Somos los conflictos que resolvemos: pensiones y deudas, pero poco en criminalidad

SOMOS LOS CONFLICTOS QUE RESOLVEMOS: PENSIONES Y DEUDAS, PERO POCO EN CRIMINALIDAD Por Wilson Hernández Breña (Artículo publicado en el Blog de CIAD) 14/04/2015

Para saber si tenemos fiebre, usamos un termómetro. Pero, ¿qué usamos cuando queremos saber si nuestra sociedad lo está? Según un reciente artículo de Luis Davelouis en Perú21, se puede ver al mercado y sus consumidores. Interesante. Pero usemos otro termómetro: el de los conflictos que resolvemos o mejor dicho que el Poder Judicial resuelve. ¿Por qué mirarnos desde el Poder Judicial? Porque cuando no nos entendemos y el mercado no cubre nuestras necesidades o no soluciona nuestros problemas, todo (en mucho, gracias a los abogados) puede quedar en las manos de un juez. ¿Cómo hacerlo? Simple. Con las estadísticas de casos resueltos por el Poder Judicial (para el 2013 pues es el único año con información disponible). Cierto, tomemos los datos con cuidado pues estamos dejando a todos los conflictos que jamás llegan a un juez.

Muchos conflictos penales, pocos resueltos El Poder Judicial divide los casos que le llegan en 4 grupos: penales, civiles, laborales y de familia. De cada 10 casos o conflictos que tiene

“En el camino entre el

por resolver (carga procesal), aproximadamente 3 son penales, 3

hecho delictivo cometido

civiles, y lo restante se reparte entre laborales y de familia.

y

Pero esos son los conflictos que el Poder Judicial tiene por resolver. La

algunos

historia es distinta si vemos los que efectivamente resolvió: la mayoría

la

sentencia,

sólo

delitos

se

es civil (34%) y de cerca le siguen los conflictos de familia (30%) y los

denuncian, la mayoría se

laborales (29%).

archiva

¿Y los conflictos penales? Equivalen a solo el 7% de procesos resueltos.

minoría es resuelta por

¿Qué significa esto? Que los procesos tardan en resolverse, pero también que con el nuevo Código Procesal Penal, sólo muy pocos

y

solo

un juez.”

procesos llegan hasta el juez para que los resuelva (4%) ya que la gran mayoría (aprox. el 80%) se archiva y el resto se resuelve con medidas alternativas, según cifras del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

1 Disponible en http://ciad.pe/?p=985

una

Lo anterior explica que en el top-10 de procesos resueltos solo exista un proceso penal y nada menos que en el puesto 10. Se trata de los delitos contra el patrimonio (principalmente robos y hurtos). Con sus 17 mil casos resueltos representan solo el 2% de los conflictos resueltos por un juez en el 2013. Leamos estos datos en contexto (por cortesía del INEI). En el mismo 2013 a nivel nacional, hubo: • • • • • •

269 mil delitos denunciados. 245 mil faltas denunciadas. 92 mil personas detenidas por cometer delitos. 49 mil denuncias por violencia familiar. 19 mil denuncias de robo de vehículos. 4 mil denuncias por violación sexual.

Guardemos la calculadora. La conclusión es simple. En el camino entre el hecho delictivo cometido y la sentencia, sólo algunos delitos se denuncian, la mayoría se archiva y solo una minoría es resuelta por un juez. ¿Impunidad, lentitud, denuncias sin sentido? Es difícil saber sin un estudio puntual. Pero si podemos definimos por los conflictos que resolvemos, queda claro que dejamos asuntos (penales) para mañana, tarde o nunca.

Somos conflictos de familia y de deudas Ahora bien, ¿cuál es el conflicto más recurrente en nuestra sociedad, de acuerdo a lo que judicializamos? La respuesta se relaciona directamente con la estructura de la sociedad: la familia. El primer lugar se lo llevan los procesos judiciales de pensión de alimentos. En el 2013 se resolvieron poco más de 97 mil de estos conflictos. Le siguen los de violencia familiar con 89 mil conflictos resueltos. 2 Disponible en http://ciad.pe/?p=985

Pero resolver es un decir. Aproximadamente un tercio de las pensiones no se pagan (Hernández, 2012) y los procesos de violencia familiar tienen sus propios bemoles (penas impuestas bajas, medidas de protección para la víctima poco efectivas, tratamiento psicológico para víctima y victimario insuficiente, etc.). En segundo lugar, tenemos a los conflictos solucionados por deudas. Esto es lo que jurídica –y horrorosamente– se llama “obligación de dar suma de dinero”. No te pagan, vas hasta el Poder Judicial. Ojo, la mayoría de estos casos enfrentan a bancos y clientes, y AFP y empleadores que han retenido pero no pagado lo respectivo a la AFP. Esto sí es mercado puro, insolvencia, irresponsable colocación de créditos, derechos laborales incumplidos, y algo de consumismo. Pero bueno, ¿luego de las sentencias, se pagan las deudas? No lo sabemos, no hay estudios al respecto. En suma, somos un país con problemas penales que no se resuelven, con una gran demanda de solución de temas familiares y donde al parecer las promesas no se honran. Empecemos por el Poder Judicial, pero también por nosotros mismos.

3 Disponible en http://ciad.pe/?p=985