracias.”

El amor sigue presentándose como un motivo que parece abarcarlo todo. La situación de esta profesional ha sido calificada como desconcierto. La causa inmediata es el rompimiento abrupto de su relación sentimental. La causa implícita es el apego que ella tiene sobre este señor que parece haber perdido el enamoramiento. La causa complementaria es que el mencionado varón pide tiempo para sopesar si continuará con la relación. Paulette, una joven ama de casa de 23 años, nos consultó el año 2009. Señaló:

130 “Estoy en una confusion amorosa . Estoy casada y de pronto aparece un antiguo amor, y lo he visto un par de veces y no se q hacer.”

Motivada por el amor, su situación es una mezcla de desconcierto y desorientación. La causa inmediata ha sido el re encuentro con ese antiguo amor. La causa implícita es el apego a la antigua imagen que hace renacer la pasión. La causa complementaria es su estado civil: casada, el cual al imponerle obligaciones de fidelidad, lealtad y sinceridad (¿o no?), entra en contradicción con la espontaneidad de su pasión. Aníbal es un empleado de 44 años que presenta su relato el año 2009: “Necesito ver que sucedará en mi vida. Hola,les cuento tengo casi 21 años de casado,en mi trabajo conocí a una mujer que me tiene muy deslumbrado,a tal extremo que he decidido dejar a mi esposa por estar con ella,ésta persona me dice que está muy enamorada de mi,al igual que yo,ella convive con un hombre hace 20 años y también quiere términar esa relación para poder estar conmigo,me pide tiempo para hacerlo,la pregunta es,será ella con la que terminaré mis días o me quedaré con mi esposa?,he engañado muchas veces a mi esposa y nunca se me había pasado por la mente dejarla,por eso recurro a uds .”.

El ubicuo amor es nuevamente el motivo. Y nuevamente tenemos un caso descrito como desconcierto. La causa inmediata que este hombre maduro de edad mediana se encuentra bajo la obsesión de la pasión por su actual amante, quien no es precisamente su esposa. La causa implícita es que el interesado (y lo mismo su enamorada) se encuentran con el gran deseo de abandonar a sus respectivas parejas y dedicarse a la plena construcción de su erótico y abrasador romance. La causa complementaria es que ambos amantes tienen, cada uno por su lado, un matrimonio o trato carnal que suma 20 o más años de existencia. Carlota es una joven de 33 años que se ha venido desempeñando como tecnóloga y nos escribió el año 2010: “Mi tema es el termino de relacion sentimental tormentosa. Hace unas semanas me separé y espero para siempre del padre de mis hijos, la relacion desde el comienzo fue dificil, el es muy posesivo y celoso, yo crei que eso demostraba amor..pasamos de las discusiones, al control total y los golpes...perdoné..me culpé...acepté muchas cosas...humillaciones y prohibciones pero me hice de fuerzas y lo dejé, tengo mi casa propia con mucho esfuerzo para mis hijos pero aun asi estoy sobreendeudada y me preocupa si podré salir adelante con mis hijos...es por esto que quiero preguntarle a los astros que me depara desde ahora el futuro :como estara el bienestar de mis hijos que son 2, matias de 5 y catalina de 3. Tambien quiero ver si aparece algo de la parte financiaera ya que ahora me haré cargo casi del 100% de todo, Si se resolverán los probelmas legales que afectan a mi familia ya que de eso tb depende mi economia y por último si la relacion con mi Ex será sana y buena para los niños y si tendré quizas algun dia la posibilidad de encontrar a alguien y recuperar mi identidad. De antemano Muchas Gracias”.

El motivo es ahora la familia. La situación se ha descrito como inseguridad. La causa inmediata de la incerteza de la joven está en la anterior relación de pareja,

131 vínculo maltratador y destructivo, cuyo origen ha sido la celopatía del varón. La causa implícita se encontraría en el entorno económico hostil que la estaría rodeando. La causa complementaria sería que se ha venido a transformar en jefa de hogar con dos pequeños hijos a cargo. Clarisa tiene 25 años y nos escribe en el mes de enero del año 2006. Nos dijo que: “Me siento sola. Me gustaría saber qué me depara el destino con respecto a lo sentimental.”

Estamos de nuevo en presencia del motivo del amor. La situación se describe como soledad. La causa inmediata es la falta de pareja. La causa implícita es que la consultante, una profesional de éxito, tiene un estilo competitivo y un tanto dominador. El elemento complementario indica que la joven tiene oportunidades concretas en el terreno amoroso pero su actitud autosuficiente las hace fracasar. Al recibir la respuesta del oráculo reaccionó con este mensaje (resumen): “Increíblemente cierto lo que Uds. Dijeron. Se me presentó hace una semana. Seguiré el consejo pues ha sido el mismo error que vuelvo a cometer”.

Sabrina, de 41 años, nos envió sus inquietudes el mes de abril del año 2006. “Me separé hace 3 años. Tengo 2 hijos. En lo sentimental me ha ido mal. Quiero saber como viene aspectado este año”.

El motivo de Sabrina es igualmente el amor. La situación se describe como soledad e incertidumbre. La causa inmediata es la separación matrimonial. La causa implícita es el fracaso sentimental y la consultante da indicios que éste se ha vuelto recurrente. La causa complementaria es que se ha tornado más vulnerable al pasar a ser jefa de hogar con dos hijos a los cuales debe mantener y proteger. Segismundo se desempeña como chofer, tiene 30 años y nos ha escrito el año 2009: “Mi tema es la ruptura de familia. Junto con saludarle le comento que me separe hace menos de un mes...la extraño mucho, ella era mi vida, tenemos 2 hijos una bebe de 10 meses y el niño de 5 años. ella sabe que la amo con todo mi corazon...pero como e esta muy reciente , me dice que no volevra, yo solo le digo que piense en los niños, ya que ellos seran los mas afectados en esto....”.

Su tema es el amor y la situación se describe como soledad y tristeza. La causa inmediata es que mantiene el apego a la imagen de su esposa de la cual se ha separado. La causa implícita es que ese apego se extiende a los pequeños hijos, quienes estarían muy afectados. El elemento complementario es que nuestro consultante usa a los hijos como excusa de su apego y argumenta el regreso a la mujer pidiéndole que se enfoque en ellos y no en los sentimientos hacia él. Cristina tiene 44 años, se desempeña como administradora de empresas y envió sus inquietudes el año 2010.

132 “Quisiera saber si mi ex pareja, volverá conmigo o simplemente debo olvidarlo. El se está acercando a mí como amigo, pero no me ha insinuado nada más..... yo no quiero hacerme ilusiones que no corresponde, porque me haría mucho daño... qué debo hacer????. Si no es así, encontraré a alguien..... llevo 4 años sin pareja...... y cada día me siento más sola. Estoy super confundida, y no quiero hacerme ilusiones porque cosas que no serán”.

Motivada por el amor, su situación actual se describe como soledad. El que fue su compañero la ronda sin pronunciarse sobre un posible regreso. La causa inmediata de dicho estado es el temor a volver a experimentar un rechazo, que causó tanto dolor a la consultante. La causa implícita es la desconfianza que ella experimenta sobre las verdaderas intenciones de tan galano señor. La causa complementaria es que lleva cuatro años sin pareja desde su separación y el estar sola le pesa demasiado. Germania es una ama de casa de 27 años y nos escribe por allá por el año 2008. “Mi consulta urgente. Bueno les paso aconta rsulta que tengo la posibilidad de comprar una casa pero esta casa tiene 9 herederos lo cual hace un mes fallecio una de ellos dejando dos hijos quedaron en venderle la casa a u7no de los hermanos pero por rensillas con la esposa de el no quieren y como segunda opcion entramos nosotros quiero saber si sigo adelante o hecho todo atras estoy desesperada por una respuesta ya que me endeude y estoy enferma ya que tengo diabetes y esto me perjudica demasiado”.

El motivo ahora es la economía. La situación se describe como desesperación y tendría como causa inmediata el descontrol vital por el que pasa la consultante. La causa implícita sería el endeudamiento que daña la economía personal. La causa complementaria tiene su complejidad, pues por un lado tenemos el deterioro de la salud de la interesada y lo enredado que resulta adquirir una vivienda a una sucesión no saneada, produciéndose un círculo vicioso entre mala salud y mala economía. “Anabella es una mujer de 39 años que se gana la vida en forma independiente. Nos escribió en febrero del año 2009. “Tengo un problema de falta de decisión. Hace meses que sostengo una relacion con una persona casada, yo no tengo compromisos...es todo muy lindo...me dice que tomara la decision de dejar su familia...que me dice ud.”.

Su motivo es el amor y el estado es de incertidumbre. La consultante señala que su situación es de indecisión, sin embargo, al leer con atención el mensaje, es posible percatarse que la indecisa no es ella sino su contraparte amorosa, estado dubitativo que en la interesada provoca la situación de incertidumbre. La causa inmediata es el desconocimiento. ¿Qué se desconoce?. Lo acabamos de expresar: la consultante no sabe si este galán que le hace ver el mundo color de rosa será capaz de tomar la decisión de dejar a la familia que ha formado por su lado. La causa implícita es que la consultante anhela que se haga realidad el intenso deseo de que el enamorado se venga a vivir permanentemente junto a ella. La causa

133 complementaria resulta ser corriente en estos casos: la contraparte erótica mantiene relaciones, ataduras y apegos que vienen desde antes: esposa y familia. Joaquina es una ama de casa de 25 años que nos escribe el año 2008. Dice que: “Mi asunto son las dudas. Me gustaria saber que va a pasar con mi matrimonio, el me fue infiel, lo perdone pero aun me duele, soy demasiado desconfiada, no le creo mucho, el dice q todo se acabo q solo yo le importo, es por eso que quiero saber como ve en el futuro mi matrimonio, muchas gracias”.

Nuevamente el motivo es el amor, estando la consultante en una situación descrita como de desconfianza, confesada por ella misma. La causa inmediata ha sido el desengaño sufrido por la falta de sinceridad del marido. La causa implícita ha sido la infidelidad de su esposo por ella descubierta, lo cual es obvio, pues la infidelidad se descubre y no se notifica clamándola a los cuatro vientos. La causa complementaria es que el amorío extramarital de su contraparte ha sido perdonado a pesar del dolor causado y una re incidencia sería fatal para seguir con una relación sana. Ernestina se desempeña como empleada, sin indicar mayores detalles de su actividad, tiene 52 años y no escribe el año 2009. Dice que: “Quiero saber las espectativas sobre mi relacion sentimental. Tengo 52 despues de algunas relaciones con hombres menores que yo he iniciado una relacion con un hombre mayor 5 años que lamentablemente no esta libre aun pero mis sentimientos son muy intensos quiero saber si vale la pena esperarlo a que solucione su situacion el dice que me quiere que tenga paciencia ......gracias de antemano”.

El amor sigue motivando. La situación de esta mujer madura es de tensión y la causa inmediata es la incertidumbre, la cual, para variar, es causada por un tercero, precisamente quien debería ser una fuente de felicidad, seguridad y armonía como se supone corresponder a la fuente o proyección de nuestros amores (según se mire). La causa implícita es la indecisión de ese enamorado cincuentón por quien la consultante siente intenso apego. La causa complementaria reside en la petición de paciencia formulada por él, para conseguir el divorcio (o la valentía de abandonar todo por quien se ama de verdad). Selena se desempeña como administrativo contable y tiene tan sólo 20 años. Nos escribió el año 2009 diciendo que: “Llevo 2 años junto a mi pareja, pero resulta que conocía a una persona hace menos de una semana la cual me movio el piso, no besamos pero fui incapaz de contarle esto a mi pareja menos terminar con la relación, la cosa es que no se que hacer ya que en estos momentos solo pienso en aquellos instantes que pase con este recién conocido. Que Puedo hacer?”.

El motivo es el amor, confuso, pero amor. La situación de esta fogosa joven es compleja: obsesión y desconcentración. Obsesión por cierto momento de eros desatado y desconcentración de sus cotidianeidades. La causa inmediata ha sido un

134 sensual encuentro con un nuevo pretendiente, no sabemos si pasajero o establecido, pero que ha dejado huella. La causa implícita es el recurrente recuerdo de esos momentos placenteros con el recién aparecido. La causa complementaria es que la novel infractora tiene pareja estable con historia: desde hace dos años. Madreselva es una trabajadora de 25 años, que consulta el año 2009. “En estos momentos estoy embarazada no estoy con el papa de mi hijo porq no estamos enamorados y el ya tiene otro hijo pero tampoco esta con el .yo quiero saber si algun dia estaremos juntos o tendremos una familia....gracias”.

En este caso el motivo es la familia, bordea el tema del amor pero no alcanza a ser amor, como se verá. La situación la hemos descrito como obsesión. La causa inmediata sería la idea fija y un tanto fantástica de formar una familia o pareja estable. La causa implícita es que la fijación en la convivencia permanente es con el padre del hijo que ella espera. La causa complementaria no pierde complejidad, pues ni ella ni él están enamorados ni tampoco el fugaz galán tiene una historia impoluta: tiene desde antes un hijo y tampoco vive a su lado dándole la protección que corresponde. Edelmira tiene 44 años y su actividad ha sido secretaria, aun que en estos momentos permanece como ama de casa. Nos escribió el año 2009, diciendo que: “Quisiera hacer un curso de terapias de flores de bach, pensando en el futuro, mi marido tiene cancer, y temo que pueda morir, no se si estudiar flores de bach o estudiar algo mas concreto como computacion, o ingles, ya soy secretaria. Mi marido tiene un tumor cerebral, que fue extirpado no en su totalidad, los dres, le dan algunos años mas de vida, el no lo sabe. Tengo 3 hijos uno en la universidad y dos en el colegio. Sè que deberia trabajar como secretaria, pero mi marido prefiere que este en casa. y me siento muy desanimada. Que sera de mi futuro”.

Se ha establecido el motivo, por la complejidad del caso, como desorden de ansiedad. La situación de la consultante se ha descrito también de manera compleja: impotencia, expectativa dolorosa, desesperanza y descontrol de su vida. La causa inmediata parece ser la completa incertidumbre que vislumbra sobre su futuro. La causa implícita es la grave y mortal enfermedad que dice padecer su marido. La causa complementaria sería la necesidad de lograr ingresos para mantenerse ella y sus tres hijos, aún estudiando, en cualquiera de los escenarios imaginables. Graciela tiene 26 años y se desempeña como promotora. En el año 2008 dijo lo siguiente: “Estoy muy preocupada por mi. quisiera saber que es lo mejor para mi ya que me encuentro en una encrusijada con mi vida que no se que haser en cuanto a lo amoroso y en cuestion familiar y de trabajo espero me puedan ayudar dandome antecedentes de mi futuro o algo para poder saber que estoy

135 haciendo mal que nada me resulta y siempre termino hechandome la culpa de todo y cuestionandome por mi poca seguridad en todo lo que hago”.

Su caso también se diagnosticó motivado por desorden de ansiedad y la situación anímica se describió como expectativa dolorosa y descontrol de su vida, esto último por la ausencia de claridad de acción en variados aspectos de su vida. La causa inmediata se identificó como inseguridad, cuestión que reconoce la propia interesada. La causa implícita encontrada fue la falta de logro tanto en los aspectos sentimentales, como familiares y laborales de la consultante. La causa complementaria sería el sentimiento culposo que la embarga a cada paso. Nácar es una joven mujer de 30 años quien se ha desempeñado como secretaria. Nos escribió el año 2009 para consultar:

“Se trata de la muerte de un hijo. Mira mi bebe se mueri dentro de mi yo tenia 38 semanas de embarazo ...y bueno tengo una pena tremenda el 27 de junio se cumple ya un mes y aun no entiendo el para que nos paso esto a mi con mi marido por que algún mensaje tiene que haver , o que me digan como seguira mi vida”.

El motivo es la familia y la situación se describe como de duelo y dolor. La causa inmediata es la desencarnación reciente del hijo que esperaba. La causa implícita es que esto, de forma desconcertante para los padres, ella y su esposo, ha ocurrido escasos días antes del alumbramiento, o sea, en circunstancias en las que se esperaba vida el resultado ha sido muerte. El elemento complementario es la desorientación en la cual se asfixian tanto ella como su familia. Angelines tiene 47 años de edad. Se desempeña como radio-operadora. Relató su situación el año 2009. “qisiera saver si se me solucionara los problemas financieros estoy hipotecando la casa para cancelar todo y poder pagar solo una letra pero me da mucho miedo ..tanta insertidumbre tanto años y me ciento tan cansada quisiera dormir por siempre me siento muy sola ..algo que me llene de luz habra en mi vida”.

El motivo ahora es economía y la situación se describe como una mezcla de temor, incertidumbre y soledad. La causa inmediata de tanta opresión es la existencia de una deuda que la ha empujado a hipotecar su vivienda. La causa implícita sería la permanente ansia de dormir que manifiesta la consultante. La causa complementaria tiene su complejidad pues, por una parte, el marco general insinúa una depresión que no está diagnosticada por un terapeuta y, por otra, estaría en juego bienes en los que la involucrada ha invertido esfuerzo, ahorro y sacrificios.

136 ANEXO 3 Gráficos

Gráfico 1.- Grupos ocupacionales de los consultantes chilenos Grupos ocupacionales (%) otros

0,6

pensionado

0,7

Empresario

0,9

conductor de vehiculo

1

servicios personales

1,5

gerente/administrador

2,7

independiente

3,3

obrero/jornalero

3,6

ventas/vendedor

% 6,3

Profesional/técnico

22,5

Actividad no remunerada

26,7

Empleado/empleo oficina

30,1

0

5

10

15

20

25

30

35

Gráfico 2.- Actividades específicas más representadas de los consultantes chilenos Actividades destacadas (% del total de actividades) ingeniero

2,8

salud

4,2

educacion

5,8

ventas

6,3

estudiante

% del total de activ

10,9

secretaria

11,6

ama de casa

15,8

empleados (excepto… 0,0

18,5

5,0

10,0

15,0

20,0

137 Gráfico 3.- Distribución etaria de los consultantes

Grupos etarios (%) 64 70

0,3

57 63

2,8

50 56

7,4

43 49

15,0

36 42

22,1

29 35

23,3

22 28

18,2

16 21

6,5

14 15

0,4 0,0

5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

Gráfico 4.- Grupos etarios de los consultantes según sexo

Grupos etarios según sexo (% de su grupo) 30,0 23,9

25,0 20,1

20,7

24,8 21,2

20,0 16,6 14,9

15,0

fem (%) masc (%)

10,3

10,0

7,56,9

6,76,2

5,0

5,5 2,2

0,30,7

0,20,7

0,0 14 15

16 21

22 28

29 35

36 42

43 49

50 56

57 63

64 70

138 Gráfico 5.- Estado civil de los consultantes

Estado civil de la población (%) 40,0

35,4

35,0 30,0 25,0

33,9

20,0 15,0 10,0 5,0

%

13,7 10,2 6,4 0,3

0,0 casado

soltero separado convive

convivía

viudo

Gráfico 6.- Estado civil de los consultantes según grupos etarios Estado civil según grupo etario (% del total) 30,0

25,0 1,2 1,2

20,0

2,8

2,4 4,0

0,6

convivía

2,4

convive

15,0 5,8 0,3 1,2 0,0

10,0

4,3

3,7

13,8

10,1

5,0

0,0

viudo

2,4

0,0 14 15

1,2

separado

2,4 0,6

soltero casado

10,4 8,0

0,0 0,0 0,9

0,6

9,5

2,8 0,3 16 21

22 28

29 35

36 42

43 49

0,6

0,6 1,5 0,3 2,4

0,0 0,0 0,9

50 56

57 63

0,0 0,6

139 Gráfico 7.- Estado civil según grupo etario respecto a su propio grupo Estado civil según grupo etario (% de su propio grupo) 100%

0,0

2,6 10,5 0,0

90%

10,3

13,0

80%

11,6

11,1

8,5

11,1

11,6

2,9

0,0

4,3

5,1

5,8

17,0

16,7

70%

60,0

4,3

20,3

viudo

27,8

60%

convivía

24,4

50%

100,0

convive 5,6

17,4

65,2

86,8

40%

soltero

66,0

30% 43,6

20% 10% 0%

separado

0,0

casado

44,4

37,7

40,0

13,0 0,0 14 15

2,6 16 21

22 28

29 35

36 42

43 49

50 56

57 63

Gráfico 8.- Estado civil de los consultantes según su sexo

Estado civil según sexo (% del total de cada sexo) fem

masc

38,7

36,9 32,3

32,5

19,4 12,8

10,9 6,5

6,6 3,2 0,4 0,0

casado

soltero

separado

convive

convivía

viudo

140 Gráfico 9.- El consultante y su relación de pareja El consultante mantiene una relación de pareja (% del total) % 61,2

35,4

si

tenia

2,4

1,1

no

nunca

Gráfico 10.- Relación de pareja según géneros femenino y masculino Géneros masculino y femenino mantienen relación (% de su género)

70

63,8

60

53,5

50

43,0

40

33,2

% del total de fem

30

% del total de masc

20 10

2,2 1,2

0,8 2,3

no

nunca

0 si

tenia

Gráfico 11.- Relación de pareja según géneros lésbico y gay Géneros lésbico y gay mantienen relación (% de su género) 70 60 50 40 30 20 10 0

60,0

33,3

33,3

20,0

% del total de fem lesb

33,3 20,0

% del total de masc gay 0,00,0

si

tenia

no

nunca

141 Gráfico 12.- Existencia de relación de pareja según edad Mantiene relación de pareja según estrato etario (% de su estrato) 120,0

100,0

80,0

0,0

3,1 6,3

33,3

2,2 3,3

0,9 0,0

1,0 2,0

0,0 3,0

36,0

35,8

0 3,7

9,4 36,3

0,0

25,9 45,5

42,9

nunca no

60,0

tenia si 40,0

81,2 70,4

66,7

62,8

61,0

61,2

36 42

43 49

54,5

51,6

20,0

0,0

0,0 14 15

16 21

22 28

29 35

50 56

57 63

Gráfico 13.- Objetivos buscados por los consultantes

Objetivos de los motivos de los consultantes (% del total de menciones) 70,0

62,4

60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0

19,5

%

15,6 1,1

1,1

0,3

142 Gráfico 14.- Objetivos buscados por los consultantes según género

Objetivos de los consultantes según género (% del propio género) 80,0 70,0 60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0

71,9 70,1

13,0 12,3

% del total de fem

13,9 14,3

% del total de masc 1,12,2

0,20,4

0,20,4

Gráfico 15.- Motivo amor: temas específicos de los consultantes

Motivo amor % de las menciones de temas relevantes en amor sentimientos y emociones propias hechos específicos

1,2 5,1

decisión

6,2

fidelidad

6,5

posible relación futura sentimientos de otro rehabilitar relación su vida sentimental pareja actual

7,6 12,5 14,8 19,2 24,6

143 Gráfico 16.- Motivo trabajo: temas específicos de los consultantes

Motivo trabajo % de las menciones de temas relevantes en trabajo 38,8 23,8

su vida laboral

19,7

acceso al trabajo

cambio de trabajo

12,9

4,8

estabilidad cambio en el laboral trabajo

Gráfico 17.- Motivo familia: temas específicos de los consultantes

Motivo familia % de las menciones de temas relevantes en familia 32,0 28,0 20,0 16,0

4,0

hijos

familia en general

maternidad pareja o ex paternidad pareja

Gráfico 18.- Motivo economía: temas específicos de los consultantes

Motivo economía % de las menciones de temas relevantes en economia 36,2 23,4 17,0

14,9 8,5

situacion economica

vivienda

dinero y negocios

deuda

juicio en tribunal

144 Gráfico 19.- Motivo salud: temas específicos de los consultantes

Motivo salud % de las menciones de temas relevantes en salud 67,7

22,6 9,7

salud en general

sobre enfermedad

nacimiento

Gráfico 20.- Motivo desorden de ansiedad: temas específicos de los consultantes

Motivo desorden de ansiedad % de las menciones de temas relevantes en desorden de ansiedad 61,1 38,9

control de la vida

situación específica

145 Gráfico 21.- Expresión de agradecimiento de los consultantes al oráculo según género agradecimiento según género respecto la población total

% de agradecidos 80,9

% de la Población

79,5

18,2

19,3

0,4 fem

masc

0,4

0,8

0,4

lesb

gay

Gráfico 22.- Mensaje de agradecimiento de los consultantes al oráculo según género mensaje agradecimiento por género respecto población total

% con mensaje de agradecimiento

% de la población

94,3 79,5

19,3 5,7 fem

masc

0,0

0,4

lesb

0,0

0,8

gay

146 Gráfico 23.- Consultantes agradecidos del oráculo según grupo etario Comparación población total y grupo de agradecidos según edad (% de cada grupo) sí dio las gracias (%)

población (%)

25,4 23,3 21,0

22,3 22,1

18,2 15,0 12,5 9,4 5,4

7,4

6,5

2,2 2,8 0,4 0,4

0,0 0,3

14 15

16 21

22 28

29 35

36 42

43 49

50 56

57 63

64 70

Gráfico 24.- Descriptores de las situaciones críticas de los consultantes

Descriptores de situación crítica (%) independiente de sus motivos 25,0 22,2

20,0 14,2

15,0

12,3

10,0 7,1 4,9

5,0

% 4,1 4,1 3,8

3,3 3,3 3,0 3,0 2,7 2,5

1,9 1,6 1,6 1,6

1,1

0,5 0,3 0,3 0,3

abandono

duelo

impulso irresistible

incapacidad

desilusión

frustracion

obsesion

vacío

desconfianza

desesperanza

soledad

temor

abatimiento

incertidumbre

descontrol

impotencia

desesperación

inseguridad

desconcierto

desorientación

dolor

expectativa dolorosa

tensión

0,0

147 Gráfico 25.- Frecuencia de aparición de las causas inmediatas de las crisis Orden de preponderancia de causas inmediatas de situación crítica (%) por incapacidad por desorientación conflicto familiar insinceridad estudiar en paralelo con trabajar por insatisfacción sin pareja por energías de terceros no poder controlar (a persona) incomprensión por recurrencia traumática por desencarnación por timidez fracaso embarazo fuera de relación por inseguridad por temor (*) por infidelidad crisis de madurez (*) dificultades de salud (*) por sorpresa en amor (*) por desconfianza y/o informalidad por acoso (*) por decepción (*) por ingresos limitados (*) por cesantía (*) por relación en crisis o disminución o anulación… por apego (*) por descontrol vital por no ser correspondido o relación no… por indecisión corte de relación o alejamiento de pareja incertidumbre 0,0

0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 0,9 0,9 1,2 1,4

%

2,0 2,0 2,0 2,3 2,3 2,6 2,9 2,9 3,5 4,9 5,5 5,8 6,1 6,9 16,1 22,5 5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

148 Gráfico 26.- La incertidumbre de los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa incertidumbre (%) temor desconcierto descontrol

1,3 1,3 2,6

desesperanza soledad impotencia desesperación

2,6 2,6

%

3,8 5,1

dolor expectativa dolorosa tensión

9,0 30,8 41,0

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

Gráfico 27.- El descontrol vital de los consultantes y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa descontrol vital (%) impotencia

5,0

desorientación

5,0

temor

10,0

abatimiento

10,0

desesperación

10,0

expectativa dolorosa

% 15,0

tensión

45,0

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

149 Gráfico 28.- La indecisión de los consultantes y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa indecisión (%) temor

4,2

descontrol

4,2

desesperación

4,2

vacío

8,3

desconcierto

12,5

expectativa dolorosa

12,5

desorientación

% 16,7

tensión

37,5

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

Gráfico 29.- El corte o alejamiento de pareja del consultante y sus efectos críticos

Efectos críticos de la causa corte o alejamiento de pareja (%) frustración

1,8

desesperanza

3,5

inseguridad

3,5

desconcierto

3,5

abatimiento

5,3

vacío

5,3

incertidumbre

8,8

tensión

8,8

%

desesperación

10,5

soledad

10,5

expectativa dolorosa

10,5

dolor

26,3

0,0

5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

30,0

150 Gráfico 30.- La relación de pareja en crisis y sus efectos en los consultantes Efectos críticos de la causa relación de pareja en crisis (%) dolor

4,5

desconfianza

13,6

inseguridad

13,6

desconcierto

13,6

%

desorientación

22,7

tensión

27,3

0,0

5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

30,0

Gráfico 31.- La relación no concretada del consultante y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa relación no concretada (%) desilusión

4,0

desesperanza

4,0

vacío

8,0

expectativa dolorsa

12,0

impotencia

12,0

desorientación

12,0

tensión

%

16,0

dolor

32,0

0,0

5,0

10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0

Gráfico 32.- La desconfianza del consultante y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa desconfianza (%) desesperanza

10,0

expectativa dolorosa

10,0

incertidumbre

20,0

%

inseguridad

30,0

tensión

30,0

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

151 Gráfico 33.- La infidelidad entre los consultantes y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa infidelidad (%) desesperación

14,3

expectativa dolorosa

14,3

dolor

14,3

%

abatimiento

28,6

descontrol

28,6

0,0

5,0

10,0 15,0 20,0 25,0 30,0

Gráfico 34.- La cesantía de los consultantes y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa cesantía (%) desesperanza

8,3

impotencia

8,3

abatimiento

16,7

desorientación

16,7

expectativa dolorosa

16,7

dolor

%

25,0

0,0

5,0

10,0 15,0 20,0 25,0 30,0

Gráfico 35.- Los apegos de los consultantes y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa apego (%) impulso irresistible descontrol desesperanza desesperación expectativa dolorosa tensión incapacidad desorientación desconcierto obsesión

5,0 5,0 5,0 5,0 5,0

%

5,0 10,0 10,0 20,0 30,0

0,0

5,0

10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0

152 Gráfico 36.- Los ingresos limitados de los consultantes y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa ingresos limitados (%) temor

10,0

descontrol

10,0

abatimiento

20,0

tensión

20,0

%

incertidumbre

40,0

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

Gráfico 37.- El acoso vivido por los consultantes y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa acoso (%) desconcierto

11,1

impotencia

11,1

temor

11,1

%

tensión

22,2

desorientación

44,4

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

Gráfico 38.- La decepción sufrida por los consultantes y sus efectos críticos Efectos críticos de la causa decepción (%) impotencia

10,0

expectativa dolorosa

10,0

desilusión

20,0

%

desconfianza

30,0

dolor

30,0

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

153 Gráfico 39.- Expresión de agradecimiento al oráculo del total consultantes comparado con el grupo en situación crítica Agradecimiento población total versus agradecimiento en situación crítica (%) Sí agradece

No agradece 70

60 40 30

En situación crítica (%) En población total (%) Gráfico 40.- Mensaje de agradecimiento al oráculo del total consultantes comparado con el grupo en situación crítica

80 70 60 50 40 30 20 10 0

Mensaje especial agradecimiento población total versus mensaje en situación crítica (%) 76 71

29

24

Sí agradece No agradece

En situación En población crítica (%) total (%)

154 Gráfico 41.- Expresión de agradecimiento al oráculo del grupo de consultantes en situación nocrítica comparado con el grupo en situación crítica

80 70 60 50 40 30 20 10 0

Agradecimiento población en situación no crítica versus agradecimiento en situación crítica (%) 75 60 40 25

Sí agradece No agradece

En situación En situación crítica (%) no crítica (%)

Gráfico 42.- Mensaje de agradecimiento al oráculo del grupo de consultantes en situación no-crítica comparado con el grupo en situación crítica Mensaje de agradecimiento población en situación no crítica versus mensaje en situación no crítica (%) 95 100 90 71 80 70 60 50 Sí agradece 40 29 30 20 No 5 10 agradece 0 En En situación situación crítica no crítica (%) (%)

155 ANEXO 4 CUADROS

Cuadro 1.- Cantidad de consultantes según número de preguntas por cada consulta

Tipo de consulta

Cantidad de consultantes (% del total de consultantes)

de cuatro preguntas

2,9

de tres preguntas de dos preguntas de una pregunta

10,1 26,1 60,9

Total

100,0

Cuadro 2.- Cantidad de consultantes según número de motivos de cada consultante Cantidad de consultantes (%) según cantidad de motivos Cantidad de motivos por Volumen de consultantes (% consultante del total de consultantes) Uno 78,0 Dos 15,1 Tres 5,7 Cuatro 1,1 Cinco 0,1 Total 100,0

Cuadro 3.- Preponderancia de los motivos de los consultantes

Motivos de los consultantes

%

% acumulativo

Amor Trabajo Familia

50,1 14,5 10,6

50,1 64,6 75,2

Economía General

8,9 3,6

84,1 87,7

Salud Administrativo Estudios

3,1 2,2 1,2

90,8 93,0 96,1

Desorden de ansiedad Magia Símbolos

1,1 1,1 1,1

94,1 97,2 98,3

Emotividad Espiritualidad

0,9 0,8

99,2 94,9

Plan Suerte

0,7 0,1

99,9 100,0

156 Cuadro 4.- Preponderancia de los motivos de los consultantes según género

% del total % del total femenino de masculino

Motivos

Amor Trabajo Familia

51,0 12,6 9,5

44,4 20,2 7,6

Economía General

9,0 3,8

8,6 4,0

3,5 2,2 2,2

4,5 3,5 1,5

Espiritualidad Estudios Magia

0,9 0,7 1,2

0,5 3,0 1,0

Símbolos Emotividad

1,4 1,0

0,0 0,5

Plan Suerte

0,9 0,0

0,0 0,5

Salud Administrativo Desorden de ansiedad

Cuadro 5.- Importancia de los motivos de los consultantes según frecuencia y según lugar prioritario en su consulta

Motivos de consultantes

Amor Trabajo

Importancia por cantidad los de veces que ha sido mencionado (%) 50,1 14,5

Importancia por ser mencionado en primer lugar (%) 57,7 13,5

Familia Economía

10,6 8,9

7,2 5,7

General Salud Administrativo

3,6 3,1 2,2

4,3 1,7 2,8

Estudios Desorden de ansiedad Magia

1,2 1,1 1,1

1,1 2,1 0,3

Símbolos Emotividad

1,1 0,9

1,5 0,9

Espiritualidad Plan Suerte

0,8 0,7 0,1

0,5 0,7 0,0

157 Cuadro 6.- Relevancia de los motivos de los consultantes expresado como dualidades de motivos

Secuencias duales relevantes

Frecuencia (% del total de menciones)

Amor-trabajo Trabajo-amor Amor-familia Familia-amor Amor-economía Economía-amor Trabajo-economía Economía-trabajo Economía-familia Familia-economía Trabajo-familia Familia-trabajo

2,8 2,5 2,7 0,9 1,2 0,9 1,7 0,4 1,2 0,9 0,8 0,8

Cuadro 7.- Relevancia de los motivos de los consultantes expresado como dualidades de motivos refundidas % dentro del Secuencias duales total de relevantes fundidas secuencias amor/trabajo amor/familia amor/economía

13,6 9,2 5,4

trabajo/economía economía/familia

5,4 5,4

trabajo/familia Total

4,1 43,1

158

Cuadro 8.- Frecuencia de los descriptores de situaciones críticas según los motivos que impulsan a los consultantes

Descriptor

Tensión

Dolor

expectativa dolorosa

desorientación

desconcierto inseguridad

Soledad

desesperación

incertidumbre

economía desorden de ansiedad

Veces de aparición del descriptor en el motivo 4 7

trabajo familia

9 8

amor

53

economía Trabajo Familia

1 3 2

Amor Economía

39 6

Trabajo

5

desorden de ansiedad

2

Familia Amor

6 33

desorden de ansiedad

6

Motivo

Familia

1

Trabajo Amor

1 18

Amor

18

Amor

13

familia amor

2 9

familia amor familia

1 8 2

trabajo

1

desorden de ansiedad economía

1 3

amor

7

familia economía

2 2

Descriptor

Motivo

desconfianza

amor amor

impotencia

Obsesión

Veces de aparición del descriptor en el motivo 6 6

trabajo familia desorden de ansiedad economía amor familia

amor trabajo desesperanza desorden ansiedad desilusión amor descontrol amor

frustración

incapacidad impulso irresistible Duelo Temor

abandono

1 1 5 1 5 1

de

trabajo desorden de ansiedad economía abatimiento

2 4

3 4 4 1 4 3

amor familia

3 1

trabajo desorden de ansiedad economía amor

2

trabajo economía amor

2 1 2

amor

1

familia trabajo desorden de ansiedad economía trabajo

1 2

4 2 3

4 5 1

159

Cuadro 9.- Causas inmediatas que provocan la tensión Causa inmediata

% de casos

por incertidumbre por descontrol vital

39,0 11,0

por indecisión por relación en crisis o disminución del sentimiento corte de relación o alejamiento de la pareja

11,0 7,3 6,1

por no ser correspondido o relación no concretada por desconfianza o informalidad

4,9 3,7

por ingresos limitados por mala salud por acoso

2,4 2,4 2,4

Timidez por apego por desorientación

2,4 1,2 1,2

por insatisfacción por estudiar paralelamente con trabajar

1,2 1,2

falta de madurez Inseguridad TOTAL

1,2 1,2 100,0

Cuadro 10 Frecuencia de aparición de las causas inmediatas del dolor

Causa inmediata

% de casos

corte, abandono o alejamiento

38,5

por incertidumbre por no ser correspondida/o por pérdida de empleo

17,9 15,4 7,7

por decepción falta de logro para concretar en amor por desencarnación

7,7 5,1 2,6

crisis de pareja Infidelidad

2,6 2,6

TOTAL

100,0

160 Cuadro 11.- Causas de la expectativa dolorosa

Causa inmediata

%

por incertidumbre

48,0

corte, abandono o alejamiento temor a la infelicidad

12,0 6,0

por descontrol vital por indecisión por inseguridad

6,0 6,0 4,0

por no ser correspondida/o por cesantía prolongada por amenaza de despido

4,0 2,0 2,0

falta de logro para concretar Infidelidad

2,0 2,0

decepción o frustración Desconfianza apego a recuerdo

2,0 2,0 2,0

TOTAL

100,0

Cuadro 12.- Causas inmediatas de la desorientación Causa inmediata

%

crisis pareja por indecisión por inmadurez

17,2 13,8 13,8

sentimiento oculto o no concretar agresividad y contradicción por cesantía

10,3 10,3 6,9

regreso de pareja o ex apego a imagen o persona

6,9 6,9

por descontrol vital por recurrencia por agresividad en familia

3,4 3,4 3,4

sorpresa en amor TOTAL

3,4 100,0

Cuadro 13.- Causas inmediatas de la situación de desconcierto Causa inmediata

%

actitud de pareja o ex apego y obsesión

21,1 21,1

Indecisión Crisis Corte

15,8 10,5 10,5

Agresividad Incertidumbre

5,3 5,3

Incomprensión Desamor TOTAL

5,3 5,3 100,0

161 Cuadro 14.- Causas inmediatas de la situación de inseguridad Causa inmediata

%

Desconfianza corte o abandono

21,4 14,3

Fracaso crisis pareja

14,3 14,3

crisis madurez lo desconocido por relación destructiva

14,3 7,1 7,1

por pérdida embarazo TOTAL

7,1 100,0

Cuadro 15.- Causas inmediatas de la situación de soledad Causa inmediata corte relación o abandono Incertidumbre

% 54,5 18,2

sin pareja Temor embarazo fuera de relación

9,1 9,1 9,1

TOTAL

100,0

Cuadro 16.- Causas inmediatas de la situación de desesperación Causa inmediata corte relación o abandono por incertidumbre por descontrol vital por indecisión por infidelidad por extravío de perro TOTAL

% 40,0 26,7 13,3 6,7 6,7 6,7 100,0

Cuadro 17.- Causas inmediatas de la situación de incertidumbre Causa inmediata

%

por corte relación o abandono por embarazo fuera de relación

35,7 14,3

por consecuencia económica por informalidad por regreso de pareja

14,3 14,3 7,1

por ingresos limitados por deuda TOTAL

7,1 7,1 100,0

162 Cuadro 18.- Causas inmediatas de la situación de impotencia Causa inmediata

%

por amar sin ser correspondido/a por incertidumbre

23,1 23,1

por no poder controlar (persona) por crueldad de pareja

15,4 7,7

por frustración por descontrol vital por cesantía

7,7 7,7 7,7

por esterilidad TOTAL

7,7 100,0

Cuadro 19.- Causas inmediatas de la situación de descontrol Causa inmediata por infidelidad

% 15,4

por incertidumbre dificultades de salud

15,4 15,4

por corte o alejamiento por apego por conflictos familiares

7,7 7,7 7,7

por energías de terceros por indecisión por inseguridad

7,7 7,7 7,7

por economía inmanejable TOTAL

7,7 100,0

Cuadro 20.- Causas inmediatas de la situación de abatimiento

Causa inmediata

%

por corte o alejamiento dificultades económicas por infidelidad

25,0 16,7 16,7

por descontrol por energías de terceros

16,7 8,3

por cesantía por amenaza de despido TOTAL

8,3 8,3 100,0

163 ANEXO 5 Descriptores de las situaciones críticas de los consultantes Indecisión.- Falta de decisión. Incapacidad para cortar, resolver. Incapacidad para formar juicio definitivo sobre algo dudoso o contestable. Incapacidad para tomar determinación de algo. Pérdida de la voluntad para tomar una determinación102. Tensión.- Estado anímico de excitación, impaciencia, esfuerzo o exaltación, como respuesta a situaciones agobiantes originadas en el entorno103. Se va a usar este concepto evitando el de “estrés” debido a la utilización abusiva de esta expresión en la prensa, la publicidad y la literatura corriente. Dolor.- Experiencia sensorial y emocional no placentera que se asocia con daño real o potencial a órganos o tejidos. Cuando está fuera de proporción con respecto a la situación podría restringir la capacidad de una persona de tener una vida productiva, significativa y funcional104. Expectiva dolorosa.- Posibilidad concebida por el sujeto de llegar a sentir dolor. Sentimiento de desamparo, o desprotección o inquietud que se percibe como una posibilidad esté o no asociado a una situación en particular. Se usará este concepto, más general o ambiguo, evitando el uso de angustia y de ansiedad, en atención al uso abusivo de ellos en la prensa, la publicidad y a la falta de información precisa del estado anímico o espiritual del consultante. Desorientación.- Caer en la confusión, ofuscación o extravío105. Desconcierto.- Estado de ánimo de desorientación y perplejidad106. Es decir, a la desorientación se suma la irresolución o duda de lo que se debe hacer. Inseguridad. Falta de seguridad. Falta de certeza o del conocimiento seguro y claro de algo107. Desesperación.- Pérdida total de la esperanza108. Sería lo contrario a integridad o aplomo. Impotencia.- Falta de poder para hacer algo109.

102

Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 104 Adaptado de Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. 105 Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 106 Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 107 Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 108 Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 109 Diccionario de la Lengua Española (DRAE). 103

164 Descontrol.- Falta de control, de orden, de disciplina110. Abatimiento.- Postración física o moral111. Abatir es hacer que algo caiga o descienda. Se traduce en la pérdida del ánimo, las fuerzas, el vigor112. En el trastorno de la depresión se puede presentar el abatimiento persistente del humor113. Se puede hablar de síntoma de abatimiento cuando la persona siente las piernas o los brazos pesados o inertes114. Incertidumbre.- Falta de certeza. Pérdida del conocimiento seguro y claro de algo. Pérdida de la firme adhesión de la mente a algo conocible, con temor de errar115. Temor.- Pasión del ánimo, que hace huir o rehusar aquello que se considera dañoso, arriesgado o peligroso116. Soledad.- Es el sentimiento prolongado, desagradable, involuntario, de no estar relacionado significativamente o de manera próxima con alguien. Se habla de dos tipos de soledad: 1) Soledad por aislamiento emocional, que deriva de la ausencia de una relación íntima con una figura de apego. Esta es la experiencia más desagradable; y 2) Soledad por aislamiento social, que ocurre por falta de lazos con un grupo social cohesivo de pertenencia (una red social de amigos o una organización vecinal)117. En este estudio nos referiremos principalmente al primer tipo de soledad. Desesperanza.- Mantenimiento de una serie de expectativas negativas o pesimistas con respecto al presente y el futuro118. Vacío.- Falta, carencia o ausencia de alguna cosa o persona que se echa de menos119. Desconfianza.- Falta de confianza. Perder la esperanza firme que se tiene de alguien o algo120. Obsesiones.- Ideas, pensamientos, impulsos o imágenes persistentes que se experimentan por parte del individuo como intrusas y sin sentido; el individuo intenta ignorar o suprimir este tipo de pensamientos o impulsos, o bien trata de 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120

Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Adaptado de Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Diccionario de la Lengua Española (DRAE).

165 neutralizarlos a través de otros pensamientos o acciones, reconociendo que son producto de su mente y no están impuestas desde afuera121. Frustración.- Situación en la que se halla el sujeto cuando encuentra un obstáculo que no le permite satisfacer un deseo o alcanzar una meta. / Estado de vacío o de anhelo insaciado que surge cuando la persona se encuentra frente a un impulso, deseo u objetivo que no puede satisfacer122. Desilusión.- Perder las ilusiones. Perder el concepto, imagen o representación que se tenía de alguien o de algo. Perder la esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo123. Incapacidad.- Falta de capacidad para hacer, recibir o comprender algo. Pérdida de la aptitud, del talento, de la cualidad que disponía alguien para el buen ejercicio de algo124. Impulso.- Tendencia a actuar sin una deliberación previa. Fenómeno contrario a un acto de voluntad. / Impulso afectivo: tendencia innata en virtud de la cual un organismo aspira al contacto, físico o emocional, con otro organismo. / Impulsos biológicos: conjunto de movilizadores innatos de la conducta, que reflejan las necesidades de los órganos y los procesos fisiológicos del organismo125. Impulso irresistible.- El impulso irresistible sería una redundancia, pues la expresión “impulso” por sí misma indica que el acto es contrario a lo volitivo, por tanto, no sería posible resistir la tendencia a realizarlo. Duelo.- Respuesta emocional de la(s) persona(s), posterior a la muerte de una persona querida. Como parte de su reacción de pérdida, algunos individuos afligidos presentan síntomas característicos de un episodio de depresión mayor (p. e. sentimientos de tristeza y síntomas asociados como insomnio, anorexia y pérdida de peso). La persona con duelo valora el estado de ánimo depresivo como “normal”, aunque puede buscar ayuda profesional para aliviar los síntomas asociados como el insomnio y la anorexia. La duración y la expresión de un duelo “normal” varían considerablemente entre los diferentes grupos culturales. La presencia de ciertos síntomas que no son característicos de una reacción de duelo “normal” puede ser útil para diferenciar el duelo del episodio depresivo mayor126.

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Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología. Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Adaptado del Diccionario de la Lengua Española (DRAE). Vértices psicológicos. Glosario alfabético de términos psicológicos. Consuegra Anaya, Natalia. 2004 Diccionario de psicología.

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